Professional Documents
Culture Documents
"
ĝQué cs da ilustración? 69
disertac
uinda.
L班
ro绘
'\ ,| 0&&!必站
斑中統%)
Q m朗‘刃照
회, * 校.『G e
魏伍,? 4 O段후
郡一知能添源5. *
·C)盘go这个
冷淡
登磁盘
子铃*TM9·eo
goranca
&》
斑皿
摂 a绍
追强
c:하
阻 班活 Ɛŋ.能
舞蹈
prmeras man
※
ninada ma
e er
&& మమమమ
:
打 按 蔡 默 悠娜 灣
enzo puede s
m
8
భభ?
మమమమ
t e r r ញ
ཚུལ་ %;
義後。
&
la ap భభభభభభభభభభభభభభభభ
xoñider
i.
: "¢మమ
*棘
2 Mysicilici Foucauli.
que desaparec
é
(2.
por lo menÖs con el signo del progreso que buscamos. - El fracaso o
el triunfo de la revolución no son signos de progresó o un signo de
que no hay progreso. Y aun cuando hubiera la posibilidad para
alguien de conocer
la revolución, de saber cómo se desarrolla y al mismo tiempo de llevarla a
buen término, y bien, calculan
do el precio necesario para esa revolución, ese hombre
sensato no laharía. Por lo tanto, como “inversión”, co
mo la empresa que puede triunfar o fracasar, como
precio demasiado costoso qué debe pagarse, la revolu
ción en sí misma no puede ser considerada como el
signo de que existe una causa capaz de sostenera tra
vés de la historia el progreso constante de la humani
d
tituir al signo, de progreso eŚ que por todos iados en torno a la revolución hay,
dice Kant, “una simpatía de aspiración que bordea el entusiasmo”. Lo importante
en la revolución no es la revolución misma, es lo que pasa en la cabeza de quienes
no la hacen o en todo caso no son Šus actores principales, es la relación que ellos
mismos tienen con esa revolución de la que no son los agentes activos. El
entusiasmo por la revolución es signo, según Kant, de una disposición moral de
la humanidad; esa disposición se manifiesta permanentemente de dos maneras:
primero, en el derecho de todos los pueblos de darse la Constitución política que
les conviene y en el principio conforme al derecho y a a mora de una Constitución
política tal que evite, ○リ。 razón de sus mismos principios, toda guerra ofensiva.
Quć es la ilustración? 77
A វ ៀk i d
月
dad es por supuesto la más conmovedora d
rling; es la cuestión su sentido (la cues
miento de lo universal) lo que hay que mantener pre
pensado.
moderna. Digamos que en su gran obra crítica Kan
اً في
¿Qué es la ilustración? 79
Me parece que Kant fundó las dos grandes tradiciones críticas entre
las cuales se dividió la filosofía tha planteado, fundado la tradición de
la filosofía que plantea la cuestión de las condiciones en las cuales un
la Áufklä
80 Michel Foucault
conocimiento verdadero es posible y a partir de allí puede decirse que
todo un aspecto de la filosofía noderna desde el siglo XIX se ha
presentado, se ha desarrollado como la analítica de la verdad.
Pero existe en la filosofía moderna y contemporánea otro tipo de
cuestión, otro modo de interrogación crítica: es el que se ve nacer
justamente en la cuestión de la Aufklärung o en el texto Sobre la
revolución; esa
otra audición crítica plantea la pregunta: “¿Qué es nuesta actualidad? ¿Cuál es el
campo actual de las experiencias posibles”. Allí no se trata de una analítica de la
verdad, se tratará de lo que podría llamarse una ontología del presente, una
Ontología de nosotros mismos, y me parece que la elección filosófica a la
que nos enfrentamos actualmente es ésta: se puede op- ... م ع ? خيرP م. . " tar
por una filosofia crítica que se presentará como
una filosófica analítica de la verdad en general, o bien se puéde optar por
un pensamiento crítico que tomará es
la forma de una ontología de nosotros mismos, de una
ontología de la actualidad; es la forma de filosofía que
de Hegel a la escuela de Francfort, pasando por
Nietzsche y Max Weber, ha fundado una forma de re
flexión dentro de la cual he intentado trabajar.
¿Qué cs la ilustración? 31
Quié es la Ilustracióılı?
(1984)
El nuestros días, cuando un diario les plantea una pregunta a sus lectores es
para pedirles su parecer so
bre un tema en el que cada uno ya tiene su opinión: no
se arriesgan a aprender mucho. En el siglo XVIII, pre
ferían interrogar al público sobre problemas a los que justarhente aúr no
Se ténía respuesta. No sé si era más
eficaz; era más divertido.
Ló cierto es que en virtud de ese hábito un periódi
co alemán, la Berlinische Monaischrifi, en diciembre
de 1784, publicó una respuesta a la pregunt, Was ist Aufklärung?. Y esa
respuesta era de Kant.
Texto menor, tal vez. Pero me parece que con él entra discretamente en la
historia del pensamiento una pregunta a la cual la filosofía moderna no ha sido
capaz de responder, pero de la cual nunca logró desenbarazarse. Y Sajo formas
diversas, hace ya dos siglos que a repite. De Hegel a Horckheimer o a Habermas,
pasando Por ÎxieỆZSchie ja Aiax Weber, casi no hay filo
åÁɔlafschijiji, dicientre 1784, vci. , , 48 - 49選. -
82 Michel Foucauit
Sofía que directa o indirectamente no se haya enfrentado a la misma
pregunta: ¿cuál es entorices ese acon fécimiento que se llama Aufklärung y
que ha determi
nado al menos en parte lo que somos, lo que pensamos
y lo que hacemos hoy? imaginemos que la Berlinische
- - o s: - ཐཐ Հշ - ܢܢ- o ? محہཐg sia “ ؟ ݂ܢܢܢܢMonarschrift aún
existiera en nuestros días y que les
planteara a sus lectores la pregunta: “¿Qué es la filo-.
Sofía moderna?”; quizás se podría respoñderie en eco:
pregunta lanzada hace dos siglos con tanta imprudencia: Was ist
Aufklärung? · ·
Kant. Por varias razones, merece retener nuestra aten
l) A esa misma pregunta también acababa de responder Moses
Mendelssohn en el mismo diario dos meses antes. Pero Kant no
conocía ese texto cuando había redactado el suyo. Ciertamente, no
data de ese momento el encuentro del movimiento filosófico alemán
con los nuevos desarrollos de la cultura judía. Hacía ya unos treinta
años que Mendelssohn estaba en
esa encrucijada en compañía de Lessing. Pero hasta entonces se había tratado de
darle derechó de ciudada
nía a la cultura judía dentro del pensamiento alemán -lo que
Lessinghabía intentado hacer en Die Judeno incluso de extraer
problemas comuries ai pensa
* Lessing (G.). Die Juáeig, 749.
斗之
t
మ
¿Qué es la ilustración? 85
مسر
a.
R
2.
烹文
&$ 斑冬)
瞬 & 必 ) 母。 Cr> 溜
*减淤 響
zo
"
3
2*:心
C
} 歴 sử 斑
}
ཆུ་རྒྱུ་བ་་་༠
2
dad
}
ಿ}{3}
S
hay Superposición del uso universal, del uso libre y del uso público de la
razón. -
Ahora bien, esto nos conduce a una cuarta pregunla que hay que plantearle al texto de
Kant. Se entiene que el uso universal de la razón (fuera de todo fin particular) sea
asunto del sujeto mismo en tanto indi
d
viduo; se entiende también que la libertad de ese uso pueda ser garantizada
de manera puramente negativa por la ausencia de toda persecución contra
él; pero cómo garantizar un uso público de esa razón? Se ve que la
Agfilârung no debe ser concebida simplemente como un proceso general
que afecta a toda la humanidad; no debe ser coñcebida solamente como
una obligación prescripta a los individuos: aparece ahora. como un problema
político. En todo caso, se plantea la cuestión de saber cómo el uso de la
razón puede to
mar la forma pública que le resulta necesaria, cómo la
audacia de saber puede ejercerse en pleno día, mientras que los individuos
obedecerán tan exactamente como sea posible. Y para terminar, Kant le
propone a Federico II, en términos apenas velados, una suerte de potismo
racional con la libre razón: el uso público y lire de la razón autónoma será la
mejor garantía de la
bediencia, con la condición sin embargo de que el
principio político al cual se hace obedecer sea también cocinfor
ne a la razón universal.
季
90 Michicil Foucault Qué cs : ilustración? Si
徽·li, so sį
* ,慨&!, O €) wa o . .
op o细佬雅丽雅照郡海追諡雅
。其母海隧娜
* 。A
滋-密甄):赋** 纏
:洛必城 知 = TR :E 볼 : % 해 표
§§* 5 O B H
*ā O so的)鹿斑拜Qu, 3 胰; )
斑。班“”《欲8斑艾,包 ○ ょ
Dを封灣之心
辽且既欲哭泣跟水比如“泣”。跟
lé
岔爱艇
iue
攀6何,论 & % C & %5 %, 的 ...驱; ?”汉瓮努3如强设p论 %*2ぐ必 ”或ཐ)ཐཐཐ() 拉碗9能器等器能,慨P5E 试登s)黛%《&
3
شسة
※
* *~;>く
sae容}
మమమమమమమమ ** pre
溪领
93. Ñiciel Foucații
tierro o "Para designar esa actitud de mo Baidelaire usa a veces una litote
que es muy signifi cativa, porque se presenta bajo la forma de un precepto:
“Ustedes no tienen el derecho de despreciar el pre
sente.” , - . . . . . - 2) Esta heroificación es irónica, por supuesto. En lá
actitud de modernidad, no se trata en absoluto de sa- . calizar el
momento que pasa para intentar mantener
lo o perpetuario. Sobre todo no se trata de recogerlo
ミ*
como una curiosidad fugitiva e interesante: eso sería: lo que Baudelaire llama
una actitud de “vagabundeo”
El vagabundeo se contenta con abrir los ojos, presta
cin у coleccionar en el recuerdo. Al hombre de abandeo Baudelaire le
opone el hombre de idad: “Va, corre, busca. Sin duda alguna ese ese
solitario dotado de una imaginación ac ཐ ཐཐཐཐ previajando a través del
gran desierto de los hombres tiene un fin más elevado que el de un puro
vagabundo, un fin más general, distinto del placer fugitivo de
la circunstancia. Busca ese algo que se nos permitirá llamar la
modernidad. Se trata para él de extraer de las. moda lo que ésta pueda
contener de poético dentro de lo histórico."Y como ejemplo de modernida
. نس هـ." : مةlaire cita al dibujante Constantin Guys. En aparien 蠶
vagabundo, un coleccionista de curiosidades; qu
se queda como “el último en todas partes donde pue
% a ge ཕྱི་ ya, Si
la vida, vibrar la música, en todas partes donde uña pa sión puede posa la vista,
en todas partes donde el
--
*d , "D e T o តែកាc d e ៧ តែ រាc d ងវេe ', c , c , p . 494
(Gué cs
hombre natural y el hombre de convenc tran con una rara belleza, en todas
partes d
alumbra los goces rápidos del animal depravado”.
ܢཐཐ
* « » * ... ." ఇక . ven allí “má s que naturales”, las cosas “bellas” se
96 Michel Foucault
rio de la época, el “dandysmo". No recordaré páginas due son demasiado
conocidas: aquéllas sobre la naturaleza “grosera, terrestre, inmunda"; sobre
la revuelta
indispensable del hombre con respecto a sí mismo; so
bre la “doctrina de la elegancia que impone “a sus ambiciosos y humildes
sectarios una disciplina más
despótica que las más terribles religiones; las páginas,
finalmente, sobre el ascetismo del dandy que hace de su cuerpo, de su
comportamiento, de sus sentimientos y pasiones, de su existencia, una obra
de arte. El hom
bre moderno, para Baudelaire, no es el que parte al descubrimiento
de sí mismo, de sus secretos y de su
verdad oculta; es el que busca inventarse a sí mismo. Esa
modernidad no libera al hombre en su ser propio; lo constiñe a la
tarea de elaborarse a sí mismo.
4) Por último, agregaré sólo una palabra. Esta heroificación irónica
del presente, este juego de la libertad con lo real para su
transfiguración, esta elaboración ascética de sí, Baudelaire no concibe
que puedan tener su lugar en la Sóciedad misma o en el cuerpo
político. No pueden producirse más que en otro lugar que Baudelaire
llama el arte.
ཐཐཐཐ:
nto histórico complejo que fue la Aufklärig afines del siglo XVIII ni
tampoco la actitud de
3.
¿Qué es la ilustración? 97
modernidad bajo as diferentes formas que pudo asumir en el curso de los dos
últimos siglos.
Por una parte, quería subrayar el arraigamiento en la Afkläring de
un tipo de interrogación filosófica que problematiza a la vez la
relación con el presente, el mÇciò de ser histórico y la
constitución de uno mismo como sujeto autónoms; por otra parte,
quería Subrayar. que el hilo que puede liganos de esta manera
con la Agfklärung no es la fidelidad a unos elementos de doctria,
sino más bien la reactivación permanente de una actitud; es
decir, un ethosfilosófico que se po.
dría caracterizar como crítica permanente de nuestro
ser histórico. Y es ese etios lo que quisiera caracteri. zar muy brevemente.
A. Negativamente, 1) Ese ethos implica en primer lugar que se rechace
lo que llamaré con gusto el “chantaje" con la Aufklärung. Pienso que la
Aufkli - rung, como conjunto de acoitecimientos políticos, económicos,
sociales, institucionales, culturales, de los que dependemos todavía en
gran parte, constituye un dominio de análisis privilegiado. Pienso también
que como empresa de ligar mediante un vínculo de relación directa el
progreso de la verdad y la historia de la libertad ha formulado una cuestión
filosófica que se nos siguie pianteando. Pienšo finalmente -intènité
hnostrarig a. Šropósito del textc de Kant- que ha definitidq una manera
determinada de filósofar.
Pero ésto no quiere decir que haya que estar por o contra la Ágilizing.
Incluso quiere decir precisamente que hay que rechazar todo lo que se
presente bajo la
2
ک
98 Michel Foucault
Pero esto no quiere decir que todo trabajo no pueda hacerse sino en
el desorden y la contingencia. Ese trabajo tiene su generalidad, su
sistematicidad, su homogeneidad y su apuesta.
Su apuesta. Está indicada por lo que se podría llamar “la paradoja (de las
relaciones) de la capacidad y del poder”. Es sabido que la gran promesa o la gran
esperanza del siglo XVIII, o de una parte del siglo XVIII, estaba en el crecimiento
simultáneo y proporcional de la capacidad técnica de actuar sobre las cosas y de
la libertad de los individuos unos con respec.
to a otros. Por otra parte, se puede ver que a través de toda la historia de
las sociedades occidentales (tal vez es allí donde se halla la raíz de su
singular destino his
Quo cs ta ilus ::::3n? 05