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PROGRAMA DE ADECUACIÓN DE VERTIMIENTOS Y

REUSO DE AGUA RESIDUAL


De acuerdo al reglamento de la LRH, las personas que realizan vertimientos y reusos de aguas residuales
no autorizados podrán acogerse al Programa de Adecuación de Vertimiento y Reuso de Agua Residual
(PAVER).15 En este sentido, los procedimientos sancionadores que inicie la ANA a quienes realicen
vertimientos y reusos de aguas residuales no autorizados, serán suspendidos con la sola acreditación de
haberse acogido al PAVER y el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco de dicho
programa.

El PAVER tiene como finalidad la adecuación a las disposiciones de la LRH de los vertimientos y reusos de
aguas residuales en curso, que a la fecha de entrada en vigencia del reglamento de la LRH no cuenten con
las autorizaciones correspondientes. El proceso de adecuación concluye con el otorgamiento de la
autorización a los vertimientos o reusos de aguas residuales tratadas.

La inscripción en el PAVER se efectúa ante la adminsitración local de agua, sin costo alguno para el
administrado, presentando la declaración jurada de vertimiento y reuso. Una vez verificado el cumplimiento
de los requisitos, la administración local de agua emitirá constancia de inscripción en el PAVER.

La inscripción en el PAVER:

a. Obliga a ejecutar los compromisos asumidos en la declaración jurada de vertimiento o reuso, la que está
sujeta a fiscalización posterior y no exime del cumplimiento de las medidas que dicte la ANA, en atención
al principio precautorio cuando exista amenaza de grave riesgo a la salud humana o al ambiente.

b. Faculta provisionalmente para continuar con el vertimiento de agua residual en curso hasta la
presentación, ante la ANA, del programa de adecuación y manejo ambiental, o instrumento de gestión
ambiental16 que determine el sector correspondiente, aproado por la autoridad ambiental competente, que
deberá producirse en un plazo no mayor de un año, computado a partir de la fecha de inscripción, salvo
que se trate de vertimientos de aguas residuales municipales, en cuyo caso se considerará un plazo de
hasta cuatro años.

c. Tratándose de reusos en curso la facultad para continuar con dicha actividad está condicionada a la
opinión previa del sector correspondiente y a la acreditación de la conformidad de interconexión de la
infraestructura para reuso otorgado por el titular de dicha infraestructura, cuando corersponda.

Una vez verificado el cumplimiento de lo señalado en los literales, la ANA otorgará la autorización de
vertimiento con el carácter de provisional por un plazo no mayor de 2 años renovables y condisionada al
cumplimiento estricto de las obligaciones del instrumento ambiental. Una vez cumplidas las obligaciones
del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental o instrumento de gestión ambiental que determine el
sector correspondiente, a solicitud de parte, se otorgará la autorización definitiva de vertimiento o reuso de
agua residual tratada.

Por lo tanto, las administraciones locales de agua iniciarán de oficio los procedimientos sancionadores a
quienes efectúen vertimientos en las fuentes naturales de agua sin contar con la autorización
correspondiente. Se podrá suspender dicho procedimiento, a solicitud de parte, hasta antes de la expedición
de la resolución de primera instancia administrativa; para tal efecto el adminsitrado deberá presentar copia
de la constancia de inscripción en el PAVER. Esta suspensión no exime las acciones de control y vigilancia
que deberá realizar la administración local de agua para verificar la veracidad de los datos consignados en
la declaración jurada de vertimiento o reuso y el cumplimiento de los compromisos asumidos. De ser el
caso, procederá a la imposición de sanciones y medidas complementarias para el cese inmediato del
vertimiento o reuso.
TRATAMIENTO
DE AGUAS
RESIDUALES
Tarea
impostergable

ado que el Perú es el tercer país más


amenazado por la escasez crónica de agua
en el mundo, no debemos permitir ninguna
forma de mal uso y menos aún la contaminación
de este vital recurso.

● El 17 último, la Autoridad Nacional del


Agua (ANA) dio a conocer en su portal electrónico
que ha conformado una comisión para identificar
alternativas de solución frente al gran problema
de las aguas residuales no tratadas que afectan
a la calidad del recurso en el río Moche en
Trujillo.

● Eso está bien, pero este esfuerzo no debe


focalizarse sólo en uno o algunos ríos, puesto que
el problema afecta a todo el país. Éste debe ser
encarado con el funcionamiento del Sistema
Nacional de Gestión de los Recursos
Hídricos, involucrando a todos los actores y
sectores vinculados a la materia, desde el
Congreso de la República y los tres niveles de
gobierno, hasta las Empresas Prestadoras de
Servicios de Saneamiento (EPS), así como las
organizaciones agrarias.

● Mantener una actitud pasiva ante los


innumerables vertimientos de aguas residuales no
tratadas hacia las fuentes naturales del recurso,
equivale a ser cómplice de quienes causan grave
daño a la salud pública y el medio ambiente.

● Según una investigación desarrollada por


el Fondo Nacional del Ambiente y que sirvió de
base al Proyecto de Ley N° 2506/2012-CR, se
estima que a fines del año 2007 el Perú tenía 28,3
millones de habitantes (21,1 millones en la ciudad
y 7,2 millones en el campo), población distribuida
en 24 departamentos, 196 provincias y 1.833
distritos. De éstos, 1.520 distritos son atendidos en
agua por las municipalidades, juntas
administradoras de servicios de saneamiento y
otras instituciones; mientras que 312 se encuentran
bajo el ámbito de la EPS supervisadas por la
SUNASS.

● La SUNASS supervisa a 50 EPS, de las cuales


48 son empresas municipales, una (SEDAPAL)
depende del gobierno central y otra (Aguas de
Tumbes) se encuentra concesionada al sector
privado.

● Cada cual en su ámbito, estas EPS brindan


servicios de agua potable y alcantarillado a un total
314 distritos en escala nacional, lo que significa
18,1 millones de habitantes, es decir, 85% de la
población urbana y 62% de la población nacional.

“Mantener una
actitud pasiva
ante los
innumerables
vertimientos de
aguas
residuales no
tratadas
equivale a ser
cómplice de
quienes causan
grave daño a la
salud pública y
el medio
ambiente”

● Dicho estudio también ha identificado que de las


143 plantas de tratamiento de aguas residuales
(PTAR) administradas por las EPS, 43% (128
plantas) reciben caudales superiores a los
diseños y 36,1% (119 plantas) están arenadas y
con lodos. Además, el déficit de inversión para
alcanzar la meta del milenio en el año 2015 (100%)
es de 978 millones de dólares.

● En el 2013, el ANA reportó que sólo el 58 % de


las EPS se había inscrito en el Programa de
Adecuación de Vertimiento(PAVER) y que
existían cuatro autorizaciones de reúso de
aguas residuales domésticas tratadas, pero que
sólo la PTAR-Taboada (Lima) cuenta
actualmente con autorización de vertimiento.

● Frente a este sombrío diagnóstico, es


clamoroso el déficit de inversiones para
completar y mejorar el tratamiento de las aguas
residuales. Pues las EPS que no destinan
suficientes recursos para la operación y el
mantenimiento de las PTAR, aunque ello también
exige un esfuerzo multisectorial e
intergubernamental, para modernizar técnicas y
ejecutar nuevas obras.

● Todo el Título IV de la Ley N° 29338 o Ley de


Recursos Hídricos (artículos 73-89) está referido
a la protección del agua, asignándole al ANA las
potestades de vigilar y fiscalizar la calidad las
masas y corrientes hídricas, con base
en Estándares de Calidad del Agua (ECA-Agua).

● El ANA está facultada —incluso— para


aplicar medidas de prevención, control y
remediación del agua y los bienes conexos, en
armonía con la legislación ambiental.

● Pero poco o nada podrá hacer dicha institución,


si es que el Estado unitario en conjunto no asume
—multisectorial y transversalmente— el
compromiso de poner en funcionamiento
el Sistema Nacional de Gestión de los Recursos
Hídricos.

● Y en cuanto al tema específico aquí expuesto,


resulta inexplicable que se halle estancado en
la Comisión de Vivienda del Congreso de la
República, desde el 15 de agosto del 2013,
el Proyecto de Ley N° 2506/2012-CR, que plantea
declarar de “Interés nacional y necesidad
pública la ejecución de plantas de tratamiento
de aguas residuales en el Perú”. El mismo debe
ser desembalsado pronto, puesto que no debemos
permitir el vertimiento de una sola gota de agua
usada y no tratada, sea quien fuese el usuario.

● La política de Estado para enfrentar a este


agudo problema debe ser promovida e impulsada
de inmediato por la Autoridad Nacional del
Agua, incluso en tributo al Día Mundial del
Agua que se conmemorará el 22 de marzo
próximo.

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