DECÁLOGO DEL BUEN PROFESOR

L a f o r m ac i ó n pedagógica es el resultado de formar grandes maestros

que transforman la vida de los estudiantes para ellos se ha elaborado
una cadena de consejos, donde llegan hacer una gran utilidad para
todo aquel que se enfrente por primera vez ante sus alumnos. Ya que los
tiempos cambiantes, no se entiende el proceso educativo como una mera
transmisión de conocimientos por parte del profesor y la memorización
del contenido por parte del estudiante.

Confía en tus alumnos, para ganar la confianza.

Respeta a tus alumnos si quieres obtener su aprecio
Escucha activa con los alumnos para poder atraer a los alumnos
Tolera sus fallos, deficiencias, si quieres que ellos disculpen tus errores
Valora todo los positivo que tienen ellos si quieres que sean bien
construidos.
Interésate por sus problemas para que ellos puedan pedir tu ayuda.

El conocimiento se comenzó a difundir ampliamente; sin embargo,

todavía se entendía que los estudiantes no tenían los medios para
consultar o leer todas las fuentes que existían sobre un tema específico.

Es un evaluador. Documenta el aprendizaje de sus estudiantes a través

de evidencias que genera y recolecta (notas, esquemas, fotografías,
video, borradores, entregas finales, etc.), Es un agente de
cambio. Cuando se da cuenta que el estudiante no está aprendiendo, en
lugar de buscar culpables, analiza la situación para encontrar nuevas
estrategias y alternativas.

Se centra en el aprendizaje, en lugar de en la enseñanza. El objetivo de

enseñar es que los estudiantes aprendan; todo lo demás es secundario o
incidental.

Busca el diálogo, no el monólogo. Trabaja por lograr la comunicación

bidireccional. En un salón de clases, el alumno necesita tener la
oportunidad de alzar su voz y ser escuchado.
Disfruta de los retos. Plantea retos a los alumnos, tomando en cuenta sus
potencialidades, con lo cual reconoce su capacidad y les muestra que tiene
altas expectativas de ellos.

Cultiva un lenguaje común para el aprendizaje Busca que todos los

actores del proceso tengan la misma visión sobre lo que significa enseñar
y aprender, la evaluación, etc.

Colabora con otros. Está convencido de que trabajando con otros

profesores puede acrecentar el impacto que tiene en sus estudiantes.

Ser docente es de las profesiones más difíciles, pero, también, de las más
satisfactorias que existen.

No les dé únicamente “saber” sino “saber hacer”- el hábito de un trabajo

metódico: El conocimiento consiste, parte en “información” y parte en
“saber hacer”

No revele de pronto toda la solución; deje que los estudiantes hagan

suposiciones, déjelos descubrir por sí mismos siempre que sea posible:
Cuando se empieza a discutir la solución de un problema, deje que los
estudiantes adivinen su solución.

No inculques por la fuerza, sugiere: Se trata de dejar a los estudiantes

tanta libertad e iniciativa como sea posible, teniendo en cuenta las
condiciones existentes de la enseñanza.