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“La Revolución
Industrial”, MARK
BALDÓ, Ed. Síntesis
“El mundo
contemporáneo:
historia y problemas”,
ARÓSTEGUI, J., Crítica. Páginas 87-89, Francia; páginas 99-104, Alemania y
USA.
Su origen puede situarse en las últimas décadas del s. XVIII (1764: instalación
de la primera máquina hiladora en un taller inglés), y su fin en 1834. Pero los
principales cambios tienen lugar entre 1780-1800, en el ámbito ingles. Para el resto del
mundo es preferible hablar de industrialización.
Inglaterra. Desde 1840 el término comienza a ser frecuente entre los economistas de
la época, estando ya presente en la obra de Karl Marx.
Extensión de la alfabetización.
se controló la mortalidad;
aumentó la natalidad.
b.- SISTEMA URBANO: Inglaterra contaba con mayor número de ciudades que
el resto de Europa. La cuestión no es sólo la importancia de Londres, sino que también
existen otra serie de núcleos urbanos (al contrario que en Francia, donde sólo destaca
París).
Además, para comprender la RI hay que destacar dos sectores clave en sus
primeros momentos:
REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
Estos cambios no habrían tenido sentido sin una burguesía agraria interesada en
buscar beneficios; lo cual tiene un coste social.
Poco a poco estas tierras dejan de estar sujetas a las normas feudales, y se
convierten en propiedad privada: si alguien paga por ella intentará extraer la mayor
cantidad posible de beneficios.
Este es el origen del proceso (s. XVI), y de esta manera empezaron a cercarse
más tierras. Pero en s. XVIII este procese se acelera enormemente afectando no solo
al tipo anterior de tierras, sino también a tierras de uso comunitario, es decir, tierras
comunales explotadas por todos los vecinos (commond lands); éstas fueron
adquiridas, cercadas y explotadas de forma diferente por la burguesía agraria. Este
fenómeno se produce sobre todo en la segunda mitad s. XVIII, debido a que el
Parlamento inglés impulsó los cercamientos para favorecer el enriquecimiento de
dichos burgueses.
Las commond lands eran explotadas por campesinos vinculados a esas tierras
por lazos de tipo feudal (el llamado dominio útil); pero cuando esa tierra deja de estar
vinculada y pasa a ser privada, su nuevo dueño no mantendrá el sistema de
arrendamientos, y los campesinos optarán por abandonar dicha tierra, o por
convertirse en trabajadores asalariados (“salto” fundamental). Por tanto se deshacen
los lazos feudales que unían a los campesinos con la tierra y los señores feudales. Y lo
mismo sucede en las tierras de uso comunal.
Pero todo este proceso no tuvo un coste cero, sino un coste social ante el cual
se diseñó una doble respuesta hacia los afectos sociales del mundo agrario; pero los
campesinos también articularon su respuesta.
primera mitad s. XVI, cuando Enrique VIII obliga a las parroquias a ayudar a los
pobres; pero será con Isabel I cuando se configure una legislación al respecto.
Pero la filosofía de estas workhouses no era sólo asistencial, sino que también
económica: se genera un volumen de trabajadores casi gratuitos, y severamente
controlados.
Por todo ello se celebra una reunión de diferentes jueces ingleses para pensar
una nueva solución al problema de la pobreza; de esta manera, en 1795, en
Speenhamland, se organiza un sistema asistencial alternativo, que consiste en crear
subsidios que debían ser proporcionados a los pobres y debía estar vinculado al precio
del pan (si subía el precio del pan, el subsidio también); esto no supone la
desaparición de las casas de pobres. Pero este sistema falla por:
Así, un sistema que nació para resolver un problema social en aumento, acabó
provocando mayores problemas en relación al número de pobres y a la existencia de
posibles conflictos sociales.
En 1834 se aprobó una nueva ley de pobres, que limitó definitivamente los
subsidios, que desde ahora sólo se darían a ancianos e incapacitados, pero no a quien
estuviera en edad y tuviera buen estado físico para trabajar (éstos tendrían que
ingresar en las casas de trabajo o serían expulsados de la parroquia).
Se les amenaza con violencia física y con la destrucción de las cosechas. Los
seguidores de este movimiento son los campesinos jóvenes de edad media,
jornaleros, pero también trabajadores de las minas, que luchan por la mejora de sus
condiciones de vida y porque ahora, al sobrar gente en el campo, tienen más
competencia laboral. Un elemento participativo es la participación de las mujeres que
queda documentada en algunas de las acciones violentas, aunque de forma
minoritaria.
Los productores son los dueños de los modos de producción: poseen los
talleres, herramientas y el dinero.
Los pobres podían ser obligados a trabajar: tanto los que pertenecen a las poor
houses como los vagabundos.
- Crecimiento demográfico.
Por supuesto que este no es un proceso inmediato, sino más bien lento. En
Inglaterra no hay mercado interior articulado hasta principios s. XIX. El mercado
articulado significa que las mercancías circulan libremente en un espacio más amplio,
regulando las diferencias de precios entre las distintas zonas; ya no se produce sólo
para el espacio geográfico en que se encuentra el taller.
TRANSFORMACIONES TECNOLÓGICAS
b) Se dan unas condiciones previas para lo que luego será el despegue económico,
de las cuáles se señalan tres: aumento en la tasa de inversión; el existir un
aparato político que propicie el despegue económico; y la existencia de un sector
palanca o de arrastre.
c) Etapa crucial del despegue o take off: relativamente breve (Rostow habla de tres
décadas). Se recupera definitivamente el estancamiento de partida de la primera
fase.
e) Desarrollo en masa.
Este modelo podría ser válido para el caso de Inglaterra, pero es más
cuestionable para el resto de países, como por ejemplo los países subdesarrollados,
ya que no han llegado al consumo masivo ni a la madurez económica. Empieza a
perder consistencia cuando se aplica a casos extra-europeos, y más bien, cuando se
hace fuera de Inglaterra.
3.- El papel del FERROCARRIL: para entender su papel hay que partir del uso
masivo del carbón, cuya extracción se convirtió en una gigantesca industria en
Inglaterra (en 1800 mantenía el 90% de la producción mundial). Esta expansión del
carbón es la que estimula la invención del ferrocarril porque la minería requería un
medio de transporte potente y barato.
Primero fue utilizado dentro de las propias minas, y después para transportar el
material hasta los puertos de embarque. Para ello la carga fue movida, en principio,
por la fuerza animal (caballos); pero la necesidad de más potencia estimuló la
aplicación del vapor. Su invención es una prueba de la relación entre progreso
económico y demanda social.
En 1847 se produjo la primera crisis financiera del sistema capitalista, pues los
beneficios no llegaron.
De todo esto se deriva que no hubiese sido posible sin la inversión de capital:
la economía inglesa desarrollada con la RI. es capitalista. Antes de la RI. También
había capital, beneficios... pero ahora se multiplican exageradamente. Lo significativo
es que también se invierten esos beneficios de una forma distinta a la anterior:
TRANSFORMACIONES SOCIALES
Todo ello coincidió con una abundante mano de obra: se regulan los
mecanismos de contratación y se rebajan los salarios medios.
de una clase social es de tipo económico. Sin embargo, otros historiadores marxistas
han matizado el punto de vista de Marx, como E. P. Thompson (“La formación de la
clase obrera en Inglaterra”), para quien tiene que existir una cultura propia de una
clase social concreta (formalización de una manera de pensar y percibir el mundo);
pero esa cultura es un elemento inmaterial y no económico.
Una de ellas será la Trade Union, que procedía de los sindicatos y reclamaban
salarios más justos y reducción del horario laboral.
A partir de ahí, las asociaciones se refuerzan también con los partidos políticos,
y su lucha por la legalización se convertirá en un objetivo prioritario. En la década de
1830 tienen su maduración y se crean asociaciones a nivel nacional, a partir de las
locales:
3.- Creció el número de pobres censados, como prueba del deterioro de las
condiciones de vida.
5.- Un problema nuevo será la importancia que cobró el trabajo infantil, porque
se les pagaba menos, tenían las mismas jornadas que los adultos, y eran contratados
para trabajos que requerían habilidad y destreza con los dedos, por ejemplo (en 1871
el 26% de la mano de obra industrial eran infantil; en 1911, el 14%). Junto a esto,
también el trabajo femenino, antes en el campo, pero ahora se incorpora masivamente
al proceso industrial (doble jornada laboral: fábrica y hogar); al igual que los niños
cobraban menos, y por tanto eran una mano de obra codiciada.
Las fábricas exigen una mano de obra abundante. Alrededor de ellas proliferan
las viviendas y los barrios obreros.
algodón fue el sector palanca, y a la mecanización se le une algo más amplio, como
una serie de demandas (rebajas de las horas laborales e incremento de salarios, que
se corresponde con el mayor desarrollo de la industria del algodón).
LA INDUSTRIALIZACIÓN EN EL CONTINENTE
La región del bajo Rin, el norte francés, Cataluña, la Italia del norte, Sajonia o
Moravia son ejemplos de desarrollo industrial intenso y permanente, pues la geografía
industrial europea actual no es muy diferente de la de hace un siglo. Por el contrario, el
Mezzogiorno italiano, la Extremadura española o el Alentejo portugués son ejemplos
del numeroso pelotón de regiones cuyo atraso, acentuado en s. XIX, se mantiene
hasta la actualidad.
cuales la más decisiva era la que separaba a Europa occidental de la oriental. Al este
del río Elba predominaba un tipo de señorío, denominado Gutherrschaft, que
comportaba la existencia de la servidumbre agraria y una gran prevalencia por parte
de los señores. Al oeste del Elba, incluso en los países alemanes, el tipo de señorío
predominante era el Grundherrschaft, bajo el cual pudieron desarrollarse amplias
capas de campesinos libres y grandes arrendatarios agrarios que acabaron por ejercer
un papel central en la transición del feudalismo al capitalismo en el seno de las
economías agrarias. Las transformaciones que tienen lugar durante el s. XIX afectan
básicamente al ámbito de la propiedad de la tierra y su uso más que a las mejoras en
su organización productiva y su integración en la economía capitalista. Sólo a fines de
siglo, con la eclosión de la crisis agraria finisecular, la agricultura europea afrontará
medidas decisivas para su transformación, al convertirse en asunto prioritario de las
políticas estatales. Se crean entonces ministerios, se fomenta el crédito agrario, se
fundan “granjas-modelo” y aparecen grandes ligas agrarias que, como en Alemania,
alcanzarán incluso un gran protagonismo político.
La abolición del feudalismo fue tarea prioritaria de todas las reformas liberales
agrarias europeas, a partir del ejemplo francés. La emancipación del campesinado en
la Europa central y oriental fue un proceso que duró medio siglo, desde las primeras
medidas tomadas en Prusia (1807) y otros estados alemanes, hasta la oleada
revolucionaria de 1848 (que afectó especialmente al Imperio austríaco) y al caso de
Rusia en 1861. Aunque los señores fueron despojados de sus derechos “políticos”
(impartir justicia, cobrar algunos impuestos o “banalidades”) pudieron convertirse, en
muchos casos, en grandes propietarios agrarios, como sucede con los junkers
prusianos o buena parte de la nobleza mediterránea.
Por otra parte, la navegación marítima fue el sector que experimentó mayores
transformaciones durante la segunda mitad s. XIX. Los viejos clipper de vela, aunque
mantienen su vigencia todavía hasta 1890, son progresivamente sustituidos por el
barco de vapor, primero con ruedas de paleta y luego con hélice, a la vez que se
construyen barcos de mayor tonelaje. Son los famosos steamers o paquebotes,
industrialización de carácter más intensivo que la primera, con una amplia difusión de
las innovaciones características de la industria moderna. A lo largo de todo el s. XIX la
transformación de la estructura económica de Francia fue lenta, y la agricultura siguió
teniendo una alta participación en el producto total del país. Asimismo, la tasa de
urbanización fue baja y, a diferencia de Gran Bretaña y Alemania, siguió siendo un
país rural. En 1846 la población urbana representaba sólo el 25% del total, contra un
75% de la población rural. En 1901 todavía el 59% de la población vivía en el campo.
Al igual que en casi todas las naciones que se industrializaron a partir del s.
XVIII, en Alemania fueron muy marcadas las diferencias regionales. En términos
globales, la región occidental del territorio fue la más industrializada, sobre todo
Sajonia y Renania, mientras que la zona oriental, en cambio, siguió siendo en gran
medida un área agrícola. Con el avance de la industrialización ambas zonas tendieron
a complementarse: el este proveía al oeste de materias primas y alimentos, y el oeste
vendía al este productos manufacturados. El este fue también un área de emigración
de mano de obra, que se dirigía a los centros industriales de la zona occidental.
Además, su producción agraria también se destinaba al mercado externo (sobre todo a
Gran Bretaña), contribuyendo a equilibrar la balanza comercial.
industria fue en gran medida, en sus orígenes, una respuesta al desafío que significó
la competencia de los productos británicos, sobre todo después del fin de las guerras
napoleónicas. Como en el caso inglés, la industrialización recibió su mayor impulso en
un período relativamente breve, y se basó en los mismos sectores: carbón, hierro,
industria mecánica y textil. Pero, a diferencia del modelo original, en Alemania la
importancia de la industria textil fue limitada y los sectores de punta fueron la industria
siderúrgica, la química y la de bienes de capital.
Durante la primera mitad del s. XIX Alemania pudo aprovechar las ventajas del
atraso imitando a otros países industriales, recibiendo capitales extranjeros e
importando insumos industriales y bienes de capital. Más tarde, la industria local
sustituyó paulatinamente las importaciones, y la inversión contó con fuentes de
financiación interna.
Hasta 1870, la mayor parte de los países europeos no conoció una auténtica
industrialización, salvo en ámbitos restringidos de dimensión regional. Esto es lo que
sucede en la Europa mediterránea, con la eclosión de experiencias industriales muy
dinámicas, como las de Cataluña o el Piamonte, regiones técnicamente muy
adelantadas a la altura de 1840-1850. En el Imperio Austríaco, los países checos
(Moravia y Bohemia) experimentaron un importante desarrollo industrial, al igual que
Hungría con su potente industria harinera, pero debían convivir con regiones muy
atrasadas como Galitzia y la Bukovina. Y lo mismo se puede afirmar de Escandinavia,
donde Dinamarca y Suecia ejercerán un papel de países punteros a partir de 1870
gracias a su especialización en la agricultura y en la explotación de recursos naturales,
como el hierro sueco.
b) Proteccionismo arancelario;
Las razones que explican este rápido éxito del Japón moderno son muy
variadas: