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Migración venezolana ya impacta en salud, educación y empleo

MIGRACION VENEZOLANA Y SU IMPACTO EN LA ECONOMIA PERUANA

La mayoría de migrantes venezolanos lo hace por razones económicas y falta de trabajo,


según una investigación difundida por la oficina en Lima de la Organización Internacional
de las Migraciones (OIM).
Asimismo, cabe tener en cuenta que de los migrantes en cuestión, el 50% tiene título
profesional, maestrías o doctorados en diferentes disciplinas. La otra mitad de
venezolanos en el Perú está compuesta por estudiantes universitarios aún no
graduados, egresados de carreras técnicas, emprendedores y menores de edad, detalló
la Superintendencia de Migraciones.

CORRELACIÓN ENTRE POBREZA Y MIGRACIÓN


En base a cifras del INEI, si todos los venezolanos que residen en el Perú encontraran de
pronto un trabajo -formal o informal-, estos pasarían a representar el 2,1% de la
Población Económicamente Activa en el Perú (PEA), que actualmente supera las 17
millones de personas.
A modo de comparación, según datos del Proyecto Global de la Diáspora Venezolana a
cargo del sociólogo Tomás Paez, al cierre de 2017 se estimaba que los venezolanos
en Colombia eran 550.000 (2,2% de la PEA ocupada) y 164.866 en Chile (2%), cifras
similares a las que Perú mostró a julio.
A julio del 2018, 60 mil de ellos contaban Permiso Temporal de Permanencia, un
documento que les permite trabajar y tributar con todos los derechos laborales.
Es decir, de manera formal, los venezolanos que legalmente pueden laborar en el Perú
representan 0,34% de la PEA, lo que incluye también puestos de trabajo informales.
Con respecto al impacto que pueda tener en la economía nacional y en el aumento de la
pobreza, hace tres meses Carlos Oliva, en ese entonces director de la maestría en
gestión pública de la Universidad del Pacífico y ahora ministro de Economía, afirmó
a este Diario que no existía una causalidad entre la migración venezolana y los
supuestos efectos.
"No veo una causalidad con las cifras del estudio de pobreza. Eventualmente podría tener
efectos, pero solo en la medida que existan impactos significativos en los empleos.
Por ahora no lo veo por ahí", aseguró.

La llegada de cientos de miles de ciudadanos venezolanos ha empezado a ejercer presión


en la economía y el empleo en nuestro país. Aunque el Gobierno no lo ha reconocido,
una primera respuesta para intentar reducir ese flujo migratorio es empezar a exigir
pasaportes a los extranjeros en la frontera.
Ante los múltiples reclamos para dejar de solicitar “ese requisito” a los venezolanos, el
ministro de Economía y Finanzas junto con el de Trabajo y Promoción del
Empleo, Carlos Oliva y Christian Sánchez, respectivamente, explicaron ayer sobre
los efectos que causa la migración llanera en el Perú.
Tras la presentación del Marco Macroeconómico Multianual 2019-2022, el ministro
Oliva reconoció que la llegada de los venezolanos ha empezado a presionar sobre los
servicios de salud y educación.
Educación y empleo
“Del lado económico no lo veo preocupante, pero es cierto que se está ejerciendo presión
sobre una serie de servicios básicos que tenemos, sobre todo en salud y educación.
Me parece que hay cerca de 30 mil niños venezolanos que están en los colegios
nacionales y otro grupo que está haciendo presión sobre los servicios de salud”,
comentó.
Manifestó que el Perú hace bien en recibir a los venezolanos que huyen de su país en
crisis, aunque admitió que tiene cierto efecto sobre el empleo, lo cual es monitoreado
de cerca por su cartera.
Refirió que esa migración tiene su lado positivo y negativo. “Lo positivo es que también
llega fuerza laboral con habilidades diferentes”.
“Si la economía no crece al ritmo que debería crecer, podríamos estar generando algún
tipo de competencia interna con este exceso de oferta laboral. Entonces, es un tema
bastante delicado. Nosotros, desde el MEF, estamos comprometidos a que la
economía siga creciendo y que ojalá se pueda absolver toda esta demanda sin afectar
por supuesto a los trabajadores peruanos”, aseveró.
Solo 20%
En tanto, el ministro Sánchez informó que las empresas del sector privado solo pueden
incorporar a un 20% de trabajadores extranjeros en sus planillas según la legislación
vigente.
“Esa cuota es un límite en la contratación del sector privado. El sector público no tiene
un límite; ahí los efectos son menores. Pero la cuota (en el sector privado) hay que
fiscalizarla”, indicó.
El ministro manifestó que se deben unir los esfuerzos de los sectores Trabajo, Salud,
Educación, Relaciones Exteriores, Economía y Sunat para resolver este tema.
“No vivimos en Latinoamérica aislado de otros países; estamos integrados en la
Comunidad Andina y existe el Mercosur. Y la ola migratoria que viene de Venezuela
afecta al Mercosur y Comunidad Andina”, aseveró.
Más de 400 mil
Por su parte, el superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla, informó que en el Perú
hay hasta el momento alrededor de 400,200 venezolanos, de los cuales el 20%
ingresaron sin pasaporte. El otro 80% lo hizo con este documento.
Además, aseguró que hay más de 200 mil que deben tramitar el Permiso Temporal de
Permanencia (PTP) para que puedan acceder a ciertos servicios y trabajo formal.

EFECTOS DE LA MIGRACIÓN VENEZOLANA (diario gestión)

En primer lugar, la población económicamente activa (PEA) en el Perú está compuesta por
cerca de 17 millones de personas. De ellas, cerca del 45% está subempleada, 6%
desempleada y 49% tiene empleos adecuados. El subempleo tiene dos acepciones, pero la
mayoría de subempleados son aquellos que tienen un empleo, pero el ingreso que obtienen
no les permite satisfacer un conjunto de necesidades establecidas en una canasta de
referencia.

En segundo lugar y hasta la fecha, el número de venezolanos que ha ingresado al Perú


bordea los 400,000. De ese total, solo 6,000, es decir, el 0.2% de la PEA, ha logrado un
empleo formal, por lo que el efecto sobre el sector formal es casi cero.

En tercer lugar, del resto (394,000), más del 70% se encuentra en el sector informal y de
ellos, la gran mayoría se ha creado su propio empleo, sea vendiendo alimentos o cualquier
actividad similar; está claro que este grupo no ha desplazado a ningún peruano en su
trabajo. El 30% restante no encuentra empleo, ubicándose en la categoría de desempleado.

En cuarto lugar, el 50% de los migrantes tiene estudios universitarios, por lo que a largo
plazo mejorará el nivel de capacitación de la fuerza laboral, sin que el Perú haya invertido
un sol en su capacitación.

En quinto lugar, los 400,000 tienen que vivir y para ello tienen que gastar, cada uno de
acuerdo con sus posibilidades. Los estudiantes de economía saben que el gasto de uno es
ingreso de otro. Si un migrante gasta 10 soles en comprar alimentos pues ello significa
ingreso para las empresas que venden alimentos y así sucesivamente. La mayor demanda
incentiva la producción de bienes y servicios que compra la población migrante. Las
remesas todavía son enviadas solo por el 30% de los venezolanos, pues el resto recién se
está estableciendo.

Note el lector que ninguno de estos argumentos se refiere a lo más importante: es una crisis
humanitaria, en la que los venezolanos huyen debido a la fenomenal crisis económica y
social de su país; de otro modo no hubieran venido. La escasez de alimentos, medicinas y la
desaparición de las libertades civiles generan una combinación en la que solo queda huir.

Esto no quita que haya ciertos efectos negativos que aunque menores, que generan toda una
ola de opinión contraria. Parece que nos olvidamos que existen más de 3 millones de
peruanos fuera que salieron por razones más o menos parecidas. Lo que impacta es el poco
tiempo (más o menos 6 meses) en que se ha producido el ingreso de venezolanos. Sin
embargo, los comentarios, sin datos, no tienen ningún respaldo más allá de la evidencia
anecdótica.

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