You are on page 1of 69

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

ASIGNATURA:
SALUD PÚBLICA

UNIDAD #4:

EDUCACIÓN EN SALUD

CONCEPTO Y CONTEXTO DE LA EDUCACION EN SALUD,


EDUCACION DESDE LA PROMOCION EN SALUD, ESCENARIOS Y
METODOS DE PROCESOS EDUCATIVOS EN SALUD, METODOS Y
TECNICAS DE GRUPO E INDIVIDUALES, MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y LA EDUCACION PARA LA SALUD,
EVALUACION DE LOS PROGRAMAS DE EDUCACION EN SALUD,
CONDICIONES BASICAS DEL ECUADOR EN SALUD, EL MEDICO
COMO EDUCADOR EN SALUD, EL FUTURO DE LA EDUCACON EN
SALUD, EL NUEVO MILENIO, GERENCIA DE LA SALUD PUBLICA,
ETICA Y SALUD PUBLICA, LA SALUD: UN DERECHO Y UN
DEBER, ETICA EN LA GESTION DE LOS SERVICIOS DE SALUD

ESTUDIANTE:

HENRY CABRERA CASTILLO

SEMESTRE 4 - PARALELO 6

DOCENTE:

DR. FRANCISCO TERÁN CAICEDO. Msc.

GUAYAQUIL- ECUADOR

2018-2019 CII
MISIÓN Y VISION DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

MISIÓN

La Universidad de Guayaquil, es un centro del saber que genera, difunde y aplica el


conocimiento, habilidades y destrezas, con valores morales éticos y cívicos, a través de la
docencia, investigación y vinculación con la colectividad, promoviendo el progreso, crecimiento
y desarrollo sustentable sostenible del país, para mejorar la calidad de vida de la sociedad.

VISIÓN

Hasta el 2015, la UG será un centro de formación superior con liderazgo y proyección nacional
e internacional, integrada al desarrollo académico, tecnológico, científico, cultural, social,
ambiental y productivo; comprometida con la innovación, el emprendimiento y el cultivo de
los valores morales, éticos y cívicos.
MISIÓN Y VISIÓN DE LA FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

MISIÓN

La Facultad Piloto de Odontología de la Universidad de Guayaquil, es un centro de educación


superior con alto grado de excelencia académica e interdisciplinaria en salud, que a través de
la docencia, investigación, prácticas pre-profesionales y vinculación con la comunidad, se
encarga de la formación integral de profesionales con alta capacidad científica y humanista
para la resolución de los problemas de salud buco dental, coordinando programas de salud,
para mejorar la calidad de vida de la sociedad.

VISIÓN

La Facultad de Odontología de la Universidad de Guayaquil, será la Institución líder en la


formación de estudiantes con conocimientos específicos del sistema estomatognático y su
relación con el resto del organismo, a través de la capacitación permanente mediante
programas de educación continua, postgrados, investigación y extensión, con responsabilidad
en la prevención, promoción, protección de la salud y resolución de los problemas que allí se
presenten, con valores éticos, morales y de alto compromiso social.
PERFIL DE EGRESO

El egresado de la Facultad Piloto de Odontología de la Universidad de Guayaquil tiene una sólida


formación humanística, científica y técnica, acompañado por los más altos valores éticos y
morales, altamente responsable y comprometido con el desarrollo social, dueño de un alto
espíritu de vocación de servicio, contribuye en la defensa de los derechos humanos y aporta
desde sus campos de acción en la defensa de los derechos de la naturaleza.

Su más importante ámbito de acción es la salud bucodental, como aporte importante para
mejorar el proceso biopsicosocial de las personas, a través de la prevención, diagnóstico,
tratamiento de los problemas que afectan a la boca y la cavidad bucal.

 Poseer conocimientos actualizados sobre las diferentes áreas de la odontología,


teniendo la capacidad de aprender a aprender de manera continua y
sistemática.
 Mantener una actitud receptiva y positiva frente a los nuevos conocimientos y
avances tecnológicos de cada una de las especialidades de la carrera de
odontología.
 Ser competente en una extensa área de habilidades, incluyendo búsqueda,
investigación, análisis, solución de problemas, manejo de biomateriales y
nuevos equipos e instrumentos, planificación, comunicación, coordinación y
trabajo en equipo.
 Formatear el conocimiento sobre cómo prevenir las enfermedades bucales,
conocer cuáles son las enfermedades que presentan manifestaciones
sistemáticas o que sean manifestaciones bucales de estas últimas.
 Tener una práctica basada en la evidencia científica apartándose del empirismo
y mala práctica.
Conocer ampliamente y aplicar las normas de Bioseguridad para prevenir enfermedades
transmisibles a través de su práctica
INDICE

MISION Y VISION DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

MISION Y VISION DE LA FACULTAD DE ODONTOLOGIA

PERFIL DE EGRESO

CONCEPTO Y CONTEXTO DE LA EDUCACIÓN EN SALUD …………………………… 3

LA EDUCACIÓN DESDE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD. ……………………………...6

ESCENARIOS Y MÉTODOS DEL PROCESO EDUCATIVO EN SALUD. ………..………..7

EL PROCESO EDUCATIVO. …………………………………………………………………..9

MÉTODOS Y TÉCNICAS EDUCATIVAS INDIVIDUALES Y DE GRUPOS. …………….11

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD. ………….14

EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE EDUCACIÓN EN SALUD. …………..………17

CONDICIONES BÁSICAS DEL EDUCADOR EN SALUD. ……………………………......18

EL MÉDICO COMO EDUCADOR PARA LA SALUD. ……………….……………………20

EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN EN SALUD EN EL NUEVO MILENIO. ……...………23

HERENCIA DE LA SALUD PÚBLICA. ………………………………………….………….30

POLÍTICAS, OBJETIVOS, ESTRATEGIAS, METAS Y PLANES OPERATIVOS DE LA

GERENCIA DE LA SALUD PÚBLICA. …………………………..…………………….…...34

EL PROCESO ADMINISTRATIVO DE LA GERENCIA DE LA SALUD PÚBLICA. ….…36

ÉTICA Y SALUD PÚBLICA. …………………………………….…………………………...37

PRINCIPIOS ÉTICOS BÁSICOS. …………………………………………………………….40

LA SALUD: UN DERECHO Y UN DEBER. ………………………..………………………..51


DISTRIBUCIÓN Y RACIONALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD. …………...63

ÉTICA EN LA GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD. ………………………………92

BIBLIOGRAFÍA
CONCEPTO Y CONTEXTO DE LA EDUCACIÓN EN SALUD

La Educación para la Salud es un proceso de comunicación interpersonal dirigido a propiciar

las informaciones necesarias para un examen crítico de los problemas de salud y así

responsabilizar a los individuos y a los grupos sociales en las decisiones de comportamiento

que tienen efectos directos o indirectos sobre la salud física y psíquica individual y colectiva.

Esta toma de conciencia no surge espontáneamente en las personas; debe propiciarse a través

de espacios de discusión y reflexión sobre los problemas que más los afectan. Por lo tanto, la

misión de Educación para la Salud es crear estos espacios y convertirse en instrumento

imprescindible para el desarrollo de estilos de vida saludables incorporando conductas

favorables a su salud.

La estrategia de atención primaria pretende que el individuo y la comunidad conozcan,

participen y tomen decisiones sobre su propia salud, adquiriendo así responsabilidades sobre

ella.

La Educación para la Salud comprende las oportunidades de aprendizaje creadas

conscientemente que suponen una forma de comunicación destinada a mejorar la

alfabetización sanitaria, incluida la mejora del conocimiento y el desarrollo de habilidades

personales que conduzcan a la salud individual y de la comunidad. Debe ser una herramienta

más del quehacer diario del personal de salud, y convertirse en una parte indivisible entre la

relación del individuo y la comunidad con los servicios de salud. Permite la transmisión de

información, y fomenta la motivación de las habilidades personales y la autoestima, necesaria

para adoptar medidas destinadas a mejorar la salud individual y colectiva.

3
1. Una de las definiciones más completas de EpS, fue la propuesta, en 1975 por el IV Grupo

de Trabajo de la “National Conference on Preventive Medicine”, de Estados Unidos, liderado

por Anne Sommers, que estableció que la EpS debía ser un proceso que informe, motive y

ayude a la población a adoptar y mantener prácticas y estilos de vida saludables, propugne

los cambios ambientales necesarios para facilitar estos objetivos, y dirija la formación

profesional y la investigación hacia esos mismos objetivos.

En el estudio detallado de esta definición, puede observarse la inclusión de una serie de

actividades conducentes a:

- Informar a la población sobre la salud, la enfermedad, la invalidez y las formas mediante

las que los individuos pueden mejorar su propia salud.

- Motivar a la población para que, con el cambio, consiga hábitos más saludables.

- Ayudar a la población a adquirir los conocimientos y la capacidad necesarios para adoptar

y mantener unos hábitos y estilos de vida saludables.

- Propugnar cambios en el medio ambiente que faciliten unas condiciones de vida saludables

y una conducta hacia la salud positiva.

- Promover la enseñanza, la formación y la capacitación de todos los agentes de EpS de la

comunidad.

- Incrementar, mediante la investigación y la evaluación, los conocimientos acerca de la

forma más efectiva de alcanzar los objetivos propuestos.

2. Otra de las definiciones más reconocida de EpS fue dada por Lawrence W. Green (1980):

“cualquier combinación de oportunidades de aprendizaje encaminadas a facilitar la adopción

4
voluntaria de comportamientos que mejoren o sirvan al sostenimiento de la salud”. Esta

definición incluye un aspecto importante, como es la toma de decisiones por parte del

individuo, de manera que se adopte y refuerce la implantación de hábitos sanos. Es

importante en esta definición, la complementariedad de los métodos educativos, la necesidad

de una planificación de cualquier estrategia de educación para la salud, con sus

correspondientes fases, y la voluntariedad del individuo para conseguir todos aquellos

comportamientos que permitan mejorar su salud.

3. El Comité de Expertos de la OMS en Planificación y Evaluación de los Servicios de

Educación para la Salud declaró que la EpS representaba una acción ejercida sobre los

individuos para llevarles a modificar sus comportamientos. Se pretende que los individuos

adquieran y conserven hábitos de salud sanos, que aprendan a usar más juiciosamente los

servicios de salud que tienen a su disposición, y que estén capacitados a la hora de tomar

decisiones (de modo individual o colectivo con su Comunidad) que impliquen en todo

momento la mejora de su estado de salud y el saneamiento del medio en el que viven.

La EpS comprende las oportunidades de aprendizaje creadas conscientemente que suponen

una forma de comunicación destinada a mejorar la información sanitaria, y el conocimiento

de la población en relación con la salud y el desarrollo de habilidades personales que

conduzcan a la salud individual y de la comunidad. La EpS aborda no solamente la

transmisión de conocimientos relativos a la salud individual y colectiva, sino también el

fomento de la motivación, las habilidades personales y la autoestima, necesarias para adoptar

medidas destinadas a mejorar la salud. La EpS incluye la información relativa a las

condiciones sociales, económicas y ambientales subyacentes que influyen en la salud, y la

que se refiere a los factores de riesgo y comportamientos de riesgo,

5
además del uso del sistema de asistencia sanitaria. Es decir, la EpS supone transmisión de

información y desarrollo de habilidades personales que demuestren la viabilidad política y

las posibilidades organizativas de diversas formas de actuación dirigidas a lograr cambios

sociales, económicos y ambientales que favorezcan la salud.

4. Además de las actividades enumeradas anteriormente, la EpS incluye una serie de

actuaciones conducentes a:

• Promover la enseñanza, formación y capacitación de todos los agentes de salud de la

comunidad.

• Incrementar, mediante la investigación y la evaluación, los conocimientos acerca de la

forma más efectiva de alcanzar los objetivos citados.

LA EDUCACIÓN DESDE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD.

La Educación para la salud es considerada como un fenómeno pedagógico implica la

existencia de un proceso de enseñanza-aprendizaje. Las actividades de enseñanza buscan

desarrollar las facultades individuales para conseguir los objetivos de la acción de

capacitación.

Es un proceso que se construye en función de las experiencias personales y que cuando es

significativo, produce un cambio duradero en la forma de actuar, pensar y sentir de las

personas. La metodología educativa debe estar relacionada con las características particulares

de los receptores. Sin embargo, en todos los casos se deben realizar actividades orientadas a

construir y reconstruir conocimientos, a que participen y valoren opiniones y actitudes, a

6
interactuar entre sí, a compartir experiencias, a mostrarles cómo deben actuar y apliquen lo

aprendido.

El desarrollo de los niveles de intervención de la Educación para la salud depende del

problema de salud que se quiera abordar, de la o las personas a que va dirigida y del escenario

en el cual se va a implementar-ejecutar o realizar. Ante cualquier intervención que se realice

e independientemente del escenario (escolar, servicios de salud, laboral, comunitario, medios

de comunicación), se han de considerar los contenidos que siguen:

 Informar sobre la salud y la enfermedad a las personas y a la población en general,

mediante formas que les permita proteger su propia salud.

 Motivar a la población al cambio de prácticas y hábitos más saludables.

 Ayudar a adquirir conocimientos y la capacidad para mantener hábitos y estilos de

vida saludables.

ESCENARIOS Y MÉTODOS DEL PROCESO EDUCATIVO EN

SALUD.

Los programas de educación para la salud que tienen más posibilidades de ser exitosos son

aquellos que tienen intervenciones en todos los niveles y que, además, son

interinstitucionales e interdisciplinarios. Los niveles de intervención más utilizados son:

 Educación masiva:

a. Descripción: intervención en salud utilizada cuando es necesario cambiar conductas o

actitudes muy arraigadas en la población.

7
b. Objetivo: Poner en práctica formas de educación dirigidas a fomentar la salud pública de

una área, región o país.

c. Ámbito de acción: población general.

d. Recursos educativos: folletos, carteles, trípticos, murales, uso de medios de

comunicación: prensa, radio, televisión, Internet.

 Educación grupal:

a. Descripción: intervenciones dirigidas a grupos de personas para abordar determinado

problemas de salud o aspectos de su salud.

b. Objetivo: Informar, motivar, intercambiar conocimientos e inducir conductas y

actitudes de un determinado grupo poblacional con relación con su salud.

c. Ámbito de acción: centros educativos, comunidad, centros de trabajo, servicios de

salud, escenario familiar, y grupos organizados.

d. Actividades Educativas: desarrollo de actividades como, talleres, charlas, cursos,

utilizando diversas técnicas.

 Educación individual:

a. Descripción: intervenciones dirigidas a individuos para abordar un problema de

salud determinado o aspectos de su salud.

b. Objetivo: Informar, motivar, intercambiar conocimientos e inducir conductas y

actitudes en los individuos con relación a su salud.

c. Ámbito de acción: servicios de salud, escenario familiar.

8
d. Actividades Educativas: conversación, consejo profesional, usando técnicas

educativas de apoyo como: carteles, folletos, trípticos.

EL PROCESO EDUCATIVO.

La educación consiste en la socialización de las personas a través de la enseñanza. Mediante

la educación, se busca que el individuo adquiera ciertos conocimientos que son esenciales

para la interacción social y para su desarrollo en el marco de una comunidad. El proceso

educativo se basa en la transmisión de valores y saberes. Si esquematizamos el proceso de la

manera más simple, encontraremos a una persona (que puede ser un docente, una autoridad,

un padre de familia, etc.) que se encarga de transmitir dichos conocimientos a otra u otras.

Hay, por lo tanto, un sujeto que enseña y otros que aprenden. La realidad, de todas maneras,

es más compleja. El proceso educativo no suele ser unidireccional, sino que es interactivo:

quienes están aprendiendo, también pueden enseñar. Así el conocimiento se construye de

forma social.

No menos importante es saber que cada proceso educativo se divide en varias etapas

diferentes. Así, por ejemplo, en el caso de España se encuentra conformado por estas fases:

-Educación Infantil, que es la que tienen los niños de entre 0 a 6 años de edad.

-Educación Primaria, que tiene como alumnos a pequeños de entre 6 a 12 años.

-Educación Secundaria, pensada para los menores de 12 a 16 años.

-Bachillerato, de la que disfrutan los estudiantes que tienen entre 16 y 18 años.

A estas luego le siguen otras como los Grados Universitarios, que llevan a cabo los mayores

de 18 años de edad.

9
El proceso educativo, por otra parte, puede ser formal o informal. A nivel formal, se

desarrolla en instituciones educativas como escuelas o universidades, contando con docentes

profesionales, programas de estudio aprobados por el Estado y sistemas de evaluación que

exigen al alumno el cumplimiento de ciertos objetivos. A todo eso habría que añadir otras

características importantes de la formal, como son las siguientes:

-Es sistematizada y graduada.

-Cuenta con una clara delimitación en base a criterios cronológicos.

Un proceso educativo informal, en cambio, puede desarrollarse en el seno del hogar, en la

calle o incluso de manera autodidacta. Los conocimientos que asimilan quienes aprenden, en

este caso, no están sistematizados.

En el caso de la educación informal, no hay que pasar por alto tampoco que no permite

conseguir ningún tipo de certificación, que, por regla general, no suele ser intencionada y que

fundamentalmente se desarrolla a través de actividades relacionadas con el ocio, la familia y

el trabajo o los estudios.

Los amigos, la familia, los medios de comunicación, los conocidos y el resto de personas que

forman parte del entorno de un individuo son los que permiten que este pueda disfrutar de la

llamada educación informal. Todo eso sin pasar por alto que dura toda la vida, que no tiene

ni un espacio ni un horario definido para llevarse a cabo y que es totalmente espontánea.

El proceso educativo incluso puede desarrollarse a distancia, sin que las personas

involucradas en el mismo estén cara a cara o tengan un contacto personal.

10
Estos procesos, en definitiva, permiten que los individuos que aprenden

asimilen información necesaria para desenvolverse con éxito a nivel social, adquiriendo

valores y pautas de conducta.

MÉTODOS Y TÉCNICAS EDUCATIVAS INDIVIDUALES Y DE

GRUPOS.

Técnicas educativas grupales.

-Técnicas de investigación en aula: son útiles fundamentalmente para expresar, reflexionar,

organizar y compartir conocimientos, experiencias y sentimientos, sirviendo en general como

punto de partida para trabajos posteriores de análisis, contrastar con otras informaciones, etc.

Abordan sobre todo los objetivos y contenidos del área emocial de la persona, aunque

también la cognitiva (conocimientos, creencias...) y la de habilidades. Entre las técnicas

incluidas en este grupo están: tormenta de ideas, foto-palabra, dibujo-palabra, rejilla,

cuestionarios, frases incompletas, cuchicheo, Phillips 66...

-Técnicas expositivas: son útiles fundamentalmente para la transmisión, contraste y

reorganización de conocimientos, informaciones, modelos, teorías o estudios. Abordan sobre

todo los conocimientos, hechos y principios dentro del área cognitiva, aunque también, en

parte, las habilidades cognitivas. En este grupo se incluyen distintos tipos de exposiciones

teóricas: exposición, exposición más discusión, lección participada, síntesis teórica, lectura

Técnicas educativas individuales

11
• Técnicas de expresión: son útiles fundamentalmente para expresar, reflexionar, organizar

y compartir conocimientos, experiencias y sentimientos, sirviendo en general como punto de

partida para trabajos posteriores de análisis, contrastar con otras informaciones, etc. Abordan

sobre todo los objetivos y contenidos del área afectiva de la persona, aunque también la

cognitiva (conocimientos, creencias...) y la de habilidades. Entre las técnicas incluidas en

este grupo están: escucha activa y empática, preguntas abiertas y cerradas, citación,...

• Técnicas de análisis: se utilizan fundamentalmente para analizar temas desde distintas

perspectivas: (factores causales, comparación de realidades, alternativas de solución, etc.).

Abordan sobre todo las habilidades cognitivas (de análisis, síntesis, valoración de

situaciones, etc.) y también el área afectiva contribuyendo a trabajar actitudes, valores y

sentimientos. En este grupo se incluyen: resumir y ordenar, apoyo emocional, ejercicios,

focalizar, confrontar incongruencias, personalizar, establecer conexiones, explicitar lo

implícito...

• Técnicas de información: son útiles fundamentalmente para la transmisión, contraste y

reorganización de conocimientos, informaciones, modelos, teorías o estudios. Aborda sobre

todo los conocimientos, hechos y principios, dentro del área cognitiva, aunque también las

habilidades cognitivas. En este grupo se incluyen: información con discusión, información

participada, lectura con discusión, verificación...

• Técnicas de desarrollo de habilidades: serían útiles fundamentalmente para entrenarse en

habilidades concretas y desarrollar la capacidad de actuar, de comportarse en situaciones

reales. Trabaja fundamentalmente el área de las habilidades o capacidades, sobre todo

psicomotoras, personales y sociales, aunque también cognitivas. En este grupo se incluyen:

la ayuda a la toma de decisiones (sobre todo para el desarrollo de habilidades personales), las

12
simulaciones operativas (para el desarrollo de habilidades sobre todo sociales) y

demostración con entrenamiento (para el desarrollo de habilidades psicomotoras), ejercicios,

juegos, ....

• Otras técnicas: tareas para casa, connotación positiva,....

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA EDUCACIÓN PARA LA

SALUD.

El concepto de comunicación puede ser asociado a diferentes términos que contribuyen a su

definición, no sin discrepancias por parte de algunos investigadores, como por ejemplo,

mutualidad, reciprocidad, comunión, comunidad, posesión de algo en común, participación,

transmisión, información, expresión, codificación, accesibilidad, descodificación, similitud,

trato, expansión, sociabilidad, afectividad, regulación y simpatía. Desde el punto de vista

etimológico, proviene de la palabra latina "communicatio", que a su vez tiene su origen en el

término "communis", común. Estos términos no expresan una relación de sinonimia pero

permiten describir mejor la compleja fenomenología comunicativa, pues solo existe cuando

entre los sujetos ocurre un continuo, ininterrumpido y mutuo intercambio, no solo de

mensajes, sino de cierta afectividad y afinidad. En términos absolutos es completamente falso

hablar de incomunicación total porque resulta absurdo que entre dos personas con alguna

relación temporal no exista cierto entendimiento, aunque sea mínimo. Con frecuencia se

utiliza el término comunicación en acepciones extremas. En su sentido lato se aplica a

cualquier información o mensaje que se trasmite a múltiples destinatarios relativamente

lejanos, como es el caso de los llamados medios de comunicación masiva, como comúnmente

aparece en diferentes países y por parte de varios autores. Más riguroso sería llamarles

13
medios de información masiva porque en realidad el fenómeno comunicativo no ocurre en

su esencia. En su sentido estrecho se restringe a la existencia en las personas de muchos

requisitos para que se produzca, como por ejemplo, un mismo idioma, iguales puntos de vista,

etc. En realidad, el misterio de la comunicación se puede producir sin esas condiciones, solo

bastaría que ellos tuvieran algo en común, por pequeño que fuera.

Comunicación para la salud

La comunicación es “un proceso mediante el cual dos o más personas, en un contexto

determinado, ponen en común una información, ideas, emociones, habilidades mediante

palabras, imágenes, etc., que les pueden permitir obtener, reafirmar o ampliar conocimientos

anteriores”, y es además “complementario al de participación”. En el campo de la salud,

comunicación y participación son fundamentales, pues a través de una participación activa y

conciente de la comunidad lograremos fomentar el autocuidado de la salud. La comunicación

para la salud es “el proceso social, educativo y político que incrementa y promueve la

conciencia pública sobre la salud, promueve estilos de vida saludables y la acción

comunitaria a favor de la salud, brindando oportunidades y ofreciendo a la gente poder ejercer

sus derechos y responsabilidades para formar ambientes, sistemas y políticas favorables a la

salud y al bienestar”. Partiendo de esta premisa de educar, informar, convencer y explicar,

así como de escuchar, la comunicación para la salud proporciona a individuos y comunidades

las ventajas y recursos necesarios para prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida.

El uso de los medios informativos y los multimedia, además de otras innovaciones

tecnológicas para difundir información sobre salud entre la población, aumenta la

concienciación sobre aspectos específicos de la salud individual y colectiva y sobre la

importancia de la salud en el desarrollo. La comunicación para la salud se convierte en un

14
elemento cada vez más importante en la consecución de un mayor empoderamiento para la

salud de los individuos y las comunidades.

Metodologia de la comunicación para la salud

Para que una organización pueda “diseñar y poner en práctica programas efectivos de

comunicación para la salud, que den lugar a un cambio de conductas positivo, es necesario

disponer de una metodología que sirva de orientación en la creación y ejecución de dichos

programas. Ello facilita el trabajo en equipo cuando todos los miembros utilizan el mismo

marco de referencia y la misma metodología para aplicarla a nuevas personas y nuevas

situaciones”.

En tal sentido, para la práctica de la comunicación en salud se propone un ordenamiento

lógico de una secuencia de pasos “Diagnóstico, Estrategia, Intervención, Monitoreo y

Evaluación”, dirigidos al desarrollo de campañas y acciones de comunicación en salud de

uno o más temas de salud identificados. Para implementar eficientemente las acciones de

comunicación en salud, tenemos pleno conocimiento de que los “programas de comunicación

en salud pueden informar, convencer, fortalecer y educar”, y para ello requieren una

metodología adecuada. “La metodología que se utilice para la comunicación en salud debe

ser sistemática, estableciendo claramente los pasos a seguir para crear un enfoque

comunicativo que funcione; multidisciplinaria, basándose en los medios de comunicación y

los campos de mercadeo social, educación informal, análisis de conductas y antropología

médica, entre otras áreas; destinada a lograr cambios de comportamiento, logrando no sólo

una toma de conciencia o compartir información y flexible, permitiendo su aplicación a una

variedad de problemas de salud”.

15
EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE EDUCACIÓN EN SALUD.

¿Por qué es importante la evaluación?

 Determina el cumplimiento de metas y objetivos de los programas.

 Fortalece el análisis crítico de los programas, su desempeño real e impacto en la

población.

 Identifica desviaciones y barreras que afectan el desarrollo de los programas.

 Contribuye al establecimiento de propuestas de mejora con base en las lecciones

aprendidas.

 Fortalece y cohesiona la organización de los servicios alrededor de los programas.

 Apoya la toma de desiciones y la reformulación de objetivos y cursos de acción.

 Retroalimenta a los responsables de la conducción de programas.

 Informa a la sociedad sobre los resultados de los programas en la población.

Más allá de los aspectos que justifican las acciones de control de la gestión en salud, la

evaluación y seguimiento de los programas cuenta con un marco normativo que les da

sustento legal. Las disposiciones jurídicas y administrativas que determinan las

atribuciones del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, confiere competencias para

evaluar las acciones de atención a la salud y sus distintas modalidades de oferta de

servicios. Con estos propósitos, se han establecido dentro del MSP, mecanismos de

rendición de cuentas que obliga a las instituciones que le conforman y a las propias

entidades federativas, a realizar acciones de evaluación de los principales PSS. Para

garantizar la objetividad e imparcialidad de los resultados, la normatividad sanitaria

establece que la evaluación de los PSS debe estar a cargo de instituciones académicas y

16
de investigación u organismos especializados, de carácter nacional e internacional, que

cuenten con amplio reconocimiento y experiencia en la materia, lo que no exime a las

dependencias del Sector a llevar a cabo ejercicios permanentes de esta actividad

estratégica. De hecho, las acciones institucionales de evaluación e información para la

rendición de cuentas se inscriben en diversas disposiciones jurídicas y administrativas

que les dan orientación y certeza jurídica.

CONDICIONES BÁSICAS DEL EDUCADOR EN SALUD.

Si a un docente se le encarga desarrollar las competencias para la vida en sus alumnos,

a lo largo de un ciclo escolar, también necesita conocimientos, materiales educativos,

participación de alumnos y padres de familia, apoyo de sus autoridades, y las

instalaciones adecuadas; sin embargo, la reforma se había concentrado en la evaluación

docente, como elemento indispensable para elevar la calidad de la educación.

Es importante reconocer que los diferentes tipos de escuela están asociados, de manera

cercana, con las características políticas, económicas y sociales de las regiones.

El mayor porcentaje pertenece a escuelas urbanas de tipo General no multigrado (46%)

y están en zonas de marginalidad media, baja o muy baja. Mientras que las escuelas

Comunitarias, Indígenas y Generales Multigrado (45%), están en zonas con niveles altos

y muy altos de marginación.

A continuación, se presenta un concentrado de las dimensiones más relevantes. Cabe

mencionar que los indicadores corresponden a diferentes parámetros y escalas, pero que,

para sintetizarlos, se tomó como referencia el porcentaje nacional, ocupando los mejores

resultados de cada planteamiento.

17
El marco básico de evaluación de las condiciones básicas quedó conformado por 68

condiciones, organizadas en 21 dimensiones, de 7 grandes ámbitos, que se mencionan a

continuación:

1. Infraestructura para el bienestar y aprendizaje de los estudiantes.

2. Mobiliario y equipo básico para la enseñanza y el aprendizaje.

3. Material de apoyo educativo.

4. Personal que labora en las escuelas.

5. Gestión del aprendizaje.

6. Organización escolar.

7. Convivencia escolar para el desarrollo personal y social.

Esta primera evaluación tiene representatividad para seis tipos de escuelas primarias:

1. Generales multigrado

2. Generales no multigrado

3. Indígenas multigrado

4. Indígenas no multigrado

5. Comunitarias CONAFE

6. Particulares o privadas

Lo deseable y lo posible

18
Es loable, incluso necesario, tener buenos deseos. En materia educativa se han establecido

principios filosóficos para garantizar el derecho a la educación. Desde la Constitución, y

las Leyes secundarias, se ha prescrito cómo debe ser una educación de calidad. Por su

carácter dogmático y axiológico, son incuestionables y también deseables por lograr.

Si el fundamento constitucional y marco legal se percibe como suficiente, la debilidad

del sistema educativo tal vez radique en la aplicación de esas prescripciones. Hay muchas

aristas en el análisis del sistema educativo. Ya fueron señalados los alumnos como la

causa de los bajos niveles, o ya se cambió el modelo curricular, o también han sido

señalados los docentes como los culpables; pero no se habían tomado en cuenta las

condiciones de infraestructura y operación.

Los porcentajes arriba concentrados, nos dan cuenta del estatus del sistema educativo.

Cabe mencionar que el dato es nacional, e involucra a todos los tipos de escuelas

primarias que fueron evaluadas aleatoriamente. En muchos casos, las escuelas Privadas

hacen que los porcentajes se carguen hacia indicadores positivos, y del mismo modo, las

escuelas Indígenas y/o Comunitarias cargan los porcentajes más cercanos a la

insuficiencia.

EL MÉDICO COMO EDUCADOR PARA LA SALUD

“Respetaré a mi maestro de la ciencia como a mis padres y compartiré mi vida con él y

le pagaré todas mis deudas. Consideraré a sus hijos como mis hermanos y les enseñaré la

19
ciencia, si ellos desean aprenderla, sin pago ni contrato. Facilitaré preceptos, lecturas y

todas las otras enseñanzas a mis hijos, a los hijos de mi maestro y a todos aquellos

alumnos que debidamente hacen este juramento y a ningún otro.”

Con estas palabras, el juramento hípocrático declara que la enseñanza es una obligación

esencial de la profesión médica, Por miles de años, la educación fue el deber primario de

los médicos porque era , casi su única modalidad terapéutica. Los practicantes de los

pasados 200 siglos no tenían los beneficios de la anestesia, antibióticos, radiografías, test

de laboratorio ni una hueste de otros descubrimientos que actualmente iluminan la medi-

cina, El diagnóstico' y el pronóstico eran las habilidades supremas, El objetivo del clínico

era nombrar la enfermedad del paciente y predecir su curso natural. Aún los tratamientos

disponibles -dieta, reposo, ejercicio y medicina con hierbas- dependían

fundamentalmente de la comprensión del paciente y el cumplimiento de éste.

El progreso de la farmacología, radiología, anatomía patológica, y cirugía aumentaron

progresivamente la habilidad no sólo para predecir, sino también para modificar la

historia natural de la enfermedad, La comunicación es obviamente importante en el

tratamiento de infecciones o traumatismos; pero es difícil argumentar que las

explicaciones sobre las patogénesis son más importantes que los antibióticos al tratar una

neumonía.

Aun durante la mayor parte de nuestro siglo, esas dos orientaciones antitéticas - enseñar

y hacer - estaban en una especie de balance precario, hasta que el tiempo como , factor

crítico inclinó la balanza a favor de la acción, Cuando sólo tienen 15 ó 20 minutos (o

mucho menos) para dedicar al paciente parece difícil justificar dedicárselos a hablar

20
cuando una prescripción o un test diagnóstico o un procedimiento quirúrgico puede

posiblemente curar o al menos aliviar los síntomas.

EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN EN SALUD EN EL NUEVO

MILENIO.

En el año 2000, la comunidad internacional adoptó la Declaración del Milenio, en la que

establece un compromiso histórico para erradicar la pobreza extrema y mejorar la salud

de la población más pobre del planeta de aquí a 2015. Esta Declaración y las metas

acordadas a nivel internacional para los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) sitúan

la salud en el centro de la agenda internacional del desarrollo y la promueven como factor

clave del progreso económico.

La salud figura en tres de los ocho objetivos de desarrollo del Milenio y nadie pone en

duda su contribución a la consecución de todos los demás, en particular de aquellos

relacionados con la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, la educación y la

igualdad entre los géneros. El objetivo 8, que insta a crear una alianza mundial a favor

del desarrollo, es una característica única de los objetivos de desarrollo del Milenio,

porque reconoce que los países ricos deben adoptar una serie de medidas para ayudar a

los países pobres a lograr todos los demás. El objetivo 8 nos recuerda que la seguridad y

la prosperidad a nivel mundial dependen de que el mundo sea más equitativo para todos.

Nunca había atraído la salud tanta atención internacional ni había contado con tantos

recursos como en los últimos años. Se han creado más de 100 alianzas, que giran

21
principalmente en torno a una serie de enfermedades. La asistencia oficial para el

desarrollo en el ámbito de la salud se multiplicó por seis en términos reales, pasando de

1.700 millones de dólares de Estados Unidos en 1985 a 9.700 millones en 20051. En la

Cumbre del Grupo de los Ocho celebrada en Gleneagles en 2005, los países ricos

acordaron duplicar la ayuda a África para 2010 y muchos de ellos anunciaron calendarios

para aumentar su asistencia para el desarrollo al 0,7% de su producto nacional bruto.

Además, el número de mecanismos de financiación innovadores como, por ejemplo, el

Servicio Financiero Internacional para la Inmunización, los mecanismos de garantía de

mercado y UNITAID, sigue en aumento. Estos mecanismos se consideran elementos

importantes de un planteamiento más sostenible y orientado hacia la obtención de

resultados en el marco de la asistencia para el desarrollo, así como un intento de corregir

las deficiencias de la ayuda..

GERENCIA DE LA SALUD PÚBLICA.

Una investigación realizada en el país, determinó que los costos de la administración de

vacunas varían de forma considerable entre regiones geográficas y entre diferentes

establecimientos. Por ejemplo, el costo por niño totalmente vacunado puede variar entre US$

16,63-24,52 en Ayacucho, US$ 21,79-36,69 en San Martín, y US$ 9,58-20,31 en Lima. Si

multiplicamos los costos antes mencionados, lograr que los niños a la edad de 5 años estén

totalmente vacunados cuesta al erario nacional entre US$ 5 624 964,06 (costo más bajo en

Lima) y US$ 21 542 790,33 (costo más alto en San Martín). En otro estudio, se determinó

que el costo total anual de la vacunación contra el virus de papiloma humano en mujeres

peruanas era US$ 16 861 490. Como sabemos, el costo es una inversión en actividades y

recursos que proporcionan un beneficio; sin embargo, a diferencia del sector privado en

22
donde constituye una inversión recuperable a través de la venta, en el sector público tiene

como objetivo satisfacer las necesidades de la colectividad. Por tanto, la justificación del

costo de las intervenciones del aparato estatal se basa en la eficiencia del gasto público que

logre el mayor beneficio de la población (valor público y legitimidad). De esta forma nos

vemos frente a diferentes campos de acción: lo público, lo social, lo privado e, inclusive, lo

político. Estos conceptos varían con el devenir del tiempo pero en este ensayo, utilizaremos

los siguientes: lo público, como aquello conformado por el conjunto de instituciones de

Estado, que tiene la función de generar las políticas que propicien el desarrollo del país; y lo

social, como aquello perteneciente o relativo a la sociedad o conjunto de individuos que

comparten una misma cultura y que interactúan entre sí para conformar una comunidad. Cabe

mencionar, que no pretendemos entrar al debate conceptual de estos términos, sino dar una

orientación de ¿quién? (lo público) y ¿para quién? (lo social) se hace las políticas o

programas, en nuestro caso, sanitarias. Sabemos que para dirigir una empresa, proyecto o

programa es necesario un líder (gerente) con herramientas idóneas para lograr los objetivos

propuestos. Si sumamos esto a los conceptos previos, podemos afirmar que requerimos de

un “gerente público”, bajo el enfoque del beneficio colectivo (lo público) o un “gerente

social” bajo el enfoque del beneficio de los que tienen mayor desventaja social (lo social).

Asimismo, en la actualidad, es cotidiano hablar de los “determinantes sociales de la salud”,

sin embargo, muchos podemos pensar que la salud esta alejada de los social y más bien es

influida por lo que acontece en el plano social. Nada más distante de la realidad, pues la salud

es un derecho fundamental del ser humano sin distinción alguna, reconocido como derecho

social en el plano internacional. Por tanto, cuando realizamos acciones sanitarias, estamos

actuando en lo social y brindando servicios sociales a los usuarios de estos. En este contexto,

23
la gerencia social aparece como un campo de acción (o práctica) y de conocimientos,

estratégicamente enfocado en la promoción del desarrollo social, cuya tarea consiste en

garantizar la creación de valor público por medio de la gestión, contribuyendo a la reducción

de la pobreza y la desigualdad, así como al fortalecimiento de los estados democráticos y de

la ciudadanía. A su vez, se apoya en aportes conceptuales y prácticos que le ofrecen

simultáneamente los campos de desarrollo social, política pública y gerencia pública, entre

los que destacan aquellos que fortalecen las capacidades y oportunidades de actores

tradicionalmente excluidos, los procesos de formación de políticas públicas incluyentes y

sostenibles y la generación de resultados e impactos de políticas y programas sociales que

surgen del seno de las organizaciones, entre ellas las de salud. A través de ella creamos valor

público, es decir, cuando la población percibe que un proyecto o programa sanitario beneficia

a la colectividad social; sin embargo, son los ciudadanos quienes tienen la voz determinante

sobre lo que genera valor público y lo que se debe priorizar. Estas elecciones son expresadas

a través de los procesos de deliberación y representación política (proceso político), cuando

los recursos son limitados y debe elegirse lo que es valioso, logrando la legitimidad de estos.

Por consiguiente, el gerente social requiere de herramientas para el diseño, implementación,

monitoreo y evaluación que contribuyan al objetivo social del proyecto o programa ya que,

tanto la inversión social como la privada, logran mayores y mejores resultados cuando se

realizan en el momento oportuno, cuando se cuenta con los recursos financieros necesarios,

cuando existe una organización que aprende constantemente, cuando se accede a información

correcta y oportuna, y cuando los profesionales encargados de administrar y gerenciar la

inversión poseen las herramientas adecuadas para hacerlo eficaz y eficientemente

24
POLÍTICAS, OBJETIVOS, ESTRATEGIAS, METAS Y PLANES

OPERATIVOS DE LA GERENCIA DE LA SALUD PÚBLICA.

La dirección estratégica para los servicios de salud incluye un conjunto de planes

conceptuales, operativos e indicativos desarrollados por los altos directores de los distintos

servicios de salud para sus organizaciones y, por lo tanto, a menudo forma parte

del currículo de carreras de pregrado y posgrado para proveedores y administradores de la

salud. La estrategia a seguir suele tener vigencia en el medio plazo, usualmente no más de 5

años. En muchos países, la planificación estratégica es una herramienta administrativa

valorada por las organizaciones proveedoras de salud y, por lo general, los modelos usados

difieren de los de las fábricas y otras empresas.

Por lo general y en su forma más simplista, el plan estratégico para los servicios de salud

incluye los criterios para la toma de decisiones cotidianas de la organización y, a diferencia

de la planificación tradicional, provee el patrón usado para la evaluación de los

procedimientos y operaciones necesarias para alcanzar decisiones acertadas. El proceso de

desarrollo de la planificación estratégica está fundamentado en la visión del estado futuro de

la organización y su ápice estratégico es su coordinación o su dirección.

Poco se sabe, aún en términos de la lógica empírica, en qué medida las organizaciones

sanitarias realizan una planificación estratégica formal o en qué medida la planificación

estratégica afecta el desempeño en gerencia de salud. En lo que respecta tanto a

la contingencia estructural como a la ciencia de la complejidad, el valor de la planificación

estratégica se bifurca en diferentes interpretaciones. La teoría de la contingencia hace

hincapié en la adaptación para lograr que la organización se ajuste a un entorno cambiante y,

25
sobre la base de ello, aprecia a la planificación estratégica como una forma de trazar el

camino de la organización. La ciencia de la complejidad sostiene que la planificación es en

gran medida inútil en entornos cambiantes.

Como para cualquier empresa, el plan estratégico de centros de salud suele ser cualitativo, es

decir, describir en términos medibles los objetivos de la organización. El plan estratégico es

también temporal, enmarcado en intervalos de tiempo concretos y explícitos.

En tal sentido, la planificación en salud es un proceso administrativo y no puramente

epidemiológico cuyo propósito es decidir lo qué se quiere, a dónde se quiere llegar en un

tiempo determinado, las acciones que se tomarán, los medios que se utilizarán y los

individuos que serán los responsables de llegar hasta donde se desea y alcanzar en una forma

más efectiva los objetivos organizacionales del futuro. Se hace hincapié en la necesidad de

actualizar constantemente los planes estratégicos, lograr la participación de los médicos y el

consejo administrativo de la organización, e integrar los planes estratégicos con otros planes

de la organización, utilizando elementos protocolares que corresponden al «deber ser» así

como elementos estratégicos como el «poder ser», en una actitud expectativa y anticipativa

que permitan la creación de situaciones futuras, intermedias y finales que corresponderían

con los objetivos deseables para la organización.

En tal planificación se hace indispensable crear estrategias de mejoramiento, tales como

programas, proyectos, planes y actividades de salud encaminadas a mejorar las condiciones

en salud de las comunidades, mejorar la calidad de la atención y dignificar la función de los

profesionales y los centros de salud. Se planifica con el ánimo de reducir

la incertidumbre sobre la base de un mejor conocimiento de la realidad y la previsión de lo

que puede acontecer de mantenerse algunas situaciones. La planificación tiene mucho con la

26
realidad, implica una permanente adopción de decisiones y, después de ejecutados, realiza el

seguimiento, creando compromiso con el mejoramiento.

A menudo, a nivel colectivo y social surgen dificultades para la definición de los objetivos,

los medios y la provisión de éstos, o sea, para clarificar lo que es la planificación de la salud

pública.

Por lo general, la planificación estratégica se emplea como recurso para orientar los esfuerzos

de organización, fomenta la participación y el compromiso de los inversionistas y conduce a

la consecución de los objetivos estratégicos.

EL PROCESO ADMINISTRATIVO DE LA GERENCIA DE LA SALUD

PÚBLICA.

El proceso administrativo y sus componentes, planeación, organización, dirección y control,

resultan de la mayor importancia para la empresa dentro del sistema de toma de decisiones.

La planeación es la primera ficha de este rompecabezas, dentro de ella se siguen los

siguientes pasos: investigación del entorno e interna, planteamiento

de estrategias, políticas y propósitos, así como de acciones a ejecutar en el corto, medio y

largo plazo. La organización, la segunda ficha, es un conjunto de reglas, cargos,

comportamientos que han de respetar todas las personas que se encuentran dentro de

la empresa, la función principal de la organización es disponer y coordinar todos

los recursos disponibles como son humanos, materiales y financieros. La dirección es la

tercera ficha del rompecabezas, dentro de ella se encuentra la ejecución de los planes, la

motivación, la comunicación y la supervisión para alcanzar las metas de la organización. El

control, la ficha de cierre, es la función que se encarga de evaluar el desarrollo general de una

27
empresa. Es un conjunto de fases o pasos a seguir para darle solución a un problema

administrativo, en el encontraremos problemas de organización, dirección y para darle

solución a esto tenemos que tener una buena planeación, un estudio previo y tener

los objetivos bien claros para poder hacer del proceso lo menos trabado posible.

Para que el proceso administrativo llevado a cabo sea el más indicado se deben tomar en

cuenta una serie de pasos que no por ser una parte del todo son menos importantes, por

mencionar algunos están, las metas, estrategias, políticas, etc. La técnica de planeación y la

organización son partes fundamentales en el proceso ya que ahí radica la complejidad

del método que se utilice pues al ser los pasos con más cantidad de deberes se vuelve un poco

más complicado tener el control, pero en estos pasos existen más sub-categorías que no deben

permitir que el procedimiento se salga de control, según lo que dice la lectura podemos decir

que el procedimiento se basa en un programa centralizado que delega funciones conforme va

bajando el nivel de autoridad, esto quieres decir que cada parte tiene una función específica

y que si hubiera falla alguna en cualquiera de estos pasos sería difícil lograr un procedimiento

limpio y eficiente.

ÉTICA Y SALUD PÚBLICA.

En los últimos años, se han realizado esfuerzos para ampliar el alcance del análisis ético en

la atención sanitaria con objeto de centrarse de forma más directa en las cuestiones de salud

pública. A diferencia del tradicional énfasis de los expertos en bioética en la relación médico-

paciente, la ética de la salud pública se centra en el diseño y aplicación de medidas para la

vigilancia y mejora de la salud de las poblaciones. Asimismo, la ética de la salud pública

trasciende la atención sanitaria para considerar las condiciones estructurales que promueven

28
o dificultan el desarrollo de sociedades sanas. Desde una perspectiva global, las cuestiones

fundamentales de la ética de la salud pública son las siguientes:

Desigualdades en el estado de salud y en el acceso a la atención y los beneficios de la

investigación médica: Por ejemplo, las cuestiones relativas a la asignación de recursos

dependen en parte de juicios de valor sobre la importancia de pequeñas mejoras en la calidad

de vida de una amplia proporción de la población frente a la de una intervención en que se

salvan vidas pero sólo beneficia a unas cuantas personas.

Respuesta a la amenaza de enfermedades infecciosas: Los esfuerzos para contener la

propagación de enfermedades infecciosas plantean complejas cuestiones sobre la

conveniencia de restringir las elecciones individuales para salvaguardar el bienestar común.

Ejemplos de ello son el uso del aislamiento y la cuarentena ante la tuberculosis y la gripe

pandémica.

Cooperación internacional en la vigilancia y el seguimiento sanitarios: La aplicación de las

Normas Internacionales de Salud refleja el compromiso de los países con la acción colectiva

ante las emergencias de salud pública. Definir el alcance de las obligaciones de los países

para actuar de forma colectiva y determinar cómo deben cumplirse dichas obligaciones

planteará, inevitablemente, grandes dilemas éticos.

Explotación de las personas en países de ingresos bajos: Las prácticas actuales de

investigación médica, por ejemplo, pueden exponer a los participantes a importantes riesgos

sin que ellos o sus comunidades obtengan beneficio alguno a cambio. Definir y cumplir las

obligaciones de los patrocinadores extranjeros de la investigación para con los participantes

locales constituye, por tanto, una cuestión ética capital. En el campo de los trasplantes de

29
órganos, la práctica cada vez más extendida del «turismo de trasplantes» expone a los

individuos que viven en la pobreza a graves riesgos de salud y plantea a su vez cuestiones

más generales sobre la comercialización del cuerpo humano.

Promoción de la salud: La creciente amenaza que suponen para la salud pública las

enfermedades no transmisibles, entre ellas las causadas en parte por comportamientos

perjudiciales como fumar, seguir una dieta poco equilibrada o no practicar ejercicio, han

planteado la cuestión de hasta qué punto deberían interferir las autoridades de salud pública

en las decisiones personales.

Participación, transparencia y responsabilidad: Como problema ético, el proceso de toma

de decisiones resulta tan importante como el resultado de las mismas. A lo largo de los

últimos años, se ha prestado mucha atención al refuerzo de los sistemas de consentimiento

informado y supervisión comunitaria en el campo de la investigación médica. Una vez que

dichos sistemas estén en marcha, el siguiente paso consistirá en crear mecanismos para

evaluar su eficacia.

Desde su creación hace 60 años, la ética ha ocupado un lugar central en la misión de la OMS

de proteger y promover la salud mundial. Diversos programas y departamentos, así como

oficinas regionales de la OMS han llevado a cabo actividades en el campo de la ética

. En 1994, por ejemplo, la Oficina Regional para las Américas (AMRO/OPS) creó un

programa regional sobre bioética. En 2002, la Directora General de la OMS, la Dra. Gro

Harlem Brundtland, creó la Iniciativa de Ética y Salud que ha servido desde entonces de

punto de referencia para las actividades de ética de toda la Organización. Algunos ejemplos

30
de ello son la publicación de pautas sobre ética y acceso igualitario al tratamiento y la

atención del VIH (en colaboración con el ONUSIDA), y de criterios éticos para el desarrollo

de una respuesta de salud pública a la gripe pandémica. La OMS contribuye también a los

esfuerzos destinados al fortalecimiento de la capacidad a escala local en materia de ética, en

estrecha colaboración con los Estados Miembros. Por ejemplo, el proyecto Networking for

Ethics on Biomedical Research in Africa (NEBRA) nació con el fin de fortalecer la capacidad

de los países africanos para que lleven a cabo procesos eficaces de revisión ética.

La articulación de las opciones éticas y de políticas fundamentadas en pruebas constituye una

de las seis funciones básicas de la OMS. El sexagésimo aniversario de la OMS y el trigésimo

de Alma-Ata brindan una gran oportunidad para reflexionar sobre los valores éticos y los

dilemas que se plantean en el campo de la salud pública.

PRINCIPIOS ÉTICOS BÁSICOS.

Toda investigación en que participen seres humanos debe realizarse de acuerdo con cuatro

principios éticos básicos, a saber, el respeto por las personas, la beneficencia, la no

maleficencia y la justicia. Se da por sentado habitualmente que estos principios guían la

preparación concienzuda de propuestas para los estudios científicos. En circunstancias

diversas, pueden expresarse en forma diferente y se les puede otorgar una importancia

diferente, y su aplicación, de absoluta buena fe, puede tener efectos diferentes y provocar

decisiones o cursos de acción diferentes. Estos principios se han debatido y elucidado

intensamente en las últimas décadas, y el objetivo de estas Pautas es que se apliquen a la

epidemiología.

31
El respeto por las personas incorpora al menos otros dos principios éticos fundamentales, a

saber:

a) la autonomía, que exige que a las personas que estén en condiciones de deliberar acerca

de sus metas personales se les respete su capacidad de autodeterminación. Cada persona

(adulta) posee el derecho irrenunciable a determinar y conducir su vida por sí mismo, y no se le puede

privar de vivir una vida plena y autodeterminada. Al actuar se encuentra en una situación particular,

única e irrepetible, que necesariamente influye en su acción, pero no necesariamente la determina.

Es verdad que en la vida familiar y de trabajo encontramos una instrumentalización de la

persona, tolerable únicamente si no impide su responsabilidad y la realización plena de su

vocación humana. Interpreta mal este principio quien piense que la situación no influye en la

acción del sujeto, o que es el elemento único determinante; y

b) la protección de las personas cuya autonomía está menoscabada o disminuida, lo que

requiere que a quienes sean dependientes o vulnerables se los proteja contra daños o abuso.

La búsqueda del bien es la obligación ética de lograr los máximos beneficios posibles y de

reducir al mínimo la posibilidad de daños e injusticias. Este principio da origen a normas que

exigen que los riesgos de la investigación sean razonables frente a los beneficios previstos,

que la investigación esté bien concebida, y que los investigadores sean competentes para

llevar cabo la investigación y para garantizar el bienestar de los que participan en ella.

La no maleficencia ("No hagas daño") ocupa un lugar preponderante en la tradición de la

ética médica, y protege contra daños evitables a los participantes en la investigación.

La justicia exige que los casos considerados similares se traten de manera similar, y que los

casos considerados diferentes se traten de tal forma que se reconozca la diferencia. Cuando

32
se aplica el principio de la justicia a personas dependientes o vulnerables, su aspecto más

importante son las reglas de la justicia distributiva. Los estudios deben planificarse de modo

de obtener conocimientos que beneficien al grupo de personas del cual sean representativos

los participantes: quienes sobrelleven el peso de la participación deben recibir un beneficio

adecuado, y el grupo que se va a beneficiar debe asumir una proporción equitativa de los

riesgos y del peso del estudio.

Pueden aplicarse principios éticos generales tanto individualmente como a nivel comunitario.

En el plano individual (microética), la ética rige la forma en que una persona debe

relacionarse con otra y las reivindicaciones morales de cada miembro de una comunidad. A

nivel comunitario, la ética se aplica a cómo una comunidad se relaciona con otra, y a cómo

una comunidad trata a cada uno de sus miembros (incluidos los miembros eventuales) y a los

miembros de otros grupos con valores culturales diferentes (macroética). Los procedimientos

que no son éticos a un nivel no pueden justificarse simplemente porque se los considere

éticamente aceptables al otro nivel.

LA SALUD: UN DERECHO Y UN DEBER.

Derecho a:

• Gozar de un buen estado de salud física y mental.

• Recibir los servicios de urgencias en las instituciones de salud, públicas y privadas.

• Ser asegurados a través de una Empresa Prestadora de Servicios de Salud –EPS– y a que

ésta les garantice un plan obligatorio de salud POS a través de una red de servicios de salud.

• Ser beneficiario de acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad,

33
atención, habilitación y rehabilitación, en las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud

– IPS.

• Conocer la red de instituciones a través de la cual recibirán los servicios de salud.

• Contar con programas de salud sexual y reproductiva, control prenatal y de atención de

VIH/SIDA.

• Pronta detección y atención, tratamiento de enfermedades, y rehabilitación integral de su

discapacidad.

• Prevención de nuevas discapacidades a través de atención médica eficiente, de calidad y

oportuna.

• Alcanzar y mantener un óptimo nivel de autonomía y movilidad a través de los procesos de

rehabilitación integral.

• Un entorno que les procure bienestar e independencia para desarrollar sus capacidades

de manera digna e integral.

• Pronta detección y atención de casos de violencia intrafamiliar, violencia o abuso sexual.

• La libre asociación para la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.

• Participar activamente en las asociaciones de usuarios de las Empresas Sociales del Estado

y de las EPS.

“Las personas con discapacidad tienen derecho a estar afiliados al Sistema General de

Seguridad Social en Salud (SGSSS), recibir servicios en salud física y mental de acuerdo con

su discapacidad, sin discriminación, en igualdad de condiciones que los demás, y en

instituciones cercanas a su lugar de residencia”.

34
¿Qué mecanismos debemos garantizar para que el derecho a la SALUD puedan

disfrutar?

Existen cuatro (4) mecanismos a través de los cuales pueden acceder a los beneficios del

derecho a la salud, desde el Sistema General de Seguridad Social:

1. Afiliación al Régimen Contributivo.

2. Afiliación al Régimen Subsidiado.

3. Atención directa en hospitales - Empresas Sociales del Estado cuando no están afiliados

al Sistema General de Seguridad Social en Salud.

4. Eventos especiales cubiertos por el Fondo de Solidaridad y Garantía a través de la

Subcuenta para Eventos Catastróficos y Accidentes de Tránsito (ECAT).

3. Atención directa en hospitales

Atención directa en hospitales – Empresas Sociales del Estado cuando no están afiliadas al

Sistema General de Seguridad Social en Salud. Si por motivos de incapacidad de pago las

PcD no se encuentran afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud, mientras

logran ser afiliadas al Régimen Subsidiado tienen derecho a acceder a servicios de atención

en salud prestados por la red pública, hospitales públicos o Empresas Sociales del Estado –

ESE–, así como por instituciones privadas contratadas por el departamento, distrito o

municipio en el cual habitan.

¿Cuáles son los servicios de salud a los que tienen derecho como participantes vinculados?

-Acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

35
- Diagnóstico, tratamiento y rehabilitación en diferentes niveles de complejidad.

- Suministro de medicamentos

- Atención inicial en el servicio de urgencias, en cualquier lugar del país.

- Atención por enfermedades de alto costo.

4. Eventos especiales

El Fondo de Solidaridad y Garantía (FOSYGA) es una cuenta adscrita al Ministerio de la

Protección Social, cuyos recursos se destinan a la inversión en salud a través de varias

subcuentas, siendo una de ellas la Subcuenta de Eventos Catastróficos y Accidentes de

Tránsito (ECAT). Esta subcuenta tiene por objeto garantizar la atención integral en salud a

las víctimas de accidentes de tránsito, acciones terroristas ocasionadas por bombas o

artefactos explosivos, y catástrofes naturales y otros eventos aprobados por la entidad del

gobierno encargada.

¿Quiénes tienen derecho a los beneficios de la Subcuenta ECAT?

Las personas que han sufrido daños en su integridad física y emocional como consecuencia

de:

-Accidentes de tránsito.

-Eventos terroristas: aquellos producidos con bombas o artefactos explosivos.

-Catástrofes de origen natural: sismos, maremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos de

tierra, inundaciones.

-Otros eventos: que, aprobados por la entidad de gobierno a cargo, tengan origen natural o

sean provocados por el hombre en forma accidental o voluntaria, y que afectan en forma

masiva e indiscriminada a la población, como el desplazamiento forzado

36
¿Cuáles son los servicios adicionales que en salud reciben las PcD a través del FOSYGA, la

Subcuenta ECAT y Acción Social, como víctimas de Minas Antipersonal (MAP),

Municiones sin Explotar (MUSE) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI)?

ATENCIÓN PRE-HOSPITALARIA / SUBSIDIO DE TRANSPORTE: La IPS o un

particular que les haya prestado el servicio (terrestre, fluvial u otro) de evacuación, según sea

el caso, tramita ante el FOSYGA el subsidio de transporte hasta por diez (10) salarios

mínimos diarios legales vigentes, correspondientes al año en que ocurrió el accidente. Plazo:

6 meses.

ATENCIÓN DE URGENCIA HOSPITALARIA REHABILITACIÓN MÉDICA, FÍSICA Y

PSICOLÓGICA:

Todas las instituciones hospitalarias públicas o privadas en el territorio nacional deben

prestar atención a las víctimas de Minas Antipersonal –MAP-, Municiones sin Explotar –

MUSE- y Artefactos Explosivos Improvisados –AEI- de forma inmediata y gratuita, sin

exigir ninguna condición previa para la admisión. Y corresponde a la institución que realizó

la atención recobrar el dinero ante el FOSYGA. Las víctimas de Minas Antipersonal –MAP-

, Municiones sin Explotar –MUSE- y Artefactos Explosivos mprovisados –AEI- que NO

hayan adquirido una incapacidad permanente como consecuencia del accidente, tienen

derecho a una asistencia humanitaria por heridas leves. El Estado, mediante Acción Social,

reconoce 2 salarios mínimos mensuales legales vigentes por este concepto. La reclamación

ante Acción Social debe ser efectuada por la víctima durante el año posterior a la fecha del

accidente.

REHABILITACIÓN MÉDICA, FÍSICA Y PSICOLÓGICA: La atención en salud incluye

hospitalización, cirugía, material medicoquirúrgico, honorarios médicos,

37
transfusiones, laboratorios, y ayudas diagnósticas. En instituciones especializadas deben

prestar todas las terapias para la rehabilitación y adaptación de órtesis y prótesis de tal forma

que las PcD, víctimas de Minas Antipersonal –MAP-, Municiones sin Explotar –MUSE- y

Artefactos Explosivos Improvisados –AEI-, logren una vida más independiente. Todo esto

en forma gratuita hasta por un año o seis meses, según criterio médico.

INDEMNIZACIÓN POR DISCAPACIDAD PERMANENTE: Las PcD sobrevivientes, o

sus familias, en caso de que sean menores de edad, tramitan la indemnización ante el

FOSYGA dentro de los seis (6) meses siguientes al accidente. El monto de la indemnización

lo determina el porcentaje de discapacidad certificado por la Junta Departamental de

Calificación de Invalidez. Se reconoce un valor máximo de hasta 180 Salarios Mínimo Diario

Legal Vigente (SMDLV).

ASISTENCIA HUMANITARIA POR INCAPACIDAD PERMANENTE: Las PcD

sobrevivientes, o sus familias, en caso de ser menores de edad, tramitan la ayuda humanitaria

ante Acción Social dentro del año posterior al accidente. Las víctimas de Minas Antipersonal

–MAP-, Municiones sin Explotar –MUSE- y Artefactos Explosivos Improvisados –AEI-

tienen derecho a recibir una asistencia humanitaria por incapacidad permanente. El Estado,

mediante Acción Social, reconoce hasta 40 salarios mínimos mensuales legales vigentes por

este concepto.

SUBSIDIO POR GASTOS FUNERARIOS: Este subsidio será tramitado por la familia de la

víctima ante el FOSYGA; el monto entregado será hasta por un

valor máximo de 150 salarios mínimos diarios legales vigentes, correspondientes al año en

que ocurrió el accidente. Plazo de 6 meses.

38
INDEMNIZACIÓN POR MUERTE: Los familiares de las víctimas de Minas Antipersonal

–MAP-, Municiones sin Explotar –MUSE- y Artefactos Explosivos

Improvisados –AEI- que murieron a raíz del accidente tienen derecho a recibir una

indemnización por muerte. El Estado, mediante FOSYGA, reconoce 600 salarios mínimos

diarios legales vigentes por este concepto. La reclamación ante FOSYGA debe ser efectuada

durante los 6 meses posteriores al accidente.

ASISTENCIA HUMANITARIA POR MUERTE: Esta ayuda será tramitado por la familia

de la víctima ante Acción Social por un valor de cuarenta (40) salarios mínimos mensuales

legales. Plazo: 1 Año.

DISTRIBUCIÓN Y RACIONALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE

SALUD.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo # 25 establece: “Toda

persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia,

la salud, el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia

médica y los servicios sociales necesarios” El enorme cambio ocurrido en ciencia

y salud durante las últimas décadas ha conducido a una reformulación de la ética médica...

Desde finales de los años ochenta y principios de los noventa en la mayoría de los países

occidentales se viene experimentando una serie de transformaciones en los diversos tipos de

sistemas sanitarios, con miras a reducir los gastos en este sector y a mejorar la eficiencia en

la provisión de sus servicios. Para enfrentar la escasez de recursos y contener los crecientes

costos sanitarios, en el debate actual surgen dos tendencias,, a menudo complementarias: por

39
un lado, se plantea que para dar respuesta a las necesidades sanitarias se puede proceder

aumentando la financiación de este sector a través del traslado de recursos de otros sectores

al sanitario, incrementando las partidas de acuerdo con el crecimiento del PIB, o haciendo

uso de las comparaciones internacionales, para ver el nivel de recursos que otros países

económicamente similares dedican a la asistencia sanitaria. Por otro lado, los países pueden

controlar el gasto sanitario mediante estrategias de reforma que influyan tanto sobre la

demanda como sobre la oferta de servicios. Las que inciden del lado de la demanda incluyen:

acuerdos de costos compartidos con los pacientes, establecimiento de prioridades para

racionalizar el acceso a los servicios, incentivos para estimular el gasto privado en salud

(como por ejemplo, la disminución del impuesto a la renta para aquellos que usen los

servicios privados), conceder el derecho de buscar opciones externas a los sistemas

colectivamente financiados (sistema oficial) y sacar servicios del paquete asistencial público.

Los costos también pueden ser controlados con la intervención en la oferta de los servicios

de salud. Un amplio rango de estrategias de las reformas actuales puede ser incluido en esta

categoría; este rango abarca la introducción de la competencia entre proveedores públicos, la

fijación de topes cerrados al gasto de los proveedores o establecimiento de presupuestos

globales, la reducción de la oferta de médicos y de camas hospitalarias, el control de costos

del recurso humano (a través de la disminución de los salarios o el cambio en los métodos de

remuneración profesional), la introducción de patrones de prestación más efectivos, tales

como: control de costos de los productos farmacéuticos, regulación del uso de las tecnologías

biomédicas, auditorías en el uso de los recursos que los médicos autorizan, protocolos y guías

diagnósticas en las cuales se especifican los procedimientos, exploraciones y pruebas clínicas

para cada patología, etc.

40
En este artículo se explicarán las estrategias relacionadas con la demanda y la oferta, a partir

de la idea de que el nivel apropiado de financiamiento, asignación y distribución de los

recursos sanitarios no es un problema cuya respuesta se base en fórmulas técnicas precisas,

sino que depende del valor que se le conceda a la salud y a la asistencia sanitaria, tanto en sí

misma como en relación con otras áreas del gasto público.

1. Estrategias para hacer frente a la escasez de recursos

Dos de los mecanismos más generalizados para enfrentar el problema de la escasez de

recursos son la coparticipación financiera del usuario y el establecimiento de diferentes

prioridades en la atención sanitaria.

La idea de compartir costos hace referencia a cualquier pago directo que los usuarios de los

servicios hacen a los proveedores; a esta estrategia se le atribuyen funciones tanto

distributivas como financieras. En lo que concierne a la distribución de recursos, la

introducción de los costos compartidos busca que el consumidor elimine la utilización

innecesaria de los servicios o de la cantidad solicitada. En cuanto a los aspectos financieros,

estos mecanismos han sido introducidos con la perspectiva de diversificar las fuentes de

ingresos y la disminución del gasto público sanitario a través del aumento del gasto privado

individual. Los principales mecanismos para compartir costos con el paciente son las cuotas

moderadoras (cantidad fija que el beneficiario deberá pagar por cada servicio utilizado) y los

copagos (porcentaje del cargo total por un servicio que el beneficiario debe pagar).

decisiones. Dicho proceso se plantea en cada país de manera particular, de acuerdo con sus

necesidades sanitarias, sus niveles de gasto y las expectativas de la sociedad; por ello debe

41
ser en cada contexto social donde se propongan las soluciones a este problema del

establecimiento de prioridades en la atención sanitaria.

Es necesario reconocer los juicios de valor que impregnan todo el proceso de identificación

y estimación de los riesgos y considerar también los métodos que incorporan la participación

de la comunidad en su análisis, para así dar cuenta de los principios que la sociedad en su

conjunto valora en un sistema sanitario, ya que puede haber otras interpretaciones de la

beneficencia u otros principios morales que lleguen a conclusiones diferentes a las de los

expertos.

El problema principal de estas técnicas analíticas es que tienden a otorgar una excesiva

importancia a los valores cuantificables, mientras los aspectos no cuantificables son poco

valorados (como el alivio del dolor y el sufrimiento, o el significado simbólico que las

acciones y las políticas tienen para la población; por ejemplo, los casos de salvar vidas

identificadas o llegar a una muerte digna). Además, hay una gran preocupación por la

posibilidad de que los cálculos a gran escala en la planificación política y social olviden el

principio de inviolabilidad individual, más aún cuando el lenguaje económico está

transformando los principios morales que tradicionalmente han predominado en la relación

médico-paciente.

Teniendo en cuenta que en muchos casos las decisiones sobre el establecimiento de

prioridades conllevan elecciones trágicas, sobre las cuales la sociedad tendrá que definir sus

límites morales, estas decisiones deben responder a deliberaciones democráticamente

informadas, en las cuales participen todos los actores involucrados. Los debates públicos en

torno a estos temas son muy importantes, ya que la “condición pública” tal como es

concebida por Rawls [11] está en el centro de la concepción de justicia.

42
2. El logro de una financiación equitativa y sostenible

La necesidad de encontrar un balance entre la equidad, el acceso universal y la financiación

sostenible de los servicios de salud constituye un gran desafío en la década de los noventa,

especialmente en los países en los cuales se ha buscado experimentar con la aplicación de

incentivos de mercado en sus sistemas sanitarios a través de la competencia entre

aseguradoras y la introducción de la libre elección por parte de los usuarios; ello ha generado

el gran interrogante de si es posible basar el financiamiento sanitario en la competencia y al

mismo tiempo mantener un alto nivel de solidaridad social. La solidaridad en un sistema

sanitario está determinada por su carácter mancomunado, es decir, por la posibilidad de que

el riesgo de tener que pagar la atención sanitaria lo compartan todos los miembros de una

sociedad y no lo corra cada uno de manera individual. Obviamente, un sistema de salud en

el que los individuos tienen que pagar de su propio bolsillo una parte sustancial del costo de

los servicios en el momento de buscar tratamiento hará que el acceso se restrinja a quienes

puedan pagarlo y probablemente excluirá a los miembros más pobres de la sociedad y a las

personas con un alto riesgo de tener que solicitar los servicios médicos, tales como los

ancianos y los pacientes con enfermedades de alto costo o enfermedades crónicas.

Según Wagstaff y Van Doorslaer [12: 44-45], los esquemas de financiación sanitaria

realizada a través de los impuestos y sin competencia del mercado son los más progresivos

desde el punto de vista de la solidaridad (aunque es importante examinar si los impuestos son

de tipo directo o indirecto, pues si hay mayor énfasis en los impuestos indirectos el

financiamiento de la atención sanitaria, puede llegar a ser regresivo). Los sistemas de seguro

social subvencionados a través de recargos obligatorios a patrones, empleados, trabajadores

autónomos y pensionados, en su mayoría financian la asistencia sanitaria de modo más

43
regresivo, puesto que las normas que rigen la inclusión o exclusión del seguro dependen de

la capacidad para cotizar, y serán más regresivo si los grupos de alta renta no son forzados a

entrar en el sistema (o se les permite salir del sistema), puesto que de esta manera este se

quedará sin sus aportes y será menos viable financieramente. Los países con sistema privado

de aseguramiento, como Suiza o Estados Unidos, donde la mayoría de la población no tiene

cubrimiento a través de un seguro público, son aún más regresivos desde el punto de vista

del financiamiento que los sistemas de seguridad social, pues los seguros privados ajustan

sus primas de acuerdo con el riesgo, así las personas con menos ingresos y mayor riesgo de

enfermar se ven más afectadas a la hora de financiar su salud.

No obstante, es importante aclarar que si bien en algunos sistemas de salud hay cierto tipo de

financiación predominante, ningún sistema es “puro”, ya que en la práctica los que tienen

financiación basada en impuestos también suelen incluir elementos de seguridad social y los

basados en esto último muchas veces tienen un gran componente de financiación mediante

impuestos. Además, casi todos incluyen financiación privada como las pólizas de seguro

contratadas voluntariamente y los desembolsos directos o de bolsillo [13: 131].

En la actualidad, los sistemas de salud en todo el mundo intentan repartir el riesgo a través

de los subsidios cruzados de los jóvenes y sanos a los ancianos y enfermos, de las personas

con mayor capacidad de pago a las de menores ingresos, entre los miembros del mismo fondo

común o bien por medio de subsidios gubernamentales otorgados a un sistema con uno o

varios fondos comunes. Los subsidios cruzados pueden existir también entre miembros de

fondos comunes diferentes, por medio de mecanismos explícitos de nivelación de riesgos y

de ingresos, tales como los que se utilizan en Argentina, Colombia y los Países Bajos. Dichos

mecanismos también se aplican cuando existen grandes diferencias en el riesgo y en los

44
ingresos entre regiones de un mismo país [1: 115]. Estrategias como los mecanismos de ajuste

del riesgo y la inscripción obligatoria por parte de las aseguradoras para que no nieguen el

acceso a ningún solicitante, surgen principalmente en los países en los cuales se han

implementado políticas basadas en el modelo de “competencia administrada” para evitar la

posible selección de riesgos en los pacientes y redistribuir los ingresos de los sistemas de

seguro entre las aseguradoras competidoras. El objetivo es que ni la renta, el sexo o la edad

del asegurado, ni su número de hijos, tengan impacto alguno sobre la capacidad de los fondos

de competir con los demás, pues en el libre juego de las fuerzas del mercado, las compañías

aseguradoras intentan identificar a las personas con menos riesgos de enfermar, para así

ofrecer primas más bajas y no correr el riesgo de ser expulsadas del mercado.

A pesar de las limitaciones impuestas a las compañías aseguradoras para evitar la selección

de riesgos, ellas, haciendo uso de las libertades que otorga la competencia, desarrollan

estrategias de marketing y negociaciones con los proveedores para captar el aseguramiento

de las personas con menores riesgos de enfermar y mayores ingresos. Además, las barreras

geográficas, socio-culturales y de la información con las que se enfrentan los pacientes son

usadas por muchas de estas compañías para elegir a sus clientes, independientemente de que

las legislaciones impidan negar el acceso a algún solicitante. Esto demuestra la tensión

existente en los sistemas sanitarios que están haciendo uso de la competencia y los incentivos

del mercado (en su financiamiento y en su provisión o incluso sólo en esta última) y el

mantenimiento de la solidaridad y la equidad.

3. La meta de una producción sanitaria más eficiente

Las reformas sanitarias de los años noventa han puesto especial énfasis en mejorar la

eficiencia de las instituciones proveedoras de los servicios sanitarios, para lo cual se han

45
desarrollado programas de calidad asistencial, se han introducido directrices clínicas y se ha

aumentado la gestión descentralizada de los proveedores. Estas estrategias que han llevado a

la reestructuración de los hospitales y la reivindicación de los programas de atención

primaria. Dichas estrategias serán analizadas brevemente a continuación.

3.1. La búsqueda de mejoras en la calidad asistencial

La calidad en la asistencia sanitaria involucra diversas dimensiones relacionadas con la

asistencia efectiva y apropiada (capacidad de la ciencia y la tecnología de la atención médica

para lograr mejoras en la salud, cuando es utilizada bajo las circunstancias más favorables),

la eficiencia en el uso de los recursos (capacidad de disminuir costos sin disminuir las mejoras

obtenibles en salud), la satisfacción del paciente (conformidad con los deseos y expectativas

de los pacientes), la legitimidad (conformidad con las preferencias sociales expresadas en

principios éticos, valores, normas, costumbre, leyes y regulaciones), la equidad (conformidad

a un principio que determina lo qué es justo y razonable en la distribución sanitaria y de sus

beneficios sociales) y los resultados finales sobre la salud [14: 2-3]. Estas dimensiones están

claramente interconectadas; así, por ejemplo, una asistencia apropiada y efectiva dará como

resultado mayor satisfacción del paciente y mejores resultados de salud.

La calidad puede medirse y evaluarse a través de la conocida triada propuesta por

Donabedian [15] en términos de estructura, proceso y resultado. La palabra “estructura” hace

referencia a las condiciones bajo las cuales se provee la atención médica; estas incluyen:

recursos materiales (instalaciones y equipamiento), recursos humanos (número, variedad y

calificación del personal profesional) y características de la organización (estructura del

equipo médico, presencia de actividades de enseñanza e investigación, tipo de supervisión y

formas de pago de la atención médica). El “proceso” tiene que ver con qué se le hace al

46
paciente, cuál es el intervalo entre diagnóstico, tratamiento, seguimiento y rehabilitación, si

se usa una medicación o unas intervenciones idóneas. El “resultado” es la medida que

determina si el objetivo pretendido se alcanzó con el tratamiento; incluye los cambios en: el

estado de salud, los conocimientos adquiridos por los pacientes o la familia que pueden

influenciar la salud futura, las conductas de los pacientes o la familia que pueden influir en

su salud futura y la satisfacción de los pacientes con la atención prestada.

Cualquier sistema sanitario que intente evaluar la calidad de sus servicios debe tener en

cuenta estos tres elementos, pues generalmente se evalúan la estructura y el proceso, pero no

los resultados. La dificultad existente para evaluar los resultados está en aclarar si un

resultado deficiente se debió al tratamiento o no; por eso, generalmente se busca evaluar el

proceso, sobre la base de que en investigaciones previas se ha establecido la correlación entre

tratamientos y resultados.

Por ello, la llamada “medicina de los resultados” o la “medicina basada en la evidencia”,

pretende una revisión sistemática de las evidencias disponibles respecto del tratamiento de

ciertas enfermedades, para establecer qué tratamientos funcionan y cuáles no, para qué

personas funciona y en qué circunstancias; su objetivo fundamental es que se presten

tratamientos más efectivos y eficientes. La principal característica de la medicina basada en

la evidencia es la afirmación de que a pesar de las variaciones de los posibles tratamientos

para una determinada enfermedad, relacionadas con el predominio de la misma en un

determinado lugar, las preferencias terapéuticas establecidas culturalmente, los patrones

estructurales y financieros de cada sistema sanitario y la incertidumbre clínica siempre

existente en todos los tratamientos, se pueden establecer unos parámetros básicos que

47
permiten definir la efectividad de los tratamientos según las evidencias arrojadas por las

investigaciones [16: 15].

Sin embargo, como lo explica Donabedian [17] en los servicios médicos actuales existe una

evidente incapacidad para percatarse de la relación entre el diseño del sistema, el desempeño

de este y sus resultados; mientras esto ocurra será difícil identificar las causas del fracaso en

la calidad en la atención sanitaria y llegar a acciones apropiadas que modifiquen la estructura

y el proceso. Agrega, además, la importancia de la dimensión ética de los trabajadores de la

salud para que se pueda hablar de una buena calidad en la atención sanitaria, la cual se ha

visto seriamente afectada por la creciente comercialización de la atención médica.

En todo el proceso de garantía de la calidad de la asistencia médica es fundamental el papel

de los médicos y en general de todos los profesionales sanitarios, pues deben ser ellos los

responsables de identificar los criterios de calidad, establecer los estándares y llevar a cabo

los cambios. Su participación activa permite que la evaluación de la calidad no se centre

únicamente en la medición de la estructura, sino que también se tengan en cuenta el proceso

y los resultados. Así, por ejemplo, los programas de acreditación de los hospitales,

inicialmente desarrollados en Estados Unidos y extendidos a muchos países en las actuales

reformas, evalúan fundamentalmente aspectos relacionados con las instalaciones, la calidad

del personal, la tecnología usada y los estándares hoteleros; todo ello hace referencia

únicamente a la estructura de la prestación, pero se deja de lado la evaluación de proceso y

de sus resultados.

Una de las formas de vincular la evaluación de la tecnología y la garantía de calidad ha sido

la elaboración de directrices clínicas. Estas se definen como “recomendaciones formuladas

con el propósito de influenciar las decisiones acerca de las intervenciones sanitarias”, las

48
cuales están elaboradas con base en los resultados de las investigaciones (medicina basada

en la evidencia) y complementadas con la opinión de expertos, con la intención de definir la

manera más adecuada de gestionar las patologías concretas. Desarrollan dichas directrices

agencias del gobierno, organizaciones de médicos, compañías de seguros y otros; en algunos

casos se aplican de manera obligatoria, ligadas a recompensas o penalizaciones financieras

(medicina gestionada).

El problema de estas directrices es que si bien intentan reunir información sobre la calidad

de la asistencia y las preferencias de los pacientes, casi nunca llegan a complementarlas y

generalmente predomina el punto de vista de los expertos en detrimento de la participación

de los pacientes y de las experiencias locales. Además, estas herramientas resultan limitadas

cuando los padecimientos de los enfermos no se ajustan a la información previamente

establecida (por ejemplo, cuando factores psicológicos o de salud mental alteran los síntomas

clínicos propios de una enfermedad).

Por otro lado, los juicios sobre qué servicios incluir y cuáles excluir no sólo tienen un carácter

científico, sino que también pueden estar influidos por intereses financieros; de esta manera,

puede haber ciertos servicios que claramente son benéficos para los pacientes, pero son

costosos, y otros que no producen resultados óptimos para los pacientes, pero ahorran

significativos recursos.

Ahora bien, aunque es fundamental reconocer la necesidad de armonizar el manejo clínico

con los aspectos administrativos y fi- nancieros, no obstante es importante recalcar que se

deben diferenciar bien los medios de los fines, ya que el mejoramiento en los niveles

administrativo y financiero debe pensarse como un medio que tiene como fin principal el

logro de la salud del paciente y no como un fin en sí mismo. Debe reconocerse que la

49
búsqueda de la eficiencia puede ser un buen medio para el mejoramiento del control de costos

y de la calidad de los servicios, pero el problema es que en las actuales reformas de salud se

ha convertido en un fin en sí mismo, que incluso está por encima de otros valores

fundamentales como la equidad.

3.2. El replanteamiento de las estructuras hospitalarias

La reestructuración que se está planteando en el interior de los hospitales tiene que ver con

la percepción cada vez mayor de que hay alternativas asistenciales con mayor costo-

efectividad que las hoy prestadas en estas instituciones. Sus transformaciones involucran

nuevas tendencias en la provisión hospitalaria, como la generalización de los procesos de

sustitución2 en los patrones terapéuticos, procedimentales y organizativos, y nuevas

estrategias de actuación clínica tales como: mejorar la adecuación de las admisiones, el uso

de técnicas de acceso mínimo, acelerar la dada de alta de los pacientes y aplicar técnicas de

revisión de la utilización. Igualmente, en las reformas se vislumbran cambios importantes en

la forma de reembolsar a los hospitales y nuevas políticas para financiarlos. Todas estas

transformaciones implican un cambio en la visión del papel de la asistencia sanitaria, en su

tamaño total y en sus relaciones con las demás modalidades asistenciales (atención primaria,

comunitaria y domiciliaria), que son importantes de analizar.

Como Stoeckle [18: 13] lo señala, hay una reconsideración de la misión y de la organización

de los hospitales, pues éstos están disminuyendo su tamaño y se busca una mayor integración

con la atención básica comunitaria. Al mismo tiempo, la investigación académica ha estado

generando un cuerpo de evidencia principalmente hacia dos observaciones generales: la

primera, que un amplio rango de determinantes sociales como la pobreza, la dieta pobre, el

ambiente contaminado, la falta de ejercicio, etc. contribuyen al origen de la enfermedad; la

50
segunda, está relacionada con el interés en el aspecto preventivo de la política de salud, por

la necesidad de contener costos.

Respecto de las nuevas tendencias de provisión hospitalaria, el desarrollo tecnológico y de

los medicamentos, los cuales han permitido aplicar procedimientos diagnósticos y

terapéuticos en otros sitios y el estímulo a los programas de “autocuidado” y atención

primaria en salud, han contribuido al surgimiento de los procesos de sustitución. El objetivo

fundamental de estos procesos es conseguir mejores resultados en lo financiero, pero también

en lo clínico, con los pacientes, a través de una reorganización de las intervenciones médicas,

bien sea trasladando la asistencia del hospital a la asistencia domiciliaria (en tratamientos

como trasfusiones sanguíneas, diálisis renal, fisioterapia, seguimiento a los embarazos de alto

riesgo, programas de autocuidado) o desplazando actividades de los hospitales de alta

complejidad a los de niveles menos complejos, como por ejemplo, los servicios de

cardiología. Este tipo de sustitución se hace más frecuente conforme la tecnología gana en

movilidad (caso de la electrocardiografía y las actividades de laboratorio portátil). La

estrategia de la sustitución no sólo se da por el traslado de lugar y de tecnologías, sino por un

cambio en la calificación del personal, por ejemplo, usar enfermeras de consulta en lugar de

médicos generales o el asesoramiento por parte de los profesionales farmacéuticos sobre los

fármacos seleccionados para su venta sin receta.

Otro cambio importante en la transformación de las instituciones hospitalarias ha sido la

forma de pago a los hospitales. Con miras a mejorar los mecanismos de contención de costos,

reforzar la calidad de los servicios y reducir las listas de espera, se ha introducido el sistema

de pagos prospectivos globales. El rasgo más importante del sistema de pago prospectivo es

que determina por adelantado, para un periodo definido, los límites del gasto. En los sistemas

51
basados en impuestos este método se usaba sobre la base histórica de ajustes por los

incremento de sueldos, precios y la calidad del servicio; sin embargo, con la introducción de

mecanismos de mercado ahora se busca estimular la conducta eficiente por parte de los

proveedores. En los sistemas de seguro social basados en contratos, por el contrario, se

reembolsaba a los hospitales a un precio diario que cubría la totalidad de los gastos corrientes,

lo cual incitaba a prolongar las estancias en el hospital con el objeto de aumentar los ingresos

de los médicos. Ahora, como parte de las reformas sanitarias se ha generalizado la forma de

“presupuesto prospectivo global ajustada por actividad”, cuyo objetivo principal es desplegar

los recursos a aquellos hospitales que se considere que trabajan eficientemente [13: 253].

También se han introducido los llamados “grupos relacionados de diagnóstico”, con el

propósito de aplicar una medida estandarizada, ajustando los pagos según la actividad

hospitalaria. Estas listas de “grupos relacionados de diagnóstico” (su sigla en inglés es DRG)

se usan para reemplazar los métodos de pago por acto y financiar los hospitales sobre la base

de volumen y calidad de los servicios realmente prestados.

Cabe resaltar que, a pesar de los esfuerzos emprendidos para transformar de manera profunda

la estructura actual de los hospitales a través de los mecanismos anteriormente nombrados,

con mucha frecuencia muchos de los planteamientos realizados por los administradores o

economistas de la salud no son discutidos con los directores de los centros hospitalarios, el

personal sanitario en general y mucho menos con los usuarios de dichos centros; por ello,

estos no colaboran de manera importante en los cambios planteados. Tampoco se ha debatido

aún la utilidad de otros modelos de organización hospitalaria, que por ejemplo exploren los

costos y beneficios de los métodos de curación de las medicinas alternativas, algunos de los

cuales son más cercanos a los conocimientos y las culturas locales, y que podrían

52
complementar los diagnósticos y tratamientos de la medicina institucional y facilitar una

mejora en la relación médico-paciente.

3.3. La renovación del papel de la atención primaria en salud y de las políticas de salud

pública

Según Dougherty [14: 210-211] en las actuales políticas de prevención de enfermedades y

de promoción de la salud se pueden distinguir dos enfoques, cuyos presupuestos teóricos y

alcances prácticos son bastante diferentes:

a) El enfoque que intenta articular el comportamiento individual al estatus de salud: cuenta

con una cantidad importante de información que intenta demostrar las relaciones entre las

elecciones, los hábitos y los estilos de vida para prevenir las enfermedades, especialmente en

lo relacionado con fumar, el consumo de alcohol, la vida sedentaria, la comida que se

consume, la promiscuidad sexual, las consecuencias de no usar el cinturón de seguridad, etc.

De acuerdo con esta perspectiva, los individuos están moralmente obligados a evitar o

minimizar los daños a sí mismos y a otros, pues una pobre salud o una muerte prematura

generalmente hacen daño a la familia, reducen la efectividad en el trabajo y en otras áreas de

la contribución social e incrementan los costos de la atención sanitaria. Desde el punto de

vista ético, se considera que las personas tienen dignidad (entre otras consideraciones), por

su capacidad de tomar decisiones y ser responsables frente a las libres escogencias que

realicen, es decir, por la autonomía y la autodeterminación de cada persona en la definición

de su forma de vida [19].

Las razones que dan fuerza a este tipo de argumentación pueden ser muy importantes ¿No

debería ser una persona responsable de lo que le ocurre? ¿Por qué deberían asumir otros la

53
responsabilidad de influir sobre su vida? ¿En quién con- fiar mejor que en nosotros mismos

para velar por nuestros intereses y nuestros problemas? Analizando cuidadosamente las

posibles respuestas a estas preguntas, todos estaríamos de acuerdo con la reivindicación que

desde esta perspectiva se hace de la libertad que tenemos los seres humanos para definir

nuestra forma de vida y para transformar nuestro entorno en aras de lograr nuestros ideales y

objetivos, la cual lleva implícita una asociación entre el concepto de libertad y el de

responsabilidad.

No obstante, el problema fundamental de este enfoque es que no concibe que la relación entre

libertad y responsabilidad requiere de una doble vía: la libertad exige responsabilidad y

viceversa. Sin la libertad fundamental y la capacidad para hacer una cosa, una persona no

puede ser responsable de hacerla; pero el hecho de tener libertad y capacidad para hacer una

cosa, impone a la persona la obligación de considerar si la hace o no, y eso implica una

responsabilidad individual. En este sentido, la libertad es tanto necesaria como suficiente

para asumir esa responsabilidad; pero es poco razonable y muy limitado confiar de manera

exclusiva en la responsabilidad individual, sin tener en cuenta (como lo plantean los

igualitaristas liberales) si existen y se disfrutan de manera real, de las libertades

fundamentales para ejercer nuestras responsabilidades.

Parte del atractivo de identificar los comportamientos individuales como “la causa”, de las

enfermedades, está en que no se cuestiona para nada el “statu quo”; por ello, es más fácil

culpabilizar a la víctima. La estrategia individual resulta más barata que emprender cambios

en la estructura de la sociedad, en los modelos de desarrollo adoptados, en la redistribución

de la renta y del ingreso, en la promoción de los derechos políticos, económicos, sociales y

culturales, etc.

54
b) El enfoque de la responsabilidad social: cuestiona la asignación de responsabilidades a los

individuos que sufrieron deterioro de su salud y muerte prematura debido a los

comportamientos que van más allá del control individual. Se argumenta que existen múltiples

aspectos determinantes que moldean la vida de los individuos, tales como los factores

relacionados con la herencia genética, los factores ambientales que rodean el desarrollo de

los niños y perfilan su personalidad, el estatus socio-económico, la identificación étnica y

cultural que estructura la visión del mundo, el grado de educación, las condiciones de

estabilidad en las relaciones, etc.

La responsabilidad entonces no está propiamente cargada a los individuos sino a las políticas,

la economía, los sistemas culturales que crean el contexto social de sus vidas, las cuales

inciden en los juicios y las acciones de las personas; por ello, desde este enfoque se critica

de manera explícita las nociones románticas de “auto-superación”, defendidas desde la

perspectiva del control individual. Desde el punto de vista ético, en esta perspectiva, lo que

le brinda a la vida la noción de dignidad humana es una actitud benevolente respecto de los

problemas de los otros, pues se requiere de la comprensión y la solidaridad para con aquellos

atrapados en condiciones que limitan el desarrollo humano, así como un acuerdo para llevar

a cabo acciones sociales que promuevan cambios en una dirección positiva. Por ejemplo, si

se analiza la capacidad real que pueden tener muchas mujeres con embarazos de alto riesgo

para adoptar medidas preventivas como disminuir las horas de trabajo, ello dependerá de las

políticas que tenga una nación para proteger a estas mujeres. Muchos trabajos mal pagos,

incluido el no pago de las amas de casa y del cuidado de los niños, inevitablemente involucran

altas cargas, y la limitación de la actividad física no es una decisión que todas las mujeres

puedan tomar por sí mismas [14: 215].

55
Las estrategias para desarrollar las políticas de prevención de las enfermedades y promoción

de la salud, desde este enfoque, estarán orientadas por el trabajo intersectorial, en el cual se

concibe que la búsqueda de la salud de la población no se agota en el acceso que esta tiene a

los servicios de atención sanitaria, sino también en los relacionado con educación, vivienda,

empleo, etc.; es decir, en aspectos que involucran las condiciones sociales, económicas,

políticas y culturales que determinan la calidad de vida de las personas. Esta perspectiva

coincide con los planteamientos que reivindican la APS, como la posibilidad de lograr unos

servicios médicos más integrados a las comunidades. Estos deben: a) ir más allá de la gestión

episódica de la enfermedad, consultando las necesidades y los problemas de salud de los

individuos, la familia y la comunidad; b) fomentar el trabajo multidisciplinario, de modo que

los distintos profesionales de la APS trabajen juntos para lograr una asistencia coordinada o

“sin fronteras” entre los servicios clínicos especializados, de bienestar social y de salud

pública; c) una función educativa para los cuidadores, pacientes y profesionales [20: 1077].

En las políticas de prevención y promoción que se esbozan en las reformas sanitarias de los

años noventa hay una fuerte tendencia a que predomine el primer enfoque, apoyado en la

teoría de los estilos vida, la cual busca que los esfuerzos educativos en salud estimulen

comportamientos que reduzcan el riesgo y mejoren la salud de los individuos. Dichos

esfuerzos son importantes; no obstante, como lo plantea el enfoque de la responsabilidad

social, es necesario que dicha educación sanitaria tenga en cuenta una visión intersectorial,

que asuma las causas sociales de la enfermedad e intervenga sobre ellas. Esta segunda

perspectiva, además, pone de presente la importancia de evaluar las barreras que los

ciudadanos pueden tener para acceder a los programas de prevención y promoción y la

56
consideración de las personas no como simples vehículos pasivos de las políticas, sino como

interlocutores válidos en todo el proceso de toma de decisiones en salud.

En este sentido, la Declaración de Montevideo, firmada por todos los gobiernos de las

Américas en septiembre de 2005, plantea de manera explícita la necesidad desarrollar los

sistemas de salud con base en la APS ya que esta es la estrategia más adecuada para: alcanzar

el derecho universal a la salud con la mayor equidad y solidaridad, dar respuesta a las

necesidades de salud de la población, orientarse hacia la calidad, la responsabilidad, la

rendición de cuentas de los gobiernos y la justicia social, así como para dar cumplimiento a

las metas de la sostenibilidad, la participación y la intersectorialidad [21: 77]. A pesar de que

en lo esencial se expresa lo mismo que en la Declaración de Alma- Ata (1978), la nueva

definición se enfoca hacia todos los nuevos actores de los sistemas de salud (públicos,

privados y organizaciones sin ánimo de lucro); además de subrayar los valores de la equidad

y la solidaridad incorpora otros principios como la sostenibilidad y la orientación hacia la

calidad.

Se intenta superar las barreras que impidieron la puesta en práctica de la APS, tales como: la

segmentación de los sistemas de salud, la poca coordinación entre la comunidad y los

organismos competentes, el uso inadecuado de la información, la insuficiente colaboración

intersectorial y la escasa inversión en recursos humanos. Adicionalmente, se reconoce la

importancia del carácter multifactorial de los elementos que inciden en la salud, el

compromiso político de los países firmantes, el financiamiento adecuado para responder a

las necesidades de la población, la reorientación de los servicios de salud hacia la promoción

de la salud y la prevención de la enfermedad, la integración de los servicios de salud, el

enfoque del sistema de salud hacia la familia y la comunidad y la creación de un marco

57
institucional y legal que coadyuve a mejorar la calidad de los servicios para realmente poner

en práctica la APS [21].

Finalmente, es importante resaltar que revitalizar la capacidad de los países para articular una

estrategia como la de la APS se considera fundamental para poder alcanzar los compromisos

de la Declaración del Milenio, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el

8 de septiembre de 2000, pues se considera que dicha estrategia aborda las causas

fundamentales de los problemas de salud y reivindica la salud como un derecho humano.

4. La distribución de recursos de manera efectiva

Para mejorar los mecanismos de asignación de recursos, tanto a escala macrodistributiva

como microdistributiva, en las reformas sanitarias se han planteado nuevos mecanismos de

contratación entre aseguradores y proveedores sanitarios que tienen más en cuenta la

eficiencia de los proveedores. En el caso de los hospitales, en los sistemas sanitarios tipo

Bismarck los contratos que antes se determinaban mediante regulación gubernamental, ahora

se dejan a cargo de cada aseguradora, la cual contrata servicios de acuerdo con el volumen y

la calidad prestada en los hospitales y a través de pagos prospectivos [13: 305].

En los sistemas sanitarios basados en impuestos, tipo Beveridge, la contratación se ha

convertido en un medio para separar al comprador del proveedor y en un medio para negociar

sobre calidad y precio. Así por ejemplo, en el Reino Unido, las autoridades sanitarias locales

(DHAs), antes implicadas en la financiación y gestión de los hospitales, ahora actúan como

compradoras al igual que los médicos generales. Ambos grupos de compradores, contratan

con consorcios hospitalarios del NHS autogestionados (pero de titularidad pública), con los

hospitales privados y con los servicios comunitarios.

58
También se ha planteado, en las diferentes reformas un nuevo sistema de pago a los médicos,

pasando del pago por acto (pago retrospectivo) al pago por capitación y por salario (pago

prospectivo) como forma de controlar el gasto y construir una práctica con mayor costo-

efectividad. Los pagos prospectivos cortan el vínculo entre las cantidades de servicios

prestados y su recompensa económica y así se generan pagos menores por paciente respecto

de los sistemas de pago por acto; además, ofrecen a los médicos incentivos para introducir

medidas preventivas y pueden dar lugar a una mejor distribución geográfica de los

profesionales [22: 1626].

En cuanto al efecto de la incorporación y mezcla de estos métodos de pago, según Robinson

[23: 330] ningún sistema de pago único logra dar respuesta a la armonización entre la

racionalización de los recursos y la atención de calidad a los pacientes. En los sistemas mixtos

(con un componente prospectivo grande), que según los estudios son los que mejor consiguen

combinar los objetivos de eficiencia micro y macro, queda planteado el dilema para los

profesionales de si darán más peso a las preferencias de los pacientes o a los intereses de las

terceras partes pagadoras. En los pagos por acto, en los cuales se establecen topes máximos

o cantidades de referencia obligada para contener el gasto, podría volverse inevitable recurrir

a los pagos de bolsillo por parte de los pacientes.

ÉTICA EN LA GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD.

En los últimos años, vinculados a los aspectos sociales y tras la crisis económico-financiera

que se ha vivido a nivel global, han cobrado importancia los determinantes sociales de salud.

Este nuevo concepto ha sido motivo de múltiples publicaciones científicas, programas

institucionales e iniciativas para mejorar la salud poblacional.

59
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen,

crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el

resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y

local, que dependen a su vez de las políticas adoptadas

Un estudio publicado recientemente por el Ministerio de Sanidad de España mostraba los

puntos sociales, educativos y económicos en los que era fundamental realizar una actuación

política para evitar su impacto en la salud: el estrés, el desempleo, el trabajo precario, la salud

infantil, la exclusión social, la alimentación y los medios de transporte. Incluso en países

desarrollados se ha demostrado que las personas más ricas viven más que las pobres. Las

situaciones económico-sociales vinculadas con condiciones de pobreza afectan a la calidad

de vida, y más si se producen desde las primeras etapas de la vida. Se ha demostrado que las

personas más próximas a la pobreza pueden llegar a tener el doble de riesgo de padecer

enfermedades graves y muertes prematuras.

En los primeros años de vida es fundamental el impacto que la educación va a tener sobre la

salud. Un escaso apoyo emocional en la infancia puede condicionar una mala salud mental y

reducir el rendimiento cognitivo en la madurez. Una situación de pobreza en el embarazo

puede determinar el futuro del niño. La situación de exclusión social puede conllevar un

abuso del alcohol o las drogas, una asistencia prenatal insuficiente, y provocar un crecimiento

fetal lento. La falta de estimulación en la infancia puede condicionar un bajo rendimiento

académico, favorecer la ausencia en la escuela o desarrollar un comportamiento problemático

que conlleve una marginación social en el adulto.

La desventaja social puede mostrarse de muchas formas. Se puede mostrar con una educación

pobre en la infancia y juventud, condicionando un empleo inestable que limite la posibilidad

60
de tener una vivienda en condiciones y que suponga un freno para sacar adelante una familia.

Montar en bicicleta, caminar y hacer uso del transporte público promueven la salud de cuatro

maneras diferentes: se practica ejercicio, se reduce el índice de accidentes mortales, se amplía

el contacto social y se reduce el índice de contaminación atmosférica. Vivir en zonas

periféricas, alejadas del lugar del trabajo donde la vivienda es más asequible, suele limitar la

posibilidad de trasladarse a trabajar en bicicleta o andando, y eso conlleva un perjuicio en la

salud, no solo por promover el sedentarismo, sino porque evita también el contacto social

que también mejora la calidad de vida.

Las circunstancias que provocan estrés preocupan a las personas, les crean ansiedad y les

hacen sentirse incapaces de salir adelante, perjudican la salud y pueden causar una muerte

prematura. Los empleos de poca calidad determinarán la dificultad para poder mantener una

alimentación sana, o la posibilidad de disfrutar de tiempo libre, fundamental para la buena

salud mental.

La alimentación es el último caballo de batalla. La fruta, la verdura o las hortalizas de

proximidad suelen ser más caras que los múltiples productos azucarados e hipercalóricos que

pueden comprarse en cualquier supermercado. Además, estos productos suelen ir

precocinados o no requieren su preparación, lo que en situaciones con poca capacidad

económica facilita la alimentación de la familia y un ahorro energético. La promoción de la

alimentación saludable debe iniciarse desde la escuela, para hacer llegar el mensaje de que

una inversión en una alimentación sana es una garantía para una etapa adulta con menor

número de enfermedades.

61
Todos estos motivos y antecedentes han provocado que la Organización Mundial de la Salud

estableciera en 2005 una comisión sobre los determinantes sociales de salud, con tres

prioridades muy marcadas:

– Mejorar las condiciones de vida cotidianas

– Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos.

– Medición y análisis de los problemas reales.

Estas prioridades van enmarcadas en la justicia distributiva. Hay que promover desde las

instituciones públicas políticas que permitan una correcta distribución de recursos y la

igualdad de las personas. Empezando con programas educativos públicos de calidad,

asistencia sanitaria de calidad y promover hábitos saludables. Favorecer redes de transporte

público de calidad, evitar el desempleo y generar empleo de calidad.

62
BIBLIOGRAFÍA

http://www.iorl.com.ar/reflexiones-el-medico-como-educador.php

http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-

de%20educacion/articulosre287/re28713.pdf?documentId=0901e72b813c300e

https://saludpublica1.files.wordpress.com/2015/01/antecedentes-y-conceptos-de-eps.pdf

http://www.educacionfutura.org/condiciones-basicas-para-ensenar-y-para-aprender/

http://www.saludcolima.gob.mx/images/documentos/ModeloDeEvaluacionDePrograma

sDeSalud.pdf

http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/3283/Evaluacionparaelplaneami

entodeprogramasdeeducacionparalasalud.pdf?sequence=1&isAllowed=y

http://www.razonypalabra.org.mx/libros/libros/comyedusalud.pdf

http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/0B4DA52B-F565-452C-A61F-

256C6078766E/193904/MetodologiaEducacionindygrupal.pdf

63
http://sanipe.es/OJS/index.php/RESP/article/view/267/583

https://unchronicle.un.org/es/article/la-salud-y-los-objetivos-de-desarrollo-del-milenio-

los-retos-del-futuro

64

You might also like