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Estado de Campeche
Bienes de dominio privado: Los bienes de dominio privado del estado son
aquellos a los que el legislador ha estimado innecesario otorgarles tantos requisitos
como a los que se hallan dentro del dominio público. Para ellos, en términos
generales, no hay reglas exorbitantes al derecho privado. En términos más simples,
son aquellos bienes administrados por el estado que pueden ser adquiridos,
gravados y transmitidos por el mismo, como si de otro particular se tratase, por lo
que es posible adquirir y hacer uso de bienes específicos del estado y explotarlos,
que en dicho sentido las porciones de terrenos o aguas, sí como asociaciones
religiosas nacionalizadas.
Los bienes del estado, al fin y al cabo, tiene un mismo objetivo, que es lograr el
beneficio social, sin embargo, existen ocasiones en el que se presenta un choque
descomunal entre determinadas clasificaciones de los bienes del estado, que tiene
como consecuencias que este ultimo sea injusto. Un ejemplo de dicha situación es
cuando por azares, tu casa o al menos en una parte de tu terreno, es hallado un
yacimiento petrolero, o un manto acuífero, o algún otro bien que pudiese ser
aprovechado por el estado; analizándolo, cualquiera de las opciones son bienes de
uso común, tomando en consideración lo establecido por el derecho administrativo,
siendo así que es un bien que “puede ser aprovechado por todos los habitantes”,
aunque no necesariamente de forma directa; por otro lado también es un bien al
servicio público, puesto que esta en poder de la federación, un estado o un
municipio; considerando ambas definiciones, y su objeto que es el beneficio amplio
de todo el estado, es contradicho por el mismo, al momento de caer en una de las
practicas más comunes al momento de encontrar alguno de los bienes
mencionados en el terreno perteneciente a un particular, el estado cae en algo
denominado como expropiación forzosa, que es un acto unilateral por parte del
estado, y que no requiere del consentimiento del particular afectado, este se
encuentra regulada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
que Reforma la de 5 de febrero de 1857 en el Título Primero Capítulo I "De los
Derechos Humanos y Sus Garantías" en su artículo 27 párrafos I, II y III,1 artículo
del cual surgen una gran variedad de leyes reglamentarias pero para efectos de la
figura de expropiación surge la llamada "Ley de Expropiación" que por tratarse de
una ley reglamentaria, tiene por objetivo proveer en la esfera administrativa a su
exacta observancia, dicha ley se encarga no sólo de definir dicha institución sino
que también, establece las causas de utilidad pública y regula los procedimientos,
modalidades y ejecución de las expropiaciones; si bien, el estado suele optar por
otras alternativas para adquirir los bienes, ya sea por compraventa o permuta, pero
lo cierto es que esto es solo en la teoría, siendo de esta forma, algo subjetivo el
hacerlo o no, claro si consideramos a los estados como personas jurídicas similares
a una persona física que ostenta derechos y obligaciones, lo cual es cierto, aunque
sea como una ficción jurídica.
Por otro lado, después de mencionar las formas en las que el estado puede
adquirir bienes, existen formas en las que el estado limita la propiedad de los
particulares, estas son las modalidades a la propiedad, con el único objetivo de
cumplir con los intereses de la sociedad, pese al hecho de que este busca un bien
común o público, excluye toda posibilidad de indemnización al particular, puesto
que en ningún momento se la ha privado de sus bienes, únicamente se le limito.
Es necesario recalcar que los procedimientos de adquisición de los bienes son
distintos a las modalidades de la propiedad, ya que, en el caso de los modos de
adquisición, hay una transmisión de dominio y la erogación de una cantidad
monetaria, por concepto de contraprestación.
Los bienes del estado son tendientes a las limitantes del estado, estas limitantes o
bien modalidades se rigen por el interés público que un bien puede representar,
este interés público puede ser tergiversado, mal empleado y maliciosamente
utilizado por el gobierno o el órgano encargado de la administración pública,
México ha sido un gran ejemplo de estos caso, desde despojos de sus terrenos a
civiles, como las propiedades de las comunidades indígenas que han sido
mermadas, pese a lo racista que ha podido sonar la oración, no hay forma de
ignorar la veracidad de las mismas, y no es por hacer menos a los que comparten
un rasgo cultural y étnico más puro, si no que es para señalar lo injusto del
gobierno por el simple hecho de compartir dichos rasgos. Un ejemplo de
expropiación forzada en sentido injusto es el siguiente:
Un terreno de 28 mil metros cuadrados utilizado para el Circuito Exterior
Mexiquense fue expropiado bajo la falsa premisa de que no tenía dueños
reconocibles y sin respetar garantía de audiencia. Además, el terreno fue valuado
4 veces por debajo de su valor real. Pese a sentencias favorables, trabas
judiciales han impedido que los afectados reciban la reparación del daño.
Este es un claro ejemplo de un abuso por parte de un gobierno, que además de la
mediocridad con la que explota un recurso, lo obtiene por la fuerza o bien solo lo
arrebata como si de un dulce a un niño se tratase, utilizando la ley a su favor,
quitándole la venda de los ojos y embriagándola para que tengan su aprobación,
un caso típico de aprovechamiento de su poder y facultades, aunque que algo
parezca legal, no significa que sea lo correcto, ya que solo es una ilusión,
aparentar tener motivaciones validas para tales actos, pero solo por la
manipulación que estos pueden ejercer, incluso haciendo uso de practicas
corruptas; el ejemplo antes mencionado ha violado determinadas disposiciones,
entre las más importantes se encuentra, la clara violación a la constitución, así
como la violación a los derechos de los propietarios, lo último es notorio, gracias a
un decreto emitido el 2009 por el en ese entonces gobernador del estado de
México, que no es ni más ni menos, que el meme político del sexenio anterior
Enrique Peña Nieto, que como argumento principal, dictaba que el terreno no
tenía un dueño conocido, puesto que no aparecía en el registro público y que su
valor era de diez millones de peso, hecho que posteriormente fue esclarecido,
exponiendo las irregularidades en las que estaba inmersa tal decreto de
expropiación, puesto que el terreno de 28 mil metros, si estaba inscrito en el
registro público, inscrito por una familia que lo poseía desde hace más de 40 años,
tiempo suficiente como para que el gobierno ignorara la existencia de su dueño,
de igual forma el precio expresado en el decreto es más falso y poco valido, como
los motivos de Donald Trump para erigir su muro fronterizo, tal referencia es tan
absurda como la diferencias entre los precios, pues el valor real del terreno es de
50 millones y no de 10 millones.
Una vez expuestos los elementos necesarios para conocer la figura jurídica de la
expropiación, y determinar si la hipótesis inicial con respecto a la problemática
puede mantenerse o desecharse, considerando el primer cuestionamiento ¿La
expropiación es buena o mala?, en este sentido la respuesta sería la misma que
en la hipótesis, la expropiación es buena, al menos en lo que a economía y política
respecta, siempre será buena teóricamente, pues su único objetivo es propiciar el
beneficio social a partir del uso y aprovechamiento de un bien que representa una
utilidad pública, sin embargo, en la práctica, el altruismo de la figura puede
cambiar, y es a partir de esto que se puede analizar el segundo cuestionamiento,
¿La expropiación es bien aplicada?, en este es necesario reformular la respuesta,
y lo cierto es que, su aplicación es algo más subjetivo, que dependerá
precisamente de la actuación y la conducta del gobierno tenga sobre este, sin
embargo, si nos referimos específicamente a México, la expropiación es mal
aplicada, solo persigue intereses de particulares, casi como beneficiando una
aristocracia, pero que a la larga solo le traerá pobreza y miseria, como si
sostuvieran una escopeta con los cañones hacía la cara, o como si tuvieran un
cuchillo para apuñalar a su pueblo, pero en el mango esta revestido de espinas,
de esta forma siendo posible concluir que la expropiación siempre ha sido buena,
siempre lo será, cada vez que el texto que lo defina en un libro, parecerá la mejor
idea que a un gobierno pudiese ocurrírseles, pues pese a que le arrebata el
patrimonio de una vida, este se empatiza del particular, y lo indemniza con el fin de
que este consiga otro lugar, y en esta forma todos ganan; no obstante, el llevarlo a
la practica es el problema, ya que muchos intereses chocan, causando un conflicto
entre la ética, la moral y el egoísmo, donde el egoísmo suele ser la vencedora, por
tentadora y atractiva que puede verse, pero que no es más que una trampa, una
ficción en la que el gobierno mexicano suele caer, sin darse cuenta que al dañar a
su pueblo, se dañan a si mismo, México no es solo su gobierno, sino todos los que
lo conforman, inclusive sus recursos, recursos que son mal explotados y vendidos
a extranjeros, que siempre velaran por sus intereses, prometiendo desarrollo,
progreso y prosperidad, cuando lo único que propician es el nacimiento de una
marioneta, en la que cada empresa mal intencionada coloca sus hilos,
manteniendo al país en sus manos, y que además, se llevan nuestros recursos
como si fueran panes calientes, y silo dejando migajas si no es que menos al
pueblo Mexicano.
Conclusión.
El ensayo anterior, fue un análisis de investigación y critica a los elementos, la
utilización y la importancia de la expropiación forzada, y de las consecuencias
surgidas de su mala utilización, es claro la necesidad de regular la potestad del
estado respecto a esta figura jurídica, ya que suele abusar del poder que tiene, y
se apropia de los bienes privados solo por sus intereses, sin devolver o indemnizar
al ciudadano cuyo patrimonio se ha visto mermado, el ensayo fue más una critica
que una opinión general, y pese a que el criterio personal predomina, esta
fundamentado por hechos o evidencias de que el estado ha caído en el abuso de
poder, incluso con el gobierno actual, la problemática no ha disminuido, ya que los
bienes del estado han pasado a manos extranjeras, pese a que el comentario
pueda sonar comunista, lo cierto es que es necesario un poco de ello, pero no
excesivamente, hibridando entre el socialismo, comunismo y capitalismo, para
obtener un sistema económico eficiente y que realmente en casos de expropiación
forzada, exista un beneficio o una compensación a los particulares, dejando de
lado los intereses egoístas de unos cuantos, que solo buscan llenarse los bolsillos,
estos dirigentes despóticos son lamentables, y son aquellos que ni Maquiavelo
consideraría dignos de admirar, puesto que no mueven, ni convencen a las masas,
engañando a su pueblo con monedas de oro, que no son más que doblones de
hierro pintado.
Bibliografía.
Rafael I. Martínez Morales, Derecho Administrativo, 2º Curso, Quinta Edición, Oxford
https://www.animalpolitico.com/2015/06/edomex-expropio-ilegalmente-un-rancho-en-
favor-de-ohl-en-2009/
https://mexico.leyderecho.org