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1 VIVA LA FEDERACION! MO Sale los Sabados. Subscripcion men- sual 4 pesos. | LA GACETIN SEMANAL, DA, Véndese en es imprenta, en la cnsa de los Sree, Sastre, Stedman, Balcarce, y Mom: z DE uiTe- | pig, Bjemplar Tera.) DE Tarona, pe cormunanss, | _ > <> Ne 10.) Buenos-Aires, Enero 20 pg 1838. CEE DOS PALABRAS AL OIDO DE LAS BELLAS, Eralaroche, Todo ertaba en cal- ma: ninguna voz se oia, Solo mis pa sos lentos y silercicsos Ala orilla del Plata perturbakan el plicido sueto de Ja naturaleza, Ya elevaba al Ciclo mis ojos, ya los descendia sobre In tier ra, Mucosel Cielo y Ia Tieria me mi- raben con indiferencia! Cuando tna risa melodiosa hirié mis oldes. La im- presion fue agradeble, pero mi alma su~ frid 1 El silencio, cval un dios pag no, no quiere oir ni las quejas de los morteles, ni ru risa. gQuién venia 4 interrumpirle ? Doy vuelta, ogitado de wna dulce indignacion, y veo cerca do mi dos lindas jévenes que se contaban mutuamente sus amcres. Pasaron si fijtr en mi sus miradas. Yo nosé si cs up impulso de venganza lo gue me ins- pira estas Iineas. La vega melancolia de mi corazon fe aumenté con esta vista fugaz. Soy Jéven y amo las belles; pero las bellas fensibles, modestas, virtuosas. Una jé- Yen hermosa, pero cruel, fria, inmodes~ ta me parece una rosa puesia scbre un erdaver, Larisa siempre en suslabios ! Sin duda que un semblante grave con una boca graciosa, unos ojos ilenos de candor y fuego, seria le figura mas «= mica que pudiera presentarse en 1a es cena de la tierra. El bello sexo co es um senado de Catones. Pero reirse de todo, hasta del amor! Estoes uu abus s0. Elomor no essiempre festivo, ni tan veloz como esas rapidas iluminacioe nes que atravicsan el ciclo. Es por- que no saben lo que es awer que le mi- ron asi, Para ellasamar es una sonri~ sa, un cariio, 6 una palabra satirica: pobre del que quiera hablar mas seri mente de amor! Se buriarén de él sin piedad. ¢¥ quién puede sufrir la burla ce las bellas? Rousseau huia mas de esta burla, que de les reyes, y del fue= go que devoraba gus libros. Pobre Rousseau! Perseguido de todo e] mun- ¢o, ni las bellas le permitian estar & su ‘lado. Este esun mal, un mal moy grando poralesbellos, y pare le mas hermosa de ellas—la Patria, Elsaber modesto se oculta, y solo quedan 4 su rededor Jos espfritus frivolos, Estodebe espans terlis, ymoderar su risa, Volveran entonces Jos jévencs viriuoros, porque nadie puede user con el!as una vengan- zainmortal. Lasccjoran, cs veriad, escs petimetres vestidos de errogancia, que tento Ins cortejan shore. Pero, qué hebran perdido? El corazon de estos jovenes indtiles 4 la patria y la filosofia, es una vasta soledad: su in- teligencia un arido desiesto Eh, line des perieas! dejadlos escaparse He= nos de rubor y de vergiienza, La Pa- tria ha Horedo mucho, y con Jas lagri~ mas en los ojcs os pide breros ciudada- nos. Osberlarcis tambien ¢e las ligri- mas de la Patria? a 2 AONOReRIRenerUADLENOAENIUEASIDFUDSIEDEILIDISIEAENIDELSAERIASREDEAIDEAEASDEIIRIMELEDD BOLETIN COMICO. EL BRACETE. Jamas he gustado de andar de bra- cote con hombres; ni llevar, ni qu2 me Hoven ha tenido que hacerlo como se tiene que hacer mil cosas en lasociedad con una voluntad de mozo de café. Otra cosa es con las damas; con ellas todo contacto es una ganga para noso- tros, y con tal que ellas convengan, sea 8 no para bien, por nuestra parte jamas hay embarazos. Respecto delas sefio- ras viejas, ya la cosa muda de sembl te; ya uno se vuelve razonador y frio, y 4 menos que no concurran graves y justas causis, nadie les ofrece ni el azo. Me he puosto & buscar ol origon dol bracete: investigacion que sin duda no me rebaja de mi pequefia dignidad filo- s6fica: #8 han escrito tantos voliimenes sobre menos interesantes cosas! gCon- tiene toda la filosofia espatiola mas im- portantes pesquizas ? No ho potido arribard nadado po- sitivo: me he pordido en hipdtesis, la menos inverosimil de las cualeses, que sin duda el bracete, como las sorieda~ des y las cadenas humanas, es hij debilidad. Con semej es legitimo el bracete piadoso y no el bracete urbano: 6 mas bien, el bracete €s esencialmente piadoso y no urbano 8 un apoyo acordado 4 la impotencia: esel bracote que una jéven linda y des graciada—ta Italia—uxige del mundo europeo paraescapar del fango austria co. Fuora de estos casos, con un gan- dul, esrisible; con una dama es un pretesto. Pero si cl origen del bracete 3 imponctrable, los efectos van visibles. Es como el amor, sogun Pay al, en quo Ja causa es un no'sé qué, y 1 g efectos son espantosos ; unas veces por feos, otras veces por amargos. Por ea pri- mera razon habriayo podido causar es panto paseando de bracets el otro dia. Salf conun hombre may alto: debe sa berse que yo nada tengo de giganto ¥ como sezua les fisiologistas, loa howbresaltos no son losmas advortidos, omé la veroda y mo dejd colgando mw brazo, coms qisda siempro la gente chica que so mete con Ia gents grande, Dabamos la izquicrda 4 la pared, y cada vez que se descubria pa- recia que saludaba con su sombrero y conmigo ; porque era de los que van repartiondy saludos como bendiciones episcopales. Tambiznera de los que fuman por la calle, y & cada sorbo, yo y el cigarro subiamos A un mismo tiempo, Como todavia nos topamos en las vere~ das como en todas!as direcciones de nuese tro érden social, unas veces tenia quo descender yo solo de la vereda y que- dar como tente-en-el-aire ; y otras que quedarme detras de él, pegado 4 la pa red, en cuenta de faldon de su levita, 6 como esos machachos que van colga~ dos do la zagade uncarro. Train bas- ton mi compaiiero, y le traia colgado en el mismo brazo en que me traia col- gado 4 mi tambien; de modo que elf baston y yo ibamos en las mismas ca- morras en que viven dos mugeres que penden de un mismohombre, Mi come paiero no teaia oido, y no habia forma de igualar el paso: &imas de esto, da- ba unos trancos onormes, y para igaa- larlo con mis picrnas de cabrito, tenia quo tranqucat como esos negrites tam. bores que se quieren abrir para iguas lar el paso de Ia tropa, Cuando caias mos en un mal empedrado, 6 en un sue= lo desparejo, comenzabamos 4 barqui- nearnos como un navio y un lanchon ea un dia de marejadas y por supuesto quicn perdia era el de monor tonelaje. ‘Teniamos que abrirnos para pasar al- gun chareo? é1 no necesitaba: todo charco era chico para mi Rodas, y lo salvaba may fresco de un solo tranco, mientras que yo tenia que arrastrarme por el barre como el muchacho de una carreta.—Si, iba diciendo yo para mi puede ser que me vuelvas 4 pescar ott vez! (y la motAfora es exacta, porque no dejaba yo de parecer un’ pescado pondiente de su brazo) no te dé cuidas do! Y desde entonces, ni mi gigante, ni sefiora, ni vieja, ni hombre, ni nadia vuelve 4 cazarme del brazo. Estos son los efectos ridiculos del bracete: tambien los tiene amargos 5 y son todos aquellos que dimanan de una primera tentacion provocada por el contacto aléetrico de una mugor jéven, en medio de una tociedad en que ta cons 8 ACAONSPO DEAE EDUPODIDENOOEMEDEDIT IOUT OLIDEREDEDERELEDE REDE REDDLEDSOETEDERDLEDEDENEDEFE quista de una nia es una empresa que ningun caballero causa horror. Pero hoy tengo el humor risuciio y no estoy para cuadros amargos. En cuanto al bracete de los hom- bres, estoy lejos de pedir que se aban- done. En ese punto cada uno es due- fio de hacer lo que te déla gana, me di- rancon razon. Pero tambien soy due~ Bo de escribiren esa parte lo que me 6é la gana, contestaré con no menor ra~ zon; ynohabra por eso novedad por una ni otra parte. Figarilto. a EL DIOS DEL VIOLIN. Paganini, el mas célebre viol {ade la Europa, leva en su aspecto gravado el sello’ melancélico del dolor. Pertenece 4 aquellos entes que lanza- dos 4 la tierra, como un anatema de la naturaleza, desde el seno del abismo en que han caido, sordos4 Ia felicidad, en- vian 4 los dichosos del mundo, armonio= Sos llantos, para recordarles, que no se puede salir del mundo de 14s ilusiones, tin ir regando con sus lagrimas la sen da dela realidad. Suestatura es regular: su larga cabellera sombria ondea en su espalda en mechones torcidos, formando una es- pecie de cuadro negro al rededor de su cara pilida y cadavérica, donde apare- cen impresoscon sefiales indelebles, el disgusto, el genio, y el infierao entero, con todo Jo que tiene de fantastico, f Buloso y'siuiestro, Pero si Paganini se muestra sombrio y tétrico, en la es- ena parece un enviado del mundo de as tinicblas. Figuraos sus largos brazos, pro- Jongados aun maspor el violin que tie- ne en una mano y el arco en Ia otra Su vestido negro de gala como Io pres- cribe tal vez la etiqueta infernal en la corte de Proserpina; sus reverencias angulosas, y en todo él una especie de servilidad animal, Sepuleral es su pre~ sencia, suplicante su mirar como el de un condenado muerte, Esun vivien- te que v4 dexbalar el ultimo suspiro, recreando al piblico con sus postreras convulsiones; és un espectro que ha desertado de las tumbas. Pero de pronto coloca su violin bajo la barba y comienzaa tocar. Ca- da golpe de arco presenta 4 fa imagina. cion asombrada, situsciones y figuras visibles, cuenta en imagenes sonoras historias curiosas de que él mismo es el principal personage. Tonos amorosos que se acarician y se huyen, despues se reunen y so enlaznn, y al fin mue- Fen en una deliciosa armonia. Si: to- dos Los tonos del violin de Paganini, se entregan 4 juagos encantadores, como mariposas que se persiguen, se evita, se esconden tras una flor, se vuelven 4 unir, y se encadenan en una felicidad ideal, “perdiéndose on la luz del sol. Una melodia tierna y quejosa, como el presentimiento de uninfortunio proximo, se desliza dulcemente entre los cantos que derrama el violin de Paganini. Sus ojos se humedecen.... se arrodilla con devocion ante su amada.... Pero, ayl.ee. mientras se inclina para be- sarle los pies, percibe bajo su lecho un abate! Se queda palido como la muer- te: loultraja, le da de golpes y Jo ar- Foja fuera: despues sacaun punal y la asesina s. ++ Entonces el aspecto de Paganini se cubre de sombras espesas: su musica parece Ilorar dolorosamente, mostran- do sus pies cargados de enormes cate- nas. Los acentos que vierte su violin, son cada vez mas quejosos: ningua consuelo, ninguna esperanza brilia en su profunda obscuridad. Silos angeles Jos escuchasen, la alavanza de Dios mo- riria en sus labios y cubririan sollozan- do sus rostros anegados en lagrimas. Reproduce vibraciones de anzustia, Suspiros, quejas que nunca se ban oido ena tierra y que no se oirin jamas ino en el valle de Jusafat, cuando sa- jendo los muertos de! polvo; esperen el tremendo fallo...... De repente da el violinista un gol pede arco, golpe de delirio y desespe~ racion tal, que sus cadenas se trozancon esiruendo...- En efecto, se rompe una cuerda del violin de Paganit Luego..-. talar vestido de monge oculta sombriamente el ya libre prisio- nero, Medio cubierta la cabeza con Ja capucha, grosera cuerda ciils eu diseca~ do cuerpo. Con pie desnudo, esta fig ra solitaria y orgullosa se muestra sobre un promontorio do rocas ea la orilla del

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