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MINISTERIO
Según 1 Timoteo 3:2 un obispo (que yo creo es lo mismo que un anciano o pastor) debe ser
“irreprochable” (cp. Tito 1:6,7). Acerca del mismo tema, el verso 7 dice “él debe gozar de una buena
reputación entre los de afuera”. ¿Cuál es el significado de estos dos requisitos?
Lo que no significa.
Comencemos con lo que estos requisitos no pueden significar. Sin duda, Pablo no está diciendo que un
hombre que sirva como un anciano o pastor debe ser sin enemigos ni cualquier acusación, ya que, en
otras partes de su correspondencia a Timoteo, Pablo da a entender que muchos le han opuesto, lo han
abandonado, y han sentido vergüenza de él (2 Tim. 1:8,15,16; 4:10,14-16). Por otra parte, sabemos por
otras cartas de Pablo que fue acusado de ser de todo, desde voluble y tonto, hasta demasiado débil y
demasiado duro (2 Cor. 1:12-23; 10:1-10). Del mismo modo, en Hechos, Pablo es a menudo ridiculizado
como un agitador, un violador de la Torá, y un enemigo de la ley de Moisés (por ejemplo, Hch. 21:27-
36). Pablo ciertamente no era intachable a los ojos de sus adversarios, ni tampoco tenía una buena
reputación con todos los de afuera.
Vemos esta misma dinámica aún más claramente con Jesús. Si alguien podía ser etiquetado como
“controversial” o “asediado” o “perseguido por acusaciones graves” o “rodeado de escándalos”, era
Cristo. Se le acusó de ser un glotón y un borracho (Lc. 7:34), un falso profeta (Lc. 7:39), uno que no
guardaba el día de reposo (Lc. 6:2,7), un amigo de pecadores (Lc. 7:34), loco (Mar. 3:21), poseído por el
demonio (Jn. 10:19-20,31-33), y un blasfemo (Mat. 26:57-67). Murió como un criminal convicto con
apenas un amigo público en el mundo. Era, como Rich Mullins dijo, “un hombre de ninguna
reputación”.
Así que, a menos que queramos excluir a Pablo y Jesús de servir como obispos en la iglesia, debemos
concluir que el ser irreprochable y ser bien visto por los de afuera debe significar algo distinto a “esta
persona le cae bien a todo el mundo; no tiene enemigos y no hay acusaciones en su contra”. Esto no solo
es un estándar insostenible para casi cualquier persona que tenga un perfil público en el mundo de los
medios sociales de hoy en día, tampoco es bíblicamente consistente. Las calificaciones en 1 Timoteo y
Tito deben significar otra cosa.
Lo que significa.
Es revelador que Pablo comience ambas listas —la de Timoteo y la de Tito— con el requisito de que un
anciano sea irreprochable (1 Tim. 3:2; Tito 1:6). Esta característica sirve como título general para toda la
lista de calificaciones. En otras palabras, un hombre es “irreprochable” cuando se sabe que es un hombre
que es fiel a su esposa, sobrio, prudente, con dominio propio, un buen administrador de su casa, gentil,
respetable, y así sucesivamente. Puesto que Pablo está escribiendo a pastores o iglesias locales, es lógico
pensar que los árbitros de si un obispo es “irreprochable” son aquellos a nivel local que están lo
suficientemente cerca para dar fe (o contradecir) el carácter de un hombre. Lo esencial: tus ancianos y
pastores deben ser ejemplos de piedad y madurez cristiana.
Déjame darte un ejemplo. He mencionado anteriormente en este blog que mi esposa y yo tratamos de
estar involucrados en las escuelas (públicas) de nuestros hijos. Hemos servido en diferentes comités,
rastrillado el campo en los partidos de béisbol, medido los tiempos en las prácticas de carrera de pista, y
hemos sido voluntarios en varias actividades pequeñas. Además de esto, voy al mismo gimnasio varias
veces a la semana y frecuento casi todos los mismos restaurantes, tratando de entablar conversaciones
siempre que puedo. Todo esto significa que me las arreglo para estar cerca de un montón de “los de
afuera”. Si creen que mi blog es inapropiado, que mis opiniones son repulsivas, y creen todo tipo de
cosas desagradables acerca de mí (espero que no lo crean, y creo que no lo creen), eso no significaría
que he caído en el descrédito mencionado en 1 Timoteo 3:7. Sin embargo, si la mayoría de “los de
afuera” que me conocen de la escuela o del restaurante o de la piscina saben que soy grosero, poco
confiable, alguien que siempre queda mal, e hipócrita, entonces mi iglesia debe tomar nota. La clave,
creo, es que incluso si un pastor no puede tener una buena reputación con los de afuera en todas partes
(probablemente imposible para cualquier persona con más de un puñado de seguidores en Twitter), debe
ser respetado (incluso a regañadientes) por los de afuera que se acercan para observar.