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Bogotá 2019
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
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la Presentación del Señor, del año 1974. Ambas por el sumo pontífice Pablo VI. Son en
realidad el punto de partida de una nueva interpretación Mariológica y eclesiología: “María
madre de la Iglesia”. Ciertamente en nuestro aquí y ahora, la figura de María sigue
interpelando, son múltiples los cambios y transformaciones que América Latina está
experimentando en relación a la fe. No obstante, si hay algo que caracteriza a los católicos
cristianos en este lugar geográfico es su profunda devoción a la Virgen María. La piedad de
los fieles católicos, la devoción mariana y sus múltiples expresiones inundan y determinan
en muchas ocasiones las prácticas religiosas católicas.
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surgiendo. En la clausura de la sesión tercera del Concilio, decía el Papa Pablo VI: “Es la
primera vez que un Concilio ecuménico presenta una síntesis tan extensa de la doctrina
católica sobre el puesto que María Santísima ocupa en el misterio de Cristo y de la Iglesia”
(Castilla, 2013, pág. 3).
MARIALIS CULTUS.
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Si pudiésemos afirmar que la enseñanza del Concilio, en el capitulo VIII de la Lumen
gentium, no ocasionó una reanudación de los estudios sobre María, tendríamos que añadir
que tampoco el intento de Pablo VI provocó una reactivación de estos estudios. No obstante,
el año siguiente, en Marialis cultus Pablo VI contribuyó de manera decisiva en la
comprensión de María por parte de la Iglesia, aunque este escrito no haya sido
suficientemente valorizado por la investigación teológica. Marialis cultus está dividida en
tres partes. En la primera Pablo VI describe la prominencia de María en la renovada vida
litúrgica de la Iglesia (nn. 1 - 23). En la secunda Pablo VI resume los temas de una renovada
devoción hacia María a la luz de la tradición y de las necesidades de nuestro tiempo (nn. 24
- 39). Por último, Pablo VI hace sus observaciones sobre dos devociones importantes de
María, el Angelus y el Rosario (nn. 40 - 55). Pablo VI concluye con una exposición del valor
teológico y pastoral de la devoción a María (nn. 56 - 58).
Sin duda alguna María como madre de la Iglesia tiene un fuerte peso en la reflexión
mariológica de América Latina. Para seguir profundizando en la mariología propuesta por
Lumen Gentium nos adentramos a la obra de Carlos Ignacio Gonzáles que forma parte de la
“colección de Textos Básicos para sermonarios Latinoamericanos”, el cual es Publicado por
el CELAM. La parte que nos interesa es el apartado tercero del manual que muestra a María
como madre, figura y modelo de la Iglesia, y al mismo tiempo, trata de su asociación a Cristo
y de su función de intercesora. Los temas que se analizan son: el título “María estrella de la
evangelización”, María y la liturgia, evangelización en los santuarios e imagen del cristiano
liberado (Gonzales, 1989, pág. 268). No obstante, parece que la obra de C. I. González, no
parece responder a las expectativas de su título (María Evangelizada y Evangelizadora) y no
manifiesta haber asumido con decisión los enfoques renovadores de la mariología conciliar
y postconciliar.
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. ALLIENDE LUCO J. tiene unas anotaciones al respecto: ID., María educadora de discípulos y misioneros (en la pastoral de América
Latina y El caribe), en CELAM, María 229-240
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La reflexión teológica de María en América latina va de la mano de toda la reflexión
socio-religiosa. Ahora bien, ¿Qué significa María como madre de Dios en América Latina?
La reflexión teológica el contexto teológico, cultural y social que lo ha determinado,
presentan de manera rica y esclarecedora los documentos de las Conferencias Generales del
Episcopado Latinoaméricano. En las cuales se han centrado en la mariología de este empeño
común del quehacer teológico.
LA CONFERENCIA DE PUEBLA
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MARÍA MADRE Y MODELO DE LA IGLESIA
En nuestros pueblos, el Evangelio ha sido anunciado, presentado a la Virgen María como
su realización más alta. Pablo VI afirma que la devoción a María es “un elemento
cualificador” e “intrínseco” de la “genuina piedad de la Iglesia” y del “culto cristiano”
(Velasquez, 1982, pág. 38). Esto es una experiencia vital e histórica de América Latina. Esa
experiencia, lo señala Juan Pablo II, pertenece a la íntima “identidad propia de estos pueblos”
(Juan Pablo II, Zapopan). El pueblo sabe que encuentra a María en la Iglesia Católica. La
piedad mariana ha sido, a menudo, el vínculo resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia
sectores que carecían de atención pastoral adecuada. El pueblo creyente reconoce en la
Iglesia la familia que tiene por madre a la Madre de Dios.
CONCLUSIÓN
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catolicismo de Latinoamérica. Hemos presentado, a partir de los numerales marianos de
Lumen Gentium a teólogos, mariólogos, Conferencias del Episcopado Latinoamericano, y
características concretas de María como madre de la Iglesia. Y creemos que estos elementos
peculiares de la reflexión sobre María, merecen también la atención de mariólogos de otros
continentes: su relación con la misión eclesial, la profundización de esta temática a partir de
la religiosidad popular y las reflexiones de María como Madre de la Iglesia.
BIBLIOGRAFÍA
Castilla, A. R. (06 de mayo de 2013). La Virgen María en el Concilio Vaticano II. Alfa y Omega, págs.
2-4.
Luco, A. (2008). María educadora de discipulos y misioneros (en la pastoral de America Latina y el
Caribe). Bogota: CELAM.
Ursúa, F. J. (2004). Maria madre y discípula, María en América Latina n. 13. El Salvador: Ricaldone.