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Escrito y narrado por Annie Leonard, nos cuenta, en presente, todo sobre la
economía de materiales y presenta una perspectiva muy crítica del sistema
consumista, así como también enseña que muchos problemas sociales y del
medio ambiente están interrelacionados, y finalmente, insta a toda la humanidad a
crear un mundo sostenible y justo. Annie Leonard invita a la crítica y reflexión con
la idea de seducir al que escucha para un convencimiento abierto.
Las poblaciones en su mayoría tienen un elemento en común, por el que cada vez
más nos volvemos más dependientes, esto obsesiona a la población con el
consumismo, esto se asocia más con los productos tecnológicos y la
obsolescencia programada, que es la vida útil que le da una fábrica o empresa a
un producto, cuando pase este periodo de vida útil el producto se volverá obsoleto,
inútil. Su visión de la tecnología es constructivista, derivando la tecnología a la
sociedad consumista.
La narradora plantea que tal vez ignoramos que los productos que compramos y
luego desechamos generan daños en las comunidades y en la naturaleza, además
pasan por diferentes etapas: extracción, producción, distribución, consumo y
descarte. A todo este proceso se le denomina “economía de materiales”, sin
embargo, se encuentra en crisis debido a que consiste de un mecanismo bilateral
(corporación y gobierno) y también porque estamos insertos en una sociedad
limitada. Ya que es de vital importancia tener en cuenta que en cada fase de la
economía de materiales, predominan problemas fundamentales: En la extracción;
se talan árboles, se usa toda el agua, se erradican algunas especies de animales
y vegetales, en efecto, se consumen los recursos del planeta. En la producción; se
emplea energía para mezclar químicos con los recursos naturales para de esta
manera fabricar productos tóxicos. Para ilustrar está etapa Leonard hace un
seguimiento de algunos productos cotidianos. El derrotero de una remera de
algodón, de un libro, de una computadora o de una lata de gaseosa revelan
procesos sucios o cuestiones como la “huella hídrica” (la forma en que un país A
“se toma” el agua de un país B mediante los cultivos y las fábricas que instala en
él). En la distribución; acá se pretende comercializar todas los desperdicios tóxicos
y contaminantes lo más rápido posible. La forma de vender esta chatarra es que
los precios se mantengan muy bajos para que las personas compren y el
inventario siga en movimiento. La Distribución es más intrincada que nunca en
esta era de shoppings cercanos, el seguimiento sólo es posible mediante
poderosos sistemas informáticos. En el consumismo; consumir es el factor
imperativo en este sistema, ya que el 99% de las cosas que recogemos,
extraemos, fabricamos, transportamos, serán desechos luego de que transcurran
6 meses. Los ejemplos en esta etapa son que todo está diseñado para acelerar el
ciclo de compras y aumentar el volumen de nuestra basura. En el desecho; se
produce basura a diario, luego estos residuos son quemados, por lo que liberan
toxinas que contaminan el aire, el agua y la tierra. Lo ideal, sostiene Leonard,
sería desechar menos. Además muchas empresas disfrazan sus reciclajes como
una excusa para no encarar cambios más profundos.