La autora plantea la diferencia entre la opinión y el pensamiento.
Dice que un foro en Internet
es un espacio de opinión y no un espacio de pensamiento. La opinión expresa algo acerca de algo. La pregunta que se hace es cómo hacer para q el foro no se reproduzca como espacio de opinión y se constituya como espacio de pensamiento. Aquí pensamiento y opinión son opuestos por el modo en que funcionan. La opinión no tiene ninguna regulación, es una descarga. En torno al saber pasa algo distinto. Lo que se dice en un contexto instituido de saber está sometido a las reglas del principio de autoridad que legitima, selecciona, jerarquiza, excluye y otorga coherencia y consistencia. Hay dos aspectos de la conexión virtual que producen un efecto bastante nefasto: la sensación de vacío y dispersión. La necesidad de tomar nota o imprimir textos pueden ser pensados como persistencia de viejas prácticas tradicionales pero también como operaciones que intentan producir cohesión frente al vacío que produce la conexión virtual, aquí llamada información. El problema del saber es su excesiva solidez y plenitud, su excesiva consistencia. Al parecer, el aprendizaje virtual no puede escapar a esa condición evanescente de la información, frente a la cual los usuarios tendrán que diseñar políticas de usuario, implementar recursos. La acumulación o el archivo trabajan para la institución del saber y la cohesión es necesaria para transformar la información den algo significante. Otra cuestión que plantea es el modelo de autoridad. Dice que éste ya no sirve para pensar qué tipo de sostén requieren los vínculos de aprendizaje en la fluidez (información). Algunos, agrega sugieren pensar la nueva autoridad bajo el régimen de la confianza. La autoridad instituida, estatal, emanaba de un lugar, el docente, mientras la confianza se genera en el sostén que ofrecen los proyectos, en la consistencia de las propuestas. La confianza es una regulación contractual entre dos. Y es aleatoria. En tiempos institucionales, la autoridad se instituye y permanece. En tiempos post-institucionales, en tiempos de destitución del saber, la confianza deviene un atributo esencial de los vínculos en los que se produce algo del orden de un proyecto, de un pensamiento, de una experiencia. La confianza no funciona sobre un terreno de jerarquías previamente establecidas sino de diferencias construidas en torno aún proyecto compartido.