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Capítulo I - 1880 - 1916

En 1916, el radical ​Yrigoyen ​asumió la presidencia, siendo el primer presidente elegido por
el voto universal, secreto y obligatorio según la ​Ley Sáenz Peña​ sancionada en 1912. En
las últimas cuatro décadas el país había crecido gracias a una asociación mutuamente
beneficiosa con Gran Bretaña. Los inmigrantes fueron integrados con éxito en una sociedad
abierta con abundantes oportunidades. Quienes se sentían desplazados del poder no
estaban de acuerdo con la transición hacia la democracia. La Primera Guerra Mundial que
había estallado en 1914 trajo el fin del progreso con crecientes dificultades.

Entre ​1810 ​y ​1880 ​hubieron muchas guerras civiles entre las provincias y Buenos Aires.
Desde ​1862​, el Estado nacional fue dominando a quienes lo desafiaban al asegurar el
monopolio de la fuerza con el Ejército nacional. Se definieron los límites territoriales con la
guerra del Paraguay y la Conquista del Desierto, en la cual se incorporaron vastas
superficies de tierra apta para la explotación que fueron transferidas a los más poderosos,
en ​1879​.
En ​1880​ asumió por primera vez ​Roca​. Se consolidó un centro de poder fuerte con bases
en la Constitución sancionada en ​1853​, que aseguraba un poder presidencial ejercido sin
limitaciones, exceptuando la no posibilidad de reelección “monarquía vestida de república”.
Estaban delineadas las instituciones del Estado debían ser desarrolladas. El Estado
intervino para la inserción de la Argentina en la economía mundial profundizando sus
relaciones con Gran Bretaña. Incapaz de afrontar la competencia de la aparición de rivales
como Alemania y Estados Unidos, Gran Bretaña optó por relaciones monopólicas. Los
británicos invirtieron en el país a través de empresas, tierras, infraestructura y hasta la gran
expansión del ferrocarril, que sirvieron para expandir tanto la agricultura y ganadería como
la presencia del Estado a todo el país. Desde ​1880​, Argentina se llenó de inmigrantes y el
Estado se dedicó a modificar su política inmigratoria selectiva para fomentarla con
propaganda y subsidios. Los inmigrantes se adaptaron a las condiciones del mercado de
trabajo concentrándose primero en las grandes ciudades trabajando en la construcción de
sus obras públicas y volcándose masivamente al campo en la década siguiente. Vivían
hacinados en los conventillos de la ciudad en pésimas condiciones. En el Litoral se
inclinaron por la agricultura y en Buenos Aires, gracias a la instalación de los frigoríficos
británicos se dedicaron a la ganadería. Las condiciones cambiantes del mercado mundial
hacían conveniente mantener la flexibilidad para rotar, cada año, por la actividad con
mayores ganancias. Los arrendatarios prefirieron alquilar por tres años extensiones de tierra
antes que adquirir la suya propia. Entre ​1892 ​y ​1913 ​se quintuplicaron las exportaciones y
crecieron en menor medida las importaciones. Tanto las ganancias de los terratenientes,
como la de los socios extranjeros y como las del Estado fueron elevadas, provenientes de
los impuestos a la importación. El ingreso rural generó mucho empleo y nuevas
necesidades de industrias. ​La crisis de 1890 ​frenó por una década el avance de la
economía. Se dió debido al endeudamiento y a la gran dependencia de Argentina con Gran
Bretaña.
Debido a las diferencias de la cultura y el lenguaje, había poca integración entre
inmigrantes. Era muy importante la educación de los hijos, quienes lograron alfabetizarse
gracias a la implementación de la educación primaria laica, gratuita y obligatoria,
permitiendo que la sociedad se desarrolle. La constitución de la ciudadanía fue lenta debido
al escaso interés de los extranjeros por nacionalizarse.
Mientras que los inmigrantes se mezclaban con los criollos y creaban formas de vida
híbridas, las clases altas se cerraban en sí mismas y sentían superiores y afirmaban su
argentinidad creyéndose dueñas del país al que los inmigrantes habían venido a trabajar.
Estos hombres manejaban la política, debido a que el país tenía un sistema republicano en
cuyas elecciones solo podían participar unos pocos. No había competencia entre partidos
políticos ya que el unico que habia era el Partido Autonomista Nacional. Existían los
caudillos electorales que ejercian control sobre ciudadanos para boicotear padrones.
En el medio de los festejos por el Centenario de la Revolución de Mayo, hubo una huelga
general y una bomba en el Colón por parte de los anarquistas. Todos los conflictos podían
ser atribuidos a los inmigrantes incapaces de valorar lo que el país les había ofrecido. Los
anarquistas ​lograron dirigirse a la masa trabajadora adulta y analfabeta. Sus instrumentos
eran la huelga general y el levantamiento espontáneo. Buscaban rehacer la sociedad sin
patrones ni Estado. Fueron altamente reprimidos. Los ​socialistas ​eran obreros argentinos
con educación básica quienes querían una mejora gradual en la sociedad a través de
reformas por vías parlamentarias. Los ​sindicalistas ​tuvieron importancia en los grandes
gremios, como los ferroviarios. También eran partidarios de las reformas graduales pero no
estaban interesados en la lucha y los partidos políticos. La ​UCR ​creía en la Constitución, la
pureza del sufragio y la moralización de la función pública.

Capítulo II - Los gobiernos radicales, 1916 - 1930


Hipólito Yrigoyen​ fue presidente entre ​1916 ​y ​1922​, fue sucedido por Alvear y luego fue
reelecto en ​1928​ para ser derrocado por un alzamiento militar en ​1930.
En el contexto de la Primera Guerra Mundial, inicialmente Yrigoyen mantuvo la política de
neutralidad hacia los aliados (Gran Bretaña, Francia y luego Unión Soviética y Estados
Unidos) para continuar con sus relaciones comerciales. Cuando Estados Unidos entró a la
guerra en ​1917​ pretendió arrastrar a los países latinoamericanos pero Argentina resistía al
panamericanismo, doctrina que pretendia la colaboración entre Estados Unidos y los países
latinos. Las opiniones se dividieron, el Ejército estaba a favor de Alemania mientras que los
conservadores eran rupturistas, es decir, simpatizantes de Gran Bretaña y Francia.
Yrigoyen defendió la neutralidad y tuvo varias actitudes de hostilidad hacia Estados Unidos,
lo cual lo distanció.
Antes del estallido, las condiciones sociales ya eran complicadas y se agravaron luego por
las dificultades del comercio exterior y de la retracción de los capitales. En las ciudades se
sintió la inflación y la desocupación. A partir del clima de conflictividad, se inició en ​1917 ​un
ciclo violento de confrontación social hasta el ​1922​, recogiendo los ecos de la revolución
rusa de ​1917 ​y de los movimientos revolucionarios mundiales. Las democracias liberales
fueron ampliamente cuestionadas tanto por revolucionarios como por
contrarrevolucionarios. En esta época, las huelgas comenzaron a multiplicarse impulsadas
por los grandes gremios del transporte gracias a su capacidad de paralizar el embarque de
las cosechas. En ​1919 ​se produjo la llamada ​Semana Trágica​, con una serie de incidentes
violentos entre los huelguistas y la Policía, que reprimió con ferocidad. Hubo muertos de
ambas partes y durante este tiempo la ciudad fue un descontrol hasta que el Ejército
reprimió. Los sectores propietarios derrotados en 1916, crearon la ​Liga Patriótica
Argentina​ en 1919. Formada por instituciones que suministraban rompehuelgas, clubes de
élite y círculos militares. Conservadores y radicales coincidieron y el Estado le prestó apoyo
a través de la Policía. Lo más notable fue su capacidad para movilizar a varios contingentes
de la sociedad para la defensa y el orden reivindicando al patriotismo amenazado por los
extranjeros. La Liga se dedicó al “humanitarismo práctico” organizando escuelas para
obreras. Yrigoyen era sospechoso de subvertir el orden y la derecha proclamó la llegada de
la “hora de la espada” con el rechazo a la movilización social y la crítica a la democracia
liberal. Las instituciones católicas fueron unificadas y se declararon en guerra contra el
socialismo creando obras de fomento y caridad en donde los activistas reclutados
prenderian acerca de su alta misión redentora. El antiliberalismo que nutría todas estas
manifestaciones resultó eficaz como discurso unificador.
Alvear ​llegó al gobierno en ​1922​, tranquilizando a las clases propietarias. La ola de
huelgas, que culminó entre ​1917 ​y ​1921 ​no estaba impulsada por un propósito de
subversión del orden sino que expresaba la magnitud de los reclamos acumulados durante
un periodo de dificultades de Argentina. Los anarquistas y comunistas tenían una influencia
mínima. Los socialistas y sindicalistas pedían reformas limitadas en un orden social y
ámbitos de negociación de los conflictos. Los socialistas apostaron a la acción legislativa y a
la posibilidad de crear en el Congreso un ámbito de representación pero no lograron dar
forma a una fuerza política vigorosa, su otra apuesta fue la ilustración de la clase obrera, de
ahí su intensa acción educadora. El fin de la lucha gremial intensa atenuó los conflictos
sociales, La Unión Ferroviaria, fundada en ​1922​, negoció de manera sistemática con las
autoridades, descartó la huelga como instrumento y obtuvo éxitos sustanciales. El Estado
de Alvear avanzó en la legislación social de derechos para trabajadores.
Luego del conflicto se reanudó la inmigración. La escuela pública había generado una
sociedad alfabetizada y con él un público lector nuevo, haciendo crecer a los diarios y
revistas, mediante los cuáles se podían propagar mensajes culturales y políticos. La
Reforma Universitaria, movimiento de ​1918​, expresó la transformación de la sociedad
letrada y expansiva. Los jóvenes estudiantes quisieron participar en la dirección de las
universidades elitistas y se agitaron intensamente. El movimiento fue apoyado por Yrigoyen
y en él se juntaban las ideologías marxistas, idealistas y antiimperialistas.
Un aspecto de la nueva cultura de los sectores populares fue la aspiración al ascenso
individual, también gracias a la reducción de la jornada de trabajo aumentó el tiempo libre
disponible, lo cual generó el desarrollo de una gama de ofertas para llenarlo.
Con la Primera Guerra Mundial, terminó la etapa del crecimiento fácil de la​ economía
argentina​. Se vió expuesta la vulnerabilidad de la economía argentina, cuyo motor eran las
exportaciones que se vieron afectadas tanto en cantidades como en precios. El exceso de
oferta en todo el mundo impulsó a cada gobierno a proteger a sus agricultores. Estados
Unidos ocupó los espacios dejados libres por los países europeos afectados por la guerra.
Se manifestó con un impulso exportador de elementos industriales y Argentina se convirtió
en uno de sus principales clientes. Las grandes empresas realizaron inversiones
importantes y también avanzaron sobre las empresas de servicios públicos. No había
posibilidades de colocar nuestros productos en su país lo cual creaba un desequilibrio en la
balanza de pagos. La relación con Gran Bretaña se sostenía mínimamente ya que no podía
competir contra la industria norteamericana. Gracias a la venta de carne enlatada, los años
finales de la guerra fueron buenos hasta que en ​1920 ​los gobiernos europeos cortaron sus
compras haciendo que los precios se derrumbaran. En ​1926​, Estados Unidos prohibió
cualquier importación de la Argentina, haciendo que surja la consigna de “comprar a quien
nos compra”.
La reforma electoral de ​1912 ​proponía ampliar la ciudadanía y asegurar el respeto de las
minorías y el control de la gestión. La mayoría no votaba porque eran inmigrantes sin
interés de nacionalizarse y participar. Solo en la reelección de Yrigoyen en ​1928 ​se vieron
altos niveles de sufragio. La ​UCR ​fue él único partido que alcanzó dimensión nacional, su
doctrina era la de la Constitución y se preocupaba por adecuar sus ofertas a las demandas
de la gente. Se hizo un culto al silencioso y “tímido” Yrigoyen, identificandolo como un
mesías. ​Yrigoyen ​empezó su gobierno en ​1916​ con un Parlamento en su contra y su
estrategia se dirigió a aumentar su poder usando presupuesto del Estado para repartir
empleos públicos. En ​1918​ logró obtener la mayoría entre los diputados e intervino
provincias para que triunfen sus candidatos pero no logró afirmarse en él Senado.
Desvalorizaba el Congreso y desconocía su autoridad. Tanto los conservadores como los
radicales disidentes junto a los socialistas defendieron el orden institucional. ​Alvear ​se
benefició de este movimiento y en ​1922 ​fue electo. Limitó la creación de nuevos empleos
públicos, aceptó las instituciones de control como el Parlamento y no intervino provincias. El
“popular” Yrigoyen fue contrapuesto al “oligárquico” Alvear. Alvear se apoyó en quienes se
habían opuesto a Yrigoyen y los seguidores de este formaron cada vez una postura más
hostil contra el gobierno. En ​1924 ​se dividió la UCR entre los personalistas y los
antipersonalistas y él Congreso se dividió en un ámbito de combate entre las dos facciones.
La derecha conservadora quería impedir el retorno de Yrigoyen y aunque no cuestionaban
el régimen político si la carta electoral fallaba estaban dispuestos en pensar otra alternativa.
Se empezaron a alentar esperanzas de un golpe militar aunque no había una crisis social
que lo justificara, especialmente porque los problemas que pudo haber habido se habían
solucionado con Alvear. Desde ​1922​, el militar Mosconi presidía Yacimientos Petrolíferos
Fiscales (YPF), creado por Yrigoyen. La empresa se expandió en la explotación y avanzó
en el mercado interno poblando el país. También crecieron las empresas extranjeras y
privadas Shell y Standard Oil, haciendo que la competencia haga del petróleo un tema de
discusión pública. En ​1926​, se empezó a discutir sobre la vuelta de Yrigoyen, quien utilizó la
bandera de la nacionalización del petróleo. Los sectores militares concordaban con la
bandera de la nacionalización para asegurar la autarquía del país y se vinculaba con la
hostilidad de los sectores terratenientes hacia Estados Unidos. El petróleo aparecía como la
solución a todos los problemas, asegurando el bienestar de los propietarios, del Estado y de
la sociedad, volviendo a la prosperidad. En ​1928 ​Yrigoyen fue reelecto. Estableció fuertes
relaciones comerciales con los británicos. En ​1929 ​estalló la crisis mundial que afectó al
país y los opositores clamaban por la caída del gobierno debido a la incapacidad de
Yrigoyen para dar respuestas rápidas a la crisis. El 6 de septiembre de ​1930, ​se produjo el
golpe de Estado con resistencia nula.

Capítulo III - La restauración conservadora, 1930 - 1943


En ​1930​, el general ​Uriburu ​asumió como presidente provisional y en ​1932 ​transfirió el
mando al electo ​Agustín Justo​. Todos los sectores que habían querido derrocar a Yrigoyen
e interrumpir la continuidad institucional coincidían en este objetivo cómo también en la
política adoptada con él movimiento social de mano dura, represión y deportación a
dirigentes. Pero por el otro lado, no había acuerdo sobre qué postura o rumbo tomar. Una
propuesta era la de los ​nacionalistas​, cuya voz había sido eficaz contra él radicalismo con
un elitismo autoritario del que se enorgullecían, fortalecidos por la existencia de este tipo de
regímenes autoritarios y exitosos en el mundo, como el de Mussolini. Uriburu hizo lo posible
para apoyarlos pero su poder y habilidad política eran escasos y la derrota que tuvo al
arriesgarse a tener una elección en Abril de ​1931​ debido a la victoria del radical Pueyrredón,
que fue anulada, lo convirtió en un cadáver político. Los nacionalistas redujeron todos sus
enemigos a uno; la explotación internacional se fundía con los comunistas, los extranjeros y
los judíos. Reclamaban por la vuelta a una sociedad jerárquica, como la colonial, no
contaminada por el liberalismo y basada en el catolicismo.
La clase política optaba por la defensa de las instituciones constitucionales alegando que
nunca habían sido desempeñadas correctamente. Salvaba los principios del liberalismo y
fue asumida por los partidos políticos opuestos a Yrigoyen. La postulación de Alvear para
las elecciones fue vetada, haciendo volver a los radicales a su táctica de la abstención,
dejando libre el camino para la candidatura del militar ​Justo​, considerado un término medio
entre la dictadura de Uriburu y la subversión de Alvear, quien ganó las elecciones. Se
practicaron las formas más groseras del fraude, calificadas de patrióticas. Se salvaron las
formas institucionales y en el Congreso hubo un oficialismo y una oposición.

La eficacia del nuevo gobierno debía quedar demostrada por su capacidad para enfrentar la
difícil situación económica. La depresión que comenzó en ​1928 ​y continuó hasta ​1932
golpeó a las economías abiertas del mundo. Los países centrales utilizaron su poder de
compra para defender a sus mercados, haciendo que Gran Bretaña se refugiara en él
proteccionismo ​comercial. En ​1931​, se estableció el impuesto a los réditos, antiguo
proyecto vedado de Yrigoyen, que sirvió para que el Estado equilibre su presupuesto.
A partir de ​1933​, con la designación de Pinedo como ministro de Hacienda, se empieza a
implementar la intervención del Estado y el cierre de la economía. En ​1935​, se creó el
Banco Central cuya función era regular las fluctuaciones de la masa monetaria y controlar la
actividad de los bancos. Para defender los productores locales se comenzó a regular la
comercialización de la producción agrícola asegurando un precio mínimo. El Estado fue
asumiendo funciones mayores en la actividad económica y pasó de la simple regulación de
la crisis a la definición de las reglas del juego. La ​industria ​comenzó a crecer en la crisis
debido al cierre de la economía permitiendo sustituir los bienes importadas por otros
producidos localmente. La combinación de un mercado cerrado con pocas empresas por
cada actividad hizo que la presión por la mayor eficiencia y menor precio no sea relevante.

Presionada por el avance de Estados Unidos, Gran bretaña optó por reconcentrarse en su
Imperio y fortalecer sus vínculos con las colonias y acotar en ellas la presencia
estadounidense. Se decidió reducir en un tercio las compras de carne argentina, tomando la
base las bajas compras de 1932. Era un punto sensible para el país. En ​1933​,​ ​el
vicepresidente Roca negoció en Londres las condiciones para el mantenimiento de la cuota
de carne. Logró que se mantengan las condiciones de 1932 y que se consultarían
eventuales reducciones posteriores que fueran necesarias. A cambio, Gran Bretaña se
aseguró que las libras generadas por este comercio se emplearían en importaciones de su
país y de un “tratamiento benévolo” que apuntaba a reflotar empresas británicas en
dificultades como las ferroviarias, ammenazado por él transporte automotor y los altos
gastos fijos. Aunque el tratado de Londres no trajera beneficios parejos, fue apoyado por los
grupos propietarios, aunque cuestionado por los socialistas, preocupados por las
repercusiones en los consumidores. Desde 1933 empezó la recuperación económica
absorbiendo el desempeño y se adormeció a actividad sindical hasta 1937. En ​1935​, el
senador ​Lisandro De La Torre​, que había manifestado reservas ante él tratado, solicitó una
investigación sobre las actividades de los frigoríficos. Se reconoció la existencia de abusos
por parte de estos con precios excesivamente bajos pagados a los productores y la evasión
de impuestos. De la Torre unió el ataque de los frigoríficos con una embestida contra el
gobierno alegando que los funcionarios recibían “beneficios”. Fue una intervención que duró
varios días hasta que cayó asesinado el senador ​Bordabehere ​por un disparo que iba
dirigido a De La Torre, haciendo que el debate terminara abruptamente, sin resolución. Por
otro lado, empezó la reivindicación de la figura de Rosas, quien servía para identificar a
quienes rechazaban la influencia británica y el liberalismo. Rosas representaba la tradición
de una sociedad autoritaria, jerárquica y catolica.

Pese a su éxito económico, el régimen de Justo fue visto como ilegítimo y ajeno a los
intereses nacionales. En ​1935​, los trabajadores iniciaron una huelga que duró más de
noventa días y la CGT realizó una de dos días, al cabo de la cual los huelguistas
consiguieron la satisfacción de gran parte de sus demandas. En ​1936​, la UCR, que había
levantado la abstención electoral, triunfó en las elecciones de diputados en los principales
distritos y alcanzó la mayoría en la Cámara de Diputados. El gobierno reaccionó aplicando
en ​1937​ la ley de residencia, deportando a los principales dirigentes. Para equilibrar las
fuerzas reunidas que reclamaban la democracia, Justo le dio más libertad a los sectores
nacionalistas quienes hicieron una militancia fascista. Desde 1935 se unieron los sectores
democráticos para enfrentar él nazifacismo ya que el gobierno de la Concordancia era el
enemigo común. Los trabajadores consiguieron mejoras con la licencia por enfermedad,
indemnización por despido y la reducción de la jornada. El presidente ​Ortiz​, radical
antipersonalista, que sucedió a Justo en ​1938​ procuro mantener buenos contactos con los
ferroviarios y formar una base de apoyo en ellos. El Estado era intervencionista y sus
dirigentes tendían a reducir el espacio de la política partidaria y de las instituciones
representativas, como el Congreso. Para enfrentar la candidatura de Alvear se recurrió a
procedimientos fraudulentos. A Ortiz le resultó difícil mantener el equilibrio con los grupos
conservadores y nacionalistas de su partido y lo atrajo la posibilidad de acercarse al
radicalismo con el apoyo de Alvear. Ortiz depuró los mecanismos electorales y desplazó a
los dirigentes conservadores. Los radicales triunfaron y consolidaron su predominio en la
Cámara de Diputados. En ​1940​, la enfermedad de Ortiz lo obligó a delegar el mando al
vicepresidente ​Castillo​, quien deshizo todo lo construido en favor de la democratización.

En ​1939​, estalló la Segunda Guerra Mundial. Aumentaron mucho las ventas de carne a
Gran Bretaña y disminuyeron las importaciones británicas, creando un sueldo a favor de
Argentina. Por otra parte se aprovecharon las dificultades del comercio internacional para
exportar productos industriales a países limítrofes. Las exportaciones tradicionales parecían
tener pocas expectativas mientras las industriales eran promisorias. Ambas alternativas
implicaban aumentar la intervención del Estado y un cierre mayor de la economía local. En
1940​, ​Pinedo ​propuso el audaz ​Plan de Reactivación Económica​, que proponía insistir en
la compra de las cosechas por parte del Estado para sostener su precio y a la vez estimular
la construcción , capaz de movilizar las diversas actividades. Pinedo advertía el problema
de una economía cerrada en sí misma y proponía estimular las industrias naturales para
que exporten las materias primas a los países vecinos y a Estados Unidos. El proyecto fue
aprobado por el Senado, con mayoría oficialista, pero rechazado por los diputados. Fue un
fracaso político, no económico, ya que los radicales habían decidido bloquear cualquier
proyecto como forma de repudio al fraudulento gobierno de Castillo. Para seguir
comerciando con sus tradicionales clientes, Argentina adoptó la neutralidad en la guerra. En
1941​, Hitler invadió la Unión Soviética y los Japoneses atacaron a los estadounidenses,
haciendo que estos entren en guerra, quienes pretendían forzar a los países americanos a
acompañarlo, pero Argentina se negó.
Debido a que él frente que se agrupaba en torno de las consignas democráticas comenzó a
crecer, Castillo buscó apoyo entre los militares. Creó la Dirección General de Fabricaciones
Militares y el Instituto Geográfico Militar, impulsando el avance de las Fuerzas Armadas. La
presencia de los militares fue cada más visible y se convirtieron en un actor político. Se
desarrolló entre ellos una conciencia nacionalista tradicional, antiliberal y xenófobo. Se
requería orden y paz social ante la reconstitución del Frente Popular, cosa que no se veía
posible en él gobierno tambaleante de Castillo. Nació el nuevo nacionalismo antibritánico
cuyo principal enemigo no eran los inmigrantes o los trabajadores sino que culpaba a Gran
Bretaña y a la oligarquía “entreguista” por los problemas nacionales y económicos. En ​1943​,
el Ejército depuso al presidente e interrumpió por segunda vez el orden constitucional.

Capítulo IV - El gobierno de Perón, 1943 - 1955


El gobierno militar que asumió en ​1943 ​fue encabezado por los generales Ramírez y Farrell.
El coronel ​Juan Domingo Perón​, logró reunir un movimiento político que le permitió ganar
las elecciones de ​1946​. Fue reelecto en ​1951 ​y derrocado por un golpe militar en ​1955​.
Existía una pluralidad de tendencias en el grupo revolucionario y una indefinición acerca del
rumbo a seguir. Coincidían en la necesidad de acallar a la agitación política y protesta
social, persiguiendo a los comunistas y sindicatos y establecieron la obligatoriedad de la
enseñanza religiosa en las escuelas públicas. El régimen militar, con la participación de los
nacionalistas y católicos, eran autoritarios y antiliberales, obsesionados con un nuevo orden
social que evite el comunismo. El gobierno seguía neutral y Estados Unidos atacó al país
por no aliarse con ellos contra el Eje apartandola de las relaciones comerciales
internacionales. ​Perón ​se destacaba por su capacidad y llegó a ser vicepresidente. Se
ocupó del poco tenido en cuenta movimiento obrero. A cargo de la Secretaría Nacional del
Trabajo se dedicó a vincularse con los dirigentes sindicales, excepto los comunistas que
fueron perseguidos. Se los impulsó a organizarse y a presentar sus demandas que
empezaron a ser satisfechas. Jubilaciones, vacaciones pagas y seguro de accidentes de
trabajo equilibraron las relaciones entre obreros y patrones. La sanción del Estatuto del
Peón extendió estos criterios al mundo rural. Perón estaba dispuesto a hablar con todos los
sectores de la sociedad y apelaba en sus discursos a “todos los argentinos”. Ante la
amenaza de desórdenes sociales, insistió en la importancia de profundizar las políticas de
seguridad social y protección del trabajo, ante la eventual crisis que pudieran sufrir las
industrias por la guerra. Les señaló a los empresarios la amenaza que representaban las
masas obreras desorganizadas y el comunismo, pero estos desconfiaban. Las
agrupaciones patronales tomaron distancia de Perón. En ​1945​, aceptó el reclamo de
Estados Unidos y le declaró la guerra al Eje, condición para entrar en las Naciones Unidas.
Los opositores reclamaban la retirada de los gobernantes y crearon la​ Unión Democrática​.
El ejército forzó la renuncia de Perón pero una multitud de obreros se concentró el 17 de
octubre reclamando por su libertad y restitución a sus cargos. Volvió al poder como
candidato oficial a la presidencia. La industrialización había avanzado y exportaba a países
vecinos y sustituía importaciones lo que hizo que cada vez crezcan más los trabajadores
industriales. Los dirigentes sindicales crearon el ​Partido Laborista​, cuyo candidato
presidencial era Perón. Militaban por el predominio de dirigentes sindicales y el Estado de
Bienestar. Lo apoyaron muchos conservadores, el Ejército y la Iglesia. Perón asumió el
discurso de la justicia social, dividiendo la sociedad entre “pueblo” y “oligarquía”. Surgieron
actitudes nacionalistas cuando la Unión Democrática fue apoyado por el embajador de
Estados Unidos, Braden, usando la consigna “Braden o Perón”, que lo ayudó en su
campaña.Triunfó ​Perón.

El​ ​nuevo gobierno mantuvo la posición antiestadounidense y utilizó la doctrina de “tercera


posición”, distanciada tanto del comunismo como del capitalismo. Estados Unidos estaba
dispuesto a hacer pagar a la Argentina por su independencia durante la guerra. Las
exportaciones a países limítrofes que habían crecido mucho durante la guerra retrocedieron
ante la competencia estadounidense y las exportaciones agrícolas a Europa fueron
obstaculizadas. En ​1948​, se lanzó el Plan Marshall en cuál los estadounidenses dieron
ayuda económica para la reconstrucción de los países de Europa devastados pero con la
condición de que no se usaran los dólares para compras a Argentina. El gobierno tenía la
esperanza de que una nueva guerra mundial restableciera la situación anterior. Gran
Bretaña no aceptó las presiones para restringir sus compras en la Argentina. Tenían
grandes deudas, lo cual hacía imposible el pago de las libras bloqueadas, y la pésima
situación de las empresas ferroviarias hizo que fuesen vendidas al Estado por un precio
similar a las libras bloqueadas. Esta operación fue presentada como parte del programa de
independencia económica y fue celebrada en Plaza de Mayo. La Segunda Guerra Mundial y
el boicot aislante de Estados Unidos habían contribuido a profundizar el proceso de
sustitución de importaciones. El fin de la guerra planteaba distintas opciones; Los grupos
empresarios adoptaban las ideas planteadas por Pinedo de estimular las industrias,
asociarse con Estados Unidos y mantener un equilibrio entre el sector industrial y el
agropecuario. Otra alternativa era, planteada por los militares, profundizar la sustitución de
importaciones extendiendola a la producción de insumos básicos con la intervención del
Estado y asegurar así la autarquía. En esta última posición se dibuja en ​1947​ el ​Primer
Plan Quinquenal ​que debía servir para planificar la economía. La política del Estado
apuntó a la defensa del sector industrial y a su expansión dentro de las pautas vigentes.
Recibió amplios créditos del Banco Industrial y protección aduanera para eliminar
competidores externos. Las políticas de redistribución de ingresos hacia los sectores
trabajadores contribuían a la expansión del consumo. La alta ocupación y los salarios en
alza trajeron la expansión de la demanda y la suba de la inflación. Los productores rurales
padecían por la falta de insumos y maquinarias y el alto costo de la mano de obra por el
Estatuto del Peón. Ya no se consideraba al sector agropecuario “la rueda maestra” de la
economía. La política peronista se caracterizó por la participación del Estado en la
dirección y regulación de la economía. También hubo una nacionalización de las
inversiones extranjeras especialmente de empresas controladas por capital británico debido
a la fórmula de la Independencia Económica, a los ferrocarriles se les sumaron teléfonos,
gas y electricidad. Se nacionalizó también el Banco Central, desde donde se manejaba la
política monetaria y el comercio exterior. En conclusión las dos piedras fundamentales
fueron la nacionalización de la economía y su control por el Estado, y la otra el
mantenimiento del empleo y la elevación del nivel de vida del Estado benefactor, que tenía
raíces políticas más que económicas debido al terror a las posibles consecuencias sociales
del desempleo.

Debido a la innumerable cantidad de conflictos entre laboristas y radicales, Perón ordenó la


disolución de distintos nucleamientos, entre ellos el Partido Laborista. Esto culminaría en la
creación del ​Partido Peronista​ pero fue al principio resistida, siendo perseguido quien se
opusiera. En ​1947 ​Perón eliminó al director de la CGT y lo reemplazó por uno de menor
cuantía. La ​Ley de Asociaciones Profesionales ​aseguraba la existencia de grandes
organizaciones -un sindicato por rama de industria- para negociar con los representantes
patronales pero dependientes de la personería gremial otorgada por el Estado. La CGT,
conducida por personajes mediocres, fue la responsable de transmitir las directivas del
Estado a los sindicatos. Perón se preocupaba por la agitación sin fin y procuraba
profundizar el control del movimiento sindical, alejando de los gremialistas que lo
acompañaron al principio siendo reemplazados por otros elegidos por el gobierno y más
proclives a acatar sus indicaciones. Los dirigentes sociales, convertidos en burocracia, se
diferenciaron notablemente de los viejos luchadores. Las huelgasses solucionaban
mediante el arbitraje y la represión. Desde ​1947 ​la esposa del presidente, ​Eva Perón​, se
dedicó desde la ​Secretaría de Trabajo​ a cumplir las funciones de mediación entre los
dirigentes sindicales y el gobierno. Pese a la fuerte presión del gobierno sobre los
sindicatos, estos nunca dejaron de ser la expresión social de los trabajadores y
consideraban que el Estado facilitaba su organización y comunicación y los colmaba de
beneficios. El Estado peronista tenía en los trabajadores su gran fuerza legitimadora y
procuró extender su apoyo a los sectores populares no sindicalizados a través de Eva
Perón quien practicaba la acción directa, es decir que recibía cotidianamente solicitantes.
Resultaba la encarnación del Estado Benefactor que adquiría una dimensión personal y
sensible, ayudando a los “humildes” y desprotegidos.
El Estado aspiraba a que cada sector de la sociedad constituyera su representación
corporativa. Existía con la Iglesia un acuerdo básico en el cual el gobierno mantuvo la
enseñanza religiosa, reservó un lugar importante a los altos prelados incorporó a su elenco
político a algunos sacerdotes. Perón siguió recurriendo a las Fuerzas Armadas pero no dejó
que se metieran en asuntos del Estado. Paradójicamente, lo que era un de los pocos
gobiernos surgidos por elecciones no fraudulentas, se dirigía al autoritarismo. En ​1947​,
reemplazó a la Corte Suprema, intervino provincias y depuso gobernantes no peronistas.
Acabó con la autonomía universitaria, estableciendo que toda designación docente requería
de un decreto del ejecutivo. El poder legislativo fue respetado pero sin real poder ya que los
proyectos se aprobaban sin modificaciones y los opositores eran excluidos. El gobierno
formó una cadena de diarios y radios, presionando a los diarios independientes. La reforma
de la ​Constitución ​de ​1949 ​estableció la posibilidad de reelección y estableció el voto
femenino. En ​1951 ​Perón fue reelecto. El Partido Peronista adoptó una organización
vertical, donde cada escalón se subordinaba a la decisión del nivel superior, hasta culminar
en el líder. La ​democracia de masas ​se constituía por los diversos actores considerados
“masas”, un todo indiferenciado, que debía ser moldeado con la doctrina peronista. A ello se
dirigía la propaganda masiva y la escuela. El régimen tuvo una tendencia a “peronizar”
todas las instituciones y convertirlas en instrumentos de adoctrinamiento. Se convocaban
movilizaciones en días fijos y en ocasiones especiales, eran jornadas festivas, despojadas
de enfrentamiento real, salvo con la metafórica “oligarquía”.
Los ataques a la “oligarquía” no se correspondían con una conflictividad real. El régimen
peronista no atacó ningún interés fundamental de las clases altas y las instituciones que
expresaban los intereses de los propietarios no se opusieron al gobierno. Los trabajadores
prosperaron económicamente y también lo hizo la educación de sus hijos. Los sectores
populares se incorporaron al consumo, comprando ropa, entretenimientos y viajando. El
reconocimiento de la existencia del pueblo trabajador y el ejercicio de nuevos derechos
estuvieron asociados con las acción del Estado y la justicia social fue una idea clave. La
acción del Estado no sustituía la aventura individual del ascenso sino que aportaba el
empujón inicial. Un pasado negro y un presente rosa era el elemento central del discurso
peronista. El peronismo surgió en los años de la guerra e inmediata posguerra, en el marco
de un fuerte conflicto político entre oficialistas y opositores y un conflicto cultural entre el
sector “oligárquico” y él “popular”. El primero pretendía restringir el acceso y excluir al
pueblo mientras que el quería incluir a los trabajadores.

La circunstancia externa favorable comenzó a invertirse hacía ​1949​, los precios de los
cereales y las canes volvieron a su normalidad y las reservas acumuladas se agotaron. El
desarrollo de la industria hacía al país más dependiente de sus importaciones cuya alta
dificultaba el desarrollo de la industria y provocaba la inflación y desocupación. En ​1952​,
hubo una fuerte crisis y murió ​Eva Perón​. Se lanzó el ​Segundo Plan Quinquenal​. Para
reducir la inflación se eliminaron subsidios a bienes de uso popular y se estableció un límite
en el consumo de carne. Se empezó a estimular a los productores rurales y se le daba
prioridad a la importación de maquinaria agrícola, esto apuntaba a aumentar las ganancias
para seguir impulsando el desarrollo del sector industrial, pero los efectos no fueron
apreciables. El estancamiento industrial era evidente debido a su reducida eficiencia
causada por la antigua maquinaria y el deterioro de los servicios como la electricidad y los
transportes. Debido a la falta de competencia habían subsistido procesos productivos
ineficientes y costosos y la industria empleaba una alta proporción de mano de obra cuyo
peso de los salarios era alto y difícil de reducir gracias a la capacidad de los gremios. La
nueva política appunto a esos problemas. En ​1953​, el gobierno sancionó una ley de
radicación de capitales que permitía el ingreso de capitales extranjeros para fomentar la
industria lo cual suponía una modificación fundamental respecto a los ideales de la
independencia económica. Hubo una reconciliación con Estados Unidos, medida que
desafiaba convicciones hondamente arraigadas y provocó un debate público. Los logros de
este nueva política fueron modestos ya que aunque se redujo la inflación no se apreciaron
cambios sustanciales en el agro y en la industria. Esa política marcaba un rumbo nuevo que
anticipaba la de los gobiernos posperonistas, pero su aplicación que moderado y tuvo en
cuenta la necesidad de resguardar la situación de los sectores popular, manteniéndose en
la tradición peronista. En los comienzos de la crisis se manifestaron los sindicatos y el
Ejército. Hubo grandes huelgas en todos los sectores que constituyeron un fuerte desafío al
régimen debido a que no podían ser ignorados. Perón optó por reprimir y encarcelar a los
dirigentes rebeldes. Los militares empezaron a poner en duda al régimen y se preguntaban
acerca de la solidez del orden proclamado. En ​1951 ​hubo un intento de golpe de estado que
sirvió como llamado de atención para Perón, quien aprovechó para establecer el estado de
guerra y restringir más la acción de los políticos opositores.
Perón inició su segundo mandato consolidado por el nuevo plan económico, que parecía
tener éxito, y la victoria sobre los rebeldes militares y sindicalistas. La muerte de Evita fue
ocasión para unos funerales convertidos en manifestación plebiscitaria. Fue evidente la
dificultad para llenar el vacío de Eva Perón y se advirtió una pérdida de iniciativa. Perón
manifestó cansancio y menor concentración en la conducción política. Se avanzó en la
“peronización” de la administración pública, la educación y las Fuerzas Armadas. Los
espacios de la oposición fueron reducidos al mínimo mientras el régimen marchaba al
autoritarismo. En ​1953​, estallaron bombas colocadas por grupos opositores en una
concentración de Plaza de Mayo mientras que Perón hablaba y murieron varias personas.
Los peronistas respondieron violentamente incendiando varios edificios icónicos de la
oligarquía.

La fundación del ​Partido Demócrata Cristiano ​marcó el comienzo del conflicto entre Perón
y la Iglesia, que rápidamente llevó a su caída. La peronización de las instituciones de la
sociedad era un proyecto ejecutado por funcionarios que actuaban independientemente del
líder. Las voces disconformes del Ejército eran cada vez más fuertes. El peronista y la
Iglesia empezaron a chocar: las beneficencias mediante la fundación Perón, la educación
por su culto laico y la falta de predominio de la religión en la educación. Para el gobierno la
presencia de este partido resutaba subversiva. Se prohibieron las procesiones, se suprimió
la enseñanza religiosa en las escuelas y se envió un proyecto de reforma constitucional
para separar la Iglesia del Estado. La Iglesia inundó la ciudad con panfletos opositores. El 8
de junio ​1955 ​se celebró una multitudinaria procesión en donde un jefe de policía hizo
quemar una bandera argentina y acusó de ello a los opositores católicos. El 16 de junio se
produjo un levantamiento de la Marina contra Perón, aunque estos fueran laicos pero
aprovecharon la ocasión. El proyecto de los marinos consistía en bombardear la Casa de
Gobierno para asesinar a Perón cuya pésima ejecución culminó en el ametrallamiento de
unos civiles reunidos en Plaza de Mayo para apoyar a Perón, ocasionando trescientas
muertes. Como en 1953, se incendiaron iglesias en venganza. Perón adoptó una actitud
conciliadora y concluyeron los ataques. El 31 de agosto presentó su renuncia y convocó por
última vez a los peronistas a la Plaza de Mayo. El 16 de septiembre estalló en Córdoba una
sublevación militar. Entre las fuerzas leales había poca voluntad de combatir a los
sublevados. Perón había perdido la iniciativa y tampoco manifestó la voluntad de
defenderse. El 20 de septiembre de ​1955​, Perón se refugió en la embajada de Paraguay y
el 23 de septiembre el general Lonardi se presentó en Buenos Aires como presidente
provisional de la Nación.

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