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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA EN ENERGÍA

ENERGIA EÓLICA
AUTORES:

 Custodio Tolentino Christian Rony


 Acosta Bustos Alejandro Miguel

ASESOR:

Artemio Yupanqui Acosta

Nuevo Chimbote, Perú

2016
PRESENTACIÓN

El siguiente informe fue hecho con la finalidad de dar a conocer al lector un

tema muy importante, de gran amplitud y mucha utilidad en el día a día.

Otra finalidad muy importante que deseamos lograr con el presente informe,

es que el lector pueda poner en práctica los datos que se darán a conocer

ahora, en el tema “LA ENERGIA EÓLICA”.


INDICE

CAPITULO I
1.-Introducción
2.- Origen de los vientos
3.- El viento y sus características
3.1.- Brisas marinas
3.2.- Vientos de montaña y valle
4.-Historia
CAPITULO II
5.- Aerogeneradores
5.1.- Torre
5.2.- Rotor
5.3.- Góndola
5.4.- Multiplicador
5.5.- Hidráulico
5.6.- Eje de alta velocidad
5.7.- Generador
5.8.- Mecanismo de orientación
5.9.- Controlador electrónico
5.10.- Unidad de refrigeración
5.11.- Anemómetro y la veleta
6.- El parque eólico
6.1.- Evaluación económica
6.2.- Composición y diseños del parque
6.3.- Terrenos
6.4.- Aerogeneradores
6.5.- Otras dependencias
7.- Generación eléctrica a escala

8.- Hidrógeno “verde”

9.- Aspectos ambientales


1. Introducción

La energía eólica hace referencia a aquellas tecnologías y aplicaciones en


que se aprovecha la energía cinética del viento, convirtiéndola a energía
eléctrica o mecánica. Se pueden distinguir dos tipos de aplicaciones: las
instalaciones para la producción de electricidad y las instalaciones de
bombeo de agua. Entre las instalaciones de producción de electricidad se
pueden distinguir instalaciones aisladas, no conectadas a la red eléctrica e
instalaciones conectadas, normalmente, denominadas parques eólicos. Las
instalaciones no conectadas a la red, normalmente cubren aplicaciones de
pequeña potencia, principalmente de electrificación rural. Las aplicaciones
conectadas a la red eléctrica, por otra parte, son las que permiten obtener un
aprovechamiento energético mayor, son además las que presentan las
mejores expectativas de crecimiento de mercado.

La palabra eólico deriva del griego EGLO, que era el Dios del viento en la
mitología griega, como lo eran la luna, el mar, el sol, etc.
Hoy en día todos entendemos a la energía eólica, es la producida por el
viento. El viento es una manifestación indirecta de la energía solar, ésta se
produce como resultado del diferente grado de calentamiento de la superficie
terrestre por los rayos solares y por el movimiento de rotación de la tierra
sobre si misma (fuerza de Corialis)
2. Origen de los vientos

El calentamiento dispar de la superficie terrestre por acción de la radiación


solar es el principal causante de los vientos. En las regiones ecuatoriales se
produce una mayor absorción de radiación solar que en las polares; el aire
caliente que se eleva en los trópicos es reemplazado por las masas de aire
fresco superficiales proveniente de los polos. El ciclo se cierra con el
desplazamiento, por la alta atmósfera, del aire caliente hacia los polos. Esta
circulación general, que sería la observada si la tierra no girase, se ve
profundamente alterada por el movimiento de rotación de la tierra generando
zonas de vientos dominantes que responden a patrones definidos (ver Figura
1). A lo largo de un año las variaciones estacionales de la radiación solar
incidente provocan variaciones en la intensidad y dirección de los vientos
dominantes en cada uno de los puntos de la corteza terrestre.

Además del movimiento general de la atmósfera, que define los vientos


dominantes en las grandes regiones de la tierra, al estar ésta más caliente,
existen fenómenos de características locales que originan estructuras
particulares de los vientos. Tal es el caso de las brisas de tierra y de mar,
motivadas por el calentamiento desigual de las masas de aire. Durante el día.

3. El viento y sus características

El viento se define mediante la dirección y la velocidad. La dirección del


viento se designa por el punto cardinal desde donde sopla: por ejemplo, se
llamará viento de dirección Oeste o viento del Oeste si proviene de este
punto. Esta dirección nos la da la veleta. La velocidad es la que da al viento
su energía. Se mide con anemómetros, siendo los más utilizados en
prácticamente todas las estaciones meteorológicas los anemómetros de
rotación de cazoletas.
Las condiciones de viento en un territorio vienen determinadas por tres tipos
de circulación de aire, según los efectos dominantes: circulación a escala
planetaria o macroescala, a escala local o mesoescala y a escala próxima al
emplazamiento o microescala. La circulación de las masas de aire
considerando el conjunto de la atmósfera de la Tierra se denomina
“circulación general de la atmósfera”.

Esta trabaja como una máquina térmica que tiende a igualar las temperaturas
de las distintas partes de la superficie terrestre. Tiene lugar
fundamentalmente en la troposfera, la zona inferior de la atmósfera, que
contiene los 4/5 de la masa de ésta y tiene un espesor de aproximadamente 7
km en los polos y 12 km en el ecuador. Las condiciones de la circulación
general de la atmósfera vienen alteradas por la distribución de continentes y
mares, existiendo unas desviaciones más acusadas en el hemisferio Norte,
donde existen mayores masas continentales que en el hemisferio Sur.

3.1.-Brisas marinas: se originan por las diferencias de temperatura


entre el mar y la tierra. Durante el día, la tierra se calienta más
rápidamente que el mar, originándose, a partir del mediodía
aproximadamente, una circulación de aire del mar hacia la tierra.
Durante la noche, la tierra se enfría más rápidamente que el mar
invirtiéndose la corriente. La fuerza del viento resultante depende de
la diferencia de temperatura entre ambos elementos, por lo que las
brisas se muestran con más claridad en verano.

3.2.-Vientos de montaña y valle: tienen el mismo origen que las


brisas, originándose la diferencia de temperatura entre las zonas altas
de los montes y los valles. Dependen de las distribuciones de
temperatura existentes y de la orografía de la zona.

Ambos fenómenos se desarrollan cuando los vientos dominantes


están muy atenuados. Por otra parte, la rugosidad del terreno tiende a
frenar el movimiento del aire de tal forma que la capa más cercana al
suelo está en completo reposo: es la capa límite atmosférica. La
velocidad varía gradualmente con la altura hasta un valor
característico de la velocidad del viento geostrófico, o sea, la del aire
sin perturbar (correspondiente al nivel de macroescala).

4. Historia
Las primeras máquinas eólicas de las que se tiene documentación datan del
siglo VI d.c.. Eran de eje vertical (Ver Figura 4) y se las utilizaba para moler
granos y bombear agua en la región de Sijistán, entre Irán y Afganistán.
Existen indicios, aunque con la altura no demostrada, de que el uso de estos
molinos, denominados panémonas, se remonta según distintos autores a
entre 200 y 500 años antes de nuestra era. Con posterioridad, y especialmente
en las islas griegas del Mediterráneo, se desarrollaron molinos de viento de
eje horizontal cuya principal característica fue la utilización de velas
triangulares a modo de palas. Aún hoy son utilizados en la isla griega de
Mikonos para moler granos.

Es de destacar que este tipo de diseño permite ajustar la superficie de


captación, según la velocidad del viento, arrollando las velas en sus
"mástiles".

Durante la Edad Media se construyeron muchos molinos llegando al extremo


de que los señores feudales se reservaban el derecho de autorizar su
construcción, como modo de obligar a sus súbditos a moler los granos en los
molinos de su propiedad.

Plantar árboles cerca de ellos estaba prohibido pues debía asegurarse la libre
incidencia del viento. En el siglo XIV los holandeses tomaron el liderazgo
en el mejoramiento de los molinos y comenzaron a utilizarlos
extensivamente para drenar las regiones pantanosas del delta del río Rin. A
fines del siglo XV se construyeron los primeros molinos de viento para la
elaboración de aceites, papel y procesar la madera en aserraderos. A
comienzos del siglo XVI se empezaron a utilizar para el drenaje de "polders",
empleándose máquinas de hasta 37 kW (50 HP) cada una.

Más adelante, luego de analizar las características particulares del recurso


eólico y de los equipos necesarios para su aprovechamiento, veremos con
mayor detalle el estado actual de la tecnología y su implementación.

5. El aerogenerador

5.1 Funcionamiento: El funcionamiento es el siguiente: el viento


incide sobre las palas del aerogenerador y lo hace girar, este
movimiento de rotación se transmite al generador a través de un
sistema multiplicador de velocidad. El generador producirá corriente
eléctrica que se deriva hasta las
líneas de transporte. Para asegurar en todo momento el suministro
eléctrico, es necesario disponer de acumuladores.

5.2 Partes: Los elementos de que consta una máquina eólica son los
siguientes:
 Soportes (torres o tirantes)
 Sistema de captación (rotor)
 Sistema de orientación
 Sistema de regulación (controlan la velocidad de rotación)
 Sistema de transmisión (ejes y multiplicador)
 Sistema de generación (generador)

5.2.1Torre:

Es el elemento de sujeción y el que sitúa el rotor y los mecanismos


que lo acompañan a la altura idónea. Está construida sobre una base
de hormigón armado (cimentación) y fijado a ésta con pernos. La
torre tiene forma tubular y debe ser suficientemente resistente para
aguantar todo el peso y los esfuerzos del viento, la nieve, etc. En su
base está generalmente el armario eléctrico, a través del cual se actúa
sobre los elementos de generación y que alberga todo el sistema de
cableado que proviene de la góndola, así como el transformador que
eleva la tensión. En el exterior tiene escalas para acceder a la parte
superior.

5.2.2 El rotor:

Es el elemento que capta la energía del viento y la transforma en


energía mecánica. A su vez, el rotor se compone de tres partes
fundamentales: las palas (que capturan la energía contenida en el
viento), el eje (que transmite el movimiento giratorio de las palas al
aerogenerador) y el buje (que fija las palas al eje de baja velocidad).
Las palas son los elementos más importantes, pues son las que reciben
la fuerza del viento y se mueven gracias a su diseño aerodinámico.
Están fabricadas con resina de poliéster y fibra de vidrio sobre una
estructura resistente, y su tamaño depende de la tecnología empleada
y de la velocidad del viento.

5.2.3 Góndola:

Es la estructura en la que se resguardan los elementos básicos de


transformación de la energía, es decir: multiplicador, eje del rotor,
generador y sistemas auxiliares.

5.2.4 Multiplicador:

Es un elemento conectado al rotor que multiplica la velocidad de


rotación del eje (unas 50 veces) para alcanzar el elevado número de
revoluciones que necesitan las dinamos y los alternadores.
Dentro de los multiplicadores se distinguen dos tipos: los de poleas
dentadas y los de engranaje.
 Multiplicadores de poleas dentadas. Se utilizan para rotores de baja
potencia
 Multiplicadores de engranaje. En este tipo de multiplicadores los
engranajes están protegidos en cajas blindadas para evitar su desajuste
y desengrasado aunque la mayoría de los aerogeneradores tienen
multiplicador, existen algunos rotores que no lo necesitan.

5.2.5 Hidráulico

Utilizado para restaurar los frenos aerodinámicos del aerogenerador.


5.2.6 Eje de alta velocidad

Gira aproximadamente a 1.500 revoluciones por minuto (r.p.m.), lo


que permite el funcionamiento del generador eléctrico. Está equipado
con un freno de disco mecánico de emergencia. El freno mecánico se
utiliza en caso de fallo del freno aerodinámico, o durante las labores
de mantenimiento de la turbina.

5.2.7 Generador

La función del generador es transformar la energía mecánica en


energía eléctrica. En función de la potencia del aerogenerador se
utilizan dinamos (son generadores de corriente continua y se usan en
aerogeneradores de pequeña potencia, que almacenan la energía
eléctrica en baterías) o alternadores (son generadores de corriente
alterna). La potencia máxima suele estar entre 500 y 4000 kilovatios
(kW).

5.2.8 Mecanismo de orientación

Activado por el controlador electrónico, que vigila la dirección del


viento utilizando la veleta. Normalmente, la turbina sólo se orientará
unos pocos grados cada vez, cuando el viento cambia de dirección.
5.2.9Controlador electrónico

Tiene un ordenador que continuamente monitoriza las condiciones del


aerogenerador y que controla el mecanismo de orientación. En caso de
cualquier disfunción (por ejemplo, un sobrecalentamiento en el
multiplicador o en el generador), automáticamente para el
aerogenerador.

5.2.10 Unidad de refrigeración

Contiene un ventilador eléctrico utilizado para enfriar el generador


eléctrico. Además contiene una unidad de refrigeración de aceite
empleada para enfriar el aceite del multiplicador. Algunas turbinas
tienen generadores enfriados por agua.

5.2.11 Anemómetro y la veleta

Se utilizan para medir la velocidad y la dirección del viento. Las


señales electrónicas del anemómetro son utilizadas por el controlador
electrónico del aerogenerador para conectar el aerogenerador cuando
el viento alcanza aproximadamente 5 m/s (18 km/h). El ordenador
parará el aerogenerador automáticamente si la velocidad del viento
excede de 25 m/s (90 km/h), con el fin de proteger a la turbina y sus
alrededores. Las señales de la veleta son utilizadas por el controlador
electrónico del aerogenerador para girar al aerogenerador en
contra del viento, utilizando el mecanismo de orientación.
6. El parque eólico

6.1 Evaluación económica:

Desde que un promotor se lanza a la construcción de un parque eólico


hasta que los aerogeneradores instalados empiezan a verter energía en
la red eléctrica suelen pasar más de cinco años.

En ese tiempo, habrá sido necesario realizar evaluaciones de viento,


analizar la viabilidad económica, redactar el proyecto y el estudio de
impacto ambiental, negociar el alquiler de los terrenos, resolver la
evacuación eléctrica, conseguir financiación, lograr todos los
permisos administrativos, abrir vías de acceso, cerrar los contratos de
compra-venta de la energía, trasladar las piezas, montar los
aerogeneradores, probar los equipos.

Se trata sin duda de un largo y arduo camino. Y, además, caro, pues


una instalación requiere una inversión de decenas o cientos de
millones de euros que ha de amortizarse a largo plazo.

Por ello, solo se emprenderá el proyecto si al principio del todo se


comprueba que es viable ambiental y económicamente.

Y esto depende, antes que nada, de los vientos que soplen en el lugar
seleccionado, de ahí la importancia de contar con evaluaciones
rigurosas. Un error del 10% en la estimación de la velocidad media
puede llegar a suponer desvíos del 30% en la producción de energía.

Existen simulaciones numéricas, basadas en modelos físico-


estadísticos, como las que proporciona el programa informático
WASP (Wind Atlas Analysis and Application Program) con las que se
pueden calcular distribuciones espaciales de la velocidad del viento y
la producción de energía esperada a largo plazo en un determinado
emplazamiento. Mediante la hábil combinación en el ordenador de la
descripción detallada del terreno y datos eólicos reales, adquiridos
durante períodos de tiempo significativo, validado por estaciones
meteorológicas de referencia cercanas, se obtiene el atlas eólico local.
Este atlas será el que se utilice, junto con las características de los
aerogeneradores seleccionados (curva de potencia y empuje) para
calcular la producción energética de cada lay-out (distribución de
aerogeneradores) propuesta.
De acuerdo con datos facilitados por los propietarios de los parques eólicos
a las comunidades autónomas, transmitidos y corroborados por la
experiencia de IDAE mediante la participación en numerosos proyectos, la
inversión total, llevada al “momento cero”, es decir, cuando inicia su
operación comercial, para un parque tipo en el año 2005 se establece en 940
€/MW (IVA no incluido).

Las características del parque tipo son:


• Potencia nominal: 25 MW
• Potencia unitaria máquina: 1.250 kW
• Diámetro rotor / Altura buje: 65 m/60 m
• Orografía y accesibilidad: Normal
• Línea de evacuación: 10 km/132 kV

El desglose porcentual del coste de la inversión es el siguiente:


• Aerogeneradores: 74%
• Equipamiento Eléctrico: 17%
• Obra Civil: 5%
• Varios: 4%

En la partida Equipamiento Eléctrico se incluyen los transformadores


de BT/MT que normalmente se encuentran instalados dentro del
aerogenerador. Igualmente, se ha considerado un capítulo que tiene en
cuenta la participación de la Propiedad del parque en la financiación
de la ejecución de nuevas líneas de distribución/transporte o en la
remodelación y repotenciación de las ya existentes, incluso alejadas
del parque eólico en cuestión, pero necesarias para permitir su
evacuación.
6.2 Composición y diseño del parque
El diseño de cada parque va a depender de las condiciones del viento,
de la tecnología empleada y del proyecto específico realizado por el
promotor, junto con las condiciones impuestas por los órganos
implicados en su aprobación, fundamentalmente de carácter ambiental
y urbanístico. No obstante, toda instalación de estas características
debe contar con los siguientes elementos:

6.3 Terrenos
Los terrenos sobre los que se asientan los parques eólicos suelen ser
propiedad de municipios o particulares a los que se alquila (el alquiler
en promedio ronda el 3,5% del valor de la energía producida, aunque
los límites oscilan mucho, entre el 1% y el 15% –en algunas zonas de
las Islas Canarias–, dependiendo fundamentalmente del potencial
eólico y de la voluntad negociadora de las partes). Este alquiler está
ayudando muy positivamente a promocionar la energía eólica en las
poblaciones rurales. Por otro lado, unas de las virtudes de esta fuente
de energía es que la instalación de los aerogeneradores no impide que
se siga aprovechando los terrenos para otros usos, como campos
agrícolas o pastos.

6.4 Aerogeneradores
Para sacar el máximo rendimiento a los recursos eólicos, los
aerogeneradores deben alinearse de forma perpendicular a la dirección
predominante de los vientos que proporcionen mayor generación
eléctrica. En cuanto a la separación entre máquinas, ésta dependerá del
diámetro de los rotores, la disponibilidad de terreno y la dirección de
los vientos dominantes. Generalmente se superan los 2,5 diámetros del
rotor para aerogeneradores situados en una misma hilera y los 7,5
diámetros para aerogeneradores de hileras paralelas. En la fase de
construcción debe tenerse en cuenta también el tamaño cada vez
mayor de las aeroturbinas y la necesidad de accesos amplios por los
Infraestructura de control
Aunque un parque eólico está hoy totalmente automatizado y no
requiere la intervención humana para funcionar, a partir de cierto
tamaño estas instalaciones cuentan con un centro de control que recibe
y analiza todos los datos de funcionamiento y ambientales registrados
por los aerogeneradores. De este modo, un operador puede seguir en
su pantalla de ordenador todos los pormenores del parque o detectar
cualquier incidencia, lo que resulta muy útil para optimizar su
operación. Los valores captados sirven también para generar bases de
datos históricas del funcionamiento del parque, que son fundamentales
para implementar y poner a punto el programa de mantenimiento
predictivo de la instalación.

6.5 Otras dependencias


La instalación suele contar además con algún almacén donde guardar
repuestos, consumibles y herramientas y donde acumular el aceite
usado de los aerogeneradores. Este es el residuo más importante
generado por una instalación, ya que cada 18 meses se debe renovar
el aceite de las máquinas.

7. Generación eléctrica a escala

Si bien los aerogeneradores se han vuelto cada vez más grandes, hay una
variante de máquinas que se han negado a crecer. Son las turbinas de una
potencia inferior a los 10 kW, una de las joyas de los defensores de la
generación eléctrica a escala “mini”. Aunque la producción de energía de
esta tecnología es limitada puede ser suficiente para cubrir pequeños
consumos, y tiene un buen número de ventajas con respecto a la gran eólica:
• Puede suministrar electricidad en lugares aislados y alejados de la red
eléctrica.
• Causa mucho menor impacto visual que las máquinas grandes.
• Genera la energía junto a los puntos de consumo, por lo que reduce las
pérdidas.
• Es accesible a muchos usuarios, sin apenas necesitar obra civil, y su
instalación es sencilla.
• Funciona con vientos moderados y no requiere estudios de viabilidad
complicados.

8. Hidrógeno “verde”

El hidrógeno, la sustancia más abundante en la naturaleza, que almacena la


mayor cantidad de energía por unidad de peso, puede ser el combustible que
destrone al petróleo, pero tiene un inconveniente: no se encuentra libre. Para
obtenerlo se requiere gran cantidad de energía. La energía eólica ya ha
demostrado que puede generar tanta electricidad como se quiera, y sin
contaminar, pero tiene también un inconveniente: como depende del viento
no siempre produce la energía cuando se necesita. Ahora bien, ¿por qué no
juntar estos dos elementos? Los expertos están de acuerdo en que la
combinación del hidrógeno con las energías renovables puede representar
Otros usos y aplicaciones 65
• la revolución energética del siglo XXI: el “hidrógeno verde”. En el
caso de la eólica, cuando haya viento se podría utilizar la electricidad
generada por los aerogeneradores para extraer hidrógeno del agua mediante
un proceso de electrólisis. Esto tendría una gran ventaja y es que se podría
almacenar para utilizarlo como combustible cuando no hubiese viento y los
aerogeneradores estuvieran parados. Además, la pila de combustible permite
utilizar el hidrógeno para transformarlo en electricidad y con ella mover un
coche o calentar e iluminar un hogar.

• Sin embargo, en todo este proceso se ocasionan muchas pérdidas: la


eficiencia termodinámica de la conversión de electricidad a hidrógeno
mediante un electrolizador supera levemente el 50%. Producir hidrógeno a
partir de agua (o de hidrocarburos) precisa de un aporte energético superior
a la energía que queda “almacenada” en el hidrógeno. Además, hay que
comprimirlo, almacenarlo, transportarlo y distribuirlo para volver a
utilizarlo, ya sea mediante “combustión limpia” o generación eléctrica con
una pila de combustible. En este último caso la eficiencia de conversión final
puede incrementarse notablemente (hasta conseguir un 85%) si la pila forma
parte de un sistema que combine eficazmente la producción conjunta de
electricidad y calor útil (cogeneración) e incluso refrigeración
(trigeneración).

• Vemos pues que el hidrógeno se comporta como un “vector”, NO ES


UNA FUENTE DE ENERGÍA sino un portador de la energía primaria
contenida en el viento, y no parece lógico pensar que, hoy por hoy, para su
obtención a gran escala se vaya a emplear la electricidad proveniente de la
red por su alto coste de oportunidad, más habiendo métodos como el
reformado del gas natural que cuesta menos de la mitad que el procedimiento
electrolítico, aunque emitiendo dióxido de carbono.
9. Aspectos ambientales

Como el resto de energías renovables, la eólica es una fuente de electricidad


“limpia”, inagotable y autóctona, lo cual representa importantes ventajas
ambientales y socioeconómicas. Esto no quita que, como cualquier otro
sistema de generación eléctrica, esta fuente de energía tenga impactos
negativos sobre el medio ambiente. No obstante, hoy en día el balance resulta
mucho más que positivo en comparación con las energías tradicionales que
emplean combustibles fósiles o radiactivos. Proporcionalmente, y según un
11
estudio español basado en un sistema de “ecopuntos” en el que se valoraban
los efectos ambientales sobre los medios atmosférico, hídrico y terrestre
asociados a la generación de un kWh desde el principio hasta el final del
proceso que lleva a su obtención, producir un kilovatio-hora con
aerogeneradores tiene un impacto ambiental:
• 4 veces menor que con gas natural
• 10 veces menor que con plantas nucleares
• 20 veces menor que con carbón o petróleo

Un parque eólico de 25 MW (potencia media de los instalados durante el año


2004 en España) que funcione 2.400 horas equivalentes evitará al año la
emisión a la atmósfera de 57.600 toneladas de CO2, 495 toneladas de SO2,
135 toneladas de NOx y 99 toneladas de otras partículas, que sí habrían sido
lanzadas a la atmósfera en el caso de que esa misma energía generada lo
hubiese sido mediante la combustión de carbón en una planta termoeléctrica
convencional. No obstante, esta no es la única ventaja ambiental de la energía
eólica. Este sistema de generación solo requiere de un recurso gratuito e
inagotable como es el viento, por lo que nunca tendrá nada que ver con
impactantes explotaciones mineras, enfermedades profesionales,
Sostenibilidad y medio ambiente 73 complicados y delicados procesos de
transformación, mareas negras, construcción de gasoductos, problemas de
transporte, accidentes radiactivos o almacenamientos subterráneos donde
guardar peligrosos isótopos durante miles de años.

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