You are on page 1of 9

Trabajo de:

Instalaciones eléctricas residenciales

Ficha: 1692604

Instructor: Franklin Durán Colina

Aprendiz:
Sergio Luis Ospino Camacho

Plato-Magdalena
Taller 11

Tipos de Lámparas

Objetivo.

Diferenciar los diferentes tipos de lámparas, así como cada uno de


funcionamientos y principios básicos de cada una de las lámparas a estudiar.
Además, conocer más a fondo sobre el balasto y todo lo relacionado a el mismo.

Desarrollo.
1. Lámpara compacta fluorescente o CFL (compact fluorescente lamp) Bombillo
ahorrador.

Definición.
La lámpara fluorescente compacta o lámpara fluocompacta (LFC) es un tipo de
lámpara que aprovecha la tecnología de los tradicionales tubos fluorescentes para
hacer lámparas de menor tamaño que puedan sustituir a las lámparas
incandescentes con pocos cambios en la armadura de instalación y con menor
consumo. La luminosidad emitida por un fluorescente depende de la superficie
emisora, por lo que este tipo de lámparas aumentan su superficie doblando o
enrollando el tubo de diferentes maneras. Otras mejoras en la tecnología
fluorescente han permitido asimismo aumentar el rendimiento luminoso máximo
desde los 40-50 lm/W hasta alcanzar los 80 lm/W, aunque su eficacia media actual
en el mercado es de en torno a los 58 lm/W, que ha sido superado ampliamente
por muchas lámparas tipo LED. También la sustitución de los antiguos
electromagnéticos por balastros electrónicos ha permitido reducir el peso y el
característico parpadeo de los fluorescentes tradicionales.

Funcionamiento.
El funcionamiento de una lámpara fluorescente compacta es el mismo que el de
un tubo fluorescente común, excepto que es mucho más pequeña y manejable.

Cuando se enrosca la LFC en un portalámparas (tipo Edison E27 o E14, igual al


que utilizan la mayoría de las lámparas de incandescencia), al accionar el
interruptor de encendido, la corriente eléctrica alterna pasa por el balasto
electrónico, donde un rectificador diodo de onda completa la convierte en corriente
continua. A continuación, un circuito oscilador, compuesto fundamentalmente por
un circuito transistorizado que funciona como amplificador de corriente, una bobina
o transformador (reactancia inductiva) y un condensador (reactancia capacitiva),
se encargan de originar una corriente alterna con una frecuencia de entre 20 y 60
kHz.
El objetivo de esa alta frecuencia es disminuir el parpadeo que provoca el arco
eléctrico que se crea dentro de las lámparas fluorescentes cuando se encuentran
encendidas. De esa forma se anula el efecto estroboscópico que normalmente se

crea en las antiguas lámparas fluorescentes de tubo recto cuando funcionaban


con balastos electromagnéticos (no electrónicos). En las lámparas fluorescentes
antiguas el arco que se origina tiene una frecuencia de tan sólo 50 ó 60 Hz, que es
la de la red eléctrica a la que están conectadas.

Cuando los filamentos de una LFC se calientan por el paso de la corriente, el


aumento de la temperatura ioniza el gas inerte habitualmente argón o neón, que
contiene el tubo en su interior, creándose un puente de plasma entre los dos
filamentos. A través de ese puente se origina un flujo de electrones que aporta las
condiciones necesarias para que el balasto electrónico genere una chispa y se
inicie un arco eléctrico entre los dos filamentos. En este punto del proceso los
filamentos se apagan (cesa su incandescencia) y su misión es actuar como
electrodos para mantener el arco eléctrico durante todo el tiempo que permanezca
encendida la lámpara. El arco eléctrico no produce directamente la luz en estas
lámparas, pero su existencia es fundamental para que se produzca ese fenómeno.

Una vez que los filamentos de la lámpara se han apagado, la única misión del arco
eléctrico será continuar y mantener el proceso de ionización del gas inerte. De esa
forma, los iones desprendidos del gas inerte al chocar contra los átomos del vapor
de mercurio contenido dentro del tubo dan lugar a que los átomos de mercurio se
exciten y comiencen a emitir fotones de luz ultravioleta en la desexcitación
subsiguiente. La luz ultravioleta no es visible para el ojo humano, pero al ser
absorbidos por la capa de sustancia fluorescente que recubre la pared interna del
tubo, hace que los átomos de flúor se exciten y que emitan fotones de luz visible al
desexcitarse. El resultado final es que la lámpara emite luz visible hacia el exterior.

2. Efecto estroboscópico
El efecto estroboscópico es un efecto óptico que produce el movimiento ilusorio
necesario para la proyección cinematográfica. Descubierto por Sigmund Exner,
posteriormente Max Wertheimer, de la corriente de la Gestalt, lo desarrolla y
estudia en mayor profundidad. Su experimento consiste en poner dos barras de
luz a un centímetro de distancia e ir variando la velocidad en que se encienden las
luces y el intervalo hasta lograr que se perciba un movimiento continuo. Lo
consigue entre los 60 y los 200 milisegundos (a mayor velocidad, la iluminación
parece simultánea y, a menor, se distingue claramente que primero se ilumina una
y luego la otra).

En este fenómeno están basados los estroboscopios, empleados para examinar


con detalle y sin contacto físico el comportamiento de partes mecánicas en
movimiento. Los estroboscopios serán uno de los elementos previos al proyector
cinematográfico que se basa en este efecto para la percepción del movimiento
continuo entre fotogramas.

Los destellos de iluminación normalmente son producidos mediante una lámpara


de descarga gaseosa como, por ejemplo, una lámpara fluorescente, aunque
generalmente se emplean lámparas de flash por su mayor intensidad luminosa.

3. Lámparas incandescentes
Definición.
Una bombilla de incandescencia o bombilla incandescente es un dispositivo que
produce luz mediante el calentamiento por efecto Joule de un filamento metálico,
en concreto de tungsteno, hasta ponerlo al rojo blanco, mediante el paso de
corriente eléctrica. Con la tecnología existente, actualmente se considera poco
eficiente, ya que el 85 % de la electricidad que consume la transforma en calor y
solo el 15 % restante en luz.

Funcionamiento.
Consta de un filamento de tungsteno muy fino, encerrado en una ampolla de vidrio
en la que se ha hecho el vacío, o se ha rellenado con un gas inerte, para evitar
que el filamento se volatilice por las altas temperaturas que alcanza. Se completa
con un casquillo metálico, en el que se ubican las conexiones eléctricas.

La ampolla varía de tamaño proporcionalmente a la potencia de la bombilla,


puesto que la temperatura del filamento es muy alta y, al aumentar la potencia y el
desprendimiento de calor, es necesario aumentar la superficie de disipación de
calor.
Inicialmente en el interior de la ampolla se hacía el vacío. Actualmente la ampolla
está rellena de algún gas noble (normalmente kriptón) que impide la combustión
del filamento.
El casquillo sirve para fijar la bombilla en una lámpara por medio de una rosca
(llamada rosca Edison) o un casquillo de bayoneta. En la mayor parte del mundo,
los casquillos de rosca para bombillas de potencias medias se designan con el
código de roscas Edison E-27, representando este número el diámetro en
milímetros de su rosca. Es también muy frecuente una talla menor de rosca, la
llamada E-14 para potencias menores, o rosca Mignon, y la llamada Goliath, E-40,
reservada para bombillas de gran potencia.

4. Lámparas fluorescentes
Se conoce por luminaria fluorescente, al conjunto que forman una lámpara,
denominada tubo fluorescente, y una armadura, que contiene los accesorios
necesarios para el funcionamiento. En ciertos lugares se conoce como luminaria
solamente a la lámpara. La lámpara es de descarga de vapor de mercurio a baja
presión y se utiliza normalmente para la iluminación doméstica o industrial. Su
ventaja frente a otro tipo de lámparas, como las incandescentes, es su eficiencia
energética.
La lámpara consiste en un tubo de vidrio fino revestido interiormente con diversas
sustancias químicas compuestas llamadas fósforos, aunque generalmente no
contienen el elemento químico fósforo y no deben confundirse con él. Esos
compuestos químicos emiten luz visible al recibir una radiación ultravioleta. El tubo
contiene además una pequeña cantidad de vapor de mercurio y un gas inerte,
habitualmente argón o neón, a una presión más baja que la presión atmosférica.
En cada extremo del tubo se encuentra un filamento hecho de tungsteno, que al
calentarse al rojo contribuye a la ionización de los gases.

Características.
 Luminosidad: las lámparas fluorescentes tienen un rendimiento
luminoso que puede estimarse entre 50 y 90 lúmenes por vatio (lm/W). La
luminosidad de la lámpara depende no solamente del revestimiento
luminiscente, sino de la superficie emisora, de modo que al variar la
potencia varía el tamaño, por ejemplo, la de 18 W mide unos 60 cm, la de
36 W, 1,20 m y la de 54 W 1,80 m.
 Vida útil: es también mucho mayor que la de las lámparas de
incandescencia, pudiendo variar con facilidad entre 5000 h y más de 75 000
h (entre 5 y 75 veces más que una bombilla), lo que depende de diversos
factores, tales como el tipo de lámpara fluorescente o el equipo de la
luminaria que se utilice con ella.
 Color: hay en el mercado distintos modelos con diferentes temperaturas de
color. Esta está comprendida generalmente entre los 3000 K y los 6500 K
(del blanco frío a luz día cálido). Sin embargo, en la actualidad se pueden
conseguir tubos con una amplia gama de temperatura de color, lo que
permite encontrar con relativa facilidad modelos que van desde los 2700 K
hasta los 10 000 K, recomendándose la elección en función del uso y de la
iluminancia que vaya a instalarse. Las lámparas de temperatura de color
alta (p.e. el color blanco 5000K) se recomiendan cuando se necesite una
buena reproducción del color o con iluminancias altas; por el contrario, con
iluminancias bajas o cuando se busquen coloraciones cálidas, se elegirá
una temperatura de color baja.

Componentes.
5. Balasto.
Definición.
El balasto (del inglés ballast, «lastre») es un equipo que sirve para mantener
estable y limitar la intensidad de la corriente para lámparas, ya sea una lámpara
fluorescente o una lámpara de haluro metálico. Técnicamente, en su forma
clásica, es una reactancia inductiva que está constituido por una bobina de
alambre de cobre esmaltado enrollada sobre un núcleo de chapas de hierro o de
acero eléctrico. En la actualidad existen de diversos tipos, como los balastos
electrónicos usados para lámparas fluorescentes o para lámparas de descarga de
alta intensidad.
En una lámpara fluorescente el papel del balasto es doble: proporcionar la alta
tensión necesaria para el encendido del tubo y después del encendido del tubo,
limitar la corriente que pasa a través de él.

Partes.
 Núcleo: es la parte fundamental del balasto. Está compuesto por varias
placas delgadas de acero al silicio, sobre el que se enrolla el alambre de
cobre para formar una bobina.
 Carcasa: es la envoltura protectora del balasto. De la bobina salen dos o
tres cables de cobre que se conectan al circuito externo, mientras que en
los balastos electrónicos salen cuatro.
 Sellador: es un compuesto de poliéster que se deposita entre la carcasa y
el núcleo del balasto. Su función es de aislante.
Vulgarmente al balasto se lo conoce como reactancia, ya que debido a la corriente
alterna la bobina del balasto presenta reactancia inductiva.
Al ser elementos que van conectados a la red eléctrica domiciliaria, por lo general
están normalizados (IEC, IRAM, CE, etc.).
En el mercado existen balastos para diferentes potencias. Algunos de los valores
son 7/9/11, 15, 18, 20, 30, 36, 40, 58/65 vatios.
Funcionamiento.
 El balasto es un inductor (bobina), al ser súbitamente interrumpida la
corriente al separar sus contactos el arrancador, el balasto intenta mantener
el flujo de corriente y la tensión aumenta en el filamento del tubo.
 El único camino para que circule corriente una vez abierto el arrancador es
a través del tubo, cuando la tensión alcanza el valor suficiente para ionizar
el de vapor de mercurio, salta una chispa y el tubo enciende.
 Es un proceso análogo a la bobina de encendido de un auto que genera la
chispa en las bujías cuando abren los platinos.

You might also like