UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE CONTABILIDAD Y GESTIÓN
TRIBUTARIA

TRABAJO:
ANÁLISIS CRÍTICO DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA

Por
DEYSI EDITH SALAS POMA
CURSO: FORMACION Y DESARROLLO INTEGRAL IV

Tacna, 2017
 ANÁLISIS CRÍTICO
“CONCEPTO DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA BAJO EL PENSAMIENTO DE
ELENA G. DE WHITE”

Desde el año 1903 surge el pensamiento sobre el concepto de la Educación por

Elena G. de White, aconteciendo desde un principio que Dios es el inventor de la
Educación para toda criatura desde el cielo hasta la faz de la tierra; como un
programa de extensión, porque el Creador pensó en la educación como un
recurso importante para el crecimiento del hombre desde el Edén inclusive hasta
cuando el mismo se equivocó por causa del pecado, hasta hoy en un mundo
imperfecto.

Elena G. de White sintetiza magistralmente que la Educación Adventista surge

desde la iglesia en 1872, pues tomó el interés especial de la educación y lo
plasmó como todo lo que abarca el ser y todo el periodo de la existencia accesible
al hombre, como desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y
espirituales, la preparación completa para la vida y para la otra vida venidera.

Es por ello, que podemos decir que Educación es el desarrollo total del ser
creciendo constantemente y lo sustenta por medio del estudio de las Sagradas
Escrituras como por el estudio de la Naturaleza, ya que la Educación se
complementa desde El Creador en comunión con el ser creado, cuyo propósito es
recuperar, restaurar la imagen de Dios como Obra de Vida.

Y como podemos procesar la Educación?, bien nos indica Elena G. de White, que
hay tres aspectos muy puntuales para que resulte la Educación integra., mediante
las siguientes ideas:
1. La salvación se da con el poder externo de Jesucristo. Como factor primario
de la Educación.
2. ¿para que educarnos? Como segunda idea es El Servicio, como fuente de
gozo de servir en este mundo y para la vida eterna.
 3. El desarrollo del carácter noble, es la obra más importante que jamás haya
sido confiada a los seres humanos, es el resultado de la autodisciplina
formado por nuestros pensamientos para ser convertidos en nuestras
acciones, y se construye con el trabajo diario en nuestro existir.

Por tanto la Educación Adventista lo desarrollaremos con un potenciador: la

educación integral, que se engloba en un cuerpo sano, mente sana y espíritu, para
que así se logre la verdadera comunión de Dios con el hombre, fortaleciendo su
carácter con verdad y justicia. De tal manera, sirvamos para esta vida y para la
eternidad con valores y principios cristianos.