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Es una enfermedad que, en caso de brotes sin intervención inmediata, puede causar alta
morbilidad y mortalidad.
Brucelosis
La brucelosis, fiebre de Malta o fiebre ondulante, es una zoonosis bacteriana producida hasta
donde se conoce, por 6 especies del género Brucella. La enfermedad en humanos produce signos
inespecíficos similares a una gripe. Animales de distintas especies constituyen el reservorio de
estas bacterias, y bajo ciertas circunstancias esta infección se puede transmitir al hombre. Afecta
principalmente a países sin medidas fuertes de salud pública y salud animal. Hasta hace algunos
años, la principal fuente de infección para el hombre lo constituían los productos y subproductos
lácteos no pasteurizados. Hoy cobra cierta importancia la transmisión a través de contacto directo
con animales infectados o productos o secreciones de abortos con mucosas o piel erosionada. Las
especies animales más afectadas son los bovinos, porcinos, cabras, ovejas y perros. Los gatos no
son afectados por esta bacteria.
Es una enfermedad que puede afectar a animales en estrecho contacto con niños, ancianos,
mujeres embarazadas o personas inmunocomprometidas, como son las mascotas caninas.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Identificar oportunamente los factores de riesgo de transmisión como, por ejemplo, métodos
deficientes en la crianza de animales, métodos deficientes en la mantención de la inocuidad
alimentaria, venta de productos y subproductos lácteos no pasteurizados, o bien, falta de
elementos de protección personal durante faenas pecuarias (atención al parto, faenas de ordeña,
entre otras) o veterinarias (atención al parto de animales menores), para intervenir
oportunamente en su control y evitar casos secundarios o brotes.
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos y brotes.
Carbunco (ántrax)
El carbunco, ántrax, carbunclo bacteridiano o pústula maligna es una zoonosis bacteriana de
distribución mundial, producida por Bacillus anthracis. Afecta principalmente a animales
herbívoros que pastan campos contaminados, pero también a otras especies como perros, cerdos
y ser humano. La principal fuente de infección para el hombre son animales infectados, sus
productos contaminados o la contaminación del medio ambiente con esporas procedentes de
estos últimos, por consiguiente, no es una enfermedad que se transmita de persona a persona. Es
enzoótica en Chile, principalmente en la zona sur ya que se asocia a sectores ganaderos.
El carbunco es catalogado como enfermedad ocupacional, principalmente para granjeros,
trabajadores pecuarios, trabajadores de mataderos, carniceros, trabajadores que procesas pieles,
cueros, pelo, huesos u otros productos animales, personal de laboratorio y Médicos Veterinarios, y
como tal, debe notificarse y tratarse con cargo a la Ley 16.744.
Es una enfermedad que posee riesgo ocupacional, principalmente en personas que por su labor
tengan contacto con animales o sus productos potencialmente infectados.
Es una enfermedad que puede afectar a animales en estrecho contacto con niños, ancianos,
mujeres embarazadas o personas inmunocomprometidas, como son las mascotas caninas.
Está asociado a prácticas deficientes de crianza de animales, lo que requiere ser detectado,
investigado y fiscalizado.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Identificar oportunamente los factores de riesgo de transmisión como, por ejemplo, métodos
deficientes en la crianza de animales, consumo o venta de carne infectada, o bien, falta de
elementos de protección personal durante faenas pecuarias o veterinarias (principalmente al
enterrar animales muertos sin causa aperente) de tal forma de intervenir oportunamente en su
control y evitar casos secundarios o brotes.
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos y brotes.
Cólera
Cólera es una infección diarreica aguda causada por Vibrio cholerae serogrupos O1 y O139. Se
caracteriza clínicamente por la aparición de diarrea acuosa profusa, deposiciones al principio
líquidas de color normal que luego puede presentarse como “agua de arroz”. Además puede
acompañarse de deshidratación secundaria de intensidad variable, vómitos explosivos, náuseas,
lengua seca, sed intensa, sudoración, entre otros síntomas. Afecta a personas de todas las edades.
Generalmente se adquiere por la ingestión de alimentos o agua contaminada. La transmisión
persona a persona es poco común y el período de incubación es de 2 a 3 días, con un rango de 0 a
5 días.
Dengue
El dengue es una enfermedad vírica aguda febril que dura de 2 a 7 días, con dos o más de las
siguientes manifestaciones: cefalea, dolor retroorbitario, mialgia, artralgia, erupción cutánea,
manifestaciones hemorrágicas y leucopenia, en un paciente procedente de zonas con presencia
del vector Aedes aegypti.
El modo de transmisión es por la picadura del mosquito Aedes aegypti, mosquito de hábitos
diurnos; se establece cerca de las viviendas donde existen condiciones deficientes de
saneamiento, encontrando ahí recipientes con aguas, generalmente, limpias que constituyen sus
criaderos.
Puede ser una manifestación de una infección del tracto digestivo, ocasionada por diversos
agentes bacterianos, víricos y parásitos. La infección se transmite vía fecal oral, por el consumo de
alimentos o agua contaminados, o bien persona a persona, como resultado de una higiene
deficiente.
El rotavirus es la causa más importante de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) grave en niños
menores de 5 años en el mundo, tanto en países industrializados como en desarrollo, y es la
principal causa de hospitalización por diarrea en niños a nivel mundial. Prácticamente casi todos
los menores se infectan con el virus en los primeros dos a tres años de vida, siendo la incidencia
máxima de la enfermedad entre los 6 a 24 meses de edad.
El cuadro clínico se presenta desde una infección asintomática, hasta casos severos de vómitos,
fiebre y diarrea acuosa, que puede ocasionar deshidratación y muerte. El grupo de edad más
susceptible a una infección severa va desde los 3 meses a 2 años.
El objetivo de esta vigilancia es realizar la caracterización integral de las EDA por rotavirus en niños
menores de 5 años, mediante centros centinela, con el propósito de apoyar la acción de salud
pública en la prevención y control oportunos.
Difteria
La difteria es causada principalmente por cepas toxigénicas de Corynebacterium diphtheriae.
Puede provocar una infección bacteriana aguda de la vía respiratoria alta o una infección cutánea,
que es variante menos grave de la enfermedad (1).
Es un patógeno reemergente
Detección oportuna de brotes que pueden afectar principalmente a personas adultas con
inmunización parcial o que teniendo el esquema de vacunación completo, han disminuido su
inmunidad.
La infección por T. cruzi en humanos se presenta en dos fases, una aguda y una crónica, y de esta
última se distinguen dos formas, indeterminada y determinada.
También se describe la enfermedad de Chagas congénita que ocurre en recién nacidos por
transmisión vertical. El periodo de incubación de la enfermedad de Chagas depende de su tipo de
transmisión, siendo en promedio 1 a 2 semanas para la transmisión vectorial, 8 a 160 días para la
transfusional y trasplantes, y desde el nacimiento hasta varias semanas después para la vertical(3).
La mayoría de los casos son asintomáticos en esta etapa, y aquellos que presentan síntomas
suelen ser inespecíficos, como malestar general, fiebre y anorexia, también incluye
linfoadenopatías generalizadas y hepatoesplenomegalia. En algunos casos se puede presentar una
lesión cutánea indurada en el sitio de la picadura del insecto, lo que se conoce como Chagoma y se
presentan típicamente en la cara o las extremidades. Cuando el parásito ingresa por la conjuntiva
ocular, puede ocurrir inflamación y edema de ambos párpados del mismo ojo, lo que se conoce
como signo de Romaña(2).
Una pequeña proporción de las infecciones agudas (<1-5%) se presentan de forma grave, con
miocarditis aguda, derrame pericárdico y/o meningoencefalitis.
La enfermedad aguda de Chagas dura típicamente 4 a 8 semanas, luego de las cuales los síntomas
remiten, pero la persona persiste infectada crónicamente si no recibe tratamiento(3).
Es aquella que ocurre en recién nacidos, hijos de madres infectadas con el parásito de la
enfermedad de Chagas. La transmisión vertical del T.cruzi puede ocurrir en cualquier fase de la
enfermedad, aunque la mayoría de los casos ocurre en la presentación crónica de la enfermedad
en la madre. La probabilidad de transmisión es de un 2% a 12% en nuestra región (Argentina,
Bolivia, Chile y Paraguay) y la mayoría de los casos son asintomáticos (55%-90%) (4). La
presentación clínica de aquellos casos sintomáticos es similar a otras infecciones congénitas
pertenecientes al síndrome de TORCH. Signos y síntomas incluyen bajo peso al nacer, retraso del
crecimiento intrauterino, score de Apgar bajo, síndrome de distress respiratorio por neumonitis
parasitaria, miocarditis y, con mayor frecuencia, ictericia y hepatoesplenomegalia (5). Aquellos
infectados por transmisión vertical también tienen riesgo de presentar enfermedad de Chagas
crónica determinada en la adultez.
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
En general, el término enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) se refiere a un grupo de
enfermedades neurodegenerativas, caracterizadas por la acumulación cerebral de una forma
anormal de una proteína celular llamada prion (del acrónimo inglés “proteinaceous infectious
particle”). Las enfermedades humanas priónicas han sido clasificadas por una combinación de
aspectos epidemiológicos, clínicos, histopatológicos y familiares. La ECJ ocurre en todo el mundo y
la incidencia anual estimada en muchos países, ha sido reportada en un caso por millón de
habitantes.
El año 1985 se inició la vigilancia epidemiológica de ECJ en Chile. Sin embargo, posterior a los
eventos ocurridos en Reino Unido en la mitad de los años ’90, la vigilancia de esta enfermedad
tomó una connotación distinta, lo que hizo necesario enfrentar el nuevo escenario epidemiológico
de la variante ECJ.
Es una enfermedad que presenta síndromes clínicos graves, disminución de la calidad de vida,
discapacidad e inevitablemente muerte.
Identificar cualquier cambio en la dinámica de la ECJ que pueda estar ligada a cuadros de
Encefalopatía Espongiforme Bovina.
Identificar oportunamente los factores de riesgo de transmisión de ECJ para evitar otros
potenciales casos de ECJ iatrogénica o variante.
Enfermedad meningocóccica
La enfermedad meningocócica es un cuadro agudo, causado por la bacteria Neisseria meningitidis
(Nm), que se caracteriza por un cuadro agudo, de aparición repentina y que es considerada como
una urgencia médica. La forma invasora, que ha sido frecuente con el aumento del serogrupo W,
se caracteriza por uno o varios cuadros clínicos como bacteriemia o septicemia, aparte de la
meningitis, entre otros. La meningococcemia o septicemia por meningococo, es la forma más
grave de infección, con erupción petequial, hipotensión arterial, coagulación intravascular
diseminada e insuficiencia de varios órganos, pudiendo llevar a la muerte.
En épocas pasadas, la letalidad era superior al 50%, lo que ha mejorado en la actualidad con el uso
de antibióticos, la atención de unidades de cuidados intensivos y la utilización de mejores medidas
de sostén; sin embargo, aún se mantiene alta, llegando alcanzar un 15% o más. Además, entre un
10 a un 20% de los que sobreviven sufren secuelas a largo plazo, como discapacidad intelectual y
pérdida de la audición o de la función de algunas extremidades.
Existen medidas efectivas para evitar casos secundarios, como la quimioprofilaxis a los contactos y
el uso de vacunas conjugadas a la población de mayor riesgo. Así, desde fines del 2012 se inició
una campaña de vacunación entre los 9 meses y 5 años y, a partir del 2014, la vacuna se incluyó
como parte del Programa Nacional de Inmunizaciones al año de edad.
En Chile y el mundo, los brotes de ETA se han convertido en un problema emergente debido a
diversos factores; como los cambios poblacionales que ocurren cada vez con mayor velocidad, el
cambio de las condiciones ambientales, la naturaleza de los agentes etiológicos y de las conductas
alimentarias de la población. También influye la globalización de los mercados y el aumento
creciente de los requerimientos de la industria de producir cada vez una mayor cantidad de
alimentos inocuos.
En nuestro país existe una vigilancia epidemiológica permanente y universal de los brotes de ETA
establecida en el Decreto Supremo Nº158/04 que norma el “Reglamento sobre notificación de
enfermedades transmisibles de declaración obligatoria”, el cual señala la notificación obligatoria e
inmediata de todos los brotes de ETA.
Existen cambios permanentes en los factores ambientales que pueden incidir en la ocurrencia
de brotes de ETA
Fiebre amarilla
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos
infectados. El término “amarilla” alude a la ictericia que presentan algunos pacientes (coloración
amarilla de piel, mucosas).
Fiebre Q
La fiebre Q (Q fever or Query fever) es una enfermedad zoonótica producida por Coxiella burnetii,
un cocobacilo intracelular de distribución mundial. La principal fuente de infección para los
humanos es el ganado bovino, caprino y ovino, sin embargo, su reservorio es más amplio,
incluyendo mascotas, animales y aves salvajes, y artrópodos como las garrapatas. La forma más
frecuente de trasmisión es por contacto o inhalación de aerosoles o gotas que contienen la
bacteria, pero también por consumo de leche cruda o productos de esta. La trasmisión persona-
persona es poco frecuente. El periodo de incubación se estima en 3 a 30 días, aunque con mayor
frecuencia entre 2 y 3 semanas. La infección, que en un 50% sería asintomática, suele presentarse
en su fase aguda como un cuadro febril, similar a una gripe, asociado a sudoración, náuseas,
vómitos, diarrea y fatiga. Hasta un 2% de los casos podrían presentar neumonía de características
atípicas. La enfermedad aguda es autolimitada durando entre 1 y 3 semanas. En su fase crónica,
que afecta entre un 5 a 15% de los casos, se pueden producir, hepatitis, endocarditis, vasculitis,
osteomielitis y fibrosis pulmonar.
El aumento del conocimiento de este agente en los últimos años, ha dado cuenta de sus
particularidades y relevancia para la salud pública. Las características de la infección son muy
dependientes de factores ambientales y socioculturales, por lo que su situación epidemiológica es
muy disímil según regiones del mundo, encontrándose zonas endémicas y súper-endémicas, y
regiones con total falta de información respecto de la magnitud del fenómeno. Su asociación a
producción ganadera, la posiciona como una enfermedad ocupacional y su presencia determina
riesgo económico. Además, se ha descrito su potencial para generar brotes epidémicos y daño a la
salud, más allá del compromiso agudo que la caracteriza. Su alta virulencia y resistencia al
ambiente ha determinado que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados
Unidos (CDC), haya clasificado C. burnetii como un agente de bioterrorismo clase B.
Todos estos factores (medidas de prevención y control, capacidad de producir brotes, gravedad de
los casos, agente de bioterrorismo) hacen relevante que sea una enfermedad bajo vigilancia de
laboratorio y de notificación obligatoria si se presenta como brote
En general, esta infección produce mayor sintomatología en hombres, lo que permite la consulta y
tratamiento oportuno, en cambio, en las mujeres las manifestaciones son mayoritariamente
asintomáticas, lo que retarda la consulta hasta que se producen complicaciones.
Hepatitis viral A
La hepatitis A, es una infección hepática causada por el virus de la hepatitis A. Puede producir
morbilidad moderada a grave. Es una enfermedad que se encuentra ampliamente distribuida en el
mundo y que puede presentarse en forma esporádica o epidémica con ciclos estacionales. Su
mecanismo de transmisión es fecal – oral, a través del consumo de agua o alimentos
contaminados. Esto ocurre especialmente en lugares en donde existen condiciones de
saneamiento ambiental deficiente. En nuestro país afecta principalmente población adolescente y
adultos jóvenes (1, 2, 3)
Hepatitis viral B
La hepatitis B, es una enfermedad viral, inmunoprevenible, endémica en el mundo. Es producida
por un virus de ADN, cuyo único reservorio son los
seres
humanos. Puede transmitirse por vía
parenteral, sexual, perinatal y horizontal a través del contacto de las mucosas con fluidos
corporales infectantes. En la mayoría de las ocasiones, la infección es asintomática y constituye
una de las principales causas de cirrosis hepática y cáncer de hígado.
Hepatitis viral C
La hepatitis C es una enfermedad causada por un virus ARN, siendo frecuentemente de curso
asintomático, por lo cual, la mayoría de los individuos desarrollan la forma crónica de la
enfermedad.
El virus se transmite principalmente por vía parenteral, siendo uno de sus principales factores de
riesgo la exposición a productos derivados de la sangre, otros son: el uso de drogas inyectables, la
exposición a procedimientos médicos (inyecciones, diálisis y otros.) y en una proporción menor las
relaciones sexuales no protegidas y los tatuajes. En nuestro país el factor de riesgo más frecuente
es el antecedente de transfusión de productos sanguíneos, situación que significaba un grave
problema de salud pública hasta antes de la adopción del tamizaje obligatorio en bancos de sangre
en Chile (1 enero, 1996)1.
Es una enfermedad que se puede prevenir, tanto en sus hospederos definitivos como
intermediarios.
Posee una carga de enfermedad importante expresada en años de vida ajustados por discapacidad
(DALYs), con presentación de síndromes clínicos graves, disminución de la calidad de vida y
muerte.
La influenza no causa un síndrome clínico específico que la distinga de otros agentes patógenos.
Dado que no se pueden detectar las personas con influenza sin una prueba de diagnóstico, no es
factible obtener muestras de todos los pacientes para identificar el agente causal para propósitos
de vigilancia. Por ello se recomienda internacionalmente usar un síndrome genérico; la
enfermedad tipo influenza (ETI), para vigilar la influenza menos grave y otras infecciones
respiratorias virales en pacientes ambulatorios, y la infección respiratoria aguda grave (IRAG), para
vigilar los cuadros más graves que requieren hospitalización.
En Chile, desde el año 2002 la influenza es una enfermedad de notificación obligatoria mediante la
modalidad centinela para la vigilancia de ETI. La vigilancia de las IRAG se inicia en el 2009 en el
contexto de la pandemia de influenza.
El Instituto de Salud Pública (ISP) realiza la vigilancia virológica y desde 1968 forma parte de la red
de laboratorios de la OMS para la vigilancia de influenza como Laboratorio Nacional de Referencia
de Influenza (9). El Departamento de Epidemiología es el responsable de la Vigilancia
epidemiológica de esta enfermedad y participa en la red de Vigilancia de las Infecciones
Respiratorias Agudas SARINET de OPS desde 2014
Leptospirosis
La leptospirosis o enfermedad de Weil, es una zoonosis bacteriana producida por espiroquetas del
género Leptospira. Es una enfermedad de distribución mundial que afecta animales domésticos,
silvestres y al hombre. Uno de sus principales problemas es el diagnóstico debido a los signos
inespecíficos que produce, lo que trae como consecuencia un elevado nivel de subreporte a las
autoridades de salud en todo el mundo. El espectro de síntomas es amplio, desde un cuadro febril
inespecífico a enfermedad multisistémica con elevada mortalidad. La bacteria se mantiene en los
animales portadores (principalmente roedores) a través de una infección renal crónica siendo
eliminada a través de la orina, contaminando de ese modo el ambiente. La infección en humanos
ocurre por contacto directo con orina o tejidos infectados, o por exposición a organismos
presentes en la tierra o agua.
Es una enfermedad que puede afectar a animales en estrecho contacto con niños, ancianos,
mujeres embarazadas o personas inmunocomprometidas, como son las mascotas caninas.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos y brotes.
Listeriosis
Listeriosis es una infección causada por la bacteria Listeria monocytogenes, patógeno ubicuo que
se transmite principalmente al consumir alimentos contaminados, especialmente los llamados
“listos para el consumo”, definidos como aquellos que no requieren tratamiento térmico previo a
su ingesta. También puede ser adquirida por exposición ocupacional por veterinarios o personas
en contacto cercano con animales (1).
Si bien puede afectar a cualquier persona, generalmente con cuadros leves e incluso en forma
asintomática, en los grupos de mayor riesgo de infección como recién nacidos, mayores de 60
años, personas inmunodeprimidas, embarazadas y adultos con enfermedades crónicas (diabetes
mellitus, daño hepático crónico, entre otras), puede causar enfermedad severa como sepsis,
meningitis o meningoencefalitis y en las gestantes, parto prematuro o infección fetal (1,2).
Enfermedad meningocóccica
La enfermedad meningocócica es un cuadro agudo, causado por la bacteria Neisseria meningitidis
(Nm), que se caracteriza por un cuadro agudo, de aparición repentina y que es considerada como
una urgencia médica. La forma invasora, que ha sido frecuente con el aumento del serogrupo W,
se caracteriza por uno o varios cuadros clínicos como bacteriemia o septicemia, aparte de la
meningitis, entre otros. La meningococcemia o septicemia por meningococo, es la forma más
grave de infección, con erupción petequial, hipotensión arterial, coagulación intravascular
diseminada e insuficiencia de varios órganos, pudiendo llevar a la muerte.
En épocas pasadas, la letalidad era superior al 50%, lo que ha mejorado en la actualidad con el uso
de antibióticos, la atención de unidades de cuidados intensivos y la utilización de mejores medidas
de sostén; sin embargo, aún se mantiene alta, llegando alcanzar un 15% o más. Además, entre un
10 a un 20% de los que sobreviven sufren secuelas a largo plazo, como discapacidad intelectual y
pérdida de la audición o de la función de algunas extremidades.
Existen medidas efectivas para evitar casos secundarios, como la quimioprofilaxis a los contactos y
el uso de vacunas conjugadas a la población de mayor riesgo. Así, desde fines del 2012 se inició
una campaña de vacunación entre los 9 meses y 5 años y, a partir del 2014, la vacuna se incluyó
como parte del Programa Nacional de Inmunizaciones al año de edad.
Parotiditis
La parotiditis infecciosa o paperas, es una enfermedad infecciosa viral e inmunoprevenible, que se
encuentra ampliamente distribuida por el mundo. El virus que la causa es un virus RNA de la
familia Paramyxoviridae, del género Rubulavirus. La enfermedad se caracteriza por la inflamación
y aumento de volumen de las glándulas salivales, especialmente las parotídeas, asociado a un
cuadro febril generalmente benigno y autolímitado.
La parotiditis puede ser causada por otros agentes virales, como por ejemplo: parainfluenza tipo 1
y 3, Epstein Barr, Coxsackie A, Influenza A, adenovirus, parvovirus B19, y agentes bacterianos
como Staphylococcus aurerus y micobacterias atípicas. Existen también otras causas de
inflamación de las glándulas parotídeas de carácter no infeccioso, como tumores, drogas y
obstrucción. En general, estas etiologías de parotiditis tienden a ser esporádicas y no causar
epidemias, como en el caso del virus de la parotiditis, pero en escenarios de altas coberturas de
vacuna, pueden ser causas relevantes de parotiditis.
Virus de la parotiditis
El virus varía entre esférico y pleomórfico con un diámetro que va entre 100 y 600 nm y tiene en
su interior una hebra negativa única de RNA con 15.384 nucleótidos en que se encuentran
codificadas 7 proteínas. Cada partícula viral se encuentra envuelta por una membrana formada
por una doble capa lipídica y tres proteínas relacionadas con la capacidad del virus de unirse a la
célula blanco: la proteína de la matriz (M) y las glicoproteínas de superficie Hemaglutinia-
neuramidasa (HN) y de fusión (F). Una cuarta proteína asociada a la membrana es la proteína
hidrofóbica pequeña (SH)) que cumpliría la función de evasión de la respuesta del huésped. Las
demás proteínas forman parte del complejo ribonucleoproteina (núcleoproteína o NP) y del
complejo RNA polimerasa compuesto por una fosfoproteína (P) y una proteína de alto peso
molecular (L).
Patogenia
El virus de la parotiditis infecciosa tiene como único reservorio el ser humano. Se trasmite
principalmente por vía respiratoria, a través de gotitas, pero también por contacto directo a través
de fómites. El periodo de incubación tiene un rango de 12 a 25 días, aunque con mayor frecuencia
dura entre 16 y 18 días. El periodo de transmisibilidad puede empezar una semana antes del inicio
de síntomas y prolongarse hasta una semana después del inicio de síntomas, siendo la mayor
transmisibilidad en torno al inicio de síntomas. El virus ha sido aislado a partir de saliva de
contactos asintomáticos, haciendo suponer que jugarían un rol en la trasmisión epidémica de la
enfermedad.
Cuadro clínico
El síntoma más característico de la infección, que se produce en el 95% de los casos sintomáticos,
es la inflamación y aumento de volumen de las glándulas salivales, especialmente las parotídeas,
aunque también pueden afectarse las sublinguales y submandibulares. La inflamación suele ser
dolorosa y bilateral, aunque con un desfase de días entre un lado y otro, y suele disminuir a la
semana de evolución, para resolverse en un lapso de 10 días. La inflamación glandular y daño
tisular pueden determinar un aumento de la amilasa plasmática y urinaria.
Entre un 15% y un 30% de los infectados adultos desarrollan epididimitis u orquitis, siendo rara
previo a la pubertad. La inflamación testicular suele iniciarse algunos días después de la parotiditis
y ser unilateral en la mayoría de los casos, resolviéndose en el lapso de una semana, pero
pudiendo quedar con sensibilidad testicular residual por varias semanas. La esterilidad post
orquitis es rara, aun cuando, puede haber algún grado de atrofia testicular, oligoespermia e
hipofertilidad. No hay claridad respecto de la afectación de la función endocrina testicular y no hay
evidencia que respalde el aumento del riesgo de cáncer post orquitis. Entre un 5% y un 10% de las
mujeres postpuberales desarrollarían ooferitis o mastitis. Los casos de infertilidad secundaria a
este compromiso, también son raros.
El compromiso del sistema nervioso central se ve en la mitad de las infecciones por el virus de la
parotiditis, aun cuando solo entre un 1 y un 10% de los casos presentaría clínicamente un cuadro
de meningitis y un 0,1% de encefalitis. En la era pre vacuna, dada las altas tasas de infección por
este virus, esta etiología determinaba un número importante de los casos de encefalitis. La gran
mayoría de los casos de compromiso del sistema nervioso central son autolimitados y la
recuperación es completa, sin secuelas. En general, las secuelas se dan en casos de encefalitis, más
frecuentes en adultos que en niños, siendo principalmente la hipoacusia unilateral. La mortalidad
también está asociada con el compromiso del encéfalo, siendo entre el 1% y 5% de los casos.
Otros órganos que se pueden ver comprometidos por la infección del virus de la parotiditis son el
páncreas, los riñones y el tejido miocárdico; sin embargo, la manifestación clínica de estos
compromisos es muy poco frecuente.
La infección durante los primeros meses de embarazo se asocia con aborto espontáneo, en tanto
que no hay evidencia entre la infección y el desarrollo de malformaciones congénitas o retraso del
crecimiento. Parotiditis perinatal ha sido descrita, siendo de curso benigno.
Laboratorio etiológico
El diagnóstico mediante técnicas de laboratorio puede ser a través del aislamiento del virus, la
detección de RNA viral o bien el análisis de los niveles plasmáticos de anticuerpos (IgM e IgG).
El aislamiento del virus desde el plasma es poco frecuente y se limitaría a los dos primeros días
post-inicio de síntomas. Durante la primera semana del inicio del cuadro clínico, puede ser aislado
desde muestras de saliva, líquido cefaloraquídeo (LCR), orina o líquido seminal. El hisopado de
ducto parotídeo, posterior a un breve masaje de la glándula, es el método recomendado para la
recolección de la muestra. La confirmación del virus puede ser realizada a través de técnicas
moleculares mediante RT-PCR o inmunofluorescencia con anticuerpos monoclonales específicos.
La detección a través de técnicas de ELISA de IgM específico para el virus de la parotiditis también
permite la confirmación de la enfermedad. El momento óptimo para realizar el análisis sería entre
7 y 10 días post inicio de la enfermedad. Falsos negativos se asocian con toma precoz de las
muestras, vacunación y exposición previa al virus, siendo recomendable el análisis de la IgG
(seroconversión o aumento importante de títulos apoyarían el diagnóstico de infección reciente).
Tratamiento
La enfermedad es benigna en la gran mayoría de los casos y autolimitada, razón por la cual el
tratamiento suele ser sintomático. El uso de terapias específicas como inmunoglobulina
intramuscular o endovenosa, o interferón puede ser considerada en casos especiales, y debe ser
consultada su indicación y efectividad con el médico tratante.
Peste
La peste, plaga o muerte negra es una zoonosis bacteriana producida por Yersinia pestis, agente
aislado por primera vez en 1894 por Alexandre Yersin. Afecta a numerosos mamíferos y muy
ocasionalmente al hombre a través de la picadura de pulgas (vector).
The 3 most endemic countries are Madagascar, the Democratic Republic of Congo and Peru.
Esta enfermedad ha sido identificada en roedores silvestres y sus pulgas prácticamente en todos
los continentes con excepción de Australia. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), entre los años 2010 y 2015 se reportaron 3.248 casos de peste en humanos en el mundo,
resultando en 548 muertes. Los 3 países más endémicos son Madagascar, República Democrática
del Congo y Perú. Y. pestis es uno de los microorganismos que ha sido utilizado como agente de
bioterrorismo.
Es una enfermedad erradicada de Chile, pero presente en países vecinos, lo que constituye un
riesgo latente de reintroducción.
Puede presentarse como cuadros clínicos graves con alta letalidad y alta transmisibilidad.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos.
Chile fue el tercer país del mundo en eliminar la circulación autóctona del poliovirus salvaje en el
año 1975, sin embargo, nuestro país no está exento de riesgo de su reintroducción desde países
endémicos (2).
Por tal motivo, en nuestro país existe una vigilancia epidemiológica sindromática de todas las
Parálisis Fláccidas Agudas (PFA), justificada en que:
Existe un compromiso del país en avanzar hacia la erradicación definitiva del poliovirus del mundo.
Psitacosis
La psitacosis u ornitosis es una infección bacteriana sistémica producida por Chlamydophila
psittaci (antes llamada Chlamydia psittaci) que a menudo produce neumonía. Su nombre proviene
posterior a un estudio de casos asociados a loros (psitácidos) enfermos, sin embargo, todas las
aves y animales domésticos tienen el potencial de diseminar la infección.
Uno de sus principales problemas es el diagnóstico debido a los signos inespecíficos que produce.
El espectro de síntomas es amplio, desde un cuadro febril inespecífico a enfermedad
multisistémica.
Es una enfermedad que puede afectar a animales en estrecho contacto con niños, ancianos,
mujeres embarazadas o personas inmunocomprometidas, como son las aves ornamentales
(principalmente loros y catas) y gatos.
Es una enfermedad donde el gran número de reservorios potenciales, particularmente aves de
vida libre (por ejemplo: palomas), hacen prácticamente imposible su erradicación y mantienen
latente el riesgo de cualquier persona a infectarse.
Puede presentarse como cuadros clínicos graves con alta letalidad si el tratamiento no es
oportuno.
Está asociado a prácticas deficientes de comercio de animales, tráfico ilegal o métodos deficientes
de cuarentena, lo que requiere ser detectado, investigado y fiscalizado.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos y brotes.
Rubéola
La rubéola es una enfermedad viral benigna, transmisible , que se caracteriza por un exantema
maculo-papuloso puntiforme difuso.
Desde el punto de vista clínico es indistinguible de otros cuadros que presentan exantema,
incluido el sarampión. En niños suele presentarse con síntomas leves, pero en adultos el pródromo
puede durar hasta cinco días (febrícula, cefalea, malestar general, coriza leve y conjuntivitis). Las
linfoadenopatías retro-auriculares son el signo más característico y se presenta entre 5-10 días
antes de la aparición del exantema. La artralgia y en menor frecuencia la artritis, complican una
proporción importante de estas infecciones, particularmente en mujeres adultas. Hasta un 50% de
las rubéolas son subclínicas.
Se requiere mantener la eliminación de estas enfermedades en Chile y, junto con ello, los logros
alcanzados a la fecha en América. Por otro lado, los actuales objetivos de la vigilancia son
pesquisar oportunamente casos importados de rubeola y de esa forma, limitar los brotes
asociados a importación.
Por su parte, la vigilancia de SRC se implementa en el año 2009, conjuntamente con el inicio de la
vacunación de 1999 contra la rubéola. Sin embargo, a la fecha, funciona en forma conjunta con la
Vigilancia de TORCH a cargo del Instituto de Salud Pública.
Sarampión
El sarampión es una enfermedad viral, aguda, altamente contagiosa . Los síntomas iniciales son
fiebre, conjuntivitis, coriza, tos y pequeñas manchas blanquecinas en la mucosa interna de la
mejilla (“manchas de köplik”). Entre el 3º y 7º día aparece el exantema característico, con manchas
que se inician en la cara y luego se generalizan al resto del cuerpo (ver fotografía).
En el año 2014, la OPS debió declarar la reintroducción del virus del sarampión en 2 estados de
Brasil, puesto que el virus circuló por más de un año (inicio en 2013), sin embargo próximamente
se declarará nuevamente su interrupción.
Al igual que otros países del continente, Chile logró controlar en dos meses el brote de sarampión
asociado a importación (casos reportados entre mayo y julio), que ascendió a 9 casos confirmados
y que no se extendió más allá de la región Metropolitana (Genotipo viral H1).
Para mantener la meta de eliminación, Chile cuenta con un Plan de Acción centrado en mejorar las
coberturas de vacunación y mantener una vigilancia de alta calidad, con equipos preparados para
responder frente a la amenaza permanente de importaciones. Además, se continúan realizando
proyectos colaborativos con la OPS y la Sociedad Chilena de Infectología, lo que ha permitido
reforzar la vigilancia en todo el país y desarrollar cursos e-larning para capacitar a los médicos.
A fines del 2014 se realizó una nueva campaña de vacunación de seguimiento contra sarampión y
rubéola en niños entre 1 y 5 años, para que cuenten con una dosis extra de vacuna, y, de esa
forma, asegurar su protección contra estas enfermedades, alcanzando una cobertura de un 82,3%,
según el informe del 17/12/2015 (Fuente Programa Nacional de Inmunizaciones- MINSAL).
En Chile, el sistema de vigilancia de sarampión está actualmente integrado a la rubeola, los casos
son de notificación obligatoria, universal e inmediata (DS Nº158/2004). Se justifica porque la meta
de eliminación de sarampión y rubéola está sujeta a programas y convenios internacionales. Es por
ello que se requiere mantener la eliminación de estas enfermedades en Chile y, junto con ello, los
logros alcanzados a la fecha en América. Por otro lado, los actuales objetivos que persigue la
vigilancia son pesquisar oportunamente casos importados de sarampión y de esa forma, limitar los
brotes asociados a importación.
Sífilis
La sífilis, es provocada por la bacteria Treponema pallidum, la cual se encuentra ampliamente
distribuida en el mundo, influenciada su incidencia en función de la ubicación geográfica y el nivel
socio económico. Es adquirida principalmente a través de contacto sexual y transplacentario, pero
también puede adquirirse por transfusión de sangre humana contaminada y por inoculación
accidental directa. La historia natural de la infección se caracteriza por presentar tres etapas
clínicas sintomáticas: sífilis primaria, secundaria y terciaria. El diagnóstico precoz permite un
tratamiento oportuno, lo que reduce las complicaciones y secuelas de la infección, la que sin
tratamiento, puede convertirse en una enfermedad crónica1.
En 2009, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) puso en marcha la iniciativa regional para
reducir la tasa de sífilis congénita en las Américas a cifras menores a 0,5 casos por 1.000 nacidos2.
Chile asumió el compromiso adscribiendo a la “Iniciativa de Eliminación de la Transmisión Materno
Infantil del VIH y la Sífilis en Latinoamérica” impulsada por OPS y UNICEF3.
Los primeros casos de Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH) se detectaron en Estados
Unidos en 1993 y la investigación etiológica identificó a un nuevo Hantavirus denominado virus Sin
Nombre como agente causal. En Chile el primer caso se detecta en 1995 en el área sur de la región
de Los Lagos, identificándose un nuevo subtipo viral denominado virus Andes (VA),
manteniéndose hasta la fecha como una endemia, con aumento en forma estacional de los casos,
que se inicia con la primavera.
El VIH puede transmitirse por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales con una persona
infectada, la transfusión de sangre contaminada o el uso compartido de agujas, jeringuillas u otros
instrumentos punzantes. Asimismo, puede transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, el
parto y la lactancia.
Identificar la magnitud, tendencia y características de los casos con tétanos y tétanos neonatal.
Triquinosis
La triquinosis es una zoonosis parasitaria producida en Chile por el nemátodo Trichinella spiralis.
Este parásito se aloja en el intestino y tejido muscular de diversos mamíferos. Se distribuye por
todo el mundo, y la principal fuente de infección para el hombre lo constituyen los productos y
subproductos derivados de la carne de cerdo y jabalí. También es posible encontrar el parásito,
aunque en menor medida en equinos, aves silvestres, osos, ciervos, pumas, ratones, mamíferos
carroñeros y algunos reptiles (cocodrilos).
Puede presentarse como cuadros clínicos incapacitantes y en ocasiones síndromes clínicos graves
(miocarditis, meningoencefalitis o neumonitis).
Puede estar asociado a faenamiento clandestino, lo que requiere ser detectado, investigado y
fiscalizado.
Genera altas pérdidas económicas debido al decomiso de productos y subproductos de la industria
porcina.
Los objetivos que se pretende lograr con esta vigilancia son los siguientes:
Identificar oportunamente los factores de riesgo de transmisión de esta enfermedad como, por
ejemplo, métodos de crianza de animales, faenamiento clandestino o venta de animales (o sus
partes) no regulada.
Desarrollar oportunamente las actividades de control y prevención para evitar casos secundarios o
brotes.
Retroalimentar con información a otras áreas tanto del MINSAL como SEREMI de Salud para el
enfrentamiento integrado de casos y brotes.
Tuberculosis
La Tuberculosis es una infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones,
pero puede comprometer cualquier órgano. Es causada por la bacteria llamada Mycobacterium
tuberculosis o Bacilo de Koch, descubierto por el alemán Robert Koch en 1882. Esta enfermedad
ha causado efectos devastadores en el mundo causando millones de muertes, siendo llamada “La
peste blanca” durante el siglo XIX. Se puede transmitir por la inhalación de microgotas
provenientes de la tos o el estornudo de una persona enferma. Si no es tratada de manera
oportuna y adecuada puede causar daños permanentes en los pulmones o incluso la muerte.
No todas las personas que se infectan con el Bacilo de Koch presentan la enfermedad, ya que la
gran mayoría de las personas controlan la infección y nunca enferman. Alrededor de un 10% de los
infectados manifestarán la enfermedad a lo largo de la vida. Se estima que un tercio de la
población mundial está infectada por el Bacilo de Koch, lo que se traduce actualmente en 9
millones de casos nuevos de tuberculosis al año y 1,5 millones de muertos por esta enfermedad.
Chile presenta una de las incidencias más bajas de tuberculosis en la región, pero aun así
anualmente se producen unos 2300 casos de esta enfermedad, de los cuales casi el 80% es de tipo
pulmonar contagioso. En la última década se ha presentado un estancamiento de las tasas de
incidencia de la tuberculosis, manteniéndose tasas estables cercanas a los 12 casos por 100.000
habitantes, con una mortalidad baja (1,5 por 100.000) pero también estable.
El Programa de Tuberculosis, pionero en Latinoamérica y con más de 40 años de evolución, es un
Programa de Salud Pública de alcance nacional que tiene por objetivo reducir el riesgo de
infección, morbilidad y mortalidad de la tuberculosis en Chile, hasta obtener su eliminación como
problema de Salud Pública.
Varicela
La varicela es una enfermedad con manifestaciones eruptivas en la piel (vesículas), producida por
el virus varicela-zoster. Su importancia en salud pública radica en su alta contagiosidad y que es
especialmente grave en el recién nacido (RN), cuya madre ha presentado varicela entre 5 días
antes a 2 días después del parto. En estos casos, el RN presenta una enfermedad multivisceral
grave que puede llegar a un 30% de letalidad.
Su presentación es endémica, con ciclos epidémicos de 3-4 años y está ampliamente distribuida en
el mundo. Se estima que más del 90% de la población ha tenido la enfermedad antes de los 15
años, con una máxima incidencia entre los 2 y 8 años de edad.