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Luis Miguel Renjifo,

VOL. II Ángela María Amaya-Villarreal,


CON APOYO DE: Jaime Burbano-Girón
y Jorge Velásquez-Tibatá

SOBRE EL LIBRO
Este libro es el segundo de dos volúmenes,
resultado de una investigación iniciada en el
año 2008. En el primer volumen se presenta-
ron los resultados de los análisis de riesgo de
extinción de las especies de aves de los bosques LA SERIE DE LIBROS ROJOS DE ESPECIES AMENAZADAS
húmedos de los Andes y de la costa pacífica. DE COLOMBIA HA SIDO LIDERADA POR LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES:
En este volumen se presentan los resultados LOS AUTORES
de las especies de ecosistemas abiertos, secos,
insulares, acuáticos continentales, marinos,
tierras altas del Darién, Sierra Nevada de Santa
Luis Miguel Renjifo,
Marta y bosques húmedos del centro, norte y
oriente del país. Esta obra se basa, en gran me-
Ángela María Amaya-Villarreal,
dida, en ciencia ciudadana. Los análisis de ries- Jaime Burbano-Girón
go de extinción se apoyan en las síntesis de y Jorge Velásquez-Tibatá
VOL. II ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
información escritas por numerosos autores
(104 para este volumen, 155 en total para los ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS,
volúmenes I y II) y en modelos originales de TIERRAS ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA
distribución y pérdida e idoneidad de hábitat DE SANTA MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL
procesados con base en información aportada CENTRO, NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
por 6 instituciones y 141 colaboradores (para
los volúmenes I y II). Los modelos y las esti-
maciones de tamaños poblacionales y de las
tasas de cambio fueron hechos por el grupo de
autores principales de la obra y las evaluacio-
nes de riesgo de extinción estuvieron a cargo
del primer autor. Esta obra está acompañada
de ilustraciones originales del artista Robin H.
Schiele y de fotografías tomadas por 20 cola-
boradores.
LIBRO ROJO
DE AVES
DE COLOMBIA
VOLUMEN II.
ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS, TIERRAS
ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA DE SANTA
MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL CENTRO,
NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
Luis Miguel Renjifo,
Ángela María Amaya-Villarreal,
Jaime Burbano-Girón y Jorge Velásquez-Tibatá

LIBRO ROJO
DE AVES
DE COLOMBIA
VOLUMEN II.
ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS, TIERRAS
ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA DE SANTA
MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL CENTRO,
NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
reservados todos los derechos Primera edición: 2016
© Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, D. C.
© Instituto de Investigación de Recursos isbn: 978-958-716-980-5

Biológicos Alexander von Humboldt Impreso y hecho en Colombia


© Luis Miguel Renjifo, Ángela María Printed and made in Colombia
Amaya-Villarreal, Jaime Burbano-
coordinadora editorial:
Girón, Jorge Velásquez-Tibatá
Pamela Montealegre Londoño
Editorial Pontificia Universidad Javeriana
corrección de estilo:
Carrera 7 No. 37-25, oficina 1301
Edificio Lutaima Óscar Campo Becerra
Teléfono: 3208320 ext. 4752 diseño de páginas interiores:
www.javeriana.edu.co/editorial Claudia Patricia Rodríguez Ávila
Bogotá, D. C.
diseño de cubierta:
Editorial Instituto Alexander Claudia Patricia Rodríguez Ávila
von Humboldt
diagramación:
Calle 28A No. 15-09
Claudia Patricia Rodríguez Ávila
Teléfono: 3202767
www.humboldt.org.co impresión:

Bogotá, D. C. Javegraf

Renjifo Martínez, Luis Miguel, autor


Libro rojo de aves de Colombia / Luis Miguel Renjifo [y otros tres]. -- Primera edición. -- Bogotá
: Editorial Pontificia Universidad Javeriana : Instituto Humboldt, 2016.

1 volumen. (564 páginas) : ilustraciones, fotos a color y mapas ; 25 cm


Incluye referencias bibliográficas
ISBN : 978-958-716-980-5 (v.2)

Contenido : Volumen 2. Ecosistemas abiertos, secos, insulares, acuáticos continentales, marinos,


tierras altas del Darién y Sierra Nevada de Santa Marta y bosques húmedos del centro, norte y oriente del
país

1. AVES - DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA - COLOMBIA. 2. ORNITOLOGÍA. 3. ESPECIES


EN PELIGRO - COLOMBIA. 4. PROTECCIÓN DE LAS AVES. 5. CONSERVACIÓN DEL MEDIO
AMBIENTE. 6. ECOLOGÍA ANIMAL. I. Amaya-Villarreal, Ángela María, Autora. II. Burbano-Girón,
Jaime Iván, autor. III. Velásquez Tibatá, Jorge, autor. IV. Pontificia Universidad Javeriana.

CDD 598.2 edición 19


Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J.

inp 15/11/2016

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana
y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

Esta obra debe ser citada de la siguiente manera:


a) si cita toda la obra, los métodos, la síntesis de resultados o el nivel de riesgo de alguna especie:
Renjifo, L. M., Amaya-Villarreal, A. M., Burbano-Girón, J., y Velásquez-Tibatá, J., 2016. Libro rojo de aves de Colombia,
Volumen II: Ecosistemas abiertos, secos, insulares, acuáticos continentales, marinos, tierras altas del Darién y Sierra Nevada
de Santa Marta y bosques húmedos del centro, norte y oriente del país. Editorial Pontificia Universidad Javeriana e Instituto
Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia.
b) si cita la síntesis de información de una especie pero no hace referencia al grado de amenaza de la especie cite los autores de la
ficha. Ejemplo:
Ayerbe-Quiñones, F., Pulgarín-Restrepo, P., y Estela, F. A., 2016. Podiceps occipitalis, en: Renjifo, L. M., Amaya-Villarreal A. M.,
Burbano-Girón, J. y Velásquez-Tibatá, J., 2016. Libro rojo de aves de Colombia, Volumen II: Ecosistemas abiertos, secos,
insulares, acuáticos continentales, marinos, tierras altas del Darién y Sierra Nevada de Santa Marta y bosques húmedos del centro,
norte y oriente del país. Editorial Pontificia Universidad Javeriana e Instituto Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia.
Pontificia Universidad Javeriana. Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento
de personería jurídica: Resolución 73 del 12 de diciembre de 1933 del Ministerio de Gobierno.
CONTENIDO

Agradecimientos 11
Prólogo 17
Presentación 19
Acrónimos y siglas 21
Introducción 23
Métodos 27
Síntesis de resultados 45
Guía de lectura 50

especies extintas
Podiceps andinus 55

especies amenazadas
Chauna chavaria 59
Oressochen jubatus 64
Sarkidiornis melanotos 71
Anas georgica 76
Anas cyanoptera 81
Netta erythrophthalma 86
Oxyura jamaicensis 90
Crax alberti 97
Crax daubentoni 104
Crax globulosa 109
Odontophorus dialeucos 115
Podiceps occipitalis 119
Phoenicopterus ruber 124
Sula granti 133
Sula leucogaster 139
Egretta rufescens 145
Vultur gryphus 151
Circus cinereus 159
Rallus semiplumbeus 164
Porphyriops melanops 170
Creagrus furcatus 178
Leptotila jamaicensis 184
Zentrygon goldmani 188
Heliangelus zusii 192
Anthocephala floriceps 196
Anthocephala berlepschi 200
Oxypogon stubelii 205
Oxypogon cyanolaemus 211
Eriocnemis godini 216
Campylopterus phainopeplus 219
Amazilia castaneiventris 223
Goethalsia bella 228
Lepidopyga lilliae 232
Capito hypoleucus 237
Veniliornis callonotus 241
Bolborhynchus ferrugineifrons 245
Pyrrhura viridicata 252
Ara militaris 257
Clytoctantes alixii 261
Xenornis setifrons 265
Grallaria bangsi 269
Scytalopus sanctaemartae 274
Scytalopus panamensis 278
Scytalopus perijanus 282
Clibanornis rufipectus 287
Margarornis bellulus 291
Asthenes perijana 295
Polystictus pectoralis 300
Pseudocolopteryx acutipennis 306
Phylloscartes lanyoni 311
Muscisaxicola maculirostris 315
Myiotheretes pernix 320
Vireo caribaeus 325
Vireo crassirostris 330
Eremophila alpestris 335
Troglodytes monticola 341
Cistothorus apolinari 345
Thryophilus sernai 353
Thryophilus nicefori 358
Myadestes coloratus 363
Tangara fucosa 367
Chlorospingus inornatus 371
Ammodramus savannarum 375
Arremon schlegeli 380
Cardinalis phoeniceus 384
Myiothlypis basilica 388
Myiothlypis conspicillata 392
Basileuterus ignotus 397
Icterus icterus 401
Icterus leucopteryx 406
Molothrus armenti 411
Spinus cucullatus 417

especies casi amenazadas


Anas bahamensis 423
Morphnus guianensis 427
Harpia harpyja 430
Patagioenas leucocephala 433
Metallura iracunda 436
Pyrilia pyrilia 439
Synallaxis fuscorufa 442
Aphanotriccus audax 445
Chlorospingus tacarcunae 448
Arremonops tocuyensis 451

especies con datos insuficientes


Coturnicops notatus 457
Mustelirallus colombianus 459
Gallinago imperialis 461
Cypseloides lemosi 463
Tachornis furcata 466
Falco deiroleucus 469
Synallaxis cherriei 471

Apéndices 475
Bibliografía 493
Perfiles profesionales de los autores 547
Aportes de los autores a esta obra 549
Índice de nombres científicos por especie (vols. I y II) 551
Índice de nombres comunes en español 557
Índice de nombres comunes en inglés 561

AGRADECIMIENTOS

E stamos agradecidos con todas las personas


e instituciones que hicieron posible este
libro. Desde el 2008 hasta el 2016 la Pontificia
silvestres amenazadas. Estamos particularmente
agradecidos con Diego Fernando Higuera, Clau-
dia Rodríguez, Xiomara Sanclemente y Sandra
Universidad Javeriana apoyó institucional y eco- Aristizábal. Del I. Humboldt agradecemos muy
nómicamente la investigación conducente a la pu- especialmente el acompañamiento y paciencia de
blicación de Libro rojo de aves de Colombia, volu- María Piedad Baptiste durante toda la investiga-
men I y volumen II (Renjifo et ál. 2014; Renjifo ción y proceso editorial, así como el apoyo de las
et ál. 2016). Igualmente fue importante el apoyo directoras Eugenia Ponce de León y Brigitte L.
financiero del Instituto de Investigación de Re- G. Baptiste. También agradecemos la colabora-
cursos Biológicos Alexander von Humboldt (I. ción de Carlos Lasso, los investigadores Hernan-
Humboldt) en las primeras fases de investigación do García y Ana María Franco, Johanna Galvis, y
(2009-2011) del proyecto y su posterior apoyo Ricardo Carrillo de la oficina de planeación.
en la publicación de la obra mediante un conve- Queremos expresar nuestra gratitud al con-
nio de coedición. El Ministerio de Ambiente y junto de directivos, académicos y administrativos
Desarrollo Sostenible (MADS) también nos apoyó de la Pontificia Universidad Javeriana cuyo apoyo
al inicio del proyecto. Queremos hacer una men- al proyecto del Libro rojo fue de vital importan-
ción especial a María del Pilar Pardo, en aquel cia para emprender y concluir esta obra. En es-
entonces a cargo de la Dirección de Ecosistemas pecial, queremos reconocer al padre Vicente Du-
del MADS, quien le dio vida al proyecto con su rán, ex-vicerrector académico, y Consuelo Uribe,
respaldo inicial y aprobación de recursos para la ex-vicerrectora de investigación; Jaime Cataño y
primera fase. Este apoyo fue crucial no solo en Santiago Pinilla Valdivieso, directores jurídicos,
relación con lo económico, sino también por el Jaime fue nuestra luz en momentos de oscuridad;
soporte que el Ministerio prestó a lo largo de a los decanos de la Facultad de Estudios Am-
todo el proceso como la entidad coordinadora bientales y Rurales, María Adelaida Farah y Luis
del comité nacional de categorización de especies Alberto Villa, y a nuestros colegas en diferentes

11
libro rojo de aves de colombia

dependencias de la universidad. En la Facultad de Agradecemos la opinión experta de Gustavo Galin-


Estudios Ambientales y Rurales queremos agrade- do (IDEAM) para orientar nuestros análisis en este
cer a Andrés Etter, Juan Ricardo Gómez, Fabiola tipo de ecosistemas. Por otro lado, Stuart Butchart
Mendoza, Esperanza Rueda, Janeth Torres, Clara y Christian Devenish de BirdLife International nos
Inés Monroy, Gabrielle Rubiano, Carlos Alber- enviaron información sobre tiempos generaciona-
to Villamizar y Armando Sarmiento. Armando les de las especies de aves que fueron evaluadas.
nos sugirió con agudeza cómo aprovechar infor- José Vicente Rodríguez, de Conservación
mación de diferente calidad y gran complejidad. Internacional (CI), puso a nuestra disposición la
En la Dirección Jurídica agradecemos a: Andrés base de datos del proyecto BIOMAP. Ana María
Atahualpa Pérez, Laura Buendía Grigoriu, Gloria Franco compartió con nosotros una versión de los
Calvajica, Angélica García Peña, Andrea Hernán- registros utilizados en el desarrollo del Libro rojo
dez Guayacán, Wilson Ríos y Daissy Rodríguez. del año 2002. Ana María Castaño, de la Sociedad
En la Editorial Pontificia Universidad Javeriana Antioqueña de Ornitología (SAO), y en representa-
agradecemos a Nicolás Morales Thomas por su ción de la Red Nacional de Observadores de Aves
apoyo al proyecto editorial desde la primera con- de Colombia (RNOA), compartió con nosotros la
versación que tuvimos. Agradecemos el trabajo y información de Dataves. La RNOA fue el canal más
entusiasmo de Pamela Montealegre, Jhon Mesa y importante de comunicación que tuvimos con la
Karen Sánchez González con quienes fue todo un comunidad de observadores de aves y fue una he-
gusto trabajar y aprender. rramienta fundamental para que el nivel de partici-
A nuestros colegas y amigos que nos acom- pación hubiera sido tan alto, de manera que agrade-
pañaron en el equipo núcleo del Libro rojo, volu- cemos el apoyo de esta Red. También agradecemos
men I, y no pudieron acompañar la investigación a Christian Devenish (BirdLife International) por
para el volumen II, les agradecemos su contribu- su aporte de información sobre Áreas Importantes
ción para sacar adelante la iniciativa de este Libro para la Conservación de las Aves (AICAS).
rojo en su primera fase. Ellos son Juan David Ama- La retroalimentación recibida de parte de
ya, María Fernanda Gómez y Gustavo H. Kattan. Stuart Butchart y Joe Taylor (BirdLife Interna-
Un gran grupo de personas y entidades con- tional), Rebecca Miller y Arturo Mora (UICN) y
tribuyeron significativamente en el desarrollo de Graeme Buchanan (Royal Society for the Protec-
esta obra al permitirnos el acceso a información tion of Birds, RSPB) fueron muy valiosas para la
que está bajo su custodia. Ricardo José Lozano, correcta aplicación del sistema de evaluación de
Ernesto Rangel Mantilla y Gonzalo Hurtado, del riesgo desarrollado por la Unión Internacional
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por
Ambientales de Colombia (IDEAM), muy generosa- su parte, Resit Akçakaya, profesor del Departa-
mente nos permitieron utilizar información de la mento de Ecología y Evolución de la Universidad
red de estaciones meteorológicas del país, la cual Estatal de Nueva York en Stony Brook, sugirió
fue la base para generar las capas de información utilizar los índices de idoneidad para estimar el
climática utilizadas para hacer los modelos de nicho área de ocupación de las especies.
de distribución de las especies. Del mismo modo, También agradecemos a Juan Sebastián Lo-
el IDEAM nos dio acceso a los mapas de coberturas zano, quien durante la primera fase del proyecto
boscosas para diferentes años, así como a la Capa hizo una revisión de literatura y de métodos de
Nacional de Cobertura de la Tierra (metodología modelamiento de distribución y nicho de especies,
CORINE Land Cover). La estimación del cambio de aporte crucial durante la primera fase del proyecto.
la cobertura en regiones con bosques deciduos y Esta obra no hubiera sido posible sin la par-
semideciduos representa un gran reto cuando las ticipación de un gran número de personas, en-
imágenes provienen de diferentes épocas del año. tre el cual se encuentran quienes escribieron las

12
agradecimientos

síntesis de información (fichas) de las especies Richard Johnston-González, Carlos Esteban Lara,
(104 colaboradores para este segundo volumen, Jairo Lasso-Zapata, Oscar Laverde, Alexander
155 en total para los volúmenes I y II), quienes C. Lees, Arne Lesterhuis, Juan Pablo López-O.,
compartieron con nosotros los registros (141 co- Mateo López-Victoria, Sergio Losada-Prado,
laboradores para los volúmenes I y II) para el de- María Lozano-Jaramillo, Diana Carolina Macana,
sarrollo de los modelos de nicho de las especies, y Thomas McNish Merril (Q.E.P.D), Isabel Melo
quienes nos enviaron las fotografías de las especies Vásquez, Carolina Montealegre-Talero, Andrea
(97 colaboradores para los volúmenes I y II). Morales Rozo, María Isabel Moreno, Noemí
Expresamos nuestra gratitud a quienes Moreno Salazar, Miguel Moreno-Palacios, Joaquín
recopilaron la información y escribieron las Moya, Claudia Múnera, Cristóbal Navarro, Ángela
fichas de síntesis de información de las especies Patricia Navas-Berdugo, Margarita Nieto Restrepo,
evaluadas, su trabajo comprometido y riguroso Natalia Ocampo-Peñuela, José Manuel Ochoa-
constituyó uno de los pilares de información Quintero, Christian Olaciregui, Hugo Oliveros-
sobre los cuales se apoya esta obra, ellos son: Salas, Rubén Darío Pacheco, Jorge Enrique Parra,
Orlando Acevedo-Ch., Marta Sofía Agudelo, Juan L. Parra, Gerson Peñuela, Jorge Posada-
Gustavo Alarcón Nieto, Silvia Álvarez, Juan García, Paulo C. Pulgarín R., Sebastián Restrepo
Fernando Alzate, Juan David Amaya-Espinel, Calle, Johana Reyes, Alejandro Rico-Guevara,
David J. Anderson, Sandra Arango Caro, David Héctor Fabio Rivera, Diego Rodríguez-Gacha,
Arenas, Diana Arzuza Buelvas, Fernando Ayerbe- Néstor Roncancio, Loreta Rosselli, Carlos José
Quiñones, Jorge Enrique Avendaño, Marcela Ruiz-Guerra, Juan Miguel Ruiz-Ovalle, Fausto
Beltrán, Henry David Benítez-Castañeda, Johana Sáenz Jiménez, Diego Soler-Tovar, Adriana Sua
Andrea Borras, Jorge Eduardo Botero, Esteban Becerra, Jaime Andrés Suárez, Nubia Suárez,
Botero-Delgadillo, Carlos Daniel Cadena, Juan Lázaro Toro, Ana María Umaña-Villaveces,
Giannina Cadena, Ángela Patricia Caguazango, Luis Eduardo Urueña, Gabriel Utria, Sandra V.
Sergio Chaparro Herrera, Pedro Arturo Camargo Valderrama, Yurgen Vega, Daira Ximena Villagrán,
Martínez, Giovanni Cárdenas, Laura Cárdenas, Johana Edith Zuluaga-Bonilla y Santiago Zuluaga.
Ghislaine Cárdenas-Posada, Angélica Carvajal- La mayoría de estas personas aparecen en
Rueda, Katherine Certuche, Giovanni Alberto este libro como autores de las fichas. Sin em-
Cháves Portilla, Yanira Cifuentes-Sarmiento, bargo, algunos de ellos escribieron la síntesis de
Robert Clay, Sergio Córdoba-Córdoba, Oswaldo información de especies que no resultaron estar
Cortés-Herrera, Andrés M. Cuervo, Juan Carlos amenazadas después de hacer el análisis de riesgo
De las Casas, Alexandra Delgadillo, Christian y que por lo tanto no están incluidas en este libro.
Devenish, María Ángela Echeverry-Galvis, Néstor Las personas que contribuyeron con dichas sínte-
Raúl Espejo-Delgado, Rocío Espinosa, Felipe A. sis de información y las especies sobre las cuales
Estela, Juan Freile, Eduardo Gallo-Cajiao, María escribieron se encuentran en la Tabla 1.
Fernanda Gómez, Camila Gómez-Montes, Natalia
Gutiérrez-Pinto, Alejandro Hernández-Jaramillo,

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libro rojo de aves de colombia

Tabla 1. Especies evaluadas y categorizadas en preocupación menor (LC) y especies que no fueron evaluadas (NE) con los
correspondientes autores de fichas. Los símbolos junto a algunas de las especies indican: *** Tiene menos de 2 % de su po-
blación mundial en el país, +++ No está confirmada su presencia en el país, ** Es de amplia distribución o común, °°° No es
residente ni estacional ni permanente en Colombia, (LC) Especie categorizada en Preocupación Menor.

Familia Especie Autores de ficha


Johana Edith Zuluaga-Bonilla y Henry David Benítez-Casta-
Anatidae Anas andium (LC)
ñeda

Sulidae Sula sula*** Felipe A. Estela y Juan David Amaya-Espinel

Ardeidae Agamia agami (LC) Carlos José Ruiz-Guerra y Felipe A. Estela

Ardeidae Zebrilus undulatus (LC) Yanira Cifuentes-Sarmiento


Carlos José Ruiz-Guerra, Juan David Amaya-Espinel y Felipe
Rallidae Aramides wolfi (LC)
A. Estela

Rallidae Laterallus jamaicensis+++ Juan David Amaya-Espinel y Felipe A. Estela

Richard Johnston-González, Johana Edith Zuluaga-Bonilla y


Scolopacidae Tryngites subruficollis°°°
Fernando Ayerbe-Quiñones
Laridae Gelochelidon nilotica*** Carlos Ruiz-Guerra y Felipe A. Estela
Trochilidae Ramphomicron dorsale (LC) Oswaldo Cortés-Herrera
Galbulidae Brachygalba salmoni (LC) Ángela María Amaya-Villarreal

Picidae Melanerpes pulcher (LC) Johana Andrea Borras y Luis Eduardo Urueña

Thamnophilidae Thamnophilus melanonotus (LC) Oswaldo Cortés-Herrera, Silvia Álvarez


Thamnophilidae Myrmeciza palliata (LC) Andrés M. Cuervo y Margarita Nieto

Thraupidae Sporophila funerea** Adriana Sua Becerra y Sergio Chaparro Herrera

Thraupidae Sporophila maximiliani** Ángela María Amaya Villarreal

Cardinalidae Habia gutturalis (LC) Sergio Córdoba-Córdoba y Paulo C. Pulgarín-R

En los últimos años, se ha avanzado conside- especies del presente volumen: Juan David Ama-
rablemente en el conocimiento de la distribución ya-Espinel, Diana Esther Arzuza, Jorge Eduardo
de las especies de aves en Colombia. Sin embar- Botero, Giannina Cadena, Felipe A. Estela, Jairo
go, una muy buena parte de la información sobre Lasso Zapata, Mateo López Victoria, Christian
la avifauna colombiana se encuentra dispersa en Olaciregui, Daira Ximena Villagrán. Por su parte,
libros, artículos científicos, informes y literatura Carlos José Ruiz-Guerra y Yanira Cifuentes nos
gris, observaciones personales no publicadas, así enviaron registros de algunas especies acuáticas de
como en colecciones públicas y privadas. Estos la base de datos del Censo Nacional de Aves y el
registros, junto con las capas de información cli- Censo Neotropical de Aves Acuáticas en Colom-
mática, fueron la base con la cual se desarrollaron bia: 2002-2011, publicados en la Red Nacional de
los modelos de distribución de las especies en los Observadores de Aves (RNOA), SiB Colombia, Ca-
cuales se apoya esta obra. En el volumen I agrade- lidris - Invemar y observaciones personales.
cimos a las 133 personas que nos enviaron regis- Carol Andrea Franco, Jorge Velásquez Ti-
tros del conjunto de especies de los volúmenes I y batá, Jaime Burbano Girón, Ana María Umaña,
II; en esta ocasión queremos agradecer a las perso- María Fernanda Gómez y Ángela María Amaya-
nas que nos enviaron registros adicionales para las Villarreal, se encargaron de la curaduría exhausti-

14
agradecimientos

va de estos registros biológicos y de la verificación (Q.E.P.D), Miguel Moreno-Palacios, Noemí


y ajuste de su georreferenciación. Moreno, Wilmar A. Múnera-P., Walberto Na-
Con el fin de obtener nueva información ranjo Maury, Judy Andrea Pacheco, Jorge Parra,
sobre especies potencialmente amenazadas y muy Mikko Pyhälä, Debby Reynolds, Pablo Rodríguez
poco conocidas en el territorio colombiano, se lle- A., Fausto Sáenz, Andy Swash, Gill Swash, Juan
vó a cabo una expedición a la Serranía del Darién Lázaro Toro Murillo y Johana Zuluaga-Bonilla.
en agosto del 2010. En la expedición y en los pre- Para este segundo volumen, en el año 2014
parativos de la misma hicieron parte Jorge Enrique se llevaron a cabo dos talleres (uno en Bogotá y
Avendaño, Sergio Ocampo, Luis Miguel Renjifo, otro en Cali) con apoyo del I. Humboldt y Ca-
Augusto Repizzo, Juan Miguel Ruiz y Andrés lidris, en los cuales se reunieron expertos en aves
Upegui. En la preparación de la expedición se con- acuáticas para compartir y discutir información
tó con la valiosa colaboración de María Fernanda útil para las categorizaciones. Estos talleres fueron
Gómez. La familia Toro muy gentilmente sirvió organizados por Daniel López, Jorge Velásquez-
como anfitriona a los expedicionarios. Además, Tibatá, César Gutiérrez, María Cecilia Londoño
Oswaldo Cortés hizo una serie de salidas de campo y Carolina Ortiz. Al de Bogotá asistieron Johana
a varias localidades en el occidente de Cundina- Zuluaga-Bonilla, Loreta Rosselli, Oswaldo Cortés
marca con el objetivo de obtener nuevos registros
Herrera, Sergio Córdoba-Córdoba, Pedro Artu-
para algunas de las especies evaluadas.
ro Camargo, Néstor Raúl Espejo-Delgado, Jorge
Este libro se encuentra bellamente ilustrado
Avendaño, Sergio Losada, Daniel Bernal, Diana
con pinturas originales del artista Robin Schiele y
Balcázar, Juan Pablo López, Jorge E. Botero, Ya-
con fotografías de distintos fotógrafos. Hicimos
nira Cifuentes, Clara Isabel Bohórquez, Nick Bayly
una convocatoria para recibir fotografías de las es-
y Sebastián Restrepo. En el taller de Cali nos acom-
pecies del libro y recibimos cientos de imágenes.
pañaron Fernando Ayerbe, Vladimir Rojas, Carlos
Los nombres de los fotógrafos aparecen reconoci-
Ruiz, Diana Eusse, Yanira Cifuentes, Jhon Jairo
dos en cada una de las fotos utilizadas pero el nú-
Calderón Leyton, Gustavo Kattan, Carlos Valde-
mero de contribuyentes fue mayor. Agradecemos
rrama y Giovanni Cárdenas.
a las 97 personas que nos enviaron amablemente
Agradecemos también a los dos revisores
sus contribuciones fotográficas para los volúme-
nes I y II de esta obra. Además de las 56 personas anónimos que evaluaron el documento de este
que nos enviaron fotografías en la fase del volu- volumen II, para la convocatoria interna de la Vi-
men I, a quienes agradecimos allí, en este segun- cerrectoría de Investigación de la Pontificia Uni-
do volumen, queremos agradecer a las personas versidad Javeriana en el año 2014. Su lectura y
adicionales que nos enviaron fotografías: Bjor An- aportes contribuyeron a mejorar los textos. Paulo
derson, Jenny Alexandra Angarita Báez, Juan José C. Pulgarín-R gentilmente revisó el manuscrito
Arango, Magaly E. Ardila Reyes, Hernán Arias, del libro para cazar gazapos.
Carl Axel Bauer, Alejandro Bayer, Jurgen Bec- Los autores de este libro agradecemos a
kers, Daniel Bernal, Craig Brooks, Pedro Arturo nuestras familias y seres queridos su comprensión
Camargo, Giovanni Cárdenas, Laura Cárdenas, por todo el tiempo que no estuvimos con ellos
David Caro, Oscar Castellanos Sánchez, Kathe- por estar trabajando en nuestro Libro rojo y por
rine Certuche, Giovanni Alberto Chaves Portilla, su apoyo a lo largo del proceso.
Enrique Couve, Gregory Dean, Felipe A. Este- Los autores agradecemos a todas estas per-
la, Andrea Fonseca, Tom Friedel, Kurt Hennige, sonas e instituciones, y ofrecemos nuestras discul-
Lasse Laine, Juan Pablo López-O., Juan Car- pas a aquellos que se sientan injustamente omiti-
los Marín Marmolejo, Thomas McNish Merril dos de esta sección del libro.

15
PRÓLOGO

L a sola mención de ecosistemas abiertos y se-


cos, tierras altas del Darién, Sierra Nevada
de Santa Marta y territorios insulares, a diferencia
contrario, facilita la interferencia humana con la
desecación y los incendios forestales.
Es difícil escribir estas líneas sin hacer re-
de las regiones andinas tratadas, entre otras, en el ferencia a una catástrofe que desde el principio
primer volumen de la presente edición del Libro del año en curso (2016) ha estremecido las con-
rojo de aves, evoca visiones de áreas extensas, ale- ciencias conservacionistas. En una de las áreas
jadas de los centros de población y libres, por lo más pobladas de todo el país, la Laguna de Son-
tanto, de las presiones inducidas en nombre del so, declarada Reserva Natural, reconocida como
desarrollo. AICA (Área Importante para la Conservación de
Pero al dar una mirada a los mapas de las las Aves) y en trance de convertirse en hume-
distribuciones remanentes de las especies emerge dal RAMSAR, fue invadida supuestamente por un
un patrón general de áreas originalmente extensas empresario cañicultor quien, con ayuda de ma-
y hoy reducidas a girones fraccionados, a veces quinaria pesada y sin que mediara acción alguna
a meras hilachas, que evidencian situaciones de por parte de la corporación regional a cargo, en
conservación en extremo precarias. Indefectible- unos cuantos días drenó, rellenó, taponó, desvió,
mente estos mapas representan gráficamente las en fin, hizo todo lo necesario para destruir, entre
restricciones de los hábitats causadas por distintos otros, el humedal más importante en el alto valle
tipos de interferencia humana, desde reducción de del Cauca. Y lo logró. La explotación minera y
los bosques para expansión de la frontera agrícola sus efectos en diversas regiones han tenido una
hasta desecación de humedales en beneficio de la atención por parte del Estado igualmente tímida
ganadería y la agroindustria. En muchas especies y tardía. Innecesario decirlo, en ningún caso se ha
se añade una inclemente persecución directa. Por evaluado el impacto de los atropellos, ni se sabe si
supuesto, el cambio climático global, del cual el será posible reparar el daño causado.
actual fenómeno de El Niño es apenas una expre- Es hora de revaluar concepciones generali-
sión pasajera, no ayuda para nada sino que, por el zadas y ya bien arraigadas en el sentimiento de

17
libro rojo de aves de colombia

orgullo patrio, tales como “Colombia el país más interferencias, vigilar estrechamente a los actores,
rico en aves” y “Colombia potencia hídrica”. La monitorear las poblaciones de aves afectadas y,
riqueza interpretada como mera abundancia con- donde y cuandoquiera que sea necesario, cues-
duce en ambos casos, más que al legítimo orgullo tionar y plantear frentes críticos a unas entidades
y al esmero en la protección, al despilfarro y even- oficiales cada vez más alejadas de la tierra cuyo
tualmente a la destrucción y al empobrecimiento, cuidado les fue encomendado.
si no se soporta con una clara conciencia de su El Libro rojo de aves seguirá siendo la he-
fragilidad ante los atropellos ambientales. rramienta fundamental en esta monumental tarea.
La conservación de la avifauna y sus hábitats
en todo el país requiere ya mismo de organiza-
ciones ornitológicas y conservacionistas en gene- Humberto Álvarez-López
ral, fortalecidas para detectar oportunamente las Abril, 2016

18
presentación

E n las publicaciones de un profesor se refle-


jan no solo la materia en que se ha especia-
lizado, sus intereses y aficiones, sino también los
tos minerales, abundan las aves, habitantes del pla-
neta que sobresalen entre los seres vivos por sus
alas y la capacidad de alzar vuelo para desplazarse
talentos que lo acompañan en su quehacer acadé- de un lugar a otro, así como por sus trinos, gorjeos
mico: la curiosidad, la constancia, la paciencia, la y tantas modalidades de canto que alegran y em-
disciplina, todos ellos indispensables para alcanzar bellecen los campos y también el entorno urbano.
las metas que se ha propuesto en sus estudios e Catorce años después de la publicación del
investigaciones. En esta nueva obra dirigida por el Libro rojo de aves de Colombia (Renjifo et ál. 2002),
biólogo Luis Miguel Renjifo Martínez, profesor sale a la luz este segundo volumen sobre especies
titular de nuestra universidad, quien fuera Decano que están en riesgo de extinción en nuestro país,
Académico de la Facultad de Estudios Ambienta- un esfuerzo que ha convocado a centenares de
les y Rurales, y hoy Vicerrector de Investigación, personas, profesores, estudiantes e investigadores,
encontramos las huellas de un trabajo desarrolla- biólogos y profesionales de otras áreas, observado-
do con esmero, en el cual el conjunto de autores res de aves, fotógrafos expertos y algunos aficiona-
pone en evidencia su pasión por la naturaleza y dos. Gracias a su activa y emotiva participación, se
la preocupación por su conocimiento y cuidado. lograron los registros y observaciones de campo,
Nuestro país es reconocido mundialmente las fotos y las notas con datos sobre las especies.
por su diversidad y la exuberancia de sus paisajes, Esta alta participación es, en sí misma, un apor-
de su flora y de su fauna. Los Andes, que sirven te muy significativo a la investigación científica en
de espina dorsal al territorio colombiano, fijan lin- Colombia. En efecto, la “ciencia ciudadana” puede
deros a las regiones que tienen costa sobre el mar producir resultados sólidos a partir de información
Caribe y el océano Pacífico, a los Llanos Orientales generada colectivamente: así lo testimonia el se-
y la selva amazónica, lo mismo que a las extensas gundo volumen del Libro rojo de aves de Colombia.
cuencas del río Magdalena y el río Cauca. En este Por otra parte, se debe destacar la impor-
rincón del mundo, riquísimo en agua y yacimien- tancia de esta obra para las acciones que se hacen

19
libro rojo de aves de colombia

necesarias con el fin de conservar la biodiversidad de conservación dirigidos a especies focales han
de la avifauna del país. Los resultados de este tra- beneficiado a sus poblaciones. Aunque la tenden-
bajo ofrecen una herramienta indispensable para cia general es desalentadora, estos casos positivos
avanzar en la legislación sobre la biodiversidad, tienen un gran valor al ser un reconocimiento de
las vedas, restricciones y prohibiciones relaciona- la posibilidad de reversar el camino hacia la extin-
das con el uso de las especies. Debemos recordar ción, en algunas ocasiones gracias a la efectividad
que los principales factores que ponen en riesgo de medidas de conservación.
a las aves son la pérdida, transformación y degra-
Al celebrar la publicación de este magnífico
dación de hábitats, así como la cacería para trá-
trabajo y felicitar al profesor Renjifo Martínez y a
fico ilegal de especies. En este contexto, el libro
todo el equipo que participó en su elaboración,
permite al lector conocer el conjunto de factores
unimos nuestra voz a la de todos aquellos que de
que amenazan la avifauna, relacionados directa-
mente con las actividades humanas intensificadas tantas maneras se esfuerzan por llamar la atención
que generan cambios en el uso del suelo, la defo- sobre el cuidado que requiere esta “casa común”,
restación para dar paso a cultivos y ganadería, la tal como lo ha hecho el papa Francisco en su
contaminación y la cacería. No obstante, también encíclica Laudato si’. Se trata de un patrimonio
permite conocer algunos casos en los que el cam- invaluable que debemos preservar y disfrutar, te-
bio de porcentaje de hábitat es positivo, y otros niendo siempre presente que constituye el mejor
en los que se pone de manifiesto que los planes legado para las futuras generaciones.

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S. J.


Rector
Pontificia Universidad Javeriana

20
Acrónimos y siglas

American Ornithologists’ Union AOU


Área Importante para la Conservación de las Aves AICA
Asociación Bogotana de Ornitología ABO
Asociación para el Estudio y la Conservación de
las Aves Acuáticas en Colombia CALIDRIS
Centro Nacional de Investigación del Café CENICAFÉ
Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres CITES
Corporación Autónoma Regional de Boyacá CORPOBOYACÁ
Corporación Autónoma Regional de La Guajira CORPOGUAJIRA
Corporación Autónoma Regional del Centro
de Antioquia CORANTIOQUIA
Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca CVC
Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago
de San Andrés, Providencia y Santa Catalina CORALINA
Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur
de la Amazonia CORPOAMAZONIA
Distrito de Manejo Integrado DMI
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB
Encuentro Nacional de Ornitología ENO
Fundación Ornitológica Sierra Nevada FOSIN

21
libro rojo de aves de colombia

Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales


de Colombia IDEAM
Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras
“José Benito Vives de Andreis” INVEMAR
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt IAvH
Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables
y del Ambiente INDERENA
International Union for Conservation of Nature
and Nature Resource IUCN
Neotropical Ornithology discussion List NEOORN-L
Organización Marítima Internacional OMI
Parque Nacional PN
Parque Nacional Natural PNN
Red Nacional de Observadores de Aves de Colombia RNOA
Reserva Natural de la Sociedad Civil RNSC
Santuario de Fauna y Flora SFF
Sierra Nevada de Santa Marta SNSM
Sociedad Antioqueña de Ornitología SAO
South American Classification Committee SACC
The Wildlife Conservation Society WCS
Unidad Administrativa Especial de Parques
Nacionales Naturales UAESPNN
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN
Vía Parque VP

22
INTRODUCCIÓN

E l incremento en el uso de los recursos del


planeta por parte de la humanidad se ha
convertido en una fuerza de importancia global,
cios ecosistémicos tales como la polinización y la
dispersión de semillas, roles con los que contri-
buyen a la regeneración de los bosques. Las aves
lo cual ha ocasionado la pérdida de la biodiver- también controlan poblaciones de invertebrados
sidad mediante la transformación o pérdida de y microvertebrados, que son plagas en sistemas
hábitats y la sobreexplotación de especies (Pimm productivos, y controlan malezas en sistemas agrí-
2000; Foley 2005). La extinción de especies, uni- colas (Sekercioglu 2006; Whelan et ál. 2015). La
da a los cambios en el uso del suelo, socava la ornitología económica moderna se encuentra en
capacidad de los ecosistemas en el mantenimiento una etapa inicial de desarrollo, por lo cual la valo-
de funciones tan importantes como el sosteni- ración de las funciones ecológicas y servicios eco-
miento de la producción de alimentos, la provi- sistémicos requiere de un análisis más profundo
sión de agua de buena calidad y de recursos fo- (Whelan et ál. 2015). No obstante, se ha medido
restales y, además, amenaza de manera directa la cómo la observación de aves contribuye a la eco-
salud humana (Foley 2005; Dirzo et ál. 2014). La nomía de algunas regiones y países de manera muy
pérdida de la fauna tiene consecuencias evolutivas cuantiosa (Carver 2013; UNEP 2012). Colombia
y lleva a perturbaciones que se propagan a través alberga la avifauna más diversa del mundo, por lo
de los ecosistemas con efectos negativos sobre cual la actividad de observación de aves tiene un
procesos como el ciclado de nutrientes, la erosión interesante potencial económico con beneficios
y los regímenes hídricos (Estes et ál. 2013; Dirzo a comunidades rurales e indígenas con escasas
2014; Ripple et ál. 2014). oportunidades de desarrollo local sostenible. Esta
El mantenimiento de los servicios ecosis- actividad ya genera una contribución de ingresos
témicos favorece el desarrollo económico de las y oportunidades de desarrollo personal antes au-
sociedades humanas y contribuye a disminuir la sentes en localidades tan dispares como Pueblo
pobreza global (Turner et ál. 2007). La pérdida Rico (Risaralda), Camarones (Guajira), Los Beso-
de especies de aves lleva al detrimento de servi- tes (Cesar) o Mitú (Vaupés).

23
libro rojo de aves de colombia

La evaluación del riesgo de extinción es a escala local, como las Áreas Clave para la Bio-
fundamental para la planeación y el ejercicio de diversidad, las AICAS y sitios RAMSAR (Eken et ál.
la conservación de especies. Estas evaluaciones 2004). En el caso colombiano, la designación de
de riesgo se documentan en listas rojas o libros las AICAS se desarrolló a partir de criterios naciona-
rojos (Rodrigues et ál. 2006). La utilidad de los les, a partir del Libro rojo de aves de Colombia del
libros rojos se fundamenta en que, además de de- año 2002 (Franco et ál. 2009). En algunos casos
terminar cuáles especies están en riesgo, proveen la evaluación de riesgo de extinción ha llevado a
la gran riqueza de información en la que se basan la toma de medidas de conservación concretas por
las evaluaciones, información esencial para saber parte de autoridades ambientales regionales. Por
dónde están operando los factores de amenaza ejemplo, en el proceso de evaluación de riesgo de
y cómo combatirlos: requerimientos ecológicos, extinción de las aves de Colombia del año 2002
distribución geográfica, tamaño y tendencias po- (que tuvo como resultado el Libro rojo, Renjifo et
blacionales, amenazas y acciones de conservación ál. 2002) se determinó que el Arrierito Antioque-
(Rodrigues et ál. 2006, Vié et ál. 2008). Por tal ño (Lipaugus weberi), endémico de los bosques
razón, estos libros son utilizados como soporte del norte de la cordillera Central, se encontraba
de una variedad de acciones relacionadas con la en peligro crítico de extinción y se recomendó la
conservación de las especies amenazadas. Por protección de su hábitat. Esto llevó, poco tiem-
ejemplo, se tienen en cuenta para desarrollar y po después de la publicación del libro, al estable-
priorizar planes de conservación (Baillie et ál. cimiento de La Reserva Forestal Protectora La
2004; Farrier et ál. 2007; Vié et ál. 2008), para la Forzosa por parte de Corantioquia, con la mo-
declaración de áreas protegidas (Rodrigues et ál. tivación explícita de proteger esta y otras especies
2006), para la formulación de políticas (Baillie amenazadas en Anorí, Antioquia.
et ál. 2004; Vié et ál. 2008), para la asignación de La información de los libros rojos es utili-
recursos económicos para la conservación (Rodri- zada también para orientar la legislación nacional
gues et ál. 2006), e incentivan actividades de edu- o internacional sobre especies amenazadas, por
cación y concientización sobre la vulnerabilidad ejemplo, para informar en acuerdos multilaterales
de la naturaleza (Baillie et ál. 2004). Estos libros como la Convención sobre el Comercio Interna-
también incrementan la motivación de los inves- cional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
tigadores para mejorar el conocimiento de las es- Silvestres, CITES, la Convención de especies Mi-
pecies amenazadas. No obstante, es importante gratorias, la convención RAMSAR y la Convención
reconocer que el valor intrínseco y las utilidades sobre Diversidad Biológica, CBD (Baillie et  ál.
prácticas de las listas rojas, no son el único crite- 2004; Vié et ál. 2008). Las listas subregionales
rio para determinar las prioridades en acciones de algunas veces tienen datos de mayor calidad que
conservación, pues para maximizar la efectividad los de las listas globales y son muy importantes
de estas es necesario tener en cuenta factores fi- para las políticas regionales y nacionales (Rodrí-
nancieros, culturales, logísticos, biológicos, éticos guez et ál. 2000). En Colombia, los libros rojos
y sociales (Miller et ál. 2006). son una herramienta para facilitar el cumplimien-
La información sobre distribución y requeri- to de las funciones de control de las autoridades
mientos ecológicos puede ser usada para detectar administrativas, policivas y judiciales (MMA 2002).
vacíos en la cobertura de especies amenazadas por Así, el Ministerio de Medio Ambiente, mediante
áreas protegidas y, por lo tanto, para determinar la resolución 584 de 2002, declaró oficialmente
prioridades espaciales en aras de conservar la bio- las especies de los “Libros rojos de especies ame-
diversidad (Rodrigues et ál. 2004; Hoffman et ál. nazadas de Colombia” como especies amenaza-
2008). Por ejemplo, es utilizada como apoyo en das en el territorio nacional (MMA 2002). Hoy,
la identificación de prioridades de conservación la resolución 192 de 2014 del Ministerio de Am-

24
introducción

biente y Desarrollo Sostenible es el acto admi- describió cómo fue el proceso de investigación y
nistrativo vigente que establece el listado de las colaboración conducente a la publicación de ese
especies silvestres amenazadas que se encuentran volumen caracterizado en cinco fases que condu-
en Colombia (MADS 2014). La designación oficial jeron a la publicación del volumen I. Este volu-
de las especies incluidas en el Libro rojo de aves de men II culmina una investigación que comenzó
Colombia como especies amenazadas constituye en el año 2008. Aquí analizamos el riesgo de ex-
una herramienta concreta para orientar la actua- tinción de las especies de todas las regiones y eco-
ción de las autoridades ambientales. sistemas no cubiertos en el volumen I (ecosistemas
Es necesario hacer evaluaciones periódicas
abiertos, secos, insulares, acuáticos continentales
para monitorear el progreso o retroceso en el es-
y marinos, tierras altas del Darién y Sierra Neva-
tado de conservación de las especies y, por tan-
da de Santa Marta y bosques húmedos de tierras
to, de las políticas de conservación (Farrier et ál.
bajas del centro, norte y oriente del país). Para
2007; Butchart 2008; Amaya-Espinel et ál. 2011).
mayor detalle sobre este punto, véase la sección
El  presente libro es el segundo de una obra de
dos volúmenes que remplaza totalmente el libro Síntesis de resultados. Anhelamos que la obra ins-
rojo del año 2002 (Renjifo et ál. 2002). En la in- pire a los investigadores de manera que estimule
troducción del primer volumen de este libro rojo el desarrollo de un conocimiento más profundo
(Renjifo et ál. 2014) se hizo una síntesis del desa- de estas especies, a las autoridades ambientales y
rrollo de los libros rojos en el mundo, del desarro- la sociedad civil para orientar medidas efectivas de
llo del sistema actualmente vigente de categorías conservación, y a la ciudadanía para infundir un
y criterios de la UICN, y del desarrollo de las listas mayor aprecio y compromiso por la conservación
y libros rojos de aves en Colombia. Así mismo se de nuestro patrimonio avifaunístico.

25
MÉTODOS

L a Unión Internacional para la Conservación


de la Naturaleza desarrolló un procedimien-
to de evaluación de riesgo de extinción de las espe-
participación de la
comunidad ornitológica
cies basado en un sistema de categorías y criterios. en la recopilación de
Este sistema se basa en estimaciones de tamaños información
de población y de distribución, así como en ten- Un aspecto sobresaliente del proceso de investi-
dencias y velocidades de cambios de estas variables gación que dio como resultado este libro fue la
(UICN 2001, 2013). No obstante, los estimativos participación de cientos de personas, entre las
poblacionales y geográficos utilizados en evalua- que se incluyen investigadores, observadores de
ciones globales o regionales con frecuencia care- aves, profesionales de disciplinas no biológicas y
cen de un vínculo explícito con datos empíricos o estudiantes. La información proporcionada por
conocimiento ecológico de las especies. La investi- la comunidad ornitológica del país y, en menor
gación conducente a este libro rojo involucró una medida, por la comunidad internacional, no solo
serie de pasos para la obtención de la información marcó uno de los puntos de partida para hacer los
base (fichas de síntesis de información, registros análisis de riesgo de extinción de las especies, sino
biológicos, información climática e información que fue una iniciativa de construcción colectiva
sobre tiempos generacionales) y caracterización de del conocimiento sobre la avifauna del país, en lo
la distribución geográfica de las especies. Con esta que se conoce como ciencia ciudadana.
información base generamos cifras específicas para Durante el 2009, se realizaron 9 talleres de
cada especie sobre magnitud y tasas de cambio en socialización del proyecto en diversas regiones de
las distribuciones, hábitats y poblaciones. La infor- Colombia: Bogotá (tres talleres), Cali (dos talle-
mación geográfica y ecológica explícita se utilizó res), Medellín, Ibagué, Armenia, Santa Marta y Ba-
en las evaluaciones y categorizaciones del riesgo de hía Solano. Este último durante el XXII Encuentro
extinción de las especies. En esta sección se descri- Nacional de Ornitología (ENO). En el año 2010 se
ben los métodos utilizados. llevaron a cabo otros dos talleres en Bucaramanga

27
libro rojo de aves de colombia

y Soatá (durante el XXIII ENO) y se organizó un una guía editorial para la preparación de las fichas.
simposio sobre “Ecología y conservación de es- Una vez recibida cada ficha, esta se revisó para de-
pecies de aves amenazadas en Colombia” en el terminar si contenía el tipo de información reque-
contexto del III Congreso Nacional de Ornito- rida como apoyo en el proceso de evaluación de
logía, en Medellín. El propósito central de estos riesgo de extinción: ecología de la especie, infor-
eventos fue invitar a la comunidad ornitológica mación sobre densidad poblacional, vulnerabili-
del país a vincularse al proyecto de diversas ma- dad a cambios ambientales u otras presiones, me-
neras. Esta invitación tuvo la doble finalidad de didas de conservación tomadas o propuestas, etc.
generar apropiación por parte de los ornitólogos Usualmente cada ficha pasó por una o varias re-
y observadores de aves, y recopilar información de visiones con el fin de asegurar que contuvieran la
manera colaborativa para darle solidez al proceso información necesaria. Una vez evaluado el riesgo
de evaluación. de extinción, las fichas de las especies incluidas en
La colaboración de la comunidad ocurrió de alguna categoría de amenaza, casi amenazadas o
diferentes modos. La primera fue a través de talle- insuficientes de datos pasaron por un proceso de
res en los cuales se discutió con los asistentes una edición para velar por la unidad de estilo y breve-
lista inicial de 212 especies que iban a ser objeto dad sin perder información valiosa.
de análisis detallados de riesgo de extinción. Esta Previo a la designación de autores de fichas
lista fue retroalimentada para incluir o excluir es- se hizo un trabajo de búsqueda de información en
pecies. Durante los talleres se hizo evidente que artículos científicos sobre historia de vida, abun-
en ese registro de partida se habían pasado por dancia relativa, densidad poblacional y longevidad
alto algunas especies que podrían estar en riesgo, de las especies. Esta información fue enviada a los
pero también se habían incluido otras resilientes autores designados. Una cuarta forma de cola-
a los procesos de transformación del paisaje, las boración altamente participativa de este proyec-
cuales debían ser removidas de la lista. Una se- to fue la obtención de fotografías de las especies
gunda forma de cooperar consistió en proveer amenazadas. Para esto se hizo una nueva invita-
datos de registros biológicos (observaciones o da- ción a través de la RNOA y de NEOORN-L dirigida a
tos de especímenes) a través de una plataforma de fotógrafos profesionales o aficionados que quisie-
captura de información en línea (EVARIX) desarro- ran enviar sus fotografías. Una vez compiladas las
llada para este fin o a través de correo electrónico. fotos se hizo un proceso de selección de acuerdo
Una tercera forma de colaboración fue es- a su calidad.
cribir las fichas de síntesis de información para Finalmente, una quinta forma de colabo-
cada una de las especies. Con el objetivo de iden- ración consistió en la realización de dos talleres
tificar personas interesadas en escribir las fichas con expertos en aves acuáticas en asocio con el
se hizo una invitación abierta a investigadores a Instituto Alexander von Humboldt y Calidris. En
través de la lista de discusión de la Red Nacional dichos talleres, los expertos convocados (ver agra-
de Observadores de Aves (RNOA) y se consultó el decimientos) utilizaron la herramienta BioMode-
interés durante los talleres, así como la existen- los (biomodelos.humboldt.org.co) para registrar
cia de nuevos estudios e investigadores que es- su opinión respecto a los umbrales que mejor
tuvieran trabajando en las especies que iban a ser representaban la distribución de las especies, las
evaluadas. De manera complementaria, invitamos áreas de sobrepredicción de los modelos y las pre-
directamente a investigadores que habían hecho ferencias de hábitat de las especies.
estudios sobre algunas especies para que escribie-
ran sobre ellas. Los responsables fueron designa-
dos según su experiencia, disponibilidad de tiem-
po e interés. A los autores designados se les envió

28
métodos

caracterización de la para caracterizar las distribuciones de especies y


son un gran progreso en la investigación de pa-
distribución de las especies
trones macroecológicos (Brown 1995; Gaston y
El sistema de categorías y criterios de la UICN uti- Blackburn 2008). La evaluación del riesgo de ex-
liza dos mediciones del tamaño de la distribución tinción de especies ha sido posible gracias al uso
de las especies. Estas son la extensión de presencia de los mismos (Renjifo et ál. 2002; IUCN 2013).
(EOO por sus siglas en inglés) y el área de ocupa- Recientemente, los modelos de distribución
ción (AOO por sus siglas en inglés). La extensión de especies (MDE) han emergido como una herra-
de presencia es definida como el área contenida mienta valiosa para la delimitación de los ámbitos
dentro de los límites más cortos imaginarios (po- geográficos de presencia (Franklin 2009). Los
lígono convexo) que pueden ser dibujados para MDE estiman la relación estadística entre las obser-
abarcar todos los sitios en donde se encuentra la vaciones (presencia/ausencia, o solo presencia) de
especie, bien sea conocidos, inferidos o proyecta- una especie en sitios muestreados con las caracte-
dos (UICN 2013). Por su parte, el área de ocupa- rísticas ambientales de dichos sitios para predecir
ción es el área dentro de la extensión de presencia la idoneidad del hábitat de áreas no muestreadas.
ocupada por la especie y medida en una escala que En la práctica, los registros georreferenciados de
es biológicamente relevante para la especie consi- la distribución de una especie provenientes de
derada (IUCN 2013). museos u observaciones de campo son integrados
Tradicionalmente la distribución de las espe- en un sistema de información geográfica con ca-
cies ha sido caracterizada mediante mapas de pun- pas ambientales (clima, vegetación, suelos, etc.)
tos y mapas de expertos (Rondinini et ál. 2006; para determinar las características ambientales de
Gaston y Fuller 2009). En un mapa de puntos se los sitios donde la especie ha sido registrada. Di-
grafican las localidades donde una especie ha sido cha información se usa posteriormente para mo-
registrada, mientras que, en un mapa de expertos, delar estadísticamente la presencia de la especie
un especialista en un determinado grupo taxonó- en función del ambiente y determinar su probabi-
mico traza un polígono que abarca los registros lidad de presencia en sitios no muestreados pero
conocidos de una especie, pero también incluye o para los cuales existe información sobre sus carac-
excluye áreas que en su criterio son o no habita- terísticas ambientales.
bles por la especie. Los mapas de experto pueden Para caracterizar las distribuciones de las es-
ser refinados utilizando información geográfica pecies contempladas en este Libro rojo utilizamos
secundaria, por ejemplo topografía y vegetación, un enfoque híbrido que tiene dos componentes.
y de acuerdo a las categorías que para el investi- El primero, utiliza modelamiento de la distribu-
gador representan condiciones habitables por la ción de las especies con base en variables climáti-
especie (Beresford et ál. 2011). cas, del que resultan predicciones de la distribu-
Los mapas de puntos son más exactos ya que ción potencial (sensu Soberón y Nakamura 2009).
representan las localidades donde existe evidencia El segundo componente, el criterio experto, deli-
de la presencia de una especie. Sin embargo, su mita las áreas donde es posible la dispersión de las
utilidad depende de la intensidad y extensión del especies y toma como base el umbral de distribu-
muestreo, por lo tanto, son poco útiles en paí- ción resultante del proceso de modelamiento que
ses con muestreos sesgados y de baja intensidad, refleja con mayor exactitud la prevalencia de la es-
como Colombia. Por su parte, los mapas expertos pecie en Colombia de acuerdo al criterio experto.
infieren la distribución de las especies en lugares De la aplicación de estos dos componentes se ob-
no muestreados, pero su construcción es necesa- tiene el área de distribución de la especie sobre el
riamente arbitraria e irrepetible; no obstante, en cual calculamos la extensión de presencia (EOO).
ocasiones son la única herramienta disponible Posteriormente, los resultados son refinados me-

29
libro rojo de aves de colombia

diante la inclusión de la cobertura vegetal actual ** Nivel 2: el registro tiene originalmente datos
donde habita la especie para determinar el área de de coordenadas con minutos, segundos y al-
ocupación (AOO). titud
** Nivel 3: el registro tiene solo datos de coor-
Registros de especies y georreferenciación denadas
Los datos de presencia de las especies fueron ** Nivel 4: el registro fue ubicado con base en
compilados a partir del proceso participativo des- un topónimo y con descripción de ubicación
crito en la sección anterior, la literatura ( Collar ** Nivel 5: el registro fue ubicado en una cabe-
et ál. 1992; Renjifo et ál. 2002), bases de datos cera municipal por falta de información carto-
de registros biológicos (Biomap, Dataves, Xeno- gráfica o descripción de localidad muy vaga.
canto, Cenicafé, SELVA), e informes de las explo- ** Nivel 6: la descripción del registro no es su-
raciones del grupo GEMA del I. Humboldt. Todos ficiente para asignar coordenadas al nivel de
los registros biológicos fueron revisados cuida- municipio.
dosamente para constatar su validez y precisión Para el modelamiento de la distribución de
geográfica, y después se unificaron en una base de las especies se utilizaron solo los registros con un
datos que se convirtió en insumo básico para el nivel de precisión de 1 a 4. En este sentido resul-
desarrollo de los modelos. taron particularmente valiosos los registros recien-
Compilamos más de 7000 registros con tes enviados por investigadores y observadores de
un nivel de precisión geográfica diverso. Para aves, ya que su precisión era alta (niveles 1 a 3).
asignar coordenadas a los registros y/o verificar
Variables climáticas
la calidad de la georreferenciación se utilizaron
diversas fuentes, tales como mapas topográficos Para obtener predicciones mensuales de variables
(escala 1:25 000 a 1:500 000 IGAC), gaceteros en climáticas a lo largo del territorio colombiano,
línea (GEONet Names Server), National Imagery se interpolaron datos promedio mensuales de
and Mapping Agency (NIMA) y literatura (Payn- temperaturas máximas, mínimas y precipitación
ter 1997), así como la base cartográfica del IGAC acumulada provenientes de la red de estaciones
para identificar límites político-administrativos y climáticas del IDEAM para el periodo 1970-2009,
modelos de elevación digital a 30 y 90 metros de a una resolución de 1 km2. Dichas interpolaciones
resolución (https://lta.cr.usgs.gov/SRTM). fueron obtenidas por medio de la técnica estadís-
En el proceso de revisión de los registros se tica thin-plate smoothing splines (Wood 2003),
unificó el sistema de coordenadas y se integraron efectuada en el paquete fields del software R (R
en un sistema de información geográfica. Para Core Team 2011).
esto se comparó la descripción de localidad (de- Esta técnica fue escogida debido a su uso
partamento, municipio, topónimo político, topó- amplio para interpolación de datos climáticos, y
nimo geográfico y localidad), datos de altitud y porque mostraba un buen desempeño en com-
observaciones de hábitat, con la cartografía dis- paraciones de modelos y eficiencia computacional
ponible para confirmar su ubicación o determinar (Hijmans et ál. 2005). Para la interpolación de
sus coordenadas con el mayor nivel de precisión los parámetros temperatura máxima y mínima se
posible de acuerdo a la descripción original de la empleó la altitud como covariable, extraída a par-
localidad. Una vez ubicado y validado cada regis- tir de un modelo de elevación digital a una reso-
tro, se categorizó en un nivel de precisión según lución de 1 km. En el caso de la precipitación se
los siguientes criterios: interpoló sin el uso de la altitud, ya que el uso de
** Nivel 1: las coordenadas del registro fueron esta variable redujo el desempeño predictivo de
tomadas directamente con GPS las interpolaciones (Tabla 2).

30
métodos

Tabla 2. Comparación de métodos de interpolación de


Variable climática
precipitación en Colombia. Métodos de interpolación:
inversa de la distancia a exponentes de 0.5 a 3 (IDW), Precipitación anual
Multilevel B-Splines (MBA) y thin-plate smothing splines Precipitación del mes más húmedo
(TPS); estadísticas de evaluación: coeficiente de determi-
Precipitación del mes más seco
nación (R2), raíz cuadrada del error cuadrado promedio
(RMSE), porcentaje de error (PE). Resaltado en negro el Estacionalidad de la precipitación
método de interpolación con el mejor desempeño. Precipitación del trimestre más húmedo
Precipitación del trimestre más seco
Método R2 RMSE PE (%)
IDW 0.5 0.74 64.34 41.11 Precipitación del trimestre más cálido

IDW 1 0.75 63.05 40.18 Precipitación del trimestre más frío

IDW 1.5 0.75 62.86 40.03


Para algunas especies el bajo número o la
IDW 2.0 0.75 63.44 40.34
inexistencia de registros georreferenciados dentro
IDW 2.5 0.74 63.69 40.54
de Colombia, exigió utilizar datos de presencia por
IDW 3.0 0.74 64.58 41.01 fuera de los límites políticos del país. En estos casos
MBA 0.77 60.31 38.78 las 19 variables climáticas (Tabla 3) empleadas en
Ordinary kriging 0.76 61.42 40.24 el modelamiento de la distribución se obtuvieron
Tps 0.80 59.04 36.34 de la base de datos climática mundial WorldClim
(www.worldclim.org) (Hijmans et ál. 2005).
Tps+Elevación 0.74 66.76 41.89

Modelamiento
En total se obtuvieron 36 capas climáticas
para la superficie continental colombiana (3 pará- Para el modelamiento de distribución de especies
metros climáticos por 12 meses). A partir de estas se utilizó el software MAXENT (Phillips et ál. 2006),
capas se derivaron las 19 variables bioclimáticas el cual usa un método basado en el principio de
descritas en Hijmans et ál. (2005) (Tabla 3), las máxima entropía. MAXENT estima la distribución
cuales fueron utilizadas para el desarrollo de los de probabilidad de máxima entropía (más cercana
modelos. a una distribución uniforme) de cada variable am-
biental en el área de estudio, bajo la condición de
Tabla 3. Variables utilizadas en el modelamiento de que el valor esperado de los momentos de la distri-
distribución de especies. bución de probabilidad estimada (promedio, va-
rianza, covarianza, entre otros) sea igual a los mo-
Variable climática
mentos empíricos generados a partir de los datos
Temperatura promedio anual de distribución de especies (Phillips et ál. 2006).
Rango diurno de temperatura MAXENT está particularmente recomendado para el
Isotermalidad modelamiento de la distribución de especies con
Estacionalidad de la temperatura datos de solo presencia como los de este estudio,
Máxima temperatura del mes más cálido
y ha sido evaluado consistentemente como una
de las mejores técnicas para este propósito (Elith
Mínima temperatura del mes más frío
et ál. 2006).
Rango de temperatura anual
En MAXENT, se utilizaron los puntos georre-
Temperatura promedio del trimestre más húmedo ferenciados categorizados como válidos (nivel de
Temperatura promedio del trimestre más seco precisión de 1 a 4), y se eliminaron aquellos con
Temperatura promedio del trimestre más cálido menos de 10 km de distancia entre sí, con el fin
Temperatura promedio del trimestre más frío de disminuir el sesgo geográfico en la colección de
datos de algunas especies (por ejemplo, grupos de

31
libro rojo de aves de colombia

puntos en áreas de monitoreo de especies o fre- distribución original1 de la especie. En la Figura 1


cuentemente visitados). Los datos de fondo que se presenta un ejemplo del postprocesamiento de
usa MAXENT fueron obtenidos aleatoriamente de los modelos del Libro rojo.
la extensión geográfica de Colombia. Para evitar Para la mayoría de las especies tratadas en
el sobreajuste de los modelos, se utilizaron única- esta obra fue posible obtener modelos de distri-
mente funciones lineales, cuadráticas y bisagra. bución con el método descrito. No obstante, para
algunas especies no se contó con suficientes regis-
Procesamiento de los modelos tros para construir modelos de distribución. En
Para convertir los modelos producidos por ese caso fue necesario recurrir a la construcción
MAXENT de escala continua a mapas binarios es
de modelos expertos basados en la información
necesario definir umbrales. Varios métodos para ecológica (como ámbitos altitudinales), de pre-
definir umbrales han sido propuestos con base en sencia de la especie en regiones específicas y de los
datos de presencia y ausencia de las especies (Liu ecosistemas originales del país, de acuerdo al mé-
et ál. 2005). En este estudio solamente se usaron todo desarrollado en Renjifo et ál. (2002). En la
datos de presencia los cuales resultan en modelos obra, estas especies se pueden identificar porque
para los que no es posible determinar estadística- para ellas se ilustra solamente el mapa de distribu-
mente el umbral que mejor separa las presencias ción, con la respectiva representación de hábitat
de las ausencias. Por lo tanto, los umbrales para remanente y pérdida de hábitat, a diferencia de
cada especie se definieron a través de visualización las otras especies para las que se añade el mapa de
de la distribución potencial de las especies genera- idoneidad de hábitat.
da para cuatro percentiles de omisión de presencia
Estimación de la extensión de presencia
por el modelo (0, 10, 20, 30) y se escogió el per-
centil que a criterio experto (LMR, JV y expertos La extensión de presencia (EOO) se delimitó a
convocados en los talleres de aves acuáticas; ver través de un polígono mínimo convexo sobre la
agradecimientos) se ajustaba mejor a la distribu- distribución actual generada para cada especie, de
ción conocida de cada especie. acuerdo a las recomendaciones de la IUCN (2013).
Adicionalmente, los modelos de especies ba- El polígono mínimo convexo representa el polí-
sados solo en variables climáticas suelen sobresti- gono de menor superficie que contenga todos los
mar las áreas de presencia, e incluyen áreas donde lugares de presencia, pero que ninguno de sus án-
no se encuentran las especies, ya sea por factores gulos internos exceda los 180 grados (Figura 2).
históricos, barreras geográficas o factores bióticos Los polígonos mínimos convexos se calcularon
(Graham et ál. 2010). Por ejemplo, en Colombia usando el paquete aspace del software R (R Core
se presentan climas muy similares en las tres cor- Team 2011). En los casos en los que el polígono
dilleras, por lo que los modelos generados para mínimo convexo generaba EOO de la especie por
una especie que existe en una o dos cordilleras co- fuera de Colombia, este fue recortado a los límites
múnmente predicen la presencia de la especie en nacionales.
las tres cordilleras (Velásquez-Tibatá et ál. 2013).
Por lo tanto, en los modelos desarrollados en esta
obra se eliminaron manualmente aquellas áreas
de sobrepredicción de acuerdo al conocimiento
actual (literatura, observaciones personales y cri-
terio experto) acerca de la distribución de las es-
pecies. De esta manera se obtuvieron mapas de la
1 Distribución original: mapa binario que se obtiene
después de eliminar las áreas de sobrepredicción de
un mapa de distribución potencial.

32
métodos

Figura 1. Representación del procesamiento de los modelos. Los puntos rojos muestran las observaciones de presencia de la
especie Myrmeciza palliata y las áreas de color ocre corresponden a la distribución potencial generada con el uso de cada uno
de los umbrales basados en percentiles. En este caso, el percentil que mejor se ajustó a la distribución conocida de la especie
fue el percentil 30. Sin embargo, en este escenario se sobrestimaba el área de presencia conocida de la especie, por lo que se
requirió un ajuste manual según el criterio experto, con base en la cota de altura (100-1900 m) y las localidades para las que
existían observaciones, de esta manera se delimitó la distribución original al área sombreada de color gris oscuro.

33
libro rojo de aves de colombia

Figura 2. Representación del cálculo de un polígono mínimo convexo (tomado de IUCN 2001). En A se muestran lugares
de presencia conocidos, inferidos o proyectados para la especie, y en B el polígono mínimo convexo generado de acuerdo con
A. En el lado derecho se muestra el polígono mínimo convexo generado para Myrmeciza palliata (polígono azul) de acuerdo
al cálculo de la distribución original de la especie (en gris oscuro).

Estimación del Área de Ocupación calas, puede ser necesario estandarizar las estima-
(AOO) ciones aplicando un factor de corrección de escala.
Es difícil dar un método estricto de cómo llevar a
El área de ocupación (AOO) es definida como “el
cabo la estandarización” (IUCN 2001).
área dentro de la extensión de presencia que es
El área de ocupación real es desconocida
ocupada por un taxón, excluyendo los casos de ac-
para la mayor parte de las especies del mundo, y
tividades asociadas al deambular. La medida refleja
ciertamente lo es para todas las especies de aves
el hecho de que un taxón comúnmente no apare-
en Colombia. En esta obra, tomamos como base
cerá en toda el área de su extensión de presencia,
para el cálculo de AOO el área del hábitat rema-
ya que puede contener hábitats no ocupados o in-
nente para las especies dentro de su distribución
adecuados. En algunos casos (p. ej. los lugares de
actual (ver siguiente sección). Ya que interpretar
nidificación colonial irremplazables o los sitios de
la totalidad del área de hábitat remanente dentro
alimentación cruciales para taxones migratorios) el
de la distribución original de una especie como
área de ocupación es el área más pequeña esencial
AOO puede resultar en una sobrestimación de
para la supervivencia de las poblaciones existentes
ese valor, ponderamos el área de hábitat remanen-
de un taxón, cualquiera que sea su etapa de desa-
te con el índice de idoneidad de hábitat2 resultan-
rrollo. El tamaño del área de ocupación será una
te del modelamiento con MAXENT, en los casos en
función de la escala en que esta se mida, y debe
que se disponía de este. Específicamente, el AOO
darse a una escala apropiada para los aspectos bio-
lógicos relevantes del taxón, la naturaleza de las
amenazas y la información disponible. Para evitar
2 Índice de idoneidad de hábitat: índice de 0 a 1 re-
inconsistencias y sesgos en la evaluación debido a sultante del modelamiento con MAXENT que mide la
la estimación del área de ocupación a diferentes es- idoneidad del hábitat basada en las variables ambien-
tales.

34
métodos

se calculó a una resolución de 1 km2 para todas las


especies de acuerdo a la siguiente ecuación:
N
AOO = ∑ Ai si
i =1

Donde Ai es el área de la celda i ocupada


por la especie (1 km2 para todas las especies), Si es
la idoneidad de hábitat de la celda i, y N es el con-
junto de celdas que conforman la distribución de
la especie sobre el hábitat remanente (Figura 3).
Para las especies cuya distribución fue estimada
mediante un modelo experto, asumimos una ido-
neidad de hábitat constante e igual a 1 en toda
su AOO, por lo que la variable desaparece de la
ecuación, lo que resulta en la suma del área de
hábitat remanente estimada para la especie. El há-
bitat remanente se estimó con base en las cober-
turas a 2010 o 2011 según el tipo de hábitat de la
especie (ver estimación de la pérdida de hábitat).

estimación de la pérdida Figura 3. Índice de idoneidad de hábitat de la especie


de hábitat Myrmeciza palliata en su hábitat remanente. El índice de
idoneidad de hábitat toma valores cercanos a 1 cuando las
Dado que las coberturas terrestres originales en condiciones del AOO de la especie son más favorables, de
la mayor parte del territorio colombiano han sido acuerdo a las variables ambientales usadas en el modela-
transformadas, los mapas de distribución original miento de su distribución. Su uso en el cálculo del AOO
fueron ajustados con base en las preferencias de reduce la sobreestimación, ya que pondera el área de hábi-
tat que se asume que es ocupada por la especie. El índice
hábitat de las especies. Así mismo, se estimó la
de idoneidad de hábitat extrae una proporción equivalente
pérdida de hábitat de las especies en dos periodos: a su valor en cada celda habitada de la especie, es decir,
el primero con relación a la distribución original que para cada celda de ocupación de hábitat de 1 km2, su
de cada especie y el segundo para un lapso de diez AOO se reduce al valor resultante de multiplicar el área de
años. Dada la temporalidad de la información la celda por el valor del índice en esta última.
existente sobre las coberturas terrestres de Co-
lombia, el cálculo para los diez años se realizó de datos ingresados para especies acuáticas a través
manera diferenciada entre las especies exclusivas de BioModelos (biomodelos.humboldt.org.co).
de hábitats boscosos y las especies con otras aso- Para todas las especies cuyo hábitat se identificó
ciaciones de hábitat como sabanas, ecosistemas como bosque, se usaron para el año 2000 y 2010
secos, páramos, humedales, etc. Para las primeras, las capas de cobertura de bosque y no-bosque
la pérdida de hábitat se calculó para el periodo generadas por el IDEAM en el marco del proyecto
2000-2010, y para las segundas se utilizó el pe- REDD, las cuales se obtuvieron a partir de clasifi-
riodo de 2001-2011. cación de imágenes satelitales de tipo Landsat y
Las preferencias de hábitat fueron tomadas Radar en el territorio colombiano (Cabrera et ál.
de las fichas de colaboradores de esta obra, del li- 2011; IDEAM 2014). Las capas originales fueron
bro rojo de 2002 (Renjifo et ál. 2002), BirdLife clasificadas a una resolución de 30 m, pero para
International (2014a), Stotz et ál. (1996) y de los este proyecto fueron reclasificadas a 250 m y

35
libro rojo de aves de colombia

finalmente a 1 km de modo que coincidiera con la en los pixeles con información. Se extrapoló en
resolución espacial de los modelos desarrollados. las regiones sin información dentro de la capa de
La presencia de nubosidad en las imágenes cobertura del año más reciente de cada especie,
Landsat usadas en la construcción de las capas de un valor de área correspondiente a la proporción
bosque era alta en la región del Pacífico para el de cambio entre la distribución original y la re-
año 2000 y, para el 2010, en las zonas altas de los manente. De esta manera el hábitat remanente
Andes. La imagen del 2000 fue corregida usando ajustado correspondió a la cantidad de hábitat
la imagen de 2010, particularmente en la zona cuantificada al año 2010 y 2007 respectivamente,
del Pacífico, ya que el uso de imágenes Radar en más un valor extrapolado del área de los pixeles
2010 permitió sortear la presencia de nubes ca- sin información en proporción a la tasa de cam-
racterística de esta región. Se infirió entonces que bio entre la distribución original y la remanente
la presencia de bosque en el 2010 era producto de de acuerdo a la siguiente ecuación:
la presencia de bosque 10 años atrás, y se asumió
que un bosque no se habría regenerado en un pe-  HR 
HRAJ = HR +  × HRSI 
riodo inferior a 10 años. De esta manera, todos  DO 
los pixeles que en el 2000 pertenecían a la cate-
goría sin información y que en el 2010 aparecían Se calculó la pérdida de hábitat de la especie
como bosque, fueron tomados como pixeles de en dos momentos: desde su distribución original,
bosque en el 2000 (53 % de los pixeles sin infor- y en los últimos 10 años (según la información
mación fueron convertidos a bosque, mayormen- disponible), de acuerdo a los criterios de evalua-
te en la región Pacífica). ción para el riesgo de extinción (IUCN 2001, 2012,
Las coberturas asociadas a las especies con 2013). El cálculo desde su distribución original se
otros hábitats además de bosque (incluidas las hizo restando al área de distribución original, el
especies acuáticas), fueron extraídas de las capas área del hábitat remanente de la especie. A su vez,
generadas en el proyecto de implementación de el cálculo de la pérdida de hábitat en 10 años se
la metodología Corine Land Cover en Colombia hizo restando al área de hábitat de la especie en
para los años 2001 (construido con fuentes de in- la fecha más reciente de cada capa (2000 y 2001
formación del periodo 2000-2002) y 2007 (cons- respectivamente) el área de hábitat de la especie
truido con fuentes de información del periodo remanente (2001 y 2007 respectivamente).
2005-2009) (IDEAM, 2010; IDEAM et ál. 2012). Debido a que las fechas promedio de las ca-
Estas capas fueron generadas a escala 1:100 000 pas de cobertura Corine Land Cover tenían una
a través de la clasificación de imágenes satelita- diferencia de 6 y no de 10 años (2001 y 2007), se
les LandSat y SPOT, y contienen la descripción calculó la tasa de cambio del hábitat de la especie
de la cobertura y uso de la tierra en Colombia en el periodo de 6 años (2001-2007) y se extra-
(Tabla 4). Para su uso en el análisis de la pérdida poló el área de hábitat de la especie al año 2011
de hábitat las capas fueron convertidas a formato (4 años más) siguiendo la siguiente ecuación:
raster a una resolución de 1 km2.
Debido a la existencia de regiones sin infor-  H − H 2001  
mación, tanto en las capas de bosque y no-bosque H 2011 = H 2007 +  2007  × ( 2011 − 2007 ) 
 H 2001  
como en las de Corine Land Cover, se decidió
hacer un ajuste al valor del hábitat remanente, es
decir, a la capa del año más reciente (2010 y 2007 Donde el área de hábitat de la especie al 2011
respectivamente). Para esto se asumió que la pro- H2011 corresponde al área hábitat al 2007 H2007 ,
porción de cambio de hábitat en los pixeles sin más la tasa de cambio entre el periodo 2007 y
información era igual a la proporción de cambio 2001 H 2007 − H 2001 extrapolada hasta el año 2011
H 2001

36
métodos

(multiplicada por 4 años: 2011-2007). Cuando se convierte en una resta, siguiendo la relación con
existe pérdida de hábitat para la especie, el área de la pérdida de hábitat. Si por el contrario existe una
hábitat en el 2001 es mayor que en el 2007, lo ganancia en el hábitat de la especie, el área de há-
que convierte la tasa de cambio en un valor nega- bitat en el 2001 es menor que en el 2007, lo que
tivo. Cuando esto ocurre, la suma de la ecuación convierte la tasa de cambio en un valor positivo.

Tabla 4. Leyenda de unidades de coberturas de la tierra de acuerdo con la metodología corine Land Cover escala
1:100 000 adaptada para Colombia. Imagen tomada de IDEAM (2010).

Leyenda nacional de coberturas de la tierra - Colombia

1. Territorios artificializados 2.2.2.5. Coca


1.1. Zonas urbanizadas 2.2.3. Cultivos permanentes arbóreos
1.1.1. Tejido urbano continuo 2.2.3.1. Otros cultivos permanentes arbóreos
1.1.2. Tejido urbano discontinuo 2.2.3.2. Palma de aceite
1.2. Zonas industriales o comerciales y redes 2.2.3.3. Cítricos
de comunicación 2.2.3.4. Mango
1.2.1. Zonas industriales o comerciales 2.2.4. Cultivos agroforestales
1.2.2. Red vial, ferroviaria y terrenos asociados 2.2.5. Cultivos confinados
1.2.3. Zonas portuarias 2.3. Pastos
1.2.4. Aeropuertos 2.3.1. Pastos limpios
1.2.5. Obras hidráulicas 2.3.2. Pastos arbolados
1.3. Zonas de extracción minera y escombreras 2.3.3. Pastos enmalezados
1.3.1. Zonas de extracción minera 2.4. Áreas agrícolas heterogéneas
1.3.2. Zonas de disposición de residuos 2.4.1. Mosaico de cultivos
1.4. Zonas verdes artificializadas, no agrícolas 2.4.2. Mosaico de pastos y cultivos
1.4.1. Zonas verdes urbanas 2.4.3. Mosaico de cultivos, pastos y espacios
1.4.2. Instalaciones recreativas naturales
2.4.4. Mosaico de pastos con espacios naturales
2. Territorios agrícolas
2.4.5. Mosaico de cultivos y espacios naturales
2.1. Cultivos transitorios
3. Bosques y áreas seminaturales
2.1.1. Otros cultivos transitorios
2.1.2. Cereales 3.1. Bosques
2.1.3. Oleaginosas y leguminosas 3.1.1. Bosque denso
2.1.4. Hortalizas 3.1.1.1.1. Bosque denso alto de tierra firme
2.1.5 Tubérculos 3.1.1.1.2. Bosques denso alto inundable
2.2. Cultivos permanentes 3.1.1.2.1. Bosque denso bajo tierra firme
2.2.1. Cultivos permanentes herbáceos 3.1.1.2.2. Bosque denso bajo inundable
2.2.1.1. Otros cultivos 3.1.2. Bosque abierto
permanentes herbáceos 3.1.2.1.1. Bosque abierto alto de tierra firme
2.2.1.2. Caña 3.1.2.2.1. Bosque abierto alto inundable
2.2.1.3. Plátano y banano 3.1.2.2.1. Bosque abierto bajo de tierra
2.2.1.4. Tabaco firme
2.2.1.5. Papaya 3.1.2.2.2. Bosque abierto bajo inundable
2.2.1.6. Amapola 3.1.3. Bosque fragmentando
2.2.2. Cultivos permanentes arbustivos 3.1.4. Bosque de galería y ripario
2.2.2.1. Otros cultivos permanentes 3.1.5. Plantación forestal
arbustivos 3.2. Áreas con vegetación herbácea y/o arbustiva
2.2.2.2. Café 3.2.1. Herbazal denso
2.2.2.3. Cacao 3.2.1.1. Herbazal denso de tierra firme
2.2.2.4. Viñedos no arbolado

37
libro rojo de aves de colombia

Leyenda nacional de coberturas de la tierra - Colombia

3.2.1.2. Herbazal denso de tierra firme 4. Áreas Húmedas


arbolado 4.1. Áreas húmedas continentales
3.2.1.3. Herbazal denso de tierra firme 4.1.1. Zonas pantanosas
con arbustos 4.1.2. Turberas
3.2.1.4. Herbazal denso inundable arbolado 4.1.3. Vegetación acuática sobre cuerpos
3.2.1.5. Arracachal de agua
3.2.1.6. Helechal 4.2. Áreas húmedas costeras
3.2.2. Herbazal abierto 4.2.1. Pantanos costeros
3.2.2.1. Herbazal abierto arenoso 4.2.2. Salitral
3.2.2.2. Herbazal abierto rocoso 4.2.3. Sedimentos expuestos de bajamar
3.2.2.3. Arbustal denso 5. Superficies de agua
3.2.2.4. Arbustal abierto 5.1. Aguas continentales
3.2.3. Vegetación secundaria o en transición 5.1.1. Ríos (50 m)
3.3. Áreas abiertas, sin o con poca vegetación 5.1.2. Lagunas, lagos y ciénagas naturales
3.3.1. Zonas arenosas naturales 5.1.3. Canales
3.3.2. Afloramientos rocosos 5.1.4. Cuerpos de agua artificiales
3.3.3. Tierras desnudas y degradadas 5.2. Aguas marítimas
3.3.4. Zonas quemadas 5.2.1. Lagunas costeras
3.3.5. Zonas glaciares y nivales 5.2.2. Mares y océanos
5.2.3. Estanques para acuicultura marina

evaluación de riesgo Las categorías en las cuales puede ser clasifi-


cada una especie, con sus respectivas abreviaturas
de extinción
usadas internacionalmente, son:
El proceso de evaluación de riesgo de extinción
conduce a la asignación de categorías que descri- Extinto (EX)
ben el riesgo en que se encuentra una especie o Un taxón está “extinto” cuando no hay ninguna
taxón. Las evaluaciones en este libro rojo siguen duda razonable de que el último individuo exis-
el sistema de categorías y criterios vigente (IUCN tente ha muerto.
2001, 2012), y se apoyó en los “Lineamientos
para el uso de las categorías y criterios de listas Extinto en estado silvestre (EW)
rojas versión 11” (IUCN 2014) y en los “Linea-
Se considera que un taxón está “extinto en esta-
mientos para la aplicación de las categorías y crite-
do silvestre” cuando solo sobrevive en cultivo, en
rios de listas rojas a niveles regionales y nacionales
cautividad o en una o varias poblaciones naturali-
versión 4” (IUCN 2012). Las definiciones de las
zadas fuera de su distribución original.
categorías, criterios, subcriterios y procedimien-
tos de carácter general que se describen en esta En peligro crítico (CR)
sección se basan en esos documentos. Por lo tan-
Se considera que un taxón está “en peligro crítico”
to, si se requiere una definición más extensa de
cuando se está enfrentando a un riesgo de extinción
los conceptos de los criterios o definiciones de
extremadamente alto en estado de vida silvestre.
términos se debe recurrir a esos documentos. La
descripción de los procedimientos específicos para En peligro (EN)
la evaluación de las especies en el contexto colom-
Se considera que un taxón está “en peligro” cuan-
biano con respecto a cada uno de los criterios es
do se está enfrentando a un riesgo de extinción
original de esta obra.
muy alto en estado de vida silvestre.

38
métodos

Vulnerable (VU) de amenaza (VU, EN y CR) o si se acerca a ser ca-


lificado como amenazado (NT), o es una especie
Un taxón es “vulnerable” cuando se considera
de preocupación menor (LC).
que se está enfrentando a un riesgo de extinción
Los criterios para evaluar la probabilidad de
alto en estado de vida silvestre.
extinción son cinco:
A. Rápida reducción en el tamaño poblacional
Casi amenazado (NT)
B. Área de distribución pequeña, fragmentada,
Se considera que un taxón está “casi amenazado” en disminución o fluctuante
cuando ha sido evaluado y no satisface, actual-
C. Población pequeña y en disminución
mente, los criterios para las categorías “en peligro
crítico”, “en peligro” o “vulnerable”. Sin embar- D. Población o distribución muy pequeña y en
go, se asume que el taxón está próximo a satisfa- riesgo
cer los criterios o que es posible que en un futuro E. Análisis de viabilidad poblacional
cercano los satisfaga. Estos criterios cuentan con subcriterios que
describen, bien sea diferentes lapsos de tiempo
Preocupacion menor (LC) con referencia al presente o diferentes escalas de
Un taxón se considera de “preocupación menor” análisis. Los subcriterios a su vez cuentan con
cuando ha sido evaluado y no cumple ninguno de umbrales que corresponden a categorías de ame-
los criterios. naza (VU, EN, CR). Para que un taxón sea con-
siderado amenazado debe alcanzar al menos uno
Datos insuficientes (DD) de los umbrales y cumplir con los subcriterios y
calificadores específicos para que la categoría sea
Un taxón se incluye en la categoría de “datos in-
válida (véase resumen del sistema en la Tabla 5).
suficientes” cuando no hay información adecuada
En el proceso de evaluación cada taxón debe
para hacer una evaluación, directa o indirecta, de
ser evaluado con respecto a cada uno de los cri-
su riesgo de extinción, con base en la distribución
terios. No necesariamente todos los criterios son
y/o condición de la población, por lo tanto no
aplicables para cada especie, pero basta con que
es una categoría de amenaza. Un taxón incluido
uno de ellos sea plenamente satisfecho para una
en la categoría DD requiere más información y se
categorización válida. Al evaluar una especie se
reconoce la posibilidad de que investigaciones fu-
puede categorizar en distintos niveles de amenaza
turas demuestren apropiada una clasificación de
de acuerdo con diferentes criterios o subcriterios.
amenazada.
En este caso, se categoriza la especie en el mayor
No evaluado (NE) riesgo de amenaza y se documentan las otras cate-
gorías identificadas.
Un taxón se considera “no evaluado” cuando
todavía no ha sido clasificado en relación a estos Aplicación de las categorías y criterios a la
criterios. avifauna colombiana

Cuando se analiza el riesgo de extinción de un El criterio A está diseñado para identificar especies
taxón, se determina si lo datos disponibles son que han experimentado una disminución sustan-
adecuados y suficientes. Si no lo son, la especie cial en el tamaño de sus poblaciones en el pasado o
es asignada a la categoría de datos insuficientes se proyecta dicha disminución en el futuro, o una
(DD). Si los datos son adecuados, se determina si combinación entre lo que ha ocurrido en el pasado
la especie se encuentra extinta (EX) o extinta en y lo que se proyecta en el futuro. El criterio se di-
vida silvestre (EW). Si no lo está se considera la vide en cuatro subcriterios que abarcan diferentes
posibilidad de que se encuentre en una categoría momentos en el tiempo (véase Tabla 5). El lapso

39
libro rojo de aves de colombia

de tiempo para el cual se evalúa el porcentaje de sencia (EOO) y el área de ocupación (AOO). Así
reducción de población es tres generaciones o diez mismo, utilizamos los mapas de distribución y
años, cuando se desconoce la duración de una ge- pérdida de hábitat para determinar si una especie
neración. Es preciso identificar si la reducción de tenía una distribución severamente fragmentada
la población se basa en a) una observación directa, (bien sea su distribución original o la resultante
b) un índice de abundancia apropiado para la es- de los procesos de pérdida de hábitat) y las medi-
pecie, c) una disminución en el área de ocupación, ciones de cambio de hábitat en 10 años para iden-
extensión de presencia y/o calidad de hábitat, d) tificar si la especie está experimentando pérdida
niveles actuales o potenciales de explotación, e) el de hábitat e inferir disminuciones poblacionales.
efecto de especies introducidas, hibridación, pató- Para algunas especies se contaba con información
genos, contaminantes, competidores o parásitos sobre la desaparición en algunas localidades don-
(IUCN 2014). de previamente se encontraba.
Los cambios de la proporción de hábitat de Bajo el criterio C se determina si las especies
la especie dentro de su área de distribución original tienen poblaciones pequeñas y están disminuyen-
nos permitieron determinar el porcentaje de pérdi- do o podrían disminuir en el futuro cercano. Para
da o ganancia de hábitat en 10 años. Para las espe- considerar que una especie se encuentra amena-
cies en las cuales tres generaciones corresponden a zada bajo este criterio debe estar por debajo del
más de 10 años estimamos el porcentaje de cambio umbral de una categoría y cumplir con uno de
de hábitat en tres generaciones asumiendo una tasa dos subcriterios (véase Tabla 5).
constante. Utilizamos la información ecológica de Para obtener estimaciones poblacionales
las especies para inferir si la tasa de reducción po- de las especies utilizamos el área de ocupación
blacional era mayor o menor al ritmo de cambio ponderada por idoneidad de hábitat para esti-
del hábitat. Por ejemplo, para especies sensibles a la mar un área efectivamente ocupada por la especie
degradación de hábitat, vulnerables a presiones se- (AOO). Al multiplicar esta área por la densidad
lectivas como la cacería o sujetas a comercio, el rit- poblacional reportada para la especie, estimamos
mo de disminución poblacional puede ser superior el tamaño de la población. Cuando se contaba
al de pérdida de hábitat. Para determinar el tiempo con varias estimaciones de densidad poblacional
generacional de las especies se utilizó información para una especie se utilizó la más conservadora
suministrada por BirdLife International. (la más baja). Para muchas especies no se contaba
El criterio B sirve para identificar especies con estimaciones de densidades poblacionales, en
con distribuciones restringidas o severamente estos casos utilizamos como sustitutos densida-
fragmentadas, por lo que experimentan una dis- des obtenidas para especies del mismo género o
minución continua y/o fluctuaciones extremas. con atributos ecológicos similares (por ejemplo,
Las dimensiones de la distribución se miden con la densidad poblacional de un águila de bosque
respecto a la extensión de presencia (EOO) para el como sustituto de la densidad poblacional de
subcriterio B1 y el área de ocupación (AOO) para otra águila de bosque). De nuevo, si se contaba
el subcriterio B2. Si una especie cae por debajo de con varias estimaciones se utilizó la densidad po-
los umbrales de estas mediciones de distribución, blacional reportada más baja. Esta aproximación
debe cumplir con dos de tres opciones para ser probablemente lleva a obtener umbrales máximos
considerada como amenazada: a) la distribución de tamaño poblacional, lo cual nos condujo a tra-
debe ser severamente fragmentada o existir en tar esta información con cautela, pero sirvió para
pocas localidades, b) disminución continua, o c) obtener estimaciones de tamaños poblacionales
fluctuaciones extremas (IUCN 2014, véase tabla 4). ecológicamente informadas.
Para el caso colombiano utilizamos los mé- Bajo el criterio D se evalúan especies que
todos ya descritos al estimar la extensión de pre- tienen poblaciones muy pequeñas o muy restrin-

40
métodos

gidas y existe una amenaza antrópica o natural (colombiana) es objeto de inmigración desde las
posible (IUCN 2014, véase Tabla 5). Utilizamos regiones vecinas. Si la especie no es objeto de in-
los métodos descritos en los criterios B y C para migración o no se sabe con certeza, no se modifi-
obtener estimaciones del área de distribución y ca la categoría obtenida. Si la especie sí es objeto
del tamaño poblacional, información de las fichas de inmigración, se analiza si se espera que esta
elaboradas por los colaboradores, o nos basamos inmigración disminuya con el tiempo. Si se con-
en el conocimiento del evaluador para determinar sidera que no se reducirá la inmigración, se dis-
la existencia de una amenaza posible. minuye la categoría de amenaza en un nivel (por
Por último, para que una especie califique ejemplo de EN a VU). Por otro lado, si se estima
como amenazada bajo el criterio E debe tener que habrá disminución en la inmigración o no se
una alta probabilidad de extinción en un análisis sabe que ocurrirá con esta, se debe analizar si la
cuantitativo, como por ejemplo un análisis de via- población colombiana es un sumidero. Si la po-
bilidad poblacional. Para ninguna especie de ave blación colombiana fuera un sumidero se aumen-
colombiana se cuenta con suficiente información taría la categoría en un nivel. Si no es sumidero o
para este tipo de análisis. En consecuencia, el cri- no se sabe, la categoría inicial no se modifica. En
terio E no fue utilizado en esta obra. general, no se sabe si las poblaciones colombianas
son sumideros porque no se tienen datos precisos
Ajuste regional que indiquen si la tasa de natalidad es inferior a la
de mortalidad.
Una vez evaluada una especie de acuerdo al pro- Por otra parte, para las especies migratorias
cedimiento descrito anteriormente, se verificó si visitantes (migratorias que no se reproducen en
es endémica de Colombia o no. Cuando la espe- Colombia), se analiza si las condiciones fuera de
cie es endémica del país su evaluación de riesgo Colombia se están deteriorando. Si hay un dete-
corresponde a una evaluación global y por lo tan- rioro o no se sabe, no hay cambio en la categoría
to no requiere de un ajuste de carácter regional. obtenida con respecto a la categorización a escala
Para las especies compartidas con otros países la global. Si no hay un deterioro de condiciones por
probabilidad de extinción en Colombia puede no fuera de Colombia, se analiza si dentro del país
ser independiente de lo que está ocurriendo con se están deteriorando las condiciones. Si esto está
las poblaciones de la especie en las regiones veci- ocurriendo, no se modifica la categoría. Si no hay
nas y por esto es necesario hacer un ajuste de eva- un deterioro en el país o este es poco probable, se
luación de carácter regional. Con este propósito examina si la población reproductora podría resca-
se siguieron los lineamientos para la aplicación de tar la población regional en caso de que esta de-
las categorías y criterios de listas rojas a niveles crezca. Si no es el caso o no se sabe, no se modifica
regionales y nacionales versión 4.0 (IUCN 2012). la categoría, pero si dicho rescate es probable, se
De manera sintética el procedimiento utili- disminuye la categoría en un nivel.
zado fue el siguiente. Una vez evaluada la especie Al final del ajuste regional se escribe el códi-
de acuerdo a los criterios globales, se determinó go que describe cada categoría, criterios, subcrite-
si la especie es migratoria o no. Para las especies rios y calificadores para cada uno de los niveles de
no migratorias se analizó si la población regional amenaza en que se encuentra la especie.

41
libro rojo de aves de colombia

Tabla 5. Resumen de las categorías y criterios de la UICN3.

A. Reducción del tamaño poblacional. Reducción poblacional (se mide considerando el periodo más largo, ya
sea 10 años o 3 generaciones) basada en cualquiera de A1 a A4
En Peligro Crítico (CR) En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
A1 ≥ 90 % ≥ 70 % ≥ 50 %
A2, A3 y A4 ≥ 80 % ≥ 50 % ≥ 30 %

A1 Reducción de la población observada, estimada, inferida o (f) observación directa [ex-


sospechada en el pasado, donde las causas de la reducción cepto A3]
son claramente reversibles Y entendidas Y han cesado. (g) un índice de abundancia
A2 Reducción de la población observada, estimada, inferida o apropiado para el taxón
sospechada en el pasado, donde las causas de la reducción (h) una reducción del área
pueden no haber cesado O no ser entendidas O pueden no de ocupación (AOO),
ser reversibles. basadas en extensión de presencia
A3 Reducción de la población que se proyecta, se infiere o se cualquiera (EOO) y/o calidad del
sospecha será alcanzada en el futuro (hasta un máximo de de los hábitat
100 años) [(a) no puede usarse para A3]. siguientes: (i) niveles de explotación
A4 Una reducción de la población observada, estimada, inferida, reales o potenciales
proyectada o sospechada, donde el periodo de tiempo debe (j) efectos de taxones in-
incluir el pasado y el futuro (hasta un máximo de 100 años troducidos, hibridación,
en el futuro), y donde las causas de la reducción pueden no patógenos, contami-
haber cesado O pueden no ser entendidas O pueden no ser nantes, competidores o
reversibles. parásitos.

B. Distribución geográfica en la forma de cualquiera B1 (extensión de presencia) Y/O B2 (área de ocupación)


En Peligro Crítico (CR) En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
B1. Extensión de pre-
< 100 km2 < 5000 km2 < 20 000 km2
sencia (EOO)
B2. Área de ocupación
< 10 km2 < 500 km2 < 2000 km2
(AOO)
Y por lo menos dos de las siguientes 3 condiciones
(a) Severamente frag-
mentado O número de = 1 ≤ 5 ≤ 10
localidades
(b) Disminución continua observada, estimada, inferida o proyectada en cualquiera de: (i) extensión de presen-
cia; (ii) área de ocupación; (iii) área, extensión y/o calidad de hábitat; (iv) número de localidades o subpobla-
ciones; (v) número de individuos maduros
(c) Fluctuaciones extremas en cualquiera de: (i) extensión de presencia; (ii) área de ocupación; (iii) número de
localidades o subpoblaciones; (iv) número de individuos maduros

C. Tamaño de población pequeño y en disminución


En Peligro Crítico (CR) En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
Número de individuos
< 250 < 2500 km2 < 10 000 km2
maduros

42
métodos

C. Tamaño de población pequeño y en disminución


Y por lo menos uno de C1 o C2
C1. Una disminución con-
tinua observada, estimada o el 25 % en 3 años o una el 25 % en 5 años o 2 el 10 % en 10 años o
proyectada de por lo menos generación (el que sea generaciones (el que 3 generaciones (el que
(hasta un máximo de 100 más largo) sea más largo) sea más largo)
años en el futuro):
C2. Una disminución con-
tinua observada, estimada,
proyectada o inferida Y por
lo menos una de las siguien-
tes 3 condiciones:
(i) Número de indivi-
duos maduros en cada ≤ 50 ≤ 250 ≤ 1000
subpoblación
(a)
(ii) % de individuos ma-
duros en una subpobla- 90-100 % 95-100 % 100 %
ción=
(b) Fluctuaciones extremas
en el número de individuos
maduros

D. Población muy pequeña o restringida


En Peligro Crítico
En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
(CR)
D. Número de indivi-
< 50 < 250 D1. <1000
duos maduros
D2. Solo aplica para la
categoría VU
Área de ocupación o
número de localidades
D2. típicamente:
restringidos con una
AOO < 20 km2 o núme-
amenaza futura posible
ro de localidades ≤ 5
que podría llevar al
taxón a CR o EN en un
periodo de tiempo muy
corto.

43
libro rojo de aves de colombia

E. Análisis cuantitativo
En Peligro Crítico
En Peligro (EN) Vulnerable (VU)
(CR)
≥ 50 % en 10 años o 3 ≥ 20 % en 20 años o 5
Indica que la probabi-
generaciones, el que sea generaciones, el que sea
lidad de extinción en ≥ 10 % en 100 años
más largo (100 años más largo (100 años
estado silvestre es:
máximo) máximo)

3 Tomado y traducido de: iucn Standards and Petitions Subcommittee. 2013. Guidelines for Using the iucn Red List Ca-
tegories and Criteria. Version 10. Prepared by the Standards and Petitions Subcommittee. Downloadable from http://
www.iucnredlist.org/documents/RedListGuidelines.pdf.

44
SÍNTESIS DE RESULTADOS

síntesis de resultados Entre las aves cubiertas en este volumen, una


del volumen ii se encuentra extinta (endémica de Colombia), 72
están en alguna categoría de amenaza (27 endé-
En este volumen II del Libro rojo de aves de Colom-
micas), 10 están casi amenazadas (una endémica)
bia analizamos el riesgo de extinción de las aves
y 7 tienen datos insuficientes para lograr llegar a
acuáticas, marinas, de ecosistemas abiertos o se-
una conclusión (ninguna endémica). Las 72 espe-
cos (páramos, sabanas, matorral espinoso, desier-
cies amenazadas incluyen dos especies en peligro
to, bosques secos), los sistemas montañosos del
crítico – probablemente extintas (una endémica),
Darién y la Sierra Nevada de Santa Marta, ecosis-
9 en peligro crítico (3 endémicas), 30 en peligro
temas insulares (tanto islas marinas como de los
(12 endémicas) y 31 especies vulnerables (11 en-
grandes ríos amazónicos) y los bosques húmedos
démicas) (ver Apéndice 1 y Apéndice 2).
del país no incluidos en el volumen I (tierras ba-
Al igual que ocurrió con el volumen I, hay
jas del norte, centro y oriente del país). En este
volumen II se encuentra incluida Anthocephala cambios sustanciales en el riesgo de extinción de
berlepschi de los bosques húmedos de los Andes; las especies con respecto al Libro rojo del año 2002
en el momento de publicación del volumen I era (Renjifo et ál.). Estos cambios se deben a diversas
considerada una subespecie de Anthocephala flo- circunstancias. Estas incluyen el tiempo transcu-
riceps ahora endémica de la SNSM. La totalidad de rrido con las consecuentes variaciones en la natu-
las especies del país recibió una revisión preliminar raleza e intensidad de las amenazas, la mejoría en
para determinar si requerían de análisis de riesgo la disponibilidad de información sobre las especies
de extinción detallados o no. En el desarrollo de la para hacer las evaluaciones de riesgo, la calidad de
investigación conducente a este volumen II, ana- información multitemporal sobre los ecosistemas
lizamos en detalle el riesgo de extinción de 114 en el país, la descripción de especies nuevas para
especies. Aquellas que no fueron analizadas en de- la ciencia, así como las separaciones o fusiones ta-
talle se encuentran en bajo riesgo (LC) o datos xonómicas. De las especies que ahora se encuen-
insuficientes (DD). tran amenazadas, dos son nuevas para la ciencia

45
libro rojo de aves de colombia

(Scytalopus perijanus y Thryophilus sernai). Otras cambiar sustancialmente nuestra percepción de


seis, que eran consideradas subespecies en el año riesgo de algunas de ellas, por lo tanto, creemos
2002, fueron elevadas a la categoría de especie y en la posibilidad de que aún existan poblaciones
al evaluarlas encontramos que se encuentran ame- relictuales de H. zusii en algún enclave seco de
nazadas (Anthocephala berlepschi, Clibanornis ru- la cordillera Oriental, o incluso en enclaves secos
fipectus, Oxypogon stubelii, O. cyanolaemus, Scytalo- del Macizo Colombiano. Nunca se ha llevado a
pus sanctaemartae y Troglodytes monticola) (ver cabo una búsqueda intensiva de la especie y resulta
Apéndice 4). prioritario hacerla. En caso de encontrar una po-
Entre las especies de los ecosistemas cubier- blación, esta debería ser protegida de inmediato y
tos en este volumen, 15 especies entraron por pri- tomar acciones para su recuperación.
mera vez a alguna categoría de amenaza (CR, EN, La condición de Eriocnemis godini es muy
VU) y cuatro pasaron de bajo riesgo a casi amena- similar a la especie anterior. Este colibrí (en pe-
zadas (NT). De las especies amenazadas en el Libro ligro crítico – probablemente extinto) se conoce
rojo del año 2002, 25 permanecen en la misma ca- en el país solamente por dos pieles comerciales sin
tegoría, 8 empeoraron de categoría, 19 mejoraron una localidad precisa, presumiblemente colectadas
de categoría y una, Synallaxis cherriei, pasó de estar en Nariño. La especie podría encontrarse extinta
a casi amenazada (NT) a datos insuficientes (DD). en Colombia y de hecho en el mundo (BirdLife
Resulta extremadamente preocupante que 2016), pero no hay certeza de que esto haya ocu-
nueve especies se encuentren en peligro crítico de rrido. Dado que existe la posibilidad de que haya
extinción (dos de ellas probablemente extintas). alguna población remanente en un lugar descono-
Las especies en peligro crítico deben recibir una cido en los enclaves montanos secos de Nariño o
atención inmediata tanto de las autoridades am- Cauca, la especie se considera en peligro crítico.
bientales como de entidades privadas para evitar Una búsqueda en enclaves secos es altamente prio-
su extinción. La primera de ellas, Heliangelus zusii ritaria. Al igual que con la especie anterior, vale la
(en peligro crítico – probablemente extinta) se co- pena traer a la memoria lo ocurrido con una tercera
noce exclusivamente de un espécimen colectado especie endémica de Colombia: Penelope perspicax
en 1909 sin localidad precisa, presumiblemente en fue considerada probablemente extinta en Hilty y
la cordillera Oriental de Colombia. Renjifo et ál. Brown (1986). La especie fue redescubierta en va-
(2002) categorizaron la especie como DD pues rias localidades en Valle del Cauca y Risaralda (por
no se tenía certeza de que fuese una especie válida Eduardo Velasco y Claudia Isabel Acevedo), y pos-
o que existiera aún una población. Este criterio ha teriormente en Quindío y Cauca. Hoy en día su
sido posteriormente seguido en numerosas versio- población se encuentra en franca recuperación en
nes de la lista mundial de especies amenazadas por algunas localidades como resultado de las medidas
BirdLife International. No obstante, hoy en día se de conservación tomadas por las autoridades am-
ha confirmado que la especie es válida y que per- bientales y la sociedad civil de Risaralda, Valle del
tenece a un grupo de colibríes que está asociado a Cauca y Quindío (véase Renjifo et ál. 2014).
enclaves secos en los Andes. Aunque es probable Netta erythrophthalma es un pato que tuvo
que la especie se encuentre extinta, no hay certeza una amplia distribución tanto en Colombia como
de que así sea, en especial porque dichos enclaves en gran parte de Suramérica. Pasaron décadas
son muy poco estudiados. Por ejemplo, resulta es- sin evidencia de su supervivencia, por lo que fue
peranzador que otra especie de colibrí de enclaves considerada posiblemente extinta por Borrero
secos de los Andes (Amazilia castaneiventris) ten- (1972) y Renjifo et ál. (2002). No obstante, se
ga poblaciones más grandes de lo que previamente obtuvo un registro visual de 4 individuos de la
se sabía (Renjifo et ál. 2002 y este volumen). El especie en el año 2012. Urge hacer una búsqueda
trabajo de campo hecho por varios investigadores intensiva y tomar acciones para la recuperación
recientemente sobre distintas especies ha hecho poblacional. La situación de la especie en el país

46
síntesis de resultados

es tan precaria como en la mayor parte de su dis- podrían en cualquier momento barrer las pobla-
tribución suramericana. ciones de estas dos especies.
Crax alberti es un paujil endémico de El cucarachero de pantano (Cistothorus apo-
Colombia, severamente afectado por la pérdida y linari) es una especie endémica de Colombia con
fragmentación de bosques y la cacería. Su distribu- poblaciones muy reducidas y localizadas en los
ción hoy es relictual, especialmente en los piede- márgenes de humedales altoandinos con juncales
montes de la Sierra Nevada de Santa Marta y de las o eneales. Como muchas otras especies se ha vis-
cordilleras Central y Oriental. La especie no solo to muy negativamente afectada por la pérdida de
debería ser protegida de modo más efectivo en los estos hábitats. Al igual que todo el conjunto de
sitios en los que aún existe, sino que debería ser re- especies de humedales altoandinos requiere de la
introducida en sitios seguros con hábitat de buena recuperación de los humedales tanto en extensión
calidad como el cañón del río Claro en Antioquia. como en calidad de aguas, hábitats y control de
Podiceps occipitalis es un zambullidor con especies invasoras. Esta especie requiere del con-
una población también extremadamente reducida trol poblacional de ratas, gatos, perros y chamones
y fragmentada. La especie requiere de un mane- (Molothrus bonariensis). Para evitar su extinción se
jo activo que involucre la recuperación de lagos requiere de un manejo activo, pero la inacción de
altoandinos oligotróficos y la erradicación de las las autoridades ambientales responsables de su pro-
truchas introducidas, en especial aquellos cerca- tección la llevará a su extinción en el corto plazo
nos a donde se encuentran aún poblaciones de la en la Sabana de Bogotá, el valle de Ubaté, el Lago
especie, por lo tanto de fácil recolonización. de Tota, etc. Las poblaciones asociadas a hume-
El cóndor de los Andes (Vultur gryphus), a dales de páramo están disminuyendo menos rápi-
pesar de ser el ave emblema del país y de haber damente, pero de no tomarse medidas efectivas su
sido objeto de procesos de reintroducción y va- extinción es solo cuestión de tiempo. Como todas
rias investigaciones, ha pasado de estar en peligro las especies endémicas del país en peligro crítico su
a estar en peligro crítico. De seguir esta tendencia recuperación debe recibir una prioridad máxima.
no hay duda de que se extinguirá en pocas genera- Pseudocolopteryx acutipennis tiene una situa-
ciones. Las medidas de conservación de la especie ción muy similar a la especie anterior (poblaciones
deben ser mucho más asertivas involucrando no muy reducidas y localizadas en los márgenes de
solo la protección y reintroducción de la especie, humedales altoandinos con juncales o eneales) y
sino también la recuperación de hábitat y en es- se vería favorecida de las mismas iniciativas de ma-
pecial la reintroducción de las poblaciones de las nejo activo para la conservación del cucarachero
especies silvestres de la cuales se alimenta (como el de pantano.
venado cola blanca Odocoileus virginianus). Esto Thryophilus nicefori es una especie endé-
requerirá la implementación sin dilación de medi- mica de los bosques secos de los cañones de los
das efectivas de control de cacería en los páramos ríos Chicamocha y Suárez. El conocimiento de la
que albergan poblaciones de cóndores y de rein- ecología de la especie y de oportunidades para su
troducción de las especies de grandes mamíferos conservación ha mejorado de manera muy impor-
silvestres en donde hayan desaparecido. tante en la última década y media. Debe proce-
Tanto Leptotila jamaicensis como Icterus derse sin dilación en el mejoramiento del hábitat
leucopteryx se encuentran en el territorio colom-
de la especie.
biano exclusivamente en la isla de San Andrés (la
primera representada por una subespecie endémi-
síntesis global
ca). La vulnerabilidad intrínseca de estas especies
de resultados
con una distribución muy reducida se ha visto
agravada por la extensa pérdida de hábitat en la En esta obra (volumen I y volumen II) se analiza
isla y la vulnerabilidad a los huracanes, los cuales el riesgo de extinción de la totalidad de las espe-

47
libro rojo de aves de colombia

cies de aves residentes en Colombia permanente La primera tiene poblaciones locales en los volca-
o estacionalmente. Seguimos el sistema de cate- nes del sur de Nariño y se encuentra ampliamente
gorías y criterios de la IUCN (2014) y utilizamos distribuida a lo largo de los Andes hasta el sur
los lineamientos regionales (IUCN, 2012) en las de Bolivia. La segunda anida en el cayo Cangrejo
evaluaciones de aquellas especies que no son en- frente a la isla de Providencia, pero tiene una am-
démicas del país. plia distribución en el mar Caribe.
Utilizamos criterios de filtrado de especies Para el proceso de la evaluación generamos
(IUCN 2012) para decidir si analizar o no algunas datos originales sobre velocidad de cambio en la
de ellas. No evaluamos especies transeúntes, las cobertura de los hábitats de cada especie (como
cuales pasan por el país en algún momento de su un referente para estimar la velocidad de cambio
migración y continúan hacia otras regiones. Tam- en el tamaño poblacional), distribución geográfi-
poco evaluamos aquellas especies residentes en el ca y tamaño poblacional. Estos datos se encuen-
país para las cuales consideramos que la población tran en la sección “Situación de la Especie”. Pro-
nacional constituye menos de un 2 % de la pobla- veer explícitamente los datos permite que estos
ción global, tal como ha sido sugerido por la UICN puedan ser evaluados por otros autores.
en algunos documentos (IUCN 2012). Tampoco En Colombia una especie se encuentra ex-
hicimos análisis de riesgo a nivel de subespecie o tinta (endémica), 140 se encuentran en alguna ca-
poblaciones regionales. Las subespecies incluidas tegoría de amenaza (55 endémicas): 3 en peligro
en este libro (por ejemplo Ammodramus savan- crítico-probablemente extintas (2 endémicas), 14
narum caucae) son taxones endémicos de Co- en peligro crítico (7 endémicas), 56 en peligro
lombia. Seguimos como autoridad taxonómica el (23 endémicas) y 67 son vulnerables (23 endémi-
South American Classification Committee (SAAC). cas). Adicionalmente, 28 especies se consideran
No obstante, en unas pocas excepciones divergi- casi amenazadas (3 endémicas) y 9 son insuficien-
mos del comité (véase Apéndice 4). Los cambios tes de datos (véase Apéndice 3).
taxonómicos y la manera apropiada de escribir los Para las especies endémicas de Colombia
nombres científicos se presentan en el Apéndice 4. esta obra constituye el análisis más profundo y
Estos criterios de filtrado y de autoridad detallado de riesgo de extinción, por lo tanto sus
taxonómica son indispensables, pero no están conclusiones deben ser consideradas la categoría
exentos de implicaciones. Específicamente, algu- global de dichas especies. La evaluación de riesgo
nas subespecies endémicas o casi endémicas del de las especies casi endémicas de Colombia tam-
país no se encuentran en este Libro rojo a pesar bién debería ser ajustada con base en los análisis
de estar seriamente amenazadas. Por ejemplo, de aquí presentados. Algunos de estos cambios son
acuerdo a la información disponible de la garcita muy significativos. A manera de ejemplo, Arami-
Ixobrychus exilis bogotensis, endémica de los hume- des wolfi ha sido considerada por décadas una es-
dales del altiplano cundiboyacense, consideramos pecie amenazada. No obstante, la información re-
que se encuentra en peligro crítico de extinción. ciente ha permitido determinar que efectivamente
No obstante, la especie cuenta con poblaciones de esta especie no cumple con los criterios para ser
otras subespecies en tierras bajas de otras regiones considerada como tal ni se acerca a cumplirlos.
del país, y al evaluar la especie como un todo, esta Algunas especies amenazadas en Renji-
no se encontraría amenazada. Es posible que en el fo et  ál. (2002) no han sido consideradas como
futuro taxones como Pyrrhura picta caeruleiceps y parte de la avifauna amenazada residente en Co-
Pyrrhura picta subandina sean consideradas espe- lombia en esta obra (Renjifo et ál. 2014; Renji-
cies válidas y pasarían a ser especies amenazadas. fo et ál. 2016) por diversas razones. Crypturellus
El filtrado de porcentaje de población presente en columbianus y Crypturellus saltuarius, previamen-
el país hace que especies como Oreomanes fraseri te consideradas especies endémicas del país, son
y Puffinus lherminieri no hayan sido analizadas. ahora consideradas como parte de Crypturellus

48
síntesis de resultados

erythropus. Pterodroma phaeopygia es una especie tañosos del Darién o parques nacionales en cada
transeúnte (Apéndice 3). No se conoce una pobla- una de estas montañas. Las montañas del Darién
ción residente de Acestrura bombus en el país. Por albergan (junto con la Sierra Nevada de Santa
último, se sabe que Sporophila insulata no es una Marta) la mayor concentración de especies ame-
especie endémica sino un híbrido entre S. telasco y nazadas de toda Colombia. No obstante, no se
S. minuta (De las Casas et ál. 2004). encuentran incluidas dentro del Sistema Nacional
Por último, queremos destacar la enorme de Parques Nacionales.
responsabilidad que tienen las autoridades am- Buena parte de las Corporaciones Autóno-
bientales de evitar la extinción de las especies en mas Regionales (CAR) del país tienen en su juris-
sus respectivas jurisdicciones. Parques Nacionales dicción especies en peligro crítico de extinción y
debería establecer bien sea un gran parque nacio- tienen como responsabilidad tomar medidas efecti-
nal que proteja el conjunto de los sistemas mon- vas para evitar su inminente desaparición (Tabla 6).

Tabla 6. Especies en peligro crítico de extinción y las CAR responsables de su protección (especies endémicas con asterisco).

CAR Especie
CAM Vultur gryphus
CAR Buteogallus solitarius, Cistothorus apolinari*, Crypturellus obsoletus*, Pseudocolopteryx
acutipennis, Vultur gryphus
CARDER Hapalopsittaca fuertesi*, Vultur gryphus
CAS Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Thryophilus nicefori*, Vultur gryphus
CDMB Thryophilus nicefori*, Vultur gryphus
CORALINA Icterus leucopteryx, Leptotila jamaicensis
CORANTIOQUIA Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Lipaugus weberi*
CORDECHOCÓ Buteogallus solitarius
CORNARE Crax alberti*
CORPAMAG Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Netta erythrophthalma, Vultur gryphus
CORPOAMAZONÍA Buteogallus solitarius, Pseudocolopteryx acutipennis
CORPOBOYACÁ Pseudocolopteryx acutipennis, Cistothorus apolinari*, Thryophilus nicefori*
CORPOCALDAS Hapalopsittaca fuertesi*, Vultur gryphus
CORPOCESAR Buteogallus solitarius, Crax alberti*, Vultur gryphus
CORPOCHIVOR Buteogallus solitarius
CORPOGUAJIRA Buteogallus solitarius, Crax alberti* (posiblemente), Vultur gryphus
CORPOGUAVIO Buteogallus solitarius
CORPOMACARENA Buteogallus solitarius
CORPONARIÑO Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CORPONOR Vultur gryphus
CORPOURABÁ Crax alberti*
CORTOLIMA Hapalopsittaca fuertesi* (posiblemente), Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CRC Buteogallus solitarius, Eriocnemis isabellae*, Podiceps occipitalis, Vultur gryphus
CRQ Hapalopsittaca fuertesi*, Podiceps occipitalis (posiblemente),Vultur gryphus
CSB Crax alberti*
CSV Crax alberti*

49
libro rojo de aves de colombia

GALBULA PASTAZAE
JACAMAR COBRIZO 2
3 COPPERY-CHESTED JACAMAR

2 SÍNTESIS DE INFORMACIÓN 4
ÁNGELA MARÍA AMAYA-VILLARREAL

ECOLOGÍA AMENAZAS
7
5
Habita bosque nublado premontano y mon- La principal amenaza para este jacamar es la
tano bajo, se encuentra frecuentemente en pérdida de hábitat por deforestación en las la-
bordes de bosque y en vegetación secundaria deras bajas de los Andes orientales, para darle
(Collar et ál. 1992; Stattersfield et ál. 1998). paso a la agricultura, especialmente de café y
té (López-Lanús 2002; BirdLife International
Se posa en parejas en los estratos bajos como
2011; Itziar Olmedo 2011). Por otro lado, en
otros jacamares (Poulsen y Wege 1994;
mayo del 2008 el Concejo Municipal de Orito
Ridgely y Greenfield 2001). Es de distribu-
aprobó varios megaproyectos, entre los cuales
ción restringida entre 600-1700 m (Hilty y está la carretera que uniría los municipios de
Brown 1986; Collar et ál. 1992; Stattersfield Orito, Putumayo e Ipiales, Nariño (Sitio Ofi-
et ál. 1998); la mayor parte de su área de dis- cial de Orito en Putumayo-Colombia, 2009).
tribución está en Ecuador, en Colombia solo Aunque a finales del 2009 no había ningún
se conoce en El Carmen, Nariño, donde en informe de ejecución en la página web del
1970 se colectaron cuatro especímenes (Fitz- municipio, se puede inferir que los bosques
patrick y Willard 1982) y en la estación de de los valles de Guamuez y Sucio (Putumayo
bombeo Guamuez, Putumayo (Salaman et y Nariño) quedarán cada vez más expuestos a
ál. 2002). la explotación, lo que amenaza la superviven-
cia del Jacamar Cobrizo.
6 POBLACIÓN
HISTORIA DE VIDA 8
Generalmente está cerca a corrientes de agua,
No hay información para la especie.
senderos o árboles caídos, es poco común
(Ridgely y Greenfield 2001), y existen subpo- MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
blaciones pequeñas localizadas (BirdLife In- TOMADAS 9
ternational 2011). Se estima que hay 1.1-1.8
Las localidades donde se ha registrado en Co-
individuos por km2 (BirdLife International lombia no tienen ninguna figura de protección.
2011). El Jacamar Cobrizo forrajea en ban- En Ecuador existen importantes poblaciones en
dadas mixtas y se alimenta de escarabajos, el Parque Nacional Podocarpus y en las reservas
avispas y mariposas nocturnas (Salaman et ál. ecológicas Cayambe Coca y Antisana (Itziar Ol-
2002; López-Lanús 2002. medo 2011; BirdLife International 2011).

guía de lectura
1. Nombre científico: esta obra de la Unión de Ornitólogos ejemplo pérdida de hábitat,
sigue los nombres y el orden Americanos. cacería, comercio, contami-
taxonómico del Comité de 4. Autor o autores de la ficha de nación, etc.
Clasificación de Aves Surame- síntesis de información. 8. En esta sección se incluyen da-
ricanas (SACC) de la Unión de tos (si existen) sobre la historia
5. En esta sección se incluyen los
Ornitólogos Americanos. de vida utilizados para el pro-
hábitos de la especie, ámbito
2. Nombre común en español ceso de evaluación de riesgo
altitudinal, tipo de hábitat,
según Hilty y Brown (2001); tales como longevidad, edad
abundancia relativa, dieta, pe-
en algunos casos los siguientes de primera reproducción, etc.
riodo reproductivo, densidad
nombres han sido compilados 9. Información sobre acciones de
poblacional, etc.
por los autores de cada ficha, conservación que han sido to-
especialmente para aquellas 6. Estimaciones del tamaño po-
madas para proteger a la espe-
especies descritas después de blacional de la especie, en los
cie, como programas de cría
2001. casos en que existe tal infor- en cautiverio, inclusión en un
3. Nombre en inglés según el mación. apéndice de cites, etc. Indica
Comité de Clasificación de 7. Descripción de las amenazas también si la especie se en-
Aves Suramericanas (SACC) que enfrenta la especie, por cuentra en áreas protegidas.

50
guía de lectura
10

13
GALBULA PASTAZAE

11 SITUACIÓN DE LA ESPECIE VU C2a(ii)


NT B1ab(iii)
RENJIFO ET ÁL. 2013

CRITERIO A EOO
densidad más baja habría 4045 in-
13 183 KM2 dividuos en el país < 10 000 indivi-
Esta especie ha perdido el 12.8 % de ÁREA DE HÁBITAT duos maduros. Dado que el hábitat
su hábitat, 0.8 % de este entre los REMANENTE
de la especie está en disminución se
4692 KM2
años 2000 y 2010. La especie no estima que lo mismo está ocurriendo
ÁREA REMANENTE
experimenta una rápida reducción PONDERADA POR con la población de la especie. Apa-
de sus poblaciones, por lo cual no se IDONEIDAD DE HÁBITAT rentemente existe una sola pobla-
aproxima a los umbrales del criterio. (AOO ESTIMADA)
ción continua en el país.
3677 KM2
VU C2a(ii)
CRITERIO B PORCENTAJE DE CAMBIO
2000-2010
12 B1 EOO = 13 183 km2 < 20 000 km2
DE HÁBITAT
-0.81 % AJUSTE REGIONAL 14
pero no se encuentra severamente PORCENTAJE TOTAL DE
La especie es un taxón residente re-
PÉRDIDA DE HÁBITAT
fragmentado. Hay una disminución 12.8 % productor, aparentemente es objeto
continua en extensión y/o calidad UNA GENERACIÓN de inmigración, no se sabe si la inmi-
de hábitat (iii). 6.2 AÑOS gración disminuirá por la deforesta-
NT B1ab(iii). 3 GENERACIONES ción cerca a la frontera y la población
18.6 AÑOS
B2 Área de hábitat remanente= 4692 regional no parece ser un sumidero.
km2; AOO = 3677 km2 > 2000 km2 No cambia la categoría regional.

CRITERIO C CONCLUSIÓN 15
Se estima que la densidad poblacional de la espe- VU C2a(ii)
cie es 1.1 a 1.8 ind/km2. Teniendo en cuenta la NT B1ab(iii)

DISTRIBUCIÓN IDONEIDAD DE HÁBITAT

16

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

86

10. Categoría de amenaza nacio- califica como amenazada en 15. Conclusión del análisis de
nal, siguiendo los criterios de cada criterio y subcriterio. riesgo de extinción que mues-
la uicn 2013. En algunos ca- 13. Datos utilizados durante el aná- tra los criterios, subcriterios
sos la especie califica en más y calificadores por los cuales
lisis de riesgo. EOO= área de
de una categoría. La categoría se considera la especie como
extensión de presencia, AOO=
apropiada es la que represen- amenazada o casi amenazada.
área de ocupación, porcentaje
ta mayor riesgo de extinción 16. El mapa de la izquierda pre-
de cambio de hábitat en un
la cual se indica en el primer senta la distribución de la espe-
periodo de 10 años, porcenta-
renglón del código que sin- cie: en rojo el hábitat perdido
tetiza la evaluación del riesgo je total de pérdida de hábitat
y en verde el hábitat rema-
de la especie. y tiempo de tres generaciones.
nente. El mapa de la dere-
11. Autores de la sección “Situa- 14. El ajuste regional indica la in- cha presenta la idoneidad de
ción de la especie” Renjifo, L. formación utilizada para rea- hábitat; en la escala el rojo es
M., Amaya-Villarreal, A. M., justar la categoría obtenida y si alta idoneidad y el azul es baja
Burbano-Girón, J., y Velás- es el caso alcanzar una catego- idoneidad.
quez-Tibatá, J. ría final de riesgo de extinción
12. En esta sección se documenta de la especie a nivel regional.
el proceso de categorización. Para las especies endémicas no
Se explican las causas por las es necesario ajustar la catego-
cuales la especie califica o no ría obtenida.

51
especies extintas
podiceps andinus
© robin h. schiele
podiceps andinus
Zambullidor Cira
Colombian Grebe

síntesis de información
ángela maría amaya-villarreal y luis miguel renjifo

ecología amenazas
Actualmente extinto, el Zambullidor Cira era Se cree que, en febrero de 1977, R. Ridgely
endémico de Colombia y tenía una distribu- fue la última persona en ver a esta especie, en
ción restringida en los departamentos de Cun- el Lago de Tota (Fjeldså 1993; Renjifo et ál.
dinamarca y Boyacá, a elevaciones entre 2500 y 2002). Sin embargo, C. Pérez afirma haber
3015 m. Habitaba lagunas y lagos con juncales visto una pareja anidando en el lago Socha-
densos en sus orillas. En Cundinamarca se en- gota a finales de los años ochenta (Renjifo
contraba en la Laguna de Fúquene, Laguna de et ál. 2002). La última estimación poblacional
Cucunubá, Laguna de La Florida, Laguna de fue hecha por M. K. Rylander, quien calculó
La Herrera, embalse del Muña, La Caro, Mos- trescientos individuos en Tota en 1968 (King
quera y Sabana de Bogotá (Collar et ál. 1992). 1978-1979 en Collar et ál. 1992). El esfuerzo
En la década de1960 existía en el Lago de de un posterior trabajo en campo para buscar
Tota la planta acuática Potamogeton illinoensis, a P. andinus en Cundinamarca y Boyacá du-
muy importante para el Zambullidor Cira por- rante septiembre de 1981, no consiguió nue-
que albergaba presas para la alimentación de vos registros de la especie ni evidenció condi-
este. Sin embargo, en 1981 esta planta había ciones favorables del hábitat (Fjeldså 1993).
sido remplazada por Elodea canadense, la cual Los humedales de la sabana bogotana y
impedía a este zambullidor sumergirse (Collar los asociados con el río Bogotá en la laguna
et ál. 1992). Esta especie era de hábitos gre- de La Florida se drenaron casi completamen-
garios, se solía observar en grupos de 10 a 30 te en 1981. Por otro lado, también desde ese
individuos en el Lago de Tota (Borrero in litt. entonces las lagunas de La Herrera, Fúquene
en Fjeldså 1993). Lo único que se sabe sobre y Cucunubá se convirtieron en hábitats inade-
sus hábitos reproductivos es que las hembras cuados para P. andinus por su contaminación,
ponían huevos en agosto y que construían sus erosión, drenaje y deterioro de la calidad del
nidos flotantes en juncos (Collar et ál. 1992). agua (Renjifo et ál. 2002).

55


Las principales razones de la desaparición


historia de vida
del Zambullidor Cira fueron el drenaje de los hu-
medales así como la desaparición de Potamogeton No hay información para la especie.
illinoensis causada por la eutrofización de las la-
gunas donde la especie habitaba (Fjeldså 1993).
comentarios
Además, en 1944 la introducción de la trucha La situación taxonómica de P. andinus ha sido
Oncorhynchus mykiss afectó la población de P. an- causa de debate. Los primeros especímenes tenían
dinus por la depredación de polluelos y por afectar plumaje de transición y se pensó que eran indivi-
negativamente la disponibilidad de alimento. Por duos visitantes del Zambullidor del Neártico (P.
otro lado, el uso de pesticidas en los cultivos de ce- nigricollis). En 1945 Borrero consideró describir-
bolla cerca al Lago de Tota pudo haber sido otro la como una subespecie de P. nigricollis, pero Me-
causante de la disminución de la población de este yer de Schauensee (1959) la describió como una
zambullidor (Fjeldså 1993; Renjifo et ál. 2002). especie. Un nuevo estudio molecular indica que
Por último, la cacería selectiva de P. andinus en P. andinus es un linaje reciente (especie) dentro
las colonias de reproducción representó también de la familia Podicipedidae derivado de P. nigri-
una amenaza para esta especie (Collar et ál. 1992). collis (Ogawa et ál. 2015).

situación de la especie EX
renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo Distribución

Esta especie endémica de los humedales altoandi-


nos de la cordillera Oriental colombiana anidó en
la Sabana de Bogotá hasta los años cuarenta, en el
valle de Ubaté hasta los años cincuenta y aparente-
mente en el Lago de Tota hasta finales de los años
setenta del siglo XX. Los últimos avistamientos del
Zambullidor Cira fueron hechos por Robert Rid-
gely en febrero de 1977 en el Lago de Tota (Hilty
y Brown 1986). La especie ha sido buscada y no
encontrada a lo largo de su distribución. Se con-
sidera extinta.

ajuste regional
Era un taxón endémico de Colombia por lo cual no
es necesario hacer un ajuste regional.

conclusión
EX. Registros

56
especies amenazadas
chauna chavaria
© daniel uribe
chauna chavaria
chavarría
northern screamer

síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla y ana maría umaña

ecología La especie es herbívora especialista en


cuanto a los recursos alimentarios que utiliza
Las poblaciones en estado natural se encuen- del medio ambiente en el cual habita (Prada
tran asociadas a vegetación palustre (Prada et ál. 2004). Se ha observado alimentándose de
et  ál. 2004) de orillas de ríos, humedales de plantas del género Ludwigia, como el clavo de
transición río–estuario y humedales (C. Ruiz y ciénaga o chabarril (L. leptocarpa) y el berro
F. Estela com. pers.), pero también se le pue- o tripa de caimán (L. belminthorhiza), también
de observar en vegetación acuática, en potre- de hojas de raya (Neptunia prostrata), tarulla
ros inundados, cultivos de frutales, parches de (Pistia stratioses) (Baptiste y Franco 2006) y
pequeños bosques de ribera (Zuluaga-Sánchez yarumo (Cecropia sp.) (J. E. Zuluaga-Bonilla
et ál. 2007; Zuluaga-Bonilla 2009; J. M. Ruiz obs. pers.).
com. pers.), manglares y arrozales (C. Ruiz y Existen registros de reproducción para
F. Estela com. pers.). Su densidad es mayor el AICA Zona deltaico-estuarina del río Sinú en
durante la temporada de aguas bajas (Zuluaga- mayo (Solano et ál. 2008) y de pichones en di-
Sánchez et ál. 2007; C. Ruiz y F. Estela com. ciembre (J. Beckers com. pers.), de anidación
pers.). Se han registrado aves solas, en parejas para la Ciénaga de Baño en junio (J. M. Ruiz
o en grupos de hasta cuatro (Estela y López- com. pers.) y en la Ciénaga de Palagua hay ob-
Victoria 2005; Zuluaga-Bonilla 2009; J. Aven- servaciones de cortejo y anidación en diciem-
daño obs.pers.; C. Ruiz y F. Estela com. pers.) bre y registro de un juvenil en septiembre (J. E.
y 12 individuos (J. M. Ruiz com. pers.) fo- Zuluaga-Bonilla obs. pers.). Según pobladores
rrajeando y vocalizando constantemente en las locales de San Martín y San Alberto (Cesar),
copas de árboles de matarratón (Gliricidium conocedores de la especie, en la zona se repro-
sepium), campano (Samanea saman) (J.  M. duce entre diciembre y febrero (J. E. Zuluaga-
Ruiz com. pers.) y yarumo (Cecropia  sp.) Bonilla obs. pers.). El nido de esta especie suele
(Zuluaga-Bonilla 2009). ser construido sobre el agua con vegetación de

59
chauna chavaria

pantano. La nidada se compone lidades donde ha sido registrada, por creencias populares (C. Ruiz
de entre 2 y 7 huevos (Del Hoyo encontrándose poblaciones de y F. Estela com. pers.), de hue-
et ál. 1992; Botero 2002). hasta 50 individuos (Zuluaga- vos, cría en cautiverio (J. M. Ruiz
Se tienen diferentes regis- Bonilla 2009), aunque en sitios com. pers.) y semicautiverio (J. E.
tros en los valles bajos de los ríos históricamente registrada como Zuluaga-Bonilla  obs. pers.), en
Magdalena, Atrato y Sinú (Hilty VP Isla de Salamanca (Botero diferentes edades (Zuluaga-Sán-
y Brown 2001), así como en los 2002) no se ha vuelto a reportar chez et  ál.  2007; J. E.  Zuluaga-
humedales de la llanura del Ca- desde el 2002 (C. Ruiz y F. Es- Bonilla obs. pers.), ya sea como
ribe, donde ha sido observada tela com. pers.). mascota, para alimento, vigi-
constantemente. Se han registra- lancia (casa, fincas o negocios)
do varios individuos en las Cié- amenazas contra depredadores y en raras
naga de Ayapel (Botero 2002) ocasiones para comercializarlos
La principal amenaza de la espe-
y en la Ciénaga de Baño se ha (Zuluaga-Sánchez et  ál. 2007;
cie es la pérdida de hábitat por
observado un grupo de 6 indivi- Zuluaga-Bonilla  2009), pueden
modificación y contaminación,
duos perchados a 14 m de altu- estar afectando directamente a la
debido a la desecación de hume-
ra, sobre árboles de matarratón especie.
dales con el fin de incrementar
(Gliricidium sepium), otro gru-
la frontera agrícola y ganadera
po de 4  individuos perchados historia de vida
(Prada et ál. 2004; Zuluaga-
a 25 m de altura en árboles de
Sánchez et ál. 2007; C. Ruiz y F. Según pobladores locales de San
campano (Samanea saman) y un
Estela com. pers.), hecho que se Martín y San Alberto (Cesar) a
grupo de 12 individuos alimen-
presenta fuertemente en las cié- los 8 meses de edad el individuo
tándose en las zonas anegadas
nagas de la llanura Caribe (A. M. presenta su plumaje completo
formadas por las lluvias en los
Umaña y M. Álvarez obs. pers.) de adulto.
potreros cerca al espejo de agua
y Magdalena Medio (J. E. Zu-
(J. M. Ruiz com. pers.). En mayo
luaga-Bonilla obs. pers).  Otras medidas de
de 2009 se observaron alrede-
causas de la transformación del conservación
dor de 6 parejas que vocalizaban
hábitat son la tala para extracción
constantemente, perchadas a tomadas
de madera artesanal o industrial
diferentes alturas en los alrede-
(Castillo y Johnston 2002), la La especie se encuentra en el
dores de las ciénagas formadas
construcción de camellones para PNN Los Katíos (Botero 2002) y
por el río San Jorge (A. M. Uma-
evitar el flujo de agua, el con- el DMI Bahía de Cispatá (Baptis-
ña y M. Álvarez obs. pers.). En
trol del caudal de los ríos que te y Franco 2006). Así mismo, la
noviembre de 2010 se observó
afecta la llegada de agua dulce a mayoría de sitios donde se regis-
una pareja vocalizando constan-
las ciénagas y caños, y el verti- tra la especie son AICA (Franco-
temente en los alrededores de la
miento de desechos domésticos Maya y Bravo 2005) y pertene-
Charca de Guarinocito (J. E. Zu-
y agrícolas en las aguas (J. M. cen a jurisdicción de diferentes
luaga-Bonilla obs. pers.).
Ruiz com. pers.). En la Ciénaga corporaciones autónomas regio-
de Palagua-Boyacá, el espejo nales, aunque esta situación no
población ha garantizado la protección del
de agua se encuentra altamente
La población de esta especie contaminado por residuos deri- hábitat y la especie.
en el país ha sido estimada entre vados del petróleo, producto de En la Ciénaga de Palagua-
los 2000 y los 10 000 individuos dos petroleras (Zuluaga-Bonilla Boyacá y Montería-río Sinú,
(Rose y Scott 1997; Botero y Macana 2009). algunos individuos se localizan
2002). Posiblemente su abun- Factores como la cacería de en dos fincas, en las cuales se
dancia varía en las diferentes loca- subsistencia, consumo de carne encuentra totalmente prohibida

60
chauna chavaria

la cacería o captura de animales (J. E. Zuluaga- ductivo y el efecto de factores antropogénicos


Bonilla obs. pers.; J. Beckers com. pers.).  sobre sus poblaciones como el posible aprovecha-
La Asociación Ornitológica de Boyacá- miento para consumo de su carne y sus huevos (J.
Ixobrychus con financiación de la CORPOBOYACÁ, M. Ruiz com. pers.). 
ha realizado en la Ciénaga de Palagua talleres de Se debe formalizar la protección de sitios en
sensibilización ambiental con adultos y niños de los cuales se ha encontrado la especie, especial-
diversos planteles educativos de la zona (Zuluaga- mente aquellos que no se encuentran bajo ningu-
Bonilla y Macana 2009).  na figura de área protegida como es el caso de las
diferentes ciénagas del departamento de Sucre y
medidas de conservación algunas en Córdoba.
Se requiere urgentemente diseñar planes de
propuestas
educación, los cuales se deben implementar en
La escasa información que existe sobre la historia compañía de los pobladores locales y deben estar
de vida y ecología de esta especie, hace necesa- encaminados a mejorar el uso y aprovechamiento
rio que se realicen investigaciones sobre el estado de los recursos, para garantizar así la conservación
actual de sus poblaciones, uso y requerimientos de los ecosistemas donde la especie reside (Casti-
de hábitat, alimentación, comportamiento repro- llo y Johnston 2002).

situación de la especie VU C2a(i)


renjifo et ál. 2016

consideran hábitats de la especie


eoo criterio c
213 454 km2
ríos, lagunas, lagos y ciénagas
naturales, canales, zonas panta- No existen estimaciones pobla-
área de hábitat
remanente nosas, vegetación acuática sobre cionales recientes de la espe-
15 649 km2 cuerpos de agua). No hay evi- cie bien documentadas. Rose y
porcentaje de cambio
dencia que indique una rápida Scott (1997) estiman una po-
de hábitat 2001-2011
reducción del tamaño poblacio- blación inferior a 10 000 indi-
9.35 %
porcentaje total de nal de la especie en el pasado ni viduos y BirdLife International
pérdida de hábitat se prevé en el futuro. La espe- (2014d) estiman la población
desconocido
cie no califica como amenazada mundial en un rango de 1500-
una generación
bajo el criterio A. 7000 individuos. Estas dos es-
5 años
timaciones sugieren una pobla-
3 generaciones
15 años criterio b ción nacional inferior a 10 000
individuos maduros la cual está
B1 EOO = 213  454 km2 >> disminuyendo paulatinamente
20 000 km . La especie no califi-
2
como consecuencia de la pér-
criterio a
ca como amenazada bajo el sub- dida de hábitat principalmente.
El porcentaje total de pérdida criterio B1. Toda la población colombiana
de hábitat se desconoce pues no B2 Área de hábitat rema- podría hacer parte de una misma
se cuenta con información pre- nente dentro de la distribución población.
cisa de la distribución histórica de la especie = 15 649 km2 >> VU C2a(i).
de los humedales del país. En 2000 km2. La especie no califica
un periodo de diez años no se como amenazada bajo el subcri-
encontró pérdida de hábitat (se terio B2.

61
chauna chavaria

criterio d cas entre las poblaciones venezolana y colombiana


no es probable que la especie reciba inmigrantes
La especie no califica como amenazada bajo el desde Venezuela de manera habitual. Por lo tanto
criterio D. se recomienda no cambiar la categoría de la especie.

ajuste regional
conclusión
La especie es un taxón residente reproductivo.
VU C2a(i).
Dada la presencia de importantes barreras geográfi-

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

62
oressochen jubatus
© félix uribe
oressochen jubatus
pato carretero
orinoco goose

síntesis de información
jorge enrique parra, marcela beltrán, alexandra delgadillo y carlos ruiz-guerra

ecología tos bajos (Poaceae) que son consumidos por el


Pato Carretero corresponden principalmente a
El Pato Carretero es una especie cuya distri- las pajas carreteras o pastos pateros, Parathe-
bución abarca Colombia, Venezuela, Ecua- ria prostrata y Reimarochlora acuta, los cuales
dor, Guyana, Surinam, Brasil, Perú, Bolivia, a su vez son también preferidos por chigüiros
Paraguay y el norte de Argentina (Luna et ál. (Hydrochoerus hydrochaeris) (Barreto y Herre-
2008; Carboneras 1992; BirdLife Internatio- ra 1998). Generalmente se alimenta en sitios
nal 2015c). En Colombia, el Pato Carretero cercanos a morichales o a orillas de humedales
se distribuye en tierras bajas hasta los 500 m (Kriese 2004; Ruiz-Guerra et ál. 2014).
al oriente de la cordillera Oriental, principal- En Colombia el Pato Carretero se con-
mente sobre las sabanas inundables de Casa- sidera raro debido a que sus poblaciones están
nare y Arauca. Existen registros de individuos declinando (IAVH 2008; BirdLife International
errantes a 2600 m en el sistema de humedales 2008a). En el departamento del Casanare la
de los Andes orientales (Hilty y Brown 2001). especie se congrega en lagunas durante la épo-
Es común localmente en parejas o en grupos ca seca y se dispersa sobre sabanas inundables
familiares en los bordes de esteros, lagos, lagu- en época de lluvias (J. E. Parra com. pers.), de
nas, a lo largo de la cuenca del Orinoco y Ama- esta manera, la abundancia del Pato Carretero
zonas (McNish 2007). Habita riberas de ríos, varía de acuerdo con la época climática y pre-
lagos, lagunas, esteros, sabanas inundables y senta posibles movimientos de individuos en
playas asociadas a ambientes acuáticos (Hilty Casanare antes y después de la reproducción
y Brown 2001; Stotz et ál. 1996). Se alimenta (Ruiz-Guerra et ál. 2014). De hecho, según
principalmente en orillas de cuerpos de agua Davenport et ál. (2012), el Pato Carretero es
y sabanas abiertas de las partes maduras de un migratorio parcial que se mueve entre el
pastos, juncos y plantas acuáticas, además de Parque Nacional de Manú en Perú y los Llanos
invertebrados (Renjifo et ál. 2002). Los pas- de Moxos en Bolivia, comportamiento que

64
oressochen jubatus

debe ser también estudiado en los Llanos Orien- Varios estudios han registrado la especie a lo
tales colombianos. No obstante, cabe anotar que largo del departamento de Casanare. El 30 de julio
individuos observados en octubre de 2014 en al- de 2012, durante un recorrido de 22 km, se obser-
gunas localidades del Valle del Cauca como la La- varon un total de 1500 parejas a lado y lado de la
guna de Sonso (Buga) probablemente correspon- carretera en un sector conocido como Las Taparas,
den a aves escapadas (Ruiz-Guerra obs. pers.). De ubicado en la cuenca del río Guachiría en jurisdic-
acuerdo con estudios realizados por la Asociación ción del municipio de Paz de Ariporo (Casanare).
Calidris, entre los meses de julio a octubre, se En este sitio se contabilizó un número menor de
pueden observar parejas en la sabana inundable individuos durante la época seca, lo cual evidencia
del Casanare defendiendo un territorio (Ruiz- posibles movimientos de la especie (Ruiz-Guerra
Guerra et ál. 2014). Algunas parejas pueden en- et ál. 2014). El 13 de marzo de 2013 se contabi-
contrarse cerca de otras especies como la Iguasa lizaron 1972 individuos de Pato Carretero, en su
común (Dendrocygna autumnalis), Iguasa Careta mayoría adultos, congregados a orillas de un hu-
(Dendrocygna viduata), Pato Yaguaso (Ama- medal ubicado en el hato El Boral, jurisdicción del
zonetta brasiliensis), así como garzas e ibis. Los municipio de Trinidad (Casanare). En esa misma
morichales, esteros y bajos de la sabana inunda- fecha y en el mismo municipio, también se obser-
varon 2623 individuos de Pato Carretero congre-
ble son de los hábitats más comúnmente usados
gados a orillas de un humedal conocido como El
por el Pato Carretero, pero es posible observarlo
Lagunazo rodeado de abundantes palmas de mo-
también al borde de carreteras y en potreros que
riche (Mauritia fluxuosa), Reserva Natural de la
comparte con chigüiros (H. hydrochaeris), vacas,
Sociedad Civil (RNSC) Lagunazo. En este sitio se
cerdos y aves de corral, o incluso algunos indivi-
observaron polluelos bajo el cuidado de un adul-
duos de esta especie se pueden observar cerca de
to, así como varios grupos de individuos jóvenes.
diferentes tipos de construcciones humanas. Sin
Igualmente, en marzo de 2015 en el humedal La
embargo, el Pato Carretero es fácilmente ahuyen-
Cristalina, perteneciente a la RNSC Chaviripa, ubi-
tado por la presencia de personas a una distancia
cada en el municipio de Paz de Ariporo (Casana-
menor a los 100 m (C. Ruiz-Guerra obs. pers.).
re), se encontraron 902 individuos que incluían fa-
En la época seca tiene lugar la temporada
milias con polluelos y grupos de individuos adultos
reproductiva entre diciembre y marzo, principal-
que utilizaban las orillas de este cuerpo de agua y
mente en enero en Colombia y Venezuela (Kriese morichales cercanos. En la RNSC La Aurora en el
2004). Las parejas realizan despliegues de cortejo municipio de Hato Corozal (Casanare), 125 in-
en las orillas de las lagunas, donde los machos cui- dividuos fueron observados, varios de los cuales
dan de sus parejas con graznidos y aleteos ante la correspondían a familias con polluelos y jóvenes.
presencia de rivales (J. E. Parra obs. pers.). Anidan Oressochen jubatus se ha registrado en época
en huecos de árboles que recubren con plumón seca sobre la Laguna de Tinije entre los municipios
donde ponen de 6 a 10 huevos de color crema de Aguazul y Maní en el departamento del Casana-
pálido (Delacour 1954). Existe evidencia de pa- re, donde se observaron aproximadamente 40 in-
rasitismo reproductivo intraespecífico, con nida- dividuos en enero de 2009 (J. E. Parra obs. pers.).
das de más de 34 huevos (Kriese 2004). Uno de También existen registros sobre los ríos Guayabero
sus predadores naturales es la anaconda Eunectes y Duda en el departamento del Meta (Renjifo et ál.
murinus (Rivas 2000); en sitios de anidación en 2002). Entre julio de 2012 y abril de 2015, la Aso-
Trinidad, Casanare, el Guaraguaco común (Ca- ciación Calidris ha registrado el Pato Carretero en
racara cheriway) y la babilla (Caiman crocodilus) los municipios del Casanare: Hato Corozal, Maní,
son también depredadores de huevos, polluelos y Nunchía, Paz de Ariporo, San Luis de Palenque y
jóvenes (C. Ruiz-Guerra obs. pers.). Trinidad (Ruiz-Guerra et ál. 2014).

65
oressochen jubatus

población bo venezolano, de acuerdo con 2007). Sin embargo, su carne es


los estimativos propuestos por apetecida en varios otros sitios
Los estimativos poblacionales McNish (in litt. 2007), se puede donde esta especie se distribuye.
del Pato Carretero están basa- asumir que Las Taparas alberga En Brasil por ejemplo, la cacería
dos en datos limitados de cam- entre el 30 % y el 60 % de la po- es su principal amenaza (Endo
po, por lo cual el estatus actual blación durante la época de llu- et  ál. 2014). La especie es más
de la especie no es totalmente vias. Por otro lado, para la época vulnerable a la caza principal-
claro (Kriese 2004). De acuer- seca, al sumar las cantidades de mente durante la época seca,
do con BirdLife International patos carreteros de El Boral, la cuando los individuos se congre-
(2015c), las poblaciones de Co- RNSC El Lagunazo, la RNSC Cha- gan (J. E. Parra obs. pers.).
lombia y Venezuela son de apro- viripa, la RNSC La Aurora y otras La transformación de hu-
ximadamente de 5000 a 10 000 áreas cercanas, 5858 es el total medales, morichales y sabanas
individuos (T. McNish in litt. de individuos de Pato Carretero por actividades como la agricul-
2007) y aunque según Wetlands que en estas localidades fueron tura, ganadería y minería pue-
International (2015) la pobla- observados, número que repre- den afectar a la especie ya que
ción global de esta especie oscila senta entre el 6 % y el 23 % de la utiliza las sabanas y las orillas de
entre 25 000 y 100 000 indivi- población mundial de la especie ríos y humedales con adecua-
duos, es probable que esté entre según Wetlands International da vegetación para alimentarse
10 000 y 25 000 (Kriese 2004), (2015) o del 23 % al 59 % de la (Kriese 2004, Ruiz-Guerra et ál.
cifra que es la propuesta por población mundial según Bird- 2014). La ganadería extensiva
BirdLife International (2015c). Life International (2015c). afecta los campos de alimenta-
En la actualidad se desconoce Las poblaciones están limi- ción de la especie (J. E. Parra
el tamaño de las poblaciones del tadas a unas pocas localidades y obs. pers.). La deforestación en
Pato Carretero en el departa- en Colombia posiblemente las áreas boscosas también amenaza
mento de Arauca, pero se cuenta mayores concentraciones se en- su supervivencia porque utiliza
con información de la especie en cuentran en los departamentos cavidades en los árboles para
el nororiente de Casanare (Ruiz- de Casanare y Arauca, debido anidar. Sus poblaciones también
Guerra et ál. 2014). Los datos a la presencia de lagunas, ríos y son afectadas por la pérdida de
obtenidos en julio de 2012, de sabanas estacionalmente inun- bosques alrededor de cuerpos
3000 individuos en el sector de dables (Renjifo et ál. 2002) y a de agua, un recurso limitante
Las Taparas (Ruiz-Guerra et ál. las mayores extensiones de mo- para anidar (Moreno y Arzuza
2014), permiten afirmar que allí richales en especial en los muni- 2006). La pérdida de los siste-
se puede encontrar más del 1 % cipios de Paz de Ariporo y Trini- mas acuáticos, debido al incre-
de la población de la especie y si dad (Ruiz-Guerra et ál. 2014). mento en el drenaje artificial de
se consideran los estimativos de sabanas inundables para cultivos
25 000 y 100 000 de Wetlands amenazas extensivos de palma africana en
International (2015), se trata Esta especie se encuentra casi Casanare y Arauca causan la dis-
entonces de que entre el 3 % y amenazada a escala global (IUCN minución de las poblaciones por
el 12 % de sus poblaciones glo- 2014). La pérdida de hábitat y perdida de hábitat (Long et ál.
bales se puede hallar allí. Pero si la caza son consideradas sus dos 2007; F. Ciri com. pers.).
se tiene en cuenta lo propuesto principales amenazas. No obs- El escaso conocimiento de la
por BirdLife International, Las tante, en Venezuela, la creencia avifauna de los llanos colombo-
Taparas alberga entre 12  % y popular del mal sabor de su car- venezolanos conlleva que aspec-
30 % de la población mundial. A ne ha provocado que en algu- tos como la importancia de la re-
su vez para el Orinoco colom- nas áreas no sea cazado (Restall gión para determinados grupos

66
oressochen jubatus

de aves sean también pocos co- mismo, los humedales ubicados medidas de
nocidos, lo cual se suma a los en el municipio de Trinidad, se
conservación
fuertes procesos de transforma- caracterizan por presentar abun-
ción que enfrenta la Orinoquia
tomadas
dantes morichales, los cuales en
colombiana, procesos motivados la Orinoquia, constituye en mu- Dentro del área de distribución
por el establecimiento de em- chos casos, la única fuente de del pato carretero en Colombia,
prendimientos productivos de agua permanente para la fauna se encuentran dos AICA: el hu-
gran extensión. Igualmente, as- de la sabana durante el periodo medal La Lipa (Arauca) y el PNN
pectos como el cambio en los re- de sequía (Lasso et ál. 2013), El Tuparro (Vichada) (BirdLife
gímenes de propiedad de las tie- entre los que se incluye al Pato International y Conservation
rras, la transformación de áreas Carretero. Sin embargo, los mo- International 2005). En 2009,
naturales a cultivos o plantacio- la Asociación Becarios del Casa-
richales de la Orinoquia colom-
nes forestales, y la consecuente nare (ABC), en convenio de coo-
biana tienen una situación crítica
alteración de dinámicas de fue- peración con la Gobernación de
por las amenazas actuales y po-
gos e inundación pueden ge- Casanare, realizó una caracteri-
tenciales de los grandes desarro-
nerar fuertes impactos sobre las zación biológica de la Laguna de
llos agrícolas y energéticos (gas
comunidades de aves (Restrepo- Tinije con el objeto de ampliar
y petróleo) (Lasso et ál. 2013).
Calle et ál. 2010). Esto resulta el conocimiento de su biodiver-
El Pato Carretero presenta sidad en los hábitats que la ro-
aun más preocupante si se tiene
una alta pérdida de huevos du- dean. Con este estudio se propu-
en cuenta la baja representativi-
rante la incubación principal- sieron varias recomendaciones a
dad de la sabana inundable en
mente por la acción de depre- la gobernación acerca del mane-
el sistema de áreas protegidas en
dadores (Kriese 2004). Una alta jo, protección y uso de la laguna,
el Orinoco colombiano. Todo
sobrevivencia de polluelos pue- sitio donde se reproduce el Pato
lo anterior pone de manifiesto
de ser uno de los factores más Carretero (J. E. Parra obs. pers.).
que aunque el Pato Carretero es
importantes para asegurar un En la actualidad, el predio
particularmente abundante en el
nororiente del departamento del suficiente reclutamiento para el Lagunazo, ubicado en la ve-
mantener poblaciones estables reda Porvenir de Guaichiría, es
Casanare, los procesos de trans-
de la especie. De esta manera, una Reserva Natural de la Socie-
formación de los ecosistemas
la conservación de hábitats cla- dad Civil. Debido a las grandes
han afectado probablemente su
ves como los morichales y otro concentraciones de individuos
distribución original y en la ac-
tipo de humedales rodeados de de Pato Carretero en los muni-
tualidad las mayores poblacio-
pasto patero proporcionan áreas cipios de Paz de Ariporo, Trini-
nes se restringen precisamente
ideales para la alimentación, el dad y Hato Corozal, el Institu-
a aquellas áreas menos pobladas
levante de polluelos y la muda de to Alexander von Humboldt y
por humanos en las cuales cier-
BirdLife International han de-
tas actividades extractivas se han los adultos.
signado las AICA Reservas de la
llevado a cabo en menor grado.
vereda Altagracia que incluye a
De hecho, hasta el 2014 en los historia de vida
la RNSC El Lagunazo, el AICA La
sectores de Las Taparas, El La-
No hay información para la Aurora, el AICA Chaviripa-Rubí y
gunazo, el Boral, La Cristalina y
especie. el AICA Las Taparas.
la Aurora no existen cultivos de
palma aceitera (Elaeis guianen-
sis) y la ganadería extensiva es
la principal actividad económica
(Ruiz-Guerra et ál. 2014). Así

67
oressochen jubatus

situación de la especie VU A2cd+4cd; C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

criterio a eoo
criterio c
554 874 km2
El porcentaje total de pérdida de há- La población combinada de Colom-
área de hábitat
bitat se desconoce pues no se cuenta remanente
bia y Venezuela se estima entre 5000
con información precisa de la distri- 5478 km 2
a 10 000  individuos (T. McNish in
bución histórica de los humedales porcentaje de cambio litt. en Birdlife International 2015c)
de hábitat 2001-2011
del país. Por otra parte dentro de y en disminución por pérdida de há-
-38.7 %
la distribución actual de la especie bitat y cacería. Por lo tanto, se estima
porcentaje total de
se presentó una importante pérdi- pérdida de hábitat que la población nacional se encuen-
da de hábitat estimada en 38.7 % a desconocido tra por debajo del umbral de 10 000
lo largo de 10 años (se consideran una generación individuos maduros. Dado que esta
7.8 años
hábitats de la especie lagunas, lagos especie tiene una gran capacidad de
3 generaciones
y ciénagas naturales, ríos, vegeta- 23.4 años vuelo y que realiza migraciones in-
ción acuática sobre cuerpos de agua tratropicales, se considera que toda la
y zonas pantanosas). La población población colombiana hace parte de
se ha venido reduciendo como consecuencia de una misma subpoblación.
la pérdida de hábitat y la cacería. Si se toma en VU C2a(ii).
cuenta la pérdida de hábitat como un indicador
de reducción poblacional y se considera adicio- criterio d
nalmente que la especie es objeto de cacería, la La especie no califica como amenazada bajo el
población parece haberse reducido en más de un criterio D.
30 % en 3 generaciones (23 años) y se proyecta
que esta tendencia continuará por lo menos en el ajuste regional
futuro cercano.
Las poblaciones colombiana y venezolana hacen
VU A2cd+4cd.
parte de una misma población regional, por lo
tanto, están vinculadas por un intenso intercam-
criterio b
bio de individuos. Adicionalmente, la población
B1 EOO = 554 874 km2 >> 20 000 km2. La especie venezolana está siendo afectada por el mismo tipo
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. de amenazas que afectan a la población colombia-
B2 Área de hábitat remanente dentro de la na. En consecuencia, no resulta apropiado reducir
distribución de la especie = 5478 km2 > 2000 km2. la categoría de la especie en un paso. Por lo tanto,
La especie no califica como amenazada bajo el se mantiene la categoría obtenida en la evaluación.
subcriterio B2.
conclusión
VU A2cd+4cd; C2a(ii).

68
oressochen jubatus

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

69
sarkidiornis melanotos
© juan carlos marín marmolejo
sarkidiornis
melanotos
Pato brasileño
Comb Duck

síntesis de información
yanira cifuentes-sarmiento, juan david amaya-espinel y felipe a. estela

ecología Aparentemente, es propia de humedales


en buen estado de conservación y sin altera-
Especie rara en Colombia, registrada solitaria ciones drásticas en su régimen ecológico, se-
o en pequeños grupos inter e intraespecífi- gún los registros de Valle del Cauca, ya que en
cos. Habita una amplia variedad de ambientes la RN Pozo Verde entre 1996 y 1998 se obser-
acuáticos, tanto dulces como estuarinos, in- vó con alguna frecuencia un grupo de hasta
cluyendo pantanos, lagunas de aguas abiertas 10 individuos (Estela y Naranjo 2005). Sin
o con abundante vegetación, estanques y por embargo, no se ha vuelto a observar en los úl-
lo general asociada a orillas arboladas (Carbo- timos años (F. Estela obs. pers.), a causa prin-
neras 1992; Stotz et ál. 1996). Igualmente cipalmente del cambio en el tamaño del espe-
reportado en estanques o lagunas en saba- jo de agua por invasión de buchón de agua
(Eichornia crassipes). Otra localidad donde ha
nas inundables, bosques abiertos a lo largo
sido observado es en la Madrevieja Aguasa-
de grandes ríos y lagos, ciénagas, llanuras de
lada. Allí fue observada una pareja en 2008
inundación, deltas de río, bosques inundados,
(Cifuentes-Sarmiento 2009) cuando el espejo
pastizales, arrozales y bancos de arena (BirdLi-
era amplio y con vegetación pequeña. Des-
fe International 2009b). En Colombia ha sido
pués de esto, a pesar de visitar regularmente
reportada en los departamentos de Boyacá, la Madrevieja, no volvió a ser observado sino
Cauca, Cundinamarca, La Guajira, Magdale- hasta febrero del 2012 (Cifuentes-Sarmiento
na, Sucre y Valle del Cauca, ocasionalmente y Castillo-Cortés, datos no publicados), cuan-
hasta 3500 m de altura (Borrero 1958 y 1972; do se observó una hembra oculta entre la ve-
Olivares 1969; Hilty y Brown 2001; Estela y getación. La Madrevieja y áreas aledañas han
Naranjo 2005; Castillo-Cortés 2007; Ayerbe- sido modificadas para sembrar caña, el espe-
Quiñones et ál. 2008). jo se ha reducido y empieza a ser colmatado

71
sarkidiornis melanotos

por juncos (Cifuentes-Sarmiento población Este es el caso de unos humeda-


obs. pers.). les en el extremo norte del golfo
Su dieta consiste principal- Los registros que se tienen de de Morrosquillo, en el norte de
mente de material vegetal tierno este pato en Colombia, siempre Sucre reportados en Naranjo y
que incluye semillas de pastos y son de muy pocos individuos e Estela (2002), en los cuales la
juncos, partes blandas de plantas inconstantes en el tiempo. En especie no se volvió a registrar
acuáticas, semillas comerciales los últimos cinco años se han (F. Estela obs. pers). Aparente-
como arroz, maíz, avena, trigo y registrado entre uno y veinte mente estos humedales no han
individuos en localidades de tenido cambios sustanciales en
maní. Igualmente consume lar-
Cauca (Ayerbe-Quiñones et ál. su estado de conservación. Re-
vas de insectos acuáticos y lan-
2008), Magdalena (W. Naranjo lativamente cerca de esa zona
gostas terrestres (Clancey 1967;
com. pers.) y Valle del Cauca se ha hecho un monitoreo de
BirdLife International 2009b).
(Cifuentes-Sarmiento 2009; S. aves en el antiguo delta del río
Anida una sola vez al año,
Ocampo com. pers.; J. D. Ra- Sinú por más de 10 años y en
siempre cerca del agua, y en di-
mírez-Restrepo com. pers.). En este tiempo no se le ha encon-
versos estratos de altura, desde
noviembre de 2012 se registró trado. Igual sucede con otras
el suelo hasta la vegetación alta
un grupo de 64 individuos (ma- zonas cercanas a Tolú en don-
(entre 7 a 12 m sobre el agua),
chos, hembras y juveniles) en de se han hecho observaciones
en agujeros de árboles y tocones
la Hacienda Arauca, Valle del continuas por miembros de la
o en las intersecciones de varias
Cauca (J. C. Marín com. pers.). SAO por muchos años (J. G. Ja-
ramas. También se ha reportado ramillo com. pers.).
Esta especie no es obser-
el uso de nidos abandonados de
vada con frecuencia, lo que su-
otras especies, por ejemplo: en amenazas
giere que sus poblaciones son
África se reportó en nidos del
pequeñas y que además tienen La especie no es considerada
ave martillo (Scopus umbretta)
una capacidad muy grande de amenazada globalmente, dado
(Clancey 1967; Siegfred 1979; movimiento, ya que probable- el amplio ámbito de distribución
BirdLife International 2009b). mente están moviéndose detrás y la estimación de la población
En Colombia presenta mi- de algunos recursos de carácter africana que supera los miles de
graciones locales (Fierro 2009), efímero, los cuales no han sido individuos (Wetlands Interna-
pero la frecuencia y magnitud identificados. Esta baja frecuen- tional 2006). Sin embargo, las
de estos movimientos no están cia de observación está docu- dos subespecies, africana y sura-
bien documentadas. Sin em- mentada en los programas de mericana pueden corresponder a
bargo, la presencia estacional monitoreo constantes que exis- dos especies distintas, pero esto
de esta especie en varias locali- ten sobre aves acuáticas en Co- no ha sido evaluado molecular-
dades (Lehman 1957; Naranjo lombia, que son el Censo Neo- mente (Remsen et ál. 2015). En
y Estela 2002) sugiere algún tropical de Aves Acuáticas que caso de ser cierta esta separación
tipo de movimiento temporal de realiza la RNOA, y también el pro- de especies, la de Suramérica (S.
sus poblaciones, posiblemente grama de monitoreo del estuario m. sylvicola) tendría una condi-
como consecuencia de patrones del río Sinú en Córdoba, hecho ción de amenaza global muy dis-
de disponibilidad de agua. En por más de 10 años por INVEMAR tinta, ya que en este continente
Brasil esta especie utiliza prin- (Estela y López-Victoria 2005). las poblaciones no son tan nu-
cipalmente zonas de inunda- Los registros de esta especie merosas como las presentes en
ción temporal, creadas durante ocurren por lo general en locali- África. Este pato posiblemente
la temporada de lluvias (Farias dades en las cuales no se vuelve tiene presiones de cacería, des-
2007). a registrar en mucho tiempo. trucción de hábitat y uso indis-

72
sarkidiornis melanotos

criminado de veneno en cultivos de arroz (Bird- medidas de conservación


Life International 2009b).
propuestas
La destrucción del hábitat en el altiplano
cundiboyacense y en el Valle del Cauca, sumados La principal acción para garantizar la conservación
a la presión cinegética entre 1950 y 1970, fueron de esta especie en el país es la protección y restau-
factores evidentes de la disminución de las pobla- ración de algunos humedales donde podría estar
ciones de esta especie. En el Valle del Cauca, ade- presente en el Valle del Cauca, Cundinamarca,
más del drenaje de los humedales, la destrucción de Magdalena, Cauca y Nariño. Ha sido registrada
los bosques inundables adyacentes al río Cauca y la en las AICA Reserva de Biosfera RAMSAR Ciéna-
disminución de los palmares contribuyeron a la de- ga Grande, Isla de Salamanca y Sabanagrande.
clinación de la población (Naranjo y Estela 2002). Está incluida en el apéndice II de CITES (UNEP-
WCMC 2015).
historia de vida
No hay información para la especie.

situación de la especie EN B2ab(iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

criterio a minución continua en cuanto a ex-


eoo tensión y/o calidad de hábitat (iii) y
El porcentaje total de pérdida de há- 45 934 km2
posiblemente número de individuos
área de hábitat
bitat se desconoce, pues no se cuenta maduros (v).
remanente
con información precisa de la distri- 59.1 km2 EN B2ab(iii,v).
bución histórica de los humedales porcentaje de cambio

del país. Por otra parte dentro de de hábitat 2001-2011


-2.4 % criterio c
la distribución actual de la especie
porcentaje total de
se presentó una pérdida de hábitat Sarkidiornis melanotos es un pato
pérdida de hábitat
en 10 años de 2.4 % (se consideran desconocido grande, relativamente conspicuo y
como hábitats de la especie lagunas, una generación de fácil identificación. La escasez de
5.4 años registros en las últimas décadas sugie-
lagos y ciénagas naturales y embal-
tres generaciones
ses). No parece acercarse a los um- re que la especie es verdaderamente
16.2 años
brales de riesgo bajo ningún subcri- escasa y con poblaciones localizadas.
terio del criterio A. La población en el país se estima en
menos de 2500 individuos maduros
criterio b y se prevé que esta podría disminuir en el futuro.
Ninguna subpoblación parece llegar a 250 indivi-
B1 EOO= 45 934 km2 > 20  000 km2. La especie
duos maduros.
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1.
EN C2a(i).
B2 Área de hábitat remanente dentro de
la distribución de la especie= 59.1 km2 < 500 km2.
criterio d
Tiene una distribución severamente fragmentada
como consecuencia de la destrucción de hábitat, La especie no califica como amenazada bajo el
contaminación y cacería (a). Se estima una dis- criterio D.

73
sarkidiornis melanotos

ajuste regional conclusión


Es un taxón residente reproductivo. Dada la gran EN B2ab(iii,v); C2a(i).
reducción de la distribución de la especie y de
sus hábitats, es poco probable que reciba inmi-
gración significativa desde los países vecinos. Se
recomienda no cambiar la categoría.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

74
anas georgica
© félix uribe
anas georgica
Pato Pico de Oro
Yellow-billed Pintail

síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones

la distribución de los grupos no es constan-


ecología
te a lo largo del año y es posible que ejecute
En Colombia existen registros de dos subes- movimientos regionales aún no estudiados
pecies: la primera de ellas, A. g. niceforoi, se (F. Ayerbe obs. pers.).
encuentra extinta y se distribuía en el altiplano Se alimenta de semillas e invertebrados
cundiboyacense (2600-3100 m); y la segunda, que obtiene nadando, buceando, vadeando o
A. g. spinicauda de los humedales altoandinos caminando (Carboneras 1992). También in-
de Nariño, Putumayo y Cauca (2000-3400 m) cluye en su dieta hojas, brotes y raíces (Naran-
y el valle alto del Cauca en el Valle del Cau- jo  2002b). Se tienen registros de reproduc-
ca y Cauca (1000 m) (Negret 2001; Naranjo ción entre marzo-abril y octubre-noviembre
2002b; Ayerbe-Quiñones et ál. 2008). Habita en Nariño y Putumayo (Borrero 1952). Anida
pantanos, lagos y lagunas de agua dulce (Hilty en el suelo entre la vegetación de las orillas;
y Brown 2001), en las áreas de humedales del el nido es una construcción simple de vegeta-
Valle de Sibundoy y La Cocha frecuenta ríos y ción seca tapizada con plumón de la hembra
quebradas de curso lento y bordes de totorales (Carboneras 1992) en el cual pone 4-10 hue-
(Schoenoplectus californicus). Se congrega en vos (Johnson 1965).
planos lodosos, canales de drenaje y potreros
inundados. Ha sido observada en humedales población
de páramo en la laguna de San Rafael (PNN Pu- Se estima una población mundial de 100 000 – 
racé) (Negret 2001), mientras que en el valle 1 000 000 individuos en su área de distribu-
del río Cauca se la ha visto en lagos artificiales ción (BirdLife International 2011b). En abril
y madreviejas con abundante presencia de bu- de 2010 en la laguna de La Cocha se estimó
chón y loto. una densidad poblacional en las áreas de to-
Se observa solitaria, en parejas o grupos torales (Schoenoplectus californicus), potreros
de hasta más de 30 individuos. El tamaño y inundados y canales de drenaje a orillas de la

76
anas georgica

laguna, de 153 individuos por km2 (intervalo de Junto con el deterioro del hábitat, la cacería
confianza del 95 %= 94-249) (Wildlife Conserva- y el saqueo de nidos fueron las posibles causas de
tion Society, datos no publicados). la extinción de A. g. niceforoi (Borrero 1952; Ne-
Es relativamente común en los humedales gret 2001). Las poblaciones de A. g. spinicauda
altoandinos de Nariño-Putumayo, pero es esca- pueden ser susceptibles a estas actividades. En el
sa e inconstante en los humedales del PNN Com- río Guamúez y el Valle de Sibundoy se ha docu-
plejo Volcánico Doña Juana-Cascabel y Puracé. mentado cacería de esta especie. Por otra parte,
También es rara en el valle alto del Cauca; ahí a pesar de que las nidadas son de hasta 10 hue-
se observaron 42 individuos en enero de 2004 vos, el registro de grupos familiares compuestos
(Ayerbe-González y Lehmann-Albornoz 2005) por apenas 2 pichones indica que puede darse
correspondientes a A. g. spinicauda (no a A. g. una depredación de aves jóvenes o huevos que se
niceforoi como indican Ayerbe-González y Leh- encuentran muy expuestos a personas y animales
mann-Albornoz 2005). domésticos (perros y gatos) que habitan en áreas
agrícolas y ganaderas que rodean los humedales.
amenazas
historia de vida
Se estima un área de ocupación en el país de 99 km2
No hay información para la especie.
(Naranjo 2002b). Los principales humedales donde
se ha registrado (La Cocha y el Valle de Sibundoy)
se encuentran rodeados por áreas agrícolas y gana-
medidas de conservación
deras, en las que se practica el drenaje de humeda- tomadas
les para expansión del terreno cultivable y de pas- Se encuentra en el PNN Puracé, aunque no de
toreo, lo cual ha eliminado casi la totalidad de los manera constante. Hay pocos registros en el PNN
humedales del Valle de Sibundoy. Tiene un bajo Complejo Volcánico Doña Juana-Cascabel y en el
grado de tolerancia a la transformación del paisaje, AICA Haciendas ganaderas del norte del Cauca. Es
pues depende estrictamente de humedales poco más frecuente en los SFF La Corota y Galeras, y en
profundos que generalmente poseen abundante las AICA Laguna de La Cocha y Cumbal (BirdLife
vegetación emergente. International 2011).

situación de la especie VU A2cd+4cd;


renjifo et ál. 2016 B2ab(iii,v); C2a(ii)

criterio a Por otra parte, dentro de la distribución actual


de la especie se presentó una importante pérdi-
Esta especie contaba con dos subespecies en el da de hábitat estimada en 14.6 % en 10 años (se
país. La primera, endémica de los humedales de consideran hábitats de la especie lagunas, lagos y
la cordillera Oriental, se encuentra extinta. La se- ciénagas naturales, zonas pantanosas, turberas y
gunda se encuentra distribuida principalmente en vegetación acuática sobre cuerpos de agua). El
los humedales altoandinos desde el Valle del Cau- efecto combinado de la pérdida de hábitat y la ca-
ca hacia el sur y ocasionalmente en los humedales cería indican que la especie podría haber perdido
de los valles interandinos del Cauca y Patía. El más del 30 % de su población en tres generaciones
porcentaje total de pérdida de hábitat se descono- y no hay razones para suponer que esta tendencia
ce pues no se cuenta con información precisa de cambiará en el futuro cercano.
la distribución histórica de los humedales del país. VU A2cd+4cd.

77
anas georgica

una sobrestimación, pero indica que


criterio b eoo
la población nacional es inferior a
25 526 km2
B1 EOO = 25 526 km2>20 000 km2. 2500 individuos maduros. Al tomar
área de hábitat
La especie no califica como amena- remanente en cuenta la pérdida de hábitat y el
zada bajo el subcriterio B1. 42 km2 efecto de la cacería, se estima que la
B2 Área de hábitat remanente porcentaje de cambio población continuará disminuyendo.
dentro de la distribución de la espe- de hábitat 2001-2011
-14.6 %
Probablemente la totalidad de la po-
cie = 42 km2 < 500 km2. La especie blación nacional haga parte de una
porcentaje total
tiene una distribución severamente de pérdida de hábitat misma población dada la capacidad
fragmentada como consecuencia de desconocido
de vuelo de estos patos.
la destrucción de hábitat y cacería una generación
EN C2a(ii).
6.6 años
(a). Se estima una disminución con-
3 generaciones
tinua para la especie en cuanto a ex- 19.8 años. criterio d
tensión y/o calidad de hábitat (iii) y
número de individuos maduros (v). La especie no califica como amena-
EN B2ab(iii,v). zada bajo el criterio D.

criterio c ajuste regional

Existe una estimación de densidad poblacional La especie es un taxón residente reproductivo y es


de 153 individuos por km2 en la cocha del Gua- probable que reciba inmigrantes desde Ecuador
múez, ubicada en el centro de abundancia de la de manera habitual. No se espera que dicha in-
especie en el país. Por otra parte, la especie tiene migración decrezca por lo menos en el inmediato
una presencia esporádica más al norte en los de- futuro. Por lo tanto se recomienda disminuir la
partamentos de Cauca y Valle del Cauca. Si una categoría de la especie en un paso.
tercera parte del hábitat de la especie en el país (42
km2) estuviera ocupada en esa densidad poblacio- conclusión
nal la población de A. georgica en Colombia sería VU A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii).
de unos 2140 individuos. Esto es probablemente

78
anas georgica

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

79
anas cyanoptera
© daniel uribe
anas cyanoptera
pato colorado
cinnamon teal

síntesis de información
yanira cifuentes-sarmiento, ghislaine cárdenas-posada y giovanni cárdenas

en arrozales y pastizales cercanos a las costas


ecología
(Cifuentes-Sarmiento 2009). Prefiere lugares
Es una especie rara en Colombia, aunque en solitarios, alejados del ser humano, casi siem-
algunas localidades es habitual observarla. A. pre con vegetación flotante y emergente, con
c. tropicus se encuentra principalmente en tie- espejos de agua pequeños y profundidad hasta
rras bajas, hasta 1000 m de altitud en los valles de 3 m (Cifuentes-Sarmiento 2009).
del Magdalena y del Cauca y A. c. borreroi se La reproducción probablemente ocurre
localiza en tierras altas (>2000 m) desde el sur entre junio y julio en el Valle Geográfico del
de Boyacá hasta la sabana de Bogotá y al sur,
Río Cauca-VGRC, ya que durante estos meses
en el oriente de Nariño y occidente del Pu-
se ha observado defensa de territorios, con-
tumayo (Cárdenas y Ávila 2007). Es un pato
formación de parejas y polluelos. El nido es
gregario y a menudo se observa con otras
construido cerca al agua y parecen montículos
especies del género Anas. Vuela rápido en
de pasto, ramas y juncos secos (Cifuentes-Sar-
bandadas compactas (Hilty y Brown 2001).
miento 2009). Es estacionalmente monóga-
Se alimenta por filtración durante el día en
mo y las hembras ponen entre 4 y 16 huevos.
la superficie del agua, pero algunas veces al-
canza los sedimentos del fondo. También se
población
alimenta de material vegetal, principalmente
semillas y partes vegetativas de juncos, hierbas La subespecie A. c. tropicus fue muy abundan-
acuáticas y pastos en su mayoría, igualmente te en el VGRC hasta la década de 1960, pero
de invertebrados como moluscos, insectos y ha disminuido y se estima que su población
zooplancton (Grandholm 1990). no sobrepasa los 500 individuos (Naranjo
El Pato Colorado habita humedales conti- 2002a). La subespecie A. c. borreroi habitaba
nentales estacionales o semipermanentes (Cár- el altiplano cundiboyacense y no se registra
denas y Ávila 2007). También se encuentra desde hace casi tres décadas (Naranjo 2002a).

81
anas cyanoptera

La determinación del es- cacería deportiva son sin duda las molecular y morfológica. Este
tado actual de la población del mayores amenazas a las pobla- proyecto ha contado con el
VGRC se complica por la presen- ciones de esta especie (Borrero apoyo de la Iniciativa de Espe-
cia ocasional de la subespecie 1972; Fernández 2004; Cárde- cies Amenazadas de la Funda-
migratoria del Neártico, A. c. nas et ál. 2008). De igual forma ción Omacha. Su objetivo fue
septentrionalis (Sibley 2000, CVC la escasez de sitios de reproduc- evaluar el estado poblacional,
2007a), pero se han estimado ción y la pobre calidad de los estimar el tamaño poblacional
hasta 392 individuos/mes (Ci- sitios de alimentación, principal- de las dos subespecies presentes
fuentes-Sarmiento 2009). Otro mente en el VGRC, pueden estar en el VGRC, así como determinar
estudio estimó una densidad de relacionados con la disminución la distribución espacio-temporal
10 ind/km2 y un tamaño pobla- de sus poblaciones (Green 1996; del Pato Colorado en la región.
cional de 450 individuos para los Gale 2001; Renjifo et ál. 2002). Por su parte Wildlife Con-
humedales del VGRC (Cárdenas servation Society (WCS) - Pro-
et ál. 2008). Para el Huila se han medidas de grama Colombia, llevó a cabo
estimado 60 individuos (J. Sán- conservación el proyecto “Iniciativa de eva-
chez com. pers.), 40 individuos tomadas luación para aves amenazadas y
en la Ciénaga Grande de Santa endémicas del valle medio del
El Instituto Humboldt, en con- río Cauca”, (Cárdenas et ál.
Marta (Duks Unlimited-Rivera
venio con la CVC, clasificó a A. 2008) con el objetivo de eva-
2005) y cinco individuos en
cyanoptera como una de las 48 luar el estado de las poblaciones
Nariño (Wetlands International
especies de aves con prioridad en varios humedales y revisar el
2003; Ruiz-Guerra et ál. 2007). media de conservación en este estado de su hábitat, por medio
En el Chocó solo se han reporta- departamento (CVC 2007a). En de registros históricos, explora-
do tres individuos en un hume- el documento “Planes de ma- ciones e información secundaria
dal del río Juná (J. Zuluaga com. nejo para 18 vertebrados ame- recolectada por organizaciones
pers.). Existen registros esporá- nazados del departamento del locales. En esta iniciativa se re-
dicos de varios individuos en el Valle del Cauca” (CVC 2007b) se gistraron 163 individuos del
Meta (McNish 2007). incluye al Pato Colorado como Pato Colorado en 12 humeda-
una de las especies priorizadas les, de los cuales siete fueron
historia de vida para el Valle del Cauca (Cárde- nuevas localidades.
Alcanza la madurez sexual al año nas y Ávila 2007). En un plano
de vida y puede vivir aproxima- local (en el Valle del Cauca), el
damente 12 años (Clapp et  ál. Pato Colorado se considera en
1982). La supervivencia de ju- Peligro Crítico (S1-S1S2) se-
veniles e individuos de segundo gún el Centro de Datos para la
Conservación (CDC), de la Cor-
año (anillados en California) es
poración Autónoma Regional
de 29 % y 46 % respectivamente
del Valle del Cauca (CVC) (CVC
(Kozlik 1972).
2007a).
A partir de esto, en el
amenazas
VGRC, la Asociación Calidris
El drenaje, la eutrofización, la ha liderado el proyecto “Estado
contaminación y la colmatación actual de la especie en peligro
de los humedales (Restrepo y Anas cyanoptera (Pato Colo-
Naranjo 1987, Cárdenas y Ávila rado)” y ha apoyado investiga-
2007, Cárdenas et ál. 2008) y la ciones sobre la caracterización

82
anas cyanoptera

situación de la especie EN B2ab(iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

criterio a hábitat, contaminación y cacería (a).


eoo
Se estima una disminución continua
78 384 km2
Las dos subespecies residentes en el en cuanto a extensión y/o calidad
área de hábitat
país han desaparecido de buena parte remanente de hábitat (iii) y posiblemente nú-
en sus lugares de distribución histó- 38 km2 mero de individuos maduros (v).
rica. Esto incluye la desaparición apa- porcentaje de cambio de EN B2ab(iii,v).
hábitat 2001-2011
rentemente total de los humedales
0 %
de la cordillera Oriental y una reduc- porcentaje total de
criterio c
ción dramática en el suroccidente del pérdida de hábitat
La población de la especie en el país
país en donde la especie solo cuenta desconocido

una generación se estima en menos de 2500 indivi-


con minúsculas poblaciones relictua-
6.5 años duos maduros (véase síntesis de in-
les. El porcentaje total de pérdida 3 generaciones formación) y se prevé que esta po-
de hábitat se desconoce pues no se 19.5 años
dría disminuir en el futuro. Ninguna
cuenta con información precisa de la
subpoblación parece llegar a 250
distribución histórica de los hume-
individuos maduros.
dales del país. Por otra parte, dentro de la distri- EN C2a(i).
bución actual de la especie no se presentó pérdida
de hábitat en 10 años (se consideran hábitats de criterio d
la especie lagunas, lagos, ciénagas naturales y es-
tanques para acuicultura continental). La especie No califica como amenazada bajo el criterio D.
no parece acercarse a los umbrales de riesgo bajo
ningún subcriterio del criterio A. ajuste regional
La especie es un taxón residente reproductivo.
criterio b Dada la extrema reducción de su distribución y
B1 EOO = 78 384 km2>20 000 km2. La especie no de sus hábitats es poco probable que la especie re-
ciba una inmigración significativa desde Ecuador.
califica como amenazada bajo el subcriterio B1.
Se recomienda no cambiar la categoría.
B2 Área de hábitat remanente dentro de la
distribución de la especie = 38 km2 < 500 km2. La
conclusión
especie tiene una distribución severamente frag-
mentada como consecuencia de la destrucción de EN B2ab(iii,v); C2a(i).

83
anas cyanoptera

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

84
netta erythrophthalma
© robin h. schiele
netta erythrophthalma
pato negro
southern pochard

síntesis de información
juan f. freile, arne j. lesterhuis, robert p. clay y luis miguel renjifo

ecología Se desconoce si realiza desplazamientos esta-


cionales considerables como sucede en Áfri-
Habita en humedales principalmente dulcea- ca, pero la existencia de algunos registros de
cuícolas desde el nivel del mar hasta 2600 m de vagabundos lejos de sus tierras reproductivas
altitud (Hilty y Brown 1986). Prefiere lagunas sugiere que puede migrar estacionalmente o
y ciénagas hondas con abundante vegetación realizar grandes dispersiones (Madge y Burn
acuática flotante, juncales y algas sumergi- 1988; Botero 2002).
das, pero también se ha registrado localmen- Normalmente está en grupos pequeños,
te en humedales salobres poco profundos y aunque puede formar agregaciones de algu-
en lagunas de tratamiento de aguas residuales nas centenas. Se alimenta de semillas, hierbas,
(Madge y Burn 1988; Fjeldså y Krabbe 1990; vegetación acuática, moluscos, crustáceos e
Gonzalez et ál. 2011). insectos que captura por buceo, buceo de su-
Existen pocos registros dispersos en Co- perficie y filtración superficial (Madge y Burn
lombia, desde la costa Atlántica (Sur de Ba- 1988; Gómez-Dallmeier y Cringan 1989; Car-
ranquilla, Ciénaga Grande de Santa Marta) y boneras 1992). No se han encontrado nidos
el Magdalena Bajo (Chiriguaná) hasta el va- en Colombia, pero Lehmann (1957) reporta
lle medio del río Cauca (río Cauca, laguna de especímenes en condiciones reproductivas o
Sonso, Cali, Candelaria, Paso de la Torre), la post-reproductivas. Su nido se ubica en vege-
sabana de Bogotá (Fúquene, La Herrera, Fon- tación acuática o cerca de las orillas (Madge y
tibón) y una localidad aislada en tierras bajas Burn 1988).
de Caquetá (Tres Esquinas) (Botero 2002). Aunque no existe información sobre
Se conoce poco sobre la historia natu- abundancia o densidad poblacional en Co-
ral de esta especie en Suramérica (subespecie lombia o en otros países neotropicales, varios
nominal), en contraparte con la subespecie autores sugieren que nunca fue numerosa ni
N. e. brunnea, de África (Carboneras 1992). formó grandes congregaciones, como sucede

86
netta ery throphthalma

en África (Johnsgard 1978; King 1981; Madge y donde se ha documentado una sola localidad con
Burn 1988). No obstante, Lehmann (1957) re- más de 1000 individuos (Antas y Resende 1983).
portó que fue abundante en algunos humedales En los censos neotropicales de aves acuáticas de-
en Valle del Cauca, con bandadas de hasta 200 sarrollados durante los últimos 15 años (Blanco y
individuos. Carbonell 2001), se documentan poquísimos
conteos superiores a 100 ejemplares. La población
población máxima estimada para toda la región de los Andes,
Caribe, Cauca, Magdalena y Pacífico (Venezuela,
La especie ha declinado dramáticamente en Co-
Colombia, Ecuador y Perú), apenas alcanzaría
lombia, incluso en Valle del Cauca, donde fue
1000-2000 individuos (Freile et ál. 2016).
presuntamente abundante seis décadas atrás (Le-
hmann 1957), y en la sabana de Bogotá, donde
amenazas
también se reportó como abundante (Olivares
1969). Los últimos registros documentados con Las causas de la rápida disminución poblacional en
especímenes datan de 1976 (Ciénaga Grande de Colombia no son claras, pero se cree que la cace-
Santa Marta) y 2001 (Paso de la Torre), mientras ría y el deterioro de humedales son las principales
que las últimas observaciones provienen de Enga- amenazas. La sedimentación de humedales por el
tivá, en las inmediaciones de Bogotá (1977) (Hilty estado de deforestación de sus alrededores oca-
y Brown 1986) y Ciénaga Grande de Santa Mar- siona el deterioro de hábitats acuáticos y reduc-
ta (2012). Este último registro, el más reciente, ción del tamaño y profundidad del humedal (Kear
comprende 4 individuos observados por Richard 2005). Otras causas de pérdida o deterioro de há-
Johnston y un grupo de funcionarios del SFF Cié- bitat son el drenaje y polución por la expansión
naga Grande de Santa Marta en la localidad Rin- de las fronteras industrial, urbana y agropecuaria,
cón Guapo, el 4 de marzo de 2012 (Ruiz-Guerra principalmente la conversión de humedales en cul-
et ál. 2012). No se registró en los censos anuales tivos de arroz. También es probable que la cacería
de aves acuáticas entre 2002 y 2013 (Cifuentes- haya diezmado considerablemente sus poblacio-
Sarmiento y Castillo-Cortés 2013). nes (Callaghan y Green 1993; Botero 2002).
Las estimaciones poblacionales para la re-
gión neotropical son imprecisas debido a la falta historia de vida
de información cuantitativa incluso en escalas lo-
No existe información sobre esta especie.
cales. Hace dos décadas, Rose y Scott (1994) es-
timaron un máximo de 25 000-50 000 individuos
medidas de conservación
en la región. Estimativos más recientes sugieren
una población neotropical menor, pero solo brin- tomadas
dan datos para la población del este y sureste de La localidad de donde proviene el último registro
Brasil (10 000-25 000 individuos) y Venezuela de esta especie (cuatro individuos observados en
(<2500 individuos) (Delany y Scott 2002; Wet- 2012) está protegida dentro del SFF de la Ciénaga
lands International 2006, 2015). Grande de Santa Marta.
Estos estimativos podrían estar sobrestiman-
do la población real de la especie en Suramérica,

87
netta ery throphthalma

situación de la especie CR D
renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo que la población nacional pueda mantenerse con


base en la migración desde países vecinos. Por
Tuvo una distribución muy extensa en el país, esta razón no se modifica la categoría.
que incluye lagunas en la costa norte del país y
el valle del Cesar, el altiplano cundiboyacense en conclusión
los valles de Ubaté y la sabana de Bogotá, el valle
geográfico del río Cauca en el departamento del CR D.
Valle del Cauca y en el Caquetá en la región de
Tres Esquinas. Borrero (1972) consideró que po-
dría estar extinta en el territorio nacional y Renjifo Distribución
et  ál. (2002) consideraron que se encontraba en
peligro crítico, probablemente extinta en el país. El
4 de marzo de 2012 Richard Johnston y un grupo
de funcionarios del SFF Ciénaga Grande de Santa
Marta observaron 4 individuos en la localidad Rin-
cón Guapo dentro del SFF CGSM (Ruiz-Guerra et ál.
2012). Esta es la única observación de la especie en
el país en décadas. N. erythrophhalma se encuentra
en peligro crítico, CR, dado que se encontró una
población relictual de una especie que por décadas
se consideró probablemente extinta. Se infiere que
la población en el país es menor a 50 individuos
maduros y sigue disminuyendo. Se desconoce la
estructura poblacional. Urge hacer una búsqueda
intensiva de la especie y tomar acciones para la re-
cuperación poblacional.
CR D.

ajuste regional
Registros
Es un taxón residente. Dado que la especie está
en una situación igualmente precaria a través de
su distribución en Suramérica, es poco probable

88
oxyura jamaicensis
© daniel uribe
oxyura jamaicensis
pato andino
ruddy duck

síntesis de información
loreta rosselli y henry david benítez-castañeda

ecología ciudad como Jaboque, Juan Amarillo y Santa


María del Lago. Allí observamos un individuo
O. jamaicensis es un pato zambullidor que en julio del 2009 (Rosselli et ál. 2010). Es in-
se encuentra en el altiplano cundiboyacense teresante el caso de Juan Amarillo en donde
y páramos de las tres cordilleras. Habita hu- entre el 2001 y el 2002 se hizo un gran espejo
medales y lagunas de diversos tamaños con de agua (aprox. 30 ha) bordeado en parte por
espejos de agua o el fino tapete formado por cemento y con bordes empinados en el que
pequeñas plantas flotantes (Azolla filiculodes, hubo una buena población de O. jamaicensis
Lemna gibba), hábitats a los que está fuer- hasta el 2006 (Asociación Bogotana de Or-
temente asociado (Van der Hammen et  ál. nitología, datos no publicados; Stiles y Ros-
2008). Según los resultados del proyecto selli, datos no publicados). La especie ha dis-
“Conservación de las Aves Acuáticas y Mi- minuido prácticamente hasta desaparecer en
gratorias de los Humedales de la Ciudad de los últimos años (A. Paz com. pers.; Rosselli
Bogotá” (Rosselli et ál. 2010), de los 470 2011) aunque H. D. Benítez-Castañeda (obs.
registros de esta especie hechos en 12 meses pers.) observó un grupo en enero de 2010.
entre 2009 y 2010, el 74 % fue en espejo de Esta disminución puede estar asociada a aflo-
agua y el 24 % en tapete flotante. Se alimen- ramientos importantes de algas incluyendo
ta de semillas, raicillas, insectos, crustáceos y Chlorella y de algunas tóxicas investigadas por
otros invertebrados acuáticos (del Hoyo et ál. el departamento de biología de la Universi-
1992) los cuales a veces toma de la superficie. dad Javeriana (L.T. Valderrama com. pers.).
En la Sabana de Bogotá prefiere humedales En la Conejera, en el año 2007 se habilitaron
rurales o semirrurales en donde puede alcan- unas lagunas con amplios espejos de agua en
zar altas concentraciones aunque, con dispo- las que se registraron en ese año alrededor de
nibilidad del hábitat apropiado, puede llegar 15 a 20 individuos (H. Benítez-Castañeda, P.
a humedales rodeados en gran parte por la Calero y J. Castro obs. pers.). En el mismo

90
oxyura jamaicensis

humedal, Benítez-Castañeda H. por él constaban únicamente de en la zona amortiguadora del


y Calero P. (obs. pers.) hallaron los polluelos y la hembra adul- parque (J.  R. Salamanca-Reyes
un nido con dos huevos blan- ta, lo cual coincide con lo ob- com. pers.).
cuzcos medianamente cubiertos servado por Rosselli en Gualí y La situación en la Laguna de
con vegetación, en el borde de puede indicar que en el cuidado Fúquene también parece ser crí-
una de las lagunas habilitadas. parental en esta subespecie no tica. Morales-Rozo et ál. (2007)
En febrero de 2007, en una intervienen los machos como encontraron menos de 10 indi-
laguna de 1 ha en medio del pá- sí lo hacen en otras subespecies viduos en observaciones entre el
ramo en Caldas, E. Constantino (Castellanos en prensa). 2000 y el 2005, datos que coin-
(com. pers.) observó tres machos ciden con las observaciones de
y cinco hembras en actividades población H. D. Benítez-Castañeda, M. Pa-
de cortejo que involucraban a Las poblaciones en el Lago de tiño, J. E. Cely, N. Gallego y L. F.
todos los individuos. Castella- Tota parecen haber disminuido Becerra (obs. pers.) y Benítez-
nos (en prensa) observó fami- según J.  E. Zuluaga-Bonilla y Castañeda et ál. (2003), quienes
lias en la Laguna El Mosquito, D. C. Macana (datos no publica- registraron de cinco a siete indi-
aledaña a la Laguna del Otún, dos), pues mientras ellas observa- viduos entre el 2003 y el 2005.
en noviembre de 2007, mayo ron diez individuos en agosto de La densidad poblacional de
y noviembre de 2008, y febre- 2003 en la isla Santo Domingo O. jamaicensis en la Sabana de
ro, marzo y agosto del 2009. El y Calvachi et ál. (2005) obser- Bogotá es más alta en humeda-
mismo autor constató la presen- varon 40 individuos en el sector les rurales con amplios espejos
cia de familias de todas las eda- de Hatolaguna, Macana (2007) de agua, no necesariamente aso-
des durante 27 meses continuos solo observó un individuo en ciados a la vegetación acuática.
(agosto 2007-noviembre 2009) todo su estudio de 5 visitas men- Según Rosselli y Stiles (2012)
en la Laguna del Otún. suales en que se cubría buena hay densidades de 17.4 ind/ha
En Tota, J. E. Zuluaga-Bo- parte del lago en el 2006. En el en la laguna de la finca La La-
nilla (com. pers.) registró un po- desarrollo de un estudio de otras guna (Tenjo) y de 1 a 6.5 ind/
lluelo nadando cerca del sector especies en el lago, Benítez-Cas- ha en las gravilleras del río Siecha
de Hatolaguna en el 2006 y dos tañeda, H. D., M. Patiño, J. E. en Guasca, Ceuta, La Conejera,
adultos con tres polluelos cerca Cely, N. Gallego y L.F. Becerra Tibitoc, Meridor y Hacienda Los
de Aquitania en diciembre de no registraron durante sus des- Laureles; La Herrera, La Colina,
2007. El 8 de octubre de 2009 plazamientos entre el 2004 y el Ceuta, Jaboque, Gualí, Laguna
L. Rosselli (2011) observó una 2005 más de quince individuos del Salitre y Neuta tienen den-
hembra con 5 pichones de pocos en esta localidad. sidades de entre 0.3 y 0.9 ind/
días de nacidos en el humedal J. E. Zuluaga-Bonilla contó ha. Esto resulta en datos pobla-
de Gualí. Junto con los datos 3 parejas en la laguna de Siscunsí cionales de más de 200 indivi-
presentados por Botero (2002) (páramo de Siscunsí) en agosto duos para Tibitoc y La Herrera,
y las observaciones de Rosselli de 2009. La Asociación Oxypo- y entre 47 y 123 en Meridor,
et ál. (2010) en las que se obser- gon en el desarrollo de la carac- La Conejera, La Laguna, Jabo-
varon jóvenes en mayo, octubre terización de la avifauna del PNN que, gravilleras del río Siecha y
y diciembre, estos datos indican Cocuy encontró dos poblaciones Gualí. La población calculada
que el Pato Andino se reproduce de O. jamaicensis, una en la la- para la Hacienda Los Laureles
durante todo el año en las dife- guna de San Paulín de aproxima- es de 18 individuos. Neuta, La
rentes regiones del país. damente 30 individuos entre los Colina, Ceuta y La Laguna del
Según Castellanos, las fami- cuales había individuos jóvenes y Salitre tienen menos de 10 indi-
lias de Pato Andino observadas la otra en la laguna de Pachacual viduos. Benítez-Castañeda et ál.

91
oxyura jamaicensis

(obs. pers.) contaron entre 15 y 18 individuos en los cazadores por su buen sabor y ser una buena
Jaboque en el censo de aves acuáticas de 2009 y fuente de proteína (Macana 2007), La Herrera (S.
una visita en enero de 2010. Según los datos de Maldonado com. pers.) y ocasionalmente en Ti-
los conteos navideños de la ABO en Juan Amari- bitoc (J.V. Sánchez com. pers.). En Fúquene los
llo, después de finalizar la obra de construcción pobladores también colectan los huevos (Morales-
de un lago en el tercio alto del humedal la pobla- Rozo et ál. 2007). E. Constantino (com. pers.)
ción ascendió de 10 individuos en el 2003 a 45 también considera la cacería como una posible
en el 2004 y 70 en el 2005. En el 2006 solo se amenaza para el Pato Andino en el sector del PNN
contaron 23 individuos, en el 2009 A. Paz (com. Los Nevados así como la contaminación de lagunas
pers.) dice haber visto máximo 5 y L. Rosselli no y pozas con pesticidas de los cultivos de papa aleda-
observó ninguno en varias visitas. Sin embargo, ños, pisoteo de ganado y la presencia de perros de
durante una visita realizada en enero de 2010, las fincas vecinas (O. Castellanos en prensa).
Benítez-Castañeda (obs. pers.) observó alrededor En la Laguna del Otún los elementos de pesca
de 28 individuos en este humedal, lo cual indica (nylon y anzuelos) dejados por pescadores presen-
que tal vez la especie no permanece en el sitio y es tan un peligro para la especie. O. Castellanos (en
importante monitorear más de cerca su población. prensa) encontró 11 individuos muertos por esta
En algunas de las gravilleras del valle del río causa entre 2005 y 2010. La presencia de visitantes
Siecha en Guasca (Cundinamarca), la población y pescadores también causan destrucción de huevos
ha disminuido hasta el punto de registrar números y abandono de nidos. En Tota, Macana y Zuluaga-
menores a diez. Esta situación también se atribu- Bonilla (datos no publicados) también mencionan
ye a la reducción del nivel del agua, a causa del los trasmallos de los pescadores y las basuras que
intenso verano causado por el fenómeno del niño son arrojadas al lago como amenaza para especies
en 2009 y en 2010 (Benítez-Castañeda obs. pers). como esta que forrajean en agua abierta.
En marzo de 2006 L. Rosselli observó 11 indivi- Una buena parte de la población de O. ja-
duos en la Laguna de Suesca. maicensis está en estanques de fincas privadas de
Durante una visita realizada en noviembre de manera que una amenaza potencial es el manejo
2012 a la laguna de La Herrera (Cundinamarca), que los dueños le den a esos cuerpos de agua. Re-
Benítez-Castañeda, registró tan solo cuatro indi- cientemente (2008) la mayor parte de la Laguna
viduos en uno de los sectores que aún conservaba del Salitre (Hacienda Timaná, en el municipio de
un pequeño espejo de agua; lo anterior, debido Guasca) fue secada por los propietarios, lo cual
a la fuerte sequía durante ese periodo de tiempo. prácticamente acabó con la población de O. ja-
En la Laguna del Otún, O. Castellanos (en maicensis, pues en los conteos navideños anuales
prensa) observó entre 75 y 156 en 13 censos en- de la ABO se venía registrando un promedio de 21
tre el 2001 y el 2010, promedio 129.8 ± 25.6 d.e., ind (± 16 d.e., n=9) entre el 2000 y el 2008, y en
algo inferior a lo registrado en 25 censos anterio- el conteo navideño del 2009 no se vio ninguno.
res (141.6 ± 26.3) Botero (2002). Rosselli (2011) observó máximo 2 individuos en
En 2010 E. Constantino (com. pers.) informó varias visitas en el 2009 y ninguno en marzo de
sobre un grupo de más de 10 individuos que se ha 2010; cabe anotar que este pequeño cuerpo de
establecido y ha permanecido por varios meses en agua fue habilitado para la recreación y pesca de-
el sector norte de la laguna de La Cocha. portiva por los propietarios actuales.
La presencia de ratas, así como de perros y ga-
amenazas tos en los humedales también representa factores
de amenaza para individuos adultos, juveniles y
Para esta especie la cacería es un factor de amenaza
polluelos así como para los huevos. Esta situación
directa en las lagunas de Fúquene (Morales-Rozo
es común en humedales del Distrito, en donde
et ál. 2007) y de Tota, en donde es preferida entre

92
oxyura jamaicensis

en algunos casos, pese a la vigi- ción del PNN Los Nevados haya soteo del ganado y recuperar la
lancia ejercida, se hace difícil el establecido una serie de normas vegetación de la ronda de los hu-
control de este tipo de animales para controlar adecuadamente la medales (Castellanos en prensa).
(Benítez-Castañeda obs. pers.). actividad de ecoturismo y cuidar En la Sabana de Bogotá, el
Se han observado disputas los sectores críticos (Castellanos pantano de Tibitoc anexo a la
territoriales entre O. jamaicensis en prensa). Entre el 2006 y el planta de tratamiento Tibitoc
y Fulica americana. Esta última 2007, el área de Ecosistemas del de la EAAB está manejado por
intimida constantemente a los Ministerio de Ambiente, Vivien- la Concesionaria Tibitoc S.A. y
individuos de O. jamaicensis, da y Desarrollo Territorial hizo tiene acceso restringido, lo cual
especialmente a las hembras, en la gestión para proponer esta garantiza la conservación de la
humedales como Juan Amarillo, importante área de humedales población de O. jamaicensis en
La Conejera en Bogotá, y en como zona Ramsar, designación el sitio. La otra población impor-
Neuta en Soacha. No obstante, que fue aprobada en el 2008 tante de la laguna de La Herre-
pese a que O. jamaicensis res- (Castellanos en prensa; Galeano ra se ha visto beneficiada por las
ponde a las agresiones de F. ame- 2008). Uno de los argumentos acciones solitarias y voluntarias
ricana, esta situación puede es- más importantes para la desig- de S. Maldonado, un ciudada-
tar generando desplazamientos nación de este complejo de hu- no conservacionista que recorre
(Benítez-Castañeda obs. pers.). medales como zona de interés continuamente la laguna, con-
La laguna de La Herrera, ambiental para la humanidad trola la invasión de la vegetación
el humedal más grande de los fue precisamente la presencia flotante con remoción manual,
que quedan en la Sabana (Van de la población del Pato Andi- crea espejos de agua y diversifica
der Hammen 2003) y que alo-
no (Oxyura jamaicensis andina) hábitats.
ja una importante población de
según el criterio 6: “Un hume- El manejo de los humedales
O. jamaicensis además de otras
dal deberá ser considerado de distritales a través de su admi-
aves acuáticas, está en avanzado
importancia internacional si sus- nistración por parte de organi-
grado de deterioro por la des-
tenta de manera regular el 1 % de zaciones no gubernamentales
trucción de los cerros aledaños
los individuos de una población financiadas por la EAAB, aunque
para explotación de canteras y
de una especie o subespecie de intermitente, ha sido beneficioso
la contaminación de aguas. No
aves acuáticas” (Ramsar 2009). mediante la remoción de vegeta-
hay acciones visibles por parte
En 2008, según Decreto 233 ción para diversificar hábitats y el
de las autoridades ambientales
de enero del 2008 de Minam- control de perros en estos eco-
para conservarla.
biente, el complejo de lagunas sistemas. Un ejemplo ilustrador
de Chingaza, en donde está la es el del humedal de Tibanica.
historia de vida
especie, también fue declarado Tras meses de ausencia de admi-
No hay información para la sitio Ramsar. Otras medidas de nistración se había perdido todo
especie. conservación tomadas incluyen el espejo de agua por invasión de
la prohibición de las actividades vegetación acuática en el 2009 y
medidas de de pesca deportiva en esta y otras no había ningún Pato Andino. A
conservación áreas protegidas a partir del año mediados del 2010 nuevamen-
tomadas 2008 con base en la ley segunda te fue activado un contrato de
de 1959 y el aislamiento, con la administración que empezó a
El conocimiento sobre la ecolo-
colaboración de los propietarios, trabajar en la remoción de vege-
gía de la reproducción de las aves
de ocho humedales habitados tación acuática y en pocos meses
acuáticas en la Laguna del Otún
por aves acuáticas, con el fin de llegaron nuevamente algunos
ha llevado a que la administra-
disminuir el efecto nocivo del pi- individuos (Rosselli et ál. 2010).

93
oxyura jamaicensis

En Jaboque la Asociación para el Desarrollo Social miento de una población del Pato Andino deben
y Ambiental ADESSA ha mantenido manualmen- ser estudiadas a fondo para no repetir errores.
te espejos de agua en el sector del Brazo de Villa De otro lado, pese a que O. jamaicensis es
Gladys, gracias a lo cual ha sido posible que allí una especie exclusiva de aguas abiertas, se hace
se concentre y mantenga la principal población de necesario una estructura compleja de vegetación
Patos Andinos en este humedal. acuática que sirva como soporte de nidos y refu-
gio para las aves. Se sugiere contemplar amplias
medidas de conservación zonas de vegetación a manera de islas o parches en
propuestas riberas y otras zonas de humedales que favorezcan
la reproducción de esta y otras especies. El mane-
Sería importante que las Corporaciones Autóno-
jo que también se le da a la vegetación acuática
mas Regionales con autoridad en los sitios don-
de se encuentra la especie tuvieran más control en algunos humedales del Distrito, así como en
e información sobre los cuerpos de agua en sus la Laguna de Fúquene, deberá considerar medi-
jurisdicciones e informaran a los finqueros sobre das de control para no arrasar con nidos o redu-
la importancia de las aves presentes en sus pro- cir dicha vegetación con el fin de habilitar grandes
piedades. En particular, faltan acciones efectivas espejos de agua que en algunos casos pueden
en la laguna de La Herrera, el último relicto de resultar ineficaces para el sostenimiento de aves
humedal de importancia en la Sabana (Van der acuáticas. Un ejemplo de esta situación ocurrió
Hammen 2003) y el humedal de Gualí, en el que en el humedal La Florida y específicamente en la
no hay medidas visibles de protección de la biota. laguna que queda ubicada en el parque del mismo
Los planes de manejo de los humedales distri- nombre. Para el año 2000 se estimaba una pobla-
tales deberían tener medidas y objetivos específicos ción de cerca de 30 individuos y posteriormente el
para el aumento y mantenimiento de las poblacio- número descendió hasta tal punto que no se vol-
nes de especies amenazadas como O. jamaicensis, vieron a registrar individuos en diferentes jornadas
sin perder de vista las otras. El caso de Juan Ama- de censos, conteos y múltiples visitas realizados en
rillo puede proveer una importante lección de ma- un periodo de alrededor de diez años (Benítez-
nejo; las razones de su falla en lograr el estableci- Castañeda obs. pers.).

situación de la especie EN B2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

no se presentó una importante pérdida de hábitat,


criterio a
por lo menos a la escala de análisis estudiada (se
Oxyura jamaicensis está representada en el país consideran hábitats de la especie lagos, lagunas y
por una subespecie endémica de los humedales ciénagas naturales, embalses, zonas pantanosas y
altoandinos de la cordillera Oriental y de la cordi- vegetación acuática sobre cuerpos de agua). No
llera Central (Borrero 1972; Renjifo et ál. 2002). hay evidencia que indique una rápida reducción
La población de la especie se ha venido reducien- del tamaño poblacional de la especie en el pasado
do como consecuencia de la pérdida de hábitat, ni se prevé en el futuro. No califica como amena-
de la cacería y de la contaminación. El porcentaje zada bajo el criterio A.
total de pérdida de hábitat se desconoce pues no
se cuenta con información precisa de la distribu- criterio b
ción histórica de los humedales del país. Por otra B1 EOO = 102 113 km2 >> 20 000 km2. No califica
parte, dentro de la distribución actual de la especie como amenazada bajo el subcriterio B1.

94
oxyura jamaicensis

B2 Área hábitat remanente den- la población se encuentra en la sub-


eoo
tro de la distribución de la especie = población de la cordillera Oriental
102 113 km2
172.1 km2 < 500 km2. Tiene una dis- (véase mapas de distribución de la
área de hábitat
tribución severamente fragmentada remanente especie).
como consecuencia de la destrucción 172.1 km2 EN C2a(ii).
de hábitat y cacería (a). Se estima una porcentaje de cambio de
hábitat 2001-2011
disminución continua para la especie 5.3 % criterio d
en cuanto a extensión y/o calidad de porcentaje total de La especie no califica como amena-
hábitat (iii) y número de individuos pérdida de hábitat
zada bajo el criterio D.
maduros (v). desconocido

una generación
EN B2ab(iii,v).
6.2 años ajuste regional
3 generaciones
criterio c 18.6 años La subespecie O. j. andina es un
taxón residente endémico de Co-
La recopilación de tamaños poblacio-
lombia, por lo tanto no es necesario
nales en las diferentes localidades en
hacer un ajuste regional.
las que se encuentra la especie a través de su distri-
bución presentadas por Rosselli y Benítez- Casta-
conclusión
ñeda en la síntesis de información indican que la
población es inferior a 2500 individuos maduros EN B2ab(iii,v); C2a(ii).
y sigue disminuyendo. La mayor parte (> 95 %) de

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

95
crax alberti
© daniel uribe
crax alberti
paujil colombiano,
PAUJIL DE PICO AZUL,
PAVÓN COLOMBIANO
blue-billed curassow

síntesis de información
josé manuel ochoa-quintero, isabel melo vásquez y miguel moreno-palacios

sido registrada en remanentes de bosque seco


ecología
(Ochoa et ál. 2005; Mendoza y Ochoa 2007)
Esta especie endémica de Colombia origi- y unas pocas observaciones provienen de bos-
nalmente habitaba gran parte de las cuencas que montano en la parte alta de la SNSM (W.
medias y bajas de los ríos Cauca y Magdale- Naranjo com. pers).
na, desde el río La Vieja entre Quindío y Valle El Paujil Colombiano se ha observado
del Cauca y el sur del departamento del Hui- en bosques maduros con diferentes grados de
la, hasta las estribaciones de la SNSM. Además, perturbación, desde bosques bien conservados
existen observaciones en el departamento de hasta lugares donde los árboles maderables
la Guajira (Delacour y Amadon 1973; Hilty y han sido extensamente entresacados. Tam-
Brown 1986; Cuervo 2002). El área de distri- bién se encuentra en bosques de crecimiento
bución de esta especie se traslapa parcialmente secundario (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál.
con las áreas de endemismo de aves de la SNSM 2005; Moreno-Palacios 2007). Además de la
y las zonas bajas de Nechí (Stattersfield et ál. fragmentación de poblaciones pequeñas, este
1998). Para la década de los ochenta las pobla- paujil es vulnerable a la cacería (Ochoa et ál.
ciones se habían reducido en toda su área de 2005; Melo et ál. 2008; Cabarcas et ál. 2008).
distribución (Collar et ál. 1992). En los valles Con base en mapas del 2002 y registros de la
medios del Cauca y Magdalena las observacio- especie en el norte de la cordillera Central en
nes de esta especie provienen de bosque húme- Antioquia, Melo-Vásquez y colaboradores
do y muy húmedo tropical entre 0 y 1200 m (2008) calcularon que el área mínima de bos-
(Stiles 1998; Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. que donde puede habitar la especie es apro-
2005; Moreno-Palacios 2007; Melo-Vásquez ximadamente 300 ha. Sin embargo, es poco
et ál. 2008), pero es más frecuente por debajo probable que los fragmentos de esta exten-
de 800 m (Cuervo 2002) o 600 m (del Hoyo sión soporten poblaciones viables, dadas sus
1994). En el norte de Colombia la especie ha bajas densidades poblaciones. La presencia en

97
crax alberti

fragmentos de bosque tan pe- los árboles (lo cual representa cuentan los frutos de Iryanthera
queños podría depender de su bosques viejos) y la densidad ulei, Virola sebifera, Pseudolme-
conectividad con bosques ale- poblacional de C. alberti en la dia laevis, Protium heptaphilum,
daños. La especie puede cruzar reserva El Paujil (Moreno-Pala- Dialium guianense, Inga sp.
pequeñas áreas abiertas como cios 2007). (Moreno-Palacios 2007; Urue-
carreteras y servidumbres de Los nidos se han obser- ña 2008), Margaritaria nobilis
oleoductos (Cuervo et ál. 1999; vado en bordes de bosque en y Pouroma bicolor (Moreno-
Moreno-Palacios 2007). los que abundan lianas y beju- Palacios 2007); y flores de Grias
El conocimiento de la eco- cos (Cuervo et ál. 1999; Ochoa foetidissima (Moreno-Palacios
logía de la especie está princi- et ál. 2005; Rodríguez 2008; 2007; Urueña 2008).
palmente restringido a la época Moreno-Palacios 2007). Los
reproductiva que, por lo general, nidos son ubicados a alturas población
se extiende de diciembre a abril entre 1.9 y 8 m (Ochoa et ál.
C. alberti ha sido considerado
coincidiendo con la época más 2005; Urueña 2008) y se estima
como una especie poco común
seca del año (Cuervo et ál. 1999; un periodo de incubación de 30
y con distribución restringida
Ochoa et ál. 2005; Rodríguez a 32 días (Ochoa et ál. 2005).
(Hilty y Brown 1986; Cuervo
2008), aunque hay registros de Los polluelos son nidífugos
(Medina y Castañeda 2005). 2002). Strahl et ál. (1994 cita-
machos emitiendo vocalizacio-
nes de cortejo desde noviembre Los paujiles suelen visi- do por BirdLife Internacional
(Moreno-Palacios 2007) y se ha tar pequeñas quebradas en el 2000), estimaron que esta espe-
reportado un nido activo en sep- bosque durante la época seca cie tendría una población total
tiembre (Quevedo et ál. 2008). (Cuervo 2002). Pasan la noche entre 1000 y 2500 individuos.
Estas observaciones provienen en dormideros que son ocupa- Posteriormente, Cuervo y co-
de zonas de bosque húmedo dos por individuos solitarios laboradores (1999) estimaron
tropical. (Urueña 2008), parejas (Mo- que la población total de la es-
La mayoría de los registros reno-Palacios 2007) o grupos pecie no superaría los 1500 in-
consisten en machos emitiendo de tres individuos (Ochoa et ál. dividuos, cálculo que se obtuvo
pujidos de cortejo (p. ej. 60 % 2005; Urueña 2008). Los cam- sin una metodología específica y
de las observaciones en Ochoa pesinos reconocen zonas donde fue únicamente basado en ob-
et ál. 2005 y 70 % de Melo et ál. los paujiles toman baños de are- servaciones recientes de la espe-
2008). También se han repor- na o aserrín de troncos en des- cie del nororiente de Antioquia.
tado hembras solitarias, parejas composición y áreas donde re- Melo y colaboradores (2008)
adultas y grupos conformados mueven la hojarasca para buscar estimaron 1350 individuos en
hasta por seis individuos (Ochoa alimento (Urueña 2008). un área que representaba 30 %
et  ál. 2005; Moreno-Palacios Esta especie tiene una dieta del área potencial remanente en
2007; Rodríguez 2008). No amplia que incluye frutos, plán- 2002 en el nororiente de Antio-
hay información precisa sobre el tulas, anélidos, grandes artrópo- quia, usando la densidad pobla-
uso de hábitat, pero se observan dos, animales en descomposi- cional estimada por González
en el interior y el borde del bos- ción (Cuervo y Salaman 1999) (2004) en esa región del país.
que (Ochoa et ál. 2005; Rodrí- y flores (Moreno-Palacios 2007; Rodríguez (2008) estimó 7448
guez 2008), así como en todos Urueña 2008) que busca en el individuos en el área de hábitat
los estratos del bosque (Cuervo suelo (Cuervo 2002; Urueña potencial remanente reportada
2002; Rodríguez 2008). Sin 2008). Se han identificado 15 por Cuervo et ál. 2002 usan-
embargo, existe una correlación especies vegetales en la dieta do las densidades poblacionales
positiva entre el diámetro de de C. alberti, entre las que se obtenidas en la reserva El Paujil.

98
crax alberti

La densidad poblacional 1981 citado por Cuervo 2002) de polluelos para mantenerlos
de esta especie se ha estimado han sido fuertemente deforesta- en cautiverio o para comerciali-
en tres reservas regionales. En das (Cuervo 2002). En un área zarlos es otra práctica que afecta
el cañón del río Alicante (depar- que representa el 16.5 % de la a las poblaciones (Cuervo et ál.
tamento de Antioquia), en dos extensión de presencia calculada 1999; Ochoa et ál. 2005). Los
áreas de los municipios de Maceo para la especie en el 2002 (Cuer- efectos sinérgicos de estas dos
y Puerto Berrío, se obtuvieron vo et ál. 2002) se ha estimado amenazas pueden generar ex-
densidades de 1.66  ind/km2 y una pérdida de área de distri- tinciones locales de la especie en
0.78 ind/km (González 2004).
2
bución mayor al 80 % similar a poblaciones aisladas. La conta-
En la reserva El Paujil, municipio la que se presenta a nivel nacio- minación por actividades como
de Puerto Boyacá, se han obte- nal, con una tasa de deforesta- la fumigación de cultivos ilícitos
nido densidades de 3.1 ind/km2 ción anual de 2.4 % (Melo et ál. (Moreno-Palacios com. pers.) y
(Rodríguez 2008) y 2.8  ind/ 2008). La deforestación trae la extracción de oro, practicada
km2 (Rodríguez 2008). En el consigo la fragmentación de los en gran parte del río Magdalena
Ecoparque Los Besotes (depar- bosques y consecuentemente el y sus afluentes, podría estar afec-
tamento de Cesar) se obtuvo un aislamiento de las poblaciones. tando las fuentes de agua en zo-
valor de 1.1 ind/km2 (Mendoza- Sin embargo, un estudio sobre nas donde habita la especie. Sin
Polo com. pers.). la genética de las poblaciones en embargo, no se tiene informa-
el norte de la cordillera Central, ción acerca de los efectos de es-
amenazas no reveló diferencias asociadas tas actividades sobre los paujiles.
Las amenazas consisten en pér- al aislamiento de las poblacio-
dida y fragmentación del hábitat nes (L. A. Ramírez com. pers.), historia de vida
potencial, disminución de la ca- posiblemente debido al corto Las especies del género Crax
lidad del hábitat, cacería y con- periodo de tiempo que lleva el alcanzan su edad reproductiva a
taminación (Cuervo et ál. 2002; aislamiento. La cacería de sub- los 3 años de edad.
Toro y Cuervo 2002; Moreno- sistencia es una práctica genera-
Palacios 2007; Melo et ál. 2008; lizada en zonas donde aún hay medidas de
Cabarcas et  ál. 2008; Quevedo poblaciones de paujiles (Ochoa
conservación
et ál. 2008). La disminución de et ál. 2005; Melo et ál. 2008;
Cabarcas et ál. 2008). En tres
tomadas
área de los bosques en los alre-
dedores del río Magdalena en municipios del departamento El Paujil Colombiano se en-
donde habita la especie es posi- de Antioquia se estimó que en- cuentra en varias reservas re-
blemente la principal amenaza. tre los años 2002 y 2003 se ca- gionales como el cañón del río
Las principales causas de la de- zaron 57 individuos (Melo et ál. Alicante (6300 ha) y Bajo Cauca
forestación son la extensión de 2008). Esta amenaza es posible- Nechí (129 000 ha) en el de-
la frontera agrícola y en algunas mente mayor para los machos partamento de Antioquia, crea-
zonas los cultivos ilícitos, como durante la época reproductiva, das por Corantioquia (Ochoa
la coca y la marihuana. Zonas pues las vocalizaciones facilitan et  ál. 2005). Igualmente, se
como la serranía de San Jacin- su ubicación por los cazado- encuentra en la reserva El Pau-
to (Haffer 1975 en Collar et ál. res (Cuervo et  ál. 1999; Ochoa jil (1200 ha), ubicada entre los
1992), la parte baja del PNN Pa- et ál. 2005). Por lo tanto, la ca- departamentos de Boyacá y San-
ramillo, el valle medio del Mag- cería podría estar alterando la tander, creada por la Fundación
dalena, la SNSM (Cuervo 2002; proporción de sexos de las po- Proaves y designada como reser-
Strewe y Navarro 2004) y Puer- blaciones aisladas. Además, el va regional por Corpoboyacá.
to Valdivia (Paynter y Traylor saqueo de nidos y la recolecta Gran parte de la información

99
crax alberti

generada sobre esta especie proviene de estas tres Entre ellos vale la pena mencionar la distribución
zonas protegidas. La primera evidencia sobre su de material didáctico y charlas en escuelas en el
presencia en el PNN Paramillo proviene de indi- nororiente de Antioquia (Corantioquia 2000;
viduos cautivos en fincas de la región (Cuervo y Corantioquia 2002; Corantioquia 2005); el
Salaman 1999). Sin embargo, desde el 2005 se programa de educación ambiental ejecutado por
han obtenido registros visuales y auditivos de la la Fundación Proaves en el corregimiento de Puer-
especie en la vereda La Oscurana, zona de amor- to Pinzón y varias veredas aledañas a la reserva El
tiguamiento del PNN Paramillo (I. Mendoza-Polo Paujil donde se han llevado a cabo talleres, char-
com. pers). Actualmente (2010) se está ejecu- las informativas, difusión de información en me-
tando en esta región un proyecto de evaluación dios de comunicación y donde se está ejecutando
de la ecología y amenazas del paujil, por la Cor- anualmente el festival del paujil (Machado 2008).
poración Autónoma Regional de los Valles del Como medidas ex situ para la conservación
Sinú y San Jorge (CVS) y la Fundación Proaves de esta especie se tiene información de tres pro-
(I. Mendoza-Polo com. pers.). En el norte de gramas de reproducción en Colombia liderados
Colombia la especie se encuentra en el ecoparque por la Fundación Zoológico de Cali, La Fun-
Los Besotes (3555 ha), declarada como Santua- dación Ecolombia y La Fundación Botánica y
rio de Vida Silvestre por la Corporación Autóno- Zoológica de Barranquilla (Cuervo et ál. 1999).
ma Regional del Cesar, Corpocesar y Fundebes A nivel internacional, se tiene información de un
(Fundación ecoparque Los Besotes). Las reservas programa de cría en cautiverio en el Zoológico
Cañón del río Alicante (CO038), Bajo Cauca Ne- de Houston y aparentemente hay más individuos
chí (CO035), el ecoparque Los Besotes (CO010) en los zoológicos de San Diego (Estados Unidos)
y el PNN Paramillo (CO022) han sido además y Nogeyama (Japón) (ISIS 1999 y Weber 1998,
declaradas como AICA (Franco y Bravo 2005). citados por Cuervo et ál. 1999). En el 2002 se
Aparentemente, aún persisten algunos individuos diseñó un plan de conservación para la especie
en el PNN Tayrona, y observaciones en 1999 in- que fue entregado por Corantioquia a la Fun-
dican que la especie aún subsiste en el valle de dación Proaves Colombia. Este plan culminó en
San Salvador, ubicado en el PNN SNSM (C. Nava- el 2010 y sus esfuerzos han sido focalizados en la
rro com. pers). Además, se tienen ciertos indicios reserva El Paujil, y solo ha incluido tangencial-
de su presencia en el SFF Los Colorados (Cuervo mente al marco de instituciones que fueron con-
2002; Corantioquia 2005). vocadas inicialmente en el diseño del mismo. Por
En varias de las zonas donde se han realizado último, es importante mencionar que la especie
proyectos de investigación sobre la especie, se han se encuentra incluida en el apéndice III de CITES
ejecutado también programas de sensibilización. (UNEP-WCMC 2015).

CR A2cd+4cd
situación de la especie EN C2a(i)
renjifo et ál. 2016 VU B2ab(i,ii,iii,iv,v)

criterio a
regiones en donde se encuentran las últimas po-
Esta especie, endémica de Colombia, tuvo una blaciones de la especie y de las cuales se tienen
amplia distribución a través de casi toda la costa registros recientes de la especie (piedemontes de
caribe colombiana al oriente del Sinú y los valles diferentes sistemas montañosos). Sin duda los mo-
interandinos del Cauca y Magdalena. Los modelos delos son una gran subestimación de la distribu-
de distribución de la especie que aquí se presen- ción histórica de la especie, no obstante, son una
tan muestran un importante sesgo hacia aquellas buena representación de la distribución reciente

100
crax alberti

de la misma. Considerando esta vi- actualidad esta distribución está se-


eoo
sión, la especie ha perdido el 65.9 % 208 713 km 2 veramente fragmentada (a) y en dis-
de sus bosques. En el periodo 2000- área de hábitat minución (b) en cuanto a extensión
2010 la pérdida fue del 7.84 % de remanente de ocurrencia (i), área de ocupación
los bosques. Esta, al igual que otras 13 907 km2
(ii), área y/o calidad de hábitat (iii),
área remanente
especies de paujiles, es una especie número de subpoblaciones por extir-
ponderada por
altamente perseguida por cazadores idoneidad de hábitat pación local (iv) y número de indivi-
de subsistencia y deportivos, por lo (aoo estimada)
duos maduros (v).
8888 km2
cual la pérdida de hábitat ilustra una VU B2ab(i,ii,iii,iv,v).
porcentaje de cambio
imagen optimista de la reducción de hábitat 2000-2010
de la población de la especie. Esta -7.84 % criterio c
es una especie longeva, tres genera- porcentaje total
de pérdida de hábitat
La familia Cracidae es la familia de
ciones se estiman en 34.5 años. La
65.9 % aves más impactada por la cacería
mayor parte de la pérdida de los bos-
una generación de subsistencia por campesinos e in-
ques dentro del área del modelo de 11.5 años
dígenas a través del neotrópico (Ro-
distribución de la especie ha ocurri- 3 generaciones
34.5 años. binson y Redford 1991), con efectos
do desde finales de los años setenta,
muy sustanciales en cuanto a reduc-
lo anterior unido a la fragmentación
de los bosques, el incremento de los ción en sus densidades poblacionales
cultivos ilícitos y la minería de oro (actividades de- en localidades bajo presión (Silva y Strahl 1991).
sarrolladas en las regiones con mayores remanen- La densidad poblacional de esta especie se ha es-
tes de bosque para la especie como el Magdalena timado en tres reservas regionales. En el cañón
Medio, sur de Bolívar y norte de Antioquia) junto del río Alicante (Antioquia), en dos áreas de los
con la consecuente agudización de la presión de municipios de Maceo y Puerto Berrío, se obtu-
cacería y la deforestación, lleva a concluir que la vieron densidades de 1.66 ind/km2 y 0.78 ind/
especie ha perdido más de un 80 % de la población km2 (González 2004). En la reserva El Paujil, mu-
en las últimas tres generaciones y se prevé que esta nicipio de Puerto Boyacá, se han obtenido den-
tendencia continuará en el futuro. No obstante, sidades de 3.1 ind/km2 (Rodríguez 2008) y 2.8
no hay manera de estimar con una certeza razo- ind/km2 (Rodríguez 2008). En el ecoparque Los
nable lo que ocurrirá en el futuro en un tiempo Besotes (departamento de Cesar) se obtuvo un va-
equivalente a tres generaciones de la especie. lor de 1.1 ind/km2 (Mendoza-Polo com. pers.).
CR A2cd+4cd. Si se asumiera que la especie estuviese presente
en 2000 km2 y con una densidad poblacional de
criterio b 1.1 ind/km2, la población de la especie sería del
orden de 2200 individuos. Es razonable concluir
B1 EOO = 208 713 km2 >> 20 000 km2
que la población de la especie es inferior a 2500
B2 Área de hábitat remanente = 13 907 km2; AOO
individuos maduros, con una disminución que
estimada = 8888 km2 > 2000 km2. Debido a los
efectos combinados de fragmentación de bosques continuará en el futuro y con subpoblaciones de
y cacería, sin duda, el área de ocupación es muy menos de 250 individuos por localidad.
inferior a la estimada por idoneidad de hábitat; EN C2a(i).
dado que estos procesos han reducido a C. alber-
criterio d
ti a pequeñas poblaciones relictuales es razonable
estimar que el área de ocupación real de la espe- La especie no califica como amenazada bajo el
cie es menor a 2000 km2. Indudablemente, en la criterio D.

101
crax alberti

ajuste regional conclusión


Esta especie no requiere de ajuste de categoría CR A2cd+4cd.
por ser endémica de Colombia. EN C2a(i).
VU B2ab(i,ii,iii,iv,v).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

102
crax daubentoni
© tom friedel
crax daubentoni
Pavón Moquiamarillo,
Paujil Piquiamarillo
Yellow-knobbed Curassow

síntesis de información
ángela caguazango y josé oswaldo cortés herrera

ecología tres individuos en un bosque de galería de


menos de 30 hectáreas (Cortés-Herrera y Bri-
Esta especie se distribuye en las tierras bajas ceño-Buitrago 2007).
al oriente la cordillera Oriental y la Serranía Su alimentación es principalmente frugí-
de Perijá en los departamentos de Arauca, vora, pero puede consumir semillas, hojas, flo-
Boyacá, Norte de Santander; al occidente de res, raíces, hongos y materia animal (Bertsch y
Perijá se encuentra en una porción del depar- Barreto 2008b). La especie es polígama (Fran-
tamento de Cesar en donde no es conocida co y Renjifo 2002; Kvarnbäck 2004). En el
con precisión la zona de reemplazo de esta es- hato Piñero en Venezuela, Bertsch y Barreto
pecie por Crax alberti (Hilty y Brown 2001; (2008a) obtuvieron una densidad de 100 ind/
Franco-Maya y Renjifo 2002). Su distribución km2 en bosques de galería, 36 ind/km2 en el
altitudinal se extiende entre 100 y 1500 m en bosque seco estacional y 10 ind/km2 en las
Colombia (Franco-Maya y Renjifo 2002). En áreas abiertas. Estas densidades poblacionales
Venezuela se ha registrado en zonas riparias y varían con la época del año (sequía y lluvias).
bosques secos caducifolios, bosques de galería, Los adultos utilizan áreas boscosas de
sabanas, zonas de piedemonte y áreas abiertas 150-200 ha (Bertsch y Barreto 2008a). Las
de vegetación semiárida, especialmente en va- áreas de acción del macho y de dos de las hem-
lles o riberas rodeados de bosque cerca de los bras registradas en este estudio se solaparon
ríos (Schäefer 1953; Strahl y Silva 1997; Hilty 95 % y 100 % durante la época reproductiva.
y Brown 2001; Franco-Maya y Renjifo 2002; Los centros de actividad conformaron entre
Hilty 2003; Delacour y Amadon 2004). Pue- 15 y 18 % del área de acción. Los subadultos
de persistir en bosques fragmentados (Bertsch tuvieron un área de acción de 10 ha. Se regis-
y Buchholz 2006); en Arauca se observaron traron individuos en los bordes de bosque y

104
crax daubentoni

corredores arbóreos en donde abundaba el guá- los asentamientos humanos, los cuales están en
cimo (Guazuma ulmifolia), para moverse entre crecimiento, pero se desconoce cómo esto afecta
los fragmentos de bosques. Un par de hembras la supervivencia de esta especie (Franco-Maya y
tenía su nido en un área abierta, cercana al borde Renjifo 2002). La cacería en áreas no protegidas
del bosque; se registraron frecuentemente en po- puede tener un alto impacto por la baja calidad
treros con árboles de mango (Manguifera indica) del hábitat y la facilidad de ser detectados y caza-
y merecure (Licania pyrifolia), cuyos frutos son
dos (Bertsch y Barreto 2008a).
consumidos por los paujíes (Bertsch y Barreto,
datos no publicados).
medidas de conservación
amenazas tomadas

En Colombia y en especial en el PNN El Cocuy Está incluida en el Apéndice III de CITES (UNEP-
la caza de subsistencia es una amenaza, pero WCMC 2015). En Colombia está presente en el
no ha sido cuantificada. En Colombia, los bos- PNN El Cocuy pero se desconoce el estado de las

ques de gran parte de la distribución de la es- poblaciones (Franco-Maya y Renjifo 2002; Cor-
pecie están fragmentados por la agricultura y tés-Herrera y Buitrago-Briceño 2007).

situación de la especie EN A2cd+4cd; C2a(i)


renjifo et ál. 2016 NT B2ab(i,ii,iii,iv,v)

hábitat ilustra una imagen limitada y


criterio a
eoo optimista de la reducción de su po-
Esta especie es endémica de Colom- 50 559 km2
blación. La mayor parte de la pérdida
área de hábitat
bia y Venezuela. La información de los bosques dentro del área de dis-
remanente
sobre su distribución es bastante li- 9020 km2 tribución de la especie ha ocurrido en
mitada, especialmente en el norte de porcentaje de cambio de las últimas décadas. Esto, junto con
hábitat 2000-2010
su distribución en donde los límites la fragmentación de los bosques, el
-7.11 %
entre esta y C. alberti no son cono- incremento de actividades como los
porcentaje total de
cidos, y en los llanos en donde los pérdida de hábitat cultivos ilícitos con la consecuente
límites de su distribución original 71 % agudización de la presión de cacería y
son poco conocidos. Por esta razón una generación deforestación llevan a concluir que la
11.5 años
la definición de los límites de la dis- especie ha perdido más de un 50 % de
3 generaciones
tribución en los modelos son tentati- 34.5 años la población en las últimas tres gene-
vos. C. daubentoni ha perdido el 71 % raciones y se prevé que esta tendencia
de sus bosques históricamente y en el continuará en el futuro. No hay ma-
periodo 2000 – 2010 la pérdida fue del 7.11 % de nera de estimar con una certeza razonable lo que
los bosques. C. daubentoni es una especie longe- ocurrirá en tres generaciones, dado que es un lapso
va, tres generaciones se estiman en 34.5 años. Si de tiempo prolongado.
se asume una pérdida de hábitat constante, habría EN A2cd+4cd.
perdido un 24.5 % de su hábitat en 3 generaciones.
No obstante, al igual que otras especies de pauji-
criterio b
les, esta es altamente perseguida por cazadores de B1 EOO = 50 559 km2 > 20 000 km2. La especie no
subsistencia y deportivos, por lo cual la pérdida de califica como amenazada bajo este subcriterio.

105
crax daubentoni

B2 Área de hábitat remanente = 9020 km2 (Mendoza-Polo com. pers.). Si se asumiera que la


> 2000 km2. especie estuviese presente en 2000 km2 y con una
Debido a los efectos combinados de frag- densidad poblacional de 1.1 ind/km2, su pobla-
mentación de bosques y cacería sin duda el área ción sería del orden de 2200 individuos. Se puede
de ocupación es muy inferior al área de hábitat inferir que hay menos de 2500 individuos madu-
remanente, por lo que podría acercarse al umbral ros en el país, con una disminución que continua-
de 2000 km2. Sin duda en la actualidad esta dis- rá en el futuro y con subpoblaciones de menos de
tribución y la población de la especie están seve- 250 individuos por localidad.
ramente fragmentados (a) y en disminución (b) EN C2a(i).
en cuanto a extensión de ocurrencia (i), área de
ocupación (ii), área y/o calidad de hábitat (iii), criterio d
número de subpoblaciones por extirpación local
No califica como amenazada bajo el criterio D.
(iv) y número de individuos maduros (v).
NT B2ab(i,ii,iii,iv,v).
ajuste regional
criterio c La especie es un taxón residente reproductivo. En
Colombia existen tres subpoblaciones regionales
La familia Cracidae es la familia de aves más im-
(véase mapa de distribución), todas ellas conti-
pactada por la cacería de subsistencia por campesi-
guas a poblaciones en Venezuela. La población
nos e indígenas a través del neotrópico (Robinson
de La Guajira y Cesar podría haberse extinguido.
y Redford 1991), con efectos muy sustanciales en
Es posible que las poblaciones en Norte de San-
cuanto a reducción en sus densidades poblaciona-
tander y Arauca sean objeto de inmigración desde
les en localidades bajo esta presión (Silva y Strahl
Venezuela. Dado el deterioro de las poblaciones
1991). No hay estimaciones de densidad pobla-
de la especie en Venezuela es previsible que la in-
cional de la especie bajo las condiciones actuales
migración desde ese país disminuya. No se sabe
dentro de su distribución en el país. Por otra par-
si en la actualidad las poblaciones colombianas se
te, existen algunas estimaciones de densidad para
estén comportando como sumideros. Por estas
C. alberti, un taxón que está experimentando si-
razones no se recomienda cambiar la categoría en
tuaciones similares. La densidades de esa especie
el país.
se han estimado en: 1.66 ind/km2 y 0.78 ind/km2
en Maceo y Puerto Berrío (Antioquia) (González
conclusión
2004), 2.8 ind/km2 y 3.1 ind/km2 en la reserva
El Paujil (Boyacá) (Rodríguez 2008) y 1.1 indi- EN A2cd+4cd; C2a(i).
viduos/km2 en el Ecoparque Los Besotes (Cesar) NT B2ab(i,ii,iii,iv,v).

106
crax daubentoni

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

107
crax globulosa
© robin h. schiele
crax globulosa
pavón moquirrojo,
pavón carunculado
wattled curassow

síntesis de información
gustavo alarcón-nieto

(Alarcón-Nieto obs. pers.) o en los comederos


ecología
de las nutrias de río (Luna 2009).
Habita la zona occidental de la cuenca amazó- El periodo de reproducción parece coin-
nica en Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y Ecua- cidir con la época de mayor nivel de inunda-
dor, aunque posiblemente ha desaparecido de ción, que ocurre entre enero y mayo en el río
este último (Birdlife International  2010c). Amazonas (Bennett y Franco-Maya 2002).
Sus poblaciones se encuentran localmente a Sin embargo, Luna (2009) registró la obser-
lo largo del ámbito de distribución, en bos- vación de una hembra con dos polluelos a me-
ques inundables de los ríos amazónicos de diados de marzo de 2009 en la isla de Amau-
aguas blancas entre el nivel del mar y 300 m. re, justo antes del inicio de la inundación en
Sin embargo, aunque su distribución global el río Caquetá.
se extiende por 212 800 km2, el hábitat poten- Un estudio realizado con muestras de
46 individuos de la isla Mocagua demostró
cial de esta especie comprende menos del 4 %
que a pesar de sus reducidos tamaños pobla-
de esa área debido a que sus requerimientos
cionales, esta especie presenta una alta variabi-
de hábitat son muy especializados (Bennett y
lidad genética. Tal característica ha permitido
Franco-Maya 2002).
que las subpoblaciones, aún restringidas a islas
Al igual que otras especies de la familia,
sin flujo de individuos entre ellas, sean viables
consume frutos en el dosel del bosque y en el desde el punto de vista genético (Ruiz-García
suelo durante la época de aguas bajas. Tam- et ál. 2007). Esto es especialmente importante
bién consume caracoles (G. Alarcón-Nieto obs. para las subpoblaciones más pequeñas, como
pers.) y otros invertebrados que busca es- las encontradas en las islas de El Brazuelo y
carbando (Bennett y Franco-Maya 2002), Amaure, cuyas poblaciones constan de unos
así como restos de peces en descomposición 20 y 35 individuos respectivamente (Alarcón-
cuando se secan los lagos internos de las islas Nieto y Palacios 2008; Luna 2009).

109
crax globulosa

Las cuatro subpoblaciones colombianas co- et ál. 2007), mientras en el bajo río Caquetá exis-
nocidas se encuentran en islas en las que las inun- ten actualmente entre 200 y 250 individuos en
daciones periódicas aportan nutrientes (Bennett tres subpoblaciones separadas (Alarcón-Nieto y
2000) y favorecen la presencia de poblaciones con Palacios 2008), con probabilidades de encontrar
densidades mayores a las encontradas en otros otras más en islas y bosques de varzea en las orillas
países (Bennett y Franco-Maya 2002). Según los del río. Luna (2009) observó algunos individuos
resultados de dos estudios (Alarcón-Nieto y Pala- en la ribera del río, justo en frente de la isla El
cios 2008; Luna 2009), las poblaciones del bajo Brazuelo, los cuales podrían haber atravesado el
río Caquetá presentan mayores tasas de encuentro estrecho canal que separa la isla de la orilla; sin
y densidades más altas que las registradas en Bo- embargo, esto no implica que se haya establecido
livia (Aranibar-Rojas y Hennessey 2006) y Perú una población en este lugar.
(Yahuarcani et ál. 2009). Las primeras estimacio-
nes son de aproximadamente 29 ind/km2 en la amenazas
isla de Amaure, 19 ind/km2 en la isla Mirití y 11
Al igual que en todas las zonas donde se encuen-
ind/km2 en la isla de Amaure (Alarcón-Nieto y
tra, la principal amenaza para las poblaciones co-
Palacios 2008). Sin embargo Luna (2009) sugie-
lombianas es la cacería (Bennett y Franco-Maya
re que estos valores podrían ser mayores. Aunque
2002; Alarcón-Nieto y Palacios 2005; 2008). En
estas aves pueden hallarse en toda el área de las
la isla Mocagua ha sufrido una disminución de su
islas, es evidente una diferencia en la utilización
población desde mediados de la década de 1950
del hábitat en cada una de estas. Luna (2009) re-
(Bennett y Franco-Maya 2002), mientras que en
gistró variación en la densidad, entre 3 y 54 ind/
el bajo río Caquetá ha desaparecido de áreas don-
km2, en tres zonas de la isla Mirití. Estas diferen-
de su presencia era reconocida por los pobladores
cias no pudieron ser explicadas por variaciones en
locales, como la isla de Los Ingleses (Alarcón-
la estructura de los bosques, pero pueden estar
Nieto y Palacios 2008). Aunque no son una pre-
relacionadas con la cercanía a los cuerpos de agua
sa usual para los cazadores de la zona, estas aves
en el interior de las islas (Luna 2009), lo que re-
pueden suplir las necesidades de alimento de los
itera la especialización en el uso del hábitat y la
pescadores durante su permanencia en las islas.
vulnerabilidad de esta especie a la pérdida y trans-
Dado que los suelos de las islas son compa-
formación del bosque en que habita.
rativamente ricos en nutrientes gracias al aporte
de las inundaciones periódicas de los ríos de aguas
población
blancas, estas áreas son especialmente apreciadas
En Colombia, llegó a considerarse como desapa- para cultivos de subsistencia. A esto debe sumarse
recido (BirdLife International 1992), pero su pre- la extracción de maderas que, aunque sea a pe-
sencia en la isla Mocagua (Bennett 2000) y en el queña escala, tiene un efecto marcado, especial-
bajo río Caquetá (Alarcón-Nieto y Palacios 2005) mente en islas con áreas reducidas (Alarcón-Nieto
confirmaron su supervivencia en el límite norte y Palacios 2008) como las islas de Amaure y El
de su distribución. Sin embargo, a pesar de las Brazuelo, en el río Caquetá, cada una de las cuales
nuevas subpoblaciones encontradas, su estado en tiene 1.2 km2.
Colombia sigue siendo crítico (Alarcón-Nieto y En 2006, luego de la realización de activi-
Palacios 2008), con un tamaño poblacional redu- dades con cinco comunidades indígenas, se re-
cido y una distribución muy restringida, que se conoció que hay un escaso conocimiento de la
limita a 20 km2 aproximadamente (Alarcón-Nieto especie y su hábitat por parte de los pobladores
y Palacios 2008). del bajo río Caquetá (G. Alarcón-Nieto, datos no
En la isla Mocagua, en el río Amazonas, publicados). La mayor parte de los miembros de
podría haber hasta 200 individuos (Ruiz-García las comunidades indígenas cercanas al hábitat del

110
crax globulosa

paujil, confunde al Pavón Moquirrojo con otras conocimiento como especie importante para los
especies de paujiles presentes en la zona, mientras habitantes de la zona.
que la información sobre su biología y ecología,
proviene de la extrapolación del conocimiento medidas de
de otras especies más comunes. Sin embargo, conservación propuestas
se pudo establecer que, además del consumo de
A pesar de los avances hechos por Luna (2009) en
su carne, esta especie es cazada para fines tradi-
el conocimiento del hábitat de la especie y su rela-
cionales y culturales. Las plumas ventrales de los
ción con este, es necesario esclarecer aún más las
machos son utilizadas, al igual que las de Crax
condiciones mínimas para su supervivencia. Los
alector, para la elaboración de trajes en rituales
resultados de Ruiz-García et ál. (2007) sugieren
tradicionales de bautismo de la etnia Yucuna (N.
además que la principal estrategia de conservación
Neira, com pers.).
debe ser la protección de las poblaciones rema-
nentes y su hábitat, ya que la capacidad de recupe-
medidas de conservación
ración de estas, aún a partir de pocos individuos,
tomadas
puede por sí misma garantizar la supervivencia de
En 2005 la isla Mirití y las islas de Mocagua y poblaciones genéticamente viables. Esto reduce
Zaragocilla fueron declaradas como AICA, reco- la necesidad de pensar en programas de repro-
nociendo su importancia para la conservación de ducción ex situ, aunque no se debe descartar este
esta y otras especies de fauna (BirdLife 2009u, método, que resultaría útil para la repoblación de
2009w), aunque aún carecen de una figura de áreas donde la especie ha desaparecido.
protección legal que asegure la supervivencia de El bajo río Caquetá alberga posiblemente un
estas. En el año 2000, con apoyo del Instituto cuarto o más de la población mundial, así como las
Humboldt, se inició el Proyecto Piuri en la isla áreas con mayores densidades de esta especie. Es
Mocagua (Bennett 2003), con el cual se hizo una necesario ampliar la cobertura del AICA isla Mirití
alianza activa del PNN Amacayacu con seis comu- para que cubra todas las subpoblaciones del bajo
nidades indígenas que tienen influencia sobre la río Caquetá, así como las áreas donde posible-
isla. En 2003, se consolidó un plan de manejo mente habita la especie (Alarcón-Nieto y Palacios
para la isla, que establece una veda de caza para 2008). Adicionalmente se debe buscar una figura
toda la fauna y otras pautas para el uso de los re- de protección legal para estas áreas que provea de
cursos naturales allí presentes. Esta normatividad herramientas y sirva como base para un plan de
local ha sido implementada y mantenida gracias a conservación. La población de la isla Mocagua
la presencia de monitores comunitarios que hacen debe ser igualmente protegida, a través de las au-
presencia permanente en la zona (BirdLife Inter- toridades ambientales del Perú, para garantizar la
national 2010c). supervivencia de la especie en las islas de Cacao y
Por su parte, Conservación Internacional Yaumas (Ruiz-García et ál. 2007).
Colombia ha apoyado la realización de actividades Es necesario que las autoridades ambien-
de educación ambiental en cinco comunidades tales (principalmente Corpoamazonia, ya que
cercanas a la Isla Mirití y otras islas donde habi- todas las subpoblaciones conocidas están en su
ta la especie en el bajo río Caquetá (G. Alarcón- jurisdicción) tomen las medidas necesarias para
Nieto, datos no publicados; Luna 2009). Hasta el la protección del hábitat de esta especie. Se debe
momento, se han realizado actividades de identi- controlar el uso de las áreas insulares para agricul-
ficación de amenazas y usos de la especie, talleres tura, vivienda y otras actividades extractivas, así
de educación ambiental, así como planteamiento como implementar un sistema de control y vigi-
de propuestas locales para la conservación de este lancia que involucre a los pobladores locales en el
paujil, que actualmente cuenta con un mayor re- cuidado y protección de esta especie.

111
crax globulosa

situación de la especie EN B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv); C2a(i)


renjifo et ál. 2016 VU D1+2

criterio a criterio c 
C. globulosa es una especie con una población re- Existen varias estimaciones de densidad pobla-
lictual tanto en Colombia como a lo largo de su cional de la especie en Colombia: 29 ind/km2 en
distribución. Anteriormente fue una especie am- la isla de Amaure, 19 ind/km2 en la Isla Mirití y
pliamente distribuida en las islas y bosques inun- 11 ind/km2 en la isla de Amaure (Alarcón-Nieto y
dables de los ríos blancos de la cuenca amazónica. Palacios 2008). Adicionalmente el tamaño de las
Su distribución original en el país es pobremente subpoblaciones ha sido estimado en “hasta 200
entendida, por lo que no es posible estimar el por- individuos” en la isla Mocagua, en el río Ama-
centaje total de pérdida de hábitat, como tampoco zonas, (Ruiz-García et  ál. 2007) y entre 200 y
cuál es el porcentaje de hábitat que se encuentra 250 individuos en tres subpoblaciones separadas
hoy vacío como consecuencia de la cacería. Su en el bajo río Caquetá (Alarcón-Nieto y Palacios
distribución actual se encuentra reducida a unas 2008). Esto indica que la población de la especie
pocas islas en el bajo Caquetá y en el Amazonas, en el país está entre 400 y 450 individuos. El nú-
en las cuales sí hay algo de pérdida de hábitat, pero mero de individuos en cada subpoblación es infe-
no está ocurriendo rápidamente y tampoco está rior a 250 individuos maduros.
ocurriendo una rápida disminución de la pobla- EN C2a(i).
ción como resultado de la cacería. La especie no
califica como amenazada bajo el criterio A. criterio d
La especie tiene menos de 1000 individuos ma-
criterio b
duros en el país, su hábitat está siendo degradado
B1 EOO = 108 km2 < 5000 km2. La especie tiene y es altamente susceptible a la cacería, la cual es
una distribución severamente fragmentada (a) y una amenaza latente permanente.
en disminución (b) como consecuencia de la ca- VU D1.
cería y pérdida de hábitat. Se estima que continúa La especie se encuentra en 4 localidades de las
declinando en cuanto a extensión y/o calidad de cuales podría ser fácilmente eliminada por cacería.
hábitat (iii) y número de islas ocupadas (iv). Esta VU D2.
especie se encuentra muy cerca del umbral para
calificar como en peligro crítico bajo ajuste regional
el subcriterio B1 EOO < 100 km2. EOO
108 km2
La especie es un taxón residente
EN B1ab(iii,iv).
área de hábitat reproductivo. En Colombia existen
B2 Área de hábitat remanente
remanente dos subpoblaciones (bajo Caquetá y
= 45.6 km < 500 km . La especie
2 2
46.5 km2
Amazonas). Las subpoblaciones no
tiene una distribución severamente porcentaje de cambio
parecen recibir inmigración desde
fragmentada (a) y en disminución de hábitat 2001-2011
desconocido los países vecinos. Por estas razones
(b) como consecuencia de la cacería
porcentaje total no se recomienda cambiar la cate-
y pérdida de hábitat. Se estima que de pérdida de hábitat goría.
la especie continúa declinando en desconocido

cuanto a extensión y/o calidad de una generación


11.5 años conclusión
hábitat (iii) y número de islas ocu-
3 generaciones EN B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv); C2a(i).
padas (iv).
34.5 años
EN B2ab(iii,iv). VU D1+2.

112
crax globulosa

Distribución

Distribución

113
odontophorus dialeucos
© robin h. schiele
odontophorus
dialeucos
perdiz katía, corcovado
del takarkuna
tacarcuna wood-quail

síntesis de información
juan miguel ruiz-ovalle

ecología población
Esta especie se distribuye en el noroccidente La población estimada se encuentra entre
del Chocó y el Darién en Panamá. Habita en el 10 000 y 20 000 individuos (Wege y Renjifo
suelo en bosques húmedos premontanos entre 2002a; BirdLife Internacional 2010a).
1200 y 1450 m de elevación (Wetmore 1968;
Pearman 1993; Wege y Renjifo 2002a), pero amenazas
puede encontrarse en tierras bajas (Ridgely
Esta especie puede ser afectada por cacería,
y Gwyne 1989; Rangel 2004; Álvarez et  ál.
destrucción del hábitat y minería (BirdLife
2000 en Wege y Renjifo 2002a). Es común
Internacional 2016c). La fragmentación del
en el extremo oriental de Panamá (Wetmore
bosque en la serranía del Darién por el avance
1968; BirdLife Internacional 2010a), pero en
de las fronteras agrícola y ganadera podría es-
Colombia es poco común (Rodríguez-Mahe-
tar disminuyendo sus poblaciones (D. A. Or-
cha 1982).
tegón, S. Tavera y J. M. Ruiz, datos no publi-
Se observa en parejas o grupos de 3 a
cados), particularmente en el cerro Takarkuna
8 individuos (Wetmore 1968; Pearman 1993
(J. M. Ruiz y A. Hurtado, datos no publica-
en Renjifo et ál. 2002), consumiendo frutos,
dos). La construcción de la carretera Pana-
semillas y en ocasiones insectos (Rodríguez-
mericana podría estar afectando a esta y otras
Mahecha 1982; Wege y Renjifo 2002a).
especies de importancia en la región (Wege y
El único dato reproductivo es un inmaduro
Renjifo 2002a).
colectado en junio (Carroll 1994 en Wege y
Renjifo 2002a).

115
odontophorus dialeucos

historia de vida (Vásquez y Serrano 2009), pero la pérdida de há-


bitat en elevaciones bajas y en las zonas de piede-
No hay información para la especie. monte no se ha detenido (BirdLife Internacional
2009h; A. Hurtado, J. M. Ruiz, R. Sagardía y M.
medidas de conservación Rubio, datos no publicados).
tomadas
En Colombia la especie está protegida en el PNN
Katíos y la Reserva Forestal Protectora del Darién

situación de la especie EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016 VU D1

da en la Serranía del Darién (a). de O. strophium han sido esti-


eoo
78.7 km2 La especie está declinando (b) al madas en 6, 8.7, 11 y 30 grupos
área de hábitat
menos en cuanto a área y/o cali- por km2 (Sarria-Orozco 2003,
remanente dad de hábitat (iii) y en número Beltrán-Quecán y Buitrago-Soto
29.4 km2 de individuos maduros (v). 2006, Turner y Donegan 2006).
porcentaje de cambio CR B1ab(iii,v). Asumiendo la densidad pobla-
de hábitat 2000-2010
B2 Área de hábitat rema- cional más baja y que hay dos in-
9.7 %
nente = 29.4 km2 < 500 km2. La dividuos adultos por grupo y un
porcentaje total de
pérdida de hábitat especie parece tener una pobla- área de hábitat de la especie de
8.1 % ción naturalmente fragmentada 29.4 km2, habría 353 individuos
una generación en la Serranía del Darién (a). La en el país. Se estima que la pobla-
3.9 años ción de la especie está disminu-
especie está declinando (b) al
3 generaciones
menos en cuanto a área y/o ca- yendo (C2) debido a la pérdida
11.6 años
lidad de hábitat (iii) y en núme- de hábitat y a que un 95 % de los
ro de individuos maduros (v). individuos hacen parte de una
criterio a EN B2ab(iii,v). misma población (véase mapa de
distribución de la especie) (a(ii)).
Esta especie ha perdido el 8.1 %
criterio c EN C2a(ii).
de su hábitat históricamente y
en diez años recuperó un 9.7 % No hay estimaciones de densida-
criterio d
del hábitat perdido. Tomando des poblacionales para la especie
la pérdida de hábitat como un pero sí las hay para varias espe- La especie parece tener una po-
cies del mismo género en bos- blación por debajo del umbral
indicador de la disminución de
ques montanos. Las densidades de 1000 individuos y hay una
la población, la especie no se
poblacionales de O. hyperythrus amenaza aparente para la especie
acerca a los umbrales de amena-
varían entre 30 a 40 grupos/km2 representada en pérdida de há-
za bajo el criterio A.
en Otún-Quimbaya (Risaralda); bitat (D1).
111 grupos/km2 en Yotoco (Va- VU D1.
criterio b
lle del Cauca); 13 a 18 grupos/
B1 EOO = 78.7 km2 <100 km2. km2 en Chicoral y San Antonio
La especie parece tener una po- (Valle del Cauca). Por otra par-
blación naturalmente fragmenta- te, las densidades poblacionales

116
odontophorus dialeucos

ajuste regional bosques en la frontera de los dos países se encuen-


La especie es un taxón residente reproductor tran en buen estado. Por esta razón se recomien-
del país. Su población nacional hace parte de un da disminuir la categoría de la especie en un paso.
mismo continuo geográfico con las poblaciones
panameñas, por consiguiente se estima que sí es conclusión
objeto de inmigración desde ese país. No se es- EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
pera que la inmigración disminuya, dado que los VU D1.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

117
podiceps occipitalis
© gregory e yvonne dean
podiceps occipitalis
zambullidor plateado
Silvery Grebe

síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones, paulo c. pulgarín-restrepo y felipe a. estela

ecología mismo humedal (Fjeldså 2005). En diciembre


de 2009 en la laguna de La Herradura, (al nor-
Este zambullidor se encuentra ampliamente te del PNN Puracé, en el páramo de Guanacas,
distribuido a lo largo de los Andes en Sura- 3400 m, municipio de Totoró, Cauca), se ob-
mérica, principalmente en humedales entre servaron cuatro individuos en parejas, uno de
2300 y 5000 m (Fjeldså 2005). En Colombia ellos rodeaba continuamente una isla pequeña
esta ave se encuentra principalmente en lagu- en donde estaba construyendo un nido utilizan-
nas altoandinas, generalmente por encima de do básicamente barro y algunas hoja de pastos.
3000 m. Estas lagunas suelen ser grandes (más Las poblaciones del sur del continente
de 200 m de largo) y poco profundas. No hay tienen movimientos migratorios hacia la parte
observaciones en cuerpos de agua más peque- sur de Perú y el altiplano de Bolivia. De las
ños o en ríos y quebradas. Las poblaciones del poblaciones del norte se conoce muy poco y
norte del continente requieren lagunas some- se presume que hay algún tipo de movimien-
ras, con abundante vegetación subacuática y tos estacionales (Fjeldså 2005). En Colombia
altas densidades de macro zooplancton (Fjeld- estos posibles movimientos son prácticamen-
så 2005). Debido a que se alimenta de pre- te desconocidos, sin embargo Negret (1997)
sas abundantes, es una especie muy gregaria. propuso que es posible que la especie realice
Su dieta ha sido estudiada en algunas lagunas movimientos entre distintas lagunas del área
de Perú, y se compone principalmente de cu- de su distribución geográfica.
carrones corixidos y quironómidos, larvas de
moscas (Ephydridae), anfípodos y sanguijuelas población
(Fjeldså 2005). Wetlands International (2012) sugieren una
La reproducción sucede entre septiembre población global de 100 000 individuos. Espe-
y marzo, con mucha variación entre poblacio- cialmente de la subespecie juninensis que es la
nes, pero muy sincronizada en el interior de un que se encuentra en el sur del continente. Este

119
podiceps occipitalis

dato es tomado de estimaciones durante todo el año a excepción nios de viejos indígenas cazado-
anteriores hechas por Fjelsdå de los 2 a 4 individuos continua- res se sabe que esta especie ha
(1981, 1982) y O’Donnell y mente observados en la laguna sido cazada con frecuencia. Ade-
Fjelsdå (1997). Por la reducción de La Herradura. Es muy posible más la introducción de la trucha
de hábitat a lo largo de su dis- que se encuentre en los humeda- arcoiris (Oncorhynchus mykiss)
tribución es bastante improbable les altoandinos inexplorados del también se ha planteado como
que este número poblacional PNN Las Hermosas. una causa de su declive poblacio-
permanezca constante y muy se- Un estudio genético en cur- nal básicamente por la compe-
guramente ha disminuido. so sugiere que las poblaciones tencia por recursos alimenticios.
En el ámbito nacional no colombianas de P. o. juninensis De corroborarse que los in-
existen datos poblacionales para representan un grupo aparte y dividuos colombianos de la sub-
la especie, pero la distribución están bien diferenciadas de las especie P. o. juninensis represen-
y número de registros sugieren poblaciones de Perú y Argentina tan un linaje diferente al resto de
que es un ave con poblaciones (Van Tuinen, en prep.), lo cual Suramérica, su grado de amenaza
pequeñas en Colombia. Wildlife sugiere que su estatus taxonómi- cambiaría radicalmente en el con-
Conservation Society (WCS) ade- co podría cambiar en un futuro texto nacional e internacional. El
lantó estimativos poblacionales cercano. monitoreo y estado de sus pobla-
de aves acuáticas en la laguna de ciones en el sur de Colombia es
La Cocha recientemente (WCS crucial para tomar medidas en el
amenazas
2011) y no se registró esta es- corto y mediano plazo.
pecie. Es importante tener en Es un ave mansa y de muy fácil
cuenta que este es el humedal detección, lo que la hace vulne- historia de vida
más grande en el área de distri- rable a cazadores. En una visi-
Aparentemente alcanza la ma-
bución de esta especie en el país ta a la laguna de La Herradura
durez sexual al tercer año de
y donde hay registros históricos (Cauca) en diciembre de 2009
vida y a partir de ahí se reprodu-
de su presencia. se constató la presencia de caza-
ce anualmente (Fjelsdå 2005).
En el PNN Complejo Vol- dores en el borde de la laguna
No se conoce su longevidad ni
cánico Doña Juana-Cascabel y se sabe de jornadas de caza
otros detalles de su ciclo de vida.
solo se tiene el registro de un llevadas a cabo ahí en la década
individuo en la base del volcán de los noventa por habitantes de
medidas de
Doña Juana en la laguna de El Popayán, quienes mataban con
conservación
Silencio (Nariño), durante la escopeta a Oxyura jamaicensis y
implementación de la línea base Anas andium (F. Ayerbe-Qui- tomadas
del proceso de declaratoria del ñones, datos no publicados). Algunas de las lagunas donde
Parque Nacional (Ayerbe-Qui- Según Negret (1997) la habita esta especie se encuen-
ñones 2006). La mayoría de especie ha disminuido notable- tran protegidas en los PNN Pura-
avistamientos hechos reciente- mente en todas las lagunas del cé y Complejo Volcánico Doña
mente en el Cauca indican una Parque Puracé y el Macizo Co- Juana-Cascabel, además del SFF
población pequeña y distribuida lombiano. No se conocen con La Corota. Adicionalmente hay
en pocas lagunas altoandinas, en total certeza las causas de esta registros en las Aicas La Cocha
las que la especie no es constante disminución, pero por testimo- y Cumbal.

120
podiceps occipitalis

situación de la especie CR B2ab(iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

criterio a consecuencia de la destrucción de


eoo
hábitat y la cacería (a). Se estima una
47 658 km 2
El porcentaje total de pérdida de há- disminución continua en cuanto a
área de hábitat
bitat se desconoce, pues no se cuen- remanente extensión y/o calidad de hábitat (iii)
ta con información precisa de la dis- 40 km2 y posiblemente en número de indivi-
tribución histórica de los humedales porcentaje de cambio duos maduros (v).
de hábitat 2001-2011
del país. Por otra parte, dentro de la CR B2ab(iii,v).
-3.5 %
distribución actual de la especie se
porcentaje total de
presentó pérdida de hábitat de 3.5 % pérdida de hábitat criterio c
en 10 años (se consideran como há- desconocido

bitats de la especie lagunas, lagos y una generación


La población de la especie en el país
ciénagas naturales y embalses). 7.1 años se estima en menos de 250 indivi-
La pérdida de hábitat unido a
3 generaciones duos maduros (véase síntesis de in-
21.3 años
la cacería podría haber reducido la formación de la especie) y se prevé
población de la especie en un por- que esta podría disminuir en el futu-
centaje mucho mayor que la sola ro. Ninguna subpoblación alcanza a
pérdida de hábitat. No obstante se desconoce la tener 50 individuos maduros.
magnitud de dicha reducción. No parece evalua- CR C2a(i).
ble con respecto al criterio A.
criterio d
criterio b No califica como amenazada bajo el criterio D.
B1 EOO = 47 658 km > 20 000 km . La especie
2 2

no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. ajuste regional


B2 Área de hábitat remanente dentro de Es un taxón residente reproductivo. Dada la
la distribución de la especie = 40 km2 < 500 km2. extrema reducción de su distribución y de sus
No obstante la mayor parte de dicho hábitat lo hábitats es poco probable que la especie tenga
constituye la Cocha del Guamuéz (o laguna de la inmigración significativa desde Ecuador. Se reco-
Cocha), en donde la especie no se ha observado mienda no cambiar la categoría.
recientemente. Por esta razón se estima que el área
de ocupación es inferior a 10 km2. La especie tiene conclusión
una distribución severamente fragmentada como
CR B2ab(iii,v); C2a(i).

121
podiceps occipitalis

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

122
phoenicopterus ruber
© daniel uribe
phoenicopterus ruber
flamenco caribeño, Flamenco
rosado, Tococo, Chicloco
american flamingo

síntesis de información
diego rodríguez-gacha y andrea morales-rozo

ecología bito de distribución en los últimos 40 años de


aproximadamente un 70 % respecto a lo que
Phoenicopterus ruber se distribuye discon- era a comienzos del siglo XX (Troncoso 2002).
tinuamente alrededor de la costa e islas del En la actualidad, la especie se encuentra prin-
Caribe. Se considera que hay principalmente cipalmente en el departamento de La Guajira
cuatro poblaciones: una población aislada en y, aunque se considera una especie ocasional
Galápagos, la segunda en la península de Yu- en el departamento del Magdalena (Andrade
catán, México, la tercera a lo largo del bor- 1987; Hilty Brown 2001; Moreno-Bejarano y
de norte del Caribe en Bahamas, República Álvarez-León 2003), desde el año 2008 exis-
Dominicana, Haití, Cuba, La Española, las ten registros de congregaciones de entre 20 y
Islas Turcas y Caicos, e históricamente en el 2000 individuos en el Complejo de Pajarales
sur de Florida (Sprunt 1975; Ogilvie y Ogilvie (C. Angulo-Ríos et ál., en prensa).
1986). La cuarta población se presenta a lo Todas las especies de flamencos son al-
largo de la costa norte de Suramérica, cuyos tamente nómadas y sus movimientos aparen-
individuos se reproducen en Bonaire y Ve- temente están influenciados por la disponibi-
nezuela y se desplazan en busca de alimento lidad de alimento, en oposición a la noción
hacia Colombia, las Guayanas, Surinam y el tradicional de migración, la cual se basa en
oriente del estuario amazónico (Sprunt 1975; los cambios de clima (Brown et ál. 2005). En
del Hoyo et ál. 1992). el caso del Flamenco Caribeño, la colonia de
Antiguos registros sugieren que el Fla- Galápagos es una población aislada sin contac-
menco Caribeño se distribuía ampliamente en to con otras colonias y, en general, no es claro
el Caribe colombiano (Dugand 1947; Allen cómo las colonias del Caribe están conectadas
1956; Toro 1971; Olivares 1973; Franky y entre sí (Brown et ál. 2005).
Rodríguez 1978; Hilty y Brown; 2001), pero En el Caribe, el Flamenco Caribeño se
la población sufrió una disminución en su ám- encuentra desde el nivel del mar a los 200 m,

124
phoenicopterus ruber

en planos fangosos, en humeda- preferido (Zweers et ál. 1995). grupo, caminando, nadando, en
les costeros salobres o estuarinos, Dentro de estos límites bastantes forma de garza, y a veces se dan
en lagunas someras salinas y en amplios, las aves pueden filtrar la vuelta como los patos gran-
salinas, incluyendo algunas que lodo orgánico, muchos inverte- des. Con el pico y la lengua for-
son explotadas comercialmen- brados acuáticos, entre los que man un ingenioso mecanismo
te (Voous 1983; Hilty y Brown se incluyen pequeños crustá- de filtración que utilizan mien-
2001; Brown et ál. 2005). En ceos, moluscos, anélidos y larvas tras hacen movimientos con la
Colombia, la especie ocupa una de Díptera y otros insectos, así cabeza (Voous 1983). Aparen-
serie de humedales naturales como semillas de plantas y posi- temente, los grupos de alimen-
costeros que son salinos, salo- bles peces pequeños, por lo que tación y la conducta alimentaria
bres, permanentes o temporales. los flamencos pueden tener una indican la ubicación del alimen-
Igualmente se alimenta en los dieta relativamente variada (del to a sus congéneres y proporcio-
concentradores de la empresa Hoyo et ál. 1992). nan información sobre la calidad
Salinas Marítimas de Manaure, la Pantaleón-Lizarazú y Ro- del parche, lo que les permite
cual fue construida en la década dríguez-Gacha (2003) llevaron alimentarse de manera óptima
de los años setenta (Rooth 1976; a cabo un estudio sobre la eco- (Arengo y Baldassarre 2002).
Correa 1994; Barliza 1999). logía alimentaria del Flamenco En Colombia se desconoce
Salinas Marítimas de Manau- en dos humedales de La Guajira, el efecto que podrían tener los
re es un hábitat artificial impor- y encontraron que los anélidos, coletazos de los huracanes en la
tante para el Flamenco Caribe- las semillas de Ruppia mariti- población de flamencos y en la
ño en La Guajira, porque ofrece ma y los anfípodos fueron los disponibilidad de alimento de los
oportunidades de alimentación ítems alimenticios potenciales humedales. Sin embargo, se cree
permanente cuando las lagunas más abundantes en el sustrato que la precipitación es uno de los
naturales están secas o con una de Navío Quebrado (99 %) y las factores que influye en la distri-
baja oferta de alimento (Panta- Salinas Marítimas de Manau- bución de esta especie en la Gua-
león-Lizarazú y Rodríguez-Ga- re (93 %) en el año 2002. En la jira (R. Franke com. pers. en C.
cha 2003). A pesar de las ven- Península de Yucatán, Arengo Angulo-Ríos et ál., en prensa).
tajas que brindan estos sistemas y Baldassarre (1995, 1999) en- El ciclo de reproducción de
artificiales, en la península de contraron que el alimento del los flamencos es bien conocido
Yucatán, se determina que las sa- Flamenco Caribeño se distribuye y depende de un sitio apropiado
linas son solo un complemento irregularmente, en parches cuya para la anidación, de una óptima
del hábitat natural y no pueden abundancia y disponibilidad va- temperatura y de la precipita-
sustituirlo. Asimismo, se encon- ría según la dinámica hidroló- ción. La población de flamencos
tró que más del 60 % del total gica de los humedales. Las aves del norte de Suramérica tiene co-
del área cubierta por las salinas realizan movimientos de corta y lonias de anidación en Bonaire y
no es utilizada por los flamencos larga distancia a lo largo de la Pe- Venezuela. En el caso de Bonai-
(Arengo y Baldassarre 1998). nínsula para evaluar la calidad de re, la actividad de reproducción
Los Flamencos Caribeños los hábitats y el cambio continuo empieza a menudo en marzo,
se alimentan con un sistema entre las zonas permite que los abril, mayo o julio, o no ocurre
de filtración de partículas entre suministros de alimento en las en absoluto (Rooth 1975; de
0.5 mm y 6.0 mm, con una máxi- áreas abandonadas se recuperen Boer 1979), mientras que en
ma selección de ítems alimenta- temporalmente (Baldassarre y Venezuela hay colonias de ani-
rios entre 2.0-4.0  mm, y con Arengo 2000). dación de abril a septiembre.
alguna capacidad de discrimi- Los flamencos son aves muy En Bonaire, la laguna don-
nar si está disponible el tamaño sociales que se alimentan en de el Flamenco Caribeño se re-

125
phoenicopterus ruber

producía fue transformada para Para que en Colombia exis- tado se encontró que la pobla-
la extracción industrial de sal ta nuevamente una colonia de ción de flamencos varió entre
hacia mediados de 1960. Sin anidación, además de evitarse 737 y 6291 individuos a lo largo
embargo, los conservacionistas cualquier perturbación huma- del departamento, congregados
convencieron a la compañía Sali- na, la zona debe cumplir con las principalmente en Soruipa, Sali-
nas de AISCO para establecer una siguientes condiciones: disponi- nas de Musichi y Navío Quebra-
reserva de 55 hectáreas para la bilidad de barro en la consisten- do (Barliza 1999).
reproducción de estas aves. Los cia adecuada para la construc- En la península de La Gua-
flamencos aceptaron rápidamen- ción de nidos, un nivel estable jira, se han obtenido registros al
te el lugar, pero la modificación de agua que evite la inundación norte en Bahía Hondita con 786
causó la disminución de alimen- de los nidos y suficiente alimen- individuos en 2006 (A. Morales-
to disponible para los flamencos, to para el desarrollo de los juve- Rozo. obs. pers.), y en general
lo cual probablemente benefició niles (Kristensen 1976). se ha estimado una población
los desplazamientos hacia Co- de 5818 individuos aproxima-
lombia y Venezuela (del Hoyo población damente (Troncoso, 2002). En
et ál. 1992). En Venezuela, una el año 2008 se proponen 3000
colonia de anidación fue esta- Para el caso específico del nor- individuos en el departamen-
blecida en 1987, y más de 2000 te de Suramérica, se ha estima- to de La Guajira (Ruiz-Guerra
parejas se reprodujeron con éxi- do una población de ca. 34000 et ál, 2008). En marzo del 2012
to, la primera reproducción en el individuos en Bonaire y Vene- se registraron cerca de 3100
país por lo menos en 40 años. La zuela (The Flamingo Resource flamencos en el Santuario de
colonia se ubica al noroccidente Centre 2010). Fauna y Flora Los Flamencos
de la Ciénaga Los Olivitos (del En Colombia existen regis- (Franke-Ante et ál. 2013). Para
Hoyo et ál. 1992). tros de individuos y congrega- esta misma época se registró P.
Colombia se consideraba un ciones en diferentes localidades ruber como una de las especies
sitio alternativo de reproducción del Caribe (Dugan 1947; Oli- vadeadoras más abundantes
de la especie. Según los registros vares 1973; Sprunt 1976; Serna en la Ciénaga Grande de San-
y la información suministrada 1984; Andrade 1986; Andrade y ta Marta con 1900 individuos
por los pobladores locales, los Morales 1988; Pantaleón-Liza- (Ruiz-Guerra et ál. 2012). De
flamencos anidaron aparente- razú y Rodríguez-Gacha 2003; esta forma y, si se tiene en cuen-
mente en los Playones del Des- Hilty y Brown 2001; Rodríguez- ta la abundancia total estimada
cocotado, los esteros del río Gacha et ál. 2007). De acuerdo para la especie, en Colombia se
Magdalena, Ciénaga Grande de con Andrade y Morales (1988) presenta menos del 1 % de la po-
Santa Marta, bahía Camarones, la población de flamencos en La blación (Troncoso 2002).
Carrizal, Musiche, bahía Porte- Guajira puede alcanzar de 2500 Además, existen registros de
te, bahía Honda y bahía Hon- a 3000 individuos. los avistamientos de la especie en
dita (Allen 1956; Olivares 1973; Entre el 16 de noviembre el Caribe, considerados acciden-
Sprunt 1976; Naranjo 1979; de 1997 y 13 de diciembre de tales, en el embalse San Francisco
Serna 1984; Andrade 1987; Hil- 1998, los pobladores locales de en Caldas, Laguna del Sonso en
ty y Brown 2001). Sin embargo, la Guajira llevaron a cabo censos el Valle del Cauca y PNN San-
en la década de los años ochenta, simultáneos de flamencos, en el quianga en Nariño (Ruiz-Guerra
ante la ausencia de evidencia de marco de un proyecto apoyado et ál. 2008). En el caso de los fla-
reproducción, se confirma la au- por la UAESPNN, por CORPOGUA- mencos, son frecuentes los repor-
sencia de colonias de anidación JIRA y por la Agencia Española tes de individuos en lugares ines-
de flamencos en el país (Serna de Cooperación Internacional perados, pero muchos de ellos
1984; Andrade 1987). para el Desarrollo. Como resul- son indudablemente escapes,

126
phoenicopterus ruber

pues es muy común que esta ave se mantenga en ban flamencos, pero dicha actividad se minimizó
cautiverio (del Hoyo et ál. 1992). Por otro lado, con la presencia del INDERENA (Andrade y Mora-
resulta factible que en ciertos casos los individuos les 1988). Actualmente las personas que habitan
pertenezcan a la colonia de Galápagos, debido a la en el santuario cuidan a los flamencos de posibles
cercanía de este lugar con algunos de los sitios de intentos de extracción ilegal (D. Rodríguez-Ga-
los avistamientos accidentales en Colombia. cha y A. Pantaleón-Lizarazú obs. pers.).
La población de Flamencos de las Islas Ga- Por otra parte, esporádicamente se pueden
lápagos es fuente de cierta controversia taxonómi- apreciar algunos individuos maltratados y aislados
ca. Aunque generalmente se incluyen dentro de la en las piscinas de concentración de las Salinas Ma-
raza ruber del Caribe, algunos autores consideran rítimas de Manaure, posiblemente lastimados du-
que sus pequeñas diferencias morfológicas, bási- rante la faena de captura que las personas realizan
camente la menor longitud de ala, pico y tarsos, durante la noche, con el uso de redes de pesca y
junto con la coloración más pálida en general, y en linternas (Pantaleón-Lizarazú y Rodríguez-Gacha
particular por sus características ecológicas, sugie- 2003). Otra posible razón de los individuos lesio-
ren que podría ser una subespecie separada. Uno nados, puede ser la colisión de las aves en vuelo
de los aspectos que más diferencia a esta pobla- contra las líneas de tensión que están presentes en
ción es su tendencia a vivir en pequeños grupos. la región de Boca de San Juan y Salinas Marítimas
Incluso cuando se reproducen, algunas colonias de Manaure, y que en algunos casos ha resultado
constan solo de tres parejas y llegan a un máximo mortal (Andrade y Morales 1988).
de 50, hábito que no tiene paralelo dentro de esta En Colombia, el Flamenco y sus hábitats
familia altamente gregaria (del Hoyo et ál.1992). son considerados atractivos turísticos que benefi-
cian la economía de la comunidad local (Angulo-
amenazas Ríos et ál. en prensa), pero esta actividad puede
perturbar a las aves cuando faltan controles e
Dentro del área actual de distribución del Fla-
infraestructuras apropiadas (Brown et ál. 2005).
menco Caribeño en Colombia, se encuentran dos
En el año 2002, se observó, por ejemplo, que
zonas legalmente protegidas, el SFF Los Flamen-
algunos pescadores en la Guajira interrumpieron
cos y el SFF Ciénaga Grande de Santa Marta. Un
repetidamente la alimentación de los flamencos
enfoque de protección dirigido hacia estas áreas
con actividades de persecución para que la especie
no asegura la conservación de la especie en el país,
pudiera ser apreciada por los turistas (Pantaleón-
porque los flamencos no se limitan a estas zonas.
Lizarazú y Rodríguez-Gacha 2003).
Por esto mismo, el enfoque de protección y plani-
El Flamenco Caribeño es una especie sen-
ficación debe hacerse a la escala en que la especie
sible al paso de helicópteros y al sobrevuelo de
usa los recursos, y de esta forma garantizar que
avionetas que las hacen desbandar inmediatamen-
existan hábitats disponibles para su alimentación.
te (Serna 1984). Los pobladores locales de La
Desafortunadamente, en ciertas zonas de La
Guajira comentan la perturbación que las aero-
Guajira, continúa la captura ilegal de flamencos,
naves de la fuerza pública de Colombia generan
con fines comerciales para la exhibición en zooló-
cuando pasan a baja altura, lo cual afecta las acti-
gicos o colecciones privadas. En los últimos años,
vidades de los flamencos y que en otros países ha
la policía ambiental ha incautado individuos en la
afectado las colonias de anidación (Voous 1983,
troncal del Caribe, los cuales estaban camuflados
Baldassarre y Arengo 2000).
en maletas y tubos de PVC. Finalmente, los indi-
No se sabe la razón por la cual los flamencos
viduos fueron liberados después del proceso de
dejaron de reproducirse en Colombia, sin embar-
rehabilitación llevado a cabo por la Corporación
go se sabe que cualquier interferencia en los sitios
Autónoma de la región (El Tiempo 2008). An-
de reproducción puede ser fulminante, porque las
teriormente, en el SFF Los Flamencos se captura-

127
phoenicopterus ruber

aves desaparecen y no vuelven en semanas, meses Manaure y bahía Portete como zonas especiales
o incluso años (Kristensen 1976). De esta forma, para la protección y el estudio de la especie, me-
para que se presente nuevamente una colonia de diante el acuerdo 34 de 1977 (INDERENA 1977;
anidación en el país, es necesario evitar la pertur- Olivares 1973). En el año 2004, el complejo de
bación en las zonas de anidación por intervención humedales costeros de La Guajira fue reconocido
humana o por la introducción de animales como como AICA, entre otros motivos por ser hábitat
los perros, gatos, entre otros. primordial para flamenco y otras aves acuáticas
(Franco-Maya y Bravo 2005).
historia de vida En cautiverio, la especie se ha reproducido
en el zoológico de Cali y también en el Parque
La edad promedio de vida está entre 20-30 años,
Jaime Duque en Bogotá (diciembre de 2003), lo
pero no es raro que puedan vivir más de 50 años,
cual puede beneficiar la reintroducción en el há-
debido a la baja depredación de los adultos (Ogil-
bitat natural (El Tiempo 1998).
vie y Ogilvie 1986; del Hoyo et ál. 1992). En
cautiverio, se conoce de un individuo en el Zoo-
medidas de conservación
lógico de Filadelfia que murió a la edad de 44
años (Kear y Duplaix-Hall 1975). Los flamencos propuestas
en su medio natural tardan entre 5 y 7 años para Se sugiere que la implementación de los planes
su primera reproducción, mientras que en cauti- de conservación del Flamenco Caribeño cumplan
verio se han registrado casos de reproducción a con las necesidades de la especie a largo plazo e
partir de los dos años (Kear y Duplaix-Hall 1975). incluyan la protección y el manejo integral del
complejo de humedales, el control de la captura
medidas de conservación ilegal, programas de educación ambiental y la par-
tomadas ticipación concertada de los diferentes actores del
lugar en cada uno de los procesos que se lleven a
El Flamenco Caribeño está incluido en el Apéndi-
cabo (miembros de la población local, autoridades
ce II de CITES (UNEP-WCMC 2015), el cual limita el
locales y miembros de organizaciones ambientales
comercio de ejemplares. En Colombia era legal-
gubernamentales y no gubernamentales).
mente comercializado debido a su gran demanda
Es recomendable establecer un plan de
y alto valor comercial en los mercados internacio-
manejo turístico asociado a la observación de
nales, lo que provocó una disminución en la po-
flamencos para minimizar la perturbación que
blación y obligó al gobierno a expedir dos resolu-
genera esta actividad y que incluya programas de
ciones (Correa 1994). La primera fue emitida por
educación a los operadores turísticos y a los visi-
el Ministerio de Agricultura (N. 0673 de 1971),
tantes sobre la ecología del área, los flamencos,
en la cual queda prohibida la exportación de la
los potenciales efectos del disturbio humano y el
especie y se establece la veda de caza en el terri-
manejo de residuos.
torio de los departamentos del Bolívar, Atlántico,
Asimismo, sería deseable implementar en Co-
Magdalena y Guajira (Olivares 1973). La segunda
lombia un programa de monitoreo y de anillamien-
resolución fue emitida por el INDERENA (Nº 72 de
to del Flamenco Caribeño a largo plazo, articula-
julio 24 de 1969) y establece la veda permanente
do a los programas internacionales y con el apoyo
de caza para el flamenco (INDERENA 1977).
de la inversión estatal y privada. De esta manera
Por otra parte, el gobierno nacional, en pro
se podrá adquirir conocimiento sobre la dinámica
de la conservación del flamenco y de sus hábitats,
poblacional de la especie, su distribución, su com-
creó el SFF Los Flamencos en la Guajira, mediante
portamiento, la selección de hábitat, la ecología ali-
el acuerdo 30 de 1977, y declaró la región com-
mentaria (que incluya la oferta alimentaria de la co-
prendida por la concesión de Salinas Marítimas de
lumna de agua), la implicación de la precipitación y

128
phoenicopterus ruber

la función de los humedales de Colombia en rela- rectamente relacionadas con el aprovechamiento


ción a la historia natural del flamenco. de los recursos naturales y minerales del complejo
Se recomienda evaluar el nivel de impacto de humedales (Barliza 1999). Por consiguiente,
de las avionetas y helicópteros en las congregacio- además del proceso de sedimentación natural de
nes de Flamencos Caribeños, así como la pérdida los cuerpos de agua, los humedales se ven afecta-
de individuos por la colisión contra líneas eléctri- dos por su utilización comercial y residencial sin
cas de alta tensión. De esta forma se podrán esta- una debida planificación y una adecuada disposi-
blecer medidas de control y evaluar la necesidad ción de residuos sólidos (AQUALOMBIA 2007). De
de implementar dispositivos de mitigación. esta forma, la calidad del agua y el uso de los hu-
Por otro lado, respecto al estado de conser- medales son modificados por el establecimiento de
vación del hábitat, el Complejo Lagunar Ciénaga charcas para la obtención artesanal de sal, el pas-
Grande de Santa Marta (CLCGSM) constituye uno toreo de ganado caprino y ovino, la compactación
de los ecosistemas más importantes del Caribe co- del suelo por tráfico vehicular en época de sequía y
lombiano (por los servicios que brinda, por su alta el vertimiento de aguas servidas, entre otros (Cas-
productividad y por su extensión), pero ha presen- taño 2001; Rodríguez-Gacha et ál. 2007).
tado una fuerte degradación ambiental por inter- El flamenco es una especie que requiere
vención humana. En 1956, con la construcción hábitats altamente especializados, que posee una
de la Vía Ciénaga – Barranquilla, se interrumpió capacidad limitada para adaptarse a condiciones
la mayoría de conexiones entre el Mar Caribe y cambiantes y que presenta una alta vulnerabilidad
el sistema lagunar y, por esta razón, se modificó a la interferencia de los seres humanos (Sprunt
completamente su régimen hidrológico (Cardona 1975). Por esta razón, es prioritario que la ges-
y Botero 1998; Polanía et ál. 2001). No se conoce tión estatal propenda por la protección de sus há-
con certeza si esta problemática ambiental afectó bitats a través de planes de control y organización
la población de flamencos en la zona. Sin embargo del uso de los recursos naturales de la zona. Estas
con el incremento de los avistamientos de la espe- medidas evitarán la fragmentación, disminución y
cie en el CLCGSM en los últimos dos años, surgen modificación hidrológica de los humedales y con-
varias incógnitas, ya que puede estar relacionado tribuirán a la conservación del flamenco y al bien-
con la aparente recuperación ambiental del siste- estar de personas de la región, porque su calidad
ma, o simplemente con la exploración de esta espe- de vida depende en gran medida de la salud de
cie nómada en busca de nuevas zonas de descanso estos ecosistemas y los recursos naturales asocia-
y alimentación (Angulo-Ríos et ál. en prensa). dos (del Hoyo et ál. 1992).
En La Guajira, algunas de las comunidades,
entre las que se incluye la wayú, se encuentran di-

situación de la especie EN A2cd; B2ab(iii,v); C2a(i,ii)


renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo
La evaluación del riesgo de los flamencos es particularmente compleja debido a que se trata de una espe-
cie que en la actualidad tiene una población estacional de varios miles de individuos procedentes de las
colonias de anidación de Bonaire y Venezuela. Hasta hace solo unas pocas décadas tenía varias colonias
de anidación en el país. En consecuencia, no puede ser tratada como una especie estrictamente migra-
toria, pues en un lapso de tiempo de tres generaciones se reproducía en varias localidades colombianas.

129
phoenicopterus ruber

La Guajira provienen de las co- bitat (iii) como de la población


eoo
37 076 km2 lonias de anidación de Bonaire y por efecto tanto de la misma pér-
área de hábitat de Venezuela. Esto implica que dida de hábitat como de la cap-
remanente en un lapso de tres generaciones tura para el comercio ilegal (v).
450 km2
(45 años) la especie experimentó EN B2ab(iii,v).
porcentaje total
de pérdida de hábitat
una reducción en la población
desconocido reproductiva de más del 80 %, de criterio c
una generación hecho una reducción en la po-
15 años La población colombiana está
blación reproductiva del 100 %.
3 generaciones constituida por varios miles de
Las causas de dicha reducción
45 años individuos que se reproducen en
no son plenamente conocidas, Bonaire y Venezuela, y vienen al
Sin lugar a dudas el manejo de pero involucran por lo menos país estacionalmente. De existir
esta especie debe estar encami- una combinación de pérdida de una colonia reproductiva, sería
nado al restablecimiento de su hábitat y perturbación de sitios presumiblemente supremamente
reproducción en el país. de anidación (véase síntesis de pequeña (menos de 50 indivi-
información). La especie califica duos maduros), toda ella perte-
criterio a como en peligro crítico bajo este neciente a una misma población.
criterio porque en el pasado ha CR C2a(i, ii).
En el pasado Phoenicopterus ru- sido observada una reducción
ber tuvo una amplia distribución poblacional por pérdida en el
en la mitad oriental del Cari- criterio d
área de reproducción (c) y por
be colombiano. Se reproducía No califica como amenazada
altos niveles de explotación (y
con regularidad en la Ciénaga bajo el criterio D.
perturbación).
Grande de Santa Marta (Hilty y
CR A2cd.
Brown 1986). Hasta la década ajuste regional
de los setenta y probablemente
criterio b Es un taxón que hasta hace tres
de los ochenta del siglo pasado,
B1 EOO = 37 076 km2 > 20 000 generaciones tuvo colonias re-
se reprodujo en varias localida-
km2. La especie no califica como productivas en el país. Varios
des de La Guajira como Carrizal,
amenazada bajo el subcriterio miles de individuos llegan anual-
Bahía Portete, Musichi, Bahía
mente desde Bonaire y Vene-
Honda, Bahía Hondita y Playo- B1.
zuela a las lagunas costeras de La
nes del Descocotado, pero apa- B2 Área de hábitat rema-
Guajira. No se espera que esta
rentemente dejó de reproducirse nente dentro de la distribu-
inmigración se reduzca, por lo
en el país en los años ochenta ción de la especie = 450 km2 <
tanto, se recomienda bajar la ca-
(véase síntesis de información). 500 km2. Tiene una distribución
tegoría de amenaza en un paso.
Hoy en día no existen sitios de severamente fragmentada como
anidación en Colombia y la to- consecuencia de la destrucción
conclusión
talidad de los individuos que se de hábitat (a). Se estima una dis-
encuentran estacionalmente en minución continua tanto del há- EN A2cd; B2ab(iii, v); C2a(i, ii).

130
phoenicopterus ruber

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

131
sula granti
© felipe a. estela
sula granti
piquero de nazca,
alcatraz de nazca
nazca booby

síntesis de información
felipe a. estela, mateo lópez-victoria y david j. anderson

res (Exocoetidae) (D. J. Anderson, datos no


ecología
publicados). No existe información histórica
El Piquero de Nazca es un ave marina colonial sobre la composición de la dieta de este pi-
que en Colombia solo se reproduce en la isla quero en Malpelo, por lo cual se desconoce si
Malpelo, en el Pacífico. Otras colonias de esta han existido cambios a lo largo del tiempo. No
especie, de gran tamaño y ampliamente estu- obstante esta falta de información, el Piquero
diadas, se encuentran en las islas Galápagos, de Nazca parece tener una dieta más flexible
y de ellas proviene la mayor parte de lo que que la de otros piqueros, ya que durante los
se conoce sobre esta especie. Este piquero se fenómenos de El Niño tiene la capacidad de
alimenta principalmente de peces y calamares consumir las presas con mayor disponibilidad
(Anderson 1989a; García y López-Victoria en el mar, así no sean las que prefiere normal-
2007), presas que captura en mar abierto, lue- mente (Anderson, 1989a). Esto contrasta con
go de realizar un clavado casi vertical, desde otras especies de piqueros, como el de Patas
unos 10 m de altura, mediante el cual penetra Azules (Sula nebouxii), que no tiene esta capa-
en el agua 2 a 4 m de profundidad (C. Zavalaga cidad de cambiar su dieta, y por tal motivo se
y D. J. Anderson, datos no publicados; F. A. presentan mortalidades causadas por inanición
Estela y D. J. Anderson, datos no publicados). durante estos fenómenos (Anderson 1989a).
La dieta del Piquero de Nazca en Mal- Estas aves son monógamas social y ge-
pelo es diversa y se compone principalmente néticamente (Anderson y Boag 2006). Una
de peces mediospico (Hemiramphidae) y vo- vez la hembra lo selecciona como pareja, per-
ladores (Exocoetidae) (García y López-Vic- manecen juntos durante toda la temporada re-
toria 2007). En Galápagos consumían prefe- productiva, ya que tanto los huevos como las
riblemente sardinas (Clupeidae) (Anderson crías requieren cuidado parental obligado de
1989a), pero en los últimos años su dieta tiene ambos padres. La época reproductiva en Mal-
un componente muy grande de peces volado- pelo es variable, aunque se reconocen hasta

133
sula granti

ahora dos picos reproductivos: uno entre marzo y con la incorporación de valores más precisos de la
abril, y el otro entre julio y septiembre, este últi- superficie de Malpelo, estimaron la población de
mo de mayor intensidad (López-Victoria y Estela adultos en 80 000 individuos. Recientemente, la
2007; López-Victoria et ál. 2009). En la colonia población se ha estimado entre 80 000 y 100 000
de Isla Española la reproducción inicia en octubre individuos, mediante un método estandarizado de
y noviembre, y termina en mayo. marcaje, captura y recaptura en un área focal (Es-
El Piquero de Nazca no tiene depredadores tela y Anderson datos no publicados). Aunque to-
conocidos en su adultez, al menos en tierra. En das estas estimaciones tienen algún sesgo y más
cambio, existe evidencia, en forma de mordedu- de una fuente de error, sin duda la población ron-
ras en las patas (membrana y dedos), de ataques da los 80 000 individuos adultos. Por este motivo
de peces grandes a aves que, presumiblemente, Malpelo constituye la mayor colonia de reproduc-
se encontraban posadas en el agua (C. Zavalaga ción de esta especie en el planeta, pues alberga más
et ál. 2012). En sus etapas tempranas de vida exis- del 70 % de la población total de la especie.
te depredación por parte de animales terrestres: Aparte de la colonia de Malpelo y Galápagos,
en el caso de Malpelo, lagartos (Diploglossus mille- el Piquero de Nazca tiene colonias reproductivas
punctatus) y cangrejos (Johngarthia malpilensis) en la isla La Plata, en el PNN Machalilla (Ecuador),
consumen huevos, polluelos y volantones aban- con una población de unos 1000 individuos. En el
donados (López-Victoria et ál. 2009); en Galápa- Archipiélago de Galápagos sus principales colonias
gos los polluelos son depredados por el Gavilán se sitúan en Española, donde se encuentran apro-
de Galápagos (Buteo galapagoensis) y por fragatas ximadamente 20 000 individuos, y también en
(Fregata minor y F. magnificens), mientras que los Darwin, Wolf y en San Cristóbal (Punta Pitt). De
huevos descuidados son consumidos por cucuves estas últimas colonias no se tiene un dato estimado
(Nesomimus spp.) y pinzones (Geospiza spp.). de cantidad de aves, pero muy probablemente to-
das ellas sobrepasan el millar de individuos. Otras
población colonias menores de Galápagos se encuentran en
Daphne, Santa Fe y en el islote Gardner cercano a
Determinar con precisión el tamaño de la pobla-
Floreana. Adicionalmente existen registros de al-
ción del Piquero de Nazca en Malpelo es comple-
gunas pocas parejas reproduciéndose en islas del
jo, ya que, pese a la reducida superficie de la isla
Perú (Lobos de Afuera y Lobos de Tierra), Méxi-
(apróx. 1.2 km2), su topografía y accidentado re-
co (Las Islas de Revillagigedo) y Clipperton (ato-
lieve hacen imposible realizar conteos que cubran
lón francés frente a las costas de México).
la totalidad de su superficie. Adicionalmente, la
abundancia de aves es muy alta y cualquier estima-
amenazas
tivo tiene un error de cálculo muy grande. Sin em-
bargo, en los últimos 80 años se han hecho varias No existen amenazas actuales claramente identifi-
estimaciones a través de distintos métodos. Mur- cadas. Sin embargo, el hecho de reproducirse en
phy (1945) estimó la población en más de 20 000 colonias y, además, en islas oceánicas de reducida
aves, a partir de un censo visual realizado desde superficie, hacen que esta especie pueda ser vulne-
un barco, durante los primeros meses del año. Pit- rable a la pérdida de hábitat y a especies introduci-
man y Jehl (1998) obtuvieron un valor similar de das (depredadores terrestres o patógenos). Algu-
24 000 aves, mediante el conteo de aves en foto- nos problemas ambientales de gran escala podrían
grafías aéreas de alta resolución. López-Victoria y afectar también a este piquero, como por ejemplo
Estela (2007) calcularon que la población sobre- el deterioro de poblaciones de peces debido al
pasa los 50 000 individuos, a partir de un análi- efecto de pesquerías.
sis de densidad de nidos. López-Victoria y Rozo El impacto que pueden tener las pesquerías
(2007), con un método similar al anterior, pero sobre los piqueros es difícil de determinar, ya que

134
sula granti

se necesitan evaluaciones de los tosa ninguna pareja en la colonia los pollos, hasta que vuelan por
recursos existentes de pesca y sus de Punta Cevallos en Isla Espa- primera vez (Humphries et ál.
posibles cambios históricos. Esta ñola. Sin embargo, estos efectos 2006), y posteriormente un mes
información no existe y es extre- son menos drásticos que los que más de cuidado parental (Maness
madamente costosa de obtener. se presentan en otras especies de et  ál. 2011). Presentan una alta
Además, hay que tener en cuen- piqueros, como por ejemplo el filopatría, pues una vez los juve-
ta que los sitios de alimentación Piquero de Patas Azules (Sula niles dejan la colonia, regresan
de estos piqueros se encuentran nebouxii), en el cual, como ya fue cuando alcanzan la madurez re-
alrededor de las colonias, a una dicho, se presenta mortalidad de productiva, a los cuatro o cinco
distancia de entre 100 y 500 ki- adultos por inanición durante ese años de edad (Huyvaert y Ander-
lómetros (F. A. Estela y D.J. An- fenómeno. El efecto de los fe- son 2004). Después de que es-
derson datos no publicados), y nómenos Niño-Niña no ha sido tas aves regresan como adultos,
estas zonas de forrajeo no hacen evaluado en la colonia de Malpe- por lo general se encuentran en
parte de las áreas protegidas. En lo. No obstante, observaciones la colonia todos los años subsi-
general el efecto de las pesquerías preliminares sugieren cambios en guientes, y tratan de reproducir-
es negativo para las aves marinas la frecuencia de las nidadas y, en se. Su éxito depende de factores
en dos sentidos: hay una obvia ocasiones, abandono de los nidos tales como la posibilidad de en-
reducción de las poblaciones de (F. A. Estela y López-Victoria, contrar pareja, las condiciones
peces disponibles como presas datos no publicados.) ambientales y también su edad,
y se pueden presentar capturas ya que hay un marcado descenso
incidentales que ocasionen la historia de vida en el éxito reproductivo después
muerte de las aves. Para el caso Los piqueros son aves longevas, de los 18 años, lo cual evidencia
del Piquero de Nazca, las presas que pueden vivir más o menos 30 un proceso de senilidad (Ander-
predominantes en su dieta al- años (Nelson 1978). En el caso son y Apanius 2003).
rededor de Malpelo (voladores del Piquero de Nazca existen in- A partir de los 20 años de
y mediospicos) no son objeto dividuos marcados como adultos edad se nota un descenso en la
principal de pesca, razón por la hace 27 años por D. J. Anderson presencia de estas aves en la co-
cual, en este caso, el efecto de las en la colonia de Española. Esta lonia durante la época reproduc-
pesquerías no sería tan relevante. especie pone entre uno y dos tiva. Dado que estas aves son
Por otra parte, no hay evidencia huevos (Anderson 1989b). En altamente filopátricas y siempre
de capturas incidentales de pi- el caso de posturas dobles siem- se reproducen en la misma colo-
queros cuando se emplean líneas pre se presenta fratricidio entre nia, se asume que esta ausencia es
de pesca superficiales. En ambos las crías, y generalmente sobrevi- ocasionada por mortalidad. Las
casos hace falta realizar estudios ve el polluelo que nace primero causas de esta mortalidad no es-
que corroboren o descarten estos (Anderson 1989b). La capacidad tán claramente identificadas, en
posibles impactos. para poner uno o dos huevos por parte porque estas muertes su-
Existe documentación de parte de las hembras está deter- ceden principalmente por fuera
los efectos negativos de fenóme- minada por la disponibilidad de de la colonia. La mortalidad de
nos meteorológicos y oceanográ- comida en el ambiente (Clifford adultos, atribuible a causas rela-
ficos de gran escala en el Piquero y Anderson 2001). El ciclo re- cionadas con el tiempo que pasan
de Nazca, como por ejemplo El productivo toma más de seis en la isla (en tierra) en la colo-
Niño (Anderson 1989a). El Niño meses (Apanius et ál. 2008; Ma- nia de Malpelo es de alrededor
afecta gravemente el éxito repro- ness y Anderson 2007), e inclu- de 1.4 % año, si se considera una
ductivo de este piquero, porque ye 43  días de incubación de los población de 80 000 individuos
causa que en esos años no sea exi- huevos, 120 de crecimiento de (López-Victoria et ál. 2009).

135
sula granti

medidas de conservación dor de la isla a 20 millas actualmente. Aparte de


este aumento de tamaño del santuario, Malpelo
tomadas
también es AICA (Birdlife International e Instituto
Las grandes colonias de reproducción del Pique- Humboldt), Área Marina Especialmente Sensible
ro de Nazca se encuentran protegidas en parques (declarada por la OMI) y Patrimonio Natural de la
naturales. En el caso de Colombia, el SFF Malpelo Humanidad, UNESCO, por lo cual se tiene acceso a
ha aumentado su capacidad de protección a toda más recursos y argumentos para garantizar la con-
su fauna en general, ya que en los últimos años servación de los recursos naturales de la isla y para
pasó de 6 millas náuticas de área protegida alrede- hacer investigación en ella.

situación de la especie VU D2
renjifo et ál. 2016

criterio a criterio d
En Colombia esta especie se reproduce única- S. granti se encuentra en una sola localidad en el
mente en la isla de Malpelo y dicha población país (en un área de unas 59 hectáreas) y podría ex-
constituye el 70 % de la población mundial. La perimentar una disminución en su base de alimen-
tendencia poblacional en la isla parece ser estable tación como consecuencia de las pesquerías. No
o por lo menos no hay indicios de una rápida dis- obstante la amenaza más seria para este piquero
minución en el tamaño poblacional (véase sínte- en Malpelo es la introducción accidental o inten-
sis de información). No califica como amenazada cional de especies invasoras como gatos, ratas o
bajo el criterio A. perros. Desde 1986 existe en la isla una guarni-
ción militar permanente (von Prahl 1990), la cual
criterio b recibe un suministro regular de provisiones por
B1 EOO = 727 433 km2 > 20 000 km2. La especie barco. La isla también recibe visitas de barcos tu-
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. rísticos interesados en la observación de cardúme-
B2 Área de ocupación 0.59 km < 10 km . La
2 2 nes de peces martillo. La introducción accidental
especie cuenta con una única colonia reproducti- de ratas por los barcos o la eventual introducción
va en el país. Por otra parte no está de gatos o perros como mascotas pondrían de in-
experimentando una disminución mediato en riesgo la única población
poblacional ni experimenta fluctua-
eoo
nacional. Califica como vulnerable
727 433 km2
ciones extremas. No califica como bajo el criterio D.
área de la colonia
amenazada bajo el subcriterio B2. de anidación VU D2.
0.59 km2

criterio c  porcentaje de cambio ajuste regional


de hábitat 2001-2011
Cuenta con una sola colonia de anida- 0 % Es un taxón residente reproductivo.
ción en el país la cual alberga el 70 % porcentaje total de
No se sabe si la colonia en Malpelo
pérdida de hábitat
de la población mundial. La colonia 0 % recibe inmigrantes de otras colonias
de Malpelo alberga unos 80 000 in- una generación en el pacífico oriental. La existencia
dividuos adultos > 10 000 individuos 10 años de diferencias genéticas de esta po-
maduros. No califica como amenaza- 3 generaciones blación con otras sugieren un limita-
30 años.
da bajo el subcriterio C. do intercambio de individuos entre

136
sula granti

las subpoblaciones de la especie (F. Estela com. pers.). Por esta razón se recomienda no cambiar la cate-
goría. Si se toma en cuenta que Malpelo alberga la mayor parte de la población de la especie, es de vital
importancia evitar cualquier introducción de depredadores intencional o accidental.

conclusión
VU D2.

Distribución

Distribución

137
sula leucogaster
© daniel uribe
sula leucogaster
piquero café
brown booby

síntesis de información
felipe a. estela, giannina cadena y jairo lasso-zapata

zambullidas en el agua. La composición de la


ecología
dieta varía de acuerdo al área geográfica, pero
El Piquero Café se distribuye en todos los por lo general hay una buena representación
océanos y es la especie más costera de esta de peces mediospico y voladores (Nelson
familia. A pesar de tener algunas colonias de 1978). En el Pacífico colombiano consume
reproducción en islas oceánicas, se encuentra al menos unas 19 especies de peces y una de
por lo general en islas de la plataforma con- calamar, siendo los peces mediospico (Hemi-
tinental y en algunos casos en pequeños is- ramphidae), jureles (Carangidae) y voladores
lotes cercanos a la costa (Nelson 1978). Ese (Exocoetidae) los de mayor representación
piquero se alimenta en zonas cercanas a sus (Zamudio 2007).
colonias, en hábitats costeros como el interior
de golfos, bahías y también en zonas estuari- población
nas. Por lo general consigue su alimento en Se considera abundante a nivel global, aun-
zonas cercanas a sus colonias (Weimerskirch que con algunas disminuciones puntuales
et ál 2009). Esta restricción de hábitat de fo- (Schreiber y Norton 2002). En el caso del
rrajeo ha inducido una disminución de flujo Caribe la situación es un poco más comple-
genético entre distintas poblaciones por adap- ja y existe variación entre la información dis-
tación a condiciones ambientales específicas. ponible. Bradley y Norton (2007) estiman la
Por este motivo este piquero tiene una mayor población en unos 7000 individuos, lo cual
estructura poblacional, y por ende un menor representa una reducción del 59 % respecto al
grado de conectividad entre colonias que anterior estimativo hecho por Van Halewyn y
otras especies de esta misma familia (Morris- Norton  (1984). De acuerdo a Lee y Mackin
Pocock et ál. 2010). (2012), en la cuenca del Caribe se han regis-
Este piquero se alimenta de gran va- trado 94 colonias de esta especie, con un tama-
riedad de peces, los cuales captura mediante ño poblacional de 17 000 a 20 000 individuos,

139
sula leucogaster

estos autores reportan cinco de hay algunas otras pequeñas colo- una evidencia directa de estos
estas colonias en territorios co- nias en el Darién panameño. De rumores.
lombianos, con una población hecho, esta subespecie se con- En el archipiélago de San
aproximada de 1000 parejas. In- sideraba especie aparte y se lla- Andrés y Providencia se han re-
dependientemente de la preci- maba Piquero Colombiano (ver gistrado históricamente colonias
sión del valor total presentado Murphy 1936). en cinco cayos (ver Bond y Me-
por cada uno de estos autores, En la parte continental del yer de Schauensee 1947; Bond
la realidad es que las poblaciones Caribe colombiano existen re- 1950 y Chirivi-Gallego 1988;
han disminuido históricamente gistros de colonias reproducti- McNish 2003). La presencia de
y las principales causas son trans- vas en al menos dos sitios: Isla estas colonias se ha reportado
formaciones en el hábitat de ani- Aguja en el Parque Tayrona (F. desde hace mucho tiempo, sus
dación, lo cual ha llevado a la Estela y A. Chaves-Fonnegra, números siempre han sido va-
desaparición de varias colonias datos no publicados) y el islo- riables y por lo general se han
en muchas partes de esta región. te Pilón de Azúcar en el Ura- considerado en varios miles de
En Colombia se encuen- bá chocoano (López-Victoria y individuos. A continuación se
tran dos subespecies: S. l. etesiaca Werding 2010). La colonia de presenta una relación de los da-
en el Pacífico y S. l. leucogaster en Isla Aguja ha desaparecido, era tos de presencia, en algunos ca-
el Caribe. En el Pacífico la ma- presumiblemente de unos 30 ni- sos con tamaños poblacionales
yor población se encuentra en el dos (W. Naranjo  com. pers.) y históricos, reportados para esta
PNN Gorgona, en donde se re- en la actualidad algunos de estos especie en los cinco cayos don-
produce en las rocas satélites de piqueros (50-80) descansan en de se encuentra y la cantidad de
la isla principal, en los islotes ro- una roca pequeña frente a esta individuos observados en visitas
cosos cercanos a Gorgonilla y isla, llamada el Ojo de La Aguja a estos sitios en los últimos cin-
en algunos de sus acantilados. (F. Estela, obs. pers.). La colo- co años por JLZ. En todos estos
La colonia en general alcanza nia en Urabá constaba de unos casos se evidencia que las pobla-
los 300 individuos y se ha esti- 400 individuos en 1977, pero ciones han disminuido notoria-
mado un total de 100 parejas este es un estimado de acuerdo mente en las últimas décadas.
reproductivas (Cadena y Naran- al área de la isla, la cual se repor- Quitasueño y Albuquerque:
jo 2010). En cada islote se pue- tó “cubierta por nidos de la es- su presencia siempre se ha re-
den encontrar entre dos y veinte pecie” en 1977, pero no se hizo portado en estos dos cayos, en
nidos. Adicional a esta colonia un conteo efectivo en campo de noviembre de 2009 y junio de
se encuentran algunas otras po- la cantidad de nidos. Adicional- 2010 se registraron ocho indivi-
blaciones reproductivas peque- mente existen rumores, no do- duos en cada isla, la mayoría de
ñas en islas rocosas del norte del cumentados ni corroborados, estos individuos eran juveniles.
Chocó, como los centinelas de de una colonia de anidación en Serrana: en el cayo suroes-
Jurubidá, Cabo Corrientes y las la Isla Pajarales del archipiélago te se han reportado 15 000 in-
Rocas de Octavia (Naranjo et ál. del Rosario (Naranjo 1979). De dividuos (ver Ortega Ricaurte
1998). Los números de estas co- acuerdo a los pobladores de la 1941), en septiembre de 2007
lonias no son conocidos, pero zona, esta especie anidaba en el se observaron 12 juveniles y no
por las pequeñas dimensiones de suelo de la isla y había unos 20- se registraron nidos. En el cayo
estas rocas se estima que no su- 30 nidos. Luego de muchas vi- Norte se tienen datos descripti-
peran el tamaño de la población sitas por múltiples observadores vos de la anidación de piqueros
de Gorgona. Esta subespecie de aves y ornitólogos a estas islas (Sula sp.) (Díaz et ál. 1996), en
está prácticamente restringida al en los años siguientes a la publi- septiembre de 2007 se observa-
Pacífico colombiano, ya que solo cación de Naranjo, no se tiene ron 202 individuos, que incluían

140
sula leucogaster

cinco juveniles y cinco polluelos. que existe la posibilidad de que En la isla Gorgona, donde
En una visita posterior a este cayo la colonia de Urabá siga activa. se encuentra la población más
en septiembre de 2011 se obser- Incluso podría haber más de una grande actualmente, hay peligros
varon 174 individuos, 92 nidos y colonia, ya que hay varias islas posibles por cambios en el nivel
98 polluelos. Es importante ano- similares a Pilón de Azúcar. En del mar, ya que algunos de los
tar que en el año 2007 este cayo el caso que la colonia de Pajara- islotes donde anida son muy ba-
estaba inundado por el paso del les, es claro que fue erradicada jos. Adicionalmente estos islotes
huracán Félix, por lo cual es pro- totalmente posiblemente por la pequeños son propensos a des-
bable que no hubiera reproduc- urbanización casi total que han trucción de hábitat por catástro-
ción ese año. sufrido las islas de este archi- fes naturales, especialmente en
Serranilla: en este banco piélago con fines turísticos. En una zona tan activa geológica-
se han registrado hasta 2000 pi- el caso de Isla Aguja la pérdida mente como esta región del Pa-
queros, con 1000 parejas ani- de la colonia está posiblemente cífico. De hecho existe evidencia
dantes (ver Bond y Meyer de relacionada con la introducción de dos cambios significativos en
Schauensee 1944), pero en visitas de cabras a esta isla en la década la fisionomía de estos islotes y de
recientes no se ha observado esta de los años 70 por parte de los Gorgona en las últimas décadas.
especie. Lee y Mackin (2012) la pescadores de Taganga (W. Na- En el terremoto de diciembre
consideran extinta en este banco. ranjo com. pers.). Las cabras fue- de 1979 se perdió la conexión
Roncador: esta es la colo- ron removidas por el personal de que existía en marea baja entre
nia con mayor información de Parques Nacionales en los años Gorgona y Gorgonilla. Recien-
todas las del archipiélago, Chirivi 80, pero al parecer la vegetación temente en el terremoto de sep-
(1988) registró 800 individuos de la isla cambió totalmente lue- tiembre de 2007, El Viudo, una
en 400 nidos, con muchos po- go de esta perturbación, ya que de las rocas más famosas de la
lluelos y huevos. En julio de actualmente es un pastizal dis- isla, se fracturó y perdió al me-
2005 se observaron 50 indivi- tinto a la vegetación de bosque nos la mitad de su área emergida.
duos, diez nidos, dos huevos y seco de las zonas costeras de este
cinco polluelos. Posteriormen- parque (F. Estela obs. pers.).
te en septiembre de 2007 se en-
historia de vida
Entre las principales ame-
contraron 26 individuos y dos nazas para las colonias de este Esta especie se reproduce una
nidos. Finalmente en septiembre piquero en los cayos y bancos de vez al año, la primera reproduc-
de 2011 la colonia se componía Archipiélago de San Andrés, se ción sucede entre los dos y cua-
de 112 individuos, 35 nidos, de encuentran el paso de huracanes tro años de vida, y los individuos
los cuales 18 estaban activos. y los posibles efectos que tenga lo hacen durante toda su vida
un ascenso en el nivel del mar adulta. Este piquero pone por
amenazas por cambio climático. Las áreas lo general dos huevos, y en la
Esta especie anida en pequeños circundantes a estos cayos están mayoría de los casos (90 %) pre-
islotes y sus poblaciones son pe- en proceso de exploración y ex- senta reducción de nidada por
queñas, no sobrepasan en mu- plotación petrolera, por lo cual siblicidio (Schreiber y Norton
chos casos unas pocas decenas las condiciones naturales pueden 2002). Se conoce que las pobla-
de nidos. Se tiene evidencia de cambiar drásticamente debido a ciones de Hawaii son filopátri-
varios factores que han afectado la contaminación. No se pueden cas como muchas otras especies
esta especie en el país. En el caso descartar problemas por intro- de piqueros (Nelson 1978). La
del Caribe continental, se desco- ducción de especies a los cayos, máxima edad que se ha regis-
noce si actualmente se reproduce por parte del personal de la Ar- trado para esta especie es de 24
en algún lugar de la costa, aun- mada Nacional. años (Schreiber y Norton 2002).

141
sula leucogaster

medidas de conservación
das las poblaciones del Parque Corales del Rosa-
tomadas
rio y San Bernardo y Tayrona, aunque en el caso
La principal población del Pacífico colombiano del primero es importante recordar que la gran
se encuentra protegida en el PNN Gorgona. Otras mayoría de ese parque es submarino. También se
pequeñas poblaciones se encuentran en parques debe tener en cuenta que en estos parques hubo
como Utría, Uramba-Bahía Málaga y Sanquian- colonias y lo que hay actualmente son congrega-
ga. En el Caribe también se encuentran protegi- ciones de descanso de estas aves.

situación de la especie EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016 VU A2ace+4ace; D1+2

criterio a B2 El área total de las colonias de anidación


en el país es de 132 hectáreas (1.32 km2) < 10 km2 y
Esta especie tiene una amplia distribución costera se reproduce en la actualidad en solo 6 localidades.
en el país tanto en el Caribe como en el Pacífico. La distribución de las colonias de anidación es na-
De las 12 colonias de anidación reportadas para turalmente fragmentada (a) y se sabe que la especie
el país se ha extinguido o se encuentra proba- continúa disminuyendo en cuanto a extensión de
blemente extinta en 5 de ellas y se sabe que está ocurrencia de las colonias de anidación (i), el nú-
declinando poblacionalmente a través de toda su mero de colonias (ii,iv), extensión y/o calidad de
distribución. Adicionalmente se sabe que la es- hábitat (iii) y número de individuos maduros (v).
pecie es longeva, 3 generaciones se estiman en EN B2ab(i,ii,iii,iv,v).
51.9 años. Aunque la información poblacional no
es muy precisa, estimamos que ha perdido al me- criterio c
nos un 30 % de la población en 3 generaciones en
Colombia, esto último se basa en observaciones El tamaño de las colonias de la especie se estima
directas que evidencian la desaparición de colo- de la siguiente manera (Estela com. pers.): Gor-
nias de anidación y por lo tanto una reducción gonilla 100 parejas, Centinelas de Jurubidá 20
en el área de ocupación, AOO, y los efectos de parejas, Cabo Corrientes 20 parejas, Rocas de Oc-
especies introducidas. Igualmente estimamos que tavia 10 parejas, Cayo Serrana 100 parejas, Cayo
esta tendencia se mantendrá en un Roncador 50 parejas. Mientras que se considera
futuro cercano, pero dado lo longe- extinta en Isla Aguja e Isla Pajarales,
vo de la especie no es posible prever eoo
y posiblemente extinta en los cayos
cual será su estado poblacional en desconocido Quitasueño, Alburquerque y Serra-
tres generaciones. área de ocupación (aoo) nilla, se desconoce si aún existe la co-
1.32 km2 lonia de Pilón de Azúcar. Esto indica
VU A2ace+4ace.
porcentaje de cambio
una población reproductiva en el país
de hábitat 2001-2011
de aproximadamente 600  adultos <
criterio b desconocido

porcentaje total 2500 individuos maduros. Ninguna


B1 La extensión de ocurrencia de la de pérdida de hábitat subpoblación alcanza 250 individuos
especie en el país no se conoce con desconocido
C2a(i).
precisión, pero sin duda es superior una generación
EN C2a(i).
17.3 años
al umbral de 20 000 km2.
3 generaciones
51.9 años

142
sula leucogaster

criterio d del Pacífico reciban inmigrantes de otras colonias


en sus respectivas regiones. No obstante se espera
El número de individuos maduros de la especie es que la inmigración se reduzca en la medida en
inferior a 1000 individuos y, como se ha señalado que se reducen las poblaciones en esas regiones
en esta sección, hay presiones que están reduciendo (véase síntesis de información). No se sabe con
esa población. La extensión de anidación del con- certeza pero es poco probable que las poblaciones
junto de colonias en el país es 1.32 km2 < 20 km2. colombianas sean sumideros, por lo tanto no se
VU D1+2. recomienda cambiar la categoría.

ajuste regional conclusión


La especie es un taxón residente reproductivo. Es EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i).
probable que las colonias tanto del Caribe como VU A2ace+4ace; D1+2.

Distribución

Distribución

143
egretta rufescens
© daniel uribe
egretta rufescens
Garza Rojiza, Garza Borracha
Reddish Egret

síntesis de información
carlos ruiz-guerra, yanira cifuentes-sarmiento y felipe a. estela

migratorios, al igual que los reportados en los


ecología
departamentos de Nariño (C. Ruiz-Guerra y
Esta garza es dimórfica, el morfo oscuro pre- Y. Cifuentes-Sarmiento, datos no publicados)
domina en Norteamérica mientras que el mor- y Valle del Cauca (Hilty y Brown 2001), pero
fo blanco es más común en las islas del Caribe. los registrados en otras localidades del Caribe
Esta garza frecuenta aguas superficiales (usual- colombiano, en el Magdalena y en La Guajira,
mente menores a 15 cm de profundidad) de pueden corresponder tanto a individuos resi-
hábitats costeros hipersalinos, salinos o salo- dentes como a migratorios (Ruiz-Guerra et ál.
bres que van desde barras de arena, planos lo- 2008). Según Nellis (2001) y AOU (1998), la
dosos, playones salinos, playas, lagunas, char- Garza Rojiza se reproduce en California, So-
cas intermareales y comunidades de manglar nora, Oaxaca, Costa del Golfo de Texas, Lui-
(Rhizophora mangle y Avicennia germinans), siana, Alabama, Florida, costa de Yucatán, Las
y es raramente registrada lejos de la costa (Sti- Bahamas, Belice, Cuba, República Dominica-
les y Skutch 1989; Paul 1991; Stevenson y na, Haití y las costas de Venezuela y Colombia.
Anderson 1994). Es una especie generalmente Su área de invernada coincide general-
solitaria, pero puede asociarse con otras garzas mente con el área de reproducción en otras
(Stiles y Skutch 1989). Se alimenta de peces e áreas de América Central como Guatemala y
invertebrados acuáticos (Paul 1996). Costa Rica, incluye el sur de las Antillas Holan-
Aunque la Garza Rojiza habita ambas desas, oriente del Caribe hasta Puerto Rico y
costas colombianas, es más frecuente observar- norte de Suramérica (Colombia y Venezuela).
la en la costa Caribe desde el departamento de Algunos registros de esta especie en el Pacífico
Córdoba hasta La Guajira (Hilty y Brown 2001; colombiano corresponden a la costa del depar-
Estela y López-Victoria 2005). En el departa- tamento de Nariño, ubicado al sur del país, por
mento de Córdoba, los individuos registrados lo que se puede presumir que su área de inver-
presumiblemente corresponden a individuos nada puede incluir otros países como Ecuador

145
egretta rufescens

(C. Ruiz-Guerra obs. pers.) o Perú (I. Liff com. Su reproducción en Colombia fue evidencia-
pers.). da en el municipio de Manaure (La Guajira), en
En Colombia se ha registrado en el SFF Los enero de 2008, en una colonia ubicada en manglar
Flamencos y otras localidades de La Guajira (Ruiz- que compartía con Nyctanassa violacea y Nyctico-
Guerra et ál., 2008), en la ecorregión Ciénaga Gran- rax nycticorax (Ruiz-Guerra, datos no publicados).
de de Santa Marta y en en el PNN Tayrona en el Este hallazgo corrobora lo que Sprunt (1976) asu-
departamento del Magdalena (Estela y López- mió al observar individuos jóvenes de esta garza en
Victoria 2005; Moreno-Bejarano y Álvarez-León, Manaure en enero de 1974.
2003; Reyes 2003; Hilty y Brown 2001) y en la Típicamente anida en islas o en las costas
Ciénaga de La Virgen y de Juan Polo en Bolívar (Y. (Paul 1991). Los nidos son generalmente construi-
Cifuentes-Sarmiento, datos no publicados). Tam- dos a menos de tres metros por encima del agua
bién se ha observado en el delta del río Sinú, depar- o el suelo, pero pueden llegar a estar a seis metros
tamento de Córdoba y en Barranquilla (Atlántico). (McMurray 1971; Stevenson y Anderson 1994).
En el Pacífico se ha registrado en Buenaventura Algunas veces los nidos son ubicados en el sue-
(Hilty y Brown 2001), en el PNN Sanquianga (C. lo entre la vegetación baja o en barras de arena
Ruiz-Guerra, datos no publicados.) y en el bajo La (Bent 1926; McMurray 1971; Simersky 1971;
Cunita en la Bocana de Iscuandé (C. Ruiz-Guerra Paul et ál. 1979; Paul 1991; Toland 1991; Ste-
y Y. Cifuentes-Sarmiento obs. pers.). venson y Anderson 1994).
Los morfos blancos y oscuros han sido re- Generalmente esta garza anida en colonias
gistrados indistintamente en Manaure, SFF Los mixtas con otras especies de garzas, pero puede
Flamencos y VIPIS. Morfos blancos solo han sido anidar solitaria o en pequeños grupos aparte de
observados en la Bahía de Cispatá (Córdoba) y otras zancudas (Paul 1996). En Colombia se des-
morfos oscuros en PNN Sanquianga y La Cunita conoce cuál es el periodo de anidación, pero se
(C. J. Ruiz-Guerra y Y. Cifuentes-Sarmiento obs. presume que puede ser desde diciembre hasta
pers.). Los morfos blancos son frecuentemente marzo (C. Ruiz-Guerra obs. pers.).
confundidos con Ardea alba, Egretta thula y ju-
veniles de Egretta caerulea, y los morfos oscuros población
con Ardea herodias, lo cual permite creer que la
En Colombia, se han registrado 1500 individuos
falta de registros en algunas localidades del Cari-
de la especie (Morales 2000) y, en la única colo-
be y Pacífico colombianos puede estar relacionada
nia reportada para el país, ubicada en Manaure (La
con errores de identificación.
Guajira), se encontraron 50 nidos activos (Ruiz-
Las áreas con mayores registros de esta es-
Guerra, datos no publicados). Lo anterior indica
pecie son VIPIS y SFF Los Flamencos, en donde
que el AICA Complejo de Humedales Costeros de
esta especie es común pero de hábitos solitarios.
La Guajira alberga el 1 % de la población de la sub-
Según Ruiz-Guerra et ál. (2008), esta especie es
especie E. r. rufescens.
más abundante en La Guajira media, en especial
en el SFF Los Flamencos y las salinas de Manaure
amenazas
que hacen parte del AICA complejo de humedales
costeros de La Guajira. Esta especie está bajo la categoría de casi amena-
Aunque no es frecuente encontrarla fuera de zada pues a pesar de su amplia distribución en el
la costa, en noviembre 2006, en el municipio de continente, se restringe a hábitats costeros no con-
Andes, Antioquia, a 2600  m fue encontrado un in- tinuos y se asume que presenta una disminución
dividuo muerto de esta garza con anillo numerado moderada a baja de sus poblaciones (BirdLife In-
y un radiotransmisor que habían sido puestos en ternational 2016a). Según UICN las poblaciones de
junio del mismo año en Texas (ProAves 2006). esta garza fueron muy utilizadas como fuente de

146
egretta rufescens

alimento a finales del siglo XIX y les son enemigos naturales de la Por otra parte la presencia
comienzos del siglo XX. Actual- Garza Rojiza, se trata de especies de poblaciones humanas cerca
mente, las fluctuaciones se pre- que aumentan sus tamaños po- de colonias de anidación causa
sentan en algunas colonias, apa- blacionales donde hay activida- el abandono de nido, huevos y
rentemente relacionadas con la des antrópicas, aumentando así polluelos por parte de los adul-
presencia de depredadores que la incidencia de su depredación tos, con lo cual aquellos quedan
pueden causar disminuciones rá- en las colonias de esta garza. desprotegidos ante los depreda-
pidas. La recuperación ha sido En Colombia, en especial en La dores. Algunas colonias urbanas
observada a partir del control Guajira, los anteriores depreda- toleran en bajo nivel el tráfico
de depredadores. Las amenazas dores son comunes, pero no se aéreo, otras son menos toleran-
para esta especie no se conocen tiene evidencia de que esto sea tes (Lowther y Paul 2002). Por
muy bien, pero es probable que, realmente una amenaza para la todo esto es necesario hacer la
en parte de su área de distribu- especie (C. J. Ruiz- Guerra y Y. evaluación de las poblaciones que
ción, se deba al desarrollo co- Cifuentes-Sarmiento obs. pers.) anidan en los humedales costeros
mercial de las costas. de La Guajira, en donde existen
En Colombia, se conoce
En Norteamérica la pérdi- asentamientos humanos cerca-
muy poco de la especie y la in-
da de hábitat es la principal ame- nos a las áreas de anidación.
formación existente es bastante
naza para esta especie debido al
limitada. No obstante, a partir
desarrollo costero, operaciones historia de vida
de la información de los conteos
de dragado y alteraciones hidro-
realizados en 2008 en la región El plumaje de adulto se obtiene
lógicas (Paul 1991; Paul 1996; al segundo año y la reproduc-
Caribe se puede asumir que La
Muehter 1998). Sus áreas de ción se inicia en el segundo o,
Guajira media es el área con ma-
anidación están siendo conver- más usualmente, al tercer año.
yor concentración de individuos
tidas en hábitats para la cría de Aunque se conoce que vive al
y donde su reproducción, se ha
ganado en algunas islas y la tala menos once años, la superviven-
confirmado hasta el momento
de manglar. Aunque la especie cia juvenil-adulto es desconocida
(Ruiz-Guerra et ál. 2008). Así
se ha recuperado, actualmente (Paul 1991). El tamaño de la ni-
mismo, la relación evidente en-
el aumento de las actividades dada es de dos a cuatro huevos
tre los manglares como sitios de
de recreo en los hábitats coste- con un periodo de incubación de
ros es un problema grave y de reposo, alimentación y repro-
ducción para E. rufescens per- 26 días, ambos parentales cuidan
igual manera la caza ilegal de a los pollos por tres semanas, los
subsistencia amenaza algunas miten afirmar que la principal
cuales dejan el nido a las cuatro o
poblaciones de aves acuáticas amenaza para las poblaciones
cinco semanas. Los jóvenes vue-
(Kushlan et ál. 2002). residentes de esta especie en Co-
lan a las seis semanas pero son
Entre los depredadores co- lombia es la pérdida de hábitat
alimentados por los adultos hasta
nocidos en Norteamérica están por la reducción del manglar en
las nueve semanas (Paul 1991).
Coragyps atratus, que se alimenta buena parte de la región Caribe.
de huevos y pollos, Leucophaeus Los humedales costeros junto al
medidas de
atricilla, que come los huevos y manglar son los principales há-
conservación
Quiscalus mexicanus que rompe bitats para esta especie que han
sufrido un gran deterioro, como tomadas
los huevos pero no se ha obser-
vado que coma su contenido ha ocurrido en la ecorregión Se ha registrado en varias áreas
(McMurray 1971), Procyon sp. Ciénaga Grande de Santa Marta protegidas de Colombia como
y perros domésticos (Paul 1991; desde la construcción de la ca- en el SFF Flamencos, vipis, PNN
Paul 1996). Si bien estos anima- rretera en 1977 (Reyes 2003). Tayrona, PNN Sanquianga y en

147
egretta rufescens

tres AICA del Caribe colombiano: Reserva de Biós- nariñense, en el Delta del río Iscuandé que hace
fera Ramsar Ciénaga Grande, Isla de Salamanca parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves
y Sabanagrande (Magdalena), la Zona deltaica- Playeras (RHRAP). Es una especie gregaria clave
estuarina del río Sinú (Córdoba) y el Complejo para aplicar a los criterios AICA Internacional A4
de Humedales Costeros de La Guajira (La Guaji- y nacional CO4 (BirdLife International y Conser-
ra). También se ha registrado en la costa pacífica vación International 2005).

situación de la especie VU C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

La población colombiana de esta es- eeo


vuelo de la especie no es de esperarse
pecie está aparentemente compues- 230 892 km 2
que la población esté fragmentada.
ta tanto por individuos migratorios área de hábitat
remanente
(costa del Mar Pacífico) como una
1814 km2
criterio c
combinación de individuos resi- porcentaje de cambio de La población en el Caribe colombia-
dentes y migratorios (costa del Mar hábitat2001-2011
-13.7 % no se ha estimado en 1500 indivi-
Caribe). La evaluación de riesgo de
porcentaje total de duos. Por lo tanto se encuentra de-
extinción que aquí se presenta co- pérdida de hábitat bajo del umbral de 2500 individuos
rresponde a la población residente. desconocido
en el país. Esta población se está
una generación
6.6 años reduciendo y se proyecta que con-
criterio a
3 generaciones tinuará disminuyendo como conse-
El porcentaje total de pérdida de há- 19.8 años. cuencia de la pérdida de hábitat. Se
bitat se desconoce, pues no se cuenta estima que la totalidad de la pobla-
con información precisa de la distri- ción residente (población caribeña)
bución histórica de los humedales del país. Den- hace parte de una misma población.
tro de la distribución actual de la especie, se pre- EN C2a(ii).
sentó pérdida de hábitat de 13.7 % (se consideran
hábitats de la especie pantanos costeros, salitral, criterio d
sedimentos expuestos en bajamar y manglar). La
población de la Garza Rojiza se ha reducido como No califica como amenazada bajo el criterio D.
consecuencia de la pérdida de hábitat. No obstan-
te, no hay evidencia que indique una reducción ajuste regional
del tamaño poblacional de la especie que supere La especie es un taxón residente. La población
los umbrales del criterio A. No califica como ame- colombiana y venezolana hacen parte de una mis-
nazada bajo el criterio A. ma población regional por lo cual se infiere que
la población nacional puede recibir inmigrantes
criterio b de manera regular. También es posible, aunque
B1 EOO = 230 892 km2>>20 000 km2. La especie menos probable, que la población residente co-
no califica como amenazada bajo el subcriterio B1. lombiana reciba inmigrantes de otras partes del
B2 Área de hábitat remanente dentro de la caribe. Es poco probable que dicha inmigración
distribución de la especie = 1814 km2 < 2000 km2. disminuya por lo menos en el futuro cercano, por
La distribución de su hábitat se encuentra seve- lo tanto la categoría nacional debe ser reducida
ramente fragmentada, pero dada la capacidad de en un paso.

148
egretta rufescens

conclusión
VU C2a(ii).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

149
vultur gryphus
© rodrigo gaviria obregón
vultur gryphus
Cóndor, Cóndor de los Andes,
Cóndor Andino
Andean Condor

síntesis de información
sandra arango caro, david arenas, santiago zuluaga y fausto sáenz jiménez

2013). Como su alimento aparece de manera


ecología
impredecible, esta especie tiene que realizar
El Cóndor se distribuye desde el nivel del mar vuelos extensos y en bandadas para aumentar
hasta las nieves perpetuas, pero se encuentra la probabilidad de encontrarlo (Koenen et ál.
principalmente entre 1800 y 5200 m (Fergu- 2000; Lambertucci et ál. 2008). Su dieta con-
son y Christie 2001). Su distribución en Co- siste principalmente de carroña de mamíferos
lombia es discontinua (Márquez et ál. 2005). de mediana y gran talla como dantas, vena-
Se puede observar en los nevados, páramos, dos, ganado y animales marinos muertos en la
zonas secas, bosques altoandinos, potreros y costa (Márquez et ál. 2005). Hay reportes de
mosaicos de hábitats naturales e intervenidos cóndores que han matado animales viejos, he-
(Rodríguez-Mahecha y Orozco 2002; Már- ridos o juveniles e inclusive huevos (Olivares
quez et ál. 2005; Martínez 2006; MAVDT y 1963; Gailey y Bolwig 1973; Botero 2006;
CORPOBOYACÁ 2006). El Cóndor no es depen- MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006).
diente de bosques y, para anidar o refugiarse, El Cóndor presenta dimorfismo sexual
prefiere sectores escarpados que le faciliten perceptible desde el nacimiento, y se consi-
lanzarse al vuelo y aterrizar (Olivares 1963; dera una especie monógama ya que parece
Márquez et ál. 2005). establecer una pareja para toda la vida (Cues-
Aunque el Cóndor sobrevuela una gran ta 2000; Botero 2006; MAVDT y CORPOBOYA-
diversidad de hábitats, presenta baja tolerancia CÁ 2006). Anidan en repisas rocosas, cuevas
a la transformación del paisaje por sus reque- poco profundas, grietas, árboles y el suelo, sin
rimientos de vuelo, alimento y reproducción. construir nido (Olivares 1963; Márquez et ál.
Debido a su gran tamaño, depende de co- 2005; Martínez 2006; Lambertucci 2007).
rrientes de viento ascendentes para poder pla- Los cóndores se reproducen típicamente cada
near (McGahan 1973; Shepard y Lambertucci 2 o 3 años y la hembra pone uno o dos hue-

151
vultur gryphus

vos por nidada (Wallace y Tem- Nevada de Santa Marta, Serranía de Santa Marta (32), serranía de
ple 1988). El periodo de incu- de Perijá y el páramo de Cáchira) Perijá (15), páramo de Cáchira
bación es de aproximadamente y sur del país (Nariño límite con (10), macizo de Santurbán (5-
dos meses (Lint 1951; Dekker Ecuador) (Negret 2001; MAVDT 10), páramo del Almorzadero
1967; Del Hoyo et ál. 1994; y CORPOBOYACÁ 2006). Entre los (15) y Sierra Nevada del Co-
Ferguson y Christie 2001). Los años 1991 y 1993 se observaron cuy (4-7) (IAvH y BIOCOLOMBIA
polluelos pueden volar a los seis ocasionalmente cóndores en la 1997; MAVDT y CORPOBOYA-
meses y dependen de sus padres Sierra Nevada del Cocuy, Chita CÁ 2006; Sáenz et ál. 2014; F.
por varios meses más (Meiri y o Güican (Negret 2001). Pos- Sáenz obs. pers.). Además, hay
Yom-Tov 2004). En Colombia teriormente, a partir de 2000, observaciones de juveniles en el
se considera que la reproduc- se han evidenciado registros de departamento de La Guajira (ju-
ción probablemente ocurre en- la especie en nuevas localidades, nio 2006) (C. Navarro y Y. Vega
tre abril y diciembre, y existe un en donde la especie había estado obs. pers.), norte del departa-
registro histórico del nacimiento ausente por lo menos durante mento de Boyacá (2006-2014)
de un polluelo en julio (Hilty y 10 años (macizo de Santurbán (MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
Brown 1986; Ferguson y Chris- y páramo del Almorzadero) F. Sáenz obs. pers.), departa-
tie 2001; Rodríguez-Mahecha (Rodríguez-Mahecha y Orozco mento del Cesar (febrero 2008)
y Orozco 2002). Dos registros 2002, Sáenz et ál. 2014). Esto (M. Pacheco obs. pers.) y en
recientes de nacimiento de po- sugiere una eventual recupera- el departamento de Santander
lluelos de cóndores reintrodu- ción de las poblaciones, posible- (febrero y marzo 2014) (Sáenz
cidos en el PNN Los Nevados se mente a partir de un proceso de et ál. 2014). Es importante acla-
realizaron en diciembre de 2008 redispersión desde el nororiente rar que actualmente no se puede
y 2013 (Zuluaga et ál. 2014; hacia el centro-oriente del país. establecer si estos juveniles son
Restrepo y Betancur 2013). En el año 2002 se estimó crías de cóndores silvestres o de
La baja tasa reproductiva se que la población total de cóndo- individuos reintroducidos.
debe en parte a: (1) un periodo res para Colombia no superaba En las poblaciones reintro-
largo de interacción de la pareja los 60 individuos (Rodríguez- ducidas sobreviven actualmente
antes de la puesta que puede ser Mahecha y Orozco 2002). Ac- entre 35-40 cóndores, a los cua-
de 8 a 9 meses, (2) disponibili- tualmente, aunque no se han les se les ha hecho seguimiento
dad de alimento que puede ser realizado estudios sistemáticos en los últimos 6 años. Se desco-
impredecible, (3) un tamaño de de las poblaciones en el país, se noce la situación de otros 12-17
postura pequeño, (4) un largo estima que existen por lo me- que no han tenido seguimiento.
periodo de incubación, (5) una nos 130 individuos según los Se tienen registros de 12 indi-
larga permanencia del juvenil en registros de la población nati- viduos muertos y la probable
el nido, (6) un largo periodo de va, los cóndores sobrevivientes migración de 5 individuos a los
dependencia de los juveniles y del proceso de reintroducción páramos del Ecuador (Barrera-
(7) madurez sexual posterior a
y las nuevas evidencias de re- Rodríguez y Feliciano-Cáceres
los 6 a 8 años de edad (Del Hoyo
producción (MAVDT y CORPOBO- 1994; Sáenz y Ciri 2013). A
et ál. 1994; Lambertucci 2007).
YACÁ 2006; Sáenz y Ciri 2013; continuación se presenta el nú-
Zuluaga et ál. 2014). La po- mero de individuos reportados
población blación nativa no supera los 90 en cada núcleo de repoblación:
En el inicio de la década de los individuos, distribuidos en las en el PNN Chingaza y San Caye-
80 la población de Cóndor Andi- siguientes localidades (entre pa- tano 11 (4 con marquilla, 2 sin
no en Colombia había quedado réntesis el número aproximado marquilla, 2 juveniles y 3 suba-
restringida al nororiente (Sierra de individuos): Sierra Nevada dultos) (Barrera y Ciri 2010);

152
vultur gryphus

en Puracé 11 (5 con marquilla, Colombia, se han estimado dis- próximas liberaciones contribu-
2 sin marquilla, 2 juveniles y 2 tancias de desplazamiento de 80 yan a balancear la proporción de
subadultos) (Morales 2010; Ba- a 170 km (F. Sáenz obs. pers.). sexos (Lambertucci et ál. 2012),
rrera y Ciri 2010); en Chiles 6 Se considera que las pobla- sigan teniendo éxito reproducti-
(2 con marquilla, una hembra ciones de la especie siguen siendo vo y la mortalidad sea baja (Ba-
juvenil, un macho juvenil y 2 reducidas en número y restringi- rrera y Ciri 2010).
individuos subadultos) (Barrera das a localidades generalmente
y Ciri 2010; Martínez y Ortega aisladas (MAVDT y CORPOBOYACÁ amenazas
2014); en el PNN Los Nevados 2006; Barrera y Ciri 2010). Sin
El Cóndor enfrenta amenazas
8 (4 adultos sin marquillas, dos embargo, cabe destacar que una debidas principalmente al de-
con marquilla y dos juveniles) de las hembras del núcleo de terioro y transformación de los
(CORPOCALDAS y FUMSOL 2008; repoblación en Siscunsí ha sido hábitats como consecuencia de
Aponte Moreno y Cardona Be- observada en localidades como los asentamientos humanos y la
tancur 2009; Zuluaga 2010; Mutíscua, Norte de Santander, expansión de la frontera agríco-
Zuluaga et ál. 2014); en el PNN PNN El Cocuy y páramos del SFF
la hacia los bosques andinos y
Cocuy 3 (todos con marquilla); Guanentá Alto Río Fonce en- páramos (Olivares 1963; Rodrí-
y en el páramo de Siscunsí 8 (la tre 2008 y 2010 (F. Ciri y M. guez-Mahecha y Orozco 2002;
mayoría sin marquilla, no existe Barrera obs. pers). Igualmente, Márquez et ál. 2005; MAVDT y
evidencia de reproducción local) una de las hembras liberadas en CORPOBOYACÁ 2006).
(F. Ciri y M. Barrera obs. pers.; el PNN Cocuy ha sido observada La pérdida directa de indi-
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006; en Santander, en la parte alta viduos se debe a la cacería, por
Fundación Neotropical 2010). del municipio de Enciso (mayo considerarse equivocadamente
Es difícil determinar si los de 2014) y Cerrito (octubre de que esta especie es una amenaza
cóndores sin marquilla corres- 2014) (O. Gutiérrez y F. Sáenz para el ganado (Olivares 1963;
ponden a individuos reintro- obs. pers.), lo cual sugiere una Cuesta 2000; Rodríguez-Mahe-
ducidos o a cóndores silvestres posible conexión entre las pobla- cha y Orozco 2002; Lambertuc-
que han migrado de otras lo- ciones de cóndores del corredor ci 2007) y al tráfico de animales
calidades. Esto se debe a que nororiental de páramos del país. silvestres (FZC-CREA 2005). Indi-
el seguimiento de los cóndo- La evidencia de reproduc- rectamente, los cóndores mue-
res reintroducidos no ha sido ción en los núcleos de reintro- ren al consumir restos de anima-
continuo y a que varios de los ducción sugiere que a largo les envenenados que se usan para
individuos perdieron sus mar- plazo estas poblaciones pueden controlar depredadores del gana-
quillas alares poco tiempo des- llegar a ser viables. Este es el do, como zorros, pumas y perros
pués de ser liberados (F. Sáenz caso en el PNN Nevados, donde cimarrones (Barrera-Rodríguez
obs. pers.). Tampoco se puede se liberaron 14 cóndores en- y Feliciano-Cáceres 1994; Cues-
asegurar que los juveniles sean tre 1997 y 1999, y se registró ta 2000; L. Aponte Moreno y D.
resultado de reproducción en el nacimiento de dos polluelos M. Hurtado Zapata obs. pers.).
el núcleo de repoblación don- en 2009 y 2013 respectivamen- La cacería deportiva también
de se encuentran, cuando no se te. Lastimosamente el polluelo puede atentar contra la supervi-
tiene conocimiento de los nidos nacido en 2013 murió al caer vencia de los Cóndores si estos
donde nacieron. En Argenti- prematuramente del nido (Zu- consumen restos de animales ca-
na se han registrado desplaza- luaga 2010; Restrepo y Betan- zados con municiones de plomo
mientos diarios de juveniles y cur 2013). Las poblaciones (MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
adultos que superan los 300 km reintroducidas pueden llegar a Lambertucci 2007). Otra fuente
(Lambertucci et ál. 2014). En ser viables siempre y cuando las de mortalidad, principalmente de

153
vultur gryphus

juveniles que están aprendiendo Colombia desde 1994, es po- (Finch 1990; Botero 2006; Mar-
a volar, es la colisión con estruc- sible que todavía se presenten tínez 2006).
turas como líneas de transmisión consecuencias deletéreas en esta
eléctrica y torres de comunica- especie como se sugiere en otros medidas de
ción (Cuesta 2000; FZC-CREA países andinos (Cuesta 2000). conservación
2005; J. Zuluaga obs. pers.). Las Este plaguicida disminuye la re- tomadas
rutas de vuelo de aerolíneas pue- sistencia de la cáscara del huevo,
den afectar la especie, ya que en lo que incrementa la posibili- En 1989, el entonces INDERE-
NA, con el apoyo de la Sociedad
algunas ocasiones coinciden con dad del rompimiento durante
la incubación (Cuesta 2000). Zoológica de San Diego, inició
las mismas rutas de vuelo de los
Este es el caso del Cóndor de un proceso de reintroducción de
cóndores (Cuesta 2000). Final-
California, para el cual se han Cóndor Andino en Colombia
mente, se cree que algunas par-
encontrado posibles evidencias con un resultado a la fecha de
tes del cuerpo del Cóndor tienen
recientes de contaminación de 69 ejemplares liberados en siete
propiedades curativas, lo que ha
DDT, aunque el uso de este pes-
núcleos de repoblación (Lieber-
conducido a la captura de indivi-
ticida se prohibió en 1972 (The man et ál. 1993; MAVDT y COR-
duos (Olivares 1963; McGahan
POBOYACÁ 2006; F. Sáenz y S.
1973). Sin embargo, no hay in- New York Times 2011).
Otros factores que amena- Zuluaga obs. pers.). Los núcleos
formación reciente que indique
con el número de individuos li-
que en Colombia todavía se lleva zan el éxito alcanzado con el
berados y el año de liberación se
a cabo este tipo de actividad. repoblamiento y conservación
presentan a continuación: PNN
La reducción de los hábitats de la especie son la ausencia de
Chingaza (13, 1989 y 1994),
naturales resulta en la dismi- un seguimiento continuo de las
Resguardo Indígena de Puracé
nución de fuentes de alimento poblaciones naturales y reintro-
(12, 1990), Resguardo Indí-
como los grandes mamíferos ducidas, la escasez de programas
gena de Chiles (8, 1990), PNN
silvestres (venado y danta). Esta educativos para la conservación
Los Nevados (14, 1997-1999),
defaunación se intensifica en al- de la especie y la falta de aten-
páramo de San Cayetano (2,
gunas regiones por la cacería ción a las necesidades básicas
2001 y 4, 2003), páramo de
deportiva y la presencia de com- de las comunidades locales que
Siscunsí (11, 2004-2009) y área
petidores, por ejemplo, de perros comparten las zonas de distribu-
de influencia del PNN Cocuy
cimarrones. Igualmente, la pre- ción del Cóndor (Cuesta 2000;
(4, 2011-2014) (Barrera-Rodrí-
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
sencia de carreteras hace que los guez y Feliciano-Cáceres 1994;
cóndores dediquen más tiempo a Morales 2010; Barrera y Ciri
MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006;
vigilar el lugar donde se alimen- 2010; L. Aponte Moreno y D.
Sáenz y Ciri 2013; Zuluaga
tan, con lo cual se reduce la ener- M. Hurtado Zapata obs. pers.).
et ál. 2014). Se debe aclarar que
gía que pueden invertir en ali- el proceso de repoblación en el
mentarse (Speziale et ál. 2008). historia de vida
páramo de Belmira (3, 2000)
La reproducción del Cón- El Cóndor alcanza la madu- fracasó y los dos Cóndores so-
dor se ve limitada por factores rez sexual a los 6 años, pero la brevivientes fueron capturados
como el deterioro de hábitats primera puesta, que puede ser y liberados posteriormente en el
para la anidación y la contami- infértil, puede retrasarse hasta páramo de San Cayetano.
nación del agua por agroquími- los 8 años de edad (Barrera- Parte de la reproducción en
cos, ganado y carroña (FZC-CREA Rodríguez y Feliciano-Cáceres cautiverio con fines de repobla-
2005). Por ejemplo, aunque el 1994; Márquez et ál. 2005; Bo- ción se llevó a cabo en el Zoo-
uso del DDT (diclorodifeniltri- tero 2006; Lambertucci 2007). lógico de Cali, donde también
cloroetano) está prohibido en La longevidad es de 50-75 años se produjo el video documental

154
vultur gryphus

“Yakaira el Cóndor de los Andes” con la colabo- núcleos de repoblamiento de Chingaza, Puracé,
ración del Instituto Alexander von Humboldt Chiles y Los Nevados (CORPOCALDAS y FUMSOL
(FZC-CREA 2005). Actualmente el Ministerio de 2008, 2009; Aponte Moreno y Cardona Betan-
Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Asociación cur 2009; Barrera y Ciri 2010; Morales 2010).
Colombiana de Parques Zoológicos, Acuarios y Se han logrado caracterizar lugares estratégicos
Afines (ACOPAZOA) están desarrollando el progra- para el seguimiento de cóndores, zonas de dis-
ma de cría en cautiverio del Cóndor Andino en tribución, sitios propicios para cebaderos, zonas
Colombia. Este programa importó a Colombia tres y rutas de vuelo, posibles lugares de anidación y
parejas de cóndores donadas por la Unión de Orni- disponibilidad de oferta alimenticia. Se ha iden-
tólogos de Chile con el fin de reproducirlos en cau- tificado la conformación de parejas reproducti-
tiverio, para que en un tiempo no mayor a 10 años vas y la dinámica de distribución y migración de
se pueda contar con individuos viables para liberar cóndores liberados. Se ha capacitado a líderes
en futuras reintroducciones en el medio natural. comunitarios, por ejemplo, a auxiliares técnicos
Este programa pretende traer varias parejas de campo, como apoyo para el seguimiento de la
de cóndores de Argentina y Chile con el fin de especie y puente comunicativo con las comunida-
reproducirlos en cautiverio, para que en un tiem- des locales. Finalmente, se han realizado talleres
po no mayor a 10 años se pueda contar con in- educativos a más de mil niños y jóvenes. Sin em-
dividuos viables en futuras reintroducciones en el bargo, es importante mencionar que el Plan de
medio natural. Acción no se ha cumplido en todos los núcleos
En 2005 a partir de un trabajo participativo de repoblamiento ni para todas las actividades (S.
se diseñó el Plan de Acción 2006-2016 del Pro- Zuluaga obs. pers.).
grama Nacional para la Conservación del Cóndor La especie se encuentra en zonas con algún
Andino en Colombia (MAVDT y CORPOBOYACÁ grado de protección como: PNN Sierra Nevada de
2006). Este programa busca trabajar de forma Santa Marta, PNN Tayrona, PNN Tamá, PNN Chin-
conjunta y articulada con los diferentes actores gaza, PNN Cocuy, PNN Nevado del Huila, PNN
institucionales, nacionales e internacionales, co- Puracé, PNN Los Nevados, Resguardos Indígenas
munitarios y educativos para promover la investi- de Puracé y Chiles, y Reserva Forestal Protectora
gación, la conservación y el aprovechamiento sos- Nacional Río Algodonal (Rodríguez-Mahecha y
tenible del Cóndor y su hábitat. El Plan de Acción Orozco 2002; MAVDT y CORPOBOYACÁ 2006; Mo-
sigue las políticas de la Dirección de Ecosistemas rales et ál. 2007).
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Soste- Esta especie se encuentra protegida bajo el
nible en cuanto a gestión ambiental y manejo de Apéndice I de CITES (UNEP-WCMC 2015). En el
especies focales, y se lleva a cabo por regiones con ámbito nacional está incluida en la lista de espe-
una coordinación nacional. cies amenazadas, establecida por la Resolución
Varias instituciones han seguido líneas es- Nº 192 de 2014 del Ministerio de Ambiente y
tratégicas del Plan de Acción y han aunado es- Desarrollo Sostenible en la que se cataloga como
fuerzos para el estudio del Cóndor Andino en los una especie en peligro.

situación de la especie CR C2a(i),


EN D
renjifo et ál. 2016

criterio a cia de una amplia gama de factores, entre los que


se incluyen la pérdida de hábitat, la cacería, la re-
El Cóndor de los Andes ha experimentado una ducción poblacional de las especies de las cuales se
drástica reducción poblacional como consecuen- alimenta, probablemente el efecto de contaminan-

155
vultur gryphus

tes, etc. La especie ha experimentado individuos maduros reproductivos es


una moderada recuperación pobla- eoo sin duda inferior a 90, posiblemente
281 655 km2
cional como consecuencia de medi- muy inferior a esta cifra (muy por
área de Ocupación (aoo)
das de conservación y un programa 23 447 km2 debajo del umbral de 250 adultos
de reintroducción en parte de su porcentaje de cambio de reproductivos). Por otra parte, en el
distribución histórica. La población hábitat 2001-2011 país se encuentran dos subpoblacio-
desconocido
nacional fue estimada en menos de nes, una que incluye los individuos
porcentaje total de
60 individuos (Rodríguez-Mahecha pérdida de hábitat de la Sierra Nevada de Santa Marta,
y Orozco 2002) y en la actualidad se desconocido Perijá y la cordillera Oriental, y otra
estima en un máximo de 100 a 150 una generación que incluye la cordillera Central y el
individuos silvestres y 35 – 40 indi- 13.1 años
Macizo Colombiano. Se estima que
3 generaciones
viduos reintroducidos (véase síntesis cada una de estas subpoblaciones
39.3 años.
de información de la especie). Esto tiene menos de 50 individuos madu-
indica claramente una recuperación ros reproductivos.
poblacional en la última década, pero CR C2a(i).
dentro de un lapso de tiempo de 3 generaciones
(39.3 años) la tendencia poblacional es probable- criterio d
mente negativa. No obstante, la reducción pobla-
cional tal vez no supere los umbrales del criterio A Tiene una población de menos de 250 individuos
ni en el pasado ni en el futuro inmediato. La espe- maduros en el país y dicha población se encuentra
cie no califica como amenazada bajo el criterio A. bajo una gama de presiones que pueden reducir
aún más el tamaño poblacional.
criterio b EN D.

B1 EOO = 281 655 km2 >> 20 000 km2. No cali- ajuste regional


fica como amenazada bajo el subcriterio B1.
B2 Área de hábitat remanente dentro de Es un taxón residente. La población colombiana y
la distribución de la especie = 23 447 km2 >> la población ecuatoriana se encuentran vinculadas
2000 km2. La distribución de su hábitat se en- por individuos que se dispersan de una a otra, en
cuentra severamente fragmentada. No califica especial de individuos que van a Ecuador. Se sabe
como amenazada bajo el subcriterio B2. que la población ecuatoriana continúa declinando
y por lo tanto se disminuye también su potencial
criterio c de tener un efecto de rescate sobre la población
colombiana. La población colombiana no se com-
La población nacional está constituida por un
porta como un sumidero, de hecho, la evidencia
máximo de 91 individuos nacidos en vida silvestre
indica más dispersión de Colombia a Ecuador que
y un máximo de 49 individuos reintroducidos. Es
en sentido contrario. No se recomienda modificar
decir, un máximo de 140 individuos (véase sín-
la categoría obtenida.
tesis de información de la especie). Sin embargo,
solo existe evidencia reproductiva de una pareja
conclusión
reintroducida en el PNN Los Nevados. No necesa-
riamente todos los individuos silvestres son adul- CR C2a(i).
tos reproductivos. Esto indica que el número de EN D.

156
vultur gryphus

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

157
circus cinereus
© gregory e yvonne dean
circus cinereus
aguilucho cenizo
cinereous harrier

síntesis de información
santiago zuluaga, maría ángela echeverry-galvis y diego soler-tovar

sobre pastizales y zonas pantanosas, acechando


ecología
ratones, aves y otras presas (G. Kattan in litt).
Esta especie se encuentra asociada con ve- Anida en el suelo, en los pastizales (Már-
getación arbustiva o herbácea (Henry y Az- quez et ál. 2005), o en plataformas entre los
nar 2009) en sabanas y humedales (Brown juncos de los pantanos (GRIN 2010a), entre
y Amadon 1968; Márquez et ál. 2005). Su los meses de octubre y enero, en el sur de su
distribución se extiende desde Colombia y distribución.
Ecuador, donde es una especie poco común
(GRIN 2010a), hasta el sur de Perú, Bolivia, población
Paraguay y Brasil (Márquez et ál. 2005). En
el límite sur de su distribución, en Tierra del BirdLife International (2009d) estima una po-
Fuego e islas Malvinas (del Hoyo et ál. 1994), blación total de unos 10 000 individuos, a partir
es parcialmente migratoria (Bildstein 2004; de densidades poblacionales de especies relacio-
Márquez et ál. 2005) y tiene mayor densidad nadas. Ferguson-Lees y Christie (2001) estima-
de individuos que en el norte. ron de 12 000 a 38 000 parejas distribuidas de
Su dieta está constituida principalmente manera heterogénea en su área de distribución
por aves como Fulica spp. (Ferguson-Lees y en Suramérica, con una población más abun-
Christie 2001), que en Argentina constituye dante en la porción sur del continente, mientras
hasta el 95 % de la dieta (Bo et ál. 2000), pero que en Ecuador y Colombia es bastante escaso
también consume mamíferos, reptiles, insec- (Ridgley y Greenfiel 2001; GRIN 2010a).
tos (Figueroa y Corales 1999; Márquez et ál.
2005), arácnidos (Jiménez y Jaksic 1988), y, amenazas
en ocasiones, carroña (GRIN 2010a). Su méto- La especie es afectada por la degradación de
do de caza consiste en un planeo lento y bajo su hábitat de sabanas y humedales, por la ga-

159
circus cinereus

nadería, las plantaciones de pino y eucalipto, y el son similares a los de otras especies del género,
drenaje de los pantanos (Jaksic y Jiménez 1986 pero difieren de las demás en la existencia de nidi-
citados en Figueroa y Corales 1999). Ferguson- ficación colonial, defensa colectiva de los nidos y
Lees y Christie (2001) sugieren que el uso de ausencia de agresividad entre los ejemplares de la
plaguicidas afecta la calidad del hábitat y la dispo- colonia (Saggese y De Lucca 1995).
nibilidad de presas.
medidas de conservación
historia de vida tomadas
La información existente sobre la especie es es- Se encuentra incluida en el Apéndice II de CITES
casa. Se considera que los hábitos reproductivos (UNEP-WCMC 2015).

situación de la especie EN B2ab(i,ii,iii,v); C2a(ii); D


renjifo et ál. 2016 VU B1ab(i,ii,iii,v)

regiones del país más intensa- distribución y población de C.


eoo
15 255 km 2 mente visitadas por ornitólogos cinereus, es posible que otros
área de hábitat y observadores de aves indican factores como la intensificación
remanente que la especie se encuentra ex- de la agricultura y la ganadería,
42.4 km2
tinta en la cordillera Oriental. así como el incremento en el uso
porcentaje de cambio
En esta cordillera la especie des- de agroquímicos, tuvieran un
de hábitat 2000-2011
-2 % apareció incluso de la mente de papel determinante.
porcentaje total de los ornitólogos, pues se pasó por
pérdida de hábitat alto en obras que han llamado la criterio a
98.7 %
atención sobre la desaparición o
una generación Estimamos que la especie ha
7.8 años amenaza de las aves de los hu-
perdido el 98.7 % de su hábitat
3 generaciones medales de la cordillera Oriental
en Colombia. En un lapso de
23.4 años (por ejemplo, Fjedsa 1985; Hil-
tiempo de 10 años esta pérdida
ty 1985; Rodríguez et ál. 1986;
fue de un 2 % (se consideran há-
Circus cinereus tuvo una ám- Renjifo et ál. 2002). Otra po-
bitats de la especie todo tipo de
plia distribución en la cordille- blación se encuentra en los An-
humedales y cuerpos de agua
ra Oriental en Boyacá y Cundi- des del sur del país en Nariño y
continentales de montaña). La
namarca, con un ámbito altitu- Putumayo en un ámbito altitu-
proporción de pérdida de há-
dinal de 1700 a 2600 m (Hilty dinal de 2200 a 3000 m (volcán
bitat probablemente sería ma-
y Brown 1986). Hay registros Cumbal, La Cocha, valle de Si-
yor si se incluyeran ecosistemas
tanto en la vertiente occidental bundoy) (Hilty y Brown 1986).
abiertos silvestres en el área de
(Anolaima y Albán) como en la Esta población aún subsiste
distribución. El ritmo de pérdi-
oriental (Choachí) y en el altipla- pero se encuentra negativamen-
da de hábitat de la última déca-
no (Laguna de Fúquene, Sibaté, te afectada como todas las espe-
da de la cual se cuenta con datos
Zipaquirá, Chocontá) (Olivares cies dependientes de humedales
no indica que la especie esté dis-
1969). La inexistencia de regis- y ecosistemas naturales abiertos.
minuyendo lo suficientemente
tros durante varias décadas de Si bien la pérdida de hábitat se-
rápido en tamaño poblacional
un ave grande, conspicua y de guramente jugó un papel deter-
como para encontrarse amena-
fácil identificación en una de las minante en la reducción de la
zada bajo el criterio A.

160
circus cinereus

criterio c mente también la intensificación


criterio b
de la agricultura y la ganadería,
B1 EOO = 15 255 km2 < 20 000 La densidad poblacional de C. así como del uso de agroquími-
km2. El hábitat de la especie se cinereus ha sido estimada en me- cos. Por lo tanto califica como en
encuentra severamente frag- nos de 5 ind/km2 en el norte de peligro bajo el criterio D.
mentado por la pérdida y de- la estepa patagónica en Argentina EN D.
gradación de su hábitat (a). (Ralph 1985) y 22 ind/km2 en el
Los procesos de degradación de PN Torres del Paine en el sur de ajuste regional
hábitat no están en proceso de Chile (Jiménez y Jaksik 1988).
revertirse, por lo que se estima Es un taxón residente reproduc-
De acuerdo a lo limitado de la
que la especie continuará dis- tor del país. Su población na-
distribución actual y las densida-
minuyendo (b) en cuanto a ex- cional hace parte de un mismo
des conocidas, la población en el
tensión de presencia (i), área de continuo geográfico con la po-
país estaría entre 212 y 933 indi-
ocupación (ii), extensión y/o blación de Ecuador por lo cual
viduos, asumiendo un 100 % de
calidad de hábitat (iii) y número se estima que podría ser objeto
ocupación del hábitat. Por esta
de individuos maduros (v). de inmigración desde ese país.
razón estimamos que la pobla-
VU B1ab(i,ii,iii,v). No se espera que la inmigración
ción nacional es inferior a 250 in-
B2 Área de hábitat rema- disminuya en el corto plazo. Por
dividuos maduros. Se infiere que esta razón se recomienda dismi-
nente = 42.4 km2 < 500 km2. El continuará disminuyendo (2) y
hábitat de la especie se encuen- nuir la categoría de la especie en
que entre el 95 y el 100 % de la un paso.
tra severamente fragmentado por población hace parte de una mis-
la pérdida y degradación de su
ma subpoblación (a(ii)). conclusión
hábitat (a). Los procesos de de-
CR C2a(ii).
gradación de hábitat no están en EN B2ab(i,ii,iii,v); C2a(ii); D.
proceso de revertirse por lo que VU B1ab(i,ii,iii,v).
criterio d
se estima que la especie continua-
rá disminuyendo (b) en cuanto a Tiene un tamaño poblacional
extensión de presencia (i), área estimado en menos de 250 indi-
de ocupación (ii), extensión y/o viduos maduros y esta población
calidad de hábitat (iii) y número se encuentra amenazada por un
de individuos maduros (v). conjunto de factores que involu-
EN B2ab(i,ii,iii,v). cran pérdida de hábitat, posible-

161
circus cinereus

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

162
rallus semiplumbeus
© daniel uribe
rallus semiplumbeus
Rascón Andino, Tingua Bogotana
Bogota Rail

síntesis de información
loreta rosselli, andrea morales-rozo y juan david amaya-espinel

ecología se les ve caminando inclusive en potreros ale-


daños a los humedales y ocasionalmente na-
El Rascón Andino es una especie endémica dando (J. Zuluaga-Bonilla com. pers.; L. Ros-
de la cordillera Oriental de los Andes colom- selli obs. pers.).
bianos y específicamente de los humedales Se alimenta de invertebrados acuáti-
del altiplano cundiboyacense entre 2500 y cos en parches de vegetación acuática cerca
3100 m. Depende en gran parte de juncales de áreas de ronda y ribera, principalmente en
de Schoenoplectus californicus. Habita hume- las primeras horas de la mañana y al atardecer
dales en donde el junco S. californicus está (Benítez-Castañeda et ál. 2005). Por lo ge-
mezclado con otra vegetación acuática emer- neral anda solo o en parejas, vocaliza con fre-
gente (Juncus effusus, Polygonum punctatum, cuencia y responde a grabaciones, se acerca de
Rumex obtusifolius, Bidens laevis, Hydrocotyle forma indirecta lo que indica que es bastante
ranunculoides y Carex acutata), con vegeta- territorial durante todo el año (Rosselli et ál.
ción flotante, espejos de agua con vegetación 2010). Se estimaron territorios de 0.2-0.45 ha
sumergida y juncales de Typha sp. (Benítez- para dos parejas en el Lago de Tota. Estos te-
Castañeda et ál. 2005; Rosselli 2011). Según rritorios se encontraron en áreas donde predo-
Rosselli et ál. (2010), el 60 % de 292 regis- minaba Typha y en menor grado S. californicus
tros de R. semiplumbeus ocurrió en juncales de (Varty et ál. 1986). En el humedal de La Flori-
S. californicus y el 32 % en vegetación emer- da, se observaron tres parejas con territorios de
gente enraizada. Macana (2007) también en- 0.1-0.15 ha en áreas en las que predominaba
contró la mayor cantidad de individuos en este S. californicus y, en menor grado, Typha sp.
tipo de juncales y otros asociados con cortade- (Lozano 2002). En áreas rurales, esta especie
ra (Rhynchospora aristata) en el Lago de Tota. tiene cierta capacidad de colonizar nuevos hu-
Sin embargo, en sitios con poca perturbación medales como lo demuestra su presencia en

164
rallus semiplumbeus

algunas antiguas gravilleras en de 2002 en zona de juncal. Esta humedales en el 2007 y 3 indi-
el río Siecha (Guasca, Cundina- zona se encontraba en relativo viduos en dos humedales en el
marca) (G. Stiles y L. Rosselli buen estado respecto de otras 2008 (J. Zuluaga- Bonilla com.
obs. pers.). cercanas, recientemente quema- pers.). En febrero de 2010, J.R.
L. Agudelo y P. Camargo das. En Suesca en el 2006, L. Salamanca (com. pers.) observó
(com. pers.) observaron un in- Rosselli observó 4 individuos. diez individuos en la laguna de
dividuo construyendo un nido En Lago de Tota, Benítez- Pachacual, zona amortiguadora
con kikuyo seco, cerca del borde Castañeda et ál. (2005) en- del PNN Cocuy. Rosselli y Stiles
del humedal de Jaboque a finales contraron un promedio de (2012) y Rosselli et ál. (2010)
de enero de 2010. Zerda et  ál. 53.8 individuos (rango=46-62, encontraron 2 y 6 individuos
(2005) también registraron ani- DS=2.33) en 6 muestreos y diez respectivamente en los hume-
dación de R. semiplumbeus en estaciones entre 2004 y 2005, y dales de Torca y Guaymaral en
Jaboque. Macana (2007) en una densidad de 6.8 ind. /10 ha el D.C.; entre 8 y 28 en Neu-
julio de 2006 observó en el sec- en el área vital que para la lagu- ta (Soacha), La Colina y Ceuta
tor El Desaguadero del Lago de na corresponde a la porción de (Funza) y Tibitoc (Zipaquirá);
Tota una pareja construyendo vegetación acuática de 175 ha. entre 30 y 62 en La Conejera,
un nido en un juncal. Zuluaga- Se calcula que la población total
Tibanica, Jaboque y Juan Ama-
Bonilla (com. pers.) también en puede estar cerca a las 40 o 50
rillo (D. C.); cerca de 80 en la la-
Tota presenció comportamien- parejas, como lo encontraron
guna de La Herrera (Mosquera)
to reproductivo en marzo del Varty et ál. (1986), aunque infe-
2006. Junto con los datos de y cerca de 180 en Gualí (Funza).
rior a los 400 individuos calcu-
Lozano (1993, 2002), estos da- Registros anteriores al 2002
lados en 1991 por J. Fjeldså (in
tos muestran que la especie pro- muestran que la laguna de La
litt. en Lozano 2002).
bablemente anida durante todo Herrera podía tener una pobla-
Los censos realizados por
el año. Según Lozano (2002) ción estimada de 50 territorios
la Asociación Ornitológica de
en Tota se encontraron nidos en 1991, lo que representaba la
Boyacá-Ixobrychus entre 2007 y
sobre aglomeraciones de Typha segunda población más grande
2009 registraron de 9 a 29 indi-
(en una de estas áreas se mezcla- conocida (J. Fjeldså in litt. en
viduos en recorridos que cubrie-
ba con Scirpus). Los nidos con- Lozano 2002). En 33  ha del
ron alrededor del 60 % del Lago
sistían en plataformas ovaladas de Tota (J. Zuluaga-Bonilla humedal de La Florida (dentro
localizadas en la parte baja del com. pers.); en el lago Sochago- del parque de La Florida) se es-
juncal (Scirpus californicus). ta se registraron 3 individuos en timaba una población de c.a. 20
febrero de 2006 y 2 individuos parejas (F. G. Stiles in litt. 1992
población en febrero de 2007. A pesar que en Collar et ál. 1992). En 1992,
Recientemente Macana y Zu- estos censos han seguido reali- en la totalidad del humedal de
luaga-Bonilla (datos no publica- zándose, la especie no se ha vuel- La Florida (61 ha), la población
dos) calcularon 346 individuos to a registrar (J. Zuluaga-Bonilla fue estimada en 54 parejas (este
en Lago de Tota y Morales-Ro- com. pers.). Entre 2007 y 2008 censo se realizó con base en con-
zo et ál. (2007) estiman un ta- J. Zuluaga-Bonilla hizo observa- teos auditivos mensuales duran-
maño poblacional de 200 indivi- ciones en 11 humedales del área te un año) (I. E. Lozano obs.
duos para la Laguna de Fúquene de Tunja que incluían desde pe- pers. 1992). En un pantano de
y menos de 20 para Palacio y queños y naturales hasta reservo- unas 6 ha cerca de Funza se ob-
Cucunubá. Allí L. M. Renjifo rios medianos artificiales de agua servaron cinco aves en noviem-
y J. D. Amaya (com. pers.) ob- para el ganado, y encontró dos bre de 1991 (F. G. Stiles com.
servaron 5 individuos en febrero individuos de esta especie en dos pers. 1992).

165
rallus semiplumbeus

amenazas En la Laguna de Fúquene la Fundación


Humedales y la Asociación Fundadores han esta-
La principal amenaza para R. semiplumbeus sigue blecido el Monitoreo Participativo que involucra
siendo la disminución de su hábitat y en particu- personas de la comunidad previamente capaci-
lar de los juncales. Los perros presentes princi- tadas para realizar censos de aves con énfasis en
palmente en los humedales del Distrito Capital especies amenazadas y migratorias, además de
pueden depredar nidos y cazar o afectar la super- hacer talleres de educación ambiental en las es-
vivencia de adultos (Calderón-Reyes 2008). Es cuelas de Fúquene y Guachetá con el apoyo del
posible que el control de los perros en La Coneje- Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados
ra explique la alta población del rascón allá. Tanto Unidos y el I. Humboldt (Franco-Vidal y Andra-
en Bogotá como en Fúquene y Tota, las quemas de 2007).
que se dan repetidamente en los juncales pueden En diciembre de 2010 la ABO y el PNN Chin-
afectar a los rascones por destrucción de hábi- gaza establecieron un nuevo círculo para realizar
tat o de nidos (Benítez- Castañeda et ál. 2005; el Censo Navideño, debido a la importancia de la
Morales-Rozo et ál. 2007; A. Morales-Rozo y L. zona y a la presencia de diferentes especies como
Rosselli obs. pers.). Rallus semiplumbeus. La ABO hace los Censos de
En Fúquene y Cucunubá, Morales-Rozo Aves Acuáticas desde el 2007 y ha encontrado la
et ál. (2007) mencionan como factores de amena- especie en la laguna Chingaza.
za para las aves en general la cacería y la quema de
junco. En Tota Benítez-Castañeda et ál. (2005) medidas de conservación
identifican como amenaza la explotación agrícola
propuestas
intensa para cultivos de cebolla en el borde y ron-
da de la laguna con la que se elimina la vegetación Los planes de manejo de los humedales distrita-
acuática nativa y se secan áreas inundables. Por les deberían tener medidas y objetivos específicos
otro lado también representan factores de amena- para el aumento y mantenimiento de las pobla-
za la falta de información y de interés por parte de ciones de especies amenazadas como R. semi-
los habitantes que contaminan el lago con agro- plumbeus, en particular para prevenir y controlar
químicos y desechos orgánicos e inorgánicos y el la quema inducida o accidental de los juncales
uso incontrolado de agua. y eneales especialmente en verano. Algunas re-
comendaciones se pueden consultar en Van der
medidas de conservación Hammen et ál. (2008). La laguna de La Herrera y
tomadas el humedal de Gualí y otros asociados en el sector
rural de Funza tienen una gran importancia para
La especie se encuentra en los humedales de los la conservación de las dos especies de aves endé-
PNN Chingaza, Sumapaz y probablemente Cocuy.
micas y amenazadas de la sabana (R. semiplum-
El manejo de los humedales distritales por ONG beus y Cistothorus apolinari). Es deseable que la
financiadas por la EAAB, aunque intermitente, ha CAR en conjunto con la alcaldía municipal elabore
sido beneficioso por la remoción de vegetación y ejecute planes de manejo que incluyan el objeti-
para diversificar hábitats y el control de perros vo específico de cuidado y seguimiento de sus po-
en estos ecosistemas. En el sector del Lago de blaciones. Esto también aplica para el humedal de
Tota las biólogas de la Asociación Ornitológica Neuta en Soacha en el caso de R. semiplumbeus.
de Boyacá-Ixobrychus han realizado talleres de Benítez-Castañeda et ál. (2005) sugieren control
educación ambiental con niños de varias escuelas de las actividades humanas en el Lago de Tota y el
de Aquitania con recursos de La Iniciativa para manejo de la vegetación nativa asociada a la espe-
Especies Amenazadas Jorge Ignacio Hernández-
cie e implementación de programas de educación
Camacho y de Corpoboyacá.
ambiental.

166
rallus semiplumbeus

situación de la especie EN B2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016 VU C2a(ii)

criterio a criterio c
eeo
El porcentaje total de pérdida de há- 51 079 km2 Benítez-Castañeda et ál. (2005) es-
bitat se desconoce, pues no se cuenta área de hábitat
timaron una densidad poblacional
con información precisa de la distri- remanente
de 68 ind/ km2 en Tota. Pero no se
164.6 km 2
bución histórica de los humedales ha encontrado la especie en dicha
porcentaje de cambio de
del país. Por otra parte, dentro de la hábitat 2001-2011 localidad a pesar de los muestreos
distribución actual de la especie no 38.9 %
que allí se han hecho recientemen-
se presentó pérdida de hábitat en 10 porcentaje total de
te. La estimación del tamaño pobla-
pérdida de hábitat
años (se consideran como hábitats desconocido cional de la especie es compleja. Por
de la especie canales, lagunas, lagos y una generación una parte es evidente que la especie
ciénagas naturales, turberas, vegeta- 4.6 años puede alcanzar densidades poblacio-
ción acuática sobre cuerpos de agua 3 generaciones nales altas, por otra, es evidente que
13.8 años
y zonas pantanosas). La población está ausente de áreas importantes de
de la especie se ha reducido en el hábitat remanente y adicionalmente
largo plazo como consecuencia de la la especie se encuentra en pequeños
pérdida de hábitat, la depredación por perros y la humedales de páramo como aquellos que se en-
contaminación de humedales en varias partes de cuentran en el PNN Chingaza (N. Moreno y P.
su distribución. Si se toma en cuenta la pérdida de Camargo com. pers.) los cuales no son detectados
hábitat como un indicador de reducción pobla- a la escala de análisis utilizada en este estudio. Si
cional, la especie no parece estar experimentando se supone que un 50 % del hábitat remanente de
una rápida disminución en su tamaño poblacional la especie está ocupado, con la densidad poblacio-
aunque es evidente que otras amenazas si están nal estimada en Tota, la población de la especie
afectando su población. No califica como amena- sería cercana a 5600 individuos. Es claro que hay
zada bajo el criterio A. un alto grado de incertidumbre en esta estima-
ción, pero sugiere que la población de la espe-
cie se encuentra por debajo de 10 000 individuos
criterio b
maduros. Se sabe además que la población está
B1 EOO = 51 079 km2 > 20 000 km2. No califica disminuyendo. La mayor parte de la población de
como amenazada bajo el subcriterio B1. la especie se encuentra en el altiplano cundibo-
B2 Área de hábitat remanente dentro de la yacense a una distancia relativamente corta entre
distribución = 164.6 km2 < 500 km2. Tiene una sitios con poblaciones locales de la especie. Por
distribución fragmentada como consecuencia de esto se estima que la mayor parte de la población
la destrucción de su hábitat (aunque la magni- de la especie haga parte de una misma subpobla-
tud de esta pérdida no pueda ser cuantificada a ción (>95 % de la población). Es posible que en
la fecha), la depredación por perros y la contami- las poblaciones del extremo norte de la distribu-
nación especialmente en la Sabana de Bogotá y ción, como la población en la zona de amortigua-
el Lago de Tota (a). Se estima una disminución ción del PNN Cocuy tengan poca conexión con
continua en cuanto a área de ocupación (ii), ex- las poblaciones más al sur. Por estas razones se
tensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de considera que la especie es vulnerable respecto al
individuos maduros (v). criterio C.
EN B2ab(ii,iii,v). VU C2a(ii).

167
rallus semiplumbeus

criterio d conclusión
La especie no califica como amenazada bajo el EN B2ab(ii,iii,v).
criterio D. VU C2a(ii).

ajuste regional
Es un taxón endémico de Colombia, por lo tan-
to no es necesario hacer un ajuste regional de la
especie.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

168
porphyriops melanops
© daniel uribe
porphyriops melanops
polla sabanera
spot-flanked gallinule

síntesis de información
loreta rosselli, johana zuluaga-bonilla y henry david benítez-castañeda

ecología cripción similar fue realizada por Calero et ál.


(2007) en el humedal La Conejera en Bogotá.
Se encuentra principalmente en humedales na- De 91 registros en 5 humedales distritales
turales y artificiales, y en canales rurales que en 12 muestreos entre 2009 y 2010, el 82 %
tienen de bajos a moderados niveles de conta- corresponde a espejos de agua y tapete flotante
minación con presencia de espejos de agua o (Rosselli et ál. 2010). También se encuentra en
vegetación flotante, particularmente el tapete buchón (Eichhornia crassipes) y asociado a hier-
formado por las pequeñas plantas acuáticas bas acuáticas como botoncillo (Bidens laevis),
(Lemna gibba, Azolla filiculoides, Limnobium sombrillita de agua (Hydrocotyle ranunculoides)
laevigatum) (Cadena 2002b; Zuluaga-Bo- y cola de zorro (Myriophyllum platinoides) (Mo-
nilla 2004, 2007, 2008; Becerra et ál. 2005; rales-Rozo et ál. 2007; Rosselli et ál. 2010), así
Benítez-Castañeda et ál. 2005a, 2005b; Cely como en cortadera (Cyperus sp.), Eleocharis sp.
et ál. 2005; Osbahr y Gómez 2008; Van Der y pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum) (Zu-
Hammen et ál. 2008; Zuluaga-Bonilla y Ma- luaga-Bonilla obs. pers.). En un estudio realiza-
cana 2008, 2009). Allí, esta especie se alimen- do en Guasca y La Calera, Rodríguez-Grisales
ta de hojas, raíces, invertebrados y pequeños (2007) encontró que la especie es común en
animales (Becerra et ál. 2005; Osbahr y Gó- estanques y cuerpos de agua rurales rodeados
mez 2008). En las lagunas de Fúquene, El Sa- de actividad agrícola. En el 65 % de 37 lagu-
litre y La Herrera en Cundinamarca y el Lago nillas estudiadas por Rodríguez-Grisales se ha-
de Tota en Boyacá, Benítez-Castañeda et ál. llaron individuos, así como en la zona norte
(2005a, 2005b) y Cely et ál. (2005) observa- del Distrito Capital y otras localidades rurales
ron que los individuos se alimentaron median- de la sabana (Stiles y Rosselli obs. pers.). Ha-
te picoteo de la vegetación flotante fina y por bita estanques desde 168 m2 hasta cuerpos de
inmersión del pico para conseguir restos vege- agua de cientos de hectáreas como las lagunas
tales que a menudo caían en el agua. Una des- de la Herrera y el AICA Lago Tota (Macana

170
porphyriops melanops

2007; Rodríguez-Grisales 2007; entre diciembre y abril, Cely et te durante un año por Rosselli
Rosselli 2011; Zuluaga-Bonilla ál. (2005) registraron actividad et ál. (2010) solo encontraron
2004, 2007, 2008; Zuluaga- reproductiva para dos parejas evidencias de reproducción en
Bonilla y Macana 2008, 2009), entre marzo y mayo, y una entre Jaboque en diciembre.
en donde comparte hábitat con octubre y noviembre de 2003 en En la Laguna de Fúque-
otras especies acuáticas, aun con Fúquene. Becerra et  ál. (2005) ne, para la elaboración de sus
Fulica americana, especie más estimaron el periodo de repro- nidos, utilizó plantas como jun-
grande y agresiva que puede li- ducción entre marzo y septiem- co (Schoenoplectus californicus),
mitar su ocupación (Rodríguez- bre. Y Zuluaga-Bonilla (2007), hierba de sapo (Polygonum hy-
Grisales 2007). en tres años de estudio en Tunja, dropiperoides), enea (Typha  sp.)
Casi siempre andan en pa- observó reproducción desde di- y buchón (Limnobium laeviga-
rejas y en Fúquene se ocultan en ciembre hasta mayo y desde junio tum) (Cely et ál. 2005). El jun-
los juncos ante la presencia de per- a octubre, con algunas posturas co y la enea son trozados por la
sonas (Morales-Rozo et ál. 2007; extras casi de inmediato para re- pareja y al parecer, sirven como
Rodríguez-Grisales 2007); oca- poner nidadas no exitosas. En base de anclaje y para tapizar el
sionalmente también se sumer- otro estudio en Fúquene Benítez- nido; los trozos son utilizados en
gen ante la presencia humana, Castañeda et  ál. (2005a), pese tiras largas para formar el tren-
botes y/o animales domésticos, a hacerle seguimiento a parejas zado con el que se forma una
esto fue evidente en Fúquene, el conformadas, no hallaron eviden- estructura como una canasta; el
Lago de Tota y en el humedal Ja- cia de reproducción para la espe- buchón sirve como soporte para
boque (Benítez-Castañeda et ál., cie entre noviembre de 2004 a la copa en donde la hembra colo-
2005a, 2005b). Es una especie septiembre de 2005. Rodríguez- ca los huevos y la hierba de sapo,
rara en los humedales distritales; Grisales (2007) encontró juveni- es utilizada para fortalecer la es-
allí recientemente sólo se han re- les en septiembre y octubre en 5 tructura del nido, a la vez que la
gistrado pocos individuos en sec- lagunas rurales en Guasca y La pareja dispone de ramas enteras
tores localizados de Córdoba, La Calera con áreas entre 1200 m2 o trozos de esta planta para hacer
Conejera, Guaymaral, Jaboque y 1.8 ha (en ausencia de Fulica un enredado a manera de parasol
y Tibanica, asociados a sectores americana, especie territorial o techo que cubre el nido. En
con espejos de agua o vegetación que puede generar perturbación Tunja, Zuluaga-Bonilla (datos
flotante (Loaiza 2006; Rosselli a los individuos reproductivos) y no publicados) observó nidos de
2011). Sin embargo, en las zo- sugiere que prefiere reproducirse y sobre pasto kikuyo (Pennise-
nas rurales tolera disturbios por en lagunas pequeñas con vege- tum clandestinum) en cercanías
intervención agrícola y ganadera, tación de borde que le ofrezca a la orilla. En La Herrera, Pedra-
e inclusive de viviendas en baja protección. Cely et ál. (2005) za (2001) y J. Cely (com. pers.)
densidad como lo demuestran no registraron evidencias de re- determinaron plantas como el
los hallazgos de Rodríguez- producción en la Laguna de La botoncillo (Bidens laevis), junco
Grisales (2007), y la población Herrera durante 2003 y tampo- (S. californicus), lengua de vaca
presente en la Universidad de co observaron comportamientos (Rumex obtusifolius) y barbasco
Ciencias Aplicadas y Ambienta- asociados. No obstante, en sep- (Polygonum punctatum) como
les UDCA en un laguito de 125 m2 tiembre del mismo año registra- materia prima en la elaboración
(L. Rosselli obs. pers.). ron un individuo juvenil, lo cual de los nidos. Ocasionalmente
La especie aparentemente permitió suponer que al menos puede anidar sobre estructuras
se reproduce a lo largo de todo el una pareja se reprodujo entre ju- hechas por el hombre como un
año. Morales-Rozo et ál. (2007) nio y julio. De 5 humedales dis- embarcadero en el embalse de
observaron parejas con juveniles tritales estudiados mensualmen- Neusa (Cadena 2002b).

171
porphyriops melanops

Cely et ál. (2005) registraron cinco nidos Rodríguez-Grisales  (2007) encontró entre
con huevos en proceso de incubación en el año 1 y 7 individuos en 24 lagunas en el sector rural
2003, cuatro en la laguna de Fúquene y uno en la de Guasca y La Calera con el dato sobresaliente de
Laguna El Salitre; no obstante, al parecer el cons- 30 individuos en una laguna de 0.8 ha (Castilla).
tante desplazamiento de botes pudo afectar la re- Estudios realizados entre el 2003 y 2006 por Zu-
producción (Benítez-Castañeda et ál. 2005a). El luaga-Bonilla (datos no publicados), en un hume-
número de huevos por nidada oscila entre cuatro dal artificial de 353 m2 en Tunja, revelan la convi-
y siete (Zuluaga-Bonilla 2007). vencia de hasta 12 individuos de un mismo grupo
En el Lago de Tota, Benítez-Castañeda et ál. familiar. J. Zuluaga-Bonilla y C. Macana (datos no
(2005b) observaron dos juveniles, uno de cuatro publicados) registraron en 2007-2008 entre 1 y 7
semanas en el sector Playa Blanca en marzo de individuos en 11 humedales de Tunja, siendo el
2005 y uno subadulto en Santa Inés en septiembre humedal con mayor número de individuos el de la
del mismo año. El de Playa Blanca estaba junto a Finca el Capitolio.
ambos progenitores mientras que el de Santa Inés Rosselli y Stiles (2012) reportaron 4 indivi-
se halló solo y, aunque opaco, su tamaño era si- duos en el humedal de Neuta, 29 en el humedal La
milar al de un adulto, pero el color café desteñido Conejera, 19 en la Laguna del Salitre, 14 en Gravi-
del plumaje de la cabeza y cuello, además del color llera del río Siecha, 25 en Colina, 41 en Gualí, 26
amarillo pálido tanto del escudete como del pico, en el humedal de Guaymaral y 15 en Jaboque. En
parecían características de un inmaduro. Al pare- la Hacienda Los Laureles y la Laguna La Herrera,
cer, se trataba de un individuo ya independiente de cerca de 50 individuos y en un sector de espejo de
aproximadamente ocho semanas de edad. agua del humedal de Córdoba se registró por pri-
mera vez un individuo en diciembre de 2009, pero
población no se estableció (L. Rosselli obs. pers.).
En el río Bogotá se han observado consecu-
Las poblaciones han descendido de manera preo-
tivamente durante los últimos seis años entre tres y
cupante durante la última década (Cadena 2002b),
cinco individuos hacia la margen que limita con el
ya que son pequeñas, aún en grandes humedales
Parque La Florida, a escasos 100 metros del puen-
como Fúquene, en donde Morales-Rozo et  ál.
te vehicular sobre el río que conduce de Engati-
(2007) calculan cerca de 100 individuos y Be-
vá hacia el Parque (Benítez-Castañeda obs. pers.;
nítez-Castañeda et ál. (2005a), un promedio de
Benítez-Castañeda 2004). A pesar de registrar
19.25+ 7.58 ind/conteo (n = 4 conteos); Cucu-
nuevos datos, es razonable suponer que la pobla-
nubá y Palacio con menos de 20 individuos (Mo-
ción ha seguido disminuyendo a través de todo su
rales-Rozo et ál. 2007); en Tota C. Macana y J.
estrecho ámbito de distribución (Cadena 2002b).
Zuluaga-Bonilla (datos no publicados) estimaron
un total de 118 individuos mientras que Benítez-
amenazas
Castañeda et ál. (2005a) encontraron un prome-
dio de 29.17 + 0.94 ind/conteo (n = 6 conteos). Aparentemente la contaminación que lleva a la
Adicionalmente, Benítez-Castañeda et ál. (2005a) disminución de los principales hábitats para la es-
calcularon densidades de 4.26 ind/10 ha en Fú- pecie, es decir, los espejos de agua y el fino tapete
quene y 5.75 ind /10 ha en Tota. Estas densida- cubierto por pequeñas plantas flotantes (Lemna
des se restringen al área vital de la especie en las gibba y Azolla filiculoides), constituye la principal
lagunas equivalentes a su hábitat, que en el Lago amenaza, pues cuando estos hábitats son recrea-
de Tota es de cerca de 175 ha (no para el área dos, la especie aumenta o aparece otra vez como
total de las lagunas que incluyen zonas de espejo ha ocurrido en Tibanica y Córdoba. El aumento
de agua a veces muy profundas en las que no se ha de contaminación puede causar la invasión de ve-
registrado la especie). getación flotante de mayor porte (Eichhornia cras-

172
porphyriops melanops

sipes). Entre tal tipo de vegetación y la especie en Salitre (Hacienda Timaná, municipio de Guasca)
cuestión, Rodríguez-Grisales (2007) encontró una fue secada por los propietarios lo cual produjo la
relación negativa, que se extiende también a otros disminución de la población a la mitad de lo que
tipos de vegetación invasora no apta para la espe- se venía viendo en años pasados (F. Stiles y L. Ros-
cie. El reemplazo de la vegetación acuática nativa selli obs. pers.). En épocas de sequía, muchos de
tipo pleustofítica y helofítica por otra foránea (por estos reservorios en fincas son aprovechados para
ejemplo, Elodea sp.), considerada una de las posi- riego, por lo que bajan los niveles de sus aguas
bles causas que condujo a la extinción de Podiceps hasta el punto de afectar su presencia (L. Rosselli
andinus (Fjeldsa 1993), puede afectar de alguna obs. pers.). En 2008 el humedal de la vereda la
manera la reproducción de la especie si se tiene en Esperanza de Paipa fue secado totalmente para dar
cuenta que está asociada a parches de vegetación paso a ganadería (A. Gutiérrez obs. pers.).
nativa exclusivamente y esta otra vegetación afecta La disminución de la especie en Tunja ha
su locomoción (Benítez-Castañeda et ál. 2005 a, sido notoria desde que se activó la carretera cir-
b; Cely et ál. 2005). cunvalar. Esta carretera va de sur a norte, de modo
Stiles y Rosselli (2012) encontraron que la que impacta todos los humedales, incluso es po-
urbanización es una amenaza para esta especie, sible encontrar animales atropellados. Sumado a
ya que fue el factor significativo más importante esto, está la cacería por parte de perros y perso-
que se relaciona negativamente con su presencia y nas (J.  Zuluaga-Bonilla y C. Macana obs. pers.).
abundancia en los humedales de la Sabana. El caso más urgente se viene presentando desde
La presencia de perros y ratas, comunes so- mediados del 2009: una empresa de buses loca-
bre todo en los humedales distritales (Calderón- les rellenó con tierra un caño que formaba parte
Reyes 2008), representa una amenaza para hue- del humedal de la finca el Capitolio, con lo cual se
vos, jóvenes y adultos (Pedraza 2001; Becerra et redujo el hábitat. En el 2010 el lago se encontra-
ál. 2005). La cacería con perros entrenados o con ba sin agua por causa de la fuerte temporada seca,
armas, la quema de juncal para dar paso a la fron- así que no se registró ni un solo individuo. Una
tera agrícola, pastos para ganado, basuras domés- situación semejante se presentó en el resto de hu-
ticas, vertimientos de residuos son una amenaza medales tunjanos (J. Zuluaga-Bonilla y C. Macana
para la población de la especie en el Lago de Tota, obs. pers.).
el lago 1 Termopaipa III y el humedal de la ve- De otra parte, y aunque aparentemente en
reda la Esperanza-Paipa (Benítez-Castañeda et ál. menor medida (no hay datos suficientes al respec-
2005a, 2005b; Cely et ál. 2005; Gutiérrez 2007; to), la cacería de la especie para consumo domés-
Macana 2007; Zuluaga-Bonilla 2008; Zuluaga- tico, se suma a los factores de amenaza, al me-
Bonilla y Macana 2008, 2009). nos en la laguna de Fúquene (Benítez-Castañeda
La Laguna de la Herrera, que aloja una im- et ál, 2005; Benítez-Castañeda obs. pers.)
portante población de la especie, así como de otra
gran variedad de aves acuáticas, está en avanzado historia de vida
grado de deterioro por la destrucción de los cerros
No hay información para la especie.
aledaños para explotación de canteras y contami-
nación de aguas. No hay acciones visibles por parte
medidas de conservación
de las autoridades ambientales para conservarla.
Como la mayor parte de la población está en tomadas
humedales y estanques rurales presentes en fincas El manejo de los humedales distritales a través de
privadas, una amenaza potencial es el manejo que la administración de organizaciones no guber-
los dueños le den a esos cuerpos de agua. Recien- namentales financiadas por la Empresa de Acue-
temente (2008) la mayor parte de la Laguna del ducto y Alcantarillado de Bogotá y la Secretaría

173
porphyriops melanops

Distrital de Ambiente ha sido queros sobre la importancia de tratamiento por parte de las au-
beneficioso, pues mediante la las aves presentes en sus propie- toridades ambientales, hay que
remoción de vegetación se han dades. En particular, la Laguna considerar que, para ejecutar
diversificado los hábitats y se ha de la Herrera, el último relicto cualquier proceso de manejo y
controlado la presencia de perros natural de humedal de impor- extracción de vegetación acuáti-
en estos ecosistemas. Sin embar- tancia en la Sabana (Van der ca o de dragado, como los que
go, en algunos casos las interven- Hammen 2003) está desprovista se realizan en el Lago de Tota, y
ciones no tienen en cuenta los de vigilancia, control y manejo las lagunas de Fúquene, La He-
datos de poblaciones de aves y por parte de la CAR. rrera, el humedal de Gualí o los
sus requerimientos de hábitat, y Los planes de manejo de humedales del Distrito Capital,
tienen efectos adversos, como el los humedales distritales deberían debe realizarse previamente una
caso del tercio alto del humedal tener medidas y objetivos especí- evaluación de las zonas en don-
de Juan Amarillo y la profundi- ficos para el aumento y mante- de se observa la especie, para
zación del canal de Torca, que nimiento de las poblaciones de comprobar si hay o no nidadas
efectivamente drenó gran parte especies amenazadas como la po- o territorios exclusivos de ali-
del humedal. lla sabanera. Algunas recomen- mentación y refugio, y así evitar
S. Maldonado, un ciuda- daciones se pueden consultar en perturbar a las aves.
dano conservacionista, recorre Van der Hammen et ál. (2008). Dentro de los planes de
continuamente la Laguna de la De acuerdo con esta fuente, manejo y conservación, tanto de
Herrera y controla la invasión de como también lo expresan Be- las especies amenazadas como
la vegetación flotante con remo- nítez-Castañeda et ál. (2005a, de sus hábitats en la altiplanicie
ción manual. La consecuencia de cundiboyacense, deberán dise-
2005b) y Cely et ál. (2005), es
esta práctica es la creación de es- ñarse e implementarse progra-
importante el manejo dado a la
pejos de agua y la diversificación mas de educación ambiental en
vegetación que provee el hábitat
de hábitats. los que se incluya directamente
esencial para la especie (plantas
La Asociación Ornitológi- a la sociedad, a partir del cono-
flotantes y plantas acuáticas en-
ca de Boyacá-Ixobrychus, con fi- cimiento de la avifauna y de la
raizadas), ya sea como sustento
nanciación de CORPOBOYACÁ, ha biota en general, así como de las
alimenticio, soporte para nidos
realizado en el Lago de Tota ta- funciones de los humedales, sus
y perchas de residencia. Desde
lleres de sensibilización ambiental usos, importancia, prioridades y
este punto de vista, las acciones
con niños de diversos planteles necesidades de conservación.
encaminadas a la conservación,
educativos de la zona (Zuluaga-
deben centrarse principalmente
Bonilla  2008; Zuluaga-Bonilla y
en el manejo, protección y con-
Macana 2009).
servación de sus hábitats, con es-
pecial atención de la vegetación
medidas de
asociada a las actividades y su-
conservación
pervivencia de los individuos. De
propuestas igual forma, se sugiere mantener
Sería importante que las corpo- control y/o vigilancia de las ac-
raciones autónomas regionales tividades antrópicas que se desa-
con autoridad en los sitios donde rrollan en cada localidad donde
se encuentra la especie tuvieran existan registros recientes, y mo-
más control e información sobre nitorear las poblaciones.
los cuerpos de agua en sus juris- Respecto a los ecosistemas
dicciones e informaran a los fin- acuáticos que reciben cierto

174
porphyriops melanops

situación de la especie EN B2ab(iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016 VU B1ab(iii,v)

criterio a hábitat y cacería (a). Se estima una


eoo
16 020 km2 disminución continua en cuanto a
El porcentaje total de pérdida de há- extensión y/o calidad de hábitat (iii)
área de hábitat
bitat se desconoce, pues no se cuen- remanente y número de individuos maduros (v).
ta con información precisa de la dis- 93.4 km2
EN B2ab(iii,v).
tribución histórica de los humedales porcentaje de cambio
de hábitat 2001-2011
del país. Por otra parte, dentro de la 10.2 % criterio c
distribución actual de la especie, no porcentaje total de
se encontró pérdida de hábitat en un pérdida de hábitat
La recopilación de información so-
periodo de 10 años (se consideran desconocido bre la población en diferentes loca-
como hábitats de la especie canales, una generación lidades en las que se encuentra la
5.9 años especie, presentadas en la síntesis
cuerpos de agua artificiales, lagunas,
3 generaciones de información, indica que en todas
lagos y ciénagas naturales, ríos, ve- 17.7 años.
getación acuática sobre cuerpos de las localidades la población es muy
agua y zonas pantanosas). La pobla- pequeña. Incluso en los humedales
ción de la especie se ha venido reduciendo como más grandes de la región como las lagunas de Fú-
consecuencia de la pérdida de hábitat, la cacería y quene y Tota, la población estimada de la espe-
la contaminación. No obstante, no hay evidencia cie es cercana a 100 individuos en cada una. Por
que indique una rápida reducción del tamaño po- esta razón se estima que la población es inferior
blacional en el pasado ni se prevé en el futuro. No a 2500 individuos maduros y se encuentra dismi-
califica como amenazada bajo el criterio A. nuyendo. Ninguna subpoblación parece albergar
250 individuos maduros.
EN C2a(i).
criterio b
B1 EOO = 16 020 km2 < 20 000 km2. La especie criterio d
tiene una distribución severamente fragmentada
como consecuencia de la destrucción de hábitat La especie no califica como amenazada bajo el
y cacería (a). Se estima una disminución continua criterio D.
en cuanto a extensión y/o calidad de hábitat (iii)
y número de individuos maduros (v). ajuste regional
VU B1ab(iii,v). Es un taxón residente endémico de Colombia, por
B2 Área de hábitat remanente dentro de la lo tanto no es necesario hacer un ajuste regional.
distribución de la especie = 93.4 km2 < 500 km2.
Aunque se sabe que no todo el hábitat se encuen- conclusión
tra ocupado por la especie, es improbable que el
EN B2ab(iii,v); C2a(i).
área de ocupación esté por debajo del umbral de
VU B1ab(iii,v).
10 km2. Tiene una distribución severamente frag-
mentada como consecuencia de la destrucción de

175
porphyriops melanops

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

176
creagrus furcatus
© andy y gill swash
creagrus furcatus
GAVIOTA RABIHORCADA, GAVIOTA
TIJERETA, GAVIOTA DE LAS GALÁPAGOS
swallow-tailed gull

síntesis de información
mateo lópez-victoria y felipe a. estela

dae (Snow y Snow 1968; Harris 1970), como


ecología
algunas de sus presas. Según Snow y Snow
La Gaviota Rabihorcada es un ave marina de (1968) y Harris (1970), pueden existir dife-
hábitos nocturnos (Hailman, 1964) que tie- rencias estacionales en la dieta de esta gaviota,
ne colonias de anidación únicamente en las probablemente debidas a la disponibilidad de
islas Galápagos (Ecuador) y en la isla Malpe- presas en el medio. Esta gaviota se ve afectada
lo (Pacífico colombiano). Durante la época en forma moderada por los cambios climáticos
no reproductiva, esta gaviota migra hacia las típicos durante el fenómeno de El Niño que
aguas frías de Perú y Chile (Jaramillo 2003; afectan a otras aves marinas que anidan en la
Schulenberg et ál. 2007). Ocasionalmente se región (Harris 1970; Anderson 1989a) y que
ha registrado en sitios alejados de sus colonias, tienen un impacto directo, entre otras, en la
como por ejemplo en Gorgona (Estela et ál. dinámica poblacional de las presas.
2007) y en la Isla del Coco y otros puntos de Esta gaviota es monógama, al menos
las aguas territoriales de Costa Rica (Young et dentro de la misma temporada reproductiva,
ál. 2010). Estos últimos movimientos no se y parece altamente filopátrica (Harris 1970).
consideran una migración sino que correspon- El cuidado del polluelo está a cargo de ambos
den a desplazamientos en época no reproduc- padres, quienes se turnan las actividades du-
tiva, en busca de zonas de alimentación. Esta rante todas las etapas del ciclo reproductivo
gaviota se alimenta de peces e invertebrados (Snow y Snow 1967; Harris 1970).
pelágicos de mar abierto y captura sus presas En Malpelo, al menos una especie de la-
en la superficie del agua, sin realizar clavados. garto terrestre (Diploglossus millepunctatus) y
Aunque se conoce muy poco sobre su dieta, se un cangrejo terrestre (Johngarthia malpilensis)
han identificado peces de las familias Clupei- pueden depredar ocasionalmente polluelos
dae, Engraulidae y Exocoetidae y calamares de pequeños descuidados y existe también la
las familias Ommastrephidae e Histioteuthi- presión depredadora ejercida por las fragatas

178
creagrus f urcatus

(F. magnificens y F. minor, según la colonia e incluso llegan has- en su compendio sobre las aves
López-Victoria y Rozo 2006; ta islas costeras o al continente marinas de Malpelo, estimaron
López-Victoria et ál. 2009). Sal- (Snow y Snow, 1968). Aunque una población adulta de 100 in-
vo cangrejos anfibios, (Grapsus especímenes de esta especie son dividuos, a partir de visitas rea-
grapsus) que roban ocasional- ocasionalmente avistados en la lizadas en la segunda mitad del
mente pollos pequeños descui- segunda mitad de los trayectos año (en distintos años). Ya que
dados, no existen depredadores entre Buenaventura y Malpe- se trata de una gaviota noctur-
terrestres de importancia para lo (a < 250 km de la Isla; M. na con un patrón de coloración
esta gaviota en las Galápagos, López y F. Estela obs. pers.), críptico (de día su dorso gris
donde se ha sugerido que la ma- se han registrado al menos dos no se distingue de los acantila-
yor presión es ejercida por de- individuos adultos cerca de las dos grises), solo un muestreo
predadores aéreos, en particular costas continentales de Colom- sistemático alrededor de la isla
fragatas (Hailman, 1964; Snow y bia, en la isla Gorgona (Estela y muy cerca de los acantilados,
Snow 1968) y el Gavilán de Ga- et ál. 2007; Estela y Zamudio permitió recientemente conteos
lápagos (Buteo galapagoensis) (F. 2007); uno de esos individuos más precisos. La población total
Estela obs. pers.). se encontró moribundo sobre actual de Malpelo oscila entre
una roca y fue depositado en la 250 y 300 individuos adultos
población colección del Instituto Alexan- (López-Victoria y Estela 2007;
der von Humboldt. M. López-Victoria, datos no
La población total de la Gaviota
Registros históricos de la publicados). Hay que tener en
Rabihorcada oscila entre 10 000
presencia y anidación de esta ga- cuenta que estas estimaciones
y 11 000 individuos adultos (re-
viota en Malpelo sugieren que la dan cuenta de los individuos
productivos). Aunque desactua-
población fluctúa a lo largo del presentes en la colonia y no con-
lizadas, las estimaciones hechas
año, pero que se ha manteni- sideran individuos juveniles du-
en Galápagos, donde se concen-
do constante durante el último rante sus primeros años de vida
tra el grueso de la población,
siglo: Townsend (1895) fue el ni adultos en proceso de muda
están alrededor de los 10 000
primero en registrar su presencia (durante la muda, entre ciclos
individuos (Harris 1973). Las
en la isla; de acuerdo con él, se reproductivos, los adultos se ale-
estimaciones realizadas en Mal-
trataba de una especie “abun- jan de la colonia, según Snow y
pelo, donde el reducido tamaño
dante”, de la que colectó cuatro Snow 1967, Harris 1970).
de la isla y de los islotes permite
conteos directos totales, sugie- individuos en marzo de 1891.
Bond y Meyer de Schauensee amenazas
ren que la población reproduc-
tiva oscila entre 250 y 300 indi- (1938), basados en observa- No existen amenazas directas
viduos (López-Victoria y Estela ciones y colectas realizadas por y actuales claramente identifi-
2007; M. López-Victoria, datos R. Smith en febrero de 1937, cadas. Sin embargo, el hecho
no publicados). Pese al reduci- mencionan la presencia de una de reproducirse en colonias y,
do tamaño de la población de colonia de 30 individuos (dos además, en islas oceánicas de
Malpelo, su importancia radica adultos y un polluelo fueron reducida superficie, hacen que
en ser la única colonia repro- colectados). Murphy (1945) co- esta especie pueda ser vulnera-
ductiva de esta gaviota por fuera lectó cinco especímenes y men- ble a la pérdida de hábitat y a
de las islas Galápagos. cionó que la población consistía especies introducidas (depre-
Los juveniles e inmaduros en unos pocos individuos (quizá dadores terrestres o patógenos,
de esta especie, una vez pres- en comparación a la gran abun- Clavero et  ál. 2009). Algunos
cinden del cuidado parental, dancia de otras aves que habitan fenómenos ambientales de gran
pasan sus primeros años lejos de Malpelo). Pitman et ál. (1995), escala, que operan en el ámbito

179
creagrus f urcatus

regional o global, pueden afec- (Harris 1970; M.  López-Victo- dad reproductiva en una de sus
tar también a esta gaviota, como ria y F. Estela obs. pers.). Se trata tres visitas a la isla (diciembre
por ejemplo el deterioro de po- de una especie monógama, cuyo 1985); López-Victoria y Estela
blaciones de peces debido al ciclo reproductivo tarda entre (2007) registraron actividades
efecto de pesquerías, el calenta- nueve y diez meses, tras los cua- reproductivas durante distintos
miento global o los fenómenos les el único juvenil criado aban- meses de distintos años, en los
de La Niña y El Niño (Ander- dona la colonia, para pasar sus que se abarcaron todas las épo-
son 1989). La distribución de primeros años lejos de las islas cas climáticas.
los nidos en Malpelo, hacia los oceánicas en las que nació (Snow
márgenes de los acantilados y en y Snow 1967; Snow y Snow medidas de
los islotes, reduce considerable- 1968; Harris 1970). La edad de conservación
mente el posible efecto deleté- abandono de la colonia se pre-
tomadas
reo de la presencia del hombre senta alrededor de tres a cuatro
en la isla (representada por una meses después de la eclosión y Las únicas colonias de repro-
pequeña guarnición militar esta- los adultos alimentan a sus crías ducción de la Gaviota Rabihor-
blecida en 1986). al menos hasta el momento de cada (islas Galápagos y Malpelo)
partir (no hay observaciones so- se encuentran protegidas bajo
historia de vida bre lo que sucede una vez aban- varias figuras de conservación.
donan la colonia, según Snow y En el caso de Colombia, la isla
En Malpelo, esta gaviota anida
en bordes de acantilados y pa- Snow 1967; Harris 1970). A los Malpelo y un sector marino ale-
redes rocosas escarpadas desde cinco años de edad aproxima- daño de radio 20 millas náuticas
muy cerca del mar hasta unos damente se presenta la primera son parte del SFF Malpelo. La
70 m de altura, donde constru- reproducción, pero no hay datos isla también es AICA (reconoci-
ye nidos rudimentarios com- confiables de la longevidad de da por Birdlife International y el
puestos de pequeñas rocas y esta gaviota (Harris 1970). Ya Instituto Alexander von Hum-
mudas de cangrejos que ubica que presenta un ciclo reproduc- boldt), Área Marina Especial-
sobre porciones de suelo de re- tivo tan demorado, las colonias mente Sensible (declarada por
lieve plano, en las que deposita se encuentran activas, en alguna la OMI) y Patrimonio Natural
un solo huevo (Hailman, 1965; fase reproductiva, durante todo de la Humanidad (reconocido
López-Victoria y Rozo, 2006; el año, y no parece existir una por la UNESCO). Por su parte,
López-Victoria y Estela 2007). sincronización en las posturas de en las islas Galápagos, la gran
La distribución de sus nidos en toda la colonia (Snow y Snow mayoría de las colonias de esta
Malpelo abarca casi todo el pe- 1967; Harris 1970). En la colo- gaviota se encuentran dentro de
rímetro de la Isla y la mayoría nia de Malpelo, R. Smith colectó las porciones terrestres del PNN
de los islotes (López-Victoria en febrero de 1937 dos adultos Galápagos, el cual también es
y Rozo, 2006). Las cópulas se y un polluelo (Bond y Meyer Patrimonio Natural de la Hu-
realizan en la proximidad de los de Schauensee, 1938); Pitman manidad (reconocido por la
nidos, a diferentes horas del día et ál. (1995) encontraron activi- UNESCO) y AICA.

180
creagrus f urcatus

situación de la especie EN D
renjifo et ál. 2016 VU D2

criterio a mos como referente el umbral más


eoo
bajo de esta estimación la especie
desconocido
En Colombia esta especie se reprodu- calificaría como en peligro en caso
área de la colonia de
ce únicamente en la isla de Malpelo. anidación de haber una amenaza a la pobla-
La tendencia poblacional en la 0.59 km2 ción (véase más adelante). Al igual
isla parece ser estable o por lo menos porcentaje de cambio de lo que ocurre con Sula granti, la
de hábitat 2001-2011
no indica una rápida disminución en amenaza más seria para esta gaviota
0 %
el tamaño poblacional (véase síntesis porcentaje total de
en Malpelo es la introducción acci-
de información). No califica como pérdida de hábitat dental o intencional de depredado-
amenazada bajo el criterio A. 0 % res como gatos, ratas o perros, cuya
una generación
eventual ocurrencia no puede des-
17.4 años
criterio b 3 generaciones
cartarse. Desde 1986 existe en la isla
52.2 años una guarnición militar permanente
EOO = desconocida. La especie cuen-
(von Prahl 1990), la cual recibe su-
ta con una única colonia reproductiva
ministro de provisiones por barco.
en el país, la cual no parece experi-
La isla también recibe visitas de barcos turísticos
mentar una disminución poblacional ni fluctuacio-
interesados en la observación de cardúmenes de
nes extremas. No califica como amenazada bajo el
peces martillo. La introducción accidental de ra-
subcriterio B1.
tas por los barcos o la eventual introducción de
B2 Área de ocupación 0.59 km2 < 10 km2.
gatos o perros como mascotas pondrían de inme-
La especie cuenta con una única colonia repro- diato en riesgo la única población nacional. Adi-
ductiva en el país. Por otra parte la especie no cionalmente dado que C. furcatus es una especie
parece experimentar una disminución poblacional con una población residente mucho más peque-
ni fluctuaciones extremas. La especie no califica ña, tiene nidadas de un solo huevo y tiene un peso
como amenazada bajo el subcriterio B2. corporal más chico que el de S. granti, se trata en-
tonces de una especie mucho más vulnerable a la
criterio c  eventual introducción de depredadores. Califica
La única colonia de anidación en el país alberga como amenazada bajo el criterio D.
entre 250 y 300 individuos adultos. No se ha ob- EN D.
servado, ni se proyecta, ni se infiere una disminu- VU D2.
ción poblacional por lo cual la especie no califica
como amenazada bajo el criterio C. No obstante, ajuste regional
en el caso de presentarse una reducción, la po- La especie es un taxón residente reproductivo. No
blación nacional calificaría de inmediato como en se sabe si la colonia en Malpelo recibe inmigrantes
peligro crítico bajo este criterio. de otras colonias en las islas Galápagos por lo cual
se recomienda no cambiar la categoría.
criterio d
C. furcatus tiene una única colonia reproductiva
conclusión
en el país (en un área de unas 59 hectáreas), la EN D.
cual alberga entre 250 y 300 individuos. Si toma- VU D2.

181
creagrus f urcatus

Distribución

Distribución

182
leptotila jamaicensis
© mikko pyhälä
leptotila jamaicensis
tortolita caribeña,
paloma caribeña
caribbean dove

síntesis de información
angélica carvajal-rueda

reproducción ocurre en los meses de enero a


ecología
mayo (J. A. Pacheco com. pers.).
Leptotila jamacensis se distribuye ampliamen-
te en el Caribe desde el nivel del mar hasta población
1000 m (Restall 2006), con varias subespecies
en las islas Bahamas, Caimán, Turcas y Caicos, La extensión de presencia global de L. jamaicensis
y Jamaica, además de Honduras, México y es de 92 200 km2 y se estima que su población
Colombia (Birdlife 2009o; Avibase 2010). La está constituida por 20 000 a 49 999 individuos
subespecie L. jamaicensis neoxena (Cory 1887) maduros. No hay evidencias de que su población
es endémica de Colombia (Hernández-Cama- haya sufrido una disminución (Birdlife 2009o).
cho et ál. 1992a), registrada únicamente en la L. j. neoxena se encuentra restringida a la isla de
isla de San Andrés; no existen registros en Pro- San Andrés (26 km2) y no existen estimaciones
videncia (Russell et ál. 1979; Restall 2006). de su densidad poblacional.
L. jamaicensis habita el bosque seco de
tierras bajas, bosques húmedos, vegetación amenazas
arbustiva seca y zonas altamente degradadas San Andrés enfrenta graves problemas de con-
(Birdlife 2009o). Ha sido registrada en di- servación debido a la sobrepoblación, urbani-
ferentes sectores de San Andrés, su hábitat zación y apertura de zonas para cultivo, lo que
más común es el bosque seco, alto y ralo, y ha ocasionado la disminución y alteración de
es observada con frecuencia en los alrededores sus ecosistemas naturales de manglar y bosques
de las lagunas internas Big Pond, cerca al ae- secos (Rosselli y Estela 2002; Franco y Bravo
ropuerto North End y con menos frecuencia 2005; J. A. Pacheco com. pers.). El hábitat de
en el manglar (J. A. Pacheco com. pers.). La la Tortolita Caribeña se encuentra fragmen-
Tortolita Caribeña usa todos los estratos del tado y en disminución (J. A. Pacheco com.
bosque, se alimenta de frutos y semillas y la pers.). Otra amenaza potencial para la Torto-

184
leptotila jamaicensis

lita Caribeña es la depredación la UNESCO como Reserva de la gen los hábitats de varias especies
por animales domésticos. Los Biosfera Seaflower. Esta reserva de aves migratorias, residentes y
fenómenos climáticos como hu- tiene un área protegida que está endémicas, entre los que se in-
racanes y sequías podrían afectar conformada por la cuenca El cluyen los de la Tortolita Cari-
las poblaciones de L. j. neoxena. Cove y los bosques de manglar. beña. Tal organización también
Estos últimos funcionan como adelanta anualmente en la isla el
historia de vida zona amortiguadora al rodear el Festival de las Aves Endémicas
área y zona de transición hacia las del Caribe, en el que se desa-
No hay información para la
áreas urbanas y de intervención rrollan actividades de educación
especie.
antrópica alta (Coralina 2002). ambiental.

medidas de El archipiélago igualmente fue


declarado como AICA (Franco y
conservación
Bravo 2005).
tomadas
En 2006 la fundación Proa-
En el año 2000 el archipiélago ves creó la Reserva Natural de las
de San Andrés fue declarado por Aves Chincherry. Allí se prote-

situación de la especie CR B1ab(iii,v)


EN B2ab(iii,v)
renjifo et ál. 2016 VU D2

criterio a eoo
distribución restringida a la isla de
43.4 km 2 San Andrés (a). Se encuentra princi-
Esta especie ha perdido el 22.9 % de área de hábitat palmente en áreas boscosas de la isla
su hábitat históricamente. Si se toma remanente
y con menos frecuencia en manglar
la pérdida de hábitat como un indi- 21 km2
(véase síntesis de información de la es-
porcentaje total
cador de la disminución de la pobla- pecie). Dada la progresiva reducción
de pérdida de hábitat
ción, no se acerca a los umbrales de 22.9 % de estos tipos de hábitat en la isla, se
amenaza bajo el criterio A. una generación estima que la especie está experimen-
4.2 años
tando una reducción en el área o cali-
criterio b 3 generaciones
12.6 años.
dad de su hábitat (iii) y en el número
B1 EOO = 43.4 km2 < 100 km2 La de individuos maduros (v).
subespecie L.  j.  neoxena tiene una EN B2ab(iii, v).
distribución restringida a la isla de San Andrés
(a). Se encuentra principalmente en áreas bosco- criterio c
sas de la isla y con menos frecuencia en manglar No hay información que permita hacer una esti-
(véase síntesis de información). Dada la progresi- mación razonablemente precisa del tamaño de la
va reducción de estos tipos de hábitat en la isla, población. Es necesaria una evaluación del tama-
se estima que la especie está experimentando una ño y tendencia poblacional.
reducción en el área o calidad de su hábitat (iii) y
en el número de individuos maduros (v). criterio d
CR B1ab(iii, v).
B2 Área de hábitat remanente = 21 km2 San Andrés se encuentra en una región frecuente-
< 500 km2. La subespecie L. j. neoxena tiene una mente afectada por huracanes, lo cual se constituye

185
leptotila jamaicensis

en una amenaza posible con un impacto severo conclusión


sobre la población de la especie. Se encuentra
amenazada bajo el subcriterio D2. CR B1ab(iii,v).
VU D2. EN B2ab(iii,v).
VU D2.
ajuste regional
La subespecie es un taxón endémico de Colombia,
por lo cual no se requiere hacer un ajuste regional.

Distribución

Distribución

186
zentrygon goldmani
© robin h. schiele
zentrygon goldmani
paloma-perdiz cabecicanela
russet-crowned quail-dove

síntesis de información
juan miguel ruiz-ovalle

ecología
En Colombia esta especie se encuentra entre el ron cuatro individuos a 1412 m de altura, en el
nivel del mar y los 1650 m, pero en Panamá ha flanco oriental del cerro Tacarcuna (J. M. Ruiz
sido reportada desde 750 m (Parker et ál. 1996 y A. Hurtado, datos no publicados).
en Renjifo et ál. 2002; Rangel 2004; Birdlife
Internacional 2008d; IUCN 2009). Se observa amenazas
en el suelo y en el sotobosque de bosques hú- Se encuentra afectada por la deforestación y la
medos y bosques de niebla (Wetmore 1968; fragmentación de los bosques en las faldas de
Hilty y Brown 1986; IUCN 2009; J. M. Ruiz, la serranía del Darién que ha producido la ex-
datos no publicados). Habita en el Darién, en pansión de la frontera agrícola y ganadera (A.
los cerros Tacarcuna, Aspavé y Limón (Hernán- Hurtado, J. M. Ruiz, R. Sagardía y M. Rubio,
dez-Camacho et ál. 1992c). En octubre fue ha- datos no publicados). La construcción de la
llado un juvenil en el río Juradó, departamento carretera Panamericana podría fragmentar aun
del Chocó (Meyer de Schauensee 1950). más su hábitat (Dinerstein et ál. 1995; Stta-
Existen dos subespecies, Z. goldmani en tersfield et ál. 1998; IUCN 2009).
las provincias de San Blas y Darién y en el no-
roeste de Colombia, así como Z. oreas en el historia de vida
cerro Chucantí y la serranía de Majé (Birdlife
No hay información para la especie.
Internacional 2008d; IUCN 2009). La especie
es localmente común (Ridgely y Gwyne 1989).
medidas de conservación
Fue observada frecuentemente en el PNN Katíos
tomadas
en marzo de 1995 y febrero de 1998, en el ca-
mino que conduce al salto el Tilupo (P. Flórez Se encuentra en el PNN Los Katíos. En su área
com. pers). En noviembre de 2008 se registra- de distribución existen territorios indígenas

188
zentrygon goldmani

Emberá y un resguardo indígena Tule (Cuna) que pueden ser parte de una estrategia de conservación local
(A. Hurtado com. pers.).

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i); D1


renjifo et ál. 2016

criterio c 2000). En la amazonía peruana hay


eoo
983.4 km 2 registros para G. montana en el PNN
Ha perdido un 8.7 % de su hábitat área de hábitat Manu 4 parejas/km2 (Terborgh et
históricamente y en 10 años experi- remanente ál. 1990). Si se toma como referente
mentó una recuperación  de 10.6 %. 277.3 km2
de manera conservadora la densidad
Si se toma la pérdida de hábitat como porcentaje de cambio
más baja y el área de hábitat rema-
de hábitat 2000-2010
un indicador de la disminución de la 10.6 % nente (277.3 km2), la población de la
población, no se acerca a los umbra- porcentaje total de especie en el país sería de unos 280
les de amenaza bajo el criterio A. pérdida de hábitat
individuos. Esto es menos de 2500
8.7 %
una generación
individuos maduros y cerca del um-
criterio b 4.6 años bral de 250 individuos maduros. Por
B1 EOO = 983.4 km2 < 5000 km2. 3 generaciones lo tanto cada subpoblación tendría
13.8 años menos de 250 individuos maduros.
Tiene una distribución naturalmen-
te fragmentada en las serranías de la EN C2a(i).
frontera colombo-panameña (a) y
parece haber ocurrido alguna pérdida de hábitat. criterio d
Está declinando (b) al menos en cuanto a área y/o
Parece tener menos de 1000 individuos maduros
calidad de hábitat (iii) y en número de individuos
en el país y hay un riesgo de pérdida de hábitat
maduros (v).
dentro de su distribución.
EN B1ab(iii, v).
VU D1.
B2 Área de hábitat remanente = 277.3 km2
< 500 km2. Tiene una distribución naturalmente
ajuste regional
fragmentada en las serranías de la frontera colom-
bo-panameña (a) y parece haber ocurrido alguna Es un taxón residente que se reproduce en el país.
pérdida de hábitat. Está declinando (b) al menos La población nacional hace parte de un mismo
en cuanto a área y/o calidad de hábitat (iii) y en continuo geográfico con las poblaciones paname-
número de individuos maduros (v). ñas por lo cual se estima que sí es objeto de in-
EN B2ab(iii,v). migración desde ese país. No se espera que la in-
migración disminuya dado que los bosques en la
criterio c frontera de los dos países se encuentran en buen
estado. Por esta razón se recomienda disminuir la
No existen estimaciones de densidad poblacional
categoría de la especie en un paso.
para Z. goldmani, pero sí las hay para otras especies
relacionadas en el centro de Panamá: Leptotrygon
conclusión
veraguensis 0.5 parejas/km2, G. violacea 4 parejas/
km2, G. montana 15 parejas/km2 (Robinson et ál. VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i); D1.

189
zentrygon goldmani

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

190
heliangelus zusii
© robin h. schiele
heliangelus zusii
heliangelus de bogotá
bogota sunangel

síntesis de información
juan l. parra

ecología y las tres especies del género Aglaiocercus,


que se distribuyen en el bosque montano des-
Esta especie se conoce de un espécimen en la de Venezuela hasta Bolivia (900-3000 m).
Academia de Ciencias Naturales de Fildadelfia.
A pesar de su nombre común, su origen y dis- amenazas
tribución son desconocidos (Graves 1993) y es
Aunque no es posible evaluar las amenazas, se
posible que se encuentre extinta (Renjifo et ál.
presume que es de distribución restringida y
2002). Con base en datos moleculares (Kirch-
tiene un reducido tamaño poblacional.
man et ál. 2009) se ha establecido que se re-
laciona con especies del género Taphrolesbia y historia de vida
Aglaiocercus y no con otras especies del géne-
No hay información para la especie.
ro Heliangelus, como propuso Graves (1993).
Este estudio confirma que es una especie váli-
medidas de conservación
da y relacionada con el clado que incluye a Ta-
phrolesbia griseiventris, un ave de zonas semiá- tomadas
ridas en altas elevaciones (2600-3500 m) de Ninguna conocida. Está incluida en el Apén-
distribución restringida en el noroeste de Perú dice II de CITES (UNEP-WCMC 2015).

192
heliangelus zusii

situación de la especie CR-PE C2a(i)


renjifo et ál. 2016

cordillera Oriental. En efecto, Choachí, cerca de


análisis de riesgo
Bogotá, está ubicado en un enclave seco que fue
Como se precisa en la síntesis de información de origen habitual de los especímenes etiquetados
la especie, este taxón se conoce exclusivamente como “pieles de Bogotá”. Es importante llevar a
de un espécimen colectado en 1909 sin localidad cabo una búsqueda de la especie en los enclaves
precisa, presumiblemente en la cordillera Oriental secos de la cordillera Oriental colombiana, tales
de Colombia. Por esta razón no existe informa- como Choachí, Villa de Leyva, los cañones del
ción que permita evaluar a la especie bajo los cri- Chicamocha y el Suárez, etc. En caso de encon-
terios A, B, C, D y E. Es altamente probable que trarse una población de la especie esta debería ser
esta especie se encuentre extinta, no obstante, en protegida de inmediato y habría que implementar
la síntesis de información J. L. Parra llama la aten- acciones para su recuperación.
ción sobre el número de especies de colibríes des- El caso de Amazilia castaneiventris resulta
cubiertos recientemente y la posibilidad de que muy ilustrativo (dado que podría representar un
aún existan poblaciones relictuales de la especie. caso similar) y permite conservar las esperanzas
En Renjifo et ál. (2002) la especie fue eva- de un eventual redescubrimiento de Heliangelus
luada como DD, pues no se tenía certeza de que zusii. En Renjifo et ál. 2002 A. castaneiventris
esta fuese una especie válida o que existiera una fue considerada CR y solo se sabía de un registro
población de la misma en la actualidad. Hoy en visual de la especie en Villa de Leyva (B. López-
día se sabe no solo que la especie sí es válida, sino Lanús) en los 30 años previos a la publicación de
que pertenece a un grupo asociado a enclaves se- Libro Rojo de aves de Colombia 2002. Hoy en día
cos en los Andes. Esta especie podría permanecer la especie ha sido redescubierta en el cañón del
como DD o ser considerada extinta EX, dado que Chicamocha, en donde es localmente común y ha
no existe información para evaluar la especie bajo sido avistada nuevamente en Villa de Leyva (R.
Schiele com. pers.) (véase información sobre la A.
los criterios A, B, C, D o E. No obstante, por
castaneiventris en este libro).
criterio de precaución, se considera a esta espe-
cie como en peligro crítico CR probablemente
conclusión
extinta PE, dado que podría existir una pobla-
ción relictual C2a(i) en algún enclave seco de la CR-PE C2a(i).

193
heliangelus zusii

Distribución

Distribución actual desconocida

194
anthocephala floriceps
© daniel uribe
anthocephala floriceps
colibrí cabecicastaño de santa marta
santa marta blossomcrown

síntesis de información
andrea morales-rozo, alejandro rico-guevara,
miguel moreno-palacios y maría lozano-jaramillo

de la especie para la época reproductiva, hacen


ecología
que la destrucción del hábitat sea una amena-
Ha sido registrado en bosques premontanos za para su persistencia.
de húmedos a secos, crecimientos secunda- La temporada reproductiva ha sido re-
rios, cafetales y en bordes de áreas interveni- portada entre septiembre y octubre (Hilty y
das (Hilty y Brown 1986; Salaman y Renjifo Brown 1986). Se han registrado asambleas de
2002), así como en bosque en filo de monta- cortejo en noviembre y diciembre de 2007
ña (F. G. Stiles com. pers.). (N. Athanas com. pers.). En octubre de 2007
Han sido observados individuos solita- se colectó una hembra con ovario desarrolla-
rios alimentándose de flores pequeñas, princi- do y dos machos con testículo izquierdo de
palmente de corola tubular delgada en estrato 0.5 mm (F. G. Stiles com. pers.).
bajo (Hilty y Brown 1986), e.g. Lantana sp. La especie es común en la SNSM (Sala-
(A. Rico-Guevara obs. pers.). La especie ha man y Renjifo 2002), y sus poblaciones pare-
sido registrada en pocas localidades, por lo cen mostrar migraciones altitudinales. En una
cual es considerada rara y local. Se presume misma localidad puede ser bastante común en
una disminución en su población por efecto ciertas épocas del año (probablemente esto
del deterioro y disminución del hábitat en coincide con la fenología de sus principales
sus áreas de distribución (Salaman y Renjifo recursos alimenticios), y completamente au-
2002). Los machos se congregan en asam- sente en épocas de escasez (F. G. Stiles com.
bleas de cortejo (leks) que han sido reportadas pers.; M. Moreno-Palacios obs. pers.).
en el interior de bosques con dosel cerrado,
desde perchas horizontales, expuestas a baja amenazas
altura entre 2-5 m (Hilty y Brown 2001; Sala-
man y Renjifo 2002; N. Athanas com. pers.). La principal amenaza para esta especie es la
Estos requerimientos ecológicos, particulares destrucción del bosque por cultivos ilícitos y
fumigaciones con herbicidas. Hoy en día sola-

196
anthocephala floriceps

mente permanece el 15 % de la vegetación original protegidas y que las corporaciones de cada región
en la SNSM. en conjunto con las alcaldías elaboren y ejecuten
planes de manejo que incluyan el objetivo especí-
historia de vida fico de cuidado y seguimiento de las poblaciones
de esta especie.
No hay información para la especie.

medidas de conservación comentarios


tomadas Anthocephala pertenece a uno de los dos únicos
géneros de aves endémicos de Colombia (junto
Se encuentra en el Apéndice II de CITES (UNEP-
con Hypopyrrhus). Recientemente las dos subes-
WCMC 2015). La especie ha sido registrada en las
pecies floriceps y berlepschi han sido reconocidas
siguientes reservas: Reserva Natural de Aves El Do-
como especies, debido a sus diferencias en nicho
rado (Magdalena) y Eco-parque Los Besotes (Ce-
climático, genéticas y morfológicas (Lozano-Ja-
sar). Sin embargo existen épocas en las que migra
ramillo et ál. 2014; Remsen et ál. 2015). Antho-
altitudinalmente hacia áreas no protegidas que han
cephala floriceps se halla restringida a la SNSM entre
de ser identificadas para asegurar su subsistencia.
los 500 y 1700 m (Hilty y Brown 1986; Salaman
y Renjifo 2002). Los análisis de distribución po-
medidas de conservación
tencial de la especie basados en datos climáticos
propuestas
predicen que el rango actual podría ser más am-
Sugerimos que las AICAS Valle de San Salvador, plio, especialmente en la cordillera Central (Loza-
Valle del Río Frío sean designadas como áreas no-Jaramillo et ál. 2014).

situación de la especie VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016

criterio a tado por la deforestación (a). La


eoo reducción del conflicto armado
9053 km2 La especie ha experimentado en la región de la Sierra Nevada
área de hábitat
una reducción de 56 % de los de Santa Marta hace preveer una
remanente
1600 km2 bosques en su área de distribu- reactivación de la deforestación
área remanente ción histórica y en diez años ha con un efecto proyectado de re-
ponderada por
tenido una leve recuperación de ducción (b) en cuanto a área de
idoneidad de hábitat
(aoo estimada) hábitat de 4.6 %. Si se toma la ocupación (ii), extensión y/o ca-
912.5 km2 pérdida de hábitat como un in- lidad de hábitat (iii) y número de
porcentaje de cambio
dicador de la disminución de la individuos maduros (v).
de hábitat 2000-2010
4.6 % población, la especie no califica VU B1ab(ii,iii,v).
porcentaje total de como amenazada bajo el crite- B2 Área de hábitat rema-
pérdida de hábitat
rio A. nente = 1600 km2; AOO esti-
56 % mada = 912.5 km2 < 2000 km2.
una generación
El hábitat de la especie se en-
4.15 años criterio b
cuentra severamente fragmenta-
3 generaciones
12.5 años B1 EOO = 9053 km2 < 20 000 do por la deforestación (a). La
km2. El hábitat de la especie se reducción del conflicto armado
encuentra severamente fragmen- en la región de la Sierra Nevada

197
anthocephala floriceps

de Santa Marta hace prever una reactivación de criterio d


la deforestación con un efecto proyectado de re-
ducción (b) en cuanto a área de ocupación (ii), No califica como amenazada bajo el criterio D.
extensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de
individuos maduros (v). ajuste regional
VU B2ab(ii,iii,v). Es endémica de Colombia, por lo cual no es nece-
sario hacer un ajuste regional.
criterio c
No hay estimaciones de densidad poblacional de la conclusión
especie ni otras fuentes de información que permi- VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).
tan hacer una estimación del tamaño poblacional.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

198
anthocephala berlepschi
© craig brooks
anthocephala
berlepschi
colibrí cabecicastaño
del tolima
tolima blossomcrown

síntesis de información
alejandro rico-guevara, andrea morales-rozo, miguel moreno-palacios
y maría lozano-jaramillo

ecología se congregan en asambleas de cortejo (leks)


que han sido reportadas en el interior de bos-
Este colibrí ha sido registrado en bosques pre- ques con dosel cerrado, desde perchas hori-
montanos de húmedos a secos, crecimientos zontales y expuestas, a baja altura entre 2-5 m
secundarios, cafetales y en bordes de áreas (Hilty y Brown 2001; Salaman y Renjifo
intervenidas en el valle del Magdalena entre 2002; N. Athanas obs. pers.; A. Rico-Guevara
1200 y 2300 m (Hilty y Brown 1986; Sala- obs. pers.). Estos requerimientos ecológicos,
man y Renjifo 2002; M. Moreno-Palacios y particulares de la especie para la época repro-
A. Rico-Guevara obs. pers.). También se ha ductiva, hacen que la destrucción del hábitat
registrado en bosque montano alto (N. Gu- sea una amenaza para su persistencia.
tiérrez-Pinto com. pers.). La temporada reproductiva ha sido re-
Han sido observados individuos solita- portada entre septiembre y octubre (Hilty y
rios alimentándose de flores de Kohleria sp., Brown 1986). Dos machos colectados en
en laderas de caminos y siguiendo la floración abril presentaron testículos maduros y proba-
de matorrales de crecimiento secundario (M. blemente desarrollados (2-2.5 x 1.6-1.9 mm,
Moreno-Palacios obs. pers.), así como de otras ANDES 506, 507), pero hace falta información
flores en estrato bajo (Hilty y Brown 1986). sobre curvas de tamaño de gónadas en la es-
Ha sido registrada en pocas localidades, por pecie.
lo cual es considerada rara y local. Se presu- Ha sido registrada como común en sus
me una disminución en sus poblaciones por áreas de distribución (Salaman y Renjifo 2002).
efecto del deterioro y disminución del hábitat Las poblaciones parecen mostrar migraciones
en sus áreas de distribución (Salaman y Renji- altitudinales. En una misma localidad, puede
fo 2002), pese a que la especie utiliza bordes ser bastante común en ciertas épocas del año
de bosque y zonas con vegetación secundaria (probablemente esto coincide con la fenolo-
(M. Moreno-Palacios obs. pers.). Los machos gía de sus principales recursos alimenticios),

200
berlepschi

pero completamente ausente en bargo existen épocas en las que Toche), sería importante eva-
épocas de escasez (F. G. Stiles esta especie migra altitudinal- luar, en conjunto con las cor-
com. pers.; M. Moreno-Palacios mente hacia áreas no protegidas poraciones autónomas regio-
obs. pers.). que han de ser identificadas para nales, la posibilidad de brindar
asegurar su subsistencia. protección legal a fragmentos
amenazas de bosque dentro de estas loca-
medidas de lidades. Tal protección se puede
En el caso de los Andes centra-
conservación ofrecer a través de la adquisición
les la expansión de la agricultu-
propuestas de tierras, así como mediante la
ra y reforestación con especies
elaboración de planes de mane-
exóticas de árboles (por ejem- Es necesario recolectar más in- jo y conservación de esta y otras
plo, pino y eucalipto), desde la formación sobre la ecología de especies, no solo en extensio-
década de los años cincuenta esta especie ya que dada su dis- nes de bosque, sino también en
del siglo pasado, han transfor- tribución, sus poblaciones po- paisajes rurales contiguos, que
mado los bosques. Los parches drían encontrarse enfrentadas a podrían actuar como zonas de
de bosque maduro secundario distintas amenazas. amortiguación ante los efectos
están dispersos y la vegetación Sugerimos que las AICAS de borde y la fragmentación.
natural ha disminuido cerca Cañón del Río Combeima y
del 85 % entre 1900 y 3200 m Cuenca del Río Toche (Ibagué,
(BirdLife International 2009l). comentarios
Tolima), sean designadas como
En Tolima, la reciente construc- áreas protegidas, y que las cor- A. berlepschi fue recientemente
ción de proyectos hidroeléctri- poraciones regionales, junto con separada de A. floriceps (Loza-
cos en Amoyá y Planadas, ha las alcaldías, elaboren y ejecuten no-Jaramillo et ál. 2014; Rem-
llevado a la remoción de vegeta- planes de manejo que incluyan sen et ál. 2015). Su distribución
ción nativa y consecuente frag- como objetivo específico el cui- se encuentra restringida a la cor-
mentación del hábitat, lo cual dado y seguimiento de las pobla- dillera Central, desde el sur del
podría incidir negativamente en ciones de A. berlepschi. De igual Huila hasta el norte del Tolima,
la persistencia de las poblaciones modo, áreas tradicionalmente entre los 1200 y 2300 m (Hilty
de la especie. intervenidas, como las cuen- y Brown 1986; Salaman y Ren-
cas de los ríos Cucuana y San jifo 2002). Actualmente se ha
historia de vida Marcos (Roncesvalles, Tolima), reportado que existen factores
No hay información para la requieren de la implementación ecológicos (por ejemplo, inte-
especie. de estrategias de manejo (por racciones bióticas) o factores
parte del Estado, de la comuni- históricos, que pueden limitar
medidas de dad y de la empresa privada), en la expansión de su área de dis-
las que se analice la posibilidad tribución (Lozano-Jaramillo et
conservación
de aumentar la conectividad es- ál. 2014). A. berlepschi es uno
tomadas de los miembros de un distinti-
tructural del paisaje.
Como todas las especies de coli- Dado que en varias regio- vo ensamblaje de taxa restringi-
bríes, está incluida en el apéndice nes de Colombia la distribución do a un área de endemismo en
II de CITES (UNEP-WCMC 2015). conocida de este colibrí coinci- el departamento de Tolima y
A. berlepschi ha sido registra- de con áreas de AICAS estable- Huila (Stattersfield et ál. 1998;
da en las siguientes reservas: RN cidas, que involucran sectores Krabbe et ál. 2005; Lozano-
Meremberg (Huila), Reservas de bosque continuo, así como Jaramillo et ál. 2014). Se han
Comunitarias de Roncesvalles y zonas rurales y urbanas (e.g. Ca- registrado individuos en ambas
RN Ibanasca (Tolima). Sin em- ñón del Combeima, Cañón de vertientes de la cordillera Cen-

201
berlepschi

tral, únicamente hacia el sur de su distribución (incluyendo registros en el Cauca). Es notable la ausencia
de reportes en Valle del Cauca y Quindío.

situación de la especie VU B2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016

criterio a que la especie continuará disminu-


eoo
40 234 km 2 yendo (b) en cuanto a área de ocu-
La especie ha experimentado una pación (ii), extensión y/o calidad de
área de hábitat
reducción de 70.8 % de los bosques remanente hábitat (iii) y número de individuos
en su área de su distribución históri- 2044 km2 maduros (v).
ca y en diez años esta reducción ha área remanente
VU B2ab(ii,iii,v).
ponderada por
sido de 14.4 %. Si se toma la pérdida idoneidad de hábitat
de hábitat como un indicador de la (aoo estimada) criterio c
811 km2
disminución de la población, es evi-
porcentaje de cambio No hay estimaciones de densidad
dente que se está reduciendo rápida- 2000-2010
de hábitat poblacional de la especie ni otras
mente. Sin embargo, tal reducción -14.4 %
fuentes de información que permi-
no es suficiente para alcanzar un porcentaje total de
pérdida de hábitat
tan hacer una estimación del tamaño
30 % de reducción en tres generacio-
70.8 % poblacional.
nes ni en el pasado ni en el futuro, una generación
ni en una combinación de tiempo 4.15 años criterio d
de tres generaciones que combine 3 generaciones
pasado y futuro. No califica como 12.5 años No califica como amenazada bajo el
amenazada bajo el criterio A. criterio D.

criterio b ajuste regional

B1 EOO = 40 234 km2 > 20 000 km2 Es endémica de Colombia, por lo cual no es nece-


sario hacer un ajuste regional.
B2 Área de hábitat remanente = 2044 km2; AOO
estimada = 811 km2 < 2000 km2. El hábitat de la
conclusión
especie se encuentra severamente fragmentado
por la deforestación (a). Adicionalmente se estima VU B2ab(ii,iii,v).

202
berlepschi

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

203
oxypogon stubelii
© daniel uribe
oxypogon stubelii
chivito de páramo
Buffy Helmetcrest

síntesis de información
jorge eduardo botero y óscar castellanos sánchez

Chivito de Páramo es el nombre común con pocos reportes en el sector de los libaderos del
el cual esta especie es conocida en la región Hotel Termales del Ruiz, a 3491 m, y en los
del Parque Nacional Natural Los Nevados alrededores de Laguna Negra (ahora conoci-
(PNN Los Nevados). Ya que en la literatura da como Reserva Tucurrumbí) a 3760, ambos
científica aún no se le ha otorgado un nombre en el municipio de Villamaría (F. Salgado y F.
en español a esta especie, podría ser adoptado Arias com. pers.). Parecería por lo tanto que si
este nombre común que recibe en su área de bien existen registros que abarcan un ámbito
distribución. amplio por encima y debajo del páramo, las
densidades mayores se encuentran en las zo-
ecología nas de páramo. El área total del bioma de pá-
Ayerbe-Quiñones (2015) propone que la es- ramo y superpáramo, en el PNN Los Nevados,
pecie se encuentra en un amplio ámbito alti- ocupa poco más de 45 000 ha, lo que equivale
tudinal entre 3200 y 4600 m. En Tolima, Pa- poco menos del 80 % del área total del área
rra Hernández et ál. (2007) lo han reportado protegida (Parques Nacionales Naturales de
para un ámbito entre 3500 y 4000 m en los Colombia 2007). Este sería por lo tanto el ta-
páramos del municipio de Ibagué. Funcio- maño de la principal área de distribución de
narios de Parques Nacionales Naturales de Oxypogon stubelii.
Colombia lo han registrado en 10 localidades En el PNN Los Nevados, Oxypogon
en las partes altas de las cuencas de los ríos stubelii se encuentra principalmente en zonas
Chinchiná (Caldas), Campo Alegre, Otún de páramo en aceptable estado de conserva-
(Risaralda), Quindío (Quindío) y Gualí (To- ción, caracterizadas por una vegetación arbus-
lima). Según esos registros, habita sectores de tiva en asociación con frailejonales (Espeletia
páramo entre los 4000 y 4300 m de altura y es hartwegiana). La especie ha sido reportada en
la especie de colibrí más frecuentemente regis- zonas dominadas por asociaciones de frailejo-
trada en ese ámbito altitudinal. Existen unos nales con pajonales (Calamagrostris effusa),

205
oxypogon stubelii

Pino Velillo (Hypericum laricifolium), Pino de Pá- la parte alta de la Reserva de Río Blanco, en el
ramo o Guarda Rocío (Hypericum strictum), Ro- municipio de Manizales (Verhelst et ál. 2001) a
damonte (Escallonia myrtilloides), Espino de Oro 3750 m. Esta última localidad, la más alejada, se
(Berberis quinduensis), Chilco (Areratina sp.), encuentra a 20 km al norte del límite del PNN Los
Pentacalia (Pentacalia vaccinioides), Romeros Nevados. Hay urgencia de confirmar su presencia
(Diplostephium floribundum, Diplostephium schul- hacia el norte, a lo largo de la parte más alta de la
tzii, Diplostephium eriophorum, Diplostephium ru- cordillera Central, que comprende sectores de los
pestre, Diplostephium revolutum), Árnicas (Senecio municipios de Neira, Aranzazu, Salamina, Maru-
formosus y Senecio niveoaureus) y Bracita (Casti- landa y Pensilvania.
lleja ficifolia). En las listas de chequeo de observadores de
En los sectores de Brisas, Aguacerales y el aves, que aparecen en e-Bird, ocho de un total
paramillo de Santa Rosa, este colibrí se ha ob- de 52 (se excluyen aquellas que parecen haber
servado libando en flores de Frailejón (Espeletia sido elaboradas por otros miembros de un mismo
hartwegiana), Árnica Morada (Senecio formosus), grupo), se refieren a observaciones realizadas fue-
Pentacalia (Pentacalia vaccinioides), Romero ra del parque: en el Alto de Letras, en la Reserva
Morado (Diplostephium schultzii) y Árnica Ama- de Río Blanco, en Termales del Ruiz y en la vía
rilla (Senecio niveoaureus) (Velásquez et ál. 2000; a Murillo. También aparece un registro realizado
Ayerbe-Quiñones 2015), también forrajeando en el Parque Natural Regional Ucumuarí, pero
cerca al suelo y entre la necromasa de los frailejo- este debe ser un error de localización, porque la
nes en busca de pequeños insectos (Oscar Caste- cota más alta de ese parque esta a sólo 2600 m. El
llanos obs. pers.). Los cambios estacionales en la resto de esas listas tiene como coordenadas geo-
floración de las especies de plantas arriba mencio- gráficas localidades dentro del Parque, según se
nadas podrían producir variaciones importantes aprecia en el mapa de e-Bird.
en la disponibilidad de alimento para Oxypogon Su presencia al sur del PNN Los Nevados pa-
stubelii, y suscitar a su vez migraciones altitudi- rece estar descartada, pero requiere ser investiga-
nales o regionales. Existe urgencia en avanzar en da. En el PNN Las Hermosas, situado en la cima
el estudio de la ecología y el comportamiento de de la cordillera Central en los departamentos de
la especie. Valle del Cauca y Tolima, su existencia no ha sido
Un estudio de la ecología de su congéne- registrada (D. Bravo y D. Quijano, funcionarios
re, Oxypogon guerinii, en el Páramo de Siscunsí, PNN Las Hermosas, com. pers.). No existen, sin
en la cordillera Oriental, documentó preferencia embargo, inventarios de aves en las zonas de pá-
por las flores de varias especies de frailejones (Es- ramo de ese parque debido principalmente a los
peletia  spp.) y por artrópodos (Salamanca-Reyes problemas de orden público que desde hace va-
2011). Se encontró además que cuando dismi- rias décadas se han presentado en esa región. Ade-
nuye la floración, durante la estación seca (no- más, también hay que considerar que los páramos
viembre a febrero), ocurre una aparente migra- entre estos dos parques nacionales no presentan
ción hacia otras áreas de páramo y/o a bosques continuidad espacial.
altoandinos. Este tipo de movimientos no ha sido Su distribución altitudinal también debe ser
documentado para Oxypogon stubelii, pero podría precisada, para determinar más exactamente su
estar ocurriendo también. área total de distribución.
Existe evidencia, aunque muy limitada, de
su presencia en sectores externos al norte del PNN población
Los Nevados. En Caldas, fue registrado en el
Se desconoce tanto el tamaño de su población
Páramo de Letras, a 3721 m (Vélez y Velásquez
como su distribución geográfica precisa. Ayerbe-
1998), y en el sector del Desquite, situado en
Quiñones (2015) propuso que solo era conocido

206
oxypogon stubelii

en el PNN Los Nevados, lo cual implicaría que su forestales ocurridos en los últimos 10 años y el
área de distribución es muy restringida y el tamaño pastoreo de ganado bovino, equino y ovino. La
de la población sería por lo tanto muy pequeño. potrerización del páramo afecta sus características
Su densidad en la zona de páramo en el par- ecológicas y su fauna y flora. Es muy posible que
que no parece uniforme. La especie parece ser re- estos procesos tengan serios efectos en la conser-
lativamente común en los sectores con vegetación vación de Oxypogon stubelii.
arbustiva asociada a frailejonales, que han tenido
un bajo impacto de la ganadería. McMullan y Do- historia de vida
negan (2014) sugieren que la especie es común
Existe muy poca información. En julio de 2004,
localmente en sectores de páramos con musgos y
una hembra fue encontrada empollando dos hue-
frailejones, y Velásquez et ál. (2000) la pudieron
vos en un nido construido adherido a una roca,
observar en los cuatro días de sus observaciones
en la zona aledaña a la Laguna del Otún (4º 46'
continuas en el sector de Brisas. Se desconoce, sin
29.64"N; -75º 24' 55.69"W), a una altura de
embargo, la densidad en esas localidades o el ta-
3932 m (Oscar Castellanos obs. pers.). Este nido,
maño de su población. En los censos navideños de
que fue colectado ya vacío dos meses más tarde y
aves, a lo largo de la carretera entre Las Partidas, en
depositado en el Museo de Historia Natural de la
la Esperanza, a 3670 m y el Centro de Visitantes de
Universidad de Caldas, parecía estar formado por
Brisas en el PNN Los Nevados, a 4138 m, Oxypogon
una capa exterior construida con material vegetal
stubelii ha sido registrado en cuatro de los ocho
más grueso y una cubierta interior en la que se usó
años consecutivos en los que el censo se ha reali-
lo que parece ser fibras de la lana de los frailejones.
zado (2007 – 2014). Para esos cuatro censos, el
promedio de individuos registrados fue de 1.5. Los
medidas de conservación
individuos fueron registrados en el extremo supe-
rior del transecto en Brisas, a 4138 m de altitud. tomadas
Un primer análisis de cerca de 50 listas de che- El área principal de distribución conocida para esta
queo que aparecen en e-Bird y que incluyen el nú- especie comprende sectores del PNN Los Nevados
mero de Oxypogon stubelii observado, indica que la (Ayerbe-Quiñones 2015), un área con un estatus
especie no es numerosa en ninguna localidad. En de conservación formal y oficialmente reconocido.
la mayoría de las listas, el número de individuos En la elaboración del último plan de manejo de ese
observados varía entre 1 y 5, pero generalmente parque, esta especie no fue incluida entre los obje-
entre 1 y 2. En unos contados casos, el número tos de conservación, debido a que en ese momento
reportado ascendió a 6, 8, 10 y 12. era reconocida como una de las cuatro subespecies
de una especie con una amplia distribución geográ-
amenazas fica. Es muy posible, sin embargo, que el próximo
plan de manejo, que pronto estará en elaboración,
Los frailejonales asociados a los arbustales, que
considere la inclusión de la especie en esa lista de
conforman una de las principales coberturas ve-
objetos de conservación. De esta manera, se podría
getales de los páramos del PNN Los Nevados, es
esperar que la conservación de esta especie reciba
el principal hábitat de Oxypogon stubelii. Sin em-
mayor atención. El PNN Los Nevados aún no ha
bargo, las actividades de ganadería y los incendios
sido inscrito en las AICAS de Colombia, pero es una
generan daños graves a los ecosistemas de pára-
opción que debería ser considerada.
mo, pues producen cambios en su fisonomía y los
convierten en pajonales. Según datos logrados en
2014 para la actualización del plan de manejo del comentarios
PNN Los Nevados, el 45 % de los páramos de ese Oxypogon stubelii conformaba hasta hace pocos
parque se encuentra afectado por los incendios años una de las cuatro subespecies de la especie

207
oxypogon stubelii

Oxypogon guerinii (Collar y Salaman 2013), a las siderado casi endémico de Colombia, Oxypogon
que se denominaba vulgarmente como Barbudito stubelii es una especie endémica de Colombia que
de Páramo. Estas cuatro subespecies son ahora re- debe ser incluida en la lista propuesta por Chapa-
conocidas como especies diferentes. En contraste rro-Herrera et ál. (2013).
con el antiguo Oxypogon guerinii, que era con-

situación de la especie EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016 VU A2c+3c+4c; C1+2a(ii)

protege a la especie de la degra- en proceso de revertirse, por


eoo dación de hábitat generada por lo que se estima que la especie
2 635 km2
área de hábitat
quemas y ganadería. La especie continuará disminuyendo (b)
remanente ha experimentado una reducción en cuanto a área de ocupación
785.6 km2 en la calidad de su hábitat (c) que (ii), extensión y/o calidad de
porcentaje de cambio
de hábitat 2000-2011 supera el 30 % del hábitat y por hábitat (iii) y número de indivi-
25.5 % tanto puede haber ocasionado duos maduros (v).
porcentaje total
una reducción en el tamaño po- EN B1ab(ii,iii,v)
de pérdida de hábitat
50.4 % blacional de la especie superior B2 Área de hábitat rema-
una generación a un 30 % en el pasado cercano, nente = 785.6 km2 < 2000 km2
4.15 años en un lapso de tres generaciones no obstante esta cifra inclu-
3 generaciones
12.5 años (A2). A menos que se tomen ye tanto áreas en buen estado
medidas efectivas para limitar el como áreas degradadas que no
impacto tanto de la ganadería albergan poblaciones de la espe-
criterio a como de las quemas, se proyecta cie. Por lo tanto, se estima que
que este ritmo de reducción del el área de hábitat de la especie es
La pérdida de hábitat de esta
tamaño poblacional se manten- inferior a 500 km2 y que se en-
especie es difícil de cuantificar
drá en el futuro más allá de un cuentra severamente fragmenta-
dado que, si bien un páramo
lapso de tiempo de tres genera- do (a). Los procesos de degra-
puede ser degradado al punto de
ciones (A3, A4). Por lo tanto la dación de hábitat no están en
no poder albergar poblaciones
especie califica como vulnerable proceso de revertirse, por lo que
de Oxypogon, sigue siendo iden-
bajo el criterio A, dada la veloci- se estima que continuará dismi-
tificable como páramo en imáge-
dad de la reducción poblacional nuyendo (b) en cuanto a área de
nes de satélite. Aun así, la pérdi-
generada por el deterioro de la ocupación (ii), extensión y/o
da total de páramo y subpáramo
calidad del hábitat. calidad de hábitat (iii) y número
en su área de distribución ha sido
VU A2c+3c+4c. de individuos maduros (v).
de 50.4 % a lo largo del tiem-
EN B2ab(ii,iii,v).
po (se consideran hábitats de
la especie herbazales y arbusta-
criterio b
les). Adicionalmente dentro del
criterio c
B1 EOO = 2635 km2 < 5000 km2
PNN Los Nevados el 45 % del pá- El hábitat de la especie se en- De acuerdo a la síntesis de in-
ramo se encuentra afectado por cuentra severamente fragmen- formación (Botero y Castellanos
incendios de menos de 10 años tado tanto por la pérdida neta 2016), O. stubelii no es numero-
de antigüedad (véase síntesis de de área de páramo y subpáramo so en ninguna localidad dentro
información de la especie). Por como por la degradación de los de su distribución. Por lo tan-
lo tanto, es evidente que la exis- mismos (a). Los procesos de de- to, estimamos que el número
tencia del PNN Los Nevados no gradación de hábitat no están de individuos maduros de la es-

208
oxypogon stubelii

pecie es inferior a 10 000 indi- da por eventos de dispersión, si


ajuste regional
viduos maduros (menos de 20 tomamos en cuenta lo reducido
individuos por kilómetro cua- de la distribución de la especie y Es endémica de Colombia, por
drado de hábitat ocupado). lo cual no es necesario hacer un
la capacidad de vuelo de los co-
Dado el ritmo de deterioro del ajuste regional.
libríes (VU C2a(ii)).
hábitat, estimamos que la po- VU C1+ 2a(ii).
blación de la especie se reduci- conclusión
rá por lo menos en 10 % en 10 EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).
criterio d
años (VU C1). El 100 % de la VU A2c+3c+4c; C1+2a(ii).
población podría hacer parte de No califica como amenazada bajo
una misma población conecta- el criterio D.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

209
oxypogon cyanolaemus
© robin h. schiele
oxypogon cyanolaemus
colibrí barbudito barbiazul,
Colibrí barbudito de la Sierra,
Nevada de Santa Marta
Blue-bearded Helmetcrest

síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera y daira ximena villagrán chavarro

ecología para la construcción de casas de las etnias loca-


les (O. Cortés-Herrera y X. Villagrán obs. pers.
Es un colibrí bastante raro aun dentro de su 2014). El 4 de marzo de 2015 la Fundación
pequeño ámbito de distribución (O. Cortés- redescubrió una población de este colibrí en los
Herrera y X. Villagrán obs. pers. 2014). Pre- páramos cercanos a San Pedro de los Milagros
senta un ámbito altitudinal limitado al páramo (departamento del Magdalena).
y subpáramo entre 3100 y 4200 m de la Sierra O. cyanolaemus puede depender de los
Nevada de Santa Marta, en los departamen- recursos florales del páramo como frailejones
tos de Magdalena, Cesar y La Guajira, donde de la subtribu Espeletiinae, tal como ha sido
fueron colectados 62 ejemplares entre los años reportado para las otras especies del género (O.
1940 y 1946 (Biomap Alliance 2013; Collar guerinii y O. stubelii). Para la SNSM se ha docu-
y Salaman 2013). En recientes exploraciones mentado la presencia de especies de esta sub-
lideradas por la Fundación ProAves en el Pá- tribu, Libanothamnus occultus, Diplostephium
ramo de Chirigua (Guajira) y en el nacimiento coriaceo, Ageratina barclayae y Senecio romeroi
del río Guatapurí no se registró la presencia de (Cleef y Rangel 1984; Carbono y Lozano-
esta especie (O. Cortés-Herrera y X. Villagrán Contreras 1997), las cuales podrían ofrecer
obs. pers. 2014). Esto posiblemente se deba al néctar como recurso alimenticio (O. Cortés-
alto grado de destrucción del páramo por acti- Herrera y X. Villagrán obs. pers. 2014). En las
vidades antrópicas de ganadería y cultivos agrí- expediciones realizadas a los páramos de la Sie-
colas, sumadas a la extracción de los troncos de rra Nevada se registró que esta especie tiene in-
los frailejones, para ser usados como elementos teracciones interespecíficas con colibríes como

211
oxypogon cyanolaemus

Colibri coruscans, Chaetocercus astreans, Rampho- de páramo que persistan, lo cual afectaría las ru-
micron dorsale y Metallura tyrianthina (O. Cortes- tas migratorias de esta especie y los procesos de
Herrera y X. Villagrán obs. pers. 2014). dispersión natural (O. Cortés-Herrera obs. pers.
2014).
población Finalmente, la falta de educación ambiental
y el manejo del uso del suelo en las comunidades
El tamaño poblacional es desconocido (Collar y
indígenas (Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa)
Salaman 2013). Al parecer la especie fue abundan-
de la SNSM suponen la mayor de las amenazas que
te en los años de 1940 a 1946, donde fueron colec-
llevaría al detrimento de la población de este raro
tados 62 individuos de algunas zonas de la SNSM,
colibrí (O. Cortés-Herrera y X. Villagrán obs.
entre las cuales destaca el Páramo de Mamancana-
pers. 2014).
ca donde se colectaron 17 ejemplares (de los 62)
en una sola salida de campo (Biomap 2013; Collar historia de vida
y Salaman 2013). Con base en densidades de O.
guerinii (10 ind/ha, Salamanca Reyes, 2011) y O. No hay información para la especie.
stubelii (4 ind/ha, O. Cortés-Herrera obs. pers.
2014), bajo un escenario optimista, puede pensar- medidas de conservación
se que la población de O. cyanolaemus tenga unos tomadas
cientos de individuos (ver tamaño poblacional en La SNSM es un área protegida, enmarcada en un
la sección de evaluación de riesgo). plan de manejo de escala regional e incluso hace
parte de un AICA. Actualmente la Fundación
amenazas ProAves, con el apoyo de American Birding Con-
Grandes extensiones de páramo y subpáramos servancy, lidera exploraciones para buscar nuevas
de la SNSM han sido seriamente afectadas por la poblaciones de este colibrí.
ganadería extensiva, rebaños de ovejas, cultivos
agrícolas, quemas de vegetación de páramos para comentarios
pastos y el uso de los tallos de frailejones para la Oxypogon cyanolaemus fue elevado al estatus de
construcción de casas para comunidades indíge- especie, basado en un reciente estudio taxonómi-
nas (Collar y Salaman 2013; O. Cortés-Herrera co en el que se utilizaron datos sobre biometría y
y X. Villagrán obs. pers. 2014). Esto ha contri- plumaje y grabaciones de vocalizaciones (Collar y
buido notablemente a la reducción de su hábitat Salaman 2013). Hay cuatro subespecies distintas
y recursos florales (O. Cortés-Herrera y X. Villa- de Oxypogon guerinii (cyanolaemus en la SNSM,
grán obs. pers. 2014). Por lo tanto, a medida que lindenii en los Andes venezolanos, guerinii en los
la degradación de hábitat avanza, las poblaciones Andes del este de Colombia y stubelii en los An-
de colibríes quedarán en los pocos fragmentos des Centrales de Colombia).

situación de la especie EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016

criterio a
poblaciones de Oxypogon, sigue siendo identifica-
La pérdida de hábitat de esta especie es difícil ble como un herbazal abierto en imágenes de sa-
de cuantificar dado que, si bien un páramo pue- télite. Aun así la pérdida total de páramo y subpá-
de ser degradado al punto de no poder albergar ramo en la región ha sido de 10.6 % (se consideran

212
oxypogon cyanolaemus

hábitats de la especie herbazales


eoo
criterio c
y arbustales) y sin duda la pérdi- 2007 km2
da de hábitat es muchísimo más De acuerdo a la síntesis de in-
área de hábitat
intensa por los factores descritos remanente
formación de la especie (Cortés-
en la síntesis de información de 966 km2 Herrera y Villagrán Chavarro,
la especie. No obstante dicha
porcentaje de cambio 2016), O. cyanolaemus no es
de hábitat 2000-2011
pérdida parece haber tenido lu- numeroso en ninguna localidad
-7.1 %
dentro de su distribución. No
gar en un lapso de tiempo pro- porcentaje total de
pérdida de hábitat obstante, al carecer de una bue-
longado de más de medio siglo.
10.6 % na estimación de área de ocupa-
Por esta razón la especie no ca-
una generación ción, un cálculo del tamaño po-
lifica como amenazada bajo el 4.15 años
blacional carecería de la solidez
criterio A. 3 generaciones
12.5 años necesaria para evaluar la especie
para el criterio C.
criterio b
B1 EOO = 2007 km2 < 5000 km2
degradadas que no albergan po-
criterio d
El hábitat de la especie se encuen-
blaciones de la especie. Búsque- La especie no es evaluable para
tra severamente fragmentado, no
das recientes indican que su po- el subcriterio D1 y no se en-
tanto por la pérdida neta de área blación podría ser localizada y cuentra amenazada para el sub-
de páramo, sino por la degrada- que el área de ocupación podría criterio D2.
ción del mismo (a). La degrada- ser inferior a 500 km2 (a) (O.
ción de hábitat no está en pro- Cortés-Herrera com. pers.). La ajuste regional
ceso de revertirse por lo que se degradación de hábitat no está
estima que la especie continuará Es un taxón endémico de Co-
en proceso de revertirse, por lo
disminuyendo (b) en cuanto a lombia por lo cual no es necesa-
que se estima que continuará
área de ocupación (ii), extensión rio hacer un ajuste regional.
disminuyendo (b) en cuanto a
y/o calidad de hábitat (iii) y nú- área de ocupación (ii), exten-
mero de individuos maduros (v). conclusión
sión y/o calidad de hábitat (iii)
EN B1ab(ii,iii,v). y número de individuos madu- EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).
B2 Área de hábitat rema- ros (v). Es importante hacer una
nente = 966 km2 < 2000 km2 no cuantificación más precisa del
obstante esta cifra incluye tanto área de ocupación de la especie.
áreas en buen estado como áreas EN B2ab(ii,iii,v).

213
oxypogon cyanolaemus

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

214
eriocnemis godini
© robin h. schiele
eriocnemis godini
zamarrito gorjiturquesa
turquoise-throated puffleg

síntesis de información
juan pablo lópez-o., josé oswaldo cortés herrera y natalia ocampo-peñuela

ecología
Eriocnemis godini se conoce por tres especí- (Collar et ál. 1992; Tobias et ál. 2006; San-
menes en el American Natural Museum of tander et ál., datos no publicados). Se cree
Natural History y uno en el British Museum que está asociado a zonas subtropicales entre
of Natural History que forman parte de las 2100-2300 m, posiblemente en bosque hú-
famosas “pieles de Bogotá”. Existe una ob- medo o seco, así como en bordes de arbusta-
servación sin confirmar en cercanías de Quito, les (Restall et ál. 2006).
en el valle de los Chillos, de 1976 (BirdLife
International y Conservation International amenazas
2005; Santander et ál., datos no publicados).
Lo que se conjetura que constituyó el hábitat
Graves (1996) sugiere que E. godini repre-
nativo de la especie ha sido destruido casi por
senta una población híbrida entre E. vestita y
completo en el valle del río Guayllabamba y la
otra especie del género Eriocnemis, también se
poca vegetación remanente está restringida a
sospecha que podría ser una subespecie de E.
quebradas y terrenos muy pendientes (BirdLife
vestita (Ridgley y Greenfield 2001). El holoti-
International y Conservation International
po proviene del valle de Guayllabamba, norte
2005; Santander et ál., datos no publicados).
de Ecuador y es la única localidad conocida
con certeza.
historia de vida
Las exploraciones alrededor de la lo-
calidad tipo han tenido resultados negativos No hay información para la especie.

216
eriocnemis godini

situación de la especie CR-PE C2a(i)


renjifo et ál. 2016

una población relictual C2a(i). Una búsqueda de


análisis de riesgo
la especie en dichos enclaves secos es altamente
Esta especie se conoce en Colombia de solamen- recomendada. Vale la pena recordar que Penelo-
te dos pieles de Bogotá sin una localidad precisa, pe perspicax, una especie endémica de Colombia,
presumiblemente colectadas en alguna localidad fue considerada probablemente extinta en Hilty y
de Nariño. No existe información contemporánea Brown (1986) y hoy en día su población se en-
para evaluar la especie en cuanto al criterio A, B,
cuentra en franca recuperación, por lo menos en
C o D. La especie podría encontrarse extinta en
la cuenca media del río Otún, dadas las medidas
Colombia y de hecho en el mundo (BirdLife In-
de conservación que se han tomado y que han be-
ternational 2016d); no obstante dado que existe
neficiado a esta especie (véase información sobre
la posibilidad de que exista alguna población re-
Penelope perspicax en Ríos y Muñoz 2014).
manente en un lugar desconocido en los enclaves
montanos secos de Nariño o incluso Cauca la es-
conclusión
pecie se considera como en peligro crítico CR –
probablemente extinta PE. Aunque podría existir CR-PE C2a(i).

Distribución

Distribución actual desconocida

217
campylopterus phainopeplus
© robin h. schiele
campylopterus
phainopeplus
alas de sable de santa marta
santa marta sabrewing

síntesis de información
laura cárdenas-ortiz y josé oswaldo cortés herrera

despliegues de cortejo (Fjeldsa y Krabbe 1990;


ecología
Schuchmann 1999). Históricamente fue co-
Es una especie endémica de la Sierra Nevada mún en la vertiente suroriental de la sierra
de Santa Marta. Habita en bosques, páramos (Todd y Carriker 1922).
y cultivos de café con sombrío (Schuchmann
1999; J. O. Cortés-Herrera obs. pers.; L. Cár- amenazas
denas obs. pers.). Su distribución altitudinal
En el sector de la cuchilla de San Lorenzo la
va desde 1200 m hasta 4800 m (Schuchmann
tala del bosque es extensa, los cultivos de café
1999; Hilty y Brown 2001) y es migrante al-
(monocultivo) y los pastizales están en expan-
titudinal (Salaman et ál. 2002). Se ha logrado
sión, especialmente en áreas cercanas a Minca
observar en pocas oportunidades en la cuchilla
y la parte alta de la cuchilla de San Lorenzo;
de San Lorenzo. Forrajea durante la estación estos procesos están reduciendo la conectivi-
seca (febrero a mayo) en inflorescencias de dad de las poblaciones del colibrí (O. Cortés-
Musa spp. (banano) e Inga codonantha (gua- Herrera obs. pers).
mo) en cafetales con sombra (O. Cortés-He-
rrera obs. pers.). Durante la estación húmeda historia de vida
(junio a octubre), se desplaza hacia la zona de
No hay información para la especie.
páramo (Fjeldsa y Krabbe 1990; Schuchmann
1999), posiblemente para seguir la floración
medidas de conservación
de plantas de la familia Ericaceae. Los machos
son territoriales y se alimentan del néctar de tomadas
las flores de Befaria sp. y Palicourea sp. Tam- El proyecto “Cruzando el Caribe: Identifica-
bién se observan atrapando insectos en vuelo ción de sitios clave para las aves migratorias
(O. Cortés-Herrera obs. pers.). En los meses neotropicales en el norte de Colombia”, de
de abril a junio los machos emiten cantos y la organización Selva: Investigación para la

219
phainopeplus

conservación en el neotrópico, estableció tres es- tado proyectos que involucran a la población local
taciones de anillamiento en tres altitudes diferen- en el aviturismo sostenible para lograr identificar
tes desde el 2009 con el fin de aportar informa- la presencia de este colibrí en la región. Entre las
ción relacionada con las estrategias de migración reservas que contribuyen a la conservación de há-
de especies migratorias neotropicales. Gracias a la bitats en esta región se encuentra el PNN Sierra
implementación de este proyecto fue posible ob- Nevada de Santa Marta, el AICA Cuchilla de San
tener el primer registro fotográfico de la especie Lorenzo, la Reserva de la Biosfera Sierra Neva-
además y algunas medidas morfométricas. Adicio- da de Santa Marta de la UNESCO (Boyla y Estrada
nalmente, entidades como la Fundación Ornito- 2005), la RN de las Aves el Dorado y la finca cafe-
lógica Sierra Nevada (FOSIN), Fundación ProAves, tera La Victoria, la cual tiene parches de bosque
Alianza para Ecosistemas Críticos y la Fundación destinados a la conservación.
Pro-Sierra Nevada de Santa Marta han implemen-

situación de la especie VU B1ab(iii,v)


renjifo et ál. 2016

en la región de la Sierra Neva- tolerancia ecológica, pues utiliza


eoo
da de Santa Marta representa diferentes tipos de hábitats tanto
7 702 km2
un reto importante debido a la boscosos como abiertos (pára-
área de hábitat
remanente existencia de bosques deciduos mos). Lo escaso y discontinuo
4 004 km2 y semideciduos que dificultan de los registros parece indicar
porcentaje de cambio
la interpretación de imágenes que la especie tiene una distribu-
de hábitat 2001-2011
3.8 % cuando estas provienen de di- ción discontinua, lo cual, unido
porcentaje total de ferentes épocas del año. Infor- a la transformación de ecosiste-
pérdida de hábitat
mación recientemente generada mas en la Sierra Nevada de Santa
22.5 %
por el IDEAM indica que la Sierra Marta, sugiere que la especie tie-
una generación
4.15 años Nevada de Santa Marta es en la ne una distribución severamen-
3 generaciones actualidad uno de los hotspots de te fragmentada (a). Por esto se
12.5 años deforestación del país (G. Galin- considera que la especie continúa
do com. pers. febrero 2014). En declinando en cuanto a la exten-
cualquier caso la especie no pa- sión y/o calidad de hábitat (iii)
criterio a
rece acercarse a los umbrales de y número de individuos madu-
Esta especie ha perdido históri- ros (v). No obstante, se requiere
riesgo bajo el criterio A.
camente 22.5 % del hábitat den- conocer con mucho más detalle
tro de su areal de distribución la ecología y población de la es-
criterio b
(se considera hábitats bosques, pecie. Nueva información podría
cafetales con sombrío, herba- B1 EOO = 7702 km2 < 20 000 km2. indicar que se encuentra mucho
zales y arbustales = diferentes La ecología de esta especie es más amenazada de lo que aquí se
tipos de páramo). En un perio- poco conocida. Por un lado se afirma o incluso fuera de riesgo.
do de 10 años (2001 – 2011) sabe que es observada con poca VU B1ab(iii,v)
tuvo una leve recuperación de frecuencia en sitios regularmen- B2 Área de hábitat rema-
3.8 % de su hábitat. Es necesa- te visitados por ornitólogos y nente = 4004 km2 > 2000 km2.
rio anotar que la estimación del observadores de aves. Por otro No califica como amenazada
cambio de la cobertura boscosa lado, parece tener una amplia bajo el subcritero B2. Vale la

220
phainopeplus

pena aclarar que el área de ocupación en sentido ajuste regional


estricto no se conoce para la especie.
Es endémica de Colombia por lo cual no es nece-
criterio c sario hacer un ajuste regional.

No existe información que permita hacer una es- conclusión


timación razonable del tamaño de la población de
la especie. VU B1ab(iii,v).

criterio d
La especie no califica como amenazada bajo el
criterio D.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

221
amazilia castaneiventris
© daniel uribe
amazilia
castaneiventris
Amazilia Ventricastaña
chestnut-bellied hummingbird

síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera, giovanni alberto chaves portilla
y alejandro hernández jaramillo

ecología Herrera 2006; Hernández-Jaramillo et  ál.


2007; Cortés-Herrera et ál. 2007). Se encuen-
La Amazilia Ventricastaña habita la cuenca me- tra en lugares donde predominan las especies
dia del río Chicamocha entre los departamen- vegetales Trichanthera gigantea, Caesalpinia
tos de Santander y Boyacá en la vertiente oc- spinosa, Tabebuia sp., Dodonea viscosa, Cas-
cidental de la cordillera Oriental de los Andes sia tomentosa, Sapindus saponaria, Escallonia
colombianos. Hay un registro de 1947 por M. pendula, Senna viarum, Inga codonantha y
A. Carriker cerca de Norosí, al occidente del río Pithecellebium dulce, con dosel irregular y una
Magdalena en las estribaciones de la serranía de alta incidencia de epífitas Tillandsia usneoides
San Lucas (Schuchmann 1999), pero recientes (Cortés-Herrera et ál. 2004; Cortés-Herrera
exploraciones en esta localidad no han registra- 2006; Hernández-Jaramillo et ál. 2007).
do poblaciones de este colibrí (A. Cortés com. Los recursos florales de mayor impor-
pers. 2009), posiblemente por el alto impacto tancia para A. castaneiventris corresponden a
de la deforestación y actividades de minería en las especies Trichanthera gigantea, Inga codo-
la región (A. Cortés com. pers. 2009). Exis- natha y Salvia xeropapillosa (Cortés-Herrera
te otro registro en Villa de Leyva, Boyacá, de 2006; Hernández-Jaramillo et ál. 2007). Oca-
marzo del 2000 (López-Lanús 2002), pero en sionalmente se ha observado forrajeo en flo-
búsquedas posteriores no se ha confirmado su res de Caesalpina pinnata, Erithryna edulis y
presencia (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2009). Musa sp., visitas de forma ocasional y de ruteo
Habita en bosque premontano, bosque húme- (Parra et ál. 2006; Cortés-Herrera 2006). Se
do montano bajo, bosques de crecimiento se- ha observado defensa intra e interespecífica en
cundario y plantaciones forestales adyacentes, las inflorescencias de T. gigantea. Los indivi-
entre 1200 y 2100 m (Parra et ál. 2006; Cortés- duos solitarios vocalizan y exhiben la garganta

223
amazilia castaneiventris

(cuyos destellos son visibles) año, pero no se presenta muda extensiones de suelo y limitan la
(Parra et ál. 2006; Cortés-He- durante los meses de diciembre colonización y crecimiento de
rrera 2006). a febrero (O. Cortés-Herrera plantas nativas que son el recurso
En diciembre de 2006 y obs. pers. 2008). En marzo de floral para el colibrí (O. Cortés-
enero de 2007 en el municipio 2008 se recapturó un indivi- Herrera obs. pers. 2010).
de Soatá se encontraron dos duo en Soatá que fue anillado
nidos de A. castaneiventris con a 10 km de esta localidad (O. historia de vida
dos huevos atendidos por una Cortés-Herrera obs. pers. 2008)
No hay información para la
hembra, en cercanías a la que- En censos adelantados en
especie.
brada Molinos (Cortés-Herrera el municipio de Soatá se regis-
2006) y se obtuvo otro registro traron densidades poblacionales
medidas de
de anidación en enero del 2008 que varían entre 0.6  ±  0.34 y
conservación
en la misma región (Beckerns 1.4  ±  0.23 ind/ha. En los me-
ses de febrero y marzo (2006) la tomadas
com. pers. 2008). Al parecer,
la reproducción está ligada a la especie no se registró, posible- La especie está incluida dentro
floración de T. gigantea y S. xe- mente por la ausencia de flores del Apéndice II de CITES (UNEP-
ropapillosa que se presenta entre de T. gigantea (Cortés-Herrera WCMC 2015). Hay poblaciones
noviembre y enero, periodo que 2006). protegidas en la Reserva Natu-
corresponde a la temporada de ral de las Aves Cucarachero de
lluvias en Soatá (Cortés-Herrera amenazas Chicamocha (municipio de Za-
2006). Durante los últimos me- patoca), con una extensión de
Dado que se han afectado gran-
ses de los años 2006, 2007 y 1400 hectáreas. En la reserva
des extensiones de bosques en la
2008 se capturaron individuos comunitaria del municipio de
cuenca del río Chicamocha (Jan-
con protuberancia cloacal y par- Soatá (Boyacá), de 700 hectá-
zen 1988; Albesiano et ál. 2003;
che de incubación (O. Cortés- reas, gracias al trabajo liderado
Cárdenas 2005), para agricultu-
Herrera obs. pers. 2009). Esto por la Corporación Ambiental
ra, cría de ganado, urbanización
coincide con lo reportado a par- Ocotea y la Fundación Colibrí
y construcción de infraestructura
tir de ejemplares de museo (Co- con el proyecto Quincha de
y la alta actividad minera y de
llar et ál. 1992). Soatá, se protege una población
cultivos ilícitos en la serranía de
En noviembre de 2008 se de A. castaneiventris (J. Her-
San Lucas, se ha reducido drásti-
observó un lek de cinco machos nández obs. pers. 2008). En
camente el hábitat de este colibrí
(reconocibles por la intensidad Soatá desde el año 2006 se vie-
(Cortés et ál. 2004; Parra et  ál.
de la coloración castaño oscuro nen adelantando censos, avitu-
2006; Cortés-Herrera 2006).
de su vientre) en un rastrojo, los rismo y programas de educación
Además se ha documentado que
cuales hacían despliegues dirigi- ambiental para la conservación
mensualmente mueren cinco co-
y protección de la especie y la
dos a una hembra presente en libríes de esta especie por la prác-
avifauna en general (Hernández
el sitio (O. Cortés-Herrera obs. tica de cacería con cauchera (O.
et  ál. 2006a; Hernández et ál.
pers. 2008). Cortés-Herrera obs. pers. 2010).
2006b).
Con base en 25 individuos Otra amenaza identificada en las
capturados en 2008, la muda se poblaciones de Soatá, Susacón
presenta entre julio y septiem- y Tipacoque es la presencia de
bre (O. Cortés-Herrera obs. plantas invasoras como Penni-
pers. 2008). Al parecer la muda setum clandestinum, Kalanchoe
se relaciona con los picos flora- pinnata y Kalanchoe daigremon-
les de T. gigantea de mitad del tiana, las cuales ocupan grandes

224
amazilia castaneiventris

situación de la especie EN B2 ab(iii,v)


renjifo et ál. 2016 VU B1 ab(iii,v)

criterio a eoo criterio c


21 501 km2
Esta especie ha perdido histórica- área de hábitat
En la síntesis de información O. Cor-
mente el 91.5 % del hábitat dentro de remanente tés-Herrera y colaboradores estiman
su área de distribución (se considera 867 km2 densidades poblacionales entre 0.6 y
como hábitats de la especie la vege- área remanente 1.4 individuos/ha en Soatá duran-
ponderada por idoneidad
tación boscosa y secundaria alta). En de hábitat (aoo
te una época del año, pero en otras
un periodo de 10 años (2001 - 2011) estimada) épocas la densidad en los mismos
esta tendencia se ha revertido con una 402 km2 sitios fue de cero. Si utilizamos la
porcentaje de cambio de
recuperación de la cobertura boscosa densidad más baja como referente
hábitat 2001-2011
del 23.1 % sobre el hábitat remanen- 23.1 % (60 ind/km2) y el área de ocupación
te. La especie no se acerca a los um- porcentaje total de estimada 402 km2 la población de la
brales de riesgo bajo el criterio A. pérdida de hábitat especie estaría alrededor de 24 120
91.5 %
individuos. Sin duda esta es una es-
una generación
criterio b 3.4 años timación muy gruesa, especialmente
3 generaciones tomando en cuenta las fluctuaciones
B1 EOO = 21 501 km2>20 000 km2.
10.2 años estacionales de la densidad. Aunque
No obstante la especie ha sido en-
A. castaneiventris podría superar el
contrada repetidamente en lugares
umbral de 10  000 individuos ma-
donde evidentemente no hay pobla-
duros, el grado de detalle en la información eco-
ciones, como es el caso de Villa de Leyva. Estos re-
lógica es demasiado limitado como para llegar a
gistros ocasionales afectan el modelo de extensión
conclusiones robustas sobre el tamaño poblacional
de presencia, por lo cual se estima que el EOO de
de la especie. Es importante conocer el ciclo anual
la especie es inferior a 20 000 km2. Los procesos de
de desplazamientos de la especie para poder pro-
pérdida de hábitat han hecho que la especie tenga
tegerla a lo largo del año.
un hábitat severamente fragmentado (a). Adicio-
nalmente se estima que la especie podría disminuir
criterio d
al menos en cuanto a extensión y/o calidad de há-
bitat (iii) y número de individuos maduros debido La especie no califica como amenazada bajo el
a la cacería con cauchera (v). criterio D.
VU B1 ab(iii,v).
B2 Área de hábitat remanente = 867 km2; ajuste regional
AOO estimada = 402 km2 < 500 km2. Los proce-
La especie es endémica de Colombia por lo cual
sos de pérdida de hábitat han hecho que la especie
no es necesario hacer un ajuste regional.
tenga un hábitat severamente fragmentado (a).
Adicionalmente se estima que la especie podría
conclusión
disminuir al menos en cuanto a extensión y/o ca-
lidad de hábitat (iii) y número de individuos ma- EN B2 ab(iii,v).
duros debido a la cacería con cauchera (v). VU B1 ab(iii,v).
EN B2 ab(iii,v).

225
amazilia castaneiventris

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

226
goethalsia bella
© diego calderón franco
goethalsia bella
colibrí pirreño
pirre hummingbird

síntesis de información
gerson peñuela díaz

ecología má, hasta los 1450 m en bosques más altos.


En alturas entre los 700 y 1400 m la especie
El Colibrí Pirreño es una especie muy poco co- prefiere bosques con abundancias de palmas,
nocida que se encuentra restringida a las áreas con doseles que oscilan entre los 15 y 20 m.
montañosas en los límites entre Colombia y En gradientes altitudinales entre los 1000 y
Panamá, principalmente en las estribaciones del 1200 m el bosque es más húmedo y con abun-
Cerro Sapo, Cerro Pirré y la Serranía de Jungu- dantes epífitas lo que podría disminuir la pre-
rudó, en el este del Darién (Del Hoyo y Collar sencia de la especie (Robbins et ál. 1985). Se
2014; BirdLife International 2015a). Para Co- han realizado observaciones de individuos en
lombia ha sido reportada en el Cerro Pirré (We- el sotobosque donde la especie muestra una
tmore 1968), alto de Nique y cabeceras del río preferencia para alimentarse con flores de co-
Salaquí, municipio de Riosucio, Chocó (Hilty y lor rojo y azul en arbustos del género Cepha-
Brown 2001; Ayerbe-Quiñones 2015). lus (Robbins et ál. 1985) y algunas flores o
Su ámbito de distribución altitudinal árboles pequeños de las familias Ericaceae y
se encuentra entre 600 y 1650 m, principal- Rubiaceae (Schuchmann et ál. 2013). En altu-
mente en bosques húmedos de piedemonte y ras superiores a los 1300 m el Colibrí Pirreño
premontanos (Wetmore 1968; Hilty y Brown presenta una competencia interespecífica por
2001; Wege y Renjifo 2002c; Mc Mullan y los recursos con el colibrí Helechero Común,
Donegan 2014). Se observa más fácilmente en Haplophaedia aureliae, especie más abun-
estratos bajos en el interior y en los bordes de dante (Robbins et  ál. 1985). Goethalsia bella
la selva húmeda entre los 1050 y 1200 m (Rid- parece remplazar a Goldmania violiceps en los
gely y Gwynne 1989; Angehr y Dean 2010). cerros Pirré y Sapo (Ridgely y Gwynne 1989).
Según Robbins y colaboradores (1985), se En cuanto a su ecología reproductiva y movi-
han reportado individuos desde los 600 m en mientos estacionales no se sabe nada (Wege y
bosque secundario, cerca de Cana, en Pana- Renjifo 2002c).

228
goethalsia bella

es de vital importancia evitar la


población medidas de
pérdida de hábitats en el territo-
Stotz y colaboradores (1996) conservación
rio nacional. Gracias a esfuerzos
realizaron una cuantificación de tomadas
realizados por Panamá, el hábi-
la población para 1996 y, debi- tat sigue siendo en gran parte Se encuentra en el Apéndice II
do al bajo número de individuos virgen y no se cree que Goethal- de CITES (UNEP-WCMC 2015).
observados, la consideraron una sia bella esté en declive en la ac- En Colombia no existen áreas
especie rara. Según BirdLife In- tualidad. Sin embargo, un fac- protegidas que puedan albergar
ternational (2015a), la especie se tor que podría poner en riesgo a la especie pero sí se encuentra
encuentra clasificada como Casi la conservación de la especie es protegida en el Parque Nacional
Amenazada (NT), a causa de la la construcción de la Autopista Natural el Darién en Panamá.
pérdida del 57 % de su hábitat en Panamericana, a través de la sel- Sin embargo, su protección legal
el país, y se estimó que la pobla- va tropical del Darién (Ridgely no alcanza para evitar la pérdida
ción para el año 2006 estaría en- y Gwynne 1989; Dinerstein et de los hábitats en las zonas más
tre los 1000 a 2499 individuos, bajas, por lo tanto sería impor-
ál. 1995; BirdLife International
con un área de distribución que tante la realización de estudios
2015a), pero hasta el momento
de investigación de su ecología
no sobrepasaba los 1900 km2. se desconocen planes puntuales
que tengan como finalidad es-
para su finalización.
timar la densidad poblacional y
amenazas
distribución para el país, esto con
historia de vida
No presenta amenazas directas el fin de proteger los hábitats en
conocidas, pero a causa de su pe- No hay información para la los que se ha reportado la especie
queño ámbito de distribución, especie. (BirdLife International 2015a).

situación de la especie VU B1ab(iii)+2ab(iii)


renjifo et ál. 2016

criterio a Niqué y el cerro Quía (a) y pare-


eoo
ce haber ocurrido alguna pérdida
421.2 km2
Ha perdido el 9.3 % de su há- de hábitat. Está declinando (b) al
área de hábitat
remanente bitat históricamente y en diez menos en cuanto a área y/o cali-
158.4 km2 años recuperó un 11.7  % del dad de hábitat (iii).
porcentaje de cambio
hábitat perdido. Si se toma la EN B1ab(iii).
de hábitat 2000-2010
11.7 % pérdida de hábitat como un in- B2 Área de hábitat rema-
porcentaje total dicador de la disminución de la nente = 158.4 km2 < 500 km2.
de pérdida de hábitat
población, la especie no se acer- Tiene una distribución natural-
9.3 %
una generación
ca a los umbrales de amenaza mente fragmentada en altos del
4.15 años bajo el criterio A. Niqué y el cerro Quía (a) y pa-
3 generaciones
12.45 años rece haber ocurrido alguna pér-
criterio b
dida de hábitat. Está declinando
B1 EOO = 421.2 km2 < 5000 km2. (b) al menos en cuanto a área
Tiene una distribución natural- y/o calidad de hábitat (iii).
mente fragmentada en altos del EN B2ab(iii).

229
goethalsia bella

criterio c tinuo geográfico con las poblaciones panameñas,


por lo cual se estima que sí es objeto de inmigra-
No hay estimaciones de densidad poblacional ni ción desde ese país. No se espera que la inmigración
otras fuentes de información que permitan hacer disminuya dado que los bosques en la frontera de
una estimación del tamaño poblacional. los dos países se encuentran en buen estado. Por
esta razón se recomienda disminuir la categoría en
criterio d un paso.
No califica como amenazada bajo el criterio D.
conclusión
ajuste regional VU B1ab(iii)+2ab(iii).
Es un taxón residente que se reproduce en el país.
La población nacional hace parte de un mismo con-

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

230
lepidopyga lilliae
© daniel uribe
lepidopyga lilliae
colibrí cienaguero
sapphire-bellied hummingbird

síntesis de información
juan luis parra, marta sofía agudelo y juan carlos de las casas

ecología vación y de la luz del sol, las partes inferiores


de la mayoría de individuos Lepidopyga spp.
Es una especie endémica de Colombia que aparecen con visos o tonos azules y con un
se encuentra distribuida en los manglares de degradado variable (J. C. De las Casas obs.
la Costa Caribe, desde la desembocadura del pers.). De aproximadamente 50 machos del
río Magdalena hasta la desembocadura del género capturados por De Las Casas en Los
Río Ranchería. Habita bosques de manglar y Almendros en 2007, solo dos tenían las partes
bosques ribereños aledaños a estos. También inferiores completamente azules desde cual-
frecuenta vegetación xerofítica, especialmente quier ángulo. Estos dos individuos represen-
cuando el cantagallo (Erythrina fusca) se en- tan los únicos machos del Colibrí Cienaguero
cuentra floreciendo entre enero y mayo (Pa- (L. lilliae) reportados en capturas durante este
rra y Agudelo 2002; BirdLife International estudio (estudio de la Fundación Colibrí y
2015b; C. Navarro com. pers.). Se desconoce Corporación Sentido Natural 2007, datos no
hasta qué punto esta especie es dependiente de publicados); Gómez y De Las Casas (2008)
mangle maduro (Parra y Agudelo 2002); las publicaron una fotografía en alta resolución
pocas veces que se ha registrado la especie, ha del Colibrí Cienaguero (L. lilliae) que corres-
sido observada comiendo insectos tomados de ponde al segundo individuo capturado.
telarañas en diferentes estratos del interior del
bosque de mangle, y libando flores de Capparis amenazas
spp. (Parra y Agudelo 2002).
Los colibríes Zafirino (L. coeruleogularis) En las últimas décadas, la franja original de
y Cienaguero (L.lilliae) pueden confundirse bosque de manglar en el norte de la Costa
fácilmente, lo cual dificulta su identificación Caribe colombiana ha sido en gran medida
exclusivamente a partir de observaciones di- reemplazada por cultivos y alterada por el
rectas, ya que de acuerdo al ángulo de obser- aprovechamiento de los ríos provenientes de
la Sierra Nevada de Santa Marta y por la cons-

232
lepidop yga lilliae

trucción de diques, carreteras y canales, lo que a detallados con información molecular, fenotípica
su vez ha provocado la muerte de extensas zonas y ecológica de las tres especies de Lepidopyga que
de manglar (Parra y Agudelo 2002) y la conse- ocurren en simpatría en la región, que permitan
cuente fragmentación del paisaje. resolver la situación taxonómica de este linaje.
Los rellenos por parte de fincas ganaderas y El futuro de los ecosistemas asociados a esta
asentamientos humanos, la destrucción del ecosis- especie depende fundamentalmente de las comu-
tema para producir carbón de mangle y la recien- nidades locales. Se recomienda la implementación
te expansión de zonas turísticas (e.g., Palomino) de programas de educación ambiental enfocados
también han traído como consecuencia la pérdi- en estas comunidades, así como de programas de
da y fragmentación de amplias áreas de manglar orientación para el desarrollo y aplicación de prác-
(Parra y Agudelo 2002; De Las Casas 2009; C. ticas de ecoturismo (el aviturismo, por ejemplo,
Navarro com. pers.). Incluso áreas dentro de la VP es cada vez mayor en la región de Santa Marta
Isla de Salamanca y el SFF Ciénaga Grande de San- y en la VP Isla de Salamanca y Ciénaga Grande
ta Marta enfrentan amenazas constantes debido deberían incluirse entre los lugares ofertados).
a la tala ilegal de mangle, a los incendios inten- Además, dada la incertidumbre relacionada con la
cionales y a la falta de vigilancia y monitoreo en situación taxonómica de L. lilliae, se recomienda
la zona (De Las Casas obs. pers.). En marzo del el desarrollo de programas rigurosos de monito-
2015 funcionarios de Parques Nacionales realiza- reo e investigación, entre otros.
ron muestreos aéreos y visitas a los sitios afectados, En los últimos años, y como resultado del
en los cuales se verificó el nivel y magnitud de la conflicto por la utilización de los recursos bió-
construcción ilegal de diques y terraplenes, y la ticos presentes en la VP Isla de Salamanca, se ha
tala de bosques de manglar para el establecimiento enfatizado la necesidad de una mayor regulación
de tierras agrícolas y de pastoreo (Benjumea Brito y vigilancia estatal en la zona, y dentro de las alter-
2015). Adicionalmente, el puerto carbonero y el nativas propuestas, en mayo de 2015, se decidió el
incremento acelerado de la infraestructura hotele- cierre temporal de 6000 hectáreas del parque para
ra en los alrededores de Santa Marta y el Rodade- controlar los incendios intencionales frecuentes en
ro también han ocasionado la pérdida de hábitat
la VP Isla de Salamanca (El Heraldo 2015). Espe-
relacionado con el Colibrí Cienaguero que, según
cíficamente, se necesitan esfuerzos conjuntos en la
registros históricos, habitaba estas zonas (Todd y
restricción de la comercialización del mangle y en
Carriker 1922).
la consolidación de operativos para contrarrestar
el comercio ilegal del mangle y productos relacio-
medidas de conservación
nados, mediante compromisos multilaterales entre
propuestas las instituciones gubernamentales (Ministerio de
La conservación del Colibrí Cienaguero depende Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Na-
de un mejor conocimiento de la historia natural y cionales Naturales de Colombia), regionales (De-
la situación taxonómica de la especie, junto con partamento Técnico y Administrativo del Medio
un manejo adecuado de los hábitats utilizados por Ambiente de Barranquilla, Corporación Autóno-
esta. Aunque ha sido reconocida por algunos au- ma Regional del Atlántico y Magdalena) y las fuer-
tores como una especie válida (Del Hoyo y Collar zas públicas (Policía Nacional, Ejército Nacional y
2014; Chaparro-Herrera et ál. 2013), todavía Guardacostas del Atlántico y Magdalena), acom-
existen dudas acerca de la validez taxonómica de pañados del desarrollo e implementación de pro-
Lepidopyga lilliae (Donegan et ál. 2015), en gran yectos alternativos para la población que depende
medida debido a la falta de estudios bien funda- de la extracción de almejas y la venta de carbón
mentados. Son necesarios estudios poblacionales vegetal como medios de sustento económico.

233
lepidop yga lilliae

situación de la especie EN B2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016 VU A2c+3c+4c; B1ab(ii,iii,v)

la pérdida de hábitat como un


eoo criterio c
7693.5 km2 índice de reducción poblacional,
área de hábitat se estima que ha perdido más del No hay información que permi-
remanente
30 % de la población en 3 gene- ta hacer una estimación precisa
103.2 km2 del tamaño de la población, por
raciones y se prevé que dicha re-
porcentaje de cambio
ducción continuará en el futuro. lo tanto, no es evaluable para el
de hábitat 2001-2011
- 39.1 % VU A2c+3c+4c. criterio C. Es necesaria una eva-
porcentaje total de luación del tamaño poblacional.
pérdida de hábitat
desconocido
criterio b
criterio d
una generación
B1 EOO = 7693.5 km2 < 20 000
4.2 años No se tiene certeza si la especie
km2. Tiene una distribución se-
3 generaciones se encuentra amenazada bajo el
12.6 años veramente fragmentada como
consecuencia de la destrucción criterio D.
de hábitat (a). Se estima una dis-
criterio a ajuste regional
minución continua en cuanto a
El porcentaje total de pérdida de área de ocupación (ii), extensión Es un taxón endémico de Co-
hábitat se desconoce, pues no se y/o calidad de hábitat (iii) e in- lombia por lo cual no se requie-
cuenta con información precisa dividuos maduros (v). re de ajuste regional.
de la distribución histórica de los VU B1ab(ii,iii,v).
humedales del país. Dentro de la B2 Área de hábitat rema- conclusión
distribución actual de la especie nente dentro de la distribución de
EN B2ab(ii,iii,v).
se presentó una dramática pérdi- la especie = 103.2 km2 < 500 km2.
VU A2c+3c+4c; B1ab(ii,iii,v).
da de hábitat de 39.1 % (se consi- Se estima una disminución con-
deran como hábitat de la especie tinua en cuanto a área de ocu-
manglar y bosques inundables). pación (ii), extensión y/o cali-
Su población se ha venido redu- dad de hábitat (iii) e individuos
ciendo como consecuencia de la maduros (v).
pérdida de hábitat. Si se utiliza EN B2ab(ii,iii,v).

234
lepidop yga lilliae

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

235
capito hypoleucus
© juan david ramírez rpo.
capito hypoleucus
torito capiblanco
white-mantled barbet

síntesis de información
claudia múnera

frutos de diversas especies como Cecropia sp.,


ecología
Cupania sp. (Collar et ál. 1992), Myrsine guia-
C. hypoleucus es una especie endémica de Co- nensis (A. Patiño com. pers.), Marcgravia sp.
lombia que habita áreas de bosque húmedo (L. M. Renjifo com. pers.), Miconia sp., Eu-
tropical y subandino en el valle medio del río terpe sp., Urera sp., Alchornea sp., Trema sp.,
Magdalena. Utiliza bosques primarios y se- Guettarda sp., Ficus sp., Clusia sp., Phoraden-
cundarios, aunque ocasionalmente cruza áreas dron sp. (Múnera y Laverde 2002).
abiertas y visita árboles frutales en potreros
(Short y Horne 2001; Horne y Short 2002; población
Laverde et ál. 2005). Se encuentra desde 180
hasta 2100 m de elevación pero es más abun- Se ha considerado una especie rara pero es
dante sobre los 1000 m (Laverde et ál. 2005). abundante localmente (Múnera y Laverde
Esta especie forma parejas o grupos de hasta 2002). En la serranía de Las Quinchas se en-
ocho individuos que se desplazan mediante contraron densidades de 0.53 individuos/ha
vuelos cortos emitiendo vocalizaciones cons- en la parte baja (300 a 600 m) y de 3.30 in-
tantemente y ocupan dormideros comunales. dividuos/ha en la parte alta arriba de 1000 m
C. hypoleucus construye cavidades en ár- (Laverde et ál. 2005; Múnera y Laverde 2002).
boles para sus dormideros y nidos (Laverde BirdLife International (2009g) estima un área
et ál. 2005). Los pocos registros de nidos ac- de distribución de 3700 km2 con un tamaño
tivos y las observaciones indican que anida en poblacional entre 2500 y 9999 individuos.
abril (Stiles et ál. 1999) y durante septiembre y
octubre del 2000 se observó la construcción de amenazas
cavidades por parejas (Laverde et ál. 2005). Se La principal amenaza que enfrenta esta espe-
alimenta de insectos que obtiene en el follaje, cie es la pérdida de bosques que en su área de
hojas secas, ramas y troncos con epífitas y de distribución están intervenidos y transforma-

237
capito hypoleucus

dos en áreas agrícolas o ganaderas, especialmente rífera, los cultivos ilícitos, la tala indiscriminada y
en las tierras bajas del valle medio del Magdalena. los proyectos de desarrollo están causando la pér-
La minería es otra amenaza para esta especie. Se dida acelerada de cobertura vegetal y biodiversi-
estima que C. hypoleucus ha perdido el 85 % de dad (Salaman y Donegan 2001). La construcción
su hábitat original (Laverde et ál. 2005). El área de embalses también es una amenaza que ha cau-
de la serranía de Las Quinchas es uno de los re- sado pérdida de bosques en los departamentos de
manentes más importantes de bosque, pero en la Antioquia y Caldas.
parte sur quedan menos de 3600 ha (IAvH 2002)
y las cuencas de los ríos Ermitaño y Minero están historia de vida
siendo sometidas a tala artesanal (O. Laverde y C.
No hay información para la especie.
Múnera obs. pers.). La posible explotación mine-
ra (petróleo y esmeraldas), los cultivos ilícitos en
medidas de conservación
algunas zonas de la serranía así como la posible
adecuación y pavimentación de la carretera entre tomadas
Puerto Boyacá y Otanche son amenazas para el Existen nueve AICA en el área de distribución del
hábitat de esta especie. Los registros recientes en Torito Capiblanco (Franco et ál. 2009). Recien-
Santander en el extremo noroccidental de su área temente esta especie fue reportada en el área de
de distribución, se obtuvieron en el límite inferior amortiguación del PNN Sierra de los Yariguíes
(1700 m) de los bosques remanentes de la región (Huertas y Donegan 2006). Está presente en la
y por debajo de ese límite altitudinal solo quedan Reserva El Paujil, de 974 ha, pero esta reserva no
potreros (J. Avendaño, datos no publicados). El sobrepasa los 750 m de elevación y no cubre las
área de amortiguación en la vertiente occidental áreas altas de la serranía de las Quinchas donde
del PNN Sierra de los Yariguíes puede ser un espa- el Torito Capiblanco es más abundante (Laverde
cio que preserve remanentes importantes de bos- et ál. 2005). Igualmente se encuentra en la RNA
que para la conservación de esta especie, pero la Reinita Azul (209 ha) en el área de amortiguación
producción de cacao y café podrían suponer una del PNN Sierra de los Yariguíes en Santander y en
amenaza. En el nororiente de Antioquia y sur de la RNA Arrierito Antioqueño (312 ha) y la RN La
Bolívar (serranía de San Lucas) la explotación au- Forzosa, en el departamento de Antioquia.

situación de la especie EN A4ce


renjifo et ál. 2016

siderarse una buena representación de la distri-


criterio a
bución reciente de la misma. Considerando esta
Esta especie, endémica de Colombia, se distribuía visión, la especie ha perdido el 60 % de su hábitat
a través del Magdalena Medio. Los modelos de histórico y en el periodo 2000-2010 la reducción
distribución de la especie que aquí se presentan fue de 6.74 %. Si se mantiene el ritmo de pérdida,
muestran un importante sesgo hacia aquellas re- en tres generaciones desaparecería el 17 % de su
giones en donde se encuentran las últimas pobla- población. No obstante, las principales causas de
ciones de la especie y de las cuales se tienen casi pérdida de hábitat en la región de la especie son
todos los registros recientes de esta (piedemontes los cultivos ilícitos, las fumigaciones y la minería
de diferentes sistemas montañosos). Sin duda, los de oro a pequeña escala, la cual no fue necesaria-
modelos son una gran subestimación de la distri- mente detectada a la escala de resolución de los
bución histórica de la especie pero pueden con- mapas utilizados (1 km2 x 1 km2). Estos procesos

238
capito hypoleucus

se han intensificado en la última dario 23 ind/km2 (Laverde et ál.


década y con los precios del oro, eoo 2005). Asumiendo la densidad
86 707 km2
seguramente, se intensificarán más baja y ocupación efectiva
área de hábitat
aún más en el futuro inmediato. remanente
del 50 % del AOO de 5968 km2
Por consiguiente, es razonable 9797 km2 se estima un tamaño poblacio-
suponer una pérdida de pobla- área remanente ponde- nal de 68 632 >> 10 000 indi-
ción de la especie > 50 % combi- rada por idoneidad de
viduos maduros (23 ind/km2 x
hábitat (aoo)
nando el pasado y el futuro. 5968 km2 5968 km2/2 = 68 632 ind). La
EN A4ce. porcentaje de cambio especie no califica como amena-
de hábitat (2000-2010)
-6.74 %
zada bajo el criterio C.
criterio b
porcentaje total de

B1 EOO 86 707 km2 > 20 000 pérdida de hábitat criterio d


59.6 %
km2; B2 Área de hábitat rema- No califica como amenazada bajo
una generación
nente = 9797 km2; AOO esti- 8.55 años el criterio D.
mada 5968 km2 (seguramente 3 generaciones
sobreestimado) > 2000 km2. La 25.7 años
ajuste regional
especie no califica como amena-
zada bajo el criterio B. Por ser especie endémica no re-
de bosque así: en bosque prima-
quiere ajuste regional.
rio de 300-500 m de elevación
criterio c 83 ind/km2, en bosque primario
conclusión
La densidad poblacional de la es- de 1000-1500 m de elevación
pecie fue estimada en varios tipos 140 ind/km2 y en bosque secun- EN A4ce.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

239
veniliornis callonotus
© robin h. schiele
veniliornis
callonotus
carpintero escarlata
carpinterito rojo
del patía
scarlet-backed woodpecker

síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones

ecología amenazas
Se distribuye en Colombia, Ecuador y Perú. El valle alto del río Patía está considerable-
En Colombia se encuentra principalmente en mente intervenido. La cobertura boscosa na-
los bosques secos al sur del alto río Patía (Ne- tiva del enclave subxerofítico en la porción sur
gret 2001). Es relativamente frecuente en los del valle ha sido eliminada principalmente para
relictos de vegetación seca nativa en las riberas actividades ganaderas y agrícolas. Otra amena-
de los ríos Patía, Mayo y Juanambú. En el res- za es la práctica tradicional de prender fuego
to del valle del Patía es una especie rara. a la vegetación durante los periodos de sequía
En el sector sur del valle alto del Patía (Negret 2001; Ayerbe y Ramírez 2008).
(entre las localidades de Mojarras y Remoli-
nos), donde la especie es más frecuente, existen historia de vida
aproximadamente 25 000 ha de bosque seco y
No hay información para la especie.
matorrales altos (C. Ríos com. pers.) que no
cuentan con protección alguna, y que repre-
medidas de conservación
sentan la más grande y última área de hábitat
propicio para V. callonotus en Colombia. tomadas
En un área de 1000 ha distribuidas a lo No hay medidas de conservación dirigidas es-
ancho de la porción plana central del valle alto pecíficamente para esta especie, aunque los
del Patía donde predomina la ganadería, se bosques secos del alto Patía son un área priori-
registraron en 2008 apenas dos individuos de taria de conservación a mediano plazo para el
V. callonotus (ambos en zonas riparias arbola- Sistema de Parques Nacionales de Colombia.
das) durante observaciones hechas en 30 tran-
sectos de 100 m.

241
veniliornis callonotus

situación de la especie EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

criterio a (ii), extensión y/o calidad de hábitat (iii) y núme-


ro de individuos maduros (v).
Esta especie ha perdido históricamente 89.6 % del EN B2ab(ii,iii,v).
hábitat (se consideran hábitats bosque fragmen-
tado con pastos y cultivos, cafetales y cacaotales criterio c
con sombrío, arbustales y vegetación secundaria).
En un periodo de 10 años (2001 – 2011) ha te- La información que se tiene de la especie es limi-
nido una recuperación de su hábitat de 6.56 %. Al tada como lo es la información sobre densidad po-
tomar la reducción del hábitat como un indicador blacional de las especies de su género. En un hábi-
de reducción poblacional, la especie no califica tat totalmente diferente, por ejemplo, los bosques
como amenazada bajo el criterio A. altoandinos Cresswell et ál. (1999) encontraron
una densidad poblacional de 4 ind/km2 para su
criterio b congénere Veniliornis nigriceps. Por otra parte se
sabe que su hábitat remanente es muy reducido =
B1 EOO = 2661 km2 < 5000 km2. La especie tiene
117 km2 en el país, y que dentro de su hábitat la
una distribución relictual severamente fragmenta-
especie no es abundante (véase síntesis de infor-
da por pérdida de hábitat en los bosques secos
mación). Por esta razón se estima que la población
del valle del río Patía. Aunque en 10 años experi-
nacional es inferior a 2500 individuos maduros
mentó una modesta recuperación de hábitat, esta
no es necesariamente una situación estable dada la (posiblemente muy inferior a esta cifra) y que di-
alta presión que existe en el país sobre los bosques cha población está disminuyendo por pérdida y/o
secos remanentes. Por lo tanto y bajo el criterio fragmentación de hábitat. Dada la severidad de la
de precaución, se estima que la especie está dis- fragmentación del hábitat remanente, se estima
minuyendo en cuanto a área de ocupación (ii), que ninguna subpoblación alberga 250 individuos
extensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de maduros C2a(i). Se requiere hacer evaluaciones de
individuos maduros (v). campo del estado poblacional de esta especie pues
EN B1ab(ii,iii,v). el tamaño y fragmentación poblacional podría ser
B2 Área de hábitat remanente = 117 km2 < incluso más apremiante de lo que aquí se estima.
500 km2. La especie tiene una distri- EN C2a(i).
bución relictual severamente frag- eoo

mentada por pérdida de hábitat en 2661  km2 criterio d


los bosques secos del valle del río Pa- área de hábitat
remanente La especie no parece calificar como
tía. Aunque en 10 años experimentó 117 km2 amenazada bajo el criterio D. No obs-
una modesta recuperación de hábitat porcentaje de cambio
tante evaluaciones de campo podrían
esta no es necesariamente una situa- de hábitat 2001-2011
6.56 % indicar que la población total en el
ción estable dada la alta presión que
porcentaje total de país podría ser inferior a 1000 indivi-
existe en el país sobre los bosques se- pérdida de hábitat
duos maduros.
cos remanentes. Por lo tanto y por 89.6 %
criterio de precaución se estima que una generación
4.22 años ajuste regional
la especie se encuentra disminuyen-
3 generaciones
do en cuanto a área de ocupación 12.7 años La especie es un taxón residente re-
productivo. La población colombiana

242
veniliornis callonotus

se encuentra totalmente aislada de la población de los bosques secos costeros en Ecuador y Perú. Por lo
tanto no se debe cambiar la categoría.

conclusión
EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i).

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

243
bolborhynchus ferrugineifrons
© daniel uribe
bolborhynchus
ferrugineifrons
periquito de los nevados,
periquito frentirrufo,
periquito paramero,
lorito cadillero
rufous-fronted parakeet

síntesis de información
rocío espinosa, jorge eduardo botero y néstor roncancio

et  ál.  2005; Espinosa 2006). Su preferencia


ecología
hacia ese hábitat, lo ubica en una de las zonas
El Periquito de los Nevados es el psitácido que con mayores transformaciones dentro de la
se encuentra a mayor altura en nuestro país. zona de páramo (Rangel 2002).
Su distribución, en una franja altitudinal en- Es una especie endémica de Colombia
tre 2800 (Ridgely 1981) y 4000 m (Hilty y con una distribución fragmentada que, al pa-
Brown 2001; Rodríguez-Mahecha y Hernán- recer, no está bien documentada. Conocido
dez-Camacho 2002), lo ubica en los ecosiste- únicamente en la cordillera central, su distri-
mas de bosque alto andino y páramo (Rodrí- bución discontinua se sitúa entre los Parques
guez-Mahecha y Hernández-Camacho 2002; Nacionales los Nevados y Puracé, en donde ha
Verhelst y Renjifo 2002; Verhelst et ál. 2002; sido observado en pocas localidades que inclu-
Espinosa 2006). Dentro de la franja de pára- yen además: PNN Las Hermosas (Verhelst et ál.
mo, la especie parece tener preferencias hacia 2002, Verhelst y Renjifo 2002), Reserva Río
el subpáramo, como ha sido documentado en Blanco, y el Municipio de Génova en el Depar-
estudios recientes en los cuales las frecuen- tamento del Quindío (Quevedo et ál. 2005).
cias de observación y el número de registros Es posible que su areal se encuentre extendi-
fueron mayores a las registradas en hábitats do a la cordillera Oriental de acuerdo a ob-
adyacentes (Verhelst et ál. 2002; Quevedo servaciones de Germán Andrade (com. pers.),

245
bolborhynchus ferrugineifrons

quien observó en la Reserva debidos a fluctuaciones tempo- Camacho com. pers. en Collar
Biológica Carpanta a un grupo rales de su recurso alimenticio et ál. 1992; Verhelst et ál. 2002;
de periquitos que podrían per- o a aspectos comportamentales Quevedo et ál. 2005; Espinosa
tenecer a esta especie. Los datos asociados a la temporada repro- 2006; Bejarano-Bonilla y Jimé-
existentes sobre sus poblaciones ductiva (Espinosa 2006). nez-Bonilla 2009). Se observa
podrían estar incompletos. A pe- No existen estudios ni evi- con frecuencia alimentándose
sar de que ha sido considerada dencia concreta que muestren el en el suelo (Collar et ál. 1992;
en general como una especie rara grado de tolerancia de esta espe- Rodríguez-Mahecha y Hernán-
(Collar et ál. 1992; Parker et ál. cie a la transformación de su há- dez-Camacho 2002; Verhelst
1996; Hilty y Brown 2001), hay bitat. Sin embargo, son varios los et ál. 2002), principalmente de
localidades dentro del PNN Los- indicios que podrían señalar que frutos de Cadillo (Acaena elon-
Nevados donde es común e in- esta especie se ha adaptado a las gata), razón por la cual los po-
cluso muy común (Graves y Gi- perturbaciones de su medio, por bladores de la zona de influencia
raldo 1987; Collar et ál. 1992). ejemplo, observaciones que indi- del PNN Nevados lo denominan
Es posible que esto se deba a can abundancias altas en zonas Lorito Cadillero. Observacio-
que las abundancias locales a lo intervenidas (Collar et ál. 1992; nes sobre su dieta han mostrado
largo de su área de distribución Verhelst et ál. 2002; Verhelst y además variaciones temporales
no sean uniformes y por lo tan- Renjifo 2002; Espinosa 2006) y en su composición. Es posible
to existan zonas donde sea más la inclusión en su dieta de espe- que estas variaciones estaciona-
abundante y allí pueda observar- cies características de áreas abier- les se deban a la fenología de las
se más frecuentemente. tas y alteradas como Anthoxan- especies vegetales que son fuente
Estudios sobre la abun- tum odoratum, Bidens pilosa y de alimento del periquito y/o a
dancia relativa y densidad de esta Acaena elongata, entre otras. variaciones en sus abundancias
especie en una zona del PNN Los Su dieta es diversa y se com- (Espinosa 2006).
Nevados muestran estimativos pone de semillas, flores, frutos y Sobre el comportamiento
mayores en zonas de subpáramo. cogollos de plantas (Verhelst et reproductivo del Periquito de
Verhelst et ál. (2002) obtuvie- ál. 2002; Espinosa 2006). Inclu- los Nevados se han hecho algu-
ron índices de abundancia de 0.7 ye especies que son relativamen- nos avances, pero la información
y 4.4 ind/km2 en el subpáramo y te comunes en áreas empleadas aún es incompleta. La única in-
páramo respectivamente, mien- para ganadería, cultivos y cercas formación que existía al respecto
tras que Espinosa et ál. (datos no vivas, como también especies hace referencia a un macho co-
publicados) encontraron densi- propias de las zonas de páramo. lectado con testículos desarro-
dades de 65.2 ind/km2  en sub- Entre las especies que se han re- llados, en el departamento del
páramo (IC95%= 27.9-152.1), gistrado en su dieta además de Cauca. Su periodo reproductivo
y de 5.2  ind/km2  en páramo las anteriormente descritas, se fue ubicado entonces en el pri-
(IC95%= 0.6-44.8). Los resul- encuentran: Vallea stipularis, mer trimestre del año (Forshaw
tados para bosque fueron de 0 Espeletia hartwegiana, Hyperi- 1973; Collar et ál. 1992). Esta
en ambos estudios y el estimati- cum lancioides, Polylepis sericea, información concuerda con el
vo de densidad global estimado Baccharis tricuneata, Buddleja hallazgo de un nido activo rea-
para la zona fue de 23.5 ind/km2 bullata, Hesperomeles ferruginea, lizado por Proaves en febrero de
(IC95%= 10.6-51.9).  Adicio- Lachemilla orbiculata, Taraxa- 2007 en el departamento del To-
nalmente estos estudios encon- cum officinale, Trifolium repens, lima (Proaves 2008). Sin embar-
traron cambios estacionales en Usnea sp y Oreopanax discular, go, los estudios y observaciones
la población, los cuales pueden entre otras (Graves y Giraldo realizadas en el PNN Los Neva-
deberse a movimientos locales 1987; Renjifo 1991; Hernández- dos (Espinosa 2006; Bejarano-

246
bolborhynchus ferrugineifrons

Bonilla 2010) señalan un periodo diferente a este. esto se asumieron una densidad 1 ind/km2 y una
Estos datos confirman que la reproducción es es- distribución desde el Nevado del Ruiz hasta el
tacional, pero ubican el periodo reproductivo en volcán Puracé (Graves y Giraldo 1987). Este cál-
el segundo trimestre entre los meses de abril y ju- culo fue considerado posteriormente como opti-
lio, periodo en el cual se observaron eventos de mista a causa de la degradación del páramo (Co-
cortejo y apareamiento (Espinosa 2006; Bejarano- llar et ál. 1992). Sin embargo, el aumento en los
Bonilla 2010), señalando el periodo de anidación avistamientos y en las localidades, la evidencia de
a comienzos del tercer trimestre. Esta información zonas donde se pueden observar más de 50 indi-
coincide con el hallazgo de una colonia de loritos viduos en pocos kilómetros (Verhelst et ál. 2002;
anidando en el mes de agosto (Bejarano-Bonilla Espinosa 2006) y las observaciones que indican
2010). Estos datos podrían indicar que existen que la especie presenta mayores abundancias en
diferencias regionales en el periodo reproductivo zonas con algún grado de deterioro e interven-
entre las diferentes poblaciones o que este periodo ción, llevaron a pensar que el tamaño de la pobla-
puede presentar variaciones interanuales. ción podría sobrepasar fácilmente los 2000 indi-
No existe mucha información sobre la ani- viduos (Verhelst y Renjifo 2002). Cálculos más
dación de la especie. Inicialmente se presumía recientes han propuesto que su población es el
que anidaba en cavidades ubicadas en barrancos o doble de la inicialmente señalada, entre los 2000
riscos (Collar et ál. 1992). Sin embargo, fue solo y 4000 individuos, con una tendencia poblacional
hasta el 2008 que David Bejarano (Bejarano-Bo- decreciente (Birdlife 2006).
nilla 2010) encontró nidos en las cavidades de una
pared rocosa a 4100 m en el PNN Los Nevados. El amenazas
número de individuos observados por nido estu-
La reducción y degradación del hábitat es quizá
vo entre 2 y 8 loros. A diferencia de este, el pri-
la principal amenaza a la que se enfrenta la espe-
mer nido encontrado (descubierto un año antes a
cie. En general, los páramos han sido uno de los
3000 m), se encontraba en el dosel de un árbol de
ecosistemas más vulnerables, afectados por fenó-
guayabo (Myrcianthes sp.) a 18 metros de altura y
menos como la deforestación, la expansión de la
construido sobre musgo (Proaves 2008). Existen
frontera agrícola, el pastoreo y las quemas (Van
además varios reportes por parte de campesinos de
der Hammen 1995; Castaño-Uribe 2002), ade-
esa zona que mencionan el uso de oquedades en
más de otros problemas como el turismo mal diri-
árboles secos como sitios de anidación. Sin embar-
gido, la minería y el cambio climático global (Ho-
go este dato no ha sido confirmado hasta la fecha.
fstede 2003). Sin embargo, aún no es claro cómo
Esta es una especie gregaria, que ha sido
la transformación del páramo está afectando a las
observada en grupos que alcanzan los 50 indivi-
poblaciones del Periquito de los Nevados. Se ha-
duos (Verhelst et ál. 2002; Espinosa 2006), con
cen necesarios estudios puntuales que respondan
un promedio entre 10 y 13 individuos por banda-
a este interrogante (Verhelst y Renjifo 2002).
da (Espinosa 2006; Bejarano-Bonilla y Jiménez-
Los incendios forestales llegaron a magnitu-
Bonilla 2009) y con variaciones temporales en el
des alarmantes durante uno de los anteriores fenó-
tamaño de grupo (Espinosa 2006). Su agremia-
menos de El Niño, periodo en el cual se registra-
ción en dormideros comunales ya fue descrita por
ron incendios de hasta 2200 ha en tan solo los seis
Bejarano y Jiménez (2009), quienes descubrieron
primeros días del 2010 (Ministerio del Interior y
un dormidero para una colonia de 150 individuos.
de Justicia 2010). Muchos de estos incendios afec-
taron áreas de parques naturales y particularmente
población
áreas de distribución del Periquito de los Nevados.
El tamaño poblacional de esta especie se estimó Ejemplo de ello ocurrió en julio del 2006, cuando
inicialmente entre 1000 y 2000 individuos, para un incendio forestal en el PNN los Nevados afectó

247
bolborhynchus ferrugineifrons

más de 2300 ha (Velasco-Linares 2007). El incen- para la especie, aunque Graves y Giraldo (1987)
dio, que se esparció entre los 3700 y los 4000 m reportaron que los campesinos residentes en las
aproximadamente, provocó la muerte de algunos zonas cercanas al municipio de Santa Isabel y la
individuos de la especie (Castellanos com. pers.), región del Nevado del Tolima mantenían a B. fe-
pero el mayor daño se presentó en la vegetación rrugineifrons en cautiverio. Los registros que se
del parque. Este incendio afectó principalmente el tienen sobre la tenencia de la especie como masco-
ámbito en el que se registraron las menores fre- ta son escasos y aislados. Al parecer no se adaptan
cuencias de observación de esta especie (Espino- bien al cautiverio de acuerdo con los lugareños.
sa 2006) y no se han observado cambios notables
en las poblaciones que se encuentran en el parque historia de vida
(Castellanos com. pers.). Sin embargo habría sido
conveniente realizar monitoreos que hubieran per- No hay información para la especie.
mitido establecer si este hecho afectó a las pobla-
ciones del periquito. medidas de conservación
Si bien parte del área de distribución se en- tomadas
cuentra en zonas de Parques Naturales y áreas Varios esfuerzos se han concentrado inicialmente
protegidas, los controles ejercidos, principalmen- en obtener información sobre la especie. Los es-
te en las zonas de amortiguación, no son del todo tudios sobre su ecología, que fueron iniciados por
efectivos. El manejo que se le ha dado tradicio-
el Programa Biología de la Conservación de Ce-
nalmente al páramo en estas y otras áreas podría
nicafé, han proseguido con la realización de una
estar contribuyendo de forma drástica al deterioro
tesis de pregrado y otra de doctorado, el trabajo
de este ecosistema a causa de las quemas previas
de investigación de la Fundación Proaves, princi-
para la preparación del suelo para la siembra, el
palmente con el Proyecto cordillera Central, y del
sobrepastoreo y la tala para subsistencia. Este fac-
recientemente creado Proyecto Lorito Cadillero
tor se acrecienta debido a que la recuperación de
impulsado por David Bejarano. Gracias a todos
la vegetación paramuna es lenta, lo que dificul-
estos esfuerzos, se ha adelantado no solo en la
ta los procesos de regeneración (Velasco-Linares
consecución de información sobre la especie que
2007). Dentro de las actividades que están con-
ha ayudado a llenar vacíos de información, sino
tribuyendo primordialmente a su degradación
que también se han incluido acciones en campos
se encuentran la ganadería y el cultivo de papa
(Morales-Betancourt 2006). como la educación ambiental. A estas iniciativas se
Aunque el cambio climático global aún no le suma la elaboración del Plan de Acción Nacional
es uno de los criterios tenidos en cuenta para es- para la Conservación de los Loros Amenazados de
tablecer el grado de amenaza de las especies, este Colombia (Botero–Delgadillo y Páez 2010), que
puede representar una seria amenaza especialmen- plantea las directrices para encaminar esfuerzos de
te para aquellas especies de área restringido, como conservación para varias especies de loros amena-
es el caso del Periquito de los Nevados. En el aná- zados de Colombia.
lisis realizado por Velásquez-Tibatá (2010) sobre Además su área de distribución se encuen-
el efecto del cambio climático en las especies ame- tra representada por áreas de protección como los
nazadas, se proyecta en general para estas especies PNN Nevados, Las Hermosas, Nevado del Huila

un desplazamiento superior en sus ámbitos de dis- y Puracé, y nueve sitios AICA en todo el país. En
tribución entre 180 a 230 m de elevación para los el PNN los Nevados, Las Hermosas y el Nevado
próximos 50 años (Velásquez-Tibatá 2010). del Huila, esta especie ha sido identificada como
En la actualidad, el tráfico de mascotas no especie objeto de conservación (UAESPNN 2005b,
representa una amenaza de repercusiones notables 2005c, 2007b).

248
bolborhynchus ferrugineifrons

Otras medidas y programas se encaminan a la para el Manejo Sostenible y Restauración de Eco-


protección el hábitat de páramo. Dentro de estos sistemas de Alta Montaña (Ministerio del Medio
se encuentra el Programa de Restauración Ecoló- Ambiente 2001).
gica en la Laguna del Otún y el Programa Nacional

situación de la especie VU B1ab(iii)+2ab(iii)


renjifo et ál. 2016

área de ocupación de la especie es


criterio a eoo
inferior a 2000 km2. Tiene una dis-
17 311 km2
Esta especie ha perdido históricamen- tribución naturalmente fragmenta-
área de hábitat
te 23.2 % del hábitat (se consideran remanente da, condición que se ha acentuado
hábitats bosque denso bajo, bosque 2589 km2 debido a la pérdida de hábitat (a).
abierto bajo, bosque fragmentado con porcentaje de cambio Se estima que la especie está dismi-
pastos y cultivos, herbazal denso, ar- de hábitat 2001-2011
22.2 % nuyendo en cuanto a extensión y/o
bustal denso y arbustal abierto). En un calidad de hábitat (iii).
porcentaje total de
periodo de 10 años (2001-2011) ex- pérdida de hábitat VU B2ab (iii).
perimentó un incremento del 22.2 % 23.2 %
de su hábitat. Al tomar la reducción una generación
criterio c
6 años
del hábitat como un indicador de
reducción poblacional, la especie no
3 generaciones En la síntesis de información, Espi-
18 años.
se acerca a los umbrales de amenaza nosa, Botero y Roncancio muestran
bajo el criterio A. una gran variación en la abundancia
de la especie no solo entre hábitats,
sino también en diferentes periodos de tiempo
criterio b
dentro de un mismo hábitat. En términos gene-
B1 EOO = 17 311 km2 < 20 000 km2. La especie rales ellos encontraron densidades de 0 ind/km2
tiene una distribución naturalmente fragmentada, en bosque, 5.2 ind/km2 en páramo, 65.2 ind/km2
condición que se ha acentuado debido a la pér- en subpáramo y una densidad global de 23.5 ind/
dida de hábitat (a). Se estima que la especie está km2. Al utilizar como refrente esta última cifra y
disminuyendo en cuanto a extensión y/o calidad un hábitat remanente de 2589 km2, la población
de hábitat (iii). de la especie sería de unos 60 800 individuos. Esta
VU B1ab (iii). estimación posiblemente sea una sobrestimación,
B2 Área de hábitat remanente = 2589 km2 si se toma en cuenta que parte del hábitat no se
< 5000 km2. Para esta estimación se tuvieron en encuentra ocupado, no obstante la población no
cuenta, dentro del ámbito altitudinal conocido parecería estar por debajo del umbral de 10 000
para la especie, todos los bosques densos bajos, individuos maduros.
bosques abiertos bajos, bosques fragmentados
con pastos y cultivos, herbazales densos, arbus- criterio d
tales densos y arbustales abiertos. No obstante,
se sabe que la especie tiene una distribución local La especie no califica como amenazada bajo el
y que prefiere el subpáramo dentro de este con- criterio D.
junto de hábitats. Por esta razón se estima que el

249
bolborhynchus ferrugineifrons

ajuste regional Distribución


La especie es endémica de Colombia por lo cual
no se requiere hacer un ajuste regional.

conclusión
VU B1ab(iii)+2ab(iii).

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

250
pyrrhura viridicata
© daniel uribe
pyrrhura viridicata
periquito serrano
santa marta parakeet

síntesis de información
hugo oliveros-salas, esteban botero-delgadillo y christian olaciregui

desplaza en grupos de 3 a 9 individuos y por


ecología
lo general no exceden los 20  individuos; no
Pyrrhura viridicata es endémica de la Sierra obstante, se han registrado grupos entre 62 a
Nevada de Santa Marta, donde habita entre 67  aves sobrevolando fragmentos de bosque
1900 y 3200 m de altitud (Hilty y Brown entre áreas abiertas (Oliveros-Salas 2005; Bo-
1986; Rodríguez-Mahecha y Hernández- tero-Delgadillo y Páez 2011).
Camacho  2002), aunque existen algunos En la dieta se han registrado 29 especies
registros a 1700  m (Botero-Delgadillo y pertenecientes a 15 familias vegetales, pero la
Páez  2011). Se ha registrado principalmente inflorescencia de Croton sp. (Euphorbiaceae)
en la vertiente norte y lo sectores norocciden- es el recurso más consumido (Oliveros-Salas
tales y nororientales de esta montaña. Fre- 2005; Botero-Delgadillo et ál. 2010; Olaci-
cuenta los bosques húmedos premontanos y regui obs. pers.). En la Cuchilla de San Lo-
montanos y bordes de bosque o áreas abiertas renzo los periquitos anidan exclusivamente en
con árboles dispersos (Rodríguez-Mahecha y cavidades en palmas de ramo (Ceroxylon ceri-
Hernández-Camacho 2002; Botero-Delgadi- ferum) muertas entre 2500 y 2700 m de alti-
llo et ál. 2012). También utiliza fragmentos de tud (Oliveros-Salas 2005; Olaciregui 2009).
vegetación nativa en diferentes estados de su- El periodo reproductivo transcurre principal-
cesión, además de plantaciones de algunas es- mente entre diciembre y junio. Anidan en pa-
pecies exóticas (Oliveros-Salas 2005; Botero- rejas o en grupos pequeños, posiblemente
Delgadillo y Páez 2011) y cultivos de frutales. dependiendo de la disponibilidad de cavida-
Era relativamente común en la segun- des (Oliveros-Salas 2005; Olaciregui 2009).
da mitad del siglo XX (Rodríguez-Mahecha Los movimientos a escala del paisaje no
y Hernández-Camacho, 2002) pero actual- se conocen bien, pero en San Lorenzo la es-
mente es frecuente solo en la cuchilla de San pecie parece moverse localmente y se observa
Lorenzo (Botero-Delgadillo y Páez 2011). Se en las mismas zonas a lo largo del año (Botero-

252
p yrrhura viridicata

Delgadillo et  ál. 2011). Visita potencial de Velásquez-Tibatá y


historia de vida
fragmentos de bosque secunda- López-Arévalo (2006), la pobla-
rio que varían entre 3 ha (E. Bo- ción se encontraría entre 820 y No hay información para la
tero-Delgadillo obs. pers.) hasta 1600 individuos. Sin embargo, especie.
300 ha (Oliveros-Salas 2005). una evaluación más reciente del
área de ocupación y hábitat po- medidas de
población tencial remanente sugiere que la conservación
La mayoría de los registros de población total no excedería los tomadas
los últimos 50 años provienen 2500 individuos (Botero-Delga- La SNSM es una Reserva de la
de la cuchilla de San Lorenzo, dillo et ál. 2012). Biosfera de la UNESCO desde
localidad de fácil acceso (Botero- 1979 y se encuentra protegida
Delgadillo y Páez 2011). Adicio- amenazas parcialmente por el PNN del mis-
nalmente, se ha observado en la En 1998 se estimó que la SNSM mo nombre desde 1964. Sin em-
cuenca alta del río Frío (Strewe había perdido 85 % de la vege- bargo, la mayor parte de las loca-
y Navarro 2004) y en la cuenca tación original a causa, princi- lidades conocidas donde ocurre
alta del río Ranchería en el Ce- palmente, de la deforestación la especie se encuentran por fuera
rro de Mamarongo (L. Cáceres provocada por la extensión de del área del parque (Botero-Del-
com. pers.). En San Lorenzo gadillo y Páez 2011). La cuchilla
la frontera agrícola y por el auge
se estima una densidad de 3 a de San Lorenzo fue declarada
de los cultivos ilícitos (Funda-
7 ind/km2 (Oliveros-Salas 2005; como un AICA (Franco y Bravo
ción Pro-Sierra Nevada de Santa
Botero-Delgadillo et ál. 2012). 2005) y es el único sitio donde el
Marta 1998). En San Lorenzo,
Una primera estimación establecimiento de áreas protegi-
las partes altas de la distribución
en la década de los noventa rea- das beneficia las zonas de forra-
de este periquito se encuentran
lizada por Tomas Arndt sugirió jeo, descanso y anidación iden-
afectadas por la fragmentación
una población que no superaba tificadas para la especie. En esta
debido a la ganadería de alta
los 5000 individuos, mientras localidad la especie se beneficia
montaña y las plantaciones de
que Arndt y Salaman en 2001 del manejo de la Reserva El Do-
especies introducidas, especial-
estimaron una población entre rado y la Estación Experimental
mente pino patula (Pinus patu-
5000 y 10 000 individuos (en de San Lorenzo. Los hábitats co-
Rodríguez-Mahecha y Renjifo la) y eucalipto (Eucalyptus  sp.)
nocidos en las cuencas de los ríos
2002). Posteriormente, Rodrí- (C. Olaciregui obs. pers.). Frío y Ranchería se encuentran
guez-Mahecha y Renjifo (2002) Este periquito no es afec- protegidos dentro del PNN SNSM.
sugirieron una población total tado por el tráfico ilegal de fauna Recientemente, la SNSM ha sido
entre 354 y 404 individuos, ba- silvestre. Sin embargo, Strewe y identificada como un sitio de la
sados en estimados de densidad Navarro (2004b) reportan cace- Alianza para la Cero Extinción
de otras especies del género. ría por comunidades indígenas o AZE (por sus siglas en inglés)
Estudios recientes han estimado kogi y en el nororiente de la (Ricketts et ál. 2005).
que la población de la cuchilla de Sierra P. viridicata es apreciada El uso de nidos artificiales
San Lorenzo se encontraría entre como mascota por parte de las también ha contribuido a la con-
62 y 120 individuos (Oliveros- comunidades wiwa (L. F. Cáce- servación de la especie gracias al
Salas 2005) y entre 62 y 104 res com. pers.). De todos mo- aumento en la oferta de cavida-
(Botero-Delgadillo et ál. 2012). dos, los eventos de cacería regis- des y ha facilitado la obtención
Suponiendo una ocupación total trados no representan amenazas de información para el conoci-
de su areal de distribución y ba- serias para las poblaciones de la miento de la biología reproduc-
sados en la estimación de hábitat especie. tiva de la especie (Olaciregui

253
p yrrhura viridicata

2009, Botero-Delgadillo y Páez 2011); no obstante, el éxito de dicha medida o los efectos sobre sus
poblaciones deben ser estudiados a futuro.

situación de la especie EN C2a(ii)


VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)
renjifo et ál. 2016

ción del país (G. Galindo com. criterio c


eoo
pers. Febrero 2014). Por esta ra-
5410 km2
zón y por criterio de precaución Existen varias estimaciones del
área de hábitat
remanente se considera que la población de tamaño y densidad poblacio-
1010 km2 la especie continua disminuyen- nal de la especie (véase sínte-
porcentaje de cambio do. No obstante la especie no se sis de información de la espe-
de hábitat2000-2010
acerca a los umbrales de riesgo cie). Entre estas estimaciones la
5.1 %
porcentaje total
bajo el criterio A. más concienzudamente realiza-
de pérdida de hábitat da con base en un extenso tra-
46.8 % criterio b bajo de campo es la hecha por
una generación
Botero-Delgadillo et ál. (2012),
6 años B1 EOO = 5410 km2 < 20 000 km2.
estos autores encontraron en la
3 generaciones La especie tiene una distribución
18 años zona de la cuchilla de San Lo-
severamente fragmentada como
renzo una densidad de 4.4 –
consecuencia de la transforma-
6.3 ind/km2 en el año 2006 y
ción del paisaje (a). Por las ra-
criterio a zones señaladas en la evaluación de 4.1 – 7.1 ind/km2 en 2008.
del criterio A se considera que la Utilizando una aproximación
Históricamente se ha perdido el
especie continúa declinando en metodológica diferente a la uti-
46.8 % de los bosques dentro de
cuanto a la extensión y/o cali- lizada para la Sierra Nevada de
la distribución de la especie. Más
dad de hábitat (iii) y número de Santa Marta en este libro, Bote-
recientemente, en un periodo
de 10 años esta tendencia se ha individuos maduros (v). ro-Delgadillo et ál. (2012) esti-
revertido con una recuperación VU B1ab(iii,v). maron el área de ocupación de
de la cobertura boscosa 5.1 %. La B2 Área de hábitat rema- la especie en 680  km2, mien-
estimación del cambio de la co- nente = 1010 km2 < 2000 km2. tras que nosotros estimamos el
bertura boscosa en la región de La especie tiene una distribución área de hábitat remanente en
la Sierra Nevada de Santa Marta severamente fragmentada como 1010 km2. Si por criterio de pre-
representa un reto importante consecuencia de la transforma- caución utilizamos la estimación
debido a la existencia de bosques ción del paisaje (a). Por las ra- de densidad poblacional más
deciduos y semideciduos que di- zones señaladas en la evaluación baja (4.1 ind/km2) y las estima-
ficultan la interpretación de imá- del criterio A se considera que la ciones de área de ocupación y
genes cuando estas provienen de especie continúa declinando en de hábitat remanente (680 km2
diferentes épocas del año. Por cuanto a la extensión y/o cali- y 1010 km2 respectivamente) la
otra parte, información recien- dad de hábitat (iii) y número de población de la especie estaría
temente generada por el IDEAM individuos maduros (v). entre 2790 y 4140  individuos.
indica que la Sierra Nevada de VU B2ab(iii,v). En las poblaciones silvestres de
Santa Marta es en la actualidad loros con frecuencia una propor-
uno de los hotspots de deforesta- ción importante de la población

254
p yrrhura viridicata

está constituída por individuos no reproductivos.


criterio d
Por esta razón se estima que la población de adul-
tos maduros reproductivos de la especie está por La especie no califica como amenazada bajo el
debajo de 2500  individuos. Se considera que la criterio D.
población continúa disminuyendo y dada la capa-
cidad de vuelo de la especie, la relativa cercanía de ajuste regional
los bloques de hábitat remanente y la capacidad
La especie es endémica de Colombia por lo cual
que tienen estos periquitos para atravesar zonas
no es necesario hacer un ajuste regional.
deforestadas (véase la síntesis de información de la
especie), se asume que la mayor parte de la pobla-
conclusión :
ción hace parte de una misma población interco-
nectada por individuos que se dispersan. EN C2a(ii).
EN C2a(ii). VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v).

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

255
ara militaris
© rodrigo gaviria obregón
ara militaris
guacamaya militar,
guacamaya verde oscura
military macaw

síntesis de información
joaquín moya, cristóbal navarro, juan alzate y yurgen vega

ecología en Renjifo et ál. 2002; J. Moya, datos no pu-


blicados). Utiliza cavidades en paredes roco-
En Colombia esta especie habita las selvas hú- sas y en árboles para dormir y anidar (Flórez y
medas, bosques andinos hasta 2200 m y vege- Sierra 2004; Toro et ál. 2007; Arcos-Torres
tación subxerofítica cerca de Santa Marta (Ro- y Solano-Ugalde 2008). En la vertiente no-
dríguez-Mahecha 2002; J. Moya, datos no roccidental de la SNSM anida con frecuencia
publicados). Hace migraciones locales (Bar- en palmas muertas, lo que las hace propen-
bosa et ál. 1986; Rodríguez-Mahecha  2002; sas al saqueo de las nidadas (J. Moya, datos
Strewe y Navarro 2003; J. Moya, datos no no publicados). En las cabeceras de Guachaca
publicados) entre zonas de alimentación en (Magdalena) el monitoreo de un nido activo
tierras bajas y de reproducción en altitudes reveló un periodo de cortejo y cópula entre la
superiores a 1000 m en la vertiente norocci-
segunda y la cuarta semana de enero, postura
dental de la Sierra Nevada (J. Moya, datos no
durante la segunda y tercera semana de febre-
publicados). Esta situación sugiere una migra-
ro, incubación entre la segunda semana de fe-
ción desde el alto valle del Magdalena hasta
brero y la segunda semana de marzo, polluelos
la Amazonia a través de la cordillera Oriental
entre la segunda semana de marzo y la última
(Rodríguez-Mahecha 2002). Es una especie
semana de mayo y la cría en vuelo a partir de la
gregaria y los grupos siguen patrones diarios
última semana de mayo y primera semana de
de salir a alimentarse en la madrugada y re-
junio (J. Moya, datos no publicados).
gresar al final de la tarde a pasar la noche en
dormideros comunales (Flórez y Sierra 2004;
población
J. Moya, datos no publicados).
Su alimentación está compuesta por Todd y Carriker (1922) mencionaron que esta
semillas, nueces y bayas de una variedad de era la guacamaya más común en la región de
plantas (Munn 1988; Abramson et ál. 1995 Santa Marta. Durante el 2008 se observó un

257
ara militaris

máximo de 30 individuos en el PNN Tayrona y su pesinos como curiosidad y ornato (Rodríguez-


zona de amortiguación (J. Moya, datos no publi- Mahecha 2002).
cados), mientras que en la Reserva La Guacamaya
Verde se observaron 50 ejemplares (J. F. Alzate y historia de vida
C. Navarro obs. pers.). En Sabanalarga y Liborina Alcanza la madurez sexual de los tres a cuatro
(Antioquia), se reportaron 156 individuos en cua- años de edad (Rodríguez et ál. 2005).
tro censos (Flórez y Sierra 2004). En la serranía
de Los Churumbelos se han observado grupos de medidas de conservación
12  individuos y hasta diez individuos en el PNN tomadas
los Picachos (Salaman com. pers. y M. Alvarez in
litt. en Rodríguez-Mahecha 2002). En la serranía Se encuentran poblaciones de esta especie en los
del Perijá se han observado grupos de diez y ocho parques nacionales Tayrona, Tinigua, SNSM, Los
individuos. BirdLife International (2009x) estima Picachos, Las Orquídeas, Serranía de la Macarena,
una población entre 1000 y 19 999 individuos. Serranía de los Churumbelos, Macuira y Cueva de
los Guácharos. Existen observaciones en la Reser-
va Natural Los Besotes y El Oso, en la Reserva
amenazas
Forestal Protectora Montes de Oca, en las reservas
La destrucción del hábitat es la principal amena- privadas Quebrada de Valencia, Guacamaya Ver-
za y el fenómeno de la migración entre zonas de de y Buena Vista. Se están ejecutando proyectos
alimentación y reproducción la hace más sensible. liderados por la fundación Alianza para los Ecosis-
Esta especie se encuentra amenazada por la ex- temas Críticos (Alpec), para incrementar el éxito
plotación para el comercio de mascotas (Barbosa reproductivo de la especie por medio de cajas de
et ál. 1986; Renjifo et ál. 2002; J. Moya, datos no anidación en las localidades de Guachaca y La Ta-
publicados), aunque no es tan marcada como en gua (vertiente noroccidental de la SNSM); existen
las otras especies de este género (Rodríguez-Ma- registros en las AICA Cerro Pintado, Valle del río
hecha 2002; Flórez y Sierra 2004; Sierra 2004). San Salvador, Río Frío y Cuchilla de San Lorenzo
Las plumas no son utilizadas como ornamentos (BirdLife International 2009x). Se encuentra en el
ceremoniales en comunidades indígenas, pero es apéndice I de CITES (UNEP-WCMC 2015).
frecuente encontrarlas en paredes de ranchos cam-

situación de la especie VU A2cd+4cd; C2a(i)


renjifo et ál. 2016

30 % en 3 generaciones y se espera que la tenden-


criterio a
cia continúe en el futuro.
La especie ha perdido 65 % de su hábitat histórica- VU A2cd+4cd.
mente y en 10 años ha perdido el 5.03 % del mis-
mo. Asumiendo una tasa constante de pérdida de criterio b
hábitat, habría perdido un 19.2 % de su población
por esta causa en 3 generaciones. Adicionalmen- B1 EOO = 462 244 km2 >> 20 000 km2
te, la especie es objeto de cacería de consumo y B2 Área de hábitat remanente = 43 091 km2; AOO
para el tráfico ilegal como mascotas y saqueo de estimada = 16 516 km2 > 2000 km2
nidos, por esto se estima que la reducción en el La especie no califica como amenazada por
tamaño poblacional de la especie es de más del el critero B.

258
ara militaris

Ara de 2 ind/km2 en una selva más de 1000 individuos madu-


eoo
462 244 km2 prístina (PN Manu), libre de ros reproductivos (a(i)).
área de hábitat cacería, degradación de hábi- VU C2a(i).
remanente tat y otras presiones. Por otra
43 091 km2 criterio d
parte, la mayor parte de la distri-
área remanente
ponderada por
bución de la especie en Colom- La especie no califica como
idoneidad de hábitat bia tiene algún tipo de impacto amenazada bajo el criterio D.
(aoo estimada) negativo, razón por la cual po-
16 516 km2
dría suponerse una densidad de ajuste regional
porcentaje de cambio
de hábitat 2000-2010 0.5 ind/km2 o inferior. Tenien- La especie es una residente re-
-5.03 % do en cuenta esta densidad, la productiva y posiblemente es ob-
porcentaje total de
población en Colombia sería de jeto de inmigración exitosa des-
pérdida de hábitat
65 % 8258 individuos < 10 000 indi- de los países vecinos. No se sabe
una generación viduos maduros (0.5 ind/km2 x si la inmigración disminuirá y no
12.65 años 16 516 km2 = 8258 ind), consi- se sabe si la población colombia-
3 generaciones derando que muchos no serían
38 años
na sea un sumidero, por lo tanto,
adultos reproductivos como no hay cambio de categoría.
ocurre con frecuencia entre los
loros. Las poblaciones de la es- conclusión
criterio c pecie en Colombia están en dis-
VU A2cd+4cd; C2a(i).
Terborgh et ál. (1990) encon- minución (C2) y son bastante
traron una densidad pobla- disyuntas, por lo que se estima
cional para varias especies de que ninguna subpoblación tiene

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

259
clytoctantes alixii
© luis eduardo urueña
clytoctantes alixii
hormiguero pico de hacha
recurve-billed bushbird

síntesis de información
oscar laverde-r.

ecología En Ocaña, Norte de Santander, se con-


taron seis parejas asociadas a parches de bam-
El Hormiguero Pico de Hacha se distribuye bú en un transecto de aproximadamente 2 km
entre 180 y 1800 m en la región norte de Co- (Laverde y Stiles 2007).
lombia y en el noroeste de Venezuela en la se-
rranía de Perijá (Hilty y Brown 1986; Renjifo población
et ál. 2002; Tobias et ál. 2006; Laverde y Stiles
BirdLife International (2009e) calcula una
2007). Habita bosques húmedos y secos, en la población entre 250 y 1000 individuos, pero
vegetación densa del sotobosque (Renjifo et ál. no explica de donde viene este cálculo ni el
2002; Laverde y Stiles 2007; Borras y Urue- método utilizado.
ña 2009; Colorado 2008; Herrera-Ordoñez
y Rincón-Guarín 2014). Es una especie muy amenazas
local que se observa frecuentemente en vege-
La principal amenaza puede ser la pérdida de
tación secundaria en diferentes estadios de re-
hábitat. En Ocaña el bambú donde se encuen-
generación, en bosques asociados a quebradas
tra este hormiguero (Rhipidoclarum racemiflo-
rodeados de cultivos (cacao, mandarina y po-
rum) es usado para la fabricación de escobas.
treros) y en bordes de bosque (Laverde y Stiles Hay avance de la frontera agrícola en cercanías
2007; Borras y Urueña 2009; Colorado 2008; de la región donde fue encontrada la espe-
Herrera-Ordoñez y Rincón-Guarín 2014). cie (Laverde y Stiles 2007; Borras y Urueña
Se alimenta de insectos (Laverde y Stiles 2009). La población del hormiguero en Bri-
2007; Colorado 2008). Ha sido observado en ceño (Antioquia) puede estar amenazada por
bandadas mixtas que siguen rondas de hormi- una hidroeléctrica que está proyectada en el río
gas legionarias (Renjifo et ál. 2002; Herrera- Cauca, que inundaría la mayor parte del hábitat
Ordoñez y Rincón-Guarín 2014). disponible para esta especie (Colorado 2008).

261
cly toctantes alixii

se han adelantado proyectos de educación am-


historia de vida
biental. También ha sido registrada en la Reserva
No hay información detallada. Natural de las Aves Reinita Cielo Azul.
Esta especie puede encontrarse en los PNN
medidas de Paramillo y Catatumbo-Barí. La serranía de Abi-
conservación tomadas be, de donde se tienen registros históricos, no está
protegida pero su estado de conservación es muy
La fundación Proaves creó la RNN el Hormiguero
bueno debido principalmente a los problemas de
de Torcoroma (Borras y Urueña 2009), en la cual
orden público (O. Laverde obs. pers.).

situación de la especie VU B2ab(iii)


renjifo et ál. 2016

rio B2, el largo tiempo trascurrido entre los re-


criterio a
gistros históricos y los registros contemporáneos,
Esta especie ha perdido el 63.3 % de los bosques así como el escaso número de localidades en los
en su área de distribución y en el periodo 2000- que se ha reportado la especie desde su redescu-
2010 estos se redujeron en un 0.97 %. Utilizando brimiento, indican que esta tiene una distribución
la reducción del hábitat como un índice de la re- muy localizada y sugieren que tendría un área de
ducción poblacional la especie no califica como ocupación inferior a 2000 km2. Además su distri-
amenazada bajo el criterio A. bución está severamente fragmentada (a) y la es-
pecie está en disminución (b) al menos en cuanto
criterio b a área y/o calidad de hábitat (iii).
B1 EOO = 168 917 km2 >> 20 000km2 VU B2ab(iii).
B2 Área de hábitat remanente = 14 986.6 km2;
AOO estimada = 8906.5 km2. El conocimiento criterio c
sobre los requerimientos de hábitat Aunque la especie puede ser relativa-
de la especie ha mejorado sustan- mente común localmente (Laverde
eoo
cialmente en los últimos 10 años. 168 917 km2 y Stiles 2007) no existe información
Clytoctantes alixii era considerada área de hábitat que permita hacer una estimación
una especie de bosques lluviosos de remanente
razonablemente precisa del tamaño
14 986.6 km2
tierras bajas y piedemontes del norte de su población.
área remanente
de Colombia y la cuenca del lago de
ponderada por
Maracaibo. Hoy en día sabemos que idoneidad de hábitat criterio d
esta especie se encuentra también en (aoo estimada)
bosques muy estacionales pero tiene
8906.5 km2 La especie no califica como amena-
una distribución bastante localizada,
porcentaje de cambio zada bajo el criterio D.
de hábitat 2000-2010
al menos de manera parcial, debido -0.97 %
probablemente a sus requerimien- porcentaje total de
ajuste regional
pérdida de hábitat
tos de micro hábitat descritos en la La especie es un taxón residente re-
63.3 %
síntesis de información. Aunque los productivo y no se sabe si es objeto
una generación
modelos indicarían un área de distri- 4.8 años de inmigración desde Venezuela,
bución de la especie superior a los 3 generaciones por lo tanto no se cambia la catego-
umbrales de riesgo bajo el subcrite- 14.4 años ría regional.

262
cly toctantes alixii

conclusión
VU B2ab(iii).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

263
xenornis setifrons
© björn anderson
xenornis setifrons
hormiguero de tacarcuna
spiny-faced antshrike

síntesis de información
luis miguel renjifo y sergio losada-prado

ecología deras empinadas cerca de quebradas pequeñas,


vegetación densa y poco frecuente en sotobos-
La especie tiene una distribución discontinua que y lugares con poca pendiente en su franja
desde el sur de la Serranía de Baudó hasta la altitudinal (Hilty y Brown 1986; Collar et ál.
Serranía del Darién a lo largo de la costa del 1992; Adsett y Wege 1998). Es frecuente en
Pacífico en la parte noroccidental de Colombia parejas o individuos solitarios, acompañando
(Hilty y Brown 1986; Adsett y Wege 1998). bandadas mixtas (Collar et ál. 1992; BirdLife
Según Wege y Long (1995), la Serranía del International 2000; Adsett y Wege 1998).
Baudó (CO 17) es considerada un área clave Christian (2001), en Panamá, describe
para las aves amenazadas en el neotrópico. dos nidos ubicados a la orilla de un arroyo con
Desde la última revisión hecha por Ren-
vegetación densa y a una altura entre 2.8 y
jifo et ál. (2002) no se encontró información
3 m desde el suelo, sujetos a ramas colgantes
publicada sobre la especie en nuestro país.
de especies como Perebea sp. (Moraceae) y Si-
Solo fue registrada en estudios de Angher
mira maxonii (Rubiaceae). Los nidos fueron
et ál. (2004) en la Serranía de Jungurudó, en
registrados en el mes de mayo de 1996.
Panamá, y por Christian (2001) al occidente
del mismo país en la Reserva Nusagandi, estos
amenazas
investigadores únicamente dan registros sobre
la presencia de la especie y características de Los bosques de la serranía del Darién no han
nidos, en el caso de Christian (2001). sido afectados de manera significativa por la
Es una especie rara y los registros que agricultura o la ganadería y en la serranía del
existen son del estrato bajo del bosque (Hilty Baudó aún existen grandes extensiones de
y Brown 1986). La especie habita entre 150 y bosque. Sin embargo, la construcción de ca-
800 m en los bosques húmedos y muy húme- rreteras puede conllevar el ingreso de com-
dos de tierras bajas y piedemonte. Prefiere la- pañías madereras que afectarían el hábitat de

265
xenornis setifrons

esta y otras especies. Observación aérea en zonas medidas de conservación


bajas del occidente colombiano, cerca de la fron- tomadas
tera con Panamá y la parte superior del río Atrato,
Aunque no ha sido confirmada su presencia en el
revela que en esta zona se ha talado gran parte del
PNN Los Katíos, esta zona tiene alturas y hábitats
bosque (Collar et ál. 1992; Renjifo et ál. 2002).
que frecuenta la especie. Además, el PNN Ensenada
de Utría protege algunas zonas de la Serranía de
historia de vida
Baudó, aunque se desconoce si la especie ocurre
No hay información para la especie. en el interior de este parque (Collar et ál. 1992).

situación de la especie VU B2ab(iii)


renjifo et ál. 2016 NT B1ab(iii)

las condiciones que favorecen a


criterio a
eoo la especie. Asumiendo arbitraria-
Esta especie ha perdido el 3.74 % 20 743 km2
mente que un 20 % del área del
área de hábitat
de su hábitat históricamente y hábitat tenga dichas condiciones
remanente
en diez años recuperó un 7 % 9400 km2 el AOO de la especie sería del
del hábitat perdido. Tomando área remanente orden de 1880 km2 < 2000 km2.
la pérdida de hábitat como un ponderada por
La especie tiene una distribución
idoneidad de hábitat
indicador de la disminución de (aoo estimada) naturalmente fragmentada (a) y
la población, la especie no se 1880 km2 en disminución (b) debido a una
acerca a los umbrales de amena- porcentaje de cambio reducción paulatina en la exten-
de hábitat 2000-2010
za bajo el criterio A. sión y/o calidad de hábitat (iii).
7 %
porcentaje total de
VU B2ab(iii).
criterio b pérdida de hábitat Nota: si en el futuro se lle-
3.74 % ga a demostrar que la distribu-
B1 EOO = 20 743 km > 20 000 km .
2 2
una generación
La especie supera el umbral (aun- ción de la especie no es tan lo-
4.8 años
que se encuentre muy cerca de 3 generaciones
calizada, la especie dejaría de ser
éste), por lo cual no se encuen- 14.8 años considerada amenazada. Esta es
tra amenazada. Por otra parte, una especie que podría ser poco
especialmente en laderas empi- conocida más que amenazada.
la especie tiene una distribución
naturalmente fragmentada (a) y nadas a lo largo de quebradas
en disminución (b) debido a una y riachuelos, en partes muy hú- criterio c
reducción paulatina en la exten- medas en el fondo de cañadas y No existen estimaciones de ta-
sión y/o calidad de hábitat (iii). en claros de bosque maduro con maño ni de densidad poblacio-
NT B1ab(iii). dosel abierto. Esto hace pensar nal basadas en información de
B2 Área de hábitat rema- que los sitios en los cuales se campo para la especie, ni la es-
nente = 9400 km2. Se tienen muy encuentra son muy localizados. timación de área de ocupación
pocos registros para construir un Nuestro modelo de hábitat re- es lo suficientemente robusta
modelo de idoneidad de hábitat. manente no toma en considera- como para que amerite una es-
De otra parte, se sabe que la es- ción la pendiente del terreno, sin timación de tamaño poblacional
pecie es muy escasa, su distribu- embargo, se sabe que la región basado en densidades de otras
ción parece ser muy localizada, no está dominada por áreas con especies. Por lo tanto, no existe

266
xenornis setifrons

suficiente información para eva- conclusión


ajuste regional
luar el riesgo de Xenornis seti-
frons con respecto al criterio C. La especie es un taxón residente VU B2ab(iii).
reproductor del país. No se sabe NT B1ab(iii).
criterio d si es objeto de inmigración des-
de Panamá, por lo cual no se su-
La especie probablemente no giere un cambio en la categoría.
califica como amenazada bajo el
criterio D.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

267
grallaria bangsi
© tom friedel
grallaria bangsi
tororoi de santa marta
santa marta antpitta

síntesis de información
katherine certuche y ángela p. caguazango

bosque dominado por arbustos de Aphelandra


ecología
mildbraediana.
Es un ave endémica de Colombia (Stiles Se puede considerar el aumento en el
1998), con distribución geográfica restringida número de registros de la especie en áreas con
a la SNSM entre 1200 y 2500 m, siendo más mayor humedad cerca de cuerpos de agua y
frecuente y más fácil de observar arriba de los peñas llenas de líquenes y musgos que retie-
1600 (Hilty y Brown 1986; Ridgely y Tudor nen agua (Certuche y Carantón 2011). Los
1994; Kattan y Renjifo 2002; K. Dowling registros que se tienen de la especie en la ma-
com. pers. 2009; W. Naranjo com. pers. yoría de los casos se han dado en el interior
2009; Certuche y Carantón 2011). El Toro- de los bosques, algunas veces en pequeños
roi de Santa Marta habita bosques montanos espacios abiertos, claros y bordes de cami-
húmedos maduros o secundarios avanzados nos (Hilty y Brown 1986; Kattan y Renjifo
con humedades relativas entre 80 % y 90 %, 2002); en el caso de los registros en bordes
temperatura promedio de 18° C, pendientes de bosque se ha observado hasta una distancia
entre 30º y 70º. La cobertura de hojarasca de aproximadamente 30 m de la matriz (co-
de los suelos de estos bosques es de aproxi- múnmente pastizales con baja densidad de
madamente 78 %, la cobertura del dosel es de árboles destinados a la ganadería o crianza de
79 %, las alturas promedio de los árboles que ovejas) (Certuche y Carantón 2011). Den-
se encuentran en estos sitios están entre 12 y tro de las caracterizaciones del hábitat hechas
20 m y los sotobosques en donde usualmente para la especie a inicios de 2010 se lograron
se encuentra la especie tienen una estructura registrar 3 individuos en franjas muy estrechas
de vegetación densa en donde es frecuente en- de bosque fragmentado de una amplitud no
contrar chusque, helechos y enredaderas con mayor a 50 m, cercanos a parches grandes de
alta densidad de epífitas; en otras zonas menos bosque, lo que lleva a suponer que la especie
densas es usual escuchar el tororoi en el soto- soporta moderadamente los impactos de la

269
grallaria bangsi

fragmentación. G. bangsi es de a lo largo de la cuchilla de San


amenazas
hábito principalmente terrestre, Lorenzo (AICA de 57 000 ha en
prefiere suelos con abundan- el Magdalena) (BirdLife 2010b, La principal amenaza que en-
te hojarasca (~300g/50 cm2) N. Bayly com. pers. 2010). Por frenta el Tororoi de Santa Mar-
(Certuche y Carantón 2011) y el contrario, en el Valle de San ta es la continua pérdida de su
perchas bajas de no más de 2 m. Salvador (AICA de 58 000 ha en hábitat como consecuencia de
Esta especie es menos escurridi- la Guajira) ha sido descrita como la intervención antrópica; ac-
za y más fácil de ver que otras una especie local y poco frecuen- ciones como la deforestación,
especies endémicas del géne- te, ya que pocos individuos han el establecimiento de potreros
ro. Habita un área menor a los sido observados y grabados den- para la ganadería, los cultivos
50 000 km2 razón por la cual tro de los bosques primarios por ilícitos y su erradicación, ponen
hace parte de la lista de especies encima de los 1600 m (Strewe en peligro el equilibrio natural
con área de distribución restrin- y Navarro 2003). En el Valle de la región que, a su vez, gene-
gida (Stattersfield et ál. 1998). del Río Frío (AICA de 25 000 ha ra grandes problemas a especies
Se han identificado diferentes Magdalena), Strewe y Navarro endémicas con ámbitos limita-
ítems alimenticios en el conteni- (2004b) la describen como una dos como G. bangsi, ya que estas
do estomacal de un espécimen, especie poco común ya que a pe- desarrollan preferencias por há-
incluyendo restos de insectos sar de ser capturada y registrada bitats específicos (Strewe y Na-
muy digeridos (patas, tórax y auditiva y visualmente, solo estu- varro 2004b; Birdlife 2010b).
cabezas), semillas, coleópteros vo presente entre el 10 y el 50 %
de los géneros Staphylinidae del total de los días muestreados historia de vida
y Curculionidae, miriápodos, por ellos. Navarro (com. pers. No hay información para la
hormigas (Myrmicinae), huesos 2010) ha registrado en bosques especie.
de Centrolenidae, y otros hue- primarios que hacen parte de las
sos no identificados (Certuche y veredas Bella Vista, Cebolleta, medidas de
Carantón 2011). Vista Nieve y Cuchilla de San
conservación
A partir de registros au- Lorenzo entre 1 y 2 individuos.
ditivos, se sabe que el Tororoi Se ha registrado una hem-
tomadas
de Santa Marta es localmente bra en estado reproductivo co- Se han establecido reservas natu-
común (Hilty y Brown 1986). lectada por Carriker el primero rales privadas que han ayudado a
En el 2010, al hacer la caracte- de septiembre y una hembra con disminuir un poco la presión so-
rización del hábitat de la espe- parche de incubación arrugado bre esta especie y se destaca que
cie en la RN la Cumbre, en tres e iniciando vascularización, con la parte alta del corregimiento de
trayectos lineales de 400 me- ovario granulado con folículos San Pedro donde se observó un
tros en bosque se registraron de diferentes tamaños; además, individuo se encuentra protegi-
en promedio 7 individuos por se encontró el oviducto ensan- do por el resguardo indígena y el
trayecto (Certuche y Carantón chado en este espécimen, lo que PNN SNSM (C. Navarro com. pers.
2011). Aunque estos datos son puede indicar el inicio de la tem- 2010). Adicionalmente, la espe-
una aproximación a la densidad porada de anidación para inicios cie ha sido registrada en 3 zonas
poblacional de la especie en la del mes de marzo (Certuche y declaradas como AICA, también
zona, aún hace falta hacer esti- Carantón 2011). También hay está en el PNN SNSM y se destacan
maciones poblacionales en otras una observación de un juvenil las acciones de conservación rea-
zonas de la SNSM en donde se siguiendo a un adulto el 7 de lizadas en la RN la Cumbre, en
ha registrado la especie. Esta ha julio en San Lorenzo por B. T. donde es frecuente encontrar la
sido registrada con frecuencia Johnson (Hilty y Brown 1986). especie.

270
grallaria bangsi

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)


renjifo et ál. 2016

calidad de hábitat (iii) y número de


criterio a
eoo individuos maduros (v).
Históricamente se ha perdido el 6 741 km 2
VU B2ab(iii,v).
42.5 % de los bosques dentro de la área de hábitat
remanente
distribución de la especie. Más re- 1 074 km2 criterio c
cientemente, en un periodo de 10 porcentaje de cambio
años esta tendencia se ha revertido de hábitat 2000-2010 Aunque en la síntesis de información
3.6 % de la especie se informa sobre fre-
con una recuperación de la cobertu-
ra boscosa de 3.6 %. La estimación
porcentaje total de cuencias de su detección en diferentes
pérdida de hábitat
del cambio de la cobertura boscosa 42.5 % localidades, no se ofrece información
en la región de la SNSM represen- una generación
que permita estimar la densidad po-
ta un reto importante, debido a la 3.5 años blacional en dichas localidades. Para
3 generaciones otras especies del género Grallaria
existencia de bosques deciduos y
10.5 años
semideciduos que dificultan la inter- de tamaño pequeño se han estima-
pretación de imágenes cuando estas do densidades poblacionales así: G.
provienen de diferentes épocas del año. Por otra rufocinerea 80 ind/km2 y G. milleri 102 ind/km2
parte, información recientemente generada por el (Kattan y Beltrán 1999), G. urraoensis 94 ind/km2
Ideam indica que la SNSM es en la actualidad uno (Carantón 2014), de estas tres especies al menos
de los hotspots de deforestación del país (G. Ga- las dos primeras tienen distribuciones discontinuas
lindo com. pers. febrero 2014). Por esta razón, y dentro del hábitat aparentemente idóneo (L. M.
por criterio de precaución, se considera que la po- Renjifo obs. pers). Asumiendo conservadoramente
blación de la especie continúa disminuyendo. No las densidades poblacionales más bajas y una ocu-
obstante, la especie no se acerca a los umbrales de pación de un tercio del hábitat remanente, la po-
riesgo bajo el criterio A. blación de la especie estaría alrededor de 28 600 in-
dividuos. Por esta razón la especie no califica como
criterio b amenazada bajo el criterio C.

B1 EOO = 6741 km2 < 20 000 km2. La especie


criterio d
tiene una distribución severamente fragmentada
como consecuencia de la transformación del pai- La especie no califica como amenazada bajo el
saje (a). Por las razones señaladas en la evaluación criterio D.
del criterio A se considera que la especie continúa
declinando en cuanto a la extensión y/o calidad de ajuste regional
hábitat (iii) y número de individuos maduros (v).
La especie es endémica de Colombia por lo cual
VU B1ab(iii,v).
no es necesario hacer un ajuste regional.
B2 Área de hábitat remanente = 1074 km2
< 2000 km2. Por las razones señaladas en la eva-
conclusión
luación del criterio A se considera que la especie
continúa declinando en cuanto a la extensión y/o VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v).

271
grallaria bangsi

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

272
scytalopus sanctaemartae
© daniel uribe
scytalopus
sanctaemartae
tapaculo de santa marta
santa marta tapaculo

síntesis de información
ángela patricia navas-berdugo y carlos daniel cadena

nales sugieren que los individuos mantienen


ecología
territorios de forrajeo durante todo el año
La especie es endémica de la Sierra Nevada de (Krabbe y Schulenberg 2003).
Santa Marta, donde se encuentra restringida a No existe información disponible sobre el
la parte noroccidental de esta en los departa- número de individuos de la especie, pero esta,
mentos de Magdalena, en los municipios de aparentemente, es común en el hábitat apropia-
Ciénaga y Santa Marta; y La Guajira, en el mu- do (Stotz et ál. 1996), especialmente en la cu-
nicipio de Dibulla (Strewe y Navarro 2003). chilla de San Lorenzo (C. D. Cadena obs. pers.).
La especie se encuentra entre 900 y 1 700 No hay información detallada sobre la
m de altitud, asociada principalmente a bosque época reproductiva, salvo la captura de un
primario en buen estado de conservación y a individuo juvenil en julio (Krabbe y Schulen-
bosque medianamente intervenido. Prefiere berg 2003).
zonas de vegetación enmarañada cerca del sue-
lo y en barrancos, pero también se encuentra amenazas
en cultivos de café bajo sombra (C. E. Navarro
com. pers; Krabbe y Schulenberg 2003; Strewe De acuerdo con Strewe y Navarro (2004b) las
y Navarro 2004a). poblaciones de esta especie podrían estar sien-
Debido a la difícil observación de las do amenazadas por la pérdida y fragmentación
aves de este género se conoce muy poco acer- de su hábitat, ya que debido a su pequeño ta-
ca de los hábitos de la especie, pero la mayoría maño y limitada capacidad de vuelo se dificul-
de las especies de tapaculos presentan com- ta su movimiento entre los parches de bosque
portamientos muy similares. Los tapaculos (C. E. Navarro com. pers.). El bosque de la
forrajean en el piso y en medio de vegetación zona premontana de la SNSM se encuentra se-
densa y baja e ingieren pequeños artrópodos riamente amenazado por causa de la actividad
como insectos y arañas. Observaciones adicio- ganadera y agrícola, principalmente por culti-
vos de café. Además se presenta un alto grado

274
scy talopus sanctaemartae

de daño ambiental producto de SNSM, además de varias reservas estas presenten en relación con
la fumigación de cultivos ilícitos naturales privadas que protegen el nivel de intervención de há-
comunes en la zona (Strewe y su hábitat como la RN El Dora- bitat. Es necesario el monitoreo
Navarro 2004b). do de la Fundación ProAves, RN de las áreas protegidas en las que
Buena Vista, RN El Congo de la se encuentra la especie así como
historia de vida Fundación Pro-Sierra Nevada, la ampliación de las reservas y
entre otras. parques existentes para el man-
No hay información para la
tenimiento de sus poblaciones y
especie.
medidas de de otras especies endémicas que
conservación tienen distribución geográfica y
medidas de
propuestas altitudinal similar, como Cliba-
conservación nornis rufipectus.
tomadas Es importante hacer estimativos
del tamaño poblacional, las po-
En el ámbito de distribución de
blaciones y las fluctuaciones que
la especie se encuentra el PNN

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)


renjifo et ál. 2016

zones señaladas en la evaluación


criterio a eoo
6529 km2
del criterio A se considera que la
Históricamente se ha perdido el especie continúa declinando en
área de hábitat
36.6 % de los bosques dentro de remanente cuanto a la extensión y/o cali-
la distribución de la especie. Más 1122 km2
dad de hábitat (iii) y número de
recientemente, en un periodo de porcentaje de cambio
individuos maduros (v).
de hábitat 2000-2010
10 años, esta tendencia se ha re- 3.8 % VU B1ab(iii,v).
vertido con una recuperación de porcentaje total de B2 Área de hábitat rema-
la cobertura boscosa del 3.8 %. pérdida de há bitat
nente = 1122 km2 < 2000 km2.
36.6 %
La estimación del cambio de la
tiempo generacional
La especie tiene una distribución
cobertura boscosa en la región desconocido severamente fragmentada como
de la SNSM representa un reto
consecuencia de la transforma-
importante debido a la existen-
considera que la población de la ción del paisaje (a). Por las ra-
cia de bosques deciduos y semi-
especie continúa disminuyendo. zones señaladas en la evaluación
deciduos que dificultan la inter-
No obstante, la especie no se del criterio A se considera que la
pretación de imágenes cuando
acerca a los umbrales de riesgo especie continua declinando en
estas provienen de diferentes
bajo el criterio A. cuanto a la extensión y/o cali-
épocas del año. Por otra parte,
dad de hábitat (iii) y número de
información recientemente ge-
criterio b individuos maduros (v).
nerada por el Ideam indica que
VU B2ab(iii,v).
la SNSM es en la actualidad uno B1 EOO = 6529 km2 < 20 000 km2.
de los hotspots de deforestación La especie tiene una distribución
criterio c
del país (G. Galindo com. pers. severamente fragmentada como
febrero 2014). Por esta razón, consecuencia de la transforma- No existen estimaciones de den-
y por criterio de precaución, se ción del paisaje (a). Por las ra- sidad poblacional para S. sanc-

275
scy talopus sanctaemartae

taemartae, no obstante, sí las hay para otras dos


criterio d
especies de Scytalopus en los Andes colombianos.
La densidad poblacional de S. stilesi ha sido es- La especie no califica como amenazada bajo el
timada entre 30 y 140 ind/km2 (Cuervo et ál. criterio D.
2005) y las densidades de S. rodriguezi han sido
estimadas en 380 ind/km2 (Krabbe et ál. 2005), ajuste regional
200 y 600 ind/km2 (J. E. Avendaño com. pers. La especie es endémica de Colombia por lo cual
2013). Asumiendo la densidad más baja y un há- no es necesario hacer un ajuste regional.
bitat con una extensión de 1122 km2, la población
de la especie sería cercana a los 33 000 individuos. conclusión
Aunque es posible que esto sea una sobrestima-
ción, la población de la especie está por encima del VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v).
umbral de 10 000 individuos maduros. La especie
no califica como amenazada bajo el criterio C2.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

276
scytalopus panamensis
© robin h. schiele
scytalopus panamensis
tapaculo cejiblanco
tacarcuna tapaculo

síntesis de información
carolina montealegre-talero y adriana sua-becerra

en la zona es alta y los territorios son pequeños


ecología
(L. M. Renjifo et ál., datos no publicados). Un
Scytalopus panamensis es una especie restringi- individuo recolectado en agosto del 2010 pre-
da a los cerros Tacarcuna y Mali, en la serranía sentaba parche de incubación (L. M. Renjifo
de Tacarcuna, entre el Chocó en Colombia y et ál., datos no publicados).
el Darién en Panamá. Es una especie común
en bosques húmedos y matorrales densos de amenazas
bosque primario entre 1100 y 1500 m. Es te-
En la serranía del Darién se desarrollan acti-
rritorial e insectívora y los individuos forrajean
vidades extractivas de madera, agricultura de
solos o en parejas en el suelo del bosque, cerca
subsistencia y ganadería en pequeña escala.
de troncos caídos o en vegetación de aproxi-
En el sector suroriental de la reserva forestal
madamente 50 cm de altura (Hilty y Brown protectora Darién hay intervención, principal-
1986, Córdoba y Renjifo 2002, L. M. Renjifo mente por el establecimiento de potreros. Am-
et ál., datos no publicados). plios sectores de las cuencas de los ríos Tanela,
En noviembre y diciembre del 2008 en Acandí, Unguía y Tolo han sido intensamente
Unguía, corregimiento de Balboa, al noroes- deforestados (Vásquez y Serrano 2009).
te del Chocó, se registraron ocho individuos
entre 1040 y 1150 m en un bosque primario historia de vida
de aproximadamente 50 000 ha (J. M. Ruiz
No hay información para la especie.
com. pers.). En agosto del 2010, durante una
expedición a la vertiente colombiana del cerro
medidas de conservación
Tacarcuna, se registraron por lo menos cinco
individuos en un transecto de 300 m, lo cual
tomadas
podría indicar que la densidad de la población Ninguna conocida.

278
scy talopus panamensis

situación de la especie VU C2a(ii)


NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)
renjifo et ál. 2016

criterio a del mismo género en bosques mon-


eoo
tanos. Las densidades de S. rodri-
159.2 km2
Esta especie ha perdido el 10.5 % de guezi han sido estimadas en 380
área de hábitat
su hábitat históricamente y en diez remanente ind/km2 (Krabbe et ál. 2005), 200
años no hubo cambio en la cobertu- 73.5 km 2
y 600 ind/km2 (Avendaño 2014).
ra boscosa. Tomando la pérdida de porcentaje de cambio Por otra parte, la densidad poblacio-
de hábitat 2000-2010
hábitat como un indicador de la dis- nal de S. stilesi ha sido estimada en-
0 %
minución de la población la especie tre 30 y 140 ind/km2 (Cuervo et ál.
porcentaje total de
no se acerca a los umbrales de ame- pérdida de hábitat 2005). Asumiendo la densidad más
naza bajo el criterio A. 10.5 % baja de estas dos especies y un área
una generación
de hábitat de 73.5 km2 la población
desconocido
criterio b de la especie en Colombia sería de
unos 2205 individuos, es decir que
B1 EOO = 159.2 km2 < 5000 km2.
estaría por debajo del umbral de
La especie tiene probablemente una sola pobla-
2500 individuos. Se estima que la población de la
ción en la Serranía del Darién y su distribución
especie está disminuyendo (C2) debido a la pér-
no se encuentra fragmentada en la actualidad (a)
dida de hábitat y a que el 100 % de los individuos
pero podría llegar a estarlo rápidamente si progre-
hacen parte de una misma población (a(ii)).
san los procesos de pérdida de hábitat. La especie
EN C2a(ii).
está declinando (b) al menos en cuanto a área y/o
calidad de hábitat (iii) y en número de individuos
criterio d
maduros (v). Si su distribución es fragmentada
pasaría de NT a EN. La especie no califica como amenazada bajo el
NT B1ab(iii,v). criterio D.
B2 Área de hábitat remanente = 73.5 km2 <
500 km2. La especie tiene probablemente una sola ajuste regional
población en la Serranía del Darién y su distribu- La especie es un taxón residente que se reproduce
ción no se encuentra fragmentada en la actuali- en el país. Su población nacional hace parte de
dad (a) pero podría llegar a estarlo rápidamente si un mismo continuo geográfico con la población
progresan los procesos de pérdida de hábitat. La panameña, por lo que se estima que sí es objeto
especie está declinando (b) al menos en cuanto de inmigración desde ese país. No se espera que
a área y/o calidad de hábitat (iii) y en número la inmigración disminuya dado que los bosques
de individuos maduros (v). Si su distribución es en la frontera de los dos países se encuentran en
fragmentada pasaría de NT a EN. buen estado. Por esta razón se recomienda dismi-
NT B2ab(iii,v). nuir la categoría de la especie en un paso.

criterio c conclusión
No hay estimaciones de densidades poblacionales VU C2a(ii).
para la especie pero sí las hay para varias especies NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v).

279
scy talopus panamensis

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

280
scytalopus perijanus
© juan pablo lópez o.
scytalopus perijanus
Tapaculo de Perijá
Perija Tapaculo

síntesis de información
jorge enrique avendaño y natalia gutiérrez-pinto

ecología bosque andino y páramo de aproximadamente


2 ha (Avendaño et ál. 2015). Esto sugiere den-
A pesar de ser una especie recientemente des- sidades poblacionales similares a las de otros
cubierta, la revisión de colecciones históricas en Scytalopus colombianos (Cuervo et ál. 2005;
Colombia y Venezuela, así como expediciones Krabbe et ál. 2005).
recientes durante 2004 y 2008 han permitido La temporada reproductiva de la especie
documentar en cierto grado su distribución, probablemente se extiende desde abril hasta
requerimientos de hábitat y algunos aspectos julio, dado que registros de museo y observa-
de su historia de vida (Avendaño et ál. 2015). ciones de campo recientes han documentado
Este tapaculo tiene una distribución aparen- señales de reproducción en adultos entre abril
temente restringida a la Serranía de Perijá de y mayo, además de la presencia de juveniles y
Colombia y Venezuela. En Colombia ha sido evidencia de un nido en julio. Observaciones
registrado en los departamentos de La Guajira preliminares indican una mayor actividad vocal
y Cesar. Es común en el sotobosque bien con- en julio que en febrero (Avendaño et ál. 2015),
servado tanto del bosque de niebla como del lo cual concuerda con la fenología reproducti-
páramo entre los 1600 y 3235 m. Sin embargo, va de la especie.
la especie tolera cierto nivel de fragmentación, Hasta el momento, el Tapaculo de Peri-
ya que ha sido registrada en bosques primarios já no ha sido reportado en simpatría con otra
entresacados, parches de bosque secundario y especie de Scytalopus. No obstante, es posible
páramo, al igual que cultivos de café y rastrojos que su ámbito altitudinal se superponga en
con árboles exóticos. No obstante, parece estar elevaciones intermedias (1500-1900 m) con
ausente en áreas de bosque y páramo afecta- el de S. atratus nigricans, del cual solo se co-
das por la tala excesiva y quemas. En Manaure, nocen dos especímenes colectados a 1900 m
Cesar, se registraron entre 3 y 4 machos, dos en la vertiente oriental de la Serranía de Perijá
con hembras confirmadas, en fragmentos de (Phelps y Phelps 1953; Hilty 2003). También

282
scy talopus perijanus

existe la posibilidad de una zona de contacto al sur en áreas antiguamente cubiertas por bosque al-
de la Serranía de los Motilones con S. griseicollis, toandino (Avendaño et ál. 2015).
que se encuentra en los alrededores de Ocaña,
Norte de Santander (Avendaño y Donegan 2015). medidas de conservación
tomadas
población
Actualmente, en la porción colombiana de la Se-
No existe información sobre estimaciones pobla-
rranía de Perijá solo existe una reserva privada, la
cionales.
Reserva Natural de las Aves Chamicero de Perijá,
la cual abarca cerca de 749 ha de bosques andinos
amenazas
y páramos, e incluye la localidad tipo de la espe-
La principal amenaza que enfrenta el Tapaculo de cie en Manaure (Cesar). Aparte de esta reserva,
Perijá es la pérdida y fragmentación de su hábitat, no existe ninguna figura de carácter nacional (e.g.
producto de la extracción de madera y de activi- Parque Nacional Natural) que garantice la conser-
dades agrícolas y ganaderas, o en el pasado por
vación a corto o largo plazo de esta y otras especies
la presencia de cultivos ilícitos y pesticidas (Fjeld-
endémicas y/o amenazadas de Perijá (López-O.
så et ál. 2005). Como resultado de estas activi-
et ál. 2014). En la región existe la figura de Zona
dades, la mayor parte de los bosques por debajo
de Reserva Forestal de la Serranía de los Motilo-
de 2000 m de elevación han sido extirpados a lo
nes, que abarca la parte sur de la Serranía de Perijá
largo de la vertiente colombiana de la Serranía
de Perijá (Strewe 2004; López-O. et ál. 2014), y de la cual solo quedan algunos relictos boscosos
mientras que cerca de 73 % de los bosques andi- (CI 2006). En Venezuela, el Parque Nacional Sie-
nos (>2600 m) y páramos subsisten como peque- rra de Perijá cubre cerca de 295 000 ha entre los
ños parches aislados (Rangel-Ch. 2007). Actual- 300 m y 3400 m de elevación (Hilty 2003). Este
mente, las principales amenazas sobre el hábitat Parque y la RNA Chamicero de Perijá constituyen
remanente para la especie incluyen la ganadería de las únicas figuras de conservación para la especie a
subsistencia, quemas y procesos de paramización escala global.

situación de la especie VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

criterio a criterio b
Esta especie ha perdido históricamente 64.7 % del B1 EOO = 1 818 km2 < 5000 km2. Scytalopus
hábitat (se consideran como hábitats diferentes ti- perijanus se encuentra exclusivamente en la Se-
pos de bosque y arbustales). En un periodo de 10 rranía de Perijá en la frontera entre Colombia y
años (2001 – 2011) experimentó un incremento Venezuela, en donde su distribución además de
del 26.7 % de su hábitat. Si se toma la reducción reducida ha sido severamente fragmentada por
del hábitat como un indicador de reducción po- la transformación de hábitat (a). En 10 años
blacional, la especie no se acerca a los umbrales de experimentó una recuperación de hábitat como
amenaza bajo el criterio A. consecuencia del desplazamiento forzado de los

283
scy talopus perijanus

perimentó una recuperación de se considera que está por debajo


eoo hábitat como consecuencia del del umbral de 10 000 individuos
1818 km2 desplazamiento forzado de los maduros. Dado la baja capacidad
área de hábitat
campesinos de la región. En la de las especies de este género
remanente
368 km2 actualidad los campesinos están para cruzar espacios deforesta-
porcentaje de cambio regresando a sus tierras y len- dos, se estima que la población
de hábitat 2001-2011 tamente han reiniciado el corte se encuentra funcionalmente di-
26.7 %
de la regeneración secundaria vidida en subpoblaciones aisladas
porcentaje total de
pérdida de hábitat
(F.  Lozano com. pers.), por lo y que, por el tamaño de los rema-
64.7 % que se estima que la especie co- nentes de hábitat estas subpobla-
tiempo generacional menzará de nuevo a disminuir ciones, continúan disminuyendo
desconocido
por lo menos en cuanto al área y son menores a 1000 individuos
de ocupación (ii), extensión y/o maduros.
campesinos de la región. En la calidad de hábitat (iii), y número VU C2a(i).
actualidad los campesinos están de individuos maduros (v).
regresando a sus tierras y lenta- EN B2ab (ii,iii,v). criterio d
mente han reiniciado el corte de La especie no califica como
la regeneración secundaria (F. criterio c
amenazada bajo el criterio D.
Lozano com. pers.), por lo que No existen estimaciones de den-
se estima que la especie comen- sidad poblacional para Scytalopus ajuste regional
zará de nuevo a disminuir por lo perijanus, pero sí las hay para
Es un taxón residente repro-
menos en cuanto a área de ocu- otras dos especies de Scytalo-
ductivo, dada la continuidad de
pación (ii), extensión y/o cali- pus en los Andes colombianos.
hábitat con Venezuela se estima
dad de hábitat (iii), y número de La densidad poblacional de S.
que la población nacional es
individuos maduros (v). stilesi ha sido estimada entre
objeto de inmigración de indi-
EN B1ab(ii,iii,v). 30 y 140  ind/km2 (Cuervo et
viduos capaces de subsistir en
B2 Área de hábitat rema- ál. 2005) y las densidades de S.
Colombia y no se espera que
nente = 368  km2 < 500  km2. rodriguezi han sido estimadas
la inmigración disminuya por
Scytalopus perijanus se encuen- en 380 ind/km2 (Krabbe et ál.
lo menos en el futuro cercano.
tra exclusivamente en la Serra- 2005), 200 y 600 ind/km2 (J. E.
Por lo tanto se recomienda dis-
nía de Perijá en la frontera entre Avendaño com. pers. 2013). Si
minuir la categoría en un paso.
Colombia y Venezuela. Allí su se asume la densidad más baja y
distribución, además de redu- un hábitat con una extensión de
cida, ha sido severamente frag- conclusión
368 km2, la población de la es-
mentada por la transformación pecie rondaría los 11 000 indivi- VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);
de hábitat (a). En 10 años ex- duos, por criterio de precaución C2a(i).

284
scy talopus perijanus

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

285
clibanornis rufipectus
© robin h. schiele
clibanornis rufipectus
rastrojero de santa marta
santa marta foliage-gleaner

síntesis de información
christian olaciregui y gabriel utria

ecología dera una especie poco común (C. Olaciregui


obs. pers.). Krabbe (2008b) menciona que está
La especie se ha encontrado en las vertientes ampliamente distribuido en la Cuchilla de San
norte y suroriental de la Sierra Nevada de San- Lorenzo, aunque no es común. En 1922 Todd
ta Marta. Histórica y recientemente se ha lo- y Carriker reportaron que no podía conside-
calizado en varios sitios de la Cuchilla de San rarse común en cualquier sitio. Es una especie
Lorenzo y las cuencas de los ríos Ancho, Frío territorial que forrajea principalmente sobre
y Buritaca, entre los 600 y 1800 m de eleva- el suelo, en busca de insectos entre las hojas.
ción (Todd y Carriker 1922; Krabbe 2008b; Krabbe (2008b) halló un nido en la Cuchilla
eBird 2012), e históricamente en el municipio de San Lorenzo a 1750 m y reportó que la dis-
de Pueblo Bello (norte del departamento del tancia entre los territorios es de 200 m.
Cesar), con base en especímenes recolectados
en 1946. amenazas
Clibanornis rufipectus ha sido encontrado Esta especie podría verse amenazada por la
en zonas boscosas y de crecimiento secundario, pérdida de hábitat ocasionada por la defores-
asociado a sotobosques densos y hábitats domi- tación, especialmente en la parte baja de su
nados por bejucos y arbustos (Todd y Carriker ámbito de distribución altitudinal. Actual-
1922; Krabbe 2008b; C. Olaciregui obs.pers.). mente, en la zona baja e intermedia de su ám-
Krabbe (2008b) encontró a C. rufipectus en bito altitudinal en la Cuchilla de San Lorenzo,
zonas altamente perturbadas en dos oportuni- existen hábitats apropiados para la especie. Sin
dades. Ocasionalmente se registra en los rastro- embargo, no hay ninguna figura de protec-
jos al borde de la carretera en la Cuchilla de San ción legal para esta área. Aunque al parecer
Lorenzo (C. Olaciregui obs. pers.). tolera cierta perturbación de su hábitat y pue-
No se conoce información sobre su de vivir en zonas de vegetación secundaria,
abundancia o densidad relativa, pero se consi- podría verse afectada por la fragmentación y

287
clibanornis rufipectus

pérdida de sotobosque que oca- se puede encontrar en las AICAS


medidas de
siona la deforestación para fines Valle de San Salvador, Cuchilla
conservación
agrícolas. de San Lorenzo y Valle del Río
tomadas Frío. También podría verse be-
historia de vida El hábitat de la especie se en- neficiada por la presencia de las
cuentra protegido en el PNN Sie- Reservas Forestales de la hacien-
No hay información para la
rra Nevada de Santa Marta y la da Jirocasaca, en la cuenca del
especie.
RNA El Dorado. Hasta la fecha río Manzanares.

situación de la especie VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C1+2a(i)


renjifo et ál. 2016 NT A2cd+4cd

criterio a B2 Área de hábitat remanente = 1720 km2


< 2000 km2. Tiene una distribución severamente
Esta especie ha perdido históricamente 67.2 % de fragmentada como consecuencia de la transforma-
su hábitat dentro de su área de distribución (se ción del paisaje (a). Por las razones señaladas en la
considera hábitat bosques, cafetales con sombrío, evaluación del criterio A, se considera que la espe-
arbustales densos y vegetación secundaria). En un cie continúa declinando en cuanto a área de ocu-
periodo de 10 años (2001 – 2011), perdió 14.8 % pación (ii), extensión y/o calidad de hábitat (iii) y
de su hábitat. Si se asume un ritmo constante de número de individuos maduros (v).
deforestación, la especie habría de perder 18.2 % VU B2ab(ii,iii,v).
de su hábitat en tres generaciones. Esto, sumado
a los efectos de la fragmentación de hábitat, hace criterio c 
pensar que podría acercarse al umbral de pérdida
del 30 % de población en tres generaciones. No se No existen estimaciones de densidad poblacional
prevee que el ritmo de deforestación se reduzca para C. rufipectus, pero sí las hay para otras espe-
en el futuro inmediato, aunque es difícil saber qué cies cercanamente emparentadas del género Auto-
pasará en más de una década. molus. La densidad poblacional de A. ochrolaemus
NT A2cd+4cd. ha sido estimada entre 10 ind/km2 en las selvas
del centro de Panamá (Robinson et ál. 2000), y
las densidades de A. infuscatus y A. ochrolaemus
criterio b
han sido estimadas en 3 y 5 ind/km2
B1 EOO = 11 918 km2 < 20 000 km2. eoo respectivamente (Terborgh et ál.
Tiene una distribución severamente 11 918 km2
1990). Si se asume la densidad más
fragmentada como consecuencia de área de hábitat
baja y un hábitat con una extensión
remanente
la transformación del paisaje (a). Por 1720 km 2 de 1720 km2, la población de la es-
las razones señaladas en la evalua- porcentaje de cambio pecie sería de unos 5160 individuos.
ción del criterio A, se considera que de hábitat 2001-2011
Se sabe que la especie ha experimen-
-14.8 %
la especie continúa declinando en tado una pérdida de hábitat superior
porcentaje total de
cuanto a área de ocupación (ii), ex- al 10 % en tres generaciones (18.2 %)
pérdida de hábitat
tensión y/o calidad de hábitat (iii) y 67.2 % con la consecuente reducción pobla-
número de individuos maduros (v). una generación cional y se estima que dicha pérdida
VU B1ab(ii,iii,v). 4.1 años
continuará en el futuro.
3 generaciones
12.3 años
VU C1.

288
clibanornis rufipectus

Adicionalmente, dada la fragmentación de ajuste regional


hábitat (véase el mapa de distribución), se estima
que el número de individuos maduros es inferior Es endémica de Colombia por lo cual no es nece-
a 1000 individuos. sario hacer un ajuste regional.
VU C1+2a(i).
conclusión
criterio d VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C1+2a(i).
La especie no califica como amenazada bajo el NT A2cd+4cd.
criterio D.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

289
margarornis bellulus
© robin h. schiele
margarornis bellulus
corretroncos hermoso
beautiful treerunner

síntesis de información
sergio córdoba-córdoba

que su área de distribución abarca 230 km2


ecología
(BirdLife International 2009p).
Solo se conoce de los bosques de niebla en las Se le observa principalmente en el sub-
montañas del Darién colombopanameño. Se dosel, aunque utiliza diferentes niveles del
distribuye principalmente por encima de 1350 bosque desde 3 m de altura. Busca artrópodos
m y una sola vez ha sido observada a 900 m colgado boca abajo entre los musgos, epífitas y
en el cerro Quía (Ridgely y Gwynne 1989). bromelias en pequeñas ramas de árboles y lia-
No existen registros para Colombia con loca- nas. Se ha observado formando parte de ban-
lidad conocida, aunque hay una piel de “Bo- dadas mixtas de insectívoros (Robbins et  ál.
gotá” en el museo de Copenhague (Biomap 1985; Angehr y Christian 2000; del Hoyo
2010a). La especie ha sido encontrada en los et ál. 2003).
cerros Tacarcuna, Mali, Pirre, altos del Quía y
serranías de Maje y Jugurundó del lado pana- población
meño (Wetmore 1972; Robbins et ál. 1985;
No hay datos de tamaño poblacional o ten-
Ridgely y Gwynne 1989; Angehr y Christian
dencias (BirdLife International 2009p).
2000; Angehr et ál. 2004). Se espera que esté
presente del lado colombiano por proximidad
amenazas
geográfica (Wetmore 1972; Ridgely y Gwyn-
ne 1989; Wege 1996). Se le considera raro Varios proyectos que se planean desarrollar
a lo largo de su distribución, con muy pocos en la zona del Darién podrían amenazar la
registros tanto por localidad como en estudios integridad del único parque natural cerca-
que han abarcado varios meses de muestreo, no existente (PNN Los Katíos), como son la
pero puede ser frecuente en la serranía de construcción del canal interoceánico Atrato-
Maje (Robbins et ál. 1985; Ridgely y Gwyn- Truandó, la carretera Panamericana, el canal
ne 1989; Angehr y Christian 2000). Se estima bahía Candelaria-bahía Cupica. Además hay

291
margarornis bellulus

presión de colonización en el rién, pero en Colombia no hay


historia de vida
Urabá antioqueño-chocoano. ninguna medida de conserva-
Posiblemente la zona también No hay información para la ción ya que la única área cercana
está siendo afectada por la de- especie. protegida en Colombia, el PNN
forestación para cultivos ilícitos. Los Katíos, no incluye áreas por
No existe ningún área protegi- medidas de encima de l500 m. Es necesario
da por encima de 500 m donde conservación estudiar los cerros desde el lado
Margarornis bellulus se encon- colombiano para establecer su
tomadas
traría en la región del Darién distribución. Existe la posibili-
colombiano (Córdoba-Córdoba En Panamá se encuentra prote- dad de que se encuentre más al
y Renjifo 2002). gido en el Parque Nacional Da- sur en la serranía del Baudó.

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

declinando (b) al menos en cuanto a


criterio a eoo
394.4 km2 área y/o calidad de hábitat (iii) y en
Esta especie ha perdido el 8.29 % de número de individuos maduros (v).
área de hábitat
su hábitat históricamente y en diez remanente EN B2ab(iii,v).
años recuperó un 8.27 % del hábitat 134.9 km2
perdido. Tomando la pérdida de há- porcentaje de cambio
criterio c
de hábitat 2000-2010
bitat como un indicador de la dismi- 8.27 %
nución de la población, la especie no No existen estimaciones de densidad
porcentaje total de
se acerca a los umbrales de amenaza pérdida de hábitat
poblacional para esta especie. No
bajo el criterio A. 8.29 % obstante, sí las hay para su congénere
una generación Margarornis squamiger (50 ind/km2
3.8 años en bosque primario, 20 ind/km2 en
criterio b 3 generaciones matorral secundario, Cresswell et ál.
11.4 años.
B1 EOO = 394.4 km2 < 5000 km2. 1999) la cual es también una especie
La especie tiene una distribución de bosques montanos. Asumiendo
naturalmente fragmentada en las conservadoramente la densidad más
serranías de la frontera colombopanameña (a) y baja y un área de hábitat estimado en 134.9 km2
parece haber ocurrido alguna pérdida de hábitat. en Colombia, la población sería de 2698 indivi-
La especie está declinando (b) al menos en cuanto duos. Claramente está por debajo del umbral de
a área y/o calidad de hábitat (iii) y en número de 10 000 individuos maduros y muy cerca al umbral
individuos maduros (v). de 2500 individuos. Se estima que la población
EN B1ab (iii,v). de la especie está disminuyendo (C2) debido a la
B2 Área de hábitat remanente = 134.9 km2 < pérdida de hábitat y que un 95 % de los individuos
500 km2. La especie tiene una distribución natu- hacen parte de una misma población (véase mapa
ralmente fragmentada en las serranías de la fron- de distribución de la especie) (a(ii)).
tera colombopanameña(a) y parece haber ocu- VU C2a(ii).
rrido alguna pérdida de hábitat. La especie está

292
margarornis bellulus

meñas, razón por la cual se estima que sí es objeto


criterio d
de inmigración desde ese país. No se espera que la
La especie probablemente no califica como ame- inmigración disminuya dado que los bosques en la
nazada bajo el criterio D. frontera de los dos países se encuentran en buen
estado. Por esta razón se recomienda disminuir la
ajuste regional categoría de la especie en un paso.
La especie es un taxón residente reproductor del
país. Su población nacional hace parte de un mis- conclusión
mo continuo geográfico con las poblaciones pana- VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

293
asthenes perijana
© luis eduardo urueña
asthenes perijana
rastrojero de perijá
perija thistletail

síntesis de información
juan pablo lópez-o. y andrés m. cuervo

nía. En junio de 2006 y julio de 2008, la en-


ecología
contramos tanto en hábitats en buen estado de
Asthenes perijana es un furnárido restringido conservación como en subpáramo en sucesión
a las elevaciones altas de la Serranía de Perijá temprana con árboles de eucalipto aislados en
entre Colombia y Venezuela (Phelps 1977; suelos usados anteriormente para ganadería y
Hilty 2003; Córdoba y Renjifo 2002; Restall afectado por fuego (López-O. et ál. 2014). Se
et ál. 2006). Aunque en la literatura se repor- observaron individuos solitarios y parejas fo-
ta en un ámbito de distribución entre 2300 y rrajeando insectos sobre la vegetación arbus-
3500 m (Meyer de Schauensee y Phelps 1978), tiva densa muy cerca al suelo hasta casi 1 m
al parecer no hay registros por debajo de los y por lo general cerca de pequeñas corrientes
3000 m, lo que corresponde con la distribu- de agua. Por otro lado, Hilty y Brown (1986)
ción del tipo de vegetación que usa (López-O. han reportado frutos en su dieta. Información
et ál. 2014). Su hábitat es principalmente el sobre la biología reproductiva de A. perijana
matorral altoandino (Cortaderia colombina, es poco conocida: hacia mitad de año se han
Calamagrostis effusa, Calamagrostis sp.), encontrado tantos individuos en condición re-
subpáramo con pajonales húmedos, fraile- productiva como individuos inmaduros (Hilty
jones (Espeletia perijaensis y Libanothamnus y Brown 1986; López et ál. 2014).
ocultus), parches de chusque (Chusquea Los datos recogidos por los colectores
spathacea) y bordes de bosques achaparrados del siglo XX y la información reportada por
(Rivera et ál. 2003). La biología de este ras- López-O. et ál. (2014), sugieren que A. peri-
trojero es poco conocida, es raro y su distribu- jana es una especie local en el sector central
ción es probablemente discontinua a lo largo y norte de la Serranía del Perijá. La informa-
de las partes altas de la Serranía de Perijá. En el ción sobre su ecología y comportamiento, y
lado colombiano, A. perijana se ha encontra- las grabaciones ya disponibles de sus vocali-
do en tres zonas del sector norte de esta serra- zaciones (en Macaulay Library y xeno-canto),

295
asthenes perijana

ayudarían en su búsqueda en estas actividades, especialmente ciclo de muda y aún no se había


otros sectores de la serranía. la conversión del terreno a pasti- reproducido por primera vez.
Hacia el sur de la Serranía de zales para la tenencia de ganado.
los Motilones, A. perijana es re- Debido al tamaño y discontinui- medidas de
emplazada por A. fuliginosa en dad de su distribución y a su ra- conservación
Norte de Santander y hacia el reza, estas actividades tienen un tomadas
este por A. coryi en la cordillera
potencial real de afectar la viabi- Es contrastante el grado de
de Mérida, su especie hermana
lidad de las poblaciones de esta conservación a ambos lados de
(Derryberry et ál. 2010).
especie a largo plazo. la línea fronteriza. En Vene-
población zuela, la Serranía de Perijá está
historia de vida protegida en gran parte por la
No se cuenta con información figura estatal de parque nacio-
detallada al respecto de la po- Se han encontrado individuos
nal. Sin embargo, se descono-
blación de A. perijana en su en condición reproductiva en el
ce qué porcentaje del área de
areal de distribución. mes de julio (Phelps 1977, Hil-
distribución de esta especie es
ty y Brown 1986). Una hem-
protegida efectivamente por el
amenazas bra colectada en julio de 2008 parque. Aunque Cerro Pintado
tenía el plumaje gastado pero en La Guajira y Cesar se reco-
La parte alta de la Serranía del
no presentaba muda, tenía 10 % noce como una AICA (Birdlife
Perijá ha sido afectada por la
ganadería, agricultura, cultivos de osificación en el cráneo pero 2009s), esta no fue establecida
ilícitos de amapola y quemas in- no bolsa de Fabricio y su ovario teniendo en cuenta la presencia
tencionales en el páramo (Fjeldså tenía folículos diminutos y su de A. perijana. Urgen acciones
et ál. 2005). Durante las visitas oviducto era recto. Esto sugiere de conservación inmediatas en
realizadas entre el 2006 y 2008 que aunque ya era adulta, proba- el lado colombiano de la Serra-
se evidenció que aún persisten blemente iba a iniciar su primer nía de Perijá.

situación de la especie EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii); D


renjifo et ál. 2016

ducción poblacional, la especie no


criterio a eoo
se acerca a los umbrales de amenaza
215 km2
Esta especie ha perdido histórica- bajo el criterio A.
área de hábitat
mente 3.6 % del hábitat (se consi- remanente
deran hábitats bosque denso bajo, 78 km2 criterio b
bosque abierto bajo, bosque frag- porcentaje de cambio

mentado con pastos y cultivos, bos- de hábitat 2001-2011 B1 EOO = 215 km2 < 5000 km2. A.
8.1 % perijana se encuentra exclusivamen-
que fragmentado con vegetación
secundaria, herbazal denso, arbustal
porcentaje total de te en la Serranía de Perijá en la fron-
pérdida de hábitat
denso y arbustal abierto). En un pe- 3.6 % tera entre Colombia y Venezuela.
riodo de 10 años (2001 – 2011) ex- una generación
De acuerdo a la distribución de su
perimentó un incremento del 8.1 %
3.76 años hábitat, su distribución además de
de su hábitat. Al tomar la reducción
3 generaciones reducida podría estar naturalmente
11.3 años
del hábitat como un indicador de re- fragmentada (a). Dentro de su limi-
tada distribución evidentemente ha

296
asthenes perijana

ocurrido pérdida de hábitat, por lo cual se estima mente por pérdida de hábitat. De acuerdo al mo-
que la especie está disminuyendo por lo menos en delo de distribución del hábitat, al menos el 90 %
cuanto a extensión y/o calidad de hábitat (iii), y de la poblacion de la especie se encuentra en una
número de individuos maduros (v). sola subpoblación a(ii).
EN B1ab(iii,v). CR C2a(ii).
B2 Área de hábitat remanente = 78 km2 <
500 km2. La especie se encuentra exclusivamente criterio d
en la Serranía de Perijá en la frontera entre Co-
La población de la especie en el país se estima en
lombia y Venezuela. De acuerdo a la distribución
menos de 250 individuos maduros y existen ame-
de su hábitat, su distribución además de reducida
nazas actuantes sobre esta población.
podría estar naturalmente fragmentada (a). Den-
EN D.
tro de su limitada distribución evidentemente ha
ocurrido pérdida de hábitat, por lo cual se estima
ajuste regional
que la especie está disminuyendo por lo menos en
cuanto a extensión y/o calidad de hábitat (iii), y La especie es un taxón residente reproductivo,
número de individuos maduros (v). dada la continuidad de hábitat con Venezuela se
EN B2ab(iii,v). estima que la población nacional es objeto de in-
migración de individuos capaces de subsistir en
criterio c Colombia. No se espera que la inmigración dis-
minuya por lo menos en el futuro cercano. Por
No hay estimaciones de densidad poblacional,
lo tanto se recomienda disminuir la categoría en
pero se sabe que su hábitat es muy reducido
un paso.
(78 km2 en el país) y que dentro de su hábitat la
especie es escasa (véase síntesis de información).
conclusión
Por esta razón, se estima que la población nacio-
nal podría ser inferior a 250 individuos maduros EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii); D.
y que dicha población está disminuyendo lenta-

297
asthenes perijana

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

298
polystictus pectoralis
© juan miguel ruiz-ovalle
polystictus pectoralis
tachurí barbado,
atrapamoscas barbado
bearded tachuri

síntesis de información
ángela maría amaya-villarreal

El Tachurí Barbado tiene una distribución Chaparro-Herrera 2016). Más recientemen-


discontinua que se extiende desde el occiden- te, en mayo de 2013, se registró en la vereda
te, centro y oriente de Colombia, sur de Ve- Puerto Castro, en el municipio de San Mar-
nezuela, Surinam, Guyana, el norte y sur de tín y en la vereda Serranía, en Puerto López
Brasil, oriente de Bolivia, Uruguay, hasta Pa- (Cortés-Herrera com. pers.).
raguay y norte y centro de Argentina (Collar En Casanare, se tienen registros entre
y Wege 1995). Esta especie está representada julio de 2011 y marzo de 2012, en el predio
por dos subespecies en Colombia (P. p. bogo- Altamira, municipio de Orocué (Ruiz-Ovalle
tensis y P. p. brevipennis). P. p. bogotensis, en- y Chaparro-Herrera 2016) y en la finca El
démica del país, se encuentra aparentemente Mirador en el municipio La Trinidad en el
extinta. Los especímenes de esta fueron colec- año 2012 (J. P. Ordóñez com. pers. en Ruiz-
tados durante la primera mitad del siglo XX en Ovalle y Chaparro-Herrera 2016). También
la Sabana de Bogotá (Cundinamarca) y en el se ha registrado en la Reserva Natural de la
municipio La Cumbre, corregimiento de Pa- Sociedad Civil Bojonawi en Puerto Carreño,
vas (Valle del Cauca). La subespecie P. p. bre- Vichada (F. Castro com. pers. citado en Ruiz-
vipennis se encuentra en los llanos orientales Ovalle y Chaparro-Herrera 2016). Fitzpatrick
y es poco conocida. Hay especímenes prove- (2004) y Fjeldså y Krabbe (1990) sugirieron
nientes del departamento del Meta colectados tratar estas subespecies como especies aparte
en las décadas de los 60 y 70 (depositados en de P.p. pectoralis (Remsen et ál. 2016). En tal
la Academy of Natural Sciences of Philadelphia, caso P.p. bogotensis sería una especie extinta
endémica de Colombia.
Field Museum of Natural History y el Instituto
Alexander von Humboldt), unos de cerca de la
Laguna Mozambique, al sur de Puerto López
ecología
y otros de la Hacienda Carimagua en Puerto El Tachurí Barbado es un ave especialista de pas-
Gaitán (Collar y Wege 1995; Ruiz-Ovalle y tizal (Azpiroz y Blake 2009). Aunque prefiere

300
polystictus pectoralis

las zonas secas de este ecosiste- persos, asociados a cultivos de por cambios en el uso del suelo.
ma (Collar y Wege 1995), Par- Kudzú (Pueraria sp.), entre los De manera similar en Paraguay
ker y Willis (1997) reportan que surcos de siembra (Ruiz-Ovalle solo se puede ver en áreas no dis-
esta especie usa más el área hú- y Chaparro-Herrera 2016). Se turbadas (Gressler 2008; Smith
meda del pastizal, debido a que puede asumir que esta especie y Clay 2008; Devenish et  ál.
las partes secas son frecuente- utiliza con preferencia los par- 2009). En Colombia, una fuerte
mente destruidas. En general el ches dispersos con el tipo de evidencia de esta baja tolerancia
hábitat de esta especie se carac- vegetación descrita, acorde a la a la pérdida del hábitat es que
teriza por la presencia de agua, captura de individuos durante las no hay reportes de la subespe-
así sea solamente en una zona dos estaciones del año (lluviosa cie bogotensis (registrada en los
cercana (Collar y Wege 1995). en julio y seca entre enero y fe- “pantanos de Suba”, dónde ac-
Su hábitat en el nororiente del brero) (Ruiz-Ovalle y Chaparro- tualmente está erigida parte de la
Meta comprende tanto saba- Herrera 2016). ciudad) desde hace aproximada-
nas abiertas con pastos altos del En Colombia esta especie mente 70 años, pues ya en 1994
género Andropogon y arbustos es escasa y muy local (Hilty y Ridgely y Tudor afirmaron que
aislados (S. Furniss en Hilty Brown 1986; Collar y Wege no había sido encontrada en los
y Brown 1986, Ruiz-Ovalle y 1995), pero hace más de dos dé- últimos 50 años. Dos especíme-
Chaparro-Herrera 2016), así cadas se consideraba común en nes que reposan en el museo de
como la cobertura herbácea de el nororiente del Meta (S. Fur- La Salle fueron aparentemente
las márgenes de las lagunas (F.G. niss en Hilty y Brown 1986). Sin colectados en la década de 1950
Stiles com. pers.). En Cundina- embargo, el comportamiento tí- (F. G. Stiles com. pers.). Enton-
marca se observó revoloteando mido de la especie puede llevar ces, se puede inferir que esta
mientras se alimentaba sobre a presumir que la frecuencia de subespecie ya está extinta (Fran-
las grandes masas de vegetación su observación está subestima- co y Bravo 2005).
flotante más allá de la franja de da (Collar y Wege 1995). Es El Tachurí Barbado es so-
eneas y juncos a la orilla de la La- difícil observarla incluso desde litario, aunque a veces se puede
guna La Herrera (L. G. Naranjo cualquier distancia y rara vez se ver en pareja o con otros insectí-
com. pers.). Se encuentra prin- percha a un metro del suelo o voros de pastizales como cucara-
cipalmente entre 150 y 1350 m, del agua dando saltos repenti- cheros (Cistothorus) o semilleros
excepto los registros de la Saba- nos cortos y suaves (F. G. Stiles como Sporophila plumbea o Sica-
na de Bogotá a 2600 y 2700 m com. pers.). En mayo de 2013, lis luteola (Collar y Wege 1995;
(Hilty y Brown 1986; Collar y en San Martín y Puerto López, Krügel et ál. 2008). Se alimenta
Wege 1995). Durante el proyec- O.  Cortés-Herrera observó en de insectos que recoge saltando
to “Diseño de conservación para promedio 3 hembras y un macho de arbusto en arbusto o a través
el predio de Aceites Manuelita en recorridos de 1 km, en pastos de la hierba y el pasto bajo (Par-
en Casanare, Colombia”, lidera- de los géneros Andropogon sp., ker y Willis 1997). Ha sido visto
do por The Nature Conservancy Brachiaria sp. y Axonopus sp. alimentándose de pequeños es-
(TNC) y financiado por Aceites (O. Cortés-Herrera com. pers.). carabajos que encuentra en las
Manuelita, se capturaron entre Parece ser una especie alta- inflorescencias de los pastizales
julio de 2011 y febrero de 2012 mente sensible a la transforma- (O. Cortés-Herrera com. pers).
tres adultos y dos juveniles en un ción de su hábitat y al fuego. Por Los comportamientos re-
cultivo de palma de aceite (Elaeis ejemplo, en la Guyana Francesa productivos se conocen por ob-
guineensis de dos años de edad) y en el sur de Brasil, esta es una servaciones de Holland (1893)
con macollas de pastos nativos de las especies más afectadas por en Argentina. Durante la época
(Andropogon sp.) y arbustos dis- la transformación del paisaje y reproductiva el macho es más

301
polystictus pectoralis

agresivo, aleja de su territorio a cualquier indivi- llanos colombianos se caracteriza por tener una alta
duo extraño de su misma especie o con un fuerte variabilidad tanto espacial como temporal. Entre
ruido con las alas intimida a quien lo observa (Ho- los años 2000 y 2008, se quemaron un promedio
lland 1893 en Collar y Wege 1995). En el Meta de 2.75 ± 0.5 millones de hectáreas de vegetación
hay registros de actividad reproductiva en junio cada año en las sabanas de los llanos colombianos
(S. Furniss en Hilty y Brown 1986). con diferentes frecuencias de eventos de quemas
(Romero-Ruiz et  ál. 2010). Si se tiene en cuen-
amenazas ta que el Tachurí Barbado es un ave restringida a
pastizales y que anida en pastos altos o arbustos,
La mayor amenaza para esta especie es la transfor-
las quemas frecuentes amenazan su supervivencia
mación de su hábitat y el fuego. Ridgely y Tudor
porque reducen las zonas de forrajeo y anidación
(1994) documentaron desde hace más de una dé-
(Fuhlendorf et ál. 2006; Azpiroz y Blake 2009).
cada que la intensa actividad de pastoreo y quemas
frecuentes han reducido considerablemente el há- historia de vida
bitat de este atrapamoscas. Sin embargo, en el mis-
mo año (1994) F. G. Stiles consideró que el área No hay información para la especie.
del Meta donde habita esta especie no había sido
medidas de conservación
afectada a la fecha (F. G. Stiles com. pers.). Actual-
mente, la situación parece ser diferente, ya que en
tomadas
los últimos años grandes áreas del Orinoco (donde El PNN El Tuparro (Vichada) es la única área del
el Tachurí Barbado fue registrado alguna vez) han Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) del
sido usadas para la agricultura intensiva y las saba- Orinoco colombiano. Por otro lado el humedal
nas se han convertido en pastizales, plantaciones de Laguna La Herrera, donde esta especie fue regis-
palma de aceite y cultivos (Etter et ál. 2010; Rome- trada en 1988 (L. G. Naranjo com. pers.) hace
ro-Ruiz et ál. 2010). Estos cambios en el uso del parte del AICA Humedales de la Sabana de Bogotá
suelo alteran la frecuencia de los fuegos, que en los (Franco y Bravo 2005).

situación de la especie VU A2c+3c+4c


renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo herbazales densos y abiertos). Con la información


disponible para este análisis no se detectó pérdida
Polystictus pectoralis es una especie que requiere de hábitat en un periodo de 10 años (2001-2011).
pastizales naturales y presenta una baja tolerancia No obstante el proceso de degradación de hábitat
a la transformación de este tipo de ecosistema por ocasionado por factores como el fuego no es de-
el fuego. Esta baja tolerancia se ve claramente ilus- tectable con el tipo de fuentes de información dis-
trada en la extinción de la subespecie P. pectoralis ponibles para este estudio. Por otra parte, se sabe
bogotensis que en el pasado habitó la Sabana de Bo- que la frecuencia de fuegos en la Orinoquía es muy
gotá y los alrededores de La Cumbre en el Valle alta y que en la región está ocurriendo un rápido
del Cauca.
reemplazo de sabanas naturales por cultivos a gran
escala, áreas intervenidas por actividades petroleras
criterio a y transformación de sabanas en potreros para la
Ha perdido históricamente un 42.9 % del hábitat ganadería. Los efectos de las quemas y transfor-
(se consideran como hábitats arbustales abiertos, mación de sabanas naturales llevan a inferir que la

302
polystictus pectoralis

criterio b ajuste regional


eoo
209 028 km2 B1 EOO 209 028 km2 >> 20 000 Es un taxón residente reproduc-
área de hábitat km2. No califica como amenaza- tivo. La ecología de la especie es
remanente
da bajo el subcriterio B1. pobremente conocida. Dada la
76 571 km2
B2 Área de hábitat rema- continuidad de hábitat con Ve-
área remanente
ponderada por nente 76 571 km2; área remanen- nezuela se estima que la pobla-
idoneidad de hábitat te ponderada por idoneidad de ción nacional es objeto de inmi-
(aoo estimada)
45 325 km2 hábitat 45 325 km2>> 2000 km2. gración de individuos capaces de
porcentaje de cambio Esta estimación de idoneidad de subsistir en la región. No obs-
de hábitat 2001-2011 hábitat no incorpora la ocurren- tante la población venezolana
16.7 % está experimentando amenazas
cia de fuegos que afectan a la es-
porcentaje total de
pecie. Por esta razón el área de similares a las colombianas, por
pérdida de hábitat
42.9 % ocupación no se puede estimar lo que se infiere que la inmigra-
una generación con precisión. No existe suficien- ción desde ese país podría dismi-
3.6 años te información para evaluar a la nuir en el futuro. Por esto no se
3 generaciones cambia la categoría obtenida.
especie por el subcriterio B1.
10.8 años

criterio c conclusión

No existe suficiente información VU A2c+3c+4c.


especie ha perdido más del 30 %
para evaluar a la especie para el
de la población en tres genera-
criterio C.
ciones y que probablemente esta
pérdida se intensificará en el fu-
criterio d
turo, incluso en el transcurso de
tres generaciones de la especie. No parece encontrarse amena-
VU A2c+3c+4c. zada bajo el criterio D.

303
polystictus pectoralis

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

304
pseudocolopteryx acutipennis
© daniel uribe
pseudocolopteryx
acutipennis
Doradito Oliváceo
Subtropical Doradito

síntesis de información
henry david benítez-castañeda y josé oswaldo cortés herrera

ecología solitarios desplazándose entre los juncales me-


diante vuelos cortos.
Tradicionalmente se indica que el Doradito Todos los registros que se tienen de esta
Oliváceo Pseudocolopteryx acutipennis se dis- especie se han hecho en la vegetación de los
tribuye por los Andes a lo largo de la franja márgenes de los humedales andinos donde
subtropical desde Colombia hasta Argentina se presenta una amplia cobertura de juncos
(Fjeldså y Krabbe 1990; Hilty y Brown  2001; (Schoenoplectus californicus), Eneas (Juncus
Fitzpatrick 2004), entre los 1500 y los 3500 m effusus) y vegetación flotante de Jacinto de
(Ridgely y Tudor 1994). Habita principal- Agua (Eichornia crassipes) y Helecho acuático
mente áreas arbustivas y matorrales, gene- (Azolla filiculoides) (Cadena 2002a; Benítez-
ralmente cerca de cursos y cuerpos de agua, Castañeda 2004; O. Cortés-Herrera y D. Bel-
márgenes de humedales (Hilty y Brown 2001; trán obs. pers. 2010). Por el contrario, las
Fitzpatrick 2004; Ortiz et ál. 2006) y también poblaciones de Argentina no están asociadas a
en cultivos y pastizales (Cadena 2002a). De cuerpos de agua, sino a matorrales de especies
forma ocasional habita el monte y las pampas de Cardos (Carduus spp.) y Sorgo de Hale-
(Navas 2002). En los humedales de la Sabana po (Sorghum halepense) y en varias ocasiones
de Bogotá, los registros son escasos y han sido se han observado individuos desplazándose
únicamente para Juan Amarillo, Jaboque, La dentro de cultivos maduros de girasol y maíz
Florida y Fúquene (ABO 2000; Cadena 2002a; (Ortiz et ál. 2006). P. acutipennis se alimenta
Benítez-Castañeda 2004; H. Benítez-Castañe- de larvas de odonatos y dípteros que busca en
da obs. pers 2009) y un registro en el Lago de la vegetación flotante, captura insectos al vue-
Tota en Boyacá (J. Zuluaga com. pers. 2010). lo en las partes medias y bajas de los juncos y
En los humedales de la Sabana de Bogotá, es eventualmente también busca en los pastiza-
posible observar a lo largo del año individuos les, es silencioso durante todas estas activida-

306
pseudocolopteryx acutipennis

des (ABO 2000; Cadena 2002a; O. Cortés-Herre- bido a la alteración que ha sufrido el humedal en el
ra y D. Beltrán obs. pers. 2010). sector aledaño al río Bogotá por las construcciones
Un registro de volantones en el humedal de aledañas (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
Jaboque en septiembre de 1993 (ABO 2000; Stiles
com. pers.) podría indicar que la época reproduc- amenazas
tiva de la especie difiere de las poblaciones de Ar-
Los humedales de la Sabana de Bogotá y el Lago
gentina, para las cuales la época reproductiva inicia
de Tota han sido sometidos a presiones antrópicas
en diciembre (Ortiz et ál. 2006). Mediante regis-
que han afectado a las poblaciones de P. acuti-
tros adicionales en septiembre de 2015, se eviden-
pennis (Van Der Hammen 2003; Calvachi 2003).
ció una continua actividad vocal de la especie en
Algo similar ocurre en el humedal La Florida. Las
el humedal Parque La Florida de tres individuos;
actividades de recreación activa, viveros y fábri-
al parecer esta conducta podría estar indicando un
cas que generan un alto impacto en el ecosistema
comportamiento tipo lek.
afectan a la avifauna residente (Benítez-Castañe-
da 2001; Benítez-Castañeda et ál. 2004; Calva-
población
chi 2003).
Según la recopilación de datos presentados por Estas actividades han reducido la cobertura
Cadena (2002), en la última década del siglo pasa- y tamaño del junco (Scirpus californicus) que al
do la especie fue registrada en pequeños números parecer favorece la presencia y abundancia de la es-
en la Sabana de Bogotá en la localidad de La Flo- pecie, dado que los registros con mayor abundan-
rida y una pareja fue observada en varias oportu- cia de la especie han sido en el humedal La Flori-
nidades en el humedal de La Conejera entre 1996 da, donde la cobertura del junco es mayor a dos
y 2000. En septiembre de 2015 se observaron tres hectáreas respecto a otros humedales de la sabana
individuos de la especie y en noviembre de 2015, de Bogotá (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
un individuo en los meandros aledaños al río Bo-
gotá, cerca de la Vía Indumil (Soacha) (O. Cor- historia de vida
tés-Herrera obs. pers.). En cercanías de Medellín
No hay información para la especie en el país.
la especie no ha vuelto a ser observada, como tam-
poco en la región de Salento.
medidas de conservación
Más recientemente, a pesar de haber sido
visitado frecuentemente, solo se ha logrado el tomadas
avistamiento de un individuo en el humedal Juan Los humedales Jaboque y Juan Amarillo, consi-
Amarillo (Sabana de Bogotá) (O. Cortés-Herrera, derados como Parques Ecológicos Distritales de
D. Beltrán y O. Acevedo obs. pers. 2010). Los Humedal, desde hace unos años, reciben protec-
registros recientes de esta especie para el hume- ción por parte de la EAAB y la Secretaría Distrital
dal La Florida corresponden a la pequeña franja de Ambiente, por lo cual cuentan con vigilancia,
de juncos (S. californicus) que se ha mantenido programas de mantenimiento y educación am-
en la margen que limita con el río Bogotá. En el biental así como de participación social y cultural.
humedal Jaboque (adyacente al anterior), los re- Sin embargo, al término de las administraciones,
gistros se hicieron en años anteriores en la zona estos humedales quedan nuevamente sin atención
que limita con el río Bogotá y en el sector aledaño oportuna; de otra parte, debido a su tamaño, y a
a la institución educativa localizada en Engativá en que algunas zonas cuentan con un encerramiento
la vía que conduce al Parque La Florida (Benítez- poco útil y otras no lo tienen, en ambos humedales
Castañeda 2004). Sin embargo, durante salidas aún se presentan problemas como el vertimiento
efectuadas en marzo y septiembre (2015) no se de basuras y escombros, pastoreo, acceso de perros
registró nuevamente la especie, posiblemente de- y de otros animales domésticos, además de quema

307
pseudocolopteryx acutipennis

o maltrato a la vegetación, entre otros. En el hu- Actualmente la ONG Humedales Bogotá ha


medal La Conejera, ocurre una situación similar, liderado campañas de sensibilización ambiental y
aunque al parecer es mayor el control, en parte por conservación de los humedales (O. Cortés-He-
la restricción del acceso al humedal. Sin embargo, rrera obs. pers. 2015).
como se comentó, en este humedal solo se ha re-
gistrado un individuo en los últimos cinco años.

situación de la especie CR C2a(i)


renjifo et ál. 2016 EN B2ab(ii,iii,v)

análisis de riesgo conocidas son extremadamente


eoo reducidas. La información con
La población de Pseudocolop- 271 369 km2
la que se cuenta es demasiado
teryx acutipennis fue considera- área de hábitat
limitada para evaluar esta espe-
remanente
da como una población migra- 211 km2 cie con respecto al criterio A.
toria desde el sur de Suramérica porcentaje de cambio

(Orlog  1963). Posteriormente de hábitat 2001-2011


31.4 %
criterio b
esto fue considerado improba-
ble por Ridgely y Tudor (1994).
porcentaje total de B1 EOO = 271  369  km2 >>
pérdida de hábitat
El carácter residente de la pobla- desconocido
20 000 km . No califica como
2

ción colombiana fue confirma- una generación amenazada bajo el subcriterio B1.
3.6 años B2 Área de hábitat rema-
do en 1993 cuando Gary Stiles
3 generaciones nente dentro de la distribución de
observó un adulto alimentando 10.8 años
a un volantón en el humedal de la especie = 211 km2 < 500 km2.
Jaboque (Cadena  2002a). No La especie parece estar au-
obstante existe la posibilidad de criterio a sente en la mayoría de los hume-
que algunos individuos migra- dales frecuentemente visitados
Renjifo et ál. (2002) estimaron por ornitólogos. En donde ha
torios australes lleguen al país.
que los humedales altoandinos habido avistamientos, se han ob-
Esto podría explicar la dispa-
han sido reducidos en un 88 %. servado muy pocos individuos.
ridad de hábitats en que se ha
encontrado la especie. Las loca- Más recientemente, a la esca- Por otra parte, utiliza pequeños
lidades donde es observada con la en que fue hecho el análisis humedales que no son repre-
regularidad (la población resi- para este libro no se encontró sentables a la escala de análisis
dente) corresponde a vegetación pérdida de hábitat en un perio- utilizada en este trabajo. Por eso
en los márgenes de humedales, do de 10 años (se consideran inferimos que el área de ocu-
pero existen registros tanto his- como hábitats de la especie la- pación de la especie es efectiva-
tóricos (Cadena 2002a) como gunas, lagos y ciénagas natura- mente inferior a 500 km2. Tiene
recientes (un avistamiento de la les, vegetación acuática sobre una distribución naturalmente
especie en Filandia, Quindío, P. cuerpos de agua y zonas pan- fragmentada y el grado de frag-
C. Caycedo com. pers.) en ar- tanosas). A pesar de este dato, mentación ha sido acrecentado
bustales no asociados a hume- es evidente que la población de como consecuencia de la des-
dales. La condición migratoria la especie ha disminuido como trucción de hábitat (a). Se esti-
de este tipo de registros aún consecuencia de la pérdida de ma una disminución continua en
debe ser aclarada. hábitat y las pocas poblaciones cuanto a área de ocupación (ii),

308
pseudocolopteryx acutipennis

extensión y/o calidad de hábitat (iii) y número de alcanzar 50 individuos. De nuevo resulta evidente
individuos maduros (v). Es evidente que resulta que es necesario investigar los requerimientos de
necesario investigar los requerimientos de hábitat hábitat de la especie, su distribución y tamaño po-
de la especie, su distribución, tamaño poblacional blacional en el país.
en el país y el eventual estatus de poblaciones mi- CR C2a(i).
gratorias.
EN B2ab(ii,iii,v). criterio d
No califica como amenazada bajo el criterio D.
criterio c
Al juzgar por la baja densidad poblacional en los ajuste regional
sitios en donde se conoce la especie, por ejem-
Es un taxón residente y se desconoce si existe in-
plo en el parque de La Florida, y lo limitado del
migración de individuos con posibilidades de re-
hábitat remanente, se estima que la especie tiene
producción en el país. Por lo tanto no se cambia
una población muy por debajo del umbral de 250
la categoría obtenida en el proceso de evaluación.
individuos maduros. Se desconoce su estructura
poblacional y su capacidad para desplazarse entre
conclusión
localidades. Las observaciones recientes son en los
mismos lugares, lo cual sugiere que las poblacio- CR C2a(i).
nes son muy localizadas y en ningún caso parecen EN B2ab(ii,iii,v).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

309
phylloscartes lanyoni
© robin h. schiele
phylloscartes lanyoni
tiranuelo antioqueño
antioquia bristle-tyrant

síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera

ecología amenazas
El Tiranuelo Antioqueño es endémico de Co- En la reserva Bellavista (Victoria-Caldas) se ve
lombia, con una distribución restringida al va- amenazada por colonización, proyectos de in-
lle medio del Magdalena (Caldas, Antioquia y fraestructura, así como por el deterioro y pér-
Cundinamarca) entre 450 y 1090 m (Cuervo dida del bosque.
y Toro 2001; Gómez y Amaya-Espinel 2002;
Fitzpatrick 2004). Se encuentra en bosques historia de vida
pluviales premontanos, bosques caducifolios
No hay información para la especie.
de piedemonte, bosques muy húmedos pre-
montanos y bosques secundarios (Cuervo y
medidas de conservación
Toro 2001; Gómez y Amaya-Espinel 2002).
tomadas
En la región de Victoria (Caldas) se registra
en remanentes de bosque secundario con el Se encuentra en la reserva Bellavista, en el mu-
estrato inferior a cinco metros (O. Cortés- nicipio de La Victoria (Caldas), de 22 ha que
Herrera obs. pers. 2010). cuenta con apoyo comunitario (Valenzuela-
Su principal fuente de alimentación son Pérez et ál. 1999) y en la reserva natural de Río
los insectos, que captura al vuelo o buscán- Claro (Antioquia), iniciativa privada que se
dolos entre los líquenes, hojas, ramas o inflo- inició en 1970 que apoya la protección de los
rescencias (Stiles et ál. 1999). Se integra en bosques húmedos tropicales en el cañón del
ocasiones a bandadas mixtas (Cuervo y Toro río Claro. En estas dos localidades se han con-
2001; O. Cortés-Herrera obs. pers.). centrado la mayoría de registros de P. lanyoni.

311
phylloscartes lanyoni

situación de la especie EN C2a(i)


VU B2ab(i,ii,iii,iv,v)
renjifo et ál. 2016 NT A2c+4c

subpoblaciones (iv) y número de in-


criterio a eoo
30 359 km 2 dividuos maduros (v).
Esta especie ha perdido el 61 % de área de hábitat VU B2ab(i,ii,iii,iv,v).
su hábitat históricamente y en diez remanente

años ha perdido un 9.3 %. Las tres 3230 km2


criterio c
área remanente
regiones en las cuales se encuentra la
especie tienen una fuerte presión de
ponderada por
No existen estimaciones del tamaño
idoneidad de hábitat
destrucción de bosques por defores- (aoo estimada) poblacional en ninguna de las seis
tación para ganadería, cultivos ilícitos 2408 km2 localidades en las que se conoce la
y minería de oro. Muchos de estos
porcentaje de cambio de especie. No obstante, lo localizado
hábitat 2000-2010
impactos no son detectables a la es- -9.3 %
de sus poblaciones y la baja tasa de
cala de análisis de este estudio, por lo porcentaje total de
detección en localidades en las cuales
que se estima que la pérdida real de pérdida de hábitat se sabe que se encuentra la especie
61 % (p. ej., Río Claro) sugiere que la po-
hábitat para la especie es sustancial-
una generación
mente mayor al 9.3 % en el pasado y blación global de la especie es peque-
3.6 años
combinando el pasado y el futuro. 3 generaciones
ña, posiblemente menos de 2500 in-
NT A2c+4c. 10.8 años dividuos maduros. Por el progresivo
deterioro de hábitat se infiere que la
criterio b población está en disminución (C2)
y que ninguna subpoblación tiene más de 250 in-
B1 EOO = 30 359 km2 > 20 000 km2 pero es
dividuos maduros (a(i)).
disyunto.
EN C2a(i).
B2 Área de hábitat remanente = 3230 km2; AOO
estimada = 2408 km2
criterio d
La especie se encuentra en una región vi-
sitada frecuentemente por observadores de aves, La especie no califica como amenazada bajo el
pero a pesar de esto el número de localidades para criterio D.
la especie continúa siendo muy reducido, lo que
indica una distribución muy local. Por esta razón, ajuste regional
se estima que su AOO es menor a 2000 km2. Sin
Por ser una especie endémica de Colombia no se
duda, su distribución se encuentra severamente
requiere hacer un ajuste regional.
fragmentada y esta situación está empeorando.
De otra parte, la especie se conoce solamente de
conclusión
6 localidades (a). Adicionalmente, se estima una
disminución continua (b) en extensión de ocu- EN C2a(i).
rrencia (i), área de ocupación (ii), extensión y/o VU B2ab(i,ii,iii,iv,v).
calidad de hábitat (iii), número de localidades o NT A2c+4c.

312
phylloscartes lanyoni

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

313
muscisaxicola maculirostris
© gregory e ivonne dean
muscisaxicola
maculirostris
dormilona chica
spot-billed ground-tyrant

síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla

ecología M. m. rufescens se ha registrado en la laguna de


Azufral, en el departamento de Nariño (Cade-
Esta especie habita laderas abiertas, pedregosas na y Renjifo 2002).
y semiáridas con poca vegetación o arbustos Camina y corre sobre el suelo y hace vue-
dispersos (Fjeldså y Krabbe 1990; ABO 2000; los ondulantes, cortos y bajos para capturar in-
Hilty y Brown 2001; Restall et ál. 2006) y ori- sectos en el aire o sobre el suelo (ABO 2000;
llas de lagunas (Hilty y Brown 2001; Restall et Hilty y Brown 2001; Restall et  ál. 2006).
ál. 2006). Se encuentra principalmente entre Usualmente se observan individuos solitarios
2000 y 2800 m, aunque puede hallarse en pára- (Fjeldså y Krabbe 1990; Restall et  ál. 2006),
mos hasta de 3200 m (Cadena y Renjifo 2002). en parejas (Fjeldså y Krabbe 1990; ABO 2000;
La subespecie M. m. nicefori es endémi- Hilty y Brown 2001) o en grupos de tres indi-
ca de los departamentos de Cundinamarca y viduos (J. E. Zuluaga-Bonilla obs. pers.).
Boyacá (Cadena y Renjifo 2002). Ha sido re- La época reproductiva es entre junio y ju-
gistrada en zonas secas y abiertas desde el cen- lio en Ecuador (Hilty y Brown 2001). Se tiene
tro de Boyacá (Lago de Tota) hasta el sur de registro de despliegues aéreos en julio en el SFF
la Sabana de Bogotá en Mosquera (Fjeldså y Iguaque (J. E. Zuluaga-Bonilla obs. pers.), en
Krabbe 1990; Hilty y Brown 2001). Se ha re- los cuales el macho vocaliza aceleradamente,
gistrado en la ciudadela Sucre-Soacha comu- vuela hacia arriba con aleteos rápidos y se de-
nas 4 y 5, en la zona de explotación minera de tiene con alas y cola abiertas y los tarsos colgan-
Invercot Ltda. (L. Rosselli y F. G. Stiles com. do, para luego caer en picada al suelo (Fjeldså
pers.), en los cerros de Soacha, Mondoñedo, y Krabbe 1990; ABO 2000). El nido es una
laguna de La Herrera y entre Guasca y la re- taza abierta expuesta o parcialmente oculta en
presa de Tominé (ABO 2000); recientemente el suelo, situada cerca a arbustos, macollas de
fue registrada en la parte seca del SFF Igua- pasto o rocas, con 2 a 3 huevos blanquecinos
que (Zuluaga-Bonilla 2008). La subespecie (Fjeldså y Krabbe 1990; Hilty y Brown 2001).

315
muscisaxicola maculirostris

Es un ave escasa, local y en evidente dismi- registrada en la zona (De las Casas et ál. 2006).
nución en el altiplano cundiboyacense (ABO 2000; El hábitat de la especie en la región de los vol-
Hilty y Brown 2001; Cadena y Renjifo 2002) de- canes Azufral, Chiles y Cumbal, y la Laguna de
bido al deterioro de su hábitat (Cadena y Renjifo la Cocha estaban en buen estado a principios del
2002). En el SFF Iguaque se tiene un registro de 15 siglo XXI (Cadena y Renjifo 2002).
a 20 individuos (J. E. Zuluaga-Bonilla obs.pers.).
En Nariño M. m. rufescens no parece ser común, historia de vida
a pesar de haber sido buscada en la Laguna de la
Cocha y el volcán Chiles, donde hay hábitat po- No hay información para la especie.
tencial (Cadena y Renjifo 2002). Las subespecies
que se registran en Colombia son residentes, las medidas de conservación
otras subespecies son migratorias australes (Fjeldså tomadas
y Krabbe 1990). Está presente en el SFF Iguaque. En Nariño fue
observada en el SFF Galeras; la región del volcán
amenazas Chiles y Cumbal donde podría encontrarse, se en-
Ha perdido una proporción importante de su há- cuentra sin protección (Cadena y Renjifo 2002).
bitat, ya que la vegetación típica de los enclaves
secos en el altiplano cundiboyacense ha sido mo- medidas de conservación
dificada desde hace muchos años, por la introduc- propuestas
ción del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum),
establecimiento de canteras, urbanización, pasto- Se propuso crear una reserva natural en la planicie
reo de ganado vacuno y ovino, vertedero de basu- del sur del embalse de Tominé con el fin de pro-
ras (Cadena y Renjifo 2002), explotación minera teger a esta y otras especies amenazadas (Cadena
(L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.) e incendios y Renjifo 2002), iniciativa que no se ha concreta-
forestales (J. E. Zuluaga-Bonilla obs.pers.). do a la fecha. Se debe evaluar la presencia, estado
Los barrancos que formaban las gravilleras de la población y ecología de la especie en sitios
cubiertas por agua en el valle del río Siecha eran con explotación minera, con el fin de realizar un
hábitat potencial para la especie. Sin embargo, re- manejo adecuado de acuerdo con leyes ambien-
cientemente se encontró que allí solo quedaba un tales (L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.). La in-
humedal artificial. Los barrancos estaban cubier- formación en Nariño es deficiente, por lo cual se
tos por pasto kikuyo, lo que disminuye notoria- necesita determinar con urgencia el estado actual
mente el hábitat disponible y por lo cual no fue y grado de amenaza (Cadena y Renjifo 2002).

situación de la especie EN B2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016 VU A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)

criterio a reducción poblacional, la especie habría perdido


más de un 40 % de su población en 10 años y esta
Ha perdido históricamente un 89.5 % del hábi- tendencia podría continuar por lo menos en el fu-
tat (se consideran hábitat de la especie arbustales turo cercano.
abiertos y herbazales densos y abiertos). En un VU A2c+4c.
periodo de 10 años (2001 – 2011) experimentó B1 EOO = 17 580 km2 < 20 000 km2. M. ma-
una pérdida del 42.9 % de su hábitat. Si se toma culirostris tiene una población disyunta en la cordi-
la reducción del hábitat como un indicador de llera Oriental y en el sur del país, las estimaciones

316
muscisaxicola maculirostris

de extensión de ocurrencia y de área blacional de la especie. Por esto se


eoo
de ocupación es la suma de las esti- 17 580 km 2 recomienda hacer evaluaciones de
maciones obtenidas para las dos re- área de hábitat
campo de las poblaciones.
giones por separado. remanente
937 km2
Su distribución está severamente criterio d
área remanente
fragmentada como consecuencia de
ponderada por La especie no se encuentra amenaza-
la pérdida de hábitat (a). De acuerdo idoneidad de hábitat
da bajo el criterio D.
a los análisis de pérdida de hábitat la (aoo estimada)
468 km2
especie se encuentra disminuyendo
porcentaje de cambio ajuste regional
por lo menos en cuanto a área de de hábitat 2001-2011
ocupación (ii), extensión y/o calidad -42.9 % Esta especie tiene una distribución
de hábitat (iii), y número de indivi- porcentaje total de disyunta. La subespecie de la cor-
duos maduros (v). pérdida de hábitat dillera Oriental claramente se en-
89.5 %
VU B1ab(ii,iii,v). cuentra aislada de la población del
una generación
B2 Área de hábitat rema- 3.6 años Ecuador y no requeriría de ajuste re-
nente = 937 km2; AOO estimada = 3 generaciones gional. La subespecie del sur posible-
468 km < 500 km . Su distribución
2 2 10.8 años . mente es continua con la población
está severamente fragmentada como ecuatoriana, pero dado el escaso gra-
consecuencia de la pérdida de hábi- do de conocimiento de esa especie se
tat (a). De acuerdo a los análisis de pérdida de desconoce si la población ecuatoriana podría ser
hábitat la especie se encuentra disminuyendo por origen de individuos dispersores. Por criterio de
lo menos en cuanto a área de ocupación (ii), ex- precaución se recomienda no cambiar la categoría.
tensión y/o calidad de hábitat (iii), y número de
individuos maduros (v). conclusión
EN B2ab(ii,iii,v).
EN B2ab(ii,iii,v).
VU A2c+4c; B1ab(ii,iii,v).
criterio c
La información de campo con la que se cuenta
no permite hacer una estimación del tamaño po-

317
muscisaxicola maculirostris

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

318
myiotheretes pernix
© daniel uribe
myiotheretes pernix
atrapamoscas de santa marta
santa marta bush-tyrant

síntesis de información
esteban botero-delgadillo y christian olaciregui

jos y laderas escarpadas (Salaman et ál. 2002;


ecología
Fitzpatrick 2004); no obstante, ocasionalmen-
Myiotheretes pernix es una especie endémica te se observa en claros en el interior de bosque,
de la SNSM que se distribuye desde los 2100 áreas abiertas con árboles dispersos o planta-
hasta los 2900 m de elevación (Hilty y Brown ciones de vegetación foránea, como Cupressus
1986; Salaman et ál. 2002; Fitzpatrick 2004). sp. y Eucalyptus sp. (Botero-Delgadillo 2011).
La especie parece restringirse al flanco norte de Aunque lo anterior sugiere cierta flexibilidad
la Sierra Nevada, en la cuchilla de San Loren- en términos de uso del hábitat, este atrapamos-
zo y zonas cercanas, de donde provienen los cas parece asociarse con áreas de perturbación
registros más recientes (BirdLife International natural adyacentes a fragmentos de bosques
2014c). Sin embargo, debe tenerse en cuenta bien conservados (Botero-Delgadillo 2011).
que algunos registros históricos incluyen loca- Esta especie es más bien localizada y poco co-
lidades al este de San Lorenzo que no han sido mún en la cuchilla de San Lorenzo (Salaman
exploradas recientemente, como la localidad et  ál. 2002). Si bien su ámbito altitudinal es
típica, en la parte alta del río Ancho, en San de aproximadamente 800 m, es más frecuente
Miguel (Todd y Carriker 1922). En el 2004 la por encima de los 2400 m de elevación, donde
especie fue encontrada en la parte alta del valle ocasionalmente se escuchan individuos voca-
del río Frío, entre los 2400 y 2900 m de alti- lizando repetitivamente (Botero-Delgadillo
tud (Strewe y Navarro 2004b). En las zonas 2011). Suelen registrarse individuos solitarios,
de vegetación conservada en San Lorenzo, la pero en ciertas ocasiones se observan en pare-
especie se encuentra asociada al bosque húme- jas (Fitzpatrick 2004). Aunque no es común
do premontano y bosque húmedo montano en esta especie, en algunos casos hacen parte
(Botero-Delgadillo 2011). Este atrapamoscas de bandadas mixtas multigremiales en frag-
frecuenta bordes de bosque secundario en dis- mentos de bosque secundario o vegetación
tintos estados sucesionales, matorrales, rastro- densa en estados sucesionales más tempranos

320
myiotheretes pernix

(Fitzpatrick 2004; E. Botero- abundancia del alimento (Bote- el total de la población se encon-
Delgadillo obs. pers.). Tras un ro-Delgadillo 2011). traría entre las 1000 a 2499 aves
año de conteos entre los 2000 y Los aspectos de su biología re- (BirdLife International 2014c).
2700 m de altitud, la abundancia productiva se desconocen. Aun- Teniendo en cuenta su distribu-
promedio de la especie fue de un que podría pensarse que la tem- ción restringida y su rareza, es
individuo por kilómetro recorri- porada reproductiva de la especie probable que el total se acerque
do (E. Botero-Delgadillo, datos coincide con la mayoría de aves al límite inferior de este intervalo.
no publicados). En el alto valle residentes en San Lorenzo, en-
del río Frío, tres individuos fue- tre noviembre y junio, no hay amenazas
ron observados en un recorrido evidencia de esto, ni siquiera a
Esta es una de las tres especies de
de 2.5 km en el dosel abierto partir de los pocos individuos
aves más amenazadas de la SNSM
capturados en redes de niebla (E.
de bosques maduros en abril de según la UICN. La principal ame-
Botero-Delgadillo obs. pers.).
2001 (Strewe y Navarro 2004b). naza que enfrenta es la pérdida
No se han sugerido movimien-
Como otros aspectos de su bio- de la vegetación y la destrucción
tos estacionales para esta especie
logía, su dieta y ecología de fo- de su hábitat debido a la defo-
(Fitzpatrick 2004), sin embar-
rrajeo son poco conocidos. Por restación (Salaman et ál. 2002).
go, otros atrapamoscas en San
lo general, estas aves permane- En San Lorenzo, una porción
Lorenzo exhiben cambios en de su hábitat se encuentra se-
cen perchadas durante largos
la abundancia asociados a mo- veramente fragmentada debido
periodos para capturar insectos
vimientos altitudinales, como a las actividades de ganadería
al aire (ver Salaman et ál. 2002). Elaenia frantzii y Myiotheretes
Con frecuencia se localizan en de alta montaña que se practi-
striaticollis (E. Botero-Delga- can. Igualmente, la presencia y
una percha expuesta, como ár- dillo obs. pers.), por lo que no expansión de plantaciones de
boles secos o ramas prominentes debe descartarse esta posibilidad. especies no nativas (p. ej., Pinus
en el borde de los bosques des- Los fragmentos de bosque se- patula) afecta a esta especie en
de donde atacan a sus presas; de cundario que la especie frecuenta el mismo sitio mencionado; no
cualquier manera, este atrapa- varían considerablemente en ex- se ha observado alimentándose
moscas también captura insectos tensión, desde cañadas de menos en estas plantaciones (BirdLife
del envés de las hojas e incluso de 3 ha rodeadas por potreros International 2014c).
del suelo con un comportamien- arbolados, hasta parches de más
to relativamente estereotipado de 100 ha; igualmente sucede historia natural
(Botero-Delgadillo 2011). Si con fragmentos y vegetación na-
bien los insectos que captura tiva en otros estados sucesionales No hay información para la
son, por lo general, de tamaño (Botero-Delgadillo 2011). especie.
reducido, algunas veces pueden
capturar Coleópteros y Homóp- población medidas de
teros de considerable talla y que conservación
Debido a que la especie no ha
demandan mayores tiempos de sido objeto de estudios centra-
tomadas
manipulación (Botero-Delgadi- dos en su biología y ecología, La SNSM es una Reserva de la
llo 2011). Es posible que como no se tienen estimados precisos Biosfera de la Unesco desde
en otros miembros de su familia, de su densidad o tamaño pobla- 1979 y se encuentra protegida
e incluso en congéneres, ocu- cional. Sin embargo, debido a la parcialmente por el PNN del mis-
rran variaciones temporales en el continua pérdida de hábitat, la mo nombre declarado como tal
comportamiento y en la consti- tendencia poblacional inferida es en 1964. Sin embargo, esto no
tución de la dieta asociadas a la decreciente y se ha sugerido que ha sido suficiente para la protec-

321
myiotheretes pernix

ción de los ecosistemas naturales en todo el macizo año 2008, la Reserva Natural “La Cumbre” pro-
(Renjifo y Salaman 2002). Recientemente la SNSM tege fragmentos de bosque nativo en distintos
ha sido identificada como un sitio de la Alianza estados sucesionales entre los 2400 y los 2600 m
para la Cero Extinción o AZE (por sus siglas en de altitud, donde es más frecuente registrarla (E.
inglés) (Ricketts et ál. 2005), y Myiotheretes pernix Botero-Delgadillo y C. Olaciregui obs. pers.).
es una de las tres especies de aves en serio peligro o En el valle del Río Frío, donde recientemente se
“trigger” (BirdLife International 2014c).
descubrió una población de este atrapamoscas, aún
El establecimiento de la RN “El Dorado” en el
persisten grandes extensiones de bosques por en-
2006 y la protección de la Estación Experimental
cima de los 2000 m (Strewe y Navarro 2004). Se
de San Lorenzo del PNN SNSM, beneficia la conser-
desconoce el estado del bosque en la localidad tipo
vación de esta especie en la cuchilla de San Loren-
zo. Acciones de conservación en áreas vitales para de M. pernix. Sin embargo, cabe aclarar que estas
la especie incluyen la restauración de los hábitats dos localidades se encuentran dentro del PNN SNSM.
naturales iniciada por la Fundación ProAves en la La especie se encuentra presente en tres AICA:
cuchilla de San Lorenzo, especialmente la elimi- Valle de San Salvador (CO004), Cuchilla de San
nación de los árboles introducidos y reforestación Lorenzo (CO005) y Valle del Río Frío (CO007)
con especies nativas. En la misma zona, desde el (Franco y Bravo 2005).

situación de la especie EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

la cobertura boscosa de 3.75 %.


criterio b
eoo La estimación del cambio de la
3 208 km2 B1 EOO = 3208 km2 < 5000 km2.
cobertura boscosa en la región
área de hábitat
de la SNSM representa un reto La especie tiene una distribución
remanente
262 km2 importante, debido a la existen- severamente fragmentada como
consecuencia de la transfor-
porcentaje de cambio cia de bosques deciduos y semi-
de hábitat 2000-2010 mación del paisaje (a). Por las ra-
3.75 %
deciduos que dificultan la inter-
zones señaladas en la evaluación
porcentaje total de
pretación de imágenes cuando
del criterio A se considera que la
pérdida de hábitat estas provienen de diferentes
38.6 % especie continúa declinando en
épocas del año. Por otra parte,
una generación cuanto a la extensión y/o cali-
3.6 años información recientemente ge-
dad de hábitat (iii) y número de
3 generaciones nerada por el Ideam indica que
individuos maduros (v).
10.8 años la SNSM es en la actualidad uno EN B1ab(iii,v).
de los hotspots de deforestación B2 Área de hábitat remanente =
del país (G. Galindo com. pers. 262km2 < 500 km2. La especie
criterio a febrero 2014). Por esta razón tiene una distribución severa-
Históricamente se ha perdido el y por criterio de precaución, se mente fragmentada como con-
38.6 % de los bosques dentro de considera que la población de la secuencia de la transformación
la distribución de la especie. Más especie continúa disminuyendo. del paisaje (a). Por las razones
recientemente, en un periodo de No obstante, la especie no se señaladas en la evaluación del
10 años esta tendencia se ha re- acerca a los umbrales de riesgo criterio A se considera que la
vertido con una recuperación de bajo el criterio A. especie continúa declinando en

322
myiotheretes pernix

cuanto a la extensión y/o calidad de hábitat (iii) y vuelo de la especie y la cercanía de los bloques de
número de individuos maduros (v). hábitat remanente se estima que la mayor parte de
EN B2ab(iii,v). su población hace parte de una misma población
interconectada por individuos que se dispersan.
criterio c EN C2a(ii).
Aunque en la síntesis de información de la especie
se informa sobre frecuencias de detección a lo lar-
criterio d
go de transectos en varias localidades de la Sierra La especie no califica como amenazada bajo el
Nevada no se ofrece información sobre densidad criterio D.
poblacional, pero se indica que es una especie apa-
rentemente poco común. Si se asume una densidad ajuste regional
poblacional similar a la de sus congéneres M. stri-
La especie es endémica de Colombia por lo cual
aticollis y M. fumigatus de unas pocas parejas por
no es necesario hacer un ajuste regional.
kilómetro cuadrado (L. M. Renjifo obs. pers.) la
población de la especie estaría claramente por de-
conclusión
bajo del umbral de 2500 individuos. La tendencia
poblacional es decreciente, dada la capacidad de EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

323
vireo caribaeus
© daniel uribe
vireo caribaeus
Vireo de San Andrés
San Andres Vireo

síntesis de información
camila gómez-montes, maría isabel moreno y christian devenish

ecología durante la temporada reproductiva (Roselli


1998; Gómez y Moreno 2008).
Es una especie común en todos los hábitats Las mayores densidades de individuos se
de la isla de San Andrés: bosque ralo asociado han registrado durante la época de lluvias en
a palmas y matorrales, cultivos variados, plan- hábitats cerrados como el bosque ralo, plan-
taciones de palma de coco con matorrales y taciones de palma de coco, bosque denso y
pastos, pastizales, manglar, bosque denso y manglar con una densidad promedio de 1270
rastrojos y matorrales de mediana altura (Mo- ± 754 ind/km2 (Moreno y Devenish 2003).
reno y Devenish 2003; IGAC-Coralina 1998). Se han registrado variaciones en la abundancia
De su amplia distribución en la isla, se dedu- de individuos en los diferentes hábitats entre la
ce que tiene un buen grado de tolerancia a la época de lluvias y la de sequía (Rosselli 1998;
perturbación, pero no existen evaluaciones de Moreno y Devenish 2003). Esto sugiere que
calidad de hábitat a lo largo del ciclo de vida. la especie realiza movimientos estacionales sig-
Normalmente se observa en parejas y su nificativos, cuyas causas deben ser confirmadas
comportamiento de forrajeo es más activo y con más investigación.
enérgico que el de otros vireos. Prefiere los La especie forma parejas permanentes
estratos bajos donde forrajea en busca de in- que defienden territorios de 0.22 ±0.07 ha
sectos y frutos (Barlow y Nash 1985; Roselli (n=  31) (Gómez y Moreno 2008). Ponen
1998; Rosselli y Estela 2002; Moreno y De- una nidada de 2 huevos por temporada repro-
venish 2003; Gómez y Moreno 2008). En los ductiva. Las variables ambientales que desen-
manglares, donde el estrato arbustivo es esca- cadenan la reproducción sincronizada son el
so y la vegetación de gran porte, su altura de fotoperiodo, la precipitación y la consecuente
forrajeo alcanza los 15 m (Moreno y Devenish variación en abundancia de recursos alimenti-
2003). Además de insectos consume frutos cios (Gómez et ál. 2010).

325
vireo caribaeus

población islas, son las especies introdu- guido se dio inicio a un proce-
cidas y los eventos estocásticos so educativo en la isla sobre la
En 1998 se estimaron entre 8206 como huracanes, incendios o importancia de Vireo caribaeus
y 14792 individuos (Rosselli epidemias (Woodworth 1997; (Moreno y Devenish 2003).
1998; Rosselli y Estela 2002). Franco y Bravo 2005; Bird- Este proyecto, apoyado por el
Esta cifra no tiene en cuenta di- Life International 2009t). En Jardín Botánico de la Universi-
ferencias en la detección de la San Andrés hay preocupación dad Nacional de Colombia sede
especie según el hábitat. particularmente en cuanto a dos San Andrés y CORALINA, generó
especies introducidas: la María un compromiso institucional de
amenazas Mulata (Quiscalus mexicanus) difundir información y promo-
Dada la falta de conocimiento y el Lobo Pollero (Tupinam- ver localmente la conservación
bis teguixin) (Coralina 2010). de la especie (P. D. Lowy com.
sobre los requerimientos ecoló-
Aunque no hay estudios que pers.).
gicos de la especie, la transfor-
demuestren efectos negativos Paralelamente, el desarrollo
mación del paisaje podría ser la
sobre la población del Vireo de de estudios particulares sobre
mayor amenaza para el Vireo de
San Andrés, es necesario enten- la biología (Rosselli 1998) y la
San Andrés. Particularmente el
der los impactos que las especies ecología reproductiva (Gómez-
bosque ralo, hábitat de mayor
introducidas tienen en la biodi- Montes 2004; Gómez y More-
extensión en la isla y donde se
versidad nativa y tomar medidas no 2008; Gómez et ál. 2010;
ha visto que prefiere anidar, está
de mitigación (Rosselli y Estela Gómez 2011) y el Programa de
destinado a usos varios, sobre
2002; Franco et ál. 2009). Monitoreo y Conservación de
todo agrícolas, y carece de po-
Especies Migratorias de la Fun-
líticas definidas de protección
historia de vida dación ProAves (2003 – 2008)
(Coralina 2010). Esto no quiere
contribuyeron a aumentar el
decir que la agricultura sea ne- El estimado de supervivencia conocimiento sobre la ecología
cesariamente incompatible con anual del Vireo de San Andrés básica e historia natural de la es-
la sobrevivencia de la especie, es 0.249 para adultos y 0.217 pecie y han propuesto recomen-
pero se necesitan estudios que para inmaduros. Según este es- daciones para su conservación.
sirvan de apoyo para diseñar las timado la expectativa de vida El establecimiento de la Re-
medidas de uso y manejo apro- de los adultos es 3.6 años y de serva Natural de las Aves Chin-
piadas (Rosselli y Estela 2002; los inmaduros 3.1 años (cálculo cherry en 2006 fue otra acción
Gómez y Moreno 2008). De realizado con datos de captura en pro de la conservación de la
la misma forma, la pérdida de y recaptura de Vireo caribaeus, especie por la Fundación ProA-
conectividad entre hábitats en base de datos en línea de Fun- ves, la cual adquirió un lote ubi-
San Andrés, impulsada por un dación ProAves, revisada el 8 de cado al sur oriente de la isla en
cambio acelerado en el uso de diciembre de 2008). inmediaciones del manglar de
la tierra, puede ser una amena- Smith Channel.
za potencial para la población medidas de
de Vireo caribaeus, en especial medidas de
conservación
cuando la especie parece tener
tomadas conservación
movimientos estacionales signi-
ficativos entre hábitats a lo largo En el año 2000, el Archipiéla-
propuestas
del año (Rosselli y Estela 2002; go de San Andrés, Providencia Es necesario hacer estudios de-
Moreno y Devenish 2003). y Santa Catalina fue declarado tallados para conocer el estado
Otras amenazas, comu- como Reserva de Biosfera Sea- actual y las dinámicas pobla-
nes a especies que habitan en flower por la UNESCO. Acto se- cionales de Vireo caribaeus. Se

326
vireo caribaeus

debe profundizar en temas como los movimien- Se recomienda evaluar el efecto que las dife-
tos estacionales y los requerimientos y calidad de rentes iniciativas educativas sobre Vireo caribaeus
hábitat a lo largo de todo el ciclo de vida. han tenido en San Andrés para diseñar estrategias
Igualmente hay que evaluar el potencial im- de larga duración, como por ejemplo la inclusión
pacto de las especies introducidas sobre la pobla- de currículos especiales en las instituciones edu-
ción de Vireo caribaeus. cativas.

situación de la especie VU D2
renjifo et ál. 2016

No califica como amena-


criterio a
zada bajo el criterio B. eoo
43.4 km2
Ha perdido el 22.9 % de su há-
área de hábitat
bitat históricamente. Si la pér- criterio c remanente
dida de hábitat se toma como 21 km2
un indicador de la disminución La densidad poblacional prome-
porcentaje total de

de la población, no se acerca a dio para Vireo caribaeus se ha es- pérdida de hábitat

timado en 1270 ± 754 ind/km2 22.9 %


los umbrales de amenaza bajo el
criterio A. (Moreno y Devenish 2003). una generación
4.2 años
Si se toma como referente esta
3 generaciones
criterio b densidad y el área de hábitat 12.6 años
remanente, la población global
B1 EOO = 43.4 km2 < 100 km2 de la especie sería alrededor de
V. caribaeus tiene una distribu- 26 670 individuos. No califica
ción restringida a la isla de San en una amenaza posible con un
como amenazada bajo el crite-
Andrés (a). Aunque existe una impacto severo sobre la pobla-
rio C.
lenta reducción en el área y ca- ción de la especie. Se encuentra
lidad de hábitat, no es evidente amenazada bajo el subcriterio
criterio d
que haya una reducción en la D2.
población. La población de la especie se VU D2.
B2 Área de hábitat rema- encuentra por encima del um-
nente = 21 km2 < 500 km2. V. bral de 1000 individuos. Por ajuste regional
caribaeus tiene una distribución otra parte, se encuentra en una
Es un taxón endémico de Co-
restringida a la isla de San An- única localidad. Aunque no hay
lombia, por lo cual no se requie-
drés (a). Aunque existe una len- evidencia de una reducción en
re hacer un ajuste regional.
ta reducción en el área y calidad el tamaño poblacional, San An-
de hábitat, no es evidente que drés se encuentra en una región
conclusión
haya una reducción en la pobla- frecuentemente afectada por
ción de la especie. huracanes, lo cual se constituye VU D2.

327
vireo caribaeus

Distribución

Distribución

328
vireo crassirostris
© robin h. schiele
vireo crassirostris
Verderón Piquigrueso,
Vireo de Providencia
Thick-billed Vireo

síntesis de información
sebastián restrepo calle y thomas mcnish merril

mas, lo que en parte puede estar explicado por


ecología
las pocas áreas con esta cobertura.
El Verderón Piquigrueso habita zonas de bos- Su dieta se compone principalmente de
ques secos maduros y en sucesión, rastrojos y artrópodos (Buden 1992) que captura a altu-
zonas de transición hacia áreas abiertas entre ras medias en zonas interiores del bosque. La
los 0 y los 350 m de altitud en los bosques de estrategia de forrajeo más frecuentemente uti-
colinas de la Isla de Providencia y Santa Ca- lizada por esta especie es la búsqueda de insec-
talina (Bond 1948; Tye y Tye 1991). Se en- tos en el follaje de arbustos y rastrojos densos
cuentra en todos los hábitats disponibles de (Emlen 1977), y en algunas ocasiones prefiere
las islas, ocupa preferencialmente las malezas ramas y hojas secas. Las preferencias alimenta-
y rastrojos de los bordes y áreas abiertas de los rias de la especie no descartan el consumo de
frutos en algunas épocas del año (Smith et ál.
manglares y bosques de las colinas (T. McNish
1990), pero no se tienen registros documen-
obs. pers.).
tados para la Isla de Providencia.
Aunque se encuentra principalmente en
Existen pocos datos referidos a la bio-
zonas de interior de bosques semihúmedos a
logía reproductiva de la especie, la mayoría
lo largo de cursos de agua, también ha sido
relacionados con su comportamiento en Ba-
visto en zonas transformadas por actividades hamas. La época reproductiva se ubica entre
agropecuarias y establecimientos residenciales los meses de mayo y junio. Se han reporta-
(S. Restrepo obs. pers. 2009). De acuerdo do nidadas de un huevo para la Gran Baha-
Murphy et ál. (1998), en la isla de San Salva- ma (Buden 1987), y de dos y tres huevos en
dor en Bahamas es común observar la especie las Islas Gato también en Bahamas (Buden
en zonas de manglar. En Providencia no se 1992). En Providencia, se tiene registro de un
tienen datos de la especie en estos ecosiste- individuo volando con material para nido en

330
vireo crassirostris

la zona boscosa semihúmeda de de Bottom House. Se observa- fuertes procesos de reemplazo


la cuenca del Gamadith, el 26 ron individuos del Verderón Pi- de coberturas vegetales de ras-
de mayo de 2009 (S. Restrepo quigrueso en áreas de potreros, trojos y zonas boscosas, por la
obs. pers 2009). potreros con árboles dispersos, expansión de cultivos, y de pro-
Se conocen poblaciones en zonas de cultivos y jardines, yectos ganaderos y turísticos
diferentes regiones del Caribe, rastrojos y regeneraciones tem- (Instituto Humboldt 2009), lo
principalmente en las Islas Ba- pranas y bosque maduro. En cual puede estar afectando los
hamas (Ridgway 1891; Emlen la cuenca del Baily se contaron recursos de los que depende la
1977; Buden 1987; 1992; hasta 8 individuos en un reco- especie. De esta manera se pue-
Murphy et ál. 1998), las Cai- rrido de 700 m entre zonas de de considerar que la deforesta-
mán, Caicos (Cory 1891), Hai- rastrojos, regeneraciones y bos- ción y ampliación de la frontera
tí, Cuba (Kirkconell y Garrido que maduro. urbana son posibles causas de
1991) y Antillas mayores (Cory pérdida de hábitat, y por ende
1886), e islas remotas como Pro- población representan una posible amena-
videncia y Santa Catalina (Cory za indirecta.
Aunque Vireo crassirostris es qui-
1887; Bond 1950; Paulsen et ál. Birdlife (2012b) asegura que
zás la especie más abundante en
1969; Russell et ál. 1979; Tye y la extensión de la ocurrencia de la
las islas de Providencia y Santa
Tye 1991; McNish 2003; Mo- especie no supera los 20 000 km2
Catalina, no existen estimativos
reno y Devenish 2003; Restrepo en todas las islas. Es evidente que
poblacionales precisos para esta
2009). Igualmente se tiene co- la pérdida y el reemplazo de há-
especie en estas islas oceánicas
nocimiento de poblaciones en bitats en Colombia amenazarían
colombianas. Sus poblaciones
zonas continentales en Florida sus poblaciones globales.
se consideran estables, según las
(Smith et ál. 1990). Contrario a
observaciones de campo duran-
lo que exponen Hilty y Brown historia de vida
te las diferentes visitas a las islas
(1986), la especie no se encuen- No hay información para la es-
(T. McNish obs. pers.; S. Res-
tra en la isla de San Andrés. pecie.
trepo obs. pers. 2009, 2011).
En las Bahamas se considera
muy común, con datos de hasta medidas de
amenazas
22.6 individuos por km2 (Emlen
conservación
1977) o de 2.3 individuos regis- La distribución del Verderón
trados en 1 km de recorrido (Bu- Piquigrueso en Providencia es tomadas
den 1992). En Providencia la amplia y ocurre en casi todos los Esta especie se encuentra en
especie también es muy común, hábitats disponibles de la mayo- áreas del PNN Old Providence
se han registrado hasta seis indi- ría de las cuencas de la isla. No McBean Lagoon, así como del
viduos en un solo lugar de ob- existe ninguna amenaza directa Parque Regional The Peak. Las
servación (Russell et ál. 1979). sobre la especie, ya que no es áreas insulares de San Andrés y
De acuerdo con Restrepo cazada, ni perseguida y presenta Providencia han sido definidas
(2009), en Providencia se en- un amplio ámbito de requeri- como AICA, lo que implica ac-
cuentran poblaciones en cinco mientos ecológicos (T. McNish ciones complementarias de inte-
de las seis cuencas que nacen en obs. pers.). rés para la conservación. El 10
el cerro The Peak: Gamadith, Por ser una especie de hábi- de noviembre de 2000, el Ar-
Fresh Water, Bailey, San Felipe tos generalistas, es difícil cono- chipiélago de San Andrés, Pro-
y Boulden Gully. No se cono- cer los niveles reales de amenaza. videncia y Santa Catalina (Co-
cen registros ni observaciones No obstante en la cuenca lombia) fue declarado Reserva
documentadas para la cuenca media de Fresh Water existen de Biosfera de SEAFLOWER por el

331
vireo crassirostris

Program of Man and the Bios- considerado como conspecífico, islas de las Bahamas; Vireo crassi-
phere (Programa del Hombre y Vireo alleni fue descrito Cory en rostris stalagium (Buden 1985)
la Biosfera, MAB) de la UNESCO. 1886 para la isla Gran Caimán. en varias islas Caicos y Vireo
Esta es una figura importante En 1884 Ridgway registró Vireo crassirostris tortugae (Cory) en
para pensar procesos de gestión crassirostris en Old Providen- las Islas Caimán.
territorial que mantengan la ri- ce, Colombia, y en 1886 Vireo Vireo crassirostris approxi-
queza natural de la isla frente a crassirostris flavescens en el cayo mans (Ridgway), de la isla de
sus dinámicas productivas. Al- Rum e isla Concepción en las Ba- Providencia y Santa Catalina, se
gunos proyectos, como los de hamas. En 1917 Richmond des- cita como miembro de esta es-
Mosaicos de Conservación del cribió a Vireo crassirostris tortu- pecie, pero basado en su canto
Fondo Patrimonio Natural, han gae en la isla Tortuga, Haití. En se considera una raza de Vireo
avanzado en planes de restaura- 1956 Bond cita a tortugae, ap- pallens (Barlow 1990; Sibbley y
ción y uso de algunas áreas de proximans y crassirostris, aunque Monroe 1990). Las referencias
interés en la zona de influencia como subespecies de esta última, más recientes continúan dándo-
de The Peak.
incluyó a la población de Gran le un tratamiento ambiguo: Vi-
Caimán. Buden (1985) descri- reo crassirostris approximans en
comentarios bió una nueva raza, Vireo crassi- Clements Checklist (Clements
El estatus taxonómico de este rostris stalagmium, de las Islas 2015), Vireo pallens approxi-
vireo no está resuelto en el mo- Caicos, y, después de estudiar mans en Howard and Moore
mento de la publicación de este un gran número de especímenes Checklist (Dickinson 2003),
libro. La especie Vireo crassi- previamente no disponibles ni Vireo pallens approximans en
rostris fue primero descrita por examinados por otros investiga- Handbook of the Birds of the
Bryant en 1857, quien asignó a dores, realizó una revisión de to- World (Del Hoyo, 2010) y fi-
la isla de New Providence de las das las poblaciones conocidas de nalmente Vireo approximans en
Bahamas como localidad tipo. Vireo crassirostris: Vireo crassiros- el IOC World Bird Names (Gill
Más tarde, otro taxón, ahora tris crassirostris (Bryant) en varias y Donsker 2016).

situación de la especie VU D1+2


renjifo et ál. 2016

criterio a eoo
solo 150 m de distancia, por lo tanto
27.9 km2 puede considerarse que se encuen-
Ha perdido 4.9 % de su hábitat his- área de hábitat tra en una sola localidad (a). No hay
tóricamente. Si se toma la pérdida de remanente
evidencia que indique una reducción
21 km2
hábitat como un indicador de la dis- en la extensión de presencia, área de
porcentaje total de
minución de la población, no se acer- pérdida de hábitat ocupación, hábitat o número de in-
ca a los umbrales de amenaza bajo el 4.9 % dividuos maduros. No experimenta
criterio A. una generación
fluctuaciones poblacionales extremas.
4.2 años
3 generaciones
B2 Área de hábitat remanente =
criterio b 21 km2 < 500 km2. V. crassirostris tie-
12.6 años
B1 EOO = 27.9 km < 100 km
2 2 ne una distribución restringida a las
V.  crassirostris tiene una distribu- islas de Providencia y Santa Catalina,
ción restringida a las islas de Providencia y Santa las cuales se encuentran separadas por solo 150 m
Catalina, las cuales se encuentran separadas por de distancia, por lo tanto puede considerarse que

332
vireo crassirostris

se encuentra en una sola localidad (a). No hay evi- blación. Se encuentra amenazada bajo el subcri-
dencia que indique una reducción en la extensión terio D2 y podría estarlo bajo el subcriterio D1.
de presencia, área de ocupación, hábitat o número Es necesaria una evaluación de campo del tamaño
de individuos maduros. La especie no experimen- poblacional de la especie.
ta fluctuaciones poblacionales extremas. La espe- VU D1+2.
cie no califica como amenazada bajo el criterio B.
ajuste regional
criterio c
Este es un taxón endémico de Colombia, por lo
V. crassirostris es aparentemente la especie más cual no se requiere hacer un ajuste regional.
abundante en las islas de Providencia y Santa
Catalina, en donde se encuentra en todo tipo de conclusión
hábitats (véase síntesis de información). No exis-
VU D1+2.
ten estimaciones de densidad poblacional para la
especie en Providencia, pero sí en las Bahamas
(22.6 ind/km2). Por otra parte, hay estimacio- Distribución
nes de densidad poblacional de 1270 ± 754 ind/
km2 para Vireo caribaeus en San Andrés (Moreno
y Devenish 2003). Si se toman como referentes
estas dos densidades poblacionales y el área de há-
bitat remanente, la población global de la especie
estaría entre 475 y 26 670 individuos. No obs-
tante, hay una reducción en el tamaño de la po-
blación observada o proyectada. No califica como
amenazada bajo el criterio C.

criterio d
La estimación más conservadora del tamaño po-
blacional de la especie indica que estaría por de-
bajo del umbral de 1000 individuos. Además, se
encuentra en una única localidad. Aunque no hay
evidencia de una reducción en el tamaño pobla-
cional, Providencia y Santa Catalina están en una
región afectada con frecuencia por huracanes, lo
cual se constituye en una amenaza posible con un
impacto severo sobre la población de la especie. Distribución
Por otro lado el incremento de la actividad turís-
tica en la isla podría eventualmente llevar a una
paulatina pérdida de hábitat y por tanto de po-

333
eremophila alpestris
© robert lewis
eremophila alpestris
Alondra Cornuda
Horned Lark

síntesis de información
johana edith zuluaga-bonilla y diana carolina macana

Los machos forman un vínculo muy estrecho


ecología
con las hembras y vocalizan intensamente muy
La Alondra Cornuda habita zonas secas en cerca de ellas durante todo el día (Botia 2006;
terrenos planos del altiplano cundiboyacense, Macana y Zuluaga-Bonilla 2006) o en vuelos
asociada a mosaicos de hábitats compuestos de 30 a 50 metros de altura (Ruiz com. pers.).
por suelo desnudo, potreros y zonas semiári- En la represa de la Copa, en Boyacá, la
das con vegetación nativa. Es menos común dieta de esta alondra está constituida por artró-
en zonas urbanas. Las mayores densidades podos principalmente de los órdenes Coleop-
poblacionales se encuentran en márgenes de tera e Hymenoptera y en menor proporción de
humedales, debido a su alta oferta de alimen- Aracnidae (Botia 2006), los cuales busca con su
to (Valencia y Armenteras 2004). En el Lago pico mientras camina entre la vegetación, ade-
de Tota se asocia a cultivos de cebolla en fases más de semillas y material vegetal, cuando la
tempranas (Macana y Zuluaga-Bonilla 2006). oferta de artrópodos es menor (Botia-Becerra
Originalmente, es posible que la especie habi- y Echeverry-Galvis 2010a). En el lago de Tota
tara en zonas donde crecían gramíneas de los se ha observado que consume semillas de aste-
géneros Bouteloua, Stipa, Sporobolus y Eragros- ráceas (Macana y Zuluaga-Bonilla 2006). Los
tis, hoy escasas en la región (Cadena 2002c). polluelos son alimentados principalmente por
En el embalse La Copa, la Alondra Cor- el macho con lombrices y larvas y escarabajos
nuda se encuentra en grupos formados por un adultos (De las Casas et ál. 2006).
macho y dos o tres hembras (Botia 2006) y Existen registros de anidación en abril
grupos de juveniles de hasta veinte individuos para la represa de La Copa (Botia-Becerra y
(D.C. Macana y D. Cadena obs.pers); en las Echeverri-Gálvis 2010b). Y cerca de cien indi-
planicies semiáridas del río Siecha, al sur del viduos juveniles en junio de 2015 (D. Cadena
embalse de Tominé, se observan grupos de 9 y D. C. Macana obs. pers). En el aeropuerto El
o más individuos (De las Casas et ál. 2006). Dorado se encontró un nido con dos pichones

335
eremophila alpestris

en diciembre (Arbeláez y Restrepo com. pers.), en población grande en la extensión total de cultivos
el Lago de Tota se observó en junio comporta- de cebolla de esta localidad. Sin embargo en años
miento de cortejo (Macana y Zuluaga-Bonilla sucesivos de conteos navideños la especie ha sido
2006) y en julio se hallaron dos nidos con dos observada en un sector muy localizado, sin regis-
pichones cada uno, en las zonas semiáridas del tros en otras áreas (J. E. Zuluaga-Bonilla y D. C.
río Siecha (De las Casas et ál. 2006). La especie Macana obs. pers.).
anida en huecos en el suelo cerca de macollas al-
tas de pasto, rocas, arbustos (Valencia 2002; De amenazas
las Casas et ál. 2006) y a veces cerca de heces de Las zonas semiáridas del altiplano cundiboyacense
ganado, las cuales son fuente de alimento y estabi- han sido afectadas por actividades humanas desde
lidad térmica del nido, ya que este permanece solo hace cientos de años (Cadena 2002c). Los pasti-
durante largos periodos de tiempo (Botia-Becerra zales nativos, hábitat típico de la especie, fueron
y Echeverry-Galvis 2010b). erradicados en la década de 1930 tras la introduc-
ción del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum)
población en las sabanas altoandinas (Cadena 2002c). Son
Esta especie tiene en la actualidad una distribución pocos los lugares con poblaciones viables, los cua-
muy localizada y es bastante escasa en los sitios les están amenazados por actividades agrícolas, ga-
donde se encuentra (Cadena 2002c). Se tiene un naderas (Valencia y Armenteras 2004) y mineras
estimado de 0.28 ha por cada individuo (De las (L. Rosselli y F. G. Stiles com. pers.).
Casas et  ál. 2006). Cadena (2002c) registra una La especie huye de los cultivos cuando estos
población cercana a los de 2500 individuos, pero empiezan a crecer vigorosamente (Valencia y Ar-
Valencia y Armenteras (2004) estiman que para la menteras 2004; Macana y Zuluaga-Bonilla 2006).
misma área solo se encuentra una población cer- Esto interrumpe sus ciclos de anidación (Valencia
cana a los 1002 individuos. Aunque el área de su y Armenteras 2004) por daños a nidos o depre-
distribución no ha disminuido considerablemente, dación de huevos y polluelos, debido al continuo
el porcentaje ocupado es tan solo del 2 %, y existe tránsito de personas, perros y ganado (ABO 2000;
en muchas localidades pero con pocos individuos, Valencia 2002; Valencia y Armenteras 2004; De
por lo que son escasos los sitios con poblaciones las Casas 2006; Botia-Becerra y Echeverry-Galvis
viables (Valencia y Armenteras 2004). 2010b; Macana y Zuluaga-Bonilla 2006). En las
En 40 localidades censadas se observaron un zonas semiáridas del valle del río Siecha, se pre-
poco más de 400 individuos, la mitad de los cuales sentan además de las anteriores, otras amenazas,
se registraron en el parque El Tunal, Bojacá, Tun- como el ascenso del nivel del agua del embalse
ja-Soracá, Firavitoba, laguna de La Copa y plani- de Tominé que genera cubrimiento de gran parte
cies semiáridas del río Siecha al sur del embalse de del área del hábitat de la especie, así como intro-
Tominé. Estas dos últimas son las poblaciones más ducción de maquinaria pesada para la remoción
grandes, con 64 a 77 individuos respectivamente de vegetación acuática, fogatas y práctica de mo-
(Valencia y Armenteras 2004) y 87 individuos (De tociclismo en las inmediaciones, que pueden cau-
las Casas et ál. 2006). En la Copa se registraron al sar la muerte de estas alondras (De las Casas et ál.
menos cien individuos de los cuales hay un adulto 2006). Esta especie podría verse afectada por el
por cada diez juveniles (D. Cadena y D.C. Macana parasitismo social del chamón Molothrus bonarien-
obs. pers.), la cual podría ser actualmente la po- sis, el cual está establecido en el altiplano cundibo-
blación más grande de la especie (D. Cadena com. yacense (Cadena 2002c).
pers.). En el Lago de Tota, Macana y Zuluaga-Bo-
historia de vida
nilla (2006) encontraron 10 individuos en un tran-
secto de 500 m, por lo que se presume que hay una No hay información para la especie.

336
eremophila alpestris

medidas de nazadas Jorge Ignacio Hernán- manera intercalada, para dejar


dez-Camacho han realizado en mosaicos de hábitat apropia-
conservación
el Lago de Tota talleres de sen- dos para la Alondra Cornuda, y
tomadas sibilización ambiental con niños así reducir o eliminar el uso de
En 1999 se creó en el aeropuer- de diversos planteles educativos pesticidas que puedan afectar
to El Dorado una zona llamada de la zona (Macana y Zuluaga- la abundancia y riqueza de ar-
“el bosque de conservación” Bonilla 2006; Zuluaga-Bonilla trópodos que hacen parte de la
con el fin de proteger a la es- 2008; Zuluaga-Bonilla y Maca- dieta de esta alondra, así como
pecie, que hoy en día no existe na 2009). Esta zona actualmen- aquellos herbicidas que elimi-
debido a la eliminación de zonas te cuenta con la figura de AICA. nen alguna porción de la dieta
que proveen refugio a las aves vegetal. Allí se debe controlar la
medidas de expansión de pasto kikuyo y res-
por el peligro que representan
conservación tringir el tránsito de personas,
para las aeronaves y por las obras
ganado y maquinaria agrícola e
de construcción (H. D. Benítez- propuestas
impedir el ingreso de perros a
Castañeda com. pers.).
Las zonas donde existen las ma- los hábitats.
La Asociación Bogotana
yores poblaciones de la especie, Se debe evaluar la presen-
de Ornitología (ABO), en el mar- como la laguna de La Copa, de- cia, estado de la población y eco-
co del proyecto “Conservación ben ser protegidas legalmente y logía de la especie en sitios con
de las gravilleras del valle del río se deben desarrollar actividades explotación minera, con el fin
Siecha”, ha desarrollado activida- de socialización y sensibiliza- de realizar un manejo adecuado
des de investigación, adecuación ción ambiental; en el embalse de acuerdo con las leyes de pro-
de hábitat, socialización, educa- de Tominé, los propietarios tección de fauna endémica y en
ción ambiental con docentes y es- de los predios y las entidades peligro de extinción (Rosselli y
tudiantes de escuelas adyacentes y ambientales deben participar F. G. Stiles com. pers.).
gestión con diferentes entidades activamente en las acciones de La escasa información
y personas naturales involucradas conservación del sitio (Valencia que existe sobre la historia de
en pro de la conservación de este y Armenteras 2004). Valencia vida y ecología de esta alondra
sitio. Tales acciones permitieron y Armenteras, Botia-Becerra y hace urgente que se realicen
la postulación y posterior desig- Echeverry-Galvis (2010a) su- investigaciones sobre el estado
nación del lugar como AICA (De gieren que las iniciativas de con- actual de sus poblaciones, uso
las Casas et ál. 2006). servación para la especie deben y requerimientos de hábitat,
La Asociación Ornitoló- contemplar el suministro de alimentación, comportamiento
gica de Boyacá-Ixobrychus con áreas con parches de suelos des- reproductivo y el efecto de fac-
financiación de CORPOBOYACÁ, y nudos y áreas de pastos nativos. tores antropogénicos sobre sus
la Iniciativa para Especies Ame- Los cultivos se deben hacer de poblaciones.

situación de la especie EN A2ce+3ce+4ce; B2ab(i,ii,iii,iv,v);C2a(i)


VU B1ab(i,ii,iii,iv,v)
renjifo et ál. 2016

de la especie herbazal abierto y tierras desnudas).


criterio a
En un periodo de 10 años (2001–2011) perdió un
La Alondra cornuda ha perdido históricamente un 22.7 % de su hábitat. A lo largo de las últimas déca-
97.8 % del hábitat (se consideran como hábitats das ha perdido subpoblaciones como resultado de

337
eremophila alpestris

la pérdida de hábitat y de la inva- blaciones (iv) y número de indi-


eeo
sión del hábitat remanente por el 11 468 km2 viduos maduros (v).
pasto kikuyo. Se estima que en área de hábitat EN B2ab(i,ii,iii,iv,v).
tres generaciones ha perdido al remanente
144 km2
menos un 30 % de su población criterio c
área remanente
y, dado que no se ha tomado ponderada por idoneidad En la síntesis de información se
ninguna medida de protección de hábitat (aoo
estimada)
presenta una estimación total de
de la especie ni de su hábitat, se
69 km2 población de la especie de 400
espera que esta tendencia conti- individuos en 40 localidades cen-
porcentaje de cambio de
núe a futuro. hábitat 2001-2011 sadas. Se estima que la población
EN A2ce+3ce+4ce. - 22.7 %
nacional sea inferior a 2500 in-
porcentaje total de
pérdida de hábitat dividuos maduros, continúa dis-
criterio b 97.8 % minuyendo y ninguna población
B1 EOO = 11 468 km < 20 000
2 una generación excede 250 individuos maduros
4.5 años
km2. Su distribución está severa- (véase síntesis de información).
3 generaciones
mente fragmentada como conse- 13.5 años
EN C2a(i).
cuencia de la pérdida de hábitat
(a). De acuerdo a los análisis de criterio d
la especie, las cuales podrían in-
pérdida de hábitat, la especie No se encuentra amenazada
dicar que su área de ocupación
está disminuyendo en cuanto a bajo el criterio D.
sea inferior a 10 km2 y por tanto
extensión de ocurrencia (i), área
pasaría a peligro crítico. A falta
de ocupación (ii), extensión y/o ajuste regional
de información de campo consi-
calidad de hábitat (iii), número
deramos que se encuentra en pe- Eremophila alpestris peregrina
de localidades o subpoblaciones
ligro, dado que su distribución es un taxón endémico de Co-
(iv) y número de individuos ma-
está severamente fragmentada lombia, por lo cual no es nece-
duros (v).
como consecuencia de la pérdi- sario hacer un ajuste regional.
VU B1ab(i,ii,iii,iv,v).
B2 Área de hábitat rema- da de hábitat (a). De acuerdo a
nente = 144 km2; AOO estimada los análisis de pérdida de hábitat, conclusión
= 69 km2 < 500 km2. No necesa- la especie está disminuyendo en EN A2ce+3ce+4ce;
riamente toda el área de ocupa- cuanto a extensión de ocurrencia B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i).
ción estimada se encuentra ocu- (i), área de ocupación (ii), exten- VU B1ab(i,ii,iii,iv,v).
pada en la actualidad. Es urgente sión y/o calidad de hábitat (iii),
hacer evaluaciones de campo de número de localidades o subpo-

338
eremophila alpestris

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

339
troglodytes monticola
© robin h. schiele
troglodytes
monticola
cucarachero de
santa marta
santa marta wren

síntesis de información
josé oswaldo cortés herrera y maría fernanda gómez

ecología del Magdalena) en diciembre de 2011 Luna


y Quevedo (2012) registraron la presencia de
Es una especie descrita por Todd y Carriker 11 individuos de la especie. Durante salidas de
(1922), endémica de la Sierra Nevada de Santa campo lideradas por un equipo de la fundación
Marta y muy poco conocida. Aparentemente ProAves, en marzo- abril (2015), en la misma
se restringe a chaparrales, zonas de turberas y localidad, solo se registraron 4 individuos. Es
coberturas forestales del subpáramo, entre los posible que se hayan registrado menos indivi-
3200 y los 4600 m de elevación (O. Cortés- duos que en 2011 debido a que el hábitat se ha
Herrera obs. pers. 2013). La especie se conoce reducido por quemas (O. Cortés-Herrera obs.
de varios ejemplares colectados en los páramos pers. 2015). Se encontró con mayor frecuencia
de Chirigua, Macotama, Mamancanaca (San- alrededor de las lagunas del páramo, especial-
ta Marta) y río Guatapurí (Valledupar) (Bio-
mente en zonas de pantano y zonas inunda-
map Alliance Participants 2012). Solo hay una
bles. La vegetación estaba conformada prin-
observación relativamente reciente (Strewe y
cipalmente por parches de Diplostephium  sp.,
Navarro 2004), en junio de 2001 en el valle
Chusquea sp. y Libanothamnus glossophyllus
de Río Frío, vertiente occidental de la Sierra
(O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015). Al pare-
Nevada de Santa Marta, Magdalena. Strewe
cer la especie anida en este hábitat, dado que
y Navarro (2004b) registraron cantos de una
el 10 de marzo se observó un individuo lle-
pareja en un parche de bosque montano de
vando alimento dentro del parche de chusque
aproximadamente 2 ha. Los detalles de las vo-
(O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).
calizaciones se encuentran en Krabbe (2008a).
El registro más reciente de esta especie ocurrió
población
en el año 2011, en la parte alta de la Sierra Ne-
vada de Santa Marta (Luna y Quevedo 2012). No hay información formal del tamaño pobla-
Posteriores salidas a los páramos ubica- cional de la especie debido a la insuficiencia
dos en San Pedro de la Sierra (Departamento de datos, sin embargo, BirdLife International

341
troglody tes monticola

(2013) presenta un número estimado de 50-249 historia natural, distribución y uso de hábitat li-
individuos maduros. mitan una adecuada gestión en planes de manejo
para su conservación.
historia de vida
La especie tiene un tiempo generacional de 4 medidas de conservación
años (BirdLife International 2013). Se encuentra en el PNN Sierra Nevada de Santa
Marta y en reservas de agrupaciones indígenas
amenazas Koguis e Ijka. Estas áreas presentan bosques de
En el valle del Río Frío, se encuentran parches niebla y páramos en diferentes estados de regene-
forestales aislados como consecuencia de la ac- ración. Los páramos de San Pedro de la Sierra se
tividad antrópica en la zona, lo cual contribuye encuentran dentro del AICA 036 Sierra Nevada de
al aislamiento de las poblaciones de este cucara- Santa Marta (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2013).
chero. Los páramos aledaños a San Pedro de la La Fundación ProAves adelantó exploraciones
Sierra (Magdalena) están siendo sometidos a las para la ubicación de poblaciones de esta ave para
actividades de quema para adecuarlos como pasti- iniciar estudios de tamaño poblacional y uso de
zales para el ganado (O. Cortés-Herrera obs. pers. hábitat con el fin de realizar un plan de manejo de
2015). Por otra parte, el desconocimiento de su la especie (O. Cortés-Herrera obs. pers. 2015).

situación de la especie EN B1ab(i,ii,iii,v); D


renjifo et ál. 2016 VU D2

criterio a hábitat (iii) y número de individuos


eoo maduros (v).
Esta especie ha perdido histórica- 2007 km2
EN B1ab(i,ii,iii,v).
mente 96.6 % de su hábitat dentro área de hábitat
B2 Área de hábitat remanen-
remanente
de su areal de distribución (se con- 37 km2 te = 37 km2  < 500 km2. A la escala
sideran hábitats bosques y arbus- porcentaje de cambio de análisis utilizada en este estudio,
tales densos), como consecuencia de hábitat 2001-2011 con base en los lineamientos de la
de la deforestación y quema del -0.6 %
UICN, no se detecta la presencia de
porcentaje total
páramo. En un periodo de 10  años pequeños fragmentos de arbustales
de pérdida de hábitat
(2001 – 2011) perdió 0.6 % de su há- 96.6 % o de bosque en medio de matrices
bitat. Utilizando la pérdida de hábi- una generación severamente transformadas. Por lo
tat como una medida de pérdida de 3.6 años
tanto, no tenemos una estimación
población la especie no califica como 3 generaciones
suficientemente precisa para evaluar
10.8 años
amenazada bajo el criterio A. la especie para el criterio B2.

criterio b
criterio c 
B1 EOO = 2007 km2 < 5000 km2. La especie tie-
No existen estimaciones de densidad poblacional
ne una distribución severamente fragmentada (a) y
para T. monticola. No obstante para T. solstitialis,
en disminución (b) como consecuencia de pérdida
una especie cercanamente emparentada, se han en-
de hábitat. Se estima que la especie continúa de-
contrado densidades de 60 ind/km2 en bosque pri-
clinando en cuanto a extensión de ocurrencia (i),
mario y 10 ind/km2 en bosque secundario en los
área de ocupación (ii), extensión y/o calidad de

342
troglody tes monticola

Andes de Ecuador (Cresswell et ál. 1999). No obs- EN D.


tante, al carecer de una buena estimación de área VU D2.
de ocupación, un cálculo del tamaño poblacional
carecería de la solidez necesaria para evaluar la es- ajuste regional
pecie para el criterio C.
La especie es endémica de Colombia por lo cual
criterio d no es necesario hacer un ajuste regional.

La especie tiene menos de 250 individuos maduros


conclusión
y su hábitat está siendo degradado. Adicionalmente
se estima que el área de ocupación de la especie es EN B1ab(i,ii,iii,v); D.
inferior a 10 km2 y está disminuyendo. VU D2.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

343
cistothorus apolinari
© josé oswaldo cortés herrera
cistothorus apolinari
cucarachero de apolinar
apolinar’s wren

síntesis de información
loreta rosselli, johana edith zuluaga-bonilla, alejandro hernández-jaramillo
y henry david benítez-castañeda

dales con parches densos de junco (Schoeno-


ecología
plectus californicus) de alto porte (2 m, Mo-
Las dos subespecies de Cistothorus apolinari rales-Rozo y De La Zerda 2004) en aguas
habitan humedales y lagunas de la cordillera de 1  m de profundidad, con enea (Typha
Oriental entre 1800 y 3600 m. C. a. apolina- latifolia) en menor cantidad (Macana 2007;
ri se encuentra en el altiplano cundiboyacen- Morales-Rozo et ál. 2007) y pequeños arbus-
se entre 2550 y 2700 m (3015 en el Lago de tos desde los que canta y busca insectos. El
Tota), mientras que C. a. hernandezi se distri- uso de los juncales en los humedales de Bo-
buye a elevaciones más altas (3600-3900 m) gotá es muy pronunciado, (ABO-BLI, datos no
discontinuamente en los páramos del oriente publicados del proyecto “Conservación de las
del altiplano incluyendo (de sur a norte) Su- Aves Acuáticas y Migratorias de los Humeda-
mapaz, Usme-Pasca, Siscunsí, Ocetá , PNN Pis- les de la Ciudad de Bogotá”). Por su parte,
ba, Sierra Nevada del Cocuy, Güicán y Chita C. a. hernandezi se encuentra en los páramos
(Stiles y Caycedo 2002; Hernández-Jaramillo empantanados y se asocia con vegetación tí-
2008; Espinosa-Blanco et ál. 2009; Zuluaga- pica de esas elevaciones (Diplostephium revo-
Bonilla et ál. 2010). Sin embargo, recientes lutum, Chusquea tessellata, Hypericum lycopo-
datos de secuencias de dos genomas distintos dioides, H. laracifolium y Espeletia spp.), con
(mitocondrial y nuclear) en muestras del cu- cobertura de Sphagnum en el suelo en don-
carachero de pantano, Cistothorus apolinari de forrajea (Borrero 1953; Stiles y Caycedo
apolinari, y del cucarachero de páramo, Cis- 2002; Morales-Rozo y De La Zerda 2004;
tothorus apolinari hernandezi, sugieren que se Espinosa-Blanco et ál. 2009; Zuluaga-Bonilla
trata de la misma unidad taxonómica y no de et ál. 2010). C. a. hernandezi a veces forrajea
dos subespecies distintas. lejos de lagos y cuerpos de agua, aunque siem-
Las dos subespecies difieren en el uso de pre asociado con terreno pantanoso o muy
hábitat. C. a. apolinari está asociado a hume- húmedo (Stiles y Caycedo 2002), pero con

345
cistothorus apolinari

profundidades inferiores a las de de Bogotá estaban asociadas a tro et ál. 2007; J. Castro, datos
C. a. apolinari (<1 m, Morales- humedales rodeados por alisos no publicados; H. Benítez-Cas-
Rozo y De La Zerda 2004). (Alnus acuminata), el hecho de tañeda y J. Castro, datos no pu-
El Cucarachero de Apolinar que todavía haya poblaciones en blicados.).
vive en grupos de 2 a 12 indi- humedales en donde ya no hay La subespecie hernandezi es
viduos. Estos grupos incluyen alisos indica que el junco es más relativamente común en el hábi-
machos, hembras y juveniles y importante para su superviven- tat apropiado, mientras que C. a.
son bastante estables y sedenta- cia (Morales-Rozo y De La Zer- apolinari resulta muy localizada
rios. Los grupos se componen da 2004). y está en disminución en los hu-
de una pareja reproductora y un C. a. hernandezi anida a 90- medales en donde aún persiste.
número variable de ayudantes, 165 cm del suelo en chuscales Su poca movilidad, la estabilidad
que cooperan en la alimentación densos de 1-2 m de altura do- de los grupos y los hábitos se-
de los pichones y en la defensa minados por Chusquea tesellata dentarios lo hacen vulnerable a
de territorios (Stiles y Caycedo y Sphagnum sp. cerca de lagu- cualquier deterioro de los junca-
2002; Morales-Rozo y De La nas. En el páramo de Siscunsí en les y humedales. Las poblaciones
Zerda 2004). diciembre de 2009 se encontra- más grandes están en cuerpos
Esta especie no parece tener ron 3 nidos situados en C. tese- de agua grandes como Cucunu-
capacidad de colonizar nuevos llata, a una altura de 165 cm, bá (3000 ha) y Tota (6000 ha),
humedales. En las gravilleras construidos a una distancia de pero se pueden encontrar pobla-
abandonadas del río Siecha que 10 a 12 m del cuerpo de agua. ciones remanentes en juncales
fueron explotadas en las décadas Los nidos de C. a. apolina- de unos pocos metros cuadrados
de 1980 y 1990 (Van der Ham- ri se encuentran en juncos y son (L. Rosselli obs. pers.).
men et ál. 2008) se han estable- mucho más escondidos y difíciles
cido juncales y otras especies de de encontrar (Stiles y Caycedo población
aves de humedal amenazadas 2002; Morales-Rozo 2005). En Las poblaciones de C. a. her-
(Rallus semiplumbeus, Oxyura el humedal de Jaboque, Benítez- nandezi parecen ser más den-
jamaicensis), pero el Cucarache- Castañeda (2004) y Zerda et ál. sas (3-6 ind/ ha) y los grupos
ro de Apolinar no ha colonizado (2005) observaron nidos y una más grandes (5-12 individuos)
(Morales-Rozo y De La Zerda pareja en el proceso de construc- que las de la subespecie apoli-
2004; L. Rosselli obs. pers.). Por ción. Algo similar se observó en nari (Stiles y Caycedo 2002;
otra parte, otra evidencia que el humedal La Conejera, en una Espinosa-Blanco et ál. 2009;
sugiere que la especie tiene poca de las lagunas habilitadas desde Zuluaga-Bonilla et ál. 2010).
movilidad es una pequeña pobla- el año 2007. No obstante, nin- Morales-Rozo y De La Zerda
ción de 3 individuos observados guno de los nidos tuvo éxito, en (2004) encontraron 73 indivi-
por primera vez en 1991 que ha- el primer caso al parecer por per- duos de C. a. hernandezi en los
bía sido reducida a un macho en turbación humana y en el segun- alrededores de las lagunas de
el 2001 en un juncal de 2500 m2 do por hallarse en inmediaciones Chisacá y La Virginia. En 2008
seco e invadido por pasto kikuyo de una zona donde abundaban A. Hernández contó 86 indivi-
cerca de Tabio (Cundinamarca), las garzas del ganado (Bubulcus duos en 14 parches dominados
el cual era probablemente re- ibis). En ambos nidos se hallaron por D. revolutum y C. tessellata
manente de un área y población evidencias de parasitismo por en los cerros de Usme-Pasca, lo
más grandes. chamones (Molothrus bonarien- cual constituye la población más
Aunque Borrero (1953) sis) que se mantenían posados grande de C. a. hernandezi. En
comentó que las poblaciones entre la vegetación circundante el parque de Pisba se registró
de C. apolinari de la Sabana (Benítez-Castañeda 2004; Cas- en 2008 y 2009 un promedio

346
cistothorus apolinari

de 30 individuos en cercanías de las lagunas de apolinari. En estudios recientes en el curso alto


Los Patos y de Socha, pero la población probable- del río Bogotá no se registró la especie en el río ni
mente es más grande, ya que hay bastante hábitat humedales asociados (Rosselli et ál. 2014).
disponible en la parte paramuna con humedales y Las poblaciones más importantes de C. a.
lagunas dentro del parque (J. E. Zuluaga-Bonilla apolinari están en la laguna de Fúquene, en don-
obs. pers.). En búsquedas entre los años 2004 y de Morales-Rozo et ál. (2007) calculan que hay
2010 en la parte intermedia de la distribución en cerca de 200 individuos y en el Lago de Tota en
el macizo de Chingaza y los páramos de Berlín, donde D. C. Macana y J. E. Zuluaga-Bonilla (da-
Susacón, Soatá, Tipacoque, Guerrero, Telecom y tos no publicados) estiman una población de 356
Merchán, C. a. hernandezi no ha sido registrada individuos. La especie no se ha encontrado en la
(A. Hernández obs. pers.). Laguna de Palacio y en el 2003 se registraron 7
Las poblaciones de C. a. apolinari que exis- individuos en Cucunubá (Morales-Rozo et  ál.
tían en el Distrito Capital (humedales de Tibani- 2007).
ca, Juan Amarillo y La Conejera) han disminuido.
En 2010 en Tibanica solo quedaba un grupo con amenazas
2-3 individuos de los cinco grupos encontrados Las dos subespecies de C. apolinari enfrentan
por Morales-Rozo y De La Zerda (2004), en Juan diferentes tipos de amenazas. Mientras que C. a.
Amarillo queda un grupo y en la Conejera uno apolinari está en una situación más crítica por la
de los dos encontrados por las mismas autoras en reducción de hábitat y contaminación de los hu-
2000. Esto arroja densidades poblacionales de medales en el altiplano, C. a. hernandezi está suje-
0.26, 0.04 y 0.09 ind/ha respectivamente (Ros- ta a la fragmentación y deterioro de los páramos
selli y Stiles 2012). En 2007 Calero et ál. (2007) por cultivos, principalmente de papa y por cría de
habían registrado tres parejas en La Conejera. Los ganado, quemas, tala de D. revolutum para foga-
grupos están ubicados en áreas específicas del hu- tas, explotación de minas de carbón, desecación
medal y son muy fieles al lugar, siempre asociados notoria de los cuerpos de agua y conflicto armado.
al junco S. californicus. En la laguna de la Herrera Por ejemplo en la cuenca de las quebradas Hoya
no se ha registrado recientemente (Morales-Rozo Onda y la Leona (3100-3650 m) de 1380 ha, 480
y De La Zerda 2004; L. Rosselli 2011) a pesar de están destinadas a cultivo de papa y cría de ganado.
que hay registros anteriores. En el humedal de La Aunque no hay datos, existe la posibilidad
Florida sobreviven tal vez dos parejas registradas de que el cambio climático global afecte las po-
en los dos últimos años (Benítez-Castañeda obs. blaciones de páramo como se sospecha que ha
pers.). La población más grande en la Sabana de afectado algunas especies de alta montaña en la
Bogotá posiblemente está en el humedal de Gua- Sabana (L. Rosselli obs. pers.).
lí-Tres Esquinas (140 ha) que rodea el pueblo de A la entrada del PNN Pisba, se está explotan-
Funza por el sur y el oriente, el cual puede tener do intensivamente una mina de carbón, la cual
más de 20 individuos (L. Rosselli 2011). H. Be- está vertiendo sus residuos a los cuerpos de agua
nítez-Castañeda registró tres a cuatro parejas en que hacen parte del parque, por lo cual el hábitat
el humedal Jaboque (Distrito Capital) en 2004 y de esta especie se puede ver comprometido (J. E.
nuevamente en diciembre de 2005, pero no hay Zuluaga-Bonilla obs. pers.).
nuevos registros para este humedal (H. Benítez- El Páramo de Siscunsí soporta actividades de
Castañeda obs. pers.; Rosselli y Stiles 2012). En agricultura, ganadería y ecoturismo. Además, en
el resto de humedales distritales y cerca de 20 hu- diciembre de 2009 se comenzó a explotar recebo
medales rurales de la Sabana de Bogotá que se intensivamente para la construcción de una vía cer-
han visitado y donde hay otras especies amena- ca al municipio de Sogamoso, lo que afecta el hábi-
zadas de aves acuáticas, no se ha registrado C. a. tat del cucarachero (Zuluaga-Bonilla et ál. 2010).

347
cistothorus apolinari

En la Sabana de Bogotá en donde es común colonia de B. ibis en el humedal La Conejera, de-


Molothrus bonariensis (Villaneda y Rosselli 2011), bido a que grandes números de esta garza utilizan
existen varios registros de parasitismo de cría en los juncales como percha de reposo.
C. a. apolinari (Velásquez-Tibatá et ál. 2000; En el humedal de Gualí, la CAR hizo un
Benítez-Castañeda 2004; Castro et ál. 2007). dragado del borde durante 2009 lo cual puede
Este fenómeno probablemente ha contribuido a afectar las poblaciones, además de que varias in-
la disminución de las poblaciones en los humeda- dustrias vierten sus aguas residuales al humedal
les de La Conejera y Tibanica. En el Lago de Tota (El Tiempo 2009) ya bastante contaminado. Este
se han registrado algunos individuos de M. bona- tipo de intervenciones, incluyendo algunas en los
riensis desde 2007, aunque hasta la fecha no se humedales distritales como el de Juan Amarillo,
ha observado parasitismo (J. E. Zuluaga-Bonilla y que están encaminadas a mejorar hábitats que
D. C. Macana obs. pers.). El dragado y la erradica- no son tan importantes para C. apolinari, como
ción de vegetación acuática exótica en la Laguna los espejos de agua, pueden afectar las precarias
de Fúquene sin previa evaluación o monitoreo de poblaciones del cucarachero y deben hacerse con
la avifauna ha generado la apertura de nuevos ca- sumo cuidado y conocimiento de la localización
nales y por ende la eliminación de pequeños par- de los pocos individuos remanentes.
ches de junco en donde se encontraban los cuca- Las parejas residentes en el humedal Jabo-
racheros (H. Benítez-Castañeda y M. Patiño obs. que entre 2003 y 2004 desaparecieron aparente-
pers.). En la misma laguna el corte de junco y la mente a causa de la perturbación por actividades
quema, actividades que se hacen constantemente humanas (H. Benítez-Castañeda 2004); en este
y sin el debido control, pueden afectar las pobla- contexto, puede inferirse que la invasión de la ron-
ciones (A. Morales-Rozo et ál. 2007; H. Benítez- da por construcciones legales e ilegales, el depósi-
Castañeda y M. Patiño obs. pers.), al igual que to de basura y escombros, la construcción de un
en Tibanica en donde en 2009 y enero de 2010 colector subterráneo de aguas servidas, la presen-
vándalos prendieron fuego al juncal (L. Rosselli cia de animales domésticos y otrora la quema de
obs. pers.; A. Morales-Rozo obs. pers.). Otra madera para la obtención de carbón, dieron lugar
amenaza potencial para las muy reducidas pobla- a la pérdida de hábitat del cucarachero en este hu-
ciones en el Distrito Capital y de otras partes de la medal. En el humedal La Florida, las actividades
Sabana de Bogotá es el aumento en el ecoturismo de extracción de vegetación acuática de la laguna
de observación de aves en los últimos años. La y el aumento de construcciones en otro sector que
comunicación entre investigadores y guías (que no está protegido ha causado que los cucaracheros
con frecuencia son los mismos) informa sobre los se limiten a pequeños parches de junco y enea, en
puntos exactos en donde se encuentran las pocas una zona fragmentada del humedal en el costado
parejas remanentes y los turistas son llevados a que limita con el río Bogotá, situación que dismi-
esos puntos en los que irritan a las aves con graba- nuye la calidad del hábitat de la especie para este
ciones para que salgan y sean observadas, lo cual humedal en donde sobreviven al menos dos pare-
puede traer efectos negativos (Sekercioglu 2002). jas (H. Benítez-Castañeda obs. pers.).
Otro evento que parece haber afectado las En el Lago de Tota, las quemas de juncales
poblaciones de La Conejera y Tibanica es el esta- para expansión de potreros y cultivos de cebolla
blecimiento de grandes garceros de Bubulcus ibis larga, así como la cacería con cauchera para con-
justo en los sitios en donde había cucaracheros, sumo humano, pueden incidir de manera negati-
lo que ha causado su desaparición (G. Galindo va sobre la población de esta ave (J. E. Zuluaga-
com. pers.; A. Morales com. pers.). De hecho, en Bonilla y D. C. Macana obs. pers.). Una situación
2007, Castro, Benítez-Castañeda y Patiño, evi- similar ocurre en la Laguna de Fúquene. Dado
denciaron que un nido fue estropeado por una que la reducción de hábitat es más severa en el

348
cistothorus apolinari

altiplano y las poblaciones de la Parte del páramo de Sis- pecto a la conservación de las
Sabana de Bogotá son más pe- cunsí (5887 ha) en el municipio dos especies de ave endémicas
queñas y por lo tanto más vul- de Sogamoso (Boyacá), en don- y amenazadas de la Sabana de
nerables, es posible que el ries- de la especie fue registrada en Bogotá (Rallus semiplumbeus
go de amenaza de la subespecie 2006, es un área natural protegi- y C. apolinari). Sería deseable
apolinari sea más crítico que el da (Reserva Municipal Siscunsí) que la Corporación Autónoma
de hernandezi (Cadena 2003). (Espinosa-Blanco et ál. 2009). Regional de Cundinamarca,
Los recientes datos genéti- Las poblaciones de Pisba, Chi- CAR, en conjunto con la alcaldía

cos que implican niveles de va- sacal y Cocuy están protegidas municipal desarrollaran planes
riabilidad extremadamente ba- en los PNN Sumapaz, Pisba y de manejo que incluyan el ob-
Cocuy, Güicán y Chita respec- jetivo específico de cuidado y
jos pueden indicar poblaciones
tivamente. Estas poblaciones seguimiento de sus poblaciones.
diezmadas y bajo fuertes efectos
aparentemente están en buen Todos los autores coinci-
antrópicos y posibles cuellos de
estado ya que no hay Molothrus den en la importancia del con-
botella, lo cual representa una
bonariensis en estas elevaciones, trol de Molothrus bonariensis.
amenaza adicional.
su hábitat no está alterado y no sin embargo, faltan estudios
se planea llevar a cabo activida- sobre la forma más efectiva para
historia de vida des que pudieran afectarlo, aun- realizar el control.
No hay información para la es- que la protección no está total- Los planes de manejo de
pecie. mente garantizada. En 2008 en los pocos humedales distritales
el área Usme-Pasca, el Sindicato con presencia del Cucarachero
medidas de de Productores de Bogotá, SIN- de Apolinar deberían tener me-
TRAPARB, con asesoría de la Se-
conservación didas y objetivos específicos para
cretaría Distrital de Ambiente
tomadas el aumento y mantenimiento de
delimitó y declaró un área espe-
sus poblaciones. Ya que la que-
Los humedales del Distrito Ca- cial para la conservación de C.
ma de los humedales distritales
pital han mejorado su situación apolinari, lo que a corto plazo
no es un fenómeno raro (ade-
de conservación gracias al ma- evita la intervención de la zona
más de Tibanica también se pre-
nejo mediante convenios de para cultivos de papa o ganadería
senta en Techo (L. Rosselli obs.
administración apoyado por la (Hernández-Jaramillo 2008).
pers.), sería importante que el
EAAB en convenio con la Secre-
manejo incluya un plan de ca-
taría Distrital de Ambiente. Este medidas de
pacitación, prevención, control
manejo incluye cerramientos en conservación inmediato y recuperación para
funcionamiento en algunos hu- propuestas estos eventos.
medales y su construcción en Aunque no está compro-
La medida más urgente con
otros, vigilancia y monitoreo respecto a C. a. apolinari es la bada la capacidad de coloniza-
de la vida silvestre. Sin embargo conservación de las poblaciones ción de C. a. apolinari, la siem-
los contratos de administración conocidas y existentes, y de su bra y cuidado de parches de S.
son muy limitados en recursos hábitat, en particular las de hu- californicus en cercanías de si-
y tiempo (tienen duraciones de medales como Gualí en las que tios conocidos de la presencia
menos de un año) y los humeda- no hay acciones de conserva- de la especie podría ayudar al
les quedan sin protección duran- ción ni estudio por parte de las aumento de poblaciones.
te las temporadas de meses entre autoridades ambientales. Este Espinosa-Blanco et ál. (2009)
la terminación de un contrato y humedal en Funza ha revelado sugieren la expansión del área
el inicio del siguiente. una gran importancia con res- protegida de la Reserva Munici-

349
cistothorus apolinari

pal de Siscunsí en Sogamoso a los municipios de Aquitania, Mongua y Monguí, en donde todavía hay
hábitat apropiado para la especie.

situación de la especie CR B2ab(ii,iii,iv,v)


EN C2a(i)
renjifo et ál. 2016 VU A2cde+3cde+4cde; D2

taminación de los humedales C. a. hernandezi se encuentra


eoo y la depredación de nidos por en los humedales de páramo
38 947 km2 ratas. La reducción poblacional de Sumapaz, pero está ausente
área de hábitat
de la especie es evidentemente de los humedales de páramo de
remanente
47.9 km2 mucho mayor que la pérdida de Chingaza en donde es reempla-
porcentaje de cambio de hábitat. Se estima que la especie zada por C. platensis. Por estas
hábitat 2001-2011 ha perdido al menos 30 % de su razones el área de ocupación de
-2.9 %
población en 10 años y es alta- la especie puede estar por debajo
porcentaje total de
pérdida de hábitat
mente probable que la tenden- del umbral de los 10 km2 y por
desconocido cia continúe en los próximos criterio de precaución se consi-
una generación 10 años o tres generaciones de dera que así es. La especie tiene
3.5 años la especie. Es evidente que se una distribución severamente
3 generaciones
ha extinguido localmente de la fragmentada como consecuen-
10.5 años.
gran mayoría de las localidades cia de la destrucción de hábitat,
en que se encontraba en la Sa- su baja capacidad de recoloniza-
bana de Bogotá desde que se ción y el parasitismo social por
criterio a publicó el primer Libro rojo de Molothrus bonariensis (a). Se es-
aves de Colombia (Renjifo et ál. tima una disminución continua
El porcentaje total de pérdida
2002) a la fecha. para la especie en cuanto a área
de hábitat se desconoce, pues
VU A2cde+3cde+4cde. de ocupación (ii), extensión y/o
no se cuenta con información
calidad de hábitat (iii), número
precisa de la distribución histó-
criterio b de localidades y subpoblaciones
rica de los humedales del país.
(iv) y número de individuos ma-
Por otra parte, dentro de la dis- B1 EOO = 38 947 km2 > 20 000 
duros (v). Es evidente que esta
tribución actual de la especie se km2. La especie no califica como
especie tiene una probabilidad
encontró una pérdida de hábitat amenazada bajo el subcriterio B1.
de extinción extremadamente
de 2.9 % en un periodo de 10 B2 Área de hábitat rema-
alta en el corto plazo para C. a.
años (se consideran hábitats de nente dentro de la distribución
apolinari y en el mediano plazo
la especie lagunas, lagos y ciéna- de la especie 47.9 km2 < 500 km2.
para C. a. hernandezi, si conti-
gas naturales, turberas y zonas Se sabe que una porción impor-
núan las amenazas actuales y la
pantanosas). La población de la tante del hábitat remanente ya
ausencia de medidas efectivas de
especie se ha reducido sustan- no se encuentra ocupada. Por
conservación de las autoridades
cialmente como consecuencia ejemplo, C. a .apolinari se en-
ambientales.
de la pérdida de hábitat, la in- cuentra casi extinta en la Saba-
CR B2ab(ii,iii,iv,v).
capacidad de la especie para re- na de Bogotá. También se sabe
colonizar humedales en los que que la especie tiene una distri-
criterio c
se ha extinguido localmente, el bución discontinua dentro del
parasitismo social de Molothrus área de distribución de la cor- La densidad poblacional de la
bonariensis, la cacería, la con- dillera Oriental. Por ejemplo, especie varía enormemente en-

350
cistothorus apolinari

tre localidades desde 0.04 ind/ de individuos maduros en cada Nota: la especie se encuentra en
ha hasta 6 ind/ha (Stiles y subpoblación es inferior a 250 el límite entre peligro crítico y
Caycedo 2002; Espinosa-Blan- individuos. De hecho es muy en peligro bajo el subcriterio
co et ál. 2009; Zuluaga-Bonilla inferior en la mayoría de subpo- B2, por precaución se mantie-
et ál. 2010; Rosselli 2011). Las blaciones con la posible excep- ne a esta especie en la categoría
poblaciones más importantes de ción de Tota. más alta.
la especie se encuentran en Fú- EN C2a(i).
quene y Tota en donde fueron conclusión
estimadas ya hace varios años en criterio d
CR B2ab(ii,iii,iv,v).
cerca de 200 y 350 individuos
Se estima que el área de ocupa- EN C2a(i).
respectivamente (es probable
ción de la especie es inferior a VU A2cde+3cde+4cde; D2.
que en la actualidad haya pobla-
20 km2.
ciones más reducidas). Por esta
VU D2.
razón se estima que la población
de la especie es inferior a 2500
ajuste regional
individuos maduros y con una
disminución continua observada Es un taxón endémico de Co-
en el pasado y proyectada en el lombia, por lo tanto, no es ne-
futuro. Se estima que el número cesario hacer un ajuste regional.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

351
thryophilus sernai
© daniel uribe
thryophilus sernai
Cucarachero Paisa
Antioquia Wren

síntesis de información
carlos esteban lara, andrés m. cuervo y carlos daniel cadena

ecología donde se ha encontrado se caracterizan por un


subdosel que no supera los 8 m de altura y
Thryophilus sernai es un troglodítido reciente- un dosel abierto de no más de 20 m de altura
mente descubierto en el sector norte del valle (Lara et ál. 2012).
geográfico del río Cauca en Antioquia. Desde Esta especie endémica de Colombia, aun-
su descripción (Lara et ál. 2012), se ha do- que es poco común, es vocalmente muy activa,
cumentado su presencia en numerosas locali- lo que facilita su detección. En ocasiones can-
dades ubicadas a ambos lados del río Cauca, ta en dueto de forma similar a sus congéneres
entre Bolombolo en el sur, hasta Ituango en (Kroodsma y Brewer 2005; Valderrama et ál.
el norte. Muy probablemente T. sernai está 2007a; Mann et ál. 2009). T. sernai es una es-
restringido exclusivamente al Bosque Seco pecie bastante territorial. Generalmente se ob-
Tropical (Espinal 1992), presente a lo largo servan parejas dispersas y relativamente aisladas
del cañón del río Cauca. Potencialmente su entre sí. Forrajean en vegetación densa, buscan
distribución geográfica no supera 1700 km2 y principalmente insectos en hojas y cúmulos de
su distribución altitudinal está confinada entre ramas secas, a menudo cerca del suelo. En una
250-850 m. Esta nueva especie habita princi- revisión del contenido estomacal de especí-
palmente matorrales y fragmentos de bosque menes, se registraron partes de insectos de los
intervenido, tanto en zonas de bosque semide- órdenes Orthoptera, Coleoptera, Hemiptera
ciduo cerca a corrientes de agua, como zonas y Lepidoptera (Lara et ál. 2012). Se cono-
con abundante vegetación xerofítica. T. sernai ce poco sobre su biología reproductiva, pero
ha sido observado en cercas vivas, próximas a individuos en condición reproductiva o cons-
matorrales y rastrojos, incluso a poca distancia truyendo nidos fueron observados en agosto
de carreteras, construcciones y zonas semiur- de 2010. Un nido inactivo fue encontrado en
banas. Los pequeños parches de bosque seco diciembre de 2010. El nido de T. sernai es

353
thryophilus sernai

similar al de Throyphilus nicefori estudios rigurosos de la distri- juveniles antes de la inundación


(Valderrama et ál. 2007a), es de- bución, demografía de las po- a diferentes sitios a lo largo del
cir, tiene forma globular en tipo blaciones y de la conectividad cañón. De esta forma se espera
de codo con entrada en la parte de su hábitat con el fin de esta- facilitar la conectividad de hábi-
lateral-superior. Los nidos fue- blecer áreas de reserva y ejecutar tat natural en el área de compen-
ron observados en especies de la otras medidas de conservación. sación y los parches de bosque
familia Euphorbiaceae. Estudios existentes en la región. Final-
sobre la biología reproductiva de medidas de mente, la zona del cañón del
T. sernai son imperativos. conservación río Cauca en Antioquia debería
propuestas formar parte de las AICAS de Co-
amenazas lombia, por todas las particulari-
Desde 1996 CORANTIOQUIA, de- dades ornitológicas y ecosistémi-
El cañón del río Cauca en Antio- claró la creación de la Reserva de cas descritas anteriormente (E.
quia ha sido objeto de una larga Recursos Naturales de la Zona Thomas, C. Alcázar, K. Amaya y
historia de deforestación, mine- Ribereña del río Cauca, la cual M. Beltrán in litt. 2014).
ría y transformaciones paisajísti- protege en teoría ambas már-
cas. Actualmente se observa un genes (1 km en cada margen) comentarios
paisaje heterogéneo, dominado del río Cauca en su paso por el
por cultivos agrícolas, una gran departamento de Antioquia. No Hace parte de un complejo li-
actividad pecuaria y desarro- obstante, aunque formalmente naje de cucaracheros del géne-
llo urbanístico. Este cañón ha esta reserva exista, diversos fac- ro Thryophilus que, en Colom-
sido desarrollado como uno de tores socioculturales han impe- bia, incluye dos subespecies de
los principales focos turísticos dido su real objetivo de conser- T. rufalbus y la también especie
de Antioquia y recibe un flujo vación. Por tanto, es importante amenazada T. nicefori. Estudios
de  miles de personas de Mede- establecer zonas de reserva que recientes o en curso, basados
llín en cada temporada vacacio- garanticen la conectividad de en variación vocal, genética y
nal. Cientos de fincas de recreo hábitat para esta y otras espe- morfológica, han demostrado la
y hosterías que se caracterizan cies del bosque semideciduo de validez taxonómica de estas tres
por extensas pasturas y zonas este valle interandino. Adicio- especies: T. sernai, T. nicefori y
abiertas hacen parte de una gran nalmente, es indispensable que T. rufalbus (Valderrama et ál.
extensión en ambas vertientes los ejecutores del proyecto hi- 2007a; Lara et ál. 2012; Cadena
del cañón del río Cauca. Estos droeléctrico Pescadero-Ituango et ál., datos no publicados). Es-
factores, asociados a la acelera- realicen acciones concretas para tos estudios, sin embargo, sugie-
da pérdida de remanentes de mitigar el impacto que tendrá ren que es muy importante eva-
bosque seco tropical en la zona, esta represa sobre las poblacio- luar los límites de especie en las
afectan las poblaciones de esta nes naturales de la especie. subespecies T. rufalbus minlosi
especie. El área más importante Por otro lado, un proyec- y cumanensis. Para alcanzar este
en la distribución, al norte, será to de restauración de bosque objetivo, se requieren estudios
inundada por la hidroeléctrica seco, liderado por Bioversity adicionales, idealmente enfoca-
Pescadero-Ituango que se en- International, espera apoyar la dos en el área donde ambas sub-
cuentra en construcción. Este restauración de las 13000 ha especies traslapan sus ámbitos de
embalse reemplazará cerca de de compensación por pérdida distribución (Lara et ál. 2012).
3600 ha de bosque seco en el de biodiversidad causada por la
año 2018 (E. Thomas, C. Alcá- hidroeléctrica. La restauración
zar, K. Amaya y M. Beltrán in considerará el traslado de bancos
litt. 2014). Es necesario realizar de semillas, plántulas y árboles

354
thryophilus sernai

situación de la especie EN A3c+4c; B2ab(ii,iii,v); C2a(i)


VU B1ab(ii,iii,v); D1
renjifo et ál. 2016

criterio a ción está severamente fragmentada


eoo como consecuencia de la pérdida de
Ha perdido históricamente un 92 % 5 111 km 2
hábitat (a). De acuerdo a los análisis
área de hábitat
del hábitat (se considera como hábi- de pérdida de hábitat, la especie se
remanente
tat bosque seco, bosque fragmenta- 113 km2 encuentra disminuyendo en cuanto
do con pastos y cultivos, cafetales o área remanente a área de ocupación (ii), extensión
cacaotales con sombrío). En un pe- ponderada por
y/o calidad de hábitat (iii), y núme-
idoneidad de hábitat
riodo de 10 años (2001 – 2011) per- (aoo estimada) ro de individuos maduros (v).
dió un 1.33 % de su hábitat. Al tomar 75 km2 EN B2ab (ii,iii,v).
la reducción del hábitat como un in- porcentaje de cambio de
hábitat 2001-2011
dicador de reducción poblacional, la criterio c
- 1.3 %
especie no califica como amenazada porcentaje total de No contamos con estimaciones de
de acuerdo a la velocidad de pérdida pérdida de hábitat
92 %
campo del tamaño poblacional, como
poblacional en el pasado. No obstan-
una generación
sí la hay para su congénere T. nicefo-
te, se estima que la construcción del
3.9 años ri. Dado lo reducido y fragmentado
embalse de Ituango inundará más
3 generaciones del hábitat, se estima que la pobla-
del 50 % del hábitat conocido de la 11.7 años ción es inferior a 1000 individuos
especie (E. F. Rivera com. pers.). Por
(de hecho podría ser inferior a 250
esta razón la especie califica como
individuos) y sigue disminuyendo.
amenazada por estar experimentan- Probablemente ninguna subpoblación alcance
do una paulatina pérdida de hábitat en el presen- 250 individuos maduros.
te y una rápida pérdida de su hábitat en el futuro EN C2a(i).
inmediato. Nota: si el estado poblacional de T. sernai re-
EN A3c+4c. sulta ser similar a T. nicefori, podría calificar como
especie en peligro crítico. Evaluaciones de campo
criterio b podrían revelar que efectivamente se encuentre en
B1 EOO = 5111 km2 < 20 000 km2. Su distribución peligro crítico CR en vez de ‘en peligro’ EN. No
está severamente fragmentada como consecuencia consideramos que la especie se encuentre en peli-
de la pérdida de hábitat (a). De acuerdo a los aná- gro crítico por el tamaño del área de distribución,
lisis de pérdida de hábitat, la especie se encuentra el área de hábitat remanente y el hecho de que la
disminuyendo en cuanto a área de ocupación (ii), especie se encuentra incluso en cercas vivas próxi-
extensión y/o calidad de hábitat (iii), y número mas a matorrales y rastrojos, aún cerca de carrete-
de individuos maduros (v). Nuestro modelo de ras, construcciones y zonas semiurbanas.
nicho de la especie indica que podría encontrarse
al sur de la distribución a lo largo del río Cauca, criterio d
por lo menos hasta el departamento de Caldas, Se estima que la población es inferior a 1000 in-
pero esta área no fue incluida en nuestra estima- dividuos (de hecho podría ser inferior a 250 indi-
ción de la distribución. viduos) y sigue disminuyendo.
VU B1ab (ii,iii,v). VU D1.
B2 Área de hábitat remanente= 113 km2;
AOO estimada= 75 km2 < 500 km2. Su distribu-

355
thryophilus sernai

ajuste regional conclusión


La especie es endémica de Colombia por lo cual EN A3c+4c; B2ab(ii,iii,v); C2a(i);
no se requiere hacer un ajuste regional. VU B1ab(ii,iii,v); D1.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

356
thryophilus nicefori
© daniel uribe
thryophilus nicefori
Cucarachero de Nicéforo,
Cucarachero del Chicamocha
Niceforo’s Wren

síntesis de información
jorge enrique parra, sandra v. valderrama y marcela beltrán

ríos y quebradas entre 1100 y 2100 m (Valde-


ecología
rrama 2005; Parra et ál. 2006; Valderrama y
Es una especie endémica de Colombia. Fue Páez 2009). Las características más importan-
descubierta en la década de 1940 en la cuenca tes de su hábitat son la presencia de hojarasca,
del río Fonce, en inmediaciones de San Gil, al de la cual depende para buscar artrópodos que
occidente de la cordillera Oriental en el depar- sirven de alimento, y la presencia de un dosel
tamento de Santander (Meyer de Schauensee que mantenga la humedad del sotobosque. Se
1946; Hilty y Brown 1986; Hernández-Ca- observa en bosques de galería con predominan-
macho et ál. 1992c). Desde 2003 se han des- cia de árboles perennifolios de gran porte tales
cubierto poblaciones dispersas en las cuencas como caracolíes (Anacardium excelsum), hi-
de los ríos Chicamocha, Suárez y Sogamoso, guerones (Ficus spp.), yátagos (Tricanthera gi-
en los departamentos de Boyacá y Santander gantea), cucharos (Myrsine floridana), gaques
(Valderrama et ál. 2007b). En este último, se (Clusia sp.), balsos (Ochroma piramidale),
han confirmado poblaciones en los bosques guamos (Inga spectabilis) y pomarrosos (Syzy-
subandinos del municipio de Floridablanca y gium jambos). En el sotobosque han sido vis-
alrededores de la ciudad de Bucaramanga, que tos en plántulas y arbustos como sangregados
se creía que correspondían a Thryophilus rufal- (Croton sp.), cordoncillos (Piper aduncum) y
bus (Parra et ál. 2006; Vargas 2007). Posible- arrayanes blancos (Eugenia victoriana). Otras
mente existan más poblaciones en la vertiente plantas comunes son el bore (Xanthosoma sa-
occidental de la cordillera Oriental en los de- gittifolium) y la anacuma (Carludovica palma-
partamentos de Santander, Cesar y Norte de ta; Valderrama y Páez 2009). También habita
Santander. en bosques subxerofíticos con árboles caduci-
Habita en sotobosques densos enmara- folios como pata de vaca (Bauhinia variegata),
ñados de fragmentos de bosque a lo largo de guácimo (Guazuma ulmifolia), cedro (Cedrela

358
thryophilus nicefori

ordorata) y karate (Bursera si- dividuos invierten 60 % del tiem- ejemplo, los gatos (Valderrama
maruba), y árboles perennifo- po en la búsqueda de artrópodos 2005). En el municipio de San
lios como gallinero (Pithecello- (Valderrama 2005). La época re- Gil, donde la especie fue descrita
bium unguis-cati), uña de gato productiva varía entre julio y oc- y en donde se reportaron siete
(Zanthoxylum fagara), tachuelo tubre. Anida cerca de avisperos, parejas en 2004, varias han des-
(Fagara rhoifolia) y castañeto posiblemente como una estrate- aparecido como resultado de la
(Thevetia peruviana). En este gia antidepredatoria (Valderrama expansión del casco urbano (Pa-
tipo de bosque se ha registrado et ál. 2007b). rra et ál. 2008). La pérdida de
durante la época lluviosa una Debido a la fragmentación territorios y parejas también se
gran abundancia de hierbas de su hábitat, tiene una distri- ha detectado en las veredas Bu-
anuales de la familia Verbena- bución discontinua. Aunque taregua y Macaregua debido a la
ceae (e.g. Bouchea sp., Lantana puede subsistir en paisajes con- expansión de los cultivos de ta-
sp.) y especies como Commelina siderablemente transformados, baco y potreros para la ganadería
erecta y Peperomia pellucida. Al- su sobrevivencia depende de la (S. Valderrama obs. pers.).
gunas epífitas encontradas tanto permanencia y conectividad de
en bosques de galería como en relictos de bosque a lo largo medidas de
bosques subxerofíticos, incluyen de cursos de agua (Valderrama conservación
las bromelias Tillandsia flexuosa, 2005; Parra et ál. 2006). tomadas
T. juncea y T. recurvada. Entre
Desde 2003, se está estudiando
las enredaderas más abundantes población y trabajando en la conservación
están Smilax cumanenses, Serja-
Se ha estimado que sobreviven del Cucarachero de Nicéforo a
nia sp. y Aristolochia maxima (S.
entre 50 y 100 individuos (Val- través del proyecto Chicamo-
Valderrama, datos no publica-
derrama et ál. 2007b). Sin em- cha, una iniciativa de estudiantes
dos). Finalmente, el cucarachero
bargo, nuevos registros sugieren de biología patrocinada por The
ha sido observado en cultivos de Conservation Leadership Pro-
que el tamaño total de la pobla-
café de sombrío y cacao cerca gramme (CLP). El proyecto ha
ción podría ser próximo a 250
de quebradas (Parra et ál. 2006; realizado estudios sobre la distri-
individuos.
Valderrama et ál. 2007b). bución, historia de vida y reque-
El Cucarachero de Nicéfo- rimientos ecológicos de T. nice-
amenazas
ro es una especie monógama. fori. Además, implica actividades
Las parejas defienden territorios Todas las poblaciones conocidas de concientización ambiental
de 1 a 4 hectáreas, a lo largo de enfrentan una progresiva pér- con las comunidades locales y
quebradas y ríos, y se ha calcu- dida de hábitat causada por la el establecimiento de áreas pro-
lado un individuo por cada dos transformación de los bosques tegidas para la conservación de
hectáreas de hábitat (Valderrama en tierras de cultivo, la presión la especie en el cañón del Chi-
2005). Son difíciles de observar, de la ganadería caprina, los in- camocha (Parra et ál. 2005; Pa-
pero pueden ser identificados cendios forestales y el deseca- rra et ál. 2006; Valderrama et
fácilmente por sus cantos, que miento de las quebradas y los ál. 2007a, 2007b; Vargas 2007;
evocan el sonido de una flau- ríos (Parra et ál. 2006). Estas Valderrama et ál. 2008; Parra et
ta. Ocupan el estrato bajo del actividades han generado una ál. 2008). Gracias a esta iniciativa
bosque entre el suelo y 7 m de masiva destrucción de la vegeta- se ha logrado: (1) conocimiento
altura. Con frecuencia usan per- ción y han impedido su regene- de la biología, distribución y
chas altas para cantar y las acti- ración. En cercanías de viviendas requerimientos ecológicos del
vidades de forrajeo tienen lugar están expuestos a la depredación Cucarachero de Nicéforo; (2)
sobre la hojarasca, donde los in- por animales domésticos, por reconocimiento del área como el

359
thryophilus nicefori

AICA Bosques Secos del Valle del río Chicamocha cuenca del río Umpala en Santander, a través de
(Franco y Bravo 2005); (3) el desarrollo de una la Alianza Chicamocha, liderada por la Fundación
estrategia de conservación de los bosques secos del Neotropical.
Chicamocha llamada “Corredor de conservación En el municipio de Soatá en Boyacá, la orga-
Guantivá – La Rusia – Iguaque”; (4) obtener in- nización ambiental OCOTEA, el grupo de aves de la
formación base para el establecimiento de la Reser- Universidad Distrital Francisco José de Caldas y la
va Natural de Aves Cucarachero de Chicamocha Fundación Ecodiversidad han adelantado trabajos
en Zapatoca, Santander, por parte de la Funda- sobre conservación e investigación de T. nicefori.
ción ProAves; (5) la consolidación de la Alianza En esta localidad existe un fuerte trabajo de con-
Chicamocha para la conservación de la biodiver- servación de la biodiversidad a través de la creación
sidad del cañón del Chicamocha, conformada por de grupos ecológicos y la primera reserva comuni-
entidades gubernamentales, ONG, la comunidad taria sobre el cañón del Chicamocha (Hernández
local, institutos de investigación y universidades; et ál. 2006a, 2006b).
y (6) la creación de una reserva comunitaria en la

CR C2a(i)
situación de la especie EN B2ab(ii,iii,v)+D
renjifo et ál. 2016 VU B1ab(ii,iii,v)

B2 Área de hábitat remanente


criterio a eeo
= 413 km2; AOO estimada = 96 km2
12 397 km2
Ha perdido históricamente un 94.5 % < 500 km2. Su distribución está seve-
área de hábitat
del hábitat (se considera como há- remanente ramente fragmentada como conse-
bitat bosque, bosque fragmentado 413 km2 cuencia de la pérdida de hábitat (a).
con pastos y cultivos, cafetales y ca- área remanente De acuerdo a los análisis de pérdida
ponderada por
caotales con sombrío). En un perio- de hábitat, la especie se encuentra
idoneidad de hábitat
do de 10 años (2001 – 2011) perdió (aoo estimada) disminuyendo en cuanto a área de
un 14.3 % de su hábitat. Si se toma 96 km2 ocupación (ii), extensión y/o calidad
la reducción del hábitat como un porcentaje de cambio
de hábitat (iii), y número de indivi-
de hábitat 2001-201
indicador de reducción poblacional, - 14.3 % duos maduros (v).
no califica como amenazada bajo el porcentaje total de EN B2ab(ii,iii,v).
criterio A. pérdida de hábitat
94.5 %
criterio c
una generación
criterio b 3.9 años Basado en evaluaciones de campo a
B1 EOO = 12 397 km < 20 000 km .
2 2 3 generaciones través de la distribución de la espe-
11.7 años
Su distribución está severamente cie, los autores estiman la población
fragmentada como consecuencia de en un máximo de 250 individuos
la pérdida de hábitat (a). De acuerdo (véase síntesis de la información).
a los análisis de pérdida de hábitat, la especie se Dada la continua pérdida de hábitat, se considera
encuentra disminuyendo en cuanto a área de ocu- que la población de la especie continúa disminu-
pación (ii), extensión y/o calidad de hábitat (iii), y yendo y probablemente ninguna población local
número de individuos maduros (v). supere los 50 individuos.
VU B1ab(ii,iii,v). CR C2a(i).

360
thryophilus nicefori

criterio d conclusión
Se estima que la población de la especie es inferior CR C2a(i).
a 250 individuos y es evidente que se encuentra EN B2ab(ii,iii,v)+D.
bajo amenaza. VU B1ab (ii,iii,v).
EN D.

ajuste regional
Es endémica de Colombia por lo cual no se requie-
re hacer un ajuste regional.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

361
myadestes coloratus
© jurgen beckers
myadestes coloratus
solitario enmascarado
varied solitaire

síntesis de información
noemí moreno salazar y pedro camargo martínez

ecología Zuluaga-Bonilla y J. Lehnert com. pers.) y


otros 16 individuos se observaron a 1248 m
El solitario enmascarado es una especie en- en noviembre y diciembre de 2008 (Ruiz y
démica a la serranía del Darién (Stattersfield Hurtado 2009).
et  ál.  1998). Se distribuye por encima de
800 m en el extremo noroccidental de Chocó amenazas
y el este del Darién en los cerros Tacarcuna,
No se conocen amenazas específicas pero la
Pirré y Quía en Colombia (Hilty y Brown
deforestación probablemente ha llevado a un
1986). Habita en selva húmeda, bosque pre-
descenso de la población (IUCN 2010).
montano y montano bajo.
Angehr et ál. (2003) lo reportan abun-
medidas de conservación
dante en Panamá. En enero del 2007 se re-
tomadas
gistraron siete individuos en el cerro de La
Nevera-Acandí, en la serranía del Darién (J. Ninguna conocida para la especie.

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

criterio a criterio b
Esta especie ha perdido el 9.94 % de su hábi- B1 EOO = 884.8 km2 < 20 000 km2. La espe-
tat históricamente y en diez años recuperó un cie tiene una distribución naturalmente frag-
1.7 %. Tomando la pérdida de hábitat como un mentada (a), la cual está disminuyendo (b) al
indicador de la disminución de la población la menos en cuanto a área y/o calidad de hábitat
especie no se acerca a los umbrales de amenaza (iii) y en número de individuos maduros (v).
bajo el criterio A. EN B1ab(iii,v).

363
myadestes coloratus

B2 Área de hábitat remanente = intermedia como referencia la espe-


259.5 km2 y el área de hábitat rema- eoo
cie estaría por debajo del umbral de
884.8 km2
nente ponderada por idoneidad de há- 2500 individuos maduros en el país.
área de hábitat
bitat AOO es 196.2 km2 < 500 km2. remanente
Se estima que hay una declinación
La especie tiene una distribución na- 259.5 km2 continua de la población dado que
turalmente fragmentada (a), la cual área remanente se presenta pérdida de hábitat (C2)
ponderada por
está disminuyendo (b) al menos en y que la Serranía del Darién alberga
idoneidad de hábitat
cuanto a área y/o calidad de hábitat (aoo estimada) más del 95 % de la población de la es-
(iii) y en número de individuos ma- 196.2 km2 pecie (véanse mapas de distribución
duros (v). porcentaje de cambio de la especie) (a(ii)).
de hábitat2000-2010
EN B2ab(iii,v). 1.7 % EN C2a(ii).
porcentaje total de
criterio c pérdida de hábitat criterio d
9.9 %
La especie ha sido considerada como una generación
La especie probablemente no califica
abundante en Panamá (Angehr et ál. 4.5 años como amenazada bajo el criterio D.
2003) o común en el lado colombia- 3 generaciones
13.5 años
no de la Serranía del Darién (L.  M. ajuste regional
Renjifo obs. pers.). No hay estimacio-
La especie es un taxón residente re-
nes de densidad poblacional para la es-
productor del país. Su población nacional hace
pecie pero sí las hay para su congénere M. melanops
parte de un mismo continuo geográfico con la
en los bosques montanos de Costa Rica, en donde
población panameña, por lo que se estima que sí
tiene densidades de 5 ind/km2 en áreas altamente
es objeto de inmigración desde ese país. No se es-
perturbadas, 11 ind/km2 en áreas moderadamente
pera que la inmigración disminuya, dado que los
perturbadas y 38 ind/km2 en áreas con baja pertur-
bosques en la frontera de los dos países se encuen-
bación. Si asumimos la densidad poblacional baja
tran en buen estado. Por esta razón se recomien-
y un área de hábitat remanente de la especie de
da disminuir la categoría de la especie en un paso.
196.2 km2 la población de la especie en Colom-
bia sería de unos 981 individuos, y asumiendo la
conclusión
densidad intermedia la población en el país sería
de 2158.2 individuos o 7455 individuos si su den- VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
sidad poblacional fuera equivalente a la más alta es-
timada para M. melanops. Tomando la estimación

364
myadestes coloratus

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

365
tangara fucosa
© robin h. schiele
tangara fucosa
tangara nuquiverde
green-naped tanager

síntesis de información
jorge posada-garcía y juan miguel ruiz-ovalle

ecología amenazas
Tiene distribución restringida en la serranía del Los bosques en su área de distribución han
Darién en la región fronteriza entre Panamá y disminuido por el avance de la frontera agrí-
Colombia (Sttatersfield et ál. 1998; Franco y cola y ganadera en la parte baja de la serra-
Bravo 2005). Ha sido registrada en el flanco nía del Darién en el flanco colombiano (A.
oriental de los cerros Pirre y Mali, en la serranía Hurtado, J. M. Ruiz, R. Sagardía y M. Rubio,
de Jungurudó, y ambos flancos del cerro Ta- datos no publicados) y por los cultivos ilícitos
carcuna (Robbins et ál. 1985; Pearman 1993; (Córdoba y Renjifo 2002) y la minería. Varios
Isler e Isler 1999; Córdoba y Renjifo 2002; megaproyectos como el canal interoceánico
Rangel 2004; Ruiz y Hurtado com. pers). Se Atrato-Truandó, la continuación de la carre-
encuentra en el bosque húmedo montano bajo tera Panamericana y el canal bahía Candelaria-
desde 1000 hasta 2000 m (Pearman 1993), en bahía Cupica (Córdoba y Renjifo 2002) po-
ocasiones por debajo de 940 m (BirdLife In- drían ser el mayor riesgo para la conservación
ternational 2010d). de los bosques de la serranía del Darién (A.
Se encuentra en bosques bien conser- Hurtado com. pers).
vados que superan las 50 000 ha (J. M. Ruiz
obs. pers.). Es poco frecuente y se observa for- historia de vida
mando bandadas mixtas (Robbins et ál. 1995; No hay información para la especie.
Pearman 1993 en Córdoba y Renjifo 2002; J.
M. Ruiz y A. Hurtado, datos no publicados). medidas de conservación
Se observó una pareja construyendo un nido
tomadas
en agosto de 1997 (Christian 2001).
La RFP del Darién protege el hábitat de esta espe-
cie, la cual limita con el PNN Darién en Panamá.

367
tangara f ucosa

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

criterio a eoo pingus de la región en la que habi-


214.5 km2 ta (L. M. Renjifo obs. pers. 2010).
Esta especie ha perdido el 11.1 % de área de hábitat
Los tamaños poblacionales fueron
su hábitat históricamente y en diez remanente
estimados para Chlorospingus tacar-
90 km 2

años recuperó un 2 % del hábitat per- cunae en 4902 individuos, para una
porcentaje de cambio
dido. Tomando la pérdida de hábitat de hábitat 2000-2010 especie con un hábitat de 163.4 km2
como un indicador de la disminu- 2 %
y para Chlorospingus inornatus en
ción de la población la especie no porcentaje total de
1752 individuos, para una especie
pérdida de hábitat
se acerca a los umbrales de amenaza 11.1 % con un hábitat de 58.4 km2. Por su
bajo el criterio A. una generación parte, Tangara fucosa tiene un hábi-
3.6 años
tat remanente de 90 km2, por lo que
criterio b 3 generaciones
se estima que la población de la es-
10.8 años
B1 EOO = 214.5 km2 < 5000 km2. pecie debe ser inferior a 2000 indi-
La especie tiene una distribución viduos en Colombia. Se estima que
naturalmente fragmentada en las serranías de la hay una declinación continua de la población dado
frontera colombopanameña (a) y parece haber que hay pérdida de hábitat (C2) y que la Serranía
ocurrido alguna pérdida de hábitat. La especie del Darién alberga más del 95 % de la población
está declinando (b) al menos en cuanto a área y/o de la especie (véanse mapas de distribución de la
calidad de hábitat (iii) y en número de individuos especie) (a(ii)).
maduros (v). EN C2a(ii).
EN B1ab(iii,v).
B2 Área de hábitat remanente = 90 km2 < criterio d
500 km2. La especie tiene una distribución natu-
La especie no califica como amenazada bajo el cri-
ralmente fragmentada en las serranías de la fronte-
terio D.
ra colombopanameña (a) y parece haber ocurrido
alguna pérdida de hábitat. La especie está decli-
ajuste regional
nando (b) al menos en cuanto a área y/o calidad
de hábitat (iii) y en número de individuos madu- La especie es un taxón residente que se reproduce
ros (v). en el país. Su población nacional hace parte de un
EN B2ab(iii,v). mismo continuo geográfico con las poblaciones
panameñas, por esto se estima que sí es objeto
criterio c de inmigración desde ese país. No se espera que
la inmigración disminuya dado que los bosques
La especie es considerada poco común dentro de
en la frontera de los dos países se encuentran en
su distribución (Angehr y Dean 2010; L. M. Ren-
buen estado. Por tal razón se recomienda dismi-
jifo obs. pers. 2010). No hay estimaciones de den-
nuir la categoría de la especie en un paso.
sidades poblacionales para la especie que puedan
ser utilizadas para estimar su tamaño poblacional.
conclusión
No obstante, la especie es, por mucho, menos
abundante que las especies del género Chloros- VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).

368
tangara f ucosa

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

369
chlorospingus inornatus
© robin h. schiele
chlorospingus
inornatus
montero de pirré
pirre bush-tanager

síntesis de información
jorge enrique avendaño

tobosque húmedo y denso. El bosque de las


ecología
laderas posee un sotobosque más abierto y un
Chlorospingus inornatus es endémico de las dosel más alto. En este hábitat, los Monteros
tierras altas del oriente del Darién (Statters- fueron observados en pequeñas bandadas en la
field et ál. 1998). En Panamá se conocen po- copa de los árboles altos hasta 1200 m (Robb-
blaciones en los cerros Pirré, Sapo, alturas de ins et ál. 1985). Al parecer, la especie prefiere
Nique y la serranía de Jungurudó (Ridgely los hábitats más húmedos y con alta densidad
y Gwynne 1989; Isler e Isler 1999; Angehr de follaje y epífitas que se dan en las partes más
et ál. 2004). Del lado colombiano solo ha sido altas de las montañas (Wetmore et ál. 1984;
reportado para el cerro Nique, en el departa- Angehr et ál. 2004).
mento del Chocó (Robbins et ál. 1985; Isler La especie suele conformar grupos de
e Isler 1999; Restall et ál. 2007). El Montero 3  a  6 individuos que forrajean independien-
de Pirré habita bosques de niebla y achaparra- temente o en bandadas mixtas, principalmen-
dos entre 780 y 1550 m de altitud. te en los niveles medio y alto de árboles y
La especie es común o muy común arbustos. La dieta incluye frutas, larvas e in-
(Wetmore et ál. 1984; Isler e Isler 1999; sectos (Isler e Isler 1999). No existe infor-
Angehr et  ál. 2004). En el cerro Pirré pare- mación sobre la época reproductiva, pero se
ce ser más común y conspicuo en el bosque colectaron individuos inmaduros entre abril y
achaparrado, en la cima del macizo, que en el mayo de 1912 (USNM).
bosque de niebla de las laderas. En el bosque
achaparrado visita el follaje denso, enredade- amenazas
ras y bambú. Este tipo de hábitat se caracte- No existen amenazas directas sobre los bos-
riza por tener una altura promedio de dosel ques de la serranía de Pirré debido a lo remoto
de 8  a 10  m, con abundancia de musgos y de su ubicación. La principal amenaza para la
bromelias, helechos arborescentes y un so- región del Darién es la culminación de la ca-

371
inornatus

rretera entre Colombia y Panamá, la cual facilitaría la colonización del Urabá antioqueño-chocoano, la
creación de vías secundarias y la deforestación.

historia de vida
No hay información para la especie.

medidas de conservación tomadas


El cerro Nique no está protegido en Colombia. Todas las poblaciones panameñas están en el Parque
Nacional Darién de 579 000 ha (Montañez y Angehr 2007).

situación de la especie VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

síntesis de información de la
criterio a eoo
especie). Por otra parte, existen
381.4 km2
Esta especie ha perdido el 3.6  % estimaciones de densidad pobla-
área de hábitat
de su hábitat histórico y en diez remanente cional para algunos congéneres
años recuperó un 16.5  % del 58.4 km2 en los bosques montanos. La
hábitat perdido. Tomando la porcentaje de cambio densidad de C. ophtalmicus va-
de hábitat 2000-2010
pérdida de hábitat como un in- ría entre 9 ind/km2 en áreas con
16.5 %
dicador de la disminución de la porcentaje total de
bajo disturbio, 84  ind/km2 en
población la especie no se acerca pérdida de hábitat disturbio medio y 175 ind/km2
a los umbrales de amenaza bajo 3.4 % en disturbio alto. Por su par-
una generación
el criterio A. te C. pileatus tiene densidades
3.6 años
de 345 ind/km2 en áreas con
3 generaciones
criterio b bajo disturbio, 423 ind/km2 en
10.8 años.
disturbio medio y 46  ind/km2
B1 EOO = 381.4 km2 < 5000
en disturbio alto (Gomes et  ál.
km2. La especie tiene una distri- (a) y parece haber ocurrido al- 2008). En Ecuador se estimó
bución naturalmente fragmenta- guna pérdida de hábitat. La es- una densidad de 30  ind/km2
da entre altos del Niqué y el cerro pecie está declinando (b) al me- (en matorral secundario) para
Quía (a) y parece haber ocurrido nos en cuanto a área y/o calidad C. parvirostris (Cresswell et  ál.
alguna pérdida de hábitat. La es- de hábitat (iii) y en número de 1999). Sabiendo que la especie
pecie está declinando (b) al me- es localmente común o muy co-
individuos maduros (v).
nos en cuanto a área y/o calidad mún podría asumirse una densi-
EN B2ab (iii,v).
de hábitat (iii) y en número de dad poblacional de 30 ind/km2,
individuos maduros (v). lo cual implicaría que la pobla-
criterio c
EN B1ab (iii,v). ción de la especie en Colombia
B2 Área de hábitat rema- No hay estimaciones de den- sería de unos 1752 individuos
nente = 58.4 km2 < 500 km2. La sidad poblacional de la especie < 2500 individuos (58.4 km2 x
especie tiene una distribución en el campo. No obstante, se 30 ind/km2 = 1752 ind). Se esti-
naturalmente fragmentada entre sabe que la especie es localmen- ma que la población de la especie
altos del Niqué y el cerro Quía te común o muy común (véase está disminuyendo (C2) debido

372
inornatus

a la pérdida de hábitat y que un 95 % de los indi- mismo continuo geográfico con las poblaciones
viduos hacen parte de una misma población (véase panameñas, por esto se estima que sí es objeto
mapa de distribución de la especie) (a(ii)). de inmigración desde ese país. No se espera que
EN C2a(ii). la inmigración disminuya dado que los bosques
en la frontera de los dos países se encuentran en
criterio d buen estado. Por tal razón se recomienda dismi-
nuir la categoría de la especie en un paso.
La especie probablemente no califica como ame-
nazada bajo el criterio D.
conclusión
ajuste regional VU B1ab(iii,v)+2ab (iii,v); C2a(ii).

La especie es un taxón residente reproductor


del país. Su población nacional hace parte de un

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

373
ammodramus savannarum
© fernando ayerbe-quiñones
ammodramus
savannarum
sabanero grillo
grasshopper sparrow

síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones, juan pablo lópez-o. y giovanni cárdenas

(Dechant et ál. 2001). En el valle del río Cau-


ecología
ca es rara. Algunas expediciones recientes1 han
La subespecie Ammodramus savannarum cau- mostrado que aunque al norte del departamen-
cae es endémica de Colombia, se distribuye to del Valle del Cauca quedan algunas exten-
en los valles interandinos de los ríos Cauca y siones de hábitat apropiado para A. s. caucae,
Patía hasta 1800 m, (Álvarez 2002; Ayerbe- estas áreas están pobladas casi exclusivamente
Quiñones y Ramírez 2008). Habita pastizales por A. humeralis, mientras que hacia el norte
en zonas de ganadería extensiva con árboles, del departamento del Cauca se han observado
arbustos y rastrojos dispersos, en ocasiones con menos de 10 individuos en las pocas áreas ga-
presencia de cercas vivas con árboles caracte- naderas inmersas entre monocultivos de caña
rísticos de estos sectores geográficos (géneros de azúcar y piña. El Sabanero Grillo es más
Pithecoellobium, Crescentia, Guazuma y Gliri- frecuente en la porción central y plana del va-
cidia entre otros). También ha sido observada lle alto del Patía y en las mesetas Mercaderes,
en áreas de monocultivos extensivos de piña donde los potreros cuentan con una cobertura
contiguos a áreas ganaderas en el norte del de- de pastos naturales dedicados a ganadería ex-
partamento del Cauca. tensiva. Ahí normalmente se llevan a cabo que-
Algunas poblaciones de A. savannarum mas periódicas para controlar rastrojos y esti-
han declinado en el este de Norteamérica por mular el rebrote de las gramíneas, lo que junto
la pérdida de hábitat (Whitmore 1979; As- con el sobrepastoreo ha generado el deterioro
kins 1993). Esto se debe a que el Sabanero progresivo del suelo. En este sector la especie
Grillo requiere grandes extensiones de pas- tiene una marcada afinidad por las pasturas
tizales para evitar el solapamiento de territo-
rios (Slater 2004). En Norteamérica los te- 1 Proyecto: “Morfología y Ecología del Sabanero
Grillo -Ammodramus savannarum caucae (Embe-
rritorios de A.  savannarum tienen menos de rizidae) en el Valle del Cauca”. Financiado por Wil-
2 ha, con variaciones que dependen del hábitat dlife Conservation Society- Programa Colombia.

375
ammodramus savannarum

degradadas con presencia de arbustos bajos (< 1 m), en 30 transectos de 100 m establecidos en hábitats
densamente distribuidos en algunos potreros. contiguos a potreros. En 90 h de observación en
Se le ha visto vocalizando desde el suelo, en 3000 m de transectos se registraron 15 individuos
ramas expuestas, cercos vivos y postes de alam- de A. s. caucae y 61 individuos de A. humeralis.
bradas. Camina sobre el suelo alimentándose de
insectos y semillas de gramíneas. Anida en el sue- amenazas
lo. En el alto Patía, Ayerbe-Quiñones y López- Hay evidencias de declinación poblacional de otras
Ordóñez (2011) observaron en enero de 2008 un subespecies de A. savannarum, especialmente en
nido activo construido con hojas secas de pasto, Norteamérica (Whitmore 1979; Askins 1993). De
con dos polluelos de aproximadamente 3 días de acuerdo al Breeding Bird Survey, la población del
nacidos, los cuales eran alimentados por dos indi- Sabanero Grillo ha declinado en más del 60 % du-
viduos adultos que les llevaban ortópteros y larvas rante los últimos 25 años (Slater 2004).
de lepidópteros. También en el alto Patía, en ene- Todas las poblaciones conocidas en el país se
ro de 2009 se registraron un volantón y varios in- encuentran en zonas de producción agropecuaria
dividuos inmaduros de Ammodramus sp., además y no existen iniciativas de conservación del hábi-
de un subadulto de A. s. caucae, mientras que en tat relacionado con A. s. caucae. Debido a que la
junio de 2006 se capturó un individuo inmaduro especie depende de ambientes asociados con la ga-
de Ammodramus sp. en las mesetas de Mercade- nadería extensiva, el cambio de esta actividad pro-
res (Ayerbe-Quiñones y Ramírez 2008). ductiva representa una amenaza directa. La mayor
En el sector central del valle alto del Pa- amenaza es la expansión del monocultivo extensi-
tía (entre las localidades de La Barca, Galíndez, vo de caña de azúcar (además de otros como piña,
Mercaderes y Patía), donde la especie es más fre- sorgo, arroz y viñedos) que ha exterminado casi
cuente, existen aproximadamente 20 000 ha de completamente las grandes extensiones conocidas
hábitat óptimo para A. s. caucae en propiedades de hábitat idóneo para A. s. caucae, especialmente
privadas. Esta especie no había sido registrada en en el valle del río Cauca al sur de Risaralda donde la
esta región antes del año 2000 a pesar de haberse especie tiende a extinguirse (Álvarez 2002).
llevado a cabo varias exploraciones ornitológicas Otra actividad que ha causado la pérdida
(Ayerbe-Quiñones y Ramírez 2008). Esto sugiere paulatina de hábitat es el crecimiento de ciudades
la posibilidad de que haya ocurrido una coloni- como Jamundí, Cali, Yumbo y Palmira, que hasta
zación por parte de poblaciones provenientes del hace tres décadas estaban rodeadas por áreas gana-
valle del río Cauca, desplazadas por la implemen- deras de las que se tienen registros históricos para
tación de cultivos extensivos de caña de azúcar. la especie (F. Ayerbe, J. P. López y G. Cárdenas
obs. pers.). En el valle alto del Patía, los incendios
población practicados durante los periodos secos del año
son una amenaza para los nidos y periódicamente
No existen estimaciones poblacionales de A. s. cau- para los hábitats de la especie (Ayerbe-Quiñones
cae para toda su área de distribución en Colombia. y Ramírez 2008). Sin embargo a largo plazo esta
En un área de 1000 ha en la porción plana central actividad puede ayudar a mantener y extender este
del valle alto del Patía (donde la especie es más tipo de hábitats abiertos, con lo cual se beneficia a
frecuente), se llevó a cabo en 2008 un muestreo2 A. s. caucae tal y como sucede con A. s. cracens en
el noreste de Nicaragua (Arguedas 2001).
2 Proyecto: “Investigación de la Reinita Cerúlea
en Colombia durante la Estación de Invierno del
Los sistemas agropecuarios donde se en-
2007 – 2008”. Financiado por USDA Forest Service, cuentra A. savannarum están relacionados ade-
The Nature Conservancy, NCASI (National Council for más con un incremento del uso de plaguicidas
Air and Stream Improvement) y NFWF (National Fish
and Wildlife Foundation’s).
(Ridgely y Gwynne 1989; Ridgely y Tudor 1989).

376
ammodramus savannarum

Los plaguicidas pueden reducir considerablemen- por animales como gatos y perros. Debido a un
te el alimento de A. s. caucae, producir efectos ejemplar decomisado en la galería de Santa He-
letales por acumulación en los pichones que son lena (Cali) y depositado en el INCIVA (no. cat.
alimentados con insectos y además tener efectos 3174), Álvarez (2002) sugiere que por lo menos
subletales en los adultos, reflejados en una dismi- ocasionalmente A. s. caucae puede ser objeto de
nución de la longevidad y capacidad reproductiva tráfico ilegal de fauna silvestre.
(Slater 2004).
Las amenazas naturales no son bien cono- historia de vida
cidas en Colombia. En Norteamérica se reporta
No hay información para la especie.
un bajo nivel de parasitismo por Molothrus ater
(Smith 1968), pero se desconoce si A. s. caucae medidas de conservación
es parasitado por M. bonariensis. Otra potencial
tomadas
amenaza es la depredación de nidos los cuales
son construidos en el suelo y pueden ser atacados Ninguna específicamente dirigida a A. s. caucae.

situación de la especie EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i)


VU B1ab(i,ii,iii,iv,v); D2
renjifo et ál. 2016

B2 Área de hábitat remanente


criterio a eoo
= 387 km2; AOO estimada = 273 km2
13 907 km2
Esta especie ha perdido histórica- < 500 km2. La especie tiene una dis-
área de hábitat
mente el 93 % del hábitat dentro de remanente tribución severamente fragmentada
su área de distribución (se consideran 387 km2 en la actualidad (a). De acuerdo a
como hábitats pastos arbolados, pas- área remanente las amenazas descritas en la síntesis
tos enmalezados y herbazal denso en ponderada por idoneidad
de información de la especie y en los
de hábitat
los valles del Cauca y Patía). En un (aoo estimada) análisis de distribución de su hábitat
periodo de 10 años (2001 – 2011) 273 km2 encontramos que la especie está dis-
perdió un 15.6 % de su hábitat. La porcentaje de cambio de
minuyendo en cuanto a área de ocu-
hábitat 2001-2011
especie no parece acercarse a los um- pación (ii), extensión y/o calidad de
- 15.6 %
brales de riesgo bajo el criterio A. hábitat (iii), número de subpoblacio-
porcentaje total de
pérdida de hábitat nes (iv), número de individuos ma-
criterio b 93 %
duros (v) y probablemente extensión
una generación
B1 EOO = 13 907 km2 < 20 000 km2. 3.85 años
de ocurrencia (i).
La especie tiene una distribución se- 3 generaciones
EN B2ab(i,ii,iii,iv,v).
veramente fragmentada en la actua- 11.6 años
lidad (a). De acuerdo a las amenazas criterio c
descritas en la síntesis de información No existen estimaciones de densidad
de la especie y en los análisis de distribución de su poblacional de Ammodramus savannarum caucae
hábitat encontramos que la especie está disminu- ni aparentemente de otras subespecies tropicales
yendo en cuanto a área de ocupación (ii), exten- de esta especie. Por otra parte los requerimien-
sión y/o calidad de hábitat (iii), número de sub- tos de hábitat, densidades y prácticas de mane-
poblaciones (iv), número de individuos maduros jo han sido estudiadas en Norteamérica (Wiens
(v) y probablemente extensión de ocurrencia (i). 1973; Whitmore 1981; Walsh et ál. 1995), en
VU B1ab(i,ii,iii,iv,v).

377
ammodramus savannarum

donde se ha sugerido el uso de quemas anuales blacional quizás indicarían que podría encontrarse
para mantener pastizales abiertos preferidos por en peligro crítico.
la especie (Whitmore 1981; Walsh et ál. 1995). EN C2a(i).
Wiens (1973) encontró densidades poblacionales
de 92.7 pares/km2 = 185.4 ind/km2 en la Florida. criterio d
No obstante, la baja tasa de encuentro reporta-
En la actualidad se conoce con certeza una pobla-
da por Ayerbe-Quiñones y colaboradores en la ción de la especie en el valle del Patía y posible-
síntesis de información indica que la densidad po- mente quede una población relictual en el norte
blacional es muy inferior en la única localidad en del Valle del Cauca.
donde se ha hecho una estimación de abundancia VU D2.
en Colombia. Al tomar en cuenta que el área de
ocupación estimada para la especie es de 273 km2, ajuste regional
la población es probablemente inferior a 2500 in-
dividuos maduros. Se estima que la población de La subespecie Ammodrammus savannarum cau-
la especie continuará disminuyendo y que el núme- cae es endémica de Colombia y se encuentra ais-
lada geográficamente de otras subespecies por lo
ro de individuos en cada subpoblacion es inferior a
cual no es necesario hacer un ajuste regional.
250 individuos (a(i)) (probablemente muy inferior
dado que nunca se ha encontrado una población
de la especie de este tamaño). Concluimos que la
conclusión
especie se encuentra en peligro EN C2a(i), pero EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i).
estudios detallados del tamaño y distribución po- VU B1ab(i,ii,iii,iv,v); D2.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

378
arremon schlegeli
© daniel uribe
arremon schlegeli
pinzón alidorado
golden-winged sparrow

síntesis de información
marcela beltrán, jorge enrique parra y alexandra delgadillo

individuos se desplazan en parejas emitiendo


ecología
llamadas y cantos (Hilty y Brown 1986).
Arremon schlegeli es una especie endémica del El Pinzón Alidorado es relativamen-
norte de Sur América, entre Colombia y Ve- te común, fácil de identificar por sus cantos
nezuela (Hilty y Brown 1986). En Colombia agudos a lo largo de su distribución (Hilty y
se encuentra hasta 1300 m desde la penínsu- Brown 1986). Sin embargo, la subespecie del
la de la Guajira, tierras bajas alrededor de la cañón del Chicamocha es rara y habita frag-
SNSM, serranía de Perijá, región Caribe hasta el mentos  de 3 a 8 ha de bosque espinoso y ri-
golfo de Morrosquillo y margen derecha del pario que comparte con Thryophilus nicefori,
río Magdalena hasta el río Sogamoso (Hilty y la cual está críticamente amenazada de extin-
Brown 1986). La subespecie canidorsum, dis- ción (López-Lanús y Cadena 2002 y esta obra,
tinguida por su manto gris, se reproduce en el Renjifo et ál. 2016).
enclave seco del cañón del Chicamocha en la Los pinzones forrajean en un ámbito
cordillera Oriental. Aunque no hay suficien- vertical amplio, generalmente cerca al suelo en
tes estudios sobre esta subespecie, es probable arbustos y árboles pequeños (Hilty y Brown
que sea una población aislada debido a la rela- 1986). Su época reproductiva es entre abril y
tiva separación del enclave de otras zonas se- septiembre. El nido se ha encontrado en grie-
cas, lo que pudo haber llevado al origen de va- tas de rocas a 50 cm del suelo.
rios endemismos en el cañón, como es el caso
del colibrí Amazilia castaneiventris (Hernán- amenazas
dez-Camacho et ál. 1992a). La especie habita Observaciones recientes en su área de distribu-
sotobosques de bosques caducifolios, riparios ción en Colombia no han evidenciado amena-
y matorrales en zonas secas (Hilty y Brown zas sobre las poblaciones (Gómez y Bayly 2010;
1986; Stotz et ál. 1996). Se alimenta princi- Donegan et ál. 2010). Sin embargo, la subes-
palmente de semillas, frutos e insectos. Los pecie del cañón del Chicamocha podría estar

380
arremon schlegeli

amenazada debido a que habita Guajira; Valle de San Salvador, en Santander. Existe una alianza
fragmentos de bosque similares Magdalena; Río Frío, Magda- entre entidades gubernamenta-
a los de Thryophilus nicefori. Los lena, PNN Tayrona, Magdalena; les, ONG, la comunidad local e
principales factores que podrían Ecoparque Los Besotes, Cesar; institutos de investigación, para
afectar a su población son la Bosques Secos del Valle del Río la conservación de la biodiversi-
pérdida de hábitat por tala, la Chicamocha, Santander y Boya- dad del cañón del Chicamocha,
ganadería caprina, la agricultu- cá (BirdLife International 2009q llamada “Alianza Chicamocha”
ra y los incendios forestales, los y 2009r). Desde el 2003, el pro- (Parra et ál. 2008). Actualmen-
cuales han fragmentado los eco- yecto Chicamocha trabaja en la te, el sistema de parques na-
sistemas secos. Los potenciales conservación de la biodiversidad cionales naturales avanza en la
efectos de estas amenazas no del cañón del Chicamocha. Gra- consolidación del PNN Serranía
han sido evaluados. cias a las investigaciones realiza- del Perijá donde se encuentra la
das por el proyecto, la fundación especie. Las fundaciones Con-
historia de vida ProAves estableció la Reserva serva, Ecoparque los Besotes,
Natural de Aves Cucarachero del Neotropical, ProAves, Natura,
No hay información para la
Chicamocha, en Zapatoca, San- Jardín Botánico Eloy Valenzue-
especie.
tander. El proyecto Chicamocha la de Bucaramanga, ProSierra y
igualmente trabaja en educación Fosin trabajan en proyectos de
medidas de
ambiental y estudios de la bio- conservación en áreas habitadas
conservación diversidad en la zona. También por la especie.
tomadas hay reservas comunitarias sobre
La especie se encuentra en las el Chicamocha en Soatá, Boya-
siguientes AICA: PNN Macuira, cá y la cuenca del río Umpala,

situación de la especie VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

Su distribución está severamen-


eoo
criterio a
te fragmentada (a), hay dismi-
111 346 km2
Esta especie ha perdido el 79.5 % nución continua (b) inferida y
área de hábitat
remanente
de su hábitat históricamente y en proyectada en (ii) área de ocu-
3440.7 km2 diez años ha perdido un 2.4 %. pación (iii) área y/o calidad del
área remanente Tomando la pérdida de hábitat hábitat (v) número de indivi-
ponderada por
como un indicador de la dismi- duos maduros.
idoneidad de hábitat
(aoo estimada) nución de la población, la espe- VU B2ab(ii,iii,v).
888.2 km2 cie no se acerca a los umbrales de
porcentaje de cambio amenaza bajo el criterio A. criterio c
de hábitat 2000-2010
-2.4 % No hay estimativos de densi-
porcentaje total de
criterio b
dad poblacional para la especie
pérdida de hábitat
79.5 %
B1 EOO = 111 346 km2 >> y hay una gran disparidad en
una generación
20 000 km2. las estimaciones de densidades
3.8 años B2 Área de hábitat rema- poblacionales de especies del
3 generaciones nente = 3440.7 km2; AOO esti- mismo género. Para especies de
11.4 años mada = 888.2 km2 < 2000 km2. selvas húmedas de tierras bajas

381
arremon schlegeli

las densidades poblacionales tundentes. No obstante, esto


ajuste regional
reportadas son muy bajas. Por lleva a pensar que el tamaño
ejemplo, para Arremon taci- poblacional de la especie en el La especie es un taxón residente
turnus se estimó una densidad país podría estar por debajo de reproductor. La población co-
de 1 ind/km2 en el PN Manu 10 000 individuos (tal vez mu- lombiana es probablemente obje-
en la amazonia peruana (Ter- chísimo menos). La población to de inmigración de individuos
borgh et ál. 1990) y menos de de la especie se encuentra dis- capaces de establecerse y subsis-
1 ind/km2 para A. aurantiiros- minuyendo debido a la dismi- tir en el país. Se espera que la
tris y A. conirostris, en Panamá nución de su hábitat y se estima inmigración disminuirá como
Central (Robinson et ál. 2000). que ninguna población tendría consecuencia de la fragmenta-
Por otra parte, para A. torqua- más de 1000 individuos. Persis- ción de bosques en las regiones
tus se estimó una densidad de te un gran nivel de incertidum- de contacto de las poblaciones
150 ind/km2 en bosques an- bre en el grado de riesgo de colombiana y venezolana. No
dinos en Ecuador (Cresswell esta especie respecto al tamaño hay razones para asumir que la
et  ál. 1999). Tomando estas de su población. Se requiere población colombiana es un su-
densidades poblacionales como estudiar en campo la densidad midero. Por lo tanto no se re-
referente y el área de ocupa- poblacional de la especie. comienda cambiar la categoría.
ción estimada, el tamaño po- VU C2a(i).
blacional de la especie estaría conclusión
entre 888 individuos y 22 500 criterio d VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i).
individuos, sin duda, un rango
de estimación muy grande que La especie no califica como ame-
impide hacer afirmaciones con- nazada bajo el criterio D.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

382
cardinalis phoeniceus
© daniel uribe
cardinalis phoeniceus
cardenal guajiro, iicho
Vermilion Cardinal

síntesis de información
andrea morales rozo y ángela patricia navas-berdugo

ecología no es común en la zona costera y en el inte-


rior de Colombia, e incluso en Venezuela se ha
La especie se encuentra en el extremo norte de observado una marcada disminución de las po-
Colombia, principalmente en las zonas áridas blaciones (D. Calderón y A. Rodríguez-Ferra-
de la península de La Guajira (Maicao, Rio- ro com. pers). Esto se evidencia en el número
hacha, Fonseca) y el NE de la Sierra Nevada de individuos decomisados por Corpoguajira
de Santa Marta (Meyer de Schauensee 1948- entre el periodo comprendido entre 2003 y
1952). También se encuentra en la costa vene- 2010 que ha aumentado casi el 50 % (F. Prieto
zolana y en Isla Margarita. Es común al este de com. pers.).
Riohacha (Hilty y Brown 2001). Estas aves generalmente se encuentran
El Cardenal Guajiro habita zonas subxe-
forrajeando en parejas. La temporada repro-
rofíticas y desérticas (Todd y Carriker 1922;
ductiva se presenta entre mayo y junio (Hilty
Strewe y Navarro 2004). También es posible
y Brown 2001).
encontrarlo en matorral árido, especialmente
en macizos espinosos (Hilty y Brown 2001).
amenazas
Recientemente se ha observado en el bosque
subxerofítico del SFF Los Flamencos, matorral Esta especie es comercializada en los merca-
subxerofítico en los alrededores de la laguna dos de mascotas nacional e internacionalmente
Buena Vista y cerca de bahía Portete, en man- (Roda et ál. 2003). Corpoguajira lo ha iden-
glar negro y matorral subxerofítico en Musi- tificado como una de las especies con mayor
chi, en manglar negro en bahía Hondita y en presión por comercio ilegal y ha sido decomi-
general en zonas abiertas (A. Morales-Rozo sada en cercanías de Riohacha y otros lugares
obs. pers. 2006). La especie se considera fre- durante los últimos tres años (Castaño 2000).
cuente en su área de distribución en Venezuela Entre 2009 y 2010 se decomisaron 124 indi-
(Stotz et ál. 1996). Sin embargo, actualmente viduos (F. Prieto de Corpoguajira com.per.).

384
cardinalis phoeniceus

Otra de las amenazas es la deforestación para medidas de conservación


hacer carbón y la construcción de cercas (Navarro
tomadas
com. pers). En las zonas de rehabilitación de Ce-
rrejón, entre 2006 y 2010, solo se observaron 34 Existe una población en el complejo de humeda-
individuos en un área de aproximadamente 212 ha les costeros de La Guajira (Franco-Maya y Bravo
(Blanco com. pers.). 2005). Las únicas zonas protegidas para el Car-
denal Guajiro son el SFF Los Flamencos y el PNN
historia de vida Macuira (zona de amortiguación).

No hay información para la especie.

situación de la especie VU A2cd+3cd+4cd


renjifo et ál. 2016 NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)

con la presión generada por el B2 Área de hábitat rema-


eeo tráfico, se estima que probable- nente= 7559 km2; AOO estimada
20 085 km2 mente ha perdido más del 50 % = 2703 km2>2000 km2. El área de
área de hábitat de su población en 10 años y ocupación estimada para la espe-
remanente
que esta tendencia continua- cie supera el umbral de 2000 km2
7559 km2
área remanente
rá en el futuro cercano y en las pero no va mucho más allá. Su
ponderada por idoneidad próximas 3 generaciones estima- distribución está severamente
de hábitat (aoo das en 14.6 años. Es altamente fragmentada como consecuencia
estimada)
2703 km2 recomendable hacer evaluacio- de la pérdida de hábitat (a). De
porcentaje de cambio de
nes de campo de las poblaciones acuerdo a los análisis de pérdida
hábitat 2001-2011 de la especie y sus tendencias de hábitat y a la presión de trá-
- 19.2 % poblacionales. fico encontramos que la especie
porcentaje total de
EN A2cd+3cd+4cd. está disminuyendo en cuanto a
pérdida de hábitat
54.4 % área de ocupación (ii), extensión
una generación criterio b y/o calidad de hábitat (iii), y nú-
4.85 años mero de individuos maduros (v).
3 generaciones
B1 EOO = 20 085 km2 > 20 000
NT B2ab(ii,iii,v).
14.6 años km2. La EOO de la especie es
marginalmente superior al um-
criterio c
bral de 20 000 km2. Su distribu-
criterio a ción está severamente fragmen- Rodríguez-Ferraro y Blake (2008)
Esta especie ha perdido históri- tada como consecuencia de la estimaron la densidad poblacio-
camente 54.4 % del hábitat (se pérdida de hábitat (a). De acuer- nal de C. phoeniceus a través de
consideran hábitats de la especie do a los análisis de pérdida de su distribución en el norte de
arbustal denso y arbustal abier- hábitat y a la presión de tráfico, Venezuela y encontraron que su
to). En un periodo de 10 años encontramos que la especie está densidad variaba fuertemente
(2001–2011) perdió 19.2 % de disminuyendo en cuanto a área como consecuencia de la pre-
su hábitat. Experimenta una de ocupación (ii), extensión y/o sencia o ausencia del tráfico ile-
fuerte presión ocasionada por el calidad de hábitat (iii), y número gal (densidades promedio de 10,
tráfico para animales de jaula. Al de individuos maduros (v). 22, 35, 57, 145 y 409 ind/km2).
combinar la pérdida de hábitat NT B1ab(ii,iii,v). Si se asume la densidad más baja

385
cardinalis phoeniceus

encontrada por estos autores, dado el efecto del


ajuste regional
tráfico ilegal y un AOO estimada = 2703 km2 la
población colombiana de la especie podría estar La especie es un taxón residente reproductivo.
alrededor de 27 000 individuos (>10 000 indi- Dada la continuidad de hábitat con Venezuela,
viduos maduros), por lo cual no parecería estar se estima que la población nacional es objeto de
amenazada con respecto al criterio C. No obstan- inmigración de individuos capaces de subsistir en
te se recomienda nuevamente hacer evaluaciones la región y no se espera que la inmigración dismi-
de campo de los tamaños de sus poblaciones y nuya, por lo menos en el futuro cercano. En con-
tendencias poblacionales. secuencia se recomienda disminuir la categoría de
en un paso.
criterio d
conclusión
No se encuentra amenazada bajo el criterio D.
VU A2cd+3cd+4cd.
NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

386
myiothlypis basilica
© daniel uribe
myiothlypis basilica
arañero de santa marta
santa marta warbler

síntesis de información
sergio córdoba-córdoba

(Todd y Carriker 1922; Hilty y Brown 1986;


ecología
Ridgely y Tudor 1989; Curson et ál. 1994).
Myiothlypis basilica es una especie endémica Esta especie ha sido considerada desde rara
de la SNSM, en Colombia, que se encuentra hasta poco común, aunque localmente pare-
entre los 2100 y 3000 m, aunque principal- ce ser frecuente observarla en la Cuchilla de
mente por encima de los 2300 m (Hilty y San Lorenzo (Todd y Carriker 1922; Hilty y
Brown 1986; Ridgely y Tudor 1989; Renjifo Brown 1986; Ridgely y Tudor 1989; Renjifo
y Salaman 2002). Ha sido registrada en pocas y Salaman 2002; Strewe y Navarro 2004b). Se
localidades: San Pedro-Cuchilla de Cebolleta, le ha observado en bordes densos de bosques
Cuchilla de San Lorenzo y alrededores, en secundarios y en laderas con matorrales (Hilty
Río Frío, La Cumbre, y en Siminchucua, en el y Brown 1986; Renjifo y Salaman 2002), lo
departamento de Magdalena; en el Páramo de cual podría indicar que toleraría una modera-
Mamaronga y Macotama, en el departamento da degradación del hábitat (Renjifo y Salaman
de La Guajira; y en el Río Guatapurí, departa- 2002), pero no hay información sobre esta es-
mento del Cesar (ver Renjifo y Salaman 2002; pecie en sitios con hábitats degradados.
Strewe y Navarro 2004b; Smithsonian Insti- Esta especie se moviliza en parejas o
tution 2010; Biomap 2010). grupos de 3 a 5 individuos que buscan insec-
Habita dentro y en bordes de bosque tos entre el follaje entre 1 y 4 m en matorra-
montano, húmedo y bosque secundario con les densos y con arbustos; a menudo siguen
arbustos densos y hasta bosques enanos; se le bandadas mixtas de furnáridos, tángaras y
encuentra especialmente asociada a chusque reinitas (Hilty y Brown 1986; Strewe y Na-
en el sotobosque. Así mismo, se le observa en varro 2004). Se han observado juveniles en
laderas y cuchillas de montaña con matorrales los meses de agosto y septiembre, y un macho
densos en zonas húmedas y a lo largo de la en condición reproductiva en marzo (Hilty y
vegetación densa de riachuelos y quebradas Brown 1986).

388
myiothlypis basilica

amenazas historia de vida


Aunque podría tolerar algún grado de degradación No hay información para la especie.
del hábitat, la deforestación extensiva a lo largo de
su área potencial de presencia indica que estaría medidas de conservación
principalmente amenazada por pérdida de hábitat. tomadas
La principal causa de esta pérdida corresponde a la
La SNSM ha sido nombrada como Reserva de
tala de bosques y la deforestación para aumentar la
la Biosfera (UICN). Además, el PNN SNSM (ca.
ganadería en la zona, al igual que la plantación de
3830 km2) protege legalmente parte de los bos-
cultivos agrícolas y de pino (Pinus spp.). La ver-
ques, principalmente hacia las zonas altas de la
tiente norte de la Sierra es la más degradada y es
Sierra. Sin embargo, la protección de muchos de
donde se encuentra la mayor proporción del área
los bosques a mediana altura se encuentran ame-
de distribución de esta especie (Renjifo y Salaman
nazados (Renjifo y Salaman 2002).
2002; BirdLife International 2009j).

situación de la especie EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i)


renjifo et ál. 2016

Por las razones señaladas en el


criterio a eoo
4162 km 2 párrafo anterior se considera que
Históricamente se ha perdido el área de hábitat la especie continua declinando
47.6 % de los bosques dentro de remanente en cuanto a la extensión y/o
la distribución de la especie. Más 462 km2
calidad de hábitat (iii) y número
recientemente, en un periodo porcentaje de cambio de
de individuos maduros (v).
hábitat2000-2010
de 10 años, esta tendencia se re- 6.12 % EN B1ab(iii,v).
virtió con una recuperación de porcentaje total de B2 Área de hábitat rema-
la cobertura boscosa del 6.12 %. pérdida de hábitat
nente = 462 km2 < 500 km2. La
47.6 %
La estimación del cambio de la especie tiene una distribución
una generación
cobertura boscosa en la región severamente fragmentada como
3.9 años
de la SNSM representa un reto 3 generaciones consecuencia de la transforma-
importante debido a la existen- 11.7 años ción del paisaje (a). Por las ra-
cia de bosques deciduos y semi-
zones señaladas en la evaluación
deciduos que dificultan la inter- especie continúa disminuyendo. del criterio A se considera que la
pretación de imágenes cuando No obstante, la especie no se especie continúa declinando en
estas provienen de diferentes acerca a los umbrales de riesgo cuanto a la extensión y/o cali-
épocas del año. Por otra parte, bajo el criterio A. dad de hábitat (iii) y número de
información recientemente ge-
individuos maduros (v).
nerada por el Ideam indica que criterio b EN B2ab(iii,v).
la SNSM es en la actualidad uno
de los hotspots de deforestación B1 EOO = 4162 km2 < 5000
km2. La especie tiene una dis- criterio c
del país (G. Galindo com. pers.
febrero 2014). Por esta razón, tribución severamente fragmen- No hay estimaciones de densida-
y por criterio de precaución, se tada como consecuencia de la des poblacionales para la especie,
considera que la población de la transformación del paisaje (a). pero sí las hay para varias especies

389
myiothlypis basilica

cercanamente emparentadas en bosques montanos del hábitat se estima que las poblaciones locales al-
así: 10 y 100 ind/km2 para Myiothlypis nigrocristata bergan menos de 250 individuos.
y M. luteoviridis respectivamente (Cresswell et ál. EN C2a(i).
1999) y para Basileuterus melanogenys 59, 37 y
5 ind/km2 (en disturbio bajo, intermedio y alto criterio d
respectivamente, según Gomes et ál. 2008). Asu- La especie no califica como amenazada bajo el
miendo conservadoramente las densidades pobla-
criterio D.
cionales más bajas para las especies cercanas (5 ind/
km2 y 10 ind/km2) y el área de hábitat remanente ajuste regional
(462 km2), la población de la especie estaría entre
2300 y 4600 individuos, claramente por debajo del La especie es endémica de Colombia por lo cual
umbral de 10 000 individuos maduros y probable- no es necesario hacer un ajuste regional.
mente por debajo del umbral de 2500 individuos
conclusión
maduros. Se estima que la población de la especie
continúa disminuyendo y debido a lo fragmentado EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i).

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

390
myiothlypis conspicillata
© daniel uribe
myiothlypis
conspicillata
arañero embridado
white-lored warbler

síntesis de información
christian olaciregui y esteban botero-delgadillo

ecología Es un ave principalmente insectívora que


se observa en el sotobosque y estratos bajos del
Myiothlypis conspicillata es una especie restrin- bosque y ocasionalmente en el suelo (López-
gida a la SNSM, en donde se distribuye en las Lanús y Renjifo 2002b). También puede verse
tres vertientes de este macizo montañoso. Se en matorrales densos y rastrojos con enredade-
ha registrado entre 450 y 2600 m, dependien- ras (López-Lanús y Renjifo 2002b) y Chusquea
do de la localidad, principalmente en bosques sp. (K. Certuche com. pers.; E. Botero-Delga-
subandinos y en menor medida en la parte dillo obs. pers.), es decir, frecuenta distintos
baja de los andinos (Hilty y Brown 1986; Ló- hábitats siempre y cuando haya un sotobosque
pez-Lanús y Renjifo 2002b; Strewe y Navarro relativamente espeso. Forrajea activamente en
2003; W. Naranjo com. pers.; C.  Olaciregui parejas o grupos pequeños y se une a bandadas
obs. pers.). Aunque es común en distintos mixtas con presencia de otros Parúlidos, como
hábitats, como bosques primarios, bordes de Basileuterus rufifrons, B. culicivorus, Myiobo-
bosque y zonas de crecimiento secundario rus flavivertex y M. miniatus, así como Atla-
y plantaciones de café con sombrío (López- petes melanocephalus, Cranioleuca hellmayri y
Lanús y Renjifo 2002b; Strewe y Navarro Anabacerthia striaticollis (Strewe y Navarro
2004b), es más frecuente en bosques muy hú- 2004b; C. Olaciregui obs. pers.). Las parejas
medos. Se cree que es tolerante a cierto grado y grupos familiares no presentan movimientos
de degradación del hábitat (Strewe y Navarro estacionales y no se han observado movimien-
2004b), pero es más común en bosques en tos altitudinales evidentes (E. Botero-Delgadi-
buen estado de conservación. Es una de las llo y C. Olaciregui, obs. pers).
especies endémicas de la SNSM más comunes La época de anidación se presenta hacia
en las zonas de vida premontanas (Strewe y los inicios de la temporada lluviosa (abril-mayo);
Navarro 2004b; C. Olaciregui obs. pers.). los registros de individuos en condición re-

392
myiothlypis conspicillata

productiva se han hecho en- Esta especie está ausente La regeneración natural forma
tre abril-junio (Hilty y Brown de áreas donde no hay sotobos- rastrojos y arbustales densos en
1986; Asociación Selva, datos que continuo, por lo cual prácti- sus primeras sucesiones que ofre-
no publicados); un individuo fue cas como la ganadería extensiva cen hábitats apropiados para el
observado realizando un desplie- afectan sus poblaciones (BirdLi- uso del Myiothlypis conspicillata
gue de ala rota, lo que suele ser fe International 2009f; C. Olaci- y contribuyen a la conectividad
un fuerte indicio de anidación, a regui obs. pers.). En la Cuchilla entre los ecosistemas alterados y
principios de abril (C. Olaciregui de San Lorenzo la presencia de los bosques nativos.
obs. pers.). plantaciones de árboles exóticos Otra experiencia que ha
e invasores también perjudican sido beneficiosa para Myiothlypis
amenazas a esta ave debido a la ausencia conspicillata involucra el mane-
de sotobosque (C. Olaciregui jo de un corredor de conserva-
En 1998 se estimó que solo
obs. pers.). ción en la cuenca del río Tori-
quedaba 15  % de la cobertura
vegetal original de la SNSM. Esta bio, liderado por la Alianza para
situación fue resultado de los in- historia de vida Ecosistemas Críticos y diseñado
tensos procesos de deforestación dentro de un gradiente altitudi-
No hay información para la
y alteración de la vegetación nal de 300 hasta 2600 m, como
especie.
asociados a prácticas agrícolas interconexión de mosaicos de
inadecuadas y cultivos ilícitos. ecosistemas naturales y agrofo-
medidas de
Al igual que para las otras espe- restales. La implementación del
conservación
cies endémicas de la Sierra, estos corredor se realizó a través del
tomadas establecimiento de viveros de es-
procesos de deforestación en
varios de los flancos del macizo, La especie se encuentra protegi- pecies nativas, maderables y fru-
especialmente en la cara suro- da en varias áreas de conserva- tales para la diversificación de los
riental, constituyen una amena- ción de índole estatal y privada: agroforestales y para la reforesta-
za para su supervivencia (López- PNN SNSM, RNA El Dorado, Esta- ción de áreas críticas. El proyecto
Lanús y Renjifo 2002b). Luego, ción Experimental San Lorenzo, ha manejado 69 nacimientos de
la Fundación Prosierra (2004) Reserva La Cumbre, Santuario agua, 308 ha de cultivos agrofo-
con información satelital obteni- de Vida Silvestre Los Besotes, restales con sombra diversificada,
da entre los años 2001 a 2003 Reserva El Congo, Reserva Fo- 101 ha de áreas de reforestación
pudo evidenciar el estado de la restal Protectora Jirocasaca y y 182  ha de áreas liberadas para
conservación de los bosques y la Reserva Forestal Productora la recuperación y la conservación
rastrojos en el cinturón medio y Protectora Jirocasaca. de hábitat.
alto del macizo con una marca- La eliminación de árboles La SNSM ha sido identifica-
da recuperación en la cara suro- introducidos (Pinus spp. y Cu- da como uno de los sitios más
riental y una degradación de los pressus lusitanica) en la cuchilla importantes para proteger en el
mismos en la ladera surocciden- de San Lorenzo, llevada a cabo mundo, según la Alianza para la
tal. Se observó una cobertura de por la Fundación ProAves en la Cero Extinción o AZE (por sus
bosque cercana a 32 % en todo el Reserva El Dorado, ha propicia- siglas en inglés) (Ricketts et  ál.
macizo. Sin embargo, cabe acla- do la restauración de los hábitats 2005), por lo cual se espera
rar que una parte de los hábitats nativos a través de la regenera- que el manejo del PNN SNSM y la
y ecosistemas ocupados por esta ción natural y reforestación con protección y restauración de sus
especie se encuentran desprote- especies nativas (p. ej. Ceroxylon áreas de amortiguación se con-
gidos y corresponden al área de ceriferum, Clusia sp., Croton sp. solide. Myiothlypis conspicillata
amortiguación del PNN SNSM. y Paragynoxys martingrantii). se encuentra dentro de cuatro

393
myiothlypis conspicillata

AICA:
Valle de San Salvador (CO004), Cuchilla de San Lorenzo (CO005), Valle del Río Frío (CO007) y
Ecoparque Los Besotes (CO010) (Franco y Bravo 2005).

situación de la especie VU B1ab(iii,v)


renjifo et ál. 2016

B2 Área de hábitat remanente = 3091 km2 >


criterio a
2000 km2. La especie no se encuentra amenazada
Históricamente se ha perdido el 60.2 % de los bajo el subcriterio B2.
bosques dentro de la distribución de la especie.
Más recientemente, en un periodo de 10 años esta criterio c
tendencia se ha revertido con una recuperación de
No hay estimaciones de densidades poblacionales
la cobertura boscosa de 4.9 %. La estimación del
para la especie, pero sí las hay para varias especies
cambio de la cobertura boscosa en la región de
del mismo género en bosques montanos así: 10 y
la SNSM representa un reto importante debido a
100 ind/km2 para M. nigrocristata y M. luteovir-
la existencia de bosques deciduos y semideciduos
idis respectivamente (Cresswell et ál. 1999) y para
que dificultan la interpretación de imágenes cuan-
Basileuterus melanogenys 59, 37 y 5 ind/km2 (en
do estas provienen de diferentes épocas del año.
disturbio bajo, intermedio y alto respectivamente
Por otra parte, información recientemente genera-
según Gomes et ál. 2008). Asumiendo conserva-
da por el Ideam indica que la SNSM es en la actua-
doramente las densidades poblacionales más bajas
lidad uno de los hotspots de deforestación del país
para las especies cercanas (5 ind/km2 y 10 ind/
(G. Galindo com. pers. febrero 2014). Por esta ra-
km2) y el área de hábitat remanente (3091 km2)
zón, y por criterio de precaución, se considera que
la población de la especie estaría entre 15 450 y
la población de la especie continúa disminuyendo.
30 900 individuos. Esto se encuentra por enci-
No obstante, la especie no se acerca a los umbrales
ma del umbral de 10 000 individuos maduros.
de riesgo bajo el criterio A.
La especie no califica como amenazada bajo el
criterio C.
criterio b
B1 EOO = 12 611 km2 < 20 000 km2. eoo criterio d
12 611 km2
La especie tiene una distribución se- La especie no califica como amena-
área de hábitat
veramente fragmentada como con- remanente zada bajo el criterio D.
secuencia de la transformación del 3091 km2
paisaje (a). Por las razones señala- porcentaje de cambio ajuste regional
das en la evaluación del criterio A de hábitat 2000-2010
4.9 % La especie es endémica de Colombia
se considera que la especie continúa
porcentaje total de por lo cual no es necesario hacer un
declinando en cuanto a la extensión pérdida de hábitat
ajuste regional.
y/o calidad de hábitat (iii) y número 60.2 %
de individuos maduros (v). una generación
conclusión
3.9 años
VU B1ab(iii,v).
3 generaciones VU B1ab(iii,v).
11.7 años

394
myiothlypis conspicillata

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

395
basileuterus ignotus
© robin h. schiele
basileuterus ignotus
arañero del pirré
pirre warbler

síntesis de información
sergio córdoba-córdoba y luis miguel renjifo

nalmente se asociaban con otras aves. No se


ecología registraron cantos en febrero ni julio de 1982,
pero se observaron adultos alimentando vo-
Basileuterus ignotus ha sido registrada entre
lantones en julio (Robbins et ál. 1985). No se
1200 y 1650 m en la región del Darién co-
conoce nada de su dieta pero probablemente
lombopanameño en los cerros Tacarcuna y Pi-
es insectívoro.
rré (Wetmore et ál. 1984; Ridgely y Gwynne
1989; Ridgely y Tudor 1989; Wege y Renjifo
2002b). Habita en el sotobosque de los bos- población
ques húmedos enanos (Robbins et ál. 1985; La estimación poblacional indirecta es de 1000
Ridgely y Tudor 1989; BirdLife International a 2499 individuos a partir de estimaciones de
2009m). Se conoce muy poco de su ecología otros dos congéneres en el Ecuador (Cresswell
y la especie es muy poco conocida en Colom- et ál. 1999; BirdLife International 2009m).
bia (Ridgely y Tudor 1989; Wege y Renjifo
2002b). No se conoce su tolerancia a la trans- amenazas
formación del paisaje.
No presenta amenazas inmediatas, aunque su
Se le ha considerado poco común, aun-
pequeña distribución geográfica lo hace vul-
que es localmente frecuente en Panamá, arriba
nerable. Gran parte de su área de distribución
de Cana (cerro Pirré), donde fue observado
es inaccesible y está protegida, pero la posible
con relativa frecuencia por encima de 1400 m
construcción de la carretera a través del Da-
en bosques enanos (Robbins et ál. 1985; Rid-
rién es una amenaza (Wege y Renjifo 2002b).
gely y Gwynne 1989; BirdLife International
2009m). Los individuos fueron observados a
historia de vida
alturas de 2 a 10 m sobre el suelo, alimentán-
dose aislados de otras especies, aunque ocasio- No hay información para la especie.

397
basileuterus ignotus

medidas de conservación tomadas


El PNN Katíos solo protege hasta 600 m de altura, por lo tanto no incluye la distribución conocida de la
especie. La parte panameña está incluida en el Parque Nacional Darién, pero la protección legal no ha evi-
tado la pérdida de hábitat a menores elevaciones (Wege y Renjifo 2002b; BirdLife International 2009m).

EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)
situación de la especie VU D1
renjifo et ál. 2016 NT D2

y en número de individuos ma- pectivamente (Cresswell et ál.


criterio a
duros (v). 1999). Asumiendo las densida-
Esta especie ha perdido el 11.6 % EN B2ab(iii,v). des poblacionales del Ecuador
de su hábitat históricamente y como referente para las densida-
en diez años recuperó un 5.6 % criterio c des de un Basileuterus montano y
del hábitat perdido. Tomando área de hábitat de la especie 32.9
la pérdida de hábitat como un No existen estimaciones de den-
km2, la población colombiana
indicador de la disminución de sidad poblacional para esta es-
de la especie estaría entre 329 y
la población la especie no se pecie pero sí para varios congé-
3290 individuos. Si por criterio
acerca a los umbrales de amena- neres, incluyendo estimaciones
de precaución se toma el número
za bajo el criterio A. en las tierras bajas de Bolivia: B.
más bajo la población nacional,
culicivorus 54, 36 y 32 ind/km2
estaría por debajo del umbral de
(en bosque intacto, entresaca-
criterio b 2500 individuos, incluso el nú-
do y quemado respectivamente
B1 EOO = 90 km2 < 100 km2. mero más alto no se encuentra
(Woltmann 2003)). En las tierras
La especie tiene una distribu- por encima de 2500 individuos.
bajas de Paraguay B. culicivorus y
ción naturalmente fragmentada Se estima que la población de la
B. leucoblepharus se estiman 138
en las serranías de la frontera especie está disminuyendo (C2)
y 42  ind/km2 respectivamente
colombopanameña (a) y parece debido a la pérdida de hábitat
(Cockle 2005). En bosques an-
haber ocurrido alguna pérdida y que un 95 % de los individuos
dinos del Ecuador 10 y 100 ind/
de hábitat. La especie está decli- hacen parte de una misma pobla-
km2 para Myiothlypis nigrocrista-
nando (b) al menos en cuanto a ción (véase mapa de distribución
ta y Myiothlypis luteoviridis res-
área y/o calidad de hábitat (iii) de la especie) (a(ii)).
y en número de individuos ma- EN C2a(ii).
eoo
duros (v). 90 km2
CR B1ab(iii,v). criterio d
área de hábitat
B2 Área de hábitat rema- remanente La especie parece tener una po-
nente = 32.9 km2 < 500 km2 . La 32.9 km2
blación por debajo del umbral
porcentaje de cambio
especie tiene una distribución de 1000 individuos y hay una
de hábitat2000-2010
naturalmente fragmentada en 5.6 % amenaza aparente para la especie
las serranías de la frontera co- porcentaje total de representada en pérdida de hábi-
lombopanameña (a) y parece pérdida de hábitat
tat (D1), el hábitat de la especie
11.6 %
haber ocurrido alguna pérdida se encuentra cerca del umbral de
una generación
de hábitat. La especie está decli- 3.9 años 20 km2 (D2).
nando (b) al menos en cuanto a 3 generaciones VU D1.
área y/o calidad de hábitat (iii) 11.7 años. NT D2.

398
basileuterus ignotus

bosques en la frontera de los dos países se encuen-


ajuste regional
tran en buen estado. Por esta razón se recomien-
La especie es un taxón residente reproductor da disminuir la categoría de la especie en un paso.
del país. Su población nacional hace parte de un
mismo continuo geográfico con las poblaciones conclusión
panameñas, razón por la cual se estima que sí es EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
objeto de inmigración desde ese país. No se es- VU D1.
pera que la inmigración disminuya dado que los NT D2.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

399
icterus icterus
© daniel uribe
icterus icterus
turpial real
venezuelan troupial

síntesis de información
néstor raúl espejo, johana edith zuluaga-bonilla y ángela maría amaya-villarreal

(Zuluaga-Bonilla 2006). En esta zona se les ha


ecología
observado cantando desde las ramas altas de los
En Colombia, esta especie se encuentra históri- eucaliptos (J. E. Zuluaga obs. pers.). Este re-
camente en La Guajira (I. icterus ridgwayi), en gistro podría representar una ampliación de su
Arauca (I. icterus metae) y norte de Vichada (I. ámbito altitudinal (Zuluaga-Bonilla 2006). En
icterus  icterus), principalmente por debajo de la sabana de Bogotá se observa frecuentemente
400 m pero hasta 700 m de elevación (Hilty desde el año 2006 en el parque metropolitano
y Brown 1986; Hilty 2003; Ridgely y Tudor Simón Bolívar y el Jardín Botánico “José Ce-
2009). Se encuentra también en el Atlántico y lestino Mutis” (N. Espejo obs. pers.). También
sur de Córdoba (H. Oliveros com. pers.). se ha registrado en el humedal de Córdoba (B.
Existen registros en departamentos fue- López-Lanus XC57477, accesible en www.xe-
ra de su distribución natural, como Boyacá, no-canto.org/57477, Xeno-canto 2014), y en
Cundinamarca, Santander, Antioquia y Casa- una ocasión se observó un individuo durante
nare. Es posible que dichas poblaciones corres- varios días consecutivos en los jardines de un
pondan a individuos escapados de cautiverio barrio circundante al humedal (A. M. Amaya-
(G.  Stiles com. pers.) pero no hay que des- Villarreal obs. pers. 2008). En Zapatoca, San-
cartar la posibilidad de que se haya tratado de tander se han registrado individuos desde el
dispersión natural de la especie (Zuluaga-Bo- año 2008 (S. Valderrama XC139473, accesible
nilla 2006). En Boyacá, O. Cortés-Herrera re- en www.xeno-canto.org/139473, Xeno-can-
gistró 2 individuos en el 2008, en bosque xe- to 2014). Cerca de esta localidad, en el bos-
rofítico de la vereda La Costa, municipio de que seco a lo largo del río Suárez (cañón del río
Soatá, donde consumían frutos de un cactus Suárez) esta especie fue registrada cantando fre-
(Hylocereus sp.). También hay registro de una cuentemente al punto de considerarse bastante
pareja de esta especie, a 2699 m, en Tunja, cer- común en el 2011, tanto como el I. nigrogularis
ca al humedal artificial de la finca El Capitolio (G. Stiles com. pers.). En Antioquia, se observó

401
icterus icterus

en el año 2013, una pareja a orillas del río Magdalena península de Paraguaná y en la península de Maca-
en Puerto Nare (J. E. Zuluaga-Bonilla obs. pers.). nao (Isla Margarita), Venezuela, los tamaños de ni-
En San Luis de Palenque, Casanare, existen regis- dada son de 2.83±0.41 (N=6) (Lindell y Bosque
tros del 2012 de una pareja escapada, que habita 1999). En las poblaciones de la Orinoquia (icte-
parques y plazas en medio del casco urbano (S. Suá- rus y metae) es más común la piratería de nidos y
rez com. pers.). remoción de huevos y polluelos de otras aves, es-
Las poblaciones de los Llanos colombovene- pecialmente de Pitangus sulphuratus, Cacicus sp.
zolanos (Icterus icterus icterus e I. icterus metae), y Phacellodomus rufifrons (Skutch 1969; Pearson
habitan bosques de galería, áreas abiertas con ár- 1974; Hilty y Brown 1986; Cruz y Andrews 1989;
boles aislados cerca al agua y plantaciones frutales, Lindell y Bosque 1999; Ridgely y Tudor 2009).
principalmente de mango (Manguifera indica) y Es una especie tolerante a la transformación
zapote de carne (Manilkara zapota) (Hilty 2003; del paisaje y modificación del hábitat (Parker et ál.
McNish 2007). En el norte de Colombia y Vene- 1996) y en la mayoría de su distribución es local-
zuela (I. i. ridgwayi), es muy abundante en mato- mente común (Hilty y Brown 1986; Hilty 2003).
rrales xerofíticos con cactus arborescentes (Meyer El tamaño de la población global no ha sido
de Schauensee y Phelps Jr 1978; Hilty y Brown cuantificada (Bird Life International 2014b), pero
1986; Hilty 2003). Se ha registrado en áreas abier- existen estimativos de su densidad poblacional en
tas con arbustos dispersos, cultivos, parques y jar- matorrales secos en las siguientes localidades del
dines (Restall et ál. 2007). norte de Venezuela: las penínsulas de Paraguaná
Forrajea en parejas o grupos pequeños, in- (0.43±0.11 ind/ha) y Macanao (0.53±0.13 ind/
cluso con otras especies como Icterus nigrogula- ha), tierras bajas de Lara (0.43±0.12 ind/ha) y Fal-
ris, principalmente en estratos medios y altos, y a cón (0.66±0.15) (Rodríguez-Ferraro 2008; Ro-
veces en zonas abiertas (Ridgely y Tudor 2009) dríguez-Ferraro y Blake 2008). Para Colombia no
y cactáceas (Hilty y Brown 1986; Zuluaga-Boni- hay dichas estimaciones, pero en las poblaciones de
lla 2006). Su amplia dieta está constituida por néc- los Llanos (estero del Lipa, Arauca), se observa-
tar de flores de árboles (Pithecellobium saman y ron, en salidas de 15 días entre marzo y mayo, tasas
Erythrina spp.) y cactus (Cereus), frutos silvestres de detección mensuales de ca. 1.62±0.5 individuos
(Opuntia) y cultivados (p.e. Annona, Carica), se- por salida (N. Espejo, datos no publicados).
millas de pastos (p.e. Andropogon), artrópodos (co-
amenazas
leópteros e himenópteros) y pequeños vertebrados
(Skutch 1969; Hilty y Brown 1986; Hilty 2003.). En Venezuela, se encuentra entre las especies favo-
Su temporada reproductiva ocurre entre mar- ritas de aves enjauladas (Hilty 2003; McNish 2007;
zo y diciembre, tanto en época seca como de llu- Restall et ál. 2007; Ridgely y Tudor 2009), pero
vias (Thomas 1979). Es territorial y probablemente no hay mucha información sobre el posible impac-
monógama, por lo que el cuidado y alimentación to que tenga su captura y comercialización sobre
de los polluelos es realizado por ambos sexos (Lin- las poblaciones silvestres (J. Pérez Emán com.
dell y Bosque 1999; Ascanio 1997). Es el único ic- pers.). En el departamento de Arauca, Colombia,
térido que no duerme en medio de la vegetación, es una especie muy perseguida para ser usada como
sino en dormitorios (Skutch 1996). La subespecie mascota (McNish 2007; N. Espejo obs. pers.). Es
ridwayi construye un nido poco profundo de fibras posible que los individuos observados en Soatá,
vegetales en cactus (Stenocereus griseus) o arbustos Bogotá y Tunja sean escapados de jaula (Zuluaga-
(Acacia sp., Crescentia cujete), aunque eventual- Bonilla 2006), producto del tráfico ilegal.
mente puede utilizar nidos abandonados de otras
historia de vida
especies (p.e. Sinallaxis albescens, Mimus gilvus e
I. nigroularis) (Skutch 1969; Lindell 1996). En la No hay información para la especie.

402
icterus icterus

medidas de conservación tomadas


No hay medidas de conservación dirigidas específicamente para esta especie. I. icterus ridgwayi está en el
área de amortiguación del PNN Sierra Nevada de Santa Marta. I. icterus metae está en el AICA Estero del
Lipa (Arauca).

situación de la especie VU A2cd+3cd+4cd; C1


renjifo et ál. 2016

recomendable hacer evaluacio- evaluaciones de campo de las


eoo
nes de campo del tamaño de sus poblaciones de la especie y sus
87 755 km2
poblaciones y sus tendencias po- tendencias poblacionales.
área de hábitat
remanente blacionales.
9608 km2 VU A2cd+3cd+4cd. criterio c
área remanente B1 EOO = 87 755 km2 >
ponderada por Rodríguez-Ferraro y Blake (2008)
idoneidad de hábitat
20 000 km2. No califica como
estimaron la densidad poblacio-
(aoo estimada) amenazada bajo el subcriterio B1.
5210 km2 nal de Icterus icterus a través de su
B2 Área de hábitat rema-
porcentaje de cambio distribución en el norte de Vene-
nente = 9608 km2; área rema-
de hábitat 2001-2011 zuela y encontraron que su den-
-10.3 % nente ponderada por idoneidad
sidad variaba fuertemente como
porcentaje total de hábitat (AOO estimada) =
consecuencia de la presencia o
de pérdida de hábitat 5210 km2. La especie podría ha-
61.7 %
ber sido extirpada de parte de su ausencia del tráfico ilegal (den-
una generación
distribución como consecuencia sidades promedio de 2, 43, 53,
desconocido
del efecto combinado de la pér- 66 ind/km2). Si se asume la den-
dida de hábitat y el tráfico. Por sidad más baja encontrada por es-
criterio a esta razón su área de ocupación tos autores y un AOO estimada =
no es estimable sin tener mejor 5210 km2, la población colom-
Esta especie ha perdido históri- biana de la especie podría estar
información de campo. Podría
camente un 61.7 % del hábitat alrededor de 10 400 individuos.
encontrarse amenazada bajo este
(se consideran como hábitats de Al tomar en cuenta que podría
subcriterio, si se toma en cuenta
la especie arbustales y bosque). estar extirpada de parte de su dis-
que su distribución está severa-
En un periodo de 10 años (2001 tribución, se estima que la pobla-
mente fragmentada como con-
– 2011) perdió un 10.3 % de su ción nacional es inferior a 10 000
secuencia de la pérdida de hábi-
hábitat. Experimenta una fuerte tat (a). De acuerdo a los análisis individuos maduros. La hipótesis
presión ocasionada por el tráfico de pérdida de hábitat y a la pre- de una eventual extirpación de
para animales de jaula. Al com- sión de tráfico, encontramos que regiones en donde se encontraba
binar la pérdida de hábitat con está disminuyendo en cuanto a antes toma fuerza si se observa
la presión generada por el tráfi- área de ocupación (ii), extensión la gran escasez de registros de la
co, se estima que probablemen- y/o calidad de hábitat (iii), y nú- especie en fuentes como e-Bird,
te ha perdido más del 30 % de mero de individuos maduros (v). a pesar de ser una especie conspí-
su población en 10 años y que La especie no es evaluable para cua y de muy fácil identificación.
esta tendencia continuará en los el subcriterio B2. De nuevo, es Se desconoce la estructura po-
próximos 10 años. Es altamente altamente recomendable hacer blacional del Turpial real pero se

403
icterus icterus

estima que el efecto combinado ajuste regional gración desde ese país podría
de la pérdida de hábitat y el tráfi- verse disminuida. Se recomienda
co han ocasionado una reducción Es un taxón residente repro- no reducir la categoría obtenida.
poblacional estimada en mucho ductivo, dada la continuidad de
más del 10 % en 10 años. Se con- hábitat con Venezuela se esti- conclusión
sidera como vulnerable bajo este ma que la población nacional VU A2cd+3cd+4cd; C1.
criterio, pero información de es objeto de inmigración de in-
campo podría indicar que podría dividuos capaces de subsistir en
encontrarse en peligro. Colombia. Dado que la especie
VU C1. es objeto de tráfico también en
ese país y que dicho tráfico ha re-
criterio d ducido la densidad de población
No se encuentra amenazada bajo en algunas regiones (Rodríguez-
el criterio D. Ferraro y Blake  2008), la inmi-

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

404
icterus leucopteryx
© daniel uribe
icterus leucopteryx
turpial jamaiquino,
turpial caribeño
jamaican oriole

síntesis de información
jaime andrés suárez mejía y diego a. carantón

ecología El Turpial Jamaiquino es catalogado


como omnívoro (Brown y Sherry 2006). Sus
Icterus leucopteryx es un especie con distribu- hábitos de forrajeo incluyen consumo direc-
ción restringida a Jamaica y San Andrés (Co- to de frutos y algunas semillas, inspección
lombia), islas del Caribe. También habitó la de troncos y ramas removiendo pedazos de
isla de Gran Caimán (Islas Caimán), donde se corteza con el pico, e inspección de hojas en
considera extinta desde mediados del siglo XX busca de presas escondidas como artrópodos y
(Fraga 2011b). La mayor parte de su población otros insectos o pequeños vertebrados. Tam-
se encuentra en Jamaica, allí habita bosques bién visita flores para el consumo de néctar
húmedos y montanos, desde la costa hasta los (Cruz 1974; Fraga 2011b). Se destaca la pre-
sistemas montañosos. Frecuenta jardines y ra- ferencia por los amentos de Cecropia peltata
ramente es observado en ecosistemas de man- y también por los frutos de Ficus trigonata
glar (Fraga 2011b). En Jamaica es considerada en determinadas temporadas del año (Cruz
una especie común y ampliamente distribuida, 1974). Se alimenta del néctar y frutos de los
suele congregarse para descansar y se mueve géneros Miconia, Clusia, Bursera, Guapira,
principalmente en grupos familiares o en pare- Trophis, Pithecellobium y Trichilia, y también
jas (Schulemberg 2010; Fraga 2011b). de frutas cultivadas como papayas y naranjas
En San Andrés se ha registrado en todas (Brown y Sherry 2006; Fraga 2011b). En Ja-
las coberturas vegetales identificadas en la isla, maica la época reproductiva va desde marzo
entre las que se cuentan Bosque ralo, Bosque hasta junio, y en San Andrés abarca los pri-
denso (definido como Bosque seco Tropical meros meses del año que corresponden a los
Bs-T), vegetación de matorral y arbustiva, más secos (Fraga 2011b; Pacheco 2012). Esta
manglar y Cultivos-Jardines (Moreno y De- época se asocia a una mayor oferta de recursos
venish 2003; Pacheco 2012; Moreno com. para los juveniles (Pacheco 2012). El macho y
pers.). la hembra construyen el nido colgante en for-

406
icterus leucopteryx

ma de bolsa, tejido de materiales flexibles como está restringida, podría resultar en una rápida re-
fibras de hojas de palmas, pelos de caballo y hojas ducción en el número de individuos.
de Tyllandisia usneoides, generalmente suspendi-
do de una rama o entre dos ramas paralelas (Fra- amenazas
ga 2011b). Las hembras ponen de tres a cinco
La isla de San Andrés presenta una presión muy
huevos y los polluelos son alimentados por ambos
fuerte sobre los hábitats naturales, debido a la
padres (Fraga 2011b).
alta densidad poblacional humana. Estas presio-
En Jamaica es reportada como presa de con-
nes afectan la fauna, especialmente a las especies
sumo por parte de Tyto alba, sin embargo, lo es con distribución restringida, como es el caso de
en una proporción muy baja (McFarlane y Garrett Icterus leucopteryx. La extensión de los hábitats
1989); en San Andrés no se conocen depredado- naturales de la isla que aún se mantienen es muy
res naturales. pequeña y aquellos que no han sido urbanizados
No se conocen estudios sobre su densidad o transformados con proyectos turísticos, han
poblacional, pero durante censos sobre la avifauna sido alterados para actividades agrícolas como el
de la isla de San Andrés, entre diciembre de 2001 cultivo de palma de coco (Birdlife 2015d).
y marzo del 2002, se registraron 74 individuos a Las amenazas más fuertes sobre los eco-
través de puntos de conteo, con un porcentaje de sistemas en San Andrés son la deforestación, las
detección de 78 %. Hasta cinco individuos fueron quemas de coberturas vegetales, la contaminación
reportados por día y, aunque se observó en todos con residuos sólidos y líquidos, las especies intro-
los ecosistemas, el mayor número de registros se ducidas, el turismo intensivo y en menor medi-
obtuvo en el manglar (Moreno y Devenish 2003; da la ganadería (Pacheco 2012; Birdlife 2015d).
Moreno com. pers.). Al parecer el manglar es el Además los hábitats naturales están altamente
hábitat que presenta mejores condiciones en San fragmentados (Birdlife 2015d). También se deben
Andrés debido a la oferta constante de alimento considerar las eventuales catástrofes naturales que
y agua dulce (Pacheco 2012). En la isla se siguió son comunes en el Caribe (Franco y Bravo 2005).
un programa de monitoreo y anillamiento entre Se considera que los sectores del sur de la isla de
los años 2003 y 2010 con 21 estaciones de mues- San Andrés requieren mayor atención y se encuen-
treo permanentes; durante este lapso de tiempo tran en mayor riesgo por el aumento de proyectos
se anillaron 121 individuos de I. leucopteryx en turísticos (Pacheco 2012).
los diferentes hábitats. Los sexos y las edades
de la mayoría no fueron determinados (Pacheco historia de vida
2012). Durante el I Curso Avanzado de Técnicas
No hay información para la especie.
de Anillamiento de Aves Silvestres realizado en
San Andrés del 25 de octubre al 7 de noviembre
medidas de conservación
de 2005, 4 individuos fueron capturados y anilla-
dos en una de las estaciones ubicada en bosque tomadas
ralo (D. Carantón obs. pers). El archipiélago de San Andrés, Providencia y San-
La especie es susceptible a la deforestación y ta Catalina hace parte desde el año 2000 de la
a la destrucción de su hábitat, amenazas que lle- Reserva de la Biosfera Seaflower (Birdlife 2015d).
varon a la extinción de la población de Gran Cai- Las reservas de la biosfera están reconocidas inter-
mán (Johnston 1969; Birdlife 2015d). El hecho nacionalmente y permanecen bajo la soberanía de
de que se extinguiera en esta isla que cuenta con cada país. Entre los criterios de selección científico,
una extensión mayor a la de San Andrés podría se encuentra la presencia de algunas especies de
indicar que una reducción en la disponibilidad de aves endémicas y/o con distribución restringida
recursos en la isla colombiana, donde la especie como es el caso del Turpial Jamaiquino, además la

407
icterus leucopteryx

zona está establecida como un AICA (Franco y Bravo 2005). Desde el año 2006 existe la Reserva Natural
Chincherry (Pacheco 2012).

situación de la especie CR B1ab(iii,v)


EN B2ab(iii,v)
renjifo et ál. 2016 VU D2

tural en la isla se estima que la blemente precisa del tamaño de


eoo
43.4 km2
especie está experimentando una la población. Es necesaria una
área de hábitat
reducción en el área o calidad de evaluación del tamaño y ten-
remanente su hábitat (iii) y en el número dencia poblacional.
21 km2 de individuos maduros (v). No
porcentaje total de
obstante la evidencia de esta re- criterio d
pérdida de hábitat
22.9 % ducción de población es tenue y
San Andrés es la única localidad
una generación debería ser verificada en campo.
para la especie en Colombia y se
4.2 años CR B1ab(iii,v).
encuentra en una región frecuen-
3 generaciones B2 Área de hábitat rema-
12.6 años temente afectada por huracanes,
nente = 21 km2 < 500 km2. I.
lo cual se constituye en una ame-
leucopteryx no solo tiene un área
naza posible, con un impacto
de ocupación inferior a 500 km2,
criterio a severo sobre la población de la
sino que se encuentra en una
especie. Se encuentra amenazada
Ha perdido el 22.9 % de su há- sola localidad en Colombia (a).
bajo el subcriterio D2.
bitat históricamente. Si se toma Se encuentra principalmente en
VU D2.
la pérdida de hábitat como un áreas boscosas de la isla y en jar-
indicador de la disminución de dines y cultivos (véase síntesis
ajuste regional
la población, la especie no se de información de la especie).
acerca a los umbrales de amena- Dada la progresiva reducción de Es un taxón residente que se re-
za bajo el criterio A. la vegetación natural en la isla, produce en el país. La población
se estima que la especie está ex- nacional se encuentra en una
criterio b perimentando una reducción en única localidad y, dada la distan-
el área o calidad de su hábitat cia a la población en Jamaica, se
B1 EOO = 43.4 km2 < 100 km2
(iii) y en el número de indivi- considera que no existe una in-
I. leucopteryx no solo tiene una
duos maduros (v). No obstante migración significativa desde ese
extensión de presencia inferior a
la evidencia de esta reducción país. Por lo tanto se recomienda
100 km2 sino que se encuentra
de población es tenue y debería mantener la categoría de la es-
en una sola localidad en Colom-
ser verificada en campo. pecie en Colombia.
bia (a). Habita principalmente
EN B2ab(iii,v).
en áreas boscosas de la isla, pero
conclusión
también en jardines y cultivos
(véase síntesis de información de criterio c CR B1ab(iii,v).
la especie). Dada la progresiva No hay información que permi- EN B2ab(iii,v).
reducción de la vegetación na- ta hacer una estimación razona- VU D2.

408
icterus leucopteryx

Distribución

Distribución

409
molothrus armenti
© robin h. schiele
molothrus armenti
Chamón del Caribe, Golofio,
Jolofio
bronzed cowbird

síntesis de información
diana arzuza buelvas, christian olaciregui, johana reyes,
héctor fabio rivera-gutiérrez

La distribución original del Chamón del Ca- ecología


ribe incluía los departamentos de Atlántico,
Bolívar y Magdalena en la costa atlántica co- M. armenti es una especie gregaria, con gru-
lombiana (Rada 2002). Sin embargo, en los pos que duermen y se desplazan juntos, donde
últimos años se han hecho nuevos registros en al parecer existe una organización jerárquica
los departamentos de Córdoba y La Guajira, con un macho dominante (Núñez-Santamaría
los cuales amplían el ámbito de distribución de y Rodríguez-Berrocal 2002). Esta especie ha
la especie, tanto al oeste como al este (Estela sido observada en ecosistemas de manglar, en
y López-Victoria 2005; Freeman et ál. 2012). ecosistemas secos con predominio de trupillo
De igual forma, existe un nuevo registro en (Prosopis juliflora), acacia (Acacia farnesia-
el Cerro de La Vieja en el municipio de Piojó na) y cactus arborescentes, en áreas abiertas
(departamento del Atlántico), el cual amplía donde se encuentran remanentes de bosque
su ámbito altitudinal por encima de los 50 m, seco secundario y en zonas con predominio
con respecto al conocido (C. Olaciregui obs. de agroecosistemas (Hernández-Camacho
pers.). Otros registros importantes para la es- y Rodríguez-Mahecha 1986; Fraga 2011a).
pecie incluyen un nuevo registro en la carre- También ha sido registrada en áreas con cier-
tera que conduce de Santa Marta a Riohacha, to grado de perturbación tales como bordes
en el PNN Tayrona (F. Schmitt 2012 tomado de bosques y potreros arbolados, y se reporta
de eBird), y observaciones en el interior del como abundante en zonas de granjas avícolas,
departamento del Atlántico en la localidad de así como zonas modificadas para la produc-
Puerto Giraldo, a orillas del río Magdalena ción de babillas (Caiman crocodylus fuscus)
(Borja et ál. 2001). (Rada 2002; Núñez-Santamaría y Rodríguez-

411
molothrus armenti

Berrocal 2002). En general, es una especie de zo- sitios de búsqueda de alimento. Se ha visto ali-
nas abiertas, como todos sus congéneres (Ridgely mentándose asociada con M. bonariensis y Quis-
y Tudor 2009), y por lo tanto la perturbación calus mexicanus (Fraga 2011a).
del hábitat y la deforestación podrían estimular Aunque no se tienen datos definitivos con
su expansión. La especie utiliza predominante- respecto a los hábitos reproductivos, es considera-
mente los estratos más bajos de los hábitats en los do un parásito de cría al igual que otros Molothrus
cuales ha sido reportada, siendo observada prin- y sus huéspedes aún son desconocidos (Dugand y
cipalmente en el suelo y en árboles de porte bajo Eisenmann 1983; Hernández-Camacho y Rodrí-
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002). guez-Mahecha 1986; Rada 2002; Fraga 2011a).
Además, se sabe que utiliza el estrato medio de Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002)
árboles de uvito (Cordia dentata) y trupillo (Pro- encontraron que el pico de su reproducción se
sopis juliflora) como dormidero (Núñez-Santa- presenta entre los meses mayo y julio, marcado
maría y Rodríguez-Berrocal 2002). por el inicio de los cortejos y el aumento en el
Se le ha considerado poco común y local a número de individuos de ambos sexos. Esta época
lo largo de la costa Caribe del norte de Colombia coincide con una época seca a mediados del año.
(Ridgely y Tudor 2009). De igual forma, los re- Rada (2002) ha señalado en la reseña anterior que
gistros más recientes sugieren que es un residente se notaron indicios de cortejo en el mes de junio.
no habitual o un visitante ocasional debido a la Además colectaron hembras con ovarios desarro-
baja frecuencia de encuentro (Estela y López-Vic- llados (mayores de 11 mm) entre mayo y junio.
toria 2005; Freeman et ál. 2012). Sin embargo, Igualmente en julio se capturaron hembras con
para distintas localidades del departamento del huevos en el oviducto.
Atlántico se reportan abundancias de hasta 800 El chamón del Caribe es considerado como
individuos (Núñez-Santamaría y Rodríguez-Be- raro en la zona tropical seca de la costa Caribe de
rrocal 2002; R. Borja com. pers.). Colombia (Dugand 1947; Hilty y Brown 1986;
La especie forrajea en o cerca del suelo en Ridgely y Tudor 2009), pero puede ser común en
grupos de hasta 40 individuos. Es una especie om- hábitats apropiados (Rada 2002).
nívora. Debido a su asociación con agroecosiste-
mas, la especie ha sido observada alimentándose población
principalmente de gramíneas como el hatico (Ixo-
En la zona del Parque Ecológico Crocodilia,
phorus unisetus) y el pasto negro (Paspalum plica-
Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002),
tulum) y de arroz (Oryza sativa) presente en cas-
reportan una variación estacional en la población
carillas que son utilizadas como aislante en granjas
de la especie con un rango de 200-800 indivi-
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002).
duos. En el área de la Escuela Naval de suboficia-
También ha sido observado cerca del suelo consu-
les ARC de Barranquilla se han observado grupos
miendo insectos, por ejemplo, odonatos, ortópte-
de hasta 200 individuos (R. Borja com. pers.).
ros, dípteros, hemípteros y lepidópteros (Núñez-
Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002).
amenazas
Aunque no se tiene información detallada
sobre interacciones con otras especies, Núñez- La transformación y disminución del hábitat
Santamaría y Rodríguez-Berrocal (2002) repor- donde ha sido registrado M. armenti es la mayor
taron que M. armenti coexiste con otras aves: amenaza que enfrenta esta especie. El 75 % del zo-
Bubulcus ibis, Egretta thula, Egretta tricolor y nobioma seco tropical del caribe colombiano ha
Crotophaga ani, con las cuales comparte dormi- sido transformado, mientras que el halobioma del
deros. De igual forma, la especie ha sido observa- Caribe, el cual incluye los manglares, ha sufrido
da en conjunto con Chrysomus icterocephalus en una transformación del 19 %. Esta transformación

412
molothrus armenti

está asociada al uso de la tierra el medio silvestre (Klimkiewicz y res y cuáles son sus requerimien-
y con el incremento en la den- Futcher 1989). tos de hábitat (Rada 2002).
sidad de la población humana. El SFF Ciénaga Grande de
, siendo estos dos ecosistemas medidas de Santa Marta, donde también
entre los más poblados del país conservación hay registros de M. armenti y
(IAvH 2012). tomadas el VP Isla de Salamanca se en-
La tasa anual de desapari-
En la actualidad no existen pro- cuentran dentro de la Reserva
ción de manglar está entre el 1
gramas específicos de conserva- de la Biosfera Ramsar Ciénaga
y 2 % en el mundo (Duke et ál.
2007). Esto está en gran medida ción para la especie. Sin embar- Grande de Santa Marta, Isla de
relacionado con los cambios cli- go, en su ámbito de distribución Salamanca y Sabanagrande, sitios
máticos a escala global, la urba- y localidades donde ha sido re- que también han sido denomi-
nización y los cambios en el uso gistrada se ubican áreas protegi- nados como AICAS (Rada 2002;
del suelo (Harpern et ál. 2007). das y se han tomado medidas de Núñez-Santamaría y Rodríguez-
En la Ciénaga Grande de Santa conservación del hábitat, lo cual
Berrocal 2002; Borja com. pers.;
Marta, aunque se han desarro- ofrece una protección para la
Franco et ál. 2009) y reciben
llado acciones para recuperar especie. La única investigación
reconocimiento y protección del
el manglar, la variación en los enfocada en la especie en tiem-
pos recientes es la realizada por hábitat.
niveles de salinidad entre 2001
Núñez-Santamaría y Rodríguez- Existen registros únicos en
y 2004 ocasionó la muerte del
Berrocal (2002) en dos zonas el PNN Tayrona (Schmitt 2012
manglar (INVEMAR et ál. 2004).
de humedales en el delta del río en eBird) y en el AICA Comple-
Magdalena, en el departamento jo de Humedales Costeros de
historia de vida
del Atlántico. la Guajira (SFF Los Flamencos),
Aunque no hay estudios que En el VP Isla de Salamanca, específicamente en el sector de
evalúen el éxito reproductivo en donde se registra a la especie con Camarones (Franco et ál. 2009;
la especie, datos presentados por mayor frecuencia, se han imple-
Freeman et ál. 2012). Posible-
Núñez-Santamaría y Rodríguez- mentado medidas para la recu-
Berrocal (2002) indican que el mente habría presencia de la es-
peración de los manglares desde
número de individuos sexual- pecie también en la parte baja de
1995 por medio del dragado de
mente indeterminados (posible- algunos caños procedentes del la Reserva de la Biosfera UNESCO-
mente juveniles) puede llegar a río Magdalena, lo cual ha favo- MAB y PNN Sierra Nevada de San-

800, mientras que el número de recido el intercambio de agua ta Marta.


subadultos en la población (re- dulce entre las ciénagas interio- Por otro lado, esta especie
clutamiento) es únicamente de res y la ciénaga Grande de Santa se beneficia de la protección del
32 individuos. Esto sugiere que Marta. Como un resultado de DMI Bahía de Cispatá y sector
hay una alta mortalidad o tasa esta acción se ha observado una aledaño del delta estuarino del
de emigración y que el número notoria recuperación de los man- río Sinú, el cual se encuentra
de individuos subadultos que glares principalmente en el sec-
dentro de la zona deltaica-estua-
se incorporan a la población es tor de la Montañita (km 22-36)
rina del río Sinú, donde se le ha
bastante bajo comparado con y en la vegetación de agua dulce
el número de juveniles observa- observado en relictos de bosque
(Rada 2002; Moreno-Bejarano y
dos. No se tienen datos sobre la Álvarez-León 2003). Sin embar- seco en la camaronera Agrosole-
longevidad de esta especie, pero go, cabe anotar que aún no se ha dad en el departamento de Cór-
se conoce que Molothrus ater determinado en qué grado esta doba (Estela y López-Victoria
puede vivir hasta 16.9 años en especie depende de los mangla- 2005; Franco et ál. 2009). Aun-

413
molothrus armenti

que no se ha registrado en el SFF El Corchal “El Mono Hernández”, esta área protegida se encuentra en
zona potencial para su distribución.
Otro lugar que cuenta con cierto grado de manejo ambiental es el Parque Ecológico Crocodilia
(muy cerca al puerto de Sabanagrande, Atlántico), donde esta especie utiliza los árboles como dormidero
(Núñez-Santamaría y Rodríguez-Berrocal 2002). Actualmente este parque se encuentra abandonado
pero no se están realizando prácticas que modifiquen su hábitat en el sitio (C. Olaciregui obs. pers.).

situación de la especie VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)


renjifo et ál. 2016 NT A2c+3c+4c

análisis de riesgo cuencia de la pérdida de hábitat (a).


eoo
El estatus taxonómico de Molothrus 13 571 km2
De acuerdo a los análisis de pérdida
armenti es asunto de debate. Por área de hábitat
de hábitat se encuentra disminuyen-
un lado, el SACC (2016) considera remanente do en cuanto a área de ocupación
1858 km2
la especie como una subespecie de (ii), extensión y/o calidad de hábitat
área remanente
Molothrus aeneus, pero la evidencia ponderada por
(iii), y en el número de individuos
es muy débil. Otras opiniones (Gill idoneidad de hábitat maduros (v). No obstante la especie
(aoo estimada) podría estar expandiendo su distribu-
y Webster in litt. 2013) sugieren
676 km2
mantener este taxón como una es- ción hacia el oriente (véase síntesis
porcentaje de cambio
pecie válida, consejo que hemos se- de hábitat 2001-2011 de información de la especie), por lo
guido en este libro por criterio de - 23 % cual se recomienda verificar en cam-
precaución. porcentaje total de
po si se ha establecido una población
pérdida de hábitat
73 % en La Guajira.
criterio a una generación VU B1ab (ii,iii,v).
4.59 años B2 Área de hábitat remanen-
Esta especie ha perdido histórica-
3 generaciones te = 1858 km2; AOO estimada =
mente 73 % del hábitat (se conside- 13.8 años.
ran como hábitat pastos, herbazal 676 km2 < 2000 km2. Su distribución
denso y abierto, arbustal denso y está severamente fragmentada como
abierto). En un periodo de 10 años (2001-2011) consecuencia de la pérdida de hábi-
perdió un 23 % de su hábitat. Si se toma la reduc- tat (a). De acuerdo a los análisis de pérdida de
ción del hábitat como un indicador de reducción hábitat se encuentra disminuyendo en cuanto a
poblacional, la especie se aproxima al umbral de área de ocupación (ii), extensión y/o calidad de
reducción de un 30 % de su población en tres ge- hábitat (iii), y número de individuos maduros (v).
neraciones (pasado) y se espera que esta tenden- VU B2ab (ii,iii,v).
cia continúe en las próximas 3 generaciones de la
especie. criterio c
NT A2c+3c+4c. La información de campo con la que se cuenta no
permite hacer una estimación del tamaño pobla-
criterio b cional de la especie. Por esto se recomienda hacer
B1 EOO = 13 571 km2 < 20 000 km2. Su distribu- evaluaciones de campo de las poblaciones y sus
ción está severamente fragmentada como conse- tendencias de cambio.

414
molothrus armenti

criterio d conclusión
La especie no se encuentra amenazada bajo el cri- VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).
terio D. NT A2c+3c+4c.

ajuste regional
La especie es un taxón endémico de Colombia por
lo cual no se requiere hacer un ajuste regional.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente

Vacíos de información

415
spinus cucullatus
© robin h. schiele
spinus cucullatus
Jilguero rojo, Cardenalito
Red Siskin

síntesis de información
rubén d. pacheco y silvia j. álvarez

ecología pecie se concentran en las veredas La Garita


y Helechal del Municipio de Los Patios (R.
Esta especie habita principalmente fragmen- Pacheco y S. J. Álvarez, datos no publicados).
tos conservados de bosque seco tropical en Se alimenta de brotes de flor, semillas y
un ámbito altitudinal entre 280 y 1700 m. Sin
frutas carnosas, entre las que se encuentran:
embargo, también ha sido observada cerca de
Urera baccifera (Urticaceae), Cordia curra-
pastizales, cultivos y bosques húmedos (Ren-
savica (Boraginaceae), Ficus spp. (Moraceae),
jifo et ál. 2002). Se ha registrado en bordes de
Trixis divaricata, Eupatorium odoratum y
caminos y en bordes de bosque, así como cer-
Wedelia caracasana (Compositae) (Robb-
ca de asentamientos humanos y zonas agríco-
ins et ál. 2003). La mayor parte de frutas y
las aledañas a bosques secos en Cúcuta, Norte
semillas consumidas están disponibles en un
de Santander (R. D. Pacheco y S. J. Álvarez
periodo limitado cada año y muchas especies
obs. pers.).
de aves se alimentan de estas mismas plantas
La única población registrada en Co-
lombia se encuentra en los municipios de Cú- (Coats y Phelps 1985).
cuta y Los Patios, en Norte de Santander. Du- El periodo de anidación principal es en-
rante la realización de inventarios de aves en tre abril y principios de junio, con un perio-
el Área Metropolitana de Cúcuta, la especie do secundario entre noviembre y diciembre.
fue registrada en cuatro de siete localidades El nido es construido en agrupaciones de
visitadas. Aunque puede presentar un com- bromelias en árboles altos. En Guyana, se en-
portamiento gregario (Coats y Phelps 1985), contraron nidos en densos racimos terminales
todas las observaciones realizadas durante es- de hojas en la corona de árboles de Curatella
tos inventarios correspondieron a individuos (Robbins et ál. 2003). Los periodos reproduc-
solitarios. La mayoría de registros de la es- tivos en Venezuela y Guyana son entre mayo

417
spinus cucullatus

y comienzos de julio y noviembre a diciembre incendios forestales, tala y presencia de especies


(Robbins et ál. 2003). introducidas (Miles et ál. 2006). En los bosques
La anidación no ha sido observada en indi- secos del Área Metropolitana de Cúcuta, la mine-
viduos silvestres, pero datos de criaderos indican ría y la expansión de la ciudad y centros urbanos
que una sola anidación tarda cerca de 45 días des- aledaños son las principales causas de pérdida de
de la construcción del nido hasta que las aves jó- hábitat del cardenalito (Álvarez y Gutiérrez 2012).
venes comienzan a alimentarse. Es probable que Su comercialización hoy en día es menos frecuente
solo nazca una cría en cada periodo de anidación. (S. J. Álvarez obs. pers. 2010).
La hembra incuba y el macho la alimenta durante
el periodo de incubación de 1 a 13 días (Coats y historia de vida
Phelps 1985).
No hay información para la especie.
amenazas
medidas de conservación
Hace algunas décadas su población sufrió un de-
tomadas
cline alarmante debido a la comercialización ilegal
dirigida a distintas partes del mundo (Birdlife In- La especie fue incluida como objetivo de conser-
ternational 2008c; Renjifo et ál. 2002), sin embar- vación en un ejercicio de planeación para la con-
go actualmente la pérdida de su hábitat es la prin- servación de los bosques secos de Cúcuta, en el
cipal amenaza, ya que los bosques secos tropicales cual se identificaron áreas prioritarias para la con-
han sido afectados fuertemente por procesos de servación de la fauna de estos bosques (Álvarez y
fragmentación, deforestación, cambio climático, Gutiérrez 2012).

situación de la especie EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);


renjifo et ál. 2016 C2a(ii); D

criterio a cuentra en la actualidad severamente


eeo
fragmentada por la pérdida de hábitat
1 926 km2
Esta especie ha perdido histórica- (a). Por la pérdida de hábitat en el lar-
área de hábitat
mente un 54.5  % del hábitat (se go plazo y el comercio ilegal se estima
remanente
consideran como hábitats arbustales 485 km2 que la especie sigue disminuyendo en
densos y abiertos, herbazal denso y porcentaje de cambio cuanto a área de ocupación (ii), ex-
de hábitat 2001-2011
bosques). En un periodo de 10 años tensión y/o calidad de hábitat (iii) y
12.7 %
(2001 – 2011) experimentó un in- número de individuos maduros (v).
porcentaje total de
cremento del 12.7 % de su hábitat. pérdida de hábitat EN B1ab (ii,iii,v)
Si se toma la reducción del hábitat 54.5 % B2 Área de hábitat remanente
como un indicador de reducción una generación
= 485 km2 < 500 km2. Tiene una dis-
4.18 años
poblacional, la especie no se acerca tribución naturalmente fragmentada,
3 generaciones
a los umbrales de amenaza bajo el 12.5 años la cual se encuentra en la actualidad
criterio A. severamente fragmentada por la pér-
dida de hábitat (a). Por la pérdida de
criterio b hábitat en el largo plazo y el comercio
ilegal se estima que se encuentra disminuyendo
B1 EOO = 1926 km2 < 5000 km2. Tiene una dis-
en cuanto a área de ocupación (ii), extensión y/o
tribución naturalmente fragmentada, la cual se en-

418
spinus cucullatus

calidad de hábitat (iii) y número país es de 485 km2 y que allí es ajuste regional
de individuos maduros (v). una especie escasa, se estima
EN B2ab(ii,iii,v). que su población es ciertamente Es un taxón residente repro-
ductivo. Dada la continuidad
inferior a 2500 individuos ma-
criterio c de hábitat con Venezuela se es-
duros, probablemente inferior
tima que la población nacional
Esta especie ha sido negativa- a 250 individuos maduros y en
es objeto de inmigración de in-
mente afectada por el comer- descenso. Dada la cercanía geo-
dividuos capaces de subsistir en
cio internacional desde princi- gráfica entre los remanentes de Colombia. No se espera que la
pios del siglo XIX (Renjifo et ál. hábitat probablemente la mayor inmigración disminuya por lo
2002), amenaza que se ha visto parte de los individuos hacen menos en el futuro cercano. Por
intensificada por la pérdida de parte de una misma población. lo tanto se recomienda dismi-
hábitat. La especie es rara en su CR C2a(ii). nuir la categoría en un paso.
reducida área de distribución en
el país. En las búsquedas que se criterio d conclusión
han hecho el grupo más grande
que se ha encontrado ha sido Se estima que la población de EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);
de 4 individuos a pesar de tra- la especie en el país es inferior a C2a(ii); D.
tarse de un ave gregaria (véase 250 individuos maduros y se en-
síntesis de información). Dado cuentra en descenso.
que el hábitat remanente en el EN D.

Distribución

Hábitat perdido

Hábitat remanente

Vacíos de información

419
especies casi amenazadas
anas bahamensis
pato cariblanco
white-cheeked pintail

síntesis de información
carlos ruiz-guerra y felipe a. estela

Actualmente se reconocen tres Borrero (1961) afirmó que la ma para su anidación (Reyes
subespecies: Anas bahamensis especie era abundante entre y Ruiz-Guerra 2001). Puede
bahamensis,  propia del Caribe, Barranquilla y Cartagena, y ob- frecuentar áreas intermareales,
residente en las Bahamas, Anti- tuvo especímenes en el Canal manglares y humedales de in-
llas Mayores, norte de las Antillas del Dique (Bolívar) y Bocas de terior como pantanos y lagunas
Menores,  islas de la costa norte Ceniza (Atlántico). Así mismo, de agua dulce. Se une a peque-
de Venezuela, Antillas Holande- Franky y Rodríguez (1977) in- ñas bandadas de Anas discors en
sas, este de Trinidad y Tobago, cluyeron al Pato Cariblanco en humedales salobres de VP Isla de
costa Caribe colombiana, costa el listado de especies de Isla de Salamanca y utiliza humedales
norte de Venezuela, Islas Galápa- Salamanca (Magdalena). Para superficiales en planos lodosos
gos, costa Pacífica de Suramérica Hilty y Brown (2001) el Pato intermareales para dormir en
desde Ecuador hasta norte de Cariblanco es una especie resi- horas de la noche (Ruiz-Guerra
Chile y oriente de Suramérica dente que se distribuye hasta los obs. pers.). También puede ser
desde las Guayanas, Brasil hasta 100 m en el norte de los depar- encontrado en humedales con
el centro de Argentina y Uru- tamentos de Bolívar, Atlántico, abundante Typha sp. Según
guay (Kear 2005). Esta subespe- Magdalena y probablemente Ruiz-Guerra (datos no publi-
cie ha sido reportada en Florida en La Guajira. Su presencia en cados) este pato se encontró
y como accidental en zonas del este departamento fue confir- comúnmente entre septiembre
golfo de México y la costa este mada por Pantaleón-Lizarazú y de 2008 y septiembre de 2009
de Estados Unidos (Kear 2005). Rodríguez-Gacha (2003) en el en humedales cercanos a la ca-
Se distribuye hasta 3900 m de SFF Los Flamencos. Adicional- rretera en VP Isla de Salamanca
altura en Ecuador (Restall et ál. mente, Estela y López-Victoria desde el kilómetro 22 hasta el
2006). Las otras dos subespecies (2005) registraron seis indivi- 50. En los meses de abril y mayo
son Anas bahamensis galapagen- duos en el bajo Sinú (Córdoba), se registró la mayor abundancia
sis, residente de las Islas Galápa- la localidad más al occidente del (65 individuos), pero en el resto
gos (Johnsgard 2010) y Anas Caribe suramericano en la dis- de los meses no se encontraron
bahamensis rubirostris, la cual se tribución del Pato Cariblanco. más de nueve individuos.
distribuye en Bolivia, Brasil, Pa- Se alimenta de material
raguay, Uruguay, Argentina y ecología vegetal como semillas, hojas y
Chile (Johnsgard 2010). En Colombia, A. bahamensis plantas acuáticas, así como de
Dugand (1939 y 1945) muestra preferencia por hume- material animal, por ejemplo,
dio a conocer la primera infor- dales superficiales de agua salo- invertebrados acuáticos y peces
mación sobre la presencia del bre o salada (Reyes 2003; Estela (del Hoyo et ál. 1992).
Pato Cariblanco en el Caribe y López-Victoria 2005; Ruiz- La mayoría de los machos
colombiano con individuos Guerra et ál. 2008). Descansa en son monógamos, pero un pe-
encontrados cerca de Barran- las orillas de estos y es probable queño porcentaje tiene dos pa-
quilla y a la Laguna del Guája- que utilice sitios con abundan- rejas cada año (Sorenson 1992).
ro (Atlántico). Posteriormente te vegetación de Batis mariti- Según Sorenson (1994), antes

423
anas bahamensis

de iniciar la época de reproduc- En Colombia, existe poca postura y la incubación (Soren-


ción A. bahamensis es gregario información sobre la reproduc- son 1990 y 1992).
y participa activamente en el ción de esta especie. Borrero
cortejo social. Una vez la repro- (1961) determinó que el Pato población
ducción comienza, la agresión Cariblanco era una especie resi- La población de la subespecie
entre machos aumenta. Los ma- dente en Colombia y solo hasta bahamensis ha sido estimada
chos de parejas reproductivas junio de 2001, Reyes y Ruiz- en 75  000 individuos (Wet-
establecen territorios aproxima- Guerra (2001) encontraron un lands International 2006). En
damente dos semanas antes de nido abandonado de seis huevos Colombia Ruiz-Guerra et  ál.
que sus parejas inicien la postura en el sector de Cangarú, VP Isla (2008), encontraron 2735 indi-
de huevos. Cada día después de de Salamanca (Magdalena). El viduos el 27 de enero de 2008
la postura y en el receso de la in- nido estaba ubicado en el sec- en el AICA Reserva de Biosfera
cubación, las hembras regresan tor a menos de diez metros de Ramsar Ciénaga Grande, Isla de
a los territorios de sus parejas la carretera, cercano al manglar Salamanca y Sabanagrande.
para llevar a cabo todas las otras y ocultos en la vegetación (Batis
actividades (alimentación, acica- marítima). Adicionalmente, Re- amenazas
lamiento y reposo). yes (2003) encontró seis crías en
No existe información sobre
La época reproductiva de compañía de adultos en la zona
el impacto de la cacería en esta
esta especie puede variar según de manglar muerto entre los ki-
especie en el Caribe colombia-
los niveles del agua y la anidación lómetros 32 y 35 de VP Isla Sala-
no, pero se puede suponer que
puede darse en parejas solitarias o manca. El 19 de junio de 2009,
es objeto de caza, de acuerdo
grupos pequeños (Nellis 2001). en cercanías del manglar de la
con lo mencionado por Borrero
Los registros de anidación de Ciénaga de la Virgen (Bolívar),
(1961). No obstante, la mayor
esta especie varían mucho tanto un adulto de Pato Cariblanco
amenaza para el Pato Cariblan-
en la época de anidación como con seis polluelos fueron encon-
co es la reducción y deterioro de
en la forma, ubicación del nido y trados (Y. Molina com. pers.).
sus hábitats principalmente en la
el tamaño de la nidada. La sub- Este pato alcanza la ma- ecorregión Ciénaga Grande de
especie del Caribe anida general- durez reproductiva durante su Santa Marta (CGSM), donde no
mente en el suelo de manglar y primer año y probablemente las solo se ha encontrado eviden-
otro tipo de vegetación costera, hembras se aparean e intentan cia de que allí se reproduce sino
generalmente entre los meses de anidar a esa edad (Johnsgard también se ha registrado el ma-
mayo y octubre (Voous 1957; 1965). Según del Hoyo et ál. yor número de individuos de la
Havershmidt 1968; Johnsgard (1992) y Todd (1996), el tama- especie. Cabe anotar que la eco-
2010; Meyer de Schauensee ño de la nidada es de 5 a 12 hue- rregión CGSM ha sufrido una se-
y Phelps 1978; Biaggi 1983 y vos, el periodo de incubación de vera degradación ambiental de-
Meier et ál. 1989). De acuerdo 25 días, los polluelos adquieren bido a diversas causas, entre las
con Delacour (1964), la subes- su plumaje entre los 45 y los 60 que se destaca la alteración en la
pecie rubrirostris anida en la pri- días. Los machos no participan dinámica hidrológica del sistema
mavera austral en las partes más en el levante de las crías (Johns- debido a la construcción de la
al sur de su ámbito de distribu- gard 1978), pero proporcionan carretera Barranquilla-Tasajera y
ción, en octubre y noviembre, inversión parental sustancial in- el desarrollo agroindustrial de la
mientras que la subespecie de directa al defender sus parejas del porción norte del departamento
Galápagos se reproduce entre cortejo y acoso emprendido por del Magdalena (Villardy 2007).
octubre y julio. otros machos antes y durante la Los cambios en la hidrología

424
anas bahamensis

del sistema trajeron consigo un deterioro sig- de mangle de VP Isla Salamanca ha sido afectado
nificativo de la calidad del agua, aumento de la por frecuentes incendios provocados pero se igno-
salinidad y de manera consecuente, muerte gene- ra cómo los hábitats de anidación de esta especie
ralizada de manglar, disminución de poblaciones han sido afectados.
de peces, moluscos y crustáceos acompañada de
otros problemas ambientales como eutrofización, historia de vida
contaminación por agroquímicos, sobrepesca y
No hay información para la especie.
sobreexplotación de aguas subterráneas (MAVDT y
CORPAMAG 2002). A pesar de los esfuerzos de res-
medidas de conservación
tauración y la recuperación del manglar (Bautista
et ál. 2010), la conexión hidrológica entre la CGSM tomadas
y el río Magdalena ha sido de nuevo afectada ne- Aunque está presente en tres áreas protegidas del
gativamente. Esta ecorregión se ve amenazada por Caribe colombiano: SFF Ciénaga Grande de Santa
la posible ampliación de calzada de la carretera Ba- Marta, SFF Los Flamencos y VP Isla de Salamanca,
rranquilla–Tasajera y la ampliación agroindustrial no existe ninguna medida de conservación dirigi-
del departamento del Magdalena (Guitart 2004; da específicamente a esta especie.
Villardy 2007). Durante 2014 y 2015 el bosque

NT A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii)


situación de la especie
renjifo et ál. 2016

generaciones (19.2 años) y esta extensión y/o calidad de hábitat


criterio a
tendencia continuará por lo me- (iii) y número de individuos ma-
El porcentaje total de pérdida de nos en el futuro cercano. duros (v).
hábitat se desconoce pues no se VU A2cd+4cd. NT B2ab(iii,v).
cuenta con información precisa
de la distribución histórica de criterio b criterio c
los humedales del país. Por otra
parte, dentro de la distribución B1 EOO = 129  699  km >> 2
En un censo de aves acuáticas
actual de la especie se presentó 20 000 km2. No califica como en enero de 2008 Ruiz-Guerra
una importante pérdida de há- amenazada bajo el subcriterio B1. et ál. (2008) encontraron 2735
bitat estimada en 12.6 % en 10 B2 Área de hábitat re- individuos en el AICA Reserva de
años (se consideran hábitats de manente dentro de la distribu- Biosfera Ramsar Ciénaga Gran-
la especie áreas húmedas costeras ción de la especie = 521.8 km2 de, Isla de Salamanca y Sabana-
y manglar). Su población se ha > 500 km2, no obstante se en- grande. Esta región comprende
venido reduciendo como conse- cuentra cerca del umbral. Tiene una parte muy importante del
cuencia de la pérdida de hábitat, una distribución fragmentada hábitat de la especie en Colom-
la cacería y la contaminación. Al como consecuencia de la des- bia (véase mapa de distribu-
tomar en cuenta la pérdida de trucción de hábitat y cacería (a), ción). Por esta razón se estima
hábitat como un indicador de pero dada su capacidad de vuelo que su población es inferior a
reducción poblacional y tener en es posible que las subpoblacio- 10 000 individuos maduros en
cuenta adicionalmente que esta nes se encuentren conectadas el país. Se infiere que la pobla-
especie es objeto de cacería, su en mayor o menor medida. Se ción continuará disminuyendo
población parece haberse redu- estima una disminución conti- como consecuencia de la pérdi-
cido en al menos un 30 % en 3 nua para la especie en cuanto a da de hábitat y cacería. Dada la

425
anas bahamensis

capacidad de vuelo de la especie es probable que la población nacional haga


eoo
129 699 km2 parte de una misma subpoblación.
área de hábitat VU C2a(ii).
remanente
521.8 km2
criterio d
porcentaje de cambio
de hábitat 2001-2011 No califica como amenazada bajo el criterio D.
- 12.6 %
porcentaje total de
pérdida de hábitat
ajuste regional
desconocido
La especie es un taxón residente. Es probable que la población colombiana
una generación
4.6 años reciba inmigrantes desde Venezuela y no se espera que dicha inmigración
3 generaciones se reduzca por lo menos drásticamente. Por lo tanto se reduce la categoría
19.2 años de amenaza en un paso.

conclusión
NT A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii).

Distribución idoneidad de hábitat

Hábitat perdido Mayor idoneidad Menor idoneidad


Hábitat remanente
Vacíos de información

426
morphnus guianensis
águila moñuda
crested eagle

síntesis de información
maría ángela echeverry-galvis, santiago zuluaga y diego soler-tovar

ecología población
Habita selvas húmedas por debajo de 600 m con Es considerada una especie rara a poco común a lo
observaciones aisladas hasta 1000 m (Bierregaard largo de toda su distribución (Bierregaard 1994,
1994), con preferencia cerca de ríos o la costa BirdLife International 2009k; GRIN 2010c). En la
(Lehmann 1943). Los registros para el país se Guayana Francesa se estima un individuo por cada
concentran en las selvas bajas del Chocó, sur de 10 000 ha (Thiollay 1989). En 2001, a partir de
datos indirectos, Ferguson-Lees y Christie (2001)
Córdoba, serranía de Perijá, zonas húmedas de la
estimaron una población total entre 1000-10 000
Guajira (M. Pacheco com. pers.) y oeste de Meta
individuos.
y Caquetá (Hilty y Brown 1986). Se distribuye
desde Guatemala hasta el norte de Paraguay (Fer- amenazas
guson-Lees y Christie 2001).
Esta especie es cazada a lo largo de su distribu-
Su dieta está constituida principalmente por
ción por considerarse un peligro para las aves de
reptiles (Brown y Amadon 1989) y otros vertebra-
corral (Trinca-Trapé et ál. 2008; GRIN 2010c). La
dos como Psophia crepitans (Bierregaard 1984),
pérdida de hábitat propicio con árboles de gran
pavas (Sick 1993), guacamayas (M. A. Echeverry- porte para anidar es una de las mayores amenazas
Galvis obs. pers.), micos tití (Saguinus mystax y (Robinson 1999; GRIN 2010c). En Colombia y
Saguinus fuscicollis) (Oversluijs y Heymann 2001), Centro América algunas de las zonas con registros
monos araña (Ateles paniscus) (Julliot 1994) y al- históricos se encuentran actualmente severamente
gunos anfibios (Lehmann 1943). transformadas y no hay registros recientes de la
Anida en árboles emergentes donde cons- especie (Bierregaard 1994; Thiollay 1996).
truye nidos masivos que albergan uno o dos hue-
vos (Bierregard 1984; Kiff et ál. 1989). Se han historia de vida
registrado nidos activos en febrero (Raine 2007), No hay información para la especie.
marzo (Bierregaard 1984) y mayo (Whitacre et ál.
2002) pero no hay información para Colombia. medidas de conservación
El tiempo estimado de incubación para la especie tomadas
es de 40 a 50 días en Brasil (Bierregaard 1984), Esta especie esta listada dentro del Apéndice II
mientras en Guatemala el periodo se extiende de CITES (UNEP-WCMC 2015). En Colombia se ha
hasta por 105 días (Whitacre et ál. 2002), con registrado en tres AICAS: Serranía de los Churum-
un cuidado que se prolonga por 80 días tras la belos, PNN Ensenada de Utría y PNN Amacayacu
eclosión (Bierregaard 1984). (Franco y Bravo 2005).

427
morphnus guianensis

situación de la especie NT A2cd+4cd; C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

reducido la población de la es- individuos maduros. Adicional-


eoo
1 120 856 km 2 pecie en un porcentaje cercano mente, se estima que la pobla-
área de hábitat
al 30 % en tres generaciones y se ción continuará disminuyendo
remanente prevé que esta es una tendencia y probablemente la mayor parte
447 790 km2 que se mantendrá en el futuro de la población de esta águila
porcentaje de cambio
cercano, pero no es previsible lo en Colombia hace parte de una
de hábitat 2000-2010
- 2.3 % que ocurrirá en un periodo de misma población conectada por
porcentaje total de tiempo tan prolongado como individuos que se dispersan.
pérdida de hábitat tres generaciones de la especie. NT C2a(ii).
27.3 %
NT A2cd+4cd.
una generación
18 años criterio d
3 generaciones criterio b
54 años
La especie no califica como ame-
B1 EOO = 1 120 856 km2 >> nazada bajo el criterio D.
20 000 km2.
criterio a B2 Área de hábitat rema- ajuste regional
nente = 447 790 km2 >> 2000 km2.
Esta especie ha perdido 27.3 % La especie es un taxón residen-
La especie no califica como
de su hábitat históricamente y te reproductor. La población
amenazada bajo el criterio B.
en 10 años perdió 2.3 %. Mor- colombiana es probablemente
phnus guianensis es una espe- objeto de inmigración de indi-
criterio c
cie longeva, se estima que 3 viduos capaces de establecerse y
generaciones equivalen a unos Thiollay (1989) estimó la den- subsistir en el país. No se espe-
54 años. Asumiendo una tasa sidad de la especie en una loca- ra que la inmigración disminu-
constante de pérdida de hábitat lidad de la Guayana Francesa en ya, puesto que hay una extensa
habría perdido un 12.4 % de su 4 individuos por cada 100 km2. continuidad de las poblaciones
población por pérdida de hábitat Teniendo en cuenta esta den-
de la especie con la de los países
en 3 generaciones. Además de la sidad y la extensión del hábitat
vecinos, tanto hacia el oriente
pérdida de hábitat, una amenaza (0.04 ind/km2 x 447 790 km2)
como hacia el occidente de los
importante para esta especie es la población en Colombia sería
Andes. Por lo tanto, se recomen-
la presión de cacería, dado que de unos 17 900 individuos. No
daría disminuir la categoría en
la especie es propensa a cazar obstante, se estima que la pobla-
un paso, pero dado que la espe-
gallinas y otros animales domés- ción nacional es sustancialmente
cie se considera casi amenazada
ticos, por lo cual es perseguida inferior a esta cifra dado que es
globalmente no tendría sentido
por los campesinos (Trinca-Tra- improbable que todo el hábitat
reducir la categoría obtenida en
pé 2008; GRIN 2010c; Gwynne de la especie se encuentre ocu-
Colombia.
et  ál. 2010).  El efecto combi- pado y por la sensibilidad de
nado de la destrucción y frag- la especie a la cacería. Por tales
conclusión
mentación de los bosques con razones la especie podría apro-
la presión directa podría haber ximarse al umbral de 10  000 NT A2cd+4cd; C2a(ii).

428
morphnus guianensis

Distribución

Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información

429
harpia harpyja
arpía
harpy eagle

síntesis de información
maría ángela echeverry-galvis, santiago zuluaga y diego soler-tovar

Su dieta incluye perezosos de dos dedos


ecología
(Choloepus hoffmanni) y de tres (Bradypus varie-
Se distribuye desde el sur de México hasta el nor- gatus), monos aulladores (Alouatta seniculus y
te de Bolivia (Bierregaard 1994; Ferguson-Lees A. palliata), pacas o lapas (Agouti spp.), perro de
y Christie 2001; Vargas et ál. 2006). En el país monte (Potos flavus), aves grandes (pavas, pauji-
se registra al norte del Chocó, alto y medio valle les y guacamayas) y ocasionalmente reptiles como
del Magdalena, la Amazonía, Vaupés y porciones iguanas (Eason 1989; Touchton et ál. 2002; Mu-
del Meta, desde el nivel del mar y hasta 800 m ñiz-López 2008; Schulenberg 2009; GRIN 2010d).
con un registro a 1600 m (Hilty y Brown 2001).
En los últimos años se ha registrado en el valle población
del Magdalena, en Puerto Olaya, Santander; y
Para Venezuela se estima una densidad poblacio-
en Puerto Boyacá, Boyacá (S. Córdoba-Córdoba
nal de una pareja en 63-79 km2, mientras que en la
com. pers.). En los ríos Putumayo y San Miguel
región del Darién panameño se estima una pareja
en territorio Cofán, se han observado al vuelo, así
en 13-63 km2 (Álvarez-Cordero 1996). Ferguson-
como restos de individuos cazados en la zona. En
Lees y Christie (2001) calculan una población
el PNN Ensenada de Utría se observó un individuo
entre 10 000 y 100 000 individuos, mientras que
sobrevolando (R. Schiele com. pers.).
BirdLife International (2009i) estima un máximo
Habita selvas húmedas de tierras bajas, bien
de 50 000 individuos a lo largo de su área de dis-
conservadas y de gran extensión (BirdLife Inter-
tribución. Ambos estimativos han sido realizados
national 2009i), aunque se tienen registros visua-
con base en poblaciones grandes de la Amazonía
les y de nidos en bosques cercanos a pequeños
en su totalidad, sin estimativos únicos para el país.
asentamientos humanos (Muñiz-López 2008) y
zonas con extracción maderera no mecanizada
(Álvarez-Cordero 1996; Piana 2007; BirdLife In-
amenazas
ternational 2009i). Es una especie rara a lo largo La principal amenaza que afronta esta especie es
de toda su distribución (Bierregaard 1994) y se la pérdida de hábitat (Thiollay 1986; Bierregaard
encuentra en solitario o en parejas (Brown y Ama- 1994; Álvarez-Cordero 1996; Guevara y Campos
don 1989; J. Zuluaga-Bonilla com. pers.). 2003; Giudice 2007; BirdLife International 2009i;
Los nidos, ubicados en árboles emergen- E. Constantino com. pers.). Sin embargo, la cace-
tes de gran tamaño, son plataformas sencillas ría, ya sea para comercio ilegal o por posible com-
de ramas (Muñiz-López 2007). Aunque se han petencia entre humanos (Bierregaard 1994; GRIN
registrado nidos con dos huevos solo un pollue- 2009; Trinca-Trapé et ál. 2008; Iñigo et ál. 1987;
lo sobrevive (Rettig 1978; Muñiz-López 2007, Álvarez-Cordero 1996), o por mitos regionales
2008). En Venezuela se han encontrado nidos ac- (Vargas et ál. 2006) puede representar una ame-
tivos entre octubre y diciembre (Álvarez-Cordero naza importante. Se han registrado casos de arpías
1996) y en Ecuador en mayo, noviembre y abril que son cazadas por supuesto robo de animales de
(Muñiz-López 2007, 2008). corral (p. ej., en Unguía, en el Chocó, en 2004;

430
harpia harp yja

E. Constantino com. pers.). Los años de edad (Bierregaard 1994) se liberó en el Parque Paramillo
juveniles son cazados más fre- y tienen un polluelo cada dos o en Córdoba y cuatro años más
cuentemente pues muestran cu- tres años (Vargas et ál. 2006). tarde fue observada nuevamente
riosidad por las actividades de la Especímenes en cautiverio alcan- (Márquez et ál. 2005). Para
gente (Vargas et ál. 2006). Así zan una longevidad de hasta 50 2005, en el Centro de Rehabili-
mismo, la extracción selectiva de años (Carillo et ál. 2003). tación de Aves Rapaces de Ville-
maderas valiosas constituye una ta, se tenía un plan de reproduc-
amenaza para la reproducción de medidas de ción en cautiverio con fines de
la arpía, pues se seleccionan árbo- conservación reintroducción (Márquez et  ál.
les de gran porte que son vitales 2005). Dos de las águilas que se
tomadas
para la construcción de sus nidos encontraban allí han sido trasla-
Guevara y Campos (2003) in- dadas al Bioparque La Reserva
(Vargas et ál. 2006).
cluyeron esta especie como prio- (Cota, Cundinamarca), donde
ritaria para la ecorregión entre apoyan programas de educa-
historia de vida
Panamá-Colombia y Ecuador. ción y conservación de la espe-
Las arpías son monógamas a lo Se encuentra como objeto de cie (D. Soler obs. pers.). A nivel
largo de su vida (Muñiz com. conservación en el plan de ma- global esta especie se encuentra
pers.), alcanzan la primera re- nejo del PNN Utría (UAESPNN dentro del Apéndice I de CITES
producción entre los 4 y los 5 2007a). Una pareja rehabilitada (UNEP-WCMC 2015).

situación de la especie NT A2cd+4cd; C2a(ii)


renjifo et ál. 2014

prevé que esta tendencia se man-


criterio a eoo
1 120 855 km 2 tendrá, por lo menos en el futuro
Esta especie ha perdido 26.4 % de cercano, pero no es previsible lo
área de hábitat
su hábitat históricamente y en 10 remanente que ocurrirá en un periodo de
años perdió el 1.4 %. H. harpyja 453 755 km2
tiempo tan prolongado como
porcentaje de cambio
es una especie longeva, se estima tres generaciones de la especie.
de hábitat 2000-2010
que 3 generaciones equivalen a - 1.4 % NT A2cd+4cd.
unos 55.5 años. Asumiendo una porcentaje total de

tasa constante de pérdida de há- pérdida de hábitat


criterio b
26.4 %
bitat, la especie habría perdido
una generación
B1 EOO = 1 120 855 km2 >>
un 7.8 % de su población en 3 18.5 años
20 000 km2
generaciones. No obstante, la 3 generaciones
55.5 años B2 Área de hábitat rema-
especie es susceptible a la cacería
nente = 453 755 km2 >> 2000 km2.
y a la entresaca de madera (véa-
La especie no califica como
se síntesis de información de la impacto sobre la especie proba-
amenazada bajo el criterio B.
especie), un proceso prevalente blemente se ha acentuado en la
en la costa pacífica. Por otra par- última década y podría acentuar-
criterio c
te, la explotación minera, legal e se aún más. Por estas razones la
ilegal, se ha intensificado tanto especie podría acercarse al um- Las densidades poblacionales de
en la costa pacífica como en la bral de pérdida de un 30 % de su la especie han sido estimadas en
amazonía, razón por la cual el población en 3 generaciones y se una pareja por 63-79 km2 o una

431
harpia harp yja

pareja por 13-63 km2 (véase sín- nuyendo dado que los procesos lombiana es probablemente ob-
tesis de información de la espe- que afectan a la especie no dan jeto de inmigración de individuos
cie). Estas estimaciones indican muestra de detenerse en el futu- capaces de establecerse y subsistir
una densidad de 0.025  ind/ ro previsible. Probablemente la en el país. No se espera que la in-
km2 a 0.15 ind/km2. Teniendo mayor parte de la población de migración disminuya, dado que
en cuenta estas densidades y la esta águila en Colombia haga hay una extensa continuidad de
extensión del hábitat, la pobla- parte de una misma población las poblaciones de la especie con
ción en Colombia estaría entre conectada por individuos que se las de los países vecinos tanto al
11 344 y 68 063 individuos. No dispersan. oriente como al occidente de
obstante, se estima que la pobla- VU C2a(ii). los Andes. Por lo tanto, se reco-
ción nacional es inferior a 10 000 mienda disminuir la categoría de
individuos maduros, debido a criterio d la especie en un paso.
que es improbable que todo el
La especie no califica como ame-
hábitat de la especie se encuentre conclusión
nazada bajo el criterio D.
ocupado y a la sensibilidad de la
NT A2cd+4cd; C2a(ii).
especie tanto a la destrucción de
ajuste regional
hábitat como a la cacería y entre-
saca de madera. Se estima que La especie es un taxón residente
la población continuará dismi- reproductor. La población co-

Distribución

Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información

432
patagioenas leucocephala
paloma coroniblanca
white-crowned pigeon

síntesis de información
felipe a. estela, sebastián restrepo-calle y juan david amaya-espinel

ecología 1982), lo cual concuerda con los datos de colec-


ción de una serie de adultos en estado reproducti-
La Paloma Coroniblanca es una especie de la vo obtenidos en San Andrés y Providencia en julio
cuenca del Caribe que por lo general se encuentra de 1966 por J. Hernández, E. Barriga y P. Bernal.
en islas y sobre todo en zonas de manglar (Raffaele
et ál. 1998; Bancroft y Bowman 2001). Frecuen- población
temente se registran individuos alimentándose en
En Colombia existen tres poblaciones principales
manglares en zonas continentales, pero nunca en
de esta especie en las islas de la plataforma conti-
reproducción. Prefiere este tipo de bosques, en
nental del Caribe, en San Andrés y en Providen-
donde usualmente se reproduce en colonias (in-
cia. El único estimativo poblacional proviene de la
cluso con algunas aves acuáticas como garzas e
isla Múcura donde se contaron 12 individuos (7
ibis). En islas pequeñas puede usar todo el mo-
machos, 5 hembras) en julio de 2006 (F. Estela,
saico de hábitats terrestres como bosques secos,
datos no publicados). En otras partes de la cuenca
potreros y zonas cercanas a viviendas humanas
del Caribe, como las Islas Vírgenes Americanas,
(Raffaele et ál. 1998; Bancroft y Bowman 2001).
los cayos de la Florida y Puerto Rico, está docu-
En Colombia se encuentra en los archipié-
mentada la reducción de sus poblaciones en los
lagos de San Bernardo y Rosario (Moreno et ál.
últimos 50-60 años (Bancroft y Bowman 2001;
2000), Isla Fuerte (Estela 2006) y en San Andrés y
McNair 2006).
Providencia (Hilty y Brown 1986; McNish 2003).
Existe un registro en las costas del departamento
amenazas
de Bolívar, cerca de Cartagena de Indias (Moreno
et ál. 2000). La principal amenaza es la reducción del manglar
La dieta de esta especie es muy variada e en las islas. La pérdida de manglar en el Caribe
incluye la mayoría de frutos y semillas que exis- colombiano sobrepasa el 40 % de su cobertura
ten en las islas que habitan (Bancroft y Bowman histórica, si se comparan los valores de finales del
2001). En los cayos de la Florida se observa una siglo XX con los de 50 o 60 años atrás (Sánchez-
relación positiva entre la fructificación de una Páez y Álvarez-León 1997). El uso del manglar
Anacardiacea (Metopium toxiferum) y la cantidad continental por esta especie (Moreno et ál. 2000)
de parejas anidantes y su éxito reproductivo (Ban- es muy ocasional y solo para alimentación.
croft et ál. 2000). En general todas las islas del Caribe enfren-
Al parecer la época reproductiva de esta es- tan procesos de transformación de hábitat por ur-
pecie en las islas de San Bernardo se extiende al banización, turismo y agricultura. En islas de ma-
menos entre mayo y septiembre (Moreno y López yor tamaño como San Andrés y Providencia esta

433
patagioenas leucocephala

situación es menos grave que en las islas pequeñas estén conectadas y la probabilidad de intercambio
donde la presión supone mayores impactos (ver de individuos entre poblaciones sea baja.
Flórez y Etter 2003 para Múcura y Tintipán).
Además, las islas del Caribe están sometidas, con historia de vida
alguna frecuencia, al impacto de huracanes que
No hay información para la especie.
alteran sus ecosistemas y por ende a las poblacio-
nes de aves (Estela et ál. 2005).
medidas de conservación
Un problema adicional para esta paloma es la
presión selectiva que existe sobre el árbol Metopium tomadas
toxiferum, el cual es un recurso clave para su repro- Esta especie ha sido registrada en áreas protegidas
ducción. Este árbol es alergénico, lo que ha llevado como los parques nacionales Corales del Rosario,
a su exterminio en la mayoría de zonas habitadas San Bernardo y Old Providence McBean Lagoon.
de estas islas del Caribe (Bangcroft et ál. 2000). Este último ha sido igualmente designado como
En Providencia se encuentra Metopium brownei, el AICA para el país así como Reserva de la Biosfera
cual está restringido a parches de bosques seco del Sea Flower y también parte de reservas regionales
interior de la isla (Ruiz y Fandiño-Orozco 2007), como The Peak en Providencia. Es importante te-
donde no se descarta que por ser altamente urti- ner en cuenta que el Parque Corales del Rosario
cante, sea erradicado por los lugareños. y San Bernardo conservan principalmente ecosis-
Dada la capacidad de dispersión relativamen- temas marinos y solo cuatro islas hacen parte de
te baja que tiene esta paloma (de 20 a 25 km), para la reducida porción terrestre que se encuentra
ser una especie insular (Strong y Bancroft 1994), protegida.
es probable que las poblaciones en Colombia no

situación de la especie NT B2ab(iii)


renjifo et ál. 2016

eoo
país no indica que esta sea par- criterio c
77 103 km2
área de hábitat
ticularmente intensa. La tasa de
remanente disminución poblacional no se No existe información que per-
52.2 km2 acerca a los umbrales de amena- mita hacer una estimación razo-
porcentaje total za bajo el criterio A. nable de su tamaño poblacional.
de pérdida de hábitat
A la fecha, la especie no es eva-
12.3 %
criterio b luable en Colombia para el cri-
una generación
6 años terio C.
B1 EOO = 77 103 km2 > 20 000
3 generaciones
18 años km2 No califica como amenaza- criterio d
da bajo el subcriterio B1.
B2 Área de hábitat rema- Probablemente no califica como
criterio a amenazada bajo el criterio D.
nente = 52.2 km2 < 500 km2. La
Ha perdido el 12.3 % de su há- especie tiene un hábitat natural-
bitat históricamente, lo cual in- mente fragmentado (a), y está ajuste regional
dica una reducción poblacional disminuyendo muy lentamente La especie es un taxón residente
muy paulatina. Aunque expe- (b), al menos en cuanto a área reproductor del país. Su pobla-
rimenta presión de cacería, la y/o calidad de hábitat (iii). ción nacional hace parte de un
información disponible para el VU B2ab(iii).

434
patagioenas leucocephala

mismo continuo geográfico con espera que la inmigración dis- conclusión


la población del caribe occiden- minuya dada su gran capacidad
tal y es posible que exista un de vuelo. Por esta razón se re- NT B2ab(iii).
significativo flujo de individuos comienda disminuir la categoría
entre las diferentes islas. No se en un paso.

Distribución

Distribución

435
metallura iracunda
METALURA DE PERIJÁ
Perija Metaltail

síntesis de información
juan pablo lópez-o. y andrés m. cuervo

ecología bosque montano y quizás más le paso a cultivos de mora, café


común en zonas de matorral y y la ganadería.
Metallura iracunda es un colibrí subpáramo, pero se desconocen
que tiene distribución restringi- patrones demográficos o esta- historia de vida
da a la Serranía de Perijá entre cionales en la vertiente altamen-
No hay información para la
Colombia y Venezuela (Hilty te perturbadas del lado colom-
especie.
y Brown 1986; Hilty 2003; biano de la serranía. En 15 días
López-O. et ál. 2014), don- de junio de 2008, durante un
medidas de
de existe sintópicamente con muestreo con redes en Sabana
M. tyrianthina (López-O. et Rubia, Cerro El Avión y El Cin- conservación
ál. 2014; Benham et ál. 2015). co, se capturaron 15 individuos tomadas
Habita desde el bosque húme- entre 2500 y 3050 m (López-O. Mientras que una parte impor-
do montano bajo hasta el pára- et ál. 2014). tante de la distribución de esta
mo entre 1800 y 3400 m, pero especie está protegida por un
es más común por encima de amenazas parque nacional del lado vene-
2400 m (Wetmore 1946; Phelps zolano (Birdlife International
En el lado colombiano de la
1958; Hilty 2003; Restall et ál. 2009v), del lado colombiano
Serranía de Perijá, la intensa
2006; López-O. et ál. 2014). no hay una sola área protegida,
perturbación de los ecosistemas
Usa bordes de bosques maduros naturales tiene una larga histo- excepto por una pequeña reserva
y enanos, subpáramo con pajo- ria (López-O. et ál. 2014). Hay privada para ecoturismo, lo cual
nales y matorral altoandino con predominancia de ganadería en es coherente con las diferencias
presencia de Cortaderia colombi- zonas de páramo y de bosque en el grado de conservación del
na, Calamagrostis effusa y Cala- húmedo montano. Los culti- paisaje a ambos lados de la fron-
magrostis sp., así como parches vos ilícitos de amapola y ma- tera. A pesar de que el Cerro
de chusque (Chusquea spatha- rihuana, las fumigaciones y las Pintado en los departamentos
cea) y frailejón (Espeletia peri- quemas intencionales del bos- de La Guajira y Cesar y el Zulia
jaensis y Libanothamnus ocultus) que y el páramo han afectado en Venezuela se reconoce como
(Rivera y Fernández 2003). cientos de hectáreas de hábitat una AICA (Birdlife International
Liba néctar en las flores de esta especie (Fjeldså et ál. 2009s), esta no fue establecida
de especies de una diversidad 2005; López-O. et ál. 2014). teniendo en cuenta la presencia
de árboles y arbustos de varias Por otro lado, la construcción de M. iracunda. Al igual que to-
familias (Rivera y Fernández de nuevas vías de penetración dos los colibríes, se encuentra in-
2003) y busca artrópodos entre y la ampliación de la frontera cluido en el Apéndice II de CITES
los frailejones. Se posa en ramas agrícola han aumentado en la (UNEP-WCMC 2015).
expuestas a mediana altura en última década. El bosque mon-
bordes de bosque y en matorra- tano primario o secundario en
les del subpáramo, desde donde avanzado estado de maduración
vocaliza. Es poco común en el está siendo removido para dar-

436
metallura iracunda

NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

tán regresando a sus tierras y len- su congénere M. tyrianthina en


eoo
682.4 km2 tamente han reiniciado el corte el mismo tipo de ecosistemas.
área de hábitat de la regeneración secundaria Cresswell et ál. (1999) encon-
remanente (F. Lozano com. pers.), por lo traron densidades poblaciona-
124.2 km2
que se estima que la especie co- les de 70 ind/km2 en bosque
porcentaje de cambio
menzará de nuevo a disminuir primario, 130 ind/km2 en ma-
de hábitat 2001-2011
86.5 % por lo menos en cuanto a área torral secundario y 50 ind/km2
porcentaje total de de ocupación (ii), extensión y/o en áreas rurales. Si asumimos la
pérdida de hábitat
calidad de hábitat (iii), y número densidad más baja en un ecosis-
66.6 %
de individuos maduros (v). tema natural (70 ind/km2) y un
tiempo generacional
desconocido. VU B1ab (ii,iii,v). hábitat remanente con una ex-
B2 Área de hábitat rema- tensión de 124.2 km2, la pobla-
nente = 124.2 km2 < 500 km2. ción de la especie en Colombia
criterio a M. iracunda se encuentra exclu- sería de 8700 individuos. Por lo
Ha perdido históricamente un sivamente en la Serranía de Peri- tanto, se considera que la espe-
66.6 % del hábitat (se considera já en la frontera entre Colombia cie se encuentra por debajo del
como hábitat diferentes tipos de y Venezuela, en donde su distri- umbral de 10  000 individuos
bosque y arbustales). En un pe- bución, además de reducida, se maduros. Dado que las especies
riodo de 10 años (2001–2011) encuentra severamente fragmen- de este género tienen la capaci-
experimentó un incremento del tada por la transformación de dad de cruzar hábitats abiertos,
86.5 % de su hábitat. Si toma- hábitat (a). En 10 años la especie se estima que existe una sola po-
mos la reducción del hábitat experimentó una recuperación blación y que está disminuyen-
como un indicador de reduc- de hábitat como consecuen- do por pérdida de hábitat.
ción poblacional, la especie no cia del desplazamiento forzado VU C2a(ii).
se acerca a los umbrales de ame- de los campesinos de la región.
naza bajo el criterio A. En la actualidad los campesinos
criterio d
están regresando a sus tierras y
criterio b lentamente han reiniciado el La especie no califica como ame-
corte de la regeneración secun- nazada bajo el criterio D.
B1 EOO = 682.4 km2 < 5000 km2.
daria (F. Lozano com. pers.) por
M. iracunda se encuentra exclu- ajuste regional
lo que se estima que la especie
sivamente en la Serranía de Peri-
comenzará de nuevo a disminuir Es un taxón residente repro-
já en la frontera entre Colombia
por lo menos en cuanto a área ductivo. Dada la continuidad
y Venezuela, en donde su distri-
de ocupación (ii), extensión y/o de hábitat con Venezuela, se es-
bución, además de reducida, se
calidad de hábitat (iii), y número tima que la población nacional
encuentra severamente fragmen-
de individuos maduros (v).
tada por la transformación de es objeto de inmigración de in-
VU B2ab(ii,iii,v).
hábitat (a). En 10 años la especie dividuos capaces de subsistir en
experimentó una recuperación Colombia, y no se espera que la
criterio c inmigración disminuya por lo
de hábitat como consecuencia
del desplazamiento forzado de No existen estimaciones de menos en el futuro cercano. Se
los campesinos de la región. En densidad poblacional para M. recomienda disminuir la catego-
la actualidad los campesinos es- iracunda, pero sí las hay para ría en un paso.

437
metallura iracunda

conclusión
NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii).

Distribución

Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información

438
pyrilia pyrilia
cotorra cabeciamarilla, churica cabeciamarilla
saffron-headed parrot

síntesis de información
andrés m. cuervo, juan lázaro toro y orlando acevedo-charry

para pernoctar. Este grupo de agricultura y minería (Cuervo y


ecología
percnotación se conformó con Toro 2002). Se han reportado
Pyrilia pyrilia se distribuye en cerca de 25 individuos al anoche- algunos casos de mascotas en
Panamá, Venezuela, Colombia cer (O. Acevedo-Charry y F. G. diferentes lugares de Colombia
y Ecuador (Hilty 2003; Info- Stiles, en preparación). El perio- (BirdLife International 2008b,
Natura 2007; BirdLife Interna- do reproductivo es entre marzo y 2012a; O. Acevedo-Ch y N.
tional 2012a), desde el nivel del junio para el norte de Antioquia, Pérez-Amaya obs. pers.).
mar hasta 1000 m y en algunas con presencia de juveniles en ju-
ocasiones hasta 1700 m o más lio. En otras localidades se han historia de vida
(Hilty y Brown 2001; Cuer- reportado evidencias reproducti- No hay información para la
vo et  ál. 2008, Cuervo y Toro vas en abril y julio. especie.
2002; F. G. Stiles, O. A. Aceve-
do-Ch y N. Pérez-A. obs. pers. población medidas de
2011). Se presume que hace mi-
La población total se ha estima- conservación
gración altitudinal. Es habitante
do en 7000 individuos y cerca de tomadas
del dosel y subdosel de bosques
maduros y secundarios y puede 4700 individuos maduros, con Se encuentra en cinco PNN: Pa-
volar a través de zonas relativa- tendencia decreciente (Cuervo y ramillo, Los Katíos, Ensenada de
mente abiertas (Cuervo y Toro Toro 2002, BirdLife Internatio- Utría (Cuervo y Toro 2002), Se-
2002; A. Cuervo com. pers.; nal 2008b, Botero-Delgadillo y rranía de los Yariguíes (Donegan
O. A. Acevedo-Ch obs. pers.). Páez 2011). En la región del río et ál. 2010) y en el sector oriental
Usualmente se registra en gru- Sinú (oeste de su distribución) de El Cocuy, incluyendo la Re-
pos de menos de 10 individuos se estima que su población está serva Forestal Regional Protecto-
(Cuervo y Toro 2002; Botero- entre 2000 y 4000 individuos ra Río Tame (O. Acevedo-Cha-
Delgadillo y Páez 2011). Sin y en la serranía de San Lucas, rry y F. G. Stiles, en preparación)
embargo, se han reportardo vertiente oriental de la cordillera es probable que se encuentre en
grupos de hasta 40 individuos Oriental y los Andes de Mérida los parques Catatumbo-Barí y
entre los meses de abril a julio el tamaño estimado de la pobla- Tamá. De igual forma se encuen-
en diferentes regiones (L. G. ción puede acercarse a los 1000 tra presente en reservas privadas.
Mosquera y V. A. Díaz, datos no individuos (BirdLife Interna- La cotorra cabeciamarilla está
publicados; O. Acevedo-Charry tional 2008b, 2012a; Botero y dentro del Apéndice II de CITES
y F.G. Stiles, en preparación). Páez 2011). (UNEP-WCMC 2015).
En la Reserva Forestal Pro- En la serranía de las Quin-
amenazas
tectora Río Tame, grupos pe- chas se llevó a cabo un progra-
queños (2 o 3 individuos) lle- Su mayor amenaza es la pérdida ma de educación ambiental que
gaban a un árbol solitario en de hábitat debida principalmente incluyó la formación de grupos
terreno abierto, agrupándose a tala, asentamientos humanos, de observadores de aves, talleres

439
p yrilia p yrilia

y charlas guiadas (L. G. Mosquera y V. A. Díaz, giones, por ejemplo, la zona de amortiguación del
datos no publicados). Puede ser considerada una PNN El Cocuy en el sector oriental, piedemonte de
especie carismática y fortalecer procesos de edu- Arauca (Tame, Saravena y Fortul) (O. Acevedo-
cación ambiental y conservación en diferentes re- Charry y F. G. Stiles, en preparación).

NT C2a(ii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

de 30 000 individuos. Por otra parte, el grueso de


criterio a
la población de la especie parece encontrarse en el
Esta especie ha perdido el 56.4 % de su hábitat his- Magdalena Medio y el norte de las cordilleras Cen-
tóricamente y en diez años ha perdido un 1.3 %. tral y Occidental, mientras que en la costa pacífica,
Tomando la pérdida de hábitat como un indica- en donde se encuentra la mayor parte del hábitat
dor de la disminución de la población de la espe- remanente, su presencia parece ser errática (Hilty
cie en el pasado, esta no se acerca a los umbrales
y Brown 1986, Renjifo et ál. 2002). Por estas ra-
de amenaza bajo el criterio A. Aunque la pérdida
zones, y por criterio de precaución, se estima que
de hábitat en el área de distribución continuará
la población colombiana de la especie podría estar
en el futuro no es previsible que esta se acelere a
cerca de tener 10 000 individuos maduros. Dada la
tal punto de generar una pérdida de más del 30 %
gran capacidad de dispersión de los loros y lo apa-
de la población de la especie en tres generaciones.
rentemente continuo de la distribución geográfica
de la especie, es probable que esta tenga una sola
criterio b
población conectada por individuos que se disper-
B1 EOO = 356 354 km2 >> 20 000 km2 B2 Área san de una región a otra.
de hábitat remanente = 59 145 km2; AOO estimada NT C2a(ii).
= 29 851 km2 >> 2000 km2. La especie no califica
como amenazada bajo el criterio B. criterio d
eoo
La especie no califica como amena-
criterio c 356 354 km2
área de hábitat
zada bajo el criterio D.
No hay estimativos de densidad remanente
poblacional para la especie pero sí 59 145 km2 ajuste regional
los hay para dos especies del gé- área remanente

nero Pyrilia en selvas húmedas de


ponderada por La especie es un taxón residente re-
idoneidad de hábitat
tierras bajas neotropicales. Para P. (aoo estimada)
productivo. Es posible que sea objeto
barrabandi se estimó una densidad 29 851 km2 de inmigración de individuos capaces
de 1 ind/km2 en el PN Manu en la porcentaje de cambio de reproducirse en Colombia. No es
de hábitat 2000-2010
amazonia peruana (Terborgh et ál. probable que dicha inmigración vaya
-1.3 %
1990) y para P. haematotis se estimó porcentaje total de
a disminuir, por lo menos en el futuro
una densidad de 5 ind/km2 en Pana- pérdida de hábitat cercano, dado el buen estado de los
56.4 %
má Central (Robinson et ál. 2000). bosques en la frontera con Panamá y
una generación
Si se tomara como referencia y pre- 6.9 años
lo extenso de los bosques en la cuen-
caución la densidad más baja, y la to- 3 generaciones ca del Catatumbo. No hay razón para
talidad del hábitat de la especie estu- 20.7 años pensar que la población colombiana
viera ocupado, entonces la población sea un sumidero, de hecho, la distri-
de la especie en el país sería de cerca bución de la especie está centrada en

440
p yrilia p yrilia

conclusión
el norte de Colombia. Se recomienda no cambiar
la categoría. NT C2a(ii).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

441
synallaxis fuscorufa
rastrojero serrano
rusty-headed spinetail

síntesis de información
cristóbal navarro, juan alzate, yurgen vega y joaquín moya

ecología parejas o grupos familiares que en el páramo, por parte de las


acompañan a bandadas mixtas comunidades indígenas, son el
Esta especie habita en el soto- (Hilty y Brown 1986; Strewe y principal riesgo para la especie.
bosque de bosques de monta- Navarro 2003, 2004) que inclu- Además, la zona más conocida,
ña y bordes de bosque (Hilty y yen regularmente a Cranioleuca la cuchilla de San Lorenzo, no
Brown 1986; Ridgely y Tudor hellmayri (C.E. Navarro, datos se encuentra dentro del PNN
1994), así como bosques in- no publicados). Hay registros de Sierra Nevada de Santa Marta
tervenidos (Strewe y Navarro cinco individuos en condición (Córdoba y Renjifo 2002).
2004) entre 1000 y 4600  m reproductiva entre enero y junio
pero principalmente entre los y dos juveniles en junio y julio historia de vida
2000-3000  m (Hilty y Brown (Hilty y Brown 1986).
No hay información para la
1986; Ridgely y Tudor 1994; Aunque su población ac-
especie.
IAvH 2000; Strewe y Navarro tual es desconocida (BirdLife In-
2003; Córdoba y Renjifo 2002). ternational 2009n), esta especie
Se le encuentra en matorrales se considera común a bastante medidas de
enmalezados con densas zarzas y común (Todd y Carriker 1922; conservación
enredaderas, tiene alto grado de Hilty y Brown 1986), sin em- tomadas
afinidad con las marañas de Chus- bargo, esta clasificación obedece
Se encuentran poblaciones de
quea sp. que crece en bosques in- a los registros obtenidos en la
esta especie en El PNN Sierra Ne-
tervenidos arriba de los 2000 m cuchilla de San Lorenzo, donde
vada de Santa Marta. También
(C.E. Navarro, datos no publi- se le puede encontrar con cierta
se le conoce en las AICAS cuchilla
cados). En bosques primarios regularidad en inmediaciones de
de San Lorenzo, valle de San Sal-
se observa en el estrato medio las reservas naturales el El Dora-
vador, valle del Río Frío y Eco-
y alto (Strewe y Navarro 2003), do y La Cumbre. En los demás
Parque los Besotes, al igual que
así como en arbustos en zonas flancos de la Sierra Nevada de
las RN La Cumbre y El Dorado.
abiertas (Tood y Carriker 1922). Santa Marta aun se desconoce su
Al igual que otros Synallaxis, situación.
medidas de
salta y se interna en el sotobos-
amenazas conservación
que espeso donde busca insec-
tos, moviéndose enérgicamente
propuestas
Los ecosistemas de la Sierra Ne-
en arbustos y pequeñas ramas, vada de Santa Marta han sufrido Es necesario realizar estudios
principalmente entre 0.5-7  m impactos negativos a causa de la que permitan estimar el estado
de altura (Hilty y Brown 1986; colonización, la tala de selvas y actual de las poblaciones, espe-
Ridgely y Tudor 1994; Córdoba plantaciones ilícitas. Sin embar- cialmente hacia el flanco noro-
y Renjifo 2002). El Rastrojero go, las quemas constantes, la riental y sur en los departamen-
Serrano es manso y se le puede ampliación de la frontera agríco- tos de Guajira y Cesar. La SNSM
aproximar fácilmente (Todd y la y la instauración de potreros requiere urgentemente una es-
Carriker 1922). Se observa en en las zonas altas, especialmente trategia de manejo y conserva-

442
synallaxis f uscorufa

ción principalmente de los bosques montanos, concertada con los líderes de las comunidades indígenas.
También, sería recomendable ampliar los límites del PNN SNSM para incluir todo el gradiente altitudinal,
en los tres departamentos con jurisdicción en la sierra (Córdoba y Renjifo 2002).

NT B1ab(iii)+2ab(iii)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

criterio a tiene una distribución naturalmente fragmenta-


da (a). No requiere de condiciones de interior de
Históricamente se ha perdido el 44.2 % de los bos- bosque, es frecuente en bordes de bosque, creci-
ques dentro de la distribución de la especie. Más mientos secundarios y arbustales en zonas abiertas
recientemente, en un periodo de 10 años esta ten- (véase síntesis de información). Por esta razón la
dencia se ha revertido con una recuperación de la población de la especie no parece estar disminuyen-
cobertura boscosa 5.75 %. Por otro lado esta es- do aunque la eliminación de cobertura arbustiva en
pecie no requiere de condiciones de interior de zonas deforestadas podría implicar un deterioro en
bosque lo cual implica que una reducción en el la extensión y calidad de hábitat (iii).
área de cobertura boscosa no necesariamente im- NT B2ab(iii).
plica una reducción en el tamaño poblacional de la
especie. La especie no se acerca a los umbrales de criterio c
riesgo bajo el criterio A.
No existen estimaciones de densidad poblacional
criterio b para la especie que permitan hacer estimaciones
del tamaño poblacional. No parece calificar como
B1 EOO = 4857 km2 < 5000 km2. La especie tie- amenazada bajo el criterio C2.
ne una distribución naturalmente fragmentada
(a). La especie no requiere de con- criterio d
diciones de interior de bosque, es
frecuente en bordes de bosque, cre- eoo La especie no califica como amena-
4857 km2 zada bajo el criterio D.
cimientos secundarios y arbustales
área de hábitat
en zonas abiertas (véase síntesis de remanente
información de la especie). Por esta 843.3 km2 ajuste regional
razón la población de la especie no porcentaje de cambio
Es endémica de Colombia por lo
de hábitat 2000-2010
parece estar disminuyendo aunque cual no es necesario hacer un ajuste
5.75 %
la eliminación de cobertura arbustiva porcentaje total regional.
en zonas deforestadas podría impli- de pérdida de hábitat

car un deterioro en la extensión y 44.2 %


conclusión
calidad de hábitat (iii). una generación
3.8 años NT B1ab(iii)+2ab(iii).
NT B1ab(iii).
3 generaciones
B2 Área de hábitat remanente 11.4 años
= 843.3 km2 < 2000 km2. La especie

443
synallaxis f uscorufa

Distribución

Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información

444
aphanotriccus audax
mosquero piquinegro
black-billed flycatcher

síntesis de información
eduardo gallo-cajiao

del suelo, donde se alimenta realizando vuelos


ecología
cortos para capturar presas, así como desplazán-
Esta especie se distribuye en ecosistemas boscosos dose activamente entre perchas (Wetmore 1972,
húmedos de tierras bajas en el norte de Colombia Hilty y Brown 1986, Restall et ál. 2007). Aun-
y el oriente de Panamá, donde parece estar aso- que en ocasiones se ha registrado con bandadas
ciada a cuerpos de agua (Ridgely y Tudor 1989). mixtas (Wetmore 1972), es más comúnmente in-
Habita principalmente entre 100 y 600 m de ele- dependiente de ellas (Hilty y Brown 1986; Rid-
vación en sotobosque denso y sombreado de bos- gely y Gwine 1993).
que húmedo primario y secundario maduro cerca Su biología reproductiva es pobremente co-
de arroyos, ríos y pantanos (Hilty y Brown 1986, nocida. La única información con la que se cuenta
Ridgely y Gwine 1993), así como en manglares incluye un macho en condición reproductiva en-
(Estela y López-Victoria 2005). tre marzo y abril, así como un juvenil observado a
La abundancia relativa de la especie es con- finales de junio (Hilty y Brown 1986).
siderada no común a localmente común (Ridgely A pesar que no existen evaluaciones espe-
y Gwine 1993), mientras que datos de densidad cíficas del grado de tolerancia de esta especie a
poblacional son totalmente desconocidos. Esta es- presiones antrópicas, es posible que sea sensible
pecie parece ser más abundante en estribaciones tanto a la fragmentación como a la perturbación
montañosas y piedemontes que en zonas planas de bosques. Este Tyrannido, al ser un insectívo-
(Hilty y Brown 1986). Es considerada común en ro de sotobosque, es probablemente vulnerable
la parte alta de la cuenca del río Sinú (río Verde, a la fragmentación. Las especies de dicho gremio
Hilty y Brown 1986). Por otro lado, es reportada trófico han sido identificadas como susceptibles
como no común en la Reserva El Paujil, donde a esta amenaza probablemente debido a su limi-
habita exclusivamente cañadas cerca de arroyos tada capacidad para cruzar áreas abiertas (Seker-
en bosque primario de dosel cerrado (Fundación ciouglu et ál. 2002). Desafortunadamente, no se
ProAves de Colombia 2011). Aunque se ha suge- cuenta con información sobre el tamaño mínimo
rido que su baja abundancia relativa podría ser un de fragmentos, ni tipos de matrices, que permitan
efecto de muestreo dada su naturaleza inconspicua predecir la persistencia de la especie en paisajes
(Ridgely y Gwine 1993), es posible que al menos antropogénicos en el largo plazo. Por otro lado,
en algunas localidades estos datos reflejen su real la especie ha sido hallada únicamente en bosque
abundancia. La especie ha sido registrada como no primario de dosel cerrado y en bosque secundario
común en el Magdalena Medio a pesar del moni- maduro (Hilty y Brown 1986; Ridgely y Gwine
toreo constante durante cuatro años con redes de 1993, Fundación ProAves de Colombia 2011).
niebla (Fundación ProAves de Colombia 2011). Esto sugiere que posiblemente no soporte tala
Esta especie es un insectívoro de sotobos- selectiva ni degradación de sotobosque dada por
que. Su dieta incluye escarabajos e hymenópteros acceso de ganado proveniente de áreas producti-
(Wetmore 1972). Generalmente se posa silencio- vas adyacentes (Martin 1984; Fundación ProAves
samente en parejas, a una distancia entre 1 y 4 m de Colombia 2011).

445
aphanotriccus audax

nes del nudo de Paramillo y la ción tanto geográfico como alti-


población
Serranía de San Lucas (UNODC tudinal (Hilty y Brown 1986).
La población de esta especie no 2010). Adicionalmente, el des- Es imperativo determinar
ha sido evaluada a ninguna esca- cubrimiento de yacimientos la distribución actual de la es-
la espacial. de oro en este último sistema pecie fuera de áreas protegidas.
montañoso ha desencadenado En este contexto, quizá una de
amenazas deforestación, especialmente en las áreas más importantes sea
La cobertura boscosa dentro del su flanco oriental desde los años la serranía de San Lucas (AICA
área de distribución de la especie noventa (Cuervo et ál. 1999). CO034). La expedición más re-
ha sido reducida severamente. ciente a esta región no registró
historia de vida a la especie, quizá debido a que
La región Caribe, que abarca la
el muestreo estuvo limitado a
mayor parte de su distribución, No hay información para la
un único fragmento de su hábi-
ha perdido cerca del 75 % de su especie.
tat (Salaman y Donegan 2001).
cobertura de ecosistemas natu-
Por tanto, es necesario hacer
rales. Entre tanto, la región del medidas de más expediciones a esta región
valle del Magdalena, en la cual la conservación que permitan determinar prio-
especie se distribuye parcialmen-
tomadas y ridades de conservación para la
te en su sección norte, ha perdi-
propuestas especie. De otro lado, el Mag-
do más del 90 % de sus bosques
dalena Medio podría aún tener
(Etter et  ál. 2006). En ambos Esta especie habita en al me-
poblaciones importantes de la
casos, la principal conversión del nos cinco áreas protegidas. Se
especie en los bosques de las
suelo ha sido dada por ganade- encuentra en el PNN Tayrona
laderas de los Andes. Como un
ría facilitada por el desarrollo de (12 000 ha, AICA CO006, Estela
ejemplo, la especie fue recien-
obras de infraestructura (p. ej., y López-Victoria 2005), en el SFF
temente registrada en la vereda
carreteras, Etter et  ál. 2006). Los Colorados (1200 ha, AICA
Piedras Verdes, municipio de
Especialmente notable es la ex- CO011, Franco et ál. 2009), en
Samaná-Caldas (Jardín Botáni-
tensa destrucción de bosques la reserva Ecoparque Los Beso-
co de la Universidad de Caldas
en la cuenca del río Sinú, la cual tes (1000 ha, AICA CO010, Ro-
2008). Por último, teniendo en
fue exacerbada por la construc- dríguez-Mahecha et  ál. 2008), cuenta los registros históricos
ción de la represa de Urrá (Bus- así como en las reservas privadas de la cuenca del río Sinú (Hil-
tamante-Fernández 2008). En el Paujil (6000 ha, AICA CO076, ty y Brown 1986), sería conve-
esta región en particular, Hilty Salaman et  ál. 2009), en el niente determinar los remanen-
y Brown (1986) reportaron a la Magdalena Medio, y Agrosole- tes de bosque donde la especie
especie como común antes que dad (AICA CO013, Franco et ál. posiblemente aún persista e in-
esta obra fuera ejecutada en los 2009), en la zona déltica del río corporarlos a planes de conser-
90 sin que se conozca su status Sinú. Es muy probable que esta vacion en sistemas productivos.
ahí mas recientemente. especie se encuentre adicional-
Algunas de las regiones mente en la Reserva Regional
con mayor cobertura boscosa Bajo Cauca-Nechí (45 000 ha,
dentro de su ámbito de distri- AICA CO035), el PNN Paramillo
bución presentan amenazas in- (460 000 ha, AICA CO022) y el
minentes. Como un ejemplo, PNN Los Katíos (72 000 ha, AICA
el establecimiento de cultivos CO019), teniendo en cuenta
de coca ha causado deforesta- que estas áreas protegidas están
ción reciente en las estribacio- dentro de su ámbito de distribu-

446
aphanotriccus audax

NT B2ab(ii,iii,v)
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

criterio a eoo criterio c


117 172 km2
Esta especie ha perdido un 85  % No existen estimaciones de densidad
área de hábitat
de su hábitat históricamente y un remanente poblacional de la especie que permi-
11.15 % en 10 años. Aunque la pér- 3360 km2 tan calcular el tamaño poblacional de
dida de hábitat de esta especie es área remanente la misma en el país.
ponderada por
muy extensa y rápida no alcanza los idoneidad de hábitat

umbrales de amenaza del criterio A, (aoo estimada) criterio d


2607 km2
por lo tanto no califica como ame- La especie no califica como amena-
porcentaje de cambio
nazada bajo este criterio. de hábitat 2000-2010 zada bajo el criterio D.
-11.15 %
criterio b porcentaje total de
ajuste regional
pérdida de hábitat

B1 EOO = 117 172 km2>>20 000 km2 85 % La especie es un taxón residente


B2 Área de hábitat remanen- una generación
que se reproduce en Colombia. La
3.6 años
te = 3360 km ; AOO estimada =
2 población de la especie parece tener
3 generaciones
2607 km2 ≈ 2000 km2. 10.8 años una distribución disyunta, la cual, a
Esta especie se acerca al um- su vez, parece ser discontinua de la
bral de 2000 km . Además, su há-
2 distribución de la especie en Panamá
bitat se encuentra severamente fragmentado (a) (ver mapas de distribución). Por esta razón no se
y se estima que continuará disminuyendo (b) al prevé que haya inmigración desde ese país. En
menos en cuanto a área de ocupación (ii), exten- conclusión, no se modifica la categoría.
sión y/o calidad de hábitat (iii) y número de indi-
conclusión
viduos maduros (v).
NT B2ab(ii,iii,v). NT B2ab(ii,iii,v).

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

447
chlorospingus tacarcunae
montero de tacarcuna
tacarcuna bush-tanager

síntesis de información
jorge enrique avendaño

El único contenido estomacal examinado hasta el


ecología
momento constaba de pequeñas orugas verdes y
Chlorospingus tacarcunae está restringido al sector pedazos de exoesqueletos (Wetmore et ál. 1984).
Caribe de las tierras altas del Darién (Stotz et ál. Es posible que la temporada reproductiva
1996). En Panamá se distribuye desde el este de la tenga lugar desde febrero hasta mitad de año. La
provincia de Panamá, al sur a través de la serranía construcción de nidos ha sido reportada a media-
de San Blas hasta los cerros Tacarcuna y Malí, en dos de febrero (Wetmore et  ál. 1984; Christian
la frontera entre Panamá y Colombia (Wetmore 2001), mientras que se han recolectado volanto-
et ál. 1984; Ridgely y Gwynne 1989; Isler e Isler nes entre mayo y agosto (Renjifo et ál., datos no
1999). En Colombia solo se conoce de la vertien- publicados; J. E. Avendaño obs. pers.).
te este del macizo de Tacarcuna, en el departa-
mento del Chocó (Hilty y Brown 1986; Isler e amenazas
Isler 1999; Restall et ál. 2007).
La poca información sobre la historia na- Las tierras bajas circundantes a la serranía del Da-
tural de este Montero ha sido recolectada de las rién actualmente experimentan un auge ganadero
poblaciones panameñas, ya que la especie es poco y de explotación maderera, lo que amenaza los
conocida en Colombia (Ridgely y Tudor 1989). bosques de montaña. En la cuenca del río bonito
Habita el dosel y bordes de bosque de niebla y (Unguía, Chocó), la deforestación alcanza la cota
achaparrado en la parte alta del cerro Tacarcuna de 450 m (Renjifo et ál., datos no publicados).
entre 1230 y 1440 m, aunque alcanza menores Una situación similar se presenta en el lado pana-
elevaciones del lado colombiano (1150 m; Renji- meño (Angehr et ál. 2004). A mediano plazo el
fo et ál., datos no publicados) y en la provincia de Montero de Tacarcuna enfrenta varias potencia-
Panamá (840-1000 m; Wetmore et ál. 1984). Es les amenazas como la culminación de la carretera
poco común a localmente común, principalmen- Panamericana y varios proyectos asociados de in-
te asociada a vegetación achaparrada a lo largo fraestructura eléctrica y gasífera que afectarían los
de filos de montaña (Ridgely y Tudor 1989). Sin ecosistemas del Tapón del Darién.
embargo, en una expedición reciente al Tacarcuna
colombiano fue una de las especies más comunes historia de vida
en un bosque de niebla, donde se movía en grupos No hay información para la especie.
familiares de 4 a 5 individuos como parte de ban-
dadas mixtas de estrato medio y subdosel (Ren-
medidas de conservación
jifo et ál., datos no publicados). En Panamá ha
tomadas
sido observado en el sotobosque del bosque alto
y en todos los niveles del bosque achaparrado y al La vertiente panameña del cerro Tacarcuna hace
igual que en Colombia parece ser especie núcleo parte del PNN Darién. En Colombia las poblacio-
de bandadas mixtas (Wetmore et ál. 1984; Isler e nes recientemente registradas hacen parte de la
Isler 1999; Renjifo et ál., datos no publicados). reserva forestal de El Darién.

448
chlorospingus tacarcunae

situación de la especie NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii)


renjifo et ál. 2016

entre 9 ind/km2 en áreas con bajo


criterio a eoo
289.8 km2 disturbio, 84 ind/km2 en disturbio
Esta especie ha perdido el 12.1 % de medio y 175 ind/km2 en disturbio
área de hábitat
su hábitat históricamente y en diez remanente alto. Por su parte, C. pileatus tiene
años recuperó un 3.3 % del hábitat 163.4 km2 densidades de 345 ind/km2 en áreas
perdido. Tomando la pérdida de há- porcentaje de cambio
con bajo disturbio, 423 ind/km2 en
de hábitat 2000-2010
bitat como un indicador de la dismi- disturbio medio y 46  ind/km2 en
3.3 %
nución de la población la especie no porcentaje total de disturbio alto (Gomes et ál. 2008).
se acerca a los umbrales de amenaza pérdida de hábitat En Ecuador se estimó una densidad
bajo el criterio A. 12.1 % de 30 ind/km2 (en matorral secun-
una generación
dario) para C. parvirostris (Cresswell
3.6 años
criterio b et ál. 1999). Sabiendo que la especie
3 generaciones
B1 EOO = 289.8 km < 5000 km .
2 2 10.8 años es localmente común podría asu-
La especie tiene probablemente una mirse una densidad poblacional de
sola población en la Serranía del Da- 30 ind/km2, lo que implicaría que la
rién y su distribución no se encuentra fragmenta- población de la especie en Colombia sería de unos
da en la actualidad (a) pero podría llegar a estarlo 4902 individuos < 10 000 individuos (163.4 km2
rápidamente si progresan los procesos de pérdi- x 30 ind/km2 = 4902 ind). Se estima que la pobla-
da de hábitat. La especie está declinando (b) al ción de la especie está disminuyendo (C2) debido
menos en cuanto a área y/o calidad de hábitat a la pérdida de hábitat y que el 100 % de los indivi-
(iii) y en número de individuos maduros (v). Si su duos hacen parte de una misma población (a(ii)).
distribución es fragmentada pasaría de NT a EN. VU C2a(ii).
NT B1ab(iii,v).
B2 Área de hábitat remanente = 163.4 km2 < criterio d
500 km2. La especie tiene probablemente una sola La especie probablemente no califica como ame-
población en la Serranía del Darién y su distribu- nazada bajo el criterio D.
ción no se encuentra fragmentada en la actuali-
dad (a) pero podría llegar a estarlo rápidamente si ajuste regional
progresan los procesos de pérdida de hábitat. La
especie está declinando (b) al menos en cuanto La especie es un taxón residente reproductor
a área y/o calidad de hábitat (iii) y en número del país. Su población nacional hace parte de
de individuos maduros (v). Si su distribución es un mismo continuo geográfico con la población
fragmentada pasaría de NT a EN. panameña por esto se estima que sí es objeto de
NT B2ab(iii,v). inmigración desde ese país. No se espera que la
inmigración disminuya dado que los bosques en
la frontera de los dos países se encuentran en buen
criterio c
estado. Por tal razón se recomienda disminuir la
No hay estimaciones de densidad poblacional de categoría de la especie en un paso.
la especie en el campo. No obstante, se sabe que es
localmente común (L. M. Renjifo obs. pers.). Por conclusión
otra parte, existen estimaciones de densidad po-
blacional para algunos congéneres en los bosques NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii).
montanos. La densidad de C. ophtalmicus varía

449
chlorospingus tacarcunae

Nota: si se presentara alguna fragmentación de la distribución de la especie esta pasaría de inmediato


de casi amenazada (NT) a amenazada (EN) bajo los subcriterios B1 y B2.

Distribución

Hábitat perdido
Hábitat remanente
Vacíos de información

450
arremonops tocuyensis
pinzón guajiro
tocuyo sparrow

síntesis de información
jorge enrique parra, marcela beltrán y alexandra delgadillo

ecología grande entre Colombia y Venezuela, aunque el


tamaño de la población no se ha cuantificado
Arremonops tocuyensis es una especie endémica (BirdLife International 2009c).
del extremo norte de Suramérica entre Colombia
y Venezuela (Hilty y Brown 1986; Stiles 1997). amenazas
En Colombia se encuentra desde la península de
La Guajira hasta la base norte de la Sierra Nevada El sector del PNN Macuira, en donde esta especie
de Santa Marta. Habita ecosistemas secos como ha sido reportada, enfrenta actualmente proble-
cardonales con matorrales espinosos, bosques se- mas debidos al crecimiento demográfico de la re-
cos caducifolios y bosques nublados. Se alimenta gión, la caza de aves y la actividad caprina (Bird-
principalmente sobre el suelo de semillas y frutos Life International 2009c). La extensión de estas
(Hilty y Brown 1992). actividades y su impacto sobre las poblaciones del
Es una especie relativamente común, aun- Pinzón Guajiro no han sido cuantificadas.
que tiene una distribución restringida dentro del
área de endemismo de aves (AEA) del Caribe de medidas de conservación
Colombia y Venezuela (Stattersfield et ál. 1998). La especie se encuentra en las siguientes AICAS y
Se puede confundir con Arremonops conirostris áreas protegidas: PNN Macuira (La Guajira), SFF
y las distribuciones de ambas especies se solapan los Flamencos (La Guajira), sistema de humedales
desde la base norte de la Sierra Nevada de San- de la península de La Guajira, valle de San Salva-
ta Marta hasta el occidente de Riohacha (Hilty y dor Sierra Nevada de Santa Marta, santuario de
Brown 1992). vida silvestre los Besotes y PNN Tayrona. Las si-
En febrero de 2009 se registró en el pie- guientes organizaciones de conservación trabajan
demonte de la serranía Cocinas en la península con las comunidades locales para el desarrollo de
de La Guajira en bosque xerofítico (L. Agudelo la región a través del uso y conservación de la bio-
com. pers.). diversidad: Fundación ProSierra y FOSIN.

población
Se cree que la tendencia de las poblaciones es es-
table debido a que habita un área de distribución

NT A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)
situación dela especie
renjifo et ál. 2016

criterio a
Esta especie ha perdido históricamente 76 % del hábitat (se consideran hábitats bosque denso alto, bajo;
bosque abierto alto, abierto bajo, fragmentado con vegetación secundaria, arbustal denso; bosque frag-
mentado con pastos y cultivos). En un periodo de 10 años (2001 – 2011) perdió 43.4 % de su hábitat. Por

451
arremonops tocuyensis

esta razón se estima que en 10 años bitat (iii), y número de individuos


eoo
la especie ha perdido más del 30 % de 14 411 km 2 maduros (v).
su población y que dicha tendencia área de hábitat NT B2ab(ii,iii,v).
continuará por lo menos en el futuro remanente

cercano. 3255 km2
criterio c
área remanente
VU A2c+4c.
ponderada por No existen estimaciones de densidad
idoneidad de hábitat
poblacional que permitan hacer una
criterio b (aoo estimada)
2062 km2 estimación del tamaño poblacional
B1 EOO = 14 411 km2 < 20 000 km2. porcentaje de cambio de la especie.
La especie tiene una distribución se- de hábitat 2001-2011
- 43.4 %
veramente fragmentada como conse- criterio d
porcentaje total
cuencia de la pérdida de hábitat (a). de pérdida de hábitat
De acuerdo a los análisis de pérdida 76 %
La especie no se encuentra amenaza-
de hábitat encontramos que la especie una generación
da bajo el criterio D.
está disminuyendo en cuanto a área de 2.9 años

ocupación (ii), extensión y/o calidad 3 generaciones ajuste regional


8.9 años
de hábitat (iii), y número de indivi- Es un taxón residente reproductivo,
duos maduros (v). dada la continuidad de hábitat con
VU B1ab (ii,iii,v). Venezuela es posible que la población nacional
B2 Área de hábitat remanente = 3255 km2; sea objeto de inmigración de individuos capaces
AOO estimada = 2062 km2 > 2000 km2. El área
de subsistir en la región, y no se espera que la
de ocupación estimada se aproxima al umbral de
inmigración disminuya por lo menos en el futuro
2000 km2, adicionalmente la especie tiene una
cercano. Se recomienda disminuir la categoría de
distribución severamente fragmentada como con-
la especie en un paso.
secuencia de la pérdida de hábitat (a). De acuerdo
a los análisis de pérdida de hábitat encontramos
conclusión
que la especie está disminuyendo en cuanto a área
de ocupación (ii), extensión y/o calidad de há- NT A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v).

452
arremonops tocuyensis

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

453
especies con datos insuficientes
coturnicops notatus
polluela moteada
speckled rail

síntesis de información
juan david amaya-espinel y felipe a. estela

C. notatus, a pesar de vivir en há- dad de hábitat de esta especie,


ecología
bitats muy distintos. Esta es una sus pocos registros en todo su
Especie rara y con pocos registros especie que anida en el suelo, en ámbito de distribución sugieren
en todo el neotrópico. Aparen- medio de vegetación muy densa, que su densidad poblacional es
temente presenta un hábitat al- siempre asociada a humedales baja, por lo cual es prácticamen-
tamente variable, desde cultivos estacionales y su dieta se com- te un hecho que sus poblaciones
de arroz y alfalfa, pastizales secos pone principalmente de insectos son muy pequeñas y por lo tan-
y anegados, pantanos, hasta la y caracoles terrestres (Bookhout to muy vulnerables a pequeños
periferia de bosques húmedos 1995). La poca información exis- cambios en la extensión de sus
cuya altura va del nivel del mar a tente sobre dieta de C. notatus es hábitats de distribución.
1500 m (Meyer de Schauensee y a partir de ejemplares colectados
Phelps 1978; Collar et ál. 1992; en Brasil y Argentina. Sus con- historia de vida
Birdlife International 2009a; tenidos estomacales contenían
No hay información para la es-
Taylor y van Perlo 1998). En la principalmente semillas y una
pecie.
laguna Mar Chiquita, en la pam- amplia variedad de artrópodos,
pa argentina, esta especie se ha entre estos, insectos, arácnidos e
medidas de
observado en distintos hábitats isópteros (Teixeira y Puga 1984;
Martínez et ál. 1997) conservación
dominados por pastizales y jun-
cales (Martínez et ál. 1997). tomadas
Coturnicops es un géne- amenazas Uno de los dos registros que
ro con tres especies: C. novebo- No es posible identificar con existe en Colombia de esta es-
racensis de Norte América, C. certeza las amenazas que en- pecie se sitúa en los alrededores
exquisitus de Asia y C. notatus, la frenta esta especie en Colombia del río Guayabero en el PNN Se-
más rara de todas y la única que debido a su poco conocimiento. rranía de la Macarena (Olivares
se encuentra en zonas tropica- Aparentemente presenta versati- 1959). Es posible que estuviera
les. Es posible que esta especie lidad en el uso de diferentes há- allí protegida pero esta zona ha
presente migraciones, o al me- bitats (Renjifo et ál. 2002). Sin sido históricamente transforma-
nos movimientos estacionales, embargo, las áreas con hábitat da por extensos procesos de co-
especialmente luego de la épo- potencial para la especie en el lonización y transformación del
ca reproductiva, o se mueva a valle del Magdalena y los llanos territorio (UAESPNN 2005a), así
sitios menos anegados luego de del Meta, Guaviare y Caquetá, como por continuos problemas
fuertes inundaciones (Meyer de han sido paulatinamente trans- de orden público.
Schauensee 1962, 1966; Blake formados por la apertura de zo-
1977; Meyer de Schauensee y nas para la ganadería, el cultivo
Phelps 1978; Collar et ál. 1992). de palma, la quemas de pasti-
La Polluela Amarilla (C. zales y la alteración del hábitat
noveboracensis) es aparentemen- en general (Etter et ál. 2008).
te muy similar en sus hábitos a A pesar de la posible versatili-

457
coturnicops notatus

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo
Coturnicops notatus  es una especie muy pobremente conocida a través de su distribución y particular-
mente en Colombia. Desde la publicación del anterior libro rojo (Renjifo et ál. 2002), no ha mejorado
el estado de conocimiento sobre esta lo cual impide determinar si se encuentra amenazada o no. Esta
especie califica como insuficiente de datos, DD.

Distribución

Registros

458
mustelirallus colombianus
polluela pizarra
colombian crake

síntesis de información
santiago zuluaga

persos a través del norte del país 2006; BirdLife International


ecología
y ambas vertientes de la cordille- 2011). La especie aparece perió-
Se encuentra en Panamá, norte ra Oriental hasta el sur en Nari- dicamente en Bogotá, donde se
y occidente de Colombia, hasta ño (Renjifo et ál. 2002; Hilty y estrella contra las ventanas apa-
el occidente de Ecuador (Hilty Brown 1986). Se tienen registros rentemente en época migratoria
y Brown 1986). No se limita a recientes (1990) para, al menos, (S. Rojas com. pers.).
zonas con agua, sino que se dis- dos sitios en Ecuador, y se con- Es considerada una espe-
tribuye también en marismas, sidera poco probable que la es- cie casi endémica (Stiles 1997)
pantanos, acequias, praderas hú- pecie esté en riesgo en las zonas y raras veces registrada (Hilty
medas y borde de bosque hasta bajas del occidente de este país y Brown 1986; Tobias et ál.
los 2100 m (Hilty y Brown 1986; (Ridgely y Greenfield 2001; To- 2006). La información disponi-
Tobias et ál. 2006). No se cono- bias et ál. 2006; BirdLife Inter- ble sobre su biología reproduc-
cen sus hábitos alimenticios. En national 2011). Por otra parte, tiva es escasa, sin embargo, para
Colombia existen registros his- no se conocen registros recientes la especie conespecífica Musteli-
tóricos en la Sierra Nevada de para Colombia pero, presumi- rallus erythrops se han encontra-
Santa Marta, la serranía de Ma- blemente, estos han sido pasados do nidos hechos con hierba en
cuira (en la Guajira), la cordille- por alto, ya que existe un amplio matojo de vegetación, con has-
ra Occidental (noroccidente del hábitat en condiciones adecua- ta siete huevos (Hilty y Brown
Chocó, suroccidente del Cauca das en la vertiente pacífica (Sala- 1986).
y Cali), además, de registros dis- man in litt. 2006 en Tobias et ál.

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo
Esta es una especie muy pobremente conocida a través de su distribución y en Colombia en particular.
Desde la publicación del anterior libro rojo (Renjifo et ál. 2002), no ha mejorado el estado de conoci-
miento sobre la especie lo cual impide determinar si se encuentra amenazada o no. Califica como insufi-
ciente de datos, DD.

459
mustelirallus colombianus

Distribución

Registros

460
gallinago imperialis
Caica Imperial
Imperial Snipe

síntesis de información
richard johnston-gonzález, néstor raúl espejo-delgado y nubia suárez-sanabria

ecología cuy (a 4000 m) entre mayo y


amenazas
julio de 2012 (Suárez-Sanabria
Desde su redescubrimiento en 2014), podrían corresponder a La principal amenaza para esta
1967 (Terborgh y Weske 1972) Gallinago imperialis, pero fal- especie es la transformación del
la Caica Imperial ha sido repor- ta evidencia inequívoca de su páramo y los bosques altoan-
tada en seis localidades en Perú, presencia. No se conocen otros dinos, asociada a las quemas,
doce en Ecuador (BirdLife In- registros, pese a numerosas ex- ganadería y agricultura, princi-
ternational 2016b) y dos en Co- pediciones y estudios en hábitats palmente para el establecimien-
lombia (Arango 1986; Suárez- similares en Colombia. to de cultivos de papa (Renjifo
Sanabria 2014). Su distribución Es una especie solitaria y et ál. 2002). Estas actividades
abarca la vertiente oriental de principalmente crepuscular y afectan la franja de transición
los Andes desde Colombia has- nocturna (Arango 1986). Cabe entre la vegetación arbórea y
ta la cordillera de Vilcabamba, la posibilidad de que se le con- el páramo, donde se encuentra
al sur de Perú (Hayman et ál. sidere rara simplemente por su mosaico de hábitat preferido
1986; Fjeldsa y Krabbe 1990). la dificultad de observarla y el
(BirdLife International 2016b).
En Ecuador cubre la vertiente desconocimiento sobre su com-
En varias áreas de Ecuador hay
occidental (Ridgely y Green- portamiento, en particular sus
evidencia de la disminución de
field 2001; BirdLife International vocalizaciones (Renjifo et ál.
su hábitat y de la extirpación de
2016b); allí habita entre 2700 2002). Habita bosques altoan-
poblaciones locales (Cisneros-
y 3800 m de altura (Cisneros- dinos y páramos con pajonales
Heredia 2006).
Heredia 2006) mientras que húmedos (Terborgh y Weske
en Perú entre 2750 y 3500 m 1972; Arango 1986; Fjeldsa y
Krabbe 1990; Krabbe 1992; historia de vida
(Schulenberg et ál. 2010). En
Colombia parece tener una dis- Poulsen 1993; Hilty y Brown No hay información para la es-
tribución altitudinal más estre- 2001; Renjifo et ál. 2002). Se pecie.
cha de 3250-3500 m (Terborgh registra frecuentemente lejos
y Weske 1972; Arango 1986). de cuerpos de agua a diferen- medidas de
A juzgar por la descripción cia de otras especies del género
conservación
original (Sclater y Salvini 1869), (Cisneros-Heredia 2006). En-
cuentra su alimento en la capa tomadas
no hay certeza sobre la proce-
dencia de los especímenes co- de musgo que cubre el suelo de En Colombia no se han toma-
lombianos. En Colombia, solo bosques enanos y áreas abiertas do medidas de conservación. La
en el páramo. especie podría estar presente en
se cuenta con registros visuales,
obtenidos en la década de 1980 parques de la cordillera Orien-
en el PNN Chingaza (Arango
población tal (Sumapaz, Chingaza, Pisba y
1986). Más de 25 años después, En Colombia no existe informa- Tamá), donde hay hábitat favo-
las observaciones de una Caica ción sobre su tamaño poblacio- rable (Renjifo et ál. 2002).
en los páramos del PNN El Co- nal.

461
gallinago imperialis

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

A diferencia de otras especies del género Galli- del Verjón, en límites entre Bogotá y Choachí,
nago asociadas a humedales, G. imperialis es pre- las cuales fueron depositadas en el Museo de La
dominantemente de bosques, específicamente, Salle y destruidas por un incendio del 9 de abril
próxima al límite altitudinal superior del bosque de 1948 durante el Bogotazo. En los años 80 del
y ocasionalmente observada en humedales de pá- siglo pasado, hubo unos avistamientos en el PNN
ramo (véase síntesis de información). La especie Chingaza y, más recientemente, en el 2012 la es-
es muy pobremente conocida en Colombia. Exis- pecie podría haber sido vista en varias ocasiones en
tieron unas pocas pieles colectadas en el páramo el PNN Cocuy (véase síntesis de información).

Distribución

Registros
Registro dudoso

462
cypseloides lemosi
vencejo pechiblanco
white-chested swift

síntesis de información
fernando ayerbe-quiñones

después de una fuerte lluvia (Ayerbe-Quiñones y


ecología
López-Ordóñez 2011). Aunque hay un registro
Se distribuye en Colombia, Ecuador y Perú. En de un individuo solitario en Alcalá, Valle del Cau-
Colombia se encuentra en forma dispersa entre ca, y una pareja sobrevolando áreas ganaderas de
500-1800 m en valles y flancos interandinos de las Balboa, Risaralda, generalmente se observa en gru-
cuencas altas de los ríos Cauca y Patía en los de- pos de 10 a 25 individuos mezclados, en ocasio-
partamentos de Risaralda, Valle del Cauca, Cauca y nes, con grupos más numerosos de Streptoprocne
Nariño y en el sur del piedemonte amazónico (Co- zonaris y Streptoprocne rutila, alimentándose de
llar et ál. 1992; Hilty y Brown 2001; Negret 2001; insectos (pequeños coleópteros en un registro de
López-Lanús y Renjifo 2002a; Ayerbe-Quiñones Negret, 2001) a alturas de < 50 m sobre potre-
et  ál. 2008; Ayerbe-Quiñones y López-Ordóñez ros planos y colinas (Hilty y Brown 2001; Negret
2011). El Vencejo Pechiblanco se observa sobre- 2001; Ayerbe-Quiñones y López-Ordóñez 2011).
volando zonas agrícolas, matorrales, áreas rocosas, Es posible que ejecute movimientos estacio-
potreros, terrenos montañosos con áreas erosiona- nales (López y Renjifo 2002). Puede moverse lo-
das y cañones de ríos (Hilty y Brown 2001; López calmente en busca de alimento durante los perio-
y Renjifo 2002a). Esta variedad de hábitats sugiere dos de anidación y aunque no existen datos para
que tiene una alta tolerancia a la transformación del especificar el área geográfica de los desplazamien-
paisaje, ya que los vencejos están admirablemente tos, estos parecen relacionarse con migraciones
adaptados a la vida aérea; solo dejan de volar para regionales que hace durante los meses de octubre
reposar y anidar y son capaces de alimentarse, apa- y noviembre en sincronía con aves migratorias
rearse y, presumiblemente, hasta dormir al vuelo boreales como Cypseloides niger, Petrochelidon
independientemente de los ambientes que se en- pyrrhonota e Hirundo rustica. La ruta hipotética
cuentren a nivel del suelo (Hilty y Brown 2001). Es de migración se localiza a lo largo de los valles
posible que los sitios de anidación de C. lemosi se del Cauca y Patía entre Nariño y Valle del Cauca.
localicen en las paredes rocosas de quebradas y ríos. Se desconoce la ruta que potencialmente toman
Al parecer es raro, se cuenta con pocos re- los vencejos en sus movimientos entre Colombia,
gistros en áreas donde se han llevado a cabo varios Ecuador y Perú (López y Renjifo 2002).
estudios ornitológicos como el valle alto del río La escasez de registros puede deberse a
Cauca, el alto Patía y el PNN Munchique. Sin em- que pasa desapercibido fácilmente en medio de
bargo, es más frecuente en la región de Popayán grupos grandes de otros vencejos. Ha sido más
y norte del departamento del Cauca (registros en observado durante los meses hipotéticos de mi-
represa Salvajina, Popayán y El Tambo) en donde gración propuestos (octubre-noviembre y marzo-
Negret (2001) afirma haberlo visto en múltiples abril) y no existen iniciativas de monitoreo de la
ocasiones entre agosto-noviembre y marzo-abril. especie en esas fechas. Este vencejo parece tener
En una ocasión, en el valle alto del río Patía se una distribución local fuera de los periodos de
observaron 10 individuos alimentándose sobre una migración, pues es más fácilmente observado en
extensa área de pastizales entre las 17:00 y 18:00 h los cañones de los ríos Ovejas y Piendamó (1200-

463
cypseloides lemosi

1800 m) y es difícil de observar cuentra en una región con una cañones de los ríos y quebradas
en las demás áreas interandinas intensa intervención antrópica en localidades históricas y la
de los ríos Cauca y Patía. manifestada a través de variados búsqueda de nuevas localidades
usos del suelo, principalmente en las áreas asociadas con este
amenazas relacionados con ganadería y vencejo en el valle interandino
agricultura, actividades que im- Cauca-Patía.
Las amenazas para esta especie
plican uso de compuestos agro-
son difíciles de evaluar (Collar historia de vida
químicos que pueden afectar
et  ál. 1992), debido a que no las poblaciones del vencejo por No hay información para la
es especialista de un hábitat que disminución de la cantidad de especie.
esté en peligro, no es objeto de presas o por un posible envene-
cacería ni otro tipo de explo- namiento a través del consumo medidas de
tación y sus áreas de anidación de las mismas (López y Renjifo
conservación
(aunque no confirmadas) pro- 2002).
bablemente son de difícil ac- tomadas
Se recomienda adelantar
ceso. Por otra parte, el área de investigaciones en las áreas po- No existen medidas específicas
distribución en Colombia se en- tenciales de anidación en los de conservación para la especie.

situación de la especie DD
renjifo et ál. 2016

forestación fue del 9.91 %. No tante, este vencejo no es una es-


eoo
68 617 km 2 obstante, la especie ha sido ob- pecie dependiente del interior de
área de hábitat
servada en zonas muy deforesta- bosques no intervenidos. En la
remanente das en los valles del Cauca y del síntesis de información sobre la
4114 km2 Patía, lo cual sugiere que una especie se encuentran numerosos
área remanente redución en la cobertura bosco- registros provenientes de regio-
ponderada por
sa no es un buen indicador del nes extensamente deforestadas.
idoneidad de hábitat
(aoo estimada) ritmo de reducción poblacional Esta especie no parece tener un
1013 km2 de la especie. No hay informa- área de ocupación severamente
porcentaje de cambio ción que permita afirmar con fragmentada. No califica como
de hábitat 2000-2010
-9.91 % cierto grado de certeza cuáles amenazada bajo el criterio B.
porcentaje total de
son las tendencias y magnitud
pérdida de hábitat de cambio en la población de la criterio c
82.3 % especie, aunque el efecto com-
una generación
La información que se tiene de
binado de la transformación de
8 años la especie es muy limitada como
los paisajes y los agroquímicos
3 generaciones para permitir una evaluación ra-
24 años hace pensar que la población
zonable del tamaño y tendencia
podría estar disminuyendo.
de cambio poblacional.

criterio a criterio b
criterio d
Dentro de la distribución de la B1 EOO = 68 617 km2 > 20 000 km2
La especie no parece encontrar-
especie ha ocurrido una pérdida B2 Área de hábitat rema-
se amenazada con respecto al
del 82.3 % de los bosques histó- nente = 4114 km2; AOO estimada
criterio D.
ricamente y en diez años la de- = 1013 km2 < 2000 km2. No obs-

464
cypseloides lemosi

conclusión
La información que se tiene de la especie es muy limitada como para permitir una evaluación razonable
del grado de fragmentación de distribución, tamaño poblacional y tendencias de cambio. Por esta razón
la especie es considerada como insuficiente de datos, DD.

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

465
tachornis furcata
vencejo enano
pygmy swift

síntesis de información
diana arzuza buelvas y christian devenish

sobre el dosel del bosque, áreas conocidos. Los ciclos de muda y


ecología
abiertas o campos parcialmente de reproducción necesitan clari-
Esta especie se encuentra en di- abiertos (Hilty y Brown 1986; ficación adicional (Collins et ál.
ferentes hábitats, que incluyen Chantler y Diessens 1995). Esta 2010).
bosque primario, bosque secun- especie está asociada a palmas Se reporta también un nido
dario, plantaciones, potreros, altas (entre 10 y 15 m de alto), en una palma de coco (Cocos nu-
áreas abiertas y áreas urbanas o como palma Moriche (Mauri- cifera), en la carretera Paname-
cercanas a zonas donde hay ac- tia) (Collins et ál. 2002) y pal- ricana, cerca de Caño Zancudo,
tividades humanas, aunque de- mas de los géneros Copernicia y en el estado de Zulia en Vene-
pende de palmas para su anida- Roystonea (Collins et ál. 2010). zuela en julio de 2004 (Ascanio
ción (Chantler 1999; Collins La especie se conoce en Co- y George in litt. en Collins et ál.
et ál. 2010; Avendaño 2012). Es lombia por un avistamiento re- 2010). Se han reportado nidos
posible que la especie se bene- ciente de 3 individuos (Avedaño en julio en Catatumbo (Chant-
ficie de transformaciones de há- 2012) y por 3 especímenes co- ler 1999), en enero en La Fría,
bitat como la deforestación para lectados en 1934 y 1949 (Ba- Venezuela (Collins et ál. 2010),
sembrado de palmas, por ejem- se de datos Biomap 2014), por y 7 nidos en Trujillo, Venezue-
plo de coco (Cocos nucifera), lo cual no hay estimaciones de la, en febrero (Hilty 2003), sin
aledaños a asentamientos huma- abundancia relativa en Colom- embargo, hace falta más infor-
nos, pues estos les proporciona bia. Sin embargo, Hilty y Brown mación para aclarar los periodos
sitios adicionales para anidar y (1986) sugieren que la espe- de reproducción en la especie
pernoctar (Hilty com. pers. en cie probablemente no es tan ra- (Collins et ál. 2010).
Collins et ál. 2010). Se ha re- ra en el país. Para Venezuela,
portado desde los 30 m hasta Hilty (2003) reporta que es fá- amenazas
los 800 m (Hilty y Brown 1986; cil de observar sobre los pueblos Si bien los hábitats apropiados
Collins et ál. 2002). de El Vigía, estado de Mérida y para su alimentación no parecen
Esta especie insectívora fo- La Fría, Táchira, y que está am- ser muy específicos, aparente-
rrajea en grupos (Hilty 2003; pliamente distribuido en el su- mente requiere de palmas para
Collins et ál. 2002; Collins et ál. reste de la cuenca de Maracaibo la construcción de sus nidos, lo
2010b). No se reportan conte- (Collins et ál. 2010). cual sugiere que la disminución
nidos estomacales de los especí- Los nidos son masas de plu- de esas plantas ante el avance de
menes colectados recientemente mas pegadas a las hojas de las la colonización, amenaza el fu-
y se desconoce el tipo y tama- palmas de los géneros Roystonea turo de las poblaciones de este
ño de sus presas (Collins et ál. y Copernicia. Todos los nidos vencejo. Es necesario hacer un
2010). Vuela en parejas o grupos encontrados han estado cerca de seguimiento de la especie en las
familiares pequeños, de hasta un actividades humanas como cul- regiones donde ha sido registra-
máximo de 15 individuos (Coll- tivos, carreteras y pueblos. Las da y explorar nuevas áreas en las
ins et ál. 2010), que se mueven medidas y el tamaño de la pues- que exista hábitat con palmares,
en círculo a diferentes alturas ta de huevos siguen siendo des- como en el Catatumbo. No se

466
tachornis f urcata

tiene claridad si esta especie se ve afectada por los tegida en Colombia, sin embargo, el registro más
activos procesos de deforestación que tienen lu- cercano se encuentra a 20 km del PNN Catatumbo
gar en su reducida área de distribución (Renjifo Barí, por lo cual se puede inferir que la especie
et ál. 2002). podría estar dentro del parque o en la zona de
amortiguamiento.
historia de vida No se conoce ninguna acción de conser-
vación específica para este vencejo. Collins et ál.
No hay información para la especie.
(2010) opinan que en Venezuela la especie no
requiere estatus especial de protección ni esfuer-
medidas de conservación
zos de conservación, dado su baja sensibilidad a la
tomadas alteración severa de hábitat y su presencia en áreas
La especie tiene un área de distribución menor con asentamientos humanos. La dependencia de
a 25 000 km2 y está entre las 12 especies que de- este vencejo a especies de palmas grandes para su
finen el Área de Endemismo de Aves “Caribe ciclo reproductivo podría ser un factor que la hace
colombiano y venezolano” No. 35 (Stattersfield más sensible a los cambios de su hábitat y amerita
et ál. 1998). Los registros conocidos hasta la fe- mayor estudio, al igual que el estado y tamaño de
cha no corresponden a ninguna AICA o área pro- sus poblaciones en Colombia.

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

eoo del 8 %. No obstante, lo poco das. Por esta razón la especie
6275 km2 que se sabe de la ecología de la no tiene un área de ocupación
área de hábitat especie indica que la redución severamente fragmentada. No
remanente
1537 km2
en la cobertura boscosa no es un califica como amenazada bajo el
área remanente
buen indicador del ritmo de re- subcriterio B1.
ponderada por ducción poblacional. No hay in- B2 Área de hábitat remanen-
idoneidad de hábitat formación que permita afirmar te = 1537 km2; AOO estimada
(aoo estimada)
837 km2 con cierto grado de certeza cuá- = 837 km2 < 2000 km2. No obs-
porcentaje de cambio de
les son las tendencias y magni- tante este vencejo no es una es-
hábitat 2000-2010 tud de cambio en la población, pecie dependiente del interior
-8 % aunque el efecto combinado de de bosque. En la síntesis de in-
porcentaje total de
la transformación de los ecosis- formación dice que se encuentra
pérdida de hábitat
64.4 % temas naturales hace pensar que en zonas deforestadas. Por esta
una generación la población de la especie podría razón la especie no tiene un área
7.3 años estar disminuyendo. de ocupación severamente frag-
3 generaciones mentada. No califica como ame-
21.6 años
criterio b nazada bajo el subcriterio B2.

B1 EOO = 6275 km2 < 20 000 km2.


criterio a criterio c
No obstante este vencejo no es
Dentro de su distribución ha una especie dependiente del in- La información que se tiene es
ocurrido una pérdida del 64.4 % terior de bosque. En la síntesis muy limitada como para permi-
de los bosques históricamente y de información se dice que se tir una evaluación razonable del
en diez años la deforestación fue encuentra en zonas deforesta-

467
tachornis f urcata

tamaño y tendencia de cambio tación de distribución, tamaño


conclusión
poblacional. poblacional y tendencias de
La información que se tiene de cambio. Por esta razón es con-
criterio d la especie es muy limitada como siderada como insuficiente de
No parece encontrarse amena- para permitir una evaluación ra- datos, DD.
zada con respecto al criterio D. zonable del grado de fragmen-

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

468
falco deiroleucus
Halcón Pecho Anaranjado
Orange-breasted Falcon

síntesis de información
santiago zuluaga y maría fernanda gómez

ecología Berry et  ál. (2010) cuestionan


población
esta inferencia y sugieren que
Se distribuye entre los 100 y puede deberse a observaciones Birdlife International ubica el ta-
2400  m. En Colombia según casuales. En su lugar afirman maño poblacional de esta espe-
Hilty y Brown (1986) las pocas que, por lo general, la especie cie dentro del rango de 20 000 -
localidades conocidas corres- ocupa todo el año zonas es- 49 999 individuos (Birdlife In-
ponden a bosques húmedos (se- carpadas y remotas asociadas a ternational 2010). Sin embar-
gún Stotz et ál. 1996, selva baja grandes extensiones de bosque go, se desconoce el método de
tropical perennifolia), en piede- húmedo tropical y subtropical estimación. Este valor parece
montes, colinas o montañas de en estado maduro (Cade 1982; muy elevado ya que para Belice
la vertiente pacífica en Cauca Jenny y Cade 1986; Baker y Guatemala, países donde se
(río Moscopán), en las bases et ál. 2000; Berry et ál. 2010). encuentra la población mejor
oeste de la Serranía del Perijá y Así mismo, Berry et  ál. (2010) estudiada de esta especie, se es-
este de la cordillera Oriental en afirman que es posible encon- tima un máximo poblacional de
Casanare (río Upía), en el alto trar este halcón dentro de un 38 parejas (Berry et ál. 2010).
Valle del Magdalena (municipio mosaico de hábitats que inclu-
de Purificación), registros histó- ye cultivos, huertos y tierras de
amenazas
ricos en La Macarena y más re- pastoreo, pero solo si los bos- Se sospecha que la especie está
cientemente en Cundinamarca ques maduros son la comuni- amenazada por la alteración
(municipio de Beltrán y Bogo- dad dominante. Por otro lado, del hábitat (Jenny 1989; Baker
tá D. C.) (Delgado y Márquez autores como Delgado y Már- 1998; Baker et ál. 2000; Thor-
2008; A. Giraldo com. pers.). quez (2008), Carrión y Vargas strom et ál. 2002; Renjifo et ál.
Se alimenta de otras aves de ta- (2008) y A. Giraldo com. pers. 2002).
maño medio (torcazas, loritos, (2014) han registrado la especie
golondrinas y vencejos), mur- en localidades donde el bosque historia de vida
ciélagos y grandes insectos, los maduro no es dominante, por lo Datos de individuos en cautive-
cuales captura al vuelo (GRIN que existe controversia sobre las rio y otras especies de halcones
2010b). Anida generalmente en preferencias de hábitat. sugieren un tiempo de vida cer-
cornisas o bordes de rocas den- Es considerada una especie cano a 20 años, con un desarro-
tro del bosque (Hilty y Brown rara, de distribución discontinua llo reproductivo a los 2 años y
1986), sin embargo, también y difícil detección (Cade 1982; una vida reproductiva de 12
existe evidencia de que anida en Whittaker 1996; Thiollay 2007; años para las hembras y 17 años
árboles (Berry et ál. 2010). Berry et  ál. 2010). Baker et  ál. para machos (Cade 1982; Berry
Algunos autores señalan (1992) estimaron una densidad et ál. 2010).
que es un ave de bordes, claros poblacional de 13 parejas en un
y fronteras cercanas al bosque territorio de 160 km de diáme-
(Hilty y Brown 1986; Ridgely y tro en sitios de reproducción en
Greenfield 2001). No obstante, Belice y el norte de Guatemala.

469
falco deiroleucus

medidas de conservación tomadas


En el año 2008 fue creada en Colombia la Reserva Natural de las Aves Halcón Colorado, la cual tiene una
extensión de 30 ha y tiene como objetivo conservar una muestra del hábitat de la especie en el piedemonte
llanero.

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

que se cuenta sugiere que la población nacional


análisis de riesgo
de la especie es pequeña y podría estar disminu-
Falco deiroleucus es una especie muy escasa y con yendo como consecuencia de la trasformación
registros dispersos en todas las regiones natura- de los hábitats naturales y eventualmente del uso
les de Colombia, especialmente en tierras bajas, de los agroquímicos. No obstante, no se cuen-
pero también en localidades subandinas, e incluso ta con suficiente conocimiento como para hacer
hay un avistamiento reciente en el Jardín Botáni- una estimación razonable y precisa del tamaño
co de Bogotá. Al parecer requiere de farallones poblacional, tasa de reducción (si la hay), área de
rocosos como parte de su hábitat. No obstante ocupación, grado de fragmentación del hábitat o
hay una pareja residente en Leticia, una localidad número de localidades con poblaciones residentes
muy distante de algún tipo de farallón rocoso de la especie. Califica como insuficiente de datos
(E. Cuao com. pers.). La poca información con la (DD) en Colombia.

Distribución

Registros

470
synallaxis cherriei
rastrojero gorguicastaño
chestnut-throated spinetail

síntesis de información
eduardo gallo-cajiao y alexander c. lees

ecología ques bien conservados (Terborgh y Weske 1969;


Zimmer et ál. 1997; Aleixo et ál. 2000; Angehr
El Rastrojero Gorguicastaño es un “especialis- et  ál. 2001; Comiskey  et  ál.  2001) y vegetación
ta de bambú casi-obligado” (Kratter 1997), con intervenida, que incluye crecimientos secunda-
una distribución discontinua entre 200 y 1450 m rios (Oren y da Silva 1987; Begazo et ál. 2001;
de altitud en el centro de la Amazonía brasileña y Ridgely et  ál.  2001; Tobias  y  Seddon  2007)  y
poblaciones muy localizadas en la Amazonía occi-
bosques sujetos a tala selectiva (Guilherme y San-
dental (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, según
tos 2009).
Remsen 2003; Tobías y Seddon 2007). Al pare-
El único dato disponible sobre densidad po-
cer tiene preferencia por vegetación con entrama-
blacional reporta una pareja por 0.5 ha en áreas de
dos densos de ramas (Kratter 1997). Esta ave está
bambusales (Zimmer et ál. 1997). Para más in-
restringida a las partes bajas de bosque de terra
formación sobre la ecología e historia natural de
firme con bambusales de Guadua en el surocci-
la especie, se recomienda consultar Lees y Gallo-
dente de la Amazonía (Angehr et  ál. 2001; To-
Cajiao (2012).
bias y Seddon 2007; Guilherme y Santos 2009) y
en Mato Grosso, Brasil (Zimmer et ál. 1997). En
amenazas
otras localidades del occidente (Terborgh y Weske
1969; Ridgely et ál. 2001) y el oriente amazónico Las principales amenazas para esta especie son la
(Aleixo et ál. 2000), se encuentra principalmente pérdida y fragmentación de su hábitat. La región
en bosque de terra firme sin bambú, así como en del departamento del Putumayo donde se halla la
crecimientos secundarios. única localidad de registro confirmada para la es-
La especie es rara en varias localidades donde pecie en Colombia, ha sido profundamente trans-
ha sido estudiada en Ecuador (Ridgely et ál. 2001) formada desde inicios del siglo pasado. La mayor
y Brasil (Aleixo et ál. 2000; Zimmer et ál. 1997; transformación se dio durante la bonanza petro-
Aleixo y Guilherme 2010). En la Amazonía sur- lera en las décadas de 1960 y 1970. Este proce-
oriental de Brasil es considerada común (Aleixo so incluyó la adjudicacion de 2 200 000 ha para
et  ál. 2000). El Rastrojero Gorguicastaño se ali- exploración y explotación de petróleo en las zo-
menta de artrópodos en vegetación densa cerca del nas bajas adyacentes a los Andes. Este proceso fue
suelo (Oren y da Silva 1987; Zimmer et ál. 1997). acompañado por la expansión de la frontera agrí-
Se han documentado adultos acompañados
cola asociada a la construcción de carreteras (De-
por juveniles en mayo y junio en dos localidades
via-Acosta  2004). La explotación petrolera es la
de  Brasil, Pará (Oren y da Silva 1987) y Mato
amenaza más grande para los bosques en la región
Grosso (A.C. Lees obs. pers.).
por sus efectos directos e indirectos (Finer et  ál.
En Alta Floresta (Brasil) esta ave no fue
2008). Otra amenaza son los cultivos de coca.
hallada en fragmentos de bosque de menos
de 500 ha (Lees y Peres 2006), pero se encon-
historia de vida
tró en corredores anchos de bosque ribereño
(Lees y Peres 2008). Ha sido registrada en bos- No hay información para la especie.

471
synallaxis cherriei

medidas de conservación tomadas


La única localidad donde la especie ha sido registrada en Colombia se halla próxima al PNN Serranía de los
Churumbelos Auka-Wasi, el cual protege casi la totalidad de la distribución altitudinal de la especie, con
97 189 ha entre 400 y 3000 m de elevación.

DD
situación de la especie
renjifo et ál. 2016

análisis de riesgo B2 Área de hábitat remanente =


eoo
102 531 km 2 19 666 km2; AOO estimada 7441 km2
Synallaxis cherriei está distribuido > 2000 km2. La especie podría tener
área de hábitat
en la Amazonía occidental y en la remanente una distribución muy localizada y por
Amazonía central. En el surocciden- 19 666 km2 tanto nuestro modelo de nicho no se-
te de su distribución la especie está área remanente
ría una buena estimación de su área de
ponderada por
asociada a bosques de bambú del ocupación. La especie no es evaluable
idoneidad de hábitat
género Guadua, pero no es así en el (aoo) con la información con la que se cuen-
resto de su distribución en el occi- 7441 km2
ta bajo el subcriterio B2.
dente y oriente de la amazonía. Esto porcentaje de cambio
de hábitat (2000-2010)
indicaría que en Colombia la especie -8.5 % criterio c
no es dependiente de la Guadua. En porcentaje total
Colombia se conoce solo de una lo- de pérdida de hábitat
Solo se tiene una estimación pobla-
calidad en el Putumayo, lo cual su- 39.3 % cional de la especie (véase síntesis
giere que podría tener una distribu- una generación de información), pero no se cuenta
3.8 años con una buena estimación del área
ción muy localizada y el modelo de
3 generaciones de ocupación. Por lo tanto no hay
distribución indica que se encuentra 11.4 años
solo en el piedemonte amazónico. suficiene información para evaluarla
para el criterio C.
criterio a
criterio d
Ha perdido el 39.3 % de su hábitat históricamen-
te y en el periodo 2000-2010 la reducción fue de No se cuenta con suficiene información para ha-
8.5 %. Se espera que dicha disminución continúe cer una evaluación para el criterio D.
en el futuro. Si se toma el ritmo de pérdida de
hábitat como una indicación de la reducción del conclusión
tamaño poblacional la especie no se acerca a los La especie se considera como insuficiente de datos
umbrales de amenaza bajo el criterio A. No se en- en Colombia, DD.
cuentra amenazada bajo este criterio.

criterio b
B1 EOO 102 531 km2 >> 20 000 km2. No califica
como amenazada bajo el subcriterio B1.

472
synallaxis cherriei

Distribución Idoneidad de hábitat

Hábitat perdido
Mayor idoneidad Menor idoneidad
Hábitat remanente
Vacíos de información

473
apéndice 1. lista de especies
por categorías (vol. ii)

ESPECIE EXTINTA (EX) Phoenicopterus ruber


Podiceps andinus * Sula leucogaster
Circus cinereus
ESPECIES EN PELIGRO CRÍTICO Rallus semiplumbeus *
PROBABLEMENTE EXTINTAS (CR-PE) Porphyriops melanops
Heliangelus zusii * Creagrus furcatus
Eriocnemis godini Oxypogon stubelii*
ESPECIES EN PELIGRO CRÍTICO (CR) Oxypogon cyanolaemus *
Netta erythrophthalma Amazilia castaneiventris *
Crax alberti * Lepidopyga lilliae *
Podiceps occipitalis Capito hypoleucus *
Vultur gryphus Veniliornis callonotus
Leptotila jamaicensis Pyrrhura viridicata*
Pseudocolopteryx acutipennis Asthenes perijana
Cistothorus apolinari * Phylloscartes lanyoni *
Thryophilus nicefori * Muscisaxicola maculirostris
Icterus leucopteryx Myiotheretes pernix *
Eremophila alpestris
ESPECIES EN PELIGRO (EN) Troglodytes monticola *
Sarkidiornis melanotos Thryophilus sernai *
Anas cyanoptera Ammodramus savannarum
Oxyura jamaicensis Myiothlypis basilica *
Crax daubentoni Basileuterus ignotus
Crax globulosa Spinus cucullatus
Odontophorus dialeucos

475
libro rojo de aves de colombia

ESPECIES VULNERABLES (VU) Cardinalis phoeniceus


Chauna chavaria Myiothlypis conspicillata*
Oressochen jubatus Icterus icterus
Anas georgica Molothrus armenti *
Sula granti
Egretta rufescens ESPECIES CASI AMENAZADAS (NT)
Zentrygon goldmani Anas bahamensis
Anthocephala floriceps * Morphnus guianensis
Anthocephala berlepschi * Harpia harpyja
Campylopterus phainopeplus * Patagioenas leucocephala
Goethalsia bella Metallura iracunda
Bolborhynchus ferrugineifrons * Pyrilia pyrilia
Ara militaris Synallaxis fuscorufa *
Clytoctantes alixii Aphanotriccus audax
Xenornis setifrons Chlorospingus tacarcunae
Grallaria bangsi * Arremonops tocuyensis
Scytalopus sanctaemartae * ESPECIES CON DATOS
Scytalopus panamensis INSUFICIENTES (DD)
Scytalopus perijanus Coturnicops notatus
Clibanornis rufipectus * Mustelirallus colombianus
Margarornis bellulus Gallinago imperialis
Polystictus pectoralis Cypseloides lemosi
Vireo caribaeus * Tachornis furcata
Vireo crassirostris * Falco deiroleucus
Myadestes coloratus Synallaxis cherriei
Tangara fucosa
Chlorospingus inornatus * Especies endémicas de Colombia.
Arremon schlegeli

476
apéndice 2. lista de especies
extintas, amenazadas,
casi amenazadas y con datos
insuficientes, en orden
taxonómico (vol. ii)

Familia Especie Categoría


Anhimidae Chauna chavaria VU
Anatidae Oressochen jubatus VU
Sarkidiornis melanotos EN
Anas georgica VU
Anas bahamensis NT
Anas cyanoptera EN
Netta erythrophthalma CR
Oxyura jamaicensis EN
Cracidae Crax alberti CR *
Crax daubentoni EN
Crax globulosa EN
Odontophoridae Odontophorus dialeucos EN
Podicipedidae Podiceps andinus EX *
Podiceps occipitalis CR
Phoenicopteridae Phoenicopterus ruber EN
Sulidae Sula granti VU
Sula leucogaster EN
Ardeidae Egretta rufescens VU
Cathartidae Vultur gryphus CR

477
libro rojo de aves de colombia

Familia Especie Categoría


Accipitridae Morphnus guianensis NT
Harpia harpyja NT
Circus cinereus EN
Rallidae Coturnicops notatus DD
Rallus semiplumbeus EN *
Mustelirallus colombianus DD
Porphyriops melanops EN
Scolopacidae Gallinago imperialis DD
Laridae Creagrus furcatus EN
Columbidae Patagioenas leucocephala NT
Leptotila jamaicensis CR
Zentrygon goldmani VU
Apodidae Cypseloides lemosi DD
Tachornis furcata DD
Trochilidae Heliangelus zusii CR-PE *
Anthocephala floriceps VU *
Anthocephala berlepschi VU *
Oxypogon stubelii EN *
Oxypogon cyanolaemus EN *
Metallura iracunda NT
Eriocnemis godini CR-PE
Campylopterus phainopeplus VU *
Amazilia castaneiventris EN *
Goethalsia bella VU
Lepidopyga lilliae EN *
Capitonidae Capito hypoleucus EN *
Picidae Veniliornis callonotus EN
Falconidae Falco deiroleucus DD
Psittacidae Bolborhynchus ferrugineifrons VU *
Pyrilia pyrilia NT
Pyrrhura viridicata EN *
Ara militaris VU
Thamnophilidae Clytoctantes alixii VU
Xenornis setifrons VU
Grallaridae Grallaria bangsi VU *

478
apéndice 2

Familia Especie Categoría


Rhinocryptidae Scytalopus sanctaemartae VU *
Scytalopus panamensis VU
Scytalopus perijanus VU
Furnariidae Clibanornis rufipectus VU *
Margarornis bellulus VU
Asthenes perijana EN
Synallaxis fuscorufa NT *
Synallaxis cherriei DD
Tyrannidae Polystictus pectoralis VU
Pseudocolopteryx acutipennis CR
Phylloscartes lanyoni EN *
Aphanotriccus audax NT
Muscisaxicola maculirostris EN
Myiotheretes pernix EN *
Vireonidae Vireo caribaeus VU *
Vireo crassirostris VU *
Alaudidae Eremophila alpestris EN
Troglodytidae Troglodytes monticola EN *
Cistothorus apolinari CR *
Thryophilus sernai EN *
Thryophilus nicefori CR *
Turdidae Myadestes coloratus VU
Thraupidae Tangara fucosa VU
Emberizidae Chlorospingus tacarcunae NT
Chlorospingus inornatus VU
Ammodramus savannarum EN
Arremonops tocuyensis NT
Arremon schlegeli VU
Cardinalidae Cardinalis phoeniceus VU
Parulidae Myiothlypis basilica EN *
Myiothlypis conspicillata VU *
Basileuterus ignotus EN
Icteridae Icterus icterus VU
Icterus leucopteryx CR
Molothrus armenti VU *
Fringillidae Spinus cucullatus EN

* Especies endémicas de Colombia.

479
apéndice 3. listado
general de especies
extintas, amenazadas, casi
amenazadas y con datos
insuficientes de colombia,
en orden taxonómico
(vols. i y ii)

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Tinamidae EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i)
Tinamus osgoodi 1
/ VU A2cd+4cd; D2
CR C2a(i)
Crypturellus obsoletus castaneus*1 / EN B1ab(i,ii,iii,v)+2ab(i,ii,iii,v); D 1
/ VU D2
Crypturellus kerriae VU C2a(i) 1
Anhimidae Chauna chavaria VU C2a(i) 2
Anatidae Oressochen jubatus VU A2cd+4cd; C2a(ii) 2
Sarkidiornis melanotos EN B2ab(iii,v); C2a(i) 2
Anas georgica VU A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Anas bahamensis NT A2cd+4cd; B2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Anas cyanoptera EN B2ab(iii,v); C2a(i) 2
Netta erythrophthalma CR D 2
Oxyura jamaicensis EN B2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Cracidae Penelope ortoni VU C2a(i) 1
Penelope perspicax * EN C2a(i) / VU B2ab(iii,iv) 1
Ortalis erythroptera 2
NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) 1
Crax rubra VU A2cd+4cd 1
CR A2cd+4cd / EN C2a(i) / VU
Crax alberti * 2
B2ab(i,ii,iii,iv,v)

481
libro rojo de aves de colombia

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Cracidae EN A2cd+4cd; C2a(i) / NT
Crax daubentoni 2
B2ab(i,ii,iii,iv,v)
EN B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv); C2a(i) /
Crax globulosa 2
VU D1+2
Pauxi pauxi EN A2cd+4cd / VU C1+2a(i) 1
Odontophoridae Odontophorus atrifrons NT B2ab(ii,iii,v) 1
EN B1ab(ii,iii,v) / VU B2ab(ii,iii,v) /
Odontophorus melanonotus3 1
NT A2cd+4cd
EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii) /
Odontophorus dialeucos 2
VU D1
EN B2ab(i,ii,iii,iv,v) / VU
Odontophorus strophium * 1
B1ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i); D2
Podicipedidae Podiceps andinus * EX 2
Podiceps occipitalis CR B2ab(iii,v); C2a(i) 2
Phoenicopteridae Phoenicopterus ruber EN A2cd; B2ab(iii,v); C2a(i,ii) 2
Diomedeidae CR B2ab(v) / VU D2 (BirdLife
Phoebastria irrorata(Transeúnte1) N/A
International)
Procellariidae CR A2bce/ EN B2ab(ii,iii,v)/ VU D2
Pterodroma phaeopygia(Transeúnte2) N/A
(BirdLife International)
Procellaria parkinsoni (Transeúnte3) N/A
VU D2 (BirdLife International)
Ardenna creatopus (Transeúnte4) N/A
VU D2 (BirdLife International)
Sulidae Sula granti VU D2 2
EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i) / VU
Sula leucogaster 2
A2ace+4ace; D1+2
Ardeidae Egretta rufescens VU C2a(ii) 2
Cathartidae Vultur gryphus CR C2a(i) / EN D 2
Accipitridae Morphnus guianensis NT A2cd+4cd; C2a(ii) 2
Harpia harpyja NT A2cd+4cd; C2a(ii) 2
Spizaetus isidori EN A2cd+4cd; C1 1
EN B2ab(i,ii,iii,v); C2a(ii); D / VU
Circus cinereus 2
B1ab(i,ii,iii,v)
Accipiter collaris NT C2a(i) 1
Cryptoleucopteryx plumbea NT C2a(ii) 1
Buteogallus solitarius CR C2a(i) / VU A2cd+4cd 1
Rallidae Coturnicops notatus DD 2
Rallus semiplumbeus * EN B2ab(ii,iii,v) / VU C2a(ii) 2
Mustelirallus colombianus DD 2
EN B2ab(iii,v); C2a(i) / VU
Porphyriops melanops 2
B1ab(iii,v)

482
apéndice 3

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Scolopacidae Gallinago imperialis DD 2
Laridae Creagrus furcatus EN D / VU D2 2
Columbidae Patagioenas leucocephala NT B2ab(iii) 2
VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i) / NT
Leptotila conoveri * 1
B1ab(ii,iii,v)
CR B1ab(iii,v) / EN B2ab(iii,v) / VU
Leptotila jamaicensis 2
D2
Zentrygon goldmani VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i) ; D1 2
Cuculidae Neomorphus radiolosus EN C2a(i) 1
Strigidae Glaucidium nubicola VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i) 1
Apodidae Cypseloides cherriei DD 1
Cypseloides lemosi DD 2
Tachornis furcata DD 2
Trochilidae Heliangelus zusii * CR-PE C2a(i) 2
Phlogophilus hemileucurus NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 1
Anthocephala floriceps * VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 2
Anthocephala berlepschi * VU B2ab(ii,iii,v) 2
EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) / VU
Oxypogon stubelii * 2
A2c+3c+4c; C1+2a(ii)
Oxypogon cyanolaemus * EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 2
Metallura iracunda NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii) 2
Haplophaedia lugens NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 1
CR B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) / EN
Eriocnemis isabellae * 1
C2a(ii) / VU D2
Eriocnemis godini CR-PE C2a(i) 2
Eriocnemis mirabilis * EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) / VU D2 1
Coeligena prunellei * NT B2ab(ii,v) 1
EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) / VU D2 /
Coeligena orina * 1
NT C2a(i)
Heliodoxa gularis NT B1ab(ii,iii,iv,v)+2ab(ii,iii,iv,v) 1
Campylopterus phainopeplus * VU B1ab(iii,v) 2
Amazilia castaneiventris * EN B2ab(iii,v) / VU B1ab(iii,v) 2
Goethalsia bella VU B1ab(iii)+2ab(iii) 2
EN B2ab(ii,iii,v) / VU A2c+3c+4c;
Lepidopyga lilliae * 2
B1ab(ii,iii,v)
Galbulidae Galbula pastazae VU C2a(ii) / NT B1ab(iii) 1
Bucconidae Bucco noanamae * NT A2c+4c; C2a(ii) 1

483
libro rojo de aves de colombia

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Capitonidae Capito squamatus VU A4ce; B1ab(ii,iii,v) 1
Capito hypoleucus * EN A4ce 2
Capito quinticolor NT A4c 1
Semnornithidae Semnornis ramphastinus NT B2ab(ii,iii,iv,v) 1
Ramphastidae Andigena hypoglauca VU A2c+4c / NT C1 1
EN B1ab(ii,iii,v) / VU A2cd+4cd;
Andigena laminirostris 1
B2ab(ii,iii,v); C2a(ii)
Andigena nigrirostris NT A2c+4c 1
Picidae Veniliornis callonotus EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i) 2
EN B2ab(ii,iii,v); C2a(i,ii) / VU
Campephilus gayaquilensis 1
A2ce+4ce; B1ab(ii,iii,v)
Falconidae EN C1 / VU A4ce;
Micrastur plumbeus 1
B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)
Falco deiroleucus DD 2
Psittacidae Touit stictopterus VU C2a(i) 1
Bolborhynchus ferrugineifrons * VU B1ab(iii)+2ab(iii) 2
Hapalopsittaca amazonina VU C2a(i) 1
CR C2a(i) / EN B2ab(iii); D / VU
Hapalopsittaca fuertesi * 1
B1ab(iii); D2
Pyrilia pyrilia NT C2a(ii) 2
Pionus fuscus EN B1ab(iii)+2ab(iii) / VU D2 1
EN C2a(ii) / VU
Pyrrhura viridicata * 2
B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)
VU A2cd+3cd+4cd; B2ab(i,ii,iii,iv,v);
Pyrrhura calliptera *4 1
C2a(ii)
Ara militaris VU A2cd+4cd; C2a(i) 2
Ara ambiguus EN A2cd+4cd; C1+2a(ii) 1
Leptosittaca branickii VU C2a(ii) / NT B2ab(ii,iii,v) 1
Ognorhynchus icterotis EN C2a(i) / VU B2ab(v); D1 1
Thamnophilidae Clytoctantes alixii VU B2ab(iii) 2
Dysithamnus occidentalis VU C2a(i) 1
Xenornis setifrons VU B2ab(iii) / NT B1ab(iii) 2
Grallaridae Grallaria gigantea VU B2ab(ii,iii,v) / NT C2a(i) 1
Grallaria alleni EN B2ab(ii,iii,iv); C2a(i) 1
Grallaria bangsi * VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) 2
EN B1ab(ii,iii,iv,v)+2ab(ii,iii,iv,v);
Grallaria kaestneri * 1
C2a(i) / VU A2c+3c+4c; D2
Grallaria rufocinerea VU B2ab(ii,iii,v) 1

484
apéndice 3

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Grallaridae Grallaria urraoensis * EN B1a(iii)+2a(iii); C2a(ii) / VU D2 1
Grallaria milleri * EN B2ab(ii,iii) / VU B1ab(ii,iii) 1
Rhinocryptidae Scytalopus sanctaemartae * VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) 2
VU C2a(ii) / NT
Scytalopus panamensis 2
B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)
Scytalopus rodriguezi * VU B1ab(ii,iii,v) 1
Scytalopus stilesi * EN B2ab(ii,iii,v) / NT B1ab(ii,iii,v) 1
Scytalopus perijanus VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i) 2
Scytalopus canus * EN B1ab(iii)+2ab(iii) / VU D2 1
Furnariidae VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);
Clibanornis rufipectus * 2
C1+2a(i) / NT A2cd+4cd
Margarornis bellulus VU B1ab(iii, v)+2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Asthenes perijana EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii); D 2
Synallaxis fuscorufa * NT B1ab(iii)+2ab(iii) 2
Synallaxis cherriei DD 2
Tyrannidae Polystictus pectoralis VU A2c+3c+4c 2
Pseudocolopteryx acutipennis CR C2a(i) / EN B2ab(ii,iii,v) 2
EN C2a(i) / VU B2ab(i,ii,iii,iv,v) /
Phylloscartes lanyoni * 2
NT A2c+4c
Aphanotriccus audax NT B2ab(ii,iii,v) 2
Contopus cooperi NT A2b+3b+4b 1
EN B2ab(ii,iii,v) / VU A2c+4c;
Muscisaxicola maculirostris 2
B1ab(ii,iii,v)
Myiotheretes pernix * EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii) 2
VU A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v);
Attila torridus 1
C2a(i)
Cotingidae Pipreola chlorolepidota NT B1ab(ii,iii,v) 1
Doliornis remseni EN C2a(i) / VU B2ab(ii,iii,v) 1
Ampelion rufaxilla VU C2a(i) / NT B2ab(i,ii,iii,v) 1
Pyroderus scutatus VU C2a(i) 1
EN C2a(i) / VU
Cephalopterus penduliger 1
B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)
CR C2a(i) / EN B2ab(ii,iii,v) / VU
Lipaugus weberi *5 1
A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)
Pipridae Chloropipo flavicapilla VU C2a(i) 1
Vireonidae Vireo masteri VU B2ab(iii) / NT C2a(i) 1
Vireo caribaeus * VU D2 2
Vireo crassirostris * VU D1+2 2

485
libro rojo de aves de colombia

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Corvidae Cyanolyca pulchra VU C2a(i) 1
Alaudidae EN A2ce+3ce+4ce; B2ab(i,ii,iii,iv,v);
Eremophila alpestris 2
C2a(i) / VU B1ab(i,ii,iii,iv,v)
Troglodytidae Troglodytes monticola * EN B1ab(i,ii,iii,v); D / VU D2 2
CR B2ab(ii,iii,iv,v) / EN C2a(i) / VU
Cistothorus apolinari * 2
A2cde+3cde+4cde; D2
EN A3c+4c; B2ab(ii,iii,v); C2a(i) /
Thryophilus sernai * 2
VU B1ab(ii,iii,v); D1
CR C2a(i) / EN B2ab(ii,iii,v)+D /
Thryophilus nicefori * 2
VU B1ab(ii,iii,v)
Henicorhina negreti * VU B2ab(iii); C2a(i) 1
Turdidae Myadestes coloratus VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Thraupidae Creurgops verticalis VU C2a(i) 1
Thlypopsis ornata NT B2ab(ii,iii,v); C2a(ii) 1
Bangsia melanochlamys * VU B1ab(ii,iii,v) / NT B2ab(ii,iii,v) 1
Bangsia edwardsi NT B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 1
Bangsia aureocincta * VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 1
Buthraupis wetmorei VU B2ab(ii,iii,v) 1
Chlorochrysa nitidissima * VU B2ab(ii,iii,v) / NT C2a(i) 1
Tangara fucosa VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii) 2
Dacnis hartlaubi * VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i) 1
Dacnis viguieri NT B1ab(iii,v) 1
EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(i)
Dacnis berlepschi 1
/ VU D1
Diglossa gloriosissima * VU B2ab(iii) / NT C2a(i) 1
Saltator cinctus VU B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i) 1
Emberizidae Chlorospingus tacarcunae NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v);C2a(ii) 2
Chlorospingus flavovirens VU B1ab(iii)+2ab(iii); C2a(i) 1
Chlorospingus inornatus VU B1ab(iii,v)+2ab (iii,v); C2a(ii) 2
EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i) / VU
Ammodramus savannarum 2
B1ab(i,ii,iii,iv,v); D2
Arremonops tocuyensis NT A2c+4c; B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 2
Arremon schlegeli VU B2ab(ii,iii,v); C2a(i) 2
Atlapetes flaviceps * VU B2ab(ii,iii,v); C1 1
Atlapetes fuscoolivaceus * VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) 1
Atlapetes blancae * 6
CR-PE C2a(i); D 1
Cardinalidae VU A2cd+3cd+4cd / NT
Cardinalis phoeniceus 2
B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v)

486
apéndice 3

Familia Especie Categorías y criterios Vol.


Parulidae Setophaga cerulea VU A2b+3b+4b 1
Myiothlypis basilica * EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(i) 2
Myiothlypis conspicillata * VU B1ab(iii,v) 2
Myiothlypis cinereicollis NT B2ab(ii,iii,v) 1
EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v); C2a(ii) /
Basileuterus ignotus 2
VU D1 / NT D2
Icteridae EN B2ab(ii,iii,v); C2a(i) / VU
Psarocolius cassini *7 1
B1ab(ii,iii,v)
Cacicus uropygialis DD 1
Icterus icterus VU A2cd+3cd+4cd; C1 2
CR B1ab(iii,v) / EN B2ab(iii,v) /
Icterus leucopteryx 2
VU D2
EN B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i) / VU
Macroagelaius subalaris * 1
B1ab(i,ii,iii,iv,v)
Hypopyrrhus pyrohypogaster * VU B2ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i) 1
VU B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v) / NT
Molothrus armenti * 2
A2c+3c+4c
Fringillidae Spinus cucullatus EN B1ab(ii,iii,v)+2ab(ii,iii,v); C2a(ii); D 2
*
Especies endémicas de Colombia.
1
En Renjifo et ál. 2014 dice EN D1, debe leerse EN D.
2
En Renjifo et ál. 2014 dice NT B1ab(c,d)+2ab(c,d), debe leerse NT B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)
3
En Renjifo et ál. 2014 dice NT A2cd+A4cd, debe leerse NT A2cd+4cd.
4
En Renjifo et ál. 2014 dice VU A2(c,d)+A3(c,d)+A4(c,d), debe leerse VU A2cd+3cd+4cd.
5
En Renjifo et ál. 2014 dice VU A2(c)+A4(c); B1ab(ii,iii,v), debe leerse VU A2c+4c; B1ab(ii,iii,v).
6
En Renjifo et ál. 2014 dice CR-PE C2a(i); D1, debe leerse CR-PE C2a(i); D.
7
En Renjifo et ál. 2014 dice B2b(ii,iii,v); C2a(i), debe leerse EN B2ab(ii,iii,v); C2a(i).
Transeúnte1
Este albatros es especie endémica de las islas Galápagos e isla Plata de Ecuador. Visita las aguas
pelágicas colombianas fuera de la época reproductiva.
Transeúnte2
Especie endémica de Galápagos, visita las aguas pelágicas colombianas por fuera de la época re-
productiva.
Transeúnte3
Esta especie se reproduce en Nueva Zelanda y migra al pacífico oriental, visita las aguas pelágicas
colombianas fuera de la época reproductiva.
Transeúnte4
Esta especie se reproduce exclusivamente en las islas de Juan Fernández en Chile y visita las aguas
pelágicas colombianas durante su migración entre el Pacífico oriental sur y el Pacífico oriental norte.

487
apéndice 4. especies con
cambios taxonómicos u
ortográficos 2002-2016
(vols. i y ii)

La nomenclatura taxonómica de la primera columna sigue al SACC (febrero, 2016). Además de los cam-
bios con respecto a los libros rojos de 2002 y 2014, se incluyen también las especies que fueron descritas
como especies nuevas para la ciencia después de la publicación Renjifo et ál. (2002), y las que tuvieron
cambios debido a fusiones o separaciones taxonómicas.

Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Anhimidae
Chauna chavaria Chauna chavarria
Anatidae
Oressochen jubatus Neochen jubata
Accipitridae
Spizaetus isidori Oroaetus isidori
Cryptoleucopteryx plumbea Leucopternis plumbea
Buteogallus solitarius Harpyhaliaetus solitarius
Rallidae
Coturnicops notatus Coturnicops notata
Mustelirallus colombianus Neocrex colombianus
Porphyriops melanops Gallinula melanops
Columbidae
Zentrygon goldmani Geotrygon goldmani

489
libro rojo de aves de colombia

Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Trochilidae
Anthocephala berlepschi 1
Oxypogon stubelii 2
Oxypogon cyanolaemus 2
Eriocnemis isabellae+
Coeligena orina 3
Psittacidae
Touit stictopterus Touit stictoptera
Pyrilia pyrilia Pionopsitta pyrilia
Ara ambiguus Ara ambigua
Grallaridae
Grallaria urraoensis  +
Rhinocryptidae
Scytalopus sanctaemartae 4
Scytalopus rodriguezi +
Scytalopus stilesi +
Scytalopus perijanus +
Scytalopus canus 5
Furnariidae
Clibanornis rufipectus 6
Asthenes perijana Schizoeca perijana
Pipridae
Chloropipo flavicapilla Xenopipo flavicapilla Chloropipo flavicapilla
Vireonidae
Vireo crassirostris 7
Corvidae
Cyanolyca pulchra Cyanolica pulchra
Troglodytidae
Troglodytes monticola *8
Thryophilus sernai+
Thryophilus nicefori Thryothorus nicefori
Henicorhina negreti +

Emberizidae
Atlapetes blancae +

490
apéndice 4

Familia y especie
Renjifo et ál. 2014 Renjifo et ál. 2002
(nombre actual, SACC 2016)
Parulidae
Setophaga cerulea Dendroica cerulea
Myiothlypis basilica Basileuterus basilicus
Myiothlypis conspicillata Basileuterus conspicillatus
Myiothlypis cinereicollis Basileuterus cinereicollis Basileuterus cinereicollis
Icteridae
Molothrus armenti 9
Fringillidae
Spinus cucullatus Carduelis cucullatus

+
Especies que fueron descritas como especies nuevas para la ciencia después de la publicación Renjifo
et ál. 2002.
1
Considerada como una especie separada de A. floriceps (SACC 2016).
2
Consideradas como especies separadas de O. guerinii (SACC 2016).
3
Reconocida como una especie válida después de la publicación Renjifo et ál. 2002 (SACC 2016).
4
Considerada como una especie separada de S. femoralis (SACC 2016).
5
Anteriormente se consideraba que este taxón tenía dos subespecies: S. canus canus y S. canus opacus,
ahora consideradas especies separadas (SACC 2016).
6
Considerada como una especie separada de Clibanornis rubiginosus (SACC 2016).
7
No está resuelta la situación taxonómica de esta especie. Considerado por Ridway (1884) como “grupo
V. approximans” de Providencia y Santa Catalina, aparte del “grupo V. crassirostris” de Las Bahamas. En
este libro la tratamos como V. crassirostris, de acuerdo a la lista de AOU (2016).
8
Considerada como una especie separada de A. solstitialis (SACC 2016).
9
El estatus taxonómico de Molothrus armenti es asunto de debate. El SACC (2016) considera la especie
como una subespecie de Molothrus aeneus pero la evidencia es muy débil. Otras opiniones (Frank Gill y
Richard Webster in litt. 2013) sugieren mantener este taxón como una especie válida, consejo que hemos
seguido en este libro por criterio de precaución.

491
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545
perfiles profesionales
de los autores

Luis Miguel Renjifo lideró la Estrategia Nacional para la Conservación


de las Aves de Colombia, dirigió el desarrollo del
Martínez Libro rojo de aves de Colombia del año 2002, e
Es biólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, impulsó la creación de la Red Nacional de Ob-
obtuvo el título de Maestría en Ecología Tropical servadores de Aves (RNOA), el inicio del programa
y Biología de la Conservación y el de Ph. D. en de Áreas Importantes para la Conservación de las
Ecología, Evolución y Sistemática en la Univer- Aves (AICAS) y el establecimiento de los corre-
sidad de Missouri – St. Louis, Estados Unidos. dores biológicos Barbas-Bremen en el Quindío.
Su trayectoria profesional ha estado dedicada a la Desde el año 2003 se vinculó como profesor a la
conservación de la naturaleza en Colombia des- Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de la
de la investigación, la docencia y la gestión ins- Pontificia Universidad Javeriana. Actualmente es
titucional. Ha investigado el riesgo de extinción vicerrector de investigación de esta universidad y
de las especies de aves en Colombia desde finales profesor titular del departamento de Ecología y
de la década de 1980. También ha estudiado el Territorio; anteriormente dirigió la Maestría en
efecto de la transformación del paisaje sobre las Conservación y Uso de Biodiversidad, y fue de-
comunidades de las aves y la conservación de la cano académico de la Facultad de Estudios Am-
biodiversidad en paisajes rurales. Uno de sus in- bientales y Rurales. Fue miembro de la primera
tereses ha sido la consolidación de la comunidad junta directiva del Fondo Patrimonio Natural en
de ornitólogos y observadores de aves en el país. representación del rector de su universidad.
Fue miembro fundador de la Asociación Bogo-
tana de Ornitología, la Asociación Colombiana Ángela María Amaya-
de Ornitología y coorganizador del Primer En- Villarreal
cuentro Nacional de Ornitología. A su paso como
coordinador del programa de Biología de la Con- Es bióloga de la Universidad de los Andes y
servación del Instituto Alexander von Humboldt maestra en Ciencias Biológicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Sus intereses se

547
libro rojo de aves de colombia

centran en la ecología y la conservación de aves hidro-climatológicos, y en análisis de transforma-


neotropicales. Es coinvestigadora del proyecto Li- ción y uso del paisaje, de fragmentación y pérdida
bro rojo de aves de Colombia desde el año 2010 en de hábitat, de conectividad estructural y funcional
la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de del paisaje, y de vulnerabilidad al cambio climá-
la Pontificia Universidad Javeriana. En la misma tico. Se ha desarrollado profesionalmente en en-
facultad ha investigado sobre el estado del arte de tidades como la Pontificia Universidad Javeriana,
las especies animales invasoras en Colombia y es la Universidad Nacional de Colombia, el Instituto
actualmente profesora del curso “Ecología de po- Alexander von Humboldt, The Nature Conser-
blaciones” del pregrado de Ecología. En diciem- vancy y Conservación Internacional, entre otras.
bre del 2012 hizo la revisión y compilación del
listado único de especies amenazadas de Colom- Jorge Velásquez-Tibatá
bia para el Instituto Alexander von Humboldt.
Es biólogo de la Universidad Nacional de Co-
lombia, y doctor en Ecología y Evolución de la
Jaime Burbano-Girón Universidad Estatal de Nueva York (Stony Brook,
Es ecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, EU). Se ha desempeñado como ecólogo espacial
especialista en Sistemas de Información Geográ- y cuantitativo en la Pontificia Universidad Javeria-
fica de la Universidad Distrital Francisco José de na, Centro Nacional de Investigaciones del Café
Caldas y en Estadística de la Universidad Nacional y National Audubon Society (Emeryville, USA).
de Colombia. Magíster en Ciencias Biológicas de Actualmente es investigador titular del Institu-
la Universidad Nacional de Colombia y actual- to Alexander von Humboldt, donde coordina
mente estudiante de doctorado en la Facultad de el Laboratorio de Biogeografía Aplicada y lidera
Estudios Ambientales y Rurales en la Universidad el desarrollo de la aplicación web BioModelos.
Javeriana. Sus temas de interés son la cuantifica- Su investigación se ha enfocado en determinar
ción y modelación de los efectos del cambio global tendencias en la distribución y el estado de con-
sobre la biodiversidad, y la priorización y optimi- servación de las aves de Colombia. También ha
zación de áreas de conservación. Su experiencia es trabajado en el desarrollo de métodos estadísticos
mayormente investigativa con algunas prácticas en para integrar la incertidumbre y datos de distintas
el sector de la consultoría. Ha trabajado en temas fuentes en modelos de distribución de especies.
de modelación matemática y estadística en análisis

548
aportes de los
autores a esta obra

E l orden del grupo de los autores núcleo del


Libro rojo de aves de Colombia, volumen II
sigue el orden de contribución a la obra de acuer-
todas las especies desde el año 2002 hasta el cierre
para publicación. Fue el puente de comunicación
entre el equipo núcleo del proyecto de investiga-
do a lo sugerido en Tscharntke et ál. (2007). Luis ción, los autores de la síntesis de información de
Miguel estuvo a cargo de la dirección del proyec- especies, los demás colaboradores (donantes de
to en aspectos tanto científicos como administra- registros, fotógrafos y el ilustrador), el Instituto
tivos. Hizo la evaluación de riesgo de extinción Humboldt y la Editorial Javeriana.
de todas las especies y la estimación de los tama- Jaime modeló la distribución de las especies
ños poblacionales. Participó en la construcción (exceptuando las especies acuáticas). Diseñó, en
de los modelos de distribución e hizo la selección compañía de Luis Miguel, los algoritmos para el
final entre varios modelos alternativos. Junto con cálculo de la pérdida de hábitat, y además estimó
Ángela María revisó y editó todos los textos del la extensión de presencia y áreas de ocupación, en
libro para unificar estilos y contenidos. las cuales se basan las evaluaciones de riesgo de
Ángela María, junto con los otros tres extinción. Hizo todos los mapas de las especies.
integrantes del grupo núcleo, participó en la Jorge construyó las 19 capas de variables cli-
revisión de la calidad y precisión de los registros máticas utilizadas para la elaboración de los mo-
de presencia de las especies. En una base de datos delos de distribución de todas las especies (basado
compiló y unificó estos registros. Revisó y editó en información de la red de estaciones meteoro-
las síntesis de información de las especies, velan- lógicas del país proveídas por el IDEAM). Diseñó el
do por la coherencia de estilo y relevancia de la método de modelamiento de distribución e hizo
información para las evaluaciones de riesgo de ex- los modelos de distribución de las especies acuáti-
tinción, y estuvo a cargo de la comunicación con cas continentales.
los autores. Revisó los cambios taxonómicos de

549
índice de nombres
científicos por especie
(VOLS. I y II)

Accipiter collaris [V. I] 369-371, 414, 415 [V. II] Ara ambiguus [V. I] 160-163, 413, 416 [V.  II]
482 484, 490
Amazilia castaneiventris [V.  II] 46, 193, 223- Véase también Ara ambigua
226, 380, 475, 478, 483 Ara militaris [V. I] 160 [V.  II] 257-259, 476,
Ammodramus savannarum [V.  II] 48, 375-378, 478, 484
475, 479, 486 Arremon schlegeli [V. II] 380-382, 476, 479, 486
Ampelion rufaxilla [V. I] 115, 252-254, 414, 417 Arremonops tocuyensis [V. II] 451-453, 476, 479,
[V. II] 485 486
Anas bahamensis [V. II] 423-426, 476, 477, 481 Asthenes perijana [V. II] 295-298, 475, 479, 485,
Anas cyanoptera [V. II] 81-84, 475, 477, 481 490
Anas georgica [V. I] 26 [V. II] 76-79, 476, 477, Véase también Schizoeca perijana
481 Atlapetes blancae [V. I] 49, 50, 336-338, 413, 417
Andigena hypoglauca [V. I] 39, 40, 42, 144-146, [V. II] 486, 490
149, 414, 416 [V. II] 484 Atlapetes flaviceps [V. I] 328-330, 414, 417 [V. II]
Andigena laminirostris [V. I] 148-150, 388, 413, 486
416 [V. II] 484 Atlapetes fuscoolivaceus [V. I] 332-334, 414, 417
Andigena nigrirostris [V. I] 144, 149, 390, 391, [V. II] 486
414, 416 [V. II] 484 Attila torridus [V. I] 244, 245, 414, 417 [V. II]
Anthocephala berlepschi [V. II] 45, 46, 197, 200- 485
203, 476, 478, 483, 490 Bangsia aureocincta [V. I] 292, 293, 296-300,
Anthocephala floriceps [V.  II] 45, 196-198, 201, 414, 417 [V. II] 486
476, 478, 483, 491 Bangsia edwardsi [V. I] 297, 399-401, 414, 417
Aphanotriccus audax [V. II] 445-447, 476, 479, [V. II] 486
485 Bangsia melanochlamys [V. I] 292-294, 298, 414,
Ara ambigua [V. II] 490 417 [V. II] 486
Véase también Ara ambiguus Basileuterus basilicus [V. II] 491

551
libro rojo de aves de colombia

Véase también Myiothlypis basilica Chlorospingus inornatus [V.  II] 368, 371-373,
Basileuterus cinereicollis [V. I] 404-406, 414, 417 476, 479, 486
[V. II] 491 Chlorospingus tacarcunae [V.  II] 368, 448-450,
Véase también Myiothlypis cinereicollis 476, 479, 486
Basileuterus conspicillatus [V. II] 491 Circus cinereus [V. II] 159-162, 475, 478, 482
Véase también Myiothlypis conspicillata Cistothorus apolinari [V.  II] 47, 49, 166, 345-
Basileuterus ignotus [V.  II] 397-399, 475, 479, 351, 475, 479, 486
487 Clibanornis rufipectus [V.  II] 46, 275, 287-289,
Bolborhynchus ferrugineifrons [V.  II] 245-250, 476, 479, 485, 490
476, 478, 484 Clytoctantes alixii [V. II] 261-263, 476, 478, 484
Bucco noanamae [V. I] 383-385, 414, 416 [V. II] Coeligena orina [V. I] 49, 134-136, 413, 416
483 [V. II] 483, 490
Buteogallus solitarius [V. I] 50, 109-111, 413, 415 Coeligena prunellei [V. I] 50, 378-380, 414, 416
[V. II] 49, 482, 489 [V. II] 483
Véase también Harpyhaliaetus solitarius Contopus cooperi [V. I] 392-394, 414, 416 [V. II]
Buthraupis wetmorei [V. I] 249, 302-304, 414, 485
417 [V. II] 486 Coturnicops notata [V. II] 489
Cacicus uropygialis [V. I] 49, 411, 412, 414, 417 Véase también Coturnicops notatus
[V. II] 487 Coturnicops notatus [V.  II] 457, 458, 476, 478,
Campephilus gayaquilensis [V. I] 152-154, 413, 482, 489
416 [V. II] 484 Véase también Coturnicops notata
Campylopterus phainopeplus [V. II] 219-221, 476, Crax alberti [V.  II] 46, 49, 97-102, 104, 105,
478, 483 106, 475, 477, 481
Capito hypoleucus [V. I] 142, 389 [V. II] 237-239, Crax daubentoni [V. II] 104-107, 475, 477, 482
475, 478, 484 Crax globulosa [V. II] 109-113, 475, 477, 482
Capito quinticolor [V. I] 386, 387, 414, 416 Crax rubra [V. I] 85-88, 413, 415 [V. II] 481
[V. II] 484 Creagrus furcatus [V. II] 178-182, 475, 478, 483
Capito squamatus [V. I] 141, 142, 414, 416 Creurgops verticalis [V. I] 288-290, 414, 417
[V. II] 484 [V. II] 486
Cardinalis phoeniceus [V. II] 384-386, 476, 479, Cryptoleucopteryx plumbea [V. I] 372, 373, 414,
486 415 [V. II] 482, 489
Carduelis cucullatus [V. II] 491 Véase también Leucopternis plumbea
Véase también Spinus cucullatus Crypturellus kerriae [V. I] 68-70, 413, 415 [V. II]
Cephalopterus penduliger [V. I] 262-266, 413, 481
417 [V. II] 485 Crypturellus obsoletus castaneus [V. I] 50, 63-66,
Chauna chavaria [V.  II] 59-62, 476, 477, 481, 413 [V. II] 481
489 Cyanolica pulchra [V. II] 490
Véase también Chauna chavarria Véase también Cyanolyca pulchra
Chauna chavarria [V. II] 489 Cyanolyca pulchra [V. I] 280-282, 414, 417
Véase también Chauna chavaria [V. II] 486, 490
Chlorochrysa nitidissima [V. I] 306-309, 414, 417 Véase tambien Cyanolica pulchra
[V. II] 486 Cypseloides cherriei [V. I] 409, 410, 414, 415
Chloropipo flavicapilla [V. II] 485, 490 [V. II] 483
Véase también Xenotipo flavicapilla Cypseloides lemosi [V. II] 463-465, 476, 478, 483
Chlorospingus flavovirens [V. I] 340-342, 414, 417 Dacnis berlepschi [V. I] 315-317, 413, 417 [V. II]
[V. II] 486 486

552
índice de nombres científicos por especie

Dacnis hartlaubi [V. I] 311-313, 414, 417 [V. II] Grallaria urraoensis [V. I] 49, 223-225, 413, 416
486 [V. II] 484, 490
Dacnis viguieri [V. I] 402, 403, 414, 417 [V. II] Hapalopsittaca amazonina [V. I] 187-190, 414,
486 416 [V. II] 484
Dendroica cerulea [V. I] 344-346, 414, 417 Hapalopsittaca fuertesi [V. I] 50, 174, 192-196,
[V. II] 491 324, 413, 416 [V. II] 49, 484
Véase también Setophaga cerulea Haplophaedia lugens [V. I] 376, 377, 414, 416
Diglossa gloriosissima [V. I] 319-321, 414, 417 [V. II] 483
[V. II] 486 Harpia harpyja [V. II] 430-432, 476, 478, 482
Doliornis remseni [V. I] 247-250, 303, 413, 417 Harpyhaliaetus solitarius [V. I] 50 [V. II] 489
[V. II] 485 Véase también Buteogallus solitarius
Dysithamnus occidentalis [V. I] 202-204, 414, 416 Heliangelus zusii [V. II] 46, 192-194, 475, 478,
[V. II] 484 483
Egretta rufescens [V. II] 145-149, 476, 477, 482 Heliodoxa gularis [V. I] 381, 382, 414, 416
Eremophila alpestris [V.  II] 335-339, 475, 479, [V. II] 483
486 Henicorhina negreti [V. I] 49, 284-286, 414, 417
Eriocnemis godini [V. II] 46, 216, 217, 475, 478, [V. II] 486, 490
483 Hypopyrrhus pyrohypogaster [V. I] 357-360, 414,
Eriocnemis isabellae [V. I] 49, 50, 126-128, 413, 417 [V. II] 487
416 [V. II] 49, 483, 490 Icterus icterus [V. II] 401-404, 476, 479, 487
Eriocnemis mirabilis [V. I] 130-132, 413, 416 Icterus leucopteryx [V.  II] 47, 49, 406-409, 475,
[V. II] 483 479, 487
Falco deiroleucus [V. II] 469, 470, 476, 478, 484 Lepidopyga lilliae [V. II] 232-235, 475, 478, 483
Galbula pastazae [V. I] 138, 139, 413, 416 [V. II] Leptosittaca branickii [V. I] 172-176, 324, 414,
483 416 [V. II] 484
Gallinago imperialis [V. II] 461, 462, 476, 478, Leptotila conoveri [V. I] 113-116, 413, 415 [V. II]
483 483
Gallinula melanops [V. II] 489 Leptotila jamaicensis [V. II] 47, 49, 184-186, 475,
Véase también Porphyriops melanops 478, 483
Geotrygon goldmani [V. II] 489 Leucopternis plumbea [V. II] 489
Véase también Zentrygon goldmani Véase también Cryptoleucopteryx plumbea
Glaucidium nubicola [V. I] 41, 122-124, 413, Lipaugus weberi [V. I] 51, 268-270, 413, 417
415 [V. II] 483 [V. II] 24, 49, 485
Goethalsia bella [V. II] 228-230, 473, 478, 483 Macroagelaius subalaris [V. I] 352-355, 413, 417
Grallaria alleni [V. I] 210-213, 413, 416 [V. II] [V. II] 487
484 Margarornis bellulus [V.  II] 291-293, 476, 479,
Grallaria bangsi [V. II] 269-272, 476, 478, 484 485
Grallaria gigantea [V. I] 206-208, 414, 416 Metallura iracunda [V.  II] 436-438, 476, 478,
[V. II] 484 483
Grallaria kaestneri [V. I] 215-217, 413, 416 Micrastur plumbeus [V. I] 156-158, 413, 416
[V. II] 484 [V. II] 484
Grallaria milleri [V. I] 227-230, 413, 416 [V. II] Molothrus aeneus [V. II] 414, 491
485 Véase también Molothrus armenti
Grallaria rufocinerea [V. I] 219-221, 414, 416 Molothrus armenti [V. II] 411-415, 476, 479, 487
[V. II] 484 Véase también Molothrus aeneus

553
libro rojo de aves de colombia

Morphnus guianensis [V.  II] 427-429, 476, 478, Oxyura jamaicensis [V. II] 90-95, 120, 346, 475,
482 477, 481
Muscisaxicola maculirostris [V. II] 315-318, 475, Patagioenas leucocephala [V.  II] 433-435, 476,
479, 485 478, 483
Mustelirallus colombianus [V.  II] 459, 460, 476, Pauxi pauxi [V. I] 90-93, 413, 415 [V. II] 482
478, 482, 489 Penelope ortoni [V. I] 72-75, 413, 415 [V. II] 481
Véase también Neocrex colombianus Penelope perspicax [V. I] 74, 77-83, 257, 413, 415
Myadestes coloratus [V. II] 363-365, 476, 479, 486 [V. II] 46, 217, 481
Myiotheretes pernix [V. II] 320-323, 475, 479, 485 Phoenicopterus ruber [V.  II] 124-131, 475, 477,
Myiothlypis basilica [V.  II] 388-390, 475, 479, 482
487, 491 Phlogophilus hemileucurus [V. I] 374, 375, 414,
Véase también Basileuterus basilicus 416 [V. II] 483
Myiothlypis cinereicollis [V. II] 487, 491 Phylloscartes lanyoni [V.  II] 311-313, 475, 479,
Véase también Basileuterus cinereicollis 485
Myiothlypis conspicillata [V.  II] 392-395, 476, Pionopsitta pyrilia [V. II] 490
479, 487, 491 Véase también Pyrilia pyrilia
Véase también Basileuterus conspicillatus Pionus fuscus [V. I] 198-200, 413, 416 [V. II] 484
Neochen jubata [V. II] 489 Pipreola chlorolepidota [V. I] 395, 396, 414, 417
Véase también Oressochen jubatus [V. II] 485
Neocrex colombianus [V. II] 489 Podiceps andinus [V. I] 26 [V.  II] 55, 56, 173,
Véase también Mustelirallus colombianus 475, 477, 482
Neomorphus radiolosus [V. I] 118-120, 413, 415 Podiceps occipitalis [V. II] 47, 49, 119-122, 475,
[V. II] 483 477, 482
Netta erythrophthalma [V. II] 46, 49, 86-88, 475, Polystictus pectoralis [V.  II] 300-304, 476, 479,
477, 481 485
Odontophorus atrifrons [V. I] 366-368, 414, 415 Porphyriops melanops [V.  II] 170-176, 475, 478,
[V. II] 482 482, 489
Odontophorus dialeucos [V. II] 115-117, 475, 477, Véase también Gallinula melanops
482 Psarocolius cassini [V. I] 348-350, 413, 417 [V. II]
Odontophorus melanonotus [V. I] 95-97, 413, 415 487
[V. II] 482 Pseudocolopteryx acutipennis [V.  II] 47, 49, 306-
Odontophorus strophium [V. I] 99-102, 413, 415 309, 475, 479, 485
[V. II] 482 Pyrilia pyrilia [V.  II] 439-441, 476, 478, 484,
Ognorhynchus icterotis [V. I] 50, 165-170, 413, 490
416 [V. II] 484 Véase también Pionopsitta pyrilia
Oressochen jubatus [V. II] 64-69, 476, 477, 481, Pyroderus scutatus [V. I] 256-260, 414, 417
489 [V. II] 485
Véase también Neochen jubata Pyrrhura calliptera [V. I] 178-181, 414, 416
Oroaetus isidori [V. I] 105 [V. II] 489 [V. II] 484
Véase también Spizaetus isidori Pyrrhura viridicata [V.  II] 252-255, 475, 478,
Ortalis erythroptera [V. I] 363-365, 414, 415 454
[V. II] 481 Rallus semiplumbeus [V.  II] 164-168, 346, 349,
Oxypogon cyanolaemus [V. II] 46, 211-214, 475, 475, 478, 482
478, 483, 490 Saltator cinctus [V. I] 174, 323-326, 414, 417
Oxypogon stubelii [V. II] 46, 205-209, 475, 478, [V. II] 486
483, 490

554
índice de nombres científicos por especie

Sarkidiornis melanotos [V.  II] 71-74, 475, 477, Thlypopsis ornata [V. I] 397, 398, 414, 417 [V. II]
481 486
Schizoeca perijana [V. II] 490 Thryophilus nicefori [V. II] 47, 49, 354, 355, 358-
Véase también Asthenes perijana 361, 380, 381, 475, 479, 486, 490
Scytalopus canus [V. I] 49, 240-242, 413, 416 Véase también Thryothorus nicefori
[V. II] 485, 490 Thryophilus sernai [V. II] 46, 353-356, 475, 479,
Scytalopus panamensis [V. II] 278-280, 476, 479, 486, 490
485 Thryothorus nicefori [V. II] 490
Scytalopus perijanus [V.  II] 46, 282-285, 476, Véase también Thryophilus nicefori
479, 485, 490 Tinamus osgoodi [V. I] 59-61, 413, 415 [V.  II]
Scytalopus rodriguezi [V. I] 49, 232-234, 414, 416 481
[V. II] 485 Touit stictoptera [V. II] 490
Scytalopus sanctaemartae [V.  II] 46, 274-276, Véase también Touit stictopterus
476, 478, 485, 490 Touit stictopterus [V. I] 183-185, 414, 416 [V. II]
Scytalopus stilesi [V. I] 236-238, 413, 416 [V. II] 484, 490
485, 490 Véase tambien Touit stictoptera
Semnornis ramphastinus [V. I] 148, 388-391, Troglodytes monticola [V.  II] 46, 341-343, 475,
414, 416 [V. II] 484 479, 486, 490
Setophaga cerulea [V. II] 487, 491 Veniliornis callonotus [V. II] 241-243, 475, 478,
Véase también Dendroica cerulea 484
Spinus cucullatus [V. II] 417-419, 475, 479, 487, Vireo caribaeus [V.  II] 325-328, 333, 476, 479,
491 485
Véase también Carduelis cucullatus Vireo crassirostris [V. II] 330-333, 476, 479, 485,
Spizaetus isidori [V. I] 104-107, 110, 111, 290, 490
413, 415 [V. II] 482, 489 Vireo masteri [V. I] 276-278, 414, 417 [V. II] 485
Véase también Oroaetus isidori Vultur gryphus [V. II] 47, 49, 151-157, 475, 477,
Sula granti [V. II] 133-137, 181, 476, 477, 482 482
Sula leucogaster [V. II] 139-143, 475, 477, 482 Xenopipo flavicapilla [V. I] 272-274, 414, 417
Synallaxis cherriei [V. II] 46, 471-473, 476, 479, [V. II] 490
485 Véase también Chloropipo flavicapilla
Synallaxis fuscorufa [V.  II] 442-444, 476, 479, Xenornis setifrons [V. II] 265-267, 476, 478, 484
485 Zentrygon goldmani [V.  II] 188-190, 476, 478,
Tachornis furcata [V. II] 466-468, 476, 478, 483 483, 489
Tangara fucosa [V. II] 367-369, 476, 479, 486 Véase también Geotrygon goldmani

555
índice de nombres
comunes en español

especies extintas
Zambullidor cira 55

especies amenazadas
Chavarría 59
Pato carretero 64
Pato brasileño 71
Pato pico de oro 76
Pato colorado 81
Pato negro 86
Pato andino 90
Paujil colombiano, Paujil de pico azul, Pavón colombiano 97
Pavón moquiamarillo, Paujil piquiamarillo 104
Pavón moquirrojo, Pavón carunculado 109
Perdiz katía, Corcovado del Takarkuna 115
Zambullidor plateado 119
Flamenco caribeño, Flamenco rosado, Tococo, Chicloco 124
Piquero de Nazca 133
Alcatraz de Nazca 133
Piquero café 139
Garza rojiza, Garza borracha 145
Cóndor, Cóndor de los andes, Cóndor andino 151
Aguilucho cenizo 159
Rascón andino, Tingua bogotana 164

557
libro rojo de aves de colombia

Polla sabanera 170


Gaviota rabihorcada, Gaviota tijereta, Gaviota de las Galápagos 178
Tortolita caribeña, Paloma caribeña 184
Paloma-perdiz cabecicanela 188
Heliangelus de Bogotá 192
Colibrí cabecicastaño de Santa Marta 196
Colibrí cabecicastaño del Tolima 200
Chivito de páramo 205
Colibrí barbudito barbiazul, Colibrí barbudito de la Sierra
Nevada de Santa Marta 211
Zamarrito gorjiturquesa 216
Alas de sable de Santa Marta 219
Amazilia ventricastaña 223
Colibrí pirreño 228
Colibrí cienaguero 232
Torito capiblanco 237
Carpintero escarlata, Carpinterito rojo del patía 241
Periquito de los nevados, Periquito frentirrufo,
Periquito paramero, Lorito cadillero 245
Periquito serrano 252
Guacamaya militar, Guacamaya verde oscura 257
Hormiguero pico de hacha 261
Hormiguero de Tacarcuna 265
Tororoi de Santa Marta 269
Tapaculo de Santa Marta 274
Tapaculo cejiblanco 278
Tapaculo de Perijá 282
Rastrojero de Santa Marta 287
Corretroncos hermoso 291
Rastrojero de Perijá 295
Tachurí barbado, Atrapamoscas barbado 300
Doradito oliváceo 306
Tiranuelo antioqueño 311
Dormilona chica 315
Atrapamoscas de Santa Marta 320
Vireo de San Andrés 325
Verderón piquigrueso, 330
Vireo de Providencia 330
Alondra cornuda 335
Cucarachero de Santa Marta 341
Cucarachero de Apolinar 345
Cucarachero paisa 353
Cucarachero de nicéforo, Cucarachero del Chicamocha 358
Solitario enmascarado 363
Tangara nuquiverde 367

558
índice de nombres comunes en español

Montero de Pirré 371


Sabanero grillo 375
Pinzón alidorado 380
Cardenal guajiro, Iicho, Vermilion cardinal 384
Arañero de Santa Marta 388
Arañero embridado 392
Arañero del Pirré 397
Turpial real 401
Turpial jamaiquino, Turpial caribeño 406
Chamón del caribe, Golofio y Jolofio 411
Jilguero rojo, Cardenalito 417

especies casi amenazadas


Pato cariblanco 423
Águila moñuda 427
Arpía 430
Paloma coroniblanca 433
Metalura de Perijá 436
Cotorra cabeciamarilla, Churica cabeciamarilla 439
Rastrojero serrano 442
Mosquero piquinegro 445
Montero de Tacarcuna 448
Pinzón guajiro 451

especies con datos insuficientes


Polluela moteada 457
Polluela pizarra 459
Caica imperial 461
Vencejo pechiblanco 463
Vencejo enano 466
Halcón pecho anaranjado 469
Rastrojero gorguicastaño 471

559
índice de nombres
comunes en inglés

especies extintas
Colombian Grebe 55

especies amenazadas
Northern Screamer 59
Orinoco Goose 64
Comb Duck 71
Yellow-Billed Pintail 76
Cinnamon Teal 81
Southern Pochard 86
Ruddy Duck 90
Blue-Billed Curassow 97
Yellow-Knobbed Curassow 104
Wattled Curassow 109
Tacarcuna Wood-Quail 115
American Flamingo 124
Nazca Booby 133
Brown Booby 139
Reddish Egret 145
Andean Condor 151
Cinereous Harrier 159
Bogota Rail 164
Spot-Flanked Gallinule 170
Swallow-Tailed Gull 178

561
libro rojo de aves de colombia

Caribbean Dove 184


Russet-Crowned Quail-Dove 188
Bogota Sunangel 192
Santa Marta Blossomcrown 196
Tolima Blossomcrown 200
Buffy Helmetcrest 205
Blue-Bearded Helmetcrest 211
Turquoise-Throated Puffleg 216
Santa Marta Sabrewing 219
Chestnut-Bellied Hummingbird 223
Pirre Hummingbird 228
Sapphire-Bellied Hummingbird 232
White-Mantled Barbet 237
Scarlet-Backed Woodpecker 241
Rufous-Fronted Parakeet 245
Santa Marta Parakeet 252
Military Macaw 257
Recurve-Billed Bushbird 261
Spiny-Faced Antshrike 265
Santa Marta Antpitta 269
Santa Marta Tapaculo 274
Tacarcuna Tapaculo 278
Perija Tapaculo 282
Santa Marta Foliage-Gleaner 287
Beautiful Treerunner 291
Perija Thistletail 295
Bearded Tachuri 300
Subtropical Doradito 306
Antioquia Bristle-Tyrant 311
Spot-Billed Ground-Tyrant 315
Santa Marta Bush-Tyrant 320
San Andres Vireo 325
Thick-Billed Vireo 330
Horned Lark 335
Santa Marta Wren 341
Apolinar’s Wren 345
Antioquia Wren 353
Niceforo’s Wren 358
Varied Solitaire 363
Green-Naped Tanager 367
Pirre Bush-Tanager 371
Grasshopper Sparrow 375
Síntesis De Información 375
Golden-Winged Sparrow 380
Santa Marta Warbler 388

562
índice de nombres comunes en inglés

White-Lored Warbler 392


Pirre Warbler 397
Venezuelan Troupial 401
Jamaican Oriole 406
Bronzed Cowbird 411
Red Siskin 417

especies casi amenazadas


White-Cheeked Pintail 423
Crested Eagle 427
Harpy Eagle 430
White-Crowned Pigeon 433
Perija Metaltail 436
Saffron-Headed Parrot 439
Rusty-Headed Spinetail 442
Black-Billed Flycatcher 445
Tacarcuna Bush-Tanager 448
Tocuyo Sparrow 451

especies con datos insuficientes


Speckled Rail 457
Colombian Crake 459
Imperial Snipe 461
White-Chested Swift 463
Pygmy Swift 466
Orange-Breasted Falcon 469
Chestnut-Throated Spinetail 471

563
Luis Miguel Renjifo,
VOL. II Ángela María Amaya-Villarreal,
CON APOYO DE: Jaime Burbano-Girón
y Jorge Velásquez-Tibatá

SOBRE EL LIBRO
Este libro es el segundo de dos volúmenes,
resultado de una investigación iniciada en el
año 2008. En el primer volumen se presenta-
ron los resultados de los análisis de riesgo de
extinción de las especies de aves de los bosques LA SERIE DE LIBROS ROJOS DE ESPECIES AMENAZADAS
húmedos de los Andes y de la costa pacífica. DE COLOMBIA HA SIDO LIDERADA POR LAS SIGUIENTES INSTITUCIONES:
En este volumen se presentan los resultados LOS AUTORES
de las especies de ecosistemas abiertos, secos,
insulares, acuáticos continentales, marinos,
tierras altas del Darién, Sierra Nevada de Santa
Luis Miguel Renjifo,
Marta y bosques húmedos del centro, norte y
oriente del país. Esta obra se basa, en gran me-
Ángela María Amaya-Villarreal,
dida, en ciencia ciudadana. Los análisis de ries- Jaime Burbano-Girón
go de extinción se apoyan en las síntesis de y Jorge Velásquez-Tibatá
VOL. II ECOSISTEMAS ABIERTOS, SECOS, INSULARES,
información escritas por numerosos autores
(104 para este volumen, 155 en total para los ACUÁTICOS CONTINENTALES, MARINOS,
volúmenes I y II) y en modelos originales de TIERRAS ALTAS DEL DARIÉN Y SIERRA NEVADA
distribución y pérdida e idoneidad de hábitat DE SANTA MARTA Y BOSQUES HÚMEDOS DEL
procesados con base en información aportada CENTRO, NORTE Y ORIENTE DEL PAÍS
por 6 instituciones y 141 colaboradores (para
los volúmenes I y II). Los modelos y las esti-
maciones de tamaños poblacionales y de las
tasas de cambio fueron hechos por el grupo de
autores principales de la obra y las evaluacio-
nes de riesgo de extinción estuvieron a cargo
del primer autor. Esta obra está acompañada
de ilustraciones originales del artista Robin H.
Schiele y de fotografías tomadas por 20 cola-
boradores.

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