You are on page 1of 2

Notas de estudio bíblico – “Herramientas vitales para la tarea”

Los dones espirituales: El don de dar o repartir

Romanos 12:8 dice: “…el que reparte, con liberalidad…”

Realmente, estamos hablando de dar… y no un simple dar. Ese verbo: “repartir” (methadidomi) implica
“dar más de lo que normalmente se espera que uno dé”

Pablo, hablando a los Corintios, habla muy bien de las iglesias de Macedonia, ya que ellas, en medio de
muchas tribulaciones (y el texto da a entender que estas eran económicas), habían dado más allá de lo
que ellas podían dar. 2 Corintios 8:1-3, dice:

“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en
riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas,
y aun más allá de sus fuerzas…”

Nos gusta “repartir o dar” lo que no usamos, o tenemos de sobra , ¿no es cierto?.
Pero el que tiene este don, según lo que nos indica la Palabra, tiene que dar con “liberalidad”, con
gusto, con alegría, no de que le sobra sino de lo suyo. “Con liberalidad”, lo cuál significa, “sin
complicaciones”.

Este don se puede llamar el don de “especializarse en compartir”. El corazón del don es “dar”. La
palabra griega “metadidomi”, se compone de dos partes: la raíz “didomi” significa: “dar, impartir,
compartir” y el prefijo “meta” intensifica el don por añadir el concepto de “con”. Es el compartir con los
otros, el invertir la vida de uno en la de los otros. Los dadores sienten la libertad de dar no solamente de
sus bienes sino de sus propias vidas, y esto hace de su don algo de mucho provecho (1 Tes. 2:8 y Rom.
1:11)

La verdadera motivación detrás de los dadores es el apoyar y respaldar a los otros. Se podia llamar el
don de respaldar. Uno siempre siente el respaldo que fluye de este don.

Ahora bien, dar, es inseparable de las finanzas y los bienes. Pero este don no se limita solamente a los
ricos, porque las finanzas solo son una de las expresiones concretas de este don.

He observado que quien tiene este don, no está tranquilo si no ha ayudado a alguien que atraviesa por
una genuina necesidad económica. Quizás el símil sea muy burdo, pero…para quien tiene este don, el
dar o cubrir necesidades materiales que alivien el dolor de algún hermano en Cristo, (o aún, necesidades
de su congregación) “le es como una adicción.”… le urge dar… no “alocadamente”, sino donde él
detecta una oportunidad para cubrir una deficiencia y hacer así, el avance del Reino, más liviano. Pero,
el don no se limita solo al dinero. Va más allá.

El Nuevo Testamento nos identifica cinco cosas por la palabra “metadidomi”, y así nos ayuda a entender
somo obra este don.

1. El compartir cosas materiales, como la ropa y la comida – Lucas 3:11

2. El compartir lo espiritual – Romanos 1:11


3. El compartir lo que uno ha Ganado – Efesios 4:8

4. El compartir su propia vida – 1 Tesalonicenses 2:8

5. El compartir el Evangelio – 1 Tesalonicenses 2:8

Una buena observación al respecto del compartir lo tenemos en la vida de Abraham. (Daré algunos)

Si Dios pone en tu corazón el dar para aliviar a alguien de esta manera, y… “lo piensas dos veces”… te
complicas en tu corazón y la liberalidad se desvanece…

Esta noche concluyo con este pensamiento: “Y no digas: yo no doy porque no tengo el donde dar”,
porque dar lo normal (como lo que das a Dios en la iglesia…parte del fruto de tu trabajo), es algo que
Dios espera de todo creyente.

La reflexión de hoy tiene que ver con un don especial del Espíritu Santo - ¿Tendrás el don?… Úsalo.
Edifica al cuerpo de Cristo así. Serás como bálsamo a muchos creyentes. Te lo aseguro.

You might also like