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ANÁLISIS DE LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:

EXP. N° 3741-2004-AA/TC Y EXP. N° 04293-2012-PA/TC

CURSO
Derecho administrativo
DOCENTE
Pilar Cayllahua Dioses
INTEGRANTES
Huamán Rojas Clinton
Silva Neira Wendersans
Tapia Coronel Jose Wilmer
Vasquez Bustamante Jose Nilson

2019
ANÁLISIS DE LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: EXP.
N° 3741-2004-AA/TC Y EXP. N° 04293-2012-PA/TC
En las sentencias a analizar nos encontramos en el caso de que se ha vulnerado el derecho
a la defensa, petición (Art. 139,3 y Art. 2, 20 de la constitución política del Perú), a la
igualdad ante la ley.
En el Exp. N° 3741-2004-AA/TC en el fundamento N°4 de control de constitucionalidad
y control de legalidad de los actos de la administración, haciendo referencia a los derechos
constitucionales vulnerados en el reglamente del TUPA nos manifiesta en el fundamento
17 que:
Sentadas estas premisas, la controversia en el presente caso se centra en determinar si el
establecimiento del pago de derechos por parte de la municipalidad emplazada, como
requisito para tramitar la impugnación de una decisión de la propia entidad, a estar
plenamente reconocido en el TUPA de la referida municipalidad, resulta, no obstante,
violatorio de los derechos constitucionales al debido proceso administrativo, a la defensa,
a la tutela judicial efectiva y de petición que consagra nuestra Carta Fundamental.

Además de ello, no es necesario que estos procesos lleguen hasta el tribunal


constitucional, sino que mediante esta sentencia en su fundamento 14 nos dice que:
Por ello, nada impide -por el contrario, la Constitución obliga- a los tribunales y órganos
colegiados de la administración pública, a través del control difuso, anular un acto
administrativo inaplicando una norma legal a un caso concreto, por ser violatoria de los
derechos fundamentales del administrado, tal como lo dispone el artículo 10° de la Ley
del Procedimiento Administrativo General, que sanciona con nulidad el acto
administrativo que contravenga la Constitución, bien por el fondo, bien por la forma;
siempre, claro está, que dicha declaración de nulidad sea conforme a la Constitución y/o
a la interpretación del Tribunal Constitucional, de acuerdo con el artículo VI del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional.

Es así que el tribunal constitucional establece que el colegiado u órgano administrativo


es el que se debe encargar de un control difuso, ya que nada le impide que realice esta
función, por el contrario, es la constitución la que le obliga, a través de una interpretación
extensiva del artículo 138, del cual se interpreta que no solo es el poder judicial el
encargado del control difuso ya que este se expande hasta los tribunales administrativos.
Asimismo podemos encontrar en el TUO de la Ley N° 27444 el principio de legalidad, el
cual manifiesta que “Las autoridades administrativas deben actuar con respecto a la
constitución, la ley y al derecho dentro de las facultades que le estén atribuidas de acuerdo
con los fines para los que les fueron conferidos”. Del mismo modo su compatibilidad con
el orden objetivo de principios y valores constitucionales aplicando criterios de
razonabilidad, racionabilidad y proporcionalidad, es decir, lo que se busca es garantizar
los derechos e intereses de los administrados con sujeción al ordenamiento constitucional
y jurídico en general. Ya que al no aplicar la constitución antes que una norma
inconstitucional seria burlar el mandato constitucional.
En el segundo punto sobre el debido procedimiento administrativo y derecho de
impugnación de los actos de la administración. El recurrente sostiene que la exigencia del
pago previo de una tasa para recibir y dar trámite a su escrito de apelación contra un acto
administrativo, afecta su derecho a defensa, por tanto al debido procedimiento reconocido
por la constitución en el Art. 139,3.
La municipalidad dice que la norma no es inconstitucional ya que está contenida en el
TUPA. El tribunal por su parte nos dice que no comparte el argumento porque un acto
sustentado en una norma, no garantiza que sea constitucional. Y además esta resulta
inconstitucional porque invita a que los administrados no impugnen las resoluciones,
dando paso a la arbitrariedad de los actos de poder.
Es por ello que se hace necesario que se realice el control difuso por parte de la
administración ya que ayuda al control constitucional.
El Exp. N° 04293-2012-PA/TC se recurre al tribunal constitucional con el recurso de
agravio constitucional. Argumentando que en un caso igual al del Consorcio Requena,
viendo acerca de la copia del título para acreditar la profesión de la persona, se le dio la
razón y no a se la dio a este consorcio.
Este consorcio argumenta que se ha vulnerado el derecho a la igualdad contenida en el
art. 2, inciso 2 de la constitución. Ya que se le dio una solución distinta a la que se le
dieron a otra entidad en un caso pasado que es igual al suyo.
Arguyendo sobre el por qué anteriormente se aceptó el control difuso, nos dice que:
Todo tribunal u órgano colegiado de la administración pública tiene la facultad y el deber
de preferir la Constitución e inaplicar una disposición infraconstitucional que la vulnera
manifiestamente, bien por la forma, bien por el fondo, de conformidad con los artículos
38.°, 51.° y 138.° de la Constitución. Para ello, se deben observar los siguientes
presupuestos: (1) que dicho examen de constitucionalidad sea relevante para resolver la
controversia planteada dentro de un proceso administrativo; (2) que la ley cuestionada no
sea posible de ser interpretada de conformidad con la Constitución.

Sobre estos puntos argumenta el tribunal constitucional el porqué de su negativa a la


primera sentencia, así podemos encontrar en los fundamentos 32. a, b y c, nos dice que:
a. Ni en la praxis judicial o administrativa existían interpretaciones contradictorias
respecto al sentido de los artículos 38, 51 y 138 de la constitución, pues el contenido
de los mismos es meridianamente claro respecto de a quien le corresponde ejercer la
potestad de aplicar el control difuso.
b. Tampoco sirvió para aclarar alguna interpretación errónea de las normas que
conforman el bloque de constitucionalidad tanto más cuanto que en la misma
sentencia no hace referencia a una aplicación indebida de una norma perteneciente al
mismo.
c. No existía un vacío legislativo ni en la constitución ni en el código procesal
constitucional o en el texto único ordenado de la ley orgánica del poder judicial,
decreto supremo N° 017-93-JUS, que es el ámbito de acción natural para aplicar el
control difuso en un proceso jurisdiccional.

Entonces argumenta que la sentencia anterior no ayuda a solucionar ninguno de los


requisitos para los que es usado el control difuso.
Es así que en el fundamento N° 33, c. nos dice que:
Además, permitir que los tribunales administrativos u órganos colegiados realicen control
de difuso de constitucionalidad, afecta el sistema de control dual de jurisdicción
constitucional establecido en la Constitución y reservado para el Poder Judicial y/o el
Tribunal Constitucional, según corresponda, conforme a los artículos 138° y 201° de la
Constitución, respectivamente.
En ese sentido, incluso afecta al principio de división de poderes, dado que se permite
que un tribunal administrativo, que forma parte del Poder Ejecutivo, controle las normas
dictadas por el Poder Legislativo, lo que, conforme a la Constitución, solo puede ocurrir
en un proceso jurisdiccional y no en uno de naturaleza administrativa.
Conviene resaltar también que el artículo 118.8° de la Constitución establece que al
Presidente de la República le corresponde "ejercer la potestad de reglamentar las leyes
sin transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro de tales limites, dictar decretos y
resoluciones”. De modo que no solo se permitiría que el Poder Ejecutivo ejerza una
potestad reglamentaria, sino que también realice la labor de controlar la
constitucionalidad de una ley, cuando conforme a la Constitución, no le corresponde
cuestionarla, sino únicamente acatarla.

Entonces lo manifestado lo podemos entender en que es el órgano jurisdiccional el único


que es el encargado de administrar justicia, ya que le corresponde al poder judicial
administrarla y por tanto el control difuso; y es por el contrario que el órgano
administrativo pertenece al poder ejecutivo y al permitir que se aplique el control difuso
por parte de la administración, afecta la división de poderes ya que sería el ejecutivo el
encargado de ejercer la jurisdicción a través del control difuso.

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