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Conversión es la práctica religiosa por la que una persona adopta como propias las creencias
de la comunidad de creyentes a la que se incorpora. Cuando dicha práctica se realiza por
alguien que tenía una creencia religiosa previa y diferente de la que asume, desde ese
momento pasa a ser considerado por la comunidad creyente abandonada como un apóstata o
un renegado.
Debe distinguirse del rito de paso o iniciación, el conjunto de acciones rituales con que
el neófito o catecúmeno es reconocido públicamente como miembro de la comunidad, y que
en la mayor parte de las culturas se produce acompañando al tránsito biológico que tiene lugar
tras el nacimiento o tras la niñez, por tanto sin haber tenido otra creencia religiosa previa.
Maurice Baring
Hilaire Belloc
Robert Benson
Chesterton
Christopher Dawson
T. S. Eliot
Graham Greene
Ronald Knox
C. S. Lewis
Malcolm Muggeridge
Dorothy Sayers
Edith Sitwell
J. R. R. Tolkien
Evelyn Waugh
Siegfried Sassoon, etc.
Conversión al islam
Un neo-musulmán o musulmán convertido recientemente al islam es denominado Muallaf. El
más importante de los cinco pilares del islam (la creencia en un solo Dios, y en que Mahoma
es su profeta), es el que marca la conversión, que se produce desde el momento en que el
nuevo creyente hace sinceramente esa profesión de fe, llamada shahada.1
En la España musulmana medieval los conversos al islam eran llamados muladíes.
Conversión al judaísmo
Primero el Arrepentimiento.
La norma judía que regula la manera aceptable de convertirse al judaísmo se denomina giur.
La decisión de convertirse al judaísmo debe provenir del propio convencimiento, demostrado
por lo que se dice y hace.
Procedimiento
Los requerimientos, dictados por la halakha son los siguientes:
Circuncisión.
Baño ritual por inmersión.
Entender y aceptar las obligaciones de ser un judío observante.
Como consecuencia de la conversión, el prosélito pasa a ser parte del pueblo judío, con
algunas restricciones existentes en algunas de las denominaciones judías.
Conversión al sijismo[editar]
Para convertirse al sijismo se debe demostrar conocimiento y entendimiento de los contenidos
de Gurú Granth Sahib y demostrar madurez para seguir el código de conducta sij2
Existe una ceremonia de iniciación en la cual se realizan una serie de oraciones y actos
rituales, enumerados a continuación:3
Hechos 3:19 dice: "Por tanto, arrepentios y convertios, para que sean borrados vuestros
pecados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia de Dios."
Hechos 2:38 dice: "Arrepentios y sed bautizados cada uno de ustedes en el nombre de
Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo".
Si usted lee estos dos textos con un poco de detenimiento se dará cuenta de varias
cosas:
2. Santiago 1:18 "Él de su voluntad NOS HIZO NACER por la palabra de verdad, para
que seamos las primicias de sus criaturas"
3. 1 Pedro 1:23 "Pues habéis nacido de nuevo, node simiente rruptible, sino de
incorruptible, es decir,mediante la palabra de Dios que vive y permanece para siempre"
Para que abras sus ojos a fin de QUE SE CONVIERTAN de las tinieblas a la luz, y del
dominio de satanás a Dios, para que reciban, por medio de la fe en mí, el perdón de
pecados y herencia entre lsque han sido santificados"
2. Tal como el texto enseña, convertise es un proceso mediante el cual, una persona que
estaba ciego por el Dios de este siglo (2Corintios 4:4), ahora puede ver.
4. Es un cambio de dueño. Antes nuestro amo era satanás, pero en la conversión salimos
de sus dominios y pasamos a los de Dios.
Usted puede convertirse a Cristo hoy, y mudarse de las tinieblas a la luz, cambiar de
dueño y recibir el Espíritu Santo como regalo de parte del Padre. Le invitamos a que lo
haga ahora mismo, pues si oyeres hoy su voz, no endurezcas tu corazón (Hebreos 3:15)
II. Psicología de la conversión
Tipos de conversión, crisis, obstáculos y desenlace
Por: P. Miguel Ángel Fuentes, V.E. | Fuente: Foro de Teología Moral San
Alfonso
No tomamos en cuenta aquí las conversiones superficiales, es decir, aquellas que no son
permanentes y duraderas; éstas en el fondo pueden llamarse falsas o menos auténticas.
1. Tipos de conversión
2. El proceso psicológico
Toda conversión comienza por una crisis o una situación relacionada con alguna especie de
sufrimiento (que puede ser físico, moral o espiritual), es decir, con una dialéctica interior.
Junto a esto se da una convicción más o menos profunda y al menos confusa de que sólo en
Dios el alma puede encontrar tranquilidad en esa lucha. Si sólo se da el aspecto de crisis, el
proceso no terminaría en conversión sino en desesperación y tal vez en el suicidio.
1) Crisis moral: parte de la experiencia del pecado, como conciencia de bancarrota moral y
sentido de suciedad; se caracteriza por el remordimiento causado por los pecados
cometidos, por el sentimiento de vacío interior y por el ansia de paz interior. Muchas veces
el alma se comporta inicialmente como huyendo de esa mirada hacia su adentro. Un
testimonio más que elocuente es este texto de las Confesiones de San Agustín: "Narraba
estas cosas Ponticiano, y mientras él hablaba, tú, Señor, me trastocabas a mí mismo,
quitándome de mi espalda, adonde yo me había puesto para no verme, y poniéndome
delante de mi rostro para que viese cuán feo era, cuán deforme y sucio, manchado y
ulceroso. Veíame y llenábame de horror, pero no tenía adónde huir de mí mismo. Y si
intentaba apartar la vista de mí, con la narración que me hacía Ponticiano, de nuevo me
ponías frente a mí y me arrojabas contra mis ojos, para que descubriese mi iniquidad y la
odiase. Bien la conocía, pero la disimulaba, y reprimía, y olvidaba"4
Para introducir la crisis que lleva a una persona a la conversión, Dios se sirve de medios
sumamente diversos, no atándose a ningún medio humano. A veces es el ejemplo de una
persona santa, cuya presencia y modo de ser golpea y acusa al converso (ejemplo de esto
tenemos en la conversión de Agostino Gemelli6); otras veces, es algo puramente fortuito,
que los lleva a pensar sobre la vida y el destino (como vemos, verbigracia, en la conversión
del barón de Eckersdorff7).
Junto con esta crisis se da en la psicología del convertido el deseo de purificación del
pecado, de alcanzar la paz del alma, o directamente deseo del mismo Dios. A veces toma la
forma de "que se es buscado por Alguien" y suele mezclarse con cierto miedo a entregarse
a ese Alguien por temor a ser totalmente "devorado" o "absolutizado" por Él; hay sobre esto
magníficas descripciones como la de Francis Thompson en El Lebrel del Cielo o Miguel de
Unamuno en El Cristo de Velázquez.
He escalado esperanzas,
me he hundido en el abismo deleznable,
para huir de los Pasos que me alcanzan:
persecución sin prisa, imperturbable,
inminencia prevista y sin contraste.
Los obstáculos que más frecuentemente retrasan el acto de fe y la conversión suelen ser de
dos órdenes: intelectivos o morales.
Armando Carlini, otro converso, decía: "Sólo el hombre religioso, sólo el Filósofo cristiano
está plenamente libre en el pensamiento. Como la mayor parte de los convertidos, he
hallado en la Iglesia católica una libertad que ensancha el espíritu, exactamente lo contrario
de lo que temen muchos de aquellos que están fuera de la llamada construcción dogmática
de la Iglesia. Jamás me he sentido limitado, encajonado, estorbado por el sistema
dogmático de la Iglesia"9.
Los obstáculos son, pues, prejuicios. Especialmente tienen lugar en almas imbuidas de
racionalismo, panteísmo, materialismo, agnosticismo o escepticismo. Junto a la profesión
de estas doctrinas hay que señalar también otras causas, como por ejemplo: la ignorancia
religiosa, la falta de un mínimo espíritu de reflexión, la deficiente preparación filosófica
que incapacita para pensar metafísicamente; la inadaptación mental en sus formas de
hipercrítica, escrupulosidad intelectual, etc. También hay que añadir los defectos de un
espíritu exclusivamente técnico o defectuosamente especializado que intenta aplicar
métodos apropiados para unas ciencias (por ejemplo, matemáticas o fenomenológicas) al
campo filosófico o histórico.
Significativo es el testimonio de la ya citada conversa Greta Palmer: "Leí libros mucho más
precisos que los de Chesterton. Leí también obras anticatólicas. Pero, examinadas
críticamente, éstas presentaban siempre puntos vulnerables. Las razones del catolicismo
presentadas por Santo Tomás no ofrecían, en cambio, motivos de excusa. Mi conversión
estuvo llena de repugnancia. Llamé a todas las puertas para asegurarme de que tras ellas
había algo más que el vacío, antes de llegar a admitir que esta única puerta estuviese de
verdad abierta sobre los secretos del universo. Descubrí que toda dificultad, toda duda que
quedaba de mi ateísmo había sido respetuosamente examinada y resuelta siglos antes de
que yo existiera. Vi que no existe hecho o hipótesis de la moderna física y astronomía que
no puedan ser confortablemente recibidos en brazos de la Iglesia. Descubrí que,
históricamente hablando, la gente parece querer dejar la Iglesia porque está deseosa de
cosas prohibidas, pero no deseosa de verdades profundas"10.
2) Obstáculos morales. A pesar de cuanto pudiera parecer los principales obstáculos para la
conversión –incluso para la conversión a la fe– no vienen del intelecto sino de la voluntad.
Entre estos hay que indicar, en primer lugar, el orgullo. Manuel García Morente ha escrito:
"Ante el problema de Dios los filósofos modernos suelen sentir extraordinario pavor y
tiemblan literalmente cuando en el horizonte de sus meditaciones surge majestuosa, pero
indeseada para ellos, la imponente noción del ser por sí, acaso porque en esta coyuntura la
filosofía moderna no tiene la conciencia muy limpia"11.
También hay que añadir el deseo de gloria humana, como dice el mismo Jesús: ¿Cómo
podéis creer vosotros que buscáis la gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene
sólo de Dios? (Jn 5,43-44). Asimismo la falta de docilidad a Dios y la sensualidad que
quiere seguir apegada a sus desordenes morales, etc.
4. El desenlace de la conversión
La conversión sincera trae para el convertido una experiencia totalmente única que se
manifiesta en forma de "descubrimientos"; en efecto, los convertidos –según sus propios
testimonios– experimentan uno o varios de estos efectos12:
–El descubrimiento de una religión ideal: o sea, de la verdad que satisface en plenitud la
mente y el corazón.
–El descubrimiento del gozo: Chesterton al convertirse afirmó: "Es demasiado hermoso
para ser verdadero; pero es verdadero"17. "El cristianismo –dijo por su cuenta Luis
Santucci– es capaz de sepultar con una palada de gozo un abismo de dolores"18. Cuanto
más largo y sembrado de dificultades esté el camino de la fe, tanto mayor es la alegría que
se experimenta cuando se ha llegado a la meta.
a) Vocabulario
TEOLOGÍA DE LA CONVERSIÓN
..................
Y. CONGAR
EVANGELIZACION Y CATEQUESIS
CELAM-CLAF.MAROVA.MADRID-1968.Págs. 65-82