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EMPIRIA.

Revista de Metodología de las


Ciencias Sociales
ISSN: 1139-5737
empiria@poli.uned.es
Universidad Nacional de Educación a
Distancia
España

Abdillahi Bahdon, Mohamed


Reseña "L’immigration ou les paradoxes de l’altérité, 1. L’illusion du provisoire, 2. Les enfants
illégitimes" de SAYAD, ABDELMALEK
EMPIRIA. Revista de Metodología de las Ciencias Sociales, núm. 19, enero-junio, 2010, pp. 287-290
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Madrid, España

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SAYAD, ABDELMALEK (2006) L’immigration ou les paradoxes de


l’altérité, 1. L’illusion du provisoire, 2. Les enfants illégitimes, Edi-
tions Raisons d’Agir, París.

Abdelmalek Sayad (1933-1998) es bre de Abdelmalek Sayad, ante lo cual


considerado por muchos en Francia como un grupo de investigadores y profesores
el sociólogo de las migraciones. Con sus de universidad manifestaron enérgica-
investigaciones sobre un colectivo distin- mente su disconformidad, entendiendo
to en todos los aspectos del grupo mayo- que con ello el gobierno quería cubrir de
ritario del país de residencia, inició en legitimidad la cuestionada política del
los años 70 una línea de estudios socioló-
gicos, históricos, políticos y de relaciones
Ministère de l’immigration, l’intégration,

internacionales entre Estados emisores de solidaire creado tras la elección de Sar-


l’identité nationale et du dévelopement

emigrantes como Argelia y receptores de kozy como Presidente de la República.


inmigrantes como Francia. Una migra- La mediateca lleva finalmente el nombre
ción que Sayad consideraba como la pro- de Sayad.
longación de la colonización, y que pro- La emigración/inmigración franco-ar-
longa por lo tanto de algún modo la gelina centró las pesquisas e investiga-
relación entre un país dominante y de un ciones de Sayad hasta su muerte, que
país dominado. dejó en parte huérfano el desarrollo de
A pesar de haber anticipado de esta los estudios de las migraciones en un país
forma los estudios de las migraciones del en el que esta cuestión ocupa un lugar
Sur al Norte, sus trabajos no han tenido destacado en el debate político-social.
hasta hace poco la difusión que merecen Abdelmalek Sayad abandonó el análisis
fuera del público científico y académico «tradicional» o «común» de la inmigra-
francés, hasta su publicación en la última ción en las sociedades receptoras, y el
década realizada después de su muerte enfoque de los poderes públicos centrado
por sus colegas y amigos, entre ellos Pie- principalmente en el marco jurídico-polí-
rre Bourdieu. Para dar a conocer su obra tico y la cuestión de la identidad (recuér-
en España, un grupo de investigadores de dese el nombre del ministerio creado por
los movimientos migratorios de Barcelo- Sarkozy). llegó a deconstruir tal marco,
na está preparando la traducción al caste- que ya no es valido para una inmigración
llano de sus dos libros, L’immigration ou de permanencia (no sólo de estancia) y de
les paradoxes de l’altérité (que reseña- olas de generaciones de inmigrantes (se-
mos aquí) y La double absence, traduc- gunda, tercera...). A diferencia de otras
ciones que estarán disponibles el año pró- investigadoras e investigadores del que
ximo en la editorial Anthropos. según Ricard Zapata-Barrero es uno de
Hace poco tiempo, el nombre y la fi- las temas de la «agenda del siglo XX»,
gura de este sociólogo de las migraciones Sayad partió del reconocimiento de la di-
ha estado ligado a una polémica política. ficultad de entender la inmigración sin
El gobierno francés inauguró en París un comprender la emigración, poniendo so-
museo de la inmigración (la llamada Cité bre la mesa una doble situación: la del
emigrante, con su ilusión y sus proyectos,
en memoria a las generaciones de inmi- y la del inmigrante, con su desilusión en
nationale de l’histoire de l’immigration)

grantes que este país recibió. Como parte el país de acogida (en un proceso pensa-
de sus instalaciones, los responsables de- do y organizado por redes familias y de
cidieron abrir una mediateca con el nom- amistad, que tiene un punto de partida y

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un punto de llegada). Esta doble situa- del mismo pueblo, de la misma cultura,
ción da sentido al título de su libro. El pierde su sentido. El contexto de vivencia
inmigrante se encuentra en una situación y de trabajo, marcado por la rigidez de un
de confrontación permanente entre dos sistema social y económico y por la sos-
realidades: la de su país de origen, tan pecha del Estado, no favorece el mante-
presente en su pensamiento relacionado nimiento de estas relaciones. Es un aloja-
con la idea de retorno, y un país en el miento que Sayad califica con razón de
que ha puesto la ilusión de sus proyectos «albergue sin familia», donde se alojan
de vida como trabajador. Pero ese país, o provisionalmente trabajadores tempora-
más bien su clase política, le recuerda de les aislados de su familia, por lo tanto
manera permanente y en cualquier mo- que no van a quedarse en el país, y que
mento su situación de extranjero, ajeno no existen en la sociedad como ciudada-
a la vida política, social y económica, y nos con derechos sino como mano de
por lo tanto excluido de la ciudad como obra barata y sin derecho. Más que una
ciudadano. residencia, es un lugar sin comunidad,
El libro L’immigration ou les parado- donde la privacidad desaparece porque
xes de l’altérité es una serie de artículos según el reglamento «el gerente del al-
publicados a partir de los años setenta, y bergue puede hacer frecuentes visitas sor-
está dividido en dos pequeños tomos. En presas en las habitaciones [...] sobre todo
el primero, L’illusion du provisoire (La la noche». En este contexto, la comuni-
ilusión de lo provisional), el autor analiza dad artificial que nace en los albergues
temas tan importantes como «¿qué es un no tiene existencia real, sino que resulta
inmigrante?». Más que dar una defini- de la representación que se hace de los
ción teórica, el autor analiza los contextos inmigrantes desde la sociedad de acogida;
de índole social, económica y de ciuda- una comunidad construida por esta socie-
danía de las personas inmigrantes. La dad, una ilusión comunitaria. Por otra
pregunta deja lugar a reflexiones que parte, Sayad explica cómo el albergue sir-
plantea la inmigración a la clase política ve también como lugar de trabajo social
francesa. de la sociedad de acogida, del Estado y
Otro tema presente en el libro es el del sus instituciones sociales. Un trabajo so-
alojamiento, una cuestión fundamental cial que esconde un control policial sobre
para los inmigrantes. Para marcar su di- un grupo de trabajadores extranjeros. Sin
ferencia con los ciudadanos, las autori- embargo con el tiempo y con la evolu-
dades francesas han reservado a los in- ción de las condiciones sociales, salaria-
migrantes un tipo de alojamiento: el les, económicas, se crean redes exteriores
albergue de inmigrantes. Sayad lleva al a los albergues, que facilitan al alquiler
lector al trato reservado a estos hombres de casas en el sector privado, y así se crea
en un contexto nuevo para ellos, un trato una verdadera comunidad en la que la so-
que refleja la percepción del Estado fran- lidaridad recobra el sentido que le dan
cés de la presencia de inmigrantes de un los implicados. Pero son casas ubicadas
país del Sur (aunque hay que recordar en el extrarradio de las grandes ciudades
que Francia fue también una tierra de in- donde se concentran los inmigrantes de
migración para muchos europeos). El alo- los países del Sur, y en el que les faltan
jamiento es un elemento que le permite infraestructuras y equipamientos, y que
describir y analizar la nueva realidad que son además un foco de desempleo y de
viven estos trabajadores temporales. Ob- violencia; una violencia que responde a la
serva una ruptura de relaciones sociales y que ejerce el Estado y sus instituciones
humanas, la fraternidad entre personas como la policía.

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Otro tema analizado en profundidad miembros de las familias argelinas (tanto


es el retorno. Para el autor, este es un ele- desde la perspectiva del padre como de
mento constitutivo de la condición del in- los hijos), además de cuestiones políti-
migrante, al menos de los primeros que cas. El autor hace en primer lugar unas
llegaron en Francia. Refuerza la idea de reflexiones sobre la cuestión de la ciuda-
una inmigración provisional conforme a danía, negada a los trabajadores, exclui-
la percepción y el principio dominantes dos de cualquier participación política y
en la sociedad de acogida: una inmigra- social. Estos han interiorizado una clara
ción de trabajo. Afirma que «el retorno es exclusión política, son ante todo trabaja-
un producto del pensamiento del Estado» dores sin ninguno derecho, no pueden rei-
francés. Desde el punto de vista del suje- vindicar ningún derecho político o social.
to inmigrante, la ausencia es una falta que Pero no es esa una situación aceptada por
sólo se cubre con el retorno al pueblo de las hijas e hijos, nacidas/os o no en Fran-
origen (se trata mayoritariamente de una cia, educadas/os con compañeras/os fran-
población de origen rural), una nostalgia cesas. Reivindican unas condiciones so-
permanente que viven los inmigrantes; ciales y de respeto diferentes de las que
ausentes físicamente de su país de origen vivieron sus padres. Eso les lleva a mani-
y marginados en el país de residencia. La festarse, a crear asociaciones, grupos de
inmigración de trabajo y el retorno de los apoyo a su causa. Con el cambio de la
trabajadores temporales era una idea arti- ley sobre la nacionalidad, estos «inmi-
ficial, y fue la antesala de la inmigración grantes» —porque socialmente son cate-
de población. Como argelino, Sayad des- gorizados como tales, aunque muchos no
cribe el proceso de apropiación del movi- lo sean en realidad— son francesas y
miento migratorio por parte de los habi- franceses, sin embargo en la práctica no
tantes de pueblos argelinos, los viajes de consiguen la igualdad como ciudadanos
los migrantes a sus aldeas durante el ve- «verdaderos», pues son objeto de discri-
rano y un mercado laboral (francés) en minación y del racismo de todo tipo, y
el que la mano de obra inmigrante barata sobre todo del racismo de las institucio-
y explotable es necesaria. Con la restric- nes y de su funcionamiento respecto a di-
ción de la libertad de circulación, los mi- cha categoría de sujetos. Esto lleva al au-
grantes argelinos no volvieron a su país, tor a hacerse la siguiente pregunta: ¿de
sino que trajeron a sus familias. La nueva qué sirve una nacionalidad vacía de todo
inmigración —de población— exigía contenido real, atributo abstracto, pura-
nuevos planteamientos e interpelaba a la mente jurídico? Si la inserción en la so-
sociedad francesa tanto en al ámbito po- ciedad francesa fue negada a los trabaja-
lítico como en el de la participación polí- dores inmigrantes bajo una visión y
tica de las hijas e hijos de los primeros in- actitudes racistas dominantes en la socie-
migrantes, ya como ciudadanos franceses dad de residencia, tampoco la cuestión se
de pleno derecho. Esas hijas e hijos son ha resuelto definitivamente para sus hi-
una población que encarnó en Francia la jas/os. Es cierto que el discurso político
inmigración como fenómeno social, con ha cambiado, porque ya no se les consi-
sus problemas y dificultades tanto para dera extranjeros en la sociedad francesa,
la sociedad de acogida como para ellos pero tampoco son «asimiladas/os» en la
mismos. práctica institucional a los autóctonos, a
En el segundo tomo, titulado Los hijos pesar de que Francia eligió la vía de la
ilegítimos en referencia a estos hijos de la asimilación contraria al comunitarismo
inmigración, Sayad aborda varios temas practicado, por ejemplo, en el Reino Uni-
relevantes, como las relaciones entre los do. Esta situación de rechazo permanente

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ha creado unas frustraciones económicas, gura del padre en la vida de sus hijas/os.
políticas y sociales a una generación edu- Sobre estos recae el reproche permanente
cada en los valores de la República, como de este, que no ha conseguido lo que le
la igualdad entre los ciudadanos. Por el habría gustado: que sean hombres y mu-
hecho de arrastrar una etiqueta, la de hi- jeres responsables desde del prisma cul-
jas/os de inmigrantes (o como se les de- tural de su pueblo (por ejemplo, casándo-
nomina, les beurs), tienen que franquear se al llegar a una cierta edad, sobre todo
más obstáculos que los demás. Como re- las mujeres). Pero el padre no puedo in-
salta Sayad, son ciudadanos diferentes, fluir sobre su futuro inmediato, su legado
marcados por el pasado de sus padres. cultural no se refleja con la misma inten-
Son inmigrantes, pero del interior, no vie- sidad en todas las hijas y los hijos... de
nen de fuera; su presencia no se justifica Francia. La penúltima de la familia, estu-
por un tipo de trabajo como la de los pri- diante universitaria, se muda en una gran
meros trabajadores extranjeros. Se les ciudad, sale del seno protector de la fa-
aplica también la sospecha, que es una milia; el padre no ha podido oponerse a
mirada de la sociedad sobre las personas su decisión. La familia se va de vacacio-
que no son miembros de la comunidad nes al pueblo sin ella, y se plantea enton-
política francesa. Y en Argelia son consi- ces el retorno al país de origen como una
derados de manera despectiva los «hijos solución, al menos para el padre. Pero los
de Francia.» Para dar una calificación a hijos no viven la misma realidad que su
los innombrables, los actores de la socie- padre, no tienen el mismo pasado. Se po-
dad de acogida usan la expresión «segun- dría decir que la inmigración ha creado
da generación», que vuelve a ser una ca- un «choque de civilización» en el inte-
tegoría social. Con la idea de generación, rior de una familia, en la medida que dos
persiste una cierta percepción del extran- visiones se enfrentan, la del padre am-
jero, de lo extraño. pliamente centrada sobre su comunidad,
Recurriendo a un análisis socio-psico- y la de los hijos, marcada por la educa-
lógico a través de entrevistas, el sociólo- ción recibida, que valoriza el individua-
go estudia la evolución de las relaciones lismo.
entre los miembros de una familia argeli- Por último, hay que señalar que en
na con hijas e hijos mayores nacidas/os este libro Sayad ha dejado al lado a la
en el país de origen y otras/os en Francia. mujer; y no analiza la nueva situación
Constata así la oposición entre genera- que vive la mujer casada, convertida en
ciones, alineadas en torno a la tensión en- migrante por el proceso de reagrupación
tre un pasado encarnado por el padre y un familial. Sin lugar a dudas no ha tenido
presente que viven los hijos. El padre tiempo para analizar la inmigración fe-
como guardián de la cultura de origen menina. Por ello, hay que señalar la evo-
piensa que con los matrimonios de sus lución en términos de género en el movi-
hijos mayores, y sobre todo de la hija ma- miento migratorio entre Argelia y Francia
yor, se preservará el sustrato cultural de producida en las últimas décadas. Incor-
su sociedad. Es una manera para él de porar el análisis de género es importante
marcar una diferencia con los ciudada- no solamente para observar el cambio en
nos franceses. Los papeles de cada uno las familias inmigrantes, sino también la
han cambiado, y no es exagerado hablar —relativamente— nueva situación de la
de ruptura entre generaciones de una mis- mujer como actriz de los movimientos de
ma familia. En una larga entrevista inti- emancipación femenina.
mista con la hija de una familia argelina,
Sayad muestra como «desaparece» la fi- Mohamed Abdillahi Bahdon

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