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Las excelencias de la santísima

Virgen María
del monte Carmelo

Después de cada excelencia se reza un padrenuestro y un avemaría

Primera excelencia, el haber tenido el cuerpo más perfecto y hermoso de


todas las criaturas con el singular privilegio de haber sido concebida en gracia. ORACIÓN a la Virgen del Carmen

Segunda excelencia, el alma más santa, que Dios creó, después de la de Virgen soberana, gloriosa Madre, Templo y sagrario de la Trinidad Santísima,
Jesucristo, adornada de todas las virtudes y gracias del Espíritu Santo. Gloria de los justos, Amparo y consuelo de los afligidos pecadores, Madre y
blasón de los Carmelitas:
Tercera excelencia, la vida más excelente que hubo en el mundo, juntando
con suma perfección las tres vidas: activa, contemplativa y unitiva. Por la purísima limpieza de pecado original; por la gracia y dones que adornan
vuestra alma; por la vida que hiciste para espejo de los justos; por la dignidad
grandiosa de Madre de Dios, engrandecida y ensalzada entre todas las
generaciones; por la muerte dichosa de amores soberanos; por la Asunción
Cuarta excelencia, la dignidad más aventajada que tuvo jamás criatura gloriosa para Reina de los cielos, y por la corona de gloria que os dieron para
alguna, por ser Madre de su Creador. aventajar a los Santos y Coros celestiales: os suplico, pues lo tenéis ofrecido a
los que llevan vuestro santo Escapulario y procuran ser hijos vuestros, me
Quinta excelencia, la muerte más dichosa que puede haber, por haber
ayudéis en vida, para que con santidad en el alma y pureza en el cuerpo sirva a
muerto de amor a su Dios.
vuestro Hijo JESÚS, guardando sus santos preceptos, y me asistas en mi
Sexta excelencia, la Asunción más gloriosa que jamás se vio, acompañada de muerte, para que en los peligros de ella, triunfando de mis enemigos, salga de
ángeles y llevada en los brazos de Cristo, su amado hijo. esta vida en gracia y amor de Dios.

Séptima excelencia, la coronación y gloria más soberana que se puede Y, finalmente, en las rigurosas penas del Purgatorio, vuestra intercesión
pensar, pues fue coronada de las jerarquías angelicales. soberana me valga, para que el primer sábado salga a gozar de la vida eterna.
Así sea.

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