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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS UNIVERSITARIOS


DEPARTAMENTO DE EDUCACION Y EXTENSIÓN
DIVISIÓN DE SEGURIDAD Y PREVENCIÓN
MODULO INCENDIOS DE ESTRUCTURAS

AGENTES EXTINGUIDORES

Realizado por:

Bro. Joaquín E. Rangel C.


CIUDAD UNIVERSITARIA, NOVIEMBRE DE 1994

AGENTES EXTINGUIDORES.

Son aquellas sustancias que al ser aplicadas a un material incendiado, interactúan con el
fuego, y lo combaten eficazmente.

EL AGUA.

Las propiedades físicas más importantes que hacen del agua un excelente agente
extinguidor son los siguientes:

-A temperatura ambiente es un líquido pesado y relativamente estable.


-Cuando el agua pasa de líquido a vapor, su volumen, a presión atmosférica,
aumenta1.600 veces aproximadamente. Este gran volumen de agua (vapor saturado) desplaza un
volumen igual de aire alrededor del fuego, reduciendo por ello el volumen de aire (oxígeno)
disponible para mantener la combustión.
-Es económica y no tóxica.
-Absorbe gran cantidad de calor.

Propiedades Extintoras.

La extinción de un fuego sólo se consigue si se aplica un agente efectivo en el punto


donde se produce la combustión. El método más empleado ha sido dirigir un chorro compacto de
agua desde una distancia segura hacia la base del fuego. Sin embargo, un método más eficaz
consiste en aplicar agua en forma pulverizada.

La aplicación de agua pulverizada se basa en los siguientes principios:

-La velocidad de transmisión de calor es proporcional a la superficie expuesta de un


líquido. Para un volumen dado de agua, la superficie aumenta drásticamente si el agua se
convierte en gotas.
-La velocidad de transmisión de calor depende de la diferencia de temperatura entre
el agua y el material en combustión o el aire que le rodea.
-La velocidad de transmisión de calor depende del contenido de vapor en el aire,
especialmente en cuanto a la propagación del fuego.
-La capacidad de absorción de calor del agua depende de la distancia recorrida y de
su velocidad en la zona de combustión.
Un método frecuentemente empleado para prevenir la inflamación de materiales
combustibles consiste en humedecerlos, de forma que se necesita más tiempo para que ardan,
debido a que el agua deberá evaporarse antes que se calienten lo suficiente para arder.
El mecanismo de extinción del agua es mediante el enfriamiento, sofocación,
emulsionamiento y dilución.
En aquellos casos en los que la combustión de un material libere oxígeno, el efecto de
sofocación no es posible.

Extinción por emulsionamiento​.

Se logra una emulsión cuando se agitan juntos dos líquidos inmiscibles y uno de ellos
se dispersa en el otro. La extinción por este procedimiento se logra aplicando agua a
determinados líquidos viscosos inflamables, ya que el enfriamiento de la superficie de dichos
líquidos impide la emisión de vapores inflamables.
Debe tenerse cuidado si el procedimiento se aplica a líquidos con cierta profundidad,
porque la espumación puede producir el derrame del líquido ardiendo por fuera del recipiente
contenedor. Debe evitarse el empleo de chorros que producirían espumaciones violentas.

Extinción por dilución​.

Los fuegos de materiales inflamables hidrosolubles pueden extinguirse en algunos


casos por dilución. El porcentaje de dilución varía ampliamente, al igual que el volumen de agua
y tiempo necesario para la extinción. El peligro de rebose, debido a la gran cantidad de agua que
se requiere, y el de la espumación, si se mezcla alcanza la temperatura de ebullición, hasta que
esta forma de ebullición sea escasamente efectiva.

Conductividad Eléctrica del Agua​.

El agua en estado natural contiene impurezas que la hacen conductora de electricidad.


Si el agua se aplica a incendios con aparatos eléctricos en funcionamiento, el usuario, puede
recibir una descarga a través de ella, sobre todo si se trata de instalaciones de alta tensión. Los
agentes Extinguidores de tipo espumante son muy conductores de electricidad.

Incendios de líquidos Inflamables y Combustibles​.

La utilización de agua sobre incendios de productos derivados del petróleo se puede


explicar como sigue:

Como agente extinguidor el agua se puede usar para:


-Cortar el desprendimiento de vapor de la superficie de derivados del petróleo con
alto punto de combustión, y con ello extinguir el incendio.
-Proteger a los bomberos de las llamas y del calor radiante cuando vayan a realizar
trabajos cerca del incendio.
-Proteger las superficies expuestas a llamas; más eficaz cuando la superficie está por
encima de los 100ºC.

Como herramienta mecánica, una corriente de agua puede trabajar a distancia para:
-Controlar fugas.
-Dirigir el flujo de un producto derivado de petróleo para prevenir su ignición, o
dirigir el incendio a una zona donde causará menos daños.

Como un medio que puede desplazar, el agua se puede usar para:


-Hacer flotar el aceite por encima de la fuga de un depósito, bien antes o durante un
incendio.
-Cortar el escape de combustible bombeándole hacia una tubería para fugas por
encima de la misma.

Limitaciones en su uso​.

En los casos siguientes es preciso prohibir en forma absoluta la utilización de agua,


pues de ello resultarán peligros suplementarios muchos más graves.

-De manera general, el empleo de un chorro liso con un pitón de más de ½ de


diámetro de salida, a menos de 4 m de un foco de incendio, provoca proyección de materias
incandescentes.
-Lo mismo ocurre cuando se atacan fuegos de líquidos inflamables, cualquiera que
sea el diámetro de salida del pitón y la distancia al foco del fuego.
-El chorro liso y cualquier exceso de agua sobre los líquidos inflamados provoca un
fuerte desprendimiento de vapor y una ebullición seguida de desbordamiento de los depósitos.
Los líquidos inflamables pueden ser arrastrados por el agua hacia otros lugares:
canalizaciones de desagüe, cajas de escaleras, sótanos, etc. Puede resultar de ello una extensión
del incendio y peligros de explosión.
-Lo mismo puede decirse de los polvos inflamables, tales como polvos de metales,
madera, carbón, azúcar, polvo en los techos y edificios destinados a almacenes, polvo de pulida,
etc. El chorro sólido levanta nubes de estos polvos y crea riesgos de explosión.
-La proyección de agua en los locales reducidos que contengan importantes masas de
materiales en ignición provoca una abundante formación de vapor que puede provocar
quemaduras graves.
-En el caso de materias absorbentes, como la celulosa o el papel, se produce un fuerte
aumento de carga sobre los pisos, con riesgo de hundimiento.
-A esto se agregan los riesgos de disociación de los elementos de la construcción
cuando se trate de materiales que se hinchan, tales como legumbres secas, granos yute, etc.
-Bajo el efecto de las temperaturas elevadas que reinan sobre las masas en
incandescencia, por encima de los 1.000ºC, el agua se disocia en sus elementos constitutivos:
hidrógeno y oxígeno. El oxígeno liberado activa el fuego y el hidrógeno forma con el aire una
mezcla violentamente explosiva. Este es el caso de los fuegos que interesan metales o aleaciones
ligeras en forma de virutas, láminas, polvos, etc. Por ejemplo, en los talleres de torneado.
-Enfriados bruscamente por el agua, los elementos de construcción en piedra natural o
fundición, sobrecalentados por el incendio estallan, lo que produce un riesgo de hundimiento.
-Como regla general, no se debe utilizar agua en materiales como carburos,
peróxidos, etc., debido a que al reaccionar, pueden desprender gases inflamables y calor. Cuando
se les humedece, algunos materiales, como la cal viva, se calentarán espontáneamente durante
cierto tiempo si no se pudiera disipar el calor debido a las condiciones de almacenaje.
-No se debe usar agua en incendios relacionados con metales combustibles, como
magnesio, titanio, sodio metálico, hafnio, o metales que son combustibles bajo ciertas
condiciones, tales como el calcio, el zinc y el aluminio.
-El agua no se debe usar continuadamente en metales radioactivos. Los requisitos de
protección contra incendios para metales radiactivos van de acuerdo con sus contrapartidas no
reactivas (con fines prácticos, la radiactividad no influye ni es influenciada por las propiedades
de incendio del metal). El control de una corriente de agua contaminada es un factor que
complica la utilización del agua sobre este tipo de metales.

LAS ESPUMAS.

Las espumas como agente extinguidota consisten en una masa de burbujas rellenas de
gas, que se forman a partir de soluciones acuosas de agentes espumantes de distintas fórmulas.
Puesto que la espuma es más ligera que la solución acuosa de la que se forma y más ligera que
los líquidos inflamables o combustibles, flota sobre éstos, produciendo una capa contínua de
material acuoso que desplaza el aire, enfría en impide el desprendimiento de vapor con la
finalidad de detener o prevenir la combustión.
La espuma se produce al mezclar un concentrado espumante con agua en
concentración adecuada, aireando y agitando la solución para formar capas fuertemente
resistentes al calor por encima de la superficie de los líquidos incendiados, incluso en superficies
verticales. Otras espumas son más delgadas pero se extienden más rápidamente. Otras producen
una película que detiene el paso del vapor por medio de una solución acuosa superficialmente
activa. Otras sirven para producir grandes volúmenes de celdillas de gas húmedo para inundar
superficies y ocupar totalmente los espacios.
Las espumas se definen por su relación de expansión, la cual es la relación del
volumen de espuma final en relación con el volumen de la solución de espuma original antes de
añadir aire. Quedan arbitrariamente subdivididas en tres grupos:

-Espuma de baja expansión, cuta relación de expansión es de 20:1.


-Espuma de media expansión, cuya relación va desde 20 hasta 200:1.
-Espuma de alta expansión, cuya relación va desde 200 hasta 1.000:1.

Tipos de Espumas​.

Las espumas contra incendios se clasifican según su medio de generación en espumas


químicas y espumas mecánicas.

Espumas Químicas​.

Se forman por la reacción en medio acuoso de dos sales, sulfato de aluminio y


bicarbonato de sodio, al cual se agrega un estabilizador en forma de gelatina de hidróxido de
aluminio. La espuma se forma por la generación de gas de anhídrido carbónico que queda
atrapado en las burbujas de la solución espumante.
A altas temperaturas las burbujas se destruyen fácilmente, mientras que a bajas
temperaturas su formación es demasiado lenta. La espuma química no puede ser transportada a
través de tuberías o de cualquier sistema que requiera presiones moderadas, pues esto implica la
destrucción de las burbujas.
Las espumas químicas han quedado obsoletas debido al menor costo y mayor
facilidad de mantenimiento de los concentrados líquidos espumantes.

Espumas Mecánicas​.

Se obtienen exclusivamente por medios mecánicos, y se deben a la creación de


corrientes turbulentas en el seno de una solución mediante la llegada de aire y la adición de un
agente espumante concentrado al agua. Las espumas mecánicas pueden ser de dos tipos:
proteínicas y sintéticas. Las primeras son el resultado de concentrados de líquidos hidrolizados
(concentrados proteínicos de plumas, huesos, pezuñas, etc., + agua) y las segundas están
compuestas sobre una base de detergentes y aditivos.

Uso y Limitaciones de las Espumas​.

La espuma de baja expansión va dirigida a extinguir fuegos causados por derrames de


líquidos inflamables o combustibles o fuegos de depósitos, mediante la formación de una capa
coherente refrigerante. La espuma es el único agente extinguidor permanente que se aplica para
fuegos de este tipo. Su aplicación permite extinguir fuegos de manera progresiva. Una capa de
espuma que cubra la superficie de un líquido es capaz de impedir la transmisión de vapor durante
algún tiempo, dependiendo de su estabilidad y espesor. Cuando los derrames de combustible se
cubren con espuma dejan rápidamente de ser peligrosos.
Pueden emplearse para reducir o detener la producción de vapores inflamables
procedentes de líquidos o sólidos que no ardan. También pueden usarse para llenar cavidades o
recintos donde pueden haberse acumulados gases tóxicos o inflamables.
Las espumas de alta expansión pueden emplearse para llenar recintos, tales como
zonas de sótanos o bodegas de barcos, donde resulta difícil o imposible llegar al incendio.
Las soluciones de espuma son conductoras, por lo que no es recomendable su uso en
fuegos clase C.
Con el objeto de que la espuma sea eficaz, deben aplicarse los siguientes criterios
para líquidos peligrosos:

-El líquido ha de estar por debajo de su punto de ebullición a presión y temperatura


ambientales.
-Debe tenerse cuidado al aplicar espuma en líquidos con una temperatura general
mayor a 100ºC. A éstas temperaturas de combustible, las espumas forman una emulsión de
vapor, aire y combustible. Esto puede generar que el volumen se cuadruplique cuando se aplique
a un depósito incendiado, y con el peligro que se produzcan efectos tales como espumación o se
vierta el líquido inflamado.
-El líquido no debe mostrarse destructivo con la espuma empleada ni tampoco la
espuma debe ser altamente soluble.
-El líquido no debe ser reactivo con el agua.
-El fuego debe ser horizontalmente superficial.

Propiedades y Porcentajes​.

Para obtener espumas se requiere contar con tres elementos: agua, concentrado
espumógeno y aire. Los tres elementos señalados actúan en dos etapas; la primera llamada
inducción: contempla la mezcla del agua y el concentrado; y la segunda llamada generación,
resultante de la introducción del aire a la mezcla de los dos elementos anteriores, generando la
espuma.
Generalmente se materializa el proceso de la inducción mediante el uso de un
premezclador (inductor), elemento básico en el llamado “principio de Venturi”, por el cual la
presión interior del equipo es menor que la del aire atmosférico, permitiéndole aspirar al
espumógeno desde el respectivo bidón, por intermedio de la manguera de enlace entre ambos. Se
le define como un dispositivo que permite juntar en una proporción determinada, agua y
concentrado.
La etapa de generación emplea el mismo sistema Venturi, lográndose por medio de
un pitón especial, que tiene aberturas para lograr el efecto señalado. Su rol es agregar aire a la
solución resultando de ello la espuma.

Dos elementos son fundamentales en el citado análisis: la concentración y la


expansión. El primer concepto está referido a la cantidad de espumógeno concentrado que debe
emplearse; la expansión nos determina el volumen de aire inyectado en cada volumen del
concentrado. Por ejemplo, una espuma del 3% significa 97 partes de agua y 3 de espumógeno.

EL ANHÍDRIDO CARBÓNICO (CO​2​).

El anhídrido carbónico (CO​2​) se ha venido empleando durante muchos años para la


extinción de fuegos de líquidos inflamables, gases, aparatos eléctricos bajo tensión y, en menor
medida, contra fuegos de combustibles sólidos, tales como papel, tejidos, y otros materiales
celulósicos. El CO​2 extingue eficazmente el fuego de la mayoría de los materiales combustibles,
excepto en el caso de unos pocos metales activos e hidruros metálicos y en materiales que, como
en el caso del nitrato de celulosa, contienen oxígeno disponible.

Propiedades del Dióxido de Carbono​.

El anhídrido carbónico posee varias propiedades que lo convierten en un agente útil


para la extinción de incendios. El anhídrido carbónico no es combustible y no reacciona con la
mayor parte de las sustancias, y proporciona su propia presión para descargarlo del extintor o del
cilindro donde se almacena. Puesto que el anhídrido carbónico es un gas, puede penetrar y
repartirse por todas las zonas del área incendiada; en forma de gas o como sólido finamente
dividido llamado “hielo seco”, no conduce a la electricidad y puede usarse contra fuegos clase C.
El CO​2​ no deja residuos, eliminando la necesidad de limpieza del agente.

Propiedades de Descarga​.
Una descarga típica del dióxido de carbono líquido posee una apariencia de nube
blanca. Debido a la baja temperatura se produce alguna condensación del vapor de agua de la
atmósfera, provocando una niebla adicional, que persiste hasta algún tiempo después de que las
partículas de hielo seco se han depositado o sublimado. El efecto de enfriamiento del hielo seco
es generalmente beneficioso para reducir las temperaturas después de un fuego; sin embargo,
cuando se trata de proteger equipos muy sensibles a la temperatura, deben evitarse los impactos
directos de fuertes descargas.

Densidad del Vapor​.

El CO​2 tiene una densidad 1 ½ veces superior al aire a la misma temperatura. La


descarga fría tiene una densidad mucho mayor, lo cual explica su capacidad para reemplazar al
aire por encima de las superficies en ignición y mantener una atmósfera sofocante. Cualquier
mezcla de CO​2 y aire es, por supuesto, más pesada que el aire a la misma temperatura. Como
resultado, el aire que contenga la concentración más elevada de CO​2 permanece en el nivel
inferior mientras que la concentración más baja permanece arriba.

Toxicidad​.

Aunque el anhídrido carbónico es sólo ligeramente tóxico, puede producir la pérdida


del conocimiento e incluso la muerte cuando se encuentra en las concentraciones que existen en
las operaciones de lucha contra el fuego. La acción en este caso se debe más a la asfixia que al
efecto tóxico mismo del anhídrido carbónico. La máxima concentración que pueden soportar la
mayor parte de las personas sin perder el conocimiento es de 9% durante unos pocos minutos. La
respiración de una concentración más alta podría dejar imposibilitada a una persona casi
inmediatamente.

Propiedades de Extinción del CO​2​.

El anhídrido carbónico es un eficaz agente extinguidor, principalmente porque reduce


el contenido de oxígeno en la atmósfera, mediante dilución, hasta un punto en que no puede
continuar la combustión. En condiciones adecuadas de control y aplicación, resulta también
beneficioso el efecto refrigerante, sobre todo cuando se aplica directamente sobre el material que
arde.

Limitaciones del CO​2​ como Agente Extinguidor​.

El empleo del dióxido de carbono en fuegos clase A se encuentra limitado


fundamentalmente debido a la reducida capacidad de enfriamiento, ya que las partículas de hielo
seco no humedecen ni penetran; y en segundo lugar, a recintos inadecuados para mantener una
atmósfera de extinción.
Frecuentemente se extinguen fuegos de combustibles líquidos mediante descarga
directa sobre el material ardiendo.
El CO​2 no es un agente extinguidor eficaz contra fuegos de productos químicos que
dispongan de su propio suministro de oxígeno, tales como nitrato de celulosa. Los fuegos de
metales reactivos como el sodio, potasio, magnesio, titanio y circonio y los hidruros metálicos,
no pueden extinguirse con CO​2​, ya que éstos descomponen el dióxido de carbono.
El dióxido de carbono no deberá ser utilizado en lugares normalmente ocupados a no
ser que se tomen las debidas medidas para garantizar la evacuación antes que se produzca la
descarga.

POLVOS QUÍMICOS SECOS (PQS).

El polvo químico seco es una mezcla de polvos que son reconocidos como agentes
extinguidores efectivos para la extinción de fuegos y líquidos inflamables y algunos tipos de
equipo eléctrico. Los términos “polvo regular” y “polvo ordinario” se refieren, generalmente, a
los polvos clasificados para su empleo contra fuegos de clase B o de clase C. El término “polvo
polivalente” se refiere a los polvos que están homologados para su empleo contra fuegos de clase
A, B y C. El polvo seco normal está limitado a aplicaciones para la extinción de fuegos
superficiales con llama de los materiales combustibles sólidos; pero para apagar los fuegos
incandescentes profundos se necesita el empleo de agua. El polvo polivalente puede emplearse
contra fuegos líquidos inflamables, de equipos eléctricos bajo tensión y de materiales sólidos.

Propiedades Físicas de los Polvos Químicos Secos​.

Los principales productos básicos que se emplean en la producción de polvos secos


actualmente disponibles son: bicarbonato sódico, bicarbonato potásico, cloruro potásico,
bicarbonato de urea-potasio y fosfato monoamónico. Estos productos se mezclan con varios
productos aditivos para mejorar sus características de almacenamiento, fluencia y de repulsión al
agua.
Los polvos secos son estables , tanto a temperaturas bajas como normales. Sin
embargo, se recomienda una temperatura máxima de almacenamiento de 49ºC.; temperaturas de
hasta 66ºC son aceptables para duraciones muy breves. A temperaturas de incendio, los
compuestos activos se disocian o descomponen mientras cumplen su función de extinción.
Resulta de extrema importancia el peligro causado por la mezcla indiscriminada de los distintos
polvos químicos. En ningún caso deben mezclarse distintos polvos secos cuando se recargue el
equipo.
Los ingredientes que se emplean actualmente en los polvos secos no son tóxicos. Sin
embargo, la descarga de grandes cantidades puede causar algunas dificultades temporales de la
respiración durante e inmediatamente después de la descarga, y pueden interferir gravemente con
la visibilidad.

Propiedades Extintoras​.

El mecanismo de la acción extintora del polvo seco no se conoce con exactitud. La


sofocación, el enfriamiento y la obstrucción de la radiación contribuyen a la eficacia extintora de
estos productos, pero los estudios realizados sugieren que la acción de rotura de la cadena en la
llama puede ser la causa principal de extinción.
Cuando se descargan los polvos polivalentes contra combustibles sólidos incendiados,
el fosfato monoamónico se descompone por el calor, dejando un residuo pegajoso (ácido
metafosfórico) sobre el material incendiado. Este residuo aísla el material incandescente del
oxígeno, extinguiendo así el fuego e impidiendo su re ignición.
No se puede demostrar que la acción enfriadora de los polvos secos sea una razón
importante que explique su capacidad para extinguir rápidamente los fuegos.
La descarga del polvo seco produce una nube de polvo que se interpone entre la llama
y el combustible. Esta nube separa el combustible de una parte del calor radiado por la llama.

Usos y Limitaciones​.

Los polvos secos se usan principalmente para extinguir fuegos de líquidos


inflamables. Por ser eléctricamente no conductores, pueden ser usados para extinguir fuegos
clase C. Debido a que estos agentes extinguen las llamas, los polvos secos se emplean sobre
fuegos clase A. Sin embargo, siempre que se empleen estos agentes contra fuegos clase A, de
tipo superficial, deben ser complementados con agua pulverizada para apagar las brasas
incandescentes o cuando el fuego profundiza por debajo de la superficie.
Estos polvos no producen atmósferas inertes duraderas por encima de la superficie de
los líquidos inflamables, por lo que su empleo no da como resultado una extinción permanente si
las fuentes de re ignición continúan estando presentes.
No deben emplearse polvos secos en instalaciones donde se encuentren contactos
eléctricos delicados, tales como en centrales telefónicas, puesto que en estas instalaciones las
propiedades aislantes de los polvos secos pueden inutilizar el equipo. Debido a la ligera
corrosividad de los polvos secos, deben eliminarse de las superficies no dañadas lo más pronto
posible después de extinguido el fuego.
Los polvos secos normales no extinguen fuegos que profundicen por debajo de la
superficie; tampoco extinguen los fuegos de los materiales que se alimentan de su propio
oxígeno para arder.
Los polvos secos pueden ser incompatibles con las espumas mecánicas, a no ser que
los polvos secos se hayan preparado antes para que sean aceptablemente compatibles.

SISTEMAS Y AGENTES HALOGENADOS​.

Los agentes extinguidores halogenados son hidrocarburos en los que uno o más
átomos de hidrógeno han sido sustituidos por átomos de halógeno: flúor, cloro, bromo y yodo.
La sustitución confiere no solo ininflamabilidad, sino también propiedades extintoras de llama a
muchos de los compuestos resultantes.

Clasificación y Composición Química​.

Los agentes extintores halogenados se conocen con el nombre de halones. El sistema


de nomenclatura consiste en una cifra de cuatro o cinco dígitos. El primer dígito de la cifra
representa el número de átomos de carbono de la molécula compuesta; el segundo, el número de
átomos de flúor; el tercero, el número de átomos de cloro; el cuarto, el número de átomos de
bromo; y el quinto, el número de átomos de yodo, si los hay.
En este sistema no se expresan los dígitos terminales: el bromotrifluorometano
(BrCF​3​), por ejemplo, se denomina halón 1301, porque su formula química contiene un átomo de
carbono, tres átomos de flúor, un átomo de bromo y ningún átomo de yodo.
La sustitución de un átomo de hidrógeno en un hidrocarburo por alguno de estos tres
elementos influye en las propiedades del compuesto de la siguiente forma:

Flúor​: Confiere estabilidad al compuesto, reduce la toxicidad, reduce el punto de


ebullición y aumenta la estabilidad térmica.
Cloro​: Confiere eficacia en la extinción de incendios, aumenta el punto de ebullición,
aumenta la toxicidad y reduce la estabilidad térmica.
Bromo​: Igual que el cloro, pero en mayor grado.

Debido a que son gases o líquidos que se vaporizan rápidamente en los fuegos, los
halones no dejan residuos corrosivos o abrasivos después de su empleo. No son conductores de
la electricidad y poseen alta densidad en estado líquido, lo que permite el empleo de
contenedores de almacenamiento compactos. Las áreas de mayor uso son la protección de
equipos eléctricos o electrónicos, de motores de vehículos aéreos o terrestres y otras áreas donde
es importante la rápida extinción o donde debe reducirse al mínimo el daño a equipos o
materiales o la limpieza después de su empleo.

Características Extintoras​.

El mecanismo de extinción de los agentes halogenados no está totalmente claro. Sin


embargo, existe sin duda una reacción química que interfiere en el proceso de combustión.
Actúan eliminando los elementos químicos activos que intervienen en las reacciones en cadena
de la llama. Aunque todos los halógenos son activos de esta manera, el bromo es mucho más
efectivo que el cloro o el flúor.

Efectos Corrosivos, Contaminantes, Tóxicos e Irritantes​.

Los agentes flourados de uso actual son químicamente más estables y ni el halón
1301 ni el halón 1211 ni el 2402 ejercen una acción corrosiva importante sobre los metales de
construcción de uso común.
Científicamente se ha demostrado que las emisiones a la atmósfera de los productos
halogenados afectan negativamente la capa de ozono, y que los halones tienen un potencial de
agotamiento de Ozono (ODP) que varía entre 3 y 10. La destrucción del ozono estratosférico
permite el ingreso al planeta de mayor cantidad de radiación ultravioleta, causante de efectos
tales como cáncer en la piel, cataratas, debilitamiento del sistema inmunológico y perturbación
de las cadenas tróficas del medio marino. Esta situación es preocupante, debido a la creciente
utilización de los halones y a que el 30% de la producción anual de los mismos se descarga a la
atmósfera cada vez que se realizan pruebas de equipos, entrenamientos, mal funcionamiento,
falsas alarmas o activación errónea del sistema contra incendios.
En 1987 se firmó el protocolo de Montreal con el objetivo de reducir la producción y
el consumo de clorofluorocarbonados (CFC) y de los halones a nivel mundial. Este protocolo ha
originado que los productores principales de halón establecieran planes para no fabricar dicho
producto para fines de este siglo, lo cual implica que los productos halogenados no estarán
disponibles en las cantidades requeridas ene. Corto plazo, ni a los precios razonables actuales. En
este convenio participa Venezuela, que debe controlar y mantener el consumo anual per cápita de
halones por debajo de 0,3 kilogramos en los próximos 10 años.
Las exposiciones de personas al halón 1301 y al halón 1211, dependiendo de la
concentración y del tiempo de exposición, pueden ocasionar mareos, anestesia leve y sensación
de pérdida del conocimiento. No se ha demostrado experimentalmente que los halones generen
efectos mutagénicos o tetatógenos.

AGENTES EXTINGUIDORES PARA METALES COMBUSTIBLES​.

Existen varios metales combustibles. Algunos arden al calentarse a altas temperaturas


por fricción o por exposición a un calor externo; otros arden al humedecerse o por reacción con
otros materiales.
Los riesgos durante el control o la extinción completa de los fuegos de metales
incluyen las temperaturas extremadamente altas, las explosiones de vapor, los productos tóxicos
de la combustión, la reacción explosiva con algunos agentes extinguidores comunes, la
descomposición de algunos agentes extinguidores con la liberación de gases combustibles o de
productos tóxicos de la combustión, y la radiación peligrosa en el caso de ciertos materiales
nucleares. Algunos agentes desplazan oxígeno, especialmente en espacios cerrados. Por lo tanto,
es aconsejable el uso de equipos de protección personal adecuados.
Algunos agentes que son eficaces contra otras clases de fuegos deben evitarse; como
en el caso de fuegos clase D, porque pueden originar reacciones violentas, como en el caso del
agua con el sodio y agentes halogenados con fuegos de magnesio.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA​.

Nacional Fire Protection (1986). ​Manual de Protección contra Incendios​. EE.UU.,


Editorial Mapfre, 3era. Edición en Castellano.

Ybirma, Luis (1986) ​Agentes Extinguidores​, Caracas.

Colegio de Ingenieros de Venezuela (1985). ​Seguridad y Protección contra


Incendios, ​Caracas.

Gil, Nilgen (1993). ​Norma Venezolana Halón, Guía de Usos Esenciales​, material
de apoyo de la 2da. Conferencia Internacional sobre “Sistemas y Tecnologías de Prevención de
Incendios. Caracas.

Junta Nacional de Cuerpo de Bomberos (1987). ​Las Espumas. Historia,


Clasificación, Empleo​. Colección de manuales técnicos. Chile.
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