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Glorioso apóstol San Judas Tadeo siervo fiel y amigo de Jesús, tú que eres el bendito patrón de los
casos difíciles y desesperados, ruega e intercede por mí con presteza, pues me encuentro
agobiado en esta hora de gran desdicha.
Mi muy sagrado san Judas Tadeo socórreme visible y prontamente, no desoigas mi petición, pues
yo acudo a ti con impaciencia y con la mayor de las esperanzas, acudo a ti sabiendo que es grande
tu bondad y no dejas de ayudar a quien a ti recurre en sus penas y aflicciones, aunque por tu
nombre fueras tachado de desleal.
Te prometo, glorioso y servicial san Judas recordar siempre este favor y no dejar nunca de
honrarte como mi más poderoso protector y mi grandísimo benefactor, hoy te pido ayuda y tu
poderosa mediación para solucionar este muy difícil problema que es causa de mi desesperación:
"San Judas Tadeo, Apóstol Glorioso, haced que mis penas se vuelvan gozo." (Esta última estrofa se
repite tres veces, con mucha devoción y esperanza, y confiando plenamente en san Judas Tadeo).
Amén. +
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos, pero si la petición es muy difícil y desesperada,
es conveniente hacerla nueve días, como una novena.
Oh Jesús, Tú eres la Palabra verdadera, Tú eres la Vida, la Luz, Tú eres nuestro camino, Jesús,
amadísimo Señor mío, que dijiste: "Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá,"
por la intercesión de María Vuestra Santísima Madre, yo llamo, yo busco, yo os pido con toda
esperanza que me concedáis lo que con urgencia preciso:
Oh Jesús, Tú eres el Hijo de María, Tú eres el vencedor del mal y la muerte, Tú eres el principio y
el fin, Jesús Rey de Reyes, que dijiste: "Cielo y Tierra pasarán, pero mi palabra no pasará" por
intercesión de María, Vuestra Santísima Madre, siento total confianza que mi desesperada
súplica será concedida:
Oh Jesús que dijiste: ven y sígueme acompáñanos y guíanos en nuestro camino hacia el encuentro
con Dios y enséñanos a estar siempre cerca de nuestros hermanos.
Así sea. +
Hacer la oración y los rezos tres veces en el mismo día (mañana, tarde y noche) durante tres días
seguidos, o nueve días si la petición es muy difícil y muy urgente.
Esta es una antigua y popular oración que se hace durante 33 días, y rezada con humildad y mucha
fe, es muy, muy efectiva y milagrosa. Aunque la petición sea concedida antes de los 33 días, hay
que continuar haciendo la oración a diario hasta completarla. Este piadoso ejercicio está
confirmado por el Sumo Pontífice Gregorio XIII.
NOTA: La NOVENA A LOS 33 PASOS DE JESÚS CRUCIFICADO puede hacerse en los días próximos a
la Semana Santa o en cualquier otra época del año, obteniéndose también buenísimos resultados.
Los que las rezan podrán alcanzar de Dios lo que piden. Se ha de rezar ante un crucifijo
comenzando el día viernes por espacio de 33 días. A las personas que esto hicieren le será
otorgado lo que pidan si les conviene; el cautivo podrá ser liberado de su cautiverio; el litigante
salir airoso de su pleito, siendo lo que pide justo; el enfermo por quien se ofrece, alcanza la salud;
el que este en pecado mortal, salir de él; el difunto por quien le recen, salir de las penas del
Purgatorio; el ausente, aun cuando esté en tierras extrañas, salir con felicidad, y otros muchos
milagros y favores más son otorgados a quien realizara esta novena.
1º.- Hacer la señal de la Cruz (santiguarse: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo).
y hacer la petición.
4º.- Decir el PASO DE LA PASIÓN que corresponde a cada día (los pasos de la Pasión de nuestro
Señor Jesucristo se nombran y después se meditan unos minutos) y hacer los rezos que se indican.
ORACIONES
Padre de las misericordias y Dios de toda la consolación, cuya piedad nunca desprecia el corazón
contrito y humillado, asegurando Vos mismo que no quiere la muerte del pecador, sino que se
convierta y viva. Aquí me tenéis, Señor mío, rendido a vuestros pies implorando el perdón de mis
pecados. Ablandad, Señor, este corazón duro, encended este corazón helado; dadme lágrimas de
verdadera contrición para que pueda asegurar el perdón de mis pecados, por lo cual os digo con
todo mi corazón: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en quien creo, en quien espero y
a quien amo sobre todas las cosas, solo por ser vos quien sois bondad infinita, me pesa en el alma
haberos ofendido y propongo firmemente nunca más pecar asistido siempre por vuestra divina
gracia.
Así sea.+
Oh Amantísimo Jesús Mío, que por vuestro amor derramasteis la Sangre, siendo clavado en la Cruz
para lavar las manchas del pecado original y después, glorioso, quisiste exaltar el amor con vuestro
poder, sufriendo desprecios y multitud de dolores para que gozásemos nosotros de vuestros
prodigios y gracias sin fin, por tan innumerables beneficios, Señor, os adoramos y os damos los
agradecimientos, pidiendo justamente el aumento de la fe católica, la destrucción de las herejías,
la conservación de nuestros frutos y cosechas, la salud de los enfermos, la seguridad de los
navegantes, la paz entre los príncipes cristianos, la victoria contra los no creyentes, la redención
de los pobres cautivos, y como soy yo uno de ellos, os suplico me atendáis con ojos de
misericordia para que penetrada mi alma con el poder de vuestros auxilios pueda lograr al cabo de
los verdaderos favores y la gracia que os vamos a pedir. (hacer con inmensa fe la petición).
Así lo haréis y así lo espero, amorosísimo Crucificado mío, pues sois mi Señor Dios de todo
consuelo; y sobre todo no quiero sino lo que dispusiere vuestra santísima voluntad con la cual
humildemente me resigno, para que me deis lo que más me convenga en este mundo, hasta la
vista de vuestro deseado rostro.
Jesús Amabilísimo, enséñame a tener paciencia, cuando durante el día, pequeñas y mortificantes
cruces prueben mi corazón. (300 días de indulgencia)
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
Oh adorable Salvador mío, confiando en tu bondad infinita y por lo mucho que por mi hiciste y
sigues haciendo, me entrego a Ti en cuerpo alma y corazón y me abandono a los designios de tu
providencia, dispón de mi como soberano dueño, guárdame en tu Corazón, cúbreme con tu
Preciosa y Divina Sangre y no dejes que jamás me aparte de Ti y de tu Santísima Madre.
Ten misericordia de nosotros Jesús benigno, pues se digno tu clemencia de padecer por nosotros.
GOZOS A JESÚS
Con un afecto extremado oh mi Divino Jesús, para llevar vos la Cruz ofrecéis hombro sagrado, ¡ay
cual grave es mi pecado pues tiene mal redención! Hacednos, Jesús, amantes de vuestra muerte y
Pasión.
Con el pesado madero vais, mi Jesús, desangrado por haber sido azotado de un modo cruel y fiero,
más vos Divino Cordero sufrís por mi salvación.
¡oh Jesús, el más obediente, que tolerando y sufriendo mi pecado tan horrendo, siendo vos tan
inocente, os publica delincuente un pueblo sin compasión!
Las penas y dolores, que por mi amor padecéis a vuestro Padre lo ofrecéis por todos los
pecadores, y entre fatigas, dolor y sudores, alboroto y confusión, sufrís por mi tal Pasión.
+Así sea.+
DÍA 1. VIERNES.
"Primeramente has de considerar cuando nuestro Redentor dio su Santísimo Cuerpo a sus
discípulos.
Rezar cinco Padre Nuestros, un Avemaría y un Gloria.
DÍA 2. SÁBADO.
DÍA 3. DOMINGO.
"Cuando lo aprendieron y llevaron a la casa de Anás y las afrentas que allí padeció."
DÍA 4. LUNES.
DÍA 5. MARTES.
"Cuando lo desataron y llevaron arrastrando por las calles y la Preciosísima Sangre que derramo."
DÍA 6. MIÉRCOLES.
"Cuando lo pusieron delante de los sayones y delante de los sacerdotes, llagando y tratando con
malas palabras."
DÍA 7. JUEVES.
"Cuando lo llevaron a casa de Pilato y los muy malos tratamientos que allí le dieron."
DÍA 8. VIERNES.
DÍA 9. SÁBADO.
"Cuando lo sacaron de la casa de Herodes y las mofas y burlas que en ella padeció."
"Cuando lo desataron y el cayó en el suelo por no poder estar de pie por los tormentos padecidos,
y buscando la vestidura llegó un fariseo y le puso un pie en la garganta, en tanto que lo azotaba
con gran crueldad."
"Cuando la Verónica le dio su pañuelo y con él se limpió su Santísimo Rostro y su Santísima Madre
le saludo con reverencia y dolor."
"Cuando le llevaron a crucificar y su Santísima Madre iba en su seguimiento; y lo que sintió al verla
tan afligida."
"Cuando tuvo aquel dolor tan grande después de haberlo clavado en la Cruz y volviéndolo boca
abajo, lo llevaron arrastrando hasta donde habían de clavar la Cruz, y el gran dolor que sintió la
Divina Majestad por las piedras que entraban por las profundas heridas de su Santísimo Cuerpo."
"Cuando escucho las burlas y los escarnios que de su Santísima Madre hicieron los que estaban
presentes, y la hiel y vinagre que le dieron de beber."
"La primera palabra que Jesús dirigió al Padre Eterno: <perdónalos, Padre Mío, porque no saben lo
que hacen>."
"La segunda palabra, cuando dijo al buen ladrón: <hoy estarás conmigo en el paraíso>."
"La tercera palabra cuando le dijo a su madre: <mujer, he ahí a tu Hijo>; y a San Juan: <he ahí a tu
Madre>."
"La cuarta palabra que nuestro Señor dijo: <Padre Mío, ¿por qué me has abandonado?>”