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Encuentro n°: Fraternidad: Fecha:

“Dios Padre Creador. El HOMBRE centro de su Creación”.


Objetivos:
● Reconocer a Dios como Creador y al hombre como centro de su creación.
● Asumir nuestra responsabilidad hacia la creación que Dios nos otorgó, cuidando el medio ambiente.

“Altísimo, omnipotente, buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A tí
solo, Altísimo, corresponden, y ningún hombre es digno de hacer de ti mención...”

Cuando miramos el mar, las montañas, las selvas, cuando vemos las estrellas del cielo, el sol, la luna ¿qué
pensamos? ¿De dónde vienen estas maravillas? Dios es el único Ser que puede crear de la nada. Por tanto, la creación
sólo puede venir de Dios. La creación es el fundamento de “todos los designios salvíficos de Dios”, es el comienzo de
la historia de la Salvación que culmina en Cristo.
En el relato de la Creación que nos presenta la Biblia vemos que Dios creó directamente el universo y todo lo que
éste contiene. Allí se presenta su obra creadora, que se despliega a lo largo de siete días, (recordemos que es
metafórico el tiempo, Dios No tiene tiempo) En seis días lleva a término la creación y el séptimo día, el sábado,
descansa.
Leemos Génesis 1, 1-31.

Dios TODO LO HIZO DE PALABRA y con su ESPÍRITU le dio VIDA. No necesitó ningún material como lo necesitamos
nosotros, por eso decimos que Dios creó de la NADA. Su PALABRA ERA CREADORA. La creación es la PRIMERA PALABRA
DE DIOS. Crea todo por amor, se lo entregó al hombre y le preparó el mundo para que éste lo habite.
Leemos Mt 24, 35.

Dios hizo al hombre a SU IMAGEN Y SEMEJANZA. Lo hizo partícipe de su amor, capaz de AMAR, de PENSAR,
DIALOGAR, REZAR, REIRSE.
Le da al hombre el poder de dar nombre a TODO LO CREADO, es decir, pone todo bajo nuestros pies para que lo
cuidemos y disfrutemos.
El dominio que le dio al hombre sobre el mundo, no es un dominio despótico, depredador, para que haga todo lo
que se le ocurra. Es un dominio señorial como COCREADORES DE LA NATURALEZA JUNTO A ÉL, para beneficiarnos de
la creación, por medio del trabajo, para cuidarla y acrecentarla. Tenemos la obligación de preservar el medio ambiente
y desarrollarlo para las futuras generaciones: nuestros hijos, nuestros nietos…Nos creó como centro del universo
Leemos Salmo 8, 4-9 y Mt 10, 29-30.

Hay una oración hermosa que representa las verdades de nuestra FE: EL CREDO. En la primera parte se toma a DIOS
COMO CREADOR: “Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra…”. Cuando hablamos de la
creación de nuestro Padre, no podemos dejar de referirnos a aquel joven que vivió en armonía con la naturaleza y así
también con el hombre. ¿Quién es este joven? Francisco de Asís, “Patrono de la Naturaleza”. De ser hijo de un rico
comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. Su
vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera.

La actitud fraterna de Francisco ante el hombre y los seres de la naturaleza nace y se fundamenta en una raíz y
sensibilidad religiosa profunda, que le lleva a una comunión intensa con las criaturas, comprendiendo que todos los
seres son hermanas y hermanos nacidos del mismo amor CREADOR. Si Dios es Creador y Padre, cada uno de nosotros
somos hermanos de cada ser que hay en la creación…y Dios cuidó de nosotros.
Leemos Lc 12, 22-27.
¿Por qué es Patrono de la Naturaleza reconocido por los ecologistas? Fue el Papa Juan Pablo II que, en una “Bula”
especial, declaró al Santo de Asís “Patrono de los Ecologistas”. El texto de la “Bula” (Decreto del Papa) es el siguiente:
“Entre los santos y hombres famosos que valoran la naturaleza como un don maravilloso hecho por Dios al género
humano, se incluye, con mucha razón, San Francisco de Asís. Pues él llegó a comprender, de modo bien propio, todas
las obras del Creador; e, inflamado por el Espíritu Divino, cantó aquel bellísimo “Cántico de las Criaturas”, por las cuales,
especialmente canta al hermano sol, a la hermana luna y a las estrellas del cielo, tributo al altísimo, omnipotente y
buen Señor, el debido loor, gloria, honra y toda bendición…”

El Papa Francisco hoy nos presenta la encíclica “LAUDATO SI” (tomando el modelo de Francisco de Asís) donde
reflexiona y nos hace reflexionar sobre la Creación y el cuidado de lo que es nuestra Casa Común. LAUDATO SI
(“Alabado seas”), va más allá de exponer algunos problemas actuales que afectan al planeta e incluye un claro llamado
a cambiar hábitos y tendencias negativas en la vida de cada persona. Propone formas concretas para el cambio de
vida. En el capítulo sexto, señala que “ante todo la humanidad necesita cambiar”.
Para el Papa, “no todo está perdido” ya que los seres humanos “también pueden sobreponerse, volver a optar
por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan”. En
definitiva, son capaces de “iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad”.

ACTIVIDAD
Leer y reflexionar en casa los fragmentos del 1° Capítulo de LAUDATO SI.

• ¿Tenés conocimiento sobre lo que se relata en este fragmento breve?


• ¿Cuál es el problema puntual que se presenta en el texto?
• Nuestro hermano Francisco llegaba al punto de admirarse de la belleza de la
naturaleza, ¿Cómo la cuido?
• Ahora que leí este texto breve, ¿Qué elijo hacer yo por la naturaleza?
• ¿Qué cambios puedo proponer para ponerlos en práctica con mi fraternidad?

ORACIÓN FINAL
(Un fragmento del “CANTICO DE LAS CRIATURAS” de San Francisco)

Alabado seas, mi Señor, en todas tus


criaturas, especialmente en el Señor
hermano sol, por quien nos das el día y
nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor, de
ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las
estrellas, en el cielo las formaste claras y
preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por
el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo, por
todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor, por la
hermana nuestra madre tierra, la
cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

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