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Lo que Dios quiere de un pecador no son obras ni sacrificios. Oiga lo que Dios quiere de un
pecador. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios (Sal. 51:17).
Salomón pidió a Dios que tomara provisiones para el pueblo cuando este pecara. Dios contestó
con cuatro condiciones para el perdón:
Orar
Que encontraras en este artículo:
El pueblo de Dios debe clamar a El desesperado por misericordia, y debe depender
completamente de El. Cuando Jonás llegó a dar en la panza del gran pez por haber
desobedecido la palabra de Dios; después que vio que su vida estaba en peligro mortal; empezó
a clamar a Dios con todas las fuerzas de su corazón diciendo: Invoqué en mi angustia a
Jehová, y El me oyó; desde el Seol clamé, y mi voz oíste (Jon. 2:2).
Mi querido lector, no importa en que situación te encuentres, Dios te escucha. Jonás estaba en
Reflexiona
Parafraseando el versículo podríamos decir: Si cumples las siguientes 4 condiciones recibirás
bendición: Si te humillas, Si oras, Si me buscas, Si abandonas tu mala conducta.
Es interesante ver que no dice: si se humillare todo el mundo, si se humillaren los líderes de la
iglesia, si se humillaren los pecadores. Dice, si se humillare mi pueblo, y tú y yo somos el
pueblo de Dios.
El mundo actual, promueve una actitud soberbia y arrogante. Creemos que tenemos todo bajo
control, que no necesitamos de nadie para resolver nuestros problemas. Cuantas veces
ignoramos a Dios.
Nuestra actitud debe ser la de doblegarnos delante de Dios (humillarnos). El Señor dice que no
nos inquietemos por nada, que más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentemos
nuestras peticiones a Él dándole gracias.
Por tanto, ¿Estamos dedicando tiempo a derramar nuestros corazones en adoración a Dios en
acción de gracias? ¿Estamos teniendo una buena comunicación con nuestro Padre Celestial? La
oración implica tener una relación, tener comunión, y tener intimidad. Hoy más que nunca
necesitamos ORAR.
Buscar su rostro nos permitirá descansar en la seguridad de que el proveerá para nuestra
necesidad física, emocional y espiritual. Tendremos la seguridad de que el Señor nos sanará de
toda enfermedad física, emocional y espiritual. Dios nos dará su paz que sobrepasa todo
entendimiento. Buscar su rostro nos permitirá experimentar todos y cada uno de los atributos de
Dios. Buscarlo nos permitirá experimentar su gracia, la cual tanto necesitamos.
Conclusión:
Cuando se cumplen las cuatro condiciones de Dios para la restauración de un pecador; entonces
Dios lo atenderá; y no solo le perdonará sus pecados sino que sanará su tierra.
Muchos están enfermos, otros tienen problemas porque no han confesado sus pecados a Dios.
Dios no puede ayudarlos mientras no se arrepientan.
Confía en Cristo y El tendrá cuidado de ti. Si los problemas te cansan, ven a El en oración y el
Espíritu Santo te dará nuevas fuerzas.