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La convivencia escolar se trata de la construcción de un modo de relación entre las

personas de una comunidad, sustentada en el respeto mutuo y en la solidaridad


recíproca, expresada en la interrelación armoniosa y sin violencia entre los diferentes
actores y estamentos de la Comunidad Educativa.

Situaciones que afectan la convivencia


 Producen miedo, angustia, inseguridad para afrontar los problemas de la vida.
 Generan discriminación, marginación y rechazo social.
 Provoca agresividad y desintegración familiar.
 El tráfico y consumo de drogas es un problema que afecta a la sociedad pues
impide el desarrollo sano de niños, adolescentes y adultos.

Situaciones que afectan la convivencia


Drogas
 Producen miedo, angustia, inseguridad para afrontar los problemas de la vida.
 Generan discriminación, marginación y rechazo social.
 Provoca agresividad y desintegración familiar.
 El tráfico y consumo de drogas es un problema que afecta a la sociedad pues impide el
desarrollo sano de niños, adolescentes y adultos.

Violencia
 Hay actitudes violentas aunque no de manera física, como el etnocentrismo que es tener una
actitud de superioridad sobre los demás o la discriminación.
 Hay una alta tasa de mortalidad a causa de la violencia.
 Robos, secuestros y extorsiones también son actitudes violentas que propician crisis en la
vida de los ciudadanos, tanto emocionales como financieras.

Pobreza

La pobreza y falta de empleo es una fuente de desesperanza y esto complica la relación entre
padres e hijos creando problemas en su configuración familiar.

La pobreza aumenta con la carencia de sistemas sanitarios y educativos.

Los niños de hogares pobres se ven obligados a dejar la escuela para buscar trabajo, esto
aumenta la problemática social porque ante la falta de preparación pueden incurrir a ser parte
del crimen organizado o simplemente viven en constante pobreza porque no pueden acceder
a empleos mejor pagados.

Existen familias enteras en situación de calle, la falta de empleo es constante.

Las condiciones que enfrentan las personas en la calle son cada vez peores, es un sector
altamente vulnerable expuesto a la violencia, abuso sexual o a convertirse en criminales.
Los adolescentes ante los conflictos
Los conflictos personales afectan tus emociones y convivencia con los demás, el conflicto
es una característica inherente a las relaciones humanas. Es por eso que todos los grupos
sociales y gobernantes se deberían implicar y contribuir al desarrollo integral de niños y
adolescentes para enseñar estrategias que les permitan resolver conflictos que estarán
presentes en su futuro.

El concepto de falta
En el contexto de un Manual de Convivencia se puede entender por falta todo
comportamiento que va en contra de los principios formativos establecidos en
el Manual de Convivencia y que afecta, ya sea a la persona que exhibe dicho
comportamiento, a cualquiera de los miembros de la comunidad educativa, a
personas externas a ella, o a la institución. Generalmente la falta se concreta
en una conducta o comportamiento que se debe identificar plenamente, que se
actúa de manera consciente y deliberada, y que tiene unas consecuencias en la
vida escolar y formativa de quien la realiza.

+Lea La ética del cuidado como estrategia convivencial en el aula de


clase. “El aula que soñamos”

Normalmente las faltas involucran a una o varias personas de la comunidad


educativa, rompen uno o varios principios éticos y de convivencia de los
establecidos en el PEI o en el Manual de Convivencia, afectan los procesos
formativos de los estudiantes y, por lo general, terminan haciendo daño a
alguien o algo de la vida escolar.

La delimitación del concepto falta debe ser precisa y pertinente para que tanto
las instancias formativas de la institución educativa, como la institución
misma, no se desgasten o terminen por gastar toda su energía formativa en
banalidades o en asuntos que no son trascendentales para los procesos
formativos que se buscan en la institución.

En este sentido, es importante graduar o establecer diferentes niveles de


gravedad de las faltas, generar estrategias formativas para quienes las cometen
y precisar sus consecuencias, todo ello acorde de acuerdo con la infracción o
falta cometida. De una buena gradualidad en la tipificación de las faltas
dependerá que se logren las intencionalidades formativas que la institución se
ha fijado.
Posibles tipos de faltas
Las instituciones educativas deben garantizar los presupuestos necesarios del
debido proceso, de ahí que las reglas de conducta que dan origen a una
sanción requieren estar determinadas previamente en la ley o el reglamento de
la institución, pero además, que las sanciones que puedan imponerse se
encuentren expresamente señaladas en el Manual de Convivencia, pues solo
con ello el estudiante o cualquier miembro de la comunidad educativa puede
comprender la dimensión y los efectos derivados de su comportamiento, de tal
manera que sabrá a qué atenerse si comete una falta.

En este sentido es preciso hacer una taxonomía que clasifique las posibles
faltas de los estudiantes, según su gravedad, así como las sanciones o las
consecuencias que se sigan de ellas, lo cual se ha de incluir en el Manual de
Convivencia.

+Lea ¿Cómo entender las sanciones en el marco de la disciplina escolar?

Faltas leves
Las faltas leves son aquellas que no afectan directamente a otros, a los bienes
de la institución educativa o de cualquier miembro de la comunidad educativa,
ni lesionan la honra o el respeto del otro; generalmente ocurren por descuido,
falta de previsión o anticipación de consecuencias por parte del estudiante,
pero necesitan ser corregidas para permitir un proceso adecuado de formación
de este.

También son consideradas faltas leves todos aquellos comportamientos del


estudiante que no cumple con los deberes consignados en el Manual de
Convivencia ni aparecen señalados en él de forma explícita como faltas graves
o especialmente graves. Sin embargo, una falta leve se puede convertir en
grave o especialmente grave cuando es reiterativa, y por lo mismo, se
constituye en una conducta intencionada que lesiona al mismo estudiante o a
cuaCada institución educativa, en virtud de los principios y criterios que rigen
sus procesos formativos, debe determinar cuáles serán aquellas que se
consideren faltas leves. Sin embargo, es preciso afirmar que dicha
clasificación no puede incluir acciones, actitudes y comportamientos que la
Carta Constitucional ha consagrado como derechos de las personas.
A manera de ejemplo, se puede considerar como falta leve llegar tarde al
colegio, a clases y a otras actividades, sin causa justificada. Nótese que en este
ejemplo de falta leve se cumplen algunas de las características de la definición
que se ha dado: generalmente ocurren por descuido, falta de previsión o
anticipación de consecuencias por parte del estudiante.

Frente a las faltas leves se deben proponer estrategias formativas, que en el


mejor de los casos deben ser consecuencias lógicas y les ayude a los
estudiantes en su proceso de formación, de tal manera que se desestimule
dicho tipo de comportamientos.

En coherencia con el ejemplo dado de falta leve —faltar a clase o llegar


tarde— se puede considerar como estrategia formativa reponer el tiempo
perdido de una clase durante el descanso siguiente a la ocurrencia del hecho o
en programación especial. Nótese que la sanción es una consecuencia lógica
de lo hecho por el estudiante y la estrategia formativa busca
justamente resarcir o retribuir el tiempo que se perdió, pues que se considera
que el tiempo de las clases es un momento valioso para los procesos
académicos y formativos. En este sentido, cada institución debe determinar
cuáles son aquellas que se consideran faltas leves y definir igualmente cuáles
serán las estrategias formativas que se sigan en los casos de comisión de este
tipo de faltas.

+Lea: Los manuales de convivencia de los colegios

También es preciso que se modele y precise el debido proceso, el cual debe


incluir: 1) el profesor que conoce la falta cometida la tratará directamente con
el estudiante; 2) el profesor dialogará con el estudiante sobre lo sucedido,
escuchándolo y haciéndole ver el error cometido; 3) se hace un registro en el
anecdotario u observador del estudiante, tanto de la falta como de los
descargos del estudiante; 4) el profesor informará al estudiante sobre la
consecuencia de su falta, lo que también quedará por escrito; 5) las faltas leves
deben ser resueltas dentro de los cinco días hábiles siguientes a la fecha en
que se inicie el proceso; 6) la decisión sobre la consecuencia por la falta o la
sanción por ella, impuesta por el profesor que hace el debido proceso, puede
ser apelada por el estudiante o sus padres ante una segunda instancia, que en
este caso será la persona que se encargue del manejo de la convivencia en la
institución.

Faltas graves
Las faltas graves son aquellos comportamientos que comprometen las normas
básicas de convivencia y afectan de manera significativa a la institución o a
cualquier miembro de la comunidad educativa causándole daño, además de
que cuestionan los principios y valores que la comunidad escolar ha definido
como centrales y deseables para la vida en sociedad o ponen en peligro la vida
del estudiante o de algún miembro de la comunidad escolar, incluyendo las
faltas contra el medio ambiente y la salud.

De igual forma que en el caso de las faltas leves, cada institución debe
determinar, según sus principios y valores formativos, cuáles son aquellas que
pueden ser calificarse como faltas graves, qué circunstancias pueden
considerarse como agravantes de estas conductas y cuáles atenuantes.

Ejemplo de una falta grave se puede considerar el siguiente comportamiento:


fumar en las instalaciones de la institución o fuera de ella en alguna actividad
escolar. Efectivamente esta es una falta grave por cuanto según la definición
que se dio de ella, dicho comportamiento afecta de manera significativa a
cualquier miembro de la comunidad educativa, causándole daño, pone
en peligro la vida del estudiante y se incluye dentro de las faltas relacionadas
contra el medio ambiente y la salud.

+Conozca el libro Cómo implementar la Ley de Convivencia en los


colegios

En el caso de las faltas graves también se deben proponer estrategias


formativas que le permitan al estudiante no solo reflexionar sobre el hecho, el
comportamiento o la falta cometida, sino además y fundamentalmente, asumir
las consecuencias de los actos realizados y por lo mismo realizar acciones que
reparen o resarzan el daño causado. La estrategia formativa que
probablemente podría ajustarse mejor a este tipo de falta podría ser: la firma
de un acta de compromiso en la que el estudiante se compromete a no volver a
realizar este comportamiento y la realización de una campaña para dar a
conocer entre los estudiantes los perjuicios del tabaquismo para la
salud. Nótese cómo las dos estrategias formativas propuestas son
consecuencias lógicas del acto realizado, de tal manera que las sanciones
impuestas están en directa concordancia con el hecho mismo. No se puede
olvidar que este es el ideal de las sanciones si se busca que ellas
sean formativas, no refuercen la heteronomía del estudiante y contribuyan de
manera significativa a su proceso de maduración y de crecimiento personal.

Por supuesto que en el caso de las faltas graves también se debe dar el debido
proceso como el procedimiento que permite la delimitación de los hechos, la
tipificación de la falta y la aplicación de una sanción.

Se propone como debido proceso el siguiente:

1) El profesor que tenga conocimiento de la falta debe abordar y confrontar


directamente al estudiante implicado para aclarar los detalles y las
circunstancias de lo sucedido;

2) Diligenciar el formato o levantar un acta de registro de la situación en la


que el estudiante pueda expresar su punto de vista sobre lo ocurrido a manera
de descargo, este formato o acta debe ser firmado por ambos;

3) Inmediatamente se inicie el proceso por falta grave de un estudiante, la


institución, a través de alguna de sus instancias, deberá informar a los padres
del estudiante sobre la apertura de dicho proceso;

4) El acta o formato diligenciado con la descripción de la falta y los descargos


del estudiante se debe entregar a quien sea el encargado de manejar la
convivencia en la institución para la calificación de esta y la imposición de la
sanción a que haya lugar, acorde con lo contemplado en el Manual de
Convivencia;

5) El director de grupo o quien sea el encargado de la convivencia en la


institución citará a los padres de familia y al estudiante y les notificará la
decisión de la institución, de esta reunión se debe levantar un acta;

6) Los padres de familia o el estudiante podrán apelar la decisión tomada ante


la instancia competente, que para este caso será la rectoría;

7) En cualquiera de los momentos del proceso por falta grave, el estudiante y


sus padres o acudiente podrán solicitar la veeduría o intervención, ya sea del
personero de los estudiantes o del comité de convivencia de la institución,
como acompañantes de proceso o como instancia de conciliación;

8) El procedimiento para la indagación de una falta grave, los descargos, la


calificación de la falta y la aplicación de la correspondiente sanción no podrá
exceder los diez días calendario.

Faltas muy graves


Las faltas muy graves son aquellas que atentan directamente contra los
derechos humanos básicos, la integridad física, psicológica o moral de las
personas o los principios educativos de la institución, y en muchos casos están
tipificadas como delitos por la justicia ordinaria. Este tipo de acciones
son consideradas generalmente delitos que ponen en riesgo la vida, la
integridad física y los bienes materiales, de tal manera que pueden causar
daños, en muchos casos irreparables o irreversibles.

Si bien corresponde a la institución educativa determinar cuáles son esas faltas


muy graves, este tipo de comportamientos y de actuaciones no solo causan
daños graves a otros, sino que por su naturaleza también son considerados
delitos por la justicia ordinaria. Con su comisión el estudiante se pone a sí
mismo fuera de la comunidad educativa, pues procede abiertamente en contra
de esta y de los principios que la orientan y rigen.

Como ejemplo de una falta muy grave se puede señalar la posesión,


comercialización o distribución de bebidas alcohólicas o sustancias
psicoactivas dentro o fuera de la institución. Este comportamiento se ajusta a
la definición que se ha dado de faltas muy graves puesto que
atentan directamente contra la integridad física, psicológica o moral de las
personas o los principios educativos de la institución, y en muchos casos están
tipificadas como delitos por la justicia ordinaria.

Ejemplo de una estrategia formativa para el estudiante frente a este tipo de


comportamiento puede ser la exclusión inmediata del estudiante de la
institución educativa, lo cual sería la consecuencia lógica de
un comportamiento que previamente se ha autoexcluido de la comunidad
educativa a la cual pertenece el estudiante. De todas maneras, corresponde a
cada institución, en consonancia con los principios y criterios formativos,
determinar las diferentes clases de estrategias que se proponen frente a
este tipo de faltas.

De igual manera, frente a este tipo de faltas también se debe seguir el debido
proceso que garantice los derechos de los estudiantes y de la institución
educativa. A manera de ejemplo, se proponen los siguientes pasos:

1) Las faltas muy graves deben ser tratadas de igual manera que las graves
hasta el momento en el cual se confirma la comisión de la falta y quien sea el
encargado de la convivencia en la institución la califique como muy grave;

2) Intervención del comité de convivencia, encargado de revisar la


documentación existente sobre el proceso, así como de determinar la
estrategia formativa adecuada y proporcional a la falta cometida;

3) El rector impondrá la sanción mediante resolución motivada, la que será


comunicada al estudiante y a sus padres en reunión concertada para tal fin y
de la cual se debe elaborar un acta;

4) Si la falta muy grave es considerada delito por la justicia ordinaria, la


institución, por medio del rector, la pondrá en conocimiento de las autoridades
competentes para que ellas se ocupen de su investigación y manejo en lo que
trasciende a la competencia de la institución educativa;

5) Contra las decisiones que se tomen en la institución por faltas muy graves
procede el recurso de apelación, el cual debe ser resuelto por el consejo
directivo de ella;

6) El estudiante implicado en una falta muy grave o sus padres pueden


solicitar la veeduría del personero de los estudiantes en cualquiera de las
etapas del proceso;

7) La resolución de una situación por falta muy grave no podrá tomar más de
los quince días calendario, desde que se inicia el proceso hasta su
culminación.

En todo este proceso de tipificación de las faltas de los estudiantes y su


taxonomía, es preciso tener en cuenta que la intencionalidad no es hacer un
decálogo de casuística que no deje nada por fuera, sino que debe buscar
orientar a los estudiantes sobre los comportamientos que se esperan de
ellos, así como mostrarles las consecuencias de sus actos. En ningún momento
se puede ni se debe perder de vista la intencionalidad máxima, que no es otra
cosa que educación ética y la formación moral de los estudiantes.

Esto nos lleva necesariamente a reiterar la necesidad de que toda institución


educativa cuente con una ética de la convivencia que soporte y oriente como
fin último los procesos de tipificación de faltas, de sanción de estas y la
imposición de estrategias formativas.

Nota. *Texto tomado del libro El manual de convivencia y la prevención del


bullying. Diagnóstico, estrategias y recomendaciones de Editorial Magisterio,
José Guillermo Martínez Rojas. 2014, pp. 190-198.
lquier otro miembro de la comunidad educativa.

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