El método de los elementos finitos (MEF) ha adquirido un importante papel en la
solución de problemas de ingeniería, ya que permite resolver casos que, hasta hace poco, era impensable resolver por los métodos matemáticos tradicionales de cálculo. El método de los elementos finitos permite realizar un modelo matemático de cálculo del sistema más fácil y económico de modificar que los prototipos y de una resolución matemática más sencilla que las ecuaciones tradicionales. El MEF es, sin embargo, un método aproximado de cálculo, debido a las hipótesis. La idea fundamental del método de los elementos finitos es la división de un continuo en un conjunto de elementos de pequeño tamaño unidos por una serie de puntos llamados nodos. Las ecuaciones que marcan el comportamiento del continuo marcaran también el comportamiento de los elementos.
En todo sistema objeto de análisis se puede distinguir:
Dominio: es el espacio geometrico en el que se va a describir y analizar el sistema. Condiciones de contorno: variables conocidas y que marcan la respuesta del sistema, como cargas, desplazamientos, temperaturas, voltaje. Incógnitas: variables del sistema que deseamos conocer, teniendo encuenta el efecto provocado por las condiciones de contorno sobre el sistema.
El método de los elementos finitos divide el continuo en estudio en elementos discretos.
El continuo se divide mediante puntos (caso lineal), lineas (caso bidimensional) y superficies (caso tridimensional) imaginarios. De esta forma, se aproxima el dominio total en estudio mediante los elementos en los que se divide. Estos elementos constitutivos quedan definidos por una serie de puntos, o nodos, que los unen entre si. Sobre estos nodos, se definen las incognitas fundamentales del problema. Estas incognitas son los grados de libertad de cada nodo, que son las variables que determinan el estado y posicion del nodo.