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TRATAMIENTO

El tratamiento antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el


VIH para tratar dicha infección. Las personas que reciben TAR toman una
combinación de medicamentos contra el VIH (conocida como régimen de
tratamiento contra el VIH) todos los días.

El TAR se recomienda para todas las personas con el VIH. Las personas que
tienen infección por el VIH deben empezar cuanto antes el tratamiento
antirretroviral (TAR). Dicho tratamiento no cura el VIH, pero los medicamentos
contra el VIH pueden ayudar a las personas que lo tienen a vivir una vida más
larga y sana. El TAR también reduce el riesgo de la transmisión del VIH.
Una meta importante del TAR es reducir la carga viral de una persona a un nivel
indetectable, lo cual significa que la concentración del VIH en la sangre es
demasiado baja para detectarla con la prueba de la carga viral. Las personas
seropositivas que mantienen una carga viral indetectable realmente no presentan
riesgo de transmitir la infección por el VIH a su pareja seronegativa durante las
relaciones sexuales.
Antes de empezar el TAR, las personas con el virus deben hablar con sus
proveedores de atención médica acerca de los posibles efectos secundarios de los
medicamentos contra el VIH y las posibles interacciones medicamentosas de este
tipo de productos o con otros que la persona tome.
En general, los beneficios de los medicamentos contra el VIH compensan con
creces el riesgo de efectos secundarios. Además, los regímenes más nuevos
contra el VIH causan menos efectos secundarios que los regímenes utilizados en
el pasado.

¿En qué consiste el tratamiento antirretroviral?

El tratamiento antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el


VIH para tratar dicha infección. Las personas que reciben TAR toman una
combinación de medicamentos contra el VIH (que se conoce como régimen de
tratamiento contra el VIH) todos los días.

A todas las personas con infección por el VIH se les recomienda el TAR. El TAR
no cura el VIH, pero los medicamentos contra el VIH ayudan a las personas que lo
tienen a llevar una vida más larga y sana. El TAR reduce también el riesgo de
transmisión del VIH.

¿Cómo funcionan los medicamentos contra el VIH?

El VIH ataca y destruye las células CD4 del sistema inmunitario que combaten las
infecciones. La pérdida de células CD4 le dificulta al cuerpo combatir las
infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH.

Los medicamentos contra el VIH impiden que el virus se reproduzca (se replique),
lo que reduce la concentración del VIH en el cuerpo (también llamada la carga
viral). Al tener menos concentración del VIH en el cuerpo, el sistema inmunitario
tiene más posibilidad de recuperarse. Aun cuando quede todavía algo del VIH en
el cuerpo, el sistema inmunitario está lo suficientemente fuerte como para combatir
las infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH.

Al disminuir la concentración del VIH en el cuerpo, los medicamentos contra el VIH


también reducen el riesgo de transmisión de ese virus. La meta principal del
tratamiento antirretroviral es reducir la carga viral a una concentración
indetectable. Una carga viral indetectable significa que la concentración del VIH en
la sangre es demasiado baja como para que pueda ser detectada con una prueba
de la carga viral. Las personas con el VIH que mantienen una carga viral
indetectable no tienen eficazmente riesgo alguno de transmitir el VIH a su pareja
VIH negativa a través del sexo.

¿Cuándo es hora de empezar a tomar los medicamentos contra el VIH?

Las personas con el VIH deben empezar cuanto antes el tratamiento antirretroviral
(TAR). Es especialmente importante que las personas con las siguientes
condiciones empiecen el TAR de inmediato: Embarazo, SIDA, ciertas
enfermedades y coinfecciones relacionadas con el VIH e infección temprana por el
VIH. (Infección temprana por el VIH es el período de los seis meses siguientes a la
infección.)

Lea la hoja informativa de infoSIDA titulada Cuándo empezar el tratamiento


antirretroviral para conocer más sobre por qué es importante para las personas
con estas condiciones empezar cuanto antes el TAR.

¿Qué medicamentos contra el VIH están incluidos en un régimen para el


tratamiento de la infección por el VIH?

Hay muchos medicamentos contra el VIH disponibles para regímenes para el


tratamiento contra el VIH. Los medicamentos contra el VIH están agrupados en
siete clases de medicamentos según la forma en que combaten dicha infección. El
régimen de tratamiento inicial contra el VIH por lo general incluye tres
medicamentos contra el VIH de por lo menos dos clases diferentes de
medicamentos para tratar el VIH.

La selección de un régimen para el tratamiento contra el VIH depende de varios


factores, incluso los posibles efectos secundarios de los medicamentos contra el
VIH y las posibles interacciones medicamentosas entre los medicamentos. Debido
a que las necesidades de las personas con el VIH varían, hay varios regímenes de
tratamiento del VIH para escoger.

¿Cuáles son los riesgos de tomar medicamentos contra el VIH?

He aquí algunas de las cosas que los proveedores de atención médica consultan
con sus pacientes antes de recetarles medicamentos contra el VIH.
Efectos secundarios
Algunas veces los medicamentos contra el VIH pueden causar efectos
secundarios. La mayoría de los efectos secundarios de los medicamentos contra
el VIH son manejables, pero algunos pueden ser graves. En general, los
beneficios de los medicamentos contra el VIH compensan con creces el riesgo de
efectos secundarios. Además, los regímenes más nuevos contra el VIH causan
menos efectos secundarios que los regímenes utilizados en el pasado. A medida
que siguen mejorando las opciones de tratamientos contra el VIH, las personas
tienen menos probabilidad de experimentar efectos secundarios de sus
medicamentos contra el VIH.

Los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH pueden variar


dependiendo del medicamento y de la persona que lo toma. Dos personas
tomando el mismo medicamento contra el VIH pueden tener efectos secundarios
muy diferentes. Algunos efectos secundarios, como dolores de cabeza o mareo
ocasional, tal vez no sean graves. Otros efectos secundarios, como inflamación de
la garganta y la lengua o lesión del hígado, pueden ser potencialmente mortales.
Para aprender más sobre los posibles efectos secundarios de los medicamentos
contra el VIH y cómo manejarlos, lea la hoja informativa de infoSIDA titulada
Medicamentos contra el VIH y sus efectos secundarios.

Interacciones medicamentosas
En un régimen de tratamiento contra el VIH, los medicamentos contra el VIH
pueden interactuar con otros medicamentos del mismo tipo. Pueden además
interactuar con otros medicamentos vitaminas, suplementos nutricionales y
productos herbales. Una interacción medicamentosa puede reducir o aumentar el
efecto del medicamento sobre el cuerpo. Las interacciones medicamentosas
pueden también causar efectos secundarios indeseados.

Resistencia a los medicamentos


Cuando el VIH se reproduce en el cuerpo, sufre algunas veces una mutación
(cambia de forma) y se modifica. Las variaciones del VIH que aparecen mientras
la persona toma medicamentos contra el VIH pueden producir cepas del virus
resistentes al medicamento. Los medicamentos contra el VIH que previamente
controlaban el VIH de una persona no son eficaces contra el nuevo VIH resistente
al medicamento. En otras palabras, el VIH de la persona continúa
reproduciéndose.

El incumplimiento de un régimen de tratamiento contra el VIH—no tomarse los


medicamentos contra el VIH todos los días exactamente como se los recetaron—
aumenta el riesgo de resistencia al medicamento y fracaso del tratamiento.
LABORATORIOS

En general, realizar pruebas para detectar el virus de la inmunodeficiencia humana


(VIH) es un proceso de 2 pasos que incluye un examen de detección y pruebas de
control.

Forma en que se realiza el examen


Las pruebas de VIH se pueden realizar con:

Sangre extraída de una vena


Una muestra de sangre obtenida pinchando un dedo
Un hisopo con una muestra de saliva
Una muestra de orina

EXÁMENES DE DETECCIÓN

Estos exámenes verifican si usted ha resultado infectado con VIH. Los exámenes
más comunes se describen a continuación.

Una prueba de anticuerpos (también llamada inmunoanálisis) busca anticuerpos


para el virus del VIH. Su proveedor de atención médica puede solicitar que le
realicen esta prueba en un laboratorio. También es posible hacerla en un centro
de pruebas o puede utilizar un kit para hacerla en casa. Estos exámenes pueden
detectar anticuerpos a partir de unas cuentas semanas luego de ser infectado con
el virus. Los exámenes de anticuerpos se pueden llevar a cabo utilizando:

Sangre: este examen se realiza extrayendo sangre de una vena o con un pinchazo
en el dedo. Los análisis de sangre son los más precisos debido a que la sangre
tiene un nivel más alto de anticuerpos que los demás fluidos corporales.
Fluido oral: este examen busca anticuerpos en las células de la boca. Se realiza al
pasar un hisopo por las encías y el interior de las mejillas. Este examen es menos
preciso que el análisis de sangre.
Orina: este examen busca anticuerpos en la orina. Esta prueba también es menos
precisa que el análisis de sangre.
La prueba de antígeno analiza su sangre en busca de un antígeno del VIH llamado
p24. Cuando usted es infectado originalmente con el VIH y antes de que su cuerpo
tenga la oportunidad de producir anticuerpos para el virus, su sangre tiene un alto
nivel de p24. El examen de antígeno p24 es preciso de 11 días a 1 mes después
de ser infectado. Este examen por lo regular no se utiliza por sí solo para detectar
una infección con VIH.

Una prueba sanguínea de antígeno-anticuerpo busca niveles tanto de anticuerpos


para el VIH como del antígeno p24. Este examen puede detectar el virus tan solo
3 semanas después de ser infectado.
EXÁMENES DE SEGUIMIENTO

El análisis de seguimiento también se conoce como prueba confirmatoria.


Generalmente se realiza cuando la prueba de detección tiene un resultado
positivo. Múltiples tipos de exámenes se pueden utilizar para:

Detectar el virus
Detectar anticuerpos con mayor precisión que en las pruebas de detección
Diferenciar entre los 2 tipos de virus, el VIH-1 y el VIH-2
Preparación para el examen
No se necesita ninguna preparación.

Lo que se siente durante el examen


Cuando se toma una muestra de sangre, algunas personas sienten un dolor
moderado. Otras solo sienten un pinchazo o picadura. Posteriormente, puede
haber algo de sensación pulsátil o un hematoma leve. Esto desaparece poco
después.

El hisopo oral y la muestra de orina no presentan ninguna molestia.

Razones por las que se realiza el examen


Las pruebas para la infección por VIH se realizan por muchas razones, entre ellas
para:

Personas que deseen hacerse la prueba


Personas en grupos de alto riesgo (hombres que tienen sexo con hombres,
usuarios de drogas inyectables y sus parejas sexuales, al igual que trabajadores
sexuales)
Personas con ciertas afecciones e infecciones (como el sarcoma de Kaposi,
neumonía por Pneumocystis jirovecii)
Mujeres embarazadas para ayudar a evitar que transmitan el virus al bebé
Resultados normales
Un resultado negativo en el examen es normal. Sin embargo, las personas con
infección temprana por VIH pueden tener un resultado negativo en el examen.

Significado de los resultados anormales


Un resultado positivo en la prueba de detección no confirma que la persona tenga
la infección por VIH. Se necesitan más pruebas para confirmar una infección por
VIH.

Un resultado negativo en los exámenes no descarta la infección por VIH. Existe un


espacio de tiempo, llamado período silente, entre la infección por VIH y la
aparición de anticuerpos anti-VIH. Durante este período, es posible que los
anticuerpos y el antígeno no se puedan medir.
Si una persona tuviera la infección aguda o la infección primaria por VIH y
estuviera en el período silente, un examen negativo no descartaría dicha infección.
Se necesitan pruebas de control para diagnosticar VIH.

Riesgos
Con los análisis de sangre, las venas y las arterias varían de tamaño de una
persona a otra y de un lado del cuerpo a otro. Obtener una muestra de sangre de
algunas personas puede ser más difícil que de otras. Otros riesgos asociados con
la extracción de sangre son leves, pero pueden incluir:

Sangrado excesivo
Desmayo o sensación de mareo
Hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel)
Infección (un riesgo leve cada vez que se presenta ruptura de la piel)
Los hisopos orales y los análisis de orina no presentan riesgos.

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