Professional Documents
Culture Documents
Después de haber revisado a varios autores, se logró como principal aporte un modelo
del proceso de generación del perfil de criminales desconocidos basado en la escena
del crimen, en donde se recopiló la teoría de la mayoría de autores que trabajan con
perfiles criminales. Es importante tener en cuenta que al perfilar hay ciertos aspectos
de la victima o de la escena del crimen que pueden ser observados y de los cuales se
pueden extraer inferencias psicológicas, a esto es a lo que se le denominó evidencia
psicológica y es una estrategia clave para lograr generar el perfil. Para finalizar se
hicieron sugerencias con el fin de que esta técnica pueda ser implementada en
Colombia como una manera eficaz de aproximación al los agresores.
El uso de la psicología para capturar criminales tuvo inicios literarios que datan de
1841 con los “asesinatos de la calle morgue” de Edgar Allan Poe; sin embargo, en la
vida real esta aplicación tuvo principio en Gran Bretaña en el año de 1888 cuando el
Dr. George B. Philips patólogo forense, diseñó el método “modelo – herida”; este
modelo se basaba en la comprensión de la naturaleza de las lesiones de la víctima
como base para la elaboración estadística del perfil del delincuente.(Turvey 1.999).
1.El criminal nato: Son ofensores degenerados, primitivos que eran reversiones evolutivas más
bajas en términos de sus características físicas.
2.Los delincuentes dementes: Son ofensores que padecen patologías mentales y /o enfermedades
físicas y deficiencias orgánicas.
3.Criminaloides: Son ofensores sin características específicas. Ellos no fueron afligidos por
defectos mentales reconocibles, pero su naturaleza mental y emocional los predispuso a
conducta delictiva bajo ciertas circunstancias.
El Dr. Cesar Lombroso con su teoría de antropología delictiva concluyó que habían
18 características físicas indicativas de un criminal nato entre las que se encuentran:
desviación en tamaño y forma de la cabeza, la raza y región de proveniencia del
delincuente, asimetría de la cara, dimensiones excesivas de la mandíbula y pómulos,
defectos y peculiaridades del ojo, orejas de tamaño raro o muy pequeño, la nariz
torcida, curvada o con una punta que sube como la cresta de los orificios nasales
hinchados; labios carnosos, hinchados, y destacándose, bolsas en las mejillas.
(Turvey,1999).
Otra propuesta clásica para identificar delincuentes fue la formulada en 1955 por el
criminólogo Alemán Erns Kretschmer citado por Turvey (1999), quien propuso que
existen cuatro clases de criminales, afirmación basada en un estudio de 4414 casos y
cuerpos. Estos tipos eran como sigue:
Otro intento del uso de los perfiles criminales fue el retrato conductista de un
asesino serial, realizado por el Psiquiatra James Brussel en 1957. El Dr. Brussel infería
conductas del ofensor comparando sus conductas delictivas con la conducta de
pacientes con desordenes mentales similares; el fruto de su investigación se reflejó
cuando elaboró el perfil del “Bombardero Loco” en Nueva York. El asombroso
diagnóstico de Brussel se reconoce universalmente como el paradigma de una técnica
que ahora se utiliza como una de las técnicas más potentes en la cacería de los
asesinos seriales: el perfil psicológico. A pesar del impacto de este hecho, hasta 1970
las posibilidades de utilizar esta técnica fueron pocas, y así mismo se empezó a
explorar un método más sistemático.
(Goobar,2001).
Afirma McCann (1.992) que para los años setentas, la técnica se desarrolló
lentamente en la unidad de ciencias del comportamiento del Federal Boureau of
Investigation FBI, ubicada en Quántico, Virginia y que actualmente se llama unidad de
apoyo investigativo. Los agentes del FBI habían llegado a adquirir mas conocimiento
en el desarrollo de nuevas dimensiones en investigaciones criminales, tomando como
sustento el laboratorio forense, el cual aún se limitaba por la poca evidencia que
brindaba en la que se podían apoyar.
Pasados dos años, en 1977 Groth, Burguess y Holmstrom citados por Homant y
Kennedy (1998), investigaron 225 casos de violación tomando como fuente 133
violadores y 92 víctimas, en este estudio encontraron que los motivos que predominan
en los violadores son básicamente cuatro; el 44% correspondió sentimientos de poder,
el 21% correspondió a reafirmación del sentimiento de poder, 30% ira-venganza, 5% ira
–excitación. Esta primera clasificación de los motivos de los violadores es una
contribución importante para el inicio de las investigaciones sobre principales motivos
por los que actúa el agresor.
Afirman Ault y Reese (1.980) que en 1.978 se inició un proyecto piloto de análisis
psicológico criminal con el fin de formular perfiles mediante entrevistas de
investigación con criminales encarcelados, el cual fue llamado: “programa de
interrogación sobre la personalidad criminal”, tenía por objeto establecer las
características, motivaciones, actitudes y comportamientos más sobresalientes de los
delincuentes involucrados en tipos específicos de crímenes con el fin de preparar
programas informáticos para procesar los datos, previendo que a medida que esta
base de datos se fuera acumulando, proporcionaría información acerca de varias
clases de delincuentes.
Para el año de 1.980 Hazelwood y Douglas del FBI hicieron una contribución a la literatura
con su clasificación de homicidios por tipo, estilo y número de víctimas, describiendo el
homicidio como simple, doble, triple, asesinato en masa clásico y familiar, asesino serial y
asesino itinerante, organizado y desorganizado.
Así mismo, a finales de los 80 los agentes de la unidad de ciencias del comportamiento del
FBI empezaron a trabajar en la clasificación de los crímenes usando el manual diagnóstico y
estadístico (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría APA. Se clasificaron los crímenes
de asesinato, incendios y abusos sexuales, y se conformó el Comité Advisory Committee
Representing Federal and Private Association. (Burguess y colaboradores,1.997).
Tres años después Hazelwood (1.983) citado por Arrigo,(1999) describió cómo elaborar el
perfil de los violadores a través de informes de las víctimas. Para lograrlo se basó en 3 puntos
fundamentales entre los cuales incluía una cuidadosa entrevista con la víctima acerca del
comportamiento del violador, un análisis del comportamiento para tratar de descubrir la
motivación subyacente y un perfil individual.
En 1991, los detectives del FBI estaban usando técnicas de perfilamiento con mayor
frecuencia y los signos eran alentadores, pero aún no había evidencia del surgimiento
de un sistema coherente y ni de una técnica respaldada por la ciencia evidenciando la
falta de un sistema de evaluación válido y confiable. (Jackson y Bekerian, 2000)
En junio de 1992, el Comité Policial ACPO Association of Chief Police Officers del Reino
concluyó que era viable el desarrollo de la elaboración del perfil criminal como herramienta
operacional. La evaluación de la técnica aportó 26 recomendaciones que contribuirían a
fortalecerla, las principales fueron:
3.El programa puede ser implementado por la policía, pero manejado por el grupo de
investigación policial . La implementación es importante en el sentido de entrega del servicio,
mas no como investigación académica.
1.Establecer qué tan útil puede ser el perfilamiento del delincuente en la ayuda a la
eficiencia investigativa del policía experimentado.
Estos objetivos han sido logrados mediante ciertos proyectos individuales pero
conectados entre sí. Debido al primer objetivo, cerca de 200 casos donde se ha
utilizado el perfilamiento han sido resueltos, donde se ha utilizado el perfilamiento.
Otro antecedente de tipo social, más que judicial fue el aporte de Jhon Douglas quien dirigió
durante 20 años la Unidad de Apoyo Investigativo del FBI, el grupo élite dedicado al rastreo de
los asesinos seriales. Este agente hizo aportes para la literatura y el cine porque inspiró uno de
los personajes de la película “El silencio de los inocentes”. Ha escrito tres best seller sobre el
tema: Cazador de mentes: dentro de la unidad de crímenes seriales del FBI, Una bomber: tras la
pista del asesino serial más buscado de los Estados Unidos y Viaje a la Oscuridad (Goobar,
2001).
En 1.993 en el Reino Unido se empieza a trabajar con técnicas informáticas para identificar
perfiles delincuenciales. En la Policía de Northumbria, se utilizó tecnología similar a la de
CATCHEM para identificar una serie de robos caseros, en los cuales se investigaba con dichas
herramientas información del modus operandi, ubicación, relación del criminal y la víctima, etc.
(Jackson y Bekerian, 2000). Siempre que un delincuente de este tipo es reseñado más de cuatro
veces en el sistema, es etiquetado como serial y se convierte en sujeto de investigación con el fin
de alimentar el sistema.
Para el año de 1995, se estableció la facultad nacional del crimen en el colegio del
estado mayor de la policía en Bramshill, Reino Unido. El estado mayor de la facultad
estaba en capacidad de trabajar con los SIO’s se implementaron bases de datos al
alcance de todos como herramienta para comparar casos recientes con otros más
antiguos. (Jackson y Bekerian 2.000).
Según Turvey (1999), un elevado número de agencias de los Estados Unidos tienen
sus propias unidades especializadas en perfiles, y su número internacionalmente
también ha crecido en países como Australia, Canadá, Inglaterra, y Holanda.
Para finalizar esta reseña histórica se citan dos intentos colombianos de incursionar
en el uso de la técnica. El primero de ellos fue en 1.993, la técnica se utilizó para el
análisis del asesinato de 4 niños en Bogotá; se decidió utilizarla por la similitud que
presentaban los asesinatos resueltos por el FBI., se concluyó que en Colombia no se
realizan análisis psicológicos con una fundamentación técnico-científica ya que se
emplean procedimientos empíricos acompañados de la experiencia del investigador.
(Medina y Vergara, 1997) El segundo caso fue el de los homicidios niños en los
cañaduzales del Valle (1995), lo interesante de este caso es la participación del
Departamento de Policía Judicial DIJIN; el caso inició su investigación bajo la dirección
de la teniente Claudia C. Palma Buritica de la unidad de homicidios con el apoyo de
investigadores de los Estados Unidos, los cuales realizaron un perfil psicológico del
autor de los homicidios para orientar la investigación. Desafortunadamente estos
investigadores aplicaron técnicas en forma experimental y por tal motivo no quedó
documentación del perfil realizado. Según Medina y Vergara (1997), la teniente a
cargo manifiesta que no recuerda los nombres de los investigadores de dicho país, ni la
forma de cómo llegaron a asesorar la investigación. Recordaba que el grupo estaba
compuesto por tres investigadores, entre los cuales se encontraba una psicóloga
profesional uniformada. La teniente no posee una copia del informe con que se
concluyó el caso. La posibilidad para recavar información consistía en la revisión de los
archivos, pero esta unidad no tenía un archivo organizado para la época.
Infortunadamente como se aprecia estos dos antecedentes nacionales no fueron
académicamente aprovechados.
En contraposición, es alentador para nuestro país saber que mediante una entrevista realizada
al Dr. Fulton Franco de la Escuela de la Fiscalía General de la Nación (2001), se esta cursando
un proyecto para iniciar una unidad de analistas en perfiles delincuenciales y que dicho proyecto
cuenta con la seriedad de un programa a largo plazo y con el sustrato académico necesario para
hacer de la implementación de esta técnica una realidad en Colombia.
Una visión general de la técnica en la actualidad (2001), es que se está usando con una alta
frecuencia en países como Estados Unidos, el Reino Unido, los países bajos y España. Existe una
proliferación de fuentes bibliográficas diseminadas en libros científicos, revistas de instituciones
policiales y judiciales, incluso existen asesores privados especialmente en Estados Unidos que
ofrecen sus servicios para realizar perfiles o para capacitar a otros, incluso por Internet.