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¡Queremos estar con Jesús!

(Adoración al Santísimo Sacramento del Jueves Santo )

1.Monición de entrada
Amigos y hermanos: Estamos en la noche del Jueves Santo. Son los momentos má s
difíciles de la vida de Jesú s. Despué s de todo el esfuerzo, el Padre le pide que
entregue su vida en cruz.
En la oscuridad, Jesú s no comprende, todo su ser se revela, ve que sin su presencia
sus apó stoles se dispersará n, como ovejas sin pastor, ve que toda su obra se viene
abajo. Y sin embargo, el confía en el Padre y se pone en manos de sus perseguidores
con la paz de saber que la voluntad de Dios ha de cumplirse.
Acompañ ando a Jesú s en su oració n, algunos de sus apó stoles nos van a contar que
sintieron ellos aquella noche. Eran hombres dé biles y pecadores y lo que vamos a
escuchar muy bien pudieron ser sus experiencias, y desde luego, han sido y son las
nuestras en muchos casos.
Canto

2. Oración de los apóstoles:


Monició n al primer apó stol:
Entre los que seguían a Jesú s estaban los seguros de si. Tenían formada su idea de lo
que Jesú s iba a hacer y esperaban que tomase el trono de Israel por la fuerza y
comenzase una nueva é poca de esplendor y poder. Cuando Jesú s decide morir , se
les viene todo abajo . Son los incré dulos los que se desesperan.
Primer apóstol:
"Lo que yo sentí fue angustia . ¿Entonces era verdad que é l se iba ?. Todas las
palabras de aquella cena traían un aire de despedida. ¡Este era entonces el final, la
desbandada ? .
Había que poner fin a aquellos tres añ os magníficos . Había que cerrar el cofre de los
sueñ os. !Con lo bien que había comenzado todo ! La gente le seguía como corderillos
, hasta nosotros hacíamos ya milagros . Y , de pronto, se acabó .¿Pero qué habíamos
hecho? , para que servía ahora nuestra obra si se la llevaba el viento , ¿ No era acaso
é l el libertador de Israel? .Todo se me vino abajo . ¿ Cuantos é ramos los que creíamos
en é l? Nadie , prá cticamente . Y El se iba . Y dejando todo a medias. No entendía nada,
comí el pan , trague el pan , lo devoré , como si en é l fuera a encontrar la respuesta .
Y la angustia no se fue.
Canto

Monició n al segundo apó stol:


Algunos de los que iban detrá s de Jesú s siempre tuvieron miedo. el mensa je
revolucionario que El iba anunciando les hacía temer de todo y de todos. Con la
muerte de Jesú s se acentú an sus temores . huyen porque son dé biles .
Apóstol segundo:
“El amor, eso era lo que a mi me asustaba. Todas sus palabras hablaban de amor,
sobre todo aquella noche. Y mi corazó n estaba lleno de odio. El decía :" Amaos los
unos a los otros " Y yo no sabía amar . Amarle a É l era fá cil . ¿Pero era posible amar
a Judas ? Me conocé is, me gustan las verdades tajantes, el agua clara . Por eso nunca
pude amar a Judas. Má s aú n, no comprendía que É l le amase. Me hubiera gustado
que lo desenmascarase abiertamente. Si El lo hubiera dicho abiertamente durante la
cena, Judas no hubiera podido hacer lo que hizo.
Má s tarde comprendí el amor. Comprendí que lo que yo llamaba agua clara era
solamente egoísmo, que lo que llamaba defensa de la verdad era solo violencia y que
El, al morir por amor iba mucho má s allá ".
Canto: Al atardecer de la vida me examinará n del amor-
Canto
Monició n al tercer apó stol:
Creer es una aventura. La fe exige coraje, dar un sal to, no temer la inseguridad y
fiarnos ú nicamente de Dios. A muchos les costo aceptar a Jesú s pero comprendieron
el significado y la grandeza de sus palabras y acciones.
Apó stol tercero:
"Yo soy un hombre que no sabe creer mas que lo que ve y toca, al que no gustan
sueñ os ni misterios, y El se hacía cada día má s extrañ o. Todo en sus palabras tenía
doble sentido, un trasfondo vertiginoso. Estaba descubriendo demasiadas cosas a la
vez y apenas tenía tiempo de asimilarlas. Era como caer en un tenebroso abismo de
luz, con tanta luz que cegaba. Por eso yo intentaba detenerle, Hacer que explicara las
cosas con má s tranquilidad. Hablaba de ir a prepararnos un lugar al que nosotros
habíamos de ir algú n día. ¿Pero como íbamos a llegara ese sitio preparado si ni
siquiera sabíamos por donde iba a ir El?. Pero sobre todo lo del pan me desbordo.
Comprendedlo: Alguien coge un trozo de pan, lo bendice y te lo alarga diciendo
:Come esto, esto es mi cuerpo, aquello era algo duro de creer algo se reveló dentro
de mí,¿ Se había vuelto loco?. El no hablaba en pará bolas en aqué l momento. Sabía
lo que decía y estaba diciendo que aquel pan era su cuerpo.
Lo mastiqué sorprendido era pan, olía y sabía a pan. Me miró profundamente y supe
que había adivinado mis miedos, me invitaba a llegar hasta su alma. Comprendí que
tenía que ir hacia El como saltando en la noche. Y de pronto sin que nada
espectacular hubiera sucedido, encontré la FE"
Canto
3. Oración intercalada
Respondemos:PORQUE DANDO LA VIDA EN COMO SE RECIBE
1 Quiero enterrar hoy aquí el cansancio que he visto reflejado en el rostro de un
anciano, para que haga de nuestros mayores unos hombres felices y sanos.
PORQUE DANDO LA VIDA ES COMO SE RECIBE
2 Quiero enterrar hoy el esfuerzo realizado en los estudios para que tengan su fruto
para mí y para los demá s.
PORQUE DANDO LA VIDA ES COMO SE RECIBE.
3 Quiero enterrar aquí la fatiga de los trabajadores, para que su trabajo tenga su
recompensa y sea solidario con otros.
PORQUE DANDO LA VIDA ES COMO SE RECIBE.
4 Quiero enterrar aquí la lá grimas del niñ o en su cuna para que crezcan en salud y
alegría.
PORQUE DANDO LA VIDA ES COMO SE RECIBE.
5 Quiero enterrar aquí la soledad del hombre sin trabajo para que surja un mundo
má s solidario.
PORQUE DANDO LA VIDA ES COMO SE RECIBE.
Canto
4. El Padre nuestro
5. Oració n final:
Coro 1: Conozco tu miseria,
las luchas y tribulaciones de tu alma,
la debilidad y las dolencias de tu cuerpo;
conozco tu cobardía,
tus pecados y tus flaquezas.
A pesar de todo te digo:
Dame tu corazón, ámame tal como eres.

Coro 2: Si para darme tu corazón


esperas ser un ángel,
nunca llegarás a amarme.
Aún cuando caigas de nuevo,
muchas veces, en esas faltas
que jamás quisieras cometer
y seas un cobarde para practicar la virtud,
No te consiento que me dejes de amar.
Ámame tal como eres.

Coro 1:Ámame en todo momento


cualquiera que sea la situación
en que te encuentras,
de fervor o sequedad,
de fidelidad o de traición.
Ámame tal como eres.

Coro2:Déjate amar. Quiero tu corazón.


En mis planes está moldearte,
pero mientras eso llega,
te amo tal como eres.

Coro1: Y quiero que tú hagas lo mismo.


Deseo ver tu corazón que se levanta
desde lo profundo de tu miseria:
amo en ti incluso tu debilidad.
Me gusta el amor de los pobres
Quiero que desde la indigencia
se levante incesantemente este grito:
Te amo, Señor.

Coro 2:Lo que me importa es el canto de tu corazón.


¿Para qué necesito yo tu ciencia o tus talentos?
No te pido virtudes.
Y aun cuando yo te las diera, eres tan débil,
que siempre se mezclaría en ellas
un poco de amor propio.
Pero no te preocupes por eso…
Preocúpate solo de llenar con tu amor
el momento presente.

Coro 1:Hoy me tienes a la puerta de tu corazón,


como un mendigo,
a mí que soy el Señor de los señores.
Llamo a tu puerta y espero.
Apresúrate a abrirme.
No alegues tu miseria.
Si conocieras plenamente la dimensión
de tu indigencia, morirías de dolor.
Una sola cosa podría herirme el corazón:
ver que dudas y que te falta confianza.

Todos: Quiero que pienses en mí


todas las horas del día y de la noche
No quiero que realices ni siquiera
la acción más insignificante
por un motivo que no sea el amor.
Cuando te toque sufrir yo te daré fuerzas.
Tu me diste amor a mí.
yo te haré amar a ti más de lo
Que hayas podido soñar.
Pero recuerda solo esto:
Ámame tal como eres.

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