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EDITORES:
DANIEL ALJANATI
CAMPOYL
MARIO BENEDETTO
MOIACIO DE MARSllIO NOCIONES METODOlÓGICAS ,RElI
ASESOR GENERAL: Etimología y significados de
Dr. RODOlfO V. TÁlICE Criterios
TI'OS HUMANO
ASESOR EN CIENCIAS ANTROPOlÓGICAS: los tipos
Prof. DANIEL VIDART las tres
lo dimensión
ASESOR EN CIENCIAS BIOLÓGICAS:
Lo dimensión
Dr. RODOLfO V. TÁlIeE lo dimensión
ASESOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS: En busca de uno
lOS n,os PAISANOS
Dr. JOSe CLAUDIO 'WILUMAN h. Tipos humanos de lo estancio
ASESOREN CIENCIAS GEOGRÁFICAS: El caudillo
Prof. GERMÁN WETTSTEIN El peón "po'todo" 18
El domador 20
ASESOR EN CIENCIAS SOCIALES Y pollnCAS: Tipos humanos del comino 21
Prof. MARIO SAMBARINO Los troperos y los carreteros 21
Los mercachifles 22
SECRETARIO DE REDACCiÓN:
las "carperas" 23
JULIO ROSSIELLO los contrabandistas 24
SECRETAfUO GRÁFICO: los desdasados, 25
Antecesores 25
MORACIO AAóN Los "siete oficios" 28
DEPARTAMENto DE FOTÓGRAFiA: Los montaroces 29
AMILCAR M. PERSICHETTI lOS 111'05 CAMPESINOS 32
Los cha::areros 32
Los granjeros 41
LAS OPINIONES DE LOS AUTORES NO SON NECESA,.; Los plantadores
RIAMENTE COMPARTIDAS POR lOS EDITORES, Y 41
los quinteros 42
LOS ASESORES. lOS TIPOS URBANOS 44
los bichicomes 45
Distribuido!: general: ALBE Soco Com., Cenito 566, esc. 2, tel. los prostitutas calleleras 46
a 56 92, Montevideo. Distribuidor .pe»ra .1 interior, quioscos y los cuidadores de automóviles 47
....nta callelera: Distribuidora Uruguaya de Diarios y Revistas, 1.05 TIPOS ORiLlEROS
Ciudadela 1424, tel. a 51 55, Montevideo.
49
Etimología y sinonimia término "orillo" 51
Los orilleros 52
Los orilleros 56
los orilleros del 58
I.OS TIPOS MARGINALES 62
El escenario de los pescadores de' 62
las fotos que integran este volumen salvo indicación lo vida social 63
expresa, pertenecen al autor. El acervo tecnológico 65
CONCLUSIONES 67
Foto de la carátula: Amílcar M. Persichetti.
N I NES MET DO
PRELIM
10
TEMPORAL
tipos humanos tienen vigencia his,tÓirica:
culminan, decaen, mueren. Algunos es-
para siempre: el gaucho, ma-
mayoral, el baqueano, el rastreador, el
el aguatero, el paragüero. Otros se han
transformado con tiempo: el changaqor de an-
se en el actual "siete oficios",
el payador radiofónico, el
en el comerciante seden-
no es un cuerpo estático:
\.-"J'''U.4....
pos socioculturales en una sola area geografIca., un mapa. El comarcalísmo se manifiesta, además, dad una em:Idatd
En la ordenación de los tipos humanos habra, impon:endo géneros de vida. Cuando las socieda- chacareros
pues, que tener en cuenta el factor histórico. El des humanas no se han emancipado por medio de ce pocos
tiempo social, estudiado por GURYI!C: H (1963, una adecuada tecnología de los mandatos de la guna solemne OCc:lSlÓln rCm~~l0.5:a
11, 325-430), que incide en la dInamIca de los naturaleza, el determinismo geográfico gravita de bio, el
grupos y de las sociedades globales, o.rdena en la manera decisiva. Los isleños padecen los peligros El caballo
Mujer de campaña, hacia 1840. litografía de
sucesión cronológica o enfrenta en el hIato cul,tural de .las crecientes, los pescadores están aislados del la peniUanura.
D'HasJrel. mundo por un ancho y estéril cordón de dunas al horizonte y
de dos tipos coetáneos pero no contemporaneos
toda una problemática que aparecerá e? el tra- que llega a veces a las proporciones de desierto nados por el
lidad del rancho es la tecnología miserable, la
tamiento de algunos tipos humanos analIzados en costanero, los habitantes de las arip'ucas en las En la época
suciedad, los malos olores, la promiscuidad de
este estudio. arroceras o de los benditos en las carbonerías su- o las guerrillas
la familia, el trabajo mal remunerado y. el hambre y el hombre .. r'." ..."fo'......
fren los altibajos del clima y el impacto de una
siempre diligente. Sin embargo, menCIonar estos
absoluta orfandad de dispositivos materiales. de lugares y
aspcctbS es, .para muchos espíTitlls ruralistas, po~ LA DIMENSION ESPACIALJ' La geografía, por lo tanto, impone géneros entrañas
litizar el tema, convertir a lo inocuamente "tra- Los tipos humanos, en su calidad de porta- Queda 1""'rl~u:¡oj
dicional" en un manifiesto de las "clases pe~ de vípa que podrán ser eludidos. recién con la me- de un tercer
dOTes de una subcultura determinada, se distri- canización de las tareas rurales:' cuando el Viejo espacio: el al tratar
ligrosas".
13
a maestro rural, el médico de campaña) ~
de un
mismo
esquilador, el deschalador, el trenza-
el escobero, el botellero y ropave-
I
en la etc.).
de moscas, el otro se como se comprenderá, no es
pasos, en los links tínarrlente una clasificación total, con todos
es¡:_aC:LO social que los separa del pasado y del pre-
el habitante LdIHU'U'. Dicho inventario
el ta~¡t1dllO~,O catálogo.
esc:of!lLdo presenta
otros, pues se refiere (l,
pe:rman,cnt:es, cuya tipicidad es vi-
El murguista es un tipo car-
EN BUSCA UNA CLASIFICACION o sea ocasional. Un año puede actuar
en un conjunto y el siguiente no. El canilHta, en
intentarse clasificaciones de cambio, vive de la venta de diarios; el oficio ha
los humanos del Uruguay. U na de las po- inscrito muy profundamente en sus actitudes 80-
sibles surge nítidamente del manejo de las tres en su habla popular, en su actitud general
dlI"l1el(1S110m~ de la cultura anteriormente señalada: ante la vida, una impronta indeleble, que lo de-
hí5,tólric,:t.men1t.e escalonados termina integralmente. Un país,
Un N uestra clasificación se ordena de acuerdo con es una
si se quiere una el reconocimiento de cinco grandes grupos de están humanizados
oficios" tan bien es- los paisanos, los campesinos, los sanos, que son sus
1962. sub-empieo orilleros y los' marginales. Los paí- un , 1960, 1:
obliga a los marginales habitan en el campo, pero etIlmolóQ'ica de esta ¿u,J."'.UJ,a
17
El. PION
del estanciero de _L>!"~''i-.~./- ••
COl1ü';atíjg'Ulra
proletario, retaceada
los y de a mealdia
se constelan en su contorno -,a.l.,"~~<:1'UU''',
de
de estancia. co-
trabajo pecuario. Se levanta,
con las del día y se acuesta con el advení-
sera pese a
del lucero.
HU..., . . . ." a caballo y duerme sobre
en las
el 'recado o en camastros roñosos, en la húmeda noci6n de .1 . . la menor
lobreguez de galpones. Come asados chamusca- en nomb d ' ~ SI • a tUVIera la rechazaría
dos y hervidos . matea interminablemente re e su eSplntu Individualista ue
pero, acata al patrón que todo 1, b (-' em-
durante sus vacíos ocios domingueros -si es que Háb.i1 jinete cortador de le'" o sale y o puede.
se descansa en domingo--; viste con pobreza os- 1 .' na en e monte
tenslO:le' se conforma con el primer peldaño a
~ patIO ~: paraísos, aIambrador euand y en
sIta-, albamI cuando cu d o se, nece-
partir del nivel zool6gico. A cambio de su penuria d 1 ara, aguatero cuando 1
agua .e pozo escasea, vareador de los . (,
y su destajo tiene acceso a la carne del fogón del feudo, rasqueteado d I . pareJeros
r e os toros de raza, pa-
-caminos de cuchilla y llevan hacia el sur su carga abierto se convierte
de cueros. El tropero se define claramente con la show montado por
aparición del tasajo. El esquilador nomádico de fiestas. Pocos son lbs
f' '1 a arece como un relámpago, las "comparsas" surge en la era de la oveja. exigencias de la
por la biogra1a , so op . ' , de nuestros escri-
en la ·lly.ar{atiya :u:l:e1o:1 Pao::~~ato de sugal~ón
El domador ínsito en cada hombre de a ca- espectá,culo, surgido
baIlo del á:r1.ea paisana cobra con el tiempo rasgos nostálgicas de los
tares. uego a guasca . , ' a su camastro, .,. mlse- especiales. Además de ser un buen jinete se ~pli velería de la ciudad,
con o1Qr a seb oY' a l b ' es "el criollo de
rabIe, que, elP~tron. aat:e ~ino en el recado", ca a su faena de desbravar el potro, de asentar lidad ontológica de la
verdad. no duerme en .~ •.•• ficiente asU noria de al redomón, de acomodar al resabiado, de enseñar piadado desleal
a su dietarronóton~ e lanlstUe.ados, liste in.fe1,iz pión los aires de marcha, de volcar su docencia paciente tarifada
• b· ' .. SUCIOS Y OCIOS S •.• • • " , ..• ' d y persuasiva en la bestia. Se convierte así en do- tidiosos.
tra, a JOS • ' •..d tiene del arrogante centauro e mios y
p'a todo, que na td '.' las ideologías paterna.. mador, que es algo más que jinete.
la leyenda fabll a a ,por m • · ano de una tiqueza Domesticar es hacer doméstico al bruto irra- mente a
.. . 1 fundamento h,ti· . cional y es también dominarlo, someterlo al do- vienen con
hstas, es e .•,.. l' H. roductotes" rurales por
q,•ue los ganaderos, os ,p ., .a.y.of méritQ y minio señorial del hombre. El domador quiebra de su U4~"U.l'q,.
. • •laman como su m ., dura y' sangrientamente, a fuerza de talero y fesionalismo
antonom~la, rec • ••••• f. ntosa. Su redención )10
disfrutan con holgural a re.. del otrooficiQ al.. nazarenas, al potro insumiso; luego, una vez dores, de
ha de surgir de la p un;a SIno entregado, lo manosea, lo mima, le hab~a al oíd..), biológicamente a
terno que cantara GarCIlaso. le saca las cosquillas, le descubre el sitio exacto y significaciones que
de la caricia aplacadora, lo amansa de "abajo" por más lo intente.
EL DOMADOR · 'ci- 'y de "arriba"," de la verija y de la boca, le quita
· de la ganaderIa
En los primeros tIempOS . . ~s 'las mañas de estrellero, le enseña a correr boleado, TIPOS HUMANOS DEL CAMINO
. ntado en la estanCia
marrana el p~lsa~fo as~ d No hay división dd le adiestra en la coquetería del escarceo, lo cura
Los tipos itinerantes
un trabajador lndl eren~lala. o·ciones Todos hacen de las' espantadas y las tendidas. Si es un caballo
· No hay especl I z a · 1 para el trabajo lo prepara' en todas las artes del muy esquemática y sel,ect:iv~u;nlent:e
trab a JO. la hOTda arcaica. Sabe por o cen dos familias de
de todo, como ~n ar descornar, curar bi.. aparte y la pechada; si es parejero lo doma y
entre los muchos posibhes.
tanto enlazar, PI~:rt~rCaao~ar, esquilar, marcar, amansa con mano de seda para entreg~rselo al
que frecuentan elcami:no
cheras, tusar, 01' , ' • canear a los bueyes ca-
vareador igual que un "trompo" -blandito y obe-
el otro los que lo recorren ~ºIb.o
apartar ganado, tropear, t PI ara ir a la cachimba. diente ~e boca-; si es su propio flete le adorna
con lo mejor de su paidología campera. En un o delincuentes. Entre los nrlmp'rnl;!
rreteros, fabricar una ras ra p definiendo subtipos
el tiempo se van estudio anterior nos referimos al domador con de- el carret~ro y
P ero con .. ue a no sirven para las "carperas" y
en la estancia. Los VIeJOS q Y 1 centro de la talles que ahora deben obviarse (VIDART, 1957:
trabajar tr~nzan gU1~::d~r:~nEsedecir, y tTadu- 71-82). Los que quieran complementar con una
LOS TROPEROS CARRETEROS
gerontocracla en~ocuresuntuosa termino- interpretación simbólica estos apuntes sobre su ta-
ciendo al leng~a)e vul~;;: t;asmisores de la tra- rea pueden consultarlo. de me:tCaleterías.
logía antropolog;c¿ so d conductas socialmente Falta decir que en la actualidad la doma de así como el diligencia
dición, Jos acuna ores e bIes de la cultura que Semana de Turismo, realizada en el local de La hombres, correspondencia')' valores,
valiosas., las estrellas ve;eT~uevas generaciones en Rural, en el Prado, concita desde hace años a ma-nos han sufrido muy nítidamente la i111IUe~nc'ia
d
iluminan los pasf ~a~eraspatrimoniales del grupo. los más publicitados jinetes. La doma a campo del medio físico. Largas jornadas de marcha
el quehacer Y e . tas ue como, arma- "a de la calle Tristón Narvala.
El boye:o parte codn l~ ca~~s p~ los pedregosos Domadores en Ia f era 21
dillos gigantescos an um
secuela consabida ganado. El
reumatismos. ha desfuncionali-
influencias trashumantes de
l1ace, se cría y caracteres recién
pago, antiguo caso de las los
trQperosy los carreteros tratan con gentes. de dis-
tintos pªgos, conocen la fauna pintoresca de cien LOS MERCACHIFLES
pulperías, .Uegan a la ciudad y se asoman a sus El mercachifle no Pertene:ce al grupo de los
al\lsiones e. indicadores urbanos. Se forjan, tam- productores primarios sino al de los mediadores
bién, una filosofía de seres nomádicos por nece- terciarios. Es un comerciante rural de poca monta,
sidady no por. vocación que han poetizado con va estancia en estancia ° de chacra en
lirismo metafísico Romildo Risso y con indisimu- con sU carga de mercaderías, particularmente
lada rebeldía Julián García. Éste hace decir a cosméticos, perfumes y otras chucherías fe-
su Personaje, que quiere transformar su irreme- El comercio ambulante de otrora reclu-
diable monólogo en diálogo al dirigirse al buey frecuentemente sus integrantes entre los sirio-
Golond~Ila: . "S.iempfeP'alp,obrel4 sU,erte / . .trai libaneses, mal llamados "turcos" por los iletrad0s
Za disgracia escondida. / Si me salvé de la muer- criollos. El mercachifle tenía tres modalidades: iba
te I no me escap-é de la vida. I y vos, cuando a pie cargando inmensos cajones, ·10 que requería
te caparon I casi morís de la herida. / Pero ... una fuerza hercúlea y un aguante a toda prueba;
l;OmO te· sanaron I juiste güey toda la vida. / y ya poseía uno o dos .cargueros, con árganas y ma-
se el final I deu,n giley y de u,npión carrero. letas gigantescas; era dueño de un carrito en el
l. y 0, a morir a un hospital/y el güey viejo . .. que insta.laba su mostrador· y transportaba su casa
al matadero" (GARCÍA, 1958: 31-32). _ ambulante.
El ir y venir por los caminos rumiando pen- El mercachifle llevó a los más inverosímiles
samientos y postergando retornos, el ruido de los rincones del campo su carga de tentaciones: ja-
ejes chitdantes y el monótono golpear de las pe..; 0101', agua colonia, cintas y géneros flo-
zuñas, el trato con paisanos, campesinos,puebleros peines y espejos. Muchas veces pagaron
y ciuda.dahos, •. todos estos< elementos ··han dotado los pobres "turcos" su audacia indefensa al atra-
a los tipos amblI1antes de UI1 pesimista rezUmo fi- vesar pagos plagados de malandrines. Fueron des-
losófico, de un ~spíritu obE',ervador y meditabundq, valijados y asesinados a y no sólo por
de un sentido agudo del relativismo cultural y las gauchos o bandoleros sino también por terratenien-
injusticias sociales. tes serviciales que surtieron a su mesnada a costa era para
La aparición del. ferrocarril y otros medios de de la vida y mercancía de los buhoneros. campo crudo
22
cachifles o los contrabandistas, enhebrando los nizan las reatas de cargueros y trap.sportan caña
oasispt>blados. Son servidoras itinerantes de las brasileña, tabaco, yerba y demás objetos o alimen-
urgencias sexuales de los hombres· en soledad; 01 tos. El contrabandista, conocido por "tTabajadar"
igual que los tahúTes que trampeando ofrecen la en algunas zonas y como "quilero" en otras, es
emoción liberadora del juego, un asalariado más. Pone en peligrp su .vida para
tipología que la moral criolla que enriquezcan los que compra~í o venden al
"con ideales, pero acepta como por mayor. Tiene su código social, su arma.mento
que "mal neC~~aTJlO" típico, su estTategia para esquivar la partida. Co-
la época nomádica prostituta se noce las picadas; adivina en los ruidos nocturnos
lo hace en las orillas de los la respiración de los ll1~licos emboscados; lee en
Cal!TIpan:a, en la mala" del los más tenues signos del paisaje familiar en ti-
se en los miserablesran- JJ.ieblas las señales •de peligro o de paso franco.
recalan los desechos del lumpen- Vive estrietaIfiente a.l día este proletario del
jJrQletarÍ4t fabricado por la estancia; ya ofrece sUS norte, jineteadorde fronteras y baqueanO de mojo-
servicios a los viandantes en los cruces de caminos nes, siempre con el "güinchester" amartillado y d
donde florecen postas y pulperías. espíritu entonado hasta la temeridad por el trago
de alcohol que menudea en los tiroteQs y se hace
cañada en los descansos. Una vez cumplida su
LQSCONTRABANDISTAS
tarea dilapida en el boliche, en la carpeta y en
El contrabando es un fenómeno consustancial el pTostíbulo el salario que mal paga su riesgo
a toda frontera. Durante la colonia se afirrtló el constante. El trato diario con la muerte lo ha
-..rebelde espíritu antiespañol contrariando el bando, curtido: es sereno, se abroquela con una fría y
es decir la ley, mediante la vio:ación de las prohi- reflexiva modalidad del coraje, sabe balancear las
biciones de comercio con otros países. ventajas de la prudencia con las sorpTesas de la Contrabandistas en uria,picada d~1 Cebollat.'. Co'"
•• e) so. qfto, S"~lDe'ndid"
U na vez establecidos los límites con el Brasil temeridad. Ha organizado un rosario de refugios
la frontera uruguaya del norte y noreste se cons- diurnos en su penetración tierra adentro. Los ran- pobr,es conir.abandiamo$ I a gatas pa' remed"· ",
En' zar. la
teló de organizaciones contraventoTas que, ya en cheríos, las taperas, las propias estancias, son sus ve~os ~ntenores había definido el status social se
un sentido, y.a en el otro, según el flujo y reflujo enterraderos momentáneos. Desgranándose de la y la ~1Stor;:.ge~e.alóg~ca de .la familia del contra..
de los precios, pasaban productos sin pagar tasas colleTa de cargueros algunos contrabandistas llegan ban~lsta : Gurzczta 1S1er nas flacas, I barriguüa
,de importación. Hubo ayer y hay hoy contraban- hasta el sur del río Negro para cumplir con el m. e1on.• / donde hay tantas vacas gordas / nohav
;,Estas poderosos, hacendados o comerciantes, siem- encargo que, una vez pactado, se sirve fielmente. nz ~harque p'a'ra vas...., / Tu bisabuelo hizó LOS
pTe a salvo de todo riesgo, pues su calidad em- El contrabando hormiga del pobrería fronterizo patrza, /. tu abuelo fue se,' vido r, / tu padre carni6 8USCAVI
presadal va aliada con la influencia política. El no se encuadra en la figura del contrabando m3.- una oveja / y está preso' p'or ladrón" (R.úDRf- ANTECESORES
delito de contrabando, por otra parte, no afecta GUEZ CASTILLO, 1963: 116). .l.
GAUCHO
yorista. El pobre compra alimentos del otro lado
la bonorabilidad de los hombres, según la ética de la línea solamente paTa. sobrevivir. . El. contrabando, hijo de la economía ca. ita-
fronteriza. y cuando introduce algo para la venta lo hace I~ta: tlene su~ ,cap.i~ostesy .sus pequeños tri~ta
Los tipos humanos que interesan en nuestro nos. la estratlflcaclOn social del camp,o· ur uguay(),
al por menor, como dice el poeta nativista en ...11
caso son los autoTes materiales del contrabando: no tan tenue como 10 quieren las tea', . d'
poema dedicado a los "quileros": re Caña, yerba 1 . 1 ' .· • nzaClOnes e
SOCIO ogla rural académica
a..d surge t·a b"
los (que por su cuenta o a cuenta de otros orga- y rap,adura, / y un rollo'e n,.aco no más, '. I Los " m len con
mtl ez en este sector de los contraventores d(~
24
hallan
con
cuantas
ed. 1914,).
retlre:senltallte de la ,,1"Y',,"nnl"
este tono
intelectual:
verdad sea dicha entre nosotros: el
trabajó en su vida ni para comer ( ... ) And,u
a caballo, bolear avestruces y domar
su diversión, no su Fue
y jamás
por deleite personal y feroz
Dijimos que era triste
hosco, antipático y mal dIspuesto
bién afirmamos que era lac:onrco
pero el pobre no era
guarango (...)
personaje rotoso,
medido,
bIaba los sórdidos rancheríos
tes de la llanura, que vacas
si fuesen perdices, que cortaba
crúpuIos de conciencia y se
y caballos de los demás,
con pasmosa agilidad pero
arado; que asestaba puñaladas por
tenía siquiera el sentimiento de la
(ECHAGÜE, 1943).
LOS "SIETE OFICIOS" "Más ~srde va a una cruzada buscando con- das la
necesidad de sobrevivir en un escenario riesgoso Fue el gran escritor Juan José Morosoli quien trab~~do. decir, se suma a una pandilla que clases
-~naturaleza avasallante, indios bravos, partidJ.s trazÓ una inolvidable e insuperada semblanza del perdlO .~ un hombre por enfermedad o porque inconstante,
represivas"-- lo obligan al robo y al saqueo, que "siete oficios", el ganapán del área ganadera. Este encontro otro destino mientras marchaba .( ) su perviv~ncia
para él no son tales. En 1790 escribe Manuel Ci- buscavidas, que desvirtúa los prejuicios acerca de Será al fin estaquero, que es el que apront~' ias ranchería, se
priano de Mela un juicio que ubica al gaucho en la "haraganería criolla", es un "elemento nobi- :staca~ , para hacer un monte, generalmente con aerolito en
su exacto sitial histórico: "Pero la malicia ha lísimo para hacer el temple de un pueblo", pero mtenclOn ?,C aprovechar un bañadita que se forma los basurales
trastornado esta sabia providencia porque los ri- "lo desperdiciamos ( ... ) y lo dejamos que se en un. .,bajan
d del ca.mpo. Será otro· . dI'a d ama d 01', Este ya es el
cos conservan en su hacienda un corto número herrumbre --moho y orín-- en las cuadras de enten
d d len
11 ose con el rezago de la trop'IIl a, reser- fermentado y aCJca'l!dO.
de ganado en rodeo cuyos partos yerran, Y a la los batallones o en la molicie de los poblados de va os enos de vicios, a los que los mensuales paciencia,
sombra de éste se hacen dueños de todo el que paja y lata". No le hace asCOS a cualquier re- co~ardes no se le animan porque no tienen ne- deh~stío, de Soled.act.
ces~dad de romperse los. huesos porque sí. Aquí los arrabales
.quieren, a pretexto de que se les ha alzado o busque paTa salir adelante, por 10 menos en sus
ahuyentado una gran parte. De este pretexto na- etapas iniciales de juvenil intrepidez: "El comien- esta mostrada la evo~ución del coraje de nuestro moscas, el nueseno
za todos los días. Allá averigua que se necesita gaucho. Ayer se pedIa la b.alada . H ay se pIensa .
cen las correrías que hacen ( ... ) y los ricos ( ... )
que no hay ne~esidad de haceTse machucar de
haciendo la corambre a tan poca costa y en tanto un hombre para hacer piques. Si el monte está LOS MONTARACES
gusto" y no se ~uega la vida arriba del· caballo
número que no viene a cuenta a ninguno que no cerca de la estancia, comerá en la estancia y dor- Existe una
rnirá en la estancia. Si está lejos hará una aripuca el mas. guapo SIno el que tiene más necesidad
sea rico criar una vaca. Queda de este modo des- El coraje' , aqul. y en tod os lados, no es sino esto:. área
con cuatro palos y unas ramas, y allí estaTá hasta
poblad~ la campaña de vecinos, los ganados vagos, una"gran neceSIdad de ganarse la vida. misma y se
que se termine el trabajo. Alguna vez se llega
y la gente pobre necesitada a hacer sin licenó;} a la pulpería. Tabaco, naipe y caña. Otras veces . Hay, además, mil pequeñas changas en la serran:os, en
.10 que otros hacen con títulos ( ... ) matando d rumbea a lo oscuro, como perro sin dueño, bus- ¿u: este hombre. puede obtener unos días de ac- orillas de los
diestra y siniestra para sacar cueros y llevarlos cando una mujer para sacarse un poco el monte vIdad (...) SI la estancia cercana tiene chacra lectores de
a los ricos españoles o portugueses que dan una que tiene adentTo. Para asentar un poco el mal- para el consumo de la casa desgranará maíz Estos 'fefugiad:oB
bagatela por ellos. Estos son los changadores, los humor que hace días lo tiene lleno de espinas. ccr::pondrá algún chiquero, cortará paja en ei nito de la penillanura,
gauchos tan decantados, unos pobres hombTe:;, a La soledad tiene estos inconvenientes también. Ter- ban~do ~ara h.a:er un quinche nuevo ( ... ) del campo Viven
qllienes la necesidad 'Obliga a tomar lo que creen dedal' del "'.... ., ... ,,'-'.
minado el trabajo cobra y marcha buscando nue- " dEl .SIetef .OfICIOS no camina ciertamente por an-
110 tiene dueño para utilidad de los que le pagan ~~as e m mIto. Lo que le hace andar es la nece- los socavorles
con 1l1ano bien miserable." Este documento co- vos destinos. ~1~ad, domadora de cogotudos y amansadora de los helechos.
"Ahora será alambrador, haciendo yunta con
lorlial ubica las cosas en su lugar y zanja muchas otro agenciavidas como él, con quien compartirá ar~scos. Porque en el campo la liberación econó- Los nl(mt,arace~
discUsiones inútiles. El gaucho no es un señor sino mIca del h~mbTe es prácticamente imposible ( ... ) agobiantes
--siquiera sea~·· mate y silencio. Otra vez es incorruptible,
un paria, un desocupado que realiza de tarde ~l tenatemente esg(inadero y no quiere que sus
parte de una comparsa de esquiladores que va horno,
en tarde changas ocasionales mediante salarios campos se llenen de familias ( ) " (MORO
picoteando, aquí y allá, porque las estancias tie- SOLI, 1940). .. . - pira con
irTIsorios. No hay que esperar a la intelectualizada nen sus máquinas para ese fin. Después será hor-
La caracterización de Morosoli es au embolsar
canción de protesta contemporánea para que la nero, parando una quema de ladrillo~, comenzando ancha y h on d a. P ero b aste con estas transcri
n mas-
!
" . montaraces
amargura del miserable se convierta en coplas. por elegir piso, siguiendo por la playa, armando Clon,;, para comprobar la voluntad de superJ¡. un claro
Una muy vieja, de tradición oral, dice ya en rJ pisadero, cortando y embarrando el horno para simple techo a
venCla ?e. un proletario que huye del desem-
siglo XVIII: ay O' nunca espero justída / porque pasar después las noches, a lo lechuza, vigilando suelo senlejandc
pleo cromco buscando desesperadamente al '
no tengo ni un cobre; / como oampana· de p'a-
la quema. conchabo transitorio. .A este empen-oso gU~l
. b uscaVI- plantan zapallos,
lo / son las razones de un p!obre."
28
y suaves ualu.a]~IaS
su El fruto de
pero esto sucede del
lo vende al chupasangre del nn.II""'~u"
e materno. Su
n~lrnH'r1n las más de la~
cano que estiba en sus galpones, entre mlcac:.naJ)lleS
Cl.ll.eros de el tesoro que
de lidiar con el
de la gran ciudad lejana.
destrozadas por las es-
ml:lc3.cnn:u::s, todo sirve ca- el toontrabandista, el ca:laClor
de los habitantes del área
a veces a tiros su
pear necesidades de la comida El cuyo ámbito se ha-
veces saUe al campo abierto
montaraz es huraño pur ecológico y au- linlitado por la floresta. Se lnueve en
CQI'nd.a y desplume del ñandú.
tárquico necesidad. Se cocina en su propia didad y no en extensión. Está· de ...,>:>I-,......~..."..,
el monte le retiene cada vez
"alsa de apenas mitigadas por el verde po y de a los ~o .capt~dos por el
,aniverso el incesante pulular de la jinete· que rueda sobre los paISajeS sm penetrar en un ermitaño. Hosco, SO!lta~rIO.
fauna. La planta y animal son, casi, los deudos en su secreto. Se encuentra sumergido en un mun- agazapado, atraviesa la ma-
de su biológica familiaridad con la naturaleza. do donde el tiempo prima sobre el espacio; no con liviano y cauto. Las grandes lu-
.Refugiado en la marsupia de las rinconadas ha ve paisajes SIDo microcosmos, pequeños frisos ani· nas al~mbr~n sus acechos cuando aguaita a la presa
que VIene, Imantada casi, hasta ponerse bajo la mi-
LOS TIPOS CAMPE IN S
32
Parque Rodó, La madre blanca y la madre negra.
Hombres y caballos en el río como mar. IZQUIERDA: Paisanos en un aparte de una penca.
PÁGINA OPUESTA: Trofeos de la derrota. L:a ropa dfJ! un bichicome secándose al sol.
el terruño, se aíslan en sus parcelas al punto de LOS GRANJEROS
que sólo concurren al pueblo en las festividades Agricultores más
de San Isidro Labrador y en el Día de los Muertos. a las innovaciones, onJ(lIlarl0S
La superstición los ata a los viejos terrores del Píamonte o del
agricultor neolítico. Sus niveles de vida son bajos: lan en el paisaje aR"J'ano
ranchos. oscuros y destartalados, sombreros rotosos, más eficaces
tamangos ancestrales, folklore de añeja raíz hisp:i- Tienen mejores helrramlenltas.
nica. No mandan a sus hijos a la escuela pues los quina al trabajo a,,-an1(), c()nsltru'ycn
necesitan para el trabajo. Y éste es duro, ya que tables, saben
cultivo. Plantan .,,.,.,...,.1....,
la tierra cada vez rinde menos, saqueada por el
siembran viñedos, AU.'l''-"!·AU COlmc::nas,
filibusterismo de una agricultura elemental.
se dedican a la
Es raro que el chacarero tenga peones. Toda la cuenca leCne1~a
la familia trabaja en las épocas de siembra y co- ne un grado
secha; en los tiempos de lluvias invernales no hay un más
industrias domésticas que ayuden a salir del ma- secuencia,
rasmo de la inactividad envilecedora. A medida pueden
que los furidos se subdividen y avanza la densidad lida tl'vrtnT'l'!:1
demográfica se' redoblan las penurias. Bien ha
captado Serafín J. García la tragedia de este peque-
ño y desamparado agricultor en sus expresivos
versos dedicados al tamango: ((Tu destino es igua'l
qu'el de tu dueño: / un destino apagao y sin
leyendas, / que no va más allá del rancho negro /
and'encajó -su marca la miseria, / y 'ande hasta
los guríses / se han olv;1dao de reírse, a juersa'e
penas" (GARCíA, 1951).
Pequeño propietario o arrendatario, tanto da:
la ganancia es ~enguada y la producción depende
de los azareS ce la naturaleza. El chacárero. no
LOS PLANTADORES
puede imponer las conquistas de la geografía hu-
mana a las resistencias de la geografía física. Está
en equilibrio con el medio y, como el alpinista de
la parábola de Toynbee, parece tener un lema
que define y consagra el estancamiento cultural que
lo agobia: j'y suís, j'y reste, aquí he llegado, aquí
Peoncito del. Cebollatí ¡unto a su caballo. Un feriante en su escenario dominguero. me quedo.
ceros, que no a articular un "'1n4>."""".
lTi/....
proyec-
QUINTEROS
En los de y
pelletraI1Ldo en la ciudad como un seudopodio hor-
una de con
En las calles de las dudades y los pueblos uru- que se guarecen en los intersticios carcomidos de
guayos hay personajes pintorescos que llenan las la propia ciudad, sin dejar de pertenecer a ella ~
crónicas d.e -las vecindades () las barriadas con su las prostitutas callejeras que han organizado, me-
copíosoanecdota:rio. Per.o estos personajes singu- diante el empleo de taxis, un "servicio" en Bule-
lares no interesan en esta tipología. No interesan var Artigas cuya complejidad e implicaciones Te-
tampoco los trahajadores de taTeas reglamentadas querirán, en caso de ser estudiado, todo un equipo
que como el guarda de ómnibus gallego o el fe- de especialistas en ciencias humanas; los punguistas
'riante italiano atraen con su exotismo idiomático la en su múltiples variedades. Los tipos urbanos de
atención festiva del público. otroTa, cuya descripción efectuaran los antiguos
Los tIpos populares que han de retener nuestra cronistas, han desaparecido (DE MARíA, 1957).
atención. SOn los -pequeños ganapanes que trotan La civilización técnica, la sociedad de m.asas, la fá-
por las calles en busca de su cuota de superviven- brica y el empleo público han absorbIdo a mu-
cia: - los barquilleros, los vendedores de "balleni- chos ejemplares llenos de color local. Los que res-
tas", los afiladores, los compradores de botellas, los tan son supervivientes del gran naufragio tradi-
vendedores de pizza y faina -cada vez menos cionalista en las aguas de la modernidad y no se-
frecuentes-, los cuidadores de automóviles, los rán objeto de nuestra atención. Por razones de
escoberos y plumereros, las negras pasteleras de los economía de espacio vamos a limitar el análisis
últimos reductos afTouruguayos. Son también tipos a los vagos, a las prostitutas y a los cuidadoTes de
bien definidos los desechos sociales: los bichicomes automóviles.
es un filósofo
escritor costumbrista a cuya descripci6n me remito;
"Muchas veces se reprocha al Municipio que adju-
dique el trabajo de cuidador de coches a personas
LOS TIPOS O I
j6venes, en vez de reservar la actividad a ancia-
nos desvalidos. Basta imaginar la magnitud de fas
tareas a cargo de nuestro hombre para concluir
que s610 un dinamismo juvenil podría bastar para
abarcarlas. Algún malintencionadio dirá que el
hombre de guadapolvo gris y gorra autoritaria
sólo se hace visible cuando un coche se retira,
momento en que aparece como un indispensable
maestTo de ceremonias que otorga prioridades, di-
rige la maniobra y despeja el camjno. Con movi-
mientos circulares del índice parece discar un te-
léfono invisible, mientras con la otra mano detiene
. la corriente del tránsito. Nadie, salvo las damas,
obedece sus señales, pero nadie puede ignorar la
mano extendida que indica el fin de la tarea y
del espectáculo. Plumero simbólico bajo el brazo,
inspecciona los espacios libres que van aparecien- El fenómeno urbanístico y social de las orillas Pero las orillas no
do, atribuye preferencias en proporción directa tiene larga historia. Se inició paralelamente con el paisaje lisiado, con
a la importancia de la dádiva que presume, ges- de la ciudad y, para ubicarlo en el tiempo, ha y rio y lo con
ticula, grita, simula enojos con invisibles rivales que retroceder no ya a la Edad Media sino al ori- urbanísticas ¡:mec3Lrie:dad
de su protegido y por fugaces minutos se convierte gen de las primeras urbes en la Media Luna de Reflejan,
en el personaje más importante de la cuadra. No- las tierras fértiles, aná por el cuarto milenio antes tura eCC)Dó:mu:a rc~pom¡able
driza cuidadosa de los tesoros cuya vigilancia asu- de nuestra era, aunque las ciudadelas del mesolí-
me espontáneamente, resulta a veces ineficaz en tico, como Jarmo y. Jeric6, de pronto también tu-
los momentos cruciales, cuando un descuidista de- vieron sus caseríos de extramuros.
cide tomar a su caTgo el portafolios () el abrigo Los montevideanos llamamos oTillas a las cin-
abandonado en algún asiento; pero fuera de esta turas de casas sueltas y casillas que entre baldíos,
triste circunstancia, ejerce a conciencia su come- arroyos, quintas de agricultores suburbanos y ca-
minos de tierra que quieren ser canes señalan la
tido. La cortesía es su signo: la gorra se levanta
zona de transición entre el campo y la ciudad,
con idéntica elegancia ante el geneToso o ante el
entre el ámanzanamiento edificado y la espaciali-
olvida,dizo; es que el carácter voluntario, no tari-
dad geográfica de las parcelas, ya minifundistas
fado y muchas veces sorpresivo del servicio, no Ic en el sur, ya latifundistas en el norte. (Guich6n, diado por el
permite sino la exigencia sutil de una sonrisa o de por ejemplo, estuvo asfixiada hasta hace menos su parte,
una mirada nena de discretas esperanzas" (ROS- de un. decenio por tres estancias que impedían la basura cotidül,na
SIELLO, 1968: 80-82). El cuidador de automóvil.s visto por Miyo. eXIStencia de cultivos hortelanos.) de las moscas, una atn~eolla
48
de esta derrota ínstrumen-
los carritos \'-i:)\_U~UJ.I..I.,""" con
el nombre
h.a , los flacos perros
gos bichocos que todavía arras-
una carga.
Las obras del hombre ..""",,,,,,1..,.,,..
lastimosa La
no tiene el
el sabor folklórico---
una construcción
retorcidos y
lluvias y
escuadra y
la
esta >.íl1tima fecha se abre paso el término orillero, nar, el fumadero de marihuana, el "enterradero"
significando lo que nosotros concebimos por tal de criminales, el local de balles de rompe y raja.
en Río de la Plata. Pero hay algo más, digno de El famoso y hoy demolido Bajo montevideano
-entretenida consideración. Un lingüista catalán fUe el albañal común de los paTrios y las orillas,
indica que orejano, un término.· de antiguo uso de los habitantes del Centro y del arrabal, de !a
(n nuestro campo pecuario, y que significa ga.. burguesía encanallecida y de los obreros sin con...
AAdosin maTita, y por 10 tanto.agreste, arisco, ciencia proletaria. El vicio va de la mano del sis-
dmlrrón o mostrenco, deriva su nombre de tema capitalista y es generosamente fomentado
oreja u pues la marca- en. cuestión. se> aplica con por los que sacan dividendos a la sombra de ne-
fl'e<;uendaa otros lugares,.• y..orejanoesprecisamen" gocios infames, pero negocios al fin, tal como lo
te el. que no. tiene marca en ningunapane". Agre" exige el rol santific~dodel merc~der.
gaentonces que Hparece trat_:lfse de una alteración
del antiguo orellano 'lateral, apartado', XIII,
LOS ORILLERO$ DEL CORAJE
derivado de .orílla, .con referencia a los animales
que andan por lugares solitariUs • y remotos, de Las evocadones de· las orillas antiguas, efec-
donde animal dman~ón; se alteró luego por influ- tuadas generalmente por hombres pertenecientes
jo de oreja, porque-algunas veces. al animal que a clases sociales que en su tiempo repudiaron con
no es orejano se le -marca la oreja" (COROMI- vehemencia a los IDrilleros, han forjado una serie
NAS, 1961). de estereotipos memorables. Las orillas aparecen
AvtCt$ se confunde barrio conanaba! u orilla. así como la sede del coraje, como el perpetuo cam..
Son COS.a3 distintas. ~1 barrio en su origen quieTe pa de batalla de varones sile%}cÍosos y diestros que
decir lo mismo que arrabal: deriva del· v()Cablo viven enarbolando cuchillos y proxeneteando ron...
barr (afueras de una ciudad) que en árabe jeres. Son los portadores de la "felicidad del valor"
vulgar se convirtió en bárri e ingresó a la lengua según Borges, so~ los compadres "nietos del gau-
española en el 949. Sin embargo barrio en la ac.. cho" acicalados por los versos nativistas de Silva
tualidad significa otra cosa pues los barrios son, Valdés. Los taitas" los pesados, los compadres, los
la autoridad del Diccionario de la Acade.. campadritos, los guapos, los marcianos, los cal:JaIl"
de las partes en que se dividen los gas, los caralisas, toda \tna fauna agresiva propi-
PUl~blc:>s o sus distritos". La· historia ha
ciada por la necesidad de afirmar la per$onalidad
arrabales en barrios: basta pen..
humana en un· erial creado por el erecimiento
-sar en lós casos. de la. Aguada, Pocitos o Palermo,
orillas y hoy barrios de Montevideo. las grandes urbes y el ingreso de los inmigrantes y
Quedaría todavía por analizar unos términos los desarraigados rurales en las,fuas de la miseria,
a menudo, y muy interesadamentep se entreve.- -hacen olvidar, con la· cráni(a,4de sus peleas, el ver~
ran con los citados aunque significan algo distinto. dadero rostro del desvalimiento. Las dagas de ho-
Se trata de los peyorativos vocablos "bajo" y Hbajo jalata siguen combatiendo interminablemente en
fondo". El bajo o los bajos fondos de las ciudades la mitología de la Belle tipoque y en la nostalgia
son las zonas donde se refugian la prostitución y la de los intelectuales que bUS(:an la raíz de la reali- S recolector d. residuos forma ya parte habitual d.1 paisaje urtltanlC»..
delincuencia: allí se encuentran el garito, el lup~- dad rioplatense en un retablo de duelistasgratuit08
acuchi-
taitas
a una
-so,m(~ti(las
ne:m()s vestido con valor que nos
pecie de coraje que jamás existía;
tado nuestras frustraciones· y ···melancolías
violento; y así ha surgido tina adobada
cional literaria", de la
Amorim en su denuesto
Más apegado a la aUlrlQlle tt'lbultario
Jl. .... Q,A..u•.&,QU,
constante de
y de la
en la mano
Esto es falso, es un deliberado intento de fa-
bricar una crónica para venderla como una his-
toria que, en definitiva, será el fruto de la mi-
tomanía cnoUa proyectada sobre una meneste-
rosa, prepotente orfandad (VIDART, 1967 c:
34-43).
59
un bebé de dos meses, cubiertos ambos por una de cuna. Era mongólico. «Soy carpintero. Vine
especie de jergón y rodeados de moscas. El hombre de Rocha hace 13 años. No hay nada de trabajo.
habló algo: «Tenemos siete hijos. Soy albañil; Alguna vez una changuita. Tengo herramienta.. ,
también sé trabajar en hornos de ladrillos, pero me las regalaron. El pibe mayor tiene 13 años. No
no hay trabajo. Hace meses que estoy así. No sé está porque está juntando botenas.» Las nenas van
lo que tengo.» Es de Montevideo; tiene 32 años. a la escuela; a dos de eUas las mandan a Las
El hijo mayor tiene ocho años. Andaba por ahí. Piedras porque aquí no pudieron recibirlas. Nos
"4 - Si le pusiésemos de título a este artículo: muestra la vivienda. Una pieza con una gran
«En los Cantegriles también se cultiva la tierra» cama y una cocina. Todo, unos 12 metTos cua-
nuestros honorables políticos quedarían sumamente drados. «Sabe, no puedo extenderme. .. Mire mis
contentos. Y nuestros buenos burgueses cantarían herramientas.» Nos vuelve a hablar de eUas y las
loas a la virtud saludable del trabajo como medio saca del lugar en que las tenía escondidas. Un
de salvar a la nación. Qué bien trabajado estaba formón, un cepillo,un serrucho, un taladro. Es-
ese pedazo de tierra. El hombre estaba inclinado taban limpias, afiladas, sin uso ninguno.
sobre ella, con su azada en mano. La mujer lo "6 - El ranchito se levantaba en una especie
llamó para hacer las presentaciones. Se quedó le-
de montículo. El sol lo castigaba con empeño. Los
jos, saludándonos, pero después se animó y entró
niños alrededor del mismo. Dos perros y algún
a conversar. Y habló casi todo el tiempo de la
tierra. «Es lo más lindo que hay. [Parecía que juguete viejo. La mujer se limpiaba las manos
hablaba de una mujer] ¿Que si me dieran un cam- con el delantal blanco. El esfuerzo de pulcritud-
pito para trabajarlo?.. Me iba ahora mismo. :se advertía en todo. «Somos de Pando; tengo 36
. Trabajé una tierra a medias, pero me chuparon años. Nos vinimos para acá porque él trabaja en
mucho. La tierra a medias no es tierra.» Tiene 36 el Mercado y gastaba mucho en locomoción. Pero
años; es de Rivera, de la 7~ sección. AHí sus pa- se quedó sin trabajo. Hoy, por suerte, salió a
dres tienen un campito. «-¿Por qué no se va?'» vender he1ados1 No podemos dejar así a los chi-
«-No se puede -c-contesta- somos 14 hermanos; quilines, sin comer. Un amigo lo llevó a la fá-
no hay lugar para tantos. Con lo que se saca brica y consiguió los helados. Vamos a ver ... »"
acá se come algo; y también se puede vender (BARREIRO, 1964 y. A pocos metros de las guaridas de los bichicomes asolean sus ocios unos goffistas le PUnta CaD'elas.
un poco.» El pedazo cultivado medía 12 x 12. Rodeados por basurales que sus habitantes re-
Además se dedica a hacer changas. Hace 15 años vuelven y clasifican, circundados por una flota de fermedad se ceba y el hambre crónico y agudo reotipos
que está en Montevideo. Tienen tres hijos; per- ""yoyós" -los carritos para acarrear botenas, la- celebra su diario .jubileo. Miles y miles de urugua- i~egan al
dieron uno allí mismo,en el Cantegril, hace 3 tas y otros apaTentes desperdicios que tienen valor yos, gente buena y honesta eh su mayoría, son producto de
meses. Están espeTando otro. para los "cirujas"-? hacinando en raídos potre- desgastados y envilecidos por la más afrentosa necesidad 'n'lnp,,..<:> tl~rrlealnelllte
"5 - Un hombre de 36 años, sentado a la ros los matungos de su caballería escuálida, los miseria. tad. Pero
sombra de un transparente. No hacía nada. No Cantegriles forman un planetario destartalado en A la larga las reservas morales ceden y la fa- tico, que achaca la eXllsteuC:la
milia se desintegra; la desocupación consuetudi- haraganena ~~nu,~rll,rln
sabemos qué miraba. Nos saludó y mostró a sus derredor del núcleo urbano. Allí se aposenta d
hijos y a la mujer. Seis hijos. El pequeño, adentro, lumpenpToletariado, se esconden los criminales, naria derrumba los últimos reductos de la dignidad --esto es,
humana y ya está planta la imagen de los este- en su paradoja ia:~rOl"llta.
echado en una valija abierta que hacía las veces campean las patotas de menores agresivos, la en-
61
60
LOS TIPOS MAl IMALES la barra de aquélla y el Océano. Pero los grupos
esenciales, permanentes, son l~s anteriormente ci-
tra tal cual es a los
no les permite crear tmcn)Cllirn~lS
tados. el grupo familiar o
Los pescadores están aprisionados entre el mar
y las dunas de arena. Un verdadero desierto cos- LA VIDA SOCIAL
tanero, que llega hasta los doce quil6metros de
Los núcleos de V""'n...UUV1~ cOlrnenz,arCID
anchura, hace muy difícil la comunicación con
durante la segunda
el inteTior. Carritos con llantas neumáticas -uno importación de bac
tiene ruedas de avióu- y caballos cumplen de el charque de cazón
modo precario el transporte de hombres y de co- "~trompa de
sas. También llegan, si se conocen los pasos, los dasados H'V'Ir."u".......,
jeeps con doble diferencial y cubiertas pantaneras.
Queda, finalmente, el recurso de la prehistoria:
el de la marcha a pie. Como se verá luego, la
prehistoria se insinúa en otros aspectos más rele-
vantes todavía.
El signo de estos trabajadores es, pues, el del
.aislamiento. Sus aldeas se hallan concentradas, co-
mo islas, a lo largo de :esta costa hostil, humeante
de arena durante los vientos huracanados y con-
El criterio 'sociocultural escogido para deter- El grupo marginal que estudiaTemos ahora lo vertida en un cinturón :ardiente en los meses de
¡minar la rriar~alidad de ciertos tipos humanos es en el doble sentido del término: el geográfico verano. Como el medio no puede brindar tierra
uruguayos pue<lte funcionar en más de una clasi- y el sociocultural. Por eso nos pareció lícito aislarlo para construir el clásico ran:cho nativo la vivienda
j
ficación. Es decir, que hay tipos marginales en de todos los otros continentes ecológicos: uruguayos. se hace con los juncos y paja brava del bañado y
el campo~l(Qs montaraces- y en la ciudad -los En efecto, los pescadores del Atlántico nada tie- los varejones y horcones dd lejano bos.que. Techo
bichicom:es---:-:; los orilleros, a su vez, son mar- nen que ver con el campo, la ciudad o las orillas. de paja, paredes de paja, piso de arena (los hay,
ginales del campo y la. ciudad respectiv~mente. aunque más raros, de cemento).
El hombre marginal o el grupo marginal pue- Los tablones de las escotillas arrojados por los
EL ESCENARIO DE LOS PESCADORES DEL
den oompartir el mismo espacio geográfico que
ATLANTICO naufragios sirven para hacer las puertas y ven-
los otros hombres o grupos integrados a la sociedad
En el depaTtamento de Rocha existe una serie tanas, paTa extraer .los listones que aprietan la paja.
global de un país. Pero no compaTten el mismo
espacio social ni el mismo tempo cultural. Viven de islotes humanos diseminados a lo largo de la Como es imposible la agricultura se crían gallinas
de espaldas 'a los procesos sociales cotidianos, han costa arenosa cuyos géneros de vidá están férrea- o cerdos, alimentados con los restos del pescado.
construido un mundo de relaciones humanas y de mente determinados por la gravitación de la geo- A veces surge un huerto minúsculo, rodeado por
valores convivenciales distinto del que rige en los grafía. Estos grupos se hallan en La Coronilla, una vieja red o un cerco de latas y palos, para
otros ambientes que los circundan. Han definido Punta del Diablo, Valizas y Cabo Polonia. A ve- evitar la invasión de las piaras. naturaleza
con vigor las pautas y complejos de una subcul· ces, cuando se pesca' el camar6nen la laguna de --':'humedades, vientos, espuma de las
tura en la cual se inscriben con alienada violencia, Rocha, aparece un campamento de pescadores en frío y calor, violencia de los meteoros~ :se mues-
62 61J'
dicionales ante los frutos del mar. El pescado no
se consume y los mariscos se desestiman. Los pes-
cadores del Atlántico son unos desterrados por
partida doble.
EL ACERVO TECNOLOGICO
Las artes de pesca son pobres y las flotillas es-
tán integradas por pequeñas embarcaciones que
no van más allá de 30 quilómetros mar adentro,
impulsadas pOT un motor fuera de borda o interno
que ha sustituido los remos en la mayana de los
botes.
Viejos trasmallos de piola han sido rempla-
zados por otros de materiales sintéticos. Pero todo
es pobre, elemental. Se pesca el .tiburón y .no se
aprecia la "carne blanca" de los inmensos cardú-
menes de peces que .colman la plataforma conti-
nental.Por otta parte, .la carencia de cámaras fri-
goríficas y buenas vías de comunicación hacen im-
posible todo intento de conservar la carne fresca.
En cambio el cazón,. que se sala y seca al sol,
no se corrompe y constituye, SOYP mediante, el
común denominador de los afanes .personales y
colectivos. La faena lobera en Cabo Polonio y !a
de Isla de Lobos, en Maldonado, concita grandes
contingentes zafrales que, una vez terminada la
ma1anza, regresa a las· aldeas con una paga pron·
Pescadores de Rocha reparando sus artes de pesca. tamente gastada en el boliche y la ·carpeta, amén
de los prostíbulos pueblerinos.
suntuarias de una socíedad dual. Las comunidades desorganización social que los comerciantes y los Pobreza, ignorancia, individualismo, atraso so-
padecen el primitivismo típico de los pesca?ores tahúres a provech~n con proverbial sentido del ne- dal y cultural, dilapidación inútil y desfunciona-
de tantas partes del· Inundp, cuyo atraso e Igno- gocio. . lizada· de las ganancias -chucherías, motoci-
rancia se deben a la secular explotacíón .que pa- Toda la· familia gira en derredor de la pesca. cletas, buenas bebidas- caracterizan a estos seis-
decen y al inhospitalario medio físico. Pero no se vive del producto alimenticio de aquélla dentos osetecientos uruguayos del mar cuyo coraje
Se bebe mucho, existe pasión por el juego. sino de su beneficio comercial. La dieta campe- cotidiano y riesgosa, dura labor no sirven para li-
Una· existencia riesgosa, en una frontera detenida sina -fideos, porotos, cangica, hervidos de capón"
berarlos del arrinconamiento y del olvido (VI- Niños de la costa atlántica frente a los secaderos
por. el mar en su marcha centrífuga, provoca esta asados de vaca- no ha resignado sus pautas tra-
DART, 1966). de cazón.
64
La galería de tipos humanos del campo y ~a pológía responde a .una
ciudad esquematizada en las páginas anterior-.;s esquivar la necesidad
permite que se extraigan dos órdenes de con- por sus
clusiones. los que
En primer lugar,es necesario afinar el estudio color local
sistemático de nuestra tipología sociocultural con finitiva
instrumentos idóneos: historias de vida, análisis de del COIJlch,1I:l0,
casos, recopilaciones de fuentes, monografías sobre do del
uno o varios tipos. Una antología valiosa, a la VIVIr.
cual hemos recurrido más de una vez es la del
profesor WETTSTEIN, 1968. Hay que insistir,
pues, en este camino, con metodologías y técnicas
adecuadas. '
En segundo lugar, se habrá podido advertir
los tipos humanos más nítidamente destaca-
son los que forman parte del sector más
Familia de pescadores de Punta del Diablo. desamparado de la población uruguaya. Cada ti-
66 67
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