directo con Él nos permite venir y confesarnos en su presencia.
No podemos
Tema del día: EL PERDÓN, LA LLAVE DE LA LIBERTAD
Texto: Mateo 6:14, 15
INTRODUCCIÓN
Recientemente en un estado norteamericano, una corte condeno a un hombre a la
pena de muerte. Una vez conocido el fallo y en una carrera contra reloj, familiares
y amigos comenzaron una campana publica para pedir la cancelación de la
ejecución. El acusado fue entrevistado por los medios de comunicación, declaró su
arrepentimiento por el mal cometido y pidió perdón públicamente a la familia de la
persona que él había asesinado. Las gestiones llegaron hasta las máximas
autoridades intervinieron también autoridades del gobierno del país de donde el
hombre era. La opinión pública estaba dividida, ¿merecía este hombre el perdón
;¿Era válido o podía cambiar algo su arrepentimiento y pedido público de perdón?
Finalmente, las autoridades rechazaron las solicitudes y el hombre fue ejecutado
como forma de pagar su delito.
¿Cuál es el valor del perdón?
1- EL PERDÓN DE DIOS
La Biblia nos enseña que todos hemos pecado y ello nos ha separado de Dios No
obstante Dios proveyó a través del sacrificio de Cristo en cruz, la forma para que el
ser humano se reencuentre con Dios. Esto es a través del perdón que cualquier
persona puede alcanzar de parte d Dios al creer en Jesucristo como Señor y Salvador.
Dios dice en las Escrituras “ Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí
mismo y no me acordaré de tus pecados . (Isaías 4a: ¿M
Cada vez que una persona viene arrepentida a Dios, Él ha prometido perdonarle.
Muchas personas piensan que Dios es un dios castiga 01 y que se goza en condenar
a la gente. Dios no es así, la Biblia dice que es misericordioso y “amplio en perdonar.
El salmista David luego de cometer pecado, vino arrepentido a buscar el perdón de
Dios. El Salmo 51 expresa parte de lo que era su dolor y su desesperación por
alcanzar la misericordia divina que le devolviera la paz espiritual. Cuando una
persona ha pecado no tiene paz interior. Mucha gente anda así toda una vida, lejos
de Dios y a veces sin saber siquiera que existe la posibilidad de reconciliarse con El
y alcanzar perdón.
Una vez libre de la culpa y disfrutando del perdón de Dios, el salmista detalla en el
Salmo 103 las características de Dios como Dios perdonador. “Misericordioso y
clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia.”
2- ¿CÓMO ALCANZAR EL PERDÓN DE DIOS?
Dios desea tener armonía y comunión con sus hijos. Él sabe que somos seres
humanos falibles y que vamos a necesitar de su perdón. La oración, el diálogo
confesarnos ante un sacerdote que es hombre igual que nosotros. La Biblia dice que
solo Dios puede perdonar pecados. Podemos confesar nuestros pecados a El.
Arrepentirse significa “cambio de actitud”. No significa llorar y lamentarse y
después volver a hacer lo mismo. Eso hacían los religiosos de la antigüedad. Cada
domingo mataban un animal y se lavaban las manos con su sangre como acto
simbólico de ser limpios del pecado, pero luego volvían a hacer lo mismo en un
círculo interminable de religiosidad. Dios envió a su Hijo para que al morir en la
cruz fuera el último y gran sacrificio por el perdón de pecados. A partir de ahí, un
hombre solo puede alcanzar perdón, arrepintiéndose, apartándose del pecado y cre-
yendo en Jesucristo como el Hijo de Dios (Juan 1: 12).
Cuando venimos a Él en arrepentimiento. Él nos perdona, y nos limpia, quita de
nosotros la carga y la culpa. Dios se agrada de darle a cada hombre que lo necesita
una nueva oportunidad.
3- ¿CÓMO PERDONA DIOS?
Los hombres decimos “yo perdono, pero no olvido”. Dios es diferente. Dios cuando
perdona olvida y dice la Biblia "que nunca más se acuerda de nuestros
pecados". (Hebreos 8: 12)
Cuando Él nos perdona, quita las acusaciones en nuestra contra y nos
invita a empezar de nuevo. Él no usa el pasado para condicionarnos o limitarnos. Él
borra el pasado y dice la Biblia “las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas
nuevas*’.
Dios no tiene interés en nuestro pasado. Él borra y olvida y de enfoca en lo que
puede llegar a hacer con nosotros, una vez que somos liberados de las ataduras del
pasado.
El perdón de Dios está al alcance de cualquier persona sincera que quiera
reconciliarse con Dios. Hasta el último minuto de su vida una persona tiene la
oportunidad de arrepentirse y recibir el perdón de Dios.
Así pasó con el malhechor de la cruz, que en el último momento recibió el perdón y
alcanzó misericordia.
Así puede pasar con usted si se acerca con un corazón humillado a buscar y recibir
misericordia y perdón de parte de Dios.
La Biblia dice: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y
cubierto su pecado..." (Salmo 32: 1)

Tema del Día: EL PERDÓN, LA LLAVE DE LA
LIBERTAD (2DA PARTE)
Texto: Colosenses 3:13
INTRODUCCIÓN
La Biblia nos relata la historia de dos hermanos, Jacob y Esaú. que estaban
distanciados, uno huyendo y el otro con mucho odio en el corazón. No
obstante, cuando finalmente se encontraron, en lugar de luchar e intentar
matarse, se perdonaron y confundidos en un abrazo anularon los
sentimientos negativos de odio y venganza.
En nuestros días muchas familias, iglesias y grupos, tienen en su seno
personas que necesitan dar y recibir perdón.
1- LA FALTA DE PERDÓN ENFERMA
Hay quienes por muchos años han albergado en su corazón sentimientos de
ira y rencor hacia otras personas.
A veces las personas cometen actos de injusticia, daño moral, injurias,
traición contra otras y ello causa dolor y tristeza.
Si la persona ofendida no puede resolver esta situación enseguida, los
sentimientos de ira y amargura comienzan a echar raíces. Al final, es mayor
el daño que esto causa en su interior que el daño exterior que la otra persona
le pudo haber ocasionado.
Muchas familias están divididas a causa de situaciones no resueltas que han
traído odio y resentimiento entre hermanos y entre padres e hijos. Las
personas esperan que el ofensor venga y pida perdón. Esto muchas veces no
sucede, entonces la persona ofendida comienza a cargar con el problema en
su corazón. Esperando por los demás a veces asumimos una pesada carga,
que podríamos echar a un lado cumpliendo con nuestra parte de perdonar al
que nos dañó.
El rencor nos va a enfermar por dentro a menos que estemos dispuestos a
perdonar.
2- QUÉ ES EL PERDÓN
Perdonar es un acto espiritual con repercusiones de alivio y libertad
emocional.
Alguien dijo que “perdonar no es olvidar, sino recordar lo que pasó sin sentir
dolor”.
Muchas veces la persona ofendida será quien debe tomar la iniciativa.
Muchos problemas se resuelven cuando las personas involucradas tienen la
posibilidad de hablar y dar a conocer sus sentimientos.
A veces las diferencias no son tan grandes, otras veces lo que las personas
quieren es expresar sus sentimientos y ser oídas.
Hay situaciones en que la otra persona no merece el perdón. Igualmente
debemos de perdonarle, porque quien se libera es uno mismo.
En otras ocasiones la persona que nos hirió no está cerca o tal vez no esté
viva. De todas maneras, al perdonarle en nuestro corazón, estamos
experimentando el mismo sentimiento y sanidad interior.
3- QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DEL PERDÓN
Dios nos manda perdonar. Él nos perdonó a nosotros cuando no merecíamos
el perdón.
Para Dios es tan importante el perdonar que dice, que uno no puede decir
que ama a Dios, si no ha perdonado a su hermano.
En Mateo 6: 14, 15 se nos enseña que, si no perdonamos a los que nos
ofenden, no recibiremos el perdón de Dios. Si por el contrario perdonamos
a los demás, Dios nos perdonará a nosotros. Lo que damos recibimos.
En cierta ocasión los discípulos le preguntaron a Jesús cuántas veces se debía
perdonar a una persona. La respuesta de Jesús fue toda una enseñanza: “hasta
setenta veces siete” (Mateo 18: 21- 35) Esto significa, perdonar siempre que
sea necesario perdonar.
Además, Jesús enfatiza que ese perdón tiene que ser “de todo corazón”, es
decir una actitud sincera y genuina, no para cumplir con un requisito
espiritual o religioso.
Es posible que en más de una ocasión vamos a necesitar la ayuda del Espíritu
Santo quitando de nosotros la duda y la desconfianza para poder perdonar
efectivamente.
También es necesario que nos perdonemos a nosotros mismos.
(Vea el Estudio acerca de La Culpa).
Cuando perdonamos, además de agradar a Dios recibimos sanidad interior,
se sanan las relaciones entre las personas y se sanan las familias. El espíritu
de reconciliación viene del corazón de Dios para traer paz interior al corazón
del hombre.