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SISON
FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA
I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
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ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
INDICE
autores como J.S. Mill, W.N. Senior, J.E. como F. Knight y T. Veblen (Institucionalismo),
Cairnes, J.N. Keynes, A. Marshall y L. Robbins. los cuales, por sus premisas metodológicas
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Se denomina “verificacionista” en atención al básicas, quizás se acerquen más a plantea-
criterio establecido por el Círculo de Viena mientos austro-germanos que a los anglo-
para decidir sobre la verdad de las hipótesis americanos. Nuestro estudio prestará mayor
científicas. La segunda etapa se llama “falsa- atención a la unidad temática y a la afinidad
cionista” debido a la influencia que tuvo K. de respuestas a las interrogantes epistemoló-
Popper en los escritos de los teóricos de la eco- gicas que a la contemporaneidad histórica; sir-
nomía como T. Hutchinson, F. Machlup, M. viéndonos de ésta sólo en la medida en que
Friedman y P. Samuelson. La tercera y última facilite la comprensión de la génesis y el desa-
etapa ha cogido impulso de las teorías de las rrollo de aquélla.
revoluciones científicas post-popperianas, con- Por otra parte, en los libros publicados en
cretamente, aquellas elaboradas por T. Kuhn lengua alemana se debate fundamentalmente
(“paradigmas”), I. Lakatos (“programas de la concepción de la economía como ciencia cul-
investigaciones científicas”) y P.K. Feyerabend tural e histórica, con una dimensión ético-
(“anarquía metodológica”). política esencial. La puesta en escena de la con-
Esta clasificación, por supuesto, está sujeta a troversia corrió a cargo de M. Weber con su
muchas matizaciones y ha de tomarse con el ensayo sobre la Wertfreiheit en las ciencias
proverbial granum salis: por ejemplo, J.S. Mill sociales y en la política. Desde el comienzo,
no sólo antecede por casi un siglo a las figuras hubo una polarización de posturas entre
más destacadas del Círculo de Viena -por lo Gustav von Schmoller (la Escuela Histórica
que difícilmente le habría influido su criterio Alemana) y Carl Menger (la Escuela Austríaca).
“verificacionista” de verdad científica- sino Para Schmoller, la economía es ante todo una
que también insiste, con toda claridad, en que “economía política o nacional” (la Volkswirts-
la verificación a posteriori de una hipótesis chaftslehre), es decir, una ciencia histórica y
pertenece a la aplicación de una ciencia, y no a culturalmente determinada. Por tanto, es com-
la ciencia misma. Igualmente, se acusa la prensible sólo para aquellos que habitan el
ausencia de voces críticas tanto de la Escuela mismo ethos concreto, compartiendo los
ticas y sociales, así como para los profesionales reducción de la filosofía de la ciencia a una 6
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una indespejable duda o se queda en la sus- hipótesis de que el todo -las magnitudes eco- 7
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ciencia que por la ciencia misma, es decir, por mundo” (Wissenschaftliche Weltauffassung) 12
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estado determinado de cosas, porque aluden a recíproca entre los signos de un lenguaje (sin- 13
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teoría atribuída a Pierre Duhem y posterior- asesinato, por ejemplo, las dos hipótesis que se 15
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ciado del criterio); aparte de que en general, es una suerte de filosofía de la ciencia aplicada 16
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profesan un miedo mayor al aceptar una a la ciencia económica. Resulta que los prin-
falacia que al dejar de reconocer una verdad. cipios básicos de cada “escuela” metodológica
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Finalmente, para el pensador crítico-raciona- también sirven como criterio para agrupar a
lista la “última palabra” no tiene cabida en la los autores y establecer los distintos períodos
ciencia; antes bien, toda teoría es provisional y en el desarrollo del pensamiento económico.
sujeta a revisiones históricas. La verdad, por Antes de proceder con este cometido, vamos a
tanto, no tiene ninguna base material -ni aclarar qué designa la “Historia del pensa-
siquiera como una “correspondencia con los miento económico”. Tomaremos como punto
hechos” (Tarski)- sino que es simplemente una de partida la clasificación de los saberes eco-
“noción reguladora”, un “criterio operativo de nómicos diseñada por Schumpeter en la
progreso en verosimilitud”. “Teoría Económica”, la “Econometría” (la esta-
dística aplicada a las realidades económicas) y
la “Economía Aplicada”.
3. METODOLOGIA ECONOMICA E
La “Teoría Económica” se refiere a la parte
HISTORIA DEL PENSAMIENTO de las ciencias económicas que estudia los
ECONOMICO axiomas, proposiciones y teoremas que consti-
tuyen los modelos explicativos de la actividad
En los apartados anteriores, hemos visto la económica. Identifica los componentes funda-
peculiar perspectiva angloamericana con res- mentales del sistema económico y explica las
pecto a la filosofía de la economía así como las relaciones de unos con otros. La “Econo-
principales corrientes de la filosofía de la metría” originariamente era una ciencia
ciencia moderna. Se trata ahora en este epí- auxiliar o instrumental mentada para rela-
grafe de estudiar la resonancia que han tenido cionar las construcciones teóricas con la eco-
las diversas doctrinas de la filosofía de la nomía real. Era una rama especial de la esta-
ciencia en el desarrollo histórico del saber eco- dística dedicada la medición de las magnitudes
nómico. económicas. La “Economía Aplicada”, por su
Tal como la entienden los autores ingleses y parte, es la ciencia resultante de la “Teoría Eco-
norteamericanos, la metodología económica nómica” y la “Econometría”: describe la eco-
nomía real tanto actual como pasada (“His- la metodología económica. Después habla- 17
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toria Económica”); y en cierto sentido, predice remos de una tradición de autores que
y prescribe pautas para un mejor funciona- comienza con Stuart Mill y pasando por Senior,
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miento de la economía en el futuro. Al con- Cairnes, John Neville Keynes, Marshall llega
trario, curiosamente, de lo que podría conjetu- hasta Robbins. Abarcan prácticamente todo el
rarse, la “Historia del Pensamiento Eco- siglo XIX; y desde la perspectiva metodológica,
nómico” pertenece más a la “Teoría Eco- un tanto anacrónicamente por ser anteriores a
nómica”, como su desarrollo diacrónico, que a la puesta en marcha del Círculo de Viena, se les
la “Historia Económica”. Si toda ciencia for- suele llamar “verificacionistas”. Brevemente
malmente constituida admite, por lo menos, nos referiremos al operacionalismo aplicado a
dos vías de aproximación -la sistemática y la la ciencia económica por teóricos como
histórica- la “Historia del Pensamiento Eco- Samuelson, por ejemplo; para finalizar con
nómico” corresponde a esta segunda. No se una valoración del impacto de las tesis falsa-
trata de analizar las distintas épocas históricas cionistas en las obras de Hutchinson, Machlup,
de una circunscripción geográfica alguna, sea Friedman y Simon, entre otros. Desde luego, el
una ciudad, un país, una región, etc., desde el desarrollo de la ciencia económica en el
punto de vista económico (e.g. Inglaterra ámbito angloamericano no ha sido tan recti-
durante la Primera Revolución Industrial), sino líneo como pudiera parecer en nuestro relato -
de estudiar la evolución de las doctrinas eco- constantemente había habido interferencias
nómicas tomando el tiempo como hilo con- tanto endógenas, el “institucionalismo”, como
ductor. “exógenas”, al estilo de las ideas austríacas-
mas nos parece que con vistas a la claridad, y
Nuestra discusión en paralelo de la metodo- siguiendo la práctica habitual de los metodó-
logía económica, por un lado, y de la historia logos, es mejor retomar el estudio de estas
del pensamiento económico, por otro, se desa- influencias en otro momento.
rrollará en cuatro etapas. En la primera consi-
deraremos a los “clásicos” y “padres funda- a) La pre-historia de la metodología eco-
dores“ de la ciencia económica moderna como nómica en el s. XVIII
Smith, Malthus y Ricardo; los cuales, no obs- En cuanto tematización del buen quehacer
tante, pertenecen todavía a la “prehistoria“ de científico, la metodología es siempre un saber
confrontación científicamente controlada con vez que se haya comprobado, claro está, la rec- 22
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paribus, etc.)- y sólo en este sentido han de ciencia positiva de economía política y su 23
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tomarse como verdaderas. De ningún modo correspondiente arte normativo. (2) Los
pretenden predecir con exactitud lo que de sucesos económicos pueden aislarse hasta
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hecho vaya a suceder. cierto punto de los otros fenómenos sociales.
En definitiva, existen únicamente dos vías (3) El método a posteriori, esto es, la inducción
mediante las cuales cabría refutar las leyes eco- directa de teorías a partir de hechos concretos
nómicas, según Cairnes: primero, con la es inapropiado para la ciencia económica. (4)
demostración de que los principios y las condi- El procedimiento a priori, según el cual se
ciones asumidas son irreales o no se aplican al comienza con algunos datos indispensables
caso bajo estudio; y segundo, por una lógica acerca de la naturaleza humana, es el más ade-
incorrecta, o sea, que una ley específica no se cuado. (5) Debido a que el homo oeconomicus
deduzca necesariamente del conjunto de pre- es una mera abstracción, la ciencia de la eco-
misas válidas. (Cairnes no parece estar cons- nomía política trata solamente de tendencias y
ciente de que ambos procedimientos son de no de hechos empíricos. (6) La confrontación
hecho irrealizables). Lo que nunca admitiría de las teorías generadas por la economía
como fundamento para la refutación de una política con los hechos sirve sobre todo para
tesis económica es su falta de correspondencia determinar su alcance o los límites de su apli-
con los fenómenos o los hechos. cación.
Cuando John Neville Keynes escribió su “The Al igual que Stuart Mill, J.N. Keynes puso al
Scope and Method of Political Economy” en servicio de la ciencia económica su fuerte
1891, la tradición Senior-Stuart Mill-Cairnes ya talante lógico, empeñándose en esclarecer el
estaba lo suficientemente forjada como para peculiar método de ésta, como una suerte de
poder intentar su reconciliación con las doc- “lógica aplicada”. Desde el comienzo se per-
trinas de Cliffe Leslie y John Ingram de la cataba de que a diferencia de las ciencias natu-
Escuela Histórica Inglesa (la cual, a su vez, era rales, la ciencia económica estudia fenómenos
deudora de la Escuela Histórica Alemana). Las que son a la vez más complejos y menos regu-
enseñanzas fundamentales de aquella tra- lares; y por consiguiente, sus conclusiones
dición, tal como las asimiló Keynes, son las carecen de la certeza y de la universalidad de
siguientes: (1) Es posible distinguir entre una las conclusiones de las leyes físicas. No obs-
lo que las cosas son en sí mismas -su esencia- fianza” que se deposita en una hipótesis, la 26
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contentándose más bien en sus investigaciones “certeza” con que se afirma, es una función de
con descubrir y operar con las propiedades su supervivencia en las múltiples oportuni-
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medibles de éstas. Para Samuelson una teoría dades que había habido para refutar o contra-
“operacionalmente significante” es aquella decirla con hechos empíricos y medibles. La
que versa sobre datos empíricos y que puede evidencia fáctica nunca puede confirmar una
en principio refutarse aunque sólo sea bajo hipótesis; sólo puede dejar de refutarla.
unas condiciones ideales. Si la operación Como resultado de un debate con Friedman
correspondiente a una hipótesis puede reali- acerca de la tesis de la irrelevancia de la con-
zarse, aunque sólo sea mentalmente, los formidad con la realidad de las premisas de
propios resultados de esa operación consti- una teoría para la validez de sus conclusiones y
tuyen la prueba -y la operación la compro- predicciones (en inglés, el “F-twist”),
bación- de esa hipótesis. Por dicha “operación Samuelson evolucionó metodológicamente del
comprobante” habría que entender tanto la operacionalismo al descriptivismo. Según esta
medición de magnitudes físicas como la nueva postura, una teoría no es otra cosa que
función predictiva de la hipótesis. la mejor descripción disponible, en algún
estado de desarrollo de la ciencia, de algo que,
Aunque utiliza los mismos términos que
en último término, rebasa la mera descripción.
Bridgman, Samuelson se separa del sentido
En realidad no significó ningún avance en el
originario de éstos, dotándolos más bien con
debate metodológico; antes bien constituyó
tintes falsacionistas. Samuelson se sirve del una declaración de insuficiencia y resignación,
operacionalismo para la validación de las hipó- un refugiarse en una teoría “caja negra” (o
tesis en la ciencia económica y no para la for- sea, la única explicación para un fenómeno es
mación de conceptos científicos, tal como era la ausencia de la misma).
el propósito de Bridgman. En realidad,
Samuelson es un falsacionista, a pesar de que d) El falsacionismo y la metodología eco-
emplee el lenguaje del verificacionismo. Una nómica del s. XX
hipótesis se rechaza cuando sus predicciones La aparición de dificultades intrínsecas en el
no se cumplen, y se admite tentativamente verificacionismo, algunas de las cuales se mos-
mientras que no haya sido falseada. La “con- traban irresolubles, fue la causa que empujó a
hacia las tesis popperianas del falsacionismo. A que se ha formado y trabajado primero en
Cambridge y luego en la London School of Eco-
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partir de ahora el criterio de significatividad y
de validez científica de una teoría dejaría de nomics. Su libro “The Significance and Basic
ser su comprobabilidad empírica para ser susti- Postulates of Economic Theory”, publicado en
tuida por su “falsabilidad” o “refutabilidad 1938, introduce explícitamente por primera
fáctica”. Una tesis científica no es aquella que vez las tesis popperianas en el quehacer eco-
haya sido comprobado, las veces que sean, en nómico. Divide exhaustivamente las proposi-
ciones de la ciencia económica en dos cate-
casos concretos, sino aquella que admite ser
gorías: a) tautológicas o analíticas - las que no
falseada, aunque sólo sea por una instancia
prohiben ningún “estado de las cosas”, de
particular, en sentido contrario. carácter lógico-matemático; y b) empíricas o
Desde el punto de vista metodológico, el sintéticas - las que prohiben al menos algún
nuevo panorama económico consiste, por un “estado de las cosas” concebible, propias de
lado, en los “aprioristas” como von Mises, las ciencias naturales y positivas. Propone que
Knight y Robbins, por otro lado, en los “ultra- se reduzcan las teorías económicas estricta-
empiristas” como Hutchinson, y en una mente a aquellas que son empíricamente cons-
postura intermedia, los otros teóricos como tatables (b), o en todo caso, a aquellas que,
Friedman y Lange. Para los primeros, la ciencia mediante la deducción lógicomatemática, con-
cluyen en las anteriores. A diferencia del verifi-
económica es producto exclusivo de la razón,
cacionismo ingenuo del XIX, Hutchinson no
tan exacta y universal como las matemáticas;
cree que exista comprobación empírica
es una disciplina completamente axiomática alguna, técnicamente perfecta y definitiva;
en la que se deducen conclusiones a partir de simplemente quiere superar el problema de la
una serie de postulados no susceptibles de intersubjetividad, y piensa que el recurso a la
verificación ni de refutación empírica alguna. observación directa de los hechos es el camino
Los segundos, en cambio, se pronuncian en para ello. Como una garantía más de objeti-
contra del sistema hipotéticodeductivo y de vidad, insiste en que las teorías económicas
cualquier asunción o premisa no confrontada también sean directamente verificables con
directamente con la experiencia. independencia de las unas de las otras.
Hay una ambigüedad sobre si el requisito de Estas interrogantes abiertas son las que le 28
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verificación directa para las teorías económicas llevaron a Fritz Machlup a formular su pro- 38
con pretensiones de ser científicas debe exi- puesta de la verificación indirecta en polémica
girse de las premisas y asunciones, por una frontal con Hutchinson, a quien tildaba de
parte, o de las conclusiones y predicciones, por “ultra-empirista reacio” (Rejoinder to a
otra. Hutchinson parece referirse -y así le han Reluctant Ultraempiricist, Southern Economic
interpretado sus principales críticos, Machlup Journal, vol. 22, 1956). Previamente, ya había
entre ellos- a las “generalizaciones de alto escrito otro artículo respecto al problema de la
nivel” o las “asunciones fundamentales”. Un verificación en la ciencia económica (The
ejemplo de estas proposiciones es precisa- Problem of Verification in Economics,
mente la hipótesis del homo oeconomicus, Southern Economic Journal, vol. 22, 1955).
según la cual el hombre es capaz de ordenar Inicialmente, Machlup entiende la verifi-
jerárquicamente sus deseos y preferencias y cación como el proceso en el que se establece
aprovecharse de los medios y oportunidades a el valor explicativo o predictivo de las genera-
su alcance de modo que -dentro de unos lizaciones hipotéticas; se trata de ver si los
límites- los satisfaga óptimamente. El pro- hechos observados corresponden a las conclu-
blema ahora está en que la mayoría de tales siones que se han formulado acerca de ellos.
afirmaciones son, en realidad, o “definiciones La tarea de la verificación de una hipótesis se
disfrazadas” (tautologías que son ex hypothesi divide en dos partes. Primero, se deducen de
verdaderas y válidas) o asertos que, aun siendo ella y de su conjunción con las premisas fácticas
en principio comprobables, están formulados todas las posibles conclusiones. Segundo, se
deliberadamente de tal manera que impida su confrontan estas conclusiones con los nuevos
verificación. Otra dificultad aneja está en datos obtenidos de la observación de los fenó-
determinar hasta qué punto dicha verificación menos bajo estudio. La hipótesis se conside-
directa de alguna asunción fundamental -en el raría confirmada cuando se diera una corres-
caso de que llega efectivamente a hacerse- es pondencia razonable entre las conclusiones
independiente de la comprobación también deducidas y los fenómenos observados. Dicho
directa de las otras. de otra forma -y aquí se nota la peculiar
influencia falsacionistabastaría con que la económica sea Milton Friedman, sobre todo en 29
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considera “standard” o tentativamente válida ticado” muy propio de los estadísticos y econó- 30
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en función de su historial predictiva en mul- metras. De acuerdo con esta tesis, ni la refu-
titud de ocasiones concretas. La evidencia tación ni la comprobación puede ser nunca
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empírica nunca acaba de confirmar una teoría definitiva. Lo máximo al que podemos esperar
y sólo se limita a no refutarla: esto es precisa- es descubrir, a partir de cantidades finitas de
mente lo que significa que la experiencia “conocimiento imperfecto”, cuál de entre las
“corrobore” una teoría. La última evidencia a hipótesis rivales es la que tiene la mejor razón
favor de una teoría es el hecho de no haber de probabilidad. Por último, está la ortodoxia
sido refutada. Finalmente, añade rasgos dar- actual compuesto por los seguidores de un
winianos a una base popperiana cuando dice “falsacionismo innócuo”. Estos teóricos de la
que el propio mecanismo de competencia economía tienen a su favor el haberse distan-
entre teorías rivales a través del tiempo se ciado lo suficiente, al menos por lo que al
encarga de que sobreviva la “mejor” teoría talante se refiere, de las ciencias naturales.
descriptiva y predictiva. Reconocen que en la ciencia económica a
Desde Friedman se ha avanzado muy poco menudo las proposiciones sirven no sólo como
en la metodología económica. Y esto es así en una explicación del comportamiento de los
su mayor parte por la difícil aplicación de las agentes sino también como norma pres-
teorías de “revoluciones científicas” en las ver- criptiva. Y al parecer, no les importa funcionar
siones de Kuhn, Lakatos y Feyerabend respecti- con esta ambigüedad, aunque saben de sobra
vamente, al procedimiento de la ciencia eco- que no hay absolutamente nada en la filosofía
nómica. El diálogo se ha llevado a cabo más de la ciencia moderna que les permita deducir
bien, hasta nuestros días, entre las diversas la naturaleza de un óptimo social a partir de
corrientes del falsacionismo. En primer lugar unos cuantos juicios de valor fundamentales.
está el “falsacionismo ingénuo” representado
por Richard Lipsey (An Introduction to Positive
Economics, 1963), según el cual basta una
prueba decisiva con resultados contrarios para
rechazar una teoría supuestamente científica.
En segundo lugar está el “falsacionismo sofis-
económica, tenemos ahora que dar un paso Chicago: Chicago University Press, 1970 (2nd. 38
hacia atrás, cuando la filosofía de la economía ed.).
todavía no se había restringido a un mero LAKATOS, Imre. Proofs and Refutations. The
estudio de procedimientos formales y aún
Logic of Mathematical Discovery. Cambridge:
comunicaba con las otras ciencias humanas y
Cambridge University Press, 1976.
sociales. Para seguir y completar el relato de la
filosofía de la economía habría que investigar, The Methodology of Scientific Research Pro-
por tanto, la “otra” tradición con la cual la grams. Philosophical Papers (vols. I & II). Cam-
corriente angloamericana ha estado en cons- bridge: Cambridge University Press, 1978.
tante pugna: la Escuela Histórica Alemana y la POPPER, Karl R. The Logic of Scientific Dis-
Escuela Austríaca. covery. New York: Harper Torchbooks, 1959
(1965 reprint).
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nomic Methodology in the Twentieth Century. NOTA BIOGRAFICA
London: Allen & Unwin, 19982.
Alejo José G. Sison es doctor en Filosofía. Ha
FRIEDMAN, Milton. Essays in Positive Eco- desempeñado su tarea docente en la Facultad
nomics. Chicago: Chicago University Press, de Filosofía y Letras (Pamplona) y en el Ins-
1953. tituto de Estudios Superiores de la Empresa
(Barcelona), ambas de la Universidad de
HAUSMAN, Daniel M.(ed.) The Philosophy of Navarra, así como en el Center for Research
Economics: An Anthology. Cambridge: Cam- and Communication en Manila, Filipinas. Es
bridge University Press, 1985. investigador del Seminario Permanente
HUTCHINSON, Terence. The Significance and Empresa y Humanismo. Su campo de interés y
Basic Postulates of Economic Theory (1938). estudio se ha centrado en la ética fundamental
New York: Augustus Kelley, 1965. -especialmente desde las claves proporcio-
nadas por la filosofía clásica griega-, en la ética
MACHLUP, Fritz. Methodology of Economics en el mundo de la empresa, y en las relaciones
and Other Social Sciences. New York: Academic entre la ética, la economía y la política en la
Press, 1978. sociedad contemporánea.