Professional Documents
Culture Documents
SISTEMA TERRAMESH
5.1 HISTORIA
La primera estructura documentada que presenta una combinación de gaviones y suelo armado
fue construida en Sabah, Malasia en 1979. Un revestimiento vertical de aviones fue anclado al
suelo por medio de tirantes de acero. La estructura, con una altura de 14 metros soportando un
tramo de la autopista que une Kota Kinabalu e Sinsuran. Debido al total suceso, esta solución fue
utilizada en los siguientes tres años en otras contenciones en esa misma autopista.
Buscando garantizar un refuerzo continuo sobre el plano horizontal, se considero oportuna la
utilización de redes de doble torsión fabricadas con alambres de acero sustituyendo los flejes. De
esta manera se crean armaduras longitudinales, continuas y se alcanza el desarrollo, no solo de la
fricción contra la sección del alambre, sino sobre todo de las propiedades mecánicas de trabazón
entre las partículas de material del suelo. Esto se debe ( fig 1) a la gran dimensión del hueco de la
malla en relación al diámetro del alambre, que se traduce en un aumento general de la resistencia
del refuerzo, lo que no ocurre con materiales que aportan resistencia solamente por fricción.
Fig. 1.
5.2 CONCEPTOS GENERALES.-
Las obras en tierra reforzadas realizadas con el sistema terramesh, son definidas como estructuras
aptas para la sustentación y estabilización de taludes. Son constituidas por terreno y por
elementos de refuerzo de forma y material adecuados, capaces de absorber esfuerzos de tracción.
Tales elementos son habitualmente dispuestos a lo largo de planos horizontales durante el relleno
y compactación del terraplén estructural y unidos entre si en el sentido vertical de modo de
formar un único bloque compacto de terreno y refuerzo.
De esta forma, el régimen de solicitaciones que se instaura en el macizo estructural, es tal que
activa la resistencia a la tracción de los refuerzos en virtud de la propia adherencia por fricción
con el terreno.
Los elementos terramesh pueden ser aplicados (fig. 2.) de modo de formar un paramento de obra
del tipo caja (terramesh) en caso de de que se quieran realizar revestimientos externos en piedras
por varias razones (drenaje, erosión, mayor rigidez del paramento en caso de paredes verticales o
casi verticales, etc.).
Fig. 2
Un correcto dimensionamiento de una estructura en tierra reforzada implica por tanto, que una
ves conocidos los parámetros geotécnicos del terreno y del terraplén estructural (ángulo de
fricción interna, cohesión, peso especifico) y las características mecánicas de los refuerzos (carga
de rotura, coeficiente de adherencia al terreno), se escoge una correcta longitud y distancia
vertical entre los refuerzos necesarios para garantizar la estabilidad.
SISTEMA TERRAMESH
Malla tipo 8 x 10
Alambre galvanizado y revestido en PVC
Alambre : ө int. 2,7 mm y ө ext. 3,7 mm
Largo Ancho Altura
B(m) L(m) H(m)
3 2 0.45
4 2 0.45
5 2 0.45
3 2 0.60
4 2 0.60
5 2 0.60
A- Elemento terramesh en malla hexagonal de doble torción tipo 8 x 10 fabricada con alambre
fuertemente galvanizados y revestidos con PVC, ө int. 2,7 mm y ө ext. 3,7 mm (patentado).
B- Bordes reforzados con enrollamiento mecánico de la malla alrededor de un alambre
fuertemente galvanizado y revestido por PVC, ө int. 3,4 mm y ө ext. 4,4 mm.
C- Diafragma en malla hexagonal de doble torsión tipo 8 x 10 fabricada con alambres
fuertemente galvanizados y revestidos con PVC, ө int. 2,7 mm y ө ext. 3,7 mm.
Resistencia, durabilidad y seguridad son los principales requisitos que los materiales empleados
para una estructura de suelo reforzado debe poseer. Tales materiales deben ofrecer garantías
especiales para:
Protección contra la corrosión debido a:
_Agresividad del suelo y/o del agua;
_ Fenómenos de corrientes galvanicas;
_ Agentes atmosféricos;
Seguridad contra daños provocados por:
_ Acciones mecánicas generadas por los esfuerzos de compactación del suelo;
_ Incendio;
_ Acciones de animales o vandalismo;
Capacidad de resistencia de las armaduras de refuerzo y del paramento externo.
El elemento confeccionado en fábrica debe ser abierto en una superficie plana conforme fig.1.
Los dobleces del panel frontal definen la forma rectangular de la cara externa de la estructura.
Fig.1
Apertura del elemento a lo largo de los dobleces y levantamiento del panel posterior.
Posicionamiento del diafragma, que esta suelto dentro del elemento. Y costura de todas las
aristas. Colocación del elemento Terramesh en su posición definitiva y unión a los electos
adyacentes.
Fig. 2
Luego se procede con el llenado de piedras según fig.3 cerrado y costura de las tapas.
Colocación del filtro geotextil y colocación de tierra compactada hasta altura del elemento en
camadas no superiores a 30cm.
Fig. 3.
Luego se procede al posicionamiento del elemento Terramesh sucesivo se costura este al
precedente.
Fig. 4.
El relleno estructural deberá ser constituido por suelo de buena calidad (granular y bien
seleccionado), con ángulo de fricción y permeabilidad elevados, y sobre todo que mantenga sus
características a lo largo del tiempo.
La ejecución y la compactación del relleno es efectuada empleando las técnicas, equipamiento y
mano de obra tradicionales de acuerdo con las especificaciones locales para construcción de
terraplenes.
En base a los resultados obtenidos en las pruebas ejecutivas en el transport & research Laboratory
(D.O.T.- UK) y en Chicago (EUA) por la FHWA (federal Highway y administración, 1989) se
identifico un campo de valores granulométricos mínimos y máximos aconsejables para el relleno
estructural.
Los valores de granulometría examinados van desde los materiales más finos, con granulometría
inferior o igual a 0,002 mm (porcentaje NO superior al 10%), a piedras de mayores dimensiones
(hasta 200 mm).
Los resultados obtenidos en las pruebas mostraron que una granulometría variable de 0,02 mm
hasta 6 mm (porcentaje que pasa = 100%) representa, en general, valores óptimos para el material
de relleno.
Son todavía admisibles granulometrías mayores (próximas a los 200 mm), en estos casos hace
oportuno introducir un factor adicional de seguridad para malla previendo y considerando
posibles daños en el revestimiento de PVC.
El empleo de materiales con elevado porcentual de piedras superiores a los 100 mm (10 a 15%
como máximo) es de culquier manera es desaconsejable, también por el hecho que necesitan
cuidados especiales que tornan a los servicios de compactación, muy trabajoso y costosos.
La utilización de materiales granulares seleccionados con las especificaciones mencionadas al
principio, garantizas las características de anclaje de la malla incluso en los casos de variación de
la humedad del suelo.
En esta hipótesis es posible, de una forma general, obtener después de la compactación, valores
de ángulo de fricción para el relleno estructural de por lo menos 36º. De cualquier manera son
admisibles materiales que no correspondan a la clasificación descrita anteriormente, pero que
garanticen las características de anclaje y durabilidad de los refuerzos.
Además de eso, es oportuno evaluar la posibilidad de utilizar, para el relleno, materiales del lugar,
eventualmente mezclándolos con otros de mejor cualidades (arenas, gravas, estabilizantes
químicos, etc.) siempre que este sea parcialmente idóneo.
El elemento determinante para la evaluación de la resistencia y del poder de anclajes de la malla
es el ángulo de fricción interna del suelo a ser utilizado en el relleno, el cual se aconseja que no
sean inferiores a los valores mínimos de 28 a 30º.
El material de relleno debe ser volcado y compactado en capas sucesivas con espesores no
superiores a 30 cm. La compactación del relleno junto al paramento deberá ser efectuada con
auxilio de compactadores manuales (placas vibratorias, etc.), el grado de compactación a alcanzar
deberá estar de acuerdo con las normas específicas para la obra.
Generalmente en la fase de diseño se asume una compactación tal, que determina una densidad
mínima para el relleno, próximo a los 1800 kg/m3. una compactación mayor es aconsejable
cuando son previstos asentamientos, a lo largo del tiempo, que pueden actuar sobre eventuales
estructuras construidas sobre el relleno.
Fig. 3 Diferentes etapas de construcción de relleno
Fig.4
a 2 n . tan
a = máximo esfuerzo de anclaje
Fig. 5
De la figura 6 se puede obtener el coeficiente de fricción entre la malla y el suelo (Cs) para un
refuerzo de malla metálica hexagonal de doble torción.
s /
Cs 0.91
n
Los análisis de los resultados confirman la hipótesis de traba de las partículas del suelo que están
entre los alambres de la malla, comprobándose por lo tanto un aumento de la resistencia.
La máxima resistencia que el refuerzo puede soportar vale:
pmáx carga de rotura de la malla+0,25 (σn – 20) (válido para σn >20 kPa)
Fig. 6
5.8 PRUEBAS EXPERIMENTALES -.
Para poder definir las características de resistencia al anclaje de la malla hexagonal de doble
torción en el suelo, y al mismo tiempo el comportamiento estructural de la obras en Terramesh,
fueron efectuadas varias series de pruebas, tanto en muestra de malla como sobre una obra de
dimensiones reales.
Las pruebas permitieron determinar los coeficientes de adherencia y rotura característicos de la
malla hexagonal de doble torción cuando la misma esta insertada en el suelo; además de verificar,
a través de análisis numéricos, la confiabilidad de la metodología de cálculo y dimensionamiento
propuesta.
Para el cálculo de una estructura Terramesh pueden ser propuestos distintos métodos mas o
menos conocidos en la literatura del género obteniéndose factores de seguridad con distintos
grados de aproximación.
Las pruebas demuestran que las tenciones de tracción en los refuerzos presentan un punto de
máxima, y que el lugar de las tensiones máximas entre refuerzo y suelo en el plano de la sección,
resulta aproximadamente una espiral logarítmica, con forma más redonda teniendo un arco de
circunferencia en el caso de paramentos inclinados (fig. 32 pag. 13).
El punto de partida de tales curvas junto al pie de la estructura es muy próximo al paramento
externo, esto se debe esencialmente a dos aspectos fundamentales que caracterizan los elementos
Terramesh.
a) Continuidad estructural entre el refuerzo y el paramento en gaviones, materializado por el
papel de refuerzo que atraviesa el terreno, el paramento de piedras, y envuelve
externamente a la fachada de la estructura con un único paño de malla.
b) La relativa homogeneidad entre los materiales que constituye el macizo
Terramesh y el paramento externo. De hecho el suelo compactado y las piedras utilizadas
para el relleno del paramento presentan características similares (peso propio, fricción
interna, etc.), por lo tanto se caracteriza por estado de deformación comparables entre si.
Como consecuencia la propagación de tenciones en los refuerzos continua existiendo
incluso cuando se pasa del terreno a las piedras que componen el paramento.
Los métodos de cálculo conocidos y presentados en la literatura pueden ser clasificados de la
siguiente manera:
A. Método de acuerdo con las teorías de obra de contención a gravedad (Coulmb, Rakine).
B. Métodos de equilibrio limite (Bishop, Jambu, Sarma, etc.)
C. Métodos mixtos equilibrio limite – plástico (ex. Working stress design, etc).
D. Método de los elementos finitos.
Con relación a los métodos del tipo A, muy conocidos y difundidos en literaturas técnicas en el
campo de las obras de contención, la experiencia sobre obras realizadas y las pruebas efectuadas
hasta hoy, demuestra que los resultados obtenidos, adaptado estas teorías a proyectos en suelo
reforzado, conduce a resultados (dimensionamientos) a favor de la seguridad y muy
conservadores.
Existen por lo tanto, algunos limites de validez de tales teorías debido a la
esquematización de los cálculos relativamente simples (terreno en una única camada, sin la
presencia del nivel freático, suelo no cohesivo, terreno a contener con superficie constante, etc.),
la estructura que deberá ser la más vertical posible (α < 5º-10º) de modo que se pueda movilizar
el empuje activo sobre el macizo estructural.
Por fin será necesario verificar, sobre todo en los casos de perfiles de terreno donde la estructura
este posicionada a media ladera, la estabilidad global del conjunto talud/estructura sobre la
posibilidad de deslizamientos más extensos y profundos, no estando este tipo de verificación
prevista en tales métodos.
Los métodos del tipo B, conocidos en la literatura técnica como método de equilibrio de fajas de
suelos (slices methods), puede conducir a factores de seguridad ligeramente conservadores si se
las compara con las reales características de los suelos, no obstante su ventaja con respecto a los
métodos del tipo A, están en el echo que simulan los posibles mecanismos de deslizamiento
(superficie circular, espiral logarítmica, atc.) de forma más realista y permiten la consideración de
situaciones de carga y geometría de terreno más complejas.
El limite de validez de tales teorías consiste en el hecho de que las superficies son examinadas
en la situación de eminente colapso que por hipótesis se asume que ocurre teóricamente en el
campo elástico; tal hipótesis en realidad no considera el fenómeno de plastificación del suelo y la
congruencia de las deformaciones en el terreno y refuerzo que continua verificándose en el
campo plástico hasta la rotura del refuerzo.
Con relación a los métodos propuestos del tipo C existen todavía muchas limitaciones en sus
hipótesis fundamentales (definición de la superficie de deslizamiento, características del suelo,
etc.). tales métodos presuponen que existe una zona crítica en el interior de la posible superficie
de rotura que se plastifica y por lo tanto solicita los refuerzos en virtud de su capacidad de
anclaje. En tal zona crítica viene impuesta la congruencia de las deformaciones en el suelo y
refuerzo. Los algoritmos de cálculo son, en general, relativamente simples por cuanto se basan
en principios ya conocidos del equilibrio límite. Queda todavía profundizar la validez de la
hipótesis de base sobre la compatibilidad tensiones – deformaciones en caso de suelo de diversas
características geomecánicas.
Los métodos propuestos del tipo D representan ciertamente, desde un punto de vista analítico la
solución más completa y probablemente simulan el comportamiento de la estructura de manera
más realista si se lo compara con los anteriores expuestos. El único limite esta en el hecho que es
necesario para la obtención de resultados aceptables y esperados, describir el problema a ser
analizado de la forma mas completa posible (datos sobre el suelo, su homogeneidad, eventuales
anisotropías, etc.).
La falta frecuente de datos precisos y completos, durante la fase de proyecto y la relativa
complejidad de los logaritmos de cálculo desarrollados por el método (generación de reticulado,
limites, etc.)Hacen que, por ahora, estos métodos sean aun poco difundidos y generalmente
empleados en análisis numéricos específicos (pruebas sobre modelos, etc.).
El método de cálculo propuesto en esta publicación para el dimensionamiento de una estructura
Terramesh, con relación a la clasificación anterior, hará referencia a los métodos de tipo A y B.
Sobre el método del tipo A que trataremos en el próximo capítulo, informamos que debe ser
considerado como indicativo, para un dimensionamiento preliminar de una estructura, teniendo
en cuenta sus límites de aplicación.
5.9.2 DIMENSIONAMIENTO PRELIMINAR DE UNA ESTRUCTURA
TERRAMESH COMO OBRA DE CONTENCIÓN.-
Considerando lo expuesto en los párrafos anteriores y los límites de validez del método
propuesto, el cálculo prevea dos tipos de análisis: Análisis de la estabilidad interna y análisis de la
estabilidad externa.
La estabilidad externa es verificada a través del análisis de los refuerzos externos (empuje del
suelo, sobrecargas, etc.) que actúan sobre el macizo reforzado.
Los cálculos prevean tres tipos de verificación:
_ Deslizamiento en el plano de la fundación.
_ Volcamiento del bloque reforzado.
_ Presiones sobre el suelo de fundación.
Se considera el empuje del suelo igual al empuje activo y se calcula de la manera usual:
1
a s . v 2 . a
2
Donde :
s = Peso especifico del suelo natural.
v = Altura virtual del muro (fig. 9)
sin 2
sin . sin
sin 2 . sin 1
sin . sin
Donde:
φ = ángulo de fricción interna del suelo natural.
ε = ángulo de inclinación de la superficie del terreno a contener (fig.9).
H
b
El empuje activo presentara una inclinación igual al ángulo ε con respecto a la horizontal.
La única acción actuante será aquella provocada por la componente horizontal del empuje activo
que vale:
a cos
Donde:
t = Peso del bloque reforzado;
sc = Peso debido ala sobrecarga;
Momento activo:
v v 3. s
a a . cos .
3 v 2. s
Momento resistente:
3. s
r t .bPt sc .bPsc o .bPo a .sen . B v . v . tan
3 v 2. s
Donde:
bPt , bPsc , bPo son los brazos de momento de los respectivos pesos.
B Mr Ma
e
2 V
Las presiones en la base son calculadas a través de la fórmula de Meyerhof (fig.9) en la hipótesis
de distribución uniforme de las tenciones verticales sobre la base activa B-2e.
V
v
B 2. e
v . tan
d 1,3
Mr
t 1,
Ma
adm
p 1,5a 2,
máx
Donde:
adm = presión admisible sobre el suelo de fundación.
s vn . a .
Donde:
a = coeficiente de empuje activo;
vn = presión normal que actúa en la cota del enésimo refuerzo;
∆.H = espaciamiento vertical entre mallas.
Con relación al valor de Ka*:
En el caso de paramentos verticales o muy próximos a la vertical (θ<84º) el valor de Ka* vale:
Donde:
ε = inclinación de la superficie del terreno contenido;
φ* = ángulo de fricción del suelo que componen el macizo Terramesh.
En el caso de paramentos inclinados (ө < 84º) o sea, escalonados, el valor de Ka* vale:
sin 2
a
sin . sin sin
2
Donde:
θ = ángulo que define la inclinación del paramento;
φ* = ángulo de fricción del suelo que compone el macizo Terramesh.
Una ves determinado el valor de Ts se podrá efectuar las siguientes verificaciones:
Resistencia de la malla a rotura:
CR
ROT
Ts
Donde:
CR representa la carga de rotura a tracción de la malla confinada en el suelo.
Capacidad de anclaje de las mallas:
Ca
ANC
Ts
Donde:
Ca = representa la carga límite de anclaje en la cota del enésimo refuerzo vale:
C a vn LR .0.91
m sin N , U cos W k yW Q X r X l 0 (1)
Xr + Xl = 0 (2)
Con base en el criterio de rotura es posible expresar la acción límite, TL en función de los
parámetros de resistencia:
m L / FS (4)
Sustituyendo las ecuaciones (2,3,4) en la ecuación (1) se obtiene:
C ,
N , tan / FS sin N , U cos W k yW Q 0
N , W k yW Q C , N , tan / FS sin 1 / cos sin tan / FS
(5)
M m M N M r M E M T / FS M N M r M E 0 (6)
Donde:
M m M T / FS Tl bT / FS C , N , tan bT / FS
M N N , U b N
M r Tr y , r =
M E W k yW x , w k xW y , w Qx , q
ME =contribución de las acciones externas (peso, efectos sísmicos, cargas distribuidas, etc.).
En los términos de la ecuación (6) con bT y bN son indicados los brazos de las fuerzas
tangenciales y normales y con x` e y` los brazos de las fuerzas que tienen líneas de acción
vertical y horizontal.
De la ecuación (6) es inmediata la determinación del factor de seguridad FS:
FS M T / M E M N M r (7)
Tr r Ar rr CLr (8)
r f r . , vr f r . , r .Z r (9)
Donde:
Ar = área de superficie de contacto entre terreno/refuerzo;
C = perímetro de contacto;
Lr = longitud del refuerzo que se encuentra más allá de la línea de deslizamiento (fig.10);
τr = resistencia unitaria al deslizamiento (arrancamiento);
σvr = tención vertical eficaz;
fr = coeficiente de resistencia a lo largo de la superficie de contacto;
γ`r = peso específico del terreno;
Zr = cota del refuerzo con respecto al plano de apoyo de la estructura;
La carga máxima que puede absorber la malla es asumida como: 4,7/1,24 = 3,8 t/m donde 4,7 t/m
es la carga máxima que puede ser absorbida por la malla en terreno compactado y 1,24 es un
factor parcial de seguridad que se introduce como un coeficiente adicional para tener en cuenta
eventuales daños al revestimiento de PVC en el caso que se utilicen materiales de elevada
granulometría (por encima de lo aconsejada) para la construcción del macizo Terramesh que, en
la peor situación se traduce después de años en perdida localizada de resistencia del refuerzo.
Entre las infinitas superficies que constituyen potenciales mecanismos de deslizamiento se debe
buscar aquella a la cual corresponda el factor de seguridad mínimo para verificarse que tal factor
no sea inferior al valor generalmente impuesto por las normas internacionales.