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Las personas están acostumbradas que en las primarias están divididas por grados. Dentro
de las aulas diferentes maestros ordenan a los pupilos de una misma edad una variedad
de materias. En las secundarias, los alumnos tienen cierto grado de libertad para escoger
qué estudiar. Bajo estos arreglos institucionales, se espera que los maestros monitoreen y
controlen a los alumnos, ordenarles actividades para realizar y asegurarse de que ellos
hayan cumplido con el trabajo.
Cada cierto tiempo, innovadores han retado las estructuras y reglas que constituyen la
gramática de la escolaridad, percibiéndolas no como reformas como lo que se suponía
fueran, si no como barreras que impiden a las escuelas proveer la mejor educación a los
alumnos. Con el tiempo, los innovadores han tratado:
El día de hoy la gente considera tales prácticas deseables, pero durante el siglo veinte, los
reformadores en las universidades y departamentos estatales de la educación se dieron a
la tarea de eliminar “la escuela de un solo salón”. Querían remplazarle por algo más grande,
una escuela multigrado porque consideraban “la escuela de un solo salón” ineficiente, no
profesional, deficiente en el currículo, y subordinado para mantener control.
Para 1980, la escuela gradual era común en las grandes ciudades, y para 1987 se expandió
por casi todos lados donde hubiera suficientes pupilos para clasificarlos en grados.
La Unidad Carnegie
Como la escuela gradual, la unidad Carnegie rápidamente formó parte de la gramática de
la escolaridad. En 1906, el presidente de la fundación Carnegie para el avance de la
enseñanza, Henry S. Pritchett, definió una unidad como un curso de cinco periodos
semanales durante un año académico, en materias de secundaria.
El plan Dalton
Helen Parkhurst desarrolló el plan Dalton a principios de 1920 (fue nombrado así por el
pueblo de Massachusetts donde la innovación fue introducida por primera vez en una
preparatoria).
El rumor del plan Dalton se esparció rápidamente dentro y fuera de Estados Unidos. Las
revistas populares como Colliers y La población de la noche del sábado dictaron escuelas
con el plan Dalton. Los educadores aprendieron de la reforma a través de libros,
investigaciones, conferencias y rumores. Se reconoció que el plan requería de cambios
drásticos en la organización de las escuelas, por lo que solo unas pocas escuelas adoptaron
en su totalidad las reformas de Parkhurst.
Desde atentados de revoluciones en la educación hasta pocos “y pequeños experimentos
en el procedimiento de la educación” puede ser destacado y considerado como un éxito.
El plan Dalton daba a los maestros estrategias opcionales que podían adaptar dentro de
las clases organizadas de formas tradicionales.
Desde esta problemática hasta el adaptar la escuela a los estudiantes – lo que ellos
necesitan aprender, en la manera en la que ellos aprenden – en vez de perpetuar patrones
institucionales dictados por colegios, incrementaron un mayor número de intentos por
reformar la escuela secundaria, el estudio de ocho años. (1933-1941).
Con el tiempo, las reformas en las escuelas presentaron ciertos patrones comunes. Los
maestros desarrollaron programas que cruzaban los límites departamentales, variaban los
tiempos y tamaños de las clases. Los estudiantes pasaban menos tiempo en materias
académicas de una misma línea, y más tiempo en arte, música y teatro.
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La historia del Estudio de ocho años y su continuidad revelan que los cambios sustanciales
en la gramática escolar eran posibles bajo condiciones más favorables.
Las preparatorias del mañana
Durante 1960 y los años de innovación, los rebeldes se cuestionaban la sabiduría de la
educación convencional, los reformadores propusieron otro pensar sobre el tiempo,
materias, espacio y tamaños de clase.
Pero muchas comunidades crecieron cansadas de las reformas, por lo que buscaba la
comodidad de la gramática familiar escolar.
El reto atrevido pero frágil ante la gramática escolar de “Las preparatorias del mañana” de
los años de 1960 y principios de 1970 marcaban “De nuevo a lo básico” y la “Excelencia” se
convirtieron en motores para las nuevas olas de reformas.