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E
n el último año algunos
acontecimientos han pues-
to en evidencia las notables
transformaciones que desde
el paso de siglo venían operando en los
cimientos del cine cubano. En febrero,
Juan de los muertos, de Alejandro Bru-
gués, ganó el Goya a la Mejor Película
Iberoamericana. A pesar de que se tra-
taba de la tercera vez que en sus 17 no-
minaciones una cinta de la Isla merecía
ese reconocimiento, la noticia tuvo una
baja cobertura a nivel nacional, mien-
tras los medios de prensa extranjeros
subrayaban que por primera vez el
premio lo recibía una pieza orquestada
fuera del ICAIC.
En efecto, la productora Quinta
Avenida había demostrado con Juan de
los muertos su capacidad para gestionar
un proyecto con los requerimientos
especiales que exige una película de
zombis, y desde su estreno durante
el XXXIII Festival del Nuevo Cine
Latinoamericano logró conectar con
el público cubano. Parte de esta bue-
na acogida se debió a una espontánea
pero efectiva tarea de divulgación en
la prensa escrita, internet, la radio y la
televisión nacionales a la que el públi-
co no estaba acostumbrado. Los títulos
del ICAIC tampoco suelen prestarle la
misma atención al tráiler, y su impor-
tancia netamente propagandística del
filme, como ocurrió en el caso de este
segundo largometraje de Alejandro
Brugués.
Aunque no quedó butaca vacía du-
rante sus tres proyecciones en el Festi-
val, una vez que ciertos agentes se pu-
sieron al tanto del tema y del cómo de hacía explícitas, bajo la firma de impor- con la Revolución y su larga trayectoria
Juan de los muertos, la película transitó tantes cineastas cubanos, las conclusio- es un legado que pertenece a todos los
por un periodo de silenciamiento me- nes de un Juan de los muertos ganador cineastas. Al propio tiempo, conside-
diático hasta que varios meses después del premio Goya: “Reconocemos al ramos que los problemas y las proyec-
reapareció en la cartelera del capitalino Instituto Cubano del Cine y la Indus- ciones del cine cubano en la actualidad
cine Yara. tria Cinematográficos (ICAIC) como no atañen solo al ICAIC, sino también
El segundo gran acontecimiento el organismo estatal rector de la acti- a otras instituciones y grupos que de
del orbe audiovisual cubano en 2013 vidad cinematográfica cubana; nació manera institucional o independiente
Espacio Laical 3/2014 45
están implicados en su producción, y de institución con el que se relacionan de la población habanera (¿y cubana?)
sin cuyo concurso y compromiso no (en vista de que como representantes que derivó en un negocio en sí mismo
es posible alcanzar soluciones válidas de una institución oficial pueden arro- “a pesar de que no existe la figura legal
y duraderas. Por esa razón, su reorga- garse también el derecho a ignorar este que los ampare para poderlo hacer”,
nización y fomento no puede hacerse tipo de obras, creadores o productoras según palabras del viceministro de
solo en el marco de este organismo”. tal como se hace a nivel de país); y, muy Cultura Fernando Rojas.
Así rezaba el primero de los acuer- importante, las mantiene a la deriva en “¿Qué hacer entonces: prohibir o
dos firmados en mayo por Kiki Álva- una Cuba cuyo presente legal y econó- regular?”, se preguntaba el funcionario
rez, Enrique Colina, Rebeca Chávez, mico vive impredecibles transforma- en un reportaje de Juventud Rebelde que
Lourdes de los Santos, Daniel Díaz ciones. anulaba la posibilidad de aplicar una
Ravelo, Pavel Giroud, Magda Gonzá- Por esta razón, en el segundo pun- tercera política oficial, sin duda, la más
lez Grau, Inti Herrera, Senel Paz, Fer- to el texto aclaraba: “Entendemos por extendida cuando se trata de esas nue-
nando Pérez, Manuel Pérez y Pedro cine cubano el producido a través de vas prácticas que propicia en Cuba la
L. Rodríguez. Este grupo, que creció mecanismos institucionales, indepen- revolución digital: ignorar. “¿Prohibir
hasta convertirse en un G-20, surgió dientes, de coproducción con terceros o regular?” ha sido el dilema que en-
como respuesta de varias generacio- o de fórmulas mixtas; y como cineastas frenta el gobierno respecto a todas esas
nes de realizadores ante una comisión a todos los creadores, técnicos y espe- formas de producción, distribución,
creada por el gobierno para reactualizar cialistas cubanos de estas artes e indus- exhibición y consumo audiovisual que
la relación Estado-cine cubano que, sin trias que realicen su trabajo dentro o propició la llegada de las nuevas tecno-
embargo, contaba solo con dos repre- fuera de las instituciones, sean cuales logías al escenario social cubano. Con
sentantes del gremio. sean sus estéticas, contenidos o afini- el objetivo de resguardar cierta política
Desde este documento fundacio- dades grupales. En consecuencia, es cultural “única”, pero ambigua, las sa-
nal, firmado en mayo de 2013, el G-20 indispensable la aprobación del De- las particulares de cine 3D fueron ve-
dejaba claro que el objetivo supremo creto Ley para el reconocimiento del tadas sobre la base de que promovían
de su existencia se encaminaba a la Creador Audiovisual”. Y se abría a una “mucha frivolidad, mediocridad, pseu-
creación de una “Ley de Cine (…) que posible negociación de condiciones docultura y banalidad, lo que se con-
ordene y proteja esta actividad artística con el gobierno en la siguiente frase: trapone a una política que exige que
y económica en el país”. Su principal “Este decreto debe ser enriquecido con lo que prime en el consumo cultural
móvil consistía —consiste— en el re- todos los complementos legales adicio- de los cubanos sea únicamente la ca-
conocimiento oficial de todas esas vías nales que sean necesarios.” lidad”, en palabras de Fernando Rojas.
de creación que cohabitan hoy en el La tercera y más reciente expresión ¿Se hará extensiva esta decisión a esos
mundo audiovisual con el ICRT y el de que el mapa audiovisual en Cuba otros fenómenos mencionados, que
ICAIC, pero en una frágil situación desborda la manera en que lo conci- operan ahora mismo de igual forma
legal. Esto no les ha impedido obtener ben y explican las instancias oficia- que los exhibidores particulares, bajo la
reconocimientos como el Caracol de les está ligada a la exhibición pública tolerancia, pero sin aceptación explícita
la UNEAC o participar en el Festival de filmes 3D que durante más de un del gobierno?
del Nuevo Cine Latinoamericano, lo año comenzaron a fomentar algunos La pregunta quizás no han llegado
cual en cierta medida ha sido interpre- establecimientos particulares. Lo que a hacérsela los realizadores cubanos.
tado como una aceptación tácita. Sin se inició como un extra de estableci- Tampoco, en aquel documento de
embargo, las mantiene a expensas de mientos mayormente gastronómicos mayo, el interés sobre la Ley de Cine
la decisión personal de cada miembro despertó tal interés en ciertos sectores abarcó otro campo que no fuera el de
la producción (y realización), si bien
en algún epígrafe se reconoce la nece-
sidad de “una visión sistémica de nues-
tra actividad que abarque la organiza-
ción y remodelación de las formas de
producción, distribución, exhibición
y proyección nacional e internacional
del cine cubano”.
Los cines particulares y el cine in-
dependiente constituyen expresión
clara de la pérdida del control que tenía
el Ministerio de Cultura sobre lo que
los cubanos, veían o escuchaban déca-
das atrás. Todo era mucho más sencillo
cuando el ICRT y el ICAIC se ocupa-
ban de la selección y distribución de los
productos audiovisuales. Sin embargo,