You are on page 1of 12

EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO DE CABEZA LADRERO

105

Ángel A. Jordán Lorenzo1

1
Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero

Autor de contacto: Ángel Antonio Jordán Lorenzo, ajordan@cabezaladrero.es

RESUMEN

Esta comunicación tiene como objetivo presentar a la comunidad científica el Proyecto de Investigación de Cabeza
Ladrero. Este Proyecto surge del interés de un grupo de investigadores independientes por el conocimiento de un
yacimiento concreto, el de Cabeza Ladrero, situado en los términos de Sofuentes/Sos del Rey Católico (Zaragoza).
Su amplia cronología, que se extiende a lo largo de más de un milenio, pues tiene su inicio en el Hierro I y perdura
hasta época Altomedieval, así como las características del material hallado en superficie permiten suponer que,
con el paso del tiempo, este yacimiento pueda ser una valiosa fuente que ayude a comprender mejor la evolución
de la sociedad. En este sentido, frente a una visión de la investigación arqueológica centrada en el hallazgo
del gran monumento, de claro arraigo decimonónico, nos interesa especialmente el conocimiento de las clases
más bajas de la sociedad, y su evolución a lo largo de la Historia. Además, no sólo se trata de desentrañar la
evolución histórica del yacimiento, sino de poner dicha información al servicio de la sociedad. En este sentido,
creemos que un Proyecto de Investigación de estas características ha de ser capaz de generar valor en la vida
de su entorno, bien sea ético, cultural, medioambiental o social. Para realizar estos fines se ha creado un Equipo
de investigadores compuesto por dieciséis personas procedentes de diferentes ámbitos (arqueología, zoología,
botánica…) que permiten un acercamiento multidisciplinar tanto al yacimiento como a su entorno inmediato, el
del pueblo de Sofuentes. Además, se han planteado una serie de objetivos específicos y de protocolos de trabajo
gracias a los cuales esperamos construir un Proyecto con identidad propia que se apoye en pilares firmes que
garanticen su permanencia en el tiempo y que sea reconocido por unos atributos únicos.

PALABRAS CLAVE: Cabeza Ladrero, Sofuentes, Proyecto, Arqueología.


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

The Cabeza Ladrero Archaeological Project

Ángel A. Jordán Lorenzo1

1
Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero

Contact author: Ángel Antonio Jordán Lorenzo, ajordan@cabezaladrero.es

ABSTRACT

This paper aims to present to the scientific community the Cabeza Ladrero Archaeological Project. This Project
arises from the interest of a group of independent investigators for the knowledge of a concrete site, Cabeza
Ladrero (Sofuentes / Sos del Rey Católico, Zaragoza). Its extensive chronology, which extends over more than a
millennium, as well as the characteristics of the material found on the surface allow us to suppose that Cabeza
Ladrero can be a valuable source that helps to better understand the evolution of society. In this sense, we are
especially interested in the knowledge of the lower classes of society and their evolution throughout history, in
front of a vision of archaeological research centered on the discovery of the great monument, more typical of
the 19th century. In addition, it is not only a question of study the historical evolution of the site, but also of
transferring this information to society. We believe that a project of these characteristics must be capable to
create value in the life of its environment, whether ethical, cultural, environmental or social. We have created a
team of sixteen researchers from different fields (archeology, zoology, botany ...) to do this. This team allows us a
multidisciplinary approach to the site and its immediate environment. In addition, a series of specific objectives
and working protocols have been proposed, through which we hope to build a Project with its own identity and
based on firm foundations that guarantees its permanence in time and that the project is recognized for its unique
attributes.

KEYWORDS: Cabeza Ladrero, Sofuentes, Proyecto, Arqueología.


de un grupo de investigadores independientes por
1. INTRODUCCIÓN
el conocimiento de este yacimiento. Este interés se
concretó con la aprobación del Gobierno de Aragón en
Cabeza Ladrero es un yacimiento arqueológico el año 2016 de un Plan de Investigación dirigido por el
emplazado al Sur del término municipal de Sos del Dr. Ángel A. Jordán, con el objetivo de su excavación,
Rey Católico (Zaragoza), muy cerca de la localidad de
Sofuentes, en el prepirineo aragonés (fig. 1). Para su
documentación y estudio, todo ello orientado a
comprender mejor la evolución de la sociedad, en
107
ubicación se eligió un sitio estratégico formado por un
especial sus clases más bajas y menos conocidas, a
conjunto de tres colinas que se levantan en el centro de
lo largo de la Historia. Es precisamente el objetivo de
un pequeño valle de 440 Ha. justo en la desembocadura
estas líneas detallar algunas de las claves que hacen
del arroyo de Vallacuey con el barranco de Valdeoscura.
posible este Proyecto.
Se trata, por lo tanto, de un entorno idóneo para la
disposición de un asentamiento humano, por cuanto
que combina una fuente continua de agua con suelos
ricos en nutrientes aptos para su explotación.
2. EL YACIMIENTO DE CABEZA
LADRERO EN LA INVESTIGACIÓN

Pese a la riqueza material allí presente,


tradicionalmente el yacimiento de Cabeza Ladrero
ha pasado desapercibido para la investigación.
Esta situación resulta sorprendente, pues aunque
el geógrafo portugués J. B. Labaña no se percató de
la riqueza material del lugar, ya que en su geografía
apenas le dedica una línea y media para trazar su
situación (Labaña, 1895: 23), en 1792 J. Traggia cita
la existencia de “muchos vestigios de antigüedad e
inscripciones romanas”, que le llevaron a considerar
que Sofuentes fue cabeza de los Suessetanos en función
de una supuesta semejanza fonética (Traggia, 1792:
222) y en la existencia de dos inscripciones halladas
en el Mesolio correspondientes a los epitafios de M.
Caecilius Proclus y C. Atilius [- f.] Aquilus (Jordán et
al., 2010: nos. 4 y 8). Esta interpretación de Sofuentes
Figura 1. El yacimiento de Cabeza Ladrero,
como capital de los suessetanos o, al menos, muy
al NW de la provincia de Zaragoza.
ligada a este pueblo, fue acogida por los siguientes
investigadores (Huesca, 1802: 16; RAH, 1802: 371;
Miñano y Bedoya, 1827: 357) al menos hasta la crítica
Los restos materiales existentes, tanto en su entorno de A. Casaus y Torres (1829: 42; Cortés y López, 1836:
inmediato como en el cercano pueblo de Sofuentes, 394). Tras ello la importancia de Sofuentes en época
donde se conservan epígrafes (Jordán et al., 2010) y romana y, en concreto, del sitio de “Mesolio”, se asentó
restos constructivos como fragmentos de columnas, claramente entre la investigación, siendo recogido en
acroteras, basas y capiteles, reflejan la importancia las principales obras de la época (Ceán Bermúdez,
que debió tener este enclave. En este sentido, las 1832: 156; Madoz, 1849: 421; González, 1867: 60), e
prospecciones intensivas que tuvieron lugar a finales incluso identificándose, sin base alguna, con la antigua
del año 2016 han permitido identificar un asentamiento Nemanturisa (Madoz, 1849: 153).
con una superficie de entre las 35/40 Ha., lo cual
permite intuir su carácter urbano (Moreno et al., 2009: A pesar de esta frecuente presencia en la historiografía
253; Jordán et al., 2010: 192-193). Por otro lado, decimonónica, las malas comunicaciones de Sofuentes
atendiendo a la cerámica encontrada en el campo, no facilitaron su estudio o excavación, desapareciendo
posiblemente tuvo su origen en el Hierro I y perduró poco a poco de los circuitos científicos, en donde quedó
hasta época altomedieval, coincidiendo su momento de relegada a una continua repetición de los mismos
mayor esplendor entre los siglos I-III d.C. elementos. La nueva revitalización en el interés por
Cabeza Ladrero coincidió con la llegada del jesuita F.
Su presumible amplia cronología, que quizá se extiende Escalada a Javier en 1915, desde donde mantuvo una
a lo largo de más de un milenio, y las características pequeña relación con el yacimiento, al que acudió con
del material hallado en superficie despertó el interés la intención de buscar piezas para el Museo Xavierano,
El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero.
Ángel A. Jordán Lorenzo
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

que puso en marcha en 1916 (Maruri, 2006: 265),


labor que continuó hasta 1940 momento en el que su
estado físico y avanzada edad le impidió proseguir sus
actividades (Maruri, 2006: 274).

Esta labor anticuaria le permitió ponerse en contacto con


D. Emiliano Ladrero, médico de Sos del Rey Católico
y conocer el sitio de Cabeza Ladrero, donde intuyó
la existencia de una gran ciudad, además de llevar al
incipiente museo de Javier la cupa de Val(erius) E(---)
en 1930 (Escalada, 1935: 241-243; Escalada, 1943: 84;
Maruri, 2006: 286; Jordán et al., 2010: nº 17). Además,
conviene resaltar que el interés de D. Emiliano Ladrero
por las antigüedades del municipio de Sos del Rey
Católico también le permitió contactar en 1926 con José
Figura 2. Relieves romanos en el torreón de Sofuentes
Esteban Uranga, a quien facilitó noticias del hallazgo
en la puerta de un horno de Sofuentes de una “piedra”
de arenisca con la cabeza de un toro esculpida que vino de este interés son dos estudios aparecidos en 1977.
a sumarse a otras ya conocidas en la zona y que fueron El primero, de G. Fatás y M. Martín-Bueno, quienes
publicadas en 1926, en un interesante estudio que las se centraron en los relieves del torreón de Sofuentes
vinculaba con un exvoto relacionado con un culto (Fatás y Martín-Bueno, 1977) (fig. 2), mientras que el
indígena al toro (Uranga, 1929: 416-417; 1966). Con segundo, realizado por M. Beltrán Llorís, dio noticia
posterioridad en 1949 A. García y Bellido (1949: 384- de dos nuevas inscripciones (Beltrán Llorís, 1977:
385) lo identificó como un ara relacionada con el ritual 178-188). Junto a ellos, la importante monografía de J.
taurobólico, siendo así interpretada a partir de entonces Lostal, Arqueología del Aragón romano, publicada en
(Aguarod y Mostalac, 1983; Vermaseren, 1986: nº 212; 1980 se hacía cargo de la relevancia del propio cerro de
Alvar, 1993: 39; Ubiña, 1996: 417; Marco, 1997). Cabeza Ladrero y proporcionaba por primera vez una
lista de yacimientos vinculados a este enclave principal
Tres años después de la muerte del P. Francisco (Lostal, 1980: 81).
Escalada en 1946, la orden de los Jesuitas destinó al
P. Jose María Recondo a Javier, con la firme idea de Más adelante, los estudios realizados por C. Aguarod
volver a crear el extinto Museo que Escalada había y J. Lostal (1982: 167-218) y M. A. Magallón (1986:
formado y que mantuvo desde su llegada hasta su 95-158) sobre la calzada romana que cruzaba la
retiro al Colegio Residencia San Ignacio de Pamplona comarca de las Cinco Villas permitió la interpretación
en 1992. En el contexto de esta labor, el 24 de enero del yacimiento como un “núcleo habitado” (Magallón,
de 1954 el P. Recondo tuvo su primer contacto con 1986: 104) dentro del trazado de la vía. Este
Sofuentes (Maruri, 2006: 320), de cuyos habitantes reconocimiento del yacimiento de Cabeza Ladrero
consiguió la promesa de que recibiría toda la “cerámica culmina con su identificación como ciudad (Beltrán
sigilada que aparezca que es mucha”, verificando que Llorís, 1986: 29; Varios, 2003: 154; en contra,
en Cabeza Ladrero había un poblado romano. Aunque identificándolo como una villa, Magallón, 1995: 38).
el P. Recondo no realizó publicación alguna sobre lo
obtenido en Sofuentes, la labor de recogida de material Sin duda, la labor desarrollada por estos investigadores
fue importante, pues se sabe que consiguió llevar al permitió el reconocimiento de la importancia de Cabeza
castillo de Javier tres inscripciones (Jordán et al,. 2010: Ladrero dentro de la investigación, apareciendo en
nos. 2, 18 y 19), el taurobolio que D. Emiliano Ladrero obras más globales (i. e. Beltrán Llorís et al., 1980:
enseñó a J. E. Uranga, así como uno de los relieves del 61; Lostal, 1980: 78-82; Pérex, 1986: 230, 253), en
torreón, que arrancó con una perforadora, dos monedas general resaltando de forma genérica la envergadura de
ibéricas, una basa de columna y varios fragmentos de sus restos y, específicamente, los relieves del torreón
terra sigillata. (Beltrán Llorís et al., 1980: 75 y 77).

En paralelo a la labor de campo que los Pp. Escalada A partir de este momento son pocos los estudios que
y Recondo iban realizando desde el monasterio de o bien se ocupan de Sofuentes o de alguno de sus
Javier, en la década de los 70 los investigadores de la importantes monumentos. Así, puede mencionarse el
Universidad de Zaragoza empezaron a prestar atención de un capitel corintio empotrado en el muro de una
a la comarca de las Cinco Villas, posiblemente vivienda (Ariño et al., 1991: 110-111); una nueva
impulsados por las excavaciones que A. Beltrán empezó revisión de los taurobolios llevada a cabo por F. Marco
a realizar en Los Bañales (Uncastillo) en 1974. Fruto (1997); y la noticia, englobada dentro de un estudio
general sobre la romanización de las Cinco Villas, de
una pesa de bronce representando a Attis (Cabello,
3. EL PROYECTO
2007: 102, estudiada de forma monográfica por R. ARQUEOLÓGICO DE CABEZA
Erice –Erice, 2014-) (fig. 3). LADRERO
A partir del año 2009 vuelve a reivindicarse la
importancia del enclave de Cabeza Ladrero,
Como se puede apreciar, aunque el 109
especialmente de la mano de Á. A. Jordán y J. Andreu
yacimiento de Cabeza Ladrero ha aparecido en
la historiografía al menos desde finales del siglo
(Jordán, 2009: 168; Andreu et al., 2010: 180), labor
XVIII, realmente es muy poco lo conocido de él, de
que culmina con el estudio monográfico del corpus
tal forma que el trinomio Sofuentes-Cabeza Ladrero/
epigráfico de Sofuentes (Jordán et al., 2010). Esta
Mesolio-restos de importancia se ha ido repitiendo
actividad coincide con la realización de varios sondeos
hasta la extenuación en la bibliografía, aunque nadie
en 2009 por J. J. Bienes, enmarcados en un proyecto
más amplio de estudio del trazado de la calzada romana se ha detenido a analizarlos con profundidad. Por esta
que unía Caesaraugusta con Beneharnum (Moreno et razón, la planificación del Proyecto Arqueológico de
al., 2009). Cabeza Ladrero necesariamente debe iniciarse en esta
su primera fase, con la identificación de los aspectos
Desde entonces son pocas las nuevas publicaciones más básicos de cualquier asentamiento humano: su
que se han producido, pudiendo citarse la noticia de extensión, cronología y entorno. Para realizar esta
un contrapeso cilíndrico (Peña, 2011-12: 149), la tarea el Proyecto descansa sobre cuatro grandes
publicación de un miliario de Constantino (Lostal, pilares intrínsecamente relacionados entre ellos, que
2011) y el trabajo monográfico sobre una pesa romana describiremos a continuación: la existencia de un
en forma de Attis (Erice, 2014, reestudiada en Andreu equipo transdisciplinar; la búsqueda de una “historia
y Pérex, 2016). total” sin cerrar líneas de investigación; la conciencia
de la temporalidad; y, por último, la difusión de los
resultados obtenidos.

3.1. Un equipo transdisciplinar

Como se ha dicho con anterioridad, el objetivo principal


del Proyecto Arqueológico de Cabeza Ladrero es
conocer el yacimiento arqueológico de Cabeza
Ladrero. Ahora bien, entendemos “yacimiento” no sólo
como el conjunto de estructuras o restos materiales de
algún tipo de actividad humana que puedan aparecer en
él, sino de una forma más abstracta como la sociedad
que en él habitó. Es el individuo y su realidad el objeto
último del Proyecto. Sin embargo, la aprehensión
de esta realidad vivencial es algo complejo por las
propias características inherentes al ser humano. Esta
complejidad provoca que su comprensión no sea
posible desde un único enfoque metodológico ni desde
una única ciencia.

Por esta razón el Proyecto de Investigación de Cabeza


Ladrero se plantea como un espacio de trabajo
transdisciplinar en el que tienen cabida investigadores
de diferentes ramas del conocimiento y siempre está
abierto a la incorporación de nuevos investigadores que
amplíen el marco de comprensión. Puede considerarse,
a efectos descriptivos, que éstos se integran en dos
grandes ejes que mantienen un contacto constante.
Por un lado, a pie de campo se sitúa un conjunto de
arqueólogos con intereses en diferentes épocas, lo cual
Figura 3. Pesa romana con forma de Atis favorece el intercambio de opiniones y la uniformidad
a la hora de actuar, con independencia del periodo
cronológico que se trate. Por otro lado, un equipo
El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero.
Ángel A. Jordán Lorenzo
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

de diez técnicos se encarga del análisis de muestras milenario, la conciencia de la amplitud de posibilidades
biológicas, de la documentación en archivos y de la de investigación existentes necesariamente debe
conservación de los restos. Todo ello, además, con obligarnos a la realización de una escrupulosa toma
la colaboración y asesoramiento de los laboratorios de datos con la finalidad de poder dotar cualquier
de Antropología Física de la Universidad Autónoma línea de investigación futura. Obviamente, en la
de Madrid, de Arqueozoología de la Universidad actualidad el equipo actual tiene sus intereses y en
Autónoma de Madrid y de Prehistoria de la Universitat función de ellos y de los datos que poco a poco se
Autònoma de Barcelona, así como de la Cátedra de obtienen del yacimiento se orienta la investigación. Sin
Arqueología de la Universitat Rovira i Virgili y la embargo, restringir desde el punto de partida cualquier
Cátedra de Arqueología de la Universidad del País posibilidad de recogida de información constituye, en
Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea. nuestra opinión, un grave error metodológico.

Desde un principio, la gestión de este grupo humano Un ejemplo de esta situación se puede apreciar
se planteó de forma que existiera el mayor contacto en la toma de datos realizada en la I Campaña
posible entre todos sus miembros, así como entre éstos de Prospecciones en el año 2016, en la que se
y el yacimiento. Esta interrelación es fundamental. georeferenciaron todos los artefactos encontrados en
Así, el técnico de laboratorio ha establecido las superficie independientemente de su lugar de aparición
pautas a seguir por medio de la elaboración de (campo, yacimiento) o de su cronología, de tal forma
diversos protocolos de trabajo teniendo en cuenta las que se obtuvo un conjunto de 17940 registros entre los
necesidades y características del equipo. Del mismo que se pueden encontrar desde cerámica del Hierro
modo, el arqueólogo de campo ha variado su rutina en hasta una llave allen o un candado. ¿Qué uso puede
función de las necesidades del equipo de laboratorio, tener georeferenciar estos elementos modernos? Para
garantizando así la óptima toma de muestras con las que nosotros, en este estadio del Proyecto, tan sólo como
puedan trabajar. Con posterioridad, frente a una visión forma de destacar lugares. Pero nadie nos dice que
reduccionista de la interpretación de los resultados, en un futuro se puedan emplear para desarrollar una
en la que éstos son canalizados y entendidos por una línea nueva procedente de nuevas personas e ideas que
única persona, se plantea su estudio de forma conjunta hayan surgido.
por medio de reuniones de todo el equipo que permitan
establecer una productiva multiplicidad de puntos de 3.3. Consciencia de la temporalidad
vista.
El 11 de mayo de 2014 el periódico Heraldo de Aragón
Por otro lado, también creemos necesario que los publicaba la lamentable noticia de que el patrimonio
técnicos tengan una visión directa del espacio físico aragonés ocupaba el tercer puesto en la “Lista Roja” de
y su participación en los trabajos de campo, bien Hispania Nostra, que recoge elementos del Patrimonio
sean prospecciones o bien sean excavaciones. Con Histórico español en riesgo de desaparición, con un total
ello esperamos conseguir una mayor relación entre de 61 espacios en peligro. Un año después se calificaba
el investigador y el elemento a analizar (muestras, la situación de “ruina entre las ruinas” (Heraldo de
documentos, cerámicas, etc…). Así, se trasciende el Aragón, 3/05/15) y el panorama no ha mejorado en la
anonimato que pueda tener una muestra, un artefacto actualidad. La existencia de yacimientos abandonados
concreto o unas líneas en un papel, dotándolas de una es una realidad en el panorama investigador español
carga contextual que ayuda a realizar la interpretación, y, creemos, cualquier Proyecto que surja en la
dotándola de matices que de otra forma desaparecerían. actualidad necesariamente ha de reflexionar sobre esta
Con ello, para finalizar, esperamos romper los muros problemática.
que separan unas disciplinas de otras, desarrollando
una construcción plenamente participativa y, por lo En nuestra opinión, a esta situación se ha llegado
tanto, enriquecedora, del conocimiento. como consecuencia de la interacción de dos elementos
relativamente frecuentes: la vinculación del yacimiento
3.2. Hacia una “historia total” a un proyecto personal y la generación de costes de
mantenimiento que son derivados a la administración
Una consecuencia directa de la existencia de un equipo pública que, especialmente en la coyuntura
de investigación tan amplio y con tantos intereses socioeconómica actual, no puede asumir.
distintos es el acercamiento del Proyecto hacia unas
pautas investigadoras cercanas a la escuela de los El primer elemento es complicado de solventar.
Annales, pues no hemos de olvidar su búsqueda de Se conocen ejemplos en toda la Península de
la historia a través de la pluridisciplinariedad y la investigadores que iniciaron con gran ímpetu el estudio
pluritematidad (Burke, l990). En este sentido, si el de un yacimiento y que después sus intereses vitales le
Proyecto se enfoca al estudio de un asentamiento llevaron a abandonarlo en busca de nuevos horizontes.
Sólo en Aragón podrían mencionarse, por ejemplo, las Esto surge de la asunción de los integrantes de la
excavaciones del Marqués de Cerralbo en Arcobriga a necesidad de practicar una arqueología crítica y, sobre
principios de siglo XX o las del Dr. Antonio Beltrán en todo, consciente del impacto social que representa, y
Los Bañales en la década de los 50. que exige a la vez una transferencia de los resultados de
la investigación. De esta forma, comunicación, difusión
Quizá una forma de paliar esta situación sea contar
con un apoyo institucional (universidad, ayuntamiento,
y divulgación social de la actividad arqueológica y del
conocimiento científico generado por ella también debe
111
etc…) que permita garantizar el futuro de un Proyecto centrar la atención del Proyecto (Xurxo et al., 2012: 71).
más allá de las personas. En nuestro caso, se ha tratado de
buscar esta permanencia con el apoyo del ayuntamiento Esta labor de difusión debe entenderse, además, como
de Sofuentes cuyo interés por el desarrollo del Proyecto una inversión de futuro, tanto para el Proyecto como
Arqueológico excede el meramente testimonial, así para el patrimonio, pues permitirá que la sociedad
como la involucración de los ayuntamientos de las visualice los avances del equipo investigador y pueda
localidades circundantes. llegar a auto-educarse a favor de la conservación y
preservación de los restos arqueológicos (Andreu y
Por otro lado, es una realidad que cuanto más se excava García, 2013: 285) e incluso, por qué no, involucrarse
se generan más gastos de mantenimiento del yacimiento. en el desarrollo del propio Proyecto. Así, aunque sin
Hay que tener en cuenta que no sólo se está hablando caer en modelos extremos de publicitación sin control,
de consolidar lo que se haya encontrado en la campaña creemos en una triple estratega de divulgación, difusión
en curso, también hay que mantener lo ya consolidado y comunicación.
en campañas anteriores, de tal forma que la partida
económica reservada a esta finalidad no sólo constituye Por un lado, siguiendo el ejemplo del proyecto de A
un montante fijo, sino que se irá incrementando año Lanzada (Xurxo et al., 2012), el de la intervención de
a año. En este sentido, realizar actuaciones como las A. Azkárate en la catedral vieja de Vitoria (Azkárate,
del siglo pasado, en las que tras la intervención se 2011) o el de nosotros mismos en El Pueyo de Los
abandonaban los restos a su suerte constituye una Bañales (Uncastillo), se plantea una excavación
irresponsabilidad. Del mismo modo, creemos que es abierta al público como una forma de restitución del
igualmente irresponsable plantear una excavación con la yacimiento a la comunidad local, de tal forma que la
esperanza de que sea el Estado quien, en último término, fase de intervención arqueológica se convierta en el
intervenga en “rescate” de las estructuras desveladas, punto neurálgico del programa de actividades (Xurxo
asumiendo el coste económico. et al., 2012: 80-81). Para ello se parte de la idea de
que el contacto físico con los restos arqueológicos,
En nuestra opinión, el desarrollo de un proyecto la participación activa y la explicación in situ son
arqueológico ha de buscar la autosostenibilidad de éste, las mejores herramientas para acercar el patrimonio
de forma que genere los recursos necesarios para su arqueológico a la sociedad, construyendo con ello de
mantenimiento. Lógicamente, dado el ámbito en el que forma más fácil una percepción real del pasado (Xurxo
nos movemos, éstos necesariamente deben proceder del et al., 2012: 81).
turismo, por lo que debe existir un producto que mostrar.
En nuestro caso concreto, el estado inicial del Proyecto
y el gran desconocimiento que existe del yacimiento nos
aconseja actuar con cautela. Así, mientras no se sepa qué
es lo que hay, qué queremos ofrecer y cómo lo queremos
hacer, aspectos éstos intrínsecamente unidos, es mejor
excavar, para adquirir este conocimiento, y después
tapar, para preservar de forma óptima lo descubierto a la
espera de la visualización del producto acabado, que se
realizará en una fase posterior del Proyecto.

3.4. Difusión

Un último eje de trabajo que se plantea en el Proyecto


es dar a conocer tanto el Proyecto como la riqueza
monumental de la localidad de Sofuentes y su entorno de
estudio, de tal forma que, por un lado, se pueda integrar
el yacimiento de Cabeza Ladrero al circuito científico y, Figura 4. Estudiando una estela romana con un
por el otro, se puedan transferir de forma rápida y clara vecino de Castiliscar
los resultados a la sociedad.
El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero.
Ángel A. Jordán Lorenzo
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Ahora bien, no sólo se trata de una forma de mostrar el ¿pero cuál es el mensaje que se transmite? Si se quiere
estado de la excavación a todo el que esté interesado, mantener el número de “fans” el mensaje necesariamente
sino también de ofrecer la posibilidad de intervenir debe atender a sus demandas, que normalmente están
directamente en ella, en un modelo cercano a los de caracterizadas por la frecuencia de la publicación, su
la Community Archaeology (Liddle, 1989; Jameson, sesgo positivo y, por supuesto, su espectacularidad.
2004; Holtorf, 2006) desarrollado desde hace años con El resultado final es la inversión de gran cantidad de
éxito en otros yacimientos (Moser et al., 2002: 220- tiempo y recursos en generar información y elementos
248; Tully, 2007; Tully, 2009: 63-78), aunque siendo para satisfacer a este público, partiendo de una
conscientes de los riesgos y limitaciones que existen (i. actividad (un Proyecto Arqueológico) que no suele
e. Simpson y Williams, 2008: 70-71). En este sentido, generar información de estas características con tanta
mientras que la intervención de la comunidad ha llegado frecuencia como se demanda. Por ello, el peligro que
a desarrollar, en casos extremos, proyectos en los que se corre es el de transmitir información sin contenido
había muy poca involucración y guía profesional, real, en donde prima la estética frente a la muestra de
cuando no ninguna (Simpson y Williams, 2008: 74), resultados objetivos del Proyecto, o bien de contenidos
creemos que toda actividad comunitaria debe estar equivocados, fruto de la propia rapidez que se exige.
supervisada permanentemente por uno de nuestros De esta forma puede llegar a crearse una pantalla de
técnicos. Por lo tanto, creemos más en un modelo que, humo que construye una realidad alternativa mostrando
aunque nace de la Community Archaeology es más una un escenario inexistente, cuando no una postverdad,
arqueología colaborativa (Tully, 2009: 75), en donde en donde es fácilmente manipulable tanto el mensaje
se busca una colaboración real entre la sociedad y el como el receptor.
equipo arqueológico. De esta forma la comunidad
juega un rol más activo que el de ser un sujeto pasivo Además, en nuestra opinión existe un último problema
que es informado por el investigador (fig. 4). que conviene tener en cuenta a la hora de difundir a
través de los medios sociales: el propio receptor en sí.
Por otro lado, las nuevas tecnologías proporcionan Es necesario identificar claramente al receptor principal
un importante altavoz a la labor de investigación del de la información que el Proyecto genera. ¿Trabajamos
proyecto, por medio de la interacción en diferentes para la Sociedad, genérica y abstracta, o para la
espacios, como pueden ser las redes sociales Facebook población de nuestro entorno geográfico de trabajo? A
y Twitter, así como la propia “red” por medio de una través de las redes sociales llegamos a la Sociedad (o al
página web del yacimiento (http://www.cabezaladrero. menos a una parte de ella), ¿pero difundimos realmente
es). De esta forma, el Proyecto Arqueológico de Cabeza entre la gente de la zona?
Ladrero pretende hacer accesible a través de Internet el
patrimonio arqueológico y cultural tanto de Sofuentes En nuestro caso concreto, la página de Facebook del
como de su área de estudio. Además, consideramos Proyecto (https://www.facebook.com/cabezaladrero/)
que éste puede ser un buen medio para implicar a la tiene 1560 seguidores a fecha de 30 de mayo de
ciudadanía en la gestión y protección de los recursos 2017, de los cuales apenas un centenar tienen como
culturales de la zona, por medio del desarrollo de un procedencia la provincia de Zaragoza. Esto implica
servicio específico web en el que se podrán efectuar que el grueso de todo el tiempo y recursos invertido en
sus aportaciones e incluso involucrarse en los procesos esta labor de publicitación no repercute directamente
de I+D+i. en los principales beneficiados del Proyecto, que es la
población de la zona. De hecho, la alta media de edad
Ahora bien, conviene ser conscientes de que a través de los residentes en nuestra área de estudio provoca que
de estas actuaciones de difusión realizadas en los el acceso a las redes sociales sea minoritario. Así, en la
medios sociales se corre el riesgo de crear una realidad práctica se está llegando a la segunda generación, que
alternativa del Proyecto, sostenida por la ilusión ficticia se trasladó a vivir a la capital, y a unos pocos vecinos.
de la existencia de una miríada de seguidores. Esta ¿Qué ocurre, entonces, con el grueso de la población?
realidad alternativa viene condicionada por las propias Para tratar de responder a esta pregunta realizamos a
normas de las redes sociales empleadas, en donde hay finales de 2016 un pequeño experimento publicitando
una ecuación directa entre mayor número de “fans” y una actividad en Sofuentes exclusivamente a través
mayor número de gente a la que llega la información. de las redes sociales. El resultado fue que el mensaje
El problema surge cuando se trata de adaptar las apenas fue difundido en la zona y, por lo tanto, la
estrategias de comunicación a este objetivo, pensando población apenas se enteró. Esto nos mostró que, en
que con ello se obtienen los parámetros de difusión que nuestro caso concreto, en el que queremos que nuestro
se buscan. principal beneficiario del Proyecto sea el habitante de
la zona, este tipo de canales, aunque interesantes, no
Efectivamente, puede decirse que difundimos al deben ser prioritarios.
emplear las redes sociales, pues enviamos un mensaje,
Paradójicamente, la asunción de esta realidad puede de Cabeza Ladrero: la comunicación científica de
redundar en una mejora en la calidad en la transmisión los resultados obtenidos. El objetivo no es sólo que
de los resultados por estos medios, pues se pueden se vuelva a incluir el yacimiento de Cabeza Ladrero
ignorar todos los condicionantes que se imponen en esta en los círculos científicos, sino que se supere su uso
búsqueda de “fans”. ¿Realmente es necesario actualizar tradicional como un ejemplo más de una situación dada
todos los días cuando no se genera información que
soporte este ritmo? Tal vez sea la propia generación de
en otras partes, para pasar a ser un generador de nueva
información y nuevas teorías, proponiendo líneas
113
información la que deba marcar el ritmo. ¿Es necesario de trabajo y buscando encuentros productivos entre
narrar instantáneamente cualquier descubrimiento? múltiples disciplinas.
Quizá sea necesario estudiarlo un poco para así poder
ofrecer una información correcta (todos conocemos, y Con esta finalidad, la publicación de los resultados y
hemos sufrido, casos en los que las prisas han llevado a la colaboración y apoyo a jóvenes investigadores debe
transmitir una identificación errónea de una pieza o una ser una premisa indispensable dentro del proyecto.
teoría insuficientemente apoyada). Aquí, desde luego,
cada Proyecto debe hacerse sus propias preguntas y Una publicación científica es uno de los últimos
contestarlas en la forma que quiera. pasos de cualquier investigación científica, previo
al debate externo, bien en revistas locales como en
Volviendo a la población local, que es nuestro medios especializados. Ahora bien, como se ha visto
destinatario principal, indudablemente las redes en otros yacimientos, hay que ser consciente de que la
sociales son un cauce para llegar a ella pero, como búsqueda sin freno de la publicitación de resultados en
se ha dicho, no debe ser ni la principal ni la única. medios científicos puede conducir a un desafortunado
Es necesario crear un espacio de intercambio entre apresuramiento que se traduzca en estudios parciales
la sociedad y el equipo técnico en donde se busque de excavaciones todavía en vigor y, por lo tanto,
facilitar la posibilidad a la comunidad de pasar de ser un incompletas, que en muchas ocasiones carecen del
individuo pasivo a uno activo, ofreciendo un momento más mínimo rigor. Sin despreciar la opción de publicar
propicio donde poder conocer los acciones realizadas, trabajos sobre excavaciones en curso como una
las futuras e incluso intervenir en ellas. En este sentido, forma de adelantar resultados o de buscar ayuda en la
las tradicionales charlas/debates sobre los trabajos comunidad científica, creemos que un estudio de un
realizados o las visitas guiadas constituyen uno de estos ámbito cerrado, sea de la clase que sea (arqueológico,
cauces. Pero junto a ellos el Proyecto Arqueológico de faunístico, etc), debe ser una condición para su
Cabeza Ladrero apuesta por una inmersión completa, publicación en una revista científica.
superando la tradicional separación “investigador/
receptor” para integrarse dentro del entorno, de igual Por último, el apoyo al desarrollo de jóvenes
a igual, facilitando la comunicación en cualquier investigadores se plantea dentro de la comunicación
momento y cualquier lugar (fig. 5). científica del Proyecto como un elemento
intrínsecamente relacionado con el leitmotiv de éste.
Queda, para finalizar, un último eje sobre el que pivotan Las características teórico-metodológicas del Proyecto
los objetivos de difusión del Proyecto de Investigación de Investigación de Cabeza Ladrero están enfocadas
a conseguir el máximo posible de información del
yacimiento y su entorno, siempre desde el mayor
rigor posible. Esto permitirá, a medio plazo, obtener
un volumen considerable de datos de diferentes tipos
y cronologías que queremos poner a disposición de la
comunidad científica para que pueda servir de apoyo
a trabajos/tesis de investigadores. En este sentido,
creemos que la estricta aplicación de la metodología
de trabajo con independencia del periodo diacrónico
en el que se esté operando, proporcionará una cantidad
y calidad de información que en general es muy poco
frecuente en las intervenciones arqueológicas.

Se trata, en definitiva, de ofrecer una oportunidad,


especialmente orientada a los jóvenes investigadores,
de trabajar activamente con el material extraido en la
excavación, estimulando de esta forma sus respectivas
Figura 5. Miembros del Proyecto participando líneas de investigación.
en una merienda popular en Sofuentes

El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero.


Ángel A. Jordán Lorenzo
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

4. CONCLUSIONES REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Como se puede apreciar, el Proyecto Arqueológico de Aguarod, C. y J. Lostal, (1982) “La vía romana de las
Cabeza Ladrero surge de la apuesta de un conjunto Cinco Villas”, Caesaraugusta, 55-56, pp. 167-218.
de investigadores independientes por una forma muy
concreta de hacer arqueología. Ésta es entendida con Aguarod, C. y A. Mostalac, (1983) “Nuevos hallazgos
respeto, teniendo siempre presente que el objetivo de aras taurobólicas en la provincia de Zaragoza”, en:
último del Proyecto es el conocimiento del ser humano. Homenaje al prof. Martín Almagro Basch. III, Madrid,
Ministerio de Cultura, pp. 311-331.
Precisamente la complejidad de este propósito nos ha
llevado a plantear un entorno de trabajo transdisciplinar Alvar, J., (1993) “Los cultos mistéricos en la
en el que se integran investigadores de diferentes ramas Tarraconense” en Mayer, M. y J. Gómez Pallarés
del conocimiento en la búsqueda de un enriquecimiento (coords.) Religio deorum: actas del coloquio
mutuo. Además, la consciencia de esta diversidad de internacional de epigrafía Culto y sociedad en
criterios, intereses y opiniones en cierto sentido nos Occidente. Sabadell, Editorial Ausa, pp. 27-46.
obliga a desarrollar una pluritematidad en donde
no hay tema, objetivo o investigación que no pueda Andreu, J. y J. F. García, (2013) “El Plan de
ser abordada. Sin duda, la estricta aplicación de la Investigación de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)”,
metodología de trabajo, con independencia del periodo en Almansa, J. (ed.): Arqueología Pública en España.
diacrónico en el que se esté operando, proporcionará Madrid, JAS Arqueología, pp. 273-290.
una cantidad y calidad de información que permitirá
este desarrollo. Andreu, J. y J. M. Pérex (2016) “Un pondus staterae
en bronce con busto de Attis procedente del Cabezo
Por último, conviene reconocer que en la actualidad Ladrero de Sofuentes (Zaragoza)”, Cuadernos de
ya no se busca el conocimiento per se. Es necesario Estudios Borjanos, LIX, pp. 13-27.
difundir el conocimiento, con responsabilidad, siendo
conscientes de que nuestro destinatario principal es la Ariño Gil, E., C. Guiral Pelegrin, G. Sopeña Genzor y
población del entorno en el que trabajamos. Para ello M. P. Lanzarote Subías, (1991) “Capiteles romanos de
intentamos superar la habitual división investigador/ la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza)”, Saguntum,
receptor, nosotros/ellos, situándonos en un mismo 24, pp. 97-116.
plano de intereses y objetivos, haciendo partícipe a la
sociedad tanto de los logros alcanzados como de los Azkárate, A., (2011) “Por un modelo de conocimiento
problemas existentes y, por otra parte, acogiendo entre socialmente distribuido: “abierto por obras” en Vitoria-
nuestros objetivos sus intereses y preocupaciones, Gasteiz” en Manual de gestión del Patrimonio Cultural.
buscando siempre generar valor en la vida del entorno, Madrid, Akal, pp. 156-159.
bien sea ético, cultural, medioambiental o social.
Beltrán Llorís, M., (1977) “Novedades de Arqueología
Se trata, para finalizar, de un Proyecto independiente, zaragozana”, Caesaraugusta, 41-42, pp. 151-202.
transdisciplinar y autosuficiente que surge con
identidad propia basado en unos pilares firmes. Estos Beltrán Llorís, M., (1986) “La arqueología de las Cinco
cimientos proporcionan un singular acercamiento al Villas (síntesis)” en: Actas de las I Jornadas de Estudio
yacimiento y a la sociedad, siempre con una proyección sobre las Cinco Villas. Ejea de los Caballeros, Centro
de permanencia en el tiempo y de reconocimiento por de Estudios de las Cinco Villas, pp. 19-52.
unos atributos únicos.
Beltrán Llorís, M., M. Martín-Bueno y A. Beltrán
Martínez, (1980) “Arqueología romana del Aragón
antiguo” en Canellas López, A. (dir.), Aragón en su
historia. Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada
pp. 58-84.

Burke, P., (1990) The French historical revolution.


The Annales School, 1929-89. Cambridge, Standford
University Press.

Cabello García, J., (2007) “La unidad en la diversidad:


la acción civilizadora e integradora de Roma, en
ArquEJEAlogía. Ejea de los Caballeros y las Cinco
Villas de la Prehistoria a la Antigüedad Tardía. Ejea de Jordán, Á. A., J. Andreu y J. J. Bienes, (2010):
los Caballeros, Diputación de Zaragoza, pp. 77-104. “Epigrafía romana de Sofuentes (Zaragoza, España)”,
Epigraphica, LXXII: 191-246.
Casaus y Torres, A. de, (1829) Nuevas observaciones
para la historia general de Aragón, Navarra y Cataluña. Labaña, J. B., (1895) Itinerario del Reino de Aragón.
t. I, Barcelona, Imprenta de los herederos de la viuda
Pla.
Zaragoza, Diputación provincial. 115
Liddle, P., (1989) “Community archaeology in
Cean-Bermúdez, J. A., (1832) Sumario de las Leicestershire museum” en Southworth, E. (ed.),
antigüedades romanas que hay en España. Madrid, Public service and private indulgence? The Museum
Imprenta de D. Miguel de Burgos. Archaeologist, 13, Liverpool, pp. 44-46.

Cortés y López, M., (1836) Diccionario geográfico- Lostal, J,. (1980) Arqueología del Aragón romano.
histórico de la España antigua. t. III, Madrid, Imprenta Zaragoza, Institución Fernando el Católico.
Real.
Lostal, J,. (2011) “Un miliario de Constantino
Erice, R., (2014) “Una pesa de balanza figurada recuperado en Sofuentes, Castiliscar (Zaragoza)”, El
procedente de Sofuentes (Zaragoza)” en Miscelánea Nuevo Miliario, 12, pp. 87-89.
de estudios en homenaje a Guillermo Fatás Cabeza.
Zaragoza, Institución Fernando el Católico, pp. 257- Madoz, P., (1849) Diccionario geográfico-estadístico-
263. histórico de España y sus posesiones de ultramar.
Madrid, Imprenta de D. Pascual Madoz.
Escalada, F., (1935) “La arqueología romana en el
castillo de Javier y sus contornos (conclusión)”, Razón Magallón Botaya, M. A., (1986) “La red viaria romana
y fe, año 35, 461, pp. 237-251. en las Cinco Villas” en Actas de las I Jornadas de
Estudio sobre las Cinco Villas. Ejea de los Caballeros,
Escalada, F., (1943) La arqueología en la villa y Centro de Estudios de las Cinco Villas, pp. 95-158.
Castillo de Javier y sus contornos. Pamplona, Leyre.
Magallón Botaya, M. A., (1995) “Vías de comunicación
Fatás, G. y M. Martín-Bueno, (1977) “Un mausoleo y poblamiento romano en la comarca de las Cinco
de época imperial en Sofuentes (Zaragoza)”, Madrider Villas” en Los caminos en la historia de las Cinco
Mitteilungen, 18, pp. 232-271. Villas. VI Jornadas de Estudios sobre las Cinco Villas.
Ejea de los Caballeros, Centro de Estudios de las Cinco
García y Bellido, A., (1949) Esculturas romanas de Villas, pp. 21-42.
España y Portugal. Madrid, CSIC.
Marco Simón, F., (1997) ¿Taurobolios vascónicos? La
González, J. F., (1867) Crónica de la provincia de
vitalidad pagana en la Tarraconense durante la segunda
Zaragoza. Madrid, Rubio y Compañía.
mitad del siglo IV, Gerión 17, pp. 297-319.
Holtorf, C., (2006) Archaeology is a brand! The
Maruri, D., (2006) “El museo Xaveriano de Javier y su
meaning of archaeology in contemporary popular
castillo”, en San Francisco Xavier desde sus tierras de
culture. Oxford, Left Coast Press.
Navarra. Sangüesa, ONA Industria Gráfica, pp. 257-
391.
Huesca, R. de, (1802) Teatro histórico de las iglesias
del Reyno de Aragón. Tomo VIII. De la santa Iglesia
Miñano y Bedoya, S. de, (1827) Diccionario
de Jaca. Pamplona, Imprenta de la viuda de Longás
geográfico-estadístico de España y Portugal. t. VIII,
e hijo.
Madrid, Imprenta de Pierart-Peralta.
Jamesion, J., (2004) “Public Archaeology in the United
States” en Merriman, N. (ed.), Public Archaeology. Moreno, I., J. Lostal y J. J. Bienes, (2009) Item a
London, Routledge, pp. 21-58. Caesarea Augusta Beneharno. La carretera romana de
Zaragoza al Bearn. Ejea de los Caballeros, Centro de
Jordán, Á. A., (2009) “Algunas reflexiones sobre la Estudios de las Cinco Villas.
reducción de Segia a Ejea de los Caballeros. ¿Una
cuarta ciuitas en las Cinco Villas de Aragón?”, Moser, S. et al., (2002) “Transforming archaeology
Salduie, 9, pp. 167-177. through practice: Strategies for collaborative
archaeology and the Community Archaeology Project at
Quseir, Egypt”, World Archaeology, 34.2, pp. 220-248.
El proyecto arqueológico de Cabezo Ladrero.
Ángel A. Jordán Lorenzo
1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

Peña Cervantes, Y.. (2011-12) “La producción de Ubiña, J. F., (1996) “Magna Mater, Cybele and Attis in
vino y aceite en el Valle Medio del Ebro”, Anales de Roman Spain” en: Lane, E. N. (ed.), Cybele, Attis and
prehistoria y arqueología, 27-28, pp. 141-154. Related Cults. Essays in Memory of M. J. Vermaseren.
Leiden-New York-Köln, Brill, pp. 405-433
Pérex Agorreta, M. J., (1986) Los vascones. El
poblamiento en época romana. Pamplona, Gobierno de Uranga, J. E., (1929) “Vestigios del culto al toro
Navarra. en Sos”, Boletín de la Comisión de Monumentos
Históricos y Artísticos de Navarra, t. XVII, nº 68, pp.
Real Academia de la Historia, (1802) Diccionario 415-421.
geográfico-histórico de España. Sección I, Tomo II,
Madrid, Imprenta de la viuda de D. Joaquín Ibarra. Uranga, J. E., (1966) “El culto al toro en Navarra y
Aragón”, en IV Symposion de Prehistoria Peninsular,
Simpson, F. y H. Williams, (2008) “Evaluating Pamplona. Pamplona, Príncipe de Viana, pp. 223-231.
Community Archaeology in the UK”, Public
Archaeology, 7.2, pp. 69-90. Varios, (2003) Museo de Zaragoza. Guía. Zaragoza,
Diputación Provincial de Zaragoza.
Tully, G., (2007) “Community archaeology:
general methods and standards of practice”, Public Vermaseren, M. J., (1986) Corpus Cultus Cybeles
Arcaheology, 6.3, pp. 155-187. Attidisque. V. Aegyptus, Africa, Hispania, Gallia et
Britannia. Leiden, Brill.
Tully, G., (2009) “Ten Years on: The Community
Archaeology Project Quseir, Egypt”, Treballs Xurxo, M., M. González Veiga y R. M. Rodríguez
d’Arqueologia, 15, pp. 63-78. Martínez, (2012) “Más allá de la arqueología pública:
arqueología, democracia y comunidad en el yacimiento
Traggia, J., (1792) Aparato a la historia eclesiástica de multivocal de A Lanzada (Sanxenxo, Pontevedra)”,
Aragón, T. II. Madrid, Imprenta de Sancha. Treballs d’Arqueologia, 18, pp. 63-98

You might also like