Martha Teresa Martell Méndez

2 de mayo de 2019

Control correspondiente a la clase 3 de abril de 2019

En un mundo tan convulso como el nuestro, las perspectivas para abordar un conflicto son diversas. Pero,
¿qué es el conflicto?, para algunos como vimos en la sesión se refiere a la disputa permanente en la
distribución de bienes al interior de la sociedad, para otros, como Lorenzo Cadarso, la definición va más allá
al decir que se refiere al proceso de interacción contenciosa entre actores sociales que comparten
orientaciones cognitivas, movilizados con diversos grados de organización y que actúan colectivamente de
acuerdo con expectativas de mejora, de defensa de la situación preexistente o proponiendo un
contraproyecto social.

Bajo esta perspectiva, considero que no podemos encerrarnos en abordar el conflicto por sus actores, causas
o por un gran personaje pues el conflicto requiere comprender no solo a las partes y con ella sus posiciones
e intereses, sino comprender el contexto, los factores que inciden o podrían incidir en el conflicto. En este
sentido, el conflicto social se gesta y desarrolla constreñido y condicionado por las estructuras del sistema
social en el que se produce, pero también es un factor de cambio.

La pregunta casi obligada después de lo anterior es, entonces, ¿cuándo surge el conflicto?

Para el marxismo, la causa del conflicto es la lucha de clases, la cual genera tensiones sociales en dos niveles:
en el orden social y en el socioeconómico. En el primero de los casos se refiere a las propias clases en sí,
mientras que el segundo se refiere a las fuerzas de producción y a las relaciones de producción; sin embargo,
en ambos la consciencia y los intereses de clase son los motores para crear un conflicto, entendido como un
factor de cambio social creativo.

Por su parte, el funcionalismo observa al conflicto como una disfunción del sistema social y, en consecuencia,
existe una minusvaloración científica y una criminalización del mismo. No obstante, es importante destacar
que esta concepción también se ha transformado con el paso de los años, por lo que ahora los conflictos son
entendidos como fenómenos que permiten reformar el sistema, lo que devendría en mayor estabilidad y
perdurabilidad para el mismo.

En suma, a pesar de que las teorías cada vez buscan ser marcos de referencia para estudiar cualquier conflicto
de la humanidad, aún presentan problemas terminológicos y un sesgo sobre la temporalidad del conflicto, lo
que complicaría hacer un estudio sobre el impacto de las movilizaciones sociales de largo plazo.