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ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política


N.º 49, julio-diciembre, 2013, 615-627, ISSN: 1130-2097
doi: 10.3989/isegoria.2013.049.14

Confucianismo y democracia:
ciudadanos, príncipes, individuos1
Confucianism and Democracy: Citizens, Princes, Individuals
AURELIO DE PRADA GARCÍA2
Universidad Rey Juan Carlos

“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,


directamente o por medio de representantes libremente elegidos.”
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 21.1

“…sin salir de su casa puede tener influencia en el reino”


La Gran Enseñanza, IX

RESUMEN: En este artículo se aborda la cuestión ABSTRACT: In this article we focus on the ques-
de si la democracia es o no compatible con la pers- tion of whether democracy is compatible with the
pectiva que, según opinión generalizada, consti- point of view that, according to general opinion,
tuye la base de la cultura china: el confucianis- is at the very core of Chinese culture: Confucia-
mo. Una perspectiva que es analizada tanto des- nism. This point of view is analysed in its con-
de su marco contextual como en sí misma, cote- textual frame as well as within itself comparing
jándola con el concepto de democracia. El re- it with the concept of democracy. The conclusion
sultado de todo ello lleva a la conclusión de que is that democracy is foreign to Confucianism and,
la democracia es ajena al confucianismo y por ello by extension, to Chinese culture. Ultimately, ho-
a la cultura china. Sin embargo, la democracia no wever, democracy is not necessarily incompati-
es necesariamente incompatible con tal perspectiva ble with that perspective. It is possible to imagi-
hasta el punto de que cabria imaginar una sínte- ne a synthesis between them.
sis entre ambas.

Palabras clave: Ciudadanos, Confucianismo, De- Key words: Citizens, Confucianism, Democracy,
mocracia, Individuos, Príncipes, Idiotés. Individuals, Princes, Idiotés.

[Recibido: julio 2012 / Aceptado: mayo 2013) 615


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Aurelio de Prada García

1. Introducción Sí hemos de atender, sin embargo, una


cuestión metodológica que obliga a analizar
No es preciso extenderse demasiado para esos rasgos tal y como aparecen expresados
mostrar el ascenso que viene experimentando en chino y no en castellano algo que puede
China en los últimos decenios. Basta citar el verse inmediatamente a partir de los propios
dato de que su economía está a punto de so- caracteres chinos que se vierten al castella-
brepasar a la de EEUU, convirtiéndose en la no como “confucianismo” o “escuela de los
primera economía del mundo y acabando, de letrados”: 儒 家, rú jiā.
paso, con una hegemonía occidental que ha Ciertamente podemos traducir sin ma-
durado siglos. Así las cosas, resulta más que yores problemas por “escuela” el segundo ca-
oportuno examinar, con cierto detenimien- rácter, 家, jiā/ casa, pues es una composición
to, si su cultura es o no compatible con una de 豕 shǐ /cerdo (se pueden imaginar fácil-
“invención”3 que impregna tan marcada- mente la cabeza, las patas y la cola) debajo
mente la civilización occidental, hasta casi de 宀 bǎogaì / cobertizo, techo: el cerdo bajo
definirla, como es la de la democracia: la el techo, o sea, la casa, el hogar,9 los que
participación en el gobierno del propio están reunidos bajo el cerdo colgado del te-
país, directamente o por medio de repre- cho y desde ahí, “escuela”, los que se
sentantes libremente elegidos, tal y como se reúnen alrededor de un maestro, pero no
recoge al principio de estas líneas. resulta tan fácil traducir el primero de esos
caracteres.
2. Problemas de método Literalmente habría que traducir 儒 rú
como “hombre que hace que haya lluvia para
Desde luego no parece haber mayor pro- las plantas que acaban de brotar de la tierra”10
blema en averiguar cuáles serían los rasgos dado que se compone de otros tres: 亻rén/
definitorios de esa cultura ascendente: los hombre, 雨 yǔ /lluvia (se pueden ver las nu-
del confucianismo.4 En efecto, hay acuer- bes, las gotas de agua y un rayo) sobre el ca-
do generalizado en que si de China quitá- rácter 而 er /planta recién brotada de la tie-
semos el confucianismo, su historia y su cul- rra ( es fácil imaginar las raíces, el suelo y
tura se harían tan incomprensibles como las la planta sobresaliendo), de modo que cabría
de Europa sin filosofía griega y sin cris- traducirlo como “el hombre” o mejor, ya que
tianismo5 y es que el “fundador”, por así se trata de una escuela, 家 “los hombres ne-
decirlo, de esa perspectiva, Confucio, más cesarios para que haya lluvia para las plan-
que un hombre o un pensador, habría sido tas recién brotadas”.
un auténtico fenómeno cultural que se Así las cosas, si tradujéramos 儒家 rú jiā
confundiría con el destino de toda la civi- por “confucianismo”, estaríamos tergiver-
lización china.6 Una civilización sobre la que sando por completo la expresión dado que,
habría tenido una influencia comparable a en chino, el nombre de Confucio no figura
las de Sócrates y Cristo combinadas en Oc- en la denominación de “su” escuela, y si nos
cidente,7 pudiéndose afirmar en conse- quedáramos con la traducción “escuela de le-
cuencia que China no sería sino una “cre- trados”, perderíamos todo el universo se-
ación de Confucio”.8 mántico que según hemos visto incorpora la

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unión de “hombre”, “lluvia” y “planta recién las cosas, resulta evidente que la democra-
brotada” en un solo carácter. cia juega en un universo semántico en el que
En conclusión, a la hora de examinar el aparece como una alternativa entre otras po-
“confucianismo”, término que seguiremos sibles. El pueblo, demos, aparece como un
utilizando por comodidad y por su uso ge- titular del poder entre otros posibles: mo-
neralizado, si bien ha de entenderse en ade- narquía, oligarquía, tiranía… tal y como pue-
lante que incorpora los significados que aca- de corroborarse a lo largo de toda la tradi-
bamos de señalar, por un mínimo rigor me- ción occidental.12
todológico, resulta obligado analizar cada uno Por el contrario, en el confucianismo el
de los caracteres en los que se expresa ese énfasis se pone en el objeto de ese poder,
modo de estar en el mundo, para recoger en o mejor, de esa capacidad concreta de in-
la medida de lo posible su universo semán- vocar la lluvia. Énfasis que permite distin-
tico y poder cotejarlo así con la gran inven- guir a los sujetos que poseen tal capacidad
ción occidental de la democracia. frente a los que no; sin que haya por tanto
Algo que, por cierto, ya podemos hacer, diversas alternativas como ocurre en el uni-
pues de lo anterior parece seguirse que no hay verso semántico en el que aparece la de-
compatibilidad alguna entre democracia y mocracia. La capacidad de hacer que llue-
confucianismo. En efecto, “democracia” va, de invocar la lluvia se tiene o no se tie-
significa literalmente el poder, cratos, del ne; tertium non datur.
pueblo, demos, algo que parece completa- Por lo demás, en el confucianismo, en la
mente ajeno al confucianismo; a los “hom- escuela de los rú 儒 家, se da una conexión
bres necesarios para que haya lluvia para las entre naturaleza y sociedad que no aparece
plantas recién brotadas” a los que acabamos en el universo semántico en el que juega la
de llegar. democracia. En efecto, los rú 儒 son hom-
Ciertamente, podría forzarse la argu- bres “necesarios” natural y socialmente, si
mentación aduciendo que sí habría compa- es que cabe hablar así, en términos claros y
tibilidad entre “democracia” y “confucia- distintos. Naturalmente necesarios para que
nismo” pues, en ambos casos, de un modo haya lluvia para las plantas recién brotadas
u otro, se habla de “poder”. Un “poder” abs- y socialmente necesarios por lo mismo, ya
tracto en el caso de la democracia, y un “po- que las plantas son necesarias para la su-
der” concreto, el de invocar la lluvia para pervivencia de la sociedad.
las plantas recién brotadas, en el caso del Por el contrario y pese a que la conexión
“confucianismo”. No parece preciso, sin em- naturaleza sociedad está presente asimismo
bargo, abundar en lo forzado de semejante en la tradición occidental, pudiendo ras-
argumentación. trearse, sin ir más lejos, en la dualidad de-
En efecto, literalmente la definición de recho natural y derecho positivo, lo cier-
democracia enfatiza, por así decirlo, el su- to es que no aparece en absoluto en la defi-
jeto del poder: el pueblo. Un sujeto que, por nición de democracia. Una definición de la
lo demás no se especifica; no se indica a que se sigue simplemente que el poder re-
quien incluye11 sino que aparece simplemente side en el pueblo como una mera posibilidad
como titular de ese poder en abstracto. Así frente a otras. Así las cosas, parece obliga-

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do concluir que confucianismo y democra- bien hemos de hacer hincapié en el carácter


cia serían incompatibles al jugar en dos uni- central de esa serie pues parece obligarnos
versos semánticos completamente distintos. a matizar la incompatibilidad entre demo-
Ahora bien esta conclusión resulta pre- cracia y confucianismo a que acabamos de
matura, pues hemos llegado a ella desde el llegar.
análisis de las meras denominaciones “con- En efecto, en el centro de la serie de ca-
fucianismo” y “democracia” con lo cual, cier- racteres cuya traducción acaba de validarse
tamente, procede dejarla en suspenso y pa- aparece el monarca, el rey, 君 jün, repre-
sar a examinar en detalle todo el discurso que sentado como la boca, 口 kǒu del que em-
comporta el confucianismo cotejándolo con puña el cetro con su mano尹, yǐn/ como se
la gran invención occidental de la democracia ve casi inmediatamente. Con todo lo cual se
para acabar de validar dicha conclusión o, en sigue que el marco conceptual en el que se
su caso, llegar a una diferente. mueve el confucianismo incluye la presen-
cia de una de las alternativas que, como vi-
3. Fieles y ciudadanos mos, aparecen en el universo semántico en
el que se incluye la democracia.
“Confucianismo” venimos diciendo y no del todo Así las cosas, si bien habría de concluirse
bien, pues, al margen del universo semántico que democracia y confucianismo son in-
que, como acabamos de ver, incorpora la expre- compatibles, en cuanto que democracia y
sión, no hemos señalado que Confucio se con- monarquía lo son, al menos el universo se-
sideraba un mero amante de los antiguos13 y que mántico en que se mueven seria el mismo.
su enseñanza se inscribe en una visión previa del La monarquía se presentaría como una al-
mundo.14 Un marco previo que hemos de anali- ternativa posible a la democracia y viceversa,
zar, pues, en primer término. Algo que no resul- al igual que en la tradición occidental.
ta excesivamente complejo pues dicho marco fi- Ahora bien, sólo lo parece, pues “la boca
gura aún hoy en los templos confucianos:15 del que empuña el cetro”, el monarca,
君, no se presenta sin más, en abstracto,
天 como mera alternativa a la democracia, al po-
地 der del pueblo también en abstracto, sino que
君 juega en un contexto concreto, perfectamente
親 delimitado por el resto de los caracteres de
師 la serie. Unos caracteres que, por cierto, no
son elementos previos, “claros y distintos”,
Estos caracteres pueden traducirse como por decirlo con Descartes18, que entran en
“cielo, tierra, rey, padres, maestros”.16 Tra- relación entre sí sino que, por el contrario,
ducción que, según las consideraciones se constituyen como tales en su relación, ge-
metodológicas hechas más arriba, no po- nerando al tiempo la secuencia misma en la
dríamos aceptar sin antes examinar el uni- que se incluyen.19
verso semántico que cada uno de esos ca- Más aún, la secuencia es dinámica, re-
racteres incorpora. Algo que ya hemos he- generándose continuamente, con lo cual hay
cho en otro lugar al que nos remitimos17 si un punto más importante que los demás: el

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central, el que permite el dinamismo constante elegimos todo por otra cosa –pues así se seguiría
de la secuencia.20 Algo que se sigue de la pro- hasta el infinito, de suerte que nuestro deseo se-
pia lengua china y es que, en efecto, 中 zhōng/ ría vacío y vano- es evidente que ese fin será lo bue-
medio, “centro” no es un término sólo nominal no y lo mejor. Y así, ¿no tendrá su conocimiento
sino también verbal; no sólo designa la cen- gran influencia sobre nuestra vida y, como arqueros
tralidad espacial que se ocupa sino la virtud que tiene un blanco, no alcanzaremos mejor el nues-
dinámica y activa que corresponde a ese lu- tro? Si es así, hemos de intentar comprender de un
gar: la de la flecha en el centro del blanco.21 modo general cuál es y a cuál de las ciencias o fa-
Un punto más importante decimos y no cultades pertenece: Parecería que ha de ser el de
decimos del todo bien, pues se podría afir- la más principal y eminentemente directiva. Tal es
mar sin mayores problemas que el punto cen- manifiestamente la política.”24
tral,—la centralidad así entendida—, define
a la propia civilización china y es que, como Ahora bien, todo ello no ayuda a la com-
es bien sabido, China en chino es 中国, patibilidad sobre la que indagamos, pues
zhōng guó: el país, 国 guó del centro, 中 mientras en el confucianismo la monarquía
zhōng; el país situado en el centro y con la aparece dentro de un marco, como el cen-
virtud correspondiente. tro de una secuencia (天 地 君 親 師
Así las cosas, en la serie天 地 君 親 師, “cielo, tierra, rey, padres, maestros”) que in-
“cielo, tierra, rey, padres, maestros” cabría cluye la naturaleza y la sociedad garantizando
ver dos mundos: 1) el natural, formado por la armonía entre ambas, la democracia apa-
el cielo, 天 y la tierra, 地, y 2) el social- rece completamente descontextualizada. Es
cultural, formado por la familia extensa 親 el poder del pueblo, a secas, sin referencia
y los maestros 師. Dos mundos integra- alguna al ámbito en el que ese poder se ejer-
dos por el punto central, por el rey, 君. el que ce, natural o social, e incluso sin refe-
sostiene con su mano el cetro, 尹, inmedia- rencia al propio significado del término “pue-
tamente debajo del cielo y la tierra, 天 地 blo”.
mientras que con su boca, 口, da órdenes, or- Ciertamente y de nuevo, se podría inten-
ganiza, integrándolo en el continuo, el mun- tar forzar la argumentación para hacer com-
do social, 親 師. patibles confucianismo y democracia adu-
Desde luego, no resultan ajenos a la tra- ciendo, por ejemplo, que la idea de centro sí
dición europea ni la correspondencia entre na- que está presente en la democracia, pues lo que
turaleza y sociedad, como se apuntó más arri- viene a enfatizarse con esa denominación es
ba,22 ni el modo en que se corresponden por precisamente la centralidad del pueblo en la
medio del rey, del monarca,23 sino todo lo con- acción política, por así decirlo. Ahora bien, no
trario. Asimismo tampoco resulta extraña a parece preciso insistir en lo artificioso de esa
la tradición política occidental la idea de cen- argumentación, pues esa centralidad apenas si
tro entendida como la flecha que da en el blan- puede parangonarse con el sentido que “cen-
co como ya aparece en Aristóteles: tro” tiene en chino y que acaba de ilustrarse.
Así las cosas, hemos de concluir que demo-
“Si existe, pues, algún fin de nuestros actos que cracia y confucianismo resultan incompatibles,
queramos por él mismo y los demás por él, y no no sólo desde los universos semánticos in-

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cluidos en las meras denominaciones sino tam- Ni que decir tiene, que esta visualización
bién en relación al marco de pensamiento en no es ajena a la tradición occidental ya que
que se mueve el confucianismo. se compadece, mutatis mutandis, con la de
Pero esta conclusión resulta una vez más un miembro de la polis, un ciudadano, un po-
precipitada y es que lo anterior no agota el lites, sintiendo que “la ciudad es por natu-
análisis del marco en que se mueve el con- raleza anterior a… cada uno de nosotros”, por
fucianismo. Ciertamente, hasta aquí hemos decirlo con Aristóteles28 y también, mutatis
procedido a dicho análisis desde un punto de mutandis, con la tradición iusnaturalista
vista puramente externo25 obviando el hecho clásica en su versión estoica; con el perro que
de que la secuencia 天 地 君 親 師 “cielo, va atado a la parte trasera de un carro en mo-
tierra, rey, padres, maestros” es algo vivo, vimiento. Perro que no es sino el hombre,
algo presente a los ojos de sus adeptos, de mientras que el carro simboliza el destino,
sus fieles, 忠. Más aún, no se trata sólo de la razón universal que, como ley eterna, de-
una mera presencia viva sino de una que in- termina el criterio del comportamiento al que
cluye, que religa, vinculando literalmente en debe ajustarse el perro. Si es inteligente, lo
la secuencia,26 al fiel, al 忠 zhōng: el que tie- que hace es seguir dócilmente al carro; si se
ne el centro en medio del corazón. resiste, apoyándose en las patas de atrás, lo
En efecto, el carácter 忠, “adepto”, “fiel” único que logra es ser arrastrado:
está compuesto por otros dos. El de arriba
中 zhōng “centro”, ya lo conocemos;27 un Fata volentem ducunt, nolentem trahunt29.
carácter a la vez nominal y verbal, el cen-
tro- el medio y la virtud que conlleva esa po- Ahora bien, esa visualización resulta
sición: la de la flecha en el centro del blan- completamente ajena a la idea de democra-
co. El otro, debajo, es el carácter 心 xīn “co- cia, al menos, en la concepción moderna,
razón”, un pictograma en el que se ven tres donde ya no cabe hablar de un fiel, de un ciu-
gotas de sangre deslizándose por los ven- dadano, de un polites o de un perro que apa-
trículos. Con todo lo cual el fiel, el 忠 zhōng, recen como meras partes de un todo anterior
es efectivamente el que lleva el centro en me- a ellos, sino de “individuos”, de elementos pre-
dio del corazón o, si se quiere y mejor, el que vios aislados entre sí, dignos en sí mismos,
tiene su corazón en el centro. Así las cosas, con “derechos humanos”, que constituyen
ya podemos completar nuestro análisis del el todo, el edificio social en el que se inte-
marco previo en el que se mueve el confu- gran: el “pueblo”. Algo que se muestra, sin
cianismo incluyendo en él también al fiel, ir más lejos, en uno de los mayores teóricos
esto es: de la democracia: J. J. Rousseau, para quien
天 el contrato social es precisamente “el acto en
地 virtud del cual un pueblo es un pueblo”.30
君 Ciertamente no procede abundar en la in-
親 compatibilidad entre confucianismo y de-
師 mocracia a la que de nuevo hemos llegado.
Mucho menos procede abundar en la ruptura
忠 dentro de la propia tradición occidental que

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parece seguirse de lo anterior y según la cual Ahora bien, el mero examen del universo
habría dos tipos de ciudadanos, los antiguos semántico incorporado en esos caracteres no
y los modernos,31 correspondientes a dos con- permite aprehender por completo el nuevo
cepciones de la democracia y es que, hasta sentido que Confucio, aun manteniéndo-
aquí sólo hemos analizado el marco en que lo, da al término: cualquiera, con inde-
se inscribe el confucianismo, pero no el con- pendencia del nacimiento, puede convertir-
fucianismo propiamente dicho. Con todo lo se en 君子, en hijo del rey, en príncipe, y ello
cual, una vez más, hemos de considerar pro- por medio de la educación adecuada.34
visional lo anterior y pasar a analizar las apor- Un nuevo sentido que se sigue plena-
taciones que el confucianismo hace a ese mente atendiendo al contexto histórico en que
marco para acabar de validar, o no, su in- Confucio lo formula: el tiempo inmediata-
compatibilidad con la democracia. mente anterior al caos de la época de los “Rei-
nos Combatientes”, 战国 (463-221 a. C.). Un
4. Príncipes e individuos tiempo en el que ya no había un rey, un 君
que asegurase, desde el centro de la se-
Aportaciones que podemos identificar inme- cuencia, 天 地 君 親 師 “cielo, tierra, rey, pa-
diatamente desde uno de los “Cuatro libros” del dres, maestros” , la armonía natural-social
“canon confuciano”:32 las Analectas cuyo sino varios hijos del rey, varios 君子, pele-
tema central es definir las cualidades que co- ando entre sí en un estado de guerra de todos
rresponden al 君 子 jūnzǐ, una expresión no in- contra todos.35 La solución que da Confucio
ventada por Confucio pues ya aparece en tex- a esa quiebra del centro consiste en lo que bien
tos anteriores designando a cualquier miembro podría llamarse una democratización de la
de la nobleza.33 Una vez más, sin embargo, no monarquía. Consiste en trasladar el poder, el
podemos conformarnos con esa traducción sino centro, a los adeptos, a los fieles a los que aho-
que, —cumpliendo con nuestros presupuestos ra, por medio de la educación apropiada, se
metodológicos—, hemos de examinar el uni- les hace sustentadores de la armonía, lite-
verso semántico de esos caracteres. ralmente hijos del rey, 君子 “príncipes”.
El primero de ellos, 君 jün /monarca, ya Ya tenemos, pues, una caracterización
lo conocemos dado que es el que ocupa el completa del confucianismo que, según se ve,
centro de la serie 天 地 君 親 師, “cielo, tie- mantiene el marco en el que se inscribía con
rra, rey, padres, maestros” permitiendo la in- la única modificación de convertir, por medio
terrelación y el dinamismo de toda la se- de la educación apropiada, al fiel en príncipe:
cuencia. En cuanto al segundo, 子 zǐ, pue-
de traducirse sin mayores problemas por 天
“hijo”, hijo varón ya que, como se apre- 地
cia casi inmediatamente, es el pictograma de 君
un niño pequeño, un bebé con los brazos ex- 親
tendidos y envuelto en pañales. Así las co- 師
sas, 君子 significa “el hijo del rey”, “el prín-
cipe”, y desde ahí, por extensión, “noble”, 君
cualquier miembro de la nobleza. 子

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Una modificación mínima pero capital. “Resígnese, pues, el poder: lo que nosotros
Ahora, el fiel 忠 convenientemente educa- necesitamos es la libertad, la cual conseguiremos
do, convertido en príncipe 君子, pasa a ocu- indefectiblemente; pero como la que necesitamos
par el centro. Ahora, “sin salir de su casa pue- es diferente de la de los antiguos, es necesario que
de tener influencia en el reino”36, puede con- se dé a aquélla una organización diferente a la que
tribuir a la armonía de toda la secuencia. Una podría convenir a la libertad de los antiguos; en
armonía natural-social como vimos en su mo- ésta, el hombre cuanto más consagraba el tiem-
mento y como puede corroborarse también po y su fuerza para el ejercicio de los derechos
desde otro de los “Cuatro libros” confucia- políticos, más libre se creía; por el contrario, en
nos: 中 庸 zhōng yōng, la Doctrina del Cen- la especie de libertad de que nosotros somos sus-
tro, cuyo tema principal es, precisamente, la ceptibles, cuanto más tiempo nos deje para
interrelación, la “unidad” del mundo natu- nuestros intereses privados el ejercicio de los de-
ral y social.37 Ahora el fiel 忠 se convierte rechos políticos, más preciosa será para nosotros
en ru 儒, en el hombre natural y socialmente la misma libertad.
necesario; el que hace que haya lluvia para De aquí viene la necesidad del sistema re-
las plantas necesarias para la supervivencia presentativo, el cual no es otra cosa que una or-
de la sociedad. ganización con cuyo auxilio una nación se des-
Una “democratización de la monarquía” carga sobre algunos individuos de aquello que no
decíamos y, sin embargo, decíamos mal, pues quiere o no puede hacer por sí misma.”39
de lo anterior se sigue, más bien y de nuevo,
la incompatibilidad entre democracia y con- Después en el de “persona ignorante”,
fucianismo. En efecto, frente a ese centro ex- “ruda”, inexperta… que no sólo renuncia40
tendido a todos los fieles educados del con- a ejercer sus derechos políticos, prefiriendo
fucianismo; frente a esa acción armonizadora que sus representantes actúen por él, sino que
que puede ejercerse desde la propia casa, se se reconoce, más o menos explícitamente, in-
alza la democracia como mera afirmación del ferior a ellos, “idiota”, como puede se-
poder abstracto de “individuos”, valiosos en guirse, sin ir más lejos, de la vigente regu-
sí mismos, con independencia de cualquier lación constitucional de la iniciativa legis-
consideración natural o social, que se cons- lativa popular41 y del referéndum para de-
tituyen en pueblo sin necesidad de educación cisiones políticas de especial trascendencia.42
específica alguna.38 Con todo lo cual, ciertamente resulta obli-
Un poder que, por lo demás, se suele de- gado concluir que democracia y confucia-
legar en representantes bien porque no se nismo son incompatibles no sólo desde las
quiera, bien porque no se pueda ejercerlo. Así, meras denominaciones o desde el marco en
frente a los “príncipes por educación” del que se mueve el confucianismo, sino tam-
confucianismo estaríamos los “idiotas” de bién desde las aportaciones que hace Con-
las democracias modernas. “Idiotas” en los fucio a dicho marco. Incompatibilidades que
dos sentidos del término idiotes. Primero, en bien pueden resumirse en la contraposición
el de “persona particular” que no quiere ejer- entre “príncipes” que son partes de un todo
cer los derechos políticos y prefiere dedicarse que les antecede y a cuya armonía pueden
a sus propios asuntos: contribuir incluso desde su casa e “indivi-

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Confucianismo y democracia: Ciudadanos, príncipes, individuos

duos” valiosos por sí mismos, con inde- BIBLIOGRAFIA


pendencia de cualquier todo natural o social,
que prefieren convertirse en “idiotas” de- Arblaster, A.: Democracia. Alianza, Madrid
jando a sus representantes ejercer el poder 1992.
por ellos y reconociéndose inferiores a tales Aristoteles, Política, Instituto de Estudios
representantes. Políticos, Madrid 1970
Aristoteles, Ética a Nicómaco, Centro de Es-
5. A modo de conclusión: tudios Constitucionales, Madrid 1976.
realizar la democracia
Ceinos, P.: Manual de Escritura de los Ca-
Ahora bien y una vez más esta conclusión racteres Chinos, Miraguano, Madrid
es provisional, pues, ciertamente, cabría 2006.
imaginar una síntesis entre confucianismo y Cheng, A.: Historia del pensamiento chino.
democracia, entre príncipes e individuos. Más Bellaterra, Barcelona, 2002.
aún, no sólo cabría sino que parece impres- Cheng , F.: La escritura poética china. Pre-
cindible en un momento en que la “casa” co- textos, Valencia, 2007.
mún, el planeta Tierra, está perdiendo las con- Confucius: The Analects. Chinese-English
diciones que permiten la supervivencia del edition, Taipei. 2006.
género humano, con lo cual resulta más que
Constant, B. De la libertad de los antiguos
urgente una actuación que ponga freno al
comparada con la de los modernos.
cambio climático y contribuya a que haya la
Tecnos, Madrid 1988.
lluvia necesaria para las plantas recién bro-
tadas 儒.43 De Mente, B.: The Chinese have a word for
Para ello, ciertamente, los individuos de it: the complete guide to Chinese thought
las democracias contemporáneas deberíamos and culture.” NTC, Pub. Group, Chica-
renunciar a nuestra “idiotez” y pasar, por me- go 2000.
dio de la educación apropiada, a reconocernos Descartes: Discurso del método, Ed. Alfa-
partes de un todo, convirtiéndonos así en prín- guara, Madrid, 1981
cipes que, incluso desde la propia casa, des- Eliade, M.: Historia de las creencias y las
de el propio oikos, aseguran la armonía de ideas religiosas. Vol. II. Ediciones Cris-
ese todo previo a nosotros. Unos príncipes tiandad. Madrid, 1979.
que, por supuesto, no renegarían sino todo
Folch, D.: La construcción de China. El pe-
lo contrario del valor intrínseco, de la dig-
ríodo formativo de la civilización china,
nidad del ser humano individual con inde-
Península/Atalaya, Barcelona 2001.
pendencia de su pertenencia a un todo pre-
vio; no renegarían de los derechos humanos. Hart, H. La.: El concepto de Derecho, Edi-
Explicitar los rasgos de esa “realización de tora Nacional, México 1980.
la democracia”, de ese hacerla real en el sen- Hesiodo: Trabajos y días, en Obras y Frag-
tido de “auténtica” y también en el de “re- mentos, Gredos, Madrid, 2006.
aleza” es algo que, sin embargo, ciertamente Hunt, L: La invención de los derechos hu-
supera los límites asignados a estas líneas.44 manos, Tusquets, Barcelona 2009

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Aurelio de Prada García

Kelsen, H.: La idea del Derecho Natural y de Lectores, Barcelona 2001, p. 189
otros ensayos. Editora Nacional. México, Sofocles: Tragedias completas. Gredos,
1979. Madrid 2010,
Li, L.: Tracing the roots of Chinese Cha- Truyol y Serra, A.: Historia de la Filosofía
racters: 500 cases. Beijing Language and del Derecho y del Estado. Vol. 1 Alian-
Culture University Press, Beijing 1993. za, Madrid 1978.
McNaughton. W. y Ying, L.: Reading & Wri- Ullmann, W.: Principios de gobierno y po-
ting Chinese. Traditional Character Edi- lítica en la Edad Media, Madrid, Alian-
tion. Tuttle Publishing, Singapore 1999. za Universidad, 1985.-
Oldstone Moore, J.: “El confucianismo: Van Norden, B.W.: “Introduction” en Van
Orden y virtud.” en Shaughnessy, E. L. Norden, B.W. (Ed): Confucius and the
(Ed.): China, Blume, Barcelona 2008. Analects. New Essays, Oxford University
Perez Arroyo, J.: “Introducción” en Confucio: Press, Oxford 2002,
Los cuatro libros. RBA, Barcelona 2006. Welzel, H. Introducción a la Filosofía del De-
Rousseau, J.J.: El contrato social, en Escri- recho, Aguilar, Madrid 1979.
tos de Combate, Alfaguara, Madrid 1978. Xingzhong, Y.: El confucianismo, Cambridge
Smith; H.: Las religiones del mundo. Círculo University Press, Madrid 2001.

NOTAS
1 3
Este trabajo se inscribe dentro del proyecto Parafraseando el título con el que se ha tra-
de investigación “Principio de no discriminación ducido la obra de Hunt, L: Inventing Human
y nuevos derechos”. (DER2011-26903) Rights. Vid. La invención de los derechos hu-
2
Doctor en Derecho por la UCM. Profesor manos. Tusquets, Barcelona 2009.
4
en la UCM, UB y actualmente Profesor Titular Paradójicamente, el confucianismo habría
de Filosofía del Derecho en la URJC, habien- contribuido, incluso a consolidar al propio ré-
do sido asimismo Profesor Tutor en la UNED. gimen comunista vigente .Vid. De Mente, B.: The
Estancias de investigación en la Universidad de Chinese have a word for it: the complete guide
Coimbra; en la National Taipei University y en to Chinese thought and culture.” NTC, Pub.
La Sapienza. Entre sus publicaciones destacan: Group, Chicago 2000, p. 28: “The similarities
De toute la force commune, Editorial de la Uni- between Chinese traditionalism and Communist
versidad Complutense, Madrid 1989, —sobre la ideology is no doubt one of the reasons why com-
filosofía política de J.J. Rousseau—, e Individuos munism, in its firsts decades, was as successful
y Reyes, Servicio Publicaciones URJC, Madrid as it was in China.”
5
2011, —una síntesis entre confucianismo y de- Pérez Arroyo, J.: “Introducción” en Con-
rechos humanos—. Ha publicado asimismo fucio: Los cuatro libros. RBA, Barcelona 2006,
numerosos artículos y capítulos de libro sobre p. 7.
6
cuestiones de legitimidad democrática, ecolo- Cheng, A.: Historia del pensamiento chi-
gismo, globalización y glocalización, derechos no. Bellaterra, Barcelona, 2002 p. 55 y 56.
7
humanos, confucianismo, budismo y metodo- “Imagine a person who has an influence on
logía docente de la Teoría y la Filosofía del De- his native tradition comparable to the combined
recho. También ha realizado traducciones de tex- influence of Jesus and Socrates on the Western
tos en alemán, italiano y portugués. aurelio.de- tradition. Such a person was Confucius.” Van Nor-
prada@urjc.es.- den, B.W.: “Introduction” en Van Norden, B.W.

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Confucianismo y democracia: Ciudadanos, príncipes, individuos

(Ed).: Confucius and the Analects. New Essays, 20


“中 zhōng “ medio”, “centro”, no es un tér-
Oxford University Press, Oxford 2002, p 3. mino sólo nominal sino también verbal; no sólo
8
Truyol y Serra, A.: Historia de la Filoso- designa la centralidad espacial que se ocupa sino
fía del Derecho y del Estado. Vol. 1 Alianza, Ma- la virtud dinámica y activa que corresponde a ese
drid 1978. p. 74. lugar: la de la flecha en el centro del blanco.”
9
Para las traducciones de los caracteres chi- Vid. Cheng, A.: Historia del pensamiento chi-
nos hemos utilizado: Ceinos, P.: Manual de Es- no. cit., p. 38.
critura de los Caracteres Chinos, Miraguano, 21
“La traducción de zhong no deja de resultar
Madrid 2006, LI, L.: Tracing the roots of Chi- problemática y sujeta a malentendidos. A la vez
nese Characters: 500 cases. Beijing Language nominal y verbal, el término no indica solo la
and Culture University Press, Beijing 1993 y centralidad espacial que sugiere el sustantivo
McNaughton. W. y Ying, L.: Reading & Writing “medio”, sino también una virtud dinámica y ac-
Chinese. Traditional Character Edition. Tuttle tiva. Como sustantivo es la vía justa que indi-
Publishing, Singapore 1999. ca el lugar adecuado y el momento propicio;
10
Sobre la relación de los rú 儒 con la dan- como verbo, es el movimiento de la flecha que
za ritual de oración por la lluvia vid. Xingzhong, da en el pleno blanco (representado con la gra-
Y.: El confucianismo, Cambridge University fía 中). Al igual que el arquero que da en el cen-
Press, Madrid 2001. p. 41. tro de la diana en virtud de la simple precisión
11
Arblaster, A.: Democracia. Alianza , Ma- de su gesto, que le proporciona su perfecta y na-
drid 1992 p. 19 tural armonía con el Dao, el zhong es pura efi-
12
Vid., por todos, Aristóteles, Política, cacia del acto ritual.” Cheng, A.: Historia del
1278b y ss. pensamiento chino. cit., p. 38.-
13
Confucius: The Analects. Chinese-English 22
Además de la dualidad derecho natural-
edition, VII, 1 Taipei 2006. derecho positivo a que antes se aludió, vid. He-
14
Folch, D.: La construcción de China. El siodo; “Trabajos y días”, v 225 y ss. en Obras
período formativo de la civilización china, y Fragmentos, Gredos, Madrid 2006,, p. 76 y 77
Barcelona, Península/Atalaya, 2001. p. 138. y Kelsen, H.: “La aparición de la ley de causa-
15
Cheng, F.: La escritura poética china. Pre- lidad a partir del principio de retribución.”, en
textos, Valencia, 2007, p. 29. La idea del Derecho Natural y otros ensayos.
16
Ibid. Editora Nacional. México 1979.
17
He analizado esa secuencia de caracteres 23
Vid., por ejemplo, Sófocles, Edipo Rey v.
en las siguientes publicaciones: Entre confu- 22 y ss. Cátedra, Madrid 2009, p. 204 y también
cianismo y derechos humanos: 君 人 Individuo Ullmann, W.: Principios de gobierno y política
y rey. Cuadernos electrónicos de Filosofía del De- en la Edad Media, Madrid, Alianza Universidad,
recho, n. 23, junio de 2011, p 131-159, Betwe- 1985, p. 131 y ss. Asimismo puede considerar-
en Confucianism and Human Rights: 君 人 In- se al respecto el papel simbólico que aun hoy des-
dividuals and Kings. Rechtstheorie, Duncker & empeña la Corona, por ejemplo, en la vigente
Humblot, Berlin 2012, Vol. 43, No. 2 pp. 221- Constitución española del 78, cuyo art. 56.1 es-
239 y con mayor detalle en Individuos y reyes. tablece: “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo
Servicio de Publicaciones de la URJC, Madrid de su unidad y permanencia…”, mientras que
2011. el 56. 3 afirma: “La persona del Rey es invio-
18
Discurso del método, Ed. Alfaguara, lable y no está sujeta a responsabilidad…”
Madrid, 1981, pág. 15. 24
Aristóteles, Ética a Nicómaco 1094 a, Cen-
19
Para el pensamiento chino, el concepto de tro de Estudios Constitucionales, Madrid 1976
relación no es un simple lazo que se establece p. 1 y 2.
entre entidades antes distintas, sino algo que las 25
Hart, H. LA.: El concepto de Derecho, Edi-
constituye como tales; es “constitutiva de los se- tora Nacional, México 1980, p. 110 y 111
res en su existencia y devenir”. Cheng, A.: His- 26
Cheng, F.: La escritura poética china cit.,
toria del pensamiento chino. cit., p. 37 p. 29.
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27
Vid, supra nota 19. Shaughnessy, E. L. (Ed.): China, Blume, Bar-
28
Aristóteles Política 1253 a Instituto de Es- celona 2008, p. 82 y 83.
33
tudios políticos Madrid 1976, p.4. . Cheng, A.: Historia del pensamiento
29
Vid. Welzel, H. Introducción a la Filosofía chino. Barcelona, Bellaterra, 2002, p. 60.
34
del Derecho, Aguilar, Madrid 1979, p. 35, “La reforma moral y política, elaborada
30
Rousseau, J.J.: El contrato social, Libro por Confucio constituye una “educación total”,
I, Capítulo V, en Escritos de Combate, Alfaguara, es decir, un método capaz de transformar al in-
Madrid 1978, p. 409. dividuo ordinario en “hombre superior” (chün-
31
Por decirlo con Constant, B. De la liber- tzu). Cualquiera puede convertirse en un hom-
tad de los antiguos comparada con la de los mo- bre verdadero pero a condición de aprender el
dernos. Tecnos, Madrid 1988. comportamiento ceremonial en conformidad con
32
“Conformando el núcleo del canon con- el tao o dicho de otro modo, practicando co-
fuciano están los “Cinco clásicos” y los “Cua- rrectamente los ritos y las costumbres (li).” Elia-
tro libros”. Los primeros son los textos que Con- de, M.: Historia de las creencias y las ideas re-
fucio solía enseñar a sus estudiantes (la palabra ligiosas. Vol. II De Gautama Buda al triunfo del
china traducida como clásico significa “ur- cristianismo. Ediciones Cristiandad. Madrid,
dimbre”): el clásico de los cambios Yi Jing, el 1979, p. 37.
35
clásico de los documentos Shu Jing, también co- Smith; H.: Las religiones del mundo. Cír-
nocido como el clásico de la Historia) el clási- culo de Lectores, Barcelona 2001, p. 189.
36
co de la poesía Shi Jing el registro del Ritual Li “ La Gran Enseñanza” IX, en Confucio:
Ji y los Anales de primavera y otoño (Chun Jiu). Los cuatro libros, cit. p. 310
37
Hay un sexto clásico al que se hace referencia, “El tema principal de la doctrina del cen-
el clásico de la música (Yue Jing) perdido du- tro es la interrelación del cosmos y la moral hu-
rante la dinastía Han… mana, la idea de que los seres humanos y la na-
Se considera que los “Cuatro libros” reuni- turaleza conforman una unidad a través de la sin-
dos en un grupo por el especialista neoconfuciano ceridad del esfuerzo.” Oldstone Moore, J.: “El
Zhu Xi (1130-1200) concentran las enseñanzas confucianismo: Orden y virtud.”cit. p. 83.
38
de Confucio. En concreto están formados por las Buena prueba de ello sería la existencia
Analectas, Lun yu, una recopilación de dichos de la asignatura “Educación para la ciudadanía”
y conversaciones del gran sabio chino recogi- lo que a contrario demuestra que el resto de la
das por sus discípulos; el Mencio Mengzi, las pa- educación no es para la ciudadanía sino para la
labras del célebre seguidor del mismo nombre vida privada.
39
y el Gran aprendizaje Da xue, así como la Doc- Constant, B. De la libertad de los antiguos
trina del medio Zhong yon, cada uno siendo en comparada con la de los modernos. cit., p. 89.
40
principio un capítulo del Registro del ritual. El “… el peligro de la libertad moderna pue-
Gran aprendizaje enseña que el primer paso para de consistir en que absorbiéndonos demasiado
lograr el orden social es el cultivo y el refina- en el goce de nuestra independencia privada y
miento del individuo, y reivindica el ideal del so- en procurar nuestros intereses particulares, no
berano integro desde el punto de vista moral. El renunciemos con mucha facilidad al derecho de
tema principal de la doctrina del centro es la in- tomar parte en el gobierno político.” Constant,
terrelación del cosmos y la moral humana, la idea B. De la libertad de los antiguos comparada con
de que los seres humanos y la naturaleza con- la de los modernos. Cit. p. 90.
41
forman una unidad a través de la sinceridad del Basta con leer el tenor literal del artícu-
esfuerzo. Esos textos fueron las obras centrales lo 87.3 de la vigente Constitución de 1978, esto
de las oposiciones al funcionariado entre los años es: «Una ley orgánica regulará las formas de
1313 y 1905 y al mismo tiempo, constituyen la ejercicio y requisitos de la iniciativa popular
esencia del neoconfucianismo.” Oldstone Mo- para la presentación de proposiciones de ley. En
ore, J.: “El confucianismo: Orden y virtud.” en todo caso se exigirán no menos de 500.000 fir-

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Confucianismo y democracia: Ciudadanos, príncipes, individuos

mas acreditadas. No procederá dicha iniciati- apreciar sus limitaciones: no sólo se trata de un
va en materias propias de ley orgánicas, tribu- referéndum potestativo, (lit.:”podrán ser so-
tarias o de carácter internacional, ni en lo re- metidas”) sino que, además, es meramente
lativo a la prerrogativa de gracia.», para apre- consultivo, es decir, no vinculante.
43
ciar sus limitaciones: no procede en materias pro- Una de las consecuencias del cambio cli-
pias de ley orgánica, esto es en las más impor- mático sería precisamente la modificación en
tantes del ordenamiento jurídico, las que re- los patrones de precipitación. Vid. http://www.tre-
quieren una mayoría cualificada para su apro- ehugger.com/climate-change/three-new-
bación. reports-this-week-link-extreme-weather-
42
Asimismo basta con leer el tenor literal del climate-change.html
44
artículo 92.1 de la vigente Constitución española: He intentado explicitar esos rasgos en Re-
«Las decisiones políticas de especial trascen- alizando la democracia: 君 人 Individuos y re-
dencia podrán ser sometidas a referéndum yes. Eunomía, n. 3, septiembre de 2012-febre-
consultivo de todos los ciudadanos.», para ro de 2013. p, 125-140. Eunomia.tirant.com.

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