1. Evolución de la Ingeniería Industrial Ser un profesional de la ingeniería significa "saber hacer" determinadas tareas específicas en un campo concreto de la técnica, pero además significa estar en condiciones de "saber" en un determinado campo del hacer, de tener modelo para poder crear, de afrontar los problemas de una determinada manera y de optar preferentemente por las soluciones llamadas prácticas. Ser de la profesión de la ingeniería quiere decir ser concreto. No cuadriculado sino concreto. Analizar los problemas para encontrar una solución factible, económica y útil. La más útil con relación al coste. Ser ingeniero significa cerrar los encargos. Es decir, no le basta con que un proceso o producto estén "casi terminados" sino que han de estar "terminados del todo". De aquí su obsesión por la planificación, por la exactitud y por la formalización de los procedimientos. No se trata tanto de ser meticuloso como de ser preciso. No se trata de ser empecinado sino eficaz. No se trata de despreciar la poesía sino de hacerla posible. El ingeniero y la ingeniera tienen su razón de existir en función de su capacidad de resolver los problemas "del hacer productivo" que en cada momento la sociedad le propone". En definitiva, que estamos para resolver todo tipo de problemas que puedan surgir con el fin de que las fábricas continúen funcionando y si puede ser mejorando día a día. Por lo tanto, el ingeniero en su profesión acostumbra a tener que tomar decisiones y compromisos, siempre con el objetivo de encontrar soluciones y resolver problemas.