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características del feudalismo

El feudalismo fue un sistema de organización política y social basado en las


relaciones entre los vasallos y los señores feudales. Este sistema se
extendió por Europa en la Edad Media desde el siglo IV hasta el siglo XV.
Durante el feudalismo el poder político fue descentralizado y se distribuían las
obligaciones desde la cúspide hasta la nobleza, y en cuanto al orden económico
y social, se basaba en la producción agrícola, se producía lo necesario, trabajo
que era realizado por los esclavos para el feudo.

A continuación, las principales características del feudalismo son las siguientes.

1. Distinción de clases sociales


Durante el feudalismo la organización social se dividía en tres grupos
principales que debían seguir las órdenes del rey.

La nobleza: estaba integrada por aquellos que eran dueños de grandes


extensiones de tierras que habían ganado como producto de sus trabajos
militares y de seguridad.
El clero: estaba formado por los representantes de la iglesia católica quienes
se encargaban de los asuntos religiosos y de regir el comportamiento de las
personas.
Los siervos: era el grupo social más pobre donde se agrupaban los
encargados, los campesinos y todos aquellos que debían cultivar las tierras,
criar animales y hacer trabajos artesanales.
El rey, por su parte, estaba por encima de estos grupos sociales.

2. Vasallaje
El vasallaje consistía en la relación que se establecía entre un hombre libre
“vasallo”, y otro hombre libre “noble”, basada en un compromiso recíproco de
obediencia y servicio por parte del vasallo, y las obligaciones de protección y
manutención por parte del noble.

En consecuencia, como forma de pago los nobles cedían una porción de sus
territorios a los vasallos, las cuales se denominaron feudos. Estas tierras eran
trabajadas y puestas a producir de manera obligatoria y gratuita por los siervos.
La finalidad de los feudos era consolidar una estrecha relación o vínculo entre
el vasallo y su señor.

Por tanto, un señor feudal podía tener tantos vasallos como quisiera según las
extensiones de sus tierras e, incluso, llegar a tener más poder que el rey.

Vea también Feudo.

3. Guerras y enfrentamientos constantes


Durante el feudalismo el poder y el control de los territorios se alcanzaban a
través de los enfrentamientos en batalla, ya que era la única manera de
obtener mayor riqueza y crecimiento económico.
El vencedor se quedaba tanto con las tierras como con los siervos del vencido,
de esta manera aumentaba su riqueza, la producción agrícola y la posibilidad
de tener más vasallos.

Ahora bien, en la época del feudalismo los matrimonios eran pactados con
anterioridad entre las familias a fin de acrecentar su poder y estatus. En
consecuencia, se dio lugar a un gran número de relaciones complejas que, a fin
de obtener más poder económico y material, justificaban las guerras para
reivindicar la dinastía de un territorio.

4. Economía en el feudalismo
A lo largo del feudalismo no existió un sistema monetario con el cual comprar o
vender algún bien o servicio, ni un sistema industrializado. Por lo tanto, la
economía se media a través de la producción de la agricultura, cría de
animales y el pago de tributos que debían hacer los siervos.

5. Pago de tributos por parte de los siervos


Durante el feudalismo se implantó el pago de tributos para el señor feudal o el
rey, el cual debían hacer los siervos, “en especie”, como pago por el derecho
de vivir en esas tierras y para financiar las labores.

Este pago se realizaba con sacos de los granos cultivados, animales de cría,
toneles de vino, tinajas de aceite, entre otros.

Los vasallos, por su parte, también debían pagar con tributos de cuotas mucho
mayores que los siervos.

Asimismo, se debe mencionar el pago del diezmo, el cual se consideraba una


contribución para el sustento del clérigo.

6. El poder del clero en el feudalismo


En el feudalismo la iglesia católica era la única institución que tenía más poder
que el rey. La autoridad de la iglesia no se cuestionaba, tanto así que se creía
que los reyes eran impuestos por Dios y por tal razón tenían un derecho divino.

Solo el Papa, como representante de Dios en la Tierra, era quien podía


sancionar o destituir al rey. Por ello, en innumerables ocasiones, era el clérigo
el que tomaba las decisiones y no propiamente el rey.

7. La cultura durante el feudalismo


Durante el feudalismo se impuso el cristianismo a través del poder influyente de
la iglesia católica, de hecho, solo quienes formaban parte del clérigo tenía
derecho a diversos conocimientos culturales.

Los nobles, por el contrario, solo podían instruirse en el área militar y de


combate. Los siervos y campesinos, generalmente, eran analfabetas y solo
practicaban y profesaban la fe cristiana.
8. Sistema social cerrado
El feudalismo también se caracteriza por haber tenido un movimiento social
cerrado, es decir, con escasas posibilidades de movilidad de clase social.
Quien nacía como siervo, sería siempre siervo.

Esto fue una consecuencia del sistema feudal para mantener la seguridad del
feudo y evitar las invasiones en caso de guerras o enfrentamientos por las
tierras.

Sin embargo, había personas que podían alcanzar un estatus mayor, por
ejemplo, un caballero con un buen record militar podía prosperar y tener
vasallos.

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