You are on page 1of 141

PROLOGO

Cualquiera puede hacer historia;


Pero sólo un gran hombre puede escribirla

Oscar Wilde

Valorar y entender la importancia de la historia, no es lo que normalmente sucede en los


territorios y es por eso que se tiene la tendencia a repetirla; pero esto no es lo que sucede con
este libro, por el contrario es un reconocimiento y un encuentro muy especial con la historia y
los personajes que han hecho parte de la cultura Manzanareña.

La texto nos permite entender el presente conociendo el pasado, y este libro recrea, recuerda y
evoca parte del legado cultural del municipio a lo largo de sus capitulos como: La historia que
no te han contado; Un rostro, una historia; Manzanares un corredor cultural/turistico; Una
historia que cumple cien años y En el cajón de los recuerdos encontré: los dichos de un ayer.

El escritor con su grupo de investigación logra tejer el relato de forma fantástica, creativa y
mágica mediante un trabajo riguroso de recolección de información; que lleva al lector a
conocer otra parte de la historia del municipio recreándola con algunos personajes del pueblo
como: Don Rafael un arriero olvidado; Ercilia y Virgelina Salazar Aristizabal; María Corozos;
El loco Fidel; José Onel; María Lucia, el hombre que desafio la cultura machista de
Manzanares; Rosalbina La dama vestida de negro; Ramón María Ortiz y Lucila Carvajal un
matrimonio de acero y una promesa de amor eterna; por citar algunos. Así mismo recrea los
sitios turísticos que son el cerro de Guadalupe, la montaña con olor a café, y la historia de la
comunidad Dominica, una vida de servicio en Manzanares durante 100 años.

Para el programa Ondas Colciencias en el departamento de Caldas es muy satisfactoria haber


podido contribuir con la construcción y escritura de este libro; porque es evidente que existe un
liderazgo del Docente Geimar Alonso Valencia que con conocimiento, paciencia y
perseverancia, logró con sus estudiantes tener la satisfacción de materializar sus resultados en
un producto tangible que es este libro, aportando así un grano de arena para que la historia del
municipio se valore y conserve en el tiempo.

Dra. Claudia María Agudelo Vélez


Gerente
Fundación para el Desarrollo Educativo de Caldas-FUNDECA
AGRADECIMIENTOS

A Dios, faro, luz y guía en de nuestro pensamiento,

fortaleza en los momentos de tribulación y esperanza

permanente en este diario vivir.

A Sandra Sofía Chaverra y María Elena Torres, mis amigas

y compañeras docentes, por su paciencia, generosidad,

acompañamiento constante y deseo

de orientarnos en la construcción de la propuesta

investigativa y cultural para el municipio.

A la fundación FUNDECA y ONDAS COLCIENICAS

por fomentar la investigación en los jóvenes, a la

INSTITUCIÓN EDUCATIVA NUESTRA SEÑORA DE

ROSARIO en sus 100 años de fundación y la Secretaria

de Cultura del Departamento de Caldas apoyarnos en la

publicación de este trabajo que fue ganador en el programa

departamental de estímulos para el arte y la cultura de

Caldas 2017.

A las personas de la comunidad que con sus narrativas

contribuyen al buen cumplimiento de esta obra que hoy

ponemos al deleite de todos.


TABLA DE CONTENIDO

Capítulo I

LA HISTORIA QUE NO TE HAN CONTADO 10

Pueblo legendario que se tragó la montaña 14

El progreso en hombros de la cultura antioqueña24

Las mil y una noches contada por los abuelos (as)32

Capitulo II

UN ROSTRO, UNA HISTORIA34

Rafael, un arriero olvidado35

Su riqueza no era más que nuestras miserias37

El peso del costal sólo lo conoce el loco que lo carga41

El loco Fidel, una vida endurecida46

La lucha de un hombre 41

María Lucia, el hombre que desafió la cultura machista de Manzanares52

La dama vestida de negro58

Un matrimonio de acero y una promesa de amor eterno63

Pasadas las tres de la tarde 67

Capitulo III

MANZANARES UN CORREDOR CULTURAL/TURISTICO 71

Cerro de Guadalupe72
La montaña con olor a café74

1
Adiós para siempre a la cuna del aguardiente amarillo 80

Divino niño, lugar de esperanza86

El camino de un valiente 88

Capitulo IV

UNA HISTORIA QUE CUMPLE CIEN AÑOS97

Hace ya bastante tiempo 138, años tal vez104

Un viaje sin regreso, una historia inspirada por Dios103

La comunidad Dominicana, una vida al servicio111

Capítulo V

EN EL CAJON DE LOS RECUERDOS ENCONTRÉ: LOS DICHOS DE UN

AYER117

Vocablos de mi tierra 118

¿Qué has dicho? 134

Bibliografía 146

2
INTRODUCCION

Apreciado lector…

La tradición oral, el cuento o el relato son unas de las formas más ricas de recorrer y

conocer la historia de los pueblos, penetrando sus formas de vida, sueños, temores,

anécdotas, crónicas de tiempos vividos o imaginados que conservan la esencia de lo que es

cada quien desde el punto en que cuenta su historia o lee el mundo que habita.

Al escribir el Libro “Por los caminos de mi tierra” se busca dar cuenta de la polifonía

de voces entrevistadas como una forma de rastrear partes de la historia que aún no se han

contado, pero que son una pieza fundamental del gran rompecabezas que nombra y

describe la cultura manzanareña. La magia de este texto le permite al lector el goce y

disfrute de lo vivido, la añoranza de querer regresar al tiempo de antaño, a la vida de los

abuelos (as), es una historia en blanco y negro a la que se le fue imprimiendo color con el

paso del tiempo. El texto recurre a la imaginación y la creatividad como las mayores

posibilidades que le permiten viajar en el tren de los recuerdos, para traer a todos el relato

de las voces silenciadas o invisibilizados por tantos años. También es una forma de hacerle

reconocimiento al manzanareño de a pie que con su vida ha enriquecido culturalmente a la

tierra cordial del oriente del Caldas, la historia de cada vida permite sumergirse en una

noche sin sueño con una lectura apasionada de cada capítulo construido con mucho cariño

pensando e imaginando lo que puede significar para los manzanareños un disfrute de cada

uno de los detalles que allí se describen.


Inicialmente encontrarás una versión más detallada de lo que fue el tiempo de la
conquista y fundación de Manzanares, lo que supone la descripción de una raza
pujante, forjadores de la historia de esta patria chica denominada “La tierra cordial
del oriente de Caldas” por la que han desfilado ilustres varones y mujeres de trabajo
humilde, de

3
coraje y arrojo sin igual cuya constancia imprime una fuerte esperanza en el

mañana cercano, impregnado por el entusiasmo y cordialidad de sus coterráneos. El

lector encontrará una comunidad de nativos de espíritu aguerrido, luchador, al igual

que un colono antioqueño y tolimense que desafía la espesura de la montaña para abrir

claros, brechas, caminos y veredas posibilitando un asentamiento humano donde hoy

se levanta este hermoso pueblo.

En el Segundo capitulo ofrece al lector un diálogo con los personajes ya olvidados

o invisibilizados, cuyas vidas a partir de estas páginas esperamos tengan un renuevo

de esperanza, de reconocimiento, si se les puede volver a mirar con más cariño y

respeto. La vida de cada manzanareño es en sí misma sagrada, su aporte al desarrollo

cultural, económico o social merece ser tan aplaudido como la apuesta que han

realizado los prohombres de la historia.

Cada rostro que te encuentras en la calle tiene una maravillosa historia para contar,

no importa si lleva un costal en hombros, si vive a puerta cerrada cuidando una

montaña de basura que para sí se convirtió en riqueza, si lleva una varilla para

intimidarte o te hace correr algunas cuadras, si sus pasos son cada vez más lentos que

hasta los caracoles se detienen a esperarla; si su forma de vestir, hablar o actuar va en

contravía de lo que representa la cultura machista; a lo mejor te puedes encontrar con

quien desea entablar una conversación pero sus palabras están lejos de tu

entendimiento(…) Si vas por las calles de Manzanares a lo mejor la vida te sorprenda

encontrándote frente a frente con un sabio venido de otro mundo, un tanto loco y

galáctico, puedes mirarle con desprecio o por el contrario bajes tu arrogancia y al verle

te sientas bendecido (a) porque no compartes su suerte.

4
Y mientras aprendes a valorar lo sencillo de la vida, la riqueza de cada día, la magia

del reencuentro, mientras aprendes a apreciar los tuyos cercanos o distantes, a ser feliz

con todo lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes… Mientras este día llega,

amigo Manzanareño aprende a respetar y entender a quienes van por la vida

visiblemente invisibilizados.

En el tercer capítulo, puedes sumergirte en un viaje hacia los lugares que crees

conocer, pero que estás lejos de imaginar su verdadero valor, estos sitios aún

conservan en sus entrañas los mejores tesoros, pasajes de historias, custodiados por

los espíritus de la montaña o bañados por las aguas cristalinas que corren libres y sin

detenerse para abrazar luego de un largo trayecto los caudales del rio Guarinó.

Podría afirmarse que luego de 153 años de fundación esta región ha empezado a

redescubrirse, su mirada se encuentra ahora más fija en la riqueza de su paisaje

cafetero, las casas de típica arquitectura antioqueña conservadas en el tiempo y que

adornan el paisaje natural en su amplia geografía; la riqueza hídrica tan deseada por

los foráneos que empezaron a valorarla y codiciarla antes que el manzanareño lo

hiciera (…) Estos elementos son algunos de los múltiples detalles que pueden

impulsar el turismo en la región donde propios y extraños pueden encontrar una fuente

de inspiración o regocijo al espíritu.


En un cuarto momento el texto ofrece un recorrido de obligatorio conocimiento por
la deuda de gratitud que tiene la comunidad manzanareña para con las Hermanas
Dominicas de Santa Catalina de Siena, comunidad religiosa que llegó a comienzos
del siglo XX (1916) cuando escasamente Manzanares tenía 50 años de fundación;
tras su llegada han pasado ya cien años donde su obra educativa y evangelizadora
ha alcanzado los frutos más extraordinarios por el número incontable de niños,
niñas y jóvenes que

5
han sido parte de sus claustros tutelares. Han sido las hermanas durante todo este

tiempo un faro ardiente y constante en las enseñanzas del carisma congregacional

inspirado por la fuerza del espíritu santo a sus dos fundadores Fray Saturnino

Gutiérrez y la Madre Gabriela de San Martín hace ya 138 años; legado que hasta éstas

lejanas tierras llegó y como buena semilla ha dado sus frutos a granel.

En el quinto y último capítulo se presenta un recuento de las palabras que ayudaron

a enriquecer el dialecto manzanareño. Un bello fragmento del escritor Chileno

Neruda nos recuerda: “…el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se

llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos

dejaron las palabras.” (Confieso que he vivido”, 1974), para el caso de Manzanares

“Vocablos de mi tierra” hacen parte de la riqueza cultural construida desde los

tiempos de la colonia, heredadas por los ancestros que fueron pasando de generación

en generación pero que para el tiempo presente arriesgan con diluirse en la mar de la

tecnología y el desconocimiento de la sabiduría popular.

También se presentan algunos refranes, los cuales habrás dicho u oído de tus

padres o abuelos que tratando de darte un consejo recurrieron a estas expresiones tan

sabias y profundas, que dan cuenta de la grandeza de tus abuelos (as) ya olvidados,

que heroica fue su historia, que sublime su vivir, pero que extraordinario es poder

compartir contigo este texto como aporte a la idiosincrasia Manzanareña.

6
CAPITULO I

Estas páginas de tipo descriptivo pondrán


ante tus ojos e imaginación la labor del nativo
y la frialdad del colono que silenció la
montaña luego de haberla bañado en sangre
desconociendo la riqueza, sabiduría y valor
del hombre primitivo.
Sentirás la fuerza y constancia del nuevo
colono que derribó la montaña e impuso en
ella los nuevos cultivos de progreso, construyó
su (s) casa (s) mientras las mujeres parían
cientos de hijos que de niños alegraron sus
hogares y luego se fueron a la guerra o
marcharon a otras latitudes llevando consigo
la esencia de esta tierra con olor a café recién
tostado.
Si eres manzanareño, los parajes descritos te
serán conocidos y luego de leer este primer
capítulo sentirás la necesidad de compartirlo,
porque de lo contrario estaremos condenados
a vivir cien años de soledad y olvido.

7
LA HISTORIA QUE NO TE HAN CONTADO.

(Fotografía tomada desde el Cerro del Divino Niño, Numa, W (2016))

Descubrí que eras diferente cuando pude


contemplarte por completo desde la ventana de mis
ojos
(G, Alonso 2016)
Érase una vez… 
Son las palabras mágicas con las cuales esta narración empieza a tejer una
a una las palabras que describen, pintan y honran “la tierra cordial del
Oriente de Caldas” en sus 153 años de existencia; su amplia tradición oral
y cultural y forma típica de vida heredada de sus primeros pobladores y
conservada en el tiempo serán el hilo conductor de las historias que narran
la forma épica y quijotesca cómo los primeros pobladores (Nativos)
defendieron hasta la muerte ésta su tierra, que les fue arrebata por actos de
tortura y crueldad, que dejan a simple impresión la diferencia entre el
hombre blanco

8
(Colono) y el nativo, entre la ignorancia y el conocimiento, entre el viejo tiempo y el

nuevo día.

Si, un día la invasión viajó a través del corazón de la montaña para dejar de ser un acto

natural y convertirse en una acción de impiedad impuesta por una raza superior en armas,

avaricia, sadismo y ambición; pero esta misma raza se mostraba inferior en compasión y

respeto a la forma de vida ya establecida en el nuevo mundo. Está comprobado que la

conquista victoriosa del hombre blanco sobre el nativo no se logró por las armas o la

fuerza de un Dios todopoderoso llegado de otras tierras, sin lugar a dudas fue la innata

superioridad ejercida con crueldad, llevada hasta la frialdad para con aquellos seres que

creyeron inferiores a un animal, por lo tanto no merecían el más mínimo respeto.

Por ende, estas líneas estarán movidas por la imaginación tejida desde la cronología

histórica de quienes, algunos años atrás, se atrevieron a escribir, imaginar y grabar sobre el

papel episodios que con el tiempo serían borrados u olvidados por aquello de la mala

memoria que obliga a repetir la historia una y otra vez porque no se conoce; por ello la

invitación es a viajar a través del tren de los recuerdos, las páginas amarillentas de los

libros que cubiertos de polvo fueron pasando al olvido, un olvido que hoy se empieza a

recordar en este libro que habla de cientos de casas - caminos que fueron envejeciendo con

el pasar de tantas lunas, amaneceres y tantos pobladores que como arrieras iban y venían

cargados de historia.
Alcanzar una conexión con la vida presente y las raíces ancestrales, le otorga a quien
lee, piensa, escribe y vive un punto de enunciación, un lugar desde donde es posible
decir la palabra que nos nombra, nos describe y diferencia; identidad enriquecida por
un legado cultural que antecede a Manzanares desde hace 154 años de existencia,
legado.

9
que ha llegado hasta los confines más remotos del mundo a través de su música, su

escritura, su palabra y acciones. El hombre y la mujer manzanareños se caracterizan

por ser de actitud emprendedora, aguerrida, sencilla y cordial, gestos que hablan de la

humildad de su tierra anclada en el corazón de la cordillera Central, de donde ha

surgido para la historia nacional e internacional prohombres y labriegos que sienten

con la misma emoción cómo su pecho se inflama cuando en cualquier rincón del

mundo una canción compuesta por el “Cuarteto Imperial” se convierte en un himno de

obligatoria entonación;
Hay un lugar muy hermoso
Que yo quiero y que venero
Es mi lindo Manzanares que están muy cerca del cielo.
Una mañana de mayo me trajo al mundo mi madre
Es mi lindo Manzanares que es la tierra de mis padres
Manzanares (…)

(…). Manzanares, tierra cordial fue fundada aproximadamente el 2 de julio del año

1863, su primer nombre fue “Villa del Edén”, lo tuvo hasta el 12 de octubre de 1864

cuando se le confiere el nombre de “Manzanares” acto que fue motivado por los

cultivos de manzana y la conmemoración del aniversario de la llegada a América de

“José Valentín Cortés” considerado ídolo de la provincia de Manzanares en España.

En cuanto a su ubicación geográfica, Manzanares limita al Norte con el municipio de

Pensilvania, al Oriente con el municipio de Marquetalia, al Sur con el Fresno

(Departamento del Tolima) y al Occidente con el municipio de Marulanda.

El Cuarteto Imperial es un conjunto de cumbia originario de Colombia que cosechó éxitos y


relevancia internacional en la década de 1960. Eli Toro Alvares Director Manzanareño.

10
(Imagen: Neslly Paola Gallego. Estudiantes 2017)

(…) Los primeros pobladores que habitaron esta tierra fueron las comunidades

indígenas “Marquetones” y “Pantágoras” quienes estaban dedicados a la pesca y la

minería, principal y más importante actividad comercial hasta que tuvo lugar la

conquista española a cargo del coronel “Baltasar Maldonado” comisionado por

Gonzalo Jiménez de Quesada.


No existe una imagen del todo descriptiva de los primitivos habitantes de la zona,
la idea que se tiene es imprecisa e imparcial; lo que sí se sabe es que, quienes
llegaron en los tiempos de la colonia traían ya su mente corrupta, una ambición por
el oro que llegaba a la obsesión extrema por las piedras preciosas como las
esmeraldas, diamantes y objetos de oro de quienes los españoles presumían, las
comunidades indígenas eran las mayores propietarias.

Fue un explorador y conquistador español del territorio actualmente colombiano entre


1536 y 1572. Comandó la expedición de la conquista de la Nueva Granada (actual Colombia)
y fundó entre otras la ciudad de Bogotá, la actual capital de Colombia, en 1538. La última la
realizó entre 1569 y 1572 en busca de El Dorado, la cual culminó en forma desastrosa.

11
La avaricia por el oro podría suponer ciertas conductas de las tropas
españolas que se desafiaron a muerte con los pueblos legendarios que vivían en
las montañas, esto los llevaría a un enfrentamiento de arrojo heroico en busca
de libertad, la muerte sería la principal opción para el nativo antes de permitir
un sometimiento, maltrato, explotación a largas horas de trabajo, humillación
o espectáculo de carnicería humana. El nativo amaba su tierra, por lo que el
despojo o destierro lejos de esta no sería del todo fácil, ya les pertenecía desde
la antigüedad, como heredad de los dioses a quienes sus padres habían
rendido culto y sacrificios con tal de saciarlos, alcanzando de ellos una
respuesta de generosidad y como regalo esta tierra, sus dominios y riqueza.

Pueblo legendario que se tragó la montaña…


Muy temprano en la mañana los rayos del sol empiezan a traspasar la
boscosidad que crece en medio de la superficie rocosa, que forma los
acantilados que se precipitan sobre ribera del Rio Guarinó, las laderas están
cubiertas por vegetación verde y fresca que como largas melenas se dejan caer
hasta casi tocar la corriente del rio que avanza ligeramente por entre las
piedras, en las inmediateces de los peñascos, cientos, o tal vez miles de árboles
de todo tipo, se elevan casi hasta tocar el cielo y se extienden en todas las
direcciones como formando un ejército interminable que yace inmóvil; las
montañas también forman una cadena de picos que se extienden mucho más
allá hasta donde la agudeza del ojo no alcanza pero continua la imaginación.

12
(Imagen: Neslly Paola Gallego. Estudiantes 2017)

Por entre la boscosidad sube hacia el cielo un débil rastro de humo, que emerge de los

bohíos o ranchos de los nativos “Pantágoras” y Palenques”, quienes habían construido

en esta montaña improvisadas chozas usando hojas, ramas entrecruzadas, pieles de

animales, barro mezclado con paja o rastrojo y algunos troncos de árboles cortados con

rústicas herramientas. Por doquier pueden verse hombres nativos con características

semejantes a las de guerreros, cazadores expertos y habilidosos para trepar a la cima de los

árboles, llevan en su espalda el arco y atado a la cintura su carcaj repleto de flechas

mezcladas con veneno letal extraído de animales o plantas. Su cuerpo completamente

desnudo es ligeramente cubierto por manchas rojas y negras, como si se tratase de un ritual

antiguo o un escudo protector inspirado por los dioses mitológicos con quienes habían

aprendido a comunicarse a través de la lluvia, el rayo, el trueno y el sacrificio humano o de

algunos animales, cuando la luna estando en lo más alto del firmamento salía a devorar

estrellas.

13
En la oscuridad de la noche el silencio era ligeramente rasgado por cantos,

acompañado de danzas en torno al fuego, como si se tratase de un ritual dantesco

prodigado a los dioses o demonios de los cuales el hombre primitivo espera recibir

protección o bendición para sus cultivos o vida, por lo que se supone cientos y tal vez miles

de historias.

A esta deidad adorada desde tiempos milenarios le encantaba alimentarse con sangre

humana y el aliento de vida de los cuerpos que eran separados de su corazón por una lanza

puntiaguda que atravesaba su pecho para extraerlo de su interior aún palpitante. En medio

de la oscuridad y bañados por los rayos de la luna que habían descendido hasta la tierra

para tomar lentamente la energía del cuerpo que yacía sobre un montículo de piedra

bañado por sangre, como fruto de un sacrificio necesario que permitía satisfacer los

caprichos de los dioses, quienes según sus creencias, tenían dominio sobre los cultivos, la

vida presente, pasada y futura.

En medio de este ritual los miembros de la comunidad indígena danzaban moviendo

todo su cuerpo entorno a la fogata, entre gritos que sobre pasaban el sonido de los

tambores, el movimiento de esta danza improvisada permitía que de vez en cuando sus

manos fueran levantadas en dirección al firmamento donde la luna y las estrellas, según

sus creencias, se regocijaba con tan espectacular banquete, todos hacían parte de este

baile, incluso las ardientes llamas que danzaban sobre los carbones rojos.
La recién descubierta comunidad indígena tenía rasgos faciales extraños que a la
primera impresión podrían generar estupor, asombro y pánico, su cabeza en forma
achatada o puntiaguda daba la impresión de alguna fractura o mal formación, pero en
realidad era el resultado de las prácticas de crianza heredadas de los “Caribes” quienes
a los recién nacidos les amarraban una tablilla alrededor de sus cráneos aún frágiles,

14
hasta que esta tomara una forma achatada o puntiaguda con la cual se
lograba inspirar respeto, dentro de su comunidad y en algunas ocasiones
miedo e intimidación con las poblaciones de indígenas que tenían
asentamiento en Pensilvania, Tolima o Samaná.

(Imagen: Neslly Paola Gallego. Estudiantes 2017)

También estaban las mujeres indígenas sentadas en el suelo al interior de sus


chozas, sin sostén soportando el peso de sus senos portadores de leche
materna, preciado líquido para los recién nacidos traídos al mundo en medio de
la espesura de la montaña ante la protección prodigada por la fuerza de la luna,
el sol y las estrellas. Los dolores de parto de estas mujeres, podría causar cierto
horror y al mismo tiempo admiración a muchas de ellas ya que sin ayuda de
otras mujeres daban a luz a los pequeños indígenas, en medio de gritos que se
convertían en una alarma que ahuyentaba a las aves que recién se hubieran
posado sobre algunas ramas que se extendían en el vacío o se entrelazaban con

15
las ramas de otras árboles como si se abrazaran, aves venidas de lejos
terminaban por posarse en lo más alto exhibiendo su exuberante plumaje, loros
silvestres, búhos, Currucutú, pájaros carpinteros, turpiales entre otros que
daban al recién nacido un concierto sin igual.
El recién nacido cubierto de sangre y con el cordón umbilical unido a las
entrañas de la madre emitía su primer llanto desgarrador como saludo a la
montaña, mientras la mujer aun arrodillada, fatigada y sudorosa por el esfuerzo
cortaba con sus dientes el cordón umbilical de la placenta, la cual todavía
conservaba calor de la matriz y mucho antes que algún animal percibiera el
olor a sangre ésta era sepultada en la raíz de un árbol como parte de un ritual
que aseguraba al recién nacido tendría una vida de éxito; luego del primer baño
con agua fría y de fajarlo, el pequeño de forma natural y motivado por su
madre buscaba los pechos repletos de leche y mientras lo amamantaba, ella
susurraba al oído relatos de ritos, por siempre recordados y nunca olvidados
desde tiempos anteriores a los tiempos.
Aquel episodio o nacimiento se repetiría una y otra vez en las muchas
comunidades indígenas cercanas o distantes, hijos(as) del amor, de la guerra o
el capricho nacerían por centenares en medio de la noche o en la claridad del
día, todos sin excepciones, presentados a los dioses y consagrados a la tierra.
También está la indiecilla de cabellera larga que cae por su espalda y baja
hasta su cintura cubriendo buena parte de su cuerpo desnudo, que sin
ningún pudor o vergüenza es exhibido a vista de todos. Sus senos aún no
son lo sufrientemente grandes o maduros como para alimentar a un recién
nacido, el periodo menstrual no ha llegado pero no pasará mucho tiempo
para que su padre la obligue a casarse con el mejor hombre del

16
clan o en el peor de los casos sea dada a otro como parte de un premio obtenido por

una lucha, actividad de caza o trueque.

De esta forma, los Palenques y Pantágoras descendientes de los Caribes fueron

poblando la montaña, su dominio y conocimiento se extendía kilómetros a dentro

sobre las riberas del Rio Guarinó y La Miel, rodeados por cadenas de montañas de las

cuales se alcanzaba a divisar pequeños picos atravesados por las nubes. Hasta estas

tierras los vientos que llegaban de la costa aún no habían alertado al indígena de la

tragedia y horror que ya se había comenzado a gestar desde el 12 de octubre de 1492

cuando tres embarcaciones a cargo de un tal Cristóbal Colón declararan como propio

los dominios sobre el nuevo mundo.

El primer conquistador español que penetró el territorio de los Pantágoras fue

Baltazar Maldonado, quien comisionado por Hernán Pérez de Quesada salió hacia

1540 con 150 hombres y luego de haber atravesado Honda, se enfrentó por 40 días con

los Pantágoras en las vegas del Rio Guarinó mientras logran vencer su fortaleza. Pero

mucho antes de haber llegado sobre el dominio de los Pantágoras tuvo que haber

luchado a muerte con los asentamientos indígenas descendientes de los Caribes que

habitaban cerca de Honda y Mariquita-Tolima como lo fueron: los Marquetones,

Ondamas, Guatías Palenques, Onimes de los Pantágoras, Panches o Tolimas,

Pachiguas, Lumbies, Chapaimas, Calamoinas, Hondas, Gualíes, Bocanemes, Bledos

y Coloyas de naturaleza guerrera y antropófaga; los pobladores de la zona norte de

Tolima fueron los indios Bledos y Coloyas de la familia o tribu de los Panches

dedicados a la agricultura, la orfebrería y la alfarería.

17
Con la imaginación como recurso de inmersión en el tiempo sin tiempo, en las
páginas perdidas de la historia, se podría pensar en lo que significó la llegada
de Maldonado y la estela de muerte a su paso, centenares de cuerpos vencidos
por el arma de fuego con rostro en tierra, mutilados, desmembrados, torturados
o heridos provocando la atracción de algún animal carroñero o sediento de
sangre que deseara alimentarse de un cuerpo a media vida; esta invasión alteró
la aparente calma que albergaba el silencio natural de los árboles mecidos por
el viento, el graznido de la bandada de pájaros que surcaban el ancho cielo en
búsqueda de las bayas silvestres y el riachuelo que descendía de lo más alto de
la montaña y que tuvo que arrastrar con su corriente varios cuerpos que sin vida
fueron abandonados en sus mediatices o eran arrojados a sus caudales.

(Imagen: Neslly Paola Gallego. Estudiantes 2017)

18
Todos los hombres que acompañaban al “Coronel Maldonado” eran
ambiciosos, amaban el oro, aquel metal precioso que les había motivado a
adentrarse cada vez más en la espesura de la montaña y viajar por semanas en
búsqueda de nativos de quienes se sabía tenían dominio sobre la región, ya
otras comunidades habían sido sometidas por la fuerza descomunal del
hombre blanco que con su arma de fuego en la mano no sentía ninguna
vergüenza de jalar del gatillo y disparar al frente de sus ojos al indígena, a
quien ellos creían un ser inferior a un animal.
El éxito de conquista sobre la región del Tolima, Honda y Mariquita era
desolador y escalofriante, acciones que les daba cierta seguridad para pensar
que sobre las riberas del rio Guarinó sería de brevedad o cuestión de días, pero
lo que no sabía el hombre blanco era que los Pantágoras con el tiempo habían
construido fortificadas paredes formadas por troncos y guaduas alrededor de
sus chozas y bohíos. Por lo que ante el primer intento de querer irrumpir en sus
dominios recibieron una andanada de flechas obligándoles a cambiar de
estrategia para enfrentar al indígena quien había mostrado ser habilidoso a la
hora de enrutar la flecha sobre su objetivo.
Los nativos eran expertos cazadores, eran conocedores de la montaña y la
ribera, una ventaja sobre los recién llegados que no duraría mucho porque la
intrepidez del hombre español y deseo consumado de encontrar grandes
cantidades de oro los llevaría a la lucha descomunal y despiadada con tal de
lograr el dominio y sometimiento del nativo, no deseaban regresar a la
capital sin al menos una pieza de oro, de las mismas que Gonzalo Jiménez
de Quesada había encontrado en la recién fundada capital Santa Fe y sus
alrededores, como narigueras de oro, collares, brazaletes, juguetes, polvo
dorado con el cual se bañaba todo su cuerpo el cacique de la tribu antes de
sumergirse por completo en la laguna de Guatavita cuando la luna llena
había alcanzado su mayor

19
redondez; estas historias animaban la lucha de las tropas de Maldonado que
los llevó a estar cara a cara con la misma muerte.
El final de esta batalla, todos la conocen o la han leído en libros de historia,
crónicas, mitos, leyendas que reafirman los dominios de la muerte al paso por
esta tierra, hombres que tomados por dioses viajaban sobre animales de cuatro
patas (caballo), vestidos con extrañas ropas y portadores de objetos nunca
antes vistos por el nativo, su forma de comunicación eran extrañas palabras
que nombran de otra forma a lo ya conocido por el Pantágoras, estas y muchas
más acciones los hacían creerse superiores a todas las demás culturas o tribus
encontradas en el nuevo mundo que fueron casi por completo exterminadas.

(Imagen: Neslly Paola Gallego. Estudiantes 2017)

20
Pero una vez esta fuerte oleada de matanza pasó, las pisadas de estos hombres

fueron sepultadas por las lluvias que trataron de borrar el dolor de la montaña, la pacha

mama desangrada lloraba a sus hijos (as) quienes por años habían alimentado a los

caprichos de la luna, el sol, el trueno y rayo; estos guardianes del universo fueron

testigos de cómo sometieron a las comunidades indígenas que pusieron resistencia,

actos que podrían calificarse de crueles, inhumanos con alto índice de sevicia por la

forma como fueron eliminando uno a uno los nativos, les cortaban las manos, los

colgaban del pescuezo, incendiaban sus casas o bohíos, otros eran atados a los

caballos y arrastrados por entre los caminos hasta que su corazón dejara de latir luego

de haber recibido múltiples fracturas. El trato hacia ellos era inferior a la compasión

que puede sentir un águila cuando vuela tras un ave que lleva una de sus alas heridas.

Luego de este fatal suceso de sometimiento y desaparición de los pueblos

legendarios que tuvieron asentamiento por estas tierras, pasarían más de 300 años de

silencio reparador para la montaña que luego de vivir el horror y lucha llevada en sus

dominios, regresaría a una aparente calma para continuar con su evolución natural

mucho tiempo después que el último nativo Pantágoras muriera o desapareciera en

medio de la boscosidad y la penumbra de la noche.


No logramos imaginar todo este tiempo de extraña paz, tiempo donde el equilibrio
natural de la vida trataría de restablecer el orden después de ver la tierra bañada en
sangre de hijos de sus entrañas, de los guardianes de la montaña, los amigos del
águila, los protectores de los ríos, de aquellos que lograron establecer una conexión
sin igual con la vida y la muerte sin alterar su equilibrio y sin faltarle al respeto a
lo ancestral, a lo místico o lo demoníaco que se extiende más allá de la estrellas
fijando su punto en los destellos de luz que viajan por todo el universo.

21
Así, se extinguió la raza nativa en el oriente de Caldas, nadie habla de algún registro

que hubieran encontrado los antioqueños a comienzos del siglo XIX que hable de la

presencia de algún valeroso Pantágoras. Según la afirmación de Félix Quintero,

Monografía de Pensilvania, (sf., 45), quien no cita las fuentes en que se basa:

“Los supervivientes indígenas emprendieron la fuga por la

cima de la cuchilla de Miraflores hasta su término en la

confluencia de los ríos Samaná y La Miel; embarcados en este

bajaron al Magdalena, que navegaron hasta la desembocadura

del Rionegro, y remontando éste tomaron posesión de nueva

patria y hoy están confundidos con los Palaguas y Carares,

habitantes de las selvas aún en nuestros días”.

(Montes y Grisales, s.f; p. 26).

No todos los hombres nativos del nuevo mundo fueron exterminados, pero si

diluidos en una debilidad e inconformidad de desconsoladora impotencia. Al menos,

para las presentes generaciones se debe albergar la esperanza de que exista en

“Colombia” un pueblo remoto o invisible que pueda vivir en paz, que logren

restablecer la conexión perdida con el alma de la tierra que se extiende en todo el

universo y viaja libre entre el micro y el macro cosmos.

El progreso en hombros de la cultura antioqueña.

Muchas lunas pasaron después de la última noche en que la paz de la montaña de


Manzanares y pueblos cercanos recobraron sus dominios sobre sí y las pisadas del

22
hombre blanco se fueron perdiendo entre la hierba, la sangre fue lavada por

completo de la tierra y el dolor fue cada vez menos intenso hasta que fue olvidado por

la montaña y los árboles con el paso del tiempo fueron estrenando uno y otro vestido

exhibidos a través de su follaje; el ruido de los cañones se perdió en la distancia, la

hierba, el pasto y las hojas que caían de los árboles se encargaron de sepultar bajo sus

dominios todo rastro de algo diferente que hubiera existido o transitado por estas

tierras causando dolor o desolación, hasta el punto que todo se convirtió la idea de un

punto ubicado en la inmensidad de un algo que hasta entonces era “nada” atrapada en

un recuerdo.

Y cuando todo parecía haber terminado, la colonización antioqueña surgiría entre

los matorrales, el filo del machete trazaría la trocha que se convertiría en camino de

herradura por donde llegaría a lomos de cientos de mulas un aparente progreso; con

cada árbol derribado se reafirmaba la llegada y dominio de unos nuevos colonos

procedentes del Tolima y Antioquia, eran inicialmente varones cuyo aspecto irradiaba

las características de una raza noble, pacífica y trabajadora, de agricultores

procedentes de Salamina ( Caldas), que tuvieron su primer arribo en el año 1860 con la

esperanza de buscar y hallar en la montaña un mejor futuro para sus hijos y esposa que

llegarían después de que los caminos y trochas trazados para transitar las mulas y los

bueyes se convirtiera en la más importante y rápida ruta de acceso entre Salamina,

Marulanda, Pensilvania, Marquetalia, Samaná y Honda.

Es así como Bartolomé Gaviria, Ramón Valencia y Pedro Campuzano realizan su

primer asentamiento en la cuchilla que hoy se conoce como el corregimiento de

“Aguabonita” donde decidieron fundar inicialmente un caserío (...)

23
Los nuevos recién llegados no son indios desnudos, armados con flechas, plumas y

con extrañas pinturas en sus cuerpos, tampoco tienen en mente la cultura de la muerte

o el dominio; sus manos curtidas y arañadas por la siembra son evidencias de

hombres y mujeres dedicados al arado y la minería, que han emigrado de otras

latitudes en búsqueda de un mejor futuro; el color de su piel es un tanto canela y

oscura, en ella aún quedan rastros faciales de la mezcla entre el español e indígena;

sus ancestros le rindieron culto al sol y a la luna pero ahora ellos rinden sus pies y su

cuerpo ante el crucifijo donde su Dios ha muerto y su religión es ahora la bandera que

anuncia un nuevo comienzo.

La conexión que deseaba establecer el hombre antioqueño con la montaña, con el

valle y la planicie es a través de armas más poderosas, como lo son el azadón, el hacha,

el machete y la pica con los que abrirían caminos, construirían iglesias, hospitales,

escuelas, calles empedradas y nuevas rutas de comunicación con los pueblos vecinos;

sobre las cañadas extenderían puentes de madera colgantes entre el abismo y un

montículo de piedra, y con el pasar de los días, que poco a poco se convertirían en

años, los árboles de café arábigo empezarían a hacer parte del paisaje de la montaña.

La siembra del café, la caña, el cultivo del frijol y el maíz serían la fuerza

económica que impulsaría le idea de progreso y comercio con los poblados vecinos

como Honda, Mariquita, Salamina, Marmato, Sonsón, La Ceja Antioquia y

Pensilvania, con quienes por medio de caminos de herradura terminarían

comunicándose, poniendo a prueba la constancia del hombre antioqueño que se

dedicaría en buena parte a las actividades del arado y la arriería.

24
Y mientras la montaña se venía abajo las mujeres hicieron su arribo, no eran la típicas

indiecillas de cabelleras largas y cuerpos descubiertos a la vista de todos, por el contrario,

eran mujeres recatadas que llevaban ceñido a su cuerpo largos vestidos cuyas telas habían

llegado de tierras lejanas que conquistaron el nuevo mundo como: la India, La China,

Damasco, África y España (…) estas mujeres tenían el semblante de aguante, pujanza, su

mirada tímida no dejaba ver el vigor y la fuerza que corría por su venas.

Eran también mujeres consagradas a una fuerte tradición religiosa heredada de sus

madres y abuelas, que a su vez fueron formadas bajo los principios de la iglesia católica

apostólica y Romana; aprendieron de un Dios extranjero, nacido en un establo de una

mujer sin mancha de pecado; llegaron al altar tan puras y castas que hubieran sido una

ofrenda ideal de sacrificio para los dioses, pero rindieron veneración a la cruz mucho antes

que conocieran el amor a un hombre; respetaron al Dios que impusieron los

colonizadores cuando en el año de 1492 los tripulantes de tres embarcaciones “la Pinta”,

“la Niña” y “la Santa María”, declaran dueño, amo y señor a un Rey Católico y soberano

de otra tierra, que lejos de saber que el nuevo mundo existía extendió su brazo castigador

para justificar en nombre de Jesús el saqueo y despojo en el nuevo mundo, porque quienes

adoraban para aquel entonces a la luna, el sol y las estrellas deberían morir por un dios

cuyos ancestros no conocieron, no adoraban e ignoraron que existía.


Pronto las mujeres empezarían a parir por docenas de hijos en medio de la montaña, y
poco a poco los fuertes árboles con años de antigüedad caerían rendidos por el filo del
hacha, de ellos saldrían las fortificadas casas de corredores en redondo, con techo de
paja trenzada o tejas fabricadas con barro; las vigas de los corredores se verían repletas
de mazorcas de maíz atadas en parejas, los bultos de frijol serían apilados en los
rincones y demás frutos empezarían a arrumarse en canastos hechos con bejucos, estos

25
nuevos dueños de la montaña sentirían como la fertilidad de la tierra reafirmaría el deseo

de permanecer en ella por muchas generaciones.

Quienes alimentaban tales intenciones no eran más que Emigdio y Pedro Campuzano,

Hermenegildo Valencia, Alejo y Francisco Marulanda (hijo); Ramón e Isidro Tangarife;

Cesáreo Marín, Matías, Joaquín, Juvenal, Rafael y Agustín Marín; Tomás y Abelardo y José

María Villa; José M. Martínez; Mariano y Rafael Gallego; Venancio Ortiz; Juan de Dios,

Camilo Antonio y Laureano Marín; Estanislao Parra y José Marulanda. En total 28

exploradores, según lo narraron Montes y Grisales, quienes se creen eran arrieros y tomaron la

iniciativa de construir las primeras casas donde hoy tiene lugar Manzanares, la cual dista de su

construcción inicial media hora.

No hay un dato exacto si fueron inicialmente 28 o 36 pobladores como lo narra Gaviria, O

(2014) en su libro “Manzanares un pasado de honor en la historia”, pero con el pasar de los

años este pequeño puñado de exploradores se convertirían en cientos de hombres y mujeres,

algunos llegados de otras regiones del país en busca de suerte, otros nacidos y criados en

medio de la montaña, muchos llegarían solteros y terminarían por organizar su grupo familiar

con mujeres jóvenes y hermosas nacidas en Manzanares. Todos estos cambios permitieron

también modificar el paisaje natural de la montaña y sus alrededores, en inmediateces del

caserío se podía observar las vacas con sus becerros en el corral, la gallina con su pollada,

docenas de mulas pastando en la colina, algunas palomas volando entre los techos, el típico

perro cazador echado a la entrada de la casa o amarrado en el bramadero de las vacas desde

donde advertía la presencia del algún extraño con su típico aullido agudo, el mismo sonido que

orientaba al cazador en medio de la montaña cuando éste ladrando en un solo sitio daba a

entender que ya había encontrado o capturado un animal de monte.

26
Estos 28 exploradores ya habían puesto la primera piedra del progreso y por efecto

del tiempo las pocos casas se convertirían en cientos de ellas, inicialmente las calles

del pueblo sería laboriosos empedrados, acompañadas con hermosas casas hechas en

bahareque, barro o madera que daban a la montaña una atractivo de desarrollo y

civilización; adicionalmente el paisaje natural de la montaña seria adornado con la

típica vaca lechera y su becerro, la mulada, la gallina con su pollada, el cultivo de

maíz, el frijol, las ramas medicinales sembradas ollas viejas, en fin un sin número de

detalles que ayudan a configurar la cultura antioqueña y tolimense en la región.

Las mil y una noches contada por los abuelos (as)…

Manzanares se estaba convirtiendo en un agradable lugar para vivir, las típicas

casas de arquitectura paisa eran adornadas desde la entrada con variadas matas de

jardín, helechos que colgaban desde los balcones a la vista de todos, amplias ventanas

adornadas con hermosas cortinas tejidas por las abuelas; en el interior de las casas las

camas se encontraban tendidas con colchas de retazos o bordadas, no podía faltar

entre las familias, al pie de la cama, encima de la cabecera un santo cristo o crucifijo el

cual motivaba todos los días a mañana y tarde el Santo Rosario que era acompañado

por las letanía que encoraban las abuelas.


Llegada la tarde, en medio de las calles empedradas avanzaban hombres y mujeres
convertidos en bultos de sombras que se dirigían a sus casas fatigados por el día,
ya en la noche luego de comer, rezar y con la luz suministrada por una vela,
mechón de petróleo o caperuza, los niños cansados suspendían sus juegos, todos
los rincones de las casas se poblaban de sombras y espectros como si despertaran
con el caer de la tarde los

27
duendes dormidos. Y en la voz de alguien que todas las noches al pie de la tenue luz

motivaba la conversación se le escuchaba decir “Erase una vez...” y sin forzar la

memoria el hábil narrador empezaba a evocar una y otra historia que le habían

contado, que había vivido o que fue imaginada pero que motivaba entre los oyentes

expresiones de aprobación; muchas veces estas historias serían interrumpidas por la

risa o carcajada de todos, que llenaba todos los espacios de la casa, mientras quien

narraba, quedaba en silencio por un momento para recobrar el dominio de su historia,

la cual continuaría en la noche siguiente con otra y una más (…), como si se tratara de

las mil y una noche contadas al pie del fogón.

Todas las tardes o en medio de la noche las familia solían reunirse para colaborar en

diferentes actividades que iban desde desgranar el maíz, el frijol, hacer canastos hasta

trabajos de costura o carpintería. Estos encuentros motivaban a los más ancianos o

mayores de la comarca para contar una y otra vez las historias que se hallaban

agolpadas en sus mentes como místicos recuerdos de grata evocación lo que permitía

entonces revivir en la memoria y la imaginación de todos, los cuentos de la

“Patasola”, “La Llorona”, “La Madre Monte”, “Cuentos de Brujas”, “Duendes”,

“Tesoros y Guacas Encantadas” de las cuales propios y extraños habían escuchado

hablar y a uno que otro habían hecho correr.


Cada cuento o historia narrada convierte a Manzanares en un mágico lugar como
si se tratase de un fantástico cuento de hadas, lleno de paisajes, bosque encantados
donde las apariciones extraordinarias de alguna duendecillo motivaba en los niños
(as) la imaginación, mientras que en otros generaban horror y pánico al pensar en
todos los espantos ocultos en la profundidad de la noche que podrían salir a
asechar cuando todos agobiados por el cansancio en sus ojos pesados de sueño
cayeran profundos en sus

28
propios recuerdos; muchos de estos cuentos nacieron en medio de la oscuridad

y la noche, otros llegaron en la voz de quienes pasaron por esta tierra pero no se

detuvieron porque tenían alma de aventureros(…) Es por ello que quien al llegar a

Manzanares se dejaba seducir por su magia, difícilmente la dejaría, corriendo el

peligro de convertirse en uno más de sus fantasmas que la han de recorrer, mucho

tiempo después que su magia lo lleve a amarla por completo(…)

Para el año de 1879 Manzanares fue erigido a la categoría de municipio por

ordenanza de aquel entonces Julián Trujillo, años más tarde en 1907, pasaría a ser

municipio anexo al departamento de Caldas. Estos dos eventos daban la impresión

y capacidad de crecimiento que había tenido la región con el paso de los años.

Poco a poco la base principal de la economía de la región llegaría a ser la

ganadería, la producción de café, de caña panelera y plátano, distribuyendo sus


2
244 km de tierra en tres corregimientos: Las Margaritas, Los planes y

Aguabonita, en los cuales están representadas 50 Instituciones educativas

incluyendo primaria y secundaria, 6 en la zona urbana y 44 en la zona rural, y toda

las familias campesinas cuyo trabajo aporta día al día en el crecimiento de la

región.
Es así como después de la llegada de los primeros fundadores y pasadas las
vicisitudes de la independencia que debieron llegar hasta este lejano rincón de
la patria, Manzanares no ha dejado de avanzar un solo instante hacia su
anhelado desarrollo y progreso. Hoy han pasado 154 años de historia, de
anécdotas y personajes que han engrandecido el terruño durante todo este
tiempo, cargado de horas felices y momentos de pasajero sufrimiento. Pero fue
de esta manera como Manzanares pudo convertirse en un las principales rutas
de acceso al oriente de Caldas lo que lo ha llevado a modernizar sus
construcciones y vías de comunicación dejando atrás las calles empedradas y
las

29
casas de tipo colonial o prehispánica construidas en bahareque y tejas de
barro cocido de las cuales hoy solo quedan unas cuantas que amenazan con
venirse abajo.
Del Manzanares de ayer quedan muchos recuerdos, algunos consignados en
libros, otros en el relato de los más ancianos que luchan con los problemas de la
mala memoria y el olvido. Manzanares, tiene hoy una gran cantidad de niños,
niñas y jóvenes con fuertes anhelos e ilusiones que desde ya son impulsados
por los vientos de paz que llegan a esta tierra, presagio que anuncia la llegada
de tiempos mejores y páginas que hasta ahora no escribo.

30
CAPITULO II

UN ROSTRO, UNA HISTORIA.

Fatigados por el cansancio que deja la vida con cada

experiencia y tiempo vivido, del cual sólo quedan los

recuerdos hoy tatuados en el alma... cada quien avanza

hacia el lugar que desea soportando el peso de los años,

cada uno es para si el recuerdo más reciente.

Los rostros que aparecen en las páginas siguientes

decidieron abrir su corazón para contar su historia,

narraron uno a uno los años vividos, los recuerdos

desgarradores y momentos felices, no tuvieron temor de

lastimar sus heridas causadas hace muchos años por falta

de amor, comprensión y abrigo; como unos verdaderos

valientes vencieron sus temores sacando afuera todo lo en

ellos hasta ahora les oprimía.

En cambio nosotros permanecimos mudos escuchando una

a una sus palabras hasta que un nudo en la garganta hizo

sellar de una vez y para siempre este momento. Entonces

les prometimos que no en vano sería este encuentro y sus

historias permanecerían expuestas a la memoria como un

homenaje a la valentía y el respeto

31
RAFAEL, UN ARRIERO OLVIDADO.

Si se pudiera borrar con las manos tantos


recuerdos de la juventud, nunca tendríamos que
llorar ya viejos,
las consecuencias de la ingratitud.
(José A. Morales – Pasillo)

Sobre la vía que conduce hacia Pensilvania, en el barrio Milenio en una casa
a medio revocar y sin pintar, rodeada por un cerco de lata de guadua que sirve
como fortificación para entrar a ella, vive un hombre silencioso llamado
“Rafael María Tangarife Carvajal” quien el paso de los años ha cargado sobre
su rostro, su piel y su mirada las vicisitudes de la vida. Este amigo sencillo y
buen conversador todavía recuerda muchas de las historias, anécdotas y
aventuras vividas como arriero, las que a sus 92 años tiene aún a flor de piel.
Es fácil entablar conversación con Don Rafael, una vez lo visitan le invita a
seguir a su humilde hogar, para tomar asiento en una improvisada banca
hecha de tabla que se encuentra sobre puesta en dos estopas de arena y
mientras se conversa con este experto

32
arriero de Manzanares, los visitantes pueden sentirse amenazados por una

peligrosa y feroz perra de color blanco que para él es su mejor y más grata compañía;

este temible animal si se descuidan te puede matar a lengüetazos.

Según don Rafael, su amiga no es más que una callejera que trae locos a todos los

perros del barrio, es por eso que suele ausentarse de la casa por algunas horas, sale a

merodear y armar algunos pleitos entre los perros del vecindario que se disputan sus

dominio, no en vano ella no se mete en esos cuentos, regresa a casa de su amo y se echa

a sus pies, tratando de que olvide las horas de su ausencia (…)

Si, don Rafael como le dicen sus paisanos fue uno de los más importantes y

conocidos arrieros del Manzanares hace ya 40 años, dice conocer como la palma de la

mano los caminos de herradura que comunicaban a Manzanares con Marulanda, San

Félix, Aguadas, Aránzazu, Neira, Pensilvania, Marquetalia y Honda, porque fueron

las más importantes rutas de trabajo por donde iba y venía llevando recuas de mulas,

bueyes y ovejas. Para aquel entonces, los productos que más se comercializaban eran

el maíz, el frijol, el carbón, la papa y el café, productos que transportaba en 12 mulas él

solo; además de arrear marranos entre Aguabonita y san Juan para el señor Néstor

Gómez.

Narra que luego de que su padre muriera, él decidió irse sin rumbo fijo, no duraba

mucho tiempo en un sitio cuando ya estaba pensando en otro lugar, él mismo dice

haber tenido alma de aventurero y andariego. Afirma que le gustó la parranda y el

aguardiente, pero jamás la pelea, se considera a sí mismo como una persona

respetuosa y pacífica, sin enemigos porque siempre evitaba los problemas, lo que le

permitió llevar una vida tranquila.

33
En la casa en la que hoy vive están conservados los recuerdos de su última
compañera sentimental con la cual convivió 46 años, luego de haberse casado
en dos veces; pero matrimonios de los cuales cual no quedó ni un solo hijo.
Pese a su extraña soledad, este hombre humilde aún conserva la indumentaria y
prendas de un arriero como su delantal, elemento que según él lleva siempre
ceñido a la cintura desde que se levanta hasta que se acuesta, no logra
deshabituarse de esta vieja costumbre; conserva también un sombrero que
siempre lleva puesto, su ruana, el zurriago, algunos rejos o lazos colgados en
una horqueta al interior de su casa.
Aunque la arriería fue una industria rentable en el pasado, en los pueblos de
cultura cafetera como los de esta región, hoy por hoy arrieros como Don Rafael
son personas sumidas en una profunda pobreza que adicionalmente soportan
penosas enfermedades como un continuo temblor en su mano derecha,
producto del deterioro de sus cuerpos de tanto carretear de un lugar a otro; sin
lugar a dudas las largas faenas de trabajo expuesto al sol, la lluvia o el sereno,
ya están pasando su cuenta de cobro; y aunque Rafael es un hombre fuerte, de
arranque y echado pa´lante ya es inevitable el cansancio que reflejan sus ojos
marchitos, su mirada tal vez se está apagando para siempre porque sus pasos ya
son cada vez más lentos y torpes.
Pase lo que pase, procuraremos que nuestro amigo “Rafael, el arriero
olvidado” sea honrado en estas líneas y en las páginas que se escriban de
Manzanares. Pese a que su muerte se diera a comienzos de este año.

34
SU RIQUEZA NO ERA MAS QUE NUESTRAS MISERIAS.

Ercilia no contaba historias felices, sino


sensaciones internas en atmosferas
cotidianas, impresiones de un tiempo
vivido, que aun ardían en su corazón
como carbones rojos…
(G, Valencia 2017)

(Fotografía: Rubiel 2017)


Hay ciertos lugares que traen recuerdos, como si el reloj que marca las horas
quedara suspendido en el momento exacto y la situación perfecta; cada calle es
en sí misma una historieta muda de imágenes hechas de sombra, silencios
ligados a la piel de las personas con olores a recuerdo, con miradas de secretos
y palabras cargadas de emociones.
Es fácil ir por las calles del pueblo, recorrerlas sin detenerse en los detalles;
pero lo que verdaderamente llena de emoción el corazón humano, más que
la nostalgia del presente, es salir a caminar consciente de cada paso, fijando
una mirada más comprensiva de esta realidad manzanareña con una riqueza
inmensa pero

35
desaprovechada por causa de nuestra miopía cultural (…) salir a caminar por

las calles es darse la oportunidad de descubrir detrás de cada puerta los silencios

que buscan palabras, las miradas que desean aceptación, manos que se extienden

mendigando un abrazo, el significado de

las sonrisas dibujadas en los rostros

humanos, las conversaciones sin tema, los

saludos en la distancia, la rutina hecha

vida y la profundidad de todo lo aún no

sabemos que somos.

Y cuando sales a caminar en compañía

del viento y la dulce amargura de un día

por la tarde, cuando supones que nada

mágico puede pasar en las mismas calles

que crees conocer, donde la rutina, el

sinsentido de la existencia suele ser el abrigo de algunas personas, pero aun así

sigues caminando, puedes llegar al final de una calle donde una casa de orillos

hace esquina y donde una puerta sin pintura es el portal que se abre a un mundo de

dos vidas en el ocaso de su existencia y rodeada de nuestras miserias que ellas

convirtieron en riqueza.
Porque, muchas personas en Manzanares han hecho de su vida un viejo museo
de relaciones muertas, de historias inconclusas, de fotos amarillas y sueños
rotos. En cientos de casas de este pueblo y de otros cercanos o distantes, una
vez abres sus puertas puedes encontrar muchos objetos que describen un
tiempo vivido con olor a recuerdo, son estos objetos testigos de una larga
necrografía que

36
conserva la forma como fueron muriendo los lazos afectivos, la esperanza y la fe

en sí mismas como lo hicieron Ercilia y Virgelina Salazar Arisitizabal protagonistas

de esta historia.

Cuando llegas al portón de su casa, te recibe Ercilia una simpática mujer que a sus

85 años de edad padece de múltiples enfermedades adquiridas por las condiciones

higiénicas en las que viven ella y su hermana Virgelina, quien no es tan simpática, pero

que luego de entablar una larga conversación termina por regalarte una sonrisa con

mucho esfuerzo. Estas dos mujeres hacen parte de la familia de Armelia Arisitizabal

Ramírez y Joaquín Elías Salazar Gómez dos manzanareños que tuvieron 11 hijos, de

los cuales sólo ellas viven en el pueblo luego de que sus otros hermanos murieran o se

fueran hacia otros lugares de la geografía nacional.

Ercilia es de aquellas mujeres que no se casaron, no tuvieron hijos y mucho menos

hablan de amores, siendo ella mayor que su hermana sintió la responsabilidad de

quedarse sola para poderla acompañar. Y es que hacen una pareja perfecta, son dos

polos opuestos y al mismo tiempo el complemento, viven en una casa poblada de

cosas viejas, que llegan casi por completo hasta el techo, las únicas dos camas que hay

en la habitación están ocupadas con costales llenos de cocos, ropa vieja, pedazos de

cartón, una montaña de basura acumulada con el correr de los años, y que por su apego

a ellas las consideran sus más importantes posesiones. Porque la mayoría de las veces

duermen sentadas rodeadas de una montaña de cosas inútiles que no necesitan y

tampoco van a usar en caso de que quieran o puedan hacerlo.


Las vidas de estas dos mujeres, está cargada de necesidades y de una extraña
felicidad que sólo pueden entender quienes padecen el mal de “Diógenes”, pase lo
que

37
pase ellas no echaran a la calle sus cinco gatos, sus fieles compañeros que a
lo mejor se dan grandiosos festines con las ratas que salen de entre la basura.
Cuando se le pregunta a Ercilia ¿cómo está?, suele afirmar: - Ahí vamos con
la vida, y la vida con nosotros, qué más sorprendente pueden pasar en la vida
de ellas, con tales condiciones de vida; dice que -No me voy para el asilo
porque con tantos viejitos, que pereza, además, - Con quién vamos a dejar los
gaticos, no ve que están muy pequeñitos, y señala uno de los cinco que tiene, y
que apenas puede mantenerse en pie, -Son muy pequeñitos, y me da pesar. No
agrega más a la conversación y cierra la puerta. Guardando consigo sus más
preciados tesoros, lejos de saber que para nosotros son cada una de sus
historias y anécdota como parte de la idiosincrasia manzanareña tejida de
recuerdos y olvidos.

38
EL PESO DEL COSTAL SOLO LO CONOCE EL LOCO QUE LO CARGA.

“Manzanares no tuvo más que darle a María

Corozos que la calle como casa y el cielo como techo.”


(G, Valencia)

De mente mística y lunática, de caminar sin prisa descansando en cada esquina

donde el costal que lleva a cuestas suele ser mejor asiento, así es María, una mujer

aventurera que no tiene ninguna obligación, más que ella misma. En ciertas ocasiones

se le ve impecable en su vestido, yendo y viniendo por las calles de Manzanares

tratando de encontrar algún buen mozo que se enamore de ella. En otras ocasiones a

metros un extraño olor impregnado en su piel y su ropa, adquirido tal vez por la falta de

costumbre en el baño diario hace que los transeúntes la esquiven o eviten encontrase

con ella.
En Manzanares todos la conocen como “María Corozos” quien va y viene de un
lugar a otro, como si buscara su infancia perdida, su felicidad o el motivo de su
madurez forzada sin la compañía de alguien capaz de mirarla a los ojos con respeto
y cariño, sin

39
necesidad de hacerla enojar o decir palabras. El punto es que María parece vivir

una vida precipitada, una vida sin tiempo, absorta de los males del mundo y la tristeza

que agobia a quienes no son como ella, libre de ir donde le plazca para quien cualquier

andén es su cama y un puente su mejor abrigo.

Está loca, muy loca, “eufemismo” que suelen decir quienes no han caminado un

solo paso con sus zapatos, quienes no han cargado su costal o no se han compadecido

con un plato de comida; a lo mejor su locura tiene una mezcla de extrema

personalidad, que le permite cantar en la calle sin tener una voz bonita y reírse a

carcajadas dejando ver que le faltan por completo sus dientes.

Loca o no… total todos de alguna manera lo estamos, y más ella que a sus 85 años

ha tenido que vivir tan difíciles situaciones donde el hambre y el frio han sido su más

grata compañía. Pero, de tanto sufrir se hizo más fuerte por lo que aún tiene energía

suficiente para unos cuantos kilómetros por carreteras, calles y caminos de los pueblos

cercanos como Marquetalia y Pensilvania hasta los que ha ido a pie, llevando al

hombro su costal con sus únicas y más preciadas pertenencias.

Su forma de vestir es un tanto original y a la altura de las señoras peli moradas del

pueblo, al igual que ellas lleva su cabello ligeramente tinturado con el ánimo de tapar

sus canas; una parte de su cabeza está descubierta como si se tratara de una nueva

moda en el corte de cabello, pero en realidad ella misma se los arranca uno a uno en

momentos de rabia, tristeza o estrés. En cuanto a su forma de vestir no lo hace del todo

mal porque siempre va de saco de lana, tenis, medias de colores que combinan muy

bien con sus bata larga o falda que llega ligeramente sobre la rodilla dejando a la vista

de todos unas piernas morenas y limpias de várices, envidia de muchas.

40
No deja para nada su costal en el que carga todas sus cosas personales, desde vestidos,

zapatos, la cobija que usa como almohada porque no le gusta cubrirse con ella, sólo en

caso de que esté lloviendo o la noche esté muy fría, también tiene varios tarros llenos de

agua para lavarse las manos, juguetes con luces que compra con el dinero que le regalan,

muñecos y demás riquezas acumuladas por todos estos años (…) las demás posesiones

como las esmeraldas, piezas de oro, perlas, rubís y diamante son aún un misterio porque no

permite que nadie coja o toque este costal y en caso de que alguien quiera hacerlo alista el

palo que siempre carga para espantar a los a los viejos cansones o muchachos que les gusta

burlarse de ella.

En varias ocasiones se le ve entrar y salir del templo, procurando orar pero sin ninguna

atención, mira las imágenes de los santos al pasar, tratando de reconocer alguna, pero sin

darle mucha importancia continua su recorrido llevando su costal en hombros. Aunque

procura seguir la ceremonia oficiada desde el altar por el sacerdote, su mente está lejos de

lo que allí se canta o reza, por lo que sin ningún problema sale nuevamente templo muerta

de ira alegando en voz baja porque nadie de los presentes le ha dado plata a la viejita.

Es que María lleva una vida de extraña soledad, pese a que a veces quiera entablar

conversación sin tema con algunas personas, éstas no le prestan atención, desoyen lo que a

veces dice, - ¿qué podría decir un loco?, en un mundo que todos se creen estar cuerdos.

Entonces luego de que nadie le presta atención se hecha su costal al hombro y se dirige

hacia cualquier lugar sin un rumbo fijo, perdiéndose entre la gente, mientras su la figura de

su cuerpo encorvado se desvanece en la distancia.


Pero en el pueblo hay quienes conocieron a María cuando apenas era una adolecente,
sus padres tenían finca por “la vereda El Toro” donde ella aún conserva parte de su

41
herencia y que espera compartir con su esposo, por si algún día contrae

matrimonio, como ella desea. De joven era una mujer activa, trabajadora y consagrada

a las labores de la finca que iban desde el ordeño, encerrar los terneros, hasta cargar en

su espalda pesados canastos repletos de chamizas, maíz o frijol, según cuenta su

sobrina que vive por el barrio San Roque, aunque era laboriosa, tenía también una

alma bravía e indomable por lo que su madre Rosa solía darle unas fuertes pelas a ver

si asentaba cabeza o cogía juicio.

El castigo constante de su madre hizo que María tomara la decisión de huir de su

casa hacia el municipio de Marquetalia (Caldas) por lo que terminó trabajando para el

párroco del pueblo, pero como en todo lugar existe gente inescrupulosa, se

aprovechaba de ella robándole su dinero y fuerza de trabajo; el poco dinero que

conservaba lo gastaba con los muchachos y buenos mozos de quienes ella ha vivido

enamorada, ya que se ha destacado por ser una mujer picaresca y coqueta.

Desde hace mucho tiempo quienes conocen a María Corozos, la toman por

demente o lunática por las expresiones que dice o incluso por su comportamiento poco

habitual, pero quienes son más cercanos a ella, como sus familiares, dicen que una vez

(no nombran el lugar de los hechos) alguien la mandó a robar en una roza (Cultivo de

maíz) pero con tal mala suerte que el dueño de este cultivo estaba cerca y no tuvo

ningún reparo o escrúpulos de disparar ocasionándole una lesión en la cabeza, razón

por la cual se le atribuyen sus comportamientos. Lo cierto es que María todo el tiempo

anda sicociada, diciendo a la gente que la van a matar, situación que la altera,

llevándola a repetir con insistencia la siguiente expresión: - “Usted habla de mí que la

tumbe y que la mate” es por eso que cuando ve un policía ella paga escondedero a peso.

42
Otra de las versiones (no confirmada) es: - Ella se iba a casar y el novio la dejó

esperando en el atrio de la iglesia”, adicionalmente ella habla de que alguna vez en su

vida estuvo en embarazo y que iba a tener un niño, el cual perdió según ella por culpa de

una mujer, entonces se toca el vientre tratando de imaginar esta situación. No se sabe si

todo lo que se dice de María es cierto o imaginado por las personas que buscan encontrar

un tema de conversación cuando la ven, o lo hacen tratando de justificar los actos malos

que cometen algunas personas contra otras. María Corozos, hace parte de las personas

visiblemente invisibilizados en Manzanares.

Pero lo cierto es que “María Corozos” hace parte de los personajes típicos del pueblo,

de aquellos cuya presencia nos alegra la vida, de saber que afortunados son los

manzanareños que no corrieron con su suerte. Y avanzada la noche, puedes encontrar a

María sentada en un lugar de la plaza; pero mientras los transeúntes van y vienen ella

aprovecha para pedirles plata, por lo que usualmente se le escucha decir: – Dele plata a la

viejita – Ud., porque no le da plata a la viejita (…) ese viejo hp dice no le den plata a la

viejita. Deme que usted tiene plata (…) y se ríe o junta sus labios haciendo pucheros.

Muchas personas se detienen ante estas súplicas y comparten con ella un poco de sus

posesiones materiales o espirituales, otros más bondadosos le compran una presa de pollo

que es lo que más le gusta, pero inmediatamente se la entregan ella empieza a renegar con

la señora que la ha vendido porque le robó las arepas, en fin ella recibe la bolsa con la

carne, la guarda en su costal y se pierde entre la oscuridad de la noche, en algún lugar se

comerá la presa sin que nadie la vea, como si fuera una niña penosa o tímida, lado tierno

que pocos conocen en ella. María hace parte de la cultura manzanareña, su historia de vida

es un recuerdo real de los personajes típicos de épocas pasadas.

43
EL LOCO FIDEL, UNA VIDA ENDURECIDA

Hay locos que nacen locos,


hay locos que locos son
Hay locos que vuelven locos a
los que locos no son,
hay locos por la miseria,
hay locos por el amor
hay locos que siendo locos,
viven la vida mejor.
(Anónimo)

El loco Fidel, como lo conocen todos es un hombre aun joven, de gran vigor y lucida

mentalidad, su aspecto genera entre los habitantes del municipio gran estupor, en los niños

miedos y cierto respeto entre quienes algunas vez les ha tocada correr algunas cuadras

con tal de no ser alcanzados; quienes lo conocen de muchos años dicen que siempre ha

sido así, un hombre solitario, malgeniado, gruñón que le gusta mantenerse solo, claro que

en algunas ocasiones se le ha visto acompañado de un perro el cual lleva sujeto a una

cabuya. Pobre animal tal vez en contra de su propia voluntad.


Este hombre de piel canela, barba casi blanca, de cabello largo y de estatura normal va
y viene por todos los alrededores del pueblo, no se cansa de caminar como tampoco

44
se cansa de alegar o perseguir a la gente con una varilla o garrote cuando le

hacen enojar, decir palabrotas a todos lo que pasan por su lado. Su forma de vestir

no es impecable ya que la ropa que lleva puesta siempre está sucia o curtida y con

un extraño olor que le hace tener la apariencia de un indigente.

Los muchachos en la calle lo provocan gritándole cosas, mientras están

escondidos detrás de las puertas, carros o esquinas (…) él mira hacia todos lados y

alista su varilla amenazante, lanza gritos de rabia acompañados de fuertes

palabras, protestando contra quienes lo insultan que una vez descubiertos corren a

toda velocidad evitando ser alcanzados. Algunas veces él les hace pasar un buen

susto cuando los persigue y ellos se alejan a toda velocidad.

Rara vez se le ve hablar con las personas, todo el tiempo va de mal humor,

renegando de la vida y de todos los que se encuentra a su paso, siempre va a la

defensiva porque la grosería e irrespeto de las personas lo volvieron con el tiempo

de esta forma, llevándolo a convertirse en una persona que genera temor porque

con la varilla que carga no le da miedo abrirle la cabeza a cualquiera. Todos creen

que Fidel está loco por la forma como viste o como vive, pero en realidad cuando

se puede intercambiar unas cuantas palabras con él te das cuenta que es coherente,

tiene buena retentiva y solo está a la defensiva con todos por los muchos enojos

que le han causado durante todo este tiempo.


Es una persona solitaria que vive en el barrio Lombo, allí su casa está llena de
cosas viejas que ha ido acumulando o que saca de las cañadas donde
normalmente se encuentra todas las tardes que regresa a su casa, a lo mejor lo
hace con hambre o cansancio por el desgaste natural de la vida y del haber
caminado en todas las direcciones en busca de algo que ni él mismo sabe que
es. Algunos de los lugares que

45
frecuenta son las cañadas o canales por donde baja el agua, donde se le
puede ver revolviendo entre la basura objetos que otros han desechado pero
que terminan en su casa.
Sus vecinas se quejan de los malos olores que producen toda la basura
acumulada, además cuentan que lo ven entrar a la casa con perros y gatos que
trae de la calle, pero que a los días aparece muertos al interior de la misma, de
los cuales Fidel no se ocupa de enterrar, por el contrario los exhibe a la vista de
todos como buscando generar reacciones entre los vecinos o transeúntes. En
varias ocasiones la alcaldía municipal ha llegado a su casa y le saca toda la
basura que guarda, pero él nuevamente la llena de cosas inservibles, tarros
vacíos, cartón y cuanta cosa encuentra en la calle, cañadas o caminos(…)
situación que le hace tener un vida extraña, tal vez por el miedo oculto en su
corazón solitario, incomprendido y endurecido por nuestro enojo; o tal vez fue
por la intolerancia que limita nuestra capacidad de entender, respetar y mirar
con dignidad a quienes no son como nosotros; que pequeña es la capacidad de
tolerancia que tienen algunas personas cuyo egoísmo limita el entendimiento
para poder comprender que hay seres que un día decidieron ser como ellos,
independientes, libres de ir donde sus pasos los llevan.
Fidel, vive el día a día sin pensar demasiado en el futuro recorriendo las
mismas calles de ida y regreso, matando el hambre con lo primero que le dan,
huyendo de las prisas y de quienes al verlo pasar lo miran con indiferencia, loco
o no, total todos lo estamos y a él, ya nada le importa.

46
LA LUCHA DE UN HOMBRE

“No te rindas, por favor no cedas,


Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se
ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada
día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la
hora y el mejor momento”
(Benedetti, M)

Activo se mueve José Onel con la ayuda de su bastón, el cual dirige


ligeramente hacia adelante buscando algún punto de equilibrio que le permita
mantenerse en pie. José, llegó a esta mundo con una extraña enfermedad que lo
llevó a estar postrado en una cama con vida vegetativa hasta los 8 años, edad en
la que empezó a tener algunos movimientos luego de que su mamá le hubiera
hecho todos los remedios habidos y por haber, buscado que su hijo al menos se
pudiera mover de la cama.
Con el amor prodigado por su madre y de tanto orar al cielo, el Dios de la
vida permitió que José luego de haber cumplido 10 años empezara
arrastrarse hacia atrás, no pasó mucho tiempo para que sus piernas también
se movieran y de esta manera logran sostenerse en pie, y con el vigor
inagotable de la juventud este campeón de la vida empezó a dar a todos un
verdadero ejemplo de superación. El amor prodigado por su familia hizo de
este joven un alma fuerte y aguerrida, así como el oro se forja en el

47
fuego, José lo hizo en el barro, en la tierra, en la lucha diaria con la vida, en la

constancia de cada amanecer y la esperanza que llega cuando los cuerpos cansados

dejan reposar su espíritu en el silencio de la noche.

La lucha de José fue todo un proceso, una conquista sin igual, se levantó todas las

veces que fue necesario, forjó en su propia mente una esperanza que le permitió dar un

paso tras de otro, luego que los médicos le hubieran pronosticado una vida vegetativa.

Pero con el vigor inatajable de la juventud y luego de mucho intentarlo, venciendo sus

propios miedos, luchando con la fuerza que había en su interior, le demostró a toda su

familia que el amor infinito de Dios había obrado en él un milagro. También se puede

afirmar que heredó la fuerza descomunal de los luchadores, de campesinos que no

tienen miedo de enfrentarse a las adversidades de la vida.

Según narra su hermana, - José es un milagro que obró Dios en su familia luego de las

súplicas al señor de Monserrate en el Ciudad de Bogotá; no es difícil imaginar a su

madre orando día y noche por la salud de su hijo, como buena madre pensaba en lo que

sería su vida luego que ella faltara, ¿Quién se ocuparía de él? (…)

Fue así como un día cualquiera José pudo dar su primer paso, desde entonces

no ha parado de ir y venir por la vida, sonriéndole a todos con un carisma cálido; él es

sencillo, trabajador, tierno y piadoso, porque si algo tiene José es la devoción a la santa

misa, donde se le ve con frecuencia, aplaudir y participar activamente de las

ceremonias siguiendo con mucha atención las oraciones que allí se reza.
Además de ser un hombre piadoso, es también trabajador y luchador de la vida, ha
tenido varios empleos, desde ser carretero, hasta ser quien organiza las papa, la
cebolla o pesa el maíz en la tienda de Don Néstor Duque, donde sus compañeros
de trabajo y el dueño disfrutan de sus ocurrencias e incluso de su malgenio, porque
cuando se “revota”

48
le anuncia plomo a todos, entonces sus compañeros lo que hacen es reírse
por la estimación que le tienen.
Aunque no desarrolló un lenguaje fluido busca todas las maneras de hacerse
entender, incluso cuando está muy bravo dice palabrotas o grita fuertemente.
Quienes lo conocen un poco más lo admiran por su espíritu aguerrido,
luchador, por su capacidad de sobre ponerse a las dificultades y obstáculos que
la ha impuesto la vida. José es hoy por hoy un valiente, un hombre carismático
que sin ningún problema te regala un abrazo y una espontánea sonrisa aunque
le faltan sus más importantes dientes.
José va por la vida feliz sintiendo el viento en su rostro, el cansancio en sus
pies, la fatiga en su cuerpo por cada día trabajado, valora el reconocimiento que
le hacen las demás personas cuando le miran con respeto, con cariño y
admiración, este valiente no ha conocido la derrota porque se ha levantado
todas las veces que le ha sido posible, su lucha ha sido titánica así como el
amor, la fe y la devoción para con el Dios que lo puso en pie permitiéndole ir
por la vida y las calles de Manzanares de forma independiente, sonriendo,
alegando, cantando o enamorando, total que más puede pedirle a la vida si Dios
ya le ha dado todo: “Su fuerza para caminar”

49
MARIA LUCIA, EL HOMBRE QUE DESAFIÓ LA CULTURA
MACHISTA DE MANZANARES.

“Un pueblo machista quiso interrumpir la esencia de su verdadera


felicidad, pero su valentía le enseñó el camino hacia la libertad”
(S, Toro 2017)

…Con 12 años y un costal al hombro donde llevaba sus únicas posesiones,


Rogelio avanzó sin detenerse, mientras lo hacía, su casa se iba perdiendo
detrás de cada paso, y cuando quiso contemplarla por última vez un manto de
neblina ya la había cubierto por completo, entonces imaginó a su madre y a sus
5 hermanos que tuvieron que quedarse, siendo el hermano mayor sintió la
necesidad de viajar a otras tierras para buscar el sustento para su familia; todos
estos sentimientos le presionaban el pecho y le hacían un nudo en la garganta
motivando los deseos de llorar, pero se contuvo respiro profundamente, cerró
los ojos e imaginó por última vez las praderas del Municipio de

50
Marulanda, su mente se llenó de una gran lista de amigos de la infancia, conocidos

y gratos recuerdos que dejaba en esta tierra la cual no esperaba que cambiara mucho

para cuando pudiera regresar convertido en un hombre con alma de mujer.

No es fácil dejar la familia a la edad de doce años, pero Rogelio lo hizo, el amor a su

hogar motivaba su s pasos hacia Manzanares en el año de 1977, ignorando que allí

encontraría sus mayores verdugos, opresores y jueces que sin ninguna causa

reprimirían, con burlas, insultos, agresiones físicas la lucha que él mismo ya estaba

librando en su interior, porque desde muy joven sintió que sus gustos, pasiones y

atracciones físicas iban en contravía a la cultura machista y retrógrada que se imponía

en el pueblo, donde algún hombre con comportamientos delicados o femeninos

concentraría el desprecio y repudio de quienes se creen más hombres y superiores a

otros.

Para aquel entonces, a estas personas se les llamaba “Maricones o locas” palabra

cuyo calificativo es peyorativo y bastante agresivo; pero consiente de esta situación

Rogelio se arriesgó a ir en contra de la corriente, él no podía reprimir su deseos ni su

esencia por más que quisiera, porque su lucha interna deseaba sacar a flote su espíritu

de mujer, el lado femenino que corría por sus venas, y así lo hizo, dió el salto al vacío

para empezar a luchar por sus derechos y la libertad de ser como él se sentía mejor ;

suficiente tenía ya con haber dejado a su familia como para soportar otra maltrato más

de la vida.
“María Lucia” cuenta que fueron tiempos difíciles y al mismo tiempo dolorosos,
porque: - En la época que yo me salí del closet no habían personas con la misma
sexualidad que la mía; y mientras respira profundo, como tratando de no causarle
más daño a las heridas que lleva en su alma agrega: - La gente me veía con
desprecio como

51
si fuera un bicho raro, hasta al punto que en la calle gritaban: mariquita, loca, gay

(…) palabras que reviven en su memoria una página dura, donde los momentos de soledad,

angustia, rabia y frustración se apoderaron de su vida, de sus sueños, lo que lo llevó a forjar

un carácter fuerte, valiente y arrojado.

Pero mientras unas cuantas personas del pueblo se dedicaban a hacerle la vida

imposible otros le tendían la mano para acogerlo con mucho cariño, fue así como llegó a

trabajar en la zona de tolerancia conocida por aquel entonces como “Casa Roña” ubicada

en las afueras del pueblo, allí y sin ningún pudor dice que se vio obligado a profanar su

cuerpo, a complacer a quienes muchas veces en la calle lo injuriaban, humillaban e

insultaban, pero que en medio de la oscuridad y en la clandestinidad vivían un doble vida o

doble moral (…) no obstante el dinero que ganaba lo repartía en poder subsistir y ayudarle

a su familia que se había quedado en las lejanas tierras de Marulanda, allí su madre estaba

lejos de imaginar la vida tan dura que su hijo mayor había emprendido, pero de no ser así

no hubiese logrado sacar a su familia adelante, quienes años más tarde le agradecerían.

Podría decirse que el camino hacia la aceptación fue bastante largo, los escenarios de

maltrato, explotación y humillación no fueron del todo comunes a la vida de otros (...) 4

años después de haber trabajado en Casa Roña (zona de Tolerancia) decidió emprender su

propia idea de negocio por lo que inició con una venta de albóndigas y en horas libres

vendía el chance, luego trabajó en una casa de familia, de esta manera durante todo este

tiempo son muchos los trabajos informales que logró conseguir para poder ganarse la

vida.
Sin embargo, un día cualquiera unos hombres pertenecientes a las AUC, cuenta que lo
abordaron para decirle que tenía que desocupar el pueblo porque de lo contrario se

52
moría, no lo querían cerca y menos en el pueblo. Nuevamente la vida le ponía

un reto, una condena y acto de intolerancia porque había decido seguir su esencia,

porque se mostraba tal y como era ante un pueblo machista que sólo conocía de

tiranía y odiaba a quienes no hacían parte de esta cultura machista o que por el

contrario les recordaba la doble moral que muchos viven.

Hasta entonces pensó que su condición sexual se estaba convirtiendo en un

fantasma, en un yugo, una pesada carga que sólo causaba sufrimiento, rechazo e

indignación, con más preguntas que respuestas sobre lo que era su vida, lo que

sería su futuro y abrigado en su miedo bajo las intenciones de querer vivir, quiso

comenzar otra vida y para hacerlo se fue de Manzanares con las intenciones de no

regresar (…)

Pero la vida en Manizales no fue fácil, es más, nunca ha sido fácil para María

Lucia a quien le ha tocado hacerse fuerte en medio de las adversidades, la lucha y

el desprecio de quien te toma como objeto sexual para luego desecharte. El trabajo

en la calle para aquel entonces era escaso al igual que el dinero, pero aun así la

sociedad manizaleña se sintió agradecida por la presencia de este hombre en plena

flor de su juventud, con el color rosado en sus mejillas y toda la energía de querer

devorarse el mundo por completo, elementos que se convirtieron en un punto a su

favor y le fueron abriendo camino en su mundo y su condición sexual.


En el trabajo de la calle y en la lucha por defender su identidad pudo aprender que
hay encuentros que te dejan más vacío de lo que estás, personas que llegan a robar
ilusiones, y sueños, encuentras que hay promesas que no se cumplen, hay quienes
buscan comprar tu cuerpo como si fueras un objeto que se usa y luego se desecha;
en la calle puedes comprender que hay besos o caricias que son como lijas que te
rasgan el

53
alma causando grandes heridas que con el tiempo no se borran, no se olvidan, porque

su marca es la conexión inevitable con el recuerdo (…)

Son estas algunas de las enseñanzas que le ha dejado la vida, es por eso que cuando

hablas con María Lucia es fácil suponer que su corazón está endurecido y maltrecho, pero

una vez cruzas algunas palabras, ella no tiene temor en abrir nuevamente sus heridas

yendo a través de sus recuerdos para reconstruir su historia vivida; no hay rencor en su

mirada, ni rabia en sus palabras, por el contrario se muestra abierta, sencilla, honesta

consigo y su interlocutor. Siente que luego de todo lo vivido ya es hora que alguien la mire

a los ojos con respeto, sin ser juzgada, criticada o humillada, ya es tiempo que los

Manzanareños den el paso hacia el respeto por la diferencia garantizando a todos y todas la

oportunidad de ser lo que han decido en su vida, sin recurrir a la discriminación.

En un país como Colombia donde la discriminación es una aberración, personas como

Lucia son aún vistas con desprecio y una extraña mezcla de compasión, como si

estuvieran enfermas o tuvieran una enfermedad infecto contagiosa; personas como ella

han tenido la capacidad de resistir a la crítica, al juicio condenador, del qué dirán; la

capacidad de ir por la vida mostrándose tal cual son sin prejuicios o doble moral, así

cause entre los presentes cierta malestar o incomodidad.

(…)Luego de haber vivido en Manizales, Rogelio quiso regresar a Manzanares donde

encontró nuevamente la paz y la tranquilidad para su espíritu, porque él no es de rencores,

odios o mentiras, al contrario es una persona que la vida no logró endurecer sino que lo

volvió más cálido, respetuoso y cordial


Hoy luego de casi 40 años de haber llegado cuando apenas era un joven, siente que
ésta es su casa, la tierra que quiere y en la cual aspira quedarse por muchos años. En la

54
actualidad vive con su madre, amiga y consejera a quien no desampara, le
prodiga todos sus cuidados y amor; sabe que es difícil que alguien la acepte con
su madre pero no le importa, mientras su madre esté viva cuidará de ella.
María Lucia hace parte de esta gran minoría de personas que viven su vida
lejos de los prejuicios humanos, va por las calles de Manzanares siempre
simpática y elegante sin ninguna pretensión, sólo desea vivir la vida al máximo
disfrutando las cosas sencillas que puede encontrar. Representando con
orgullo su comunidad LGTBI a nivel nacional, pero por sus palabras pareciera
que solo se representa a si misma cuando afirma– En este pueblo hay muchos
como yo, pero ninguno se atreve a vivir la vida como lo hago, ellos aún temen
ser libres, sus miedos los tienen prisioneros. ¿Será verdad lo que afirma?
María lucia sonríe como agradecida con la vida y se aleja perdiéndose en la
distancia, llamando la atención de los recién llegados al pueblo o de las
mujeres que temen por su esposos, del joven imprudente que se reí o secretea
con sus amigos (…) en fin aunque Manzanares por muchos años quiso in-
visibilizarla no pudo hacerlo, ella avanza con seguridad perdiéndose entre la
gente. Siempre habrá quienes la quieran, la respeten y otros se incomoden, lo
cierto que es que María Lucia es y seguirá siendo ella gústele a quien le guste,
su valentía y arrojo es ahora el precio de su libertad.

55
LA DAMA VESTIDA DE NEGRO

Cuando menos lo esperamos, la vida nos

coloca delante un desafío que pone

a prueba nuestro coraje y nuestra

voluntad de cambio.

(Coelho, P)

Hacía ya muchos años que Rosalbina, iba y venía cada vez con pasos más
lentos, tan lentos que los caracoles se sentaban a esperarla, la fuerza en sus
piernas y sus manos ya no gozan del vigor de la juventud, aquella hermosa
época que hace parte de sus conversaciones y que la llevan a soñar con el
pasado, con el tiempo vivido, un mundo que al ser narrado se aproxima a la
fantasía e imaginación de un cuento mitológico del cual ella es la principal y
más importante protagonista.
Pero, Rosalbina tiene un motivo para narrar su historia, para contar una y
otra vez el doloroso pasado que la llevo a tener que valerse de un bastón y ahora
de un caminador para poder avanzar por la vida, porque a sus 90 años aún
conserva parte del vigor de alma guerrera y valiente que tuvo en la juventud,
momentos de extraña lucidez, con chispazos de fantasía e ideas poco creíbles
pero que terminan haciendo parte de sus temas de conversación.

56
Quienes la conocen en el pueblo saben que ha sido un guerrera, una valiente, mujer

ejemplar con una gran capacidad de sobre ponerse a las dificultades que llegan en las horas de

extraña soledad donde la mejor compañía no es más que sí misma, un radio viejo y sus pocas

posesiones; ha tenido que vivir con una vida cargada de críticas de las personas que al no

conocerla la juzgan y condenan por su forma de vestir, que por lo general es de negro y en su

cabeza no puede faltar el sombreo con el que ligeramente cubre su larga cabellera envuelta en

mechones y sujetada con pinzas.

En la primera impresión si te la encuentras cara a cara, un frio puede recorrer tu cuerpo

generando estupor, asombro, y pánico al creer que puedes tener en frente una poderosa y

malvada bruja, como la que se narra en los cuentos de hadas, magos y tiempos de hechicería.

Rosalbina es el típico personaje de pueblo que con solo su presencia suscita comentarios por

sus pies, la inusual forma de vestir e incluso por las historia que ella misma narra donde hablan

de una época de oscurantismo y maldad que hubo en la región además de los espíritus

fantasmagóricos, cadavéricos y conjuros de toda índole asustaban a los pobladores, y que a lo

mejor aún habitan entre nosotros.

Por tradición oral esta región del oriente de Caldas tiene esa característica de haber tenido

una gran cantidad de personas practicantes de la magia blanca y la negra, donde abundaban los

duendes, las almas en pena, el asusto en los caminos de herradura a altas horas de la noche, los

lamentos y gemidos en ciertos lugares de la montaña o casas deshabitadas, como también los

testimonios de campesinos que aseguran haber visto un perro con ojos de fuego, la gallina y su

pollitos dorados en medio de la noche (…) se podría afirmar entonces, que Caldas y los demás

municipios se formaron en medio de esta idiosincrasia sintiendo cómo la narración del mito,

la leyenda y cuentos sobre los espantos tomaban más fuerza.

57
Rosalbina, en todas sus historias da fe de esta época porque asegura haber vivido

los horrores de la brujería desde muy joven, situación que terminó en un horrible

desenlace, de ahí que su forma de caminar es como si tuviera los pies chapinos, al

referirse a estos asuntos inmediatamente evoca la imagen de una mujer cuyo nombre

no revela pero que la describe como un poderosa Bruja de Manzanares, que vivió

hace alrededor de 70 años, esta mujer vivía cerca de la finca de sus padres por lo que

desde muy joven la conoció al igual que sus prácticas de magia, hechicería y conjuro,

las cuales alcanzaban unos niveles superiores llegando a tener la capacidad de

adoptar formas de animales, objetos, generarle alucinaciones a las personas o volar.

Rosalbina, se pierde en sus recuerdos y empieza a nombrar de forma desordenada

pero muy convencida los sucesos y anécdotas con esta mujer, de ahí que llega afirmar -

el demonio mismo no necesita de tiempo para causar estragos, ni tempestades, es

capaz de destruir todo a sus paso, arrasar con árboles que fueron plantados

doscientos años antes. Lo que nos lleva a suponer que con estas expresiones ella se

refería a que la maldad va y viene por el mundo, unas veces lo hace sola sin necesidad

de hacer nada pero otras veces lo hace acompañada poniendo a prueba la fuerza del

espíritu humano. La brujería que va desde rituales sencillos hasta grandes sacrificios

que sólo buscan obtener favores de espíritus, “que viajan en el tiempo” desde el

mundo de los muertos, hasta el lugar de las almas perdidas deambulando y haciendo

estragos o tratando de purgar sus penas.


A sus 90 años, Rosalbina trata de reconstruir una a una sus historias y momentos
de juventud cuando a la edad de 20 años se enfrentó con esta poderosa hechicera
de quien expresa - La mujer que me hizo esto tiene el alma podrida, podrida por la
maldad que la habita; y para hacer un poco más creíble esta narración descubre un
poco sus piernas

58
y enseña su múltiples heridas desde la rodilla hasta la planta del pie por causa de las

múltiples fracturas que sufrió producto de una caída de lo más alto de un árbol, luego que

“esa mujer” como la nombra Rosalbina la elevara por el aire con una fuerza sobrenatural.

Por su parte Rosalbina, tirada en el suelo con ambas piernas fracturadas y sola, recurrió

a sus últimas fuerzas y como pudo se arrastró hasta que alguien que ella describe como si

se tratara de la misma presencia de Dios le ayudó. Pero este no sería ni el primer ni último

ataque del esta mujer (…)

Rosalbina sin ningún temor o pena se describe a sí misma para aquel entonces como un

jovencita campesina atractiva, simpática, carismática y encantadora por lo que los

hombres de la comarca la pretendían visitándola en la casa de sus padres, además los

vecinos la admiraban porque ser una mujer trabajadora y diligente en sus deberes, pero

como la felicidad no es completa cerca a su casa vivía “esa mujer” (hace referencia a la

bruja) de quien se ganó su desprecio por lo que un día le dijo: - Te juro que nunca te voy a

dejar en paz, me encargaré de hacerte infeliz hasta el día de tu muerte.

Cuando Rosalbina, recuerda este capítulo de su vida afirma que “esa mujer” llegó a

odiarla tanto porque era joven y hermosa, un día la sorprendió consumiendo carne de

muerto, para acrecentar sus poderes, esta terrible bruja era practicante de magia negra,

encantos, hechizos y conjuros (…) un día cualquiera vio cómo se convirtió en culebra y

fue atacarla provocándole terribles heridas, lo que le causó que parte de sus pies se le

pudrieran (…) Desde entonces no la ha dejado en paz ni un solo momento, se convirtió en

su sombra y su peor desgracia, porque con todas las cosas que le hizo, no pudo lograr que

un hombre se casara con ella, razón por la cual se quedó soltera, aun siendo una hermosa

mujer.

59
Después de mucho tiempo Rosalbina se vino a vivir al pueblo, desde
entonces todos los domingos ayudada por un bastón y últimamente con un
caminador asiste a misa de medio día, se ubica en las primeras bancas para
escuchar todo lo que oficia el sacerdote, con sus manos levantadas hacia lo
celestial y lo divino, Rosalbina irradia a todos un espíritu de tranquilidad, de
paz interior y mucha serenidad. A sus 90 años siente que todo lo que le pasó la
acercó más a Dios, al describirse a sí misma como una mujer de fe que se ha
refugiado en su confianza infinita, de no ser así, hoy por hoy no estuviera
caminando.
Las personas del pueblo sienten mucho aprecio por Rosalbina, mujer
sencilla y de vida ejemplar, más allá de que su historia sea cierta o imaginada,
todo lo que nos narra deja entrever una página de oscurantismo en la historia
manzanareña (...) Rosa seguirá asistiendo a misa mientras la fuerza en sus
piernas puedan soportar el peso de su cuerpo, su lucha continuará hasta que se
apague de una vez y para siempre su existencia, para entonces los
manzanareños ya habrán aprendido una lección más de vida de la “la Dama
vestida de Negro”

60
UN MATRIMONIO DE ACERO Y UNA PROMESA DE AMOR
ETERNA.

Nacisteis juntos y juntos permaneceréis para siempre.


Estaréis juntos cuando las blancas alas de la muerte esparzan
vuestros días.
Sí: estaréis juntos en la memoria silenciosa de Dios.
Pero dejad que haya espacios en vuestra cercanía,
y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, pero no hagáis del amor una atadura.
(Khalil Gibran)

Ramón María Ortiz Quinceno y Lucila Carvajal Arredondo, a sus 60 años de


matrimonio se han convertido en un ejemplo de valores tradicionales que
amenazan con diluirse en estos tiempos de hoy, donde el amor se convirtió en
una pieza fundamental de la actividad comercial y las uniones matrimoniales
se rompen ante la más pequeña dificultad. Su matrimonio, al igual que el de
otros manzanareños, ratifica que sí es posible mantenerse firmes en el sí y en
las promesas hechas en la iglesia, sus votos matrimoniales y el amor han
permanecido soportando el peso de los años, la soledad de

61
una grande casa que poco a poco se fue poblando con sus 7 hijos y años después con los

nietos.

Esta pareja de esposos de origen manzanareño, vive por el antiguo camino de

herradura que comunica hacia Pensilvania Caldas, su amplia casa adornada con jardines,

y el colorido de la montaña es un lugar privilegiado por la tranquilidad, el aire puro que se

respira y la cordialidad de sus moradores, personas sencillas, carismáticas y muy

piadosas, su fe está fuertemente arraigada a los valores tradicionales, al temor a Dios, a la

veneración de la misa dominical y al santo rosario a mañana y tarde, todo esto heredado

de sus ancestros de quienes se aprendió el amor a la tierra, el valor de la vida y el servicio a

las personas, la capacidad de dar sin esperar nada a cambio ya que la gratitud sabe florecer

en los corazones agradecidos y si no pasa, ya la vida te sabrá recompensar.

Don Ramón a sus 95 años pudo vivenciar el desarrollo de Manzanares, como su

transformación se iba dando paulatinamente, pueblo de calles de polvo, diluvios, delirios

de prosperidad, tardes agitadas por las ideas revolucionarias de los militantes del partido

conservador o liberal; Manzanares fue para Ramón María un caserío en blanco y negro,

tierra estaba poblada con casas humildes levantadas en guadua, esterilla, bahareque y tejas

de barro; con calles empedradas que resonaban en las noches con el brusco tac tac de los

cascos de las mulas conducidas por agitados arrieros que se dirigían presurosos a las

fondas del pueblo o iban de paso hacia las veredas cercanas.

La simplicidad de la vida para Ramón María y Lucila estaba ajena a la electricidad, a

los electrodomésticos y al modernismo acelerado de hoy, en su casa sencilla en donde

abundaba de todo sin faltar lo necesario se fue pasando la vida, convertida en días y años.

62
Eran otras épocas, otras emociones, otras visiones filosóficas del existir… La

inocencia aún no había sido atropellada por el vicio y la maldad; y la religiosidad permitía

el temor a Dios aplacando las pasiones… y… Cuando llegaba la noche, el mundo tomaba

una consistencia distinta, era el mundo de las tinieblas, del mal, del peligro… del mundo

prohibido que se conjuraba rezando el Santo Rosario y la permanecía tranquila de los

niños y los maridos en sus hogares bajo la tenue luz de las velas de cebo, eso es lo que nos

narra Lucila con añoranza como si quisiera volver a esos tiempos.

En las letras del gran compositor José A Morales “Pueblito viejo” que dice
Pueblito de mis cuitas, de casas pequeñitas,
Por tus calles tranquilas corrió mi juventud;
Por ti aprendí a querer por la primera vez
Y nunca me enseñaste lo que es la ingratitud.

Son para Ramón un himno o fragmento de su vida misma, porque fue en esta tierra

donde conoció a quien es hoy su mejor compañera, su musa, el motivo que lo aferra cada

día a la vida, en ella aprendió a valorar a la mujer manzanareña, quien es aguerrida,

luchadora, emprendedora y con grandes capacidades de liderazgo. Porque Lucila tiene

todas estas cualidades que la hacen ser aun hoy una mujer vital, comprometida con su

comunidad participando en varios grupos religiosos y sociales.

Estos dos enamorados saben que la vida en matrimonio no es del todo fácil, pero

aprendieron a sobrellevar cada dificultad colocando toda la esperanza y abandono de sus

vidas al igual que sus hijos (as) en las manos de Dios. Quienes los conocen saben que son

una pareja de esposos ejemplares; en su vida de juventud trabajaron codo a codo por la

transformación social, económica y cultural de su comunidad, siendo su casa un lugar de

puertas abiertas para propios y extraños.

63
Que mejor entonces, que honrar a esta pareja de esposos por sus años de
matrimonio y el ejemplo que dan a todos, después de 60 años continúan firmes
en su promesa de amor como si su unión se hubiera forjado en el acero material
incorruptible con el paso del tiempo, esperamos sigan tan unidos y enamorados
como hasta ahora, disfrutando cada instante al lado de los suyos como dice la
canción de Héctor Ochoa “Es por eso amor mío que te digo por una y otra vez...
si llego a la vejez... que estés conmigo.”

64
PASADAS LAS TRES DE LA TARDE.

(..) Los rayos de sol ya se reflejaban en el piso de la alcoba matrimonial, sentada en

la cama aun con los ojos pesados de sueño, Josefina se acomodó la blusa, busco sus

chanclas que estaban junto a la vasenilla, dijo su ultimas oraciones de la mañana antes

de incorporarse de la cama. En algún momento pensó en llamar a su esposo Miguel,

que aun atrapado por la profundidad del sueño yacía anclado en el rincón de la cama,

ausente de la vida y flemático del tiempo.

Josefina, con paso lento por el cansancio que va dejando la vida, los años y las

ausencias de los días felices que se fueron ausentado y perdiéndose como cuando las

gaviotas cruzan el ancho cielo borrando sus intenciones de regresar a la playa, así

fueron convirtiéndose los últimos diez años, en distancia y silencios albergados en

cuatro paredes de una vieja casucha, que parecía envejecer al mismo tiempo que

ellos(…) los recuerdos ya habían logrado hacer mella en su memoria, por lo que

cada día era igual al anterior, atrapados en la misma casa, tiempo y espacio.

Miguel, su esposo, a sus 90 años ya había pasado por todas las estaciones de la vida

y en el ocaso de su existencia, la rutina lo había puesto en una extraña situación de

tener mucho para contar y poco que decir, solía tener con su esposa encuentros sin

palabras, diálogos sin tema de conversación pero con ciertas miradas aun sinceras,

profundas y honestas.
Cuando Josefina llego a la cocina, juntó algunas chamizas y los carbones, se
dispuso hacer el agua de panela… por un momento se percató que la cocina estaba
poblado por cocos viejos y amarillos por el humo, como un recuerdo aún vivo de
los tiempos de bonaza maravillosa, época donde abundaba de todo sin faltar lo
necesario

65
(…) nuevamente se había perdidos en sus recuerdos, entonces sintió cómo
su mirada se había nublado y un nudo en la garganta motivó en ella el deseo de
llora (…) Pero los ruidos de alguien que se acercaba, impidió que este
sentimiento desgarrador saliera de su alma que por muchas ocasiones había
sentido oprimida.
Era su esposo Miguel, que se acercaba, y con voz apacible, pregunto por el
desayuno, y ella con determinación, afirmo: - Falta Poco, además esta olla es
dura de hervir, y no agrego más a la conversación, y que fue rápidamente
interrumpida por un silencio que pobló la cocina.
-Miguel, quiso confirmar lo que Josefina había dicho, entonces con
aparente calma se acercó al fogón y acomodo la olla en el gancho que colgaba
cerca al fuego. – ¿Qué hora es? pregunto Miguel nuevamente, tratando de
interrumpir el silencio de sus miradas, no demora en sonar las campanas pensó
ella, haciendo memoria que le permitiera ubicarse en el día de la semana y una
aproximación a las horas, - Es temprano contesto ella. En verdad no sabía, en
la casa no había ni un reloj o almanaque actualizados, ellos habían dejado de
contar los días desde que entendieron, sin entender que todo va ir pasando
queramos o no queramos, total cada día se parecía a la rutina del día anterior.
Luego de un momento de aparente calma Josefina interrumpió el silencio y
dijo: - Son las nueve. Fuera la hora que fuera, todavía se demoraría mucho
para ser las tres de la tarde, tiempo en el que en la plaza del pueblo solía
reunirse algunos abuelos que sentados en las bancas entablaban diferentes
tema de conversación con otros para ver pasar las horas de la ausencia
frente sus ojos ya marchitos por el tiempo (…), esta había sido su actividad
todos los días ininterrumpidamente durante los últimos cinco años, tiempo
que le permitió ver cómo las palomas volaban a sus palomares tarde tras
tarde;

66
también pudo presenciar cómo algunos jóvenes se tomaban de la mano en las

esquinas de la plaza como esperando el tren del amor; la tienda de Doña Ana parecía

una estación de Servicio, los transeúntes iban y venían como arrieras cargadas de

recuerdos y melancólicas historias de tiempos pasados (…) cómo Carlos quien al lado

del restaurante de don Eduardo apretaba la tristeza de un bostezo.

Cuando Miguel, logró detener sus recuerdos y apenas se dio cuenta, el agua de

panela empezaba a borbollar, entonces alisto los dos tazas para tomar su café, claro

que el médico le había dicho que evitara tomar tanto de este(...) -Josefina tomó su taza,

al igual que él y entraron nuevamente a su alcoba y allí como siempre trataron de

buscar un tema de conversación, casi a media taza, Miguel preguntó, - ¿cómo va la

hecha del nuevo delantal? bien, - respondió ella, falta organizarle el ribete, y creo que

lo podré estrenar el domingo, - Querrás decir mañana, - ¡¡¡cómo! Expreso atónita,

como cuando se recibe una noticia que deja a todos sin palabras. – Tan rápido se ha

acabado esta semana – dijo, tratando de interrogar a Miguel, quien dio otro sorbo de

café, un poco simple, pero siempre bueno como a él le gustaba.

- Sabes, que no hay ya nada de mercado, repuso Josefina; lo poco que hay alcanzará

para el almuerzo, - Miguel enmudeció por completo, pues no tenía ya dinero y le daba

pena ir a fiar en la esquina pues no sabía cómo lo iba pagar, tomo su café con más

lentitud, daba vueltas a la borde de la taza con sus dedos envejecidos, como tratando

de disipar las penas y ahogar este negro sentimiento de impotencia que lo abrigaba,

por el hecho de no tener un céntimo en sus bolsillos.


- Ya miraremos, repuso Miguel. A lo que Josefina con un profundo suspiro
recuperó la calma: – Estaba quedando como claro el café, repuso ella, tratando de
cambiar un poco la conversación, -No importa, es por nuestra salud, dijo Miguel
recordando que

67
debía tomar la pasta de las 10 a.m. (…) siendo así se tomó la pasta y, pasó a la cocina

donde el fogón ya empezaba a apagarse, llamó a su esposa para que organizara el almuerzo

pues este tinto ya hacía parte del desayuno.

- Será matar la gallina, repuso ella desde la alcoba con cierta sonrisa, si esa es la

solución, que le vamos hacer contesto él de inmediato, sin pensar en este miserable

animal, que en su corta vida sólo había puesto un huevo. – Entonces, ¿pongo el agua a

calentar? (…) inmediatamente ella se incorporó de la cama y fue a la cocina para terminar

de concretar lo que sería el asesinato de este pobre animal, que por hoy solucionaría el

asunto del almuerzo (…)

(…) Ya pasada la hora del almuerzo y en la proximidad de las tres de la tarde Miguel

tomo su bastón, su viejo sombrero y camino tras sus pasos hacia la plaza, a la rutina que ya

estaba acostumbrado, las mismas casas, calles y personas a quienes conocía de toda la

vida, por quienes sentía un inmenso cariño y amistad. Esta tarde Miguel no solo visito la

plaza sino que recorrió cada uno de los lugares y negocios de la misma, quiso hacerlo en el

ánimo de saludarles pero en realidad este sería su despedida sin saberlo al regresar a casa

quedaría atrapada de una vez y para siempre en el sueño de la muerte.(…)

A la mañana siguiente cuando los rayos del sol entraban a la pieza matrimonial,

sentada en la cama, Josefina ya hacía su oración al Dios del cielo por su esposo Miguel

cuya vida se fue apagando lentamente. Al correr la noticia en el pueblo las gente poco a

poco fue llegando y se percataron de la miseria humana que los invadía y de la que ellos no

se habían dado cuenta, pero que importaba si Miguel ya no estaba, pronto sería las tres de

la tarde hora de su entierro (…) pero vez el ruido de las campanas hizo que las palomas

surcaran el cielo, y entonces la plaza se pobló de recuerdos.

69
CAPITULO III

MANZANARES UN CORREDOR CULTURAL / TURÍSTICO



El espacio natural como la montaña, el
riachuelo o el mismo valle puede ser aún el
lugar quimérico que miras en la cotidianidad,
sin asombro y con el espíritu infantil perdido
que te impide descubrir la magia que lo habita
y que luego te habita si así lo deseas.
El paisaje natural cafetero, la empinada
montaña que se levanta en la cordillera o el
riachuelo que corre presuroso por entre las
piedras es para los lugareños una costumbre
diaria que sólo despierta envidia y celos
cuando otro, el foráneo empieza amarlo, a
descubrir su magia que sólo está en los ojos
de quien lo contempla.
La falta de identidad y arraigo
con la riqueza natural manzanareña,
es la mayor distancia que les impide
a sus habitantes luchar por su cuidado
y preservación, tal vez con el tiempo
cada uno pueda abrir los ojos por
completo y redescubrir la magia
de las cosas sencillas que ante nuestros
ojos parecieron rutina. Y cuando eso pase
esperamos no sea demasiado tarde.

70
CERRO DE GUADALUPE

(Fotografía Toro, E 2016)

Pasaron milenios para saber un poco más de la importancia de una


imponente montaña que se encuentra ubicada en el corazón de la cordillera
central en todo el oriente del departamento de Caldas, es decir, en la cuna de la
cordialidad y el aguardiente amarillo, donde su gente pujante, emprendedora y
aguerrida le madruga a la vida desde antes que los rayos del sol toquen la cima
de “Cerro Guadalupe”.
Desde allí se respira un aire fresco con sabor a paz, el sol sale por el oriente
como un niño dormido; y en la medida que transcurre el día éste se va
desvaneciendo por el occidente donde sus destellos de luz logran azotar con
furor las entrañas y los rincones más inhóspitos de este cerro, que permite
contemplar un horizonte lleno de esperanza; es en la cima cuando se logra
experimentar un silencio majestuoso que le brinda al alma

71
más intranquila la oportunidad de encontrar su serenidad, dándole tiempo
al tiempo para pensar.
Cuando el sol baja su guardia, las retinas se deleitan en el horizonte con uno
de sus sublimes atardeceres que distrae la mente de quien lo contempla ante la
inocente pregunta ¿A dónde va este gigante todas las tardes? ¿Cuándo no
regresa el Sol en la mañana, acaso ha huido con la luna? (…) en la fatiga de la
tarde, la noche llega para cobijarnos con su manto y preparar el momento
donde el firmamento expone sin miedo algunos luceros señoriales, las bajas
temperaturas hacen estremecer el pulso, porque provoca una extraña inercia
que congela, hasta el punto en que los latidos del corazón luchan por preservar
la vida. Algunas mañanas suelen recibir a sus exploradores con una intensa
neblina, haciendo del camino hacia la cima un trayecto con cortinas, que se
agita sin parar colina arriba.

72
LA MONTAÑA CON OLOR A CAFÉ.

(Fotografía en la vía hacia Manizales, Toro, E (2016))

Hablar de la cultura cafetera, es rendir un homenaje a todas las familias en


cuyas miradas alegres, entusiastas y picarescas aún hay esperanza pese a que se
ven obligados a hablar de su historia para visibilizar sus voces de profunda
melancolía, de extraño silencio (…) entre una anécdota y otra el recuerdo
revive el horror de la guerra que te eriza la piel, araña el alma y comprime el
pecho por las lágrimas que aún no lavan del rostro el dolor que causa tanto
olvido del campo y cuya violencia tiñó de sangre el surco que años atrás
anunciaba el progreso.
Manzanares aún está poblado de recuerdos y casas vacías, de ventanales
abiertos mecidos por el viento, la falta de ocupantes, los patios cubiertos de
maleza, las telarañas extendidas por entre los corredores son el rastro y el
deseo de querer nombrar a quienes se fueron alejando en la distancia y que
sólo pudieron llevar consigo todo aquello que

73
les cupo es sus recuerdos (…). En la voz de Leonor González su canción
“Campesino de Ciudad”, narra un poco del éxodo que ha vivido el campo,
problema al que le han dado la espalda los dirigentes del país.
No le canto al campesino, quedan pocos campesinos,
No le canto a su parcela, ni al río, ni a su morena,
No le canto simplemente porque dejó la montaña,
Porque cambio su vereda por una calle asfaltada
Y su cielo de abril por un techo de lata,
Y su burro y su buey por un bus de nostalgia.
Campesino, campesino de ciudad
que sigues siendo campesino, campesino de verdad,
Aunque quieras otra vida encontrar
Campesino naciste, campesino serás.

Es que la ruralidad del país aún no logra sobreponerse al subdesarrollo, porque


la desigualdad social y el horror del conflicto armado lo aleja, pero no lo
detienen. La vida del campo tiene una larga historia de violencia con una
renovada capacidad de resistencia, de quienes se negaron a dejar su tierra pese
a la indiferencia y mezquindad del estado; el campo por años ha sido
desangrado por los constantes saqueos, el conflicto armado y la lucha de
partidos políticos con intereses egoístas que no han logrado robar la esperanza,
pese a la mano invisible del inquisidor que se extiende sobre los más débiles
para convertirlos en víctimas, desplazados y muertos, aún hay “esperanza”,
no importa que la tranquilidad de la montaña hubiera sido interrumpida por el
estridente ruido de la guerra, aún hay “esperanza” una esperanza que está

Cantante, actriz, folclorista y exrepresentante a la Cámara afrocolombiana,


conocida como La Negra Grande de Colombia. Ha incursionado en ritmos
como boleros, pasillos, bambucos, ritmos del Caribe y del Pacífico.

74
representada en el campesino que entrega su fuerza de trabajo al arado, a la siembra y

al progreso.

Manzanares tiene esperanza en cada uno de sus labriegos, hombres y mujeres sencillos

que se extienden por toda la geografía en sus tres corregimientos, son ellos la fuerza

productiva de la región, sus rostros son la mejor descripción de la cordialidad, amabilidad

y familiaridad que logran sentir propios y extraños que una vez pasan por esta tierra se

enamoran de sus paisajes, hermosas casas que son adornadas con el colorido de sus

jardines y los diferentes cultivos que anuncian la llegada de tiempos mejores.

Manzanares, un recuerdo atrapado en el tiempo…

…Mucho antes que estas líneas pasen al olvido, los manzanareños sentirán nostalgia

(…) entonces desearían ir tras sus últimas pisadas, para recordar, vivir y dejarse atrapar

nuevamente en la magia que envuelve la cultura cafetera, muchos desearán poder volver a

escuchar las historias narradas por los abuelos al pie del fogón o la vela; ansiarán ver las

casas de corredores en redondo habitadas por numerosas familias que alcanzan hasta una

docena o más; imaginarán en el corredor a las abuelas sentadas bordando cortinas,

mantas, enaguas o manteles mientras sus mentes están absortas en las aventuras

“Kaliman, el hombre increíble” “ Arandú” o “ El conde de monte cristo” radionovelas

transmitidas todas las tardes en la emisora radial de “ Todelar” (…) los recuerdos seguirán

llegando, las historias se seguirán tejiendo y Manzanares seguirá viviendo en la memoria

de quienes se resisten a olvidar (...)


Porque, la esencia de la cultura cafetera está representada en el manzanareño de a pie,
que mucho antes que sol salga en el horizonte ya se ha levantado para iniciar su

75
faena, que va desde el ordeño, la lavada del café, el corte de pasto, traída de leña

entre otras muchas actividades hasta (…) antes de las siete de la mañana en el fogón

los carbones rojos habrán terminado de dorar las últimas arepas, el chocolate

humeante que se encuentra cerca al chimenea, la señora de la casa “la doña” va y

viene en la cocina alistando las tazas de pucha, el plato para servir el desayuno

“trancao o con morro” a los trabajadores, quienes desde las primeras horas de la

mañana y muy abrigados con plásticos, zamarros se perderán entre los arbustos de

café para iniciar la recolección del grano.

En la tarde, entre luz y noche regresaran cargados con costales repletos de granos

de café, son hombres agobiados por el sol o la lluvia no terminarán la jornada hasta

que el último grano haya pasado por la máquina despulpadora que a dos chorros es

impulsada por la fuerza del campesino, luego de unas miles de vueltas a la manivela el

grano será separado de la pulpa, y a la mañana siguiente éste será lavado para luego

llevarlo a las improvisadas eldas, paseras o lugar donde será secado el grano, actividad

que se seguirá repitiendo por mucho tiempo.

Hay quienes afirman que el árbol de café llegó al Viejo Caldas alrededor de 1880 y

su siembra fue motivada por la cultura antioqueña que vio en la región una zona apta

para hacerlo, adicionalmente incluirían el maíz, el frijol y la caña de azúcar, cultivos

que aún continúan siendo uno de los más importantes renglones de la economía, en

Manzanares.
Adicionalmente en los últimos años, por la fuerte crisis de los agricultores y el
bajo precio del grano, las familias han tenido que recurrir a otros cultivos como el
plátano, el aguacate y los cítricos, lo que ha implicado que el paisaje cafetero haya
tenido una ligera variación con relación a los años anteriores o tiempo que los
abuelos suelen

76
nombrar como época de la bonanza, que era cuando los árboles de café
alcanzaban por la gran cantidad de grano un rojo intenso, las ramazones eran
agobiadas por el peso y sobre el suelo se extendía un inmenso manto rojo de los
granos que ya se habían desprendido.
Es que Manzanares, por muchos años ha sido un excelente productor de
café, los campesinos habitantes de la ruralidad cuentan con pequeñas y
medianas parcelas sembradas hasta los límites de la ribera o el peñasco con
árboles de café, que en los primeros meses del año se convierten en un manto
blanco extendido en la montaña cuando la florescencia anuncia la llegada del
grano, es entonces cuando la rama queda llena de pequeñas espinas, luego
pequeños botones verdes y finalmente el fruto maduro que logra revivir entre
los caficultores la esperanza, la motivación y la gratitud para con la tierra, que
luego de tanto ararla da sus mejores frutos.
La cosecha del café es símbolo de trabajo y de largas jornadas que inician
desde muy temprano en la mañana para los jornaleros o recolectores del
grano que se adentran en el cafetal y uno a uno van llevando al coco o
canasto este preciado fruto. Con la cosecha de café reviven en los pueblos el
entusiasmo por la fiesta, el jolgorio y la parranda, las cantinas se llenan de
campesinos y trabajadores que han salido el fin de semana al caserío o
pueblo a comprar la remesa o mercado para la semana siguiente, pero antes
de regresar a su finca ubicada en una de las muchas veredas se encontrará
con el amigo, el conocido o el vecino, entre “Pola y Pola” o cerveza, se
tejerá una historia y otra que habla de planes futuros y sueños que los
campesinos abrigan en sus corazones para cuando el dirigente vuelva su
mirada hacia el campo y lo haga con amor, para renovar en él la fuerza, que
impulsa al país hacia un verdadero progreso.

77
Pero mientras esto pasa cada uno de los agricultores volverán a sus casas,
cargados de sentimientos encontrados, por haber comprado lo que necesitaba
para su finca, pero al mismo tiempo de saber que el precio de la carga de café no
compensa tanto esfuerzo, el dinero no alcanza sino para lo necesario, los
químicos son altamente costosos, la mano de obra empieza a escasear, la plaga
del café anuncia tiempos de crisis. Pero aun así, el campesino no teme, no
pierde el entusiasmo y la fe, aunque le hayan mentido cientos de veces, él
continúa en pie de lucha amando su tierra, cultivando sus árboles de café y
acariciando a la tierra día a día aguardando para esta historia un final feliz que
espera llegue un día después de mañana.

78
ADIOS PARA SIEMPRE A LA CUNA DEL AGUARDIENTE
AMARILLO.

Fotos | Benjamín Patiño Toro | LA PATRIA – 2015


Ya no vive nadie en ella
y a la orilla del camino silenciosa esta la casa
se diría que sus puertas se cerraron para siempre
se cerraron para siempre sus ventanas.
(Jorge Molina - Pasillo)
El último recuerdo…
Para el año de 1905 en el departamento Caldas, en el municipio de
Manzanares nacía uno de los mejores licores “Aguardiente Amarillo”, en un
artesanal sacatín el señor Juan de Dios Echeverri sería el creador de tan
embriagadora fórmula. Este licor, uno de los más emblemáticos inventos de la
cultura Manzanareña ha permitido por más de una ocasión que las personas
festejen, se entonen, celebren y compartan con sus amigos unas cuantas copas
al son de buenas canciones.

79
Hasta el año 2016 parte de la antigua construcción donde se destilaba esta

bebida logró mantenerse en pie ante la impavidez de todos los manzanareños, pero la

cuna del Aguardiente Amarillo se vino abajo. La antigua construcción de bahareque y

tablas paradas no soportó más el peso de los años, la humedad, la mugre, el comején

que fueron devorando la casa sin ningún escrúpulo (…) Muchas personas del pueblo

subían a visitarla para recorrer su parajes de manera física y mediante anécdotas

que surgían al instante para hablar del Manzanares de la época y del como en este

punto nacía para aquel entonces una de las más importantes y prometedoras

empresas para el Oriente del departamento… no obstante luego de ver la vieja

construcción que apenas medio lograba sostenerse, sabían que esta época dorada

había pasado y que lo que cuentan hace parte de recuerdos, fotos a blanco y negro que

guardan en su mentes, solo eso…


2
El espacio ocupado por la antigua casa tenía un área aproximada de 400 m

dispuestos en dos pisos; la primera planta era una espaciosa habitación sin

divisiones donde se hallaban “los alambiques” y maquinaria para la producción; para

quienes no conocen un alambique es un aparato utilizado en la destilación de líquidos

mediante un proceso de evaporación por efecto del calentamiento y condensación. La

segunda planta de la casa estaba ocupada por un amplio corredor en forma de “ele”

con vista al patio, adicionalmente estaban tres piezas que funcionaban como oficinas o

áreas administrativas y bodega del producto o bebida.


El deterioro de la casa fue inminente, iniciado por el costado derecho donde la
humedad y agua lluvia pudrió por completo el corredor y las vigas, sin nombrar las
hojas de zinc viejas y mohosas que fueron arrancadas del caballete de la casa a
causa de

80
los vendavales, permitiendo que en tiempo de lluvia el agua se filtrara
en su interior acelerando cada vez más su desplome.
No fue posible la recuperación de esta edificación que tiene tanto significado
histórico para Manazares y el departamento. Su restauración hubiera sido sin
lugar a dudas uno de los destinos turísticos de quienes transitaran por el oriente
de Caldas, pudiendo contemplar en esta vieja casa no sólo la cuna del
aguardiente amarillo, sino el de una de las más importantes empresas de los
Caldenses como lo es la “Industria licorera”; pero que ciegos estaban quienes
permitieron que esta casa emblemática se viniera abajo, que faltos de
identidad, de sentido de pertenencia para con un legado cultural que no nos
pertenece porque debe ser transmitido de una generación a otra para asegurar la
raíces que nombran y describen al manzanareño en cualquier lugar del mundo.

Aguardiente… El último y nos vamos…

Con la llegada de Cristóbal Colón a América llegó la caña de azúcar,


planta de la cual años después se elaboraría a base de fermentación lo que los
nativos conocieron con el nombre de “Quechua” o “Guarapo”, aunque los
indígenas consumían para entonces la chicha, la fórmula del nuevo licor traído
del viejo mundo con sabor agridulce, cautivaría sus paladares y gargantas.
Pero no fue hasta el siglo XV cuando la caña de azúcar llega a ser cultivada
en el nuevo mundo en gran escala en las regiones del Brasil, por lo que el
origen del aguardiente esboza una parte de esta cultura y sus raíces, lo que
lo lleva a tener varias nominaciones tales como: agua bendita, branquinha,
cachaça, caninha, purinha y zuninga. Sin embargo fueron los árabes los
primeros en lograr destilar vino para obtener

81
alcohol por lo que se puede considerar a “Arnau de Vilanova” y “Ramón

Llull” como los padres del aguardiente. Uno de los ingredientes más comunes de esta

bebida es el anís, que según los registros históricos fue el mismo Carlos Magno en el

año 812 quien mando a cultivar grandes extensiones de tierra, es importante resaltar

que esta planta es poseedora de propiedades estimulantes de ahí que su nombre venga

del griego “anisemi” cuyo significado hace referencia a excitar; además el anís

también fue empleado para mejorar afecciones del aparato digestivo, evita el mal

aliento o halitosis, sirve como remedio natural para la candidiasis, eliminar los gases

del tracto intestinal, favorece el sueño y mejora el descanso entre otras bondades.

Fue mucho antes de la llegada de los colonos a América, que los aborígenes ya

elaboraban bebidas como la chica a base de procesos de fermentación del maíz, la

yuca, la piña, la mandioca y el maguey. Por lo que fue 100 años después de la

colonización cuando el proceso de destilización de la caña de azúcar tomara mayor

relevancia y pasara a ser elaborada en grandes cantidad con fines comerciales en

Colombia, de esta manera pudo llegar hasta estos parajes.

El uso de la bebidas embriagantes tiene sus orígenes desde tiempos milenarios o

mitológicos cuando Dioniso o Baco el dios de la vendimia y el vino seducía al hombre

mortal, inspirándole locura, frenesí y el éxtasis; bebidas que se convertían en fuertes y

efectivas pócimas capaces de inhibir cualquier pena de amor, tristeza, rabia o estado

de soledad. Todos los que logran caer en sus efectos danzan, cantan, bailan, su risa

exagerada era el síntoma de que quien lo toma, deja de estar dominado por la razón

para ser movido por la emoción.

82
Es así, como en medio de la festividad, los tragos convierten a todos en conocidos

y amigos cercanos, quienes luego de algunas horas y bajo sus efectos o embrujo,

reviven en los festejantes muchas expresiones que podrían ser recogidas en uno de los

fragmentos de canción “El vino” compuesta por Alberto Cortes:

El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.

Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma


de los que bajan los ojos, de los que esconden la cara.

El vino entonces, libera la valentía encerrada


y los disfraza de machos, como por arte de magia...

Y entonces, son bravucones, hasta que el vino se acaba

Pues del matón al cobarde, solo media, la resaca. (…)

No es para menos en la cultura Antioqueña – Tolimense, con fuertes raíces criollas

evidenciar la típica situación que en tiempos de café estén las cantinas repletas y bares

llenos de hombres embriagando desde los viernes en la tarde hasta el lunes o martes,

tomando al son las canciones de: Darío Gómez, Luis Alberto Posada, Yonny Rivera y

otros grandes exponentes de la música popular y de despecho. Pero unas horas o días

después, estos mismos hombres se hallen dominados por el licor, incapaces de

moverse o de mantenerse en pie, sintiendo en la boca el peso de su lengua que les

impide tener una conversación fluida; pero aun así el manzanareño encontrara en cada

copa un motivo para brindar, bien sea por el amigo que se fue o el que llega, por el

amor que se acaba, por quien se murió dejando en el alma una profunda pérdida, (…)

en fin, cientos de motivos reunidos alrededor de una mesa, acompañadas de copas de

vidrio y una botella de aguardiente amarillo.

83
Todo esto hace parte de la región y su cultura conformada por personas
alegres y aguardienteros, que llevan en el corazón y las venas el néctar de esta
rica bebida que aunque la casa de su origen se vino abajo, los manzanareños
siempre encontrarán un motivo para brindar porque para tomar aguardiente
sólo se necesita un motivo y un amigo.
Por ello, para cuando los manzanareños regresen sobre sus pisadas
recordaran la letra de la reviven las notas del pasillo de Jorge Molina en la voz
de Silva – Villalba, como un claro de luz en la memoria que aún sigue aferrada a
sus recuerdos.

Dolorido, fatigado de este viaje de la vida


he pasado por las puertas de la estancia
y una historia me contaron las acacias
todo ha muerto, la alegría y el bullicio.
Los que fueron la alegría y el calor de aquella casa
se marcharon unos muertos y otros vivos
que tenían muerta el alma
se marcharon para siempre de esta casa.

Entonces dirás al final de la canción, adiós para siempre sacatín.

84
DIVINO NIÑO, LUGAR DE ESPERANZA

Desde la base del pueblo nace la una imponente montaña que se extiende en
varias direcciones encontrándose con las demás montañas que sirven de
fortificación al pueblo, su fondo es un verde intenso que combina muy bien con
cientos o miles de sietecueros, carboneros, guaduas, guayabos, entre otras
variedades que se reparten por las extensiones de pradera donde pastan el
ganado (…) Al parecer, no es más que una montaña sin igual, en verdad lo
fuera, sino no es porque en la cima yace una imagen protectora o guardián de
nuestros sueños.
En el punto más alto de la montaña, está la imagen del “Divino niño” que se
yergue entre las nubes blancas o el verde oscuro de la montaña, lejos del ruido
ensordecedor de los carros y la gente; desde este punto se puede observar por
completo el caserío, lo que hace sentir más seguro a sus habitantes, porque en
un acto de fe imaginan como todas las noches esta tradicional imagen cubra a
todos con su manto protector luego que el cansancio y la faena del día rinde uno
a uno por completo en un profundo sueño.
Sólo subiendo a la cima puedes experimentar muchas sensaciones que dan
serenidad al espíritu, apaciguan las preocupaciones, tristezas y enojos; y
cuando tu mirada se logra perder en el horizonte empiezas a descubrir detalles
que te ayudan a justificar el recorrido, entre estos podrás ver como las casas con
la distancia parecen haberse encogido y las personas que transitan por las
calles no son más que diminutas hormigas (...) con aparente calma buscas tu
casa y la de otros (…) te ríes, gritas, cantas, lloras, abrazas a tus amigos y besas
al amado (a) (…) o sencillamente permaneces en silencio mientras el viento
golpea tu cara y agita bruscamente tu cabello, y entre un suspiro que se
confunden con tus pensamientos el viento se llevara tus oraciones (…)
Cuando

85
logras experimentar estos detalles entiendes por qué esta montaña no es
igual a las otras, porque su magia y encanto son la fuerza protectora que
defiende y cubre a quienes con fe han confiado su vida al creador.
Desde hace muchos años esta montaña ha sido visitada por una romería de
creyentes, día a día suben devotos del “Divino Niño de Praga” a implorar un
favor, a dar gracias por un bien recibido. Actos como estos reafirman la fuerte
tradición religiosa del pueblo Manzanareño, que en tiempos de crisis o
profunda angustian no tiene más que abandonarse en la misericordia de Dios,
de quien esperan recibir los favores merecidos según sean sus actos. Pero solo
quienes han subido sumergidos en una profunda fe y abandono en la
misericordia de Dios, pueden dar testimonio real de los favores alcanzados;
aunque el trayecto no es fácil hay quienes lo hacen con mucha fe acompañando
cada pisada con profundas meditaciones y sincero arrepentimiento, como ya lo
había expresado la Santa Margarita del Santísimo Sacramento (1636) “Todo lo
que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración será
escuchada”
Por ello, Manzanares le rinde tributo y adoración al Hijo de Dios, confiando
a su intercesión el amparo y protección de todos. Desde la plaza del pueblo
puedes levantar la vista hacia le cima de la montaña y ver un pequeño punto
blanco, allí está la imagen que abre sus brazos y te invita a no perder la
esperanza, la fe y abandono total a Dios quien desde la inmensidad del
universo cuida de todos.

86
EL CAMINO DE UN VALIENTE

(Fotografía Sebastián Escobar 2016)


La capa del viejo hidalgo se rompe para hacer ruana,
y cuatro rayas confunden el castillo y la cabaña,
es fundadora de pueblos con el tiple y con el hacha,
y con el perro andariego que se tragó las montañas.
(Luis C. González –Bambuco)

Desde mucho antes que los rayos del sol rasguen el cielo en el horizonte
nace una esperanza para el arriero, esperanza que lo conduce en la búsqueda de
la tierra arisca, intransitable, cubierta de lodo amasado y formado por los
cientos de bueyes y mulas que bajan y suben por los caminos de herradura. Con
cada amanecer nace para el arriero la esperanza, la ilusión de un nuevo y mejor
comienzo abrigado en la siembra, en el arado que convirtió la agreste montaña
y el peñasco en la cuna del maíz, el frijol, el café y la caña.

87
Mucho sufre el arriero que viaja cientos de leguas de camino, con su mulada o sus

bueyes, su traje típico es su mejor escudo, conformado por el sombrero que lo abriga

de los imponentes rayos de sol, la camisa de manga larga y de tela delgada para no

sofocarse en el camino, con unos cuantos dobleces sobre su brazo, el poncho que lleva

sobre su hombro le permite secar su sudor o en ocasiones será su primer abrigo en

medio de la inclemencia del tiempo; su pantalón largo remangado a media canilla

hasta donde sube la tira de sus alpargatas fino tipo de calzado que es adornado con el

carriel que cuelga sobre el lado izquierdo de su cuerpo y al lado derecho yace la

cubierta de cuarenta ramales con su afilado machete en caso de ser requerido en

medio de la travesía o viaje del típico arriero; no puede faltar tampoco el delantal o

tapa pinche, además de su zurriago o garrote que tiene atado a la parte superior un lazo,

el que le permite arrear la mulada que va de un pueblo a otro llevando y trayendo el

abastecimiento para las fondas o posadas de la época.

Para los años 1870 la ola colonizadora de la región antioqueña se dirigía al sur, un

movimiento tardío como lo recuerda el texto “Colombia país de Regiones (1998)”,

permitió incursionar en las tierras cálidas que miraban hacia el Magdalena y de donde

surgieron para aquel entonces Manzanares (1860), Pensilvania (1866), Marulanda

(1877), Victoria (fundada en 1525 y refundada en 1879), Marquetalia (1880), Samaná

(1884) y La Dorada (1886) simultáneamente llegaron al norte del Tolima. Desde

entonces la arriería fue una de las actividades más realizadas por los nuevos

pobladores que convirtieron esta zona del oriente en la mayor y más importante ruta

de tránsito hacia Honda y Sonson, siendo Marquetalia, Pensilvania y Manzanares los

pueblos que mayor beneficio le encontraría.

88
Y así, ya listo el arriero, dichoso encaminaba su trayecto con la alegría de su
costumbre, en cada momento de su camino construía su paso a paso, para que
él y otros más transitaran estos caminos. Llevaba consigo bultos de maíz, frijol
y café hacia el puerto de Honda y de regreso volvía cargado con telas, prendas y
utensilios de importante valor para las actividades de la casa o el cultivo del
campo como lo eran el azadón, la pica, el calabazo, las herraduras entre otros.

El arriero se convirtió entonces en una especie de soldado de fornida


estampa, de brazos musculosos formados por la fuerza del trabajo que genera
el cargue y descargue de las mulas y bueyes. Como buen soldado no ignoraba
los peligros hallados en la espesura de la montaña, la cañada o el valle,
tampoco temía a los espantos de la noche o la historia de brujas, duendes y
hechiceros aunque hubiese sufrido de sus dejaciones. El arriero, era el valiente,
corpulento y arriesgado campesino capaz de soportar duras faenas, largas
horas de camino y fatigantes actividades en medio de su trayecto.

(Fotografía Sebastián Escobar 2016)

89
Es así, como mucho antes de rayar el alba, ya se encontraba luchando en la
penumbra, reuniendo a su mulada, organizando su soga, la enjalma o aparejo, y
revisaba con detallada calma el estado del pretal, la retranca y la cincha, puesto
que una caída de la carga en medio del camino implicaría retraso en su viaje,
que por lo general tardaba días completos e incluso hasta semanas, o la muerte
inminente de una de sus mulas; otro detalle de importante atención era la lía y
la sobrecarga hecha de la piel del ganado con el que amarraban la enjalma y dos
bultos de carga que llegaban a pesar entre 8 y 10 arrobas.
Ya en la montaña se escuchaba a lo lejos los gritos del arriero que alentaba a
su mulada a la marcha en el camino, donde el fango amasado por cientos de
mulas que iban y venían se convertía en la más peligrosa trampa, porque el
barro se tragaba casi por completo a la mula y luego de una aparente lucha entre
la fuerza del animal y la fuerza del barro que lo succionaba hasta que él se daba
por vencido y se dejaba caer rendido ya sin fuerzas sobre el fango o lodazal y
que el arriero no tenía más que desmotar su carga y ayudarle a salir de esta
fangosa situación.
Manzanares, empezaba entonces a ser una aldea en medio de la montaña, unas
cuantas casas de los primeros pobladores servían de fonda caminera para todos
los arrieros que la penumbra de la noche o un inusual aguacero les impedía
continuar su viaje. Y es que en este pequeño caserío el día nacía con los gorjeos
de lo los pájaros, los cantos de la aves, el gallo en el corral, la vaca que bramaba
incesantemente en el potrero y los arreboles que empezaban a salir en el oriente
por entre las montañas, que horas después serian penetradas por los rayos del
sol; pero mucho antes las mujeres ya se habían levantado, desde sus ranchos
salían cortinas de humo que avanzaban hacia el cielo, una tenue luz generada
por una vela o lámpara de petróleo se lograba divisar a lo

90
lejos en medio de las sombras oscuras de la mañana, donde también era usual

escuchar las improvisadas oraciones de las familias que encoraban el rosario.

Y como si se fuera un cuento de hadas con el pasar de las horas todos se habían

levantado y nuevamente la faena de la vida empezaba como si se tratara de una historia

que se repite una y otra vez; pero a esta hora ya el arriero había emprendido su camino,

mucho antes que el sol de la mañana hubiese cubierto por completo el campo y la

montaña.

Ya en medio del día, cuando el sol cae perpendicularmente por entre los árboles a

algunas horas de camino, el arriero realizaba el acostumbrado requinte para luego

disponerse a comer su fiambre que traído para el camino y envuelto en hojas secas al

humo del fogón, en su interior había arroz, arepas, bollos de maíz o queso;

adicionalmente en su mochila un pedazo de panela y una totuma para recoger agua.

Continuando con su marcha, se solía encontrar con los bueyes o mulas de otro

arriero conocido o amigo suyo que venía de regreso. Muchos de los animales

fatigados por el viaje iban embarrados hasta la orejas, los bueyes llevaban barro hasta

en sus cachos; el saludo entre los arrieros estaba motivado por una anécdota referente

a la peripecias tenidas en el camino, con el fin de alentar a su compañero en los

cuidados que debía tener en el trayecto de la montaña. Y luego de unas cuantas

palabras de advertencia cada uno continuaba su viaje.

El sol ya fatigado por la jornada empezaba a declinar, el manto de la tarde trae

consigo el sonido de algunas aves que también regresaban a sus nidos a calentar sus

pichones o huevos en medio de la noche, mientras en el horizonte densos nubarrones

presagiaban llovizna o aguacero.

91
Otra jornada había avanzado, el arriero muchas cuestas y descensos había

caminado, la recua de mulas y bueyes rezagadas avanzaban con la cabeza abajo

agobiadas por el peso de la carga. El arriero debía descansar, desmotar la carga y la

enjalma de sus animales que luego caerían al piso en medio de la tierra, el pasto o el

polvo, para darse un fuerte revolcón, ritual que realizaba una a una las mulas en busca

de descanso, de esta manera el arriero organizaba la carga, juntaba algunas chamizas y

preparaba el fuego para calentar su fiambre y abrigarse del frío de la noche que ya

había cubierto con su oscura capa todo el firmamento. No todas las noches eran

oscuras, algunas estaban acompañadas por cientos o tal vez miles de luceros que

titilaban a lo lejos con si fueran luciérnagas incapaces de conciliar el sueño.

Habían pasado semanas desde que el arriero salió de su casa con sus mulas hacia el

puerto de Honda (Tolima), muchos habían llegado a una posada conocida donde luego

de un baño reparador cambiaban sus ropas embarradas para salir a la calle, donde

cientos de arrieros llegados de otros pueblos cercanos contaban a los conocidos y a

extraños las peripecias y pérdidas en el camino, otros solo hablaban de negocios,

dinero y mercancía, otros tantos trataban de imaginar nuevas rutas de acceso más

cortas que las hasta el momento conocidas; en fin el puerto de Honda se convertía en

un caserío repleto de gente con muchas historias, pronto los recién llegados iniciaban

su camino de regreso cargados de mercancía, regalos para su mujer e hijos, regalos de

la capital que habían llegado a través de la ruta de navegación del rio Magdalena. Por

cierto el fuerte sol era agobiador y sofocante, la brisa que llegaba desde el rio no era

suficiente para apaciguar estas altas temperaturas que solo dan ganas de quitarse la

ropa y andar en cueros.

92
Ya en la noche, los arrieros, en la posada repasaban la lista de encargos que debían

llevar luego de vender el café, el maíz y el frijol. Con todo listo se preparaban para

pasar la última noche en la posada luego de haber revisado el pretal, la cincha y la

retranca (…). Muy de mañana antes de que el gallo anuncie el comienzo del día,

reunirían nuevamente su mulada en la penumbra de la madrugada y con la ayuda de

otros arrieros realizaban la carga de su recua de mulas para iniciar su camino de

regreso a Manzanares, Pensilvania y Marquetalia mucho antes de que los primeros

rayos del sol salieran en el oriente.

Listos y felices los arrieros para el viaje de regreso sentían satisfacción porque

habían adquirido a buen precio los hilos, telas, brocados y gobelinos traídos de

Damasco, sedas de la China, objetos de cobre, juguetería de Francia para sus hijos,

manteca, arroz entre otras muchas encomiendas que abastecerían las fondas y tiendas

de los pequeños poblados que se abrían paso en medio de las agrestes montañas.

La mulada ya estaba en marcha y avanzaban sin detenerse, el camino de regreso

podían ser un poco más peligroso, los esperaban canalones repletos de lodo y barro

amasados por cientos de mulas, que transitaron antes que ellos. Alguna que otra mula

moría en el camino, luego de que el fango la asfixiara por completo o en su defecto

alguna se podía fracturar una de sus patas en medio de las raíces que se hallaban

tendidas en la enmarañada montaña y si esto pasaba el arriero no tendría más remedio

que sacrificarla y dejarla en la montaña para que fuera devorada por los buitres o aves

carroñeras que pueden detectar a muchos kilómetros el olor fétido de algún animal en

proceso de descomposición. El arriero era consciente de que todo esto podía pasar en

el camino, bien sea de ida o regreso.

93
Ya en la cumbre de la montaña y mucho antes de que noche llegara con los sonidos

de los grillos y aparecieran los luceros en el ancho cielo, fijas a lo lejos titilaban

pequeñas lucecitas en medio del caserío. Era cuando el corazón del arriero sentía

emoción de verse tan cerca de su casa; ya la mulada mal trecha por el viaje avanzaba a

tientas guiada por el sentido de orientación y olfato en medio del camino, al llegar al

puente de madera las pisadas de sus herraduras sacaban de las tablas pedazos de

astillas, el sonido casi en un solo compás que se asemejaba al ruido de los tambores

usados por los indios que se lograba sobre poner al ruido que produce el agua que

chocha con las rocas, y mientras avanzaban las mulas el puente se mecía entre la

espesura de la noche y el abismo.

El paso del puente, es el último trayecto que anunciaba la llegada del arriero, y con

caperuzas en la mano empezaban a emerger de los ranchos otros hombres que acogían

con alegría al recién llegado mientras el dueño de la mula recibía con satisfacción la

encomienda. En el patio yacía una canoa repleta de agua miel y pasto picado,

mezclado con maíz y caña para las hambrientas y sedientas mulas. Luego del

descargue y pasados algunos minutos el arriero, empezaba a narrar su historia y la de

otros arrieros que se encontró en el camino. De esta manera la conversación se

extendían hasta altas horas de la noche mientras desempacaban las nuevas mercancías

y las curiosas mujeres hurgaban entre las encomiendas sus encargos. Ya con la fatiga

del viaje y las altas horas de la noche cada uno se retiraba a sus camas satisfecho. En la

mañana siguiente, ya con más fuerza, el arriero terminaba de relatar sus historias y se

preparaba nuevamente para el próximo viaje.

94
CAPITULO IV

La historia de la Orden Dominicana de Santa Catalina de

Siena es hoy huella y marca de historia en el pueblo

Manzanareño, es la memoria viva hecha palabra, misión y

proyecto evangélico. Un capitulo que tal vez no logra reunir

todo el valor de su legado, entereza, dedicación y formación

educativa prodigada a los niños, niñas y jóvenes de la región.

Aun así, hoy la institución Educativa Nuestra Señora

del Rosario en sus 100 años de historia ha marcado

una huella indeleble en el municipio, su aporte a la

sociedad toma forma y voz propia en quienes portan

con orgullo los valores, principios y virtudes

aprendidas al interior de las aulas, de la voz de sus

maestros y religiosas.

Márquez, en uno de sus textos subraya «la vida no es

la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo

la recuerda para contarla», hoy en este capítulo se

retoman distintas perspectivas, episodios y sucesos

de lo que pasó o pudo haber sucedido, pero que son

finamente hilvanadas por la pluma del autor, cuya

imaginación desea regalar un fragmento de texto no

tan lineal pero si al deleite de todos (as).

95
UNA HISTORIA QUE CUMPLE CIEN AÑOS

«Somos nuestra memoria,


somos ese quimérico
museo de
formas inconstantes,
ese montón de espejos
rotos».
Jorge Luis Borges

Para hablar de la obra misional que cumple la “Comunidad Religiosa de las


Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena” en el municipio de
Manzanares desde su llegada hace 100 años, es necesario recurrir a los libros
de historia y los datos proporcionados por la congregación para regresar en el
tiempo hasta un 18 de febrero 1880 cuando tiene inicio la comunidad como
primera congregación religiosa femenina nacida en Colombia y por la gracia
que alcanza lo invisible sobre lo visible y lo terrenal se les concedió dones y
carismas del Espíritu Santo que esparcidos por diferentes lugares les ha
permitido llegar a 7 países: Venezuela, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México,
Panamá y Colombia, son mujeres valientes, defensoras de la fe, guardianes de
la palabra y firmes en el sí dado a Cristo a través de su iglesia.

96
Poco tiempo después de que su fundadora la Madre Gabriela de San Martin y Fray

Saturnino Gutiérrez, dieran inicio a su obra, como narra el pasaje de Lucas (10,2-3) “Y

les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que

envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No

llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias.” después de un tiempo las nuevas religiosas se

verían abocadas a cumplir con la misión de Dios que les pedía cruzar valles, ríos y

montañas para llevar el mensaje en medio de los tiempos difíciles y de constantes

guerras, pero ellas permanecerían fieles a la persona de Jesús, así como María su

madre en compañía el apóstol Juan, el discípulo del amor, estuvieron de pie junto a la

cruz del maestro hasta el último momento que es cuando se revela la verdadera misión

apostólica.

Para el caso de Manzanares esto no pasaría hasta comienzos del siglo XIX cuando

la región recibe en medio de júbilo a 6 religiosas que viajaron desde la Capital Santa

Fe de Bogotá hasta Manzanares con la firme intención de hacer fructífera la Obra de la

Congregación, desde entonces es como si la mano de Dios se hubiera posado sobre

esta tierra para bendecirla, protegerla y cuidarla, puesto que con la llegada de las

hermanas el cuidado de los enfermos estaría en mejores manos y la educación,

principal fuerza del progreso, estaría impulsada por dones y carismas fundamentales e

importantes, en los cuales debían formarse las niñas y señoritas de la comarca.


Hoy, después de 100 años de este magno acontecimiento, la tierra de Manzanares y su
gente no tienen más que palabras de gratitud para con la comunidad Dominica que ha
permanecido vigilante, activa y comprometida en la formación evangelizadora de
niños, niñas y jóvenes del municipio; confiada en que la Providencia de Dios que las
guío

97
hasta este apartado territorio anclado en la montaña, les permita seguir por muchos años

con la comunidad que las quiere, les valora y respeta.

Hace ya bastante tiempo…, 138 años tal vez…

“La paz de la ensoñadora comarca leyvana, su plaza grandiosa y solitaria, su severo

conjunto arquitectónico, sus callejas recatadas en las que se esfuma la capa y se

vislumbra la tizona, sus rejas que otrora resguardaran rostros anhelantes, siempre me ha

transportado a un mundo casi quimérico... “Villa de Leyva Tradiciones y anhelos”

Napoleón Ignacio Saénz.No se trata de contar la historia de forma completa de la Orden

dominica porque la riqueza de su obra entendida como destellos de luz que irradian “Verdad,

Virtud y Ciencia” muy bien está escrita y descrita en los

libros de la congregación a lo largo de sus 138 años de

existencia como proyecto vital que sigue convocando

jovencitas que sienten el llamado de Dios. Dedicar unas

líneas de este texto a la Comunidad Dominica es un

reconocimiento a su loable y valerosa labor en especial la

de su fundadora la “Madre Gabriela de San Martin” que

desde sus inicios imprimió marcas y huellas en la historia

de los pueblos y personas a las cuales la comunidad ha servido desinteresadamente. Desde el

pequeño poblado de Villa de Leyva (Boyacá) esta historia empieza a fraguarse, algunos libros

lo recuerdan o describen este Poblado así: “Las calles empedradas le dan a la ciudad el mágico

toque del encuentro con un mundo lleno de historias y leyendas que enmarcan esta tierra”.

98
Desde su fundación se había convertido en importante corredor turístico y de

descanso para la colonia, su punto geográfico lo ubica en una zona árida del a altiplano

Boyacense con una amplia plaza y calles empedradas y a su alrededor yacen varias

iglesias y casas religiosas, una de ellas “El convento de San Agustín”, fundado en

1573 por el Ermitaño Agustino Vicente de Resquejada, capellán del conquistador

Nicolás de Federmán, en el año de 1835 quedó abandonado a causa de las leyes del

congreso de Cúcuta promulgadas en 1821; y fue en ese mismo sitio, donde Dios daría

inicio a la obra educativa de Chiquinquirá con el nombre del “Sagrado Corazón de

Jesús” el 19 de julio de 1858 en donde eran formados los jóvenes varones de la

comarca y donde “Fray Saturnino Gutiérrez Silva” siervo de Dios, pasaría a la

historia por fundar “la Comunidad de las Terciarias Dominicas”.

Quienes conocieron a “Fray Saturnino Gutiérrez Silva” lo recuerdan como un

hombre afable, sencillo, humilde, caritativo y con un candor de niño. Su memoria era

extraordinaria, la modestia de sus ojos, su palabra, su bello carácter, todo en él

infundía cariño extremo, al mismo tiempo que respeto. “Fray Saturnino” había

nacido el 29 de noviembre de 1835 en la ciudad de Bogotá y en el año de 1858 se

ordenaría sacerdote en la Orden de Predicadores; se destacó como un excelente

religioso consagrado a la vida académica y predicador elocuente; fue médico

homeopático, oficio que ejerció por 40 años.


Preocupado por la situación de los pobres, la educación de los niños y niñas
huérfanas de Villa de Leyva tuvo la idea de fundar una congregación, razón por la
cual vio en la “Madre Gabriela Durán Párraga”, nacida en Firavitova (Boyacá)
una luz inspiradora para dar inicio a esta misión encomendada por la fuerza del
Espíritu Santo. Cuenta la historia que se les veía conversar con mucha frecuencia,
tal vez era la forma

99
como Dios fraguaría en sus mentes la Fundación de “la Comunidad de
Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena” a ambos religiosos el señor
les había elegido dotándolos de múltiples dones y cualidades que terminaron
fructificando con una abundante cosecha.
Quienes conocieron a la “Madre Gabriela de San Martin” la describen
como una mujer constante en el compromiso de la vida comunitaria, desde su
llegada a Villa de Leyva, en el año de 1878, se ocupó de la formación educativa
de las niñas huérfanas del Colegio Nuestra Señora de Lourdes, que sin saberlo,
más tarde sería la cuna de la comunidad de religiosas que la fuerza del espíritu
santo poco tiempo después le inspiraría.
Es así, como el 18 de febrero de 1880, siete religiosas vistieron el hábito de
la orden Dominica e iniciaron su formación bajo la dirección espiritual de Fray
Saturnino Gutiérrez, esta nueva comunidad había sido inspirada por Dios para
dar respuesta a la educación cristiana de la mujer además de una formación en
todos los aspectos, mirada puesta en el ejercicio del apostolado, la misión, el
trabajo social y la evangelización.
Podría imaginarse las orientaciones realizadas por la madre Gabriela a las
novicias y demás religiosas exhortándolas constantemente al deber, en la
oración y la educación, la persona de Jesucristo era una fuente de inspiración
en el ejercicio de instruir a quien no sabe pero de la misma manera en la
paciencia y misericordia que se debe tener con todos aquellos que les cuesta
un poco más por sus limitaciones físicas, intelectuales y falta de fe; en palabras
de la “Madre Gabriela” se le escucharía repetir constantemente, las siguientes
palabras: “La orden deberá ser una fuente de Inspiración para todas aquellas
jovencitas que se sienten llamadas por Cristo; quien confía en la providencia
de

100
Dios éste le muestra el camino de la misión y el apostolado a través del amor
con el que él mismo abrazó la cruz”.
En la visión y misión de las nuevas religiosas estaba el cumplimiento de las
obras inspiradas por Dios a través de la fuerza del espíritu santo, de ahí que en
sus oraciones comunitarias se les escuchara decir:
“Señor allá, donde nos necesites gastaremos nuestra vida poniéndola al
servicio de los más necesitados”
“Señor, ¿Por qué te has fijado en estas siervas tuyas? Te has parado a un paso
de la nada, has tocado nuestra puerta, nos has seducido con tu
presencia, por eso quédate con nosotras”
Porque nuestras fuerzas Señor, no son nada si Tú no estás para sostenernos y
guiar nuestros pasos. – Somos mujeres jóvenes, pero delante de Ti
ponemos nuestra vida al servicio de tu obra y el evangelio”
“Señor el sí que hemos dado es por Ti. – Delante de la cruz ponemos nuestra
vida, danos fuerza para ser fieles a la misión, para no sucumbir ante la
debilidad y cuando nuestros pasos sean débiles aliéntanos en el
caminar porque deseamos ir a donde tú palabra aún no ha dado fruto.”
Y luego de estas oraciones regresaban a sus quehaceres y actividades
educativas, comunitarias, y sociales.
Desde la fundación de la Comunidad de las Hermanas Dominicas en 1880, se
había sumado un número considerable de jovencitas que habían sentido el
llamado de Cristo, de esta manera la comunidad no sólo crecía en número de
religiosas y novicias sino que su obra se fortalecía en el trabajo social, pastoral
y educativo. Para el año de 1908 Fray Saturnino celebró sus 50 años de
sacerdocio, pero tres años después, un 8 de febrero de

101
1911, el consejero espiritual causaría una profunda tristeza en la comunidad luego de su

muerte, a la edad de 76 años Dios lo llamaba a dejar este mundo terrenal, mucho bien había

hecho en su paso por esta tierra, ya sería cuestión de tiempo para que la obra que había sido

inspirada llegara a otros lugares como el oriente del Departamento de Caldas. En su tumba se

encuentra la inscripción:

“Los labios del sacerdote guardarán la sabiduría y la ley

buscarán de su boca; porque él es el ángel del señor de los

ejércitos” (Tomado del texto de Malaquías)

Superar la pérdida del guía espiritual no fue del todo fácil para la comunidad, así como no

fue fácil dar el último adiós a la Madre Gabriela el 19 de Julio de 1927, tras 47 años de la

fundación de la comunidad deja también ella este mundo terrenal; Dios le había concedido la

providencia de ver su obra fortalecida y multiplicada en varios colegios dedicados a la

formación de la mujer, manteniendo siempre la misma intensión como lo expresaría ella

“Suaves en el modo firmes en el objeto”

Un viaje sin regreso, una historia inspirada por Dios.

Dentro de las piezas musicales inspiradoras del Bambuco del Compositor Fabio Ospina

está “Caminos de Caldas” en algunas de sus estrofas dejan ver la magia de la montaña y la

riqueza natural, cultural que inspiraría a escritores, artistas y músicos. Cuando expresa:
Jadeantes los caminos por las sierras de mi Caldas,
Son machetazos de hombría sobre carne de barrancas,
Añorando van su fuga de bueyes, mulas y enjalmas,
Y ariscas coplas de arrieros que amaron mozas y santas.
Sobre su lomo bermejo los hidalgos de mi raza

102
Tatuaron más herraduras que el Quijote de la Mancha,
Y alentaron sus orillas bravas fondas y posadas
Donde fue huésped nocturno el Sebastián de las Gracias. (…)

Las dos estrofas de esta pieza musical, recuerdan entonces lo que han sido los

pueblos de Caldas en especial Manzanares ubicado al oriente del departamento. En

inmediaciones del cerro “ Guadalupe” y “ Monserrate” se levantaba un caserío con

poco más de 50 años de fundación, pero fue sólo hasta el año de 1867 cuando el Padre

Manuel Emeterio Celedonio Díaz, Primer cura de la población que en compañía de los

pobladores diera inicio a la primera escuela, donde el primer educador sería Ruperto

Antonio Leiva.

Manzanares ya daba muestra para aquel entonces de un gran desarrollo alcanzando

con el tiempo por sus primeros pobladores quienes habían motivado la organización y

visión de un mejor porvenir para todos representado en calidad de vida, para sí y sus

hijos (as). Manzanares se había convertido en un viaje sin regreso, quien llegaba se

quedaba atrapado por el color de la montaña que enmarcaba la plaza cuyas calles

empedradas daban la idea de un pueblo colonial olvidado en la montaña, los balcones

floridos de las casas llenos de canastas se dejaban caer como racimos soportando el

peso de las flores silvestres, begonias, glocineas y orquídeas entre otras tan variadas

que daban un brillo colorido a las casas de corredores imponentes recién construidas

en madera o bahareque que rodeaban la plaza.


Como comunidad había crecido, no sólo arquitectónicamente sino también lo
hacía desde lo espiritual fortaleciendo la formación religiosa, heredad de abuelos,
de ahí que para el año de 1866 se tuvieran actividades parroquiales en una
improvisada capilla ubicada en la plaza donde el primer sacerdote “Manuel
Emeterio Díaz Badillo” suministraba los sacramentos del bautismo, matrimonio y
honras fúnebres. Y luego de

103
haber pasado 14 sacerdotes haciendo su obra misional y acrecentando la fe en los

manzanareños, un 26 de marzo de 1900 llega a la comarca el Presbítero “Antonio Hartman

Hartman” nacido en Stralsbachn, Alemania. Quienes lo describen hacen referencia a un

hombre de mente brillante, de carácter fuerte y emprendedor evidenciado en cada una de las

obras que impulsó entre los años 1900 y 1916, período que data su paso por Manzanares. Para

aquel entonces pudo haber sido el sacerdote más admirado por la comunidad manzanareña, si

no hubiera sido por su carácter un poco brusco e impredecible que muchas veces llegaba a ser

molesto para las personas que con el tiempo llegaron a temerle; sus múltiples obras como el

Hospital, el colegio de varones y la educación de la mujer a cargo de las Hermanas Dominicas

de Santa Catalina de Siena daban muestra de arrojo y disciplina, hay quienes afirman que era

heredero de una vasta fortuna de la cual invirtió buena parte en las obras que emprendió. (Ver

misiva enviada a la superiora en Santa Fe de Bogotá, por el padre Hartman)

Con su hermana Clara Hartman, fueron maestros consagrados a la comunidad alentando

las escuelas que para la época ya existían desde 1870. Además se dice que fue quien escribió

inicialmente una carta la superiora general de la Comunidad de Santa Catalina de Siena en

Santa Fe de Bogotá, solicitando la presencia de las Hermanas en la comunidad para que se

encargaran de la formación de las niñas además de la salud en el pequeño municipio.

No existe un registro real o al menos conocido de la misiva que envió el párroco Antonio

Hartman a la superiora de la comunidad, pero los más seguro es que no fue una ni dos cartas,

con el fin de convencer a la comunidad religiosa de llegar a la zona. El éxito de sus cartas y la

llegada de Hermanas Dominicas a la región no las pudo presenciar como párroco de

Manzanares porque según los registros historiográficos su presencia en la Comunidad tuvo

lugar hasta el 27 de agosto de 1916.

105
Provincia de Manzanares, Octubre de 1915

Sor:
Gertrudis De Juan Evangelista.
Madre Superiora
Santa Fe de Bogotá.

Respeta reverendísima Madre superiora,

Reciba en la persona de Cristo un fraternal saludo de fe desde las


olvidadas montañas del viejo Caldas exhortándola a usted y las demás
religiosas a seguir eles en la misión de la iglesia.
Soy el párroco Antonio Hartman, de la comunidad de Manzanares, un
pequeño poblado con ya 50 años de fundación en medio de la montaña, donde
se cultiva el café, el frijol, el maíz y la caña. La población ha venido creciendo
signicativamente por lo que me gustaría poder contar con la presencia de
algunas religiosas para fundar un colegio dedicado a la formación de las
niñas como hasta ahora lo han hecho.
El poblado queda algunos días de camino, una vez llegan a puerto
Honda Tolima, deberán viajar por la montaña, luego de cruzar algunas
cañadas, es un camino seguro, donde se puede encontrar algunas fondas
camineras para pernoctar en el viaje.
Perdóneme madre Superiora si soy insistente pero requerimos con
urgencia de la presencia de religiosas en la comunidad, no desoiga nuestra
petición y que la fuerza inspiradora del Espíritu Santo le permita hacer
crecer la obra misional que la Madre Gabriela inicio.
Estaremos atentos a vuestra respuesta, no dejare de orar a Dios
pidiendo que nos bendiga con la presencia de la Comunidad de las Hermanas
Dominicas
Cordialmente,
Antonio Hartman H
Párroco.

106
Su partida de la comunidad de Manzanares no le permitió como párroco presenciar la llegada de

las Hermanas de la orden dominica, iniciativa que se vería fortalecida luego que 1 de diciembre de

1916, llegaran a la comunidad 11 Sacerdotes Agustinos.

Algunos libros monográficos y la Congregación relatan que de Santa Fe de Bogotá salieron con

destino a Manzanares 6 religiosas los primeros días del mes de Diciembre del año 1916, quienes

luego de haber recibido la motivación de la Superiora General para aquel entonces “Sor Gertrudis

de Juan Evangelista” (ver misiva página siguiente) sintieron el llamado y la posibilidad de hacer

germinar la obra Dominica en estas tierras tan distantes de la capital y a donde no había llegado aún

el mensaje de la Madre Fundadora; es así como “Sor Melania de San Vicente”, “Sor Genoveva de

Jesús”, “Sor Ana Matilde de San Bernardo”, “Sor Sofía de la Encarnación”, “Sor Ascensión de

María Conversas” y “Sor Imelda Jesús” desembarcan en el puerto de Honda, Tolima, no se sabe

con exactitud si viajaron en el tren de la Sabana, cuya vía férrea la habían inaugurado muy a finales

del siglo XIX, o vía marítima por el Rio Magdalena. (Ver misiva enviada a las religiosas por la

superiora en Santa Fe de Bogotá)

Es de imaginar la odisea del viaje que emprenderían la seis religiosas en compañía de la

comitiva o delegación de manzanareños que fueron a encontrarlas, ya que el trayecto que les

esperaba sería a través de la espesura de la montaña en medio de caminos de herradura, ríos,

cañadas, lomas y faldas peligrosas a lomo de mula, sentadas en incómodas sillas o galápagos

usados por las abuelas que les permitía ir sentadas de lado; para la religiosas tuvo que haber sido un

viaje muy incómodo y agotador debido a sus largos hábitos que les cubría todo su cuerpo dejando al

descubierto sólo la redondez de su cara, adicionalmente llevaban sobre su hábito una capa negra que

las cubría por completo hasta tapar casi sus sandalias o calzado, llevaban atada a su cintura una

correa negra a la cual estaba sujeta su camándula.

107
Santa Fe de Bogotá D.C Julio de 1916

Hermanas:
Dominicas de Santa Catalina de Siena
Villa de Leiva – Boyacá.

ASUNTO: Conformación de grupo Misionero para viajar al oriente del país,


en el viejo Caldas.

Queridas hermanas, reciban un saludo muy especial como madre


superiora que desde la provincia de Santa Fe de Bogotá les saluda y exhorta
en la persona Cristo a que continúen eles al evangelio.

Hermanas, en los últimos días ha llegado de un lugar remoto en las


montañas del Viejo Caldas una carta del Padre Antonio Hartman Párroco de
Manzanares, quien solicita la presencia de las hermanas en la región,
expresa en su carta que hay muchas niñas, y enfermos que requieren de los
cuidados y educación respectiva; En su carta el padre expresa que el pueblo
está muy apartado de la capital y que la única manera de llegar a esta es
desembarcando en Honda Tolima una vez se llega por el rio Magdalena, por
medio de barco, lancha u otro medio de transporte; claro está que el tren que
viaja por toda la sabana, también las puede acercar.

Una vez se llega a Honda el trayecto que les espera son semanas
completas por caminos de herradura a lomo de mula, por en medio de la
montaña, donde pueden encontrar animales peligrosos, ríos caudalosos,
enfermedades y algunas comunidades indígenas que aún tienen asentamiento
en esta región. Permítame contarles hermanas que es una misión muy
arriesgada pero, como lo expresa el padre Hartman la comunidad de
Manzanares necesita de la presencia viva de esta comunidad.

Quiero saber si hay entre ustedes una religiosa valiente que desee dar
una respuesta a esta misión que hoy la persona de Cristo pone en nuestro
camino, si es así les solicito iniciar los preparativos para que vengan a la
provincia de Santa Fe de Bogotá y puedan partir cuanto antes.

Con el mismo amor que Cristo abrazó la cruz, abrazo yo esta misión
para que el espíritu santo nos ilumine y podamos cumplir con sus designios.

Cordialmente,
Sor Gertrudis De Juan Evangelista.
Madre Superiora

108
El recorrido que emprendieron las religiosa sería de días, una verdadera aventura

que las llevaría a encontrarse con arrieros que iban y venían de los pueblos cercanos,

las religiosas tuvieron que haber causado sensación, curiosidad y al mismo tiempo

admiración entre quienes se las encontraron en el trayecto, que ofrecieron una venia

por señal o levantaron su sobrero como signo de respeto.

Durante el recorrido tuvieron que haber pernoctado en el camino en las fondas

camineras o en casa de conocidos, buscando que las hermanas descansaran y

recuperaran energía para continuar su viaje. No cuesta imaginar el trato tan

respetuoso que dirigió la comitiva de personas, lo más seguro líderes de la región, a las

religiosas, el decoro, prudencia y delicadeza para con cada una de ellas, ya que se

trataba de mujeres consagradas a Dios y a quienes por tradición heredada de antaño se

decía merecían total veneración como se hacía con un sacerdote. Tuvo que haber

causado mucha curiosidad y asombro ver pasar por el caserío, o casas cercanas al

camino, seis religiosas a lomo de mula; a lo mejor muchos de los curiosos ya habían

tenido la oportunidad de ver tal acontecimiento cuando en el año de 1906 cuatro

religiosas Dominicas de la Presentación lo habían hecho con destino a Pensilvania.

Adicional a las mulas ensilladas iban también las mulas enjalmadas que llevaban

las pocas posesiones de las religiosas cuidadosamente empacadas en grandes y

aparentes maletas, las cuales en su interior no contenían más de dos o tres hábitos por

religiosa, la biblia, algunos libros de lectura, un santo Cristo y uno que otro objeto de

uso personal. Como bien es sabida la vida de muchas religiosas es el abandono y

confianza total en Dios segura de que en sus designios está todo lo necesario para

sobrevivir haciendo fructífera su obra.

109
Finalmente luego casi 6 días de camino, la llegada de las hermanas a la
población de Manzanares tuvo lugar el 16 de Diciembre de 1916, acto que
causó romería en el pueblo, al mismo tiempo júbilo, entusiasmo, alegría,
esperanza, muchos sentimientos encontrados entre las recién llegadas y
quienes las esperaban con total emoción, en especial “Fray Marcos
Bartolomé” y “Fray Agustín Cuevas”, sacerdotes de la Comunidad Dominica
Terciaria de la Orden de Predicadores quienes serían pieza fundamental en la
obra misional, educativa, pastoral y de Salud. Tras su llegada fueron
hospedadas en la casa del señor Pablo Sepúlveda, mientras se les asignaba una
casa contigua al templo, allí vivieron por más de medio siglo en compañía de
novicias o postulantes. En el año de 1917, seis meses después de este
importante acontecimiento, llegó a Manzanares la Superiora General Madre
Gertrudis de Juan Evangelista.

Fotografía tomada en el año 1922

Pero no fue sino hasta el 17 de febrero de 1917 que se abrió oficialmente el


colegio de “Santa Catalina de Siena”, se dice que las religiosas fueron de
puerta en puerta buscando las niñas que deseaban matricularse en el nuevo
plantel educativo que

110
acogería únicamente niñas, muchas de ellas serían internas. y fue hasta el año de 1976 que

el colegio de las hermanas dominicas se llamó “Santa Catalina de Siena” y adopta el nombre

de “Nuestra Señora del Rosario”; en el año 2001 son fusionadas a la institución las escuelas

Santa Teresita y Clara Velázquez. Fue hasta junio del año 2015 que la institución estuvo bajo la

dirección de Sor Rosalba Orostegui Cruz, quien fue sucedida en el cargo por el Docente Mario

Andrés Díaz González, quien llego a la rectoría por concurso de Méritos, cargo que ocupa

actualmente.

La Comunidad Dominica una vida de servicio.

Aunque la Institución no está actualmente bajo la dirección de las Hermanas Dominicas,

ellas continúan en la comunidad realizando su obra, firmes y constantes en la misión que se les

ha encomendado desde el primer día que pisaron suelo manzanareño. Son muchos los logros

alcanzados por el colegio en sus cien años de fundación, pero mayor aun la deuda de gratitud

que hay para todos aquellos maestros, Religiosas, Sacerdotes, Directivos y Comunidad en

general que han trabajado incansablemente para hacer esta obra fructífera, trascendental y

digna de ser nombrada en las páginas de la historia.

En la voz de la comunidad Dominica hacen extensivas sus palabras de agradecimiento y

felicitaciones a todos (as), a las demás religiosas que se han adelantado en la búsqueda de un

mundo posible, de un Manzanares bien educado y fortalecido por la fuerza del evangelio, el

cual motiva para ir en busca del rostro de Dios que se da en el encuentro con el (los) otro (s),

como parte fundamental de la historia personal y la propuesta de salvación.

111
Todo este tiempo de presencia de la comunidad de las Hermanas Dominicas
de Santa Catalina de Siena en la institución, han sido suficientes para hacer
vivo el lema “Verdad, virtud y ciencia”, cada una de estas tres palabras como
antorchas ardientes en el corazón de la comunidad Rosarista, en los niños,
niñas y jóvenes que desde su vida transpiran los principios y valores
aprendidos en las aulas, enseñados por sus maestros y motivados en el diario
vivir. Ciertamente esta memoria agradecida no se queda quieta fija en el
pasado, sino que se transforma en fuente de manantial del nuevo impulso, del
renovado empuje, del ardiente y la audaz pasión que motiva cada paso hacia un
mejor mañana, acompañados (as) y guiados por el espíritu santo, fuerza viva
que actúa con nosotros está sobre nosotros.
Llegar a un siglo de presencia viva en la comunidad Manzanareña es motivo
de festejo, orgullo, jolgorio para todos aquellos que aman su tierra, para
quienes son egresados de la Institución, en la cual han aprendido el valor de la
perseverancia abandonada en la fe y la esperanza que llega con el día que nace;
la constancia de todos los que conforman esta gran familia Rosarista, piedra
angular que ha hecho fructífera la obra, pese a los tiempos difíciles, una obra
que pudo mantenerse en el tiempo y la historia porque habita en el corazón
agradecido de quien la recuerda para motivar e inspirar a las presentes y futuras
generaciones.
Hacemos extensiva las felicitaciones a toda la Orden Dominica, por su
trabajo, carisma, dones recibidos, obras realizadas, y apoyo desinteresado
durante todo este tiempo.

112
El fácil quedar maravillado por la

cordialidad y amabilidad de Sor Blanca

Lucia Rozo Luque, superiora de la

Comunidad en Manzanares, desde hace 4

años se le ve ir y venir por las calles de

Manzanares asistiendo, visitando enfermos,

evangelizando a niños, niñas y jóvenes de la

comunidad. Lleva en sus venas el amor al

evangelio, la oración en comunidad;

revestida de cualidades humanas como la sencillez, el entusiasmo y el

emprendimiento aspectos positivos que le permite no pasar desapercibida.

Sor Blanca Lucia, en sus 52 años de vida consagrada continúa firme en los

principios congregacionales, el amor a la iglesia en especial a Cristo son evidentes en

su buen sentido del humor y entusiasmo el cual logra transmitirlo a todos (as). Su

trabajo es silencioso pero valioso, pudiendo llegar a quienes más la necesitan por lo

que la comunidad de Manzanares agradece su

acción que ha contribuido al

engrandecimiento de esta patria chica,

confiando en la divina providencia esperamos

se nos permita gozar por muchos años más de

su presencia.

En la casa donde viven las hermanas Diagonal al banco Davivienda, permanece


Sor Rosa Isabel Serrano Vargas, rara vez se le ve en la calle porque la mayor parte
del tiempo se encuentra en oración constante, en sus

113
54 años de vida consagrada, Sor Rosa Isabel, solo tiene para ofrecerte una
encantadora sonrisa, adornada de unas cuantas palabras que te dan alegría y
ánimo; siempre se la ve activa, y alegre, para quienes tiene la fortuna de
compartir con ella se convierte en un encuentro enriquecedor, valioso y
agradable por el torrente de historias y consejos que te puede proporcionar a
todos una inmensa alegría que inunda el corazón. Sor rosita es el tipo de
religiosa que enciende la llama de la fe, su silencio no es más que una
prolongada meditación en torno a la vida y las enseñanzas del maestro, nos
alegramos como comunidad de ver en Sor Rosa Isabel el amor a iglesia y la
obra de la comunidad que comenzó en estas tierras hace ya 100 años.

En uno de sus mensajes el Papa Francisco a Colombia (2017) expresaba


“Bastan personas buenas, para que haya
esperanza” es el principio de toda gran obra,
Sor Nora María Chávez Ibagón, es la
religiosa que va al encuentro con la palabra
de motivación, el abrazo reconfortante, la
colaboración desinteresada y la sonrisa
sincera de quien tiene como principio de
vida el servicio a los demás.
Su formación Licenciatura en Ciencias Religiosas son solo una parte de sus
grandes capacidades y cualidades humanas que hacen de ella, una líder innata,
emprendedora y carismática. Desde hace 5 años viene liderando en la
comunidad un

114
trabajo silencioso, dedicado a engrandecer la obra de la comunidad Dominicana,

acrecentando entre las niñas la respuesta positiva hacia la vida consagrada.

Luego de 20 años de vida consagrado Sor Nora continúan presentándose como

una mujer sencilla, silenciosa y dedicada en su trabajo siempre orientado a acompañar a

los niños, niñas y jóvenes de la comunidad como maestra, amiga y consejera. Gracias a su

iniciativa, liderazgo, visión y compromiso hoy la Institución cuenta con un coro

conformado por más de 50 niños, niñas y jóvenes, siendo este una importante plataforma

para formarse musicalmente. En nombre de la Comunidad Manzanareña agradecemos y

felicitamos a Sor Nora, por tan loable labor y todas sus cualidades humanas que hace de

ella una religiosa ejemplar y testimonial de acuerdo al carisma congregacional.

Finalmente, Sor Mónica Elizabeth Avendaño Ortiz quien se desempeña como maestra

en la institución, es Licenciada en Ciencias Religiosas y Ética; entre las cuatro religiosas

es la más joven por lo que su energía, entusiasmo y forma de llegar a los jóvenes tiene una

característica muy especial al tener la capacidad de hablarles al corazón lo que les genera

una marca indeleble para su vidas, acciones como estas han llevado a que los estudiantes la

que la quiera, la respecte y la admiren.

Una entre tantas virtudes es el


liderazgo combinado con un la
disciplina la cual lleva a flor de piel, su
espíritu es aguerrido y luchador, capaz
de impulsar la más grandes acciones,
lo que

115
hace de ella una religiosa admirable, máxime cuando corre por sus venas el
amor a la música colombiana en todos los ritmos, con los cuales se entusiasma,
sonríe y hasta canta, en especial si son los de su tierra Boyacá. Desde su llegada
a la institución no ha hecho más que apostarle a la recuperación de los ritmos
musicales del país una apuesta loable para la cultura e identidad nacional.
Admiramos en Sor Mónica su buena energía, entusiasmo y buen sentido del
humor su llegada trajo a los miembros de la comunidad una buena dósis de
energía como si fuera el ardiente faro de fe que empieza avivarse en los
corazones de todos. Son afortunados lo jóvenes de encontrarse en la vida con
Sor Mónica excelente maestra, incondicional amiga y ejemplar religiosa.
Por lo anterior, la comunidad Manzanareña tiene más que estar agradecida y
expresar gratitud a las cuatro religiosas que aún nos acompañan, al igual que a
quienes las han precedido durante todos estos años. Confiando que la presencia
de la comunidad Dominica continúe vive entre nosotros por muchos años más,
porque los niños, niñas y jóvenes las necesitan, son ustedes el mayor y más
importante tesoros que tienen los manzanareños, razón su suficiente para decir
perenne Gratitud.

116
CAPITULO IV
EN EL CAJÓN DE LOS RECUERDOS ENCONTRÉ: LOS
DICHOS DE UN AYER.


Es la idea la que hace posible la palabra, es el


lenguaje el que organiza el pensamiento masa
confusa, rebelde, ausente de sí misma, sin
rostro, convocada por el lenguaje para
convertirla en estandarte, brújula, hilo
conductor del pensamiento trayendo del caos,
del desorden; la lógica, el sentido, la
identidad, traducido al plano de lo
comprensible.
No obstante esto nos advierte
de la inmensa riqueza lingüística con la que
cuenta las diferentes regiones del país.
“Vocablos de mi tierra”
hace parte de ese maravilloso
legado cultural heredado de antaño
por nuestros abuelos que quisieron
nombrar el mundo y las diferentes
situaciones de la vida de forma
sencilla y des-complicada, cada
expresión ubica a quien la escucha o
pronuncia en una situación
conocida, habitual y de grata
recordación, porque sin lugar
a dudas las habrás oído o en su
defecto las habrás dicho.

117
VOCABLOS DE MI TIERRA.

1. A CALZÓN QUITAO: hablar 1. ACHAQUES: Cuando una persona

con alguien sin rodeos o sin empieza a sufrir de todos los males.

vergüenza. 2. ACURRUCARSE: Cuando una

2. A L A G U A C H A PA N D A : persona se agacha o se sienta.

Cuando alguien ha hecho algo a la 3. AFRECHO: Cáscara del grano de

ligera y los resultados no son lo mejor. maíz que le queda a la arepa o la

3. A L A G U A PA C H A N D A : mazamorra.

Cuando se ha encomendado una 4. AGALLINAR: Cuando una

labor, tarea que hacer y la hacen de persona le da miedo ante una decisión.

cualquier manera. 5. AGALLUDO: Expresión empleada

4. A PALO SECO: Expresión para describir a una persona que quiero

empleada cuando se conversa o se todo para él.

festeja sin ninguna bebida alcohólica. 6. AGUA DULCE: Bebida hecha con

5. ABABOL: Referente a una agua y panela.

persona ignorante y torpe. 7. AGUACHENTO: Falto de colorido

6. ACALAMBRADO: Persona o gusto.

que cuyas reacciones son tardías y 8. AGUAMASA: Mezcla de los

lentas. residuos de alimento en un solo

7. ACHANTADO: Cuando el recipiente.

estado de ánimo de una persona no es 9. AGUAMASERA: Persona que

el mejor. carga Aguamasa.

118
1. AGUEVARDO: Palabra empleada 1. haya pasado mucho tiempo no quiere

para describir a una persona cuyas irse.

reacciones son ilógicas. 2. AMARRADO: Dícese de la persona

2. AJONJOLIAR: Llevar todos los que es tacaña o avaro.

caprichos a una persona. Expresión usada 3. AMARRARSE LOS CALZONES:

para con los viejitos que se les da gusto en Expresión que se usa para que una persona

todo. se comporte con valentía y sin miedo.

3. AL QUE QUIERE MÁS QUE LE 4. AMASISAO: Cuando dos personas

PIQUEN CAÑA: Expresión de dirigida a bailan y sus cuerpos están juntos.

una persona que no queda satisfecha con 5. AMITA: Calificativo dado a la mamá o

nada. abuela.

4. ALENTADA: Palabra para describir 6. AMOLAR: Expresión que se usa para

una persona que goza de buena salud. sacar filo a una herramienta de trabajo usada

5. ALETOSO: Para hacer referencia a para la actividad en el campo.

personas que se creen mucho. 7. ANDO: Remplazo de ir caminando.

6. ALPARGATAS: Hace referencia a los 8. ANEMICO: Persona cuyo semblante

zapatos viejos. refleja enfermedad y el color de su cara es

7. ALTILLO: Parte baja de los edificios pálido.

bajo el tejado. 9. ANGURRIOSO: Persona que trabaja

8. AMACHADA: Mujer cuyo más del tiempo estimado, incluso lo hace

comportamiento no es del todo femenino y altas horas de la noche.

en ocasiones es brusco.
AMAÑARSE: Persona que llega a un
determinado lugar, y aunque

119
1. ANTAÑO: Evocación del tiempo de 1. ARISCA: Calificativo dado a una

pasado, el cual se recuerda con mucha persona o animal que todo el tiempo

añoranza. camina distante de las otras personas, o

2. APACHURRADA: Persona que no que evada encontrarse cara a cara con ella.

tiene gusto o elegancia para nada. 2. ARRUNCHERA: Expresión usada

3. APERO: Objeto o silla de montar por la persona que se encuentra acostada

que se le coloca al caballo o mula cuando sin deseos de levantarse.

se va a montar. 3. ASADURA: Partes internas del

4. AREPERA: Expresión que se usa marrano como el buche, oreja, hígado que

para calificar a las mujeres que sienten hacen parte de la morcilla.

inclinación por el mismo sexo. 4. ASEDERA: Planta silvestre con

5. ARRASTRADERA: Para hacer hojas en forma de saeta y de sabor ácido.

referencia a las chanclas o alpargatas. 5. ASOLAPADO: Expresión usada

6. ARRECHO: Persona cuya actitud para describir una persona cuyo actuar es

es desafiante o inspira estar bravo. por la espalda, negando cualquier

7. ARREJUNTAO: Persona que tomo comportamiento.

la elección de vivir en unión libre. 6. ATOLLAR: Atascarse en el barro o

8. A R R E J U N TA R : C u a n d o s e lodo.

encuentra muy apiñado o amontonado 7. ATOLONDRADO: Expresión

algo. usada hacia las personas cuyo

9. ARREMANGAR: Cuando se hace comportamiento es un tanto incoherente.

varios dobleces sobre el brazo o pierna del

pantalón o camisa.

120
1. ATRAVESADO: Persona cuyo 1. BERRINCHE: Rabieta de niño o

actuar es primario y sin planear, por lo que niña.

se le califica como valiente. 2. BETUSTE: Expresión usada para

2. AVENTAO: Persona que sin pena describir un objeto viejo o malo.

dice las cosas, sin miedo. 3. BLEDO: Palabra que significa sin

3. AVISPAO: Calificativo que se le da valor.

a una persona que por su actuar recibe más 4. BOBO: Dulce pegajoso de panela

beneficios que otros. que no dio punto cuando se quería hacer

4. BACENILLA: Recipiente usado un blanqueado o alfandoque.

para orinar en la noche y que es guardado 5. BOCHINCHE: Algarabío, pleito

por debajo de la cama. que se arma en medio de del bullicio

5. BANCA: Silla larga hecha con hecho por las personas.

tablas sin espaldar. 6. BOGADERA: Hidratación que

6. BARULLO: Enredo. solicitan las personas del campo.

7. BARVICHONA: Descripción 7. BOLLO SUBIDO: Envuelto de

peyorativa usada hacia una mujer poco maíz simple y blanco.

atractiva. 8. BORDON: Bastón o palo que usan

8. BATEA: Parapeto elaborado con las personas adultas para apoyarse y poder

tablas o la corteza de un árbol y usado para caminar.

lavar ropa. 9. BORRACHIN: Persona que todo el

9. BEBEDERO: Lugar al que se dirige tiempo vive borracho.

el ganado a tomar agua. 10. BRINCHA: Porción de carne muy

10. BERRACO: Cuando alguien tiene

121
1. BUSCAR ESCONDEDERO A 1. CALENTAO: Mezcla de arroz y

PESO: No saber en dónde meterse para no frijol servido en el desayuno. Restos de la

tener que responder por algún noche anterior de la comida, frijoles, esto

incumplimiento se acompaña con arepa.

2. BUSCARLE LA COMBA AL 2. CANICA: Bolita de barro o cristal

PALO: Adaptarse a las circunstancias. con lo que los niños juegan usando un

3. BUSTÉ: Palabra usada para referirse a pequeño orificio en el suelo.

usted. 3. CANTALETA: Diálogo en tono alto

4. CACAO: Palabra usada para referirse de una persona hacia otra con una actitud

a la bebida de chocolate. O lo órganos de estar disgustada.

genitales. 4. CARRANCHIL: Piquiña constante

5. CACHACA: Cuando una persona se en el cuerpo como si se tuviera un objeto

ha vestido de forma elegante. caliente en la parte afectada.

6. CACHIMBA: Pipa para fumar. 5. CASCAR: Expresión empleada

7. CACHIPORRA: Garrote o para decir que se le va dar golpes a

cachivache con gran prominencia con el que alguien.

le pegaban a los niños. 6. CERREBURRIEL: Grupo de

8. CACHIVACHE: Objeto que no tiene personas.

mucho valor, y se puede cambiar con otro. 7. CHALANEAR: Montar a caballo.

9. CAGONERO: Designación del que se 8. CHAMBRANA: Reja que rodea al

aporta mal. corredor de una casa usando balaustres

10. CALADA: Palabra que asemeja a las hechos del palo de chonta.

tostadas.

122
1. CHANDOSO: Expresión despectiva 1. COGERLE EL DÍA: Despertarse o

que describe a un perro que no tiene pedigrí. levantarse muy tarde.

2. CHANGUA: Alimento hecho con 2. COMPADRE O COMADRE:

huevo, sal y cebolla, que toman las personas Calificativo usado con cariño a los amigo/a de

enguayabadas y es acompañado por una hace muchos años.

arepa. 3. CONCHUDO: Persona que se pasa de

3. CHINA: Cuando se hace referencia a descarada y raya con el límite de confianza que

las jovencitas. se le ha otorgado.

4. CHÓCOLO: Mazorca tierna. 4. CONSTREÑIDA: Persona que presenta

5. CHORRO: Agua abundante que sale dificultad para dar del cuerpo.

por un tubo. 5. CONVIDAR: Acción o gesto de invitar a

6. CHUPADO: Huella de color morado alguien cuando se está retirando de algún

que queda en el cuello de una persona. evento.

7. CHURRIA: Expresión que hace 6. COROTOS: Calificativo usado para

alusión a la diarrea. nombrar las pertenencias de una persona o

8. CHUZOS: Porción de carne asada grupo familiar.

servida en un pincho o palillos. 7. COSCORRÓN: Golpe dado a una

9. COCADA: Expresión usada para persona en la cabeza.

referirse cuando se vierte con un recipiente 8. COTORREAR: Acción de conversar con

agua sobre una persona, animal o cosa. otra persona por un largo periodo de tiempo.

10. COCOROTE: Parte de la cabeza de la 9. CUCOS: Hace referencia a la ropa

gallina. interior femenina.

123
1. CULERO: Cuando una persona se 1. D E T R I PA S C O R A Z O N :

pone una prenda de vestir y le queda Cuando se saca energía o valor de donde

demasiadamente corta. no se tiene.

2. CULICAGAO: Se le dice al 2. D E J A D E S E R S A M PA O :

niño/a muy cansón o intenso Expresión dicha a las personas que

3. CULICHUPAO: Persona que participan en una conversación sin

tiene pocas nalgas. pedirle opinión.

4. C U R S O S : C a lifi ca tiv o a l a 3. DESAPACHURRAR: Acción de

personas que tiene diarrea. darle golpe a un objeto en las partes que

5. CUSUMBO: Animal del monte se han hundido hacia el interior.

parecido a un perro. 4. DESBRAGUETAO: Persona que

6. DAR CHUMBIMBA: Expresión trae el pantalón abierto en la entre

que hace referencia cuando a una pierna.

persona se le amenaza de recibir bala o 5. DESCHAVETADO: Persona que

impacto de una escopeta ha perdido el juicio, dice o hace cosa

7. DAR GALLINA: Cuando una incoherentes.

persona recibe cantaleta. 6. DESMATONAR: Acción y efecto

8. DE AREPA: Expresión usada de cortar el rastrojo un poco más alto de

cuando alguien se salva de algo. lo normal a un potrero,

9. DE PE A PA: De principio a fin. 7. DOÑA: Expresión para referirse a

10. DE PELO EN PECHO hombre las mujeres casadas.


EL HACHA PERDIDA: Cuando una
valiente y arriesgado. persona se va por un

124
1. buen tiempo y cuando menos 1. animal de monte y lo hace meter a su

piensa aparece. cueva.

2. EL HACHA PERDIDA: 2. ENCURUMIDO: Persona cuyas

Persona que desaparece cualquier reacciones son un tanto tardías o lentas.

día y cualquier día vuelve a 3. ENGALLAR: Arreglos que se le

aparecer. hacen a una determinada cosas o aparato

3. EL QUE QUIERE MÁS QUE para que su funcionamiento sea mejor.

LE PIQUEN CAÑA: Así exclama 4. ENREDAR LA PIOLA O LA

quien ha quedado plenamente PITA: Cuando la información o historia

satisfecho. se vuelve complicada y confusa.

4. EL VERRACO DE 5. ENREDAR LA PITA: Cuando una

GUACAS: Calificativo dado a una persona interviene en una conversación

persona con actitud más retadora pero distorsiona la información.

que la de los otros. 6. ENYERBAO: Persona que se

5. EMBEJUCADO: Persona que encuentra bajo el efecto de una brujería o

se encuentra o expresa estar bebedizo.

disgustado por algo o con alguien. 7. ASPAVIENTOSA: Calificativo a

6. EMBELEZADO: Cuando la una persona que por todo hace escandalo

mirada se ha quedado en un punto o alharaca.

fijo. 8. ESTOPA: Sinónimo de costal.

7. E N C A MI S A D E ON C E

VARAS: Meterse en un problema


ENCUEVAR: Apelativo usado cuando
el perro cazador persigue un

125
1. FANTOCHE: Calificativo que 1. color negro que se alimenta de las

siempre está chicaneando con lo que garrapatas del ganado.

tiene o vive de las apariencias. 2. GATA: Fiambre que se lleva envuelto

2. FARRUCA: Persona que luego en una hojas de plátano pasadas por el humo

de una fiesta ha llegado del fogón.

desarreglada y vuelta nada. 3. GATO ENCERRADO: Cuando hay

3. FIAMBRE: Alimento algún misterioso en un asunto.

empacado en hojas o cocos para el 4. GORDINFLON: Persona de textura

camino. gruesa.

4. FILO: Palabra usada para 5. GRANEAR: Palabra que califica la

expresar que se tiene hambre. actividad de recolección del grano de café.

5. FINADO: Se le dice al hombre 6. GREÑERO: Cuando la persona tiene

o mujer fallecida. abundante cabello y lo lleva mal arreglado.

6. FONDO: Caldero o paila de 7. GUACALA: Expresión usada para

buen tamaño, antiguamente donde mostrar desagrado algo.

se preparaba la miel para sacar la 8. GUAMAZO: Golpe fuerte que ha

panela. recibido una persona.

7. FORRO: Tela o parte de piel 9. G U A R G U E R O o G A S N AT E :

que recubre algo. Palabra que califica el esófago por donde

8. FUNDILLO: Expresión usada baja el alimento.

para nombrar las nalgas. 10. GUARO: Palabra usada para hacer
GARRAPATERO: Expresión usada
referencia al licor.
para describir una persona de piel
oscura mal arreglada. Ave de

126
1. GUATILA (CIDRA): Fruto 1. cuyo comportamiento llega a rayar

producido por una planta enredadera con lo insoportable.

similar a la papa de color verde, 2. LA TAPA DEL CONGOLO: Niño

algunas llevan pequeñas espinas y es hiperactivo que es demasiado cansón

usada para acompañar los frijoles. 3. LA VISTA GORDA: Persona que

2. HOBACHÓN: Calificativo a un disimula cuando se le ha descubierto algo

mulo o bestia caballar que sin haciéndose la (el) desentendida.

pensarlo da saltos fuertes. 4. LAGAÑA DE MICO: Cuando una

3. JARTAR: Expresión peyorativa persona tiene poca capacidad adquisitiva

usada cuando la persona come sin o es pobre.

ningún modal. 5. LAMBONA: Persona que usa

4. JETA: Expresión usada para regalos o dádivas para ganar influencias

calificar la boca. con otra persona.

5. JULEPIIAR: Acción de estar 6. LANGARUTO: Calificativo

insistiéndole a una persona todo el peyorativo para referirse con rabia a una

tiempo sobre lo mismo. persona o animal.

6. LA CAGÓ: Palabra que es usada 7. LAS VERDES Y LAS

cuando una persona ha cometido una MADURAS: Cuando una persona ha

imprudencia. pasado por situaciones difíciles.

7. LA PUCHA VIEJA: Palabra 8. LENDROSO: Cuando una persona

que hacer referencia a épocas se le aprecia a simple vista los huevos de

pasadas. los piojos en su cabello.


LA TAPA DE CONGOLO: Calificativo
dado a las personas

127
1. LETARGADO: Persona cuyas 1. MICA: Calificativo usado por las

reacciones son lentas o torpes. abuelas para referirse al recipiente donde se

2. LÍCHIGO: Calificativo dado a un orinaba de noche.

bolso hecho de estopa o cabuya donde las 2. MIGAS: Arepas remojadas en agua

personas cargan cosas para el trabajo o la para ser despedazadas o “migadas”, con

tienda. huevo, riogo.

3. LOCHA: Cuando una persona se 3. MIGOTE: Galleta o arepa remojada

encuentra en su casa descansando y no en chocolate.

hace ninguna actividad. 4. MIJA (O): Expresión cariñosa usada

4. MAMONA: Niña/o fastidioso o para hacer referencia a un Hija(o).

muy intenso. Expresión dicha por alguien para pedir un

5. MANGA: Parte del potrero donde la favor.

gente se sienta a descansar o jugar. 5. MIÑOCO: Gesto gracioso hecho con

6. MATORRAL: Tumulto de ramas en la cara cuando se quiere comunicar algo.

un lugar determinado. 6. MISÍA: Se le dice a la amiga/o que se

7. MECATO: Golosinas, antojitos o le confían secretos.

galguerías. 7. MOCOSA: Niño/a que le cae mal a

8. MECHA: Expresión que califica alguien o también hace referencia a alguien

cuando algo no sirve. que mantiene sucio/a.

9. METER LA PATA: Actuar con 8. MONTAÑERO: Calificativo a la

indiscreción personas que vive en la montaña o

10. MIAR: Palabra que hace referencia campesino.

cuando una persona va a orinar.

128
1. MORCILLA: Embutido hecho 1. las abuelas para describir la boca en la

con arroz, papa, sangre y las tripas o mañana huele feo.

intestinos del cerdo. 2. OLLIN: Polvo que se extrae del

2. M O TO N E TA : P a l a b r a q u e interior de las chimeneas.

califica a una motocicleta. 3. OMBLIGADO CON COLA DE

3. MUCHA ESTACA: Persona que MICO: Niño (a) cuyo comportamiento

se cree más que los demás, muy llega a ser insoportable.

vanidosa. 4. PA: Como se le llama comúnmente a

4. MUECA: Expresión facial mucha un amigo o al padre.

veces graciosa o de ofensa. 5. PANJILIENTO: Persona que por

5. MUENDA: Pela o castigo que nada le dan maluqueras o queda de color

recibe una persona. pálido.

6. NAGUETAS: Persona que pese a 6. PALO DE AGUA: Aguacero súbito.

su edad no se aleja del lado de la mama. 7. PA L U D O : P a l a b r a u s a d a p a r a

7. NI POR EL CHIRAS: No aceptar describir un fruto que no alcanzó el proceso

hacer algo. de maduración.

8. NIGUATERO: Persona que va 8. PANDEYUQUEAR: Persona que en

descalza. un determinado momento le da la pálida o

9. NO MATA NI UNA MOSCA: queda débil.

Persona que aunque aparenta ser muy 9. PARVA: Productos de panadería de sal

pasiva es todo lo contrario. o de dulce


OLLETA: Para hacer referencia a un
recipiente. Expresión usada por 10. PATATÚS: Desmayo que le da una

persona de un momento a otro.

129
1. PATICHUECO: Persona que 1. PINTAITO: Hacer referencia el

cuando camina, lo hace trabando los pies. Tinto que se sirve con leche.

2. PATISECO: Persona que tiene las 2. PIPONCHO: Persona que luego de

piernas delgadas. comer queda suficientemente lleno.

3. PEDORRO: Cuando alguien deja 3. PIZCA: Porción muy pequeña de

salir sus flatulencias de forma descarada y algo.

sin vergüenza. 4. PITADORA: Olla de presión usada

4. PELAGATAS: Cuando se describe para cocinar frijoles o grano duro.

una persona que no tiene dinero. 5. PORRÓN: Recipiente usado para

5. PELAO: Cuando a una persona le cargar algún líquido.

sirven algún alimento sin carne. 6. PUCHA: Taza de losa grande donde

6. PELAO: Persona que no ha se acostumbraba servir el almuerzo a los

cumplido la mayoría de edad. Raspadura trabajadores. Unidad de Medida

que se hace la persona o falta de pelo en un empleada en las fondas o tiendas que

lugar que debería tener preferiblemente equivale a un kilo.

en la cabeza. 7. PUCHECA: Palabra empleada para

7. PELLÓ: Expresión usada cuando nombrar un seno de una mujer.

una persona deja salir una de su 8. QUEMARSE LAS PESTAÑAS:

flatulencias. Cuando una persona estudia mucho.

8. PELMAZO: Hace referencia a una 9. QUIMBA: Palabra expresada como

persona que se comporta como un tonto. reacción de rechazo algo que no están de

acuerdo.

130
1. REQUE: Para hacer referencia a un

1. QUISQUE: Expresión mal dicha, animal viejo y acabado.

cuando se desea hacer referencia disque. 2. REQUINTAR: Cuando en el camino

2. QUISQUILLOSO: Persona que por se le organiza o aprieta nuevamente la carga

cualquier motivo se siente o pone bravo. a la recua de mulas o bueyes.

3. RAQUÍTICO: Persona cuya 3. RETAZO: Parte que sobra de una tela.

contextura física es delgada y con 4. REVUELTO: Tubérculos y verduras

apariencia de enfermo. que se añaden a alguna comida,

4. RASCA: Cuando la persona ha especialmente al sancocho.

pasado de copas y llega perder el 5. RILA: Palabra que califica o describe

conocimiento. el excremento de un animal de plumas.

5. RECADO: Calificativo dado a una 6. RIOGO: Preparación hecha con

razón o mensaje que enviado una persona tomate, cebolla y aceite.

a otra. 7. RODILLENTA: Persona que tiene las

6. RECUA: Grupo numeroso de rodillas una poco más grande de lo normal y

animales que avanzan en manada. muy juntas.

7. REFUNDIDO: Objeto que se 8. SACAR LA LECHE: Cuando a una

encuentra muy bien guardado. persona la llevan hasta el cansancio extremo

8. REFUNFUÑON: Persona que por y agotador.


SACAR LA MANO: Persona que se quita de
todo alega o contesta. un negoció que ya

9. REMILGADO: Persona que se

hace del rogar, o se da mucha importancia.

131
1. estaba casi hecho. Cuando se daña 1. TINTO: Café negro,

por completo. acompañado con un pedazo de limón.

2. SACAR SOCA: Terminar un trabajo 2. TOMAR DEL PELO: Hacerle

antes de la hora programada. una recocha o broma alguien.

3. SAMARRO: Pantalón que se hace 3. TOTIARSE DE LA RISA:

de estopa y un plástico, es usado cuando el Cuando alguien no es capaz de

cafetal esta mojado. contener la risa y lo hace a carcajadas.

4. SEMENTERA: Descripción hecha 4. TRAGADERA: Calificativo

al cultivo de café. dado a la parte del cuerpo por donde

5. SOBRE MESA: Se sirve después de se ingiere y baja la comida hacia el

la comida generalmente en mazamorra estómago.

con panela o agua panela. 5. TRAGOS: Bebida que se toma

6. SUDAO: Cocido con carne de res, antes del desayuno, normalmente es

cerdo, gallina, papa, plátano maduro y un tinto o chocolate

ahogao. 6. TRANCAO: Comida muy

7. SURRÓN: Expresión usa para abundante, con carne, arepa, tajadas.

referirse a alguien cuando, hace dar un 7. TROILO(A): Persona que no es

disgusto. del todo muy inteligente.

8. TAITA: Calificativo hacia el papá. 8. TROMPA: Calificativo dado a la

9. TÁPARO: Expresión o calificativo boca de un animal o persona.


TUSA: Parte de la mazorca sin granos.
dada a un caballo o mula que esta vieja o Morriña o sentimiento de
acabada.

132
1. insatisfacción que queda 1. VIRINGO: Situación que
cuando se quiso pero que ya le describe estar desnudo o se hace
terminó. referencia a un gusano.
2. TUSTA: Expresión usada 2. VOLIAR QUIMBA:
para referirse a la cabeza. Cuando una persona o grupo de
3. TUTUMO: Fruto de un personas han camino un trayecto
árbol, que crece tanto como una muy largo.
ahuyama, que es puesta al sol y 3. YERBAS: Conjunto de
sirve para guardar huevos en su ramas usadas para hacer alguna
interior o para servir guarapo. toma o remedio.
4. VASENILLA: Recipiente 4. YUNTA: Grupo de mulas o
usado para orinar en horas de la bueyes.
noche, es guardado bajo la cama. 5. ZOZOBRA: Preocupación
5. VENÍANOS: Palabra que se de una persona acerca de una
dice cuando de desea hacer situación o persona que le hace
referencia a la expresión sentirse inestable.
“veníamos”. 6. ZUMBAMBICA (O):
6. VERRACO: Persona que Expresión usada para referirse a
resiste y demuestra con su una persona no tan mayor.
comportamiento ser muy
valiente.
7. VICHE: Fruta o verdura no
madura.

133
DICHOS QUE HAS DICHO.

1. A boca cerrada no entra mosco. 1. Al que quiere más que le piquen

2. A caballo regalado no se le mira el caña.

diente. 2. Amanecerá y veremos.

3. A cada marrano le llega su 3. Amar sin ser amado es como

diciembre. limpiarse el culo sin haber cagado.

4. A Dios rogando y con el mazo 4. Amor de lejos, amor de pendejos.

dando. 5. Árbol que nace torcido jamás

5. A falta de pan, buenas son tortas. endereza o sirve para columpio.

6. A otro perro con ese hueso. 6. Arepa que no se voltee se quema.

7. A palabras necias, oídos sordos. 7. Aunque la mona se vista de seda,

8. A un bagazo poco caso. mona se queda.

9. Agua que no es de beber déjala 8. Barriga llena corazón contento.

correr. 9. Bueno es culantro pero no tanto.

10. Al mal paso darle prisa. 10. Burro viejo no aprende.

11. Al mal tiempo buena cara. 11. Buscar escondedero a peso.

12. Al que le caiga el guante que se lo 12. Buscar la comba al palo.

chante. 13. Cada loco con su costal.

13. Al que le gusta el peligro en el 14. Camarón que se duerme se lo lleva la

perecerá. corriente.

14. Al que madruga Dios le ayuda. 15. Caras vemos, corazones no sabemos.

15. Al que no le gusta el caldo le dan 16. Como no se sabe lo que se ha

dos tazas. perdido, se cree que se ha ganado.

134
DICHOS QUE HAS DICHO.

1. Con la vara que mides, serás medido. 1. El que a buen árbol se arrima, buena sombra

2. Cría cuervos y te sacarán los ojos. lo cobija.

3. Cuando el rio suena piedras lleva. 2. El que a hierro mata a hierro muere.

4. Cuando la pobreza entra por la puerta, el 3. El que entre la miel anda algo se le queda

amor sale por la ventana. pegado.

5. Dale tiempo al tiempo. 4. El que escupe para arriba en la cara le cae.

6. De aquí pal cielo eso si me mandan bestia. 5. El que juega con fuego se quema.

7. De tal palo tal astilla. 6. El que madruga Dios le ayuda.

8. Del ahogao el sombrero. 7. El que mucho abarca poco aprieta.

9. Después de ojo sacado no hay santa lucia 8. El que mucho se despide pocas ganas tiene

que valga. de irse.

10. Dime con quién andas y te diré quién eres. 9. El que nace pa` tamal… del cielo le caen las

11. Dime de lo que presumes y te diré de lo que hojas.

careces. 10. El que nace pa`maceta no sale del corredor.

12. Donde irá el buey que no aré. 11. El que nada debe nada teme.

13. Donde manda capitán no manda marinero. 12. El que no escucha consejos no llega a viejo.

14. El buen hijo vuelve a casa. 13. El que no estuvo en las malas, que no venga

15. El ignorante afirma, el sabio duda y a joder en las buenas.

reflexiona. 14. El que por gusto muere, la muerte le sabe a

16. El muerto al hoyo y el vivo al baile. gloria.

17. El pecado es cobarde. 15. El que quiera más que le piquen caña.

135
DICHOS QUE HAS DICHO.

1. El que ríe de último ríe mejor. 1. La pulga tras la oreja con el diablo se

2. El que se pa` a Sevilla pierde su silla. aconseja.

3. El que sube como palma cae como coco. 2. Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de

4. El que tiene rabo de paja no se arrima a la perdón.

candela. 3. Las piedras no ruedan para arriba.

5. El respeto se gana, la honestidad se aprecia, 4. Lo que conviene a la casa viene.

la confianza se adquiere, la lealtad se devuelve. 5. Lo que está quieto se deja quieto.

6. En casa de herrero cuchillo de palo. 6. Lo que se gana de un lado se lo pierde del

7. En la mesa y en el juego se conoce al otro.

caballero. 7. Lo que se ve no se pregunta.

8. Es mejor malo conocido que bueno por 8. Lo vi con estos ojos que se han de comer los

conocer. gusanos.

9. Haz el bien y no mires a quien. 9. Loro viejo no aprende a hablar.

10. Hasta que san Juan agache el dedo. 10. Los doctores también se mueren.

11. Hijo de tigre sale pintado y de chucha rabí 11. Más alto que una vara de premios.

Pelao. 12. Más embolatado que un brasier en una

12. Hombre precavido vale por dos. rodilla.

13. Hoy voy a dormir hasta tarde para que Dios 13. Más pesado que la romana del Diablo.

le ayude a otros. 14. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

14. La molienda no es con yeguas. 15. Más vale pájaro en mano que 100 volando.

15. La paciencia vence lo que la dicha no 16. Más vale poco que nada.

alcanza. 17. Mujer con bozo besa sabroso.

136
DICHOS QUE HAS DICHO.

1. Ni el burro ni el que lo arrea. 1. Qué bueno ser gripa para caerle al

2. No dejes para mañana lo que puedes pecho.

hacer hoy. 2. Quedo como el que se elevó y no

3. No hay mal que por bien no venga. cayó.

4. No hay persona a quien no le llegue la 3. Quien con niños se acuesta mojado

hora de rendir sus cuentas. amanece.

5. No por mucho madrugar amanece más 4. Quien pega primero pega dos veces.

temprano. 5. Quien ríe de último ríe mejor.

6. No puedes escribir un nuevo capítulo 6. Quien tiene rabo de paja no se arrima

en tu vida, sino dejo de leer el anterior. a la candela.

7. Ojo por ojo diente por diente. 7. A Rey muerto, rey puesto

8. Ojos que no ven, corazón que no siente, 8. Si la montaña no va a Mahoma,

pero siempre hay un chismoso que te lo Mahoma va a la montaña.

cuente. 9. Siga que yo no muerdo.

9. Pájaro muerto cucaracha de luto. 10. Tan creída y con lombrices.

10. Para atrás ni para coger impulso. 11. Una pelota es como la envidia a ti te

11. Perro que ladra no muerde. pica y a mí me rebota.

12. Pesa más que la pobreza. 12. Unos nacen con estrellas y otros

13. Poco a poco se llega a lejos. nacen estrellados.

14. Por la boca muere el pez. 13. Va a volar mierda al zarzo.

15. Pregunte que por preguntar no cobran. 14. Váyase con ese manto a misa.

137
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

Colombia País de regiones. (1998) Tomo I. Edición original: Santa fe de Bogotá, Cinep; Colciencias.

Autor: CINEP

Gaviria, O (2014). Manzanares un pasado de honor en la historia. Editorial Grafipack. Manizales,

Caldas.

Ramírez, F (2013). Por los caminos de la Historia. Manzanares puerta de entrada al oriente de

Caldas 1863- 2013. Sesquicentenario de Manzanares.

Ramírez, F (2016). La casa de Dios es mi casa: Historia de la Sacrosanta Basílica Menor de San

Antonio de Padua. Manzanares, Caldas. Editorial, Manigraf. Manizales.

Ramírez, F. El manzanares que yo Conocí.

Recuperado de: h p://historiayregion.blogspot.com.co/2013/06/el-exterminio-de-los-indigenas.

Recuperado de: h p://www.el empo.com/archivo/documento/MAM-587258.

Recuperado de: h ps://amigosdelpasadohistoricolibano.jimdo.com/historia/primeros-pobladores.

Recuperado: h p://academiacaldensedehistoria.blogspot.com.co/2015/03/los-indigenas-del-

oriente-de-caldas.

Recuperado: h p://orienteymagdalenacaldense.com/es/si o/aguardiente-amarillo-de-

manzanares.

Recuperado: h p://www.colombia.travel/es/blog/des nos-colombianos-recomendados-esta-

semana/villa-de-leyva-tesoro-religioso-historico.

Recuperado: Pueblos patrimonio de Colombia, Villa de Leyva, http://www.colombia.co/wp-

content/uploads/2014/09/Villa-de-Leyva.pdf Pueblo.

Villegas, N (1971). Un manzanares de hace tiempos. Manzanares Caldas.

138
AUTOR

GEIMAR ALONSO VALENCIA BETANCURT

Nació el municipio de Pensilvania Caldas en el seno

de una Familia Campesina del Corregimiento de San

Daniel (La María Tenerife) estudio en la Escuela

Normal Superior de Pensilvania donde obtuvo su

título de bachiller y posteriormente se graduó como

Normalista Superior. Se ha desempeñado como

docente en el Corregimiento de Arboleda Caldas

(2005 -2012) Municipio de Manzanares (2012 – 2018) en la actualidad se desempeña como

coordinador de la Institución Educativa Pensilvania. Licenciado en Matemáticas y Magister en

Educación de universidad Católica de Manizales; magister en Educación y Desarrollo Humano de la

Universidad de Manizales. Ha obtenido diferentes reconocimientos y condecoraciones a nivel

municipal y departamental por su trabajo en el campo de la educación además de ser invitado a

diferentes eventos académicos a nivel nacional.

COAUTORES

El libro por los caminos de mi pueblo hizo parte de una propuesta investigativa abalada por Ondas

Colciencias desarrollada en el Municipio de Manzanares con un semillero de investigación

conformado por los estudiantes Santiago Toro Marín (Fotógrafo) – Juan Manuel Gallego López –

Jhon Eduar Toro – Diego Alonso Gil – Cristian Camilo Gil H - Rubiel Stiven Rodríguez C, de la

Institución Educativa Nuestra Señora del Rosario.

139

You might also like