Professional Documents
Culture Documents
Introducción……………………………………………………………… Pág. 2
Metodología………………………………………………….………….. Pág. 31
Universo…………………………………………………………………. Pág. 33
Muestra…………………………………………………………….……. Pág. 33
Categorización…………………………………………………………... Pág. 36
Bibliografía……………………………………………………….………. Pág. 38
1
Introducción
2
Retomando el concepto de parentalidad, la cual hace mención a las actividades que
realizan los padres o adultos responsables, el autor Barudy, distingue dos formas
de parentalidad, la biológica y la parentalidad social. Estas en ocasiones se ven
afectadas por las historia de vida o situaciones complejas de los padres o adultos
responsables (Cristina Sallés, Sandra Ger)
Nos referiremos a conductas disruptivas, a las conductas en la que existe una
violación de derecho de los demás o de las normas y reglas sociales apropiadas a
la edad. (Castro, 2007).
3
Marco Referencial
4
familiar con mayor calidad, según como se menciona en el siguiente párrafo, existen
condiciones mínimas para el logro de una sana dinámica familiar: “Que existan
normas de convivencia claras al interior de la familia.” “Que la familia cuente con
mecanismos adecuados para enfrentar conflictos.” “Que exista una distribución
equitativa de las tareas del hogar (entre los miembros de la familia,
independientemente del sexo de los individuos y de acuerdo a la edad de cada uno
de ellos).” (http://www.bvsde.paho.org).
“La Convención de los Derechos de los Niños de 1989, reconoce en su preámbulo
y en el artículo 18, la familia como grupo prioritario de la sociedad y el medio natural
para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros, especialmente de los niños.
Desde la intervención social, la familia tiene un papel clave en el desarrollo de los
niños, ya que es el espacio desde donde comienzan a descubrir el mundo, a
relacionarse, a interactuar con el entorno y desarrollarse como seres sociales
(Cristina Sallés, Sandra Ger).
Según Pilar Dughi, citado por Ana Delgado y Enrique Ricapa (Ana Delgado; Enrique
Ricapa, 2010, pág. 155) la familia debe desempeñar cuatro funciones que son
esenciales, independiente al contexto histórico social en el que este inserta:
1. Asegurar la satisfacción de las necesidades biológicas del niño y
complementar sus inmaduras capacidades de un modo apropiado en cada
fase de su desarrollo.
2. Enmarcar, dirigir y canalizar los impulsos del niño con miras a que llegue a
ser un individuo integrado, maduro y estable.
3. Enseñarle los roles básicos, así como el valor de las instituciones sociales y
los modos de comportarse propios de la sociedad, constituyéndose en el
sistema social primario.
4. Transmitir las técnicas adaptativas de la cultura incluido el lenguaje.
No obstante, se demuestra por parte de un informe que fue revisado por el “comité
de los derechos del niño” de situaciones que no han cambiado en país, durante el
transcurso de los años, esto tiene que ver con la otorgación que se le genera al niño
ya como un sujeto de derecho dentro de la sociedad. Es por esto mismo que “El
5
Comité observa con preocupación que, debido a las actitudes tradicionales y
paternalistas que aún están muy extendidas en el país, no se anima a los niños a
que expresen sus opiniones y, en general, no se les escucha ni se tiene
debidamente en cuenta su opinión al adoptar decisiones que les atañen en el ámbito
de la familia, la escuela, la comunidad y la vida social en general.” (NIÑO, 2002)
Lo que también observan y toma preocupación por parte del comité es el nivel de
castigo corporal al que es sometido el niño, con la finalidad de corregir sus actos “Al
Comité le preocupa que el castigo corporal de los niños siga siendo socialmente
aceptable en Chile y aún se practique en las familias, en las escuelas y en otras
instituciones. Asimismo, toma nota de que la legislación de Chile no prohíbe
expresamente el castigo corporal.” (NIÑO, 2002)
Y por último el comité de los derechos del niño observa con preocupación el
insuficiente desempeño de crianza por parte de los padres. “Al Comité le preocupa
que el sistema de asistencia a los padres y a los tutores legales en el desempeño
de sus funciones de crianza de los niños aún sea insuficiente, en particular respecto
de las familias monoparentales, y que un número importante de niños esté internado
en instituciones debido a la mala situación económica de la familia.” (NIÑO, 2002)
En la actualidad podemos ver como las familias han comenzado una pluralidad en
sus composiciones: Monoparentales, homoparentales, extensas, adoptivas,
reconstituidas. Como mencionábamos anteriormente las dinámicas familiares en la
actualidad se han ido transformando en el sentido igualitario, repartiendo así las
distintas tareas que se ocasionan en las familias, creando así nuevas formas de
vida.
Los niños no solo reciben influencias del contexto familiar, sino que a medida que
van creciendo aumentan las influencias de otros contextos, como la escuela, o los
medios de comunicación. (Cristina Sallés, Sandra Ger, pág. 26)
Pero, aun así, la familia sigue siendo el contexto más importante, probablemente
porque las influencias familiares son las primeras y las más persistentes, y además,
porque las relaciones familiares suelen caracterizarse por una intensidad afectiva
6
especial, así como por una capacidad configuradora de las relaciones posteriores
fuera de la familia (Palacios, 1999) citado en. (Cristina Sallés, Sandra Ger, pág. 26) .
• Los cuidados, las caricias, contacto físico y los buenos tratos que los adultos
dedican a sus hijos e hijas, juegan un papel fundamental en la maduración y el
7
desarrollo del cerebro, impactando decididamente en su funcionamiento. A esta
temprana edad, esta influencia es responsable de configurar un cerebro sano con
capacidad para responder a todos los retos de los primeros años de la vida y, más
adelante, a los de una vida adulta, siendo uno de ellos ejercer una parentalidad
adecuada y competente. Estos factores provenientes del entorno permiten no sólo
la maduración neuronal, sino el desarrollo de sus dendritas y axones, con lo que
establecerán contactos o sinapsis con otras neuronas para ir configurando las
diferentes áreas del cerebro responsables de su óptimo funcionamiento.
• A pesar del daño provocado en los hijos por las incompetencias de sus
progenitores, el cerebro infantil tiene una plasticidad estructural, por lo que nuevas
experiencias de cuidado, protección y educación, pueden estimular la emergencia
de nuevos circuitos cerebrales y recuperar así funciones dañadas o perdidas. Esto
8
es factible si existe por lo menos una persona que los trate con amor y respeto
incondicional.
El maltrato sufrido a una edad temprana puede tener efectos negativos duraderos
en el desarrollo y las funciones del cerebro infantil, sobre todo cuando el sistema
social no ofrece a los niños y niñas la protección necesaria, acompañada de
programas terapéuticos destinados a la rehabilitación parental y/o a la reparación
del daño sufrido en esta etapa de la vida, la misma que no es segura. Esto no es un
determinismo absoluto, pues una protección adecuada y el apoyo de la resiliencia
infantil pueden en muchos casos cambiar el curso de estas historias.
9
Competencias parentales, gestor de nuevas identidades.
También podemos decir que existe un factor que influye en el comportamiento del
niño, es así como la familia transgeneracional tiene un papel fundamental en el
cómo actúa el NNA y asume comportamientos aprendidos, es así como se señala
que, “La transmisión intergeneracional representa un aspecto particular de la
transmisión intersubjetiva. Es la que se opera entre una generación y otra. Tal
transmisión está constituida por vivencias psíquicas elaboradas, organizándose de
esta manera una historia familiar en la cual cada integrante podrá tomar los
elementos que le son necesarios para armar su propio mito” (Blanda, 2012)
La parentalidad hace mención a las actividades que realizan los padres o adultos
responsables, para educar y cuidar a los niños, esta no depende de la estructura o
10
su composición familiar, sino más bien con las actitudes y la forma de interaccionar
en las relaciones paternos/materno- filial, y deben asegurar su:
-supervivencia y crecimiento sano
-aportar en un clima afectivo
-estimulación para relacionarse con su entorno físico y social
-apertura hacia otros contextos educativos.
Barudy(2005) distingue dos formas de parentalidad: biológica, la cual tiene que ver
con la procreación, y la parentalidad social, la cual se relaciona con las capacidades
de cuidar, proteger, educar y socializar con los hijos, está se da en las familias de
origen de los padres y es a esto lo que se llama competencias parentales.
Estas competencias parentales en ocasiones se ven afectadas por las historias de
vidas o por situaciones complejas de los padres, las cuales no les permiten
desarrollar o ejercer la buena crianza y el bienestar de sus hijos. También existen
quienes, si han podido realizar sus competencias parentales con gran éxito sobre
los niños, independiente de ser o no los progenitores.
Las competencias parentales hacen referencia a la capacidad de las personas para
generar y coordinar respuestas (afecto, cognición, comunicación, comportamiento)
flexibles y adaptativas a corto y a largo plazo ante las demandas asociadas a la
realización de sus tareas vitales y generar estrategias para aprovechar las
oportunidades que se les brindan. (Cristina Sallés, Sandra Ger, pág. 29)
Conducta, según la Real Academia Española, la define como “la manera con la que
los hombres se comportan en su vida y acciones”. Jean Piaget relaciona el término
conducta, para referirse a diversos comportamientos típicos que son significativos
del niño durante su desarrollo cognitivo (Piaget, 1991).
Conductas Disruptivas: “una conducta en la que existe una violación del derecho de
los demás o de las normas y reglas sociales apropiadas a la edad” (Castro, 2007)
11
Los agentes socializadores más influyentes, como lo son la familia, la escuela y
grupo de pares, forman parte de los contextos que proporcionan un margen
referencial para la actuación social de niños y niñas, al aceptar, modificar o
desaprobar las conductas disruptivas (Briones, 2010), dichas conductas, pueden
der influenciadas por diversas realidades, desencadenadas por problemas del
exterior, es decir, problemas que tengan en casa o en su entorno familiar que les
perjudique negativamente en su conducta y termine desencadenado en una
dificultad para el proceso de enseñanza-aprendizaje del niño o de la niña
(González). Los que a su vez, transmiten estas conductas a sus espacios sociales
cotidianos, como lo es la escuela, específicamente las salas de clases.
Categoría Descripción
Comportamiento agresivo Golpear, tirar del pelo, patear, empujar,
uso de un lenguaje abusivo
Comportamiento físicamente Romper, dañar o destrozar objetos,
disruptivo lanzar objetos, molestar físicamente a un
compañero
Comportamiento socialmente Gritar, correr en clase, exhibir rabietas
disruptivo
12
Comportamiento desafiante ante Negarse a realizar tareas, exhibir
la autoridad comportamiento verbal y no verbal
desafiante, utilizar lenguaje ofensivo o
peyorativo.
Comportamiento auto-disruptivo Ensimismarse, leer cómics bajo el
escritorio, etc (aunque sea un
comportamiento que no suela molestar a
los docentes u otros alumnos, es
probable que interfiera
considerablemente en los logros
académicos de los estudiantes)
13
Marco Teórico
14
ellos los del hijo imaginario y el del hijo real. Puede estar referida a:
sentimientos de pertenencia, sensibilidad parental, compromiso psíquico,
autenticidad del apego, rechazo- función, etc. (MECEP, 2014)
15
y situaciones negligentes y complejas para su desarrollo, y es por eso que es ahí
donde se debe ejercer la parentalidad social y de esa forma poder fomentar el buen
desarrollo en ellos.
La adquisición de las competencias parentales como mencionábamos
anteriormente se dan de manera natural, de forma biológica y a la ves el contexto
social influye en el desarrollo y creación de ella, como menciona el autor en su libro
Barudy “Las capacidades parentales se conforman a partir de la articulación de
factores biológicos y hereditarios y su interacción con las experiencias vitales y el
contexto sociocultural de desarrollo de los progenitores o cuidadores de un niño o
una niña. Por lo tanto, la adquisición de competencias parentales es el resultado de
procesos complejos en los que se entremezclan diferentes niveles:
16
1. El aporte nutritivo, de afecto, cuidados y estimulación.
2. Los aportes educativos.
3. Los aportes socializadores.
4. Los aportes protectores.
5. La promoción de la resiliencia. (Jorge Barudy, Maryorie Dantagnan, 2010).
17
errores y las faltas, imponiendo rituales de reparación.” (Jorge Barudy, Maryorie
Dantagnan, 2010)
Es necesario que las competencias parentales entreguen un aporte en la
sociabilización de los niños, ya que se verá enfrentado a un nuevo mundo en el cual,
deberá y entregará todo lo aprendido desde su núcleo familiar, en esta instancia se
construirá su identidad. “Las competencias parentales adecuadas tienen relación,
por una parte, con la «contribución de los padres a la construcción del concepto de
sí mismo o identidad de sus hijos» y, por otra parte, corresponde a la «facilitación
de experiencias relacionales que sirvan como modelos de aprendizaje para vivir de
una forma respetuosa, adaptada y armónica en la sociedad”. (Jorge Barudy,
Maryorie Dantagnan, 2010)
El autor Jorge Barudy en su texto menciona que las competencias parentales se
distinguen con dos componentes en su realización:
18
el desarrollo del niño, rescatando en la base de sus principios conceptos inherentes
a la etología y al psicoanálisis. Bowlby estudió 44 niños institucionalizados por robo.
En todos los casos había evidencias de experiencias previas de abuso y maltrato
por parte de los progenitores. También estudió niños separados de sus madres
tempranamente y por períodos prolongados, constatando los efectos en su salud
mental posterior. Bowlby afirmaba que la capacidad de resiliencia frente a eventos
estresantes que ocurren en el niño es influida por el patrón de apego o el vínculo
que los individuos desarrollan durante el primer año de vida con el cuidador,
generalmente la madre, aunque puede ser otra persona. (Moneta, 2014)
La relevancia del apego dentro de las competencias parentales resulta importante,
debido a que el vínculo que se genera de manera positiva ayudaría a que el
desarrollo del niño se genere de forma competente, al contar con mecanismo para
poder desenvolverse en distintas situaciones. Dejando entre ver que si no se realiza
de manera adecuada el apego por parte de los padres o adultos responsables el
niño se verá enfrentado a situaciones complejas ya que sus actos lo llevaran a tener
problemas en el establecer relaciones con su entorno. Ante esto podemos
direccionarnos a los adultos significativos, sobre cómo fue su proceso de apego
durante su infancia, dado que a medida que ejerzan su parentalidad en la adultez
replicaran lo aprendido a través de ese proceso. Según nos menciona el Modelo de
evaluación de condiciones parentales “MECeP”: Es ideal que los niños tengan la
oportunidad de interaccionar con sus padres en una gran variedad de contextos
funcionales (la alimentación, el juego, la disciplina, los cuidados básicos, la
definición de límites, la hora de acostarse…), debido a que si se realizan de buena
forma, se lograra la confianza y se reforzarán las condiciones de apego. (MECEP,
2014)
Junto con lo mencionado anteriormente, debemos tener en cuenta el contexto que
rodea al sujeto y con el cual interacciona, provoca un grado de influencia en sus
actos ejercidos, es por eso que consideramos trabajar en conjunto a la Teoría
Ecológica de Bronfenbrenner, quien menciona “El desarrollo humano ha de ser
estudiado atendiendo a la acomodación recíproca de la persona, activa y en
constante desarrollo y a las características de sus contextos más cercanos, en la
19
medida en que dichos procesos se ven influenciados por las interacciones que se
dan entre esos contextos y otros más globales que, a su vez, los incluyen” (Antonio
Camino, 2016)
Es por eso que para poder visualizar las competencias parentales que proporcionan
los adultos responsables, debemos mantener la consideración de los diferentes
contextos, ya sean loa cuales se encuentran en el presente, y a la vez los cuales se
han ejercido a través de los patrones de conductas replicados, ya que como
mencionamos anteriormente en el texto existen adultos responsables que durante
su infancia han vividos situaciones complejas de las cuales con el tiempo se han
naturalizado y replicado en durante su parentalidad.
20
para el cuidado del niño, la presencia de amigos y vecinos que puedan prestar
ayuda en caso de emergencia grandes y pequeñas, la calidad de la salud y de los
servicios sociales y la seguridad del barrio”. (Magaly Cabrolie, 2014).
El Modelo de Evaluación de Condiciones para la Parentalidad ( MECeP) el cual fue
ejecutado por el Departamento de Trabajo Social de la Universidad Católica de
Temuco y Fundación La Frontera en el año 2014, sugiere tres dimensiones que se
deben considerar para la evaluación en relación a las dificultades y condiciones que
influyen en el desarrollo de la parentalidad, y a su vez las subdimensiones de estas:
21
1. Condiciones del Contexto Sociocultural
Se refiere a los diversos entornos que interactúan e influyen ya sea de manera
positiva o negativa en la parentalidad de madres, padres o cuidadores, los cuales
van desde lo familiar, social, cultural, estructural y simbólico. Siendo estos a su
vez variables, influenciados por el contexto social y cultural en el que se
desarrolla la parentalidad, existiendo además, una transversalidad con
condiciones resultantes de la historia de vida de la familia, tipo de integración
social, hábitat donde se desarrolla la vida familiar, empleo e ingreso económico,
apoyo social y el acceso a recursos y redes formales e informales (Magaly
Cabrolie, 2014).
1.1. Apoyo Social: Refiere al conjunto de recursos humanos y materiales con
los que cuenta un individuo y/o la familia para poder superar una
determinada crisis que se les presenta, ya sea una enfermedad, condiciones
económicas desfavorables, separaciones familiares entre otras (Maté,
González, & Trigueros).
MECeP menciona tres tipos de Apoyo Social, el Instrumental, Informativo y
Emocional.
1.1.1. Apoyo Instrumental: Es la prestación de ayuda a quien lo necesita,
ya sea de manera directa o por medio de servicios, acabar el trabajo,
cuidar a una persona, acompañamiento ayudar en las labores del hogar,
transporte. (MELLADO, 2012) (TRABAJO, 1997)
1.1.2. Apoyo informativo: Información que se le proporciona a un otro, que
pueden servir para enfrentar situaciones problemáticas, no siendo la
solución a este, sino que el receptor de ayude a sí mismo (TRABAJO,
1997)
1.1.3. Apoyo Emocional: Se realiza a través de conductas basadas en la
empatía, amor, cuidado y confianza, fomentando en el receptor los
sentimientos de bienestar afectivo, sintiéndose de esta manera, querido,
respetado y seguro (TRABAJO, 1997) (MELLADO, 2012)
1.2. Relaciones Interétnicas: Refiere directamente a las relaciones entre
personas indígenas y no indígenas, la que generalmente a lo largo de la
22
historia, se ha basado en una subordinación enmarcada en la invisibilizacion
de los derechos de los pueblos originarios, debido a la generación de
políticas sociales que no incorporan el conocimiento indígena, Goffman,
1970 citado en (MECEP, 2014),
1.3. Hábitat: Vista desde las condiciones materiales y simbólicas del entorno y
de la vivienda en donde el grupo familiar desarrolla su vida de manera
cotidiana y satisfactoria (MECEP, 2014).
1.4. Situación Económica: Considera el ingreso mensual, y las formas en que
este se adquiere, identificando además su administración y distribución.
Incluye también la incorporación a sistemas categorizadores como lo es el
“Registro Social de Hogares”, para la adquisición de beneficios sociales.
1.5. Trabajo: Más allá de tratarse de una actividad productiva, generadora de un
aporte económico para la familia, sino que trata de la relación que existe
entre ellos, familia-trabajo.
La interrelación entre ambos, se puede generar de manera positiva como
tanto negativa. Esta parte negativa es la que se puede generar desde el
trabajo hacia la familia, y desde la familia hacia el trabajo, uno influye sobre
el otro, siendo el trabajo el generador de mayor influencia entre ambos.
Identificándose generalmente 3 conflictos, debido al tiempo, al estrés, y por
el comportamiento del rol, los cuales interferirían en actuar de los
integrantes de la familia (Itziar Ugarteburu Gastañares, 2008)
23
que también varían las condiciones en las que les ha correspondido ser padres,
madres y cuidadores (MECEP, 2014)
2.1. Configuraciones familiares: La estructura familiar ha ido variando, en
relación a sus funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padre, siendo
el variación más relevante en el rol de la mujer, que por diversas
necesidades ya sean económicos, personales, autodesarrollo u otras, se ha
incorporado al ámbito laboral (EDUARDO OLIVA GÓMEZ, 2014).
2.2. Salud Física y Mental: Con respecto a esta subdimensión, es muy
importante su consideración a la hora de evaluar las competencias
parentales. Especialmente cuando existe toxicomanía, deficiencia
intelectual, trastornos ansioso depresivos, violencia conyugal, son aspectos
de riesgo para el desarrollo del niño/niña (MECEP, 2014).
2.3. Trayectorias vitales y resignificación de historias de vida: Los sucesos
o eventos que las personas experimentan a lo largo de su vida, de los cuales
pueden existir experiencias de carácter traumático, como lo son la pérdida
temprana de los padres, violencia y abuso sexual, siendo importante saber
el significado que se le entrega a estas situaciones por parte de los padres
(White y Epson) citado por (MECEP, 2014).
2.4. Sistema de creencias: Estas pueden ser analizadas desde un plano
individual, entendiéndose también desde una forma colectiva de ver y
entender el mundo, como un sistema ordenado de ideas y concepciones del
mundo físico y social, el cual es compartido y desarrollado por un colectivo
o sociedad (Garzón, 2006).
“Las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre que
acontece. Porque ellas nos ponen delante lo que para nosotros es la realidad
misma. Toda nuestra conducta, incluso la intelectual, depende de cuál sea
el sistema de nuestras creencias auténticas. En ellas vivimos, nos movemos
y somos. Por lo mismo, no solemos tener conciencia expresa de ellas, no
las pensamos, sino que actúan latentes, como implicaciones de cuanto
expresamente hacemos o pensamos. Cuando creemos de verdad en una
24
cosa no tenemos la "idea" de esa cosa, sino que simplemente contamos con
ella” (Ortega y Gasset, 1945) citado en (FRANCIS ORTEGA RÍOS, 2009)
2.5. Afectividad y Apego: El apego corresponde a un sistema de conductas y
que en situaciones de necesidad el sujeto activa, en la búsqueda de
mantenerse próximo y en contacto con la persona que posee un vínculo
afectivo fuerte, que generalmente suele ser su cuidador principal. Bowlby
citado en (Muñoz-Muñoz, 2017). Es así como los niños establecen vínculos
afectivos con sus padres o con otras personas que realicen las funciones
parentales, siendo fundamental en el bienestar del desarrollo emocional y
social del niño y niña (MECEP, 2014)
2.6. Autoeficacia: corresponde a las creencias que tienen las personas en
relación a sus propias capacidades, con el fin de lograr determinados
resultados. A su vez es fundamental en el funcionamiento humano, ya que
no afecta tan solo de manera directa, sino que también impacta en otros
aspectos como lo son las metas y aspiraciones, expectativas, tendencias
afectivas, impedimentos y oportunidades que se presentan en la vida Con
respecto a la parentalidad, la eficacia se relaciona con las creencias
personales que se tienen sobre las propias capacidades para concretar ser
un buen padre. (Farkas-Klein, 2008).
2.7. Cuidados básicos: Se refiere a lo que cada niño y niña debe tener, para
poder desarrollarse íntegramente, los cuales son propios de cada etapa de
su desarrollo.
Las funciones básicas de la crianza son dar a los hijos un clima de afecto y
apoyo, así como asegurar la supervivencia de los hijos, en relación a la
alimentación, vivienda, Vestuario, higiene, salud, educación (MECEP,
2014).
2.8. Pertenencia étnica y cultural: Según Páez y González (2000), citado en
(Angie Enerieth Coronado Bohórquez, 2016), cultura e identidad social
étnica, corresponden a características culturales de un grupo o país, como
lo son las normas, valores, creencias y patrones de comportamiento.
25
En este punto, es importante que la familia sienta una pertenencia efectiva
hacia alguna cultura o etnia en la que participa, ya que, no por el solo hecho
de tener un apellido que lo relacione con algún pueblo indígena, se sientan
identificado con este, y también en algunos casos pueden sentirse
identificados sin tener un apellido o parentesco que los relacione (MECEP,
2014).
26
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
OBJETIVOS
Objetivo General
Identificar las competencias parentales que inciden en la generación de conductas
disruptivas, de los estudiantes de 2 año básico A 2018 del liceo Bélgica, comuna de
La Granja
Objetivos Específicos
1. Identificar las conductas disruptivas que desarrollan los estudiantes de 2 año
básico A 2018, dentro de la sala de clases.
Hipótesis
En relación a la información recopilada para esta investigación se podría concluir
en la siguiente hipótesis:
Existe una correlación negativa entre la débil formación de competencias
parentales, con la generación de conductas disruptivas de los niños y niñas.
27
PROBLEMÁTICA CONTEXTUALIZADA
Desde esa visualización podemos señalar que los patrones de conducta de los
niños o niñas podrían ser aprendidos desde el núcleo familiar.
El querer poder desarrollar un trabajo implícito con las familias de los estudiantes,
deben poder desarrollarse dentro de sistema abierto dónde se pueda obtener
información de cómo afecta las competencias parentales el desarrollo del niño o
niña y este a su vez pueda permitir la obtención de información de la convivencia
familiar y entender los patrones de conductas disruptiva, donde la ausencia de
contacto físico y la falta de cuidado pueden influir “Asimismo, se ha demostrado que
la ausencia de contacto y la falta de cuidados hacen que el cerebro produzca más
adrenalina, lo cual predispone también a comportamientos más impulsivos y
agresivos” (Jorge Barudy, 2010) se desprende lo que es violencia hacia su entorno
y desobediencia hacia la autoridad del establecimiento educacional, todo esto está
dentro de un marco establecido y cada sistema que se vea afectado.
28
Cuando se observa el comportamiento de los padres hacia los hijos, vemos su forma
de actuar naturalizado dentro de su cultura dónde se aprecian patrones
conductuales semejante entre individuos, debido a esto se puede dar a entender
que pueden ser aprendizajes desde la crianza.
29
RELEVANCIA PARA EL TRABAJO SOCIAL
Actualmente Chile consta de una ley de Inclusión Escolar, la ley 20.845 “De
Inclusión Escolar que Regula la Admisión de los y las Estudiantes, Elimina el
Financiamiento Compartido y Prohíbe el Lucro en Establecimientos Educacionales
que Reciben Aportes del Estado” (EDUCACIÓN, 2017). Esta ley dentro de uno de
sus objetivos, busca terminar con la selección arbitraria, permitiéndoles a los padres
poder elegir el colegio y el proyecto educativo que más les gusta para la formación
en el ámbito educacional de sus hijos. Debido a esto, es que los establecimientos
educacionales municipales, no podrán realizar ningún tipo de selección en el
proceso de matrícula, por lo cual, se generar el ingreso de estudiantes con diversas
realidades sociales, afectivas, educacionales, económicas, y los diversos contextos
en el que se encuentra insertos. Estas realidades son influyentes en el desarrollo
educacional de los estudiantes, ya sea de manera positiva o negativa, siendo esta
última, el objetivo principal que deben intervenir los trabajadores sociales de estos
establecimientos, es por esto, que dichos trabajadores, deben ampliar sus focos de
intervención, esto quiere decir, que es necesario conocer, los sistemas que forman
parte importante del refuerzo de los conocimientos adquiridos dentro de las salas
de clases, siendo el más relevante, el sistema parental de los estudiantes, sobre
todo si este sistema, influye de manera negativa en el desarrollo correcto del
aprendizaje formal.
Esto obligaría a los Trabajadores Sociales a adquirir nuevos conocimientos en
relación a esta problemática, con el fin de poder generar intervenciones adecuadas
y oportunas, que puedan modificar estas situaciones que van en desmedro de los
estudiantes.
30
“"Asimismo, el sistema educativo deberá promover el principio de la
responsabilidad de los alumnos, especialmente en relación con el ejercicio de sus
derechos y el cumplimiento de sus deberes escolares, cívicos, ciudadanos y
sociales. Este principio se hará extensivo a los padres y apoderados, en relación
con la educación de sus hijos o pupilos”. (EDUCACIÓN, 2017).
METODOLOGÍA
31
una interacción cara a cara en el transcurso del tiempo (Karina Batthyány y Mariana
Cabrera, 2011).
Como indican Batthyány y Cabrera, el método cualitativo nos permite una
perspectiva interpretativa “es central la interpretación del investigador acerca de lo
que se ve, oye y comprende. Esta interpretación no es ajena a su contexto, historia
y concepciones propias. También los participantes han interpretado los fenómenos
en los que estaban involucrados y los propios lectores del informe de la
investigación tendrán sus interpretaciones. Así se ve la emergencia de las múltiples
miradas que pueden surgir sobre el problema de investigación” (Karina Batthyány y
Mariana Cabrera, 2011).
El investigador, con el método cualitativo, se orienta en comprender, como los
participantes le entregan un significado a la problemática o fenómeno que se
desarrolla, y a su vez suelen realizar un análisis inductivo, construyendo patrones,
categorías y temas, generando una organización en los datos recogidos para llegar
a unidades de información más abstractas, y este puede incluir a los participantes
a través del intercambio de información, para que estos tengan la posibilidad de
incidir en la temática y en la información abstracta surgida en dichos procesos.
TIPO DE ESTUDIO
32
conducta observable. Como lo señala Ray Rist (1977), la metodología cualitativa, a
semejanza de la metodología cuantitativa, consiste en más que un conjunto de
técnicas para recoger datos.” (Bogdan., 1984) ya que en este estudio es el que se
trabaja desde lo subjetivo, con la finalidad de poder entregar información tanto
verbal como de escritos o conductuales, haciéndolo de esta forma el estudio más
apto para su utilización en esta investigación.
UNIVERSO
MUESTRA
La muestra que utilizaremos dentro del universo que está compuesto por 18 adultos
responsable, serán 8 adultos responsables los que generarán tipos de respuestas
a nuestra investigación, dentro de ellos se componen de seis madres, un padre y
una abuela paterna. Se escogen estos adultos responsables debido a que los niños
y niñas que están a su cargo presentan conductas disruptivas violentas y
desobedientes dentro de la sala de clases, siendo estos estudiantes quienes
presentan la mayor cantidad de anotaciones negativas y citaciones de apoderados,
antecedentes que se encuentran registrados en diversos medios del
establecimiento educacional.
33
TECNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS
Las entrevistas que aplicaremos están diseñadas para recolectar los datos sobre
las capacidades parentales que ejercen los adultos responsables, es por eso que
hemos elegido las entrevistas semi-estructuradas, con preguntas abiertas en
conjunto con la observación activa, en la cual debemos estar atentos a los detalles,
sucesos e interacciones, de igual forma debemos saber escuchar y utilizar todos los
sentidos con este tipo de recolección de datos, ya que un observador cualitativo
debe poseer habilidades para descifrar comprender conductas. (Sampieri, 1997)
Al momento de aplicar la entrevista semi-estructurada a los participantes esta guiara
el proceso de la entrevista, la cual abarcará las competencias parentales ejercidas
por los adultos responsables de los estudiantes y la observación activa nos permitirá
conocer y caracterizar el espacio físico en el cual los niños se ven envueltos.
Muestra no probabilista: En este caso los investigadores hemos buscado las causas
relacionadas con la investigación, debido a que este tipo de muestra refiere a un
subgrupo de la población en la que la elección de los elementos no depende de la
probabilidad, sino de las características de la investigación. (Sampieri, 1997)
34
Verificación del estudio con los participantes. El modelo resultante debe ser devuelto
y presentado a los participantes. Con frecuencia, ellos son capaces de confirmar la
validez del estudio, en este caso serán los adultos responsables de los estudiantes,
aunque en ocasiones ocurre que los participantes no son conscientes de lo que
muestran los resultados.
IMPLICANCIA ÉTICA
En relación con lo anterior deberemos saber escuchar los testimonios que nos
proporcionaran los participantes a través de las entrevistas, en las cuales tendremos
que dejar los prejuicios personales de lado, para no ver interferidos el proceso de la
entrevista y no condicionar las situaciones que se nos plantean.
CRITERIO MUESTRAL
Serán los adultos responsables de los niños que presentan conductas disruptivas
violentas en el aula, de los cuales se encuentran categorizados.
- 6 Madres
- 1 Padre
- 1 Abuela
35
CATEGORIZACION
Acoso sexual
Tocarlo
Levantar
la ropa
36
Competencias
competencia parentales “las
s parentales competencias Todo tipo de El aporte
de los parentales competenci
a parentales
nutritivo, de Salud
adultos corresponden
significativos a la definición que afecten afecto, Alimentación
de las el desarrollo
de cuidados y
capacidades
prácticas de conductas estimulación.
los padres disruptivas
para cuidar,
proteger y Los aportes
educar a sus educativos.
hijos, Aprendizaje
asegurándoles Reforzamiento
un desarrollo Los aportes
sano, aunque
pueden ser socializadores. Normas
asumidas por
adultos Reglas
significativos Los aportes
aun cuando no protectores.
sean seguridad
progenitores
de los niños.”
(Jorge Barudy,
2010)
37
Bibliografía
Ana Delgado; Enrique Ricapa. (2010). RELACIÓN ENTRE LOS TIPOS DE FAMILIA Y EL NIVEL DE
JUICIO MORAL EN UN GRUPO DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS. REVISTADE
INVESTIGACIÓNEN PSICOLOGÍA, 13(2), 155.
Anselm Strauss y Juliet Corbin. (2002). Bases de la investigación (Vol. 1 en español). (E.
Zimmerman, Trad.) Medellin, Colombia: Universidad de Antioquia.
Castro, M. A. (2007). Prevención e Intervención ante Problemas de Conducta (primera ed.). Madrid,
España: Wolters Kluwer España S.A.
Cristina Sallés, Sandra Ger. (s.f.). Las competencias parentales en las familias contemporaneas.
raco.cat, 26. Obtenido de raco.cat.
EDUCACIÓN, M. D. (28 de Dic de 2017). Biblioteca del Congreso nacional de Chile. Recuperado el 8
de junio de 2018, de https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1078172
Espinal, I. G. (1986). El Enfoque Sistémico En Los Estudios Sobre La Familia. Dpto. de Psicología
Evolutiva y de la Educación, 3.
38
LICENCIADO EN TRABAJO SOCIAL TESIS PARA OPTAR AL TÍTULO DE ASISTENTE SOCIAL.
Santiago, Chile.
Jorge Barudy, M. D. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre. Barcelona: gedisa.
Jorge Barudy, Maryorie Dantagnan. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre. Barcelona:
Gedisa, S.A.
Martinez, J. (2014). Impacto de las relaciones parentales y el entorno social en la primera infancia.
CEREBRUM, 2-4. Obtenido de web.oas.org:
https://web.oas.org/childhood/ES/Lists/Temas%20%20Proyectos%20%20Actividad%20%2
0Documento/Attachments/302/12Relaciones%20Parentales%20-
%20Jeanette%20Martinez.pdf
Maté, M. d., González, S. L., & Trigueros, M. L. (s.f.). Universidad de Cantabria. Recuperado el 14
de Julio de 2018, de
https://ocw.unican.es/pluginfile.php/1420/course/section/1836/tema_13.pdf
39
Moneta, M. E. (2014). Apego y pérdida: redescubriendo a John Bowlby. Revista Chilena de
Pediatría, 265-268.
NIÑO, C. S. (2002). Convención sobre los Derechos del Niño . SANTIAGO: NACIONES UNIDAS.
Olmedilla, J. M. (1999). Comportamiento antisocial en los centros escolares: una visión desde
Europa. Ciencia, Tecnología y Sociedad ante la Educación.
Petrides, R. A.-K. (13 de marzo de 2012). Un enfoque grupal de comportamiento cognitivo para
adolescentes con trastornos comportamiento en las escuelas. London, Reino Unido.
Rodrigo López, M. J., Martín Quintana, J. C., Cabrera Casimiro, E., & Máiquez Chaves, M. L. (2009).
Las Competencias Parentales en Contextos de Riesgo Psicosocial. Psychosocial
Intervention., 18, 114.
Torres Velázquez, L. E., Reyes Luna, A. G., & Ortega Silva, P. (1 de enero de 2015).
http://www.redalyc.org. Recuperado el 24 de abril de abril de 2018, de
http://www.redalyc.org: http://www.redalyc.org/pdf/292/29242798008.pdf
40
41