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CONSAGRACIÓN A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE N S

JESUCRISTO
VERTIDA EN SU CAMINO AL CALVARIO

(Por favor rezar diariamente y meditando).

Consiente y Misericordioso Salvador, en mi insignificancia


y Tu sublimidad, yo me postro ante Tus pies y Te agradezco
por todas las pruebas de tu gracia mostradas a mi, tu
desagradecida criatura. Yo te agradezco especialmente por
salvarme mediante Tu Preciosa Sangre, del poder destructor
de Satanás. En presencia de mi querida Madre María, mi
ángel de la guarda, mi santo patrono y de toda la compañía
del paraíso, me dedico voluntariamente, con un corazón
sincero. oh, queridísimo Jesús, a tu Preciosa Sangre por
medio de la cual redimiste al mundo del pecado, la muerte y
el infierno.
Yo te prometo que con la ayuda de tu gracia y con mi mas
grande fortaleza, promulgaré y creceré en la devoción a Tu
Preciosa Sangre, el precio de nuestra redención de manera
que Tu Adorable Sangre sea honrada y glorificada por
todos. De esta manera, yo deseo hacer reparación por mi
deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y
recompensarte por las muchas profanaciones que los
hombres cometen en contra del Precioso Precio de su
salvación. Ojala que mis propios pecados, mi frialdad y
todos los actos irrespetuosos que he cometido en contra de
tu Santa y Preciosa Sangre puedan ser borrados.

Contempla oh, querido Jesús, te ofrezco el amor, honor y


adoración, que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y
que todos los santos han ofrecido a tu Preciosa Sangre. Te
pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado y que
perdones a todos los que te ofenden. Rocíame, oh Divino
Salvador, y a todos los hombres con tu Preciosa Sangre, de
manera que nosotros, oh amor crucificado, te amemos de
ahora en adelante con todos nuestros corazones, y que
merecedoramente honremos el precio de nuestra salvación.
Amén.

Nosotros volamos a tu amparo.

Oh, Santa Madre de Dios, no rechaces nuestras oraciones en


necesidad, mas protégenos de todo mal oh, Gloriosa y Santa
Virgen Inmaculada María. Te amamos.

Oración de Ofrecimiento de Vida


Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima
Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte
celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón
Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María
Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas,
Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos,
uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte
de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para
ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de
nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por
las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas
hasta el fin del mundo.

Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme


gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida.
Amén

A continuación se presenta una copia de la carta dictada por


Nuestro Señor Jesucristo a los Santos Matilde, Bridget
(Brígida) e Isabel de Hungría, tras Pedirle que diese detalles
concretos de Su Pasión, antes de que Le crucificaran.

La carta relata al pie de la letra las Palabras de Cristo en Su


aparición a los santos.

Su propósito es:
Consagración de las Gotas de Sangre que Cristo perdió en
Su camino al Calvario:

"Descendí del cielo a la tierra para convertiros. En la


antigüedad la gente era religiosa y sus cosechas abundantes;
en el tiempo presente, por el contrario, son escasas.

Si queréis cosechar con abundancia no debeos trabajar los


Domingos, pues en los Domingos debéis ir a la Iglesia y rezar
para que Dios perdone vuestros pecados. El os dio seis días
para trabajar y uno para el descanso y la devoción, para
ofrecer vuestra ayuda al pobre y asistir a la Iglesia.

Las personas que disputan contra Mi religión o lanzan


calumnias sobre esta Carta Sagrada, serán de Mi amparo
abandonadas.

Por el contrario, aquellas que lleven consigo una copia de esta


Carta, se librarán de morir por ahogamiento o de forma
repentina; de morir de enfermedades contagiosas o por el
rayo; de morir sin confesión, se librarán de sus enemigos y de
la mano de la autoridad injusta, y de todos sus difamadores
y falsos testigos.

Las mujeres que en tiempo de parto se hallen en peligro,


conservando con ellas esta Oración, superarán la dificultad
inmediatamente. En los hogares donde se guarde esta
Oración nunca ocurrirá nada malo: y cuarenta días antes de
la muerte de una persona que posea esta Oración, la
Santísima Virgen se le aparecerá. Así lo dijo San Gregorio.

A todo creyente que recite durante 3 años, cada día, 2 Padres


Nuestros, Glorias y Ave Marías, en honor de las gotas de
sangre que perdí, le concederé las cinco gracias siguientes:

1.- La indulgencia plenaria y remisión de sus pecados.

2.- Estará libre de las penas del Purgatorio.

3.- Si debiera morir antes de completar los 3 años señalados,


para él será igual que si los hubiera completado.

4.- A la hora de su muerte, será como si hubiese derramado


toda su sangre por la Santa Fe.

5.- Yo mismo, descenderé del cielo a llevar su alma y la de


sus familiares, hasta la cuarta generación.

Que se sepa: el número de soldados armados fue de 150; los


que Me arrastraron atado fueron 23. Los verdugos, 83; los
golpes recibidos en Mi cabeza, 150; en Mi estomago, 108; las
patadas en Mis hombros, 80. Fui, atado, llevado arrastras
por el pelo 24 veces; escupieron sobre Mi rostro 180 veces; fui
apaleado 6666 veces en el cuerpo; 100 veces en la cabeza.
Fui brutalmente empujado y a las 12 en punto alzado por el
pelo; pinchado con espinas y tirado de la barba 23 veces;
recibí 20 heridas en la cabeza; de púas de cecina, 72;
pinchazos de espina en mi cabeza, 110; espinas mortales en
la frente, 3. Después fui azotado y vestido como un rey de
burla; las heridas en el cuerpo, 1000. Los soldados que me
llevaron al Calvario fueron 608; me miraron 3, y se burlaron
de Mi 1008; las gotas de sangre que perdí fueron 28,430."

Benedetta DA S.S. Papa León XIII, Roma, 5 Abril, 1890


Miradme Crucificado
Miradme, hijos Míos, miradme Crucificado. Ved lo que
parezco, ved si veis en Mí a un hombre o a un ser que no se
puede ni reconocer. Miradme, hijos Míos, miradme Crucificado.
Soy Jesús, Vuestro Señor y Vuestro Redentor. Pocos Me dais
las gracias por haberos abierto las puertas del Cielo. ¡Con
cuanto amor os redimí! ¡Con cuanto amor! Mi Madre unió Su
amor al Mío y ambos os redimimos con inmenso amor, Ella
unida a Mí y Mi Divinidad. Miradme hijos Míos, miradme
Crucificado.
El hombre debe elegir el unirse a Mí, el reparar, el
ofrecer. Acérquense al Sacramento de la
Reconciliación, donde les espero. Acérquense a
recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre. Aliméntense de Mí
Amorosa Entrega. Hijos, no desprecien este
instante, volteen la mirada, acudan a los
Sacramentos con prontitud. Oren y reparen sin
dilación, es preciso, no demoren.

Mediten Mi entrega, mediten Mi Pasión, mediten en


la esencia de Mi Amor por la humanidad, mediten
en la esencia de cada acto de Mi Pasión, en cada
flagelo, en cada caída.

ADÉNTRENSE EN LO ÍNTIMO DE MI CRUZ, NO LA


MIREN SUPERFLUAMENTE, CADA TROZO DE
MADERA ES AMOR DE MI AMOR Y CONTIENE EL
EXTREMO AMOR CREADOR DE MI PADRE.
Dolorosos detalles de La Pasión revelados por
La Santísima Virgen María

Cuando llegó el momento de la pasión de mi Hijo, sus enemigos lo arrestaron. Lo


golpearon en la mejilla y en el cuello, y lo escupieron mofándose de él. Cuando fue
llevado a la columna, él mismo se desnudó y colocó sus manos sobre el pilar, y
sus enemigos se las ataron sin misericordia. Atado a la columna, sin ningún tipo
de ropa, como cuando vino al mundo, se mantuvo allí sufriendo la vergüenza de
su desnudez. Sus enemigos lo cercaron y, estando huidos todos sus amigos,
flagelaron su purísimo cuerpo, limpio de toda mancha y pecado. Al primer latigazo
yo, que estaba en las cercanías, caí casi muerta y, al volver en mí, vi en mi
espíritu su cuerpo azotado y llagado hasta las costillas.

Lo más horrible fue que, cuando le retiraron el látigo, las correas engrosadas
habían surcado su carne. Estando ahí mi Hijo, tan ensangrentado y lacerado
que no le quedó ni una sola zona sana en la que azotar, alguien apareció en
espíritu y preguntó: ‘¿Lo vais a matar sin estar sentenciado?’ Y directamente le
cortó las amarras. Entonces, mi Hijo se puso sus ropas y vi cómo quedó lleno de
sangre el lugar donde había estado y, por sus huellas, pude ver por dónde
anduvo, pues el suelo quedaba empapado de sangre allá donde Él iba. No tuvieron
paciencia cuando se vestía, lo empujaron y lo arrastraron a empellones y con
prisa. Siendo tratado como un ladrón, mi Hijo se secó la sangre de sus ojos. Nada
más ser sentenciado, le impusieron la cruz para que la cargara. La llevó un rato,
pero después vino uno que la cogió y la cargó por Él. Mientras mi Hijo iba hacia el
lugar de su pasión, algunos le golpearon el cuello y otros le abofetearon la cara. Le
daban con tanta fuerza que, aunque yo no veía quién le pegaba, oía claramente el
sonido de la bofetada.

Cuando llegué con Él al lugar de la pasión, vi todos los instrumentos de su


muerte allí preparados. Al llegar allí, Él solo se desnudó mientras que los
verdugos se decían entre sí: ‘Estas ropas son nuestras y Él no las recuperará
porque está condenado a muerte’. Mi Hijo estaba allí, desnudo como cuando
nació y, en esto, alguien vino corriendo y le ofreció un velo con el cuál Él,
contento, pudo cubrir su intimidad. Después, sus crueles ejecutores lo agarraron
y lo extendieron en la cruz, clavando primero su mano derecha en el extremo de la
cruz que tenía hecho el agujero para el clavo. Perforaron su mano en el punto en
el que el hueso era más sólido. Con una cuerda, le estiraron la otra mano y se la
clavaron en el otro extremo de la cruz de igual manera.

A continuación, cruzaron su pie derecho con el izquierdo por encima usando dos
clavos de forma que sus nervios y venas se le extendieron y desgarraron. Después
le pusieron la corona de espinas[1] y se la apretaron tanto que la sangre que salía
de su reverenda cabeza le tapaba los ojos, le obstruía los oídos y le empapaba la
barba al caer. Estando así en la cruz, herido y sangriento, sintió compasión de mí,
que estaba allí sollozando, y, mirando con sus ojos ensangrentados en dirección a
Juan, mi sobrino, me encomendó a él. Al tiempo, pude oír a algunos diciendo que
mi Hijo era un ladrón, otros que era un mentiroso, y aún otros diciendo que nadie
merecía la muerte más que Él.

Al oír todo esto se renovaba mi dolor. Como dije antes, cuando le hincaron el
primer clavo, esa primera sangre me impresionó tanto que caí como muerta, mis
ojos cegados en la oscuridad, mis manos temblando, mis pies inestables. En el
impacto de tanto dolor no pude mirarlo hasta que lo terminaron de clavar.
Cuando pude levantarme, vi a mi Hijo colgando allí miserablemente y,
consternada de dolor, yo Madre suya y triste, apenas me podía mantener en pie.
Viéndome a mí y a sus amigos llorando desconsoladamente, mi Hijo gritó en voz
alta y desgarrada diciendo: ‘¿Padre por qué me has abandonado?’ Era como decir:
‘Nadie se compadece de mí sino tú, Padre’. Entonces sus ojos parecían medio
muertos, sus mejillas estaban hundidas, su rostro lúgubre, su boca abierta y su
lengua ensangrentada. Su vientre se había absorbido hacia la espalda, todos sus
fluidos quedaron consumidos como si no tuviera órganos. Todo su cuerpo estaba
pálido y lánguido debido a la pérdida de sangre. Sus manos y pies estaban muy
rígidos y estirados al haber sido forzados para adaptarlos a la cruz. Su barba y
su cabello estaban completamente empapados en sangre.

Estando así, lacerado y lívido, tan sólo su corazón se mantenía vigoroso, pues
tenía una buena y fuerte constitución. De mi carne, Él recibió un cuerpo purísimo
y bien proporcionado. Su cutis era tan fino y tierno que al menor arañazo
inmediatamente le salía sangre, que resaltaba sobre su piel tan pura.
Precisamente por su buena constitución, la vida luchó contra la muerte en su
llagado cuerpo. En ciertos momentos, el dolor en las extremidades y fibras de su
lacerado cuerpo le subía hasta el corazón, aún vigoroso y entero, y esto le suponía
un sufrimiento increíble. En otros momentos, el dolor bajaba desde su corazón
hasta sus miembros heridos y, al suceder esto, se prolongaba la amargura de su
muerte.

Sumergido en la agonía, mi Hijo miró en derredor y vio a sus amigos que


lloraban, y que hubieran preferido soportar ellos mismos el dolor con su auxilio, o
haber ardido para siempre en el infierno, antes que verlo tan torturado. Su dolor
por el dolor de sus amigos excedía toda la amargura y tribulaciones que había
soportado en su cuerpo y en su corazón, por el amor que les tenía. Entonces, en
la excesiva angustia corporal de su naturaleza humana, clamó a su Padre: ‘Padre,
en tus manos encomiendo mi Espíritu’.

Cuando yo, Madre suya y triste, oí esas palabras, todo mi cuerpo se conmovió
con el dolor amargo de mi corazón, y todas las veces que las recuerdo lloro desde
entonces, pues han permanecido presentes y recientes en mis oídos. Cuando se le
acercaba la muerte, y su corazón se reventó con la violencia de los dolores, todo
su cuerpo se convulsionó y su cabeza se levantó un poco para después caérsele
otra vez. Su boca quedó abierta y su lengua podía ser vista toda sangrante. Sus
manos se retrajeron un poco del lugar de la perforación y sus pies cargaron más
con el peso de su cuerpo. Sus dedos y brazos parecieron extenderse y su espalda
quedó rígida contra la cruz.
Entonces, algunos me decían: ‘María, tu Hijo ha muerto’. Otros decían: ‘Ha
muerto pero resucitará’. A medida que todos se iban marchando, vino un hombre,
y le clavó una lanza en el costado con tanta fuerza que casi se le salió por el otro
lado. Cuando le sacaron la espada, su punta estaba teñida de sangre roja y me
pareció como si me hubieran perforado mi propio corazón cuando vi a mi querido
hijo traspasado. Después lo descolgaron de la cruz y yo tomé su cuerpo sobre mi
regazo. Parecía un leproso, completamente lívido. Sus ojos estaban muertos y
llenos de sangre, su boca tan fría como el hielo, su barba erizada y su cara
contraída.

Sus manos estaban tan descoyuntadas que no se sostenían siquiera encima de


su vientre. Le tuve sobre mis rodillas como había estado en la cruz, como un
hombre contraído en todos sus miembros. Tras esto le tendieron sobre una
sábana limpia y, con mi pañuelo, le sequé las heridas y sus miembros y cerré sus
ojos y su boca, que había estado abierta cuando murió. Así lo colocaron en el
sepulcro. ¡De buena gana me hubiera colocado allí, viva con mi Hijo, si esa
hubiera sido su voluntad! Terminado todo esto, vino el bondadoso Juan y me llevó
a su casa.

[1] Explicación del Libro 7 - Capítulo 15 (from the english translation): "Entonces la
corona de espinas, que habían removido de Su cabeza cuando estaba siendo
crucificado, ahora la ponen de vuelta, colocándola sobre su santísima cabeza.
Punzó y agujereó su imponente cabeza con tal fuerza que allí mismo sus ojos se
llenaron de sangre que brotaba y se obstruyeron sus oídos."

Detalles revelados a Santa Brígida.

Los invitamos a acompañarnos durante un año, rezando las 15 oraciones de Santa


Brígida.

Las Quince Oraciones dictadas a Santa Brígida


por Jesús

EL DIA QUE MURIÓ CRISTO: 4 DE LA TARDE


Juan salió adonde se hallaban las mujeres y cogió las tiras de lino que habían
empapado en los ungüentos. Estos eran dos: un extracto resinoso y otro de aloe,
que tiene un fuerte olor a bálsamo (entre la mirra y el azafrán). Los hombres
seguían callados, afanándose en su trabajo.

Uno ungía el cuerpo con aceite de bálsamo, extendiéndolo con la yema del
pulgar; otro iba desgarrando en tiras el lienzo; un tercero iba envolviéndole con
ellas las piernas y los brazos.

Luego envolvieron el cuerpo entero en una gran sábana y cortaron lo que


sobraba, unos centímetros por debajo de los pies. Con este trozo hicieron unas
pequeñas tiras. Con ellas ataron la sábana al cuerpo por el cuello, por la cintura y
los tobillos. La parte superior del sudario cubría la cabeza, pero la tira que ataba
el cuello permitía que cualquiera pudiera fácilmente apartar la parte del rostro
para identificar el cadáver. Una semana o dos después del entierro se quitaba
esta parte y el rostro quedaba a descubierto. La atadura de la cintura evitaba que
los brazos se separasen y la de los tobillos tenían igual finalidad respecto a las
piernas.

Cuando todo esto quedó concluido los tres hombres llevaron el cuerpo de
Jesús al interior, agachándose mucho para pasar por el orificio de comunicación
del sepulcro, allí, le dejaron en un especie de nicho a la derecha. El cuerpo
quedaba dirigido hacia Jerusalén, y el nicho estaba tallado de tal forma que la
cabeza quedaba ligeramente más alta que el resto del cuerpo.
Rápidamente compusieron el cuerpo de manera que pareciese estar
descansando. El blanco sudario estaba sobre la cara. El olor de los ungüentos se
hacía penetrante en aquel estrecho recinto. Juan salió para que entrasen las tres
Marías. Al hacerlas entrar, les dijo que aquello había sido sólo una cosa hecha a
toda prisa, que Jesús no había quedado bien ungido, pero que María Magdalena y
María de Alfeo podían volver al día siguiente o el Domingo con más perfumes para
rendir su homenaje al Señor. La pared principal del sepulcro era tan pequeña que
los hombres tuvieron que salir para dejar entrar a las mujeres. La Virgen María
fue la primera en ingresar inclinándose mucho. Su sombra con el largo velo se
proyectó sobre el cuerpo de su hijo mientras lo contemplaba, admirándose de que
ya no podía llorar más. Detrás de ella, las otras Marías, recordándole que él había
dicho que aquello era lo que quería, pero sintiendo que aquello era un momento
trágico para el hombre.

Quedaron allí unos pocos momentos y se inclinaron para salir. La Magdalena


quería marchar inmediatamente para ir a comprar perfumes en la ciudad, pero
Nicodemo le dijo que el Sábado estaba ya encima.

Juan volvió a entrar y fue apagando las pequeñas candelas. El cuerpo de Jesús
se desvaneció en las sombras poco a poco. Al fin quedó fundido en la
aterciopelada oscuridad.

Salió al exterior e intentó dar las gracias a José de Arimatea y a Nicodemo,


pero no quisieron escucharle. Los tres hombres cogieron la piedra de la entrada y
la apartaron aún más de la boca para poder quitar la piedra que la calzaba.
Luego, lentamente, la dejaron que rodase por la curva muesca y cerrase
totalmente la sepultura.

Nicodemo recogió los tarros de los perfumes, ahora vacíos y las tiras de lienzo
que habían sobrado. Se quedó mirando fijamente el rostro de la madre de Jesús.
Luego sin despedirse, se volvió y se marchó. José hizo una reverencia a las
mujeres y le siguió. El joven Juan se quedó mirando impotente a la gruesa rueda
de molino que cerraba la entrada, y dijo a María que ya era hora de que volviesen
"a casa". María asintió levemente con la cabeza y trató de sonreír a su nuevo hijo.
Él la tomo del brazo y su fueron caminando por el jardín de flores silvestres, a
través de la roca, donde aún quedaban enhiestos los palos de las cruces, luego
por la calzada hasta la puerta de la Ciudad Santa. Las otras mujeres, se
quedaron allí unos instantes más.

Había sido un largo día. Muy largo

La pena entre los seguidores de Jesús sería tremenda, pero como un


combustible volátil, se consumiría pronto en una propia ardiente llama. No lo
iban a entender (por algún tiempo, no lo podían entender). A su modo de pensar,
aquello era una trágica derrota. Y no lo era.
Era una victoria. Había venido a morir. Y había muerto. Había venido a
predicar una nueva Alianza con el Padre, y la había predicado. Había venido para
anunciar a los hombres que el camino para la vida eterna era el amor, el de los
unos para lo otros, el de todos para él el de él para todos, y lo había probado
dando su vida por todos en medio de un torrente de tormentos.

No había muerto sólo por los judíos o por los gentiles. Había muerto por el
hombre. Por toda la humanidad.

Ahora dentro de su sepulcro, Jesús no estaba muerto totalmente. Si lo


estuviera, todos los hombres lo estaríamos; todos nos arrastraríamos
irremisiblemente hacia las tinieblas. Pero no es así. Tenía que entregar su propio
cuerpo y dejar que sus funciones cesasen. En esta inmolación su alma sería
glorificada y su cuerpo también, y también en esto señalaba el camino a los
hombres.

Las dos Marías, que aún se encontraban allí, le amaban y en su amor no


dejaban de ver su triunfo maravilloso, la nueva promesa, la buena nueva. Ni
siquiera notaron que el sol estaba brillando de nuevo.
(Extracto libre "The Day Christ Died", Jim Bishop. Ediciones Hymsa, 1957)

Y Jesús le dijo:
Toma la cruz que más te acomode
y ponla sobre tus hombros
Por un escabroso camino que hacía más penoso el calor abrumador del sol del verano,
caminaba un peregrino, llevando con pena la cruz de su vida.

Llegada la noche, se detuvo jadeante y en sus pensamientos decía: Es bien pesada la cruz
que Nuestro Señor me ha dado. ¡Ah! Yo sé que todos necesitamos una cruz para de alguna
forma asemejarnos a Cristo, pero ésta, la que llevo, me abruma.

¡Señor!, ¡Señor!, aliviana mi cruz. Te lo suplico. Era tal el cansancio del hombre que se
recuesta cerca del camino y un profundo sueño se apodera de él, y de repente se ve rodeado
de una gran claridad, Jesucristo se le aparece y con dulzura le dice:

¿Tu querrías otra cruz que no fuera la tuya?

Oh sí, Señor, yo soy pobre, envejezco y ya no puedo más con esta cruz. Hace sesenta años
que camino llevando esta cruz que amo, porque viene de Ti, pero Señor....

Ven conmigo hijo mío.

Y se vio ante una inmensa gruta. El Señor le dijo: Ahí están reunidas todas las cruces que
en mi misericordia deben abrir a los hombres las puertas del cielo. Deja tu cruz en el
umbral, entra y escoge la que mejor te convenga.

El peregrino entra y queda deslumbrado y como asustado al ver tal multitud de cruces
llevadas desde el principio del mundo y que deberán llevarse aún hasta el fin de los siglos.

Largo tiempo las examinó; las pesaba, las daba vueltas, se las probaba, las dejaba. Era la
cruz del remordimiento, la cruz de la envidia, la cruz de la ingratitud, la cruz de la familia
desunida, la cruz de la enfermedad, que paraliza los miembros, que priva del uso de los
sentidos, la cruz de los desprecios, de la calumnia, de la ignorancia, la cruz de la traición
de los amigos, la cruz del sufrimientos de los que se aman, de los seres queridos fallecidos,
la cruz del hijo enfermo, la cruz de la vejez abandonada, la cruz de la pobreza, del
desamparo, del hambre. Y a cada una de ellas decía:

- No, no, esa no.

- ¿Es necesario; Dios mío, que elija una?


Sin cruz en la tierra, no hay corona en el cielo

Y el hombre volvió atrás, examinó nuevamente las cruces y reinició todo el proceso, las
miraba, las daba vuelta, se las probaba, y como Jesús le ve desanimado con dulzura
mueve su mano y le indica el umbral de la gruta. El peregrino al girarse, ve de inmediato
una cruz que le atrae, la levanta y un suspiro de paz se escapa de sus labios.

Pesada parece, pero comparada con las otras que son tan espantosas....¿Puedo tomarla
Señor?

Tómala hombre, le dice Jesucristo.

Y tiende el peregrino los brazos para tomarla..... y da un grito: ¡era la suya!, la misma cruz
que Dios le había dado en su misericordia. La cruz que él había dejado por pesada.

Bajo el velo de la leyenda, tu a quién el sufrimiento tan largo, tan penoso, tan humillante,
arranca una queja amarga, una murmuración tal vez, mira a Jesucristo, no solamente con
su mano bendita indicándote la cruz que debes llevar sino permitiendo que Él
paternalmente la coloque sobre tus hombros y que amorosamente la sostenga para que no
sientas aún todo su peso. Esta cruz no la llames simplemente una cruz, sino “mi
cruz”. Esta ha sido creada para ti, y si supieras con qué precauciones, con qué ternura,
con cuántos cuidados, las manos divinas de Jesucristo han reunido todos sus elementos.

Si supieras también como la Santísima Virgen que te ama, pobre afligida, siempre
interviene en lo que es útil a tu salvación, si supieras como ella ha obtenido de Jesús que
mirase tus debilidades con comprensión y que esta cruz, sin la cual no podrías salvarte
quizás, fuera menos dura, menos larga, menos pesada que lo que debieras realmente
portar.

(Leyenda antigua, siglo XIX o anterior)


LA TENTACIÓN;
EL SUSURRO DEL DEMONIO

En esta oportunidad, nos vamos a referir a una de las formas de tentación,


recordemos que son tres: mundo, carne (nosotros mismos) y demonio (la página
es extensa, pero bien vale la pena darse el trabajo y leerla completa).

Jesús lleno del Espíritu Santo, volvió de las orillas del Jordán y se dejó guiar por
el Espíritu a través del desierto, donde estuvo 40 días y fue tentado por el diablo.
En todos esos días no comió nada, y al final tuvo hambre.
El diablo le dijo entonces: “Si eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se
convierta en pan” Pero Jesús le contestó: “Dice la Escritura: El hombre no vive
solamente de pan”.

Luego el Espíritu del mal lo llevó a un lugar más alto, en un instante le mostró
todas las naciones del mundo, y le dijo: "Te daré poder sobre estos pueblos y te
entregaré sus riquezas, porque me han sido entregadas y las doy a quien quiero.
Todo será tuyo si te arrodillas delante de mí". Pero Jesús le replicó: “La escritura
dice: "Adorarás al Señor, tu Dios y a Él solo servirás".

Entonces el demonio lo llevó a Jerusalén, lo puso sobre la parte más alta del
templo y le dijo: “Si tu eres Hijo de Dios, tírate de aquí para abajo, porque dice la
Escritura: Dios ordenará a sus ángeles que te protejan. Ellos te llevarán en sus
manos para que no tropiecen tus pies en alguna piedra. Pero Jesús le replicó:
“Dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.

Habiendo agotado todas las formas de tentación, el diablo se alejó de él, para
volver en el momento oportuno.

Recordemos que probar y tentar tienen el mismo significado. Nosotros hablamos


de tentación cuando sentimos la presión de nuestros malos instintos o cuando
nos vemos arrastrados al mal por las circunstancias. Jesús no tenía nuestros
malos instintos, pero el Espíritu Santo lo indujo a probarse a sí mismo en el
desierto, y es ahí, donde sintió más fuerte la sugerencia del espíritu malo para
que se desviara de su misión. En el desierto el demonio le hizo ver en forma
clarísima que salvar al mundo con los medios que Dios nos propone era
aparentemente emprender una obra del todo insensata. “Ordena que estas
piedras se conviertan en pan”, Jesús podría entusiasmar a la gente, darle un pan
que no cueste y solucionar los problemas económicos sin exigir la superación
personal.
“Tírate de aquí para abajo” También Jesús podría cautivar admiradores por la
abundancia de sus milagros. Pero él había venido a cautivar corazones y no
habrían más milagros de los que sean necesarios para quienes estén dispuestos a
creer. “Te daré todo esto si te hincas delante de mí”. Ya que los hombres no
quieren convertirse, Jesús podría decir que el menor mal es aceptar la realidad e
imponerse con los recursos buenos y malos de la política, es decir pactar con el
mal. Jesús sale vencedor, pero también la Iglesia después de él encontrará estas
tentaciones. Podrá estar tentada de dar a los hombres lo que ellos desean y no la
salvación verdadera. Jesús nos enseña como hacernos fuertes contra los engaños
del demonio, usando la Palabra de Dios.

Estas tres tentaciones, nos recuerdan las tentaciones del pueblo de Israel en el
desierto. Empezaron a quejarse porque Dios los llevaba por un camino difícil:
¿qué he hecho yo para que Dios me trate así? Luego dudan: Dios, ¿puede algo
para nosotros? Y al final se apartaron de Él para entregarse a un dios más
humano.

Dicen las Escrituras, luego que el demonio agotó todas las formas de tentación, se
fue para volver en un momento más oportuno. Si nosotros comprendemos que en
nuestras tentaciones de todos los días, hay alguien más induciéndonos a
alejarnos de Dios y su Palabra, nuestra lucha será más fuerte (comprender que
algo externo intenta dominar nuestro actuar). Debemos tener pleno conocimiento
que hay un ser junto a nosotros que nos tienta, debemos comprender que a parte
de luchar contra nosotros mismos, la batalla también es contra él.

Se trata de presentarnos las cosas de tal forma, que nuestros malos actos
parezcan tan justificables y tan lógicos en un momento dado que siempre para
nosotros parecerá que ese es el camino que en definitiva debemos elegir, aún
cuando hayamos dudado previamente.
Siempre hay un patrón común; somos presas del demonio cuando no somos
humildes y no reconocemos nuestras limitaciones. Cuando somos laxos en
nuestras vidas, la indiferencia nos invade, nada nos llega realmente, hemos
abandonado la oración diaria, los sacramentos.

Para defendernos y salir victoriosos de una fuerte tentación, la oración es la


mejor arma que tenemos, el Santo Rosario es una poderosa arma que tenemos los
católicos, son innumerables los beneficios que emanan de tal maravillosa
práctica, en estas páginas encontrarán en detalle los beneficios que otorga Dios, a
quienes lo recen con devoción.

La mayor arma del demonio es hacer creer que no existe, por ello llama la
atención que se haya manifestado al Padre Pío en innumerables ocasiones,
tomando distintas formas (de un amigo, del padre provincial, del Angel de la
guarda y otras más), incluso una vez entró a la iglesia a confesarse con el padre.
Lo describen así: "alto, guapo, con ojos negros y pequeños, pelo canoso, una
chaqueta oscura y los pantalones bien arreglados, amable y cortés." Comenzó a
contar sus pecados, eran de cada tipo, contra Dios, contra el hombre, y contra las
morales. Intentó hacer normal, natural, y humanamente comprensible todas sus
acciones pecadoras. Fue rotundo en cada una de sus argumentaciones.

El diablo no nos puede obligar a hacer algo que nosotros no queramos, el hombre
siempre tiene la libertad de elegir entre el bien y el mal. El demonio nos ataca
sutilmente, ganando pequeñas batallas con el propósito de irnos alejando
gradualmente de Dios, hasta que sin darnos cuenta ya hayamos abrazado al
pecado como forma de vida permanente. Este tránsito a veces es muy gradual y
cuando comenzamos tenemos la convicción que lo que hacemos es justificable,
allí es cuando ya nos encontramos en medio de sus garras. Hay pecados, aun
mortales que podemos echar pié atrás, pero otros a veces son caminos muy
definitivos que hemos tomado en la vida y cuesta mucho repara el error, a veces
es imposible. Y es allí cuando vemos la cara del demonio; sonreír socarronamente.

La invitación de Satanás a cualquier pecado es siempre por medio de la puerta de


las concesiones. Él convence al alma de que el pecado no es un pecado.
Argumenta que el hacer concesiones producirá algún fruto bueno. Satanás
desanima a hacer oración minimizando la necesidad o los beneficios de la
oración. Él convence al alma de que los sacrificios pequeños no tienen mérito."

Les presentamos a continuación tres ejemplos de tentaciones, veamos como


actúa el demonio y como va tejiendo sus redes. Son tres casos que hemos tomado
al azar, el hombre arruinado por su socio, un aborto y un adulterio (son casos
que suceden, pero no nos hemos basado en casos reales específicos).

1
Sí, adórame a mí y lo tendrás todo, nos dice el espíritu del mal. Tendrás el amor
que siempre has querido, tendrás poder sobre todas las personas, tu familia no
tendrá jamás hambre, ahora comprarás todo lo que quieras, el mundo será tuyo,
podrás viajar a todos esos lugares soñados. Y la gente, ¿no te gusta que te
quieran? tu sabes el dinero lo compra todo, incluso la admiración de lo demás,
eso que te gusta tanto. Nunca más te mirarán en menos ni te humillarán. Y el
club ese, que no te atreviste a postular por un posible rechazo, ahora te abrirá
sus puertas. ¿Te das cuenta las relaciones con hombres importantes lo que eso
significará en tu vida? Es tan fácil, el camino ancho pues. Pero si tu solución está
ahí, tan cerca. Si no cuesta nada estafar a tu socio rico, además no se ha ganado
un peso, todo heredado y gozando de la vida, de la forma que tu siempre soñaste.
¿No estás cansado de los relatos interminables sobre sus viajes alrededor del
mundo y de las miles de fotos que te ha mostrado? ¿Y las mujeres que tiene?,
para tenerlas se necesita mucho, óyeme bien, mucho dinero. Dime la verdad, ¿no
te da un poco de envidia? ¿No te diste cuenta, el otro día, que el contador pareció
insinuarte algo....? Y tu socio es tan incauto, demasiado crédulo y confía tanto en
ti…..

2
No, por ningún motivo, mi figura, las pasarelas, no, no permitiré que mi cuerpo,
que por lo demás es mi herramienta de trabajo sea arruinado con la maternidad.
Por lo demás esa relación no fue nada. Mantendré esto en absoluto secreto. Si se
supiera, noticias en los periódicos, ya no me llamarían y las otras tomarían mi
lugar, tomarían ese puesto que tanto trabajo me ha costado conseguir. Sí, ser de
de las primeras modelos del país me ha tomado años de trabajo y de
sacrificio, mantener este cuerpo.... horas eternas en los gimnasios, dietas
rigurosas todos los días. Y el demonio le susurra al oído: ¿Has visto como quedan
las mujeres después del parto? gordas, sí, escucha bien, gordas y ¡flácidas! Y tu
que eres tan bonita y admirada, murmurarán a tu espalda, y cuanto tiempo te
costará recuperar tu cuerpo, eso sí, si es que lo logras, porque lo más probable
que nunca más vuelvas a recuperar la talla esa que tienes ahora. Y no te estaba
gustando el magnate ese, se ve que tiene interés en ti, pero ¡madre soltera!,
olvídate de él, no tendrás ninguna posibilidad. Otra se quedará con él y con sus
millones. Que esperas, llama a la clínica, esa la que tú sabes, ahora, que después
puede ser demasiado tarde.

3
Tu naciste para ser amada, y tu marido.... ¿te has dado cuenta que no te toma
en consideración? Pero sí está siempre trabajando. Y la vida pasa. Muy pronto
empezarás a envejecer y ya no serás atractiva para nadie. Soñaste con algo mejor,
con una vida excitante, con más comodidades, que te tuvieran como una reina,
llena de agrados, pero sí el dinero apenas alcanza. Dime la verdad, ¿te has podido
comprar alguna cosita últimamente? No, esta vida no es para ti, tú naciste para
ser más, para llevar una vida diferente. Pero se sincera, cuando el otro día te
encontraste con tu antiguo novio, que desechaste por que no le viste ningún
futuro, se veía con tan poca ambición el pobre hombre, y resultó que se hizo rico,
sí, muy rico y ahora.....está solo. Reconoce que te equivocaste, debiste haberlo
elegido. ¿Qué tenías en la cabeza? ¿En qué estabas pensando? Y ahora está libre,
y te pasó su número telefónico. Y el demonio le susurra al oído ¿Qué estás
esperando? llámalo ahora, no seas tonta por segunda vez…..

Y el autor de esta página, ¿habrá sido tentado mientras la escribía?

Hace largo tiempo que estaba esperando esta oportunidad, me habías ignorado
por completo, solo en algunas páginas me nombraste, y solo para desacreditarme.
Bueno ahora hablo yo. Quiero decirte que esta página en concreto la encuentro
mal hecha, ¿cómo se te ocurrió mezclar pasajes bíblicos con tus ejemplos baratos
y tan triviales sobre la tentación. ¡Qué falta de imaginación y que mal escritos. Se
ve que no tienes talento alguno. Como escritor te habrías muerto de hambre. Acá
nos hemos reído a mandíbula batiente de tus relatos. Nunca había visto algo tan
burdo, pero sí no tiene pies ni cabeza. Si pensaste dar ejemplos podrías haber
escrito algo sobre el libertinaje, el materialismo, el poder, la manipulación
genética y la clonación, la corrupción, el terrorismo, las sectas, el culto a mi
persona, la división del mundo entre ricos y pobres, y mi preferida: las amenazas
contra la familia, en fin, temas habían, que sé yo, pero presentar ejemplos tan
banales como el fracasado ambicioso o la narcisista. Mira acá estamos plagados
de ese tipo de gente, me pareces tan poco original, perdón que me ría, ¡ja ja ja!
Discúlpame, no fue mi intención ofenderte.

Bueno, la idea era presentar casos cotidianos, más cercanos a todos nosotros y
de esa forma comprender como a través de la tentación, las personas podemos
pensar que el camino equivocado es el correcto, y muchas veces cuando pasa el
tiempo, nos damos cuanta que estábamos errados. Por lo demás los ejemplos
presentados son solo tentaciones, estoy seguro que ninguno de los tres realizó las
malas acciones.

A ver, veamos, el fracasado arruinó a su socio, este fue a dar a la cárcel. Fue tan
grande el sufrimiento y el nerviosismo que enfermó gravemente, si no me
equivoco, de cáncer y al poco tiempo se suicidó.
La mujer casada engañó al marido y se fue con su antiguo novio. El marido cayó
en una depresión espantosa, perdió su trabajo y se dedicó al alcohol, los hijos no
lo pudieron soportar y se metieron en las drogas de la cual aún no pueden salir.

¡Oh! ¡Se suicidó! Pero me está enredando, si esos casos los inventé, no existen.
Pero dígame, la modelo sí tuvo a su hijo, ¿verdad? De eso estoy absolutamente
seguro.

Murió también, el aborto salió mal. Creo que tuvo una gran infección y su cuerpo
no lo pudo resistir. Pero yo no vine a hablar de estas estupideces. Vine a decirte
que tu tema de la tentación salió pésimo. Con tus ejemplos lo echaste todo a
perder. Además el sitio en general es para la risa. ¿Te fijaste en tu primera
página? ¡Ja ja ja! sinceramente, discúlpame que me de risa, es que no me puedo
contener. Es un caos, no tiene orden alguno, perdóname que me ría pero es muy
divertido, ¡ja ja ja! Nadie lo entiende, es absolutamente ilógico, como que hubieras
tirado distintos recortes de noticias encima de una mesa.

Es una página previa, donde las personas también pueden pedir por sus
necesidades…. El sitio en realidad comienza en la página siguiente, se entra
donde dice ingresar. Que pena lo de la modelo, un aborto siempre es un
asesinato, y fueron a morir los dos. ¡Qué tristeza!

Mientras el feto no tenga forma humana, no es persona, no tiene alma.

Eso es absolutamente falso, con ese ardid deja la puerta abierta a todas las
pastillas abortivas, como la del día después y tantas otras. Hay un ser humano
con alma desde el mismo momento de la concepción, ni siquiera en el momento
del implante, sino mucho antes.

Esa es tu estúpida opinión, por lo demás, has calculado cuanto cuesta mantener
a un hijo. Es carísimo y además son sucios, gritones y hay que darles tanto
tiempo. Por favor, no me lo niegues, pero cuantos sacrificios has hecho tu por tus
variados hijos. Perdón deja que me ría un poco. ¿Tú crees que te lo van a
reconocer alguna vez? Aunque no debiera, pero como me caes simpático te lo voy
a decir, al asilo te van a mandar cuando estés inservible. Ah, y no a ese oneroso
que estás pensando sino al peor de todos y ahí te van a dejar tirado. De que han
valido tus sacrificios, mira los automóviles de tus vecinos, ¿y el tuyo? por favor, es
un trasto viejo, pero si apenas funciona, ¿no has pensado en venderlo a algún
coleccionista decadente? Pero el señor, se opone a los anticonceptivos, a los
preservativos, a los controles de la natalidad. Vamos teniendo hijos, y ¿pensaste
en tu mujer? Si eras tan hombrecito por qué no practicaste la abstinencia? Por lo
menos tuviste algo de mesura, hay otros que hasta diez y más hijos tienen, y los
egoístas ¿piensan acaso en sus mujeres?

Bueno, la idea es colaborar con la tarea creadora de Dios.

¡Estupideces! Pero si no has dejado de decir tonteras, contigo no se puede tener


una conversación normal. Pensé que podríamos platicar, pero me has
comprobado, lo que ya sabía, que tu inteligencia está al nivel del asno. Pero
volviendo a lo que vine a decirte, tu me vas a perdonar, pero el sitio completo es
basura, la musiquita que le pusiste a las páginas, ¿de dónde la sacaste? Suenan
mal, son desafinadas… y a veces con ese volumen tan alto. Déjame decirte algo.
No sabes la cantidad de personas que han perdido su trabajo por tu famosa
música, algunos están cesantes por tu culpa, sus familias muriéndose de
hambre. Claro fueron sorprendidos en el trabajo conectándose a la Internet y tu
musiquita los delató en 100 metros a la redonda.

Es música religiosa del más alto nivel que refuerza los temas de las distintas
páginas. También hemos incluido algo de Bach.

Mal, mal, mal, perdóname no quería decírtelo, pero no me puedo aguantar. Tu


sitio tiene efecto cero. Escucha bien: ¡nadie lee tus páginas! Nadie. ¿Lo entiendes?
Pero las estadísticas dicen lo contrario. Muchas veces el servidor no es capaz de
recibir las visitas que tenemos, incluso tuvimos que repetir el …

Si, entran pero al ver la baja calidad que hay adentro se van de inmediato. ¡No lo
leen! Tu estadística dice cuantos entran, pero ¿te dicen si lo leen? ¿Te dicen si
produce algún efecto positivo en las personas como tú tan candorosamente crees?
¡ah! Y por último si me hablas de tus estadísticas, los que entran no son pocos,
pero no los comparemos con nuestros sitios de sexo, esa sí que son visitas y ahí sí
la gente se queda por un buen rato. No te voy a decir cuantas visitas tenemos por
minuto, para que no te amargues más todavía y para que cambies esa cara de
pánfilo que tienes. Perdón, no quiero ofenderte, tu sabes que soy un
caballero. Eso si que es arte. Allí hay belleza, composición, una
historia..…creación.

¡Oh!, pero como puede decir eso, ¿arte?. Es la degradación misma, es la


genitalización del ser humano. A mí me da pena pensar en esas personas que se
prestan para eso, personas que muchas veces no tuvieron alternativas en sus
vidas, y para ganarse el pan tuvieron que llegar a degradarse como seres
humanos, aunque otras sí eligieron ese camino libremente. Lo encuentro muy
triste, muy penoso. Y a cuantas personas pueden hacer daño, ellos ni se lo
imaginan. El efecto en cadena que puede tener y como pueden corromper a la
juventud. Y esas parejas normales mandando sus fotos íntimas. Lo encuentro
denigrante.

¿Te refieres a algo así como el efecto mariposa? ¡Ja ja ja!

Por lo demás esas páginas de sexo, ves una y las has visto todas. No dejan nada,
el vacío más completo. Le aseguro que las personas que entran, después se
arrepienten, sienten algún tipo de remordimiento.

¿De que te quejas? Vieras tu lo bien que se les paga a los modelos. De algo tienen
que vivir. Tu sistema capitalista no los incorpora a la fuerza de trabajo, y bueno,
que van a hacer, se dedican al arte, al arte erótico. Nuestra industria es inmensa,
no sabes cuantos millones mueve todo esto. Es un área con un gran potencial, te
lo aseguro. Nos queda mucho por crecer. Damos trabajo a mucha gente. Estamos
en todo el orbe. Es que acaso, asno, no sabes la cantidad de cesantes que hay en
el mundo, ¿quieres que todos se mueran de hambre?

Si, pero siempre se puede encontrar un trabajo digno, aunque no sea tan bien
pagado. El trabajo honesto siempre dignifica al ser humano, por más
insignificante que sea.

Bueno, pero yo no vine a hablarte de estas tonteras. Quiero decirte que tu sitio
no sirve, como te dije nadie lo lee, a nadie le interesa. Debes dejar de hacerlo. ¿no
crees que en estos cinco años, una sola persona que hubiera obtenido un efecto
positivo te lo habría hecho saber? Algo habrías sabido. Estás arando en el mar.
Convéncete de una sola vez. Que haces aquí en la noche frente al computador, es
fin de semana, es tarde, y tu señora, arriba, sola, y es tan joven y bonita….., no
vayas a tener una sorpresa. Después no te quejes si se va con otro. Míranos a
nosotros, aquí abajo, conversando amenamente en este clima tan
agradable, mientras tu trabajas en algo tan improductivo e inútil hasta altas
horas de la noche.

¡Ah! Eso sí que no. Usted todo lo enreda. No me venga a decir que el infierno tiene
clima tropical y que conversan entretenidamente y que planifican el futuro. Hay
testimonios, Dios lo ha permitido y sabemos perfectamente como es el infierno,
un lugar de horror, con un calor insoportable, y la gente tan entretenida como
dice usted que está allá, no conversa tan amigablemente, quieren salir de allí,
pero no pueden. Están llenos de sufrimientos y desesperanza. Son personas
atormentadas. Tenemos testimonios en La Biblia y de Santa Faustina.

Eso es un descrédito. Es un lugar agradable donde nadie nos manda. Acá


nuestros asociados son felices, somos libres, podemos ir a donde queramos.
Tenemos un excelente clima, tal vez un poco cálido pero muy a nuestro entero
gusto. Desde el principio del mundo hemos sido injustamente desprestigiados,
todo por una pizca de orgullo y vanidad. ¿Quién no las tiene hoy en día? Eso es
una falacia, te lo aseguro. Algún día se nos hará justicia.

Y si están tan felices, dígame por qué a veces los demonios poseen a los humanos
y los atormentan a ellos y a sus familias. En la Biblia hay varios casos y en la
época actual también?

Es que nuestros asociados, no soportan ser ignorados, y como el mundo cree que
no existimos, a veces nos hacemos notar. Pero son casos muy esporádicos,
contados con los dedos de esta mano, ¿ves? La mayoría son casos de histeria.
Rara vez ocurren. Son sólo pequeñas dosis de vanidad que de vez en cuando
necesitamos reafirmar.

Ustedes extienden el mal por el mundo, y alejan a las personas de Dios.

Todo lo contrario, ¿no dicen ustedes que sin cruz no hay salvación? Pues bien,
¿quién crees tú que les hace más pesada la cruz a los humanos, y ni siquiera nos
agradecen. ¿No se salvan acaso a través del sufrimiento? Te doy como muestra un
solo ejemplo: el martirio. ¿ves?

¡Basta ya ! No puedo seguir escuchando las cosas que dice y cómo todo lo
tergiversa. Me quiere hacer entender que lo malo y negativo siempre tiene un lado
positivo, Ahora resulta que ustedes que son la personificación misma de la
tentación ayudan a la salvación de los hombres, cuando desde el principio del
mundo han llevado al hombre a la perdición, al desastre total, al pecado. Cristo
tuvo que venir al mundo a morir, a sufrir por todos nosotros, a redimir a toda la
humanidad por causa del pecado de nuestras primeros padres, desde entonces el
mal a rodeado al mundo y vuestra influencia ha producido grandes males en
distintos periodos de la historia. Han tratado de alejarnos de Dios, pero no lo
conseguirán. El bien siempre prevalecerá y al final de los tiempos el mal será
aniquilado.
Usted me ha puesto el ejemplo del martirio. Es Dios mismo, quien incluso del
mal puede sacar algo positivo. No son ustedes quienes ayudan a la salvación de
las almas, sino todo lo contrario, ustedes procuran alejarlas de Dios y ellas
después de mucho esfuerzo son capaces de resistir la influencia del mal y se
salvan.
Usted que ha venido a criticar este sitio católico, le quiero decir, que basta que
sólo le haya servido a una sola persona, para que nosotros nos sintamos
satisfechos. Esperamos con la ayuda de Dios, continuar con esta tarea hasta que
Él no disponga otra cosa.
No sé en que momento me enredó con sus palabras y entablé este diálogo que
jamás debí haber comenzado. No quiero seguir charlando con usted.

Permíteme reírme por última vez, es que eres tan sonso, ingenuo y con una
inteligencia tan modesta, como decírtelo, tan, tan inferior, tan primitiva. Pero si
cada vez que te veo, me digo, ¡ya está de nuevo el asno frente al computador!
Tienes que creerme, me ha costado una enormidad mantener una conversación
coherente contigo. Además nadie va a leer estas líneas. Recuerda, esto queda
entre tú y yo y nadie más. ¡Perdóname, sinceramente no fue mi intención
ofenderte! Reconozco que no paré de reírme de ti. Es que no pude contener mis
carcajadas. ¡Cambia esa cara de enojado, hombre, de una vez! ¿Y ese silencio....?,
¿ya no quieres continuar esta amigable charla? Volveré a terminarla en otra
oportunidad.

Nota: El diálogo precedente es producto de la imaginación, y debemos aclarar que


se hizo sin conocer la existencia del Libro "Entrevista con el maligno" del padre
Doménico Mondrone. Sin embargo nuestro diálogo cargado de buen humor produjo
en el demonio una reacción bastante negativa hacia nosotros (vengativo) y no se
hizo esperar en sus respuestas, a veces con bromas de muy mal gusto, bajo el
riesgo de hacernos hacer el ridículo frente distintas personas, también con un
control permanente cada vez que nos sentamos frente al computador para trabajar
en el portal católico (tiene a alguien que le informa de inmediato todo lo que
escribimos).

Cada vez que lo mencionamos, en alguna de las páginas, su respuesta fue casi
inmediata, siempre de distintas maneras (estamos hablando de cosas concretas y
tangibles, no sólo de tentaciones). Esto ocurre hasta el día de hoy y la verdad que
cada vez que sucede algo; no queda otra cosa que mover la cabeza y decir: ¡otra
vez! Queremos decirle que trató de impedir que subiéramos a internet el Rosario de
la Armada de la Virgen María, y en un primer momento lo logró. Por favor únanse
a la Virgen y a nosotros rezándolo todos los 25 de cada mes. Link al final.

Así que si usted tiene alguna duda de su existencia, le decimos que existe y está
más cerca de usted de lo que se imagina, él se ilusiona y cree que usted le
pertenece y considera su alma como propia, por eso hemos insistido tanto que por
favor TODOS hagan una confesión general de toda su vida y comulguencon la
mayor frecuencia. No pueden morir en pecado mortal o con pecados no confesados
por vergüenza. El libro del Padre Mondrone, lo puede bajar desde "Nuestro
Biblioteca" Link al final.

A continuación algunos párrafos escritos por el padre Jaime Salado de la Riva,


joven sacerdote español, párroco de la iglesia San Pedro de Sevilla (2007):

Os recomiendo hoy este libro( Habla un Exorcista), obra de Gabriele Amorth,


publicado por la colecciónPlaneta-Testimonio en 1997 y que ya alcanza su cuarta
edición. Gabriele Amorth es el exorcista oficial de la diócesis de Roma, y en este
volumen cuenta con pelos y señales muchos de los casos de posesiones a los que
ha tenido que hacer frente a lo largo de su labor pastoral. Algunos casos ponen
los pelos de punta. (Lo tenemos en "Nuestra Biblioteca")

Roma, corazón de la Iglesia, es sin duda un lugar predilecto para la acción


maléfica de Satanás. Pero no hace falta irse a Roma para comprobar el
devastador poder del maligno. A nuestro alrededor percibimos diariamente la
acción del mal en la sociedad. El poder de Cristo es más fuerte
(afortunadamente), pero eso no quita que mientras pueda el demonio no haga
todo el daño posible.

La Iglesia (en un movimiento pendular clásico en la historia) ha dejado de


hablar mayoritariamente de estos temas. El efecto de ello es que en lugar de los
curas, un sinfín de brujos, magos y adivinos proliferan como los champiñones en
primavera. En una sociedad donde parece que da miedo (o risa) hablar del
príncipe de los infiernos, la realidad es toda la contraria: la gente tiene ansia de
un más allá, y el contacto con estos personajes es lo que se tiene más a la mano.
Así, maleficios, males de ojo, vejaciones, posesiones, presciencias, ouijas,
ocultismos, misas negras…etc. son manifestaciones de que Satanás, desde lo
oculto (como a él le gusta) sigue sembrando la cizaña en el campo de Dios. No en
vano Pablo VI dijo: “el mayor de los triunfos de Satanás es haber hecho creer que
no existe...”
- Jesús se pasó medio ministerio “expulsando demonios” (evito las citas bíblicas
para no cansaros, pero son abundantes). Los discípulos reciben este encargo
directamente de Cristo.

- La Iglesia lleva dos mil años luchando contra Satanás y no debe dejar de
hacerlo. Los grandes santos de la historia unían a sus visiones beatíficas
revelaciones sobre el infierno o experimentaban en sus cuerpos llagas del
maligno. El infierno es dogma de fe (Símbolo quicumque, año 500 aprox.) y
negarlo implica una herejía grave.

- La liturgia sacramental (sobre todo el bautismo) conserva exorcismos sobre los


neófitos (mucho más abundantes y extensos en los ritos orientales, eso sí). Las
renuncias a Satanás son abundantes en diversos símbolos, y forman parte de
una de las fórmulas de la profesión de fe interrogada.

Os recomiendo encarecidamente la lectura de este libro que nos abre los ojos
ante una realidad tan evidente y a la vez, tan oculta.
Nota: En el sitio, en la página de oraciones hay varias del Padre Amorth.

Oración a san Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel,


defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.

Reina del cielo, y soberana Señora de los Ángeles,

que has recibido de Dios

la misión de aplastar la cabeza de Satanás

y de derrotar a sus huestes,


te suplicamos

que envíes a tus santas legiones de ángeles,

para que bajo tus órdenes

persigan a los enemigos que nos cercan

y los precipiten en el abismo.

Amén

1. En desagravio de las ofensas cometidas contra el Sagrado corazón de Jesús y


el Inmaculado Corazón de María.

2. Por la salud y protección del Santo Padre, de sus enemigos visibles e invisibles
y por la victoria de su pontificado.

3. Por la santificación de los sacerdotes (especialmente por los que nos atienden),
y por el incremento de las vocaciones sacerdotales y religiosas santas y
perseverantes.

4.Por la consagración de Rusia y el pronto triunfo del Inmaculado Corazón de


María.

5. Por la paz en nuestros países.

6. Por la salvación de las almas de los agonizantes.

7. Por la salvación de las almas poseídas o asechadas por Satanás y sus huestes.

8.- Por la paz en el mundo y nuestra cooperación en la obra salvadora del


Inmaculado Corazón de María.

9. Por la multiplicación de la costumbre de hacer cadenas de Rosarios.

10. Por la paz en nuestros hogares y por nuestras intenciones privadas y


personales.

Se les advierte a las personas que eviten a toda costa, cualquier tipo de
actividad que signifique la invocación de fuerzas ocultas, adivinación, contactos
con el más allá, etc. Están abriendo una peligrosa puerta a las fuerzas
demoníaca, de las cuales cuesta mucho librarse. Son muy peligrosas y no
tenemos la preparación para defendernos, así que les rogamos que no las
realicen y se mantengan alejados de ellas. Sólo Dios basta.

En Links, de las últimas, les hemos dejado La Cofradía de la Legión de San


Miguel (sitio externo), para que los que quieran se unan ella. es un grupo de
oración con un objetivo común.

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