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INTRODUCCION
BIBLIOGRAFIA
BIBLIOGRAFÍA
8
INTRODUCCION
El texto que el lector tiene en sus manos consta de dos partes: la primera,
elaborada por Gabriel Perdomo Castañeda, titulada Caqueteñidad: Río
Humano en el Gran Caquetá. Complejidad de subjetividades y territorios, es un
artículo que hace una interpretación general sobre la constitución de sujetos
biopsicosocioculturales y la construcción del territorio en el devenir de etnias,
pueblos y sociedades a orillas del Río Caquetá y sus afluentes. Este artículo
inicialmente se pregunta por el sentido y razón de ser de la categoría
caqueteñidad; a su vez, hace una reflexión sobre la misma y sus miradas desde
fuera. Posteriormente, identifica una pluralidad de sujetos y momentos en el
devenir del territorio, concluyendo que hay una historia de culturas negadas y
sociedades excluidas. Finalmente, invita al lector y a la lectora caqueteños a
mirarse desde dentro y a construir el nosotros, a la vez que convoca al rescate
de la memoria sociocultural, a la celebración de la caqueteñidad y a la
construcción de nuevos proyectos.
Los colonos del Caquetá, de los años veinte a los años cincuenta del siglo XX,
desde sus historias de vida y relatos, interpretan sus formas de interacción,
representaciones sociales, actitudes, costumbres y las ideologías que
influyeron y definieron su personalidad histórica, en un momento del curso de sí
mismos y del territorio en el proceso de configuración de la Caqueteñidad,
categoría que tiene como uno de sus referentes al libro Capuchinos y
Caqueteñidad: Sujetos y Territorio (Caquetá: 1893-1951), publicado por la
Universidad de la Amazonia en 1999 con la autoría de Gabriel Perdomo
Castañeda.
1
COMISARIA DEL CAQUETA (Junio 17 de 1912 hasta marzo 14 de 1950)
1
La Comisaría del Caquetá incluía entonces a Puerto Leguízamo que actualmente hace parte del
Putumayo. Cfr.: CORDOBA, Juan B. Compendio Geográfico de la Intendencia del Caquetá. Bogotá:
imprenta Nacional, 1954, p 23.
11
Parte 1
“Cada lugar tiene su tiempo, cada tiempo su marca, cada desencanto su maravilla”
Mario Benedetti
Rio Caquetá, cerca de San Francisco Solano, Cortesía Jesús María Cataño
5
ARCILA ROBLEDO, Gregorio. Apuntes históricos de la Provincia Franciscana de Colombia. Bogotá:
imprenta Nacional, 1953, pág. 282
14
En el siglo XVI, el territorio del gran Caquetá fue el lugar imaginado de “El
Dorado”, morada de las Amazonas. Por el territorio del Fragua pasó el
expedicionario Hernán Pérez de Quesada en 1592; este espacio fue codiciado
en el tiempo del mercantilismo, pero también fue el territorio imaginado de
monstruos y terribles fieras, espacio de sueños y delirios. A mediados del siglo
XVIII, la Provincia del gran Caquetá, fue el escenario de “gentes baldías” como
lo afirmaba el fraile franciscano Martín de Montalbán al referirse a los indígenas
quienes fueron organizados en pueblos cuyos nombres fueron registrados así:
Andaquíes del Hacha, San José del Bodoquero, San Antonio del Caquetá, San
Francisco Solano, Santa María del Caquetá, el Pescado de los Andaquíes y
otros, durante la conquista y la colonización española.
Hacia finales del siglo XIX e inicios del XX, después de ser olvidado el Caquetá
por el gobierno central a raíz de las guerras civiles, se miró a la Amazonia
Colombiana como un escenario de tierras baldías para conquistar e indios para
catequizar. Entonces, más allá de los indígenas y negros fugitivos por los
lados de San Francisco Solano (1773) en las márgenes del río Caquetá,
irrumpieron comerciantes: eran los quineros y caucheros, hijos de la aventura,
el azar y la necesidad6.
6
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Capuchinos y Caqueteñidad: sujetos y Territorio (Caquetá: 1893-
1951). Florencia: Universidad de la Amazonia, 1999, pág. 25.
15
7
JARAMILLO, Jaime Eduardo y otros. Colonización, Coca y Guerrilla. Bogotá: Alianza Editorial
colombiana, 1989. 322 págs.
16
“ ...y navegando sus caudalosos ríos hallé en el recinto de uno u otro río
tanta gente que con su ceguedad constituían para Luzbel un dilatado
imperio...y ahora que en esta provincia han salido al pueblo de
Condagua, pueblo cristiano y pacífico de la jurisdicción de la antigua
ciudad de Mocoa, se me hace preciso postrarme a los píes de V.E. y
suplicar como patrón de la Fe Católica se sirva hermanar con su poder el
brazo derecho de la iglesia y el siniestro de las fuerzas seculares...Por lo
que, E.S. apelo a la cristiandad y celo para que en la consecución de tan
alto fin se empeñe toda la real autoridad de V.E.,(...) para que por el
medio posible contenga a ésta gente, pues para éste fin hay muchos en
esta ciudad que se han indultado de atroces delitos con el reto de asistir
a este fin y respecto de haber fuera de ésta mucha gente baldía”. 9
Ilustración tomada del texto Geografía Física y Política de la Confederación Granadina. Estado del Cauca,
Territorio del Caquetá, dirigida por el General Agustín Codazzi. Edición y comentarios: Camilo Dominguez,
Augusto Gómez, Guido Barona, 1996
10
Ídem.
11
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Capuchinos y Caqueteñidad; sujetos y territorio (Caquetá: 1893-
1951) Florencia: Universidad de la Amazonia, 1999.
18
12
CUERVO, Antonio B. Colección de documentos inéditos sobre geografía e historia de Colombia.
Bogotá: 1894, Tomo 4 , p 257
19
El negro Mosquera, junto a un “indio reducido” orientador de Codazzi en su viaje por el medio Caquetá,
siglo XIX
Quineros y caucheros. Hacia finales del siglo XIX e inicios del siglo XX,
después de ser olvidado el Caquetá por el gobierno central a raíz de las
guerras civiles, se miró este territorio y a la Amazonia Colombiana como un
escenario de tierras baldías para conquistar, e indios para catequizar.
13
La quina tuvo su explotación intensiva a partir de 1875, y encontró su época de depreciación en 1884,
cuando empezó el auge del caucho (Cfr. PARDO, Ricardo. La región del Caquetá y la compañía peruana.
EN Repertorio Boyacense .Tunja, 1912)); en cuanto al caucho “la época inmediatamente anterior y
posterior al comienzo de la guerra (1889-1902) fue el momento de la de verdadera prosperidad por los
altos precios como por la abundancia de árboles y facilidades topográficas para la explotación. (ROCHA.
Joaquín. Memorándum de viaje. Bogotá; casa editorial el Mercurio, 1905, p. 67).
14
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. op., cit. p. 10
15
ARTUNDUAGA BERMEO, Félix. Historia General del Caquetá. Florencia Ed. Jaime Gómez, 1984, pág.
159.
16
URIBE PIEDRAHITA, Cesar. Toá. Narraciones de caucherías. Medellin: editorial Bedout S.A., 1982
21
17
DE IGUALADA, Francisco. Estado de la Misión del Caquetá en 1940”, en Amazonía Colombiana
Americanista. Vol. 1 No. 2, Sibundoy, 1940, pág. 29.
18
AMEZQUITA, Carlos. Nuevos modelos de vinculación de zonas de colonización a la vida nacional.
Neiva, Centro de Estudios Surcolombianos, 1981, p. 34.
22
Para los años 70, en virtud de la ausencia del Estado en la región y del
incremento de los conflictos sociopolíticos del país, se produjeron nuevos
frentes de colonización y aparecieron asentamientos humanos tales como
santa Fe –1971–, Cumarales –1984–, Remolino –1976–, Monserrate –1984–,
Santo Domingo –1985– y Peñasco. Este espacio sociocultural, también fue
integrado por colonos oriundos del Huila, Tolima, Caldas y Antioquia.20
19
Para los datos de 1964, Véase BRUCHER, Wolfgang. La colonización de la selva pluvial en el
piedemonte amazónico de Colombia. Bogotá: IGAC, 1968, pág. 76. Los datos de 1979 son aportados por
el INCORA y citados por PULECIO YATE, Jorge. “Aspecto socioeconómico de la actual colonización del
Caquetá”. Bogotá: Universidad Nacional, monografía de grado, 1981, p. 48.
20
JARAMILLO, Jaime Eduardo, MORA, Leonidas y CUBIDES, Fernando. Colonización, coca y guerrilla.
Bogotá, Alianza Editorial Colombiana, 1989.
23
21
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Paro Cívico pro-electrificación del Caquetá (1977). EN: Florencia
Hoy, edición 80, septiembre de 2007, págs. 6-7.
22
RAMIREZ MONTENEGRO, Roberto. Procesos recientes de guerra y paz en la amazonia colombiana.
EN: UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA. Dimensiones territoriales de la guerra y la paz. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, 2004, p. 603-620)
24
“Manifestación de las ollas y canastos vacíos”. Paro Cívico Pro Electrificación del Caquetá, julio 18 de
1977. Archivo particular del autor.
Imagen de los campesinos asentados en Morelia durante las Marchas Campesinas, 1996. Imagen tomada
del archivo de la Vicaría del Sur, Morelia Caquetá.
De otra parte, los indígenas hoy han quedado reducidos en toda la región a
menos de tres mil quinientas personas, integrantes de minorías étnicas como
los Coreguaje y Uitoto, los inmigrados Emberá del Chocó y Nasas del Cauca,
todos ellos afectados por los procesos de colonización, el narcotráfico y los
conflictos sociales y culturales contemporáneos.
25
“La catequesis a los indios”. De Vilanova, Tomo II, 1947, Pág. 140.
Es obvio que cada uno de los anteriores momentos del devenir territorial y de
diversos sujetos en el Caquetá, incluyendo indígenas y negritudes, merecen ser
estudiados con detenimiento para conocer con profundidad el proceso del ser y
devenir de nuestra formación sociocultural que aquí denominamos
caqueteñidad.
Durante mucho tiempo, con excepción del breve período del CILEAC (Centro
de Investigaciones Científicas y Etnográficas de la Amazonia Colombiana –
1934 a 1951–, fundado por el ilustre Fraile Marcelino de Castelví, los
caqueteños dejamos de mirarnos a nosotros mismos; razón tiene Camilo
Domínguez cuando afirma que “durante la mayor parte del siglo XX el Caquetá
creció de espaldas al Amazonas y mirando hacia el rio Magdalena; solamente
en los dos últimos decenios se percató de su pertenencia regional y del papel
29
protagónico que tiene que cumplir en su contexto, dejó de ser una provincia del
Huila y asumió las funciones de adalid en la Amazonia Colombiana.23”
23
SINCHI, Caquetá; Construcción de un territorio Amazónico en el siglo XX. Bogotá: Tercer mundo
editores, 2000, pág. 13.
24
En el año 2001 y 2002 con el Ministerio de Cultura, la Universidad de la Amazonia, el Fondo Mixto
para la Promoción de la Cultura y las Artes del Caquetá, el Instituto Departamental de Cultura, desde el
Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad, con la dirección de los Profesores Gabriel
Perdomo Castañeda y Luis Eduardo Delgado Santacruz, se realizó el Diplomado en Gestión Cultural
Comunitaria con gestores culturales del centro, del sur y del norte del Caquetá, cuyo eje interpretativo y
reflexivo fue la categoría Caqueteñidad lo cual llevó a crear, promover, desarrollar y fortalecer proyectos y
eventos artísticos con contenido local y regional como el Festival Folclórico San Pedro en Florencia y
Encuentro de la Caqueteñidad; también en Florencia se realiza El Colono de Oro. A nivel de los
Municipios del Caquetá hay otros eventos tales como: el Festival Departamental de Danzas de Curillo
(Busca la danza representativa de cada Municipio), el Festival del Rio (Belén), Festival El Paujil de Oro
(Paujil), Festival Sueños del Bodoquero (Morelia), Festival El Yariceno (San Vicente), Festival del Caucho
(Doncello), Festival del Sanjuanero Montañitense (Montañita); Festival Encuentro de Culturas indígenas
(Milán). Por otra parte, desde el año 2005 hasta el 2007 la Alcaldía de Florencia celebró las jornadas de
la caqueteñidad.
30
Semana cultural del Caquetá organizada por el sacerdote y luego Obispo José Luis Serna
Alzate, Florencia, 1964.
25
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Florencia: Personajes, instituciones y símbolos. (1902-2002).
Documento sin publicar.
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país en el cual la equidad social y las políticas de inclusión sean una prioridad
del Estado y donde siguiendo a García Márquez las estirpes condenadas a la
soledad tengan derecho a una nueva oportunidad sobre la tierra y puedan
construir caminos de paz social, democracia, justicia y libertad.
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Parte 2
“Vámonos para el Caquetá a colonizarlo y a hacer finca, a ser dueños de nosotros y conseguir
plata…cuando nosotros llegamos al Caquetá el golpe del caucho ya había pasado”.
Samuel Rojas Rubiano
En el caso del Caquetá, en las décadas que van desde los años veinte hasta
los años cincuenta del siglo XX, el territorio era imaginado desde el centro y
baldías que había que conquistar y la de un territorio de indios que había que
Los imaginarios y los sueños de los colonos fueron engendrados desde redes
posteriormente se desarrollaron.
Embarcación en el Rio San Pedro, afluente del Orteguaza. EN: AMAZONIA COLOMBIANA AMERICANISTA,
Tomo II, Nos. 4-8, Pasto 1944, p. 196.
A mediados de la segunda década del siglo XX, el territorio del Caquetá y sus
extracción del caucho había dejado de ser rentable, pues este producto
cuyo objetivo ya no era extraer sino producir riqueza, construir fincas, fundar
pueblos.
38
Panorámica de Florencia, fundada en 1902, fotografía que corresponde a la década del treinta, siglo XX
del siglo XX, por ser un éxodo básicamente de huilenses, originado por el
Entonces, tal como lo afirman los protagonista de esta historia “el golpe del
26
Los frailes capuchinos exploraron el Caquetá en 1893 y participaron de la Misión del Caquetá desde el
20 de diciembre de 1904; dependían en el campo administrativo –religioso de la Provincia de Cataluña
(España), de la cual hacía parte la Custodia de Ecuador-Colombia. Esta vinculación se efectuó
oficialmente desde 1 de enero de 1907 y fue renovada en 1910; la acción sociocultural de estos frailes fue
realizada hasta 1951 cuando fueron sustituidos por los Misioneros italianos de La Consolata.
39
La migración de campesinos al Caquetá, desde los años veinte hasta los años
cuarenta, fue motivada entre otros aspectos por factores de orden económico:
fabricar vosotros con una salvadora ley que ordene la construcción del
27
RODRIGUEZ, Pedro María. En: Memorial del Sr. Vicario General de Garzón al Congreso. Garzón:
Tipografía de la Diócesis, 1914, p. 2.
40
En 1920, el fraile capuchino Benigno Canet de Mar señalaba que las causas
en ese éxodo hacia el territorio28”. En fin, tal como lo señalaba el Comisario del
28
DE CANET DE MAR, Fr. Benigno. En La Misiones Católicas en Colombia. Informes años de 1922-1923,
p. 21
29
MINISTERIO DE GOBIERNO. Informe del Comisario del Caquetá 1917. En: Memoria del Ministerio de
Gobierno. Bogotá: imprenta Nacional, 1917, 303
41
denominados colonos.
Si bien los campesinos desplazados del Huila traían unas tradiciones religiosas,
basta con echar un vistazo a los censos de la época: en 1928, de tener 14.154
moradores, lo que nos sugiere que tan sólo en tres décadas fue triplicada la
Cuando “el golpe del caucho había pasado”, como decía uno de los
socioculturales y políticos.
“Mi papá se vino de aburrido de bregar con la pobreza, tanto mis papás como
mis tíos eran pobres que vivían de posada y al jornal, en ese tiempo valía diez
centavos. Los ricos eran un poco medio avaros, con ellos no se conseguía ni
nosotros y conseguir plata. Del Caquetá se pensaba que era la gran tierra de
sacando caucho por esos ríos, para vender, y llevándolo en canoas por el
30
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo Castañeda en abril 18 de 1999 en Florencia. Editada por el
autor.
43
“Yo nací en los días de la miseria…todas mis andanzas las hice para
“Yo nací en los días de la miseria, no había sino viudas, niños en la miseria
desnudos y hambrientos; eso fue lo que quedó de la guerra de los Mil Días,
cantidad de huérfanos sin escuelita, sin ropita, sin comida, viudas que tenían
hasta catorce hijos...En medio de mi pobreza yo fui muy feliz, ella me sirvió
para buscar el sacrificio del trabajo en todas las formas y obedecer lo que mi
padre decía: “Hijos a la loma, a sembrar para que otro coma”…Todas mis
andanzas las hice para buscar una nueva vida, porque en la tierra en que yo
cómo ni con qué comprar tierra, pero esas tierras son libres, son baldíos, aquí
31
TRUJILLO TOVAR, Salomón. Abriendo la frontera. Memorias de un colono fundador del Caquetá.
Historia de vida de Arcadio Trujillo Losada. Instituto colombiano de Cultura, Florencia, 1988, pág. 100
44
“Había que venir a buscar el modo de vivir para acabar de criar la familia”:
Mecías Calderón
“Cuando el tiempo de la guerra de los Mil Días mis papás se vinieron para el
de trabajar para conseguir la comida para acabar de criar los hijos que traían.
Mi papá pensaba del Caquetá que eran tierras baldías, que había que venir a
buscar el modo de vivir para acabar de criar la familia. El Caquetá era bueno
para vivir, había mucha cacería, mucho pescado, no había violencia, eran
45
“Tenían que pedirle permiso a esos terratenientes de allá para que les
tenían que pedirle permiso a esos terratenientes de allá para que les dieran un
usted con una atarraya llevaba un resto de pescado entre bocachico, dentón,
32
Entrevista realizada por Berenice Vargas Plazas en Solita, abril 23 de 1999. Editada por los autores.
33
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
46
nueva vida, sino que en medio de la crisis económica del Huila eran impulsados
por los Frailes Capuchinos catalanes quienes en el sur del Huila y desde el
34
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. op., cit. p. 10, p. 79
35
MONTCLAR, 1917, Op cit, p. 87. Citado por PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel, Ibídem, p. 79.
47
siguientes testimonios:
“Esto era selva en redondo, esto era muy bueno para la cacería y la pesca; se
sembraba mucha yuca, plátano, maíz y naranjas; como había harto maíz, los
cerdos se ponían gordísimos. En esa época por aquí la vida era muy buena,
avisaba; iba uno a pescar y todos comíamos pescados; iba uno a cacería y
aventura. La vida del campo es muy sosegada. Andar uno por la selva es muy
divertido: uno en la selva tiene la mesa servida: la carne, las frutas, el pescado,
etc”37.
preguntaba: ¿Qué van hacer allá?; allá nos tragará el tigre, pensábamos
buena conducta, nos bandeábamos para pasar como fuera con la gente del
campo”39.
La caza del tigre en la Amazonia colombiana. Fuente: DE VILANOVA, P. Pacífico. Capuchinos catalanes en el
sur de Colombia. Tomo II. Barcelona: Imprenta Myria, 1947, p. 178.
“Por acá sí era para comer de todo lo que hubiera…Mi Dios nos socorre:
“A mis padres les entró el anhelo por venirse para el Caquetá –Belén– porque
les habían contado que por acá había muy buenas tierras y que por acá sí era
39
CARDONA. Op. Cit. 1984.
49
pienso que se vive mejor en el campo porque es muy bueno, allí uno tiene todo
después del conflicto con el Perú –1932-1933–, pero aquí se quedaron. He aquí
su testimonio:
“Yo soy de Gigante –Huila– la tierra de los ignorantes, allá se vio nacer tres
papá fue liberal, a él le toco la guerra de los mil días, él tenía 17 años en ese
pie desde Gigante por la trocha que venía para el Caquetá, a mí me tocó
venirle a traer el equipo al hombro, todo esto era baldío. El Caquetá era un
ambiente de tranquilidad: uno se amañaba, inclusive los que venían del centro
del país se amañaban aquí por la tranquilidad y el bienestar social. Después del
porque luego todo quedó saneado y comenzó a llegar gente buscando los
40
SUAREZ, Cielo María, La voz de los Abuelos. Trabajo de Grado Convenio Unimariana-Uniamazonia.
Florencia: 1995.
50
departamentos”41.
paraíso, era lo mejor, las tierras eran buenas, había plátano, yuca, maíz y
esperanza”42,
asunto del conflicto con el Perú. Nosotros nos vinimos por la trocha y llegamos
a Florencia; inicialmente me vine con los dos hijos hombres y dejé allá las hijas
mujeres con mi mamá en el Huila, luego de estar acá en Florencia, a los tres
41
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo Castañeda en Florencia el 12 octubre de 1993. Editada por
los autores.
42
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo Castañeda en Florencia el 12 octubre de 1993. Editada por
los autores.
43
CARDONA. Op. Cit. 1984.
51
meses regresé por las niñas para traerlas a Florencia. De Florencia nos vinimos
para Belén…”44
“Me casé en Pitalito y a los seis años de casado me tocó hacer operar la señora
Pitalito no pude conseguir la plata que debía. Me encontré con don Enrique
Hermida allá en Pitalito; él tenía una finca por el río Orteguaza abajo, le conté
“Mi papá había estado dos años en el Caquetá, se vino en 1939; vio la
situación, se dio cuenta que era una buena oportunidad y nos mandó a llamar.
papá que el Caquetá era una tierra muy promisoria, una región muy rica, de
mentalidad de hacer plata y salirse, pues quién se iba a amañar por aquí: en
44
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
45
CARDONA. Op. Cit. 1984.
52
ese tiempo había culebras, alacranes, por eso todo el mundo quería salirse de
poder venir acá al Caquetá por medio del Alcalde y el ejército. Mi papá compró
un pedacito de finca por allá en la cordillera; luego nos bajamos para el plan,
vendimos esa finquita y nos vinimos para Belén en el año de 1945, aquí he
pasado la mayor parte de mi vida. Cuando llegamos acá al Caquetá todo era
“Mi padre llamaba Vicente Ortiz, natural del Huila y mi mamá se llamaba
Paulina Sánchez, también natural del Huila, ellos se vinieron para el Caquetá
“La vida era muy buena…Llegamos con bestias cargando los harapos”:
Lucía de Cotacio
“Yo llegué con mi papá a Florencia. La vida era muy buena, muy barata. Era
mucha belleza, mucha economía, aquí todo era regalado, pues si no se vendía
que nos fuéramos para Florencia y nos vinimos y había cuatro patadas porque
46
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia el 12 de mayo de 1999. Editada por los autores.
47
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
48
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
53
que me acuerdo viniendo para acá era de Resinas por el frío. Yo tenía nueve
en Belén. Llegamos donde una señora que era de Nátaga. Mi papá había
dejado iniciada la finca donde íbamos a venir. Esa finca era cerquita de
Florencia: entraba uno por Casablanca y de ahí era cerquita. Llegamos con
anca del caballo de mi mamá, de seis años en 1921. Nos gastamos tres días en
llegar acá. Se decía que en el Caquetá aunque sea plátano y yuca se comía,
muy rico esto por acá, era muy bueno y había con quien trabajar. Entonces la
gente se venía con más ganas…Yo toda mi vida la he dedicado al campo, para
“...En el Caquetá había mucha gente de la Mesa de Elías –Huila–, estaba don
Licéforo Parra, don Ramón Muñoz, la hermana y la familia; don Chepe Rojas
49
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo Castañeda y Mireya Emperatriz Quiñones en
Florencia el 14 de febrero de 1999. Editada por los autores.
50
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo Castañeda y Mireya Emperatriz Quiñones en
Florencia el 14 de febrero de 1999. Editada por los autores.
54
José Muñoz, don Rogelio Silva y otros muchos. Había hartos paisanos: venían
de Altamira: a don Leonidas Díaz, el papá de don Daniel Díaz; don Leonidas
fue con Monseñor Rojas a Roma. Después conocí a don Ricardo Tovar, el papá
“Eran unas siete familias poderosas…Mi papá tenía como vivir porque él
trabajaba”: Pedro Ariza
otro vecino era don Pablo Escobar, el papá del gerente ahora de Gaseosas
Florenciana; los Valderrama. Las familias ricas que había eran: los Cárdenas,
los Peña, Los Silva. Don Pacho Cárdenas, Don Carlos Silva tenia casa donde
está COMFACA, ellos tenían finca también. Los Laras vivían en Larandia. Eran
del veinte del mismo siglo, emergía el Caquetá como tierra prometida para los
51
TRUJILLO. Op. Cit. p. 100 y 101.
52
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo Castañeda en Florencia el 12 mayo de 1999. Editada por los
autores.
55
empujados por unos imaginarios que le dieron sentido a su éxodo. Pero más
afirmaba lo siguiente:
57
dominando los ríos con el vigor de sus músculos y desafiando los demás
Los colonos caqueteños de los años veinte a los cincuenta del siglo XX se
53
COLOMBIA. MINISTERIO DE GOBIERNO. Informe del Comisario Especial del Caquetá 1929. En:
Memorias del Ministerio de Gobierno. Bogotá: Imprenta Nacional, 1929, p. 232
58
Barbarita Andrade
“Por aquí en Puerto Rico había dos trochas: una a Garzón y otra a Gigante y
por esas trochas se cargaban las planchas de caucho y las sacaban al Huila y
Herminio López y familias que tenían sus finquitas en medio del monte. El taita
de todos era don Herminio López, él era el que mandaba porque era el dueño
del Jordán, él tenía ganado. Él mandaba a los trabajadores con unos quince
marranos para negociarlos en Florencia y podían echar hasta quince días por
bestias, traía sal, jabón, droga, por eso le decían el Taita. Entre los años de
54
CARDONA. Op. Cit. 1984.
59
del Señor, el hacha y el machete. Duramos 46 días con sus noches viviendo
metros de altura y tres metros de ancho; ese árbol nos dio más adelante diez
mil astillas para la casa, las cuales fueron sacadas por Blasito Almario, hijo de
Todos los colonos nos vimos enfrentados a desmontar montaña para poder
principio trabajaba muy mal, en las primeras derribas trabajé mal; pero al final
del año tenía mejor estilo para derribar porque ya había aprendido el modo de
trabajar con el hacha. El hacha hay que trabajarla por ambos lados, hay que
aprender a manejarla por la derecha y por la izquierda. El corte del árbol debe ir
parejo y debe hacerse bien, lo más parejo que se pueda para penetrar al centro
encuentran árboles de todos los tamaños, están desde los que empiezan a
nacer hasta los grandotes, los recién naciditos es lo que se llama la socola y es
lo que uno destruye primero. Luego va el otro cortecito que uno lo tumba con el
machete, luego queda el otro corte de árbol medianito que se va de dos, tres
hachazos por cada lado y queda picado para que se vaya al suelo. Después los
grandes se les hace pacera por las bambas, porque las bambas vienen de
lejos y cierran arriba; entonces uno va y les troza las bambas donde mire que
alcance a llegar al corazón del palo, esa es la base; y eso es lo que uno tiene
que aprender. Uno llega sin saber nada pero el mismo trabajo le va enseñando.
El desmonte en un baldío se inicia con la socola para hacer una roza, se limpia,
grueso, el palo delgado por lo general lo parte el palo grande, pero siempre se
le hace una picadita de dos o tres hachazos por cada lado, después se le
manda una moñona… La moñona consiste en que pica uno un lote de madera
para que se reviente y tumbe todo el lote que se ha picado. Eso se utiliza para
copos de unos árboles, lo partieron todo; pero no se murió, duró mucho tiempo
enfermo…
En una sola roza de tres o cuatro hectáreas, derriba uno mucha madera y entre
esas tres o cuatro hectáreas hay pedazos o hay lotes que no tienen madera y
otros que tienen madera corpulenta; donde un solo palo necesita cinco, seis,
ocho o diez hacheros. Para poderle coger las bambas arriba donde uno alcance
a trozarlas y no se canse de los brazos con el arqueo del hacha, se hace una
Estos árboles tan grandes había que tumbarlos porque muchas veces
bejucos; esos son los que lo matan a uno. Por regla general se les llama
“micos” y como uno no los ve ni los siente, son troncos secos, pedazos
ramazones. Esos “micos” lo matan a uno muy fácil. Porque uno mira el palo, la
ramazón y tiene que abrirse del lote cuando mande el palo grande, la mamá de
la moñona; entonces tiene que salirse uno del lote que ha picado, salirse lejos
para defenderse de los tirones de los demás bejucos, de los demás palos que
la madera, de los árboles: el uno pega el chillido, el otro quiebra, otro hace un
ruido espantoso hasta que cae toda la moñona; eso es parecido como a un
trueno que principia duro y va aminorando hasta que va cayendo todo. Tiene
que tener uno mucho cuidado porque los árboles finos, los delgados se
derriba, uno no tiene bases para sentir eso porque uno está trabajando ahí
siente… el berrido del arranque de las partes que está prendido; cuando ya
coge el viaje y el árbol va pa’l suelo es duro y doloroso porque uno siente que
abriendo el monte…”55.
Trujillo
“Cuando se fueron mi hermano y los otros muchachos (de la finca donde era
55
TRUJILLO. Op. Cit. p. 176-182.
63
ordeñar y harto ganado, una porqueriza, dos gallinas y el trabajo todo para
hacer… Dijo: yo me voy y me demoro por ahí tres o cuatro meses. Y se fue. Él
iba para Elías, pero como era comerciante, se largó para el Ecuador y se
demoró dos años y dos meses en regresar. En el momento en que don Eliseo
me dijo, usted se queda, usted hace esto y lo otro: cuidar cercos, pastos y
hacer todo, yo no tuve tiempo de abrir la boca para preguntarle con qué plata
pagan por aquí, el jornal estaba a treinta centavos. Antes de pasar el río Hacha
vivía un señor Francisco Pérez, quién tenía finca allí sobre el puerto. Me hice
más se cultivaba en la finca y lo que más se vendía. Todos los días había que
64
traer a Florencia un bulto de plátano y la leche. Había que venderlo por lo que
dieran, yo los vendía a ocho centavos, otras veces a nueve o hasta a diez
la finca…
quedó enrazadita, a los poquitos días vino el parto y crió ocho puercos, esos
luego de la guadua...
65
...Había unos guaduales tan hermosos y don Pacho me dijo: mire que un señor
dije: pues claro que se le vende y el precio ¿cómo será? Dijo: hay que traer al
cliente para que las vea para poder hacer el negocio, y así fue: el señor dijo
buena, grande, larga, gruesa y bien fina…se la doy a diez centavos. Cogió el
Pacho me dijo: si acaso le paga por ahí cinco centavos, pero hay que pedirle
más para que pague eso. Yo le dije: ofrezca, pues si usted no ofrece, entonces
10 o 100 veces más, pero si dan permiso de ofrecer, uno ofrece lo que
buenamente puede ofrecer, por lo menos así veo yo los negocios. El señor me
más caras, pues se venden más caras; yo le respondo por esas 200. Al medio
día llegó con cinco trabajadores, las desbarataron, contaron las doscientas y las
acostaron. Luego dijo el señor: bueno, de aquí a ocho días vengo a sacarlas;
tenga su plata, contó la plata y me la dio. Entonces dije a Mecías: ya nos llegó
56
TRUJILLO. Op. Cit. p.89.
66
trabajar: me gustó sembrar plátano. Esta finca era una tierra de agricultura.
“El trabajo mío era jornalear, trabajaba una semana: el uno iba y me buscaba y
papá. Ya cuando papá murió, entonces hubo un reparto entre todos y esa finca
no valió nada, valió como noventa mil pesos, no más, la compró don Pedro
Almario. Entonces usted sabe que cuando uno coge la plata así toda juntica,
pues eso se vuelve nada; partija pa uno, partija pal otro y se volvió nada. En
conseguir trabajo, le dijo: camine para San Rafael que allá están tumbando 40
hectáreas y usted que es buen hachero, camine. San Rafael, es lo que hoy
conocemos como San Antonio de Atenas. Entonces dos tipos, hermanos, que
57
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo Castañeda y Mireya Emperatriz Quiñones el 14 de febrero de
1999 en Florencia. Editada por los autores.
67
comprador vendían eso y se iban. Dijeron: ésta tierra es para gente guapa,
gente alentada.
Por acá las gentes de las fincas eran muy honorables, muy trabajadoras, con
ganado, con sus bestias. La mayor parte de los finqueros se volvieron ricos
aquí en Florencia, porque por ejemplo aquí está la finca de Ramón Muñoz; al
otro lado de Puente López, la finca de enseguida fue de don Oliverio Peña,
Ramón, él vino a jornalear, pero entonces él traía unos centavos pero nadie
donde venía, pidió trabajo y trabajó una semana en un punto que se llama El
Delfín, Víctor y Rafael, cada uno de ellos tenía su finca; entonces fue Ramón
Muñoz y les dijo: porqué no hacemos una compañía entre todos ustedes y
ganado. Entró don Ramón y dijo: pues yo tengo tanto, vamos a comprar
novillo o una vaca de 16 arrobas y se fueron así; vendió Ramón Muñoz y se fue
de aquí, nadie sabía para dónde se fue, porque él poco amigos tenía, él era
muy solo. A lo que ya todos tuvieron finca, entonces partieron con los señores
Silva; partieron las fincas con el ganado, con bestias, con gallinas, cerdos y
esto, vaya busque el punto para que usted viva, yo no lo dejo botado, cuando
yo me vaya dentro de unos ocho días, usted queda en el punto preciso para
llegaba la compraba, valía por ahí tres mil pesos, dos mil, mil quinientos, mil,
No había duda que los colonos estaban a merced del hacha y del machete,
aprendizaje.
58
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo el 14 de febrero de 1999 en Florencia. Editada por los
autores.
69
“Agradecido con el achapo que nos dio techo, clavé el hacha sobre su
“Al principio del año 1933, pensé en construir una casita de astilla; agradecido
con el achapo que nos dio techo, clavé el hacha sobre su vientre no por
la nueva casa. Medio día duré dándole hacha...un fuerte crujir de ramas
yaripa de chonta…
el Caquetá las conejeras son muy bravas. Esa casa se reformó a los veinte
campesino tener una casa de zinc era progreso, era que el campesino había
conseguido platica”. 59
59
TRUJILLO. Op. Cit. Pág. 142,143 y 145.
70
Virgen; yo tuve un descanso muy grande cuando empecé a moler caña, cuando
para toda la familia, daba plata y daba los jornales. El trabajo de los demás se
cambiaba por panela y plata, les daba panela y ellos la iban a vender, ese era
LA ITINERANCIA DE UN COLONO
“Yo he voltiado todo este Caquetá. Después seguí trabajando con mi papá
animales y bestias y de esta manera fui consiguiendo plata. Trabajé cinco años
en esa finca (Aguascalientes). A los cinco años tenía bestias, ganado; como
estábamos solos los dos con la mujer, los vecinos nos aconsejaron que nos
fuéramos a vivir a Florencia y nos fuimos: compré una casa en Florencia en 350
60
TRUJILLO. Op. Cit. p. 169.
71
pesos, vendí el ganado, las bestias y me acabé la plata tomando trago y dejé la
Nos fuimos en 1942 para Solano, allí trabajé dos años en finquitas, haciendo
algunas cosas. Fue en ese tiempo cuando me dijeron que ya venía la compañía
al Caquetá –La Texas– y uno no creía; en todo caso me fui para Potosí y allá
me mandaron razón que volviera; yo estaba por ahí más arriba de Solano; yo
para que me fuera a contratear, me fui entonces a hablar con ellos, negocié lo
compré otra casa en Florencia. Yo he voltiado todo este Caquetá: por San
trabajar para sembrar comida: maíz, arroz; había que sembrar porque no había
61
Entrevista realizada por Berenice Vargas Plazas en Solita en abril 23 de 1999. Editada por los autores
de la investigación.
72
LA COTIDIANIDAD DE UN COLONO
Una de las características de los colonos fue la solidaridad para hacerle frente a
Uno se levantaba a las seis, tomaba tinto y se iba a trabajar, a rozar para
sembrar maíz, yuca o plátano para poder hacer el sustento porque en ese
desayuno y volvía al trabajo hasta el medio día que se venía a almorzar; luego
nos volvíamos a trabajar hasta las cuatro de la tarde. Después de las cuatro de
la tarde cogía uno los anzuelos y lo que tenia uno de pescar y se iba a extender
los anzuelos para amanecer con el pescado al otro día. Eso era la vida del
Andrade
“¡Qué cosas de la vida!, venirse uno a aventurar por acá, y como el esposo
mío era tan amante a la pesca. En esos días hacían los trabajos en mingas, o
Herminio hizo una minga para rozar al otro lado de aquí del río para abajo;
62
Entrevista –a Mecías Calderón– realizada por Berenice Vargas Plazas, Solita, abril 23 de 1999 y editada
por los autores de la investigación.
73
Huaca Polanía
“En esos días se trabajaba en comunidad; si alguien tenía unas diez hectáreas,
“Cuando habían mingas para coger maíz, yo me acuerdo que mi padre cuando
que habían puesto a enfuertar ocho o quince días antes y invitaban a toda la
gente amiga a comer y se llenaba eso de gente que llegaba a coger maíz y a
machetera por allá arriba que apenas sonaban las peinillas; y coma carne,
63
CARDONA. Op. Cit. 1984.
64
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
74
dejaron probar”. 65
“Cuando se puso escasa la cacería, el primero que puso aquí carnicería fui yo.
Primero mataba un cerdo los domingos cada quince días, después uno cada
Se sembraba mucho arroz, maíz; el maíz servía para comer y para engordar
ejemplo se iban dos o tres familias de una parte para otra y se reunían y se
acompañaban para hacer las rocerías y pues de lo que Dios socorriera de eso
se hacía la comidita y ellos también formaban sus bailecitos con guarapito. Así
“Los vecinos eran algunos indígenas y otra parte éramos los que habíamos
65
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
66
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
75
anécdotas del trabajo. Nadie era más que otro….por aquí, solo se tenía el
“En ese tiempo las vecinas casi nunca peleaban”: Pío López Motta
que había aquí y allí trabajé otro poco de tiempo hasta que me pude levantar y
Mi madre era una mujer tan buena que se llevaba muy bien con las señoras
harina y cogía uno de los pollos más buenos y se iba a visitar a su vecina. Lo
mismo hacían las vecinas cuando mi madre se enfermaba. En ese tiempo las
vecinas casi nunca peleaban; cuando los vecinos mataban un marrano, nos
67
Entrevista realizada por Berenice Vargas Plazas en Solita en abril 23 de 1999. Editada por los autores
de la investigación.
76
enferma…
madre hacía sombreros, los vendía por cualquier diez pesos; una buena
gallina valía cuarenta centavos, los huevos se vendían a cinco por centavo y
protagonistas:
68
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
77
Otros trabajaron con plata del Banco para comprar ganado y vender y así fue
como la gente se enriqueció toda. Por aquí estuvo Oliverio Lara colindando con
a Garzón o Neiva y de allá traían todas las cosas para vender aquí, dueños de
tiendas, todos tenían mulas, así fue la fundación de esto. Todo mundo llegó a
Floriano
el señor Jorge Liévano Fonseca y como Secretario Alfredo Rueda Prada. Como
cuenta y me correspondía el número 11, más tarde fue abierta una sucursal de
69
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo el 14 de febrero de 1999 en Florencia. Editada por los
autores de la investigación.
78
la Caja Agraria, cuyo gerente, si mal no recuerdo, era el señor Julio Betancourt;
“Cuando empezaba a medio mejorar la situación, don Ramón Muñoz fue el que
70
ALMARIO Floriano, Pedro Antonio. Un colono Caqueteño. Sus memorias. Bogotá. 1990. 205 p.: Ilus.
71
TRUJILLO. Op. Cit. p. 145.
79
“Cuando Puerto Rico ya era un pueblito, llegó don Pedro Ignacio Muñoz de
tocaba hacer el recorrido desde Florencia hasta San Vicente a pié. La gente me
venía de Florencia a Puerto Rico y Esteban seguía para San Vicente. Una vez
iba con el correo para Florencia, por el camino me salió un tipo armado con una
escopeta a quitarme lo que llevara, buscaba plata, ese día nadie me había
hecho encargos, le dije al tipo: si busca plata, puede irse por donde vino, vio
Un día yo iba con el correo de aquí –Puerto Rico– para San Vicente, en el
camino encontré tropa, les dije que yo era el correo y que iba para San Vicente.
curando una res; el comandante dijo a los soldados: allá están los guerrilleros,
San Vicente”.72
Florencia y viceversa. De aquí a Neiva por aire gastaba la avioneta una hora, lo
que a pié eran doce días. Ya con la carretera vino más gente a radicarse.
las calles de Cartagena del Chairá. En 1948 con unos trabajadores del caserío
“La Esmeralda”, caminamos quebrada arriba y llegamos a Garzón. Por esa vía
viuda de Estraub
hablar español, pero era muy simpático y sabía ganarse el cariño de la gente.
El tenía un hermano medio que se llamaba Rodolfo Karch y llegó a estas tierras
72
CARDONA. Op. Cit. 1984.
73
CARDONA. Op. Cit. 1984.
81
…….él estudió mecánica por que el papá lo hizo estudiar eso, creo que el papá
era muy enérgico y por eso se vino de allá, y cuando fue mayor de edad
emigró. El primer negocio que tuvo fue una ferretería llamada Ferretería
Caquetá, fundada con el hermano, más o menos a principios de los años
cuarenta del siglo XX, esta quedaba muy cerca de donde estaba el Banco de la
República y luego se fundó el Almacén Colombia. Ellos vendían herramientas
hechas en Alemania que importaban, y cuando empezó a utilizar la cuestión del
gas, lo traían en cilindros y vendía estufas a gas, con el tiempo se le ocurrió
montar una pequeña empacadora, la cual se vendió y luego Rodolfo en los
años ochenta se la compro a Jorge Ortega, después fue de don Zenón y éste
le vendió a Rodolfo. Juan también fue distribuidor exclusivo de la Shell hasta
cuando murió, y después de fallecer, se acabó con la ferretería. Cuando yo lo
conocí el ya tenía el negocio de la ferretería y además era un hombre muy
simpático, querido y muy bien parecido. Durante mi matrimonio con Juan tuve
cuatro hijos a saber: María Paulina, Gemita, Juan y Rodolfo…
82
era muy apreciado y el Comisario, que no recuerdo quien era, influyó para que
reunieron a casi todos los Alemanes, pero Juan y Rodolfo se quedaron aquí.,
además tampoco les confiscaron los bienes que tenían. Juan siempre se dedicó
al comercio, nunca tuvo finca ni ganado, aunque era muy amante del campo
“En los años 40 y 50 aquí había varios negocios, recuerdo el de Don Julio
un almacén…”
83
“Un empresario muy importante en Florencia fue Luís Carlos Tovar, dueño de
74
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia entre el 12 y 13 de junio de 2002. Editada por
los autores.
75
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Capuchinos y Caqueteñidad: Sujetos y Territorio (Caquetá: 1893-
1951). Florencia: Vicerectoría de investigaciones Universidad de la Amazonia, 1999, págs. 85-92.
También puede verse: GONZALEZ TRUJILLO, Héctor Eduvin y otros. Caquetá: Tradición y Vocación
Ganadera. Florencia: Comité de Ganaderos del Caquetá, 2003.
76
Véase: PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Florencia: Personajes, instituciones y Símbolos (1902-
2002). Sin publicar.
84
“Yo ya dejé la finca, ya hay sembrados: hay plátano, yuca, y ¡es que nos vamos! Ella dijo:
¡Bueno, pues entonces vámonos!”
Emidio Perdomo Calderón
asegurarla; ésta era el lugar de los afectos y era mirada además como fuerza
de trabajo.
improvisaban o eran negociados con los padres de las novias; era el hombre
las jóvenes estaban condicionadas para aceptar la voluntad del varón, a quien
coserla, etc.
El padre debía ser ejemplo para enseñar los trabajos a los hijos y para
que nos vamos. Ella dijo: Bueno, pues entonces vámonos”: Emidio
Perdomo Calderón
cuando yo la conocí, ella estaba mocita. En el primer viaje que me metí, que
pasé por ahí, la miré. Yo estaba soltero, yo y mi viejito caballo la vimos desde
respondió ella. Casi no duré ni un mes de novio, eso fue ligerito y entonces
que nos vayamos para el Caquetá porque los hijos se nos quedan sin estudio;
ella dijo que quería darles estudio a los muchachos ahí en El Naranjal, a una
sembrados: hay plátano, yuca, y es que nos vamos. Ella dijo: Bueno, pues
entonces vámonos”77.
“Me casé pero yo nunca recibí un beso, ni nunca –el Señor Castañeda–
me cogió una mano para decirme amor ni nada de eso durante nuestro
los ocho días me daban serenata; después ya siguió yendo a la casa y dizque
nos hicimos novios porque él ni siquiera me tocó una mano, conversaba era
seguramente le pidió mi mano a mis papás porque una vez me dijeron: mijita
caso, él era un hombre buen mozo, atractivo. Me casé pero yo nunca recibí un
beso de ese tipo, ni nunca me cogió una mano para decirme amor ni nada de
las flores rojas y una corona de azahares muy linda, pero yo no sabía bailar el
eso fue para risas, hasta a mí misma me dio risa y el finado Castañeda también
77
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia el 14 de febrero de 1999. Editada por los
autores.
87
bailar el vals”78.
alguna que me gustaba le decía: si quiere casarse conmigo, estoy listo para
Juan de Jesús Rojas y la señora Marta Rojas, tenían un niño llamado Argemiro
salía de la cocina, nos saludamos pero no pasó más. Yo sentí una evolución
no había tenido nunca, con la sola voz de ella. Entonces llegué a la cocina y le
dije a la patrona: pues mire señora que esa niña va a ser la novia mía, la
señora mía; ella dijo: ¡Hum! Pobrecita niña. Yo no volví a ver la niña sino hasta
invitado a una comitiva que hacían los vecinos. Allí solamente la saludé.
78
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
79
TRUJILLO. Op. Cit. p. 112
88
novia, ella me preguntó: ¿pero cuál es su novia? le contesté: pues la niña que
le dije hace tres o cuatro años, esa niña es la que yo me voy a ver, sé que está
en San Pedro, al lado de donde vive don Julio Rubiano, pero no la he visto. El
quince de agosto, que era el día de mis cumpleaños, me parece que cumplía
23 y ella andaba en los 14 años. Ellos me recibieron y les dije: don Juan y doña
Marta, vengo a hablar con ustedes para pedir la mano de Simona, si ustedes
tienen a bien, si me dan permiso. Dijo don Juan: yo de mi parte tengo mucho
gusto, no sé la señora qué dirá, ella le dijo al esposo que él vería, que lo que él
hiciera estaba bien. Él me dijo: bueno, tiene el permiso; puede venir a todo
“De capital tengo las manos, el día que Dios me mande y el machete que
preguntarle si ella quiere casarse conmigo o no, luego yo le digo las cláusulas
que tengo, las de la ley y la verdad, yo no tengo nada. Ella fue y trajo la niña.
Yo le dije: bueno, señorita, yo vine a ver si usted tiene a bien casarse conmigo;
completo, porque estoy con la camisa bien pegada del sudor y los mochitos a
usted dese cuenta para que nunca vaya a decir que yo la engañé. Otra cosa:
no tengo donde caer muerto; estoy bien debajo de la capa del cielo; de capital
80
TRUJILLO. Op. Cit. p. 112
89
tengo las manos, el día que Dios me mande y el machete que cargo a la
dijo: yo si me caso con usted y me voy para donde me lleve; eso es todo y
puede contar con mi palabra81. Pero antes del matrimonio los padres de Simona
señorita Dolores Bueno, ella me preguntó que por qué quería casarme con esa
para las cinco de la mañana del día 27 de noviembre de 1930. Nos casó el
Padre Lucas de Ibatet Capuchino Español; fueron los padrinos Juan de Jesús
de San Pedro, hoy Santuario. Simona tenía vestido largo blanco, zapato beige
llevaba una camisa rosada de popelina, pantalón y saco gris, sin corbata y sin
zapatos”83.
“El padre no es solo para ser padre de un poco de hijos, el padre tiene que ser
padre para enseñarles las bases del trabajo, enseñarles cómo tienen que
81
TRUJILLO. Op. Cit. p. 117
82
TRUJILLO. Op. Cit. p. 123 a 125
83
TRUJILLO. Op. Cit. p. 123 a 125
84
TRUJILLO. Op. Cit. p. 206
90
“Dios no nos dio hijos, pero a voluntad de nosotros dos, criamos seis
sacaba la hebra para tejer los sombreros. Mamá también rajaba totumos y de
vender. Ellos salían a Acevedo, los vendían y con eso traían la salecita y parte
del jabón porque por acá en gran parte el jabón que se usaba era de un palo
que llamaba “bilibil” y de una mata que nacía en las partes donde rozaban y
quedamos solos y mi madre con ocho hijitos que sostener, era una cosa muy
difícil.
“mamelucos” y eso se lo amarraba a uno con una trenza a la espalda y otra por
delante y así nos ponían esa ropita. Nos vestían pobremente aún cuando fuera
con retacitos y pues como casi no salíamos de la finca. Me casé en 1944, llevo
estamos viviendo con mi esposo. Dios no nos dio hijos, pero a voluntad de
91
partes”85.
“La familia de esa época era noble, obediente; los muchachos eran
“La familia de esa época era noble, obediente; los muchachos eran sumisos a
los padres; mis hijos vistieron lo que yo les compraba, les hacía y les traía. Yo
cosía, después aprendió Gilma, Nena y Bruno, ellos fueron sastres. Yo le cosí
la ropa a Nena hasta que se casó. Yo tuve tienda con panadería, los hijos me
la cocina, en la casa, con los hijos y para la iglesia, atendiendo los oficios
de la casa, se hacía lo que dijera él, el resto era paja”: Pedro Ariza
“Yo admiré mucho a mi papá: él fue un hombre muy severo, fue muy honesto,
“chapuseaba” algo en inglés; el estuvo ocho años allá, admiraba mucho a los
85
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
86
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
92
sus virtudes, entre otras, era levantarse temprano para trabajar y ser estricto
en el cumplimiento de deber. Si, él decía: nos vemos a las dos, llegaba faltando
cinco minutos para las dos. Y así como él había varias personas. En la familia
decía había que hacerse. La mujer en la cocina, en los oficios de la casa, con
los hijos y para la iglesia, se hacía lo que dijera él, el resto era paja”87.
“Yo a los jóvenes les digo francamente que si mi crianza no hubiera sido
mi crianza no hubiera sido tan católica con los curas en el Huila en las
considero que no debo hacer eso y por tal motivo me aguantaré hasta que mi
87
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, mayo 12 de 1999 y editada por los autores de la
investigación.
88
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
93
“Sabiendo educar a los hijos salen buenos hijos”: Ana Isabel Reyes
Chilatra
“Yo pienso que uno sabiendo educar a los hijos, salen buenos hijos. Creo que
las familias numerosas son buenas; después desde que lo sepan estimar a
uno…”89.
“En la finca de Santo Domingo llevamos más de cuarenta años. Tuve doce
Nosotros nos divertíamos muy poco. Se celebraba el San Juan y el San Pedro.
89
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
90
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
94
La mayoría de los colonos del Caquetá de la década del veinte hasta los años
cincuenta del siglo XX, eran de procedencia huilense, donde habían estado
sus moradores durante la primera mitad del siglo XX, contribuyendo a generar
organizar los eventos o fiestas religiosas y velar por el desarrollo de “las buenas
costumbres”.
tarea era demarcar el sitio de la capilla o templo, lugar desde el cual se iba a
podría decir que los colonos llegaban al Caquetá a reconstruir las instituciones
comenzó a finales del siglo XIX y comienzos del XX a hacer presencia real en
91
Durante la Prefectura Apostólica (1904-1929) del Caquetá los frailes capuchinos establecieron una
Estación Misional en 1911; en 1919 se creó la Cuasiparroquia de Florencia; la cuasi parroquia de San
Vicente fue fundada en 1921. Durante el Vicariato Apostólico del Caquetá (1930-1951) las
Cuasiparroquias fueron transformadas en Viceparroquias.
96
Asociaciones, las cuales fueron utilizadas para construir "La República Católica”
Los capuchinos, al igual que la sociedad y sus élites, eran líderes promotores
huilenses que habían llegado para construir nuevos proyectos de vida y nueva
sociedad.
Para construir cultura católica y una nueva sociedad en las selvas del sur, los
92
PERDOMO CASTAÑEDA, Gabriel. Capuchinos y Caqueteñidad: sujetos y territorio (Caquetá: 1893-
19519. Florencia: Vicerectoria de investigaciones Universidad de la Amazonia, 1999.
97
Florencia, él era bajito, delgadito, barbado, con la barba al pecho, muy formal.
Mis tíos y mis padres ayudaron a hacer la primera capilla que se hizo donde es
“Yo iba a misa; había misa desde las cinco de la mañana, a las nueve de la
mañana y a las once del día, entonces usted escogía a qué misa ir, había que
ir” 94.
93
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia en abril 16 de 1999. Editada por los autores.
94
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia en noviembre 13 de 1999. Editada por los
autores.
98
Construcción de la segunda iglesia de Florencia 1916, Fuente: TRUJILLO, Luis Antonio. Biografía del Excmo.
Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía voto Nacional, 1949, p. 499
“Yo tan solo rezo el santo rosario; en esa época se practicaba la religión
Ortiz Bautista
por el río abajo, con el fin de civilizar a los campesinos e indígenas. Yo conocí
95
SUAREZ. Op. Cit. 1995..
99
capuchinos”96.
Parada militar el 20 de julio de 1917, en la Plaza San Francisco; Fuente: TRUJILLO, P. Luis Antonio.
Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía Voto Nacional, 1949, p, 650
“Antes sí le enseñaban a uno a ser religioso y a orar, ahora no porque eso van
96
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
100
Capilla de Belén en los años treinta del siglo XX, Fuente: TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr.
Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía Voto Nacional, 1949, p, 629
paja, las paredes y los pisos eran de barro pues aún no se conocía el cemento
por aquí y las casitas se hacían al estilo de las chocitas de los indios, de
97
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
101
.
Primera capilla y casa Cural de Belén de los Andaquíes, años treinta del siglo XX. Fuente: TRUJILLO, Luis
Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía voto Nacional, 1949, p. 638
“En los años cuarenta en el Caquetá la familia era muy influenciada por los
los muchachos querían ser acólitos porque en ese tiempo era muy importante
ser acólito con los Padres Capuchinos. Estuve de acólito como dos años,
102
estando allí conocí al padre que hizo la iglesia: el fraile Jaime de Igualada;
Catalanes, hablaban Catalán. Los capuchinos estaban más cercanos con los
Comisario”98.
98
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia en mayo 12 de 1999. Editada por los autores.
103
“Los capuchinos fueron unos mártires para colonizar, entrar por trochas por
todo este Caquetá abajo; y donde había ríos en canoas los indios los cargaban
comiendo con los indios mico y pescado. A esos Curitas les toco sufrir
99
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia en abril 18 de 1999. Editada por los autores.
104
Perdomo
“Los padres capuchinos eran gente supremamente honorables, ellos con nadie
usaban una palabra maluca, eso era honorabilidad para todos. Desde entonces
100
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo en Florencia en noviembre 13 de 1999. Editada por los
autores de la investigación.
105
Escuela de las Madres Franciscanas, iglesia y convento de los Frailes Capuchinos (década del 30 del
siglo XX). Fuente: TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá:
tipografía Voto Nacional, 1949, p, 656
mucho.
Conocí a Monseñor Gaspar de Pinell, quien subió al filo que se llama cerro
Pinell; en ese entonces mandaban la policía para que hiciera caminos, él subió
al cerro con ellos; yo estaba muchacho y mi tío era sacristán; entonces, yo subí
con él y mi mamá subió también después con él. Esto ocurrió en 1927. En la
101
Gaspar Monconill o Gaspar de Pinel, Obispo, Primer Vicario Apostólico del Caquetá ( 1930-1946)
106
Monseñor Fray Gaspar M: Monconnill, Obispo del Vicariato del Caquetá (1930-1946),
Foto de consagración episcopal. Fuente: Monconnill 1930, p. 5
que le cargara la maleta de viaje, se fueron para el Huila por Belén –el camino
102
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo y Mireya E. Quiñones Q. Florencia, febrero 14 de
1999.
107
del Andakí103–; había camino pero a pié, no podía entrar ni una bestia, y
muchacho. El Obispo Gaspar era muy buena persona, honorable, eso daba
gusto ponerse uno a hablar con él por la honorabilidad tan bonita, el cariño tan
grande para todos, por eso la gente lo quería bastante. Todo el mundo ayudaba
Puerto Rico”105.
103
Antonio B. Cuervo en sus comentarios de documentos inéditos, dice que el Padre Juaquin
Barrrutieta, superior de los franciscanos de Popayán, ordenó a Fray José Cuervo que buscara el pueblo
de la Concepción del Putumayo, y buscara un camino más fácil y más corto para penetrar a las Misiones
del Caquetá y Putumayo; por cuanto el que pasaba por Popayán era sumamente pésimo y largo y se
gastaban tres meses para llegar al último pueblo de la Misión.
Fray José Cuervo, dio cumplimiento a dicha orden, y con el auxilio de los indios, después de muchos días
de navegación por el Caquetá, llegó al primer puerto, llamado el Mosco o La Loma del Mosco. Por allí
dejando las canoas, siguieron abriendo trocha hasta el pueblo de la Ceja, que era la escala de las
misiones franciscanas. La abertura de este camino fue una verdadera odisea, se realizó en el año de
1763, y así se dejaron otros caminos y se eligió este, y es el mismo que actualmente practican los
moradores del pueblo de Belén del Andaquí y los de la Ceja, hoy Acevedo (Fray Gregorio Arcilla Robledo.
Obra civilizadora de la iglesia Colombiana, p. 151-152).
104
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, noviembre 13 de 1999 y editada por los autores
de la investigación.
105
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
108
“Aquí estaban los padres capuchinos, entre los cuales recuerdo a Fray Jaime
Apostólico de Leticia; era una persona muy simpática e impactante, además era
ponían a las obras y las terminaban. Inclusive el que construyó esa iglesia –la
catedral– fue un Capuchino. La gente era muy indiferente, era muy difícil
106
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, junio 12 y 13 de 2002 y editada por los autores
de la investigación.
109
salían en misión católica y religiosa hasta las tribus para poder atraerlos a la
Morelia”107.
“En esa época la iglesia era un caney grande donde iban todos los
padre Fray Pascual de Castellar era el gamonal superior aquí del clero en
iglesia; en esa época la iglesia era un caney grande –salón– donde iban todos
los católicos”108.
“Recuerdo al primer párroco que fue fundador de Belén, al Padre Jacinto María
de Quito, que era Capuchino y yo fui acólito de él. Me acuerdo que era grueso,
bajito de estatura. El fue muy bueno conmigo, luego se retiró para el Putumayo,
107
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, octubre 12 de 1993 y editada por los autores de
la investigación.
108
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, octubre 12 de 1993 y editada por los autores de
la investigación.
110
fueron muchos los abrazos que me dio el viejito; se puso a saltar de alegría, y
aquí en Belén, aquí donde está la hacienda Génova, esto era la finca de las
playa, recuerdo que se hacían mingas para traer estantillos y columnas, todavía
el Granadillo”109.
Jacinto María de Quito, fundador de Belén de los Andaquíes con indígenas del Caquetá. Fuente:
TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía Voto
Nacional, 1949, p, 718
109
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
111
“Una vez el padre dijo: dónde está el vino, ustedes se lo toman”: Pedro
Ariza
“El padre Jacinto María de Quito –fundador de Belén– era bravo, era bajito,
gordo; un día dijo: donde está el vino, ustedes se lo toman. Yo le dije: sí señor,
110
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, mayo 12 de 1999 y editada por los autores de
la investigación.
112
viejo; yo le ayudé a dar misas, él era muy anciano, andaba lento, un poco
agachado, con su barba larga, blanca, todos le decíamos papá Jaime, todo el
que nosotros respetamos mucho, ellos dieron un ejemplo de vida muy bonito”111.
“En esa iglesia de Belén hay cuarenta mil ladrillos hechos de mi mano”:
“El Padre Pascual de Castellar fabricaba ladrillos para hacer la Iglesia, los hacía
en una finca que era de ellos. En esa iglesia hay cuarenta mil ladrillos hechos
de mi mano. Fue el Padre Pascual quién me trajo para que le hiciera los
“Aquí han pasado cosas tan curiosas como lo que sucedió con el Himno a
Estraub
“Aquí han pasado cosas tan curiosas como lo que sucedió con el Himno a
Florencia y la canción “Canoíta de mis Ríos”, que fueron escritas por un fraile
usted le pone cuidado al tema Canoíta de mis ríos, y lo compara con el Himno a
111
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, mayo 12 de 1999 y editada por los autores de
la investigación.
112
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
113
Florencia, se da cuenta que es alguien que conoce muy bien los ríos y al
Caquetá. El señor Osorio no era más que un borracho que vino aquí antes de
vida lo más importante para mi ha sido la iglesia porque a uno le enseñan a oír
RELIGIOSOS EN LA COLONIZACIÓN
Una de las fiestas que tuvo más significado para los colonos y que convocó a
113
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, junio, 12 y 13 de 2002 y editada por los autores
de la investigación.
114
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo y Mireya E. Quiñones Q. Florencia, febrero 14 de
1999.
114
“…y toda esa gente con un pañuelo en mano, llorando en Semana Santa”:
“Las fiestas religiosas eran de primera; eso era una procesión y toda esa gente
“La semana santa aquí en Florencia ha sido bonita, muy concurrida, todo el
semana santa. El viernes santo era una cosa muy querida, bonita, porque nadie
“Mi madre en Semana Santa nos ponía a rezar todos los días y uno tenía que
115
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
116
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, noviembre 13 de 1999 y editada por los autores
de la investigación.
115
cometido faltas. En ese tiempo sí se ayunaba, eso era a punta de pan y agua;
catecismo”117.
las vacas les salía sangre en vez de leche. Para la semana santa mi papá
aprontaba hasta las tres arrobas de pescado, plátano hartón, yuca y píloros.
No nos bañábamos el jueves santo porque decían que nosotros nos volvíamos
una noche aquí en Belén fue “La Mula del Diablo” esa mula salía y se le
escuchaban sus pasos y frenaba en toda la esquina y luego cogía por ese
117
Entrevista realizada por Suárez Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
118
Entrevista realizada por SUÁREZ, Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
116
“La semana santa de antes era más respetuosa que la de ahora; durante esa
“La semana santa se hacía al estilo español, muy bonita; se representaban los
muy bonito. Ellos tenían gran influencia en el pueblo porque ellos eran los
gente quería mucho a los padres capuchinos, ellos eran buena gente, eran
padres muy entregados a sus ministerios, muy dados a ayudar a la gente, eran
religiosa, hacían que la gente les obedeciera. Su bondad, su carisma los hacía
respetar. En ese tiempo la gente era muy creyente, mi abuela iba tres veces a
misa: a las seis de la mañana, a las ocho y a las doce del medio día. La
La semana santa era muy vistosa; los frailes se reunían en el corredor a hacer
tertulias, comentaban o ellos nos contaban que en España era así en Cataluña
representando la ultima Cena del Señor y ahí iban los doce apóstoles, ahí nos
119
Entrevista realizada por SUÁREZ, Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
117
hombres. Pasaba otro que era Cristo llevando la cruz y el otro acostándolo; la
negro amigo era Melchor y los otros eran amigos también. Allá en el hospital les
daban tres caballos y en esos caballos entraban con sus capas y coronas y ahí
Vega
“Cuando nosotros llegamos a Belén, había una capillita que la manejaban los
padres Capuchinos, cuando vine por primera vez en 1945, le traje un ramo a la
virgen y recuerdo que estaba el Padre Benito…Había una finca que la había
donado una señora para las “almas”, le decían “la finca de las almas”, allí
la hacían en vivo”121.
120
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, mayo 12 de 1999 y editada por los autores de la
investigación.
121
Entrevista realizada por SUÁREZ, Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y
editada por los autores de la investigación.
118
todas partes”122.
“Los curas decían que las mujeres alegres tenían que ser un poco más
cual más iba a ver dónde bailaban –bares–. En esos días había fiestas pero en
bulla, bailaban mucho, esas mujeres alegres venían de Neiva, Bogotá, Girardot,
Pitalito. Los curas daban la explicación en la iglesia los domingos y decían que
estas mujeres alegres tenían que ser un poco más honorables con el personal.
“Don Ricardo era el único que daba lo mejor, no lo peor, como dice la
Biblia”: Samuel Rojas Rubiano
cría del ganado, me tocaba dar cada año una novillita para la fiesta de la virgen
de Lourdes. Se recogían con todos los vecinos las 150 novillas destetas que
daban todos los finqueros para la construcción del templo. Recuerdo que
122
Entrevista realizada por Suárez, Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y editada
por los autores de la investigación.
123
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, noviembre 13 de 1999 y editada por los autores
de la investigación.
119
Ricardo Tovar el dueño de Venecia tenía una media finquita por ahí en la quinta
porra y cada año que el cura repartía las tarjetas de invitación a la fiesta de la
Pacho y todos le decíamos Pacho Diezmo. Don Ricardo era el único que daba
Mocoa y por allá murió el padre Jaime de Igualada; después dijeron que los
restos del Padre tenían que traerlos para enterrarlos en el templo de Florencia y
organizaron una comisión y yo por flojo no fui. El murió en Sibundoy donde era
trayendo los restos del padre Jaime, los cuales fueron recibidos por una
multitud; el primero en el turno para hablar fue él y fue tanta su emoción que se
Por los relatos anteriores y por los estudios documentales referidos en el texto,
se puede concluir que de los años veinte a los años cincuenta del siglo XX,
124
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, abril 18 de 1999 y editada por los autores de lla
investigación.
125
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, abril 18 de 1999 y editada por los autores de la
investigación.
120
tanto los indígenas y los colonos giraban alrededor del Misionero; la Misión
institución, era el eje de la vida social y ella fue el acontecimiento cultural por
la cultura católica.
121
Recepción escolar y de toda la comunidad en Florencia, con motivo de la inauguración del segundo templo de,
julio 20 de 1917. Fuente: TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá:
tipografía Voto Nacional, 1949, p, 662.
vez que medio de aculturación indígena. Para materializar este propósito, los
de Instrucción Pública irrumpió por los ríos Caquetá y Orteguaza hasta llegar a
amor a la patria” y a la vez tenía por finalidad “unir moralmente estas regiones
El poder pedagógico y moral fue ejercido en el territorio del Caquetá por los
frailes desde 1908 –fecha en que fundaron la primera escuela– hasta 1951
finales de los años cuarenta del siglo XX, sin embargo, a partir de los siguientes
al cual fueron integrados los alumnos del hasta entonces colegio privado
Industrial de Florencia.
126
DE PINELL, fray Gaspar Excursión Apostólica por los Ríos Putumayo, San Miguel de Sucumbíos,
Cuyabeno, Caquetá y Caguán, Bogotá: Imprenta Nacional 1928, p. 10
124
Escuela de la Montañita (Caquetá). Fuente: TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas
Tovar. Bogotá: tipografía Voto Nacional, 1949, p, 684.
125
mañanas. Mis hijos fueron muy bien educados, ellos llegaron a viejos y no han
muchachos respetuosos”127.
“Yo fui una mujer inteligente, recuerdo que hice segundo, tercero, cuarto y
recitaba esa poesía del 20 de julio. Mi madre fue una persona muy educada, mi
papá no, pero sí sabía leer y escribir aunque fuese su nombre. Mi madre hacía
mis tareas. En mi casa recibí una educación muy buena, porque nunca escuché
decir un carajo, ni oía a mi padre pelear con mi madre, era una vida tan sana
127
Entrevista realizada por SUÁREZ, Cielo María, “La voz de los Abuelos” Belén, mayo de 1995 y
editada por los autores de la investigación.
126
Cortés, era muy buena y me quería mucho y recuerdo que cada 20 de julio me
Es el 20 de julio
El 20 de julio de 1810
Grabar pudiera con letras indelebles
Tan memorable fecha y ante ese altar hermoso
Sacrificar gustosa mi juventud, mi dicha
Y mi existencia entera.
Y hallará benignidad”128.
128
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
127
“Yo no estudié sino hasta primero, pero eso sí aprendí a leer muy bien,
“Me acuerdo cuando yo estuve en la escuela: los profesores eran Viviano Endo
Yo no estudié sino hasta primero, pero eso sí aprendí a leer muy bien, para eso
existía la ley de la vara o el fuete y existía ese dicho que dice: “la letra entra con
129
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
128
“Me quedé sin saber nada, pero trabajando a diario en el monte”: Emidio
Perdomo Calderón
“Yo fui ocho días a la escuela, luego se me ofreció un trabajo en una finca y me
Salinas
estudiar más porque me dio un mal que llama pián, eso se le reventaban a uno
los pies, se le hacían a uno unas llagas que no lo dejaban caminar, entonces
me tuve que retirar de la escuela por ese motivo. Recuerdo que mi profesora
130
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, noviembre 13 de 1999 y editada por los autores
de la investigación.
131
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
129
vivía él; mi papá le respondió que en Santuario, el cura le preguntó que cuántos
hijos tenía, mi papá le respondió que eran como ocho; le interrogó que si
que había siete. El Cura le dijo que por qué no hacían una escuela y que él les
mandaba una maestra a Santuario. Por supuesto, mi papá les dijo a los vecinos
y ellos respondieron que sí; y acordaron que todos iban a cortar madera a la
montaña y hojas de puy para empajarla, y fue ya que se hizo la escuela. Nos
reliquia. Yo tenía como doce años; nosotros éramos los más pequeños en la
barriga en el suelo con unas pizarras que nos dieron los capuchinos y unos
mapa de Colombia sobre la pared de yaripa y nos dijo: Miren muchachitos: este
es el mapa de Colombia, con una regla nos iba señalando: este es Bogotá,
sucesivamente. Luego nos dijo: estos son los ríos de Colombia: en la cordillera
tal nacen los ríos Caquetá, Putumayo y el río Napo, luego sale el Cauca, el
Magdalena que corren para salir al Océano Atlántico. La línea con el Ecuador
130
es el río Napo que corre por aquí, después colinda con el Perú hasta caer al
Un tío resultó con la historia sagrada para que los muchachos la estudiaran, la
leyeran, era una Biblia más clara, explicándoles cómo fue que mi Dios hizo el
“Solo hasta los trece años de casado puse los pies en una escuela, pero
Arcadio Trujillo
“Yo no sé leer ni escribir, mi señora tampoco sabía leer ni escribir, para escribir
o leer una carta me tocaba buscar secretario. Cuando era para escribir, me
tocaba dictar”133.
oportunidad de ir un solo día, ni un día, ni siquiera pisarla. Solo hasta los trece
años de casado puse los pies en una escuela, pero fue para matricular al
primer hijo que ya estaba en edad de estudiar. Mis hijos han sido como uno
solo, los doce fueron uno solo o de uno solo fueron doce, yo no tuve
132
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Florencia, abril 18 de 1999 y editada por los autores de la
investigación.
133
TRUJILLO. Op. Cit. p.203.
131
internado de la Rastra134, ubicado sobre las riberas del Rió Orteguaza, que en
colonos…”135.
Natalia Mosquera
mi madre con los otros niños me empleó para cuidar la casa, le tocó retirarme
para ayudarle a cuidar a mis hermanitos. En ese tiempo había dos profesores
claros”136.
“Recuerdo que aquí estuvo el profesor Jesús Claros y vinieron las Calderón:
Morelia. Ellas enseñaron muy bien, con mucha disciplina. Luego vino Iván
134
El internado más antiguo del Caquetá, fundado por los padres Capuchinos en 1950 en el sitio
denominado La Rastra, a orillas del Río Orteguaza.
135
TRUJILLO. Op. Cit. p.184.
136
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
137
SUAREZ. Op. Cit. 1995.
132
“A los hijos los criamos en esta finca, en Santo Domingo, nos levantábamos de
Florencia, a pie”138.
Mecías Calderón
hacían repetir. Recuerdo que estudiábamos de las siete en adelante hasta las
cuatro de la tarde. Me acuerdo del Obispo Esteban Rojas, nos llevaban a misa.
138
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo y Mireya Emperatriz Quiñones en Florencia, el 14
de febrero de 1999.
139
Entrevista realizada por Berenice Plazas Vargas en Solita el 23 de abril de 1999. Editada por los
autores.
133
“Eso era estudiando y dando la lección. Yo como ya tenía doce años era
“Yo recuerdo que con Blas Almario, el papá de los Almario, estuvimos en la
misma escuela…De los Padres Capuchinos recuerdo al Padre Jorge, quien fue
penoso, por eso esto era muy raro; claro que nosotros nos bañábamos en
Estefanía, ella nos enseñaba a los de primer año. Luego con ese cuento me
hasta las doce los espero, aunque yo tenía allí mi comidita. Y pasaron las doce
y no llegó nadie, entonces me salí y caí en manos del Hermano que enseñaba
qué hacía por ahí. Al otro día yo arrimé al correo donde un policía amigo y le
estaba enfermo. Mis padres tenían que hablar con los maestros el sábado
castigos en la escuela eran con el fuete de rejo; eso era estudiando y dando la
lección. Yo como ya tenía doce años era muy delicado. Mis compañeros de
Caquetá. Ellos no solamente “enseñaron los números y las letras”, sino que
140
Entrevista realizada y editada por Gabriel Perdomo Castañeda y Mireya E. Quiñones Quiñones.
Florencia, febrero 14 de 1999.
135
Llegada al Caquetá
Instrumentos públicos pero un señor muy buena persona, Don Manuel Orozco,
registrar una escritura a Garzón, allí me vio y me dijo que el Padre Jaime de
Inspección de Educación.
“Yo llegué a ejercer el magisterio con los Padres Capuchinos, eran muy
campesinos, que los llevaban al sitio donde los necesitaban. Ellos ayudaron a
abrir caminitos; en ese entonces no habían sino senditas por donde entraban
141
Entrevista realizada a Jesús Claros, por Gabriel Perdomo, Belén, octubre 11 de 1986 y editada por
los autores de la investigación.
136
pié. Ellos eran unos hombres arrestados, eran unos héroes, conquistaban,
capillitas”.
también severo, rígido con los maestros y como gran arquitecto constructor de
trabajadores, héroes, nada cobardes, sus trabajos los realizaban con el tiempo
que hubiera”.
137
durante la jornada escolar; eran severos, visitaban las escuelas con frecuencia.
A ellos no les gustaba que los maestros llegaron tarde a las escuelas o dejaran
lunes hasta el sábado a medio día. Durante la semana Santa nos hacían
Recuerdo al Padre Crisóstomo de Jaca, ese señor era español y muy militar;
grande, que era el que le daba gusto al Padre en sus correrías. ¿Sabe usted
cómo montaba él? Como el caballo era grande y él era bajito, al montarse y
138
poner el píe en el estribo no alcanzaba pero era muy ágil, pegaba brinco
Colombia, hablé mucho sobre los esbirros españoles y como el párroco de aquí
llamó la atención; me dijo: don Jesús, le ruego –si usted me estima– no hablar
contra los españoles porque yo soy español. Le dije: Padre, yo hablo de los
españoles de esa época que no eran sino ambiciosos, todo lo querían para
usted vuelve en otra ocasión solemne a hablar contra los españoles entonces
entonces no había energía eléctrica sino que se empleaba la luz de las velas,
chichoneras generadas por las peleas entre borrachos; eran peleas a garrote y
139
piedra y se escuchaban abajo por aquí y abajo por allá y palabras muy
ocasiones entonces el fraile les decía: respeten a su Párroco que está en medio
dispérsense. Ese hombre era muy valiente, no era nervioso. El Padre Isidoro de
Montclar, en sus pláticas elogiaba las leyes de Colombia, a la vez que afirmaba
calificador, según la cantidad de alumnos se fijaban uno o dos días; a las ocho
abreviadas del Director de la Escuela dando a conocer los números u orden del
Calificador ordenaba las clases que se debían hacer, según el orden del día y
así se hacía. Terminaba una clase con la orden del Director el Presidente del
Jurado decía: maestro, suspenda clase y hagamos otra clase y ella era
Dios, no hubo un reproche porque materialmente los niños los preparaba para
venido a enseñar, instruir en letras y números sino a educar; pues hay hombres
instruidos pero son unos canallas completos, de qué les sirve la instrucción si
arte de corregir los defectos adquiridos por los alumnos en la vida de la calle o
adquieren vicios entre sus compañeros o en la calle y por ello hay que
Para mí antes que enseñar las letras y los números lo más importante es
educar más que instruir. Yo pienso que la urbanidad y la educación cívica son
maestro perdiera ni una hora de trabajo en la escuela, desde las ocho en punto
hasta las doce era en clase. Luego regresábamos a las dos de la tarde y
141
trabajábamos hasta las cinco. A los padres no les gustaba que se llegaran las
algunos profesores no les gustaba llegar a la hora fijada pero sí salir a la hora
maestro”.
iba a hablar con ese hombre tan serio, tan aparte, pero ya después me fueron
Yo era un hombre serio, desde un principio, como quien dice nunca fui
zalamero, ni lambón pues eso no queda nada bien en una persona con
dignidad, con un puesto digno. Algunos son lambones por ganar terreno o
amistad, yo no he sido así, soy seriote pero gracias a eso obtuve que me
respetaran, me trataran con confianza, de ahí que fui ganando terreno por mi
“…el otro día sí había reglamento especial sobre todo en horas de trabajo para
los maestros, debían estar bien presentados, de buen trato social, que fuera
una persona digna de atenciones por parte del público, de buenos modales,
fiestas, yo era muy esquivo, les decía: agradezco esa invitación, ese aprecio
que tiene usted conmigo pero no voy por esta razón: yo no soy amigo de los
convenían en eso, me estaba una o dos horas pero sin tomar trago, sin tomar
La enseñanza de la urbanidad
“Yo corregía fuertemente a los niños que después de oír la clase no practicaban
lo que se les decía. Yo les decía que tuvieran mucha atención con los ancianos,
con los niños, con las niñas, que si una persona de edad va con una carga a la
espalda, ayúdenle a llevarle la carga hasta la casa, que nunca un hombre debe
mujeres, que debe ser todo lo contrario, eso es preferencia hacia ellas, pues
Yo les decía a los estudiantes que en las calles no jugaran, que hicieran
primero sus tareas y que si después querían salir a jugar a la calle pues lo
143
podían hacer pero con el consentimiento de los padres. Les decía que eso de
Los papás a veces les decían a los muchachos que no le dieran importancia a
esas cosas tan frívolas que enseñaban los maestros, a ustedes les interesa es
mamá están equivocados, han cometido un error, pues los hijos deben ser
dignos de respeto y atención porque han aprendido sobre algo, saben leer y
“Para atender a varios cursos repartía el tiempo: a los de primer año que eran
más numerosos y ciegos en letras y números les dedicaba más tiempo; a los de
quince o veinte minutos, luego les ponía tarea suficiente mientras yo estaba
haciendo otra clase. Después, seguía con tercero, ellos tenían más
conocimientos, las clases eran de quince minutos pero yo les ponía atención,
otro mientras yo les explicaba algún tema. Trabajaba con cuatro grupos no más
porque con cinco ya no podía, por eso no quise coger quinto. Yo nunca me salí
de los maestros; el maestro tiene que ser un modelo ante la sociedad para que
“Yo era severo como lo fue mi Rector en mi educación, seguí las mismas
tareas que se pusieran. Para mí lo más importante era la disciplina porque sin
muchas veces esos castigos no valían. Yo tenía una varita que llamaban
modo que no quedara muestra; me tenían miedo por lo feo y por la rigidez y
Tuve varios casos que algunos padres de familia o madres que eran como muy
calle, iban y me hacían reclamos; unos me decían: don Jesús, otros me decían
maestro, usted por qué es tan severo con mi hijo, él es un muchacho bueno,
allá en mi casa es muy bueno, y usted me le anda muy duro. Pero el muchacho
había ido con el cuento que los compañeros le hacían cometer las faltas…Yo le
decía: señora, yo no soy hombre de los que me atengo a cuentos sino que
muchas veces veo que este niño es de tal condición pero si usted no quiere que
buenas, esa naranja dañada, en medio de las buenas, daña las otras;
entonces, hay que sacar esa naranja dañada, que se vaya para la casa. Se lo
llevaban pero como a los cuatro días lo volvían a mandar, muy calladitos, muy
cuáles son sus tareas que ha dejado de aprender, copie, iguálese a ellos y siga
Otro padre de familia llegaba y me decía: Don Jesús, usted por qué me corrigió
a este muchacho tan cruelmente, mire que tiene muestras en las nalguitas. Le
dije yo, señor si es cierto que tiene muestras en las nalguitas, mándeme a
familia me respondía: no, don Jesús, muestras no tiene pero sí fue llorando a la
146
casa y dijo que usted lo había corregido muy fuertemente. ¡Ah y no me dijo al
principio que tenía muestras! ¿Por qué dice que muestras no tiene?, mucho
castigo de tal modo que no queden muestras, que sientan la impresión, no más,
“En mis años de maestro, en los años treinta, los alumnos eran grandes: de
diez, doce y quince años. A mí me decían que no recibiera sino de doce años.
Pero yo los recibía hasta los 17 años, pues veía la necesidad de esa gente que
dañaba a los demás. A los muchachos mayores los recibía para que
Desde 1937 hasta 1939 trabajé solo en las escuelas. Recuerdo que en 1939
recibí 104 muchachos y trabajé con cuatro grupos, me pedían quinto pero yo no
alcanzaba para cinco grupos. Los grupos primero y segundo eran numerosos;
otro compañero”.
147
las ocho en punto estaba en mi escuela, porque yo era el director y tenía que
estar a esa hora. Muchos muchachos estaban antes de tiempo, los unos eran
traviesos y amantes de las intrigas: molestar el uno al otro, yo a eso me iba con
tiempo, para impedir esas cosas. Llegada la hora de las clases los hacía
formar por grupos para hacer el servicio de aseo. Niño que iba mechudo sin
peinarse, niño que iba con los pies mugrosos, con la ropita rasgada o sucia
porque no tenían más repuestos, y los hacía ir a la casa, les decía: vaya
fila, de primero, segundo, tercero y cuarto año. Eso era de todos los días.
dar dos recreos en el día. Uno era de 9:30 a 10:00 de la mañana y el otro por la
tarde de 2:30 a 3:00. Por la mañana se empezaba a las ocho y salíamos a las
doce, luego se regresaba a las dos de la tarde y salíamos a las cinco, nos
Los días miércoles si el tiempo lo permitía íbamos medio día a paseo, a baño, a
grandes les decía; ¿ustedes saben nadar? Pues que sí maestro. A los chiquitos
antes de darles permiso para entrar al charco les decía: ustedes no se me van
los grandes les decía: Si algún niñito de estos lo ven que está pasando
148
ahogara algún muchacho porque yo me valía de los grandes que sabían nadar
“En Belén en 1937 existía una escuela de tabla allá en la esquina donde está el
nuevo salón del Concejo; en ese tiempo el maestro Ezequiel Castro había
escuelas; la escuela de niñas era allá donde está la policía, también de tabla.
niñas eran las hermanas Calderón, una de ellas llamaba Luz Estela Calderón,
esposa de Arturo Ochoa. Belén era un pueblo pequeño, formado por calles y
manzanas”.
149
agricultura como para sacar a vender o ayudar a los vecinos, cada uno
sembraba para sí, porque recién entrados no podían ensanchar por falta de
caminos fue entrando más gente, mas civilizados con más platica”.
Festividades y escuela
el siete de agosto, secundarias eran la fiesta de las madres. Yo creo que la más
importante era el siete de agosto porque el 20 de Julio no pasó de ser más que
“Ese Padre fue el que me hizo conseguir mujer, aquí. Yo no tenía ganas de
mujer pero veía que yo andaba solo y me dijo que yo necesitaba compañía;
hizo pensar.
Durante los primeros tres años aquí en Belén yo divertí a los padres de familia
con el asunto de los Teatros en el periodo de los capuchinos; por otra parte, les
decía a los niños que trajeran una cajita de madera para empezar a hacer unos
ahorritos, yo les decía que trajeran sus monedas y que echaran en esa caja y
abrimos la caja y a cada uno les voy entregando lo que tienen para que vayan y
cómicas, disfraces. A estas fiestas asistían todos los padres de familia y los que
quisieran asistir”.
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Origen y formación
después del conflicto con el Perú empezó a conseguir plata. En ese tiempo las
tierras eran baldías. Del puente para acá hizo una finca que se llamaba El
Encanto; en ese tiempo el que tenía plata hacía lo que podía; luego siguió
trabajando, tuvo unos almacenes y por último los malos negocios lo llevaron a
la quiebra.
Mis tías Mercedes e Inés, habían estudiado y las habían mandado como
Normal era muy bonita y tenía todo para uno practicar: salones de práctica, nos
142
Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Morelia, octubre11 de 1986 y editada por los autores de la
investigación.
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1955 y me hice maestra porque me gustaba mucho el trato con los niños y
Mis hermanas mayores eran maestras: Mercedes e Inés; ellas me decían cómo
diversos cursillos. En ese entonces a las maestras las nombraban hasta con
quinto año de escuela primaria, saqué de Morelia bastantes alumnos que con
“La profesión del magisterio consiste en que uno puede orientar los niños para
que más tarde sean alguien. A un director el hecho que los niños me dijeran
mamá no le gusto pero yo considero que la maestra debe ser como la madre en
es la que guía al niño. Para mí lo más importante era que el niño se prepare, se
tanto los otros estaban trabajando en tareas que ya les había dejado, luego
154
seguí así con otro grupo; y los tenía vigilados a todos. Los programas nos lo
Especial. Le conté que yo estaba de viaje para Bogotá nuevamente, porque iba
porque según él no tenía con que sostenerme allá. Entonces dijo el Comisario:
hay una escuela muy buena para ella aunque está muy lejos, en Santana
Santa Ramos
“Me fui yo sin saber para donde me mandaban. Salí por Campoalegre, iba a
cumplir 20 años de edad. Llegué hasta Algeciras y ahí me esperaban los que
me iban a llevar hasta Santana. Iban seis señores, llevaban sus mulas. Allá
entraban cada mes en sus mulas para llevar comida para la finca, ellos me
llevaron. Duré cinco días por la montaña haciendo quedadas por allá. A la
última quedada yo iba que no podía más, en una mula desde las seis de la
mañana hasta las seis de la tarde sin poderse uno ni bajar. Yo iba ya hinchada
esa montaña, que me botaran por ahí, entonces ellos me decían: no, mire que
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por aquí nos comen los leones, todo eso era selva, la cordillera oriental. Yo les
reiteré: no, déjenme botada que me coman los tigres pero yo no sigo más y me
con los rejos y me tendieron una camita y empezaron a poner hogueras porque
los tigres ya salían por ahí y tenían que cuidar las mulas para que no se las
“Amaneció y seguimos, ya era el quinto día, llegamos por ahí al medio día y yo
iba que lloraba del desespero más grande, cuando una cabalgata: todos los
reaccioné y seguí campante con ellos. Esa gente en el pueblo me tenía fiesta,
pero yo iba tan cansada que les dije: les agradezco, mejor tiéndame una camita
noche bailando, habían matado una marrana para que yo comiera y pasé una
A los tres días me pude parar, salí a la escuela y matriculé 85 niños en 1945:
había unos ya de 20 años de edad, otros de 25, me pidieron que de por Dios
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los recibiera que ellos nunca habían visto nada de letras, porque ninguna
maestra los había querido recibir a ellos por la edad. Yo les dije que los iba a
recibir, siempre y cuando se manejaran bien porque eran mayores. Y sí, para
bancas grandes, les expresé que se necesitaban unas veinte y enseguida las
hicieron; tenía de primero a tercero. La mitad iba una semana y la otra mitad a
la semana siguiente. Una semana iban los niños y la otra las niñas, no se
podía hacer mixto y yo trabajaba todo el día. La gente fue maravillosa conmigo
con cursos de primero a tercero y estuve ese año hasta que se me llegaron las
sacamos de aquí, me dijeron tiene que estarse otro año aquí y quién sabe
luego el otro”.
“Frente de la escuela yo les hacía los domingos reuniones para que todos los
tocaba una campana a la llegada, luego los hacía rezar, cantar, les leía el
157
Tenía como treinta niñas internas que venían a estudiar desde muy lejos y
como no tenían en donde quedarse, yo las tenía en la escuela, la cual era muy
entraba por el Huila; había 6 casas cercanas, el resto estaban regadas a una
hora, a medio día de camino. Había alumnos que duraban las horas en llegar a
la escuela, por ejemplo estaban los Murcia, ellos tenían una finca lejos, como a
tres horas de la escuela. A las niñas internas les preparaba pan de yuca,
señorita usted no tiene que gastar un peso, en ese tiempo mi sueldo eran 60
sentaban encima del guío, era el banco de sentarse ellos. Yo decía pero esto
está como blandito pero yo sentía que como se movía, entonces los
muchachos se pusieron a reír. ¿Es qué no sabe señorita?. Es que nosotros nos
duro; ese guío no salía del contorno de esa quebrada. Allí le llevaban hasta
comida.
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las cuatro de la tarde. Los domingos enseñábamos hasta medio día y luego
diversión para toda la gente. Teníamos en la escuela una huerta muy bonita.
tenían toda confianza. Y como yo era la médica también allá. Por allá había
pública; yo iba, los inyectaba y les daba pastas. Ellos se sentían muy bien, me
En Santana Ramos fundé un nocturno para los adultos: a las cinco yo salía de
la escuela y de cinco a seis de la tarde les daba clase a los adultos colonos. En
esos nocturnos nadie pagaba nada. En Santana trabajé así por dos años. Mi
Nosotros hacíamos paseos en Santana Ramos: íbamos con todos los niños,
después nos íbamos a paseo. Los niños me ayudaban; las señoras hacían el
159
“En las vacaciones les dije: vamos a ir a las vivienda de unos indios que vivían
cerca; había un camino de piedra que conducía a una loma que llamaban El
Cerro de la Guacamaya, ese cerro estaba de lado, ellos decían que ahí en
tiempos antiguos había un templo de los indígenas y que cuando llegaron los
eso el cerro estaba de lado, y que ahí sonaban campanas; había un camino de
piedra que daba la vuelta al cerro, pero entonces uno no podía subir bien hasta
allá, porque apenas uno iba como en la mitad empezaba una tempestad que
nos regresamos. Después nos dijeron que había un Ermitaño, salimos como
unas 25 personas a caballo a ver el Ermitaño, salimos con comida y todo. Nos
metimos por un túnel y llegamos. Claro, eso ya era montaña y el señor tenía
bien limpiecito el patio y él vivía en una roca, tenía la cama entre la roca; vestía
una túnica y tenía barba larga hasta la rodilla, los cabellos largos, era lo más de
formal, tenía una guitarra, vivía solo en esa montaña. Enseguida que llegamos
ahí, nos pusimos a charlar con él; yo le preguntaba que porqué se había ido
para allá, entonces sacó su guitarra y se puso a tocar lo más de lindo, lloraba el
entonces le dije; pero de qué vive. Me mostró un árbol, tenía unas semillas,
tenía frutos. El era de Popayán y había tenido una novia que la quería
muchísimo, que se había ido a traer todos los preparativos para casarse con
ella y al volver, su novia ya se había casado con otro; dada esa circunstancia
dijo que no volvía a creer en las mujeres ni en nada y decidió internarse en una
montaña y escogió este lugar; sin embargo le dije: ya este tiempo ha cambiado,
salga al pueblo, camine vamos con nosotros y allá se va a instalar muy bien.
Nos dijo que de pronto si salía. Para la clausura salió, se hizo cortar la barba,
los cabellos, quedó ya como un hombre y tocó muy bonito ese día.
condición que tenía que volver. Entregué mis papeles a la Comisaría del
Caquetá; el Comisario me dijo que tenía que volver para Santana porque la
gente de allá estaba esperándome, había una cantidad de firmas que decían
que me querían allá pero había una compañera que estaba dispuesta a irse
mandaron para Potosí. Allá estuve en 1949. La gente era muy religiosa, muy
para Belén –1951-1955–, con los padres Capuchinos. Las escuelas eran
el cemento; las casas eran de paja y bareque; estaba Campo Elías Calderón,
hijo de un colono y una india; estaban los Cuéllar; escuela no había sino un
rancho. Cuando yo llegué a Morelia era un rancherío muy feo, eran unos
ranchitos feos. En 1954 hubo una inundación y acabó con ese rancho, que
toda la gente cogía para la casa de mi hermana, que estaba en una parte alta,
sabía nadar. El se asustó mucho porque su pieza ya era una quebrada, cuando
se llevaron para Bogotá. El río acabó con todas las casas, no dejó nada. Todos
lloraban y de rodillas imploraban a Dios para que no fuera a pasar una tragedia.
gente sintió alegría. Algunos amanecieron sin nada; la hermana mía Inés
preparó un almuerzo general para todos los pobladores. Al tercer día ya los de
cada uno nos dieron la mitad de lo que valía la casita y el lote para que
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Origen y formación
pequeñitas; los tres hermanos más grandes eran Vicente, Mercedes y Yo.
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Entrevista realizada por Gabriel Perdomo, Morelia, octubre 11 de 1986 y editada por los autores de
la investigación.
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Las Terciarias Capuchinas o “Madres Franciscanas” fueron las primeras monjas que llegaron a la
colonización del Caquetá el día 13 de Septiembre de 1920, eran de procedencia europea y formaron
algunas jóvenes que posteriormente fueron maestras en el Caquetá.
163
trajeron unos formularios: hubo que contestar unos por la mañana y otros por la
actividad dentro del magisterio; porque esas que se encierran dentro de las
designados cada mes o dos meses hacer un bazar en Florencia y para ello
venta de objetos. Esa plata que se reunía era para construir la catedral. Era por
La catedral de Florencia en construcción, dirigida por fray Jaime de Igualada (lado izquierdo). Fuente:
TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar. Bogotá: tipografía Voto
Nacional, 1949, p, 696
ahora van a venir los Consolatos; se puso a hacerme preguntas sobre cómo se
“Trabajé dos años en San Antonio de Atenas; después pasé a San José de
Canelos por cuenta del municipio, de 1936 a 1937; luego salí para
primera vez.
hace fracasar la humanidad. Aprendí el trato con los niños como algo natural;
para mí la profesión de maestro es algo muy insigne, por eso el que no tiene
mejoradas nos volvían a traer aquí porque la vida era más económica. En esos
viajes del Caquetá al Huila, con nosotros todos pequeños, echábamos cuatro
“En Morelia, en doce años formé a los hombres bajo un modelo de régimen
militar: les compré banda de guerra. Me gustó el modelo de trato militar porque
aguantadores.
debe sentir afecto por sus estudiantes, que los quiera y se haga querer de los
resultados.
la pedagogía no tiene problema pero hay otros que están pendientes del reloj
mis 35 años de mi labor docente yo casi nunca hice reunión de consulta con los
orientaba a los padres de familia y les ordenaba: usted hace esto, usted hace
ordenaba”.
Metodología de enseñanza
porque en esa época no había locales, muebles, ni nada; los maestros tenían
la ceñida a ese catecismo sino que enseñaba los pasajes bíblicos con sus
asuntos, para que lo entendieran mejor yo dramatizaba todo. Con relación a las
los alumnos: usted tráigame una piedra, usted una flor y así sucesivamente;
entonces algunos de ellos aparecían con dos objetos entonces yo sabía que no
habían entendido qué era una unidad. A estos había que dedicarle tiempo y
en el tablero y entonces se pintaba una casa, una bola, una hoja…Luego uno
por uno los niños iban saliendo mencionando diversas unidades referidas a
“En Morelia cuando no había local yo realizaba las clases afuera. Por ejemplo,
se hacía matemática, escritura, ciencias naturales porque estaba uno dentro del
geografía a los niños grandes nos íbamos para el río: allí se hacían, también,
matemáticas utilizando las piedritas del río; luego yo llevaba tiza para que ellos
escuela”.
“En mis relaciones con los líderes gubernamentales y políticos yo la fui bien con
todos aunque yo no tengo dudas que mi filiación política es liberal. Con relación
yo les dije: vamos a ver quién más pierde, si la pava o el que le tire. En medio
de esta situación pasé un año, ellos vivían pendientes de mí, el capataz era
169
Daniel Rojas –jefe conservador– quien decía: esta maestra tiene que ser liberal
porque es hermana del capi Calderón, tiene que ser muy liberal. En ese
entonces hice una fiesta en beneficio de los niños pobres para ponerles
uniforme, zapatos y dije: voy a cogerlos, aquí los ensayo si son buenos
colaboradores, hacemos patria, sino hasta luego. Y no, todos muy formales,
muy bien. Cuando me llegó la hora de hablar cierto asunto, antes de que él me
lema mío es enseñar al que no sabe, vengo en cumplimiento de ese deber, así
ninguna manera y tengan muy presente eso. Esto lo hice en previsión porque
yo sabía que eran godos; agregué: si un liberal o conservador vino aquí por
cierta política esto no lo atenderé; aquí sirve el asunto del cumplimiento del
deber y mi misión es enseñar, lo otro no vale nada para mí. Sin embargo el jefe
me dijo: van a venir los señores del Comité conservador, deseo que usted me
acompañe, le dije: no, los del magisterio estamos excluidos de eso; me dijo eso
no lo va a saber nadie; le dije: no, entre cielo y tierra no hay nada oculto y si es
nadie porque tengo una experiencia muy fundada, lo despaché con eso. Sin
embargo se hacían unas fiestotas allá, en ese año precisamente fue cuando se
dio el triunfo del conservatismo sobre el liberalismo, cuando llegó Ospina Pérez
al gobierno.
170
Después del triunfo conservador se armó entonces la fiesta, pues todos los
allí. No había sino otro liberal y me dijo: Inés, no tome parte en esa fiesta
llegué a este pueblo, entonces todo mundo tiene que saber que Inés Calderón
así sean godos o comunistas pero soy yo la que mando. Bueno, se armó esa
una vez me pasaron una totuma y me puse a pensar: ellos están todos
de una vez me calibré esa totumada, cuando al rato Pacho Guillermo con
Daniel Rojas a la otra totumada ya habían dado la vuelta, le dije: hombre, Don
Daniel, a este ritmo con este aguardiente no le doy plazo sino dos horas para
que esto se reviente por algún lado; dijo: no, señorita, usted no nos conoce; le
dije no los conozco pero si me los puedo imaginar. Me tomé esa totumada de
quebrada, allá estaban sancochando una novilla y los llevé para que tomaran
papás de ellos, que habían llegado a caballo, cargaban garrote y pensaban que
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mismo; se empezó la pelea sin que se hubiera dado el almuerzo; se arma qué
tempestad de piedra y de garrote, menos mal que de señora no estaba sino yo;
Allí la profesora iba a enseñar en una casa particular. Cuando yo llegué les dije:
juntas de Acción comunal, que no sirven para nada, al Intendente le dije que
había sido nombrada por la Curia pero que si la Intendencia no tenía recursos
para sufragar las necesidades del plantel yo cerraba la escuela y para ello
Víctor Manrique, fue y conoció toda la realidad. Hasta teníamos 3000 piezas de
madera, ahí perdiéndose; entonces dejó instrucciones para que unos hicieran el
piso, otros las paredes, otros los muebles, así se vino a organizar la escuela en
Santo Domingo”.
“En Morelia la escuela, eran unas latas de zinc, un salón casi a la intemperie en
donde por la mañana le daba a uno el sol por un lado y en la tarde por el otro.
Los inconvenientes por falta de recursos yo los solucionaba, pues los padres de
“Yo tuve banda de guerra en Morelia, entonces salían, durante las fiestas, a las
Salavarrieta”.
tan exagerada que no pueda compararse con nada: uno tenía que someter al
pagaban; esos viejos me acusaban que tocar una guitarra era pecado;. Yo les
enseñé a leer, escribir, cantar, recitar; y las hice publicar en un periódico para
que se civilizaran”.
“En general, mis relaciones con la comunidad fueron buenas, en todas partes;
Nueve de abril
“Para el 9 de abril de 1948 Don Daniel Rojas puso gente campesina a guardar
la escuela, la casa de él, la iglesia. Cuando llegué al pueblo como a las seis de
la tarde, les dije: ustedes qué hacen aquí: me contestaron: es que nosotros
estamos de guardianes de la escuela. Les dije: bueno, ustedes, con qué van a
le dan aunque sea una ametralladora, reúnanse y piérdanse para sus fincas y si
las autoridades les preguntan por qué se fueron, digan que Inés Calderón
“Los laboriosos colonos de la Comisaría, no tienen otro lema que éste: Dios, patria, trabajo y
Paz”
Comisario del Caquetá
Los colonos caqueteños de los años veinte a los cincuenta del siglo veinte,
consigna fundamental era Dios y Patria. Dado que eran hombres y mujeres de
era el trabajo, percibido como su tabla de salvación; éste los visibilizaba y les
otros para construir un nuevo sitio bajo el sol, interactuaron con sus vecinos, la
a los años cincuenta del siglo XX, no fue otro que el representado por Dios, la
Patria, el Trabajo y la Paz. Este lema configuró el ser del colono y le dio razón y
la personalidad de los seres humanos –en este caso de los colonos del
historia, dado que los seres humanos son sujetos que han sido y son
En síntesis, tal como ellos mismos lo han expresado en sus relatos, en medio
Patria, Trabajo, Familia y Paz caracterizaron su ser y les dieron sentido a sus
BIBLIOGRAFIA
CAQUETEÑIDAD: RÍO HUMANO EN EL GRAN CAQUETÁ
PERDOMO C., Gabriel. “Caqueteñidad: fuente rica para una cultura popular”.
En: Aluna. Imagen y Memoria de las Jornadas de Cultura Popular. Presidencia
de la República – Colcultura. 1990. Págs. 167-173.
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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
COLONOS: HIJOS DEL DESARRAIGO Y LA ESPERANZA
DE PINELL, fray Gaspar. Excursión Apostólica por los Ríos Putumayo, San
Miguel de Sucumbíos, Cuyabeno, Caquetá y Caguán, Bogotá: Imprenta
Nacional 1928, p. 10.
RODRIGUEZ, Pedro María. En: Memorial del Sr. Vicario General de Garzón al
Congreso. Garzón: Tipografía de la Diócesis, 1914, p. 2.
TRUJILLO, P. Luis Antonio. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tovar.
Bogotá: tipografía Voto Nacional, 1949, p, 696
COLONOS ENTREVISTADOS
HUACA, Polanía, José Arsenio, Belén, mayo de 1995- Cielo María Suarez.
ORTIZ, Sánchez, Jesús Antonio, Belén, mayo de 1995- Cielo María Suarez.
REYES, Chilatra Ana Isabel, Belén, mayo de 1995- Cielo María Suarez.
LOS AUTORES