Tecnologías Emergentes: Control Biológico

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Tecnologías Emergentes: Control Biológico

Sevilla Erika*, Toro Marco*
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*Escuela Politécnica Nacional, Facultad de Ingeniería Química y Agroindustrial, Quito, Ecuador

Resumen: En los diversos procesos que ocurren después de la cosecha de los productos hortofrutícolas se pueden
desarrollar diferentes enfermedades producidas por agentes patógenos, las cuales ocasionan perdidas económicas en
la producción de alimentos ya que se sitúan en alrededor del 24% de los productos, por lo cual es de suma importancia
controlar estas enfermedades. Existen varios mecanismos de control entre los cuales el más usado ha sido el químico,
sin embargo este ha presentado problemas de salud, contaminación y generación de resistencias por parte de los
patógenos; lo cual ha provocado la investigación y desarrollo de tecnologías emergentes que buscan sustituir las
sustancias químicas y los problemas que ocasionan, siendo una de estas el control biológico en el cual se enfoca este
documento. El control biológico surge gracias a microorganismos que favorecen la conservación de frutas y hortalizas
gracias a su colonización benéfica, provocando cambios fisicoquímicos que previenen el desarrollo de patógenos,
además de basarse en su habilidad antagonista compitiendo por nutrientes y espacio, y su capacidad de desarrollarse
en condiciones ambientales extremas. El microorganismo benéfico puede tener dos tipos de interacciones directas
con el patógeno: el parasitismo que consiste en el ingreso o contacto del antagonista con el patógeno permitiéndole
alimentarse de él, y la depredación donde el antagonista consume materia orgánica que puede contener patógenos
con ella. En Ecuador es una tecnológica que recién se está desarrollando, existen proyectos orientados al estudio de
microorganismos antagonistas para su aplicación a pequeñas escalas y posteriormente introducirlas a todo el país.

Palabras clave: postcosecha, control biológico, antagonista, patógenos, pudrición.

Emerging Technologies: Biological Control

Abstract: In the various processes that occur after the harvest of horticultural products, different diseases produced
by pathogens can be developed, which cause economic losses in the production of food, since they are located in
around 24% of the products. It is very important to control these diseases. There are several control mechanisms
among which the most used has been the chemical, however this has presented health problems, contamination and
generation of resistance by pathogens; which has led to the research and development of emerging technologies that
seek to substitute chemical substances and the problems they cause, one of which is the biological control that this
document focuses on. The biological control arises thanks to microorganisms that favor the conservation of fruits and
vegetables thanks to their beneficial colonization, causing physicochemical changes that prevent the development of
pathogens, besides being based on their antagonistic ability competing for nutrients and space, and their capacity to
develop in extreme environmental conditions. The beneficial microorganism can have two types of direct interactions
with the pathogen: the parasitism that consists of the entry or contact of the antagonist with the pathogen allowing
him to feed on it, and the predation where the antagonist consumes organic matter that can contain pathogens with it.
In Ecuador is a technology that is just developing, there are projects aimed at the study of antagonistic microorganisms
for application at small scales and then introduce them to the whole country.

Key words: postharvest, biological control, antagonist, pathogens, rot.

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abarcan minimizar heridas, desinfección y envasado para
1. INTRODUCCIÓN
reducir los niveles de inoculo, sin embargo no es suficiente
para controlar hongos patógenos y pudriciones, recurriéndose
Las enfermedades originadas en la postcosecha de productos
a baños o aspersión de fungicidas y pesticidas sintéticos (Vero
hortofrutícolas constituyen una de las causas más importantes
& Mondino, 1999). Esta práctica ha tenido sus restricciones ya
que ocasionan perdidas en la producción de frutas y hortalizas,
que tiene efectos cancerígenos, teratógenos (altera desarrollo
las cuales EEUU estima se sitúan en alrededor del 24% de los
embrionario), residualidad aguda y alta, largos tiempos de
productos cosechados, siendo este valor extremadamente
degradación, contaminación ambiental además los
superior en países subdesarrollados. Las perdidas postcosecha
microorganismos han desarrollado resistencia a los principios
pueden ser de carácter fisiológico o patológico, lo cual se
activos usados en postcosecha (Tripathi & Dubey, 2004).
controla con cuidadosas prácticas de manejo de los productos
tanto en la cosecha como en el almacenamiento, las cuales
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Llegando a un proceso de eliminación progresiva de los
fungicidas usados, esta situación obliga a la investigación y
desarrollo de métodos de control microbiano alternativos o
complementarios al control químico, convirtiéndose en una
alternativa el control biológico ya que a través de los años
ciertos microorganismos (hongos, levaduras y bacterias)
favorecieron la preservación de productos hortofrutícolas
debido a su colonización benéfica que provocó cambios
fisicoquímicos que prevenían el crecimiento de
microorganismos putrefactivos y patógenos (Vero &
Mondino, 1999).
Los microorganismos benéficos se seleccionan en base a tres
parámetros principales: su habilidad antagonista colonizando
rápidamente superficies y heridas de frutas y hortalizas, la
adquisición de nutrientes antes que el patógeno y su desarrollo
en diferentes condiciones ambientales (Janisiewicz & Korsten,
2002). Existen características óptimas que el antagonista
microbiano requiere poseer, las cuales son: fácil de manipular,
genéticamente estable, resistente a fungicidas, fácil desarrollo
en medios de bajo costo, efectivo en concentraciones bajas,
sobrevivir en condiciones adversas, efectivo contra varios
microorganismos patógenos en una variedad de frutas y
hortalizas, compatible con los procesos hortofrutícolas, no
patogénico en el hospedero y que no elabore metabolitos
secundarios dañinos a la salud humana (Spadaro & Gullino,
2004).
2. DESARROLLO
2.1 Control Biológico
El control biológico en términos generales se puede definir
como cualquier práctica, excluyendo al control químico, que
se utiliza para disminuir la incidencia de enfermedades
producidas durante el cultivo y postcosecha. Pero en un
sentido más específico se puede considerar al control biológico
como el empleo de microorganismos enemigos de aquellos
que son responsables de enfermedades o daños al cultivo, el
mecanismo de acción de estos microorganismos antagonistas
es el interferir en el desarrollo o supervivencia de aquellos que
producen el daño (Vero & Mondino, 1999).
El control biológico es considerado una tecnología emergente
ya que con ella se puede reducir la población de
microorganismos que afectan a frutas y hortalizas,
disminuyendo considerablemente el uso de fungicidas de
origen químico considerados como unos de los principales
contaminantes ambientales y que además su excesivo uso ha
hecho que ciertos organismos considerados plagas desarrollen
una resistencia a estos y se requiera la utilización de mayores
dosis o químicos más fuertes. A nivel postcosecha esto es
importante ya que uno de los parámetros que se analiza en los
alimentos para su distribución y exportación es la cantidad de
residuos de estos productos químicos. (INTA, 2012).
En la naturaleza tanto microorganismos patógenos como sus
antagonistas viven en un equilibrio, de forma que estos últimos
ayudan a que no exista enfermedades en los frutos ni en
plantas, con ello se puede decir que naturalmente existe un
control biológico. Las prácticas agrícolas que se realizan
comúnmente como la aplicación de fungicidas, insecticidas,
lavado de frutos y desinfección de suelos eliminan a los
microorganismos antagonistas, favoreciendo el desarrollo de
microorganismos patógenos. Lo anteriormente dicho se ha
demostrado cuando fueron observaron que ciertos frutos de
citrus presentaban mayor incidencia de podredumbre cuando
los frutos fueron cuidadosamente lavados, en comparación con
aquellos que no fueron lavados (Vero & Mondino, 1999).
Después de cosechar las frutas y hortalizas, acompañado de un
mal manejo de su almacenamiento, esto puede crear las
condiciones ideales para el desarrollo de microorganismos,
estos alteran las características organolépticas y calidad de los
alimentos. Aquí es donde el control biológico actúa
controlando y erradicando a estos microorganismos, pero
siempre tiene que ir acompañado con la intervención de otras
condiciones de almacenamiento como son: temperatura,
humedad relativa y composición de la atmosfera
(Montealegre, 2013).
En la postcosecha existen dos métodos de utilización para los
controladores biológicos, la primera es el estudio e
identificación de microorganismos antagonistas presentes en
las frutas y hortalizas con el fin de estimular a los que sean
útiles, por otro lado, está la opción más utiliza en el control
biológico que se basa en la introducción directa de
microorganismos antagonistas o controladores en la fruta, pero
estos antes de ser aplicados deben cumplir con ciertos
requisitos. Uno de los microorganismos más utilizados para
control biológico son las levaduras, ya que pueden colonizar
la superficie de los frutos de forma rápida, compitiendo
fácilmente con otros microorganismos por espacio y
nutrientes, además poseen una gran capacidad para adaptarse
a diferentes condiciones climáticas, de atmosferas controladas
y de temperatura, inclusive pueden ser utilizadas junto a
fungicidas que se aplican postcosecha ya que poseen una gran
tolerancia (Montealegre, 2013).
En este documento se analizarán ciertos mecanismos de acción
e interacción que poseen los microorganismos antagonistas en
contra los microorganismos que producen enfermedades y
pudriciones en frutas y hortalizas.
2.2 Mecanismos de Acción
No es fácil determinar y no se conoce con totalidad los modos
o mecanismos en los que actúan los microorganismos
antagonistas ya que estos no poseen un solo modo de acción
involucrados en el control biológico, esto es una de las
características a tomar en cuenta cuanto se requiere seleccionar
un antagonista. Los mecanismos de acción que utilizan los
microorganismos antagonistas para controlar el desarrollo de
los organismos patógenos pueden ser: antibiosis y
competencia por espacio y por nutrientes (Bautista, 2006).
2.2.1 Antibiosis
La antibiosis consiste en la producción de sustancias toxicas
(antibióticos) que interfieran en el normal desarrollo y
crecimiento de otros microorganismos, generalmente actúan
en bajas concentraciones menores a 10 ppm. Este mecanismo
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de acción es el más estudiado, pero no el más deseados ya que
al igual que cuando se utiliza fungicidas, los microorganismos
pueden desarrollar resistencia del antibiótico (Vero &
Mondino, 1999).
Entre algunos ejemplos tenemos al antibiótico producido por
la bacteria Bacillus subtilis B-3 que genera una sustancia
denominada “iturina” que actúa inhibiendo la germinación y
crecimiento del hongo Monilinia fructicola, entre otras
bacterias se tiene a la Pseudomona cepacia LT-4-12 que
produce la pirrolnitrina y ayuda a controlar a los causantes de
la pudrición agria en limones y en frutas como manzana y
peras. De igual manera se tiene a la Pseudomona syringae que
sintetiza la sustancia denominada siringomicina que actúa
contra la germinción de Penicillium digitatum, controlando la
pudrición producidas por este hongo en citricos (Bautista,
2006).
2.2.2 Competencia
La competencia es otro de los principales mecanismos de
acción, esta se puede definir como la lucha de dos o más
organismos ante un mismo recurso, para que exista una
competencia este recurso debe escasear ya que si existe en
exceso la competencia no se da (Vero & Mondino, 1999).
Competencia por nutrientes
La competencia por nutrientes se da ya que dos
microorganismos requieren la misma sustancia para
sobrevivir, por ejemplo, Botrytis cinérea y Penicillium
digitatum son dos hongos necrotróficos de postcosecha que
dependen de los nutrientes, sus esporas necesitan nutrientes
exógenos para germinar y desarrollarse antes de penetrar el
sustrato. Estos nutrientes los obtiene principalmente de las
heridas de los frutos y es allí donde se da la competencia
inhibiendo el desarrollo de estos hongos. Se han realizado
estudios con una cepa de Pichia guillermondii fue aplicada
sobre las heridas y logro controlar el crecimiento de
Penicillium digitatum, siendo la competencia por nutrientes
uno de los principales mecanismos de acción. Existen otros
estudios en el que afirman que la competencia por nutrientes
va disminuyendo conforme la fruta va madurando ya que la
disponibilidad de nutrientes aumenta cuando esta madura
permitiendo que los dos organismos puedan sobrevivir sin
problemas. (Vero & Mondino, 1999).
Competencia por espacio
En competencia por espacio las levaduras son efectivas
multiplicándose y colonizando la superficie de las plantas,
además producen sustancias extracelulares que limitan el
crecimiento de otros microorganismos (Vero & Mondino,
1999). Entre las levaduras que se han estudiado están
Debaromyces hanseii, Candida spp, Cryptococcus laurentii y
Pichia guilliermondii, además producen una malla de células
que se ubican sobre células dañadas del hospedero, lo que
funciona como una capa protectora (Bautista, 2006).
2.3 Interacción directa con el patógeno
Entre en microorganismo antagónico y el patógeno se pueden
dar dos tipos de interacciones:
Parasitismo
El microorganismo antagonista se alimenta del patógeno
gracias a la acción de enzimas extracelulares (quitinasas,
celulasas, proteasas, glucanasas, entre otras) esta interacción
constituye una simbiosis antagónica en la cual un
microorganismo parasita al otro.
Predación
El microorganismo antagonista ingiere la materia orgánica,
entre la cual es posible encontrar el microorganismo patógeno
provocándose la depredación, esta interacción no es muy
usada para mecanismos de control biológico (Vero &
Mondino, 1999).
2.4 Inducción a la resistencia
Debemos tener en cuenta que las plantas poseen mecanismos
bioquímicos y estructurales o físicos, los cuales se han
desarrollado a través de un proceso evolutivo que ha tomado
varios años, específicamente desde que aparecieron en el
planeta. Sin embargo podemos inducir resistencia de tal forma
que esta se incremente, en productos cosechados se logra con
el uso de inductores, los cuales pueden constituir: luz
ultravioleta en bajas dosis, compuestos naturales que poseen
las plantas (quitosano) y microorganismos antagonistas, ya
que se ha comprobado que los controladores biológicos
compiten por nutrientes y espacio a la vez que inducen
resistencia en las plantas (Vero & Mondino, 1999).
2.5 Integración del control biológico con otros métodos
de control
El control biológico se puede utilizar junto con sustancias
químicas que se aplican en postcosecha para para potenciar el
efecto de estos. Se ha encontrado que la utilización de Candida
spp junto con cloruro de calcio al 2% mejoro notablemente el
control para la pudrición azul y verde que se da en manzanas.
Por otro lado, la efectividad del cloruro de calcio en
combinación con Pichia guilliermondii tuvo una mayor
efectividad para el control de Penicillium digitatum. Para el
control de este mismo microorganismo, pero en citricos se ha
probado la mezcla de Candida spp con quitosano obteniendo
excelentes resultados. La aplicación de tratamientos térmicos
puede ser una alternativa, se puede aplicar cepas antagonistas
resistentes al calor 24 horas antes de aplicar el tratamiento
térmico, y obteniendo resultados favorables para el control de
Penicillium expansum en peras y manzanas. La aplicación de
radiaciones ultravioleta junto con microorganismos
antagonistas no ha dado resultados todavía (Bautista, 2006).
2.6 Ejemplos aplicados en Ecuador
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Se ha realizado estudios donde cultivos de Bacillus subtilis y
Pseudomonas cepacia son utilizados para evitar el crecimiento
y desarrollo de Moniliophtora roreri en él cacao. Estos dos
microorganismos tienen la capacidad de crecer y luchar por
recursos, además de producir sustancias que inhiben el
crecimiento del hongo causante de la moniliasis en el cacao.
En el Ecuador se elaboró suspensiones sólidas y liquidas de
estos dos microorganismos en donde se obtuvo un mejor
resultado con las suspensiones liquidas donde reducían la
enfermedad entre 46 y 47 % de las mazorcas cosechadas
(Falconí, 2014).
Se ha desarrolla un fungicida denominado Bacilux a partir de
complejos enzimáticos como pirrolnitrínicos, iturínica y meta-
polisacáridos producidos por Pseudomonas fluorescens,
Burkholderia cepacia y Bacillus spp, este biofungida es
utilizado para el control de Botrytis cinérea sobre todo en
cultivo de fresa obteniendo la inhibición del hongo que
produce moho gris (Falconí, 2014).
Se ha utilizado cepas de Bacillus subtilis que es una bacteria
Gram positiva, que sintetiza polisacáridos, enzimas
hidrofílicas y ácidos nucleicos, esta bacteria es utilizada para
el control de Alternaria spp que se puede utilizar en la
postcosecha del brócoli o durante el cultivo (Cuervo, 2010)
Por ultimo la pudrición negra es una enfermedad que se da en
plantas de babaco producido por un hongo Phoma sp, se han
utilizado bacterias epifitas que causan antagonismo en este
hongo, y se ha obtuvo una inhibición completa de este
patógeno (Falconí, 2014).
3. CONCLUSIONES
 El 24% de los productos cosechados presentan
enfermedades orginidas en postcosecha ocasionando
pérdidas económicas.
 El control biológico es una tecnología emergente y
una alternativa ecológica al momento de control de
plagas, ayudando a disminuir la utilización de
sustancias químicas como fungicidas, que se utilizan
para el control de patógenos en la postcosecha.
 Entre el microorganismo antagónico y el patógeno se
pueden dar dos tipos de interacciones: prasitismo y
depredación
 El control biológico en productos cosechados se logra
con el uso de inductores, que pueden ser: luz
ultravioleta en bajas dosis, compuestos naturales que
poseen las plantas y microorganismos antagonistas.
 El control biológico no induce a resistencia por parte
de los organismos patógenos y ayuda a disminuir el
residuo de sustancias químicas en las frutas y
hortalizas en postcosecha siendo este un parámetro
importante para su distribución y exportación.
 Para la utilización de un microorganismo antagonista
se debe estudiar cuál es su mecanismo de acción para
el correcto control de los microorganismos que
producen enfermedades y pudriciones.
 El control biológico se puede emplear junto con
controles químico aumentando la eficiencia de los
tratamientos así logrando por una parte una
disminución del uso de sustancias químicas.
 El control biológico en el Ecuador es una tecnológica
que recién se está desarrollando al existir únicamente
proyectos orientados al estudio de microorganismos
antagonistas para su aplicación a pequeñas escalas
para luego poder introducirlas a todo el país.
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