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ALUMNOS: CABAÑA,JESSICA
MEDINA, NANCY
MOREL, ANTONELLA
OCAMPO, GUILLERMO
SUAREZ, AGUSTINA
Los mitos.
La mitología griega.
AÑO
2019
ESCUELA NORMAL SUPERIOR “REPÚBLICA DEL PARAGUAY”
Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura.
Asignatura: Literatura Clásica.
Actividad:
Bibliografía:
Jamás supimos el significado del vocablo. Jamás nos detuvimos a pensar de que lugar
proviene y por qué. De hecho desde el período arcaico hubieron discrepancias al definir el
término mito, como así también el de mitología.
Aquí nos proponemos comprender que representaba el mito para los hombres de otros
tiempos, los cambios en su concepción a través de la historia y la visión actual a cerca de
su significado. Para poder lograrlo tenemos que hablar, entre otras cosas, de personajes de
mentes brillantes que lograron inmortalizar sus ideas.
Hace muchos siglos atrás, se entendía el mito como una tradición sagrada, un modelo
de vida para las sociedades primitivas, quienes regían sus conductas acorde a lo que
consideraban sus creencias primordiales.
Estas creencias eran basadas en lo que popularmente se conocían como mito, el cual
es un relato que pudo ser interpretado de diferentes formas. En la actualidad se los
considera ficticios, contrariamente a lo que afirmaban autores como Eliade, por ejemplo,
quien afirmaba que el mito enseña historias protagonizadas por seres Sobrenaturales o
Dioses, que han constituido todo lo que tiene relación con la existencia del hombre. Las
sociedades arcaicas consideraban absolutamente verdaderas estas historias, pensaban
que al conocer los mitos conocerían el origen de todas las cosas. Decían que al rememorar
el mito lo podían “vivir” y aquellos seres se volverían contemporáneos. Esta es una
experiencia totalmente religiosa. En “Mito y Realidad”, Eliade (1992), detalló ciertas
características y funciones de los mitos:
Otra conclusión clásica es la de Bronislav Milinowski quien decía que el mito, para las
civilizaciones antiguas, es un relato que salvaguarda e impone los principios morales;
representa una profunda necesidad religiosa. También supone que el mito es un elemento
esencial de la civilización humana, al que no se deja de recurrir.
Claramente las ideas antes mencionadas tienen mucho en común. Es evidente que
hace siglos la vida de las sociedades primitivas se regían por mandatos que los mitos
imponían; aquellos hombres los difundían de generación en generación, no dudaban ni
cuestionaban los mitos, era una cuestión de fe.
Al hablar de mitos debe también hablarse de mitología, palabra de origen griego con
dos acepciones: “ colección de mitos” y “explicación de mitos”. Ahora bien, es necesaria la
existencia de la mitología como colección y corpus mítico para poder considerar a la
mitología como estudio o tratado de los mitos. “Una mitología es un sistema de
representaciones míticas, organizado en torno a ciertas nociones básicas de carácter
religioso “ (García Cual C., 2007, Introducción a la mitología griega, pág. 59)
Es importante aclarar que esta forma de ver y considerar los mitos tuvo un proceso de
cambios trascendentales, un proceso de desmitificación. Ya que, en un primer momento en
mythos habían vaciado su valor religioso, aquellas historias a las cuales daban fe. Era ese
momento del pensamiento que no daba lugar a dudas. Opuesto a logos que propone un
pensamiento filosófico, se comienza a desconfiar de la veracidad de las historias míticas;
aquí se tienen en cuenta tendencias como alegorismo y evhemerismo, distintas pero al
final su intención es la misma: darle a los mitos otra interpretación. La primera representa
una idea o concepto a través de imágenes alusivas o metafóricas, dando a entender algo
diferente a lo que se esta expresando, sentenciaba a los mitos como “no veraces”, no más
que fantasías, mentiras y condenaba a los dioses como inadmisibles por su violencia e
inmoralidad. La segunda, definida como actitud, práctica o creencia fue creada por
Evhemero en su obra Historia Sagrada, según la cual los dioses no eran más que reyes
divinizados, magnificados por una tradición fantasiosa. De esta manera los dioses tenían
una “realidad”, un sentido histórico y social.
Homero fue un recopilador de mitos, admirado, imitado y citado por todos los poetas,
filósofos y artistas griegos que le siguieron, un hombre que dedico sus poemas a miembros
de la aristocracia militar y feudal, sus obras despertaron tanta fascinación que
contribuyeron a unificar y articular la cultura griega que se encontraba dividida, con lenguas
y costumbres muy diferentes de un extremo a otro, ya que, a partir de éstas los habitantes
griegos se consideraban parte de un mismo pueblo.
En Hesíoso no solo tenemos el primer teólogo griego, sino un precursor de los filósofos,
el primero en sistematizar y esquematizar la información sobre el mundo divino, se
sumerge e indaga en ese mundo, jerarquiza a los dioses, con intención de comprender su
genealogía y conocer como se ha llegado a formar el actual dominio divino.
A lo largo de su existencia el hombre fue evolucionando, pero siempre se caracterizó
por la búsqueda de explicaciones. Para una sociedad primitiva los mitos eran algo
esencial, representaban una forma de explicar el mundo y comprender mejor los misterios
que los rodean. Podemos concluir que los mitos fueron creados para poder explicar lo que
sucedía a su alrededor y sus creencias formaban y forman parte de la tradición oral y
después escrita.