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Leer Documento CAP 1-13, Clasificación de gestión y solvencia y extraer los

principales puntos del documento:

El modelo financiero correspondiente a los bancos, o banca: conjunto de aquellos,


son entidades que al brindar un servicios público-privados deben regirse y regularse por
normas impuestas por el Estado. Todo lo anterior con el fin de que la banca pueda ofrecer
servicios avalados por entidades externas a ésta, pues al fin y al cabo se evita el fraude
bancario que pueda afectar de manera directa e indirecta a la sociedad en su conjunto.

Entonces, el concepto de solvencia bancaria debe ser entendido como la capacidad


unidireccional que poseen los bancos, como obligatoriedad, en relación al manejo de su
patrimonio. En palabras simples, se habla de la capacidad y responsabilidad que tendrá un
banco a la hora de asu mir sus deudas, garantizando, por supuesto, la estabilidad del mercado.
Además, se entiende que todo banco debe poseer un colchón mínimo de solvencia frente a
las deudas asumidas, propias a su capital, y cuando ello no se cumple, el mercado comienza
a detectar en dicha institución financiera: la insolvencia, pudiendo provocar un quiebre en el
mercado bursátil y financiero, además de un daño social a los usuarios de los respectivos
bancos.

Tanto interés se centró sobre el concepto de la solvencia que a nivel internacional y


por convención de las entidades bancarias y financieras, el Comité Financiero de Basilea
(normas de Basilea, actualmente I, II y III) determinó que la solvencia debía medirse, tanto
cualitativa como cuantitativamente, con el fin de que el servicio bancario fuera una actividad
de igual calidad comercial en todos los países en donde funcionara. Las entidades
clasificatorias utilizan cinco categorías para solvencia: I, II, III, IV y V, además de tres letras:
A, B y C.

Para medir la solvencia bancaria, existe una lista importante de agencias calificadoras
que entregan las respectivas clasificaciones en cada uno de los ítems en donde el banco puede
ser medido: adquisición de bonos, créditos a corto y largo plazo, capacidad de
endeudamiento, etc. Es importante mencionar que existen muchas agencias y no todas miden
a los mismos bancos, esto es sólo por un hecho de mercado más allá de querer perjudicar a
la institución bancaria. Las agencias ofrecen de manera pública los “rating”, clasificaciones
a partir de los mismos balances de los bancos. Los instrumentos en sí, sirven para que los
inversores y clientes conozcan cabalmente la institución a la que pretenden adscribirse.

Así también, existe SBIF resalta la importancia del concepto Gestión, el cual apunta
a la capacidad de todo banco de contar con áreas, procedimientos y recursos para poder
alcanzar los objetivos propuestos, cumplir con la ley y alcanzar altos estándares de servicio
socio-financiero.
El documento RECOPILACION ACTUALIZADA DE NORMAS Capítulo 1-13
funciona como una orientación clara y directa para las entidades financieras chilenas, o
aquellas con capitales extranjeros que funcionan dentro del país. Actualmente estas normas
se encuentran amparadas por la ley, por lo tanto, el no cumplimiento de ellas conlleva
posibles condenas comerciales o multas derivadas de los órganos fiscalizadores como: SBIF,
SII o Tesorería (para el caso del Banco Estado de Chile). Por último, mencionar que el
documento en cuestión más allá de ser punitivo, funciona como una propuesta formativa, la
que, a su vez, fomenta la responsabilidad social dentro de un mercado financiero que
ocasiones olvida que los tratos están firmados por seres humanos.
Explique brevemente las condiciones que deben cumplir los bancos para una adecuada
gestión y solvencia. Indique algunos ejemplos.

Según SBIF (Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras Chile), tanto


los bancos como cualquier otra institución financiera deben contar con estándares mínimos
de funcionamiento y operación, esto, con el objetivo de tanto el mercado como el usuario
vean en la institución seguridad y estabilidad financiera. Para ello, la Superintendencia, ha
conformado una serie de normas, que principalmente pretende medir dos elementos
fundamentales para la operación bancaria: Solvencia y Riesgo, este documento se conoce
como “Capítulo 1-13: Clasificación de Gestión y Solvencia”. Por lo tanto, cualquier entidad
bancaria con el fin de poder operar de manera adecuada al mercado debiese contar con
elementos mínimos dentro de su plan de gestión, que puede ir desde lo más básico: como es
el hecho de que un usuario consulte su saldo de cuenta en un cajero automático, hasta lo más
macro, que podrá ser la fusión con otra entidad financiera, tal como acaba de ocurrir hace
pocos meses en Chile, en donde Scotiabank adquiere el patrimonio total de BBVA. Dice el
documento en cuestión (SBIF, 2018): “…no puede sino concordar con principios de sana
administración para el resguardo de la estabilidad o buena marcha de la empresa, donde el
Directorio y la alta administración de cada entidad evaluada velen por una gestión eficaz de
todos los riesgos importantes que asume o enfrenta en su caso”.

El llamado de SBIF básicamente consiste en que todos los movimientos bancarios,


logísticos y estratégicos estén insertos en planes adecuados a las normas existentes. Cuando
la banca actúa de buena fe, se le reconoce en la evaluación lo que le permite obtener una
imagen y un prestigio que no todos los partícipes del mercado poseen. A su vez, es
sumamente relevante que cada entidad bancaria se entregue por completo a las respectivas
evaluaciones, realizadas tanto por SBIF como por entidades examinadoras externas, las
cuales se desarrollan idealmente al menos una vez al año. Estas evaluaciones alcanzan los
siguientes niveles: Gobierno corporativo y Directorio, rendición de cuentas, desempeño
administrativo, cumplimiento de políticas establecidas, promoción de controles internos
sólidos, manejo de información, entre otros. Siguiendo estos lineamientos, se hablará de
solvencia y gestión cuando el banco sea capaz de demostrar eficacia en los siguientes ítems:
a) Administración del riesgo de crédito y gestión global del proceso de crédito: estudiar
previamente la cartera de clientes con la que se va a trabajar, además de poner en
práctica los procedimientos de cobranza, con el fin de que pueda ser recuperado el
capital prestado y no se traduzca en una pérdida o cifra roja.
b) Gestión del riesgo financiero y operaciones de tesorería: ante posibles inversiones de
gran envergadura, los bancos deben actuar con total transparencia, asumiendo que,
en caso contrario, serán fiscalizados y por consiguiente correrán el riesgo de ser
amonestados por las instituciones pertinentes.
c) Administración del riesgo operacional: toda pérdida debe ser asumida como una
lección de revisión de las áreas de control. A partir de los resultados observados los
departamentos indicados podrán revertir las cifras magras a través de remediales
financiaros inmediatos.
d) Administración de los riesgos de exposiciones en el exterior y control sobre las
inversiones en sociedades: control eficiente para aquellas corporaciones que
cuenten con sucursales o áreas de inversión en el extranjero.
e) Prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo: evitar enlodar
el patrimonio financiero, o la imagen de las instituciones en ocasiones cuando
ingresen capitales provenientes de actividades ilícitas.
f) Administración de la estrategia de negocios y gestión del capital: es fundamental
contar con áreas de manejo de imagen o área de inversiones, en donde todos
aquellos que quieran invertir o realizar negocios con los bancos, lo hagan bien
informados e incentivados por las metodologías y líneas de trabajo propuestas para
el manejo del capital.

Cuando los bancos en su conjunto, y de forma autónoma, logran cumplir con los
elementos antes mencionados, la evaluación será positiva. No obstante, si los bancos
cometiesen alguna falta descrita en los ítems anteriores, serán evaluados negativamente, pero
además se exponen a acusaciones de delito económico cuando SBIF lo estime pertinente.

Entre los ejemplos más comunes en los que aflora el riesgo operacional como una
posible amenaza para el banco es posible separar aquellos que son de riesgo inmediato y
aquellos que se van manifestando en el tiempo a largo plazo. A continuación, y a fin de
comprender lo establecido por la Recopilación de Normas del SBIF, se mencionan y explican
los riesgos operacionales en la praxis:

a. Mal ambiente laboral: Cuando los trabajadores de un banco no logran adecuarse


al sistema laboral, y también al modelo, es posible que los objetivos estratégicos
no logren alcanzarse. Esto, además, perjudicará el trabajo en equipo, ocasionando
las “fugas laborales individualistas”, en donde el trabajador quiera destacarse
individualmente por sobre los objetivos del banco. Es importante que los
trabajadores posean sentido de pertenencia hacia la institución, por lo que
también el gobierno corporativo debe ofrecer condiciones laborales a la altura de
las expectativas de los trabajadores. En conclusión, un mal ambiente laboral
puede provocar el no logro de las metas.
b. Soporte Tecnológico Inseguro: En la actualidad el comercio y las transacciones
se han abierto al mundo digital. Sin bien ello conlleva una serie de factores a
favor, también involucra un número importante de acciones a nivel de seguridad
cibernética. A mayor seguridad, en la ecuación, mayor será la confianza del
cliente/usuario hacia la institución bancaria. De hecho, por estos días se discute
en el Congreso Nacional la posibilidad de legislar a favor del cliente/usuario
cuando se produce robo de dinero a causa de fraude cibernético. Pues bien, los
bancos hasta el momento trataban el tema a través de la contratación de seguros
complementarios, lo cual puede traducirse en un mal manejo de imagen de la
banca para la opinión pública.

En fin, otras situaciones de riesgo operacional son aquellas de eventos emergentes


como, por ejemplo: terremotos, catástrofes naturales, robos masivos, etc. Lo importante
siempre es que las entidades cuenten con procedimientos y protocolos de funcionamiento
rápido.
QUE ES EL GOBIERNO CORPORATIVO

Según el desarrollo del texto “se entenderá que el gobierno corporativo es el conjunto
de instancias, directrices y prácticas institucionales que influyen en el proceso de toma de
decisiones del banco, contribuyendo entre otras a la creación sustentable de valor, en un
marco de transparencia y de una adecuada gestión y control de los riesgos”. La
representación formal del gobierno corporativo la asumirá el Directorio, quienes ejecutan las
decisiones estratégicas y normativas propuestas por el gobierno corporativo, pero también
será el Directorio el responsable de no incurrir en faltas a las normas establecidas por los
órganos fiscalizadores y regulatorios, como puede ser la ley, o bien, el SBIF.

Cabe mencionar que los gobiernos corporativos pueden estar compuestos por:
Inversionistas, Accionistas y Socios. Cada uno de ellos, establece sus propios riesgos de
participación, sin embargo, son las respectivas juntas u órganos representativos quienes
regularán el manejo de los riesgos y solvencia a través de los canales establecidos por los
respectivos directorios. Es necesario, debido a lo anterior, que los gobiernos corporativos
poseen una evidente responsabilidad social y empresarial, facilitando a la ley la aplicación
de la misma. Los gobiernos corporativos deben contar con sus propios códigos
administrativos y de gestión, de tal forma que puedan ser reguladas aquellas instancias que
la ley no logra abarcar en su conjunto, o si lo hiciese, aún no con la rigidez normativa como
en otras áreas, un ejemplo de ello, es lobby y la transparencia, debido a esto es que existe
dentro del lenguaje jurídico-financiero el “soft law” y “hard law”. El primero corresponde a
aquellas disposiciones que difícilmente pueden regir a una entidad bancaria, sobre todo
porque se incurre en actos informales que la ley generalmente no contempla. Mientras que
el segundo caso es el más cercano al modelo chileno, y en general de cualquier país, pues
ante un quiebre legal incurrido por la entidad financiera se aplica la ley en todo su peso.

Es importante mencionar, por último, si bien los gobiernos corporativos bancarios


están formados en la mayoría de los casos por capitales privados, en el modelo económico
actual en que se vive, ante situación de la mala gestión financiera de los bancos, es el Estado
el que sale en su rescate, tal como ocurrió en Estados Unidos con la crisis inmobiliaria, el
año 2008. Así pues, tan importante resulta la entidad comprendida como gobierno
corporativo que el año 1999 la OCDE promulgó los principios del gobierno corporativo, en
donde principalmente se “hace explícita la relación entre la regulación en gobierno
corporativo y la transparencia y eficiencia de los mercados”. Como organismo internacional,
además la OCDE da real énfasis a la capacidad de las instituciones financieras a abrirse a los
organismos fiscalizadores, mencionado “la importancia de contar con organismos de
supervisión, regulación y penalización relacionados con las buenas prácticas empresariales”.
Riesgo operacional y ejemplos

En 1988 el Comité de Basilea (Comité de Supervición Bancaria de Basilea)


estableció que la banca debía poseer un capital mínimo para operar. Esta propuesta impuesta
establecía que ese margen o porcentaje monetario, le permitiría a los bancos hacer frente
ante posibles crisis financieras derivadas de los riesgos que como instituciones monetarias
van tomando; el asumir créditos o concederlos sin calcular el riesgo de no poder pagarlo o
no recibir el pago, podía entenderse como uno de esos riesgos.

También, como una forma eficaz de que los bancos desarrollaran capacidad
autorregulatoria, el Comité de Basilea en el año 2001 insta a focalizar el riesgo operacional
en tres pilares fundamentales:

a) El primer pilar define los requisitos mínimos de capital en función de los riesgos
asumidos, es decir, el coeficiente de solvencia del 8%,
b) Revisión supervisora sobre los riesgos bancarios,
c) Disciplina de mercado.

El riesgo operacional de los bancos, además, por medio de los estudios y


seguimientos correspondientes, debe considerar los riesgos propios del sistema
financiero; desregulación y globalización de los servicios financieros, además de “la
creciente sofisticación de la tecnología financiera”. Es por todo lo anterior que el
riesgo operacional puede agrupar un conjunto de elementos en los que se debe poner
especial atención:

a. Si no se controla adecuadamente el mayor uso de la tecnología, altamente


automatizada, pueden transformarse los riesgos de errores, en el
procesamiento manual, en riesgos de fallos del sistema, puesto que cada vez
más se depende de sistemas integrados.
b. El crecimiento del comercio electrónico trae consigo riesgos potenciales que
aún no han sido comprendidos totalmente,
c. Las fusiones, escisiones y consolidaciones, a gran escale, ponen a prueba la
viabilidad de sistemas nuevos o recientemente integrados.
d. El creciente uso de acuerdos de externalización, u outsourcing, puede reducir
algún riesgo, pero, igualmente, también pueden representar riesgos
significativos para los bancos.

En consecuencia, SBIF toma las definiciones propuestas por el Comité de


Basilea, y las resume de manera general de esta forma: “Se entenderá como el riesgo
de pérdidas resultantes de una falta de adecuación o de una falla de los procesos, del
personal y de los sistemas internos o bien por causa de acontecimientos externos”.
En igual sentido, y llevando la teoría a la práctica, podrían ser ejemplos de riesgos
operacionales los siguientes:

1. La no oportuna o baja calificación obtenida por las respectivas


agencias calificadoras.
2. “Hackeo” del sistema interno, permitiendo la fuga de dinero.
3. La lenta adaptación a los nuevos espacios de inversión: las Bitcoin
4. No recibir pagos de créditos.
5. Que trabajadores generen una mala imagen o desprestigio del
Banco, provocando una huida de potenciales clientes.
6. Utilizar softwares tradicionales los cuales no se adaptan a las nuevas
tecnologías.
Prevención de lavado de activos y terrorismo

Para comprender la prevención de lavado de activos y terrorismo, es necesario


responder la siguiente pregunta: ¿Qué es el lavado de activos? Pues bien, básicamente es
ingresar dinero de una actividad ilícita al mercado financiero, haciéndolo pasar por utilidades
propias de actividades propiamente lícitas.

El narcotráfico, por ejemplo, siempre está recurriendo al lavado de activos. Si bien


los bancos deben contar con áreas de control para regular transacciones sospechosas, son los
organismos externos los que poseen canales de fiscalización más específicos. Por ejemplo,
cuando una persona, al menos en Chile, va a realizar un depósito de $1.000 o de $50.000.000,
quien recibe el dinero nunca preguntará: “¿Cuál es el origen del dinero? Incluso, ante la
mínima posibilidad que pudiese llegar a ser así, se estarían cometiendo otras faltas: violación
a la vida privada, discriminación (pues no se les preguntaría a todos por igual), etc. Por tanto,
las personas que realizan lavados de activos, lo que hacen principalmente es “conocer” y
“reconocer” las debilidades de los bancos, sus puntos ciegos, es decir, bien un narcotraficante
podría pedirle a un amigo abogado que depositara dinero a su cuento, haciéndolo pasar como
ganancia propia de los servicios de abogacía, lo cual para el banco sería imposible sospechar
partiendo a la base que quien deposita grandes sumas de dinero es un trabajador profesional,
y no un cesante, en este caso el traficante. Es partir de este último ejemplo que SBIF llama
al banco a que “conozca a su cliente”, claramente no vigilarlo, pero bien podría ser un control
eficaz que los ejecutivos sean meticulosos en los controles al momento que dichos clientes
accedan a un producto de tal banco.

De la misma forma, SBIF a través del texto CAP 1-13, menciona los siguientes
elementos a considerar:

1. Conocer a los clientes y las actividades que éstos desarrollan.


2. El Directorio posee responsabilidad a la hora de recibir información clara e inmediata
sobre la adherencia de clientes o el apoyo a entidades externas.
3. La entidad cuenta con procedimientos establecidos para conducir las relaciones con
la banca corresponsal.
4. La entidad cuenta con un manual de procedimientos formalizado para reconocer
transacciones potencialmente sospechosas.
5. La entidad cuenta con un oficial de cumplimiento con la jerarquía e independencia
necesarias para desarrollar su función y con los recursos humanos y tecnológicos
adecuados.
6. Se cuenta con normas de selección de personal y de conducta con clientes, con el
objeto de prevenir la ocurrencia de operaciones de lavado de activos y financiamiento
del terrorismo. Además, se ha desarrollado un código de conducta del personal que
contempla principios respecto de las relaciones que se deben mantener con los
clientes del banco.

Cabe mencionar que por otro lado existe una delgada línea en algunas áreas del
mundo en donde se acerca el terrorismo a los capitales de los bancos. Un número importante
de países del medio oriente han sido apuntados por Estados Unidos, quien los acusa de
financiar o recibir fondos del terrorismo. Yemén, Siria, Irak, Irán, por mencionar algunos.
Los bancos implicados no sólo pasan a completar una “lista negra” de bancos pro terrorismo
en Estados Unidos, sino que además son bloqueados comercialmente: se le anulan los
préstamos y créditos, pierden comunicación con el FMI y el Banco Mundial, además de ser
susceptibles a la banca rota.

En conclusión, es de suma importancia para los bancos mantener estrategias de


control y evaluación de clientes, buscando evitar cualquier acercamiento con actividades
denominadas ilícitas. Es responsabilidad de los bancos crear procedimientos proactivos y no
reactivos, permitiendo identificar posibles amenazas tanto a ellos como institución financiera
como al sistema económico del cual participan.
BANCOS CLASIFICACIÓN SEGÚN SOLVENCIA

BANCO BICE AA

BANCO DO BRASIL BBB+

BANCO DE CHILE AAA

ITAÚ CORPBANCA AA

BCI AAA

BANCO DEL ESTADO DE CHILE AAA

BANCO FALABELLA AA

HSBC BANCK (CHILE) AAA

BANCO INTERNACIONAL AA-

JP MORGAN CHASE BANK, N .A. AAA

BANCO CONSORCIO AA-

BANCO RIPLEY A+

BANCO SANTANDER CHILE AAA

BANCO SECURITY AA

SCOTIABANK CHILE AAA

BANCO BTG PACTUAL CHILE A+

CHINA CONSTRUCTION BANK AAA

Figura 1: Clasificación de Riesgo para Instrumentos de Oferta Pública. SBIF, 2018.

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